Universidad Arcis

También podría gustarte

Está en la página 1de 13

Universidad Arcis

Escuela de Piscología

La Mujer en el Siglo
XXI
Índice
Págs.

Introducción………………………………………………………………………… 3

La violencia contra las mujeres…………………………………………………….. 4

Discriminación de Géneros en la sociedad chilena…………………………………. 8

Conclusión…………………………………………………………………………… 12

Introducción
2
El presente trabajo tiene la intención de hacer una revisión de los conceptos de Fanon,
comparando sus estudios, de los fenómenos consecuentes del racismo y la violencia, con la
situación actual de la mujer en nuestros días. Es común escuchar en los noticieros hechos
donde las mujeres son violentadas por sus maridos, o el supuesto discernimiento que usan
las empresas para no contratar mujeres, además de su remuneración que es mucho más baja
que los hombres aún teniendo las mismas preparaciones profesionales y las mismas
capacidades para enfrentar desafíos.

Estas situaciones, al menos el problema laboral, no son enjuiciados por la mayoría, ya


que es algo que “no tiene mucha importancia” o eso se deja ver, pero esta discriminación se
interna en nuestra identidad y se encasilla nuestra sociedad como una sociedad machista.
En la violencia contra la mujer, el panorama no es más alentador, ya que entre homicidio y
femicidio, hay una muralla de machismo que impide que se le tome el peso real al asesinato
de una mujer.

Para este informe buscar una similitud entre la situación de la mujer en nuestra sociedad
y los estudios de Fanon, nos permite dar cuenta de los problemas que trae la instauración de
poder del más fuerte, en este caso el hombre, para con la mujer y los mecanismos psíquicos
del más débil ante estas situaciones de dominio.

3
La violencia contra las
mujeres

En la violencia que se ejerce en contra de los colonizados, aparece el racismo, como un


elemento de la opresión que se ejerce hacia un pueblo. Los valores de la cultura autóctona
son desvalorizados y aplastados, en función de la ganancia económica que implica una
invasión, donde la servidumbre del pueblo oprimido es su primera necesidad, por lo que
deben modificar sus sistemas de referencia.

Históricamente se ha observado que más que un exterminio, se provoca una continua


agonía de la cultura autóctona, que alcanza el pensamiento individual de su pueblo, donde
estos se vuelven inertes, funcionando bajo la vigilancia del opresor. Aparece una suerte de
desprecio contra sí mismos, camuflado en el respeto a la tradición. Es imposible que un
hombre acepte otra cultura que él no decida asumir y que además no lo reconozca.

La intención de respetar la cultura del pueblo oprimido se convierte en un encasillamiento


donde al tratar de ser objetivos, se terminan con frases como: yo los conozco, ellos son así,
y un ejemplo de esto es el exotismo, en el cual no se aprecia una estructura dinámica como
lo es la cultura originaria; sino curiosidades.

En una primera fase el invasor instala su dominio, afirmando su superioridad, donde el


racismo, torturas, explotación, se usan en diferentes niveles para hacer del originario un
objeto al servicio de la nación ocupante. Este hombre objeto, sujeto ya, militar y
económicamente, es quebrantado en lo mas íntimo de su ser, haciendo que el deseo de
continuar se vuelva indeciso, permitiendo la aparición del famoso complejo de
culpabilidad. Sobre este punto quisiera ahondar más, aproximando este mecanismo
psíquico a la situación ya conocida de la violencia en contra de la mujer.
4
Se estima que una mujer violentada física, psicológica o sexualmente por su pareja, tarda
entre cinco y siete años en denunciar al agresor. ¿Qué produce este comportamiento? De
testimonios de mujeres que han sido agredidas, encontramos que, la mayoría de ellas, una
vez recibido algún tipo de abuso, se atemorizan y con el tiempo se resignan a dichas
situaciones. Es más, algunas se sienten culpables del enojo de sus cónyuges, ya sea
ocasionado por celos, problemas económicos, alcoholismo, o simplemente por su
sensación de superioridad con ellas.

