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ERICH LUDENDORFF PROPAGANDA BELICA y GENOCIDIO e UN BOSQUEJO SOBRE LA HISTORIA MUNDIAL DE LOS ULTIMOS 150 ANOS. 1964 Editorial “AURIGA” Buenos Aires Titulo de la edicién alemana: Eriegshetze und Vélkermorden in den leteten 150 Jahren. Versién castellana de la edicién alemana aumentada y revisada en 1935. Copyright 1964 by Editorial “Auriga”. Queda hecho el depésito que marea la Ley 11.723 IMPRESO EN LA ARGENTINA = PRINTED IN ARGENTINE IMPRESORA BELGRANO 8. A. Av, Maipé No 4 (Pto. Nuevo) Bs. Aires Prefacio La traduccién de un libro cualquiera del General alemdn Ludendorff ofrece serios obstéculos. El len- Buaje es tinico en su género y no se presta sino con mucha dificultad para una traduccion al castellano. Como todos los grandes escritores alemanes, él habla su propio idioma. Como todos aquellos, él es inventor de muchas palabras nuevas y da al mismo tiempo @ otras de uso corriente un valor nuevo y determi- nado. La claridad de pensamiento de Kant unida a la elegancia de diccién de un Schopenhauer y sobre todo la légica nitida y despiadada no encuentran facilmente su parecido en otras lenguas. Muchas pa- labras exigen un rodeo largo para su explicacién, otras pueden traducirse apenas aproximadamente. Tenga el lector en cuenta estas dificultades y sepa perdonar muchas asperezas del estilo y del lenguaje impuestas por la imperiosa necesidad de acercarse en grado médximo al original, Editorial “‘ Auriga’. LAS POTENCIAS SUPERESTATALES Los pueblos se matan entre ellos en guerras sangrientas y a si mismos en revoluciones. Creen obrar asi para su propio bien. Pero demasiadas veces no son mds que instrumentos en manos de las potencias superestatales — Judd y Roma. Estas guerrean y luchan por el dominio sobre los pueblos de esta tierra, es- clavizandolos espiritualmente, politica y econémicamente, man- teniéndolos en trabajo sin justa retribucién y Ilevandolos despacio al abismo de la mezcolanza de razas, cuyo fin serA la ‘‘repablica mundial’? judaica o la ‘‘civitas dei’? romana. Los pueblos no conocen la historia mundial. Viven fugazmen- te mientras estas dos potencias superestatales piensan en siglos y conocen aquellas fuerzas de los pueblos, que son las gestoras de la historia, y las aprovechan. Mi mujer en su gran obra ‘‘El alma popular y los forjadores de su potencialidad. Una filosofia de la historia’’ ha determinado y demostrado, en lo que respecta a los verdaderos forjadores de la historia y a las verdaderas manifestaciones de su voluntad, que la intervencién de las potencias superestatales se ejerce princi- palmente mediante una corrupcién espiritual en los hacedores directos de la historia como son: gobernantes, empleados, jefes de ejércitos, para alcanzar ciertos hechos bien determinados; y buscan dominar igualmente con su influencia a los hacedores in- directos de historia, como, por ejemplo, son los maestros y las materias de ensefianza; buscan ademas determinar la religién de Jos pueblos, para aniquilar su instinto de conservacién y adorme- cer el alma popular, hasta que no se recuerde mas de su pasado y de sus antepasados y hasta que se dejen hundir en el fango de la igualdad y mezcolanza de razas. Al mismo tiempo estas po- tencias intentan formar la vida de los pueblos en todos sus as- pectos, como, por ejemplo, en cuestiones de derecho y economia publica, para ayudar también indirectamente al logro de sus fi- 7 nes, Cuando los pueblos tienen sus cualidades raciales, su reli- gién, su cultura, su vida como entidad juridica y econdmica, bastante socavados, y por eso se encuentran casi inermes, recién entonces estas potencias superestatales se manifiestan mds y mas abiertamente con medidas econdmicas y hasta con guerras y re- voluciones, para hacer directamente por esos medios la cosecha de una semilla que fue sembrada mucho antes. Con la destruccién de la vida religiosa de nuestros antepasa- dos y la implantacién a fuerza bruta del cristianismo empezé el ataque definitivo de las potencias superestatales contra nosotros, los alemanes. Con palabras emocionantes mi mujer en su obra recién citada ha evidenciado las consecuencias terribles que se producen cuando un pueblo tiene que vivir con un dogma reli- gioso que est diametralmente opuesto a sus calidades raciales heredadas, como la doctrina cristiana, de origen judaico, respecto del alemin. El judio tiembla delante de su Dios por miedo, le obedece como esclavo esperando castigo o recompensa; el ale- man en sus sentimientos religiosos desconoce esto por completo. Confiado y erguido se mantiene frente a lo divino. Reconoce lo divino dentro de su alma. En lugar de la obligacién esta la voluntad