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Ejercicios de Yoga para Principiantes
Ejercicios de Yoga para Principiantes
iniciarte
Muchas veces pensamos que la práctica del yoga es para personas con desarrollada
condición física o flexibilidad extraordinaria; por el contrario, el yoga es para lograr
flexibilidad en el cuerpo, fortalecer la musculatura y calmar la mente.
Primera recomendación: mente abierta y atención a tu cuerpo
En este sendero, hay colocaciones que te harán creer que la práctica del yoga es difícil o imposible
en tu cuerpo, pero lo cierto es que también hay posturas básicas y suaves de menor complejidad,
sobre todo para las articulaciones y sin forzar los músculos como para darte algún malestar, pero
que logran beneficios importantes integralmente. Acompáñate de un instructor y consulta a tu
medico antes de iniciar rutina si estas embarazada, tienes lesiones, sobrepeso o cirugías recientes.
Después de preparar la columna, puedes seguir con movimientos en las muñecas, codos,
hombros, tobillos, rodillas e ingle; recuerda siempre la respiración profunda y consciente,
inhalando a tu mayor capacidad y exhalando lento por nariz.
Una vez el cuerpo está preparado, puedes seguir con las siguientes posturas básicas de yoga:
1. Postura de la Montaña
De pie, alarga tu cuerpo separando las piernas como el ancho de tu cadera, alineando tus rodillas y
tobillos; relaja hombros y suelta tus brazos. Debes de sentir tu cabeza buscando el cielo, alargando
todo tu cuerpo y columna. Inhala profundo y exhala lento por nariz. Esta es la postura de la
Montaña o su nombre en sánscrito Tadasana. Centra tu atención en la columna, la respiración y la
distribución equitativa de tu cuerpo en ambos pies. Inhala profundo y eleva los brazos a los lados,
alineando las muñecas y codos con los hombros. Éstos deben estar relajados, asegúrate que no
cierren tu cuello, sino que estén bajos. Respira ahí un momento y luego sube tus manos, a la
misma separación de los hombros, vista al cielo. Respira.
2. Postura de la Cigüeña
Después de unos 20 segundos en cada colocación, baja tus brazos lento por los lados seguido de tu
torso. Tu vista está en las rodillas y los brazos descolgados: esta es la postura de la Cigüeña o
Utanasana. Descansa ahí un momento respirando profundo y exhalando lento por nariz. Deja que
todos los músculos posteriores en tu cuerpo se alarguen. Inhala y elévate hasta arriba subiendo
brazos por los lados a la postura de la Montaña, baja lento tu cuerpo mientras exhalas liberando el
aire y el peso de tu torso controladamente hacia la postura de la Cigüeña. Repite estas
respiraciones con movimientos, hasta que logres un ritmo constante y fluido, lento y calmante,
revitalizante y energizante…
Descansa un momento en la postura de la Cigüeña. Empieza a subir desde tu cabeza por adelante,
alargando lento toda tu espalda, hasta que la cabeza esté a la altura de la pelvis. Si bien tus piernas
están alargadas, no descuelgues el peso en las rodillas; debes darle una flexión mínima para
proteger la articulación: se libera la rodilla y se activan más los músculos, pues éstos son los que
sostienen el peso. Las manos pueden estar en tus piernas pero sin apoyar el peso en ellas. Esta es
la postura Urdhva Utanasana. Vista al frente e inhala, exhala lento mientras regresas a la postura
de la Cigüeña. Respira profundo al subir, activando y fortaleciendo la espalda baja o lumbar,
exhala mientras liberas la tensión en el cuerpo y estiras los músculos posteriores. Repítelo hasta
que el movimiento sea fluido y lento. Visualiza el movimiento en la columna, y pon atención a los
músculos que se fortalecen y los que se flexibilizan. Disfruta de la activación en el cuerpo.
Baja despacio hacia el piso, apoya tus rodillas y busca la postura del Niño o Balasana. En ella
puedes descansar la espalda, cuello y hombros. Deja que el peso de tu cuerpo se libere hacia la
Tierra, y con ello lograr el reposo. El cerrar los ojos me permiten escuchar más lo que hay adentro
que lo que ocurre afuera: la respiración, latidos del corazón, etc…
Su nombre en sanscrito es Vayrasana, y es la colocación en la que te sientas en tus talones con las
rodillas flexionadas. Aquí puedes respirar profundo, sentir tu tórax expandiéndose y vaciándose,
los pulmones logrando su mayor capacidad, y la relajación en los hombros, brazos, rostro. Respira
y eleva tu nariz a una diagonal superior, exhala y descuelga tu cabeza y torso. Repítelo tantas
veces hasta que logres un ritmo constante, estimulando los órganos en la cavidad abdominal y
flexibilizando tu columna, desarrollando la capacidad respiratoria y logrando tranquilidad interna.
Siéntate alargando las piernas hacia adelante y tu torso y cabeza hacia arriba. Los dedos de los
pies apuntan hacia el cielo y libera los hombros. Esta es la postura del Bastón o Dandasana, y en
ella se retiene una mayor cantidad de sangre en la zona abdominal, fortalece la espalda baja y
media, además del abdomen y piernas; corrector postural y de gran ayuda para la consciencia de
la respiración, además de aliviar lumbalgias. Sube las manos a la altura de los hombros, logrando
una sola línea. Respira un momento ahí.
