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in 2013
http://archive.org/details/manifiestodelcOOunseguat
DEL CORONEL GUILLERMO PERKS
EX
DE
CENTPvO-^ABlERICA
EX
r ^
ti?
DEL
EJERCITO DE OPERACIONES
GUATEMALA
Jniijrui/a Mayor — Casa de í^orras
' "
¡828
E^:
KRR^TAS IMPOnTANTFA
2 Uluuia •
Teiueiit,e coronel Teiiii tite
10 3. del 7. tiel 17,
12 40. *• el 22. el 24.
14 .•Í3. en 3. _ en 2.
S 19, dia 5. di3 3.
15 (34. did 3. dia 4.
18 23. se,r comiprPüdidos se/' sorprenrlidos
23 37 )
Touiaa i uiJ*C baucta^o Ubaa
MANIFIESTO
DEL CORONEL GUILLERMO PERKS GEFE I>EL
hiri [iroHiicido tiii volniíi-íiiii sipanicion dtl mando rn gíTe de las In-
fizas de «sta RcpriMita Mi rnrazon, sin íml)ai'gc, ri>e ncusaiia f If r-
n 'mnite de fjiie no hahia llftiado UkIhs las )l)li_!j.acioiies, (¡uc me
imponen el honnr. y mi ardiciitp afihelo pnr la glciria y prospe-
ridad de o«ta N;ui«)n, si «n ni:Ueiia de tanta imporiiinria dfjá.-e
dr presentar tiulos los herho», lalcs romo son en si, para que los
liomhres reflctsivos puedan foruiar un juicio seguro, y apaiczra nii
roiidneta, á la fu'/ di universo, tan pina como el «"jro «iiíleri-
I
2
«iempre fue Tn mísmai negafiva.
Sobrevinieron á poco tiempo 'oí flcontpcímíentos (?e S^nta
An^, y al rcciljir^e ia noticia cIp que ti cjérriLO estaba en reti-
rada acia esta capital, el supremo gobierno fodrral me invió en
22 de diciembre, el nonbramiento de coronel, gffe del Estado
mayor. Penetra en seguida hasta Zicapa una columna enemiga al
mando de Rnmon P icheco, y se me dió orden de maichar sobre
él, y de establecer al coronel Perdomo, en Chiquimula. Salí con
este objeto de esta capital en 6 de enero, coi) el 2.o Batallón
He patriotas y 50. caballos de la milicia activa. Es público y
rotorio que este batallón marcho en un estado de rebelión, tal,
íjue fue preciso acuchillar á la 4.a compañia para que can)inaseí
e.-tos sollados nunca hablan roto un cartucho: era una fue rza apa-
rente la que se me daba: pero yo supe entusiasmarla, y marciiar
con ella sobre el enemigo. El dia precedente al de mi salida d«
fsta capital se habia conferido el mando del 2.» batallón de pa-
triotas ai teniente coronel Carlos Salazar; á causa de que el te-
niente coronel Pilona, que lo ootenia, habia solicitado, en el má-
menlo mas crítico, (es decir cuando el ejército estaba reculado en
los muros de la capital ) una licencia por dos meses para pasar
á Quezaltenango; y á cuya pretensión se accedió al momento, por
que vi coronel Irisarri comandante general del Estado, inforii ó al
gobierno, á presencia mia, la ¡lora aptitud militar de Pilona, y-
que el ref rilo 2. o batallón estaría mejor en manos de Salazar.
Tales fueron las prmieras noticias é impresiones que yo
recibí á cerca de estos dos militares, de la boca de su gf te im-
mediato: a^i que cuando sobrevino la espedicion de Chiíjuimulai
,
t5
hoTíbrescon ñnn pieza de artillprÍT en Chirrinlnpa. Este último es-
tremo confirmo por otros varios avisos' que recibí en aquella tanie
se
sin mas diferencia que la de no mencionar ja pieza de artillería;
pero me anadian (jue esperaban ser reforzados en la misma no-
che.
