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Beneficios
Al apalancarse en el capital intelectual de las personas y usar los recursos disponibles con que
cuentan las empresas, uno de los principales beneficios del método Kaizen es el de lograr
grandes mejoras en los procesos con una inversión mínima.
Cómo implementarlo
Como ya lo habíamos mencionado anteriormente, el método Kaizen requiere principalmente del
compromiso de la dirección para lograrlo implementar en toda la organización y en cada una de sus
áreas.
Además de esto y la apertura al cambio que se requiere que haya en las organizaciones, existen
diferentes métodos que se pueden usar en las empresas para llevarlo a la práctica. Entre ellos el ciclo
PDCA (Plan, Do, Check y Act: Planear, Hacer, Comprobar y Actuar), es uno de los más conocidos.
A grandes rasgos consiste en plantear y poner a prueba una hipótesis a través de un experimento para
determinar su validez. Para entender mejor de que se trata a continuación mencionamos cada uno de
los pasos que comprende:
1. Planear
Partiendo de la situación actual de la empresa se debe determinar un objeto de mejora y al mismo
tiempo se deben plantear unos objetivos.
2. Hacer
De acuerdo al lo planteado en el primer punto, se deben establecer aquellas acciones que en teoría van
a permitir alcanzar los objetivos planteados y asimismo ponerlas en marcha.
3. Comprobar
Aquí se deben analizar los resultados obtenidos con la implementación de las acciones que se
determinaron en el anterior punto y contrastarlos con los datos que se tenían antes de poner en marcha
las acciones.
En otras palabras aquí se deben comprobar que se estén alcanzando los resultados esperados para
seguir con el siguiente punto o volver nuevamente al anterior para definir nuevas acciones que nos
permitan alcanzar los objetivos en caso que las que tomamos en primera instancia no hayan dado
resultado.
4. Actuar
Si efectivamente las acciones que tomamos lograron cumplir con los objetivos, acá debemos proceder
a estandarizarlas para lograr asentarlas dentro de los procesos. No obstante dado que se trata de un
proceso de mejora continua, cada acción o conjunto de nuevas acciones que se tomen dejarán campo
para pensar qué se puede hacer mejor la próxima vez. De esta manera el ciclo se vuelve a repetir hasta
reducir al mínimo o eliminar si es posible cualquier desperdicio o actividad innecesaria que no genere
valor dentro del proceso.
Todo lo anterior debe realizarse teniendo en cuenta que los cambios y las mejoras en los procesos
deben irse haciendo de forma leve y gradual.
En el momento en que pretendamos conseguir objetivos demasiado ambiciosos de la noche a la
mañana no sólo es poco probable que estemos poco preparados para conseguirlos sino que también
dejaremos de aplicar el famoso método.