Horacio Gerutti Guldberg
G7
La filosofia en la administracion*
Horacio Cerutti Guldberg™”
Para proponer una
pasionante, la idea de que las dos iio pica Cae ee cane ligadas, y que por lo
}0 puede haber administracién privada buena sin administracién piblica buena y viceversa. Para corroborar esta hipdtesis nd
emite al mundo clasico de la polis griega, ala Europa napolednica de os primero afios del siglo pasado y al Japén de mediados d
PREAMBULO
i tuviera que decir, en una palabra, qué es
lo que finalmente hace la gente que se
dedica a la filosofia, dirfa: pensar. Claro,
eso parece muy poco, porque no solamente los
fil6sofos piensan, ipor suerte!. Todos pensamos,
meditamos en la vida cotidiana. Entonces, decir
que los filésofos y las filésofas se dedican unica-
mente a pensar, seria limitado; un poquito mas
podriamos afiadir y es que nos dedicamos en
realidad a hablar, leer y escribir.
Tampoco luce excesivo porque desde la edu-
cacién primaria se supone que nos ensefian a
hablar, leer y escribir. Sin embargo, ésta me pare-
ce una definicién muy adecuada de lo que hace-
mos los filésofos: hablar, leer y escribir, nada mas
de Contaduria y Administracién, ei 28 de ag
1997 en el Segundo Foro Nacional de Investigacio
inistrativa, Sus objetos, areas y métodos”, organi
la Division de Investigacién de la FCA, UNAM.
‘Horacio Cerutti Guldberg es licenciado y
josofia por la Universidad Nacional de Cuyo,
ct da vaca WeroeVarbsooa be a
Actualmente es catedratico e invest
¥ profesor en la Facultad de Filosofia y
UNAM Ademés es investigador nacional nivel
Revista Contaduria y Administracién, No. 188, enero-marz0 1998 #4 se ee ee
que en un nivel de lenguaje un poco distinto del
lenguaje cotidiano, aunque basado por supuesto
en el lenguaje cotidiano. Y sobre qué hablamos,
leemos y escribimos? En esto tenemos ventaja
respecto de otras disciplinas, porque hablamos,
leemos y escribimos acerca de todo e incluso
acerca de lo que ese todo quiere significar. Esto es
una gran ventaja. La desventaja es que a veces lo
que decimos lo expresamos con excesiva generali-
dad y eso hace que perdamos un poco la médula
del asunto, aunque siempre con la tipica pedante-
tia filos6fica se pretenda otorgar a lo que se esta
diciendo el cardcter de lo mas importante y lo mas
fundamental, lo decisivo sobre el tema en cues-
tion. La verdad no estoy seguro de eso, no sé qué
sera lo decisivo, lo fundamental en todos los
casos. Lo que si sé es que el ejercicio de reflexién
es apasionante, que emociona la aventura del
pensar y de intentar ejercer el habla, la escritura y
la lectura en un nivel diferente, en un nivel en cierto
sentido un poco mas complejo que el del lenguaje
cotidiano.
Aqui me gustaria afadir que la iniciativa de
esta Facultad y, particularmente del amigo Francis-
co Ballina, es sumamente loable, porque creo que
ha llegado la hora en que los académicos de la
UNAM nos dediquemos efectivamente a romper
los compartimentos estancos, a salir de los getthos
en que cotidianamente vivimos, para encarar crea-
tivamente esa tarea de dialogo y confrontacién
inter y multidisciplinaria que muchas veces las
autoridades universitarias y los funcionarios univer-
sitarios, con buen criterio y con buena intencién@ 4
pienso yo, auspician, tratan de promover y mencio-
nan en sus discursos, pero si los catedraticos y los
académicos en general no las practicamos en la
realidad cotidiana, nunca se van a dar.