Esta confrontación de noticias, y las detenidas obfervario-
res hice sobre algunas parlicularidades del parte del geíe
q^jc
pacheco í» su genera!, me hicieron sospechar, que este parte po-
dría ser una estratag^^ na. ó ardid, para que cayendo en mis ma-
nos formase yo un concepto herróneo de su fuerza, situación y de-
signios, y mis planes fuesen en desconcierto. En tal estado, y sin
perder de vista el numero y calidad de las tropas que estaban á
mis órdenes, resolví hacer al dia siguiente un fuerte reconocimi-
ento sobre el enemigo apostado en Chiquiuuila, y en aquella ma-
drugada emprendí mi marcha con una columna compuesta de las
compañías de granaderos y cazadores, y 4.a de fusileros, 6 cargas
de pertrecho, y toda la caballería para Chimalapa; quedando en
la plaza á las órdenes del teniente coronel Carlos Za lazar, el par-
que, tres compañías del 2. o de paliioías, y el destacamento del
batallón de Chiciuimula. Quise que este reconocimiento sobre 1 <
vos de q'ie el grueso de las tropas ei¡f migas ecsistr rites en Zaca-
jii, se hallaba m
la cuesta de Piíapia distante euatio leguas de
fci.in E>ievan.
d<" patriotas que con») d je antes ha ola salid > de esta cipital ea
un estado de rr*velioti solicitó en a.|U acl() ri^etuplazar á la com-
I
Buiívitc ut-i .0> G^íe üci Estado loó ticapachub de capiiaiicá para
51
%n "TiPiiÍPíffipfl T^toTí»?, Je Tsyuc^nttí mayor pa-
y Comnílanoí y el
rí» el sr. Bci<;ldrreclie;
y que •^e
espidifseii los despachos p;ira
los de:Tias oficiales que no los tenian, pues era urgente que orsis-
tiesen en su podtT estos documentos antes de marchar á campa-
ña. Intervino eti este negocio el secretario Corduva, y nada se
ron«iguió, aunque el mism.j gofe del E^ta(io me aseguró que los
despachos de los srüores Monge y Cornollanos estaban espedidos:
pero el hecho cierto es que llegaron sin eiJos á Jalpalí»gua.
T mliien Nolicité del mismo gefe q^ e diese su orcleti para
que se incorporasen en el batallón los individuos de el (jue se
l.,illiib;in en el dcpo>ito. puesto que serian reemplazados por lo»
(|iie qneriiban enfiiníoti. por resultas de la es|)pdicion de C'hiqui-
niiih; á mi presf-ncia se dio la orden al secretario ('ordova, pi ro
tilda se hi7,o. Ki ini-mo re^ultaiío tuvo instancia <|ue hize
otra
pirn que ^e diesm del almacén los taliees y caiies que faltaban
¿ vario-i individuo^: á mi [)rpsenria se dio la orden al secretario
C ordova y t.jmbien f|uedó sin ef-='Cto.
t;il!
y por nuiyoi gracia. haMíu d( yo bi ccici.d liii'i.iii, «n ln rhs.
riia tardo, en el c< rrtdor de fifilbíio, tibie lo n'i¡< lo c,»je h&l la
dispara ludo y enrrcdado por la m; faiía ti sfcrttcirio. me dijo: es
espíritu maligno,
Llegó en la misma tarde d( 7 al ruiinel errifral el teni-
1
V( ler.ino*, los cuales debían conocer, por que esto ern muy obio,
que las tales órdenes no teman por objeto el instruirlos. Sobre
lodo yo no hice mas que cunqilir las órdenes del Gibierno.
Cansado al fin de encontrar á cada paso, contradicciones, dis-
gustos, V pruebas inequívocas de desconfianza, me resolví á dejar
el mando del y dirigí al efecto al coronel írrisaii la noia
ejército,
«pie • {docuineuto número 17 N exponiendo en ella mi
comprende el
iiiieyícwn de dejar el víanlo á las doce dd día. y de regresar á
la capital en la misma tarde: Dirigí dicha nota al coronel Irisa ni
p.tra saber si estaba llano á encargarse del ntando del exéicito,
}jueá en ei caso de escusarse, lema que dejar el cai^o al áeíor
M")-»sl IVfTi^ítír porsef el cnmnr^} m-í? antlgiio, que tTim''iÍpa
po ln ne^'ir'íe á i ! rritirlo, alegirxl> la inciTipatib li Jad del mando
directo de Icis tro)i3, con su empleo de laspector General, y yo
qjeria teiíer es.>3J^t^ el ca.nini"» para la dimisión sin que se
p-TJn ücase el sp''v'í::ío. E «e^ui l.i dispuse que un
i oficial y
25 divi^ones federales viniesen á tomar mis órdenes, pvies
era mi int^nni'i .jae ía
i mil;* J de esta fuerza pasase inme-
diatamente al Onttnrío para servirme de escolta, ios cuales lle-
vando ru:itro horas de anticipación á mi salida del cuartel General,
estarían, cuando yo lle.^ase al Oratorio en disposición de seguir
conmigo á Cuijuiiqnilapa desde cuyo punto seguiría yo, con solo
mi comitiva á la capital.
