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LOS TRASTORNOS PSICÓTICOS EN LA INIMPUTABILIDAD

Definición de psicosis por autores:

Feuchtersleben introdujo el término psicosis en 1845 con el fin de


separar los trastornos neuropsiquiátricos (neurosis) de los trastornos
psiquiátricos (psicosis); sin embargo, este término aún carece de
definición exacta, pues los distintos autores e investigadores,
provenientes de líneas de pensamiento muy diferentes enfatizan
distintos aspectos. Por esta situación los límites son muy amplios y los
criterios de diagnóstico muy cambiantes. (Ban, y Ucha Udabe, 1995)

"Para Jaspers (1913) la psicosis es el resultado del proceso de una


enfermedad que se apodera del individuo en cuanto totalidad, sin
importar si es un trastorno hereditario que comienza en determinado
momento de la vida o un trastorno no hereditario que comienza a serlo
por una lesión exógena. Para aspirar al rango de psicosis, el proceso
patológico debía tener fuerza suficiente para anular el desarrollo
normal y la conducta manifestada ser tan diferente como para no
confundirse con una reacción exagerada ante la experiencia cotidiana".
(Ban y Ucha Udabe, 1995)

Por su parte, Kaplan, Sadock y Grebb (1994) destacan tres parámetros


que resultan, a juicio de los autores, importantes para delimitar las
psicosis y que son: la incapacidad para distinguir la realidad de la
fantasía, la evaluación de la realidad deteriorada y la creación de una
nueva realidad.

Desde el punto de vista psicoanalítico se la define como un trastorno


primario de la relación libidinal con la realidad, por retracción de las
cargas de objeto o incremento de la libido narcisista, con tentativas
posteriores de reconexión objetal.