Con esta actitud y con esta primera aproxima-
cién a lo filosdfico entremos de leno al tema, a
sabiendas que una de las tareas pedagégicas mas
dificiles es introducir a la filosofia. Por eso es que
muchas veces los maestros de Introduccién a la
Filosofia fracasan, porque introducir supone que
estamos afuera y écémo hacer para colocarse
adentro? A veces se les va el curso en hablar
desde afuera, sin posibilidades de entrar en la
reflexion filosdfica. Lo que quiero hacer aqui es una
zambullida en la alberca: no se puede ensefiar a
nadar afuera de la alberca, y aqui lo que vamos a
tratar de hacer es participar la experiencia de como
se genera una reflexion desde dentro de la preocu-
pacién filoséfica misma. Hasta aqui el preambulo
que he querido desarrollar para hacer mas explicita
mi exposicién. Ahora voy a entrar en materia
refirisndome para ello al mundo griego.
Suele ser una buena estrategia remitirse a
veces al mundo clasico, particu-
larmente a la Grecia clasica. En
ocasiones los griegos dijeron
ciertas cosas de una manera tan
espontanea, tan sencilla -entre
comillas claro- que ayuda a pre-
cisar mejor aquello que uno quie-
re enfocar. Se me ocurrié que
valia la pena aludir aqui a una
obra que se atribuye a Aristéte-
les, como todos ustedes saben,
un gran maestro de la filosofia
mundial. No estamos seguros si
verdaderamente é! escribié este
texto, probablemente lo dicté o
es un resumen hecho por sus
alumnos de lo que decia en clase
~y ya sabemos lo que suele resul-
tar de esos resimenes... 0 quizés sea la obra de
un discipulo muy brillante y muy cercano de Aristé-
teles llamado Teofrasto. De todos modos, no nos
mos (administracién)
le oikia (doméstica).
a, porque economia
efiere ya directament
administracion de
sa, a la administraci
Revista Contaduria y Administraci6n, no. 188, enero-marzo 1998
La filosofia en la administracién
afecta de momento si finalmente lo hizo Aristételes
0 lo hizo Teofrasto; lo que nos interesa es el texto.
El texto lleva un nombre, un titulo en castella-
no y el traductor del griego inmediatamente se ve
obligado a aclarar que se trata de una tautologia
es decir, de una reiteracién, de una repeticién, con
dos palabras se expresa lo mismo; porque se ha
traducido al castellano como “economia domésti-
ca". Como ustedes saben el término griego, del
cual deriva nuestra palabra economia, viene de:
nomos (administracién) y de oikia (doméstica). Por
tanto, no tiene caso traducir economia doméstica,
porque economia se refiere ya directamente a la
administracién de la casa, a la administracion del
hogar.
Claro que la administracién del hogar en un
sentido ms amplio de lo que nosotros concebi-
mos hoy por familia nuclear, porque para los
griegos la administracién de la casa implicaba que
el varén, el padre de familia, que es el que tenia la
decision, diera érdenes, orientaciones, evaluacio-
nes y, finalmente, resumamoslo en una palabra
que todavia no sabemos bien, al menos en lo que
llevo diciendo, qué quiere decir,
el padre organizaba la ad
tracién de esa casa. En esa casa
habia una mujer subordinada al
varén, unos hijos subordinados
al varén y a la mujer, unos escla-
vos mas subordinados todavia y
una cantidad de bienes que te-
nian que garantizar la reproduc
cién de la supervivencia de esta
familia ampliada.
Es sobre ese complejo so-
que est4 pensando Aristéte-
les 0 el autor de este texto: sobre
cémo hacer economia, cémo se
hace finalmente para administrar
la casa. No les voy a leer el texto
completo porque es muy largo. Se los recomiendo.
iLéanlo! Estoy seguro de que ademas de lo que
voy a mencionar aqui, que son s6lo unas peque-
fias muestras, ustedes que estan metidos de lleno
en el-campo de la administracién seguramenteHoracio Cerutti Guldberg
sacaran maravillas de estas reflexiones de la es-
cuela aristotélica.
