Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Emanuel Pfoh
Universidad Nacional de La Plata
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
Programa PEFSCEA (Argentina)
El escenario político
Los acontecimientos políticos en Siria-Palestina durante la Edad del Bronce
Tardío (ca. 1550-1150 a.C.) están ciertamente vinculados en gran medida a las
incursiones y presencias extranjeras de los grandes poderes en la región1. A comienzos
del siglo XVI a.C., la expansión militar de Mitanni hacia el oeste produjo el repliegue
de la presencia hitita en Siria septentrional, estableciendo una red de relaciones con los
modestos poderes locales. En este momento, algunos centros urbanos, como Aleppo
y Qadeš, dominaban una periferia de unidades sociopolíticas menores (por ejemplo,
Megiddo, Tunip, etc.). Como indica M. Liverani, esta fase marcó la transición de un
sistema de coaliciones locales dirigidas por reinos como Yamḫad, Qatna y tal vez Hazor, a
un sistema de sujeción a un rey único, poderoso y exterior a Siria-Palestina.
Hacia los inicios del siglo XV comenzaron las expediciones de los faraones
tutmósidas hacia Palestina y Siria, logrando una penetración considerable en el territorio
aunque sin concretar un dominio estable. El control egipcio de toda Palestina y de la
mitad meridional de Siria se alcanzó durante el reinado del faraón Tuthmosis III (1479-
1425 a.C.). Las campañas militares de este monarca se pueden agrupar en tres fases: la
primera, que comprende la campaña del primer año de reinado, y que culminó con la
batalla de Megiddo, le aseguró a Tuthmosis el control de Palestina2. La segunda fase, que
1 Cf. el panorama general en Liverani (2011, 393-410). En mayor detalle, Klengel (1992, 84-180).
2 Cf. ARE, II, §§ 412-43.
comprende las campañas de los años quinto, sexto y séptimo, culminó con la conquista
de Qadeš y el sur de Siria3. La tercera fase, que comprende la campaña del octavo año
y subsiguientes, extendió el dominio egipcio hasta el río Éufrates, en pleno territorio
de Mitanni, al que le arrebató toda la costa hasta Ugarit y el valle del río Orontes (con
Tunip y Nuḫašše)4. Las campañas del faraón Amenḥotep II (1425-1400 a.C.), sucesor de
Tuthmosis III, no hicieron sino reafirmar el dominio egipcio en la región. Así, la frontera
egipcio-mitannia dividía a los reinos de Aleppo, Mukiš, Niya y Nuḫašše bajo el control
de Mitanni, y a Ugarit, Tunip y Qadeš bajo dominio egipcio. La posterior intervención
hitita en Siria bajo Šuppiluliuma I (ca. 1355-1320), dejó fuera de juego a Mitanni,
reajustando el conjunto de “vasallos” mitannios a hititas (con la también consecuente
reducción de principados bajo sujeción egipcia) y haciendo retroceder la frontera egipcia
de Ugarit a Biblos y de Qadeš a Beqa‘. La segunda mitad del siglo XIV y todo el XIII
fueron, en verdad, de una considerable estabilidad territorial bajo los dominios egipcio e
hitita, a pesar de los intentos egipcios por reajustar el alcance de la frontera septentrional
del imperio en Asia, como lo demuestra, por ejemplo, el enfrentamiento en la famosa
batalla de Qadeš entre Ramsés II y Muwatalli (1275 a.C.).
En suma, la vida política de los reinos locales de Siria-Palestina en este período
estuvo signada mayormente por la intervención y el dominio de poderes foráneos.
Inclusive centros de importancia, como Karkemiš, Amurru y Ugarit, en el norte del
Levante, mantuvieron, cada uno a su modo, una articulación externa vehiculizada por
los intereses políticos y/o económico-comerciales de Egipto y Ḫatti5, hasta que la crisis
general producida durante el siglo XII hizo desaparecer (siquiera, por algunos siglos) no
sólo el dominio exterior de la región sino también la articulación sociopolítica interna de
los reinos o principados locales.
Atendamos ahora a los modos específicos de administración de los territorios siro-
palestinos.
El reino de Ḫatti tuvo una política de administración interna, pero también de
los territorios conquistados, que ha sido caracterizada por gran parte de la historiografía
especializada como “feudal”6. En efecto, la incorporación de los reyes súbditos a la
esfera de control imperial hitita procedía a partir de vínculos personales de relación
e
XXXIV Colloque international du GIREA
Relaciones de dependencia en Siria-Palestina durante la Edad del Bronce Tardío 73
7 La documentación de la Edad del Bronce permite evidenciar el matrimonio de una hermana del rey Šuppiluliumaš
I con Ḫukkana de Ḫayaša y dos hijas del rey con Šattiwaza de Mitanni y Maššḫuiluwa de Mira; de una hermana del rey
Muwatalli con un “vasallo” anatólico de Mašturi, y dos matrimonios consecutivos con la casa de Amurru, el primero de
ellos entre la hija de Ḫattušili III y Bentešina (cf. Pintore, 1978, 71-5).