Concepto psicosis:
El término «psicosis» se emplea para referirse a aquellos trastornos de
la mente caracterizados por una cierta pérdida de contacto con la
realidad. Cuando una persona sufre este tipo de trastorno se dice que
ha tenido un «episodio psicótico».
La psicosis afecta principalmente a los jóvenes adultos y es bastante
común. Cerca de 3 de cada 100 jóvenes sufrirán un episodio psicótico,
lo cual significa que entre este sector de la población la psicosis es más
común que la diabetes. La mayor parte de los afectados consigue una
plena recuperación del trastorno.
La psicosis puede afectar a cualquiera, y como toda enfermedad, es
susceptible de tratamiento.
¿Qué es la psicosis?
La psicosis es una enfermedad mental que se caracteriza por una
pérdida de contacto con la realidad. La psicosis afecta por igual a
hombres y a mujeres, y suele aparecer entre los 20 y los 30 años de edad.
Se estima que hasta el 3% de la población puede experimentar síntomas
psicóticos. La forma en la que se manifestó la psicosis varía de una
persona a otra. Puede desarrollarse de forma gradual a lo largo del
tiempo, siendo posible que los síntomas pasen inadvertidos, o aparecer
bruscamente, con síntomas obvios tanto para el paciente como para los
que le rodean. La psicosis puede ser tratada y la mayoría de las personas
que sufren un episodio psicótico se recupera totalmente. Haciendo un
paralelismo con otro tipo de enfermedades, en la diabetes, por ejemplo,
existe un defecto en la producción de insulina por el páncreas con lo que
se ve alterado el metabolismo de la glucosa. El tratamiento de la diabetes
es la insulina, siendo muy importante también educar al paciente y su
familia para la correcta administración de la misma y la adquisición de
unos hábitos de vida saludables. En la psicosis el órgano afectado es el
cerebro, produciéndose cambios en el pensamiento, la percepción, los
sentimientos y el comportamiento, de la persona enferma. Cuando esto
ocurre por primera vez, hablamos de primer episodio psicótico. El
tratamiento de la psicosis es farmacológico, psicológico y rehabilitador,
siendo fundamental aportar información sobre la enfermedad al
paciente y a su familia. Existe un equipo multidisciplinar, compuesto de
psiquiatras, psicólogos, enfermeras y trabajadores sociales, dedicado a
planificar el tratamiento más adecuado para que el paciente recupere su
funcionamiento habitual
La psicosis se caracteriza por:
La psicosis suele provocar cambios en el estado de ánimo y en la forma
de pensar, dando lugar a ideas anormales, por lo que resulta difícil
entender lo que está sintiendo la persona afectada. Con objeto de
comprender en qué consiste la experiencia psicótica, es útil clasificar
por grupos algunos de los síntomas más característicos.
 Los síntomas más comunes, conocidos como SÍNTOMAS
POSITIVOS, son:
Alucinaciones: percepciones de algo que no existe. Las más comunes
son las auditivas, a las que solemos referirnos como “voces”, que se
sienten como una o varias personas que hablan de la persona o se
dirigen a él. Otros tipos de alucinaciones menos frecuentes son las
visuales, táctiles, olfativas, gustativas o basadas en sensaciones
corporales.
Se pueden dar en cualquier modalidad sensorial:
 Auditivas: Se experimentan en forma de voces en el interior de la
cabeza del paciente, conocidas o desconocidas, y que se perciben
como diferentes del propio pensamiento. En ocasiones estas
voces les insultan o dan órdenes y es entonces cuando la propia
conducta puede estar determinada por lo que indiquen esas
voces. Es el tipo de alucinación más frecuente en la Esquizofrenia.
 Visuales: las personas que padecen este tipo de alucinaciones
perciben imágenes que pueden ser de personas, objetos o
situaciones que los demás no podemos percibir puesto que no
existen.
 Táctiles o cenestésicas: sensaciones anormales en el cuerpo sin
que nadie ni nada les esté tocando.
 Olfativas: se perciben olores extraños.
 Gustativas: la sensación de degustar sabores diferentes a los
habituales.
Delirios: creencias reales para quien los experimenta, pero no para los
demás. Pueden ser de varios tipos, como por ejemplo:
 De referencia: la persona cree que la miran, hablan de ella o le
lanzan mensajes o señales. de persecución: se siente perseguido o
espiado.
 De control: siente que no controla sus propios sentimientos o
