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Capitulo 2 Procesos psicolégicos que intervienen en Ja lectura 2, PROCESOS PSICOLOGICOS QUE INTERVIENEN EN LA LECTURA 2.1. Procesos Pperceptives La primera operacisn que realizamos al leer es la de extraer los signos graficos es- critos sobre Ja pagina para su posterior identificacién. Esta tarea consta de varias opera- ciones consecutivas, la primera de las cuales es la de dirigir los ojos a los diferentes puntos del texto que vamos a procesar, 2.1.1 Movimientos saccédicos ¥ fijaciones Cuando leemos tenemos la impresién de que nuestros ojos perciben las palabras a medida que avanzan de forma continua y uniforme a través de las lineas escritas. Sin una persona lee un texto sus ojos avanzan a Pequeiios saltos, Ilamados movimientos sac- cédicos, que se altemnan con perfodos de fijacién en que permanecen inméviles (Mit- chell, 1982). Los perfodos de fijacién permiten al lector percibir un tron del material escrito y los movimientos saccddicos le trasladan al siguiente punto del texto con la fina- lidad de que quede situado frente a la fovea, zona de maxima agudeza visual, y pueda continuar asimilando la informacion. De esta manera el Proceso que realiza una persona durante Ja lectura consiste en fijar un trozo de texto; a continuacién, mediante un movi- miento saccddico, pasar al trozo siguiente, en donde permanece con Sus ojos fijos otro intervalo de tiempo; nuevo movimiento saceddico y nueva fijacién, y asf sucesivamente mientras continte leyendo. 1/08 perfodos de fijacién duran aproximadamente entre 200 y 250 milisegundos (Dunn y Pirozzolo, 1984; Holmes y O'Regan, 1981) y los movimientos saccédicos entre 20 y 40 mseg (Duan y Pirozzolo, 1984), 1o que indica que los lectores Ppasamos un 90 % del tiempo aproximadamente'percibiendo el material y un 10 % cambiando en busca de informacién nueva. No obstante, estos valores no son fijos sino que varfan enorme- mente de un lector a otro e incluso dentro de un mismo lector de un texto a otro. De acuerdo con estas caracteristicas Ja informacién que se puede extraer de una pé- sina viene determinada por dos factores: por una parte por la distribucién de las fijacio- 23 nes sobre la pagina; esto es, por los lugares a los que se dirijan los ojos en cada movi- miento saccédico. Por otra parte de la cantidad de informacién que se puede recoger durante una fijacién, pues aunque también se pueden detectar estimulos cuando ios ojos se encuentran realizando un movimiento saccddico se cree que la informacién recogida durante estos movimientos, por su breve duracion, poca contribucién pueden hacer al Procesamiento del material escrito. Respecto a los movimientos saceddicos, parece que la amplitud media de sus despla- zamientos es de unos 8 6 10 caracteres (se consideran caracteres las letras y espacios entre letras), aunque se observa una variabilidad enorme de un salto a otro (Holmes y O'Regan, 1981; Rayner 1977). Se han encontrado saltos de 2 y 18 caracteres en solo unas pocas lineas de separacién (Rayner y McConkie, 1976). Algunas veces, en vez de hacia adelante, los movimientos saccédicos se dirigen hacia atrés, a una zona que ya habia sido lefda; y aunque en general estas regresiones suelen realizarse a lugares préximos, en determinadas ocasiones pueden incluso saltar varias Iineas atrds (Carpen- ter y Just, 1977). En cuanto al ntimero de movimientos regresivos, su porcentaje suele estar entre un 10 y un 15% del total de movimientos saccddicos. aunque también esta Proporcién esta sujeta a grandes variaciones. Una caracteristica importante de los movimientos saccédicos es que son de naturale- za balistica, es decir, que una vez que emprenden el movimiento ya no se les puede co- rregir, de manera que la eleccidn del préximo punto de fijacién tiene que ser hecha antes de iniciar el movimiento. Qué es lo que determina la eleccién de ese punto es algo que todavia no se sabe con certeza. La mayorfa de las personas que investigan sobre los mo- vimientos saccddicos estén de acuerdo en que las variaciones, tanto en la duracién de las fijaciones como en la amplitud y direccién de los movimientos saccddicos durante la lectura, no son debidas a fluctuaciones arbitrarias, sino que reflejan caracterfsticas distintivas del texto y en consecuencia de los procesos cognitivos. Una buena prueba de ello es que al aumentar la dificultad de la lectura disminuye la longitud de los saltos y aumenta en cambio Ia duracién de las fijaciones y el nimero de regresiones. Otra prucba es que los puntos de destino a los que se dirigen los ojos suelen ser las zonas donde se concentra la principal informacién: suelen dirigirse a los lugares en los que se en- cuentran las palabras mas que a los espacios vacios (espacios entre palabras); suelen dirigirse a las palabras de contenido mas que a las de funci6n, etc. (Rayner 1975; Ray- ner y McConkie, 1976). La pregunta que surge inmediatamente: gpero cémo se puede saber dénde estén las palabras més informativas si todavfa no se han lefdo? La respuesta es: por la informacién parafoveal. Aunque fijamos las palabras por la fovea también podemos percibir estimulos por la zona periférica (0 parafovea) de la retina, Lo que ocurre es que por esta zona la percepcién es muy pobre y Ja tinica informacién que nos aporta es la referente a algunas caracterfsticas burdas del estimulo como pueden ser su tamaiio aproximado, situacién, etc. No obstante, esta informacion, aunque escasa, ¢s de gran ayuda para decidir el préximo punto de fijacién, pues al menos nos permite ele- gir las palabras largas como préximo objetivo, ya que, en general, suelen ser mas infor- mativas 0 nos evita dirigirnos a los espacios vacios. Una vez que los ojos se detienen en un punto del texto, comienza la recogida de la informacién. El tiempo que los ojos estén detenidos depende del material de lectura. Cuanto ms importante © dificil sea el estfmulo mayor es el periodo de fijacién. Asi 24

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