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1456, se dirigía con sus caballeros y en el hecho de ver piedras gigantes
arqueros a la batalla...! en un lugar como Avebury. Tampoco
Aunque la visión no duró más que es nada excepcional una feria de
A Guerra de los Cien Años

L
un minuto, los ingleses, al ver que sus pueblo en Inglaterra. Sin embargo, el
(1337-1453), que enfrentó por antepasados se dirigían con ardor y paseo megalítico que había visto la
más de un siglo a Inglaterra ya arrojo hacia las posiciones alemanas, señora Olivier había desaparecido
Francia, supuso constantes choques recobraron el valor, llenándose de mucho antes de 1800, y la última feria
entre los ejércitos de ambos países y fortaleza y confianza. Tal ímpetu tuvo celebrada en el distrito se remontaba
puso en peligro la unidad y la hege- su reacción que lograron repeler el a 1853. Edith Olivier ignoraba estos
monía de Francia. Gracias a la ayuda ataque de los alemanes, obligándo- hechos cuando se paseaba por los
prestada por Juana de Arco, Carlos les a emprender la retirada. prados de Avebury esa húmeda no-
VII de Francia (1422-1461) pudo re- ¿Qué es lo que vieron los ingleses? che de otoño. ¿Pudo Edith Olivier te-
conquistar París (1436); forzó a los in- Efectivamente, allí, en Mons, se dio el ner por unos instantes acceso a la
gleses a evacuar Normandía des- hecho insólito de una «reverberación «Memoria de la Naturaleza»?
pués de la batalla de Formigny (1450) del tiempo»; hechos sucedidos cinco
y los arrojó, en fin, de Guyena en siglos antes fueron revividos y mate- LOS ARCHIVOS AKHASICOS
1453, gracias a la victoria de Castillón rializados ante los atónitos ojos de
y a la toma de Burdeos. Inglaterra no unos soldados de la Primera Guerra , El arqueólogo y filósofo inglés Al-
conservó más que Calais y algunas Mundial. bert Cory escribió en 1843 un nota-
poblaciones del Canal de la Mancha. ble libro titulado Oráculos caldeos,
Aunque oficialmente quedó termina- EL CASO DE EDITH OLIVIER donde hace ua interesante sem-
da la llamada Guerra de los Cien blanza del fundador del Mazdeísmo:
Años, los ejércitos ingleses aún hací- En una húmeda noche de Octubre, «Dice Zoroastro que en el éter están
an incursiones en las tierras del norte en 1916, la señora Edith Olivier, una figuradas las cosas sin figura y apare-
de Francia. Así, en 1456, un pequeño escritora de unos 42 años de edad y cen impresos los pensamientos y ca-
ejército inglés dotado de caballeros esposa de un comerciante inglés, se racteres de los hombres, con otras vi-
con armaduras y lanzas, y con una in- paseaba cerca de Avebury, una al- siones divinas.»
fantería de arqueros, se lanzó resuel- dea inglesa situada a unos 48 Km. al En el primer tomo de lsis sin velo,
to a la conquista de la ciudad de Mons norte de Salisbury. De pronto, encon- H.P. Blavatsky escribe sobre la «Luz
(a unos 53 Km. al suroeste de Bruse- tró una sucesión de enormes megali- Astral» y dice concretamente: «En las
las). El arrojo, el coraje y el gran ardor tos grises a una y otra parte de su ca- indelebles páginas de la luz astral se
de los británicos les supuso la victo- mino. A distancia veía una feria de estampan nuestros pensamientos y
ria. pueblo. No hay nada extraordinario acciones, y aparecen delineados con
A lo largo de toda su historia, y ya
desde la época de los romanos, la lo-
calidad de Mons ha sido protagonista
de sitios, incendios, bombardeos, y
ha sido diezmada en varias ocasio-
E los «registros akáshicos» se graban todos los
hechos realizados a lo largo del tiempo, así como
nes por terribles batallas. En, Agosto
de 1914, al estallar la confIagración los más escondidos e insignificantes pensamientos
europea, fue conquistada por las tro-
pas alemanas, librándose en la línea
Mons-Charleroi-Namur una san-
grienta batalla, la primera entre los
ejércitos de Guillermo II y las tropas
francoinglesas, que terminó con la
victoria de los germanos.