8 Véase Frandsen (1979, 174-9); Weinstein (1981, 12-7). Sobre el impacto egipcio en Palestina, especialmente en el
aspecto iconográfico, cf. Giveon (1978).
9 Sobre el término «Canaán» y derivados para el segundo milenio a.C., véase Lemche (1999, 25-52).
10 Véase la arqueología “palacial” de los principales sitios del Bronce Tardío en Nigro (1995, 119-91).
11 Véase Hachmann (1982); Redford (1992, 198-206).
12 Sobre la aculturación/deculturación en Siria-Palestina, cf. Liverani (1983a). Esta situación es de particular interés
puesto que se podría explicar de este modo la presencia de una fraseología egipcia en varias de las cartas de El Amarna,
teniendo en cuenta también la formación de los propios escribas; cf. Pfoh (2011a, Cap. 2).
e
XXXIV Colloque international du GIREA
Relaciones de dependencia en Siria-Palestina durante la Edad del Bronce Tardío 75
19 Como indica Frandsen (1979, 175): “We have here a clear indication of the existence of a shared system of
values”; cf. también Cohen y Westbrook (2000); Bryce (2003); Liverani (2003 [2001]). Por supuesto, existían normas
de comunicación diplomática entre los reinos del período, pero, precisamente, dichas normas parecen no aplicarse
plenamente al caso particular de Egipto y los pequeños reyes siro-palestinos (véase Liverani, 1967; 1983b).
20 Si bien Liverani (1967, 11-2) indica que “[l]’assorbimento della concezione egiziana da parte dei re siro-palestinesi
non si limita a dechiarazioni evidentemente strumentali per l’ottenimento dei loro scopi, ma ci sembra penetrare abbastanza
profondamente nel senzo dell’assimilazione della posizione del re vassallo a quela del funzionario. Tale assimilazione è
evidente soprattutto nella questione della difesa della città. La posizione del re vassallo è quella di difendere la propia città
per sé stesso, e di essere aiutato in ciò dal suo signore; la posizione del funzionario è invece quella di difendere la città del
suo signore, per il segnore stesso, che gli ha affidato tale incarico”, esto no significa que los pequeños reyes siro-palestinos
adopten una práctica sociopolítica realmente propia de un funcionario estatal. El faraón ordena a los pequeños reyes en los
términos burocráticos de Egipto, y los pequeños reyes (p.ej., el “rey” de Amiya, cf. EA 99:6-9; Rib-Hadda de Biblos, cf. EA
119:15-6; etc.) dicen obedecer en similares términos, pero el hecho documentado de que reclamen reciprocidad de parte
del faraón ante el cumplimiento de las órdenes desplaza la naturaleza de las prácticas sociopolíticas de los pequeños reyes a
un ámbito no-estatal y signado por las relaciones inter-personales (como, por otra parte, bien indica Liverani).
21 Cf. Mazar (1990, 236): “The Egyptian conquests in the Levant were carried out in order to guard the main routes
to Lebanon and Syria, and for the gains from the economic exploitation of the occupied country. Wood, oil, wine, wheat,
cattle, copper, slaves, and concubines were brought from Canaan to Egypt. The Egyptians retained the structure of the
Canaanite independent city-states established during the previous period; however, these city-states now became their
vassals”. Asimismo, desde un punto de vista económico: “Our sources offer no evidence of drastic changes in the ownership
of land in Canaan as a result of the Egyptian conquest. The whole land became the property of the Pharaoh, but this was
only a continuation of the formal ownership upon which the feudal-like Canaanite régime had been based” (Aḥituv, 1978,
93).
22 Tal es la conclusión del estudio sistemático y exhaustivo de Schloen (2001) sobre el patrimonialismo en el Cercano
Oriente antiguo, en especial, el reino de Ugarit. Cf. también Pfoh (2011a).
23 Cf. para la siguiente descripción Schloen (2001, 187-94), y la discusión en las pp. 201-19 (feudalismo en Ugarit) y
pp. 221-54 (modo de producción asiático en Ugarit); cf. también el recorrido historiográfico en Zamora (1997).
