Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Radiestesia Raul de La Rosa PDF
Radiestesia Raul de La Rosa PDF
JI
EL USO PRÁCTICO DE LA INTUICiÓN
..... T.
Lo~ fjlwo~ d(~ F.l 5.1.12 ¡¡ .;.qbid,WÍ-q - ~~~ ( ~HCI.::¡!
:
PARA BUSCAR LUGARES FAVORABLES,
CURAR Y CO N O CE RSEA UNO M ISMO ,.,·
~"
RAÚL DE LA ROSA "
Los libros de mmmzm sabiduría esencial .;'
.~~ .
La Edad Moderna ................................................................ 34
La división cartesiana 49
Pros y contras 70
El siglo XX 9 1
7
El consciente .. 141
El inconsciente ... .. 143
Del instinto a la intui ción 148
¿Quién, dónde , cuándo y cómo' 151
Q uién puede ser radiestesista 151
Dónd e operar 153
Cuándo ope rar .. . 155
Cómo ope rar ... 160
¿Estamos preparados? 164
La motivación y el deseo .... . . 164
El mter és .. .. . 166
La intención 168
L1 predisposición 170
La relajación 171
Técn icas de relajación 173
Hablar con uno mismo .... . 177
Reaccion es neuromusculares: el acuerdo inte n or. ......... 177
La expresión inicial 180
La pregunta . 18 3
L1 imaginación . 186
La confianza 188
El proceso merual .... 190
L1 orientaci ón y la selección mental... 190
8
El péndulo 230
La varilla 236
Ejercicio n° 1 272
Ejercicio n° 2 .................................................................. 27 3
9
Conclusión final .. 3 13
Bibliografla...... 3 17
10
Conclusión ñnal, . 3 13
Bibliografla . 3 17
10
fenoménico, aquello que traspasase los postulad os de lo considera-
do como ciennfícamente posible, no existía, y era fruto del engañ o
de los sentidos o, simplemente, un fraude.
La idea del ser humano mecánico sigue estando vigente dentro
de los medios cientlficos dom inantes, aunque sus rígidas posiciones
van abriend o paso a una nue va, y a la vez ancestral, comprensión del
mundo, de la vida y del ser humano máS allá de lo puramente tan-
gible. La ciencia actual no ha contemplado en sus formulaciones el
hecho de que el pensamiento afecte a la materia y menos aún al
tiempo. Las supuestas leyes ftsicas establecidas han obviado este
fenómeno a pesar de que la realidad , tanto cotidiana como experi-
mental, manifieste lo cont rario. ¿Dónde se dice que, mediante un
determinado proceso psíquico, se puede conocer una información
del pasado o del futuro, sin que el espacio afecte a su logro, o que se
puedan alterar las mal llamadas leyes Iísícas? Mient ras la ciencia no
considere en sus enunciados estos fenómenos, sus explicaciones
sobre la realidad serán siempre parciales.
Condenada por la religión y despreciada por la comunidad cien-
uñca, la radiestesia siempre ha mantenido una vertiente popular
denostada por los dogmas imperantes en cada época. No obstante,
tal como veremos, ha sido objeto de estudio y práctica por parte de
notables personajes del mundo cultural y científico, algunos de los
11
de los sentidos o, simplemente, un fraude.
La idea del ser humano mecánico sigue estando vigente dentro
de los medios ctentífícos dominantes, aunque sus rígídas posiciones
van abriendo paso a una nueva, y a la vez ancestral,comprensión del
mundo , de la vida y del ser humano más allá de lo puramente tan
gible. La ciencia actual no ha contemplado en sus formulaciones el
hecho de que el pensamiento afecte a la materia y menos aún al
tiempo. Las supuestas leyes ftsícas establecidas han obviado este
fenómeno a pesar de que la realidad, tanto cotidiana como experi
mental, manifieste lo contrario. ¿Dónde se dice que, mediante un
detenniruido proceso psíquico, se puede conocer una informací ón
del pasado o del futuro, sin que el espacio afecte a su logro, o que se
puedan alterar las mal llamadas leyes ffsicas? Mientras la ciencia no
considere en sus enunciados estos fenómenos, sus explicaciones
sobre la realidad serán siempre parciales.
Condenada por la religión y despreciada por la comunidad cien
rífíca, la radiestesia siempre ha mantenido una vertiente popular
denostada por los dogmas imperantes en cada época. No obstante,
tal como veremos, ha sido objeto de estudio y práctica por parte de
notables personajes del mundo cultural y cíentífico, algunos de los
11
Cua lq uier pretensión de camb io social o individua l debe enfo
carse manteniendo la ment e alerta y abiert a al descubrimient o de
aq uello qu e desconocemos, que es mucho más que lo que creemos
sabe r.
La evolución personal ha de dirigirse hacia el con ocímicnto a
través de esos sentidos naturales que nos ponen en con tacto co n
nuestra esencia y, por tanto, con nuestra co nciencia. Sin esta co m
prensión el ser human o seguirá lastrad o por los prejuicios y valores
que intentan mantener arquetipos sociales tendentes a limitar su
evoluci ón.
Desde sus comienzos el ser humano utilizó su instinto para
sobrevi..i r, y la intuición para valorar las situaciones a las que se
enfrentaba. Con el paso de! tiempo transform ó un medio inh óspito
en otro menos agresivo, co n lo que la necesidad de u tilizar el ins
timo y la intuicí ón pasó a un segundo plano, fortaleciénd ose el uso
de la razón .
La curiosidad y la necesidad plan tean un a cuestión inhe rente al
ser human o: e! deseo de sabe r. En primer lugar surgen aque llas
cuestiones más elementales, las que competen a la supervivencia,
co mo por ejemplo, alimentarse. Posteriorm ente, el deseo de sabe r
lleva al ser humano a cuestiones men os primarias, donde el razona
mient o a través de procesos sensitivos no puede n ayuda rle. Después
de la necesidad prim aria de saber, estimulada por la superv ivencia y
12
radiestesia se debe sobre todo a los conce ptos equivocados que han
pretendi do atribuírsele, lejos del lugar que, por naturaleza, debe
ocu par.
• La man ifestación pu ramente radíest ésíca depe nd e del incons-
ciente al igual qu e la intuición . Pero, a diferen cia de la forma con-
vencional de entenderla, qu e surge aparentemente de forma espon-
tánea, la actividad radíest ésíca se formula íntencíonadamentef A
veces ante un pensamient o, un problema , duda o el deseo de sabe r,
el inconsciente comienza a buscar un a solució n y responde infor-
" fiánd on os de distintas formas: mediante un a respuesta igualmente
mental o a través de cienos códigos pe rsonales y de símbolos colec-
tivos qu e cons idera los más apropiados para adve n ir al conscie nte.
i Pod ríamos definir este proceso como int uitivo, pu es se produce de
; form a inco nsciente hasta llegar a la idea consciente y diferenciarlo
1: del puramente radiestésicoe En radiestesia, la volunt ad diri ge el pro-
i. ceso hasta permitir que el inconsciente responda mediante un c ódí-
, go previamente establecido: una reacción muscular, sensacio nes ftsí-
co- psíquicas o, incluso, hasta la aparición de la respu esta esperada a
. través de un pensamiento. •
El ámbito de la radíestesía, al igual qu e el de la vida ,'es am plio.
A través de ella se pueden encont rar, no sólo elementos del mundo
13
ticas tampoco cubren los paradigmas que plantea este fenómeno,
obviado por una ciencia que se opone a orientar sus investigaciones
a terrenos que no estén dentro de expectativas concretas de aplica-
ciones prácticas inmediatas. Surge asl la necesidad de una nueva
forma de adquirir co nocimientos; camino que va tnumarnente
unid o a la influencia decisiva, en cualquier faceta de la vida, de la
conciencia. Esta nueva concepción debe desarrollarse desligada de
ideas mecanicistas, quizás aplicables a muchos campos, pero no a
los fenómenos de la conciencia en esencia, con la perspectiva de
abarcar una realidad más profunda.
La simple captación senso rial de los fenómenos flsicos, ampara-
da por un razonami ento limitado, ha sido la única forma de discer-
nimiento del llamado progreso científico, que ha intentado -con la
idea de que este supuesto avance traerla felicidad y bíenestar-, des-
plazar la experiencia intim a de los fenómenos espirituales y psicoló-
gicos. Éstos, sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos por anu lar-
los, han hecho posible los considerables avances del pensamiento
filosófico y de la psicología emplrica.