sensaciones y que alguna fuerza externa intenta dominarle.
 De difusión del pensamiento: por algún mecanismo, sus
pensamientos son conocidos inmediatamente por otras personas.
 De inserción o robo del pensamiento: sus pensamientos son
introducidos en su mente o sustraídos.
 Alteraciones en la forma del pensamiento: pérdida de
asociación entre una idea y la siguiente, deslizamiento de un tema
a otro distinto, falta de relación entre una pregunta y la respuesta
dada o exceso de detalles en esa respuesta, o pobreza del
pensamiento.
Pensamiento–discurso Desorganizado: el paciente puede cambiar de
un tema a otro (descarrilamiento), responder sin tener ningún tipo de
relación con la cuestión (tangencialidad) o tener un discurso tan
desorganizado que puede ser incomprensible.
Comportamiento motor muy desorganizado o anómalo, incluida la
Catatonía: Puede abarcar desde las conductas infantiloides hasta la
agitación. La Catatonía es una disminución marcada de la reactividad al
entorno, que va desde la resistencia a llevar a cabo instrucciones
(negativismo) hasta una ausencia total de respuestas verbales o
motoras (mutismo y estupor). Aunque la catatonía se asoció
históricamente con la Esquizofrenia, estos síntomas también pueden
aparecer en otros trastornos mentales y patologías médicas.
 Hay otros síntomas, conocidos como SÍNTOMAS NEGATIVOS,
que son tan importantes como los positivos. Afectan al
funcionamiento social y pueden confundirse con conductas como
la pereza o la despreocupación. Pueden ser:
 Cambios en el comportamiento habitual, como por ejemplo
aislarse de los demás.
 Falta de energía o motivación.
 Higiene personal insuficiente.
 Dificultad para expresar emociones, disminución de movimientos
o de gestos expresivos, contacto pobre con la mirada.
 Pobreza o bloqueo del habla, aumento del tiempo de respuesta.
 Dificultades para concentrarse o prestar atención a algo, como por
ejemplo leer el periódico o recordar lo que se ha estado viendo en
la televisión. Tendencia a la distracción.
 Pérdida de interés o de la capacidad de disfrutar de ciertas cosas.
En algunos casos, aparecen déficits cognitivos, como son la alteración
de la atención, la memoria y las funciones ejecutivas (planificación,
abstracción, toma de decisiones, fl exibilidadmental, etc.), que tienen
especial importancia para la adaptación social y ocupacional.
Pueden aparecer además, otros síntomas de enfermedades mentales
acompañando o secundarios a los propios de la psicosis (depresión,
ansiedad, obsesiones, etc.), que requerirán un tratamiento específico.
Los síntomas varían de una persona a otra y en algunos casos
cambian con el tiempo.
EL PRIMER EPISODIO DE PSICOSIS Cuando una persona sufre por
primera vez síntomas psicóticos o un episodio de psicosis, es
posible que no entienda lo que le sucede. Los síntomas pueden
resultarle completamente desconocidos, provocándole una gran
perturbación y dejándola en un estado de confusión y angustia. Por
otra parte, esta angustia se ve aumentada por los mitos y
estereotipos de signo negativo relativos a la enfermedad mental
que todavía son comunes en la sociedad. El episodio psicótico se
desarrolla en tres fases cuya duración respectiva varía según la
persona.
 Prodrómica: Los primeros síntomas son vagos y casi
imperceptibles. En algunos casos, sólo se detectan cambios
en la manera de expresar los sentimientos, los pensamientos
o las emociones. En otros, únicamente destaca una
disminución de las actividades diarias. En esta primera fase,
tanto el paciente como la familia suelen estar confusos y no
entienden qué está pasando.
 Aguda: Se presentan síntomas claros de psicosis, tales como
alucinaciones, delirios o ideas confusas. En esta fase, en la
que los síntomas se hacen evidentes, el paciente o la familia
suelen pedir ayuda.
 De recuperación o remisión: La psicosis tiene tratamiento
y en la mayoría de los casos, el paciente se recupera. El
pronóstico es variable según cada caso.
La mayoría de personas se recuperan de un primer episodio
psicótico, y en algunos casos, nunca volverán a sufrir otro. Sin
embargo, algunas personas pueden sufrir episodios
psicóticos de repetición, todos ellos caracterizados por las
fases anteriormente descritas. En los sucesivos episodios,
tanto el paciente como la familia tienden a reconocer con más
facilidad los síntomas y pedir ayuda antes, lo que permite
