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MIEDO Y DESEO. DESEO Y MIEDO.

Me pilló recogiendo un poco el piso. No mucho. Lo suficiente. A, y haciendo café. Un café


de esos que se hacen a la 2 de la madrugada. De los de me apetecía y punto. Llamo al
telefonillo una sola vez y corto pronto. Como si no nos conociéramos. Pero es verdad que
había pasado mucho tiempo desde la última vez. Desde entonces sólo le volvía ver en una
ocasión: un poco antes aquella misma noche. Yo estaba yendo hacia el parque al que voy
cuando no puedo dormir, para darle cosas a las vueltas y, con suerte que paren y me dejen
dormir. Cuando pasaba detrás de la iglesia, le vi en la ventana de la residencia parroquial
fumándose un cigarrillo. Nos reconocimos enseguida y me levanto la mano, pidiéndome que
le esperara un momento. Al rato noté una mano en mi espalda y era él (yo casi esperaba a un
ladrón o incluso a Dios mismo, es decir ¿qué se puede esperar en la trastienda de la iglesia de
madrugada?)

- ¿Podríamos vernos donde quedábamos antes y nos ponemos un poco al día?


Preguntó.

La verdad es que no esperaba algo así o sí lo esperaba pero no esperaba que fuese esa noche
o que fuese él quien diera el paso. Me pilló totalmente desarmado, sin saber bien qué quería
él, ni qué quería yo.

- Esto… yo…eh…vale, venga.


- Luego me acercaré. Respondió él y se fue.

Creo que tendría que haber pasado. Nunca es bueno remover demasiado el pasado. Debería
haberme deshecho de él antes pero, ahora estaba esperando en la puerta de mi casa. Yo lo
único que quería era salir de esa situación lo más rápido posible y seguir con mis cosas.

Saqué el café del fuego y abrí la puerta.

- Qué manera más tímida de llamar a la puerta, ni que no hubieses estado veces, ni que
no te hubieses casi criado aquí.
- Lo que se dice criado, es bastante exagerado, ¿no crees? Además son las dos, no hay
otra forma de llamar a estas horas. Es casi una cuestión de pudor.- Respondió él
intentando reubicarse en mi casa.
- Está más abarrotada que hace… ¿Cuánto? ¿Diez años? Bueno, dejémoslo en mucho
tiempo en cualquier caso.

Sí, tenía que haberle dicho que no viniese.


- Ya, sí…Oye, la verdad es que no es un buen momento. Tengo bastante sueño y me
apetece dormir. Porque no quedamos en otro momento.- Dije todo lo políticamente
correcto que pude.

¿Cuál es el conflicto?

El gaylordo quiere que se pire

El otro quiere hablar, quiere darle un sentido a lo que pasó. Lo que en realidad quiere es
volver con él.

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