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Francisco Antonio de Zela

Francisco Antonio de Zela fue precursor de la


Independencia del Perú, que encabezó la Revolución
de Tacna de 1811. Zela es conocido por dar el primer
grito libertario del Perú en la ciudad de Tacna el 20 de
junio de 1811 siendo considerado el líder de la
primera insurrección armada por la independencia
del Perú. La rebelión de Tacna estuvo en estrecho
contacto con la revolución argentina, que se inició en
Buenos Aires el 25 de mayo de 1810. Los argentinos
enviaron un ejército a la Provincia de Charcas, bajo el
mando del general Antonio González Balcarce y del
abogado Juan José Castelli. Los rioplatenses enviaron
proclamas a varias ciudades del sur del Perú,
invitándolos a seguir la revolución.

Zela fue el primero en responder. Declaró su adhesión a la Junta de autogobierno de Buenos


Aires y su fidelidad al rey de España, de acuerdo con la posición de la Junta. Zela fue apoyado
por un numeroso grupo de criollos, mestizos e indígenas, entre ellos el cacique de Tacna, Toribio
Ara, junto a su hijo José Rosa Ara y el cacique de Tarata y Putina, Ramón Copaja.

Bajo la dirección de Zela, en la ciudad de Tacna, se asaltó primero el cuartel de caballería del
Regimiento Dragones del Rey y luego el cuartel de infantería que estaban situados a dos cuadras
de distancia a la voz de “…cargar y adelante”, la noche del 20 de junio de 1811. Zela enarboló
una bandera con colores azul y blanco a cuatro campos triangulares, estableciendo por escasos
tres días un gobierno libre, autogobierno adherido a los principios de la Junta de Buenos Aires.

El mismo día (20 de junio) el ejército patriota argentino fue derrotado por el ejército realista
peruano encabezadas por el brigadier José Manuel de Goyeneche en la Batalla de Guaqui, en las
cercanías del lago Titicaca, y por lo tanto, Zela nunca recibió el apoyo necesario. Esta noticia
deterioró la moral de la reducida tropa de Zela, como resultado de ello, fueron diezmados y
algunos capturados por los españoles sin presentar batalla.

Los principales dirigentes de la rebelión fueron sometidos a juicio, entre ellos Zela, que fue
llevado a Lima. Allí, gracias las influencias de su familia y a la mediación de importantes
personajes se le conmutó la pena de muerte por la de encierro perpetuo en el morro de La
Habana. Pero se consiguió modificar aún más la sentencia: una pena de diez años de presidio en
la cárcel de Chagres de Panamá, y terminados éstos, expatriación perpetua. Su prisión en Lima
duró cuatro años y en 1815 fue trasladado a Panamá. Afectado por el clima tropical y las duras
condiciones de su encierro, falleció algunos años después.
Enrique Paillardelli

Enrique Pallardelli (o Enrique Pallardelle) nació hacia 1775, para algunos en Marsella
(Francia), y para otros en Buenos Aires (Argentina). Sus padres fueron un francés y una
peruana. En su juventud se dedicó al comercio entre Buenos Aires y Tacna (sur del Perú).

En 1810 vivía en Buenos Aires cuando participó en la Revolución de Mayo que derrocó
al Virrey del Río de la Plata e instauró la Junta de Gobierno. En 1813, apoyó a Manuel
Belgrano en su campaña hacia el Alto Perú. Ese mismo año fue comisionado por
Belgrano para liderar un levantamiento con los patriotas de Tacna.

Cumpliendo su misión organizó la rebelión que lo llevó a tomar Tacna y formar un


pequeño ejército que debía unirse a las tropas rioplatenses de Belgrano.
Lamentablemente los argentinos fueron derrotados en la batalla de Vilcapuquio (1-10-
1813). Poco después Pallardelli fue derrotado en la batalla de Camiara (31-10-1813),
cerca de Moquegua.

Enrique Pallardelli logró huir a la Argentina, donde se involucró en las guerras civiles.
Colaboró con el Director Supremo José María Alvear. Cuando éste cayó en desgracia,
Pallardelli fue capturado y fusilado por los partidarios de Ignacio Álvarez Thomas en
mayo de 1815.
Mateo Pumacahua

Su nombre completo es Mateo García Pumacahua Chihuantito. Nació el 21


de setiembre de 1740 en Chinchero (Cusco). Fue hijo de Francisco
Pumacahua Inca, quien le heredó el cacicazgo de Chinchero.

Ejercía sus funciones de Cacique cuando en 1780 estalló la rebelión de su


colega Túpac Amaru II. Entonces movilizó miles de indios para ayudar a los
realistas. Sobresalió en la defensa del Cusco en enero de 1781. Fue
implacable contra los rebeldes. Por su contribución a los españoles recibió
elogios del virrey Jauregui; incluso se hizo acreedor de una pensión vitalicia.

Siguió siendo fiel a España hasta que, en 1814, se unió al movimiento


independentista de los hermanos José, Vicente y Mariano Angulo. Derrotó
a los realistas en la batalla de Apacheta y tomó la ciudad de Arequipa. Pero
poco después fue derrotado en la batalla de Umachiri (11 de marzo de
1815). Seis días después lo capturaron y decapitaron en Sicuani.

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