24 Gray (1952a; 1952b); Boyer (1955); Alt (1959a; 1959b); Rainey (1962). “For Rainey, as for Alt and Boyer, the
‘feudalism’ of Ugarit essentially consisted of a land-tenure system characterized by hereditary rights of usufruct in return
for service or payment. Unlike Gray, Rainey attributes no special political role to the maryannu-charioteers or any other
military corps. On the contrary, he places heavy emphasis on royal authority, in a way that tends to contradict the usual
picture of feudal government as a somewhat decentralized arrangement in which powerful nobles wield substantial
influence. […] Rainey… goes so far as to call the king of Ugarit ‘a typical oriental despot’, a comparison sharply at odds
with the normal use of the term ‘feudal’. But this comparison may be more apt that the feudal model itself. In my opinion,
‘Oriental despotism’, properly defined, is not a bad description of Ugarit. […] The royal service system of Ugarit, as Rainey
describes it, resembles not so much feudalism as a miniature version of Ottoman sultanism and other Middle Eastern
political systems like it–examples of what Max Weber called patrimonial regimes” (Schloen 2001, 218). Cf. Abrahamian
(1975), quien llegó mucho antes a una conclusión similar a la de Schloen; no obstante, el poder del rey ugarita se hallaba
considerablemente limitado como para caracterizarlo como “déspota”; cf. Liverani (1974, 347-56), y nuestra discusión
más adelante.
e
XXXIV Colloque international du GIREA
Relaciones de dependencia en Siria-Palestina durante la Edad del Bronce Tardío 77
la tierra, siendo esta propiedad exclusiva del rey, y sin que los productores poseyeran
los medios de producción (lo cual, en rigor, acerca el modelo más hacia una sociedad
esclavista, a partir de una interpretación marxista más estricta, que a una sociedad feudal,
en la que los productores sí poseen los medios de producción). Así, el rey concedería
tierras (“feudos”), de base usualmente hereditaria, a sus hombres (“vasallos”) que le
prestan en retorno servicio (“fidelidad”). Quienes reciben la tierra, a su vez, pueden
dividirla para que sea explotada por sus propios sirvientes (“siervos”). El resultado es una
especie de jerarquía con reminiscencias feudales, pero que carece en realidad de todo
el aparato jurídico y político del feudalismo medieval, que se sostenía sobre el contrato
entre hombres libres con derechos y deberes institucionalizados para ambas partes, algo
no existente en el Cercano Oriente antiguo y medieval25.
Por otra parte, desde los años’50, el orientalista ruso Igor M. Diakonoff había
propuesto en una serie de estudios un modelo socioeconómico para las sociedades del
Cercano Oriente antiguo que se apartaba de las interpretaciones más ortodoxas de la
teoría marxista, conocido como “modelo de los dos sectores”, el cual, según Diakonoff,
habría estado activo desde los inicios de la urbanización hasta fines del segundo milenio
a.C. en Mesopotamia, Anatolia y Siria-Palestina. Desde el punto de vista marxista
tradicional, como ya notamos más arriba, el modo de producción feudal contempla
la propiedad de los medios de producción por parte de los productores, y puesto que
las interpretaciones marxistas tradicionales consideraban a la sociedad del Cercano
Oriente antiguo como esencialmente esclavista, vale decir, sin la propiedad de los medios
de producción por parte de los productores26, se rechazaba el modelo feudal como
apropiado para la interpretación de la documentación. Diakonoff propuso un modelo
que se apartaba de la ortodoxia marxista y que proponía diferencias entre dos sectores
en la sociedad antigua-oriental: además de la propiedad productiva del templo o del
palacio, existía un sector productivo de base comunal-parental que poseía la propiedad
privada de la tierra y que era jurídicamente libre, vale decir, que no era dependiente de
las “grandes organizaciones” del templo y el palacio. De acuerdo con Diakonoff, el rey
antes que “propietario” era “soberano” del territorio y sus habitantes y, en esa calidad,
requería “impuestos” antes que “renta” de la población libre del reino. Este modelo,
equiparable en su funcionamiento al concepto marxiano de «modo de producción
25 Cf. Boutruche (1995 [1968]). La relativamente reciente antología sobre diversos casos de feudalismo, editada por
Bournazel y Poly (1998), aún nomina como ejemplos válidos de relaciones feudales situaciones de dependencia política en
el Cercano Oriente antiguo del tercer al primer milenio a.C.; cf. las pp. 515-630.
26 Cf., notablemente, Struve (1969 [1933]).
27 Véase, por ejemplo, Diakonoff (1982); Heltzer (1976; 1982); Liverani (1974; 1975; 1976; 1984); y Zaccagnini
(1981), quien defiende el modelo en tanto herramienta heurística. Sobre la idea de “despotismo oriental” en la Europa
decimonónica, cf. Curtis, 2009; sobre su aplicación en las llamadas “sociedades hidráulicas”, la obra clave es la de Wittfogel
(1966 [1957]). Una reevaluación crítica de estas ideas, tanto en lo político como en lo económico, para el Cercano Oriente
antiguo se encuentra, por ejemplo, en Liverani (1993); Briant (2002); Charpin (2002); Durand (2002). Sobre el modo
del producción asiático, en general, cf. la discusión historiográfica en Sofri (1971 [1969]); y para el caso de Ugarit, la
presentación en Zamora (1997).