A poco ralo de haber íliritri lo la espresada nota al coronel
1 isarri recibí un papel del coroin Domínguez en que me avi-
1
stiilen un hecho, un soira paso mió. (pie se haya apartado del ¡n-
lercs general de la República, y en jiaiticular de la d( feii?a drl
E-tado de Gu;ileniala.
Que fui puerto á la cabeza del Exírrito por el Señor Presidente
es un hecho cierto, como que al mismo competía esclusivamente
htcer esta «lección; pero también es cierto, notorio é imludabie,
f|Uf la mi>ma elección tuvo su origen en las solicitaciones y deseos
r teredos (pie niaitife<ló el Señ'T Aycinena y todo el Gobierno
del Eátado; y la unidad de deseos y de couüauza ijue vi en lo8
SI
in-livi(J(ins f!e am^^io'; (^oKíprnos, fueron !a eaúsa de qué me íe«
gí :li«'sp á toavar á mi caij^o y bajo mi re.s|)on'-abilidad, el niaml»
d '1 Kxércit') en circtuistancias lan etnineiíteinetile dificiles. Tam-
bién diré, que ningiio otro que el Señor Pre-idente hubiera j)0-
dioo veocrr mi repuíijnan'^.ia á tomar el mando en G<"fp: mi am-
bición y mi-í deseos se limitaban a servir á la Repúlilica come*
Gefe del Estado mayoi- al lado del Señor Frrsidente, quien yo
qw;M'ia que conservase el mando del Kxército; |)ero esto no fué
p()><ible: se fij;íron en mi las esperanzas de todos: yo me ?etiii
capiz de corresponder á e las y á la confianza que me disper>.
eaban y contraje todas mi> fuerzas á objeto tan grandioso.
Es otra talsed id que yo e>taba rodeado de salvadorf^ños piif»
los oficiales de mi Estado tnayor eran, el teniente coronel Cas-
f !lo natural de S m
Silvador; el capitán H' rnandez. mexicano^
el capitán Ka^i. español: el ca|)itan Ubau, Leonés: el teniente
Villaseñor. Guatemalteco; y el teniente Orellana de Q.iesaltenan^o.
Pi'ro aun en la hipote'^i de que todos estos individuos hubieran
sido naturales de San Salvador ¿ no sería una infamia reputar f)or
sospechosos, á unos hombres que están haciendo la guerra cor»
entusiasmo en favor de la federación, por que hubiesen nacido en
San Salvador? ¿i?ío es este el medio mas propio para hacer descon-
tento* ? ¿ Hay acaso quien ignore que dentro de San Salvador han
existido dos partidos, el uno aspirando al triunfo de la causa que
Bo-tiene Guatemala, y el otro por la inversa? ¿Y no v( r»
tolos los quf no son ciegos, que dentro del mismo Guatemala
existe la misma diver-^idal de opiniones.' ¿ i>e ¡iretende hacer la
guerra á todos los que no han n;-cido en este suelo? ¡Oh, no! tfcta
idea, si acaso la abriij;a ( í^r ñor Granados, lienf [)or fortuna muy
1
rcjjrimir,
Kii fl cniíflicto rn p. iiini mi opinión las imposturas que
(|un
contra ella .se no puduudu ni d( lüf ndo iraníjuilizainie
(.s|iar(ian,
Clin las '«fguii lndf> quo teni,4 de (|np tanto «'I Gonicrno Siipiemo
federal, el del H-iado estaltati sati.>-ie' hos de mi buen compoita-
niie[ito; y considerando (pie el primero no tenia fuerzas para dcsa-
Í;rahiarme, y que el secundo, ni lo inti litaba ni trataba de que
a opinión púl>li( a se fi¡ i^p en favor de mi inocencia, dejándome
esnue>i(i á iioiihos y v.jariones, tn« resolví á publicar todo lo
O' uirido en el diario de e>la riudad, y con este fin clirijí k ^ii
E litor con fecha ibl 13. la nota {iJueimunto 7vim. 1.*) el cual
^e pre.iló á in^ciiar s docunienlos que k remiif y esto pu-
