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INTRODUCCION

Todo el mundo sufre de manera ocasional algún problema leve relacionado con
la integración de los recuerdos, las percepciones, la identidad y la conciencia.
Por ejemplo, las personas pueden conducir hasta algún lugar y luego no recordar
el viaje en sí. Es posible que no lo recuerden porque mientras conducen están
pensando en asuntos personales, oyendo un programa de radio o conversando
con un compañero de viaje, o simplemente porque dejan volar su imaginación.
Estos problemas, conocidos como disociación normal, no suelen interferir con
las actividades cotidianas.

Por el contrario, las personas con trastorno disociativo pueden olvidar por
completo actividades que transcurrieron durante minutos, horas o incluso a lo
largo de mucho más tiempo. Sienten a veces como si todo un periodo de tiempo
hubiera quedado en blanco. Además, se pueden sentir desconectados
(disociados) de sí mismos, es decir, de sus recuerdos, percepciones, identidad,
pensamientos, emociones, cuerpo y comportamiento. O se pueden sentir
desconectados del mundo que les rodea. Por lo tanto, su sentido de la identidad,
la memoria y/o la conciencia está fragmentado.
TRASTORNO DISOCIATIVO

1. CONCEPTO

Los trastornos disociativos son trastornos mentales que suponen una


desconexión y falta de continuidad entre pensamientos, recuerdos, entornos,
acciones e identidad. Una persona que sufre trastornos disociativos escapa de
la realidad de formas involuntarias y poco saludables, lo que causa problemas
con el funcionamiento diario.

Por lo general, los trastornos disociativos aparecen en reacción a un trauma y


ayudan a mantener los recuerdos difíciles controlados. Los síntomas, que
pueden ir de la amnesia hasta las identidades alternativas, dependen, en parte,
del tipo de trastorno que tengas. Los períodos de estrés pueden empeorar
temporalmente los síntomas, haciéndolos más evidentes.

2. SÍNTOMAS

Los signos y síntomas dependen del tipo de trastornos disociativos que tengas,
pero pueden comprender:

 Pérdida de memoria (amnesia) de ciertos períodos, sucesos, personas e


información personal
 Sensación de estar separado de ti mismo y de tus emociones
 Percepción de que las personas y cosas que te rodean están
distorsionadas o son irreales
 Un sentido confuso de la identidad
 Estrés significativo o problemas en tus relaciones personales, tu trabajo y
otros ámbitos importantes de tu vida
 Incapacidad para afrontar bien el estrés emocional o profesional
 Problemas de salud mental, como depresión, ansiedad, y pensamientos
y comportamientos suicidas
3. CAUSAS

Los trastornos disociativos suelen manifestarse como una manera de afrontar


los traumas. La mayoría de las veces, los trastornos se presentan en niños
sometidos a maltrato emocional, abuso sexual o maltrato físico durante un largo
tiempo, o bien, con menor frecuencia, a un entorno doméstico aterrador o muy
impredecible. El estrés de una guerra o una catástrofe natural pueden generar
trastornos disociativos.

La identidad personal aún está en formación durante la infancia. Por eso, un niño
tiene una capacidad mayor que un adulto de despegarse de sí mismo y observar
el trauma como si le estuviera pasando a otra persona. Un niño que aprende a
disociar para superar una experiencia traumática puede usar ese mecanismo de
superación como respuesta a situaciones estresantes en su vida.

4. FACTORES DE RIESGO

Las personas que padecen maltrato físico, sexual o emocional en la infancia


durante mucho tiempo corren mayor riesgo de manifestar trastornos disociativos.

Los niños y los adultos que pasan por otros sucesos traumáticos, como guerras,
desastres naturales, secuestros, torturas o procedimientos médicos prolongados
y traumatizantes en la niñez, también pueden tener estos trastornos.

5. COMPLICACIONES

Las personas con trastornos disociativos presentan un mayor riesgo de tener


complicaciones y trastornos asociados, tales como:

 Autolesiones o mutilaciones
 Pensamientos y comportamiento suicidas
 Disfunción sexual
 Trastornos por alcoholismo y abuso de drogas
 Depresión y trastornos de ansiedad
 Trastorno por estrés postraumático
 Trastornos de la personalidad
 Trastornos del sueño, como pesadillas, insomnio y sonambulismo
 Trastornos de la alimentación
 Síntomas físicos, como aturdimiento o convulsiones no epilépticas
 Dificultades considerables en las relaciones personales y en el trabajo
6. PREVENCIÓN

Los niños que son víctimas de maltrato físico o emocional o de abuso sexual
presentan mayor riesgo de desarrollar trastornos de salud mental, como los
trastornos disociativos. Si el estrés u otros problemas personales están
afectando la forma en que tratas a tu hijo, busca ayuda.

 Habla con una persona de confianza como puede ser un amigo, el médico
o un líder de tu comunidad religiosa.

 Pide ayuda para hallar recursos disponibles tales como grupos de apoyo
para padres y terapeutas de familia.

 Busca iglesias y programas educativos comunitarios que ofrezcan clases


de crianza de hijos, que también pueden ayudarte a aprender técnicas
parentales más saludables.

7. CLASIFICACION
7.1. Amnesia Disociativa (Amnesia Psicógena). Se caracteriza por la
presencia de uno o más episodios de amnesia reversible que impide
al paciente recordar experiencias previas, generalmente de naturaleza
traumática o estresante, demasiado amplia para ser explicada por el
olvido ordinario.

Este trastorno presenta 3 características primarias:

 La pérdida de la memoria es episódica


 La pérdida de la memoria se produce durante un periodo
discreto de tiempo.
 La pérdida de la memoria afecta normalmente a sucesos de
naturaleza traumática o estresante.