UNA EXTRAÑA BATALLA

Pocos años después, el 16 de Mar-


zo de 1917, un grupo de soldados in-
gleses, al mando del capitán Paul
Masthell, trataba de repeler el acoso
de un batallón alemán que les dobla-
ba en número y que intentaba tomar
la ciudad de Mons.
Después de muchas horas de
combate, y bajo el violento ataque
alemán, los ingleses, parapetados en
las casas y barricadas, se sentían
acosados y empezaban a mostrar
desánimo; su capitán había caído y
las bajas eran enormes. Cuando iban
a iniciar la retirada, algo muy extraño
ocurrió... Inesperadamente, los ingle-
ses vieron unas «imágenes semieté-
reas» que flotaban en el aire a unos 3
metros de altura y a unos 10 ó 15 me-
tros de distancia. ¡Eran las formas casi
reales del ejército inglés que, en
pictórica vivacidad a los ojos del pro- que la grabación en el «éter» o en los ra» de esos Registros Memoriales de
feta y del vidente, los acontecimien- campos electromagnéticos de la Tie- la Naturaleza. ¿Cómo es posible que
tos futuros y los efectos de causas rra de todos los hechos realizados a personas corrientes, a lo largo de los
echadas hace tiempo en olvido. En la lo largo del tiempo y de la Historia. siglos y en todos los continentes, ten-
luz astral está anotado cuanto fue, es Según la tradición esotérica, sólo gan estas experiencias de «reverbe-
y será, y aún los más insignificantes personas muy cualificadas y después ración del tiempo?Acaso, ¿hay algún
actos de nuestra vida y nuestros más de años de entrenamiento psicológi- otro fenómeno que se superpone o
escondidos pensamientos quedan co y disciplina espiritual estarían ca- se confunde con los archivos akáshi-
fotografiados en sus páginas eter- pacitados para «acceder» a la «lectu- cos?
nas.» Con esta descripción, H.P.-Bla-
vatsky, está hablando de los Regis-
tros Memoriales de la Naturaleza en
la «Luz Astral» o en el «éter» del aura
terrestre. Estos registros, también de-
L as psicofonías pueden tener orígenes diversos;
uno de ellos puede ser el hecho de que la cinta
nominados akáshicos por los estu-
diosos del esoterismo, no serían Más magnetofónica capte las «ondas eco» del espacio

LA REVERBERACION DEL
TIEMPO

Según las teorías actuales de cier-


tos físicos y parapsicólogos, confir-
mados a su vez por algunos autores
a
esotéricos, cuando un acontecimien-
to tiene lugar genera una serie de on-
das de energía térmica, acústica y fo-
tónica que, como las «réplicas» de las
ondas sísmicas de un terremoto, se
irradian por la superficie del planeta.
Se podría decir que el «epicentro» del
acontecimiento es un foco constante
de emisión de estas ondas que rever-
fe beran en todas direcciones y a lo lar-
go del tiempo. En ciertas condiciones
especiales estas ondas o «ecos ener-
géticos» pueden ser captadas por
personas excepcionalmente sensiti-

