5. Bl registro:
medios técnicos e informaci6n
sobre el proceso de campo
Cuando se habla de “registro”, se esta aludiendo
a dos procesos simultaneos, a menudo indiferenciados
por aquella concepcién que considera al trabajo de cam-
po como una captacién inmediata de “lo real”. Esta pers-
pectiva afecta tanto al recurso tecnolégico por el cual se
almacena informacién -lo que llamaremos “formas de
registro"- como a la informacién misma, pues convierte
al vehiculo que une el campo y la oficina, el trabajo en
terreno y el anilisis, en una misma unidad que subsume
cl acto de registrar y los datos registrados. Segtin esta
lectura, el registro cs un medio por el cual se duplica el
campo en forma de notas (registro escrito), imagenes
(fotografia y cine) y sonidos (registro magnetofénico)
Una perspectiva como la que venimos sugiriendo aqui
permite complejizar esta operacién sin por cllo perder
de vista la necesidad de realizar cuidadosos y sistemticos
registros durante el trabajo de campo. Pero, gcémo lo-
grarlo? En primer lugar, mediante la aplicacion critica e
inteligente de técnicas de obtencién de informacién que
permitan al investigador ver y oir lo inespcrado, abrir
cada ver més sus sentidos, y distinguir las reflexividades
que confluyen en el trabajo de campo (como consta en
los tres capftulos precedentes). En segundo lugar, me-
cliante el registro de la informacion consideracla diversa,
inesperada o multiple. En tercer lugar, resulta funda-
mental consignar cl proceso de apertura de la percep-
cién y exposicién de la propia reflexividad como distinta
93de la reflexividad de los nativos y de la reflexividad del
trabajo de campo en si
En efecto, el registro no implica que el investigador “se
lleve el campo a casa” sino que logra, mas bien, una su-
cesion de imagenes instantaneas del proceso de apertura
hacia otras reflexividades. Al situarse en un contexto ce-
terminado, la relaci6n entre investigador e informantes se
concreta y complejiza, incorporando variantes de dichare-
lacion. En ese proceso, el registro es una especie de crista-
lizacién de la relacién vista desde el Angulo de quien hace
las anotaciones o fia el teleobjetivo de la camara. Pero
este Angulo no es equiparable a “la realidad registrada”,
en primer lugar porque un registro no puede dar cuenta
de todo sino que implica un recorte de lo que el investiga-
dor supone relevante y significativo. Los criterios de sig-
nificatividad y relevancia, a su vez, responden al grado de
apertura de la mirada del investigador en esa etapa de su
trabajo de campo. Por eso, el registro es una valiosa ayuda:
1) para almacenar y preservar informacién, 2) para visua-
lizar el proceso por el cual el investigador va abriendo su
mirada, aprehendiendo el campo y aprehendiéndose a si
mismo, y 3) para visualizar el proceso de produccién de
conocimientos que resulta de la relacién entre el campo y
la teoria del investigador, proceso que en las notas queda a
cargo exclusivamente de quien hace el registro, A causa de
esto, resulta imprescindible que el investigador registre no
slo lo que ocurre “ahi afuera”, sino también todo aquello
que pueda echar luz sobre las razones que lo llevan a regis-
trar algunas cuestiones y relegar otras, a reparar en deter-
minados aspectos y no en otros, a integrarlos de una y no
deotra manera. Lo que el investigador tiene en su registro
es la materializacin de su propia perspectiva de conoci-
miento sobre una realidad determinada, no esa realidad
en si. Pero esto no significa que la realidad no exista o sea
irrelevante; por el contrario, resulta fundamental, precisa-
mente, para la produccién de descripciones menos etno-
4céntricas que incorporen la perspectiva nativa. Para que el
registro se oriente en esta direccién, es necesario explicitar
a cada paso, en la medida de lo posible, la intervencién
conceptual de quien registra para abrir su mirada, recono-
ciendo los contrastes con el mundo social en estudio e inte-
rrogandose por el significado, dentro de su propio marco
conceptual y en funcién de su objeto de conocimiento, del
material obteniclo y transformado en dato.
Formas de registro
Los investigadores de campo han optado por cletermina-
das formas de registro segtin su grado de fidelidad respec-
to del referente empirico. Pero es necesario reparar en
que las modalidades de registro, al igual que la presencia
del investigador en el proceso de obtencién de informa-
cin, inciden en Ia dinamica de Jo real, y deben por lo
tanto ser analizadas no sélo en funcién de su fidelidad
sino también en funcién de dicha incidencia. Esto signifi-
ca que el recurso al que apela el investigador no ser mis o
menos adecuado porque altere o no el campo y la conduc-
ta de los informantes, sino porque cada forma de registro,
asi como cada investigador y cada personalidad, inciden
de algiin modo en la relacién de campo. Y este “modo”
también debe ser reconocido y explicitado. Como vimos,
aun cuando el investigador no lleve consigo ningtin imple-
mento técnico (grabador, filmadora, libreta de notas), su
sola presencia, su atenci6n, su comportamiento, afectan el
medio observado. Lo deseable no es borrar esta incidencia
sino reconocerla, caracterizarla e incorporarla como con-
dici6n de la investigaci6n social.
El investigador puede realizar el registro en el transcur-
sode los hechos o bien posteriormente. En el primer caso,
las modalidades mas habituales son el uso del grabador y
las notas escritas. El grabador asegura una fidelidad “casi
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