Se subdivide en:
 Amnesia localizada, cuando el olvido comprende una etapa
delimitada de la vida
 Amnesia generalizada, si el olvido incluye la biografía completa
 Amnesia sistematizada, en la que la ausencia de recuerdo está
vinculada a un tema determinado
 Amnesia continua, si la falta de recuerdo se establece a partir
de determinado momento.

TRATAMIENTO

Algunos pacientes revierten de manera espontánea, en la mayoría de


los casos de debe de tratar con la hipnosis y con psicoterapia.

7.2. Fuga Disociativa (Fuga Psicógena).

La persona parece tener un buen contacto con el ambiente y suele


comportarse de forma apropiada, presentando en ocasiones cierta
desinhibición. Este trastorno se suele caracterizar por:

 La conducta de realizar viajes repentinos e inesperados lejos


del entorno habitual.
 La presencia de incapacidad para recordar todo o parte del
pasado del individuo.
 La presencia de confusión acerca de su identidad personal y en
ocasiones la asunción de nueva o nuevas identidades.
 La ausencia de deterioro en el mantenimiento básico de uno
mismo, y ausencia de deterioro en las relaciones
interpersonales.

Los viajes no tienen una duración determinada, puede ser de horas


hasta semanas o meses, durante este tiempo no suelen presentar
muestras llamativas ni psicopatología de tipo alguno; una vez
recuperados suelen presentar dificultades para recordar los
acontecimientos que han acaecido durante las fugas.
Los factores predisponentes suelen ser:

 Acontecimientos estresantes (problemas conyugales,


problemas económicos guerras, catástrofes etc.).
 Estado de ánimo deprimido.
 Intentos de suicidio.
 Historia previa de abuso de alcohol.
 Historia previa de traumatismo craneal.
 Epilepsia.
 Otros factores orgánicos.
 Tendencia a mentir.

La mayoría de los casos de fuga disociativa afectan a adultos, la


recuperación suele ser rápida en un porcentaje significativo de
ocasiones.

7.3. Trastorno de Identidad Disociativa (Personalidad Múltiple).

Se caracteriza por la presencia de dos o más identidades que


determinan la conducta del individuo. Cada identidad se vive como una
historia personal con un nombre y una imagen distintos.

 La identidad primaria adopta un papel pasivo, dependiente y


culpable.
 Las identidades alternantes adoptan roles contrarios a la
identidad primaria, suelen ser hostiles, dominantes y
autodestructivas. Estas identidades alternantes se presentan
como si controlaran secuencialmente unas a otras llegando
incluso a entrar en conflicto. En ocasiones las identidades
hostiles, o más poderosas, pueden planificar el tiempo ocupado
por las otras, interrumpir actividades e incluso colocarlas en
situaciones desagradables.
Las identidades alternantes generalmente poseen diferentes nombres,
edades, sexo; poseen diferentes conocimientos y diferentes estados
afectivos.

Los individuos que padecen este trastorno suelen presentar lapsos de


memoria que pueden ser tanto de memoria remota como de memoria
reciente, y que afectan a su historia personal. Puede existir pérdida de
memoria incluso total, correspondiente a una determinada etapa de su
vida.

El estrés psicosocial es el desencadenante que se requiere para pasar


de una identidad a otra, transición que suele hacerse en tan sólo unos
segundos, aunque a veces esta transición se realiza de forma gradual.

Conductas asociadas al cambio de identidad son el parpadeo rápido,


los cambios faciales, cambios en el tono de voz o la disrupción en el
curso del pensamiento.

El curso de este trastorno suele ser fluctuante, con tendencia a ser


crónico y recidivante.

Este trastorno suele iniciarse invariablemente en la infancia, pero no


llama la atención hasta mucho más tarde, desde la aparición de los
primeros síntomas hasta el diagnóstico transcurren seis o siete años
por término medio. Suele diagnosticarse con mucha más frecuencia
en mujeres que en varones (hasta nueve veces más frecuente) y
aunque suele decirse que su prevalencia es muy baja los datos de los
últimos estudios revelan que no es tan infrecuente como se pensaba.

7.4. Trastorno de Despersonalización.

Consiste en la presencia de episodios que se caracterizan por la


sensación de extrañeza o distanciamiento de uno mismo como si se
estuviera viviendo en un sueño o en una película.

Las personas que padecen este trastorno:


 Tienen la sensación de observar los procesos mentales desde
fuera del cuerpo o de una parte del mismo.
 Otra característica es la anestesia sensorial (incapacidad para
percibir sensaciones físicas), ausencia de respuesta afectiva
(indiferencia) y sensación de pérdida de control de los propios
actos.
 Conservan el sentido de la realidad aunque suelen tener
dificultades para describir sus síntomas por miedo a que se les
tache de “locos”.
 También pueden aparecer sensaciones de desrealización que
son vividas por el sujeto como si el mundo exterior fuera extraño
o irreal, percibiendo alteraciones en la forma y en el tamaño de
los objetos y las personas.
 Otro rasgo frecuente son los síntomas de ansiedad, depresión
y pensamientos obsesivos, preocupaciones somáticas y la
alteración en la percepción del paso del tiempo.

7.5. Trastorno Disociativo no Especificado. En este tipo, el trastorno no


reúne los criterios diagnósticos de las formas clínicas antes descritas.
Entre ellos podemos mencionar los siguientes:
 Síndrome De Ganser
 Trastorno De Trance Y Posesión
 Trastorno Disociativo De La Motilidad
 Convulsiones Disociativas
 Anestesias Y Pérdidas Sensoriales Disociativas

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