‘Amilo que me interesa es leerles un pequefio
trozo, donde se establece cudles son las cualida-
des del cabeza de familia. El texto dice asi:
Hay cuatro cualidades que debe poseer el cabeza,
de familia en el cuidado de su propiedad [entenda-
monos, todo es de su propiedad desde la mujer, los.
hijos, los esclavos hasta los bienes]. En primer
lugar, debe poser la capacidad de adquirir, y en
‘segundo lugar la de conservar lo que ha adquirido;
de lo contrario, no hay mayor beneficio en el
adquirit que en achicar una barca con un colador 0
un sedazo 0 en el proverbial jarro de vino con un
‘agujero en el fondo [esta ironizando sobre el tema,
‘con un jarro de vino con un agujero en el fondo no
se termina nunca de sacar el agua de la barca y
ésta termina por hundirse. Entonces es necesario
adquirir y conservar]. En tercer y cuarto lugar debe
saber cémo mejorar su propiedad y cémo hacer
uso de ella, pues estos son los fines para los que se
ha buscado el poder de la adquisicién y de la
conservacién.
Todo lo que poseemos debe ser exactamente clasi-
ficado, y el valor de nuestra propiedad productiva
debe exceder el de la que es improductiva. El
producto debe ser empleado de tal manera que no
arriesguemos todas nuestras propiedades de una
vez [estamos hablando de un texto escrito cinco
siglos antes del nacimiento de Cristo no es de ayer].
Para la custodia y salvaguardia de nuestra propie-
dad, haremos bien en emplear el método de los
sistemas persa y lacedemonio. El arte ateniense de
la administracién doméstica tiene, sin embargo,
algunas ventajas. Los atenienses compran inmedia-
tamente con el producto de sus ventas, y las
familias pequefas no guardan depésitos ociosos en
previsi6n.
En el sistema persa, el mismo dueno se encarga de
la entera disposicién y supervisin de la familia,
siguiendo la practica que Didn atribuye a Dionisio’.
Mas adelante va a decir que hay que copiar
del sistema lacedemonio, que eran otros vecinos
de los griegos, un aspecto fundamental: colocar
* Atistételes, Economia doméstica en Obras. Trad. del
griego, estudio preliminar, preambulos y notas por Francisco
de P. Samaranch. Madrid, Aguilar, 1964, p. 1983,
ina dimension ética en juego. Etica vier
e ethos: comportamiento; hay una
ension de comportamiento, que pued
er bueno o malo. Bueno o malo en
aso de los fines establecidos como in-
‘insecamente necesarios para !a buer
siempre las herramientas que se utilizan en la casa
en el mismo lugar. Eso hacian los lacedemonios,
de modo tal que cuando se buscaba la pala, el
pico 0 el hacha, estuviera siempre en el mismo
sitio y no se perdiera el tiempo y, por supuesto,
dinero, propiedades, etc., buscandolas. Lo que
quiero indicar con esto es que los griegos estaban
filoséficamente atentos a cémo administrar la casa.
Tenian plena conciencia de que habia que
preocuparse de todos los detalles, desde las minu-
cias més insignificantes, como es ésta de las
herramientas 0 el mirar cémo es que hacian los
atenienses vendiendo y comprando rapidamente
para que el dinero circulase y no tenerlo quardado;
Porque claro, en aquel tiempo no habia capital
financiero y dinero guardado era dinero perdido.
Pero, dinero circulando era un dinero que permitia
el enriquecimiento 0, por lo menos, la conserva-
cidn de los bienes, que eran las tareas del cabeza
de familia. Quiero decirles que cuando se habla de
hacer un uso correcto de las propiedades, el autor
del texto est pensando en que el varén cabeza de
familia tiene que hacer un uso correcto de su
mujer. La mujer épara qué servia? En el caso de
los griegos para algo fundamental, nada mas y
nada menos que para la reproduccién y la crianza
inicial de los hijos; cuya educacién, como dice el
texto, estaba reservada finalmente y en ultimo térmi-
no al padre.
Lo importante de todo esto es que hay una
dimensién ética en juego. Etica viene de ethos:
comportamiento; hay una dimensién de comporta-
miento, que puede ser bueno o malo. Bueno o
malo en el caso de los fines establecidos como