vas, que pueden «ver y oír» cosas que
ocurrieron hace muchos años e, in-
cluso, siglos.
Arthur C. Clarke escribió en 1964,
en su libro Proyecto de/futuro, lo si-
guiente: «Cualquier acontecimiento
debe dejar alguna marca en el Uni-
verso a un nivel que nuestros instru-
mentos científicos actuales no pue-
den alcanzar a registrar.» Arth u r C.
Clarke se equivocó...
El 17 de Agosto de 1958, el Ejército
del Aire norteamericano realizó un
experimento calificado de sensacio-
nal en esa época. Desde un avión de
reconocimiento, una cámara espe-
cial dotada con infrarrojos fotografió
un aparcamiento. De ello resultó una
fotografía de los vehículos estaciona-
dos allí 90 minutos antes, pero que ya
no estaban en el aparcamiento cuan-
do fueron tomados los clichés. La
película era tan sensible que podía
distinguir en milésimas de grado el
rastro térmico dejado por los automó-
viles.
Actualmente, los infrarrojos ya no
son noticia, pero se han seguido ha-
ciendo experimentos y, en algunas
ocasiones, se han logrado fotografiar
los «ecos» y rastros, tanto térmicos
como fotón icos, de objetos y perso-
nas que estuvieron en un lugar deter-
minado antes de hacer las fotos. A es- costa atlántica, ¡en el aire y dirigién- a lo largo de la Historia, se sucedieron
tas fotografías se las denomina «psi- dose hacia el desierto del Saharal... terribles y violentas batallas. No es de
coimágenes». Las «ondas eco», producidas a extrañar que ante el fragor de la lucha,
Una de las propiedades de estas causa del inusitado tránsito naval por cuando el 16 de Marzo de 1917 los in-
«ondas eco» es que no sólo pueden las costas marroquíes, lograron des- gleses se veían acorralados en Mons,
ser captadas en el lugar donde ha te- plazarse por el aire a lugares más dis- la tensión emocional, el miedo de
nido lugar un hecho determinado, si- tantes, donde pudieron ser vistas... unos y el coraje de otros, crease un
no que pueden propagarse por el aire Estos fenómenos de «reverbera- campo energético que sirviese de so-
y llegar a zonas más alejadas del epi- ción del tiempo» no suelen ser fre- porte a las «ondas eco» de una batalla
centro o foco del acontecimiento. cuentes, pero de vez en cuando tie- acontecida siglos atrás, y que, tenien-
nen lugar, para sorpresa de los posi- do en cuenta el poso histórico del lu-
bles testigos. ¿Cuáles son las cir- gar, pudo hacerse visible durante ca-
BARCOS FANTASMA EN EL cunstancias que dan lugar a estos fe- si un minuto a los combatientes.
SAHARA nómenos? Además, ciertas condiciones at-
mosféricas, como la sequedad del
El 14 de Mayo de 1928, un equipo ambiente y las temperaturas eleva-
de cineastas franceses de no mucho LOS FACTORES Y CAUSAS DE das, facilitan la cristalización de las
renombre, compuesto por unas doce LA «PRECIPITACION» DE «ondas eco» en algunos lugares; de
personas, entre las que se encontra- HECHOS PASADOS ahí que no sea extraño haber visto la
ban los directores Francois Berdié y escuadra de barcos mencionada an-
Jacques Bouvoir, y mientras busca- Los asesinatos, así como todos los teriormente cerca del Sahara.
ban exteriores para una próxima pelí- acontecimientos crueles y violentos, También es cierto que la ausencia
cula en las afueras de Rabat (Marrue- dejan una fuerte e intensa impresión de viento y la calma del lugar —libre
cos) vieron pasar casi sobre sus ca- vibratoria y energética en el lugar de de ruidos, automóviles y personas—
bezas, a unos 10 metros de altura y a los hechos. Los ecos y reverberacio- facilita la captación de las reverbera-
unos 100 de distancia, una escuadra nes de las ondas creadas son muy in- ciones del pasado. Incluso si el lugar
compuesta de unos 30 barcos... tensos y, ante ciertas situaciones es- es telúrico, lo cual aporta un mayor
Las imágenes eran semietéreas, y pecíficas, estas «ondas eco» pueden substrato energético para la materia-
algunas personas del grupo apenas hacerse visibles. Esto, al menos, es lo lización de las «ondas eco», y si hay
las distinguieron. Los más sensibles que ocurrió en la ciudad de Mons en una humedad inusual, ciertas perso-
pudieron ver barcos de siglos ante- 1917. Efectivamente, en dicho lugar, nas susceptibles pueden captar y vi-
riores, concretamente del XIV, del XVI
y del XVII. Eran barcos y carabelas de
nacionalidades diversas. Pudieron
distinguir las insignias y gallardetes
de Portugal, España y Turquía. Una
minuciosa investigación en bibliote-
C uando un acontecimiento tiene lugar genera
una serie de ondas de energía térmica, acústica y
cas y archivos navales confirmó pos-
teriormente estos datos... fotónica que, como los seísmos, se propagan por
Esta «escuadra fantasma» y tan la superficie del planeta
dispar navegaba procedente de la
sualizar las «precipitaciones» del pa- En algunas circunstancias críticas veces, los espejismos no se deben
sado con más facilidad. La señora como la extenuación y la debilidad de sólo a las turbulencias del aire calien-
Edith Olivier curiosamente era del aquellos que se han perdido por el te del desierto!
signo de Piscis y, además, estaba in- desierto, y carentes de agua y alimen-
teresada en los temas ocultos, y era tos se puede llegara una situación or-
una escritora que en ocasiones tenía gánica límite, captándose imágenes LA TELEVISION Y LA RADIO DEL
ciertas percepciones psíquicas. La de caravanas, oasis, ciudades o si- YOGUI DE BANDRINATH
humedad y la energía telúrica de tuaciones que tuvieron lugar en el pa-
Avebury —con una gran tradición cél- sado o que ocurren a cientos de kiló- Aquellos que han desarrollado la
tica y cercana a Stonehenge— agudi- metros de distancia. Las «ondas eco» percepción mental hasta límites in-
zaron la perceptividad de esta mujer, viajan por todas partes y pueden ser sospechados, como algunos yoguis
que pudo sintonizar con las «ondas percibidas por individuos que han después de años de meditación, pue-
eco» del lugar por donde paseaba, un visto amplificada su sensibilidad por den llegar a sintonizar sus mentes
antiguo camino megalítico. el hambre, la sed y el cansancio. iA con las «ondas eco» que circulan y se
desplazan en todas direcciones a tra-