t
jusio ni título, ni razoii fun la Ii. pn-len 'ian intervenir eti lodo, y que
\ o los di-.pen^a»e una co 'fi\nza 'ja-' no mi* raorec ian, y c^ue los
II uñase á cada pa^o ptra dulcs <:iiei.ila de mis oporacionc.s y
p UM proceder con el acuord de elloa: esto no era compatible >
estar afectado pfív ninguno de el'fs. y í-in ll< var en nsi ahn:» mas
«ilijcto q\ie el de dai' la paz á la jt d'^ir;* por ntdio de las ite-
;
d<l pais; Osla variedad de opinión e^lá bien patenie en las pro-
din (iones de los gefes di eiército alzados coi tra mi: y la mayor
I
sería castigada con el ri^or ile las leye.-», y psta confesión de los
gefes ba-iai'ia pira eonvencerl is de cruninales.
La proposición sin embargo, es notoriamente falsa por que
yo deje el mando de mi propia voluntad, y sobre este punto pue-
den testifiear el respetable coronel Héctor Had, y los señores Fran»
cisco Young, y Carlos Herring: estos dos son naturales de L()n-
(Ifts, sugptos dignos d" t xla coisiileraci n, y que presenciaron to-
do cuanto ocurrió r^n Jalpitaguaen el día 9 ¿Pero que pruevas
mas ex-aclas pueden presentarse, que las q le resullan de ios p.ir-
les del coronel Irisarri al gobierno ? Recordemos á este propo-
sito algunas de las clausulas de estos pirtes. \ las 7 de la ma-
ñana del mis no dia 9 e dije al coron*>l Domínd;uez mi resolu-
ción de dejar el mindo: á las 9 pa<é al coronel Irisarri la nota
Conprehendida en el { Doumento immtro 17) y á las 11 se fire-
setitaron los gcfes en mi alojamiento con la pretensión de la liber-
Guillermo Perks.
DOCUMENTOS.
Num. 1.°
Señor E'lilor del Diaiio — Muy
Señor mió: deseoso de
t\ne el público se imponga de las causas que han motivado mi
«f paracion dol mando del Exéicito do operaciones que al S. V. E.
federal me Inhia confiado. ¡-u|)iico á U. tenga la bondad de in-
sertar en su Dmrio mis contestaciones con el General Merino, la
óiden general del 9 y el parle que he dado á la secrelaiía de
la guerra.
Hasta hoy se ha guardado silencio sobre un acontecimiento
que visto con imparcialidad, es tan grave que puede producir
tales consecuencias que no es fiícil calcularlas. Pero mi honor
ultrajado por algunas hablillas que malit iosamente se hacen cor-
rer, por personas cuyo carácter constituyen la iin|)ostura y la mas
licgra malicia, me hace comparecer ante el público, pubücanda
los hechos, tales como han sido, y preseniando & la República
Cillera mis comunicar iones con el General M rino para que juz-
guen por ellas los pueblos, si se me puede ati'ibuir la nota de
traidor, con la (pie ha (|uerido la perfidia de ciertas personas, co-
honoítar mi separación del Exército que no ha tenido otro motivo
í|ue el no habi-r encontrado en nií, la mas peqtieña cooperacioa
i.ui\ sus intrigas y siniestras pretensiones.
De tni propia voluntad dejé el mando del Exército, y con
una escolta que yo habia exiji lo. regresé lil)rciiicnto á la catñtalj
no cu calidad de [ireso, como algunos miserables han tenido la
osailia de esparcir en el ¡público. No hay poder humano que [)ueda
acusar mí conducta: en mi pecho no cabe la perfidia, no cabe
la traición, n) cabe la intiíga. Soy soldailo y el hínior ha sida
siempre mi divi.-a: ha llegado el dia en que señale á la venganza
J<úlj|ica los asesinos de la patria.
Tengo el honor Ciudadano Editor de ser 8U mas atento y
seguro servidor. G. Pir/ca.
N. 2.
Del Comandante en gefe de la división de la derecha-
Ciudadano General en gefe del Exército protector de la Ley—
^cabo de aprender un correo que dirigió el derrotero ó cordillera
que adjunto acompaño Por él se manifiesta que el enemigo pa-
fece trata de caer sobre nosotros, y auiicjue yo no creo dicho
derrotero, y menos que se hallfii en estado de poder disponeif
de tanta gente, voy á tomar las providencias que las circunsian-^
cías me dicta , no solo yari¿ evúai' uua dtiigla, tikio Uaibien
para asegurar los ínfereses que tpngfo em%ar»ac!os. La gran (Tis-
tancia á que U. se halla con el Exército bien puede animar
aquel á caer sobre mí, con la mayor parte de su fue za, sin que
1
U. en el panto que ncuj)a pueda favorecerme en nada, esto me
fuerza á proponer íi U. y repel'r lo que dige en mi anterior
•y es que mientras convenga tener ocupado este deparf^mento por
los recursos que puede subministrar, es de nece^i lad que á lo
menos l;i banguardia de su Exérr ito abance á ocupar la venta-
josa posición del pueblo de los Ladrones, pues aun para que im-
estra correspondencia sea mas pronta y continua, es muy conve-
riente esta medida. Iü que sin duda obligará al enemigo á no
moverse de su madriguera ni por un lado ni por otro. E>te acae-
cimiento me ha [luesto en el compromiso de suspender y detener
las partiJas de caballeria é infantería que despachaba á varii-s
puntos del departaiiienio ala a[)rensiorí de caballos, muías y otros
efectos para remitir á U. Vuelvo á sujilicar á U. se sirva adoptar
esta medida propuesta, ú de lo conti-ctrio mandarme el auxilio ea
que el enemigo me pondrá sin duda, si V. se e>tá quieto en
la necesidad de desear. D U, L. Quartel general en Zucapa,
Enero 10 de 1328. Ramón Pacheco.
N. 3.
Guillermo Perks Coronel, Gefe del Estado Blayor General de
el ejército f<'deral de Centro- améiica y Comandante General üe
la división de Chicjuimula — Por cuanto el flestrozo que han su-
frido los intereses del comercio en el presente mes al ser tomados
por el enemigo, recobrados por nuestra fm rza v vueltos á abar»-
donar en el cam[)0 en las inmediaciones de el Pueblo de S. Es-
teban, es un mal que debe procurarse minorar poi- todos los me.
dios posibles* considerando que es un deshonor para los fujeblos
de Chi fuiraula que los intereses del camercio no se devuelvan por
cualquiera que los haya ocultado, aunque sea con el loable fin de
sub>traherlos á las investigaciones del enemigo; y sabedor en fin
de que hay muchos efectos esparcidos en estos pueblos he d¡s{)uesio:
1. ^ Toda persona de cualquiera clase y profe-^ion que fuere,
que tenga efectos de los que se han robado en S. Esteban, bien
los haya conjprado ó adquirido de otra manera los presentará al
Alcalde 1 ° de esta ciudad, quien llevará cuent
. i
y razón de eílo*
poniéndolos en deposito seguro hasta que el Gobierno disponga
lo conveniente.
2. ° Toda persona que ten^a cajone.s, ó cualquiera clase de
tercios pertenecientes á el comercio, los presentará al Alcalde
quiet) tomando sus marcas y números los pondrá €a deposito cauiO
los efectos comprendidos en el artículo i, ^
—
S. ®Tor!a
ppríftra que sepa (íonde hay efectos pfrtenecienlee
sT rrirrxrcio escnndidos, dípc-itados y de cualquiera otra suerte
bif-n hayan sido ocultados por los nuestros para librarlos del ene-
migo, bien por este para otros fines, dará parte al Alcalde para
<juc ton)e las pinvidt ncias convenicntt 8.