actuar precozmente y, en consecuencia, acortar la duración
del episodio.
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS Y LOS FACTORES PRECIPITANTES DE LA
PSICOSIS?
Hasta ahora no se ha identificado ningún factor concreto que cause
psicosis. Se considera que la psicosis tiene un origen multifactorial, es
decir, que hay un conjunto de factores que interaccionando unos con
otros, pueden provocar que una persona desarrolle un episodio
psicótico.
Modelo de vulnerabilidad-estrés Una persona con vulnerabilidad o
predisposición, es decir, con mayor facilidad para desarrollar psicosis
que el resto de la población, puede sufrir un episodio psicótico ante
ciertos desencadenantes externos o estresores. Esto es, sucesos,
situaciones, personas u objetos que provocan una respuesta de estrés
en la persona. Por ejemplo, puede tratarse de cualquier problema
personal, laboral o social o del consumo de sustancias tóxicas.
Los factores que pueden determinar la vulnerabilidad de una
persona son:
 Factores genéticos: Existen más casos de enfermedad en
familiares de personas con psicosis. El riesgo de sufrir psicosis es
proporcional al número de genes compartidos, aunque los genes
involucrados aún no han sido identificados, y puede haber
psicosis sin antecedentes familiares de la enfermedad, o no darse
la enfermedad aunque haya varios miembros de la familia
afectados.
 Factores biológicos: Los síntomas psicóticos se deben a una
hiperactividad de la dopamina o a una mayor sensibilidad de los
receptores dopaminérgicos a nivel cerebral. Además, otros
factores asociados con la vulnerabilidad son las complicaciones
durante el embarazo o el parto, deficiencias nutricionales o
traumatismos craneales durante la niñez, que pueden afectar al
neurodesarrollo.
 Factores medioambientales Experiencias: o circunstancias
externas que aumentan la probabilidad de experimentar un
episodio psicótico como sucesos traumáticos, problemas
familiares o socio-laborales, consumo de sustancias tóxicas.
 Estrés: El estrés se define como la percepción que tiene una
persona de no tener recursos suficientes para hacer frente a las
exigencias de una determinada situación, en un momento
concreto. Puede provocar problemas físicos y mentales: ansiedad,
depresión, alteraciones cutáneas… en otros casos puede hacerlos
empeorar o reaparecer. El estrés no causa la psicosis, pero sí
puede ser un factor desencadenante para su aparición o
empeoramiento de los síntomas.
¿CUÁLES SON LOS DIFERENTES TIPOS DE PSICOSIS?
La psicosis afecta a cada persona de diferente manera y durante las
etapas iniciales no siempre es útil poner un nombre o una etiqueta a la
enfermedad.
No obstante, cuando una persona padece psicosis, se le suele
diagnosticar una enfermedad psicótica específica. «Diagnosticar»
significa determinar la naturaleza de una enfermedad sobre la base de
los síntomas que presenta el paciente, y el diagnóstico dependerá tanto
de los factores que hayan provocado la enfermedad como del tiempo
que duren los síntomas. En el caso de un primer episodio de psicosis,
resulta particularmente difícil determinar con exactitud el tipo de
psicosis de que se trata, porque aún se desconoce en gran medida cuáles
han sido los factores que la provocaron. No obstante, conviene estar
familiarizado con algunos de los términos que se suelen emplear al
diagnosticar diferentes tipos de psicosis.
 Psicosis inducida por las drogas El consumo de drogas o de
alcohol, así como la abstinencia tras un consumo prolongado,
pueden provocar síntomas psicóticos. En algunos casos los
síntomas se resuelven rápidamente al irse pasando los efectos de
la sustancia, en tanto que en otros la enfermedad, aunque
comenzó como una psicosis inducida por drogas, se hace más
prolongada.
 Psicosis orgánica A veces los síntomas psicóticos aparecen a
consecuencia de lesiones de la cabeza o enfermedades orgánicas
que afecten el funcionamiento del cerebro, tales como la
encefalitis, el SIDA, o un tumor. En estos casos, suelen presentarse
junto con la psicosis otros síntomas, tales como amnesia o
confusión.
 Psicosis reactiva breve En ocasiones los síntomas psicóticos
surgen de repente como respuesta a una situación de mucha
tensión en la vida de la persona, tales como un cambio importante
en sus circunstancias personales, o la muerte de un familiar.