Ahora eleva los brazos hacia el cielo, separándolos al ancho de los hombros, asegurándote que
éstos estén hacia abajo y no en el cuello. Inhala profundo, y mientras exhalas, libera el peso de tu
torso y cabeza hacia adelante, relajando hombros, cuello y espalda. Respira, y relaja al exhalar,
libérate al descanso. Esta es la postura de la Extensión de Espalda o Pascimottanasana. Sube
inhalando, y exhala mientras bajas controlado.
Sube de nuevo tu torso, flexiona tu pierna derecha hacia tu abdomen, y sostente de ella con tu
mano izquierda, gira despacio tu torso hacia la derecha y sostén tu columna alargada mientras
respiras. Esta es conocida como Postura de la Media Torsión o Ardamatsyendrasana. Regresa
despacio hacia el centro mientras respiras y haz lo mismo del lado izquierdo: flexiona la pierna
izquierda y sostente de ella con tu mano derecha mientras giras tu torso hacia el lado izquierdo.
Respira un momento ahí y regresa despacio hacia el centro. Esta colocación lubrica los espacios
entre las vértebras, flexibilizándola y estimulando el sistema simpático. Fortalece el abdomen y
espalda, además del estímulo en los órganos abdominales.
9. Postura de la Mariposa
Busca la postura de la Mariposa o Baddhakonasana, sentándote y uniendo las dos plantas de tus
pies, alargando tu columna y respirando profundo y consciente. Respira y exhala lento por nariz.
Puedes respirar arriba, y liberar la exhalación mientras bajas lento tu torso y cabeza hacia
adelante. Termina tu rutina con este ejercicio, y sentirás tu cuerpo más alineado, activo, relajado y
con más atención a tu respiración y postura. Tu mente se calma y logras la tranquilidad
acompañada de una energización completa. Es una rutina de unos cuantos minutos, la cual puedes
repetir a diario y en cuestión de días veras el cambio en tu forma de sentarte, caminar, respirar y
sobre todo, la facilidad para encontrar la calma.
Segunda colocación: “Postura de la Montaña hacia arriba”. En esta colocación subes tus brazos y
respiras profundo. Tu vista está en el cielo, une las palmas de tus manos.
Tercera colocación: “Postura de la Cigüeña” o Uttanasana. Bajas los brazos y torso, mientras
exhalas lento y buscas con la frente tus rodillas y las manos se van a los tobillos.
Cuarta colocación: “Postura del Plegado frontal” o Urdhva Uttanasana. Respira profundo
elevando tu cabeza hacia adelante, logrando con ella la altura de la pelvis y alargando toda tu
espalda. Cuida no forzar hacia atrás tus rodillas.
Sexta colocación: “Postura del Perro boca arriba” o Urdhva Mukha Svanasana. Respira profundo
al mismo tiempo que bajas tu pelvis al piso y subes tu cabeza. Cuida mucho de no forzar tus codos;
lo mejor es que los flexiones un poquito y liberes los hombros hacia abajo.
Séptima colocación: “Postura del Perro boca abajo” o Ardho Mukha Svanasana. Puedes llegar a
ella directamente subiendo la pelvis y bajando tu cabeza. Cuando el cuerpo no está
suficientemente fuerte, para evitar lesión en la columna, lo mejor es que primero bajes tu cabeza,
apoyes rodillas y manos al piso, y luego subas la pelvis estirando piernas, empujando tus talones al
piso y alargando la espalda, como si acercaras tu pecho a las rodillas. Exhala mientras llegas a esta
colocación.
Octava colocación: “Postura del Plegado Frontal” o Urhva Uttanasana. Regresas a esta postura
inhalando, acercando primero hacia adelante un pie y luego el otro, para elevar por adelante tu
cabeza y torso. Exhala mientras bajas de nuevo a “Postura de la Cigüeña”, bajando las manos a los
tobillos y la frente hacia las rodillas.
Novena colocación: “Postura de la Montaña hacia arriba” llegas a ella subiendo tus brazos por
los lados, tu cabeza y torso buscan dirección al cielo y tus manos se unen arriba. Respira mientras
te elevas.
Decima colocación: “Postura de la Montaña” o Tadasana. Exhala lento y baja tus brazos al
descanso a la par de la cadera.
POSES PARTICULARES
PUNTOS CLAVE:
-Encienda las pantorrillas y los muslos (terneros hacia adelante / muslos hacia atrás)
-Las rodillas siempre apuntan en la misma dirección que los dedos de los pies
- La rodilla delantera no se extiende más allá del talón delantero (en todas las posturas donde
la rodilla delantera está doblada), pero se mantiene alineada con el centro del pie
corona
Cuello):
Boca
Tadasana (Mountain Pose)
Tada= Mountain, Asana= Pose
Tipo de pose: Pose de pie
conciencia.
Beneficios:
· Mejora la postura
· Alivia la ciática
arcos)
Contraindicaciones / Precauciones:
· Dolor de cabeza
· Insomnio
Paso a paso:
respirar.
mirada.
Efectivo:
músculos.
piso).
espina).
· El esternón (esternón) se levanta verticalmente
huesos).
espalda.
respirar.
mirada.
Efectivo:
músculos.
piso).
espina).
huesos).
espalda.
corazón.
Accesorios:
Puedes verificar tu alineación en esta postura
Asociaciones / Asistencias:
perpendicular al piso.
Desalineaciones comunes:
dentro o fuera.
de rodillas
o:
Levanta la punta de la escápula hacia el
pies?
ayudar
aplastada.
Maestros:
Poses preparatorias:
Poses de seguimiento:
· Urdhva Hastasana
NOTAS: