Canto a quien surte mi vida de patria, a quien me ciñe la espada de la
armonía y tremola para mí el triunfo de los que han llorado y las que han llorado. Brindo por aquel y aquella fuente humana de sabiduría derrumbando gigantes y gigantas de iniquidad de ignorancia, por quien con su abrir senderos siempre me está señalando el de las enterezas, tolerancias y los que se recorren con la resonancia de la altura y en cada recodo, en cada recoveco encuentro hadas y hados propicios que arman al pueblo conmigo de utopías engendradas en su Vientre de Justicia. Brindo, canto, saludo a quien poseyendo todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento, el aliento, yergue toda su figura y nos vaticina desde sus sueños, todos frondosos, la semejanza, la igualdad entre tú, ella, él, yo. Seguiré cantando para quien entregó todo en su mejor arenga, la de construir, desatando propicios vientos al velamen del pueblo inflando la bandera de historia de gritos. Él expone descubierto todo su pecho antes quienes babean su horrible vivir muertos, y pululan entre blasfemias, sin honor, sensibilidad, virtud, ni amor. Brindo y canto por quien me reveló Jesúscristiano dialéctico, Bolivariano de raíz profundizándose y profundizadora, Venezolano, Venezolana Revisándome, Rectificándome, Reimpulsándome.