Aunque los síntomas pueden ser agudos, la persona se recupera
en pocos días.
 Trastorno delirante El síntoma principal es la firme creencia en
cosas que no son ciertas.
 Esquizofrenia El término esquizofrenia se emplea para referirse
a aquellas enfermedades psicóticas en que los cambios de
conducta o los síntomas persisten durante un período no inferior
a los seis meses. Tanto los síntomas como la duración de la
enfermedad varían según el caso, y al contrario de lo que se suele
creer, muchas personas afectadas de esquizofrenia llevan una
vida plena y feliz, logrando muchas de ellas una total
recuperación.
 Trastorno esquizofreniforme No se distingue de la
esquizofrenia, salvo en que los síntomas han persistido durante
menos de seis meses.
 Trastorno bipolar (maníaco depresivo) En el trastorno bipolar,
la psicosis se presenta como parte de un alteración afectiva más
generalizada, caracterizada por alternancias violentas entre la
gran excitación (manía) y la melancolía (depresión). En caso de
presentarse síntomas psicóticos, suelen corresponder al estado
anímico de la persona: por ejemplo, si está deprimida oye voces
que le dicen que debe suicidarse, en tanto que si experimenta una
excitación o euforia anormales, se cree un ser excepcional capaz
de realizar grandes hazañas.
 Trastorno esquizoafectivo Este diagnóstico corresponde a la
presencia simultánea o consecutiva tanto de síntomas de
trastorno afectivo (tales como la depresión o la manía) como de
psicosis. Es decir, el cuadro clínico no es típico ni del trastorno
afectivo ni de la esquizofrenia.
 Depresión psicótica Consiste en una depresión aguda
combinada con síntomas psicóticos, sin que en ningún momento
de la enfermedad se lleguen a producir períodos de manía o
excitación, por lo que se distingue del trastorno bipolar.
TRATAMIENTOS DE LA PSICOSIS
La primera fase del tratamiento consiste en una evaluación exhaustiva
mediante una visita por parte del psiquiatra. Durante esta entrevista, se
dedica un tiempo a conocer la persona afectada y, si es posible, también
a la familia o personas cercanas a ella. En general, se realizan análisis de
sangre y pruebas de neuroimagen (resonancia magnética) para
descartar posibles causas orgánicas de los síntomas psicóticos. Puede
ser un periodo de confusión y angustia por el paciente, por lo que es muy
importante el apoyo y comprensión recibida por parte de todo el
personal médico y asistencial. Esta relación de confianza mutua entre el
paciente y el equipo de salud mental es esencial que se produzca desde
el inicio del proceso terapéutico.
La información recogida durante la entrevista y las pruebas realizadas
aclararan la naturaleza específica de la psicosis y del tratamiento más
adecuado en cada caso.
En algunos casos, los síntomas desaparecerán poco tiempo después de
iniciar el tratamiento, permitiendo que el paciente reanude su vida
normal en un breve periodo de tiempo. En otros, la recuperación puede
tardar semanas o incluso meses. Al igual que en otras enfermedades,
puede ser oportuno suspender temporalmente la actividad laboral o los
estudios para reiniciarlos más tarde, una vez recuperado, y así tener
más garantías de éxito.
El tipo de tratamiento puede variar en función de las preferencias del
paciente, la gravedad de los síntomas, el tiempo que han estado
presentes y de sus posibles causas.
 Medicamentos
Los medicamentos son parte esencial del tratamiento de los trastornos
psicóticos y, junto con otras formas de terapia, tienen un papel
fundamental en la recuperación después del episodio psicótico y en la
prevención de episodios posteriores. Existen diferentes tipos de
fármacos de gran eficacia, tanto en la reducción de los síntomas
psicóticos como en el alivio de la ansiedad que los acompaña. El
tratamiento suele iniciarse a dosis bajas y es el psiquiatra quién
determina, junto con el paciente, las modificaciones necesarias, según la
evolución de los síntomas. Se dispone de un gran número de fármacos,
lo que permite realizar cambios entre ellos en caso de presentarse
efectos secundarios. Es importante que el paciente informe a su
psiquiatra si presenta algún efecto adverso, ya que su aparición puede
empeorar el cumplimiento de un tratamiento, que como ya hemos dicho,
es fundamental para la recuperación.
 Orientación y psicoterapia
Contar con un equipo de profesionales con quien poder hablar es una
