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Calentamiento de los mares.

a medida que el cambio climático ha generado el calentamiento la Tierra, los


océanos han respondido con mayor lentitud que los entornos terrestres. Sin
embargo, las investigaciones científicas han descubierto que los ecosistemas
marinos pueden ser mucho más sensibles incluso al más mínimo cambio en las
temperaturas

Quizás, el organismo marino más vulnerable al cambio en las temperaturas es el


coral. Hay pruebas de que el blanqueo de los arrecifes (la pérdida de sus algas
simbióticas) se produce incluso con el más mínimo aumento persistente de las
temperaturas. El blanqueo ralentiza el crecimiento de los corales, los hace más
propensos a contraer enfermedades y puede causar la extinción masiva de los
arrecifes.

A lo largo del siglo pasado, el calentamiento global ocasionado por las actividades
humanas que emiten dióxido de carbono, un gas que atrapa el calor, ha generado
un aumento aproximado de 0,6 °C en la temperatura media del planeta. En los
océanos, este cambio ha sido de aproximadamente tan solo 0,1 °C. Este
calentamiento se ha producido desde la superficie hasta una profundidad de
alrededor de 700 metros

Como detener el calentamiento de los mares.

La única forma de disminuir la temperatura de los océanos es reducir


notablemente nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo,
aunque reduzcamos de forma inmediata las emisiones de dióxido de carbono a
cero, los gases que ya hemos liberado a la atmósfera tardarían años en disiparse.

ACIDIFICACION DE LOS OCEANOS


La acidificación del océano es el nombre dado al descenso en curso del pH de los
océanos de la Tierra, causado por la absorción de dióxido de carbono
antropogénico desde la atmósfera. Desde que se tienen registros, antes de la
revolución industrial, entre 1751 y 1994 el pH marino ha pasado de 8,179 a 8,104.
Puede parecer un cambio pequeño pero hay que tener en cuenta que el pH es una
escala logarítmica y ese cambio supone un aumento del 30% de la concentración
media de protones en el agua marina.

La causa de la presente acidificación de las aguas es uno de los efectos del


aumento de emisiones de gases de efecto invernadero, concretamente, del CO2.
De forma natural y como parte del ciclo del carbono, el océano actúa como
sumidero para torno al 25-30% del CO2. Este efecto es a priori positivo ya que
reduce la intensidad del cambio climático, pero parece que nada sale gratis en la
naturaleza. El dióxido de Carbono se disuelve en el océano y provoca un aumento
de la acidez del mismo al combinarse con agua para formar ácido carbónico que
se ioniza parcialmente en protones e iones bicarbonato.

Parece ser el de la reducción de la calcificación.

La presencia de mayor cantidad de iones bicarbonato en disolución hace que la


solubilidad del carbonato calcio (CaCO3) aumente, dificultando el que los
organismos marinos conserven sus conchas calcáreas nuevas. Esto tiene un
efecto particularmente notable sobre la fauna marina, en particular sobre la que
requiere de esta sustancia para fabricar sus conchas, cáscaras, exoesqueletos y
demás estructuras protectoras o de soporte. Las especies más afectadas de forma
directa pertenecen a los siguientes grupos: corales, moluscos, crustáceos,

Calentamiento global

Los glaciares se están derritiendo, el nivel del mar aumenta, las selvas se están
secando y la fauna y la flora lucha para seguir este ritmo. Cada vez es más
evidente que los humanos han causado la mayor parte del calentamiento del siglo
pasado, mediante la emisión de gases que retienen el calor, para potenciar
nuestra vida moderna. Llamamos gases de invernadero y sus niveles son cada
vez más altos, ahora y en los últimos 65.000 años.

Se le denomina al resultado calentamiento global pero está provocando una serie


de cambios en el clima de la Tierra o patrones meteorológicos a largo plazo que
varían según el lugar. Conforme la Tierra gira cada día, este nuevo calor gira a su
vez recogiendo la humedad de los océanos, aumentando aquí y asentándose allá.
Está cambiando el ritmo del clima al que todos los seres vivos nos hemos
acostumbrado.

Los científicos a menudo utilizan el término “cambio climático” en lugar de


calentamiento global. Esto es porque, dado que la temperatura media de la Tierra
aumenta, los vientos y las corrientes oceánicas mueven el calor alrededor del
globo de modo que pueden enfriar algunas zonas, calentar otras y cambiar la
cantidad de lluvia y de nieve que cae. Como resultado, el clima cambia de manera
diferente en diferentes áreas

El “efecto invernadero” es el calentamiento que se produce cuando ciertos gases


de la atmósfera de la Tierra retienen el calor. Estos gases dejan pasar la luz pero
mantienen el calor como las paredes de cristal de un invernadero.

Los científicos conocen el efecto invernadero desde 1824, cuando Joseph Fourier
calculó que la Tierra sería más fría si no hubiera atmósfera. Este efecto
invernadero es lo que hace que el clima en la Tierra sea apto para la vida. Sin él,
la superficie de la Tierra sería unos 60 grados Fahrenheit más fría. En 1895, el
químico suizo Svante Arrhenius descubrió que los humanos podrían aumentar el
efecto invernadero produciendo dióxido de carbono, un gas de invernadero. Inició
100 años de investigación climática que nos ha proporcionado una sofisticada
comprensión del calentamiento global.

De hecho, el año 2015 fue el año más cálido desde que existen registros, que
arrancaron en 1880. Así lo corroboró la Administración Nacional Oceánica y
Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) y la NASA en su informe anual. Además,
el mes de diciembre de 2015 fue el más cálido de los últimos 136 años.

Durante el pasado año la "temperatura promedio global" de las superficies


terrestre y oceánica estuvo 0,9 grados Celsius por encima del promedio del siglo
XX, alcanzando los 13,9 grados centígrados. Aún más, diez de los doce meses de
2015 registraron temperaturas récord.

2 ● FORMACION DEL CORAL.

La mayor parte de los arrecifes de coral se formó después del último periodo
glacial, cuando el deshielo (derretimiento del hielo) condujo a la subida del nivel
del mar y la inundación de las plataformas continentales. Esto significa que la
mayoría de los arrecifes tiene una edad de menos de 10.000 años. Cuando las
comunidades coralinas se establecieron en las plataformas continentales, los
arrecifes crecieron hacia arriba, siguiendo el ritmo de la subida del nivel del mar.
El paso inicial para la formación de arrecifes de coral es contar con bastante luz
solar y un ambiente ideal son los mares tropicales planos, con agua clara y una
temperatura superior a los 18 grados centígrados.
Aunque el coral se alimenta de plancton-minúsculos organismos marinos-, su
principal fuente de energía es la fotosíntesis que es realizada por las zooxantelas,
unas algas que viven en simbiosis con el animal y son responsables del color de
los corales.

En materia de reproducción, los corales se van multiplicando por brote, hasta


alcanzar a formar una colonia, en un proceso que puede tomar varios años. En
momentos específicos del año, en colonias adultas, estás expelen óvulos y
esperma en el agua para dar lugar a la fecundación y dar origen a nuevas plantas
que terminarán formando nuevos pólipos.

Cuando están sanos, los arrecifes de coral tropicales crecen a un ritmo de 1 a 3


cm por año horizontalmente, y entre 1 y 25 cm por año verticalmente. Sin
embargo, no pueden crecer por encima del nivel del mar, y, los corales
hermatípicos tampoco crecen a profundidades mayores de 150 m, porque
necesitan luz solar.

Los corales se reproducen liberando células reproductoras en el agua. Los huevos


fertilizados se depositan debajo y, si las condiciones son favorables, se trasforman
en nuevos corales. Es más importante, sin embargo, el proceso de gemación por
el que los corales construyen sus colonias. Cuando un coral alcanza un cierto
tamaño, le aparece una yema, inmediatamente encima del nivel del cáliz. Este
brote se desarrolla, convirtiéndose en un individuo completo, con boca y
tentáculos, que comienza, a su vez, a formar su propio esqueleto.

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