4.° Todos los efectos de que se ha hecho n¡érito deberán
pregrniar'^e al juez ordinario dtiilro del pírenloiio léroiino de
tres di:is contados desde hoy.
5.® Las personas que apesar de este bando ocultiren efectos
robados serán ccndenados si son hombrea. 6 la peí a qur seji;un
las leyes coi res|](indf' á los ladrón* s úlilicos, y si mugcres á la
j
N. 6,
Ministerio de guerra y marina — Al Coronel Guillermo Perks
Comandante de división de Chiquimula. Cuando el S. G. con-
la
fió á U. el mmdo
de ¡a división que marchó á protee;er el de-
partamento de Chiquimula contra las fuerzas invasoras que lo
hablan ocupado, nunca dudé <jue el éxsito spiía conforme á sus
deseos. Asi lo confirma la nota de U. fecha 28 del prcsiiite, en
ciue dá parte del resultado de aquella espedicion, y por ello el
Presidente de la República me ordena dar las gracias en su nom-
bre manifestándole que su actividad y buen desemj)eilo han llenado
su esperanza. Reápecto de los demás [;untos Cjue comprende su
rspresada nota, se ha comunicado al Gobierno de Guatemala para
íjue en su vista él obre como corresponda. Tengo el honor de
©frecer á U. los sentimientos de mi consideración. D. U. L.
Palacio nacional de Guatemala Enero 28 de 1828 Manuel Sea,
N. 7.
Sr. D_v. G,
Pcrks —
Mi querido amigo. Que sea ü. muy
Vien' venido Señor General. Sabia yo esta mañana que lo icn-
driamos aqui del 27 al 28 y hace poco me dijeron de su lle-
gada y de (¡ue seguidamente habia ido al campo á verse con el
Presidente. Yo contando con que viniese el día que fijaba en sus
comunicaciones me prometía el honor de salir á recibirlo al ca-
mino. Mañana tendré el gusto de pasar á saludarlo en su casa;
y mientras reciba U. un mdlon de gracias por sus excelentes
disposiciones en el departamento de Chiquimula, y el bien que
ha hecho á la patria abriendo un camino de salvación. Soy conio
siempre su apasionado y fiel aioi¿o J\U de Jli^cintnu £i 25 de —
enero á las 8 de la noche.
err pirrafi de mi rarfr» oficial del G del qae ria:f Tía sido m?i\
Ti (hut.ido y debe entenderse en este sentido " El Supremo (Jo
„ bierno de la federación tratando de estiiblecer una paz sóIicJa
„ y "«in ofender á nadie debia guardar las fronteras del Estado
,. de Guatemala á L-uyo efecto se ha situado el exeicito fedeiid
,, en el pueblo de idlpata^ua. " Me ha parecido necesaria esta
explicación, y la hago á U para evitar cualquiera otra interpre-
-t<j<-ioii en un asunto miiortante. —
H >y he tuesto en libertada los
prisioneros comprendidos en la adjunta lista y los he hecho mar-
char rodcitiilo por Yupiltepeque en donde sé estar los i)ertene'-
tientes al ejército federal (|ue conduce una partida de ese Estado.
H" escrito al oficial que la manda con el objet j de que los ponga
n libtTt.id, cowio se ha convenido, advirliendule que los Doctores
Ali ndez y Alcayaga llegarán hoy ó mañana á aquel Pueblo como
me aniMí ia el S. G. y que el ex-gt fe de Honduras C. Dionisio
íl'rrera ha sido puesio en libertiul como dispuso el mismo G.
«n 18 ílel pasado.— Tengo el honor Señor general de reiterar á
U. las mas sifieeras protestas de mi aprecio y consideración.
D. U, L. Cuartel general en Jdpaingua febrero 7 de 1828. G\ PtrkF^
N. M.
Estado dtl Salvador.— Ejercito protector de la ley. Divi-ion
de operaciones.— Cuartel general en Ahuachapam á 7 de febrero
de 18-2C.— Al general de las armas de Guatemala.— Señor general;
Eu áO de enero inmediato despaché con pliegos á uno de n)Í9
Ayudnnies de caiiqjo cerca del ejecniivo fedend, y del gobi^rncji-
del Estado de Guatemala.- Sin recibirlo las comunicaciones se le
landó regresar para este cuaitrl general; y he aiqui la causa
"por (|UP ahora me dirijo fi participar á U. una noticia muy im''
}¡)ortvinte para que se sirva ponerla en conocimiento de ambo*
poderes. Eiv cuatro del presente se me ha d«do [)arte de Sonsos
nale de haber llegado un bergantín Español armado en corso
gnn 18 callones de 1í2 |)roceJcnte de Gibrallar, y de habci'se lie»
ado prisionera á la' goleln Serpierte anclada en Arajutla oon sU
tl'iiiulacioii, y parle del cargamento, después de haber apresada
•II Conchagua á la Figurroa que conduela para el Sur mas de dociH
eiitos teicio.s de añil. Este incidente tan no esperado, debe pa-'
ftilizar el cornercio en todos los puertos de la República, y poip
*u[)UP5lD seniiiá consecuencias de gran tamaño. Centro amerií'a^
tal vez por fortuna, no habi;^ esperimentado desde el pronuncia-.
miento de su independencia la guerra rjue han sufrido poír parte
ilf los españoles Itts demás re|)uhUcas del continienle. Comienzai
pue.«. desde este dia á ser el objeto de su rapacidad; y sin tfnep'
uu BiJí-yie cua. cj^e opoüciv 1 sus asaltos, se vtrá muy en»- bttve*'
>
'
I, de lé2S.—Munii(l de Z^a.
N. 17.
Estado IVItyor General. —
a Sección. I —
Despacho de corres-
pondencia— Nún. 4 —
El Coronel Guillermo Fciks. Gefe del Es-
tado mayor de las fuerzas Republicanas de Cetitro-Ametica; y Ge-
neral en Gífe del Ejército de operaciones. —
Al Sr. Coronel Co-
ipandante General de la 1 a división de infantería y 2.° Coman-
dante en Gefe del Ejército. —
No queriend'o por mas tienipo lomac
á mi cargo la responsabildad y dirección de un Ejército en que
á cada paso se embarazan mis disposiciones, he resuelto el dejar
el mando, y en esta inteligencia daré hoy á las doce, la orden
para que se reconosca á U Sr. Coronel |)or Comandante Gene-
ral del Ejérciio de operaciones, Ínterin el Supremo Gobierno fe-
deral disponga lo que tenga por conveniente, pues esta larde re-
greso á la capital. —
Sirvase U. Sr. Comandante General aceptar
las protestas de mi aprecio y respetos. L). U. L. Cuaitcl General de
Jalpatagua 9. de febrero de 1828 á las 9. de la mañana. —
G, Park.t,
N. 18.
Ejército Orden general del 9. de fe-
federal de operaciones.
lirero. En de la poca confianza que he logrado inspiíap
vi-ta
á los SS. Gcff s de los Cuerj)0s del Estado de Guatemala, y no
puJien lo por mas tiempo llevar el peso enorme de U dirección
del ejéi-í-ito de operaciones he resuelto dejar el mando, y en conr.
secuencia se jecoiiocciá ^jot Geaeial en gefe úA ej.éigit<ü ai Cüv«i*
—
ncl Antonio José de Tri«nrri Comanrlnnte gmeral tfe Ta primara,
división Je infantería, inteiíii que ti Supremo Gobierno de la fe-
deracio» haya disjjuesto lo que mas convenga al bien del ser-
virio. — Al el General en gete
despedirse del ejóiTilo no puede
menos de conocer la satisfacción que ha tenido en ver la
d-.tr á
buena disposición y disci|)lina de las Hopas, dándolas ni mismo
tiempo la'^ gracias por el buen écsito de las operaciones dicladas
hasta el día. G. Perks.
N. 19.
Señor Coronel Gefe del Estado Mayor Guillermo Perks. •
„-<ra«. Tíll vez^an llamaílo lis fufrzT? flf> Hondaras. y Pn fin yo-
lero') qjp pasauo dia 13, -i no haií ouviail» sus a^oiite». y andan
el
,,. coii piete.stos debe U balidos, y quien dá luego ilá dos veres,
,,- Ha reribi lo la atJi'ocribie d-? U. d» I 6. celelii-an lo h ocntiacioa
,. d'- Jal;)aiagiia. yb'ieans notas que ha pagado
las U. á Merino,
,, (]e quien he rerihido una espe* ie de pasaporte, ó rana cerrada
,.en que acusa á U de haber abierto el pliego que yo dirijia de
, esta A a nblé i; no da )'i ü. que ios ene nigos nos Iralan Je enre-
„ddr de todas maneras."