parte importante del tratamiento. Existen diferentes tipos de terapia y
la elección dependerá de las necesidades del paciente y de la fase de la
psicosis en que se encuentre. Inicialmente, puede ser suficiente contar
con alguien que entienda la situación y que transmita confianza en la
recuperación. A medida que avanza el proceso de recuperación, pueden
aparecer dudas o inquietudes sobre la enfermedad y puede ser
conveniente conocer medidas para evitar recaídas, como pueden ser
técnicas para manejar el estrés o aprender a reconocer precozmente
señales de alarma. La orientación o la psicoterapia se pueden realizar de
forma individual o en grupo.
 Ayuda práctica
También puede formar parte del tratamiento, en algunos casos, la ayuda
práctica para hacer frente a las dificultades del día a día. En todos los
centros de salud mental hay trabajadores sociales que pueden ayudar a
resolver problemas relacionados con la vuelta al trabajo o a los estudios,
el uso del tiempo libre, la vivienda, etc.
INIMPUTABILIDAD
Inimputabilidad es un término que se vincula a la condición de
inimputable. Un sujeto inimputable es aquel que no es responsable
penalmente de un ilícito que cometió ya que no está en condiciones de
comprender su accionar o las consecuencias de éste.
Por ejemplo: “El juez decretó la inimputabilidad del acusado después de
recibir el resultado de las pericias psicológicas”, “El abogado del asesino
busca conseguir que se declare la inimputabilidad de su defendido”, “La
inimputabilidad no corresponde en este caso, ya que el acusado es
conciente de lo que hizo”.
El concepto de inimputabilidad acarrea otra noción: imputabilidad. La
imputabilidad implica que una persona entiende que su accionar afecta
los intereses de otros; por lo tanto, adapta su conducta a dicho
entendimiento. Si el individuo carece de esa comprensión, resulta
inimputable y, por lo tanto, no es penalmente responsable del daño que
causa.
La inimputabilidad puede decretarse por trastornos psicológicos o por
la falta de madurez (este último caso corresponde a los delitos
cometidos por niños). Al ser inimputable, el sujeto no sólo no tiene
responsabilidad penal sobre su comportamiento, sino que tampoco es
declarado culpable a nivel legal.
En concreto, podemos establecer que dentro del ámbito judicial se
establecen cuatro causas fundamentales para declarar la
inimputabilidad de una persona:
o Minoría de edad. Así, en el código penal español, se
establece que sólo a los mayores de 16 años se les puede
exigir responsabilidades penales por los hechos que han
cometido.
o Enajenación mental. Dentro de este grupo se encuentran la
psicosis, la oligofrenia o la debilidad mental, entre otras.
o Alternaciones en la percepción. Para que alguien goce de
inimputabilidad basándose en aquellas, se exige que las
mismas que sufre aquel sean de nacimiento o desde la
infancia. No obstante, es imprescindible que afecten de
manera grave a lo que es la percepción de la realidad.
o Trastorno mental transitorio. Con este término se hace
referencia a lo que sería la perturbación de las facultades
mentales que un individuo experimenta en un momento
determinado y durante un corto periodo de tiempo. Se
diferencia de la enajenación porque esta es permanente y él
no, él es pasajero.
Puede decirse, por lo tanto, que la inimputabilidad es una circunstancia
que exime a alguien de su responsabilidad y culpabilidad en sus actos.
Supongamos que un hombre diagnosticado con esquizofrenia agrede a
otro y le causa una lesión cerebral. La víctima decide demandar al
agresor pero el juez, tras una pericia psicológica, advierte sobre su
condición de esquizofrénico y declara su inimputabilidad. De todos
modos, el magistrado ordena un tratamiento médico ya que considera
que el agresor es peligroso para la sociedad.
Además de todo lo expuesto, tendríamos que exponer que también se
puede hablar de semiimputabilidad. ¿Qué significa eso? Básicamente
que la persona en cuestión al llevar a cabo un delito determinado es
inimputable pero cuenta con una imputabilidad de tipo disminuida.
Los casos en los que aquella se hace presente se basan en situaciones
tales como embriaguez no frecuente, hacer actuado por estímulos que
hayan dado lugar a una obcecación o arrebato, que la persona sea menor
de 18 años y mayor de 16 años…

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