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Autoridad

La autoridad puede ser concebida como un privilegio de la superioridad


reconocida por la influencia ya sea por su prestigio en base a méritos o bien, su
calidad o competencia sobre alguna materia.

La definición del Diccionario de la Lengua, la autoridad es: Potestad, facultad.


Poder que tiene una persona sobre otra que le está subordinada. Persona
revestida de algún poder o mando.

En el ámbito jurídico, la autoridad por lo general, suele estar asociada al Estado;


pues en Él se confían los poderes públicos a través de sus organizaciones y
funcionarios.

Dichas organizaciones y funcionarios deben tienen facultades que les permiten


mandar y emitir órdenes siempre cuando éstas no sean contrarias a lo dispuesto
por el ordenamiento jurídico vigente.

Partiendo de ésta concepción, damos paso al análisis que nuestra sala de lo


Constitucional y la Sala de lo Contencioso administrativo hacen referente al tema
por medio de sus criterios jurisprudenciales reflejados en sus sentencias.

Sala de lo Contencioso Administrativo

Sentencia 125-2012

La sentencia 125-2012 tiene como objeto un proceso contencioso administrativo


ha sido promovido en contra del Tribunal Supremo Electoral (TSE) por la
supuesta ilegalidad en los actos administrativos controvertidos en la resolución
emanada por tres miembros del TSE el 21/12/1 , la cual resolvió, no ha lugar:

1) la petición de declarar nula toda la documentación presentada por la parte


actora ante la autoridad demandada; 2) la inscripción de las autoridades elegidas
en la denominada "Cuarta Convención Extraordinaria del Partido Popular"; y 3) el
reconocimiento de representantes ante la Junta de Vigilancia Electoral,
nombramiento de Delegado de Enlace entre el Partido Popular (PP) el TSE, el
desistimiento del uso de la deuda política, y la no participación del PP en la
elecciones del año dos mil doce. En la sentencia que nos compete, la parte actora
dirige su pretensión en contra del TSE; por la supuesta ilegalidad de los actos
administrativos enumerados.

Relata la parte demandante, que mediante escritura pública otorgada en esta


ciudad a las once horas del día trece de enero de dos mil diez, se constituyó el
PP.

La controversia nace a partir del primer acto administrativo impugnado, emitido por
el TSE con el voto de tres Magistrados Propietarios, mediante el cual resolvió
tener sin efecto los informes relativos a las supuestas expulsiones de los referidos
miembros; y como efecto connatural la inscripción y calidad que ostentaban dentro
del PP se mantenía vigente.

Como consecuencia de la insatisfacción a dicha resolución, miembros del PP


interpusieron recurso de revocatoria, el cual se resolvió no ha lugar al recurso
incoado (segundo acto administrativo impugnado).

La parte actora afirma, que las decisiones cuestionadas adolecen de vicios de


forma y fondo. En síntesis, afirma que con la emisión de los actos administrativos
controvertidos se le violentaron los siguientes derechos y principios: Seguridad
jurídica, el principio de legalidad y el principio de irretroactividad de las leyes.

La parte demandante solicita que en sentencia definitiva se declare la ilegalidad de


los actos administrativos impugnados.

La autoridad demandada, al rendir el informe relacionado, expresó que las


resoluciones impugnadas no estaban sujetas al control de esta Sala, por falta de
jurisdicción; por lo que, solicitó se declarara improponible o, en su defecto,
inadmisible la demanda planteada.

La sala de por medio de un auto, tuvo por parte al TSE como autoridad
demandada, y por rendido el informe requerido. Se declaró sin lugar la
inadmisibilidad de la demanda por falta de competencia atribuida a esta Sala, en
vista que el TSE es un ente que forma parte de la Administración Pública, y al
tratarse de actos administrativos —y no netamente electorales, esta Sala es la
única facultada de controlar la legalidad o ilegalidad de los mismos, ya que los
argumentos que sustentan el presente juicio, son relativos a las transgresiones al
ordenamiento jurídico secundario, razón por la cual, es impensable que en nuestro
Estado de Derecho, existan ámbitos de impunidad, bajo el pretexto de estar
amparados en la Constitución de la República, pues ello contraría la tutela judicial
efectiva, reconocida con primacía por la Carta Magna.