Mi visión personal conjuga ambos aspectos, y ello permite cons-
truir una renovada ciencia, cuyas bases se sus tentarían en el co noci-
miento adquirido a través de una primera fase de elaboración inte-
lectual dirigida a favorecer un a intuición esencial, que seria utilizada
14
didos; estas cuestiones tambi én son objeto de , como deno mina ré, la
filosofía radiestésica.
La filosofía radiestésica que plant eo se ha ido desarrollando junto
a doctrinas filosóficas qu e también combinaban la intuición y la
razón, hasta llegar a este mom ento, en qu e qu ed a definida junto con
los fen ómenos de la psique y de la conciencia, mostrando su intima
relación , y reforzada por las investigacion es teóricas que he realiza-
do y coinciden con mi experiencia práctica.
Los principios de esta filosofía radiestésica como ciencia, arte y
exp resión de una capacidad hu mana, asl como su obje to y su méto-
do han sido materia de ásperas polémicas ent re sus detrac tores y se-
guidores y tambi én ent re estos últimos y sus distintas teotias e ideas
sobre el fenó meno . Pero el objetivo esencial de la ñlosofta radiest é-
sica es el mism o qu e el de otras ramas de la cultura y la ciencia: des-
cubrir, admitiendo la concepción del vocablo griego philosojhia (filo-
solía) qu e significa «amor al conocimiento ».
El concepto de ñlosofta ha perdido en algunos ámbitos el senti -
do primigenio qu e los filósofos le proporcionaron. La actividad de
cienos filósofos se relaciona hoy iróni camente con el verb o filosofar,
hablar por hablar, es decir, meditar o expone r ideas sin valor sobre
cosas trascenden tales. Sin embargo, el auténtico filósofo pretende
acceder a la sabiduría, no sólo mediante el ente ndimiento, ya qu e
15
16
estas limitaciones. El estudio de la historia y de la filosofla radiest é-
sica que aquí expongo abre un amplio campo cognoscitivo, al tiem-
po que apona un enfoque práctico y educativo para e! conocimien-
to personal.
DE LO S A LBORES A LA EDAD MEDIA
Los anc estros de la radiestesia
El hombre primitivo fue un ser fundamentalmente instintivo. Esta
facultad le permitía actuar frente a un medio inhóspito y agresivo. A
medida que fue conformando un hábitat más seguro y estable, este
instinto innato fue perdiendo protagonismo en proporción directaal
aumento de su capacidadde raciocinio, aunque quedó latente como
parte de la naturaleza humana. Por ello, en cienos momentos de
especial receptividad, puede reaparecer de forma involuntaria, pro-
vocando lo que se conoce como intuición, o voluntariamente, a tra-
vés de la radiestesia.
El estudio antropológico de la radíestesía, y de las anes adivina-
torias en general, demuestra que en todo el planeta y a lo largo del
19
gentes de alto rango social que solian rodear sus prácticas de un
carácter sagrado, inclu so mágico. Sin em bargo, en cienas culturas,
tal como sucedió en Asiria, Babiloni a o Caldea, la influencia de la
adivin ación estaba present e en el pueblo, de la misma fonna que en
los ámbitos más doctos. Gran part e de la cultura de Babilonia y de
Asiria -floreciente ya 3.000 años a.c.- se basa en los primiti vos
sumerios. El conocimiento de su fonna de vivir ha llegado hasta
nosotros gracias al hallazgo de miles de tablas de barro con ins-
cripciones cuneiformes , procedentes de la biblioteca del rey asirio
Asurbanipal. Consta fundamenta lmente de textos religiosos y eso-
téricos: conj uros, oráculos, ritos mágicos, etcétera; textos cíentífi-
cos: astronomía, medicina, geografía, botánica , etcétera, y textos
administrativos y legislativos, como el célebre Código de Hamm u-
rabi , grabado en un bloque de diorita por ese gran rey del imperio
babilónico que vivió ent re 1728 y 1686 a.c. . Este descubrimiento
mu estra la importancia que ten ían los métodos de adivinación en
el quehacer diario .
Hace más de 4 .000 años, los chinos utilizaban la varilla para
encontrar yacimientos de minerales yaguas subterráneas, incluso
para decidir dónde constru ir una ciudad o una casa. El ane milena-
rio del feng-Shui incluye, entre otras cosas, la elección de los luga-
res más propici os para vivir en annonla con la naturaleza. El geo-
rnante era el encargado de determinar el lugar y la orientació n
20
Hamm urubi ( 1728- 1686 a.C,) recibiend o el
anillo }' la vara , símbolos dc su sobera nía .
C ódigo d e Harnmurabi hall ad o en Susa.
adecuados para la construcción de las viviendas. Homb res destaca-
dos en su epoc a como Yu, de la dina stía li sia. emperador de Ch ina
desde el ano 2205 hasta el 2 I9 7 a.C; eran conocid os por sus artes
radicsr ésicas. Tal como fi gura en la reproducción de un grab ado de
la epoca, Yu era alabado «po r su ciencia de los yacimientos mineros
y d e las lucn tes. Detectaba objetos esco nd idos y supo regu lar j ui-
ciosameme el trabajo de la tierra según las diversas estaciones ». Yu,
a través de la radiestesia, dete rminaba la calidad de la ene rgía de 105
lugares donde se pen saba ed ifi car porque ya ento nces se sabía que
u n lugar inadecuado podía ser causa de enfermedades.
Dístiruas doctrinas filosóficas fl orecieron en China: el confucia-
nismo , el tao ísmo o el pen sam iento de Mo-tse y sus seguidores los
moh ístas. Éstos pro pugna ban que la existencia obje tiva de las cosas
existía fuera de la co nciencia. Segú n los mohísias, lodos los conocí-
miemo s son consecuencia del esfuerzo común entre los sent idos y
el pensami ento. En contrapusión a estas id eas. el taoísmo afi rma que
el saber se d ivide en dos formas bien d iferenciadas: sensible y supra-
sensible. El p rimero se adquiere a través de la percepc ión del mu ndo
21
I
feta intenta combatir las tradiciones y las tendencias idolátricas de
los israelitas, invocándoles a la piedad interior y a la devoción espi-
ritual que les acercará a Dios. A pesar de ello, los ju díos hacían uso
de la varilla, según narran en siglos posteriores san Jerónimo y san
Cirilo.
En sus escritos, e! historiador griego Herodoto (siglo v a.C)
menciona que los escitas -pueblo iranio nómada que vivió original-
mente en las estepas de la actual Rusia meridional-, practicaban la
rabdomancia. La cultura escita se detecta a lo largo de muchisimos
siglos y abarca desde los territorios occidentales de China hasta cier-
tos aspectos del ane godo , merovingio o vikingo. Herodoto descri-
be e! instrume nto del cual se servlan como una varilla de madera de
sauce que los escitas emp leaban, entre otros usos, para descubri r a
los perjuros.
El vocablo rabdomancia procede del griego rhabdos, o sea,
vara y manteCa, adivinación. Este término fue utilizado duran-
te siglos para denominar al fenómeno de la adivinación
mediante un a vara. Otros métodos de adivinación fueron la
belomancia (por medio de flechas) o la xilomancia (median-
te la madera).
22
crueldad .
En los anales de todos los pueblos figu ran multitud de fenóme-
nos, aparenteme nte sobrenaturales, como la adivinación , la clarivi-
dencia o la rabdomancia, utilizados con un fi n social y religioso .
Egipto y, posteriormen te, Grecia se destacan po r el ejerci cio y la
organización de estas artes. Según cuenta Herod oto , el egipcio Belus
fun dó una colonia a orillas del río Éu frates , do nde orde nó a los
sacerdotes calde as, conoced ores del arte de la rabdoma ncía o de la
adiv inac ión med iante la varilla , al igual que los magos egip cios de la
épo ca de Moisés.
Estrabón (aprox. 58 a.C.-c. 25 ) fue un geógra fo e historiador
griego con una cierta obsesión por narrar los hechos tal como suce-
dieron. En sus obras , caso de Mem01ias históricas compuesta de 4 7
ltbros y especialmente en Gcografia de 17 libros . insiste en la nece-
sidad de fundamentar la geografia en datos ma tern áticos y científi-
cos. Al mismo tiem po , introduce con ceptos filosóficos e históricos,
aportando detalles eruditos e in formaciones arqueológicas, entre los
cuales menciona que los brahmanes de Pcrsia hacían uso de la vara,
al igual q ue los pu eblos de Metelin o los bra hmanes de la Ind ia, tal
como relata n ovio Fil óstrato. Este sofista griego (ap rox. 170 -244)
escribi ó la Vida de Apolonio de Tia na, obra compuesta de 8 libros,
bajo un marco de misticism o ncop ítagoríco, as! como la Vida de los
sof istas.
23
del Un iverso , que conocia el porvenir y descorría su velo a través
de los orác ulos.
En la isla de Lesbos, segú n nar ra Fil óstrato , los iniciados ten ían
el privilegio de hablar con los dioses mediante el uso de la varilla.
Estas arres fueron cultivadas con un profund o respeto, así como
con u na since rida d y rigor científico que las elevaro n a lo más alto
del sabe r de la época . El resumen de todos estos conocimientos y su
origen se pu ede comp rende r en u na sola frase insc rita en el fronti s
del templo de Delfos: «Con ócete a ti mism o ».
Herodoto fue también un extrao rdina rio obse rvado r de su tiem-
po, d otado de una gran obje tividad , y un fino estud ioso de los dio-
ses y de lo que entonces se cons ideraba sobrenatu ral. Junto con otros
escrito res recoge leyendas sobre el filósofo Pitágoras, en las que ase-
guraban que disponla de un fémur de oro --<¡ue algunos autores tra-
du cen como «un mu slo de oro»- con virtudes proféticas y posela el
don de conoce r el pasado. Pitagoras fue el fundador de un a escuela
filosófica llam ada itálica, de gran influencia en doctrinas filosóficas
posterio res como la platónica y la neoplatón ica. Creía qu e para com-
prender el origen y el fin de las cosas no se podía ejercitar la dialéc-
tica y el razonamient o, habia que desa rrollar, fund ament alment e, la
facultad p rimo rd ial y superior del hombre: la intuición . Es po r ello
que el mism o Pitágoras trató de devolver al arre adivinatorio su pro-
fundid ad y prestigio perdidos. Precisament e, Delfos, el santuario de
24
cio nes for man todos los cuer pos . Dem ócrit o fue un cien tífico aven
tajad o y un escritor pro lífi co en temas relativos a la filosofía . la
lógica. la psicología, la ética. la política. la pedagogía. la teo ría del
art e. la lin g úistica , las mate máticas, la física y la cos mología. Según
Dem ócruo, las percepcio nes so n el pr incipio y la hase del co noc i
mient o; la materia infl uye en los sentidos que trad ucen sus percep
cio nes en im ágenes. Estas im ágenes. co pias ele las cosas materiales,
discu rrirían por el espacio vacío, llegand o a los órganos de las per
so nas y pen etrando en ellos a través d e los poros. Sin embargo,
Dcm ócrüo adviene q ue hay objetos y propiedad es de los objetos
que. por su escaso tamaño, no p ueden pcrcíbírse de la misma
forma , pero es posible conoce r su existenc ia mediante la men te.
Mas ad elante veremos cómo estas ideas fueron empleadas co mo
exp licació n al fenómeno de l movimien to de! inst rurne rno en
rad iestesia.
Ant iguam cmc . existieron d octrinas y cultu ras que u nieron la
ciencia al co nocimie nto ; hoy se b usca la ciencia sin el conocimien
to , lo cual d egenera en la actu al decadencia ed ucativa. El verdade ro
maestro no se limita a una sim ple inst ru cción cient ífica o cultu ral.
Va más allá, bu scando el despertar del conocimiento en e! espíritu
del discípulo. Para alcanza r la sabidurí a ciertas cultu ras fund ían su
ser físico. el moral y el inte lectual en un o, utilizando pa ra ello el eje r
cicio de la voluntad, del raciocinio y de la iruuici ón.
25
zado por la mayoría de los puebl os, y de ella proceden gran parte de
los conocimiemos.
Como vem os, los griegos fueron expertos conocedores de estas
prácticas adivinatorias. Plutarco (50-125), escrito r griego autor de
Corpus, obra divid ida en dos partes: Vidas paralelas y Obras morales,
o Moralia , libros qu e trata n sob re filosofía, pedagogía y mitología
desde un contexto moral, tamb ién cita el uso de la varilla en sus
obras. Fue sacerdote del santuario de Delfos y supo vivir ent re gen
les de distintas culturas y trad iciones: patricios romanos, griegos de
Europa y Asia o nómadas sofistas, adquiriendo así, a través de sus
viajes, una visión incomp arable de la humanidad. Intent ó conciliar
las antiguas costumbres y trad iciones con las nuevas concepciones,
sobresaliendo sus tratad os: Sobre la letra E en DelJos, Por qué la Pito
nisa no habla nunca en verso, Sobre ladecadenciade los oráculos, en los
que bu scaba las razones que hablan originado la decadencia de las
artes adivinatorias, de tant o prestigio entre la sociedad en etapa s pre
cedentes.
La varilla en los antiguos pueblos europeos
Tácito - senador durante el reinad o de Vespasiano y, posterio rme n
te, en el año 88, pretor-, fue tambi én un gran historiador. Sus rela
26
tu ra trata de amuletos, fór mulas. métod os mágicos y de adi vinación
que ap ortan una valiosa informac i ón acerca de sus creencias. Prac-
ticaban la ad ivinación interpretando la posición de varillas de
made ra, así como los son ido s, el vue lo de las aves o el co mporta-
m iento de los animales. especialmente el de cien os caballos blan-
cos. En el ámbito privad o estos augu rios era n interpretados po r los
cabeza de familia. o por los sacerd otes cuand o se trataba de un
asum o público. Ent re esto s ú ltimos destacan algu nas muj eres que
llegaron a tene r una notable influencia po huca y que eran consul-
tadas antes de tornar imp o rtant es decision es. Las más destacable s
fueron Vileda entre los bructeros, Ganna en tre los semno ncs o Au ri-
na, citada asimismo por el mismo Tácito. Tam bién los alanos unli-
zaban u na varilla adivinatoria de hu eso, al igual que los Irison es,
pueblo de raza germ ánica que vivi ó en la zona costera de los actua -
les Países Bajos, ent re el Ri n y el Ems, qu e la empleaban . en tre otros
a SUIllOS , para descu brir crímenes.
Tito Livio (n. 50 a.C) es un analista que relata y co mprueba los
sorprendentes y maravillosos acontecimientos de los que es espec ra-
dar, ast como cienos relatos legend arios adm itidos como verdaderos
pt)r sus an tepasados. En sus ob ras encon tramos referencias sob re las
cualidade s de la varilla y. aunque se muestra con trario a las supers-
ticiones del vu lgo, registra escrupulosamente los prod igios y suce sos
de los cua les fue testigo .
27
sobrenatural. La climatología, el vuelo de los pájaros o un encuentro
fortuito, eran considerados como presagios, ya fueran de índole favo-
rable o maléfica, y basándose en ello y en su conocimiento, actuaban.
Los druidas eran los encargados de la educación, la justicia y la
religión. Su nombre, druides, significa los muy sabios o los muy
vident es, de donde se desprende que no sólo eran capaces de adi-
vinar o saber, sino que eran los más competentes. Es quizás en el
pueblo celta donde mayor arraigo social ha tenid o la religión cos-
mogónica. Sus creencias no se manifiestan solamente en ciertos
rituales, sino que subyacen en una dimensión espiritual testimo-
niada por sus historiadores. Estrabón habla de las danzas qu e los
celtiberos ofrendaban a un dios absoluto e innombrable. Esto refle-
ja que los dioses célticos no eran sino las distintas manifestaciones
de un dios absolut o.
Los augures romanos
El origen del Imperio romano se fundam ent a en la fuerza de la
opresión , dirigida por una olígarqu ía déspota, con un pod er poli-
tico deificado, que repri mió el desarrollo del intelecto, las ciencias
y el arte. A pesar de ello, las artes adivinatorias gozaban de alta
conside ración ent re los romanos, dond e la institu ción de los augu-
res tenia un gran prestigio, aunque generalmente se utilizaban para
28
elegir los luga res don d e era más acon sejabl e acam par y, al mism o
tiempo , pa ra encontra r fuentes de agua su bterrán ea co n las que
cub ri r las necesidad es de las tropas. Co ncretament e. las legio nes
rom anas, en sus campañas en las Galias y en Germanía. em plearon
buscadores de agua que utilizaban la varilla; aunque los romanos
también utilizaron el péndu lo e n sus a rtes adi vinato rias . De esta
forma se descub rieron m ultitud d e aguas subte rráneas, ent re ellas,
buen núme ro de aguas ter males, tan so licitadas por los ciudadanos
roman os.
La pa lab ra zahorí puede tene r connotaciones ling üísticas del
heb reo p rocede ntes del texto místico cabalístico Zohar; pro -
viene etimo lógicamente de l árabe zuhari, o sea. servidor del
planeta venu s o geo mantíco, aun que se pued e trad ucir co mo
vidente o iluminado y principalmente define a la persona a
quien se atribuye la facultad de ver lo que esto oculto.
Cicerón (103-43 a C ) - politico. orador y prolífico escritor roma-
no- menciona la adivinación en alguna de sus obras , como Dt' divi-
tlarorc, dond e trat a con cieno escepti cismo los presagios. o en DcJa-
to y DeJ itlibu5, don de ataca a los epicúreos atomistas. En su obra De
29
llegado 18 de ellos, quizá los más importantes, ya que contienen
los acontecimientos contemporáneos de! autor. Según narra, los
alanos sent ían una gran inclinación hacia el uso de la vara. El últi-
mo párrafo de su extensa obra resume de forma solemne su pen-
samiento: «He escrito una obra que tiene por fin la verdad, a la que
nunca, según creo , me he atrevido a traicionar con el silencio olas
mentiras» . Amiano, a pesar de sentir una profunda admiración por
la religión cristiana a la que considera «franca y pura» , y de admi-
rar «la serenidad y el intrépido valor de los mártires cristianos»,
continuó siendo un pagano, un pol íteísta convencido hasta su
muerte.
La varilla también es citada por Ambrosio Teodosio Macrobio,
escritor y gramático latino de la segunda mitad del siglo IV y v,
autor de las Saturnales y de Commentarii in Somnium Scipionis
(Comentarios al sueño de Escipion) , donde plasma sus criterios
filosóficos sobre la naturaleza del alma, del universo, de los
astros o del mismo dios, abriendo e! camino a las interpretacio-
nes alegóricas, místicas y astrológicas que influyeron de gran
manera en la doctrina del medievo.
Las artes liberales promulgadas por San Agustln en el siglo v,
basadas en el Trivium (gramática , retórica y dialéctica) y en el Qua-
drivium (geometría, aritmética, música y astronomía) desbancan a la
enseñanza oral procedente de la cultura céltica. Frente a esta
corriente intelectual se mantenía aún vigente en ciertos recintos,
qu e, posrcr iorrncm e. pudi eran ser transmit id os a las genera cione s
futura s , condensando el pensamiento. las tradi cion es y el arte an ti-
guos . En su ob ra teológica Dc aniollQ aborda las cuestiones del alma .
e insiste sob re la utilidad de los rabdo man tcs y de los bu scad ores de
agua.
El renacentismo hermét ico d e la Edad Media
Hacia med iad os d el siglo x, su rgió en Basora (ciuda d del actual
lrak ) una soc iedad secreta de talant e filosófico impregnad o con
una cierta religiosid ad , llamada Her manos de la Pureza. Sus miem-
b ros escr ibieron cincue nta y u n tratad os recopilatori os d el saber
científi co y filosófico de la época: su obje tivo era unifi car tod as las
d octrinas religiosas y filosóficas. Según los Hermanos de la Pure-
za . el conocim ien to se ad quiriría por [res procedi mient os : po r
medio de los sen tid os , po r el cnte nd írn icmo y. finalm ent e. por la
in tu ic i ón . Co n la llegada del nu evo milenio y co n el renacimien to
de las urbes , este tipo de d octrina con la intuición esenc ial como
funda mento para ad qu irir conciencia de la verd ad . hizo resur gir
un vasto pronunciamiento d e insp iración cre mita, Ésta devolvi ó a
las profu ndidad es de los bosq ues)' las cuevas a aquel los ascetas,
ob ser vad o res de sí mism os y de la naturaleza en estado pu ro, ya
31
como Maimónides (1135-1204), president e del Consejo rabtnico
-tríbunal de la comunidad hebra íca-, reflejó su postura en su Tra-
tado sobre la idolat na. Maimónides exhortaba la excomunión de
aquellos qu e utilizaran la adivinación con conocimiento de su causa.
En sus obras trata de la influencia de las argucias de Pitón -se rpíen-
te mitol ógica, como la de Adán y Eva- para confundir a las perso-
nas: «Hay un a -reílrí éndose a las tretas empleadas por Pitón- qu e
consiste en la ofrenda de cieno perfume mientras se sostiene en la
man o un a vara de made ra y se pronuncian ciertas palabras. El por-
tador de la vara se inclina como si quisiera consultar a alguien ocul-
to bajo tierra, quien le resp ond e en voz tan queda, que un o sólo
pu ede oírlas en el interior de su mente, ya qu e los oídos no perciben
ningún son ido claro ». La visión de Maímónídes del fenómeno de la
búsqueda radiest ésica de aguas subterráneas o yacimiento s minera-
les se acerca bastante a la realidad , inclu so cuando obse rva qu e la
respuesta sólo se pu ede percibir mentalmente.
La capacidad intuitiva del ser humano ha sido obje to de mu chos
estudios a lo largo de la historia, y ha generado corrientes filosóficas
de eno rme imp ortancia. La intuición tambi én se ha enfocado desde
un ángul o místico, punt o de vista recu perado en la actualidad por
las concepciones de la Iísica cuántica más avanzada .
El monasterio de Saint Victor, cercano a Pans, fue, durante el
siglo XII, el baluarte de las doctrinas místicas. Entre los llamad os víc-
32
car melitas, como practicantes del uso de instrume ntos para conse-
guir determ inadas informacion es ocultas, Muchos de ellos lograron
inn umerables éxitos, a la par qu e hicieron avanzar este an e con sus
estudios }' conclusiones sobre su origen y forma de producirse, así
co mo con la ense ñanza de los mejores métodos para trabajar. L.a
Iglesia ha perseguido, fund amentalmente, a aq uellos que utilizaron
la rabdomancia para conseguir información del mun clo moral o
co nocer el futuro, fenómeno mas conocido en esos tiempo s como
arte adivinatorio. relacionado con la mística y la intu ición . Por ello,
el papa Juan XXII, en una bula del ano 1326 , con denó el uso del pén-
dul o por ser «un elemento empleado para conseguir respuestas a la
manera del diablo».
A media do s del siglo XIV, el inglés Guillermo de Occam escri-
hió so bre tem as políticos. teológicos y filosóficos, en los cuales
afirma q ue el saber}' el co nocimiento de la existencia de cual-
q uier cos a só lo es posible med ian te la int uición . Fue excom ulga-
do po r la Iglesia y tu vo qu e bu scar refugio en Pisa , en la co rte de
Luis el Bávaro. Según Occarn, 10 que realmen te existe es lo único,
lo esenc ial, y la misión de l conocim ient o es su com pren si ón a
trav és del saber intuitivo, recurriendo a la intención y a la d irec-
ción del pen samient o . tal como sucede en la rad iestesia , En su
ob ra más sobresaliente , Scnlt'ncias, cr itica d uram en te los co ncep-
lO Sabstraeros y un iversales en contraposició n a la existenc ia co n-
33
das por una misma madre». Al igual que otros conocidos alquimis
tas entroncó la alquimia con la radiestesia. En el libro primero de su
Novum testamentum -editado en 1521-, titulado De la verga trascen
dente, habla de siete varas y del modo de utilizarlas. En él comenta
sobre sus respectivos usos para la detección de fuerzas telúricas, y a
cada una le confiere un nombre: divina, trascend ental, reluciente,
saltarina, trémula, caediza y supe rior, «según sus propiedades». Del
capitulo xxv, extraemos el siguiente párrafo: • Porque el hombre,
debido a una falsa opinión, piensa y cree siemp re que su destreza es
la que impide o acelera en su movimiento a esta verga, y no los
dones particulares con la que le ha sido concedida por la bend ición
de Dios. La mayoria de aquellas personas no saben de qué lado estas
vergas se han movido y, sin embargo, esos ignorant es aprend ices las
llevan consigo, colgadas de su cintura o de su sombrero, y las guar
dan santa, celosa y religiosamente, ocurri endo que, las personas ,
debido a una gran superstición , esperan algo de la destreza de sus
pobres manos ignorantes y necesitadas, en las cuales, sin embargo,
se dan dones, mercedes y gracias suficientes .... . En sus palabras
queda reflejado que el uso de la vara era habitual entre las gentes de
entonces .
