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INTRODUCCION
El proceder del hombre puede provocar efectos jurídicos, tanto por ajustarse al
ordenamiento jurídico, como por ir en contra de él. Y como en este caso nosotros
abordaremos la Responsabilidad Civil del Abogado, sería conveniente repasar
ciertos conceptos a fin de que la temática a desarrollar no choque con términos
confusos que dificultarían su comprensión.
La responsabilidad por daños del abogado puede existir, ante todo, con relación a
las personas con que se hallase él vinculado jurídicamente con anterioridad en
virtud de un contrato, y como consecuencia del incumplimiento delas
obligaciones nacidas del mismo; en cuyo caso se tratará de la responsabilidad
contractual. Otras veces el acto lesivo puede producirse al margen de toda
relación contractual, y entonces la responsabilidad habrá de ser extracontractual.
El distingo conserva interés en razón de las diferencias de régimen entre uno y
otro tipo de responsabilidad que aún existen, y que fueron estudiados en el
capìtulo introductorio al presente.-
2.1 Antijuridicidad
2.3 Imputabilidad
La pregunta parece obvia: ¿ hay una culpa del abogado distinta a la del hombre
común?. Ghersi opina que como concepto en sí mismo no, a tal punto que cita un
fallo que dice: " la irresponsabilidad profesional es aquella en la que incurre el
que ejerce una profesión, al faltar a los deberes especiales que ella le impone y
requiere, por lo tanto, para su configuración de los mismos elementos comunes
de cualquier responsabilidad civil". Efectivamente, el art. 902 del Código Civil
dispone, "Cuando mayor sea el deber de obrar, con prudencia y pleno
conocimiento de las cosas, mayor será la obligación que resulte de las
consecuencias posibles de los hechos", criterio que para la evaluación de la culpa
médica ha sido aceptado por la Jurisprudencia y que en el caso de estudio,
presenta similares características.Este artículo en armonía con el artículo 512,
que define a la culpa, están íntimamente ligados con el concepto de "aptitud de
conocimiento científico del abogado".-
Aunque es menos probable que la anterior, también puede darse este tipo de
responsabilidad cuando el abogado da consejos dolosos a su cliente y que pueden
derivar en perjuicios hacia terceros. Al respecto se ha sostenido que tal
responsabilidad se vería alcanzada por lo expuesto en el artículo 1081 del Código
Civil, que menciona dentro de los responsables solidarios de un delito civil a los
"consejeros", por cuanto éstos dan su parecer por el cual el aconsejado realiza un
acto que ocasiona un daño a la persona o al patrimonio de un tercero.
Obviamente será muy difícil que se pueda llegar a probar este consejo doloso,
por lo que este supuesto de responsabilidad pocas veces se da en la práctica.-
Ahora estudiaremos la cuestión que nos ocupa desde la óptica de este famoso
proyecto, que profundiza la tendencia hacia la objetivación en materia de
responsabilidad y la protección del damnificado, en lo atinente a la reparación de
daños.-
Sin embargo, Ghersi no está muy de acuerdo con estos argumentos, y partiendo
de la base que todo proceso judicial tiene un cierto álea, opina que el juzgamiento
de la responsabilidad profesional no pasará de evaluar, en función de su
presentación; si ella fue acorde, si ha empleado los conocimientos y técnicas de
un abogado diligente y acorde a la complejidad del caso, pero él entiende que si
el profesional acepta un caso complejo y responde con un nivel mediocre no
podría el abogado atribuír el daño al área judicial.-
Es por eso que veo positivo el intento de regulación llevado a cabo por el
Proyecto de unificación Civil y Comercial que hemos mencionado, sin perjuicio
de los lógicos desaciertos conceptuales que todo emprendimiento puede tener. Y
si se me permite, quisiera hacer un comentario crítico respecto de él, aún
discrepando con una eminencia como el Dr.Andorno, en el sentido de que veo
totalmente negativa la carga de la prueba sobre el profesional a los fines de
quedar exento de cualquier imputación. Porque él, en su intento de justificar la
postura tomada por el Proyecto de referencia, argumenta la "dificultad" con la
que se encontraría una persona si tuviera que probar la responsabilidad del
abogado. Y yo no lo veo así, porque si vamos a lo puntual, en todas las
oportunidades estará presente este obstáculo, y no solamente cuando deba
acreditar la culpa de un profesional. De ser así, entonces creo que tendríamos que
encarar toda una especie de revolución en el sistema de responsabilidad tanto
desde el punto de vista del Derecho de fondo como de forma. Salvo que en este
caso construyamos un estanco o isla dentro de los aspectos genéricos de la
responsabilidad civil, cosa que tampoco tendría sentido por todas las razones que
ya vimos y que son acatadas casi sin polémicas por la mayoría de la Doctrina.-
Creo que a esta altura no debemos dejar pasar por alto lo preceptuado por el art.
375 del CPCC, que nos dice entre otras palabras que "Incumbirá la carga de la
prueba a la parte que afirme la existencia de un hecho controvertido o de un
precepto jurídico que el Juez o Tribunal no tenga el deber de conocer...". Esto y
decir que el abogado debe probar su ausencia de responsabilidad pienso que
entran en franca contradicción. Y opino que tampoco es cierto que se estaría
vulnerando la esencia del sistema de reparación de daños con el hecho de poner
en manos del damnificado la prueba de esa circunstancia, porque de ser así, ya
nunca se le podrá exigir a alguien que pruebe su pretensión porque se estaría
"violando" dicha estructura.-
Por eso afirmo que desde el momento que el abogado pone a disposición del
cliente todos sus conocimientos técnicos para llevar adelante un caso,
automáticamente ve cumplida la obligación a su cargo, porque hasta incluso
resulta anti ético desde el punto de vista profesional asegurar un resultado cierto
a determinado juicio.-
BIBLIOGRAFIA ESPECIFICA
INDICE TEMATICO
INTRODUCCION Pág.1