28 La siguiente caracterización se basa esencialmente en Liverani (1974).
29 Cf. ahora Von Dassow (2008, 131-232).
30 Cf. AT 2:27; AT 3:38; RS 20.239:21-7 (Ug V, pp. 142-3).
31 Lo cual no transcurre siempre sin dificultad; cf. EA 73:23-33; 74:35-6; 272:10-7; 286: 51-2.
32 Cf. EA 228:15-16, “Hazor y sus aldeas”; RS 17.382:14-7 (PRU IV, pp. 80-1), “Siyannu con las aldeas de su territorio,
Ušnatu con las aldeas de sus territorios”; EA 189:9-12, “(Biryawaza) ha tomado mi casa paterna (= palacio) de Qadeš, y
ha destruido mis aldeas”.
33 Sobre la “revolución urbana” en general, cf. ahora Liverani (2011, 89-118).
e
XXXIV Colloque international du GIREA
Relaciones de dependencia en Siria-Palestina durante la Edad del Bronce Tardío 79
la explotación de granjas reales. Así, Liverani (1974, 331) indica que “le palais, par le
monopole de l’emploi du surplus et par le monopole de l’utilisation organisée et légale de
la force, se présente comme «l’État»”.
La organización palatina se centraba en el rey (ac. šarru, ug. mlk), de quien depende
toda la población, y luego encontramos la figura del šaknu (ac. šakin māti), funcionario
encargado de gestionar las funciones del resto de los funcionarios (ac. aklu). Los miembros
de la organización palatina eran los “hombres del rey” (ug. bnš mlk, ac. arde šarri), que no
poseían los medios de producción, sino que dependían económicamente del palacio, vale
decir, no eran “libres”34. Los hombres de las aldeas eran, por su parte, económicamente
libres, pero políticamente no, por lo que debían tributar un cierto surplus económico o
aportar en forma de trabajo o servicio militar al rey (corvea)35.
Ahora bien, esta descripción básica de la sociedad ugarita a partir del modelo
de los dos sectores ha sido puesta en cuestión recientemente, en especial en lo que
hace a la articulación social total de los reinos, por J.D. Schloen (2001), en un estudio
sistemático de la sociedad del Cercano Oriente durante la Edad del Bronce. En particular,
Schloen apela a la formulación weberiana de sociedad patrimonial para interpretar los
documentos políticos y económicos, rebatiendo formulaciones ancladas en modelos
feudales o derivaciones del modo de producción asiático, especialmente en el aspecto
ejecutivo y jerárquico de la sociedad oriental:
“[a] Patrimonial ruler, according to Weber’s definition, organizes his domain as an extension
of his own household. Government officials are his personal servants and members of his
household. In theory, all property belongs to the ruler because the entire kingdom is viewed
as a single ‘household’ of which the king is master and owner”36.
El modelo patrimonial weberiano, como el propio Schloen escribe, “agrees with the
very durable native terminology used for all manner of political and social relationships
throughout the Near East in the pre-Hellenistic period”37. Este modelo patrimonial
34 Los textos de Ugarit distinguen categorías dentro de los “hombres del rey”: los rabutu, hombres más cercanos al
rey, probablemente sus parientes directos; los maryannu, la casta guerrera; y luego especialistas de menor rango, como
artesanos, administradores, etc. (cf., por ejemplo, RS 17.133:15 = PRU IV, p. 119; Liverani 1974, 334). Por su parte, los
documentos provenientes del vecino reino de Alalaḫ, distinguen claramente entre maryannu y el resto de los dependientes
de palacio, los eḫelena, además del resto de la población (2/3) conformada por los ḫupše, vale decir, “clientes”, si incluimos
a los ḫaniaḫḫe (“pobres”) como una subclase de este último grupo; cf. Von Dassow (2008, 233-348). Sobre el término
ḫupše/ḫupše y su equivalente en hebreo ḥofšî, cf. Mendelsohn (1941; 1955; 1962); Lemche (1974).
35 Liverani (1974, 329-32).
36 Schloen (2001, 218).
37 Schloen (2001, 255).
e
XXXIV Colloque international du GIREA
Relaciones de dependencia en Siria-Palestina durante la Edad del Bronce Tardío 81
41 Cf. Liverani (1974, 334): “Ce rôle sacerdotal, même s’il ne semble pas influencer sensiblement la figure du roi, est
très important; en effet, le seul aspect qui pouvait faire considérer le roi comme le représentant de la communauté et pas
seulement comme le percepteur de contributions odieuses, c’était celui-là. C’est dans ce rôle que le roi paraissait comme
partie intégrante du groupe et non comme un élément superposé au groupe”; cf. también Wyatt (2001).
42 Cf. Liverani 1974 (347-56).
43 Cf. RS 16.239:14 = PRU III p. 80; RS 16.132:17 = PRU III p. 140.
44 Cf. RS 16.239:17-9 = PRU III p. 80; RS 16.143:20-1 = PRU III p. 82; RS 16.157:20-1 = PRU III p. 84; RS
16.250:15-6 = PRU III p. 85; RS 16.353:30-1 = PRU III p. 114; RS 15.137:13-4 = PRU III p. 135; RS 16.348:7-8 = PRU
III p. 162; RS 16.386:14´-5´ = PRU III p. 166.
45 Cf. RS 16.239:31-3 = PRU III p. 81; RS 16.157:22-3 = PRU III p. 84; RS 16.250:17-9 = PRU III p. 86; RS
15.137:15-6 = PRU III p. 135; RS 16.132:16-24 = PRU III pp. 140-1.
46 Véase el caso en RS 16.269:7-10 = PRU p. 68.
de Ugarit por parte de hermanos del rey para destronarlo47 y de traición del hermano del
rey de Biblos, el cual aprovechando la ausencia del rey de la ciudad, se hizo con el trono48.
Por último, existían limitaciones “por lo bajo”, es decir, proveniente de la población
de las aldeas, la cual ejercía una resistencia pasiva frente al rey o manifestaban una resistencia
de tipo más individual al abandonar la aldea y unirse a elementos forajidos, conocidos
en la documentación como ḫabiru49. Existía también la posibilidad, como en el caso de
Abdi-Aširta de Amurru con las aldeas de Biblos, en las que se instaba a rebelarse contra
el rey; específicamente, Abdi-Aširta insta a que “maten a sus señores”50. Finalmente, se
documentan cuatro ocasiones en las que una aldea (su consejo de ancianos) reemplaza al
rey en sus funciones ejecutivas, tanto en el ámbito interno como hacia el exterior51.
Así pues, y a partir de todas estas situaciones, sería posible pensar que el orden social
dentro de Ugarit se encontraba atravesado por focos de potencial y fácil inestabilidad que
el rey debía controlar para sostener el funcionamiento, no sólo económico sino también
político, del reino. Tal vez su mayor poder de gestión se encontraba en su rol como
sacerdote y la relevancia social que las funciones rituales reales tenían en la sociedad. En
ese sentido, el rey podría ser caracterizado más como un sujeto prestigioso dentro de la
sociedad que como una figura de poder indiscutible, concentrado en su persona o en su
cargo. Su rol religioso, económico y político parece ser más el de mediador entre las partes
que componen el reino y de gestionar la política exterior que el de un jefe de estado con
autonomía y soberanía plena. Así pues, la jerarquización de funciones dentro del reino de
Ugarit no parece ser la propia de una práctica estatal, en el sentido weberiano del término,
sino más bien la de una sociedad patrimonial; como observa Schloen (2001, 252):
“If Ugarit was indeed a patrimonial regime, the existence of official titles and delimited
duties should not be taken as evidence of the operation of an impersonal bureaucracy. […]
Although we call certain men ‘officials’, we should not imagine that their ‘offices’ could be
easily separated from their personal status and the constellation of social relationships in
which they were embedded”.
Ugarit tal vez sea el caso paradigmático de reino levantino, especialmente debido
a la importante cantidad de información administrativa y comercial que se recabó al
e
XXXIV Colloque international du GIREA
Relaciones de dependencia en Siria-Palestina durante la Edad del Bronce Tardío 83
encontrarse las primeras tablillas de los archivos del palacio real en 192952. A la luz de
los planteos de Schloen, deberíamos reconsiderar su status sociopolítico atendiendo
especialmente al tipo de relaciones políticas que atraviesan el interior del reino pero
también las relaciones sociopolíticas con poderes mayores, en otras palabras, el imperio
hitita. En efecto, la terminología política clave de las relaciones inter-polity durante la
Edad del Bronce Tardío es la propia de la “casa solariega” (household): «padre», «hijo»,
«hermano», «amo», «sirviente». Su presencia es ubicua en la epistolografía política y
los tratados de subordinación de este período.
En el repertorio epistolográfico de El Amarna, por ejemplo, en las cartas EA 158
y 164, Aziru, regente de Amurru, se dirige al oficial egipcio Tutu llamándolo “mi señor,
mi padre”, mientras que él se presenta como “tu hijo, tu sirviente”53. En EA 73 y 82, Rib-
Hadda, regente de Biblos, escribe al funcionario egipcio Amanappa en términos similares
al caso anterior: Rib-Hadda es el hijo y Amanappa su padre54. Y también análogo es el
caso de una carta ugarita hallada en el sitio de Afek, en la que un oficial egipcio, Haya,
es llamado “mi padre, mi amo”, y el oficial ugarita que le corresponde se proclama “tu
hijo, tu sirviente”55. Asimismo, en Ḫatti, el virrey de Karkemiš, llamado Piḫawalwi, y
presentándose como “hijo del rey [hitita]”, escribe a ’Ibiramu, rey de Ugarit, llamándolo
“mi hijo”56. Y en un tratado entre el rey Muwattalli II y Talmi-Šarrumma, regente de
Aleppo, Muwattalli dice “somos todos hijos de Šuppiluliuma, el gran rey, que nuestra
casa sea una sola”57.
Finalmente, en esta serie de ejemplos, debemos tomar en cuenta un edicto de
Ḫattušili III promulgado para el reino de Ugarit58. En las líneas 3-10, el rey hitita declara:
Este edicto nombra componentes sociales de Ugarit que ponen de relieve, precisamente,
aspectos sociopolíticos importantes del reino. En especial, y sin entrar en mayores detalles, la
referencia en la línea 5 a “un sirviente de un sirviente del rey de Ugarit” bien puede interpretarse
como una jerarquía de patrones y clientes, que incluye también al rey de Ugarit, sirviente del
rey hitita, componiendo una red piramidal de subordinación sociopolítica que comprende la
articulación interna del reino de Ugarit dentro de una ordenación mayor, en otras palabras,
patrimonial, con el rey hitita a la cabeza de todo el esquema.
Como ya indícamos, toda la terminología política del período, especialmente la
que señala relaciones entre reinos, grandes y pequeños, se sostiene sobre léxicos propios de
una ordenación patrimonial. Dichos términos, y la profunda connotación de relaciones
personales que conlleva su utilización, nos indica precisamente que la vehiculización del
poder político inter-polities depende de relaciones personales. La terminología nativa
habla de “padres” e “hijos” en relación de reciprocidad (o al menos, la expectativa de
que la misma se cumpla) y de protección y asistencia mutua; pero desde una perspectiva
analítica externa, bien podemos indicar que un conjunto de relaciones patrón-cliente
atraviesa toda la sociedad, desde los miembros menos favorecidos del reino hasta el
propio rey, e incluso proporciona el modo de vincularse con el mundo político exterior,
del pequeño rey con el gran rey59.
Por otra parte, sostiene Schloen (2001, 258), “there is no evidence for an abstract
conception of the impersonal state as a political agent during the Late Bronze Age;
this is an entirely anachronistic notion”. No es la “comunidad nacional” el sujeto de los
tratados internacionales, como ha sostenido G. Kestemont a partir de una lectura jurídica
59 Hemos analizado el alcance interpretativo del concepto de relaciones de patronazgo para la ordenación sociopolítica
de Siria-Palestina en Pfoh (2006; 2007; 2009; 2011a).
e
XXXIV Colloque international du GIREA
Relaciones de dependencia en Siria-Palestina durante la Edad del Bronce Tardío 85
algo anacrónica60, sino la dinastía reinante, como se puede observar en el tratado entre
Muršili II de Ḫatti y Niqmepa‘ de Ugarit: el rey de Ugarit debe amar al rey hitita, a sus
hijos y a la tierra de Ḫatti (māt URU Ḫatti) como él se ama a sí mismo, ama a sus esposas, a
sus tropas y a su tierra (mātu), y debe permanecer en paz con el rey de la tierra de Ḫatti, los
hijos del rey, los hijos de los hijos del rey y la tierra de Ḫatti61. En suma, las vinculaciones
políticas entre los reinos son personales. En el caso de los reinos de Siria-Palestina, las
vinculaciones personales atraviesan todos los ámbitos de la sociedad y las esferas de
relaciones económicas, políticas y rituales.
Bibliografía
Abrahamian, E. (1975), “European Feudalism and Middle Eastern Despotism”, Science & Society, 39, 129-56.
Aḥituv, S. (1978), “Economic Factors in the Egyptian Conquest of Canaan”, Israel Exploration Journal, 28,
93-105.
Alt, A. (1959a), “Hohe Beamte in Ugarit”, en A. Alt, Kleine Schriften zur Geschichte des Volkes Israel, vol. 3,
Munich, 186-97.
Alt, A. (1959b), “Menschen ohne Namen”, en A. Alt, Kleine Schriften zur Geschichte des Volkes Israel, vol. 3,
Munich, 198-213.
Archi, A. (1977), “Il ‘feudalesimo’ ittita”, Studi micenei ed egeo-anatolici, 18, 7-18.
ARE = J.H. Breasted (editor y traductor) (1906), Ancient Records of Egypt: Historical Documents from
Earliest Times to the Persian Conquest, 5 vol., Chicago.
AT = tablilla de Alalaḫ; Wiseman D.J. (1953), The Alalakh Tablets (Occasional Publications of the British
Institute of Archaeology at Ankara, 2), Londres.
Barreyra, D. (2006), “‘Maten a su señor’. Los oscuros orígenes del reino de Amurru en el período de El-Amarna”,
Estudios de Asia y África 41, 255-76.
Beckman, G. (1996), Hittite Diplomatic Texts (WAWSBL, 7), Atlanta.
Boutruche, R. (1995 [1968]), Señorío y feudalismo. Vol. 1: Los vínculos de dependencia, Madrid.
Boyer, G. (1955), “La place des textes d’Ugarit dans l’histoire de l’ancien droit oriental”, en C. Schaeffer
(ed.), Le palais royal d’ Ugarit. Vol. 3 (Mission de Ras Shamra, 6), París, 283-308.
Bournazel, E. y Poly J.-P. (eds.) (1998), Les féodalités (Histoire générale des systèmes politiques), París.
Briant, P. (2002), “L’État, la terre et l’eau entre Nil et Syr-Darya: Remarques introductives”, Annales:
Histoire, Sciences Sociales, 57, 517-29.
Bryce, T. (2003), Letters of the Great Kings of the Ancient Near East: The Royal Correspondence of the Late
Bronze Age, Londres.
Charpin, D. (2002), “La politique hydraulique des rois paléo-babyloniens”, Annales: Histoire, Sciences
Sociales, 57, 545-59.
Cohen, R. y Westbrook R. (eds.) (2000), Amarna Diplomacy: The Beginnings of International Relations,
Baltimore.
e
XXXIV Colloque international du GIREA
Relaciones de dependencia en Siria-Palestina durante la Edad del Bronce Tardío 87
Curtis, M. (2009), Orientalism and Islam: European Thinkers on Oriental Despotism in the Middle East and
India, Cambridge.
Diakonoff, I. (1982), “The Structure of Near Eastern Society before the Middle of the Second Millennium
B.C.”, Oikumene, 3, 7-100.
Durand, J.-M. (2002), “La maîtrise de l’eau dans les régions centrales du Proche-Orient”, Annales: Histoire,
Sciences Sociales, 57, 561-76.
EA = carta de El Amarna; Moran W.L. (1992), The Amarna Letters, Baltimore.
Fensham, F.C. (1971), “Father and Son as Terminology for Treaty and Covenant”, en H. Goedicke (ed.),
Near Eastern Studies in Honor of William Foxwell Albright, Baltimore, 121-35.
Frandsen, P.J. (1979), “Egyptian Imperialism”, en M.T. Larsen (ed.), Power and Propaganda. A Symposium on
Ancient Empires (Mesopotamia, 7), Copenhague, 167-81.
Giveon, R. (1978), The Impact of Egypt in Canaan: Iconographical and Related Studies (OBO, 20), Friburgo–
Gotinga.
Gray, J. (1952a), “Canaanite Kingship in Theory in Practice”, Vetus Testamentum, 2, 193-220.
Gray, J. (1952b), “Feudalism in Ugarit and Israel”, Zeitschrift für die Alttestamentliche Wissenschaft, 64, 49-55.
Hachmann, R. (1982), “Die ägyptische Verwaltung in Syrien während der Amarnazeit”, Zeitschrift des
Deutschen Palästina-Vereins, 98, 17-49.
Helck, W. (1962), Die Beziehungen Ägyptens zu Vorderasien im 3. und 2. Jahrtausend v. Chr. (Ägyptologische
Abhandlungen, 5), Wiesbaden.
Heltzer, M. (1976), The Rural Community in Ancient Ugarit, Wiesbaden.
Heltzer, M. (1982), The Internal Organization of the Kingdom of Ugarit, Wiesbaden.
Horowitz, W. y Oshima T. (2006), Cuneiform in Canaan: Cuneiform Sources from the Land of Israel in
Ancient Times, Jerusalén.
Imparati, F. (1982), “Aspects de l’organisation de l’État Hittite dans les documents juridiques et
administratifs”, Journal of the Economic and Social History of the Orient, 25, 225-67.
Kemp, B.J. (1978), “Imperialism and Empire in New Kingdom Egypt”, en P. Garnsey y C. Whittaker (eds.),
Imperialism in the Ancient World, Cambridge, 7-57.
Kestemont, G. (1974), Diplomatique et droit internationale en Asie occidental (1600-1200 av. J. C.), (PIOL, 9),
Louvain-la-Neuve.
Klengel, H. (1992), Syria, 3000 to 300 B.C.: A Handbook of Political History, Berlín.
Lemche, N.P. (1974), “ḥofšî in 1 Sam. XVII 25”, Vetus Testamentum, 24, 373-74.
Lemche, N.P. (1999), The Canaanites and Their Land: The Tradition of the Canaanites ( JSOTSup, 110), 2da
ed., Sheffield.
Liverani, M. (1967), “Contrasti e confluenze di concezioni politiche nell’età di El-Amarna”, Revue
d’ assyriologie et archéologie orientale, 61, 1-18.
Liverani, M. (1974), “La royauté syrienne à l’âge du Bronze Récent”, en P. Garelli (ed.), Le palais et la royauté
(XIXe RAI), París, 329-56.
Liverani, M. (1975), “Communautés de village et palais royal dans la Syrie du IIe millénaire”, Journal of the
Economic and Social History of the Orient, 18, 146-64.
Liverani, M. (1976), “Il modo di produzione”, en S. Moscati (ed.), L’ alba della civiltà. Società, economia e
pensiero nel Vicino Oriente antico, Turín, II, 1-126.
Liverani, M. (1979), “Social Implications in the Politics of Abdi-Ashirta of Amurru”, en M. Liverani, Three
Amarna Studies (ed. por M.L. Jaffe; MANE, 1), Malibu, 14-20.
Liverani, M. (1983a), “Dall’acculturazione alla deculturazione: Consideracioni sul rolo dei contatti politici
ed economici nella storia siro-palestinese pre-ellenistica”, en G. Nenci (ed.), Forme di contatto e processi
di trasformazione delle società antiche. Atti del Convegno di Cortone (24-30 Maggio 1981) (Publications
de l’École Française de Rome, 67), Roma, 503-20.
Liverani, M. (1983b), “Political Lexicon and Political Ideologies in the Amarna Letters”, Berytus, 31, 41-56.
Liverani, M. (1984), “Land Tenure and Inheritance in the Ancient Near East: The Interaction between
‘Palace’ and ‘Family’ Sectors”, en T. Khalidi (ed.), Land Tenure and Social Transformation in the Middle
East, Beirut, 33-44.
Liverani, M. (1993), “Nelle pieghe del despotismo. Organismi rappresentativi nell’antico Oriente”, Studi
Storici, 34, 7-33.
Liverani, M. (2003 [2001]), Relaciones internacionales en el Próximo Oriente antiguo, 1600-1100 a.C.,
Barcelona.
Liverani, M. (2011), Antico Oriente: Storia, società, economia, nueva edición puesta al día, Bari-Roma.
Marx, K. (2004 [1857-1858]), Formaciones económicas precapitalistas, edición e introducción de
E.J. Hobsbawm, México.
Mazar, A. (1990), Archaeology of the Land of the Bible 10,000-586 B.C.E. (ABRL), Nueva York.
Mendelsohn. I. (1941), “The Canaanite Term for ‘Free Proletarian’”, Bulletin of the American Schools of
Oriental Research, 83, 36-39.
Mendelsohn, I. (1955), “New Light on the Ḫupšu”, Bulletin of the American Schools of Oriental Research,
139, 9-11.
Mendelsohn, I. (1962), “On Corvée Labor in Ancient Canaan and Israel”, Bulletin of the American Schools
of Oriental Research, 167, 31-35.
Na’aman, N. (1981), “Economic Aspects of the Egyptian Occupation of Canaan”, Israel Exploration Journal,
31, 172-85.
Nigro, L. (1995), Ricerche sull’ architettura palaziale della Palestina nelle età del Bronzo e del Ferro: Contesto
archeologico e sviluppo storico (CMAO, 5), Roma.
Pfoh, E. (2006), “Reyes y ‘parientes’ en la época de El Amarna en Palestina”, en M. Campagno (ed.), Estudios
sobre parentesco y Estado en el antiguo Egipto (Estudios del Mediterráneo Antiguo – PEFSCEA, 3),
Buenos Aires, 2006, 167-88.
Pfoh, E. (2007), “Hatti y el Levante septentrional. Relaciones sociopolíticas de acuerdo con la evidencia
textual”, Revista del Instituto de Historia Antigua Oriental, 14, 109-33.
Pfoh, E. (2009), “Some Remarks on Patronage in Syria-Palestine during the Late Bronze Age”, Journal of the
Economic and Social History of the Orient, 52, 363-81.
Pfoh, E. (2011a), Prácticas sociopolíticas en el Levante durante la época de El Amarna (siglo XIV a.C.), Tesis de
Doctorado, Universidad de Buenos Aires.
Pfoh, E. (2011b), “De la relevancia de los conceptos de ‘sociedad estatal’, ‘ciudad-estado’ y ‘Estado tribal’ en
Siria-Palestina”, en M. Campagno, J. Gallego y C. García Mac Gaw (eds.), El Estado en el Mediterráneo
Antiguo (Estudios del Mediterráneo Antiguo – PEFSCEA, 7), Buenos Aires, 81-104.
Pintore, F. (1972), “Transiti di truppe e schemi epistolare nella Siria egiziana dell’età di el-Amarna”, Oriens
Antiquus, 11, 101-31.
Pintore, F. (1973), “La prassi della marcia armata nella Siria egiziana dell’età di el-Amarna”, Oriens Antiquus,
12, 299-318.
Pintore, F. (1978), Il matrimonio interdinastico nel Vicino Oriente durante i secoli XV-XIII, (OAC, 14), Roma.
Rainey, A.F. (1962), The Social Stratification of Ugarit, Ph.D. dissertation, Brandeis University, Ann Arbor,
Michigan.
Reviv, H. (1969), “On Urban Representative Institutions and Self-Government in Syria Palestine in the
Second Half of the Second Millennium B.C.”, Journal of the Economic and Social History of the Orient,
12, 283-97.
e
XXXIV Colloque international du GIREA
Relaciones de dependencia en Siria-Palestina durante la Edad del Bronce Tardío 89
Los principados sirios en el siglo XIV a.C. (tomado de Bryce, 2003, 130).
e
XXXIV Colloque international du GIREA