En otra de sus obras, Verum inventum, hoc est munera Germanie,
Basile Valentln alaba las excelencias de la vara de avellano para des
cubrir metales, y afirma que es entre los pueblos germanos donde
34
na a quienes se cons ide ran reos , co n la única cond ición de ma nte
ner una fe absolut a, exenta d e vacilacion es , e n la realidad del perd ón
y, en consecu enc ia, dice una sent encia que, segura mente a su pesa r,
se puede extrapolar a la rad ies tesia: «Quien cree , ob tiene , quien no
cree, no obtiene ». En 15 18 , Lutero condenó oficialmente el uso de
la varilla por ser un instrumento d iabólico y por ir en contra del pri
mer mandami ento de la ley de Dios: a pesar de que su pad re, Hans
l.urher, e ra mi ne ro }' conocía, por tan to , el uso tan extendido d e la
vara y su eficacia en mi ner ía.
Es com prensible es te rechazo hacia a lgo que era d ifícil de ad m i
ti r con la menta lidad y los conoc imientos de la epoca ; a ello habría
que suma r, ade más , el hec ho de que los p racti cantes de este . m e
so lían rode arse de un halo mist erioso qu e favorecía la Idea de qu e
el port ad or de la var illa estaba ligad o a la bruje ría. y que SlIS pre
para uvos y u tiliz aci ón se ase mejaban a cie n os ritu ales m..i gicos. En
el opúscu lo El dragl'J/1 n ~io, en cont ram os un a forma un tant o pecu
liar de explicar la labri cacion de una varilla adivina to n a : «En el
mom ent o en q ue el sol se eleve sobre el horizonte, lomaréis con la
man o izq uierda u na varilla virgen de no gal silves tre y la co rtar éis
con la d iestra con tres golpes, al tiempo qu e p ronunciáis esta invo
cación : "Te coj o en nomb re de Eloh im , Mitrai ón . Adonais, Scrnfo
ras, a fin de que tengas la virt ud d e la va ra de Moisés y de j acob .
pa ra de scub rir to do c uanto yo qu iera sa ber " Os llevaréis es ta van
35
visión del fenómeno, achacando gran parte del éxito al instrumen
to, elemento meramente secundario dent ro del contexto radíest ési
ca . En este escrito se nomb ra la vara de Moisés, un bastón de made
ra de almendro con el cual realizó prod igios milagrosos, como fue
el hacer brotar agua de un a roca en el desierto, golpeándola con él;
también se cita al patriarca hebreo Jacob , cuyos oráculos sobre sus
propios hijos se hicieron célebres y son un resumen de la historia
del pueblo hebreo de su época .
En el Éxodo encontramos que Dios le dice a Moisés que tire
su bastón al suelo, y al tirarlo se convierte en serpiente. Dios
le ordena que la coja por la cola y al hacerlo se transforma de
nuevo en bastón, y le dice: «En cuanto a este bastón, t órnalo
en tu mano; es con lo que llevarás a cabo tus milagros C..). Es
con la vara de Dios, que Moisés y Aarón realizan milagros
ante el faraón ».
En 1530 , el científico alemán Georg Bauer (1490 -1555 ) - más
conoci do como Georgius Agrícola- consiguió, a través de su oficio
de méd ico en minas y fundiciones, un profund o conocim iento de
la minería y la metalu rgia. Pub licó el Bermannus, lib ro fundamen
36
bamos de leer. No ob stant e, Agr ícola , al final de l libro , destaca el
éxito de los zahories co n la varilla adivinator ia como método para
descubrir minas. aunque matizando que «sólo era empleado por
los mine ros , gentes sin religión que invocaban para ello los pode
res del más all á».
Zahoríes marcand o los mejores lugares do nde ex ca
var a la búsqueda de vela s min erales . Al fondo ,
zahorí arran ca ndo una rama de árbo l para confec
cio nar su va ra según xilog rafía aparecida en De re
mclal/ica ( 1530) de Agrico la.
37
llano con los meta les, así como de distintos cuerpos y elementos
entre sí po r sus propiedades de atracción. En este trabajo trata de
la búsqueda de la verdad med iante artes ad ivinatorias. Por su
parte, en su Iraité des principaux gen res de divination (Tratado sobre
los principa les tipos de adivinación), Peucer habla de la vara y el
péndu lo como instrumentos ligados a métodos adivi nato rios de
determinadas doctrinas eso téricas. En estos tiempos este arte esta
ba sumamente extendido, especialmente para la ad ivinación de
cues tiones morales , aunque , tal como vemos, también se utilizaba
como métod o de búsqueda sobre todo de me tales.
En esta misma linea, se manifiesta el napolitano Giamba ttista
Della Porta (1535-16 15) - figura portentosa dentro del mundo
cíen ufíco-, que inte ntó conj ugar ambas posturas : el rigor ana litico
y el eso térico , tal como refleja en su gran obra Magia naturalis (De
la magia natural) , editada en 1569. Su especial talent o le llevó a
interesarse por áreas tan dispares como la óptica, la hidráulica, las
mate máticas, la agricu ltura, el teatro , la meteorología, la mnemo
técnica , la criptografía, la físíognomía, la filosofía , la astronomía, la
qu iromancia , la alquim ia y la rabdomancia. Della Porta trabajó
unifícand o los criterios científicos y los conside rados como mági
cos, cons iguiendo , desde su singular cualidad de invent or, grandes
logros como la cámara oscura -según cue nta Lavater en su Fisiog
nómica- o la construcción del telescopio -tal como le atr ibuyen
38
el manual Mallctls malt:f1rartltn de los inquisidores Hcinrich lú a
mer y Jam es Sp re nge r. y en el citado Magia /wturalis o e n Dc prcs
ligus dClJ1ollulJ1 de J oh an n weycr y que el mismo Goya representó
en algu nas d e sus ob ras , co mo Cocilla de brujas. El aqllclwTf o
Linda maestra.
Delia Porta es un o de los grand es pen sad ores d el Renacmuen
to italiano qu e bu scó el saber)' el co noc im ie nto en dist int os cam
pos , au nq ue d irigiénd ose fun damentalm e nte al ámbito de las ene r
gías de la tierra: «Esta ma gia . dorada d e una pote ncia co ns iderable,
está re pleta de misterios oc u ltos y pe rm ite conocer las cosas que se
esco nd en en el seno de la natu raleza, con su s cualidades y sus p ro
piedades: es la cima de roda Iiloso lía. Incluso llega a ense nar qu e ,
gracia s a la ayuda p restad a po r las cosas . por su m utua y op ortu
na aplic ac ión , pue de n rea lizarse ob ras qu e el mu ndo esti ma que
so n m ilag ros que sob re pasan cualq uie r ca pacidad de adm iración
ta nto co mo tod as las fac u ltad es d e em cn dinue nto ».
