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gendarme- Traduccién: Claudia Peiré para Infobae cpeiro@infobae.com £1 maestro que aprendié pedazosi Viernes 10 de abril 2015 Marc Le Bris es un director de escuela francés, autor de varios Ensayos criticos de una pedagogia de moda que licia a autoridad docente y entroniza al alumno. Retrata el clima escolar actual, a través de una anécdota que bien pudo ocurrir entre nosotros. Leccién 5: La autoridad [Extracto del libro *Y vuestros hijos no sabrén leer... ni sumar. El fracaso obstinado de la escuela francesa", 2012, Stock] El gendamme (*) tiene hermosas botas de cuero, pantalén de montar con vivas rojos y una chaqueta de uniforme negra Recibe a mi tropa de curso medio [10, 11 afios] algo agitada en la fria sala de deportes. Instal6 en el piso una pista cuadrada como un tate, delimitada con pesadas cuerdas, decorada con pequefios carteles de sefializacién vial de colores vivos y organizada en tomo a dos seméforos de media altura, Da ia impresion de un enorme juego que electriza Un poco a mi pequario equipo. Me recibe también a mi. Esta es mi primera participacion en Ja pista de la seguridad vial, Ya tengo una confianza bastante limitada en los participantes externos en la escuela, més atin un gendarme... Pero, recientemente, ante mi mirada enloquecida, Patrick viol el “stop (*) de la plaza de la Intendencia. Asi que, cuando poco después el jefe de la Brigada de Montauban-de-Bretagne me propuso la pista de la seguridad vial, dje que si Héme aut entonces, una mafiana de inviemo, saludando a un gendarme en uniforme rutlante, con sonrisa que muestra todos los dientes. Catido apretén de manos, el hombre tiene un aire franco y simpaitico. Pero yo debo parecer un poco fruncido, él se debe dar bien cuenta de que escudrifio atentamente todo lo que pasa. Existe un vago conficto entre los gendarmes y los docentes. Soy un maestro post-setenta y ochista [en referencia a la rebelién estudiantil de mayo de 1968] y recom todas las pedagogias no directivas y otros mélodos activos. Y soy un profesional de la enseflanze, Entonces voy a observar la pedagogia del gondarme. Esta es simple. Empieza por hacerse escuchar. Pone de inmediato en su lugar al primer bromista que se deja impresionar rapidamente por el tono y el uniforme, y se vuelve hacia mi como para justficar su acto autoritario: {Mi objetivo es que mafiana todos estos chicos frenen on el stop! Entonces es importante que estén atentos -y votviéndose a ellos- y qué pasa si uno no se detiene en el stop? ‘Arranca el debate, s6lo responden de a uno, escuchan y tratan de responder correctamente. El gendarme explica, pregunta, muestra, hace representar las situaciones y levantar las manos derechas antes de explicar la prioridad del mismo nombre. Es simple, claro, neto. Rapidamente, organiza tres talleres; en el principal, los chicos dan vueltas en bicileta por la linda pista cuacrada. Les saca puntos cada vez que comenten una falta e incluso muchos puntos por un stop pisado o traspasado. Al final, entrega camets de conducirficticios a los que obtuvieron la cantidad de Puntos suficientes. Tres chicos no consiguen la licencia. Dos loran por la decepcién. El gendarme les dice una cosita amable, volverd y la préxima vez pondrén més atencién... Pero no cede. Sin stop no hay licencia. No dudé un ‘segundo en traumatizarlos negéndoles un pedazo de papel sin valor. Compara sin dudas ese traumatismo con el ‘que soporté un niio que cruzé un semaforo la Semana pasada y que le ood a é| mismo recoger de la calzada... Y, como buen padre de familia, se las arrogla simplemente para que su leccién “entre”. Este gendarme trabaja mejor que yo. E's porque él no aprendié nuestro ofico. Me dice que ama trabajar con los chicos, que sus trucos para hacerios escuchar, los fue encontrando de a poco, con la ‘experiencia, que usa el sentido comiin y, sobre todo, que su objetivo es muy claro y primordial a sus ojos: quiere evitar las muertes de nifios, sobre todo por no respetar los stops. Y me cuenta cuantos accidentes graves hay en el departemento, cudntos vio en su carrera, La pedagogia modeme exige que ei nifio descubra todo por si mismo. Por ia experiencia que sacara de cada cosa, El gendarme, leno de sentido comtin, no aplica esta teoria respecto al stop. El quiere evitar la experiencia siniestra. La teoria pedagégica "hipstesis-verficacién” no se aplica al cddigo de la ruta En cambio, él usa la autoridad. Dispone de la autoridad de la Nacién y se sirve de ella, Considerandolo bien, si es para ensefiares el stop a mis alumnos, no se lo reprocno! Y yo, para ensefiar lectura y aritmética a mis alumnos, gdispongo de la autoridad de la Nacién? La ensefianza de la lectura y el célculo es elgo lo suficentemente importante como para que me den la autoridad para hacerlo? (..) No autorizo Intemet libre en Ie escuela, aunque es materiaimente posible, porque los software de proteccién son insuficientes para impedir a los mercaderes proponer violentamente sus imagenes (pomogréficas) a mis alumnos. Por lo tanto lo prohibo y sélo lo autorizo cuando yo estoy presente. Algunos pomégrafos industriales han logrado desviar portales escolares hacia sitios pomogréficos. Por lo tanto no es una cuestién teérica. Es la realidad del mundo exterior a la escueta (..). Nos pondriamos répidamente todos de acuerdo en que yo tengo un deber evidente de proteccién de los niftos que estén a mi cuidado. Lo que significa que seré inmediatamente investigado penaimente por la denuncia de un padre cayo nifio haya sido perturbado por mi negligencia de Director de Escuela. Sin embargo, una inspectora del jury [durante una entrevista] me interrumpe; $i yo prohibo, no organtzo ta autonomia del nifio. Ella precisa: si yo no alcanzo las ‘competencias en la escuela, no hago auténomo al niio cuando esté solo frente a su pantalla en la case, abandono por Io tanto una parte de mi rol. No esté hablando directamente de las competencias informaticas de consulta de Intemet, 58 trata aqui de competencias (ciertamente transversales de autocontrol y de autocensura que yo deberia desarrollar en mis alumnos para que sepan evitar por si mismos las imagenes indebidas. El lector madio puede considerar con justicia que la capacidad de instalar semejantes competencias en mis alumnos est sin duda a afios luz de las mias. Pero noo ve asi una inspectora de ia Educacién nacional para quien todo docente debe lograr Io imposibie. Yo 6 lo que ella quiere que yo diga. Quiere que diga qué voy @ hacer para alcanzar esos objetivos de ‘competencias en autocensura; quiere que diga que organizo cada quince dias una reunidn ciudadana (ya no se dice mas civica) ce mis alumnos, para que elios mismos editen las reglas de lo que deben prohibirse a si mismos, que les escriban, las coloreen y las decoren. Ella cree que es con esos dibujos que [mis alumnos det afios} evitarén angelicalments un clic en un pecho prometador 0 una nalga redondeada,(..) Acabamos de ver las noticias sobre este colega, profesor de deporte, que separd @ dos alumnos de 13 afios que peleaban. A uno que se resistié le dio un puntapié en las nalgas y est4 procesado, hasta durmié en prision. Podemos imaginémosio desde aqui, en el pasilo del liceo, con zapatilas, en buena condicion fisica, seguramente Hegé de un salto hasta os dos boxeadores. Sin dificutad, tomé a ambos por el cuello y 1s tird hacia arriba. Y el que, hurnilado por esta superioridad fisica, se volvié en contra de é! recibié un puntapié en las nalgas. Seco. Reaccion6 neturaimente, socorrié a dos individuos inmaduros que se ponian en peligro el uno al otro, Los asist6... Es un reflejo natural. Si 1no lo hubiese hecho, hubiera sido mas culpable, Y condenado por aso. Los jueces fo acusan de haber tenido intenciones privadas en ese saludable puntapié. Cuando en reelidad é1 estaba interviniendo por cuenta de la Nacién, para el mantenimiento del orden tan necesario en nuestros establecimiontos. El Estado le hace saber a través de sus decisiones de Justicia, que no quiere mas orden en los establecimientos escolares. El Estado se niega a que los docentes sean los depositarios de la autoridad en las escuelas. (...) Escucho grtar a un chico en el aula de al lado. Intervengo, vengo a poner mi autoridad de director de escuela al servicio de mi colega, al servicio de la buena marcha del establecimiento, Le grita a la maestra: "No tenés derecho a robarme mis Pokemént" Ella tiene en a mano un puftado de esas figuritas autoadhesivas que tango gustan a los chicos, de esa edad (7), Elle fos confiscé para detener un tréfico que generaba ruido y agitaciSn. Pero el propietario no lo ve de esa forma. "iMe robaste los Pokemon’, Transforma en acusacion privada un acto elemental y nacesario para mantener el ‘orden puiblico, en un lugar que realmente lo necesita, (..) El alumno sabe muy bien que esa acusacién es mentirosa. Yo confirmo la confiscacién de los Pokemon y le ordeno sentarse y volver a la tarea. Es entonces cuando se pone la campera, toma su mochila y me grita: "iSi es asi, me voy!" Pienso en nuestro colega, el profesor de gimnasia. Si no intervengo, deja la escuela y estoy en falta. Puedo pasar la noche en la comisaria. Si intervengo, tengo que cortarle fisicamente el camino y como manifiestamente se dispone a resist, inevitablemente lo tocaré... iy dormiré en un calabozo esta noche! Nos entregan al juicio de los padres. No es que me niegue a ser juzgado por ellos —su hijo tendrd una sola escolaridad y @50 €s muy importante-. Pero lo que sucede es que nos debatimos sobre todo con la pequetia franja de groseros batalladores, de los que ya no no se nos protege y que logran finalments impedimos trabajar. Con sus hijos. () En Francia, aman gendarme al policia () "Pare", signo vial frecuente en Europa pero no tanto entre nosotros. El conductor debe obligatoriamente frenar, y luego continuar o ceder e! paso al que eventuaimente venga por su derecha.

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