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La latitud:

Es la distancia angular entre la línea ecuatorial (el ecuador), y un punto


determinado de la Tierra, medida a lo largo del meridiano en el que se
encuentra dicho punto. Según el hemisferio en el que se sitúe el punto, puede
ser latitud norte o sur.

La latitud proporciona la localización de un lugar, en dirección Norte o Sur


desde el ecuador y se expresa en medidas angulares que varían desde los
0° del Ecuador hasta los 90°N del polo Norte o los 90°S del Polo Sur. Esto
sugiere que si trazamos una recta que vaya desde un punto cualquiera de la
Tierra hasta el centro de la misma, el ángulo que forma esa recta con el plano
ecuatorial expresa la latitud de dicho punto. La orientación Norte o Sur
depende de si el punto marcado está por encima del paralelo del ecuador
(latitud norte) o si está por debajo de este paralelo (latitud Sur).

Dinámica Atmosférica:

Se llama dinámica de la atmósfera o dinámica atmosférica a una parte de la


Termodinámica que estudia las leyes físicas y los flujos de energía
involucrados en los procesos atmosféricos. Estos procesos presentan una
gran complejidad por la enorme gama de interacciones posible tanto en el
mismo seno de la atmósfera como con las otras partes (sólida y líquida) de
nuestro planeta.

La termodinámica establece tres leyes, además de lo que se conoce como


principio cero de la termodinámica. Estas tres leyes rigen en todo el mundo
físico-natural y constituyen la base científica de los procesos que constituyen
el campo de la dinámica de la atmósfera.

Frio O Polar:

El clima polar o glaciar es un subtipo de clima frío que se caracteriza por


tener casi permanentemente temperaturas por debajo de 0 °C; y escasas
precipitaciones. La humedad en el aire es inexistente y el viento suele ser
bastante intenso, lo que hace aún más hostiles las condiciones de vida en
este clima.

El clima polar se da principalmente en los dos polos, alcanzando unas


condiciones más severas en la Antártida, puesto que al tratarse de un
continente, las temperaturas son más frías que las del Polo Norte, llegando
a alcanzar los –70, –80 y hasta –89,2 °C (récord en la superficie de La Tierra).
El clima de las zonas más altas de las principales cordilleras del planeta se
asemejan mucho al polar, pudiéndose dar en las cumbres del Himalaya, de
los Andes o de las montañas de Alaska.

Los medios naturales de la zona fría o medios polares se localizan entre el


Círculo Polar Ártico y el Polo Norte y entre el Círculo Polar Antártico y el Polo
Sur; es decir: entre los 66º 33' y los 90° de latitud norte y sur,
respectivamente. Las temperaturas son muy bajas porque los rayos solares
llegan muy inclinados respecto a la superficie terrestre.

Formación de frentes fríos:

El frente frío es una franja de inestabilidad que ocurre cuando una masa de
aire frío se acerca a una masa de aire caliente. El aire frío, siendo más denso,
genera una "cuña" y se mete por debajo del aire cálido y menos denso.

Los frentes fríos se mueven rápidamente. Son fuertes y pueden causar


perturbaciones atmosféricas tales como tormentas de truenos, chubascos,
tornados, vientos fuertes y cortas tempestades de nieve antes del paso del
frente frío, acompañadas de condiciones secas a medida que el frente
avanza. Dependiendo de la época del año y de su localización geográfica,
los frentes fríos pueden venir en una sucesión de 5 a 7 días.

En mapas de tiempo, los frentes fríos están marcados con el símbolo de una
línea azul de triángulos que señalan la dirección de su movimiento.
La velocidad de desplazamiento del frente es tal que el efecto de descenso
brusco de temperatura se observa en pocas horas e incluso de pocos
minutos en el caso de un simple cumulonimbo.

Altitud:

Se denomina altitud a la distancia vertical que existe entre cualquier punto de


la Tierra en relación al nivel del mar. Para calcular la altitud, se toma como
referencia el nivel del mar, y es por ello que la altitud se expresa con una cifra
en metros seguida de la abreviatura s. n. m., es decir, m s. n. m. (‘metros
sobre el nivel del mar’).

En geografía, la altitud es la distancia vertical de un punto de la Tierra


respecto al nivel del mar, llamada elevación sobre el nivel medio del mar, en
contraste con la altura, que indica la distancia vertical existente entre dos
puntos de la superficie terrestre; y el nivel de vuelo, que es la altitud según la
presión estándar mediante un altímetro, que se encuentra a más de 20 000
pies sobre el nivel medio del mar.

Orientación del relieve:

La más importante disposición de las cordilleras con respecto a la incidencia


de los rayos solares determina dos tipos de vertientes o laderas montañosas:
de solana y de umbría.

Al norte del trópico de Cáncer, las vertientes de solana son las que se
encuentran orientadas hacia el sur, mientras que al sur del trópico de
Capricornio las vertientes de solana son, obviamente, las que están
orientadas hacia el norte. En la zona intertropical, las consecuencias de la
orientación del relieve con respecto a la incidencia de los rayos solares no
resultan tan marcadas, ya que una parte del año el sol se encuentra
incidiendo de norte a sur y el resto del año en sentido inverso.

La orientación del relieve con respecto a la incidencia de los vientos


dominantes (los vientos planetarios) también determina la existencia de dos
tipos de vertientes: de barlovento y de sotavento. Llueve mucho más en las
vertientes de barlovento porque el relieve da origen a las lluvias orográficas,
al forzar el ascenso de las masas de aire húmedo

Corrientes Marítimas:

Una corriente oceánica o corriente marina es un movimiento de las aguas en


los océanos y, en menor grado, de los mares más extensos. Estas corrientes
tienen multitud de causas, principalmente, el movimiento de rotación terrestre
(que actúa de manera distinta y hasta opuesta en el fondo del océano y en la
superficie), así como el movimiento de traslación de la Tierra, la configuración
de las costas y la ubicación relativa de los continentes. En cambio, los vientos
constantes o planetarios constituyen prácticamente una causa inexistente, ya
que las coincidencias entre las corrientes y los vientos planetarios se deben
a que comparten una causa común, es decir, los movimientos astronómicos
de la Tierra.

Así pues, suele quedar entendido que el concepto de corrientes marinas se


refiere a las corrientes de agua en la superficie de los océanos y mares (como
puede verse en el mapa de corrientes) mientras que las corrientes
submarinas no serían sino movimientos de compensación de las corrientes
superficiales. Esto significa que si en la superficie las aguas superficiales van
de este a oeste en la zona intertropical (por inercia debido al movimiento de
rotación terrestre, que es de oeste a este), en el fondo del océano, las aguas
se desplazarán siguiendo ese movimiento de rotación de oeste a este. Sin
embargo, hay que tener en cuenta que las aguas en el fondo submarino se
desplazan con la misma velocidad y dirección que dicho fondo, es decir, con
la misma velocidad y dirección que tiene la superficie terrestre por debajo de
las aguas oceánicas.

En el fondo oceánico, la enorme presión de las aguas es lo que origina una


temperatura uniforme de dichas aguas en un valor que se aproxima a los 4
ºC, que es cuando el agua alcanza su máxima densidad. Como resulta obvio,
no existirá ningún desplazamiento relativo entre el fondo del océano y las
aguas que lo cubren porque en dicho fondo, tanto la parte terrestre como
oceánica, se desplazan a la misma velocidad. La excepción se presenta en
las corrientes frías de la zona intertropical que se deben a la surgencia o
ascenso de aguas frías procedentes del fondo submarino.

Maritimidad o continentalidad:

Qué es la maritimidad?

Maritimidad es una medida de influencia de la humedad del mar sobre


ciudades o países que tienen sus territorios cerca del cielo y las nubes,
provocando un aumento en la humedad relativa y permitiendo la aparición de
la lluvia o el contacto más intenso con las masas de aire procedentes de los
océanos. Este efecto implica la caracterización de las temperaturas locales y
regionales. Las superficies líquidas también ayudan a explicar las diferencias
de temperatura en el globo. Lo opuesto es el caso de la continentalidad.
¿Qué es la continentalidad?

La continentalidad, como un concepto de la geografía es una medida directa


de la distancia de cada lugar hasta el mar. La distancia de los cuerpos de
agua influye en la temperatura del aire debido a las diferencias básicas en
las características térmicas. Continentalidad corresponde a las áreas del
continente continentales afectadas por el calentamiento y enfriamiento de la
superficie terrestre. Durante la noche todo el calor absorbido durante el día
es perdido de manera más rápida hacia la atmósfera. Así, las temperaturas
de la noche son más bajas en comparación con las temperaturas de día, lo
que aumenta la gama de temperaturas.

Como ha sido explicado, los fenómenos de maritimidad y continentalidad


están relacionados con la interferencia de la proximidad o distancia de un
lugar determinado con respecto a la gran cantidad de agua, tales como los
océanos o mares. Las grandes masas de agua tienen la característica de
retener el calor solar de forma más prolongada que el suelo. Asimismo,
poseen la característica de enfriarse más lentamente. Esto termina por
interferir con el clima de las regiones cercanas, como las regiones costeras.
Dado que el agua retiene el calor más tiempo que el suelo, la temperatura de
las regiones litorales se preserva prácticamente de forma estable, pues de
día (mientras aún está caliente) el agua absorbe el calor del sol y, a la noche
(cuando debería estar frío), la irradiación lenta del calor absorbido por la
masa de agua hace que el aire del entorno se caliente, manteniendo la
temperatura. Esa es la maritimidad. Regiones que están expuestas a tal
efecto, poseen bajos rangos de temperatura anual y diurna (pocos cambios
en la temperatura durante todo el año, y entre la temperatura de día y de
noche) e inviernos menos fuertes, y la continentalidad es todo lo contrario.

Cuanto más lejos de la costa (o más dentro de los continentes), mayor es el


intervalo de temperatura en una región. Es decir, debido a la rapidez con la
que el suelo irradia calor y la baja capacidad de absorción, los inviernos son
más intensos y la diferencia de temperatura entre el día y la noche también
es grande. La proximidad de los extremos de los océanos también influye en
la cantidad de lluvia, causando que las regiones costeras tengan
precipitaciones mayores que las regiones del interior de los continentes,
debido a la alta evaporación y la condensación. Estos son los factores
climáticos (continental y maritimidad, entre otros, por supuesto) que hacen
que los inviernos sean más enérgicos en el hemisferio norte que en el
hemisferio sur, ya que el hemisferio norte existe una cantidad mucho mayor
de superficie terrestre, lo que hace que gran parte de ella sufra los efectos
de la mencionada continentalidad.
Fenómeno del niño:

El Niño, o también el Fenómeno El Niño (FEN), es un fenómeno o evento


climático relacionado con el calentamiento del Pacífico oriental ecuatorial, el
cual se manifiesta erráticamente cíclico. Arthur Strahler habla de ciclos de
entre tres y ocho años, que consiste en realidad en la fase cálida del patrón
climático del Pacífico ecuatorial denominado El Niño-Oscilación del Sur (El
Niño-Southern Oscillation, ENSO por sus siglas en inglés), donde la fase de
enfriamiento recibe el nombre de La Niña. Este fenómeno, en sus
manifestaciones más intensas, provoca estragos en la zona intertropical y
ecuatorial debido a las intensas lluvias, afectando principalmente a la región
costera del Pacífico de América del Sur.

Günther D. Roth lo define como una irrupción ocasional de aguas


superficiales cálidas, ubicadas en el océano Pacífico junto a la costa de los
territorios de Perú y Ecuador, debido a inestabilidades en la presión
atmosférica localizada entre las secciones Oriental y Occidental del océano
Pacífico cercanas a la línea del Ecuador. El fenómeno del Niño es el supuesto
causante de más de una anomalía climática en el mundo.

El nombre de El Niño se debe a la asociación de este fenómeno con la


llamada corriente del Niño, anomalía conocida por los pescadores del puerto
de Paita, en el norte de Perú, quienes observaron que las aguas aumentaban
su temperatura durante la época de las fiestas navideñas y los cardúmenes
o bancos de peces desaparecían de la superficie oceánica, deduciendo que
dicha anormalidad era debida a una corriente de aire caliente procedente del
golfo de Guayaquil (Ecuador).

Los primeros registros oficiales del fenómeno fueron reportados por el


capitán peruano Camilo Carrillo en 1892, quien notó la existencia periódica
de una corriente marina cálida en las costas de Perú, de aguas normalmente
muy frías, que se repite cada cierto tiempo y ahora se ha comprobado que
es cíclica, se repite cada 8 años con diferente intensidad.

Existen otros acontecimientos interesantes relacionados con los años más


intensos de El Niño. Entre 1789 y 1793, el historiador británico Richard Grove
relata que varios observadores de la época reportaron graves sequías en
Asia, Australia, México y el sur de África, por lo que se sospecha que dicho
fenómeno pudo haber causado la hambruna que precedió a la Revolución
francesa. Entre 1791 y 1793 en México bajó el nivel del lago de Pátzcuaro.

El meteorólogo Jacob Bjerknes postuló en 1969 que El Niño está


normalmente relacionado con la Oscilación del Sur, ya que está presente una
relación física entre la fase de alta presión anómala en el Pacífico occidental,
con la fase de calentamiento poco frecuente del Pacífico oriental, lo que va
acompañado con un debilitamiento de los vientos alisios del este; por lo que
la baja presión del Pacífico occidental se vincula con un enfriamiento del
Pacífico oriental (fenómeno de La Niña), con el fortalecimiento de los vientos
del este.

Mapas:
Paramos:

En biogeografía, el páramo es un ecosistema montano intertropical con


predominio de vegetación tipo matorral (arbustivo), por lo que está clasificado
biogeográficamente como pradera y matorral de montaña. Se ubican por lo
general, desde altitudes de aproximadamente 2700 m s. n. m. hasta los 4000
o 5000 m s. n. m. El más conocido es el páramo andino de Sudamérica, pero
también hay páramos en las montañas del sur de Centroamérica, África
Oriental y Nueva Guinea. Destaca el páramo de Sumapaz ubicado en
Colombia y considerado como el más grande a nivel mundial.

Nivel:

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