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Diez ideas para mejorar la comunicación

con tu pareja
La comunicación es uno de los elementos más importantes de una
pareja y que funcione bien o mal va a ser un gran predictor de la satisfacción
que siente cada miembro de la pareja con la relación. Así, una buena
comunicación es una garantía de una relación satisfactoria y con futuro,
mientras una mala comunicación prácticamente asegura el fracaso no muy
lejano de una pareja.
En este sentido, es tan importante el contenido de la comunicación como
la forma de trasmitirlo y el contexto en el que se trasmita. No es lo mismo
decir tonto con cara de enfado y a gritos que con una mirada seductora y en un
susurro. Por otro lado, no es lo mismo decir: ¡eres un desastre!, que decir:
cariño, otra vez ten más cuidado con las zapatillas cuándo hayas pisado el
césped!
Es importante por lo tanto que tengamos en cuenta algunos aspectos
fundamentales a la hora de comunicarnos con nuestra pareja como:

No suponer
Tenemos la mala costumbre de suponer qué piensa y cómo se siente la
persona con la que nos estamos relacionando. ¿De verdad crees que va a
ser tan sencillo como suponerlo? Por muchos años de relación que os unan,
nadie tiene el poder de leer las mentes de los demás…
Pregunta y pregunta cuándo no entiendas aquello que tu pareja te quiere
decir, tengas dudas o el mensaje que recibas lo notes un poco
extraño. Suponiendo puedes perder mucho, preguntando nada.
No interpretar
Nuestro idioma, no necesita interpretación. La traducción es para quienes no
hablan español. Las interpretaciones son subjetivas y están teñidas del
significado que les des y probablemente cuando lo hagas te bases en tus
creencias y emociones.

Cuando nos dice algo nuestra pareja, hay que asegurarse si hemos
entendido su perspectiva en lugar de añadir la nuestra a su mensaje. Por
eso, de nuevo la mejor opción en estos casos es preguntar para no teñir la
información con nuestra visión.
No escuchar
Solemos conversar sin escuchar, aun pensando que realmente lo
hacemos o ¿no te has dado cuenta de que mientras la otra persona te habla tu
estás pensando en qué vas a decirle luego?
Además, no solo es que no te enteres del mensaje cuando no estás
escuchando, sino que cuando la otra persona se dé cuenta no se va a sentir
comprendida y validada por ti, pensando quizás que ha estado perdiendo el
tiempo. Por ello, practicar una escucha activa mejorará nuestra relación de
pareja.
No recurrir al pasado
Lo que ocurrió en el pasado tiene que quedar allí donde sucedió. Recurrir a los
daños y errores anteriores que realizó nuestra pareja tan solo hará que la
discusión vaya a más. Hay que saber discriminar entre lo que ha pasado
ahora y lo que ya pasó y si hay temas pendientes, pueden tratarse en otro
momento.
Hacer una pausa
Si sientes rabia o estrés detente. Cuestiónate, ¿qué evidencia tengo de que
es cierto lo que pienso? Comunicarnos mientras nos encontramos en un estado
de ánimo irritable tan solo será un obstáculo en nuestra relación.
Más vale hacer una pausa, relajarnos o calmarnos y comenzar a hablar
cuando estemos más tranquilos. De esta manera, evitaremos malentendidos
y conflictos cada vez mayores que puedan repercutir en nuestra relación.
Recordar el objetivo de la comunicación
A veces cuando discutimos o hablamos con alguien perdemos el objetivo de
aquello que queríamos transmitir. No está mal proporcionar detalles pero
tampoco irnos por las ramas perdiendo el hilo de nuestra conversación.
Se recomienda tener claro de qué se quiere hablar, tener un hilo
conductor presente para que no nos perdamos en divagaciones absurdas
o que poco tengan que ver con el tema principal.
Ser empático
Ser empático se refiere a ponerse en el lugar del otro, tenerlo en cuenta y
comprenderlo. En una relación de pareja es un aspecto fundamental para
comunicarnos porque nos permite tener en cuenta cuáles son las necesidades
y perspectivas del otro sobre cualquier tema y no solo las nuestras.
No personalizar
Puede que algún momento no esté contando algo y creamos que puede estar
haciendo referencias a nosotros de manera indirecta. Lo importante en estos
casos es no suponer. Pero ¿y si el otro nos dice algo que no nos gusta o
expresa lo que le gusta y no concuerda con lo que pensamos?

Personalizar que lo que dice nuestra pareja es porque no le gustamos o


porque va a por nosotros no es lo más recomendable. Al igual que tampoco
lo es cuando tengamos que decirle algo hacer referencia a su forma de ser,
sino que es mejor referirnos al comportamiento o aspecto concreto que nos ha
molestado.
Saber cuándo y dónde comunicarnos
No todos los lugares ni todos los momentos son ideales para hablar de ciertos
temas. Por ello, es importante analizar qué queremos decir y cuándo será
el mejor momento para hacerlo, al igual que tener en cuenta cómo se
encuentra nuestra pareja.
Tener buenas intenciones en nuestras conversaciones
Finalmente, queda quizá el último ingrediente y probablemente el más
importante: la intención. Cuando te dirijas a tu pareja hazlo con la intención
de construir, con el deseo de que cuando termines de hablar el otro se
sienta mejor porque seguramente recibirás lo mismo al instante, como si fuera
un espejo.
De nada vale ir a hacer daño porque no ganas nada con eso. Olvídate del
rencor y las malas intenciones, si estás enfadado tómate un respiro y deja la
conversación para otro momento. No empañes tus intenciones de
rencores, orgullo o sinrazones, contágialas de bienestar, crecimiento y
serenidad.
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emocionales en tus conversaciones y relaciones con los demás puedes
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