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LA LECTURA EN TIEMPOS DE REDES SOCIALES

Los hábitos de lectura dependen de la persona y su entorno, y hoy en día ese entorno esta

repleto de medios digitales, teniendo amplia facilidad de acceso a lo que es redes sociales

e internet en general, por lo que algunos llegan a considerar los medios impresos

obsoletos, pero, ¿realmente esto es así?

Basada en mi circulo social, el cual se compone mayormente de personas jóvenes entre

15 y 25 años, muchos de ellos son estudiantes, y raro el que no tenga mas de una red

social, por lo que para este reportaje, estuve en contacto con muchos de ellos a través de

redes sociales, como Facebook o WhatsApp ( podría considerarse red social, al conectar

a un conjunto de personas, que normalmente hemos conocido en persona), así que vamos

a ver que hábitos de lectura tienen:

La mayoría dijo tener libros o textos impresos solo porque los necesitaban para sus

estudios, leyéndolos porque les tocaba, o eran de sus hermanos mayores o padres, que

rara vez los desempolvan para buscar algo; y hablando de buscar, Google (u otro

buscador, puesto que no es el único) parece tener la respuesta a todo, y hasta te lo explica

con plastilina; necesitas saber que es el efecto Doppler, por que Plutón dejo de ser planeta

(o no?), la brecha entre clases sociales, etc. Por lo que buscar un libro o ir a una biblioteca

y buscar en varios, no les llama la atención, excepto a uno que otro que le gusta mucho la

lectura y quiere evitar distracciones, aunque solo lo hacen con temas que realmente le

interesan.

Visto lo anterior, ahora vamos con las redes sociales. Aquí muchos la consideraron una

distracción, ya que muchas veces le había cogido la tarde para hacer sus tareas o trabajos

por “embobarse” viendo publicaciones en redes sociales, aunque otros dijeron tenerlas
bastante controladas y solo acceder en ellas en tiempos de ocio. ¿Pero leen en redes

sociales?, pues si, muchos leen artículos y publicaciones interesantes de acuerdo a sus

gustos, además de saber un poco más de algunos amigos con los que no hablan en mucho

tiempo, por lo que se podría decir que no se pierde el tiempo del todo, ya que otros

aprovechan este hábito para seguir páginas y publicaciones que le sirven para aprender

cosas nuevas.

Hasta el momento, hemos visto algunos de los hábitos de lectura de estos jóvenes, ahora

veamos qué tan críticos son; este aspecto se vio bastante mal, ya que muchos dijeron tener

tendencia a leer por encima e incluso compartir información, de la cual no sabían que tan

verídica era, bastaba con que le gustara o le pareciera bien o que la compartiera algún

conocido, por lo que sus comentarios se veían afectados por dicha información. Siendo

muy pocos los que se preocupaban ver otras fuentes, contrastar y opinar con criterio.

Con lo que se ha podido observar, podemos ver que hacemos parte de una tendencia a

seguir lo digital, con distintos pretextos, la facilidad de acceso a información, la ecología,

entre otras; por lo que la lectura y las redes sociales tienen una relación de amor y odio,

según el punto de vista que se vea, desde considerar las redes sociales nocivas, al

quitarnos la concentración en la actividad que estemos realizando, hasta los que la

encuentran saludables, al encontrar el hábito equilibrado de acceder a ellas y aprender

cosas nuevas e interesantes. Por lo que podemos concluir, que las redes sociales son

herramientas, que pueden favorecer o desfavorecer la lectura según como las usemos,

pero deberían ir siempre acompañada de un pensamiento crítico para evitar caer

aceptando información falsa o a medias como verdaderas, y es la falta de este pensamiento

permite que abunde las noticias falsas, y que se esté dando el fenómeno de la posverdad.
REFERENCIAS:

Guiusti, S., Eduardo, C., & Viñas, M. (2015). Fomento de la lectura a través de las redes

sociales. Letras, No. 2, 29-39.

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