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Historia de la sostenibilidad de Natura

En 1983, cuando la ONU creó su Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo (Comisión


Brundtland), Natura fue pionera en establecer el concepto de repuesto (refill) para sus
productos, reduciendo así el impacto ambiental de sus productos, comparado con los envases
regulares.

En 1997, convirtieron su flota de distribución a gas natural vehicular en el Gran San Pablo.

En el año 2000, Natura lanza su línea de productos Ekos, asumiendo el compromiso explícito
de utilizar recursos de la biodiversidad brasileña. Busca así ampliar la consciencia de la
riqueza de la naturaleza y obtener ingredientes naturales de manera sustentable,
desarrollando la calidad de vida en las comunidades que las cultivan o extraen. Se utilizan
vidrios y envases que contienen material reciclado.

En 2003, Natura creó su área de Responsabilidad Corporativa, en la que se definen objetivos


de negocio compatibles con el desarrollo sustentable y se apoyan las búsquedas de las
mejores prácticas basadas en la ética y la transparencia.

A su vez, es una de las primeras empresas brasileñas que firmaron el Pacto Mundial, la
iniciativa de la ONU para movilizar a la búsqueda de negocios internacionales con valores
fundamentales en materia de derechos humanos, trabajo, medio ambiente y la lucha contra la
corrupción.

En el año 2005, avanzaron el la vegetalización de los productos, se eliminaron las pruebas


con animales y se introdujo información ambiental en los embalajes.

A partir del año 2007, el año en que nació el Protocolo de Kyoto, Natura adoptó el compromiso
formal de neutralizar todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de sus
productos y procesos que involucran su cadena de producción, mediante su programa
“Carbono Neutro”. Se comprometió a reducir las emisiones de los GEI en un 33% en los
subsiguientes cinco años, desde la extracción de materias primas hasta la deposición final de
residuos, productos y embalajes.
A su vez, las emisiones que no puedan evitar serán compensadas por medio del apoyo a
proyectos de reducción de GEI, con beneficios socio-ambientales mesurables, dando prioridad
a la reforestación con sistemas agroforestales y energías alternativas. En la selección de
proyectos, se aplican estándares similares a los exigidos de créditos de carbono registrados
para compra y venta en el mercado.

En enero de 2006, se contrató una consultora especializada en cuestiones ambientales para


realizar un inventario de emisiones. El GHG Protocol (Green House Gas Protocol) establece
una distinción entre emisiones directas (alcance 1: controladas por la empresa, como
calderas, hornos, vehículos y procesos propios, transportes, tratamiento de efluentes) e
indirectas (alcance 2: producidas indirectamente en consecuencia de la actividad de la
empresa, como generación de la electricidad adquirida de terceros). También contempla otras
emisiones indirectas (alcance 3: extracción y producción de materiales comprados, vehículos
contratados, viajes de negocios y desecho del producto).

Dicha diferenciación implica tres alcances posibles para una estrategia de gestión de GEI.
Durante 2006, se recolectaron datos referentes al 2005 en todas las áreas, siguiendo la
recomendación del GHG Protocol: inventariar emisiones relacionadas con los alcances 1 y 2,
así como, parte del 3. Este primer inventario indicó que Natura había emitido un total de
107.525 toneladas de CO2 equivalente en 2005. Se decidió rehacer el inventario de GEI sobre
la base de un alcance ampliado, incluyendo las emisiones generadas a partir del depósito de
sus proveedores, de la extracción y producción de las materias primas y su transporte hasta el
convertidor. Con la expansión del concepto, las emisiones totales fueron estimadas en
270.000 toneladas de CO2 equivalente en 2006.
Estimación total de emisiones de GEI

Se adoptó la perspectiva de Análisis de Ciclo de Vida (ACV): internalizar el objetivo de


combatir el Calentamiento Global mediante el desarrollo de productos inherentemente menos
emisores de GEI, además de elegir entre las alternativas de embalajes con menor impacto
ambiental.

Se identificaron otras fuentes de reducción potencial, de manera aún no cuantificada:-


desarrollar embalajes con biopolímeros de baja emisión de CO2; incentivar energías limpias
en la cadena de suministro;- ampliar la eficiencia energética en todos los espacios Natura y en
la cadena de suministro;- reducir viajes aéreos;- implantar estaciones de tratamiento de
efluentes aerobias en los nuevos espacios;- optimizar la forma de distribución en función del
tamaño del pedido; desarrollar Sistemas Agroforestales (SAFs) con secuestro de carbono
(insumos vegetales y activos de la biodiversidad);- desarrollar la contabilización de secuestro
de carbono en la conservación de florestas vinculadas a la actividad.

Las emisiones que no se puedan reducir serán compensadas con proyectos que sean
capaces de reducir el equivalente de CO2 emitido a la atmósfera, con énfasis en la solución
de problemas socio-ambientales, además de geográficamente cercanos a las áreas de
operación de Natura, contribuyendo así al desarrollo sustentable local.

Los sistemas agroforestales (SAFs) son esquemas de producción y manejo de especies


leñosas (árboles, arbustos y palmeras) en conjunto con culturas agrícolas. Uno de los
ejemplos mas exitosos de SAF es el Proyecto RECA(Reforestación Económica Consorciada y
Adensada) en la Amazonia brasileña. Participan del proyecto unas 300 familias, que cultivan
1.200 hectáreas en el sistema consorciado. Natura ya han comprado mas de 50 toneladas de
manteca de cupuaçu del Proyecto RECA, para uso en la línea Ekos.
A su vez, desde un punto de vista social, numerosas iniciativas de Natura están contempladas
en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, de la ONU. Por ejemplo el Programa de Apoyo a
Escuelas Solidarias "CREER para VER" permite que niños y adolescentes socialmente
vulnerables puedan ser protagonistas y participar de la ciudadanía solidaria.
Visión de Sustentabilidad 2050

En la búsqueda de crear valor para la sociedad como un todo, perseguimos


reducciones significativas de las emisiones de gases de efecto invernadero,
imprimimos nuevos paradigmas en la relación con las comunidades
agroextractivistas en Brasil y en la justa remuneración de sus servicios y de los
activos de la biodiversidad. Articulamos nuevas acciones para el desarrollo de la
región amazónica, entre otras innumerables iniciativas, centradas en los principios
de la sustentabilidad. Así y todo, somos conscientes de que precisamos y de que
queremos hacer mucho más.

Diversos estudios y evidencias muestran que los modelos económicos y culturales


actuales son insustentables. Al mismo tiempo, hay un movimiento creciente de
concientización y búsqueda de soluciones para llevar a la humanidad hacia un
futuro más equilibrado y justo. Inquietos por este contexto mundial, queremos
emprender un nuevo e importante desafío: ser una empresa impacto positivo.

Creemos que la existencia de nuestra empresa debe ayudar a la mejora del medio
ambiente y la sociedad. Queremos generar impacto positivo económico, social,
ambiental y cultural. Eso significa ir más allá de reducir y neutralizar los impactos
negativos de nuestras actividades.

Para alcanzar nuestro objetivo, elaboramos un conjunto de directrices, ambiciones


y compromisos que estructuran nuestra Visión de Sustentabilidad 2050. Para
alcanzar el impacto positivo, estructuramos la Visión en 3 pilares
interdependientes: marcas y productos, nuestra red y gestión y organización.
Conoce un poco más sobre ellos:
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