De n tro del dom in io religioso enco nt ramos un gran nú me ro de
p racticante s , es pec ialme nte en cie rtas órde nes. Como ejemp lo de s
tacado figuran los jesu itas. con una extens a tradi ción co mo ex pe r
tos radi csresistas qu e ha perdurad o hasta nuestros día s. Ya en la
Espa ña d el siglo XVI, el Jesu ita Mari In del Rio (l 5 5 1- 16üH) CSCl;
bio en 15Y4 su D isC¡ lI isit iollum magicarwn liln i sex, dond e afirmab a
q ue los zaho ries pod ían «ver cosas ocultas e n las crura nas de la ue
39
muerte hasta nu estros d ías. Sus primeras experiencias como médi
co en las minas de Schwaz en e! Tirolle pusi eron en contacto con
la varilla, tan utilizada en minería. En este mismo lugar realizó sus
estudios sobre la alquimia. Goethe se inspiró en su vida a fin de
compilar ingredientes para su obra cumbre : Fausto . Paracelso
habla de! uso de la vara y aprueba su manejo, aunque en algún
momento llega a tacharla de insegura. Fue un resuelto enemigo
tanto de la filosofía y la fisiologfa aristotélicas, como de las de Gale
no y su influencia a través de! llamado galenismo. Se opuso deci
didamente a estas formas de ciencia oficialista escolástica , abande
rando unas emergentes y renovadoras ideas que recuperaban
antiguas tradicione s y ritos, bajo un espíritu experimental, pr eco
nizando una nueva ciencia moderna, fundamentada en lo que
entonces se consideró como la magia alqufmica. Extraemos un
párrafo de su obra De voluntae donde resalta la importancia dec i
siva de la voluntad en los procesos de salud y enfermedad, la
misma fuerza de voluntad que debe acompafiar a todo practicante
de la radiestesia: «Sabed que e! influjo de la voluntad constituye
un capitulo importante de la medicina. Puede suceder, en efecto ,
que el hombre que no se concede nada de bueno y que se odia a
si mismo, acabe por enfermar a conse cuencia de! odio que él
mismo se inspira 1...1 y vosotros, médicos, no os riáis: no os podéis
imaginar, ni remotamente, la parte que en la enfermedad tien e la
40
exp eriencias, gracias a las cuales se le conside ra uno de los fun
dadores del aná lisis qu imico . Libavius, de o rigen alemán y perte
neciente a la escuela de Paracelso, fue pro feso r de histor ia y poe
sia en la Universidad de j ena (1 588- 159 1) y, posteriormente,
médi co municipa l en Rothenbu rg (1 59 1- 1607) , y desde entonces
oste ntó el cargo de rector del prestigioso Gymnasium Casimiria
num Academicum. En su obra Syntagma arcano,. chimicor destaca
la eficacia de la varilla desde un punt o de vista teóri co . Desde su
pro pia experienc ia con sidera -al igua l que Melan ehto n- que el
mov imiento de la varilla se debe a su sim paua hacia ciertos ele
memo s , co mo en el caso de los metales . Desarrolló m étodos cua n
titativos de de terminació n del oro y de la plata en aleacione s , y
pro ced imie ntos cualitativos de detec ción de hierro y cobre. El uso
de la var illa, en la minería de la época, que da bien pate nte en la
docum entación. los grabados y retratos rescatados al tiempo y a
los avatares de la historia. El retrato del d irector de minas de Fci
berg, Cristo phe va n Schcnberg, portando una varilla, es señal me
qu ívoca del métod o con el cua l se realizaban buen número de
dichas localizaciones , especialmente de min as metalíferas. A este
respec to, Sebastian M ünster publica en 1544 el libro La va,.; lla
adivinara";a en las minas del siglo XVI y años desp ués su Cosmogra
fia universal, donde apar ece el graba do de un minero portando
una varilla.
41
En este grabado de Cosmographia Universalis
(1553) de Sebastian Münster se plasma el tra
bajo en la mina coronado por el zahorí .
La radiestesia contó entre sus prac ticantes con una mayoría de
eclesiásticos, al igual que en otras ciencias y artes que florecieron en
esta bri llante pero denostada época de la Europa med ieval y, poste
rionnente, incluso durante el Renacimiento. En esta etapa histórica
el relevo radiest ésíco lo tomaron los int electuales, los artistas y los
científicos , algunos de ellos destacados miembros de su comunidad.
Hasta finales del siglo XVI, la mayor parte de las personas ligadas al
mu ndo cultura l y cíentifíco creían en la eficacia de la vara como ins
trumento para localizar determínados elementos. Algunos de ellos
recomendaban su empleo para la búsqueda de metales, y otros afir
maban que con ella se podían conocer aspectos relacionados con el
intelecto, el espíritu o la moral.
johann Rodolph Glauber, célebre qu ímico alemán afincado en
Holanda, se introdujo en la química , farmacia, mineralogía, geolo
gía y tecnología a través del estudio de la alq uimia. Entre otros
muchos logros consiguió ácido clorhídrico a partir de la sal común
42
¡"vloysaica. ed itada e n 1638, co me n ta va rias apli caciones y simpa
t ías de la vara. Como eje m p lo d e la sírnpaua de los m inerales con
las plan tas. Fludd cita el movim iento q ue se p rod uce cuand o una
perso na p rovista d e una vara de avellan o sosten id a vcrt ica lme rue .
al pasa r por enc ima d e u na vela d e oro o de p lata efec túa u n
mo vimi ent o hacia el suelo. Mic hael Maye rus , filósofo y alquimis
ta , ta m bién estab a con ve ncid o de la sim pat ía de l avella no co n los
meta les y de su utilidad pa ra la b úsqueda de metales. tal co mo
a firma e n su oh ra VcrU1l1 in " t'l1 w m. hoc t'st mlmaa Gert)uJI1 iac,
d onde u tiliza un slm il en tre la varil la y «una comad ro na q ue
ayud a a las mon ta ñas a pa rir las mate rias met álicas de las q ue
está n pre ñadas ».
Sin em ba rgo, no todo e ran parabienes hacia la radie stesia en esta
época: tamb ién se levan taban nu merosas voces en co nt ra del us o de
la varilla, es pecialmente desde ámbitos religiosos. El pad re jesu ita
Lau rcnu us Forcru s, autor del Vilid" ríu1ll philosop/¡ ifum seu dl Sl' llla
¡iO/lfS de Sd CClis ¡,I philosophia ma tni ís. ed itado en 1624. acha có el
uso de la varilla a prácticas supe rsticiosas y co ndenó su em p ico . El
también pad re jesuita Bcrna rd Caesius. autor de Milleralogía, edit a
do en 16 36 . declar ó que la vara no ten ia movim ien to propio , no
podí a move rse po r sí m isma, sino qu e lo hacía gracias al zaho rí. No
obs tante . [inalmeme, se preguntaba si se dehería permitir el uso de
la varilla para la búsq ueda de oro
43
del Reino, mediant e un despach o que, entre otras alabanzas, decía:
«Os habéis consagrado con tal afecto y diligencia, a vuestras
expensas, a la búsqu eda y hallazgo de numerosas mina s de oro y
de plata , de plomo y de otros minerales y semtrninerales, e inclu
so piedras preciosas tanto finas como comunes, qu e por todo ello
pued e beneficiarse grandemente Su Majestad ». Pero , precisamen
te al trabajar a sus ex pensas , sus recursos econó m icos quedaron en
situac ión precaria y el mat rimonio decidi ó enviar otro escrito al
qu e titu laron «La restitu ción de Plutón al Eminentl simo Cardena l
Duq ue de Richeli eu » (el dios mitológico Plut ón era el slmbolo de
la min ería en aqu ellos tiempos). En él reclamaban el cobro de los
débitos adq uiridos por la Coro na France sa con ellos y enumeraban
los hallazgos conseguidos: metales preciosos y cristal en los Piri
neos; hierro y plomo argentifero en el condado de Foíx; carbón en
el valle del Ródano; anti monio , zinc y azu fre en el condado de
Alais; turquesas en el Quercy; rub íes y ópalos en la región del Puy;
pizarra y mármol en Normand ía y en Bretaña. Ante su insistencia
y la elevada cuantía de los honorarios pendientes, recibieron,
como pago final, por orden del cardenal Richelieu , la encarcela
ción hasta su mu erte .
Respecto a los extravíos de los tribunales contra la supuesta bru
jerta, el padre jesuita Federico von Spee publicó en el año 1631 el
libro Cautio Criminalis, seu de processibus contra Sagas liber, dond e
desvelaba los preju icios de su época y los errores que se cometían en
La cuarta, por los vapo res que se elevan en torno a las montanas
y valles a la salida del sol.
La quinta. por medio de dieciséis instru men tos met álicos quc se
aplican encima.
Pero, ade m ás de estas reglas e instru memos, ex isten siete varillas
metálicas cuyo conocim iento y práctica son necesarios, )' de las c ua-
les nuestros ancestros se sirvieron para descubrir. desde la superficie
de la tierra. los metales oculto s en su profund idad . así co mo si las
minas son pob res o abundantes en metal, y para descub rir, a n tes de
abrir la tierra , si el manantial es abundante».