El maltrato físico siempre va combinado con maltrato emocional, y las causas de esto son
los desajustes emocionales en el hombre, educación machista, haber padecido malos tratos
durante la infancia, celos, frustración, amargura, desilusión económica, repetición de
patrones de comportamiento considerados como "normales" (el haber crecido en un
ambiente donde es común la agresión hacia las mujeres y/o los menores de edad). Pero una
de las principales causas del maltrato en la actualidad, es el nuevo papel de la mujer en la
sociedad, que los hombres machistas no asumen, ya que piensan que ellas están a su
servicio sintiendo el derecho de maltratar a la mujer. La mujer en nuestra sociedad actual
tiene un nivel cultural más alto y puede aspirar a mejores trabajos, ya que posee una
profesión e independencia económica que antes no tenía, haciendo que simplemente no
acepte los modelos de servidumbre que se pudieron dar en tiempos anteriores. Entonces las
expectativas de los hombres machistas en oposición de lo que ocurre en la condición actual
de la mujer pueden desencadenar episodios de violencia. En lo estratos económicos altos
de igual manera hay índices de maltrato aunque, el mayor número se dan en estrato sociales
bajos.

Pero la creciente mediatización de estos hechos revela una pequeña parte de lo que ocurre
en realidad, pues la mayoría de los abusos no son denunciados. Uno de los mayores
problemas es que éstas tienen una distorsión perceptiva de la realidad, ya que piensan que
pueden cambiar la actitud de sus cónyuges, mientras que lo que sucede es que estos
maltratos se van agravando con el paso del tiempo. Entonces este auto convencimiento
junto a la vergüenza de contar lo sucedido, la baja autoestima y las cargas familiares hacen
que se retrasen las denuncias.
5
En nuestra sociedad el machismo impide que se le tome el real peso al asesinato de una
mujer en manos de un hombre, como si fuera un asesinato cualquiera. ¿Es esto semejante a
la interacción que se produce entre opresores y oprimidos? El hecho de que el colonizador
imponga su poder o sus sistemas de referencia, por medio de una democracia o por el uso
de la violencia, como ya vimos quebranta el interior del colonizado. Pero en situaciones de
colonización, el choque de dos culturas diferentes, avecina la descolonización, la liberación
del pueblo oprimido y este proceso es siempre violento. Entonces el autóctono no acepta
por siempre los mandatos que se le asignan llevándolo a la independencia.

El autóctono anhela el lugar del colonizador, se convierte en un envidioso deseando


ocupar su lugar y reclama sus derechos, entonces el opresor al sentirse amenazado, hace
uso de los “Congresos de cultura” donde muestra las riquezas de los valores occidentales.
Pero al escuchar estos valores culturales que serían las maravillas de la ilustración junto con
la búsqueda de enajenación producida por la religión católica, iglesia de los colonos no de
los esclavos, el colono se enfurece ya que esta ética europea no hizo nada para evitar su
hambre y tampoco la religión le prestó ayuda alguna. La violencia que se ha ejercido sobre
su pueblo para afirmar los valores blancos, por una justa invasión de las cosas, hace que el
colonizado se burle cuando se le trate de persuadir con estos valores.

Análogamente, él hombre una vez cometido su acto de violencia, pide disculpas a la


mujer justificando sus acciones y anunciando un cambio; la promesa de que hechos como
este no se volverán a repetir. Ante estas promesas la mujer en su intento de salvar la
situación confía nuevamente en las palabras que se las lleva el viento. Pero las mujeres
tarde o temprano son capaces enfrentar al agresor denunciando los malos tratos o incluso
respondiendo violentamente a estos. De ahí el caso de mujeres que han asesinado a sus
maridos en defensa propia.

Podemos considerar que el problema de la agresión en la pareja se puede anticipar desde


el momento en que ésta va recién comenzando, donde hay que distinguir entre rabias
ligeras que no pasan a mayores, ante estrictas prohibiciones provocadas por celos como el
visitar amigos o parientes.

Alejandro Alfonso Gutiérrez Sepúlveda


6
Discriminación de géneros en
la Sociedad Chilena .

7
Para hablar de un tema tan relevante como lo es hoy en día la discriminación y
desigualdad de géneros específicamente hacia la Mujer, tomaremos como referencia y de
gran relación, el texto de Frantz Fanon, “Por la revolución Africana” - Racismo y Cultura.

Fanon en su texto nos hace entender de forma muy significativa temas tan relevantes
como la cultura y un importante elemento que forma parte de esta, que es el Racismo, y
como este a medida de la evolución del tiempo y a través de diferentes espacios se ha ido
camuflando y dejándose ver de diferentes maneras, que obvian ocultar el verdadero sentido
discriminatorio y de desigualdad que continua hasta el día de hoy.

Definiremos Racismo, como causas de conflictos sociales que sirve como herramienta
para grupos sociales creíblemente superiores con el afán de conseguir el poder, donde lo
discriminado juega como bandera de triunfo en contra lo que ellos creen diferente.

Podemos observar como grupos sociales con necesidad de crear culturas jerarquizadas,
donde poder resaltar su superioridad, han irrumpido en otros grupos que poseen ya sus
normas, sus vidas, toda su cultura geográfica y social ya formada donde poco importan
los avances y diferencias existentes. Abriendo una verdadera desculturación, rompiendo y
obligando de forma intolerante, violenta e injusta a estos sujetos a una difícil integración
con otros medios y formas de existir, despojando todo lo arraigado culturalmente por ser
considerado de inutilidad alguna. A esto es lo que se le conoce como “Colonización”.

¿Qué papel juega el racismo en esto? Claramente se puede apreciar como aquellos grupos
colonizados han sido reprimidos, por sujetos que se consideran superiores física e
intelectualmente, y creen que estos grupos son humanos que carecen totalmente de una
cultura que aporte al desarrollo de la sociedad. Creyendo integrarlos aún sabiendo que
difícilmente la diferencia a lo largo del tiempo desaparecerá.

Podemos ver como ese racismo poco a poco se ha ido ocultando, dejando de ser ya una
discriminación por apariencias fisiológicas, sino por diferencias culturales y sociales, donde
el deseo de superioridad sigue en crecimiento, rompiendo normas y verdaderas formas de

8
vida despojando hasta lo más intimo y propio, llenando artificialmente este vacío, con ideas
de mejor vida impuestas bruscamente.

Los oprimidos poco a poco van cambiando su actitud, creyendo que quizás el cambio ha
favorecido, los avances tecnológicos y de producción del trabajo han mejorado, entregando
una mejor calidad, ocultando el sentido de explotación que existe tras estos avances.
Comienza a aflorar en este oprimido la falsa idea de la igualdad ante sus opresores, ya hay
ideas en común como doctrinas, formas de vida y todo aquello que pueda influir en su
desarrollo; se asimila que ya no hay vuelta atrás, ya se abandono sus formas de existir
anteriores, sus gustos, sus creencias .

Aunque en el fondo de sus pensamientos existe el recelo y la ira por lo despojado, y la


necesidad de salir adelante y demostrar que ellos pueden lograr revertir la escala jerárquica,
imponer lo que queda de sus culturas desarraigadas que difícilmente se puede lograr,
debido a la fuerte potencia de la cultura dominantes, aquella cultura que sigue
pretendiendo inferiorizar cada día de manera sutil a estos sujetos, esta inferioridad es la que
permite la indeterminada dominación, tal como dice Fanon.”El racismo no es más que la
explicación emocional, afectiva, algunas veces intelectual, de está inferiorización.”

Si asociamos lo anterior con el tema a nombrar, la desigualdad de géneros, podemos ver


cómo está inferiorización y exclusión, cada día está más presente en nuestra cultura,
especialmente si tomamos el factor de las mujeres y su desempeño en la sociedad, ya sea
como madres, hijas esposas, trabajadoras y gobernantes.

Las mujeres desde que nacen ya son discriminadas, hoy en día aún es posible ver
especialmente en zonas rurales como a las niñas dejan de educarse a muy corta edad y
constituyen la mayor tasa de analfabetismo. Están obligas a quedarse en el hogar cuidando
a los hermanos menores, ayudando en las labores del campo y de la casa. También es
común ver como en muchos hogares el nacimiento de una niña no es de gran
contentamiento como si fuese un niño, por la creencia de que el sexo masculino es el único
capaz de surgir y sacar adelante a la familia.