N 22.
S^ñor coronel Guillermo Perks —
Guaiemah febrero 10. á las
7 de la noche. ?»ii —
íjueri lo atni^o y >eilor. De-pues (|ue inbe —
el gusto e.-vla mañana de leibir la muy apreciable de U. del 7.
me ha '<ido en esir aio pesaroso el e iie i.ier las de>ai;radables
ocurrencias del 9 —
-D ay instrucciones á Jmn Pavón para que se
demoren UlJ. en es garita mientras me itnoongo de las comuni-
i
Sf 1 interventor un gr te i-uelln.
y qu. no pertenezca á la irinniaarma;
p'i lo haber en él eq ivocacionj ni nuli' ia. El 9 á las seis <le
la niuKina di bia cmen/.ar la revista v á las si. te se pie.s'iió
ti coronel Vicente D-iminíiuez, r'"|>rcs ,'litando á nombre de los ge-
fis de iiifanteria la injn-iicia del no ubraíniomo leí Si. M^ralfs, eii
¿tlencion á (pie era t;radn;ido snlaiuente. Yo csl.iba dispuesto á
C|iie iniervinie.se en tO'lo el Exéicito el coronel Msarrr. Pero
cu.indo el coronel D>iinÍMi;'iez me dijo, que los gefjs creian que
el nonibraiuiínto de Morales, lo mis no que las órdenes cpie sé
dallan contri los }r«fes citan lole^ 1 o 'denaaza era obia todo, del
1
j r el mando del exér ilo para no tr.itar con hombres que que»
HUÍ darme la h y. y no eran dignos de ser mandados por «ti
unlilar de honor A la mi'dia hoia de este suceso recibí un
papel del coronel Di^iningucz. en (|ue me abisaba que su divi-
6ion estaba formada, prc)nta á pasar revista; pero ciue esperaba
id intervenior: le comesié con el ayudante Tomas Tovar, que ea
ai|uel momento iba un ayudante de campo á hacer venir al in-
te rventor, y rpie entre tanto se mantuviere formada la tropa. N»
obstante esto él la mandó retirar y [)oner las guardias pues en»
tialiade servicio la división.
El interventor se presentó, mandarle que fuese á re-
y rd
vistar la segunda «livision, me dan haberse retirado de
parte de
óidon del coronel D^ningurz. Yo que vi que e-candalosatnente
se desobelecia una órJen formal y que el Sr. Dominguez. órga-
no de la voluntad de cuatro ó seis hombres era el sujeto á
cjnien estos hablan escogido para que se pusiese á la cabeza del
jiotido, resolví emviarlo á e«ia corte en calidad de arrestado
|)ura que die.-Ne cuenta al S. G de su conducta.
Loa gefcó,. eu vez de hallarse á la cabeza de sus cueipos
estaban en nna junta Df'^i'^Ü !a por el coronel Irisarri; no en
Cotiversacion, no con el fin d^' hacer un reclamo, si no con el
de ir reunidos á solicitar de nií, condescendencias que nunca las
hubieran obtenido.
E-tanda f)ara marchar á su destino el coronel Domínguez
se presenta á mi puerta el coronel Irisarri seguido de los señores
Miitufires, Aycinena José Vicente G ircia Granados, Vigíl y los
demás gefes del exército esceptuando unos pocos. Hainendoles
yo preguntado qué se ofrecía, me respondió el coronel Manuel
Montufar: la libertad del coronel D)minguez, á que contesté, que
de ninguna manera, que él mar haba á Guatemala; pues no mar-
chará repiiíO el mísm") seiíor M >n tufar y yo volví á contestar
con firnezi. qie él mirrharia también con D)nin:;uez: á e^to
guirló silencio el sen ir M lUifar; p^ro el sen ir Irisarri repuso:
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