E n Mayo de 1928, un grupo francéside cineastas


vio surcar el cielo a una escuadra de 30 navíos,
vés del aire.
Peter Caddy, uno de los fundado-
res de la «Comunidad de Findhorn»,
en Escocia, tuvo una experiencia inte-
resante durante la Segunda Guerra
con sus velas infladas por el viento, en dirección al Mundial. Era oficial de aprovisiona-
miento de comestibles en la base aé-
Sahara marroquí rea británica de Cawnpore en la India.
Peter Caddy formó un club de monta-
ñismo e hizo varios viajes al Hima-
laya. En una ocasión, y en un refugio
de montaña, conoció al Maestro de
Bandrinath, un yogui hindú que a seis
mil metros de altura sólo utilizaba co-
mo prenda de vestir un taparrabos;
un hombre que hablaba un inglés
perfecto y que estaba al tanto de los
últimos acontecimientos mundiales,
lo cual explicaba diciendo que sim-
plemente los «captaba» del aire... El
yogui sintonizaba su mente con esas
ondas reverberantes del aire y podía
revivir en su psique los acontecimien-
tos y sucesos del planeta, y todo ello a
voluntad...
Es un hecho físico y natural que
cualquier cosa, hecho o aconteci-
miento que ocurra, emite unas ondas
al espacio que vagarán en todas di-
recciones y casi eternamente, hasta
que un aparato muy sensible o la per-

, 1
Puede ocurrir que al
hacer una fotografía de .;.:.. ..-
un paisaje - -

aparentemente vacío 1

luego aparezcan ene! ,


.
papel los efectos de
algún accidente .

acaecido en la zona.
Se trata de los «ecos» 1
,.

en el tiempo y en el
espacio de aquellos r•
.,
sucesos dramáticos allí
acontecidos. El cuadro
de la derecha se titula .,,

«Flandes» de Oto Dix.


cepción psíquica de alguien las pue- grabaciones, pudo escuchar con sor- das eco» de acontecimientos pasa-
da «traducir o decodificar», y así po- presa que, en los espacios en blanco dos, sobre todo en lugares con un
der registrar visual o auditivamente y dejados entre canto y canto de los pa- fuerte poso o sedimento histórico.
vivenciar, por lo tanto, algo que ocu- jarillos, aparecían unas voces huma- Con esto no queremos decir que las
rrió en el pasado. Esto quiere decir nas. ¡Esa fue una de las primeras psi- «ondas eco» sean la única explica-
que en nuestra atmósfera están circu- cofonías de la Historia! ción de las psicofonías, desde luego
lando los «ecos» de todos los aconte- Ciertamente, las cintas magnetofó- puede haber, y de hecho hay, otras
cimientos que han ocurrido sobre la nicas pueden registrar en algunas causas, pero sí queremos indicar que
faz del planeta a lo largo de todos los circunstancias específicas las «on- a través de una sencilla cassette es
tiempos... iEl pasado y el presente se
entremezclan constantemente!
La escritora inglesa del siglo XX,
Catherine Crow, escribió en 1848,
en su libro El lado oscuro de la Natu-
A veces, los espejismos no se deben sólo a las
turbulencias del aire caliente del desierto, sino a la
raleza, una crónica de un caso de re-
verberación del tiempo, pero no vi- percepción de «ondas eco» por parte de quienes
sual sino única y exclusivamente
acústica. ven amplificada su sensibilidad ante situaciones
extremas
LA CABALGADA DE
RODENSTEIN

Esta historia está atestiguada por


un buen número de documentos es-
critos en el siglo XVIII. Los barones de
los castillos de Rodenstein y de
Schnellert, en Alemania, eran abomi-
nables bandidos que, siguiendo las
costumbres de la época—esto
ocurría en la segunda mitad del siglo
XVI—, cobraban impuestos abusivos
a sus vasallos, a los cuales, además,
robaban, saqueaban y secuestraban,
sembrando el miedo por todas par-
tes. Con sus crímenes y desafueros
cometidos aterrorizaron a toda la re-
gión. Los informes históricos dicen
que, en el curso de los siglos, nume-
rosos testigos oyeron pasar una invi-
sible cabalgada por el emplazamien-
to de un camino desaparecido hacía
mucho tiempo. El ruido de las ruedas
de las carretas, el galope de los caba-
llos, el chasquido de los látigos, el la-
drido de los perros y la horrible voz de Sonidos y
los bandidos, repercutían entre los visiones
fantasmales de
castillos de Rodenstein y Schnellert.
compañías de
Estas «reverberaciones acústicas» antiguos
se han escuchado prácticamente guerreros
hasta principios del siglo XX por per- pasando con
sonas especialmente dotadas que, gran estruendo
en momentos de calma ambiental, y sobre el plano
con el adecuado grado de humedad, de antiguos
las podían escuchar. caminos, o
Las variaciones climáticas a lo lar- escuadras de
go de los siglos —ahora hay menos buques
humedad—, así como el trazado de navegando el
varias carreteras por el antiguo cami- aire del desierto,
no y debido al ruido que producen los son algunas
vehículos, impiden la repetición de muestras de
«reverberaciones»
este extraño fenómeno.
acústicas o
visuales en el
tiempo. A la
LAS PSICOFONIAS derecha (pág.
sig.), vemos a
En el verano de 1959, Friedrich S. Jurgenson,
Jürgenson, nacido en Estonia y afi- pionero en el
cionado a la ornitología, instaló un estudio de las
equipo de grabación en un bosque psicofonías.
para grabar el canto de algunos pája-
ros. Después en su estudio, al oír las
posible registrar las «reverberacio- hay espacio y, por lo tanto, la realidad «ondas eco» dando lugar a singula-
nes acústicas» del pasado. de la vida no es posible, dado que los res fenómenos de psicoimágenes y
seres vivos necesitan un ámbito es- de psicofonías. Pero la gran pregunta
LOS VIAJES EN EL TIEMPO pacial para expresar sus actividades que se nos plantea es: ¿podría haber
biológicas. algún procedimiento científico o téc-
H. G. Wells, en su célebre novela El pasado es inexistente, incorpó- nico a través del cual se puedan cap-
La máquina del tiempo, describe el reo y aespacial. Unicamente es un re- tar de forma matemática y con preci-
procedimiento empleado por su pro- gistro acumulativo sucesivo de «tiem- sión las «ondas eco» de un aconteci-
tagonista para construir una maquina pos que fueron presentes», que se miento histórico determinado, en un
del tiempo. han impresionado en el éter o en los lugar y fecha exacta? ¿Se podrían
¿Será posible realizar un «viaje al campos electromagnéticos de la Tie- luego traducir y decodificar estas on-
pasado» utilizando una máquina del rra, dando lugar a los registros akás- das reverberantes a través de unos
tiempo? hicos y, también, a las «ondas eco» de sofisticados sistemas informáticos y
Los esotéricos más avanzados y los hechos ocurridos y que permane- convertirlas en imágenes nítidas y so-
ciertos sabios de Oriente sostienen cen reverberantes en la atmósfera. nidos audibles por medio de la panta-
que ese viaje o teletransportación al Ahora bien, el pasado puede ser lla de un televisor o a través de un ter-
pasado no es posible, dadas las ca- revivido. Hemos visto varios ejemplos minal de ordenador?
racterísticas del complejo entramado y casos históricos donde las reverbe- ¡Lancemos la hipótesis! Al ocurrir
que se refiere al espacio y al tiempo. raciones del pasado, las «ondas eco» un acontecimiento determinado se
Según parece, la realidad objetiva de ciertos sucesos ocurridos con generan unas «ondas eco» con un
y física es la resultante de la intersec- años y siglos de anterioridad, pueden cierto potencial energético, que de-
ción de las coordenadas del espacio ser captadas y vive nciadas por cier- termina una exacta frecuencia en ci-
tridimensional con las coordenadas tos seres humanos y, también, por yo- clos por segundo. Al transcurrir los
del tiempo. El punto de intersección g u is de avanzada espiritualidad y años, el potencial energético iría dis-
entre el espacio y el tiempo daría lu- desenvolvimiento mental. También minuyendo, con lo cual la frecuencia
gar a esa instantánea existencialidad sabemos que en ciertas ocasiones se disminuiría progresivamente con una
que denominamos presente; el único han podido fotografiar y grabar estas aceleración negativa determinada y
ámbito y escenario posible donde el
dinamismo de la vida se expresa en el
aquí y en el ahora, dando lugar a la
realidad que todo ser vivo puede ex-
perimentar...
E nuestra atmósfera vagan los «ecos» de todos
los acontecimientos acaecidos sobre la faz de la
Las otras tres dimensiones o as-
pectos del tiempo, como el pasado y Tierra a lo largo de todos los tiempos. Pasado y
el futuro, no se intersectan con el es-
pacio. En el pasado y en el futuro no presente se mezclan sin interrupción
siguiendo un modelo matemático es- Durante el experimento, que duró Esta aceleración vibratoria induci-
pecífico. Si se consiguiese calcular el varios días, se lograron grabar en cin- da en los pilotos ocasionó posterior-
valor de esa aceleración y la frecuen- tas magnetofónicas y revivir por los mente ciertas alteraciones energéti-
cia en ciclos por segundo de las «on- pilotos de esta «nave del tiempo» cas y etéricas, que produjo en sus or-
das eco» en el momento de producir- ciertos acontecimientos ocurridos en ganismos una menor capacidad vital
se el hecho, ya través de un sofistica- un año clave de nuestra Historia. Los en las células, lo que ocasionó necro-
do sistema de cálculo por ordenador, sofisticados ordenadores se habían sis neuronal y un progresivo y rápido
se podría calcular con bastante preci- programado para captar las longitu- proceso de envejecimiento, además
sión cuál debería ser la frecuencia des de onda remanentes de aquella de trastornos psicológicos —falta de
exacta de una «onda eco» que rever- época. memoria, desorientación—, así como
berase en la actualidad por el am- alteraciones circulatorias.
biente y que correspondiese a un he- Las cintas grabaron voces y soni- Pocos años después del experi-
cho o acontecimiento de una fecha dos que resultaron ininteligibles. Los mento, murió uno de los pilotos. El su-
histórica «X» determinada, esta- pilotos captaron en sus mentes cier- perviviente se sintió engañado por
ríamos muy cerca de lograr percibir el tos «flashes» aislados y cuadros algo sus superiores y por los científicos, al
pasado. difusos de algunos de los aconteci- no haberle nadie prevenido de las se-
mientos de los personajes de ese cuelas negativas del experimento. Es
Una vez calculada la frecuencia, momento y fecha histórica precisa.
sólo hay que captarla a través de un por esa razón que decidió dejar cons-
simple aparato de radio que contase Cuando se dejó de inducir los «ca- tancia pública de estos hechos. Al
con unos buenos amplificadores, ñones de ultrasonidos», el vehículo y igual que su compañero, murió en un
pues las «ondas eco» son muy sutiles sus tripulantes volvieron a la dimen- estado de extremada degeneración
y tendrían una decaída energía que, sión física con los registros magneto- orgánica y física.
además, iría disminuyendo con el fónicos y la experiencia vivencial de J.J. Benítez, conocido periodista y
transcurso de los años. haber sintonizado con las «ondas escritor, afirma en el primer tomo de su
Captadas las ondas, sólo hay que eco» del pasado... obra Caballo de Troya que recibió in-
tranducirlas y decodificarlas para dar
lugar a imágenes y sonidos, que se-
rían la «reactualización» o mejor re-
petición tecnológica de unos hechos na investigación conjunta
ocurridos en el pasado. E, incluso, se
podría construir una especie de «sin- norteamericano-israelí llevó a dos pilotos a un
croenergetizador» que, acoplado al proceso de «desmaterialización» y a vivencias
cerebro de un sujeto, le ayudase a re-
vivir mentalmente esos aconteci- mentales de hechos pasados a través de una
nientos del pasado como si él mismo
hipotética «máquina del tiempo». La experiencia
-