B. FUNDAMENTOS DE DERECHO

I. OBJETO Y LÍMITES DE LA PRETENSIÓN

A efecto de satisfacer congruentemente con las pretensiones esbozadas en el


juicio, es preciso fijar con certeza el objeto del debate.

3.1 El principio de legalidad como límite en las actuaciones del TSE

El Principio de Legalidad aplicado a la Administración Pública consiste en que, la


Administración Pública solo puede actuar cuando la Ley la faculte, ya que toda
acción administrativa se nos presenta como un poder atribuido previamente por la
Ley, y por ella delimitado y construido.

Todo lo anterior resume el ámbito de competencia de la Administración Pública, la


cual solo puede dictar actos en ejercicio de atribuciones previamente conferidas
por la Ley, y de esta manera instaurar el nexo ineludible acto-facultad-Ley, tal
como lo prescribe la Carta Magna, en su artículo 86 inciso tercero. La habilitación
de la acción administrativa en las distintas materias o ámbitos de la realidad, tiene
lugar mediante la correspondiente atribución de potestades, entendidas como
sinónimo de habilitación.

De manera armónica, el principio de seguridad jurídica constituye un derecho


fundamental, que tiene toda persona frente al Estado y un deber primordial que
tiene este último hacia el gobernado, entendido como un deber de naturaleza
positiva, traducido, no en un mero respeto o abstención, sino en el cumplimiento
de ciertos requisitos, condiciones, elementos o circunstancias exigidas por el
propio ordenamiento jurídico, a fin de que la afectación de la esfera jurídica del
gobernado sea válida, esto quiere decir que los gobernados tengan un goce
efectivo y completo de sus derechos.

Se ha comprobado fehacientemente que existió una vulneración a las reglas


esenciales para la formación de voluntad del TSE como ente colegiado, cuya
razón de ser, se justifica en la simultaneidad inherente a las deliberaciones y al
procedimiento de formación de dicha voluntad.

Tanto la doctrina como la jurisprudencia comparada, prescriben la invalidez


absoluta para aquellos actos dictados prescindiendo de manera total de las
normas que contienen las reglas esenciales para la formación de las decisiones
colegiadas. Se entiende pues, que basta con que concurra una vulneración a tales
reglas y que tenga una relevancia decisiva sobre la voluntad colegiada, para
concebir que dicho acto cae en la categoría de invalidez; que acarrea la
anulabilidad del acto, ya que se incumple una regla esencial para la formación de
la voluntad colegiada.

es necesario invalidar la resolución emitida por el TSE de las trece horas del
veintiuno de diciembre de dos mil once; por lo que ese Tribunal deberá emitir
nuevo pronunciamiento atendiendo los parámetros legales para la validez de sus
actuaciones —independientemente la resolución sea favorable o desfavorable a
las peticiones de la parte actora—.

resolución, por tanto el Partido Popular podrá seguir existiendo mientras persistan
las circunstancias fácticas y jurídicas que permitan su subsistencia a criterio del
TSE.

POR TANTO, en atención a las consideraciones realizadas y con fundamento en


las disposiciones citadas, y en los artículos 2 y 86 inciso tercero de la Constitución
de la República, 80 literal a) número 5 del Código Electoral (hoy derogado, pero
vigente en el momento del acaecimiento del acto impugnado), 217 y 218 del
Código Procesal Civil y Mercantil, 31, 32, 33, 34 y 53 de la Ley de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa, a nombre de la República, esta Sala FALLA:

1.- Declárase ilegal el acto dictado por el Tribunal Supremo Electoral, de las trece
horas del veintiuno de diciembre de dos mil once

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