En los medios de comunicación día a día se muestran imágenes donde se representa el


estereotipo clásico de la mujer, quien, además de ser joven y bella, debe saber asear la casa
9
y ser hábil en la cocina. Las niñas deben jugar con muñecas y ayudar a sus madres en los
quehaceres domésticos. Esta propaganda ideológica, lejos de estar reñida con el principio
de que la mujer tiene los mismos derechos que el hombre, discrimina a la mujer desde el
instante en que la presenta como a un ser menos capaz e inteligente que el hombre.

Quizás en el plano que de mejor manera se muestra hoy en día estas diferencias es en el
ámbito laboral. Si bien cada vez es mayor la cantidad de mujeres que ingresan al mundo
laboral, y que consiguen un título profesional al igual que los hombres. Las diferencias de
cargos y de salarios es cada día más amplia, es difícil concebir para la sociedad
discriminatoria la igualdad de conocimientos y capacidades, además está el hecho de la
maternidad que influye en el desempeño normal, no considerando que es está la base del
desarrollo en nuestra cultura.

Actualmente hay muchas personas que no toman en cuenta el está diferencia, pero tal
como lo explica el texto de Fanon, ese racismo está en el inconsciente y se viene
acarreando a través de cultura a cultura.

Para muchos hombre es difícil concebir a la mujer fuera del hogar, estos no logran
asumir la reestructuración doméstica, que implica, que la esposa no es la que espera todos
los días en el hogar; sino que es un factor más de aporte económico para este, por lo mismo
es que muchas mujeres por el intento de encontrar un trabajo digno, en las áreas donde más
hay campo para ellas es lo que implica un cargo domestico, que muchas veces es muy mal
remunerado y de una alto grado de discriminación social por parte del empleador, las
mujeres deben abandonar su vida, su forma de ser para estar en pos de otros.

De mucho menor entendimiento para la sociedad especialmente para los hombres es


como muchas mujeres han logrado ser jefes de familia, criando hijos y haciéndose cargo
económica y emocionalmente del hogar, principalmente por la ausencia del factor Padre.

Si se toma en cuenta que la mujer desde que existe ya juega el papel que juegan los
colonizados o reprimidos por una sociedad machista que las considera inferiores en todo
sentido, negándoles la posibilidad en muchos casos de surgir y desarrollarse como un real
aporte en la cultura. Aún ha si se ha ido integrando poco a poco la participación de esta en
10
el medio, pero siempre está presente el hecho de que son diferentes, de que el grupo
dominante no es precisamente el género femenino, negándose la posibilidad de estar a la
par en cargos, status y valorización al igual que el hombres. Poco a poco se va cediendo a
la diferencia, logrando la mayor adaptación y aceptación de estas en la sociedad, pero el
fantasma de lo reprimido, difícilmente se borre de lo inconscientemente, en los dos géneros,
sigue existiendo esa sutil pero a la vez importante diferencia.

Miriam Paz González Contreras

Conclusión
De lo anterior, en situaciones de colonialismo la violencia y el racismo son elementos
fundamentales para mantener en pie la dinámica del opresor y el oprimido, de privilegiados
y sometidos. La tensión que se produce en estos encuentros es siempre violenta, y el
descubrimiento de los autóctonos de que no son diferentes de los colonos, que no hay un
abismo determinarte en las diferencias de piel, lo lleva a querer remplazar el lugar del
colono e incluso ser más que él.

11
La mujer a través de la historia y en diferentes culturas, ha sido víctima de abusos, por
parte de quienes creen ser dueños de sus vidas, considerándolas inferiores. En el mundo
occidental estas conductas son miradas de forma reprochable, aunque todavía existe la
tentativa de no considerar por completo su opinión o sus competencias laborales. Pero las
diferencias hacen que, como los colonizados, surjan las ganas de exigir sus derechos dando
tarde o temprano el paso decisivo para el levantamiento.

12
13

También podría gustarte