libre. Peligros enormes amenazan a semejante don ra- cial. Tanto mas claros deben ser por eso nuestras ideas sobre el sentido de nuestra vida humana, y los peligros que estan laten- tes en nuestras calidades raciales para nosotros y la conservacién de nuestro pueblo. Si el rabino procura sostener su pueblo judai- co amenazando con castigos del Dios judaico, entonces nosotros precisamos algo muy distinto para conservarnos como pueblo, un cédigo moral, que esta basado sobre el derecho intocable, y con- cordante en todo con nuestros dones raciales heredados. Tengo que conformarme con estas pocas palabras y recomien- do otra vez el estudio de la obra recién citada. Religion judaica y germana estan diametralmente opuestas. Las doctrinas judaicas nunca pueden corresponder a cualidades raciales alemanas; forzosamente tienen que producir una diso- nancia enorme en los alemanes, desarraigarlos —si tienen que vivir con ellas— destruir su alma y su cardcter y hacerlos ma- duros para sufrir el dominio judaico o cualquier otra voluntad dominadora oculta, sin resistencia. Jehova, Dios de los judios y de los cristianos, prometid por boca de Moisés, de los profetas y de los grandes sacerdotes, el dominio mundial a los judios (vea el Antiguo Testamento, prin- cipalmente los 5 libros de Moisés, o sea la ‘““Ley”’, y el Talmud), y ensefié al mismo tiempo el camino terrible que el judio debe seguir para poder subyugar y desposar a todos los pueblos. Cua- lidades hereditarias raciales de los judios fueron los forjadores de semejante Dios popular. El cumplimiento de sus drdenes fue- ron los fines politicos y econdmicos de su pueblo, que deben traerle como resultado su conservacién y el dominio mundial. Esto es ‘‘religién’’ para el judio. Las doctrinas ocultas de la Cabala debian ademas asegurar el éxito. En esta religion popular judaica se formé dentro del judaismo una religion mundial nueva, el cristianismo; fue esto en un tiem- po en que por otras doctrinas religiosas y sistemas filoséficos, co- mo, por ejemplo, la Stoa, la mezcolanza de razas dentro del ‘mundo’? greco-romano estaba ya bastante adelantada. Esta religion nueva entronizaba al Dios popular de los judios Jehové como Dios del mundo entero, reconocia las calidades raciales de Jos judios como las del pueblo escogido, pero destruia las calida- des de raza de otros pueblos y les daba a Jestis, hijo del Dios judaico Jehov4, quien tenia ademés por antepasados a los. reyes antiguos de Judea, como Dios y salvador, quien debia conducir- los a Jehova. También acd tengo que conformarme con esta ex- posicién breve; dejo constancia que la doctrina cristiana no es otra cosa que la doctrina de propaganda para el dominio mun- dial de los judios. Cualquiera que lee detenidamente la Biblia puede convencerse de esto. La doctrina cristiana debia producir la pérdida del instinto racial principalmente entre los germanos; los pueblos mediterraneos la habian perdido ya, como dije mas arriba. Nuestros antepasados recibieron esta doctrina en un tiempo, en que sus dotes raciales no les daban todavia una clara vision de lo divino y cuando la necesidad de la muerte los tenia en dudas; sus conocimientos de la naturaleza poco desarrollados no sabian oponer nada firme a los dogmas cristianos. Creian en el “Ocaso de los Dioses’” —un hecho que comprueba en qué grado sumo los germanos buscaban verdad y claridad religiosas. Asi cayeron en su mayoria obligados por la fuerza bruta, los menos confiados bajo la influencia del cristianismo; creyeron desde en- 5 tonces que una ‘‘providencia divina’’ forjaba su destino que antes sabian reposando en manos de la ‘‘Nornas’’. Astucia y fuerza, guerras y torturas y el sacrificio de millones de mujeres alemanas, que fueron quemadas por “brujas’’ porque reconocian mejor que los hombres lo nefasto de la doctrina cristiana, todo esto completaba la obra terrible y funesta. El recuerdo de los antepasados fue sepultado, la mezcla con otras razas aumentaba; el alma popular no se oia mas, nos hundiamos —aunque en gue- ya continua contra las doctrinas cristianas— en una Weltans- chauung que abarcaba toda nuestra vida en todos sus aspectos y manifestaciones pero que estaba diametralmente opuesta a nuestros dotes raciales y nuestra Weltanschauung, resultado de ellas, La eficacia destructiva de la doctrina cristiana sobre nuestro orgullo se manifiesta en la frase popular terrible: “Se arrastré hacia la cruz.”’ Todas las calidades raciales de nuestro pueblo sufrian la des- truccién correspondiente; demasiado bien lo sabian los judios. Karl Marx, fundador del Marxismo, en el afio 1848 escribe en su lenguaje tipico de judio en los “

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