bese espectador y protagonista de


os hechos. No obstante, estas prácti- resultó negativa y, al poco, los pilotos murieron
:as o vivencias no permiten, en nin-
lún caso, introducirnos en el pasado,
mucho menos «vivirlo» o alterarlo.

EL CABALLO DE TROYA

¿Es esto una fantasía? No del todo.


Al parecer, el hecho ya se ha probado
científicamente. En ciertos círculos
rarapsicológicos corre el rumor, des-
e hace tiempo, de que a principios
ce la década de los 70 se llevó a tér-
nino en Israel uno de esos experi-
hientos a que hacemos referencia.
bs Oficinas de Investigación Científi-
ca y Espacial de las Fuerzas Aéreas
Norteamericanas, en colaboración
c)n un selecto grupo de científicos is-
nelíes, lograron «desmaterializar»
Lila especie de nave o vehículo-cáp-
sula, el cual iba tripulado por dos pilo-
tcs norteamericanos.
Mediante un sofisticado sistema de
iniucción de ultrasonidos se acelera-
rcn las partículas elementales de los
átomos componentes de las masas,
tanto del vehículo como de sus tripu-
lantes. El objetivo era llevar el vehículo
al «hiperespacio», hacia lo que los
ccultistas denominan el Plano Etéri-
cc. Desde allí es mucho más fácil re-
gistrar y grabar las «ondas eco» de las
reverberaciones del pasado.
formación confidencial de un Mayor de Campoy en el n.° 9 de Más Allá, esto ceso al interesante y secreto experi-
las Fuerzas Aéreas norteamericanas, no es más que una fórmula novelada mento de captación de «ondas eco»
según la cual, junto a un compañero de para revestir el mensaje que se trasmi- de hechos pasados, que acabamos de
aventura, viajó en una máquina del tió de la vida de Jesús y que está basa- narrar, y lo utilizase para idear el viaje a
tiempo a la época de Jesús de Naza- da en la revelación del Libro de Urantia. través del tiempo del Mayor.
reth. Por supuesto, como se refleja en la En todo caso, queda dentro de lo posi-
entrevista que le hizo José Antonio ble que J.J. Benítez hubiese tenido ac-
LAS «ONDAS ECO» NO SON
LOS ARCHIVOS AKHASICOS

L a prueba de que se pueda «sentir» el pasado


no quiere decir que sea posible viajar hacia él en
Hemos hablado de las «reverbera-
ciones del tiempo» y de ciertos fenó-
menos relativos a la precipitación de
las «ondas eco», que han dado lugar
el tiempo y en el espacio, según sostienen a extraños casos de visión y audición
de hechos del pasado, tanto por parte
numerosos autores esotéricos y sabios orientales de personas normales como más
cualificadas, y yoguis e, incluso, cap-
tadas por fotografías y magnetófonos.
También hemos comentado el rumor
de un secreto y sensacional experi-
mento científico para captar las on-
das del pasado. Pues bien, las «ondas
eco» y las «reverberaciones del tiem-
po» no tienen nada que ver con losar-
chivos akáshicos. Las «ondas eco»
solamente constituyen un fenómeno
menor que se superpone y confunde
con los genuinos Registros Memoria-
les de la Naturaleza.
Ahora ya sabe el lector lo que no
son los archivos akáshicos. En el pró-
ximo artículo penetraremos aún más
en esas regiones de misterio que son
las dimensiones del tiempo. ¡La in-
cógnita queda aún por despejar!...

Arriba aparece J. J.
Benítez, el novelista
para quien (‹un viaje
en el tiempo» podría
haber tenido una
importancia decisiva
en la realización de la
saga <‹Caballo de
Troya». No obstante,
según el autor de
este artículo, el viaje
físico al pasado sería
poco menos que
imposible. En su
opinión, lo único que
del pasado podría ser
percibido sería una
simple visión o
rememoración del
mismo.

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