1.- Terrorismo Político: es la acepción más comúnmente referida, simplemente
porque es la más conocida en nuestro mundo reciente. Cualquier banda armada y mínimamente organizada recurre al terrorismo político para un proceso de chantaje a toda una sociedad, gobierno o estado, con el fin de conseguir sus propósitos, como decimos de tipo político. Casos típicos son el terrorismo de ETA en nuestro país, que tan bien conocemos, pues nos ha tocado sufrirlo desde hace medio siglo, o bien el terrorismo del IRA con respecto a Irlanda del Norte, que también tuvo en jaque a su gobierno y al de todo el Reino Unido durante muchos años. Pero desgraciadamente, podemos poner hoy en día muchos más ejemplos: la organización mundial (terrorista por excelencia) Al Qaeda, la Organización Separatista de Chechenia, o los Talibanes en Afganistán pueden ser incluidos en este grupo, cada uno de ellos con sus múltiples matices. Recientemente, una de las Comisiones de Trabajo de la ONU estuvo encargada de confeccionar una lista completa con todas las organizaciones que podemos considerar terroristas a escala mundial.
2.- Terrorismo Económico: es una variante del anterior, en el sentido de que
cambian únicamente los intereses que mueven al terrorismo, que en este caso son de tipo económico. Por lo demás, la organización y el modo de operar suelen ser bastante parecidos, causando violentas muertes y personas heridas a su paso. Por ejemplo, podemos meter en esta variante casos como los Cárteles de la droga hispanoamericana, que justifican sus asesinatos, secuestros, extorsiones y demás como ajustes de cuentas, y para realizar operaciones de demostración de su poder ante otras organizaciones, gobiernos o estados. El caso actual de México puede ser otro buen ejemplo.
3.- Terrorismo Callejero: este tipo de terrorismo, llamado a veces también
Terrorismo de Baja Intensidad (aunque con sus matices) o Kalea Borroka aplicado al País Vasco, se fundamenta más en la agitación social y popular, y pretende intereses muy distintos. Suele ser un tipo de terrorismo que no busca directamente asesinatos ni extorsiones, sino simplemente dar la batalla en pro de ciertos compromisos adquiridos, o bien como protesta ante cualquier acontecimiento o hecho social. El terrorismo callejero se emplea para calentar el ambiente, para promover la agitación y el enfrentamiento social, y se manifiesta en el lanzamiento de cócteles molotov, destrucción de mobiliario urbano, enfrentamiento a las fuerzas de orden público, etc.
4.- Terrorismo Doméstico: mal llamado también Terrorismo o Violencia de
género, pues los humanos tenemos sexo, no género, este tipo de terrorismo es el que se aplica como su nombre indica al ámbito doméstico, y la variante a la que se le presta más atención últimamente es la violencia contra la mujer, porque es una auténtica lacra social, ligada al machismo imperante todavía en nuestra sociedad, aunque como digo, puede y debe aplicarse también a todo tipo de violencia, terrorismo o represión que se ejerza contra alguien en el ámbito doméstico: puede ser de los padres contra los hijos, de los hijos contra los padres, de hijos y padres contra los abuelos, de la mujer hacia su marido, etc. Digamos también que todo terrorismo doméstico suele comenzar con la variante que podríamos llamar Terrorismo Emocional, que consiste en el desgaste emocional del otro, en abatir su autoestima, en arrebatar sus ilusiones, en el insulto o el desprecio continuo, etc.