MONICIÓN DE ENTRADA

Bienvenidos sean hermanos y hermanas, a la Sagrada Eucaristía. Estamos presentes un

domingo más, a nuestra cita con el Señor. La mesa de su Cuerpo y de su Palabra está a
nuestra disposición. Hará falta decir que nos importe más el interior que lo exterior, más
el fondo que la forma. Jesús nos va a pedir limpieza de corazón y ojos limpios para ver al
mundo y a los hermanos. Que, nunca, nuestro Maestro y Amigo, nos vea sucios por dentro
como encontró a los fariseos.
Puestos en pie y con alegría de ser parte del rebaño escogido de Dios, cantemos para
recibir a nuestro celebrante el Pbro. José Noé Ruiz Trejo.

MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- En la primera lectura, del capítulo cuarto del Libro del Deuteronomio, versículos 1-2 y
6-8, se habla de la entrega de la ley a los judíos, la que luego en tiempos de Jesús sería tan
mal interpretada e, incluso, desvirtuada respecto a la verdadera enseñanza de Dios. Cristo
vino a asegurar que la voluntad del padre sea cumplida a totalidad y a dar el mensaje
verdadero de Dios. Escuchemos.

S.- El Salmo 14 es un recordatorio del comportamiento correcto que debemos tener como
verdaderos hijos de Dios, una guía de la conducta de alguien que es verdadero templo del
creador. Junto al salmista respondamos

2.- La segunda lectura, de la carta del apóstol Santiago, capitulo 1, versículos 17-18, 21-22,
27. Esta carta nos afronta con una exhortación a ser dóciles y receptivos hacia la palabra
de Dios. Nuestro creador es benevolente, pero exige obediencia a su palabra y su mensaje
verdadero; no debemos dejarnos seducir por aquellos que alteran el mensaje de nuestro
Señor.

E.- El sagrado Evangelio de este domingo nos relata sobre el celo de Jesucristo sobre el
verdadero mensaje de Dios, por sobre las vanidades de los Fariseos acerca de la
purificación del cuerpo sin preocuparse por purificar su alma. Jesús nos invita a mantener
nuestra alma limpia, así como limpiamos nuestra alma.
Puestos en pie preparémonos para escuchar la palabra de Dios y entonemos el aleluya