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ESCRITURA Y DIBUJOS DEL ÁRBOL DE UN ADOLESCENTE

CONFRONTADOS CON LA ESCALA DE MADURACIÓN AFECTIVA.

Por Renée Stora y Madeleine de Noblens

(Traducido por Palmiro Viñas,


de la revista “La Graphologie”, nº 197, de la Société Française de Graphologie)

Antes de entrar en los detalles a propósito de esta observación vamos


a precisar que los trabajos sobre el Test del Árbol han sido
comprobados estadísticamente en lo que concierne a la escala de
Maduración Afectiva, que permite situar chicos y chicas en su
evolución de 4 a 15 años. Ocurre lo mismo para las Constelaciones de
Trazos con sus significados psicológicos.

Vamos a observar las dos series de árboles de Mateo confrontándolos,


en algunos de sus trazos, con los tipos de dibujos extraídos de la
escala de madurez afectiva.

Mateo tiene 15 años cuando dibuja la primera serie de 4 árboles, y


15,5 años para la segunda serie.

Es el cuarto hijo de una familia compuesta de 2 niños, una niña y


luego él que tiene 7 años menos que su hermana.

Es zurdo. Estudia 2º de BUP, a mitad del segundo trimestre dibuja la


primera serie. La segunda serie la dibuja al empezar 3º de BUP.

La madre pide consejo en el transcurso de este 2º trimestre de BUP


ya que los resultados escolares son decepcionantes; ella encuentra
que su hijo vive su adolescencia de forma inquietante y adopta un
comportamiento un poco infantil en casa.

Recordemos que para el primer dibujo del árbol nosotros registramos


un comportamiento (para los jóvenes) en un entorno escolar. En el
segundo se trata de un entorno familiar. El árbol del sueño permite
ver lo que el sujeto espera y sus deseos, aquello hacia lo que tiende,
lo que él es por momentos, la manera que en suma más o menos
conscientemente el espera evolucionar. El cuarto árbol permite tener
una visión sobre lo que ha tenido más peso o influencia en su
infancia.

Mateo se sitúa en su edad -15 años- en la escala de madurez afectiva


y en este sentido quiere parecer fuerte y viril (esto desde el punto de
vista intelectual). En efecto el trazo Rama sobre el Tronco a la
Derecha (que está aquí integrada en el Follaje) aparece en los
estudios estadísticos en el 66% de los niños de su edad mientras que,
por ejemplo, no se encuentra en el 23% de las chicas de 15 años. Es
uno de los trazos observados que aumenta en función de la edad con:
para los niños, una punta a los 6 años (35%), el 22% a los 4-5 años y
el 17% a los 7 años.

Esto en Mateo, forma más bien parte de sus deseos, ya que el trazo
con presión fuerte en Follaje queda ligero, pastoso y torcido en el
Tronco: la angustia frena la realización. Esto tanto más cuando siente
la exigencia de su profesor (Hueco a la Derecha en el Follaje) y duda
mucho de su propio valor (Árbol sin Hojas. Altura 2).

Toma por real la opinión desfavorable que se tiene de él (Ramas


Abiertas), pero al mismo tiempo duda de si es culpable (Ramas en V)
y se esfuerza en conformarse con lo que se espera de él (Posición
Centro tendencia a la Derecha). Esto tanto más cuanto que tiene
necesidad de estar de acuerdo con las personas que lo rodean, ya
que su Follaje Sin Dirección Definida, que se encuentra en las
constelaciones de trazos así lo confirma.

Pero su equilibrio queda amenazado por la angustia, la inquietud y la


tensión interior delante de todas estas preocupaciones (Centro árbol,
Tronco Apoyado, Estrechado en la Base, Partido en pedazos,
Rectificaciones Mal hechas y Bien hechas en el Tronco, Follaje Abierto,
Follaje sin Dirección Definida). El mantiene por tanto una cierta
eficiencia gracias a una posibilidad de reflexión y a una persistencia
flexible hacia la meta a realizar (Follaje más grande que el Tronco,
Línea del Suelo sinuosa y ascendente). El significado de ésta línea de
suelo está acentuada si la observamos en tanto que “trazo principal”:
el Follaje Ascendente y la Posición Centro sostienen el esfuerzo a
pesar de que duda de su inteligencia (Follaje Longitud 2) y el factor
de freno (Follaje Altura 2) es insuficiente para su edad. Este trazo no
ha sido incluido para los 15 años, no lo encontramos en el 4% de los
niños de 14 años, y 16% de los de 13 años, mientras que a los 9 años
lo encontramos en el 56% y a los 7 años en el 48%. La falta de altura
del follaje está de momento compensada por el Follaje más Grande
que el Tronco.

En conclusión, el trabajo escolar se mantiene a pesar de todo pero


parece muy justo. La cuestión que se plantea en 2º de BUP, es saber
si repetir curso no sería lo más oportuno.

Mateo en casa, se conforma a las exigencias y a la atención que


exigen sus padres como ha tenido que hacerlo siendo pequeño y
cuando su agitación molestaba o inquietaba a los mayores (el Follaje
Cortando el Tronco aparece en el 10% de los chicos de 7 años y
persiste para el 17% de 7 a 14 años.
Mateo continúa mostrándose gentil y correcto, escondiendo la
angustia (Partido en pedazos el Tronco a la Izquierda, Torcido en el
Follaje a la Izquierda) y la culpabilidad (Acerado en la Base) que él
acusa hacia su madre a la que le gustaría contentar. Esto sin tener la
impresión de poder llegar a ello (2 Cruces a la Izquierda), pero
también que él querría, bajo mano, de alguna manera tener
dominada (Trazo Ascendiente escondido de las dos cruces, Follaje sin
Dirección Definida, Posición Derecha con Tendencia al Centro). Estos
deseos son impensables para un chico pequeño respetuoso. El
engrandece sus fracasos y se acusa a sí mismo (Cicatriz en el Tronco
-conforme a su edad- y Acerado en la Base a la derecha), se siente
pequeño enfrente de un padre que admira Posición Derecha con
tendencia al Centro) al cual obedece (Follaje Cortando el Tronco) pero
que querría también dominar bajo mano (Rectificación Ascendente en
el Tronco).

En suma, a pesar de su deseo de contacto (Follaje hacia la Derecha


Abajo) el se mantiene reservado (Follaje Cerrado) en cuanto atañe a sí
mismo (Tronco Enderezado) con sus preocupaciones y sus sueños
(Tronco en el Follaje -trazo que se encuentra en el 73% de los chicos
de 15 años-, Follaje más grande que el Tronco y más apoyado a la
derecha que en el tronco).

En ciertas circunstancias, Mateo tiene prisa con su curiosidad, dando


lugar a la aparición de la angustia y la inseguridad (Raíces más
grandes que la mitad del Tronco, apoyadas y mal arraigadas; Tronco
Estrechado en la Base). Está como sumergido por el miedo (Trazo
Torcido en el Tronco), miedo de la enfermedad en cualquier
circunstancia que la madre confirma y que se concreta en una gran
preocupación por sus cambios físicos debidos a la pubertad. Se
repliega sobre sí mismo como enquistado y a la defensiva (dibujo con
rombos pareciéndose a un corte de anatomía cerrado, trazo apoyado,
Follaje Altura 2, Longitud 1, Tronco más grande que el Follaje). La
excitación le pesa pero queda interiorizada (Posición tendencia hacia
Arriba).

A pesar del desaliento, él trata de sobreponerse (Tronco Enderezado)


y de fijarse una meta a realizar sin importarle las dificultades (Línea
del Suelo). Podemos resaltar la Raíz arriba a la derecha, muy
apoyada: preocupaciones y preguntas respecto a su relación con el
padre (Rectificación Mal Hecha) con ambivalencia.

En su infancia Mateo ha reaccionado contra una tendencia a la


depresión (Posición tendencia hacia Arriba) y las decepciones que
acusa resentidas respecto a su padre cuya autoridad ha pesado
(Tronco descendente, Suelo descendente, Follaje tendencia Rectilínea,
Enderezado, Descendente, Cortando el Tronco a la Derecha)
refugiándose en sus sueños y en sus preocupaciones (Follaje en
Círculo más Apoyado que el Tronco), preocupaciones que guarda en
secreto.
El desea ser amado por su madre, sufriendo no obstante por su
autoridad, pero se queda insatisfecho (Bucles en el Follaje hacia
Arriba, círculo rectilíneo a la izquierda) calla y se reprime (gran
espacio blanco a la izquierda entre el follaje y el tronco).

Los padres han seguido el consejo que les han dado y cambiado de
comportamiento, valorando más a Mateo y favoreciendo su
autonomía. El resultado es un cambio claro: podemos decir que
psicológicamente Mateo ha crecido... tanto como su dibujo. El árbol es
ahora de Altura 3, de acuerdo con la edad según la escala.

Frente a la prisa, la inseguridad y la angustia (Ramas a la Derecha


Estrechadas en la Base, Cortadas) el hace frente con una rabia
crispada y tensa, una especie de espera muda que el afronta
(Ennegrecimiento masivo, apoyado, en V invertida sobre la punta de
la rama derecha).

La capacidad de organización y de reflexión se ha desarrollado (mejor


reparto del follaje, Follaje más Grande que el Tronco), la angustia ha
disminuido (menos trazos torcidos) y Mateo se inserta mejor en la
realidad cotidiana (Apoyo mejor en el tronco a la izquierda, aunque
quede ligero, y tiene menos apoyo y tensión que en el follaje).

Constatamos la desaparición del Follaje Cortando el Tronco, una ligera


apertura entre el follaje y el tronco -introspección, controla lo que
dice- así como una tendencia al Follaje Abierto y Cerrado. El círculo se
ha vuelto pastoso, el apoyo ha mejorado en el tronco. Mateo se abre
mejor a la vida, hace suya la manera de ver de su madre (Posición
Centro Tendencia Izquierda) menos resentida como eficaz y
angustiante (tronco apoyado y pastoso, más apoyado que el tronco a
la derecha y Posición Centro Tendencia Izquierda. Está dispuesto a
confiarse a ella (follaje izquierda pastoso ligero yendo hacia un Follaje
Abierto) y se permite interesarse por el amor (Tronco dentro del
Follaje).

Los Detalles del Follaje no ligados al conjunto -el árbol presenta como
dos follajes- puede indicar un razonamiento alguna vez subjetivo. No
existía en la primera serie de árboles y toma aquí un significado
especial visto el Follaje Arriba a la Derecha, el trazo de repente recto,
la tendencia a los Cortes, las dos cruces y la prolongación de la cruz
exterior dibujan una cicatriz: impresión de conflicto y miedo
angustiado de un fracaso debido a un sentimiento de insuficiencia
desde el punto de vista intelectual, miedo que el contacto con un
padre que admira agrava. Esto tanto más cuanto que rivalizar con él
parece imposible, angustiante y culpabilizante (Rectificación en
Tronco ascendente y acerado en la base y una tendencia a los cortes).

El árbol 3 es claramente mejor, menos en Posición Tendencia Bajo. El


Apoyo está en el Follaje. El Tronco está borrado, Pastoso, Rectilíneo y
Roto a la Izquierda, Rectificado y Tendencia a Romperse a la Derecha.
Podemos decir que Mateo parece preocupado y decepcionado por el
amor, muy poco seguro de sí mismo y ansioso por vivirlo en ciertos
momentos de la vida. El dice de su dibujo que “Ha querido realizar un
símbolo universal de paz y amor, sueño irrealizable que podríamos
atribuir a un niño de 6 años”. El siente en sí mismo la parte infantil
que todavía subsiste en el, la cual rechaza y de la que trata de
desprenderse.

El se refugia en su vida interior, sus aspiraciones y sus sueños. Su


posibilidad de éxito escolar se apoya sobre una tensión interior
crispada, una especie de rechazo callado de la vida tal como es
actualmente: se trata de resistir, de reflexionar (Follaje más Grande
que el Tronco) y de prever por donde puede sobresalir.

Esta misma actitud de resistencia es la que salva y asegura


actualmente su equilibrio: esta se encuentra en el centro de este
árbol en las V centrales del corazón, en el árbol nº 2 en las V del
follaje derecho abajo y, en el nº 1, en la V apoyada de la rama de la
derecha y el Árbol en el Centro.

Este trazo se encuentra también en la firma como podremos ver.

El 4º dibujo no presenta ya el Follaje Cortando el Tronco. No tiene ya


el círculo más apoyado que el tronco y aparecen Detalles del Follaje,
no ligados al conjunto (DdG).

Entre 7 y 10 años, período de los DdG, Mateo ha tenido una especie


de depresión (Posición Baja) a propósito de su madre que él prefería
en este momento (Follaje hacia la Izquierda) hay resentimiento a este
respecto a la vez que miedo y decepción (debilidad del trazo a la
izquierda del tronco, excepcional por ser un trazo ejecutado con los
ojos cerrados y el Tronco Descendente a la Izquierda. Con su padre el
tenía que permanecer en guardia, estar atento a lo que le decía
(Tendencia a Follaje Abierto y Cerrado y círculo del follaje con
tendencia rectilínea arriba a la derecha, Trazo Torcido en Follaje). Por
miedo a sus reacciones, el se sentía dependiente e inseguro: el suelo
parece faltar bajo sus pies (Línea de Suelo y Follaje Colgando por
abajo).

En conclusión, este 4º árbol permite pensar que el cambio positivo


que ha sobrevenido es estable ya que la impresión dejada por su
pasado empieza a desmoronarse, a desprenderse de los problemas
que preocupan a Mateo: la presión desplazada sobre el círculo ha
desaparecido. Documentos 9 y 10.

Esta resistencia tensa de los dibujos del árbol se reencuentra en la


tensión de la escritura cerrada, presionada, anudada de los 15 años y
de los 15,5. Un cambio se ha esbozado sin embargo en 6 meses,
aunque se trata de un cambio menos claro que en los dibujos donde
la expresión es más directa, más inmediata, menos socializada.

La escritura está en relación con la edad de este muchacho que su


madre y sus profesores juzgan muy astuto, rápido, pero que escucha
poco, profundiza poco, impaciente. Es bueno en física pero no en
lengua, parece bloqueado en matemáticas y se muestra más o menos
lógico. Nos planteamos pues la pregunta de si tiene que repetir. La
madre lo encuentra infantil en casa, señala que juega al “Lego” (es
esto un refugio, una dependencia un poco obsesiva a la infancia). Su
transformación física debida a la pubertad le preocupa.

Su “edad gráfica” no es fácil de evaluar.

Un substrato de escritura en superficie y de ausencia de movimiento


cursivo permanecen (documento 9) en este grafismo torpe y vacilante
en su progresión en pequeñas sacudidas y telescopages, en su
dirección, en su forma cabossée y torcida con arcadas en la zona
media, de “p” y “m” infantiles pues son escolares y torpes, algunas
“d” disociadas. Mateo quiere unir, se “engancha” a su enlace pero
vemos detenciones y una especie de soldaduras que están lejos de
favorecer un movimiento cursivo desenvuelto.

Pero este tipo de escritura torpe, inhibida, torcida, un poco


contorsionada, no es más que una escritura infantil. La crispación y la
tensión de este pequeño gesto apoyado, muy poco libre, muy poco
amplio a pesar de una zona media que no es pequeña (es incluso
grande para la escritura de un chico de 15,5 años) emana otra cosa.
Este tipo de tensión, la presentación con sus espacios entre líneas, las
palabras bien formadas, el escrito bien estructurado en su margen
inicial, la despedida y la firma, el margen de la izquierda (aunque no
sea todavía muy estable) y el superior, algunos enlaces y algunas
mayúsculas hablan ya de un relativo nivel de organización de la
escritura.

Se trata claramente de un medio gráfico adolescente, que


corresponde a un muchacho ansioso y frenado en su progresión pero
que parece inteligente. Es sobretodo más escritura de chico que de
chica.

Podemos observar la diferencia entre las dos escrituras (documentos


9 y 10) y como es más infantil en la carta escrita al padre que admira
pero que también lo inquieta y acerca del cual tiene mucho que
demostrar. Se extiende lo suficiente, el espacio entre líneas es bueno.
(La firma está cerca del texto). Además de la espera ansiosa, crispada
y defensiva, el repliegue -como enquistado-, los dibujos del árbol (el
1º árbol de la 1ª serie en particular) decían que la búsqueda de
afirmación de Mateo era más bien objeto del deseo con el follaje más
apoyado que el tronco ligero, pastoso, torcido. El apoyo muy fuerte
aquí (Documento 9) y efectuándose en tensión, no es pues la
realización de una fuerza. El bloquea la escritura y su avance,
escritura ligada por este mismo apoyo, por estas pequeñas
complicaciones arriba de las “a” y sobre las “o” enrolladas por la
izquierda (es un gesto de zurdo pero tan expresivo como si fuera de
un diestro), por esta voluntad de unión que se vuelve torpe por la
crispación, por sus ángulos, sus torsiones y arcadas, sus trazos
recubiertos de las “p”, las pequeñas “t”, las jambas de las “f”, las “e”,
los pequeños iniciales delante de cada letra, los finales crispados que
parecen volver a la izquierda cerrando la letra (ver las “s”). Hay que
señalar la “je” de “je t’embrasse” y la desproporción entre las dos
letras, creando dos zonas mal diferenciadas (ítem F14).

Se advierte tensión y bloqueo, con una fuerza y una energía mal


regulada -como en los dibujos con el apoyo en el follaje, los
ennegrecimientos- todavía presentes.

La crispación permanece, desde luego, a los 15 años y medio, pero la


escritura se expande hacia la derecha y sobre la página, es más
grande (como los dibujos de los árboles). Las jambas son todas
bastante cortas y las hampas bastante bajas (son las proporciones
propias de Mateo) pero son más plenas, abarcan más espacio, y son
menos inhibidas. (Documento 10). La “j” también es plena, un poco
más larga y mejor proporcionada a la letra que la sigue, las “t” son
más fuertes, más rectas.

Pero sobre todo el “Mateo” de la firma es más ancho. La “M” es más


amplia en su curva y toma más expansión hacia la derecha, los dos
apoyos verticales son más firmes, las “t” no llegan a formar ángulo
sobre la línea de base. La adaptación al entorno inmediato es mejor.
Mateo empieza a poder separarse de este gesto de resistencia
crispada, análoga a las “V” de los árboles.

Las torsiones han desaparecido, la “u” ha reemplazado su arco


cóncavo por un bucle. El guión final ha desaparecido. Esta letra “u” es
de tendencia creciente con un final en curva que se impone. La
impaciencia por realizarse parece venir de forma eficiente. La
motivación aparece más evidente con esta firma más grande que el
texto.

E igualmente porque es a menudo a partir de la firma, si es


prometedora -como en el caso presente- que el grafólogo va a poder
proponerle que cambie.

Es algunas veces aquí, y solamente aquí, que se inscriben o que se


perfilan, pues todavía no ha nacido, el potencial de afirmación en el
chico o la feminidad en la chica.

Para Mateo, los dibujos, la escritura y la firma permiten anunciar un


cambio, una evolución que no parecen efímeras y van a comprometer
a los padres a perseguir una actitud constructiva. Y esto es esencial.
La dinámica escritura-firma como la dinámica inter-árboles y el apoyo
sobre la organización del grafismo y sobre las bases cifradas en los
dibujos con la frecuencia de desaparición de los ítems (como en la
escala del niño de Ajuriaguerra) permiten confirmaciones y
precisiones.

Los dibujos permiten decir también con más precisión donde


subyacen los puntos de ansiedad o de conflicto respecto a los padres
o al entorno escolar y cómo son experimentados cada uno de ellos y
esto mucho mejor que la escritura que puede decir la realidad
objetiva pero no necesariamente lo que más o menos subjetivamente
siente la persona, lo que constituye su realidad.

El entorno podrá entonces, en conclusión, comprender y actuar


probablemente en un sentido más eficiente.
ESCRITURA Y DIBUJOS DEL ARBOL DE MATEO

Primera serie de árboles:


Segunda serie de árboles:
Escrituras:

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