Este texto no s indi ca la im po rtan cia que Martine de Ber tereau
y su ma rido dab an a la radi este sia para hallar aguas subterráne-
as y minas , así co mo las fuem es de d ond e procedían sus co noc i-
mient os .
Ante riormente hablábamos de las varas utilizadas por Bnsilc
Valentin , y de los nombres que daba a cada u na de ellas, segun sus
propiedades. Martine de Berte reau también habla de siete varillas a
las que bautiza con un nombre a cada una y las relaciona co n los
metales correspo ndientes a los cuerpos cósmicos: verga /ucolle para
la bú squeda de oro (Sol); mudenle para la plata (Lu na); trepíderile pa-
ra el plomo (Saturno); battarilr para el esta ño (j úpiter) ; traml,mte
para el hierro (Marte); salirrile para el cob re (Ve nus) ; obvía para el
me rcurio .
45
de uno boca abajo , ant es de la salida del sol, y apoyando la barbi-
lla en la tierra se mira a lo lejos en el campo. Ento nces, si se vie-
ren en algún sitio vapores que ondulantes se elevan en el aire, será
conveniente cavar allí, porque estos indicios no se encuent ran en
lugar seco >.
Efectivamente, en zonas donde el agua no es demasiado profun-
da y el terreno no es de material impermeable, se puede localizar la
existencia de agua tumbándose boca abajo en el suelo con la cabeza
algo más elevada que el terreno para abarcar más espacio, preferi-
blemente antes de la salida del sol, ya que con los primeros rayos del
astrol el suelo se calienta y en los lugares con más hum edad se eleva
una columna de vapor que puede indicar la presencia de agua sub-
terránea. Aunque antes de excavar en busca de agua, se debería
comprobar su existencia, cantidad y demás características con otros
métodos, como la radiestesia.
Percis Helíopolís, a prfncipios del siglo XVII, fue el primero en
describir la técnica de cómo sujetar la varilla con las manos. Helio-
polis menciona algunos elementos neutralízadores de la sensibilidad
del zaho rf, ya que existen cien os elementos (reales y sugestivos) que
en algunos casos y para determinadas personas pueden bloqu ear
transitoriamente su capacidad radiest ésíca.
El físico, matemático, arqueólogo y filósofo Athanasius Kircher
( 160 1-1680), clérigo jesuita, abordó el tema de form a cienufica.
Hombre de una vasta cultura, im parti ó filosofía, matemáticas y
46
Europa co n sus nu merosos libro s y op úsculos , caso de Ars magna,
compend io d e tod os los cono cimientos de ento nces sob re los
fen ómenos referentes a la luz, o de Ars magnes ia, sivc concüisioncs
fxperimoltalcs de ~[fceti hu s magnt::!is o Primiti ac glW I1Wllicac r atopUi -
cae , etc éte ra.
Por su parte, el pad rejesu ita Kaspard Schou (1608- 1666) , Iísico
y rnatern áuco , creyó , inicialmente, que el movimient o de la varilla se
debía «a la eq uivocación de aq uellos q ue la suj etan, segu rame nte a
un secreto imp ulso dia bó lico o a la imaginació n» . Aunque. más ade-
lant e, desp ués de observar deteni dam ent e el fen ómeno, manifestó
q ue no era posible aseverar que el d emonio estu viera detrás del
movirnient o de la varilla )' del péndu lo. Desde una óptica p ráctica
defendió el uso de testigos - muestras de sustanc ias que pon a el ope-
rado r similares a las buscad as- pa ra provocar la simpatía o at racción
de la vara hacia el objetivo. Estas hip ótesis las plant ea en vanas d e
sus obras y así en 1657 escribió Magia univa salis nalll rac el arcis.
Conoció a Ki rcher y, en algu nas obras referidas a él. resalla sus m éri-
LOS y conocimientos. como en A. Ki rcher ira eX(lltkw l1 (Od eslc...
aCCfssil: Iter extatkwn lt'/Tes{rc el S.Vllopsis ll1ull d¡ SUbltTn md, publi ca-
d o en 1680. En el texto de su Mecánica IJidra u/icon cumática (16 57)
aparece , po r primera vez d escrita , la bo mba neumática. invent ada
siete an os ames por O tto von Guericke. Pen saba qu e el péndu lo pre-
senta ba propiedades especi ales para ind icar la hora de l d ía, tal como
47
ca, donde más adeptos encontra mos, proliferaron los enemigos del
uso de la varilla, un o de los cuales fue j ean-Francoís, quien, en
1653, publicó un libro titulado Ciencia de las aguas, don de expone
el em pleo de la varilla, condenando, no obstante , su uso. Unos tra-
taban a los zaholies de bribones, estafado res; otros, de seguido res
del diablo, o como j acques Le Royer -abogado del Parlamento de
Ru án-, que, en su Iraité du baton universel (Tratado del bastón uni-
versal) - publícado en 1675- , hablaba de la vara como instru mento
para localizar múltiples cosas, no solamente agua o minerales. Dejó
numerosos escritos sobre el arte del zaholi y sobre la varilla, a la que
rebautizó como varilla detectora de metales o metaloscópica. Al res-
pecto de cómo fabricarla y usarla, escribió: «La varilla adivinato ria o
metaloscopio goza de gran aceptación para busca r metales. Te expli-
caré el modo. En primer lugar, corta n con un cuchillo un a horqui -
lla de avellano que les parece a propósito para encontra r filones de
metal. Luego, hay que apretarla con los dedos, mirar al cielo y sos-
tener la horquill a por sus ramas. En Alemania emp lean tamb ién una
gruesa horquilla de madera de avellano, que dividen en dos part es,
aguzan el extrem o de una y hacen una entalladura en la base de la
otra , encajando por allí ambas partes>. Le Royer, en sus investiga-
ciones, constató que la vara no sólo podia ser de made ra de avella-
no, sino de cualquier otro material como oro, plata, marfil, tronco
de col u otras variedades de madera .
48
El método de- Le- Royer: equilibra
la varilla sobre la muñeca.
Ilus tración aparecida en
Trai lé ele la bagucll f ... (169) )
de Pierrc de Vallemon t.
La di visi ón ca rtesiana
Tal como vemos, surgieron diversas tesis: unas afirmaban q ue era
simplemente un engaño del operado r qu e movía la varilla volunta-
riament e, otras argüían qu e se trata ba de un acto dem oníaco. Sin
embargo , desde el ámbito cieruífico el francés Picrre Gassendi
(I 59 2-1655), matem ático, fisien , astróno mo y filósofo - seguidor de
la teo ría arornista- , asegura ba qu e todo estaba formado por áto mos,
pequ eñas partíc ulas que irradiaban y, por tanto, afectaba n a la vari-
lla, aun sin la interve nción del zahorí . Según su interpretación , la
prima materia estaba constituida por áto mos cuyas propiedad es se
debían a sus distinto s tamaños, formas y pesos; y qu e el peso era el
prin cipal respon sable de la ten dencia nat ural del movimient o de los
49
todo conoc imiento, y qu e éste se lograba y evo lucio naba po r u na
acumulación prog resiva de ellas, co n la ayuda de la razón y organi-
zada por unas • prenociones» . A través de esta hip ótesis, explicaba
la existe ncia de un senti do que la simple información sensorial no
puede proporc ionar, y que serían la base d el fenómen o rad iestésico.
Esta cienc ia basada en la percepción a través de los sent idos era,
segú n él, la única pos ible. Con este planteamiento ent ró en con-
fronta ción con las formas de pensamient o aris totélicas imperantes
en su época. Fue intransigent e opos ito r a Descartes y sus partidarios,
y se le pu ede considerar como uno d e los más firmes baluartes de la
nueva ciencia que comenzaba a emerger.
Acontecía el año 1628 cua ndo el filósofo fran cés René Descartes
0 596-1 650) escribió su ínacabada obra Regulae ad Direchonem lnge-
nii (Reglas pa ra la d irección d e la ment e), en la cua l ya apu ntaba su
inte rés por lograr un método u niversal qu e abarcara cua lquier mate-
ria y al mism o tiempo pudiera explicar el avance cien tífico. Pero su
obra más famosa es la int rod ucció n a tres tratados de física Géome-
trie, Dioptrique y Météores (Geometría, Dioptrla y Meteoros ), conoci-
da como el Discours de la méthode (Discurso del método). Sus ideas
sobre los corp úsculos curvados y la mat eria sutil dieron pie a diver-
sas inte rp retaciones sobre el mecanism o d el movimiento de la vara .
Una de ellas abogaba po r qu e estos corpúsculos o átomos curvados
irradiaban del agua o de los malhechores, en caso d e que éstos fue-
ran los obje tivos, y po dían ser detectados por el zahorí al quedar el
50
han perd urado hasta nu estros día s aba rcan d o todos los campos .
de sde la física, las matem áticas. la religión, la biología . la política o
la teolo g ía . Su pasión por las matemáticas le llevó a inventar un
mundo en el cual las plan tas y los an imales eran sim ples m áquinas
inan imad as y sólo el se r hum ano . co n su mente raciona l, e ra capaz
d e advenir el orde n matemá tico del uni verso. Desde joven fue un
apasionado po r las matem áticas. vocac i ón q ue se vio acrecen tada
por una visión celestial que tu vo en el año 161 9 , cuando . tal corno
relata . el At1:<:l'f de /(/ venlr.l d se le a pare ció en sue nes y le revelo qu e
la ciencia ma tem ática era la clave para conocer las verdades de la
natu raleza. L1S ideas del mun do mec án ico de Descartes han tras-
cend ido hasta nue stros días. impulsadas u nos añ os más tarde po r
Isaac Newto n, qu e p rofu ndizó en es te mundo mecánico d irigid o po r
u n dios o m n ipoten te .
L1 filosofía de Descart es se podría resumir en una [rase: el méto-
do en bu sca de la verda d . Sus ide as sobre los co rpúscu los p uestos
en movi m iento se utilizaro n pa ra ex plica r u n sinfín de fenóme nos.
ent re ellos el del movim iento de la vari lla. A este respecto . el pad re
Lchru n comen taba anos despu és qu e: «Satisfechos de haber expli-
cado mecán icamen te algu nos fenóme nos , creen qu e nada puede
de ten erlos : se les " C razonar ace rca de las cosas más oscuras y com-
pletament e inexplicables . como si lo viesen todo muy claro. Oc
fab ulas. de prodigios. de encantamie ntos y d e m ilagro s, dan razón
51
sociedad -reconocída desde 1660 por el rey Carlos n de Inglaterra-,
más conocida como la Royal Socíety (Sociedad Real), nació a raíz del
impulso de un gru po de caballeros interesados en la compilación
cíenufíca y los nuevos métodos avanzados por Galileo, e inspirados
en la nueva visión del progreso científico propu esta por Francis
Bacon. Esta utopía científica desarrollada en su New Atlantis (La
nu eva Atl ántida) preconizaba el progreso de la humanidad gracias al
dominio de la natu raleza por medios mecánicos, aunque podemos
hacemos la pregunta de si realmente estos avances supone n una
evolución para el ser humano.
Boyle, junto a Hooke, diseñó y construyó un a máquina neumá-
tica según los trabajos de Ott o van Guericke , con la cual investigó
profusamente sobre la naturaleza física del aire. Sus resultados se
recogen en su libro New Experiments Physici-Mechanical Touching che
Spring 01AirandEffects (Nuevos experimentos ltsico-mecánicos acer-
ca de la elasticidad del aire y sus efectos). Comprobó la imposibili-
dad de la existencia de sonido en el vacío, y afirmó el carácter elás-
tico del aire. En 1662 estableció la ley de la compresibilidad de los
gases, conocida como ley de Boyle: la presión de una determinada
masa gaseosa, a temperatura co nstante , es inversamente proporcio-
nal a su volumen.
El trabajo de Boyle se plasmó en The Sceptical Chemist (El qu ími-
co escéptico), su obra maestra. Como miembro de la Royal Society
planteó la cuestión del movimiento de la varilla ante la proximidad
52
Dicho aislamiento sucedía unas veces de forma involuntaria y. otras ,
para guardar celosamente los descubrimientos y que.sólo estuvieran
al alcance de unos cuantos iniciados, como suced ía con los co noci-
mientos de los zahories . Este anhelo de Boyle le impulsó a crear la
citada Royal Soc iety Otro de sus com patriotas, el ñl ósofo inglés j oh n
Locke, en su faceta como político escribió un ensayo titulado Algunas
consideraci ones a propósito de las consecuencias de la reducción del inte-
rés , en el cual cita, en tono desenfad ad o , la eficacia de la vari lla adí-
vinatoria pa ra localizar mí nas d e oro y plata . Jo h n Lock e, Robe n
Boyle y el mismo Isaac Newton , tres de los más destacad os pen sad o-
res de su tiempo , mostraron un interés perdurable en temas tan apa-
rentement e distintos de sus trabajos cienttficos conoc idos , como es la
alquimia y, como hemos visto, la radíestesia.
Las propied ad es magnéticas de la Tierra son bien co nocidas en la
actualidad; sin embargo, durante muchos siglos. a pesar de ser utili-
zadas para guiarse medi ant e la brújula no se co nocí a cuál era el ori-
gen de su orientación , y no se pudo da r una explicaci ón a dicho fenó-
me no hasta q ue William Gilbe rt , celeb re físico ingl és , en su libro De
magnete, publicado en 1660 , afirm ó que la Tierra actuab a com o un
gigantesco im án, y basándose en ello interp ret ó d e fonna racional el
movimiento de la brújula. De la misma forma at ribuía a la varilla
u nas propiedades magn éticas, debid o a las cua les se explicaba su
movimient o. El hecho d e que cienu ficos de la categoría de Gilbc rt y
53
menos magnéticos estuvo muy de moda entonces, al igual que lo
sigue estando hoy. Gilbert - médico personal de la reina Isabel I de
Inglaterra- fue un magnifico pensador, que no sólo investigó en el
terreno teórico, sino que llevó a la práctica sus razonamientos, con-
testando con sus experimentos a «las vanas ideas de los metafísicos
atolondra dos» . Autor de la Ieoria de los campos, fue un avanzado en
su tiempo, y prueba de ello es que en los siguientes 150 afias, estas
materias, en las que fue pionero , apenas progresaron .
En contraposición a la postura de Descartes, Matthias Willenius,
en su Relación verdadera de la verga de Mercurio , pub licada en 1671,
trataba de los astros y de su influencia sobre las personas, y, concre-
tamente, sobre los zahories cuando debían detectar diversos tipos de
materias, debido a la arma nla entre el cielo y la tierra. La verga de
Mercurio que cita Willenius en su obra es un caduceo, o sea, una
varita rodeada de dos serpientes, atributo del dios Mercurio. Las dos
serpientes en el caduceo hermético representan la vida y la muerte ,
considera dos como dos términos antagónicos, como el «yin» y el
«yang» en las culturas orientales. Continuando con el simbolismo de
la serpiente , ésta está ligada al concepto de la vida, especialmente
manifiesto en el bastón de Esculapio, en el cual la serpiente se enros-
ca. Esculapio es el nombre latino de Asclepio, dios de la medicina e
hijo de Apolo. Asclepio, según la mitología, aprendió las artes cura-
tivas con el centauro Quir ón, llegando incluso a descubrir la forma
de resucitar a los muertos: esto hizo que Zeus, temeroso de que tras-
54
manten ía el padre jes uita Dech ales, en su libro publicado ese mism o
año (1674), titul ad o f onliblls natu ralíbus. Ot ro clérigo, el abate Hirn -
hatn , sostenía qu e la varilla se podía ut ilizar para descubrir cualquier
cosa oculta en el interior de la tierra, y basándose en ello publi có un
libro en 1676, titulado De typho generis human í, síve scienrtcrum
humananlm inani ac ventoso humore. etcétera.
Fue justamente en esa época cua ndo la varilla tuvo su máxim o
auge entre la población, debid o a la proliferación de libros y escritos
sobre el tem a. De hech o, ya era conoc ido q ue la varilla o el p éndu-
[o no sólo servían para localizar aguas subterráneas o metales, sino
qu e ent re sus cualidades tambi én figuraba el pod er conoce r aspec-
tos concern ientes al mundo mor al o intelectu al. Hasta la fecha, la
mayorí a de las hip ótesis acerca de cuál era la causa qu e producía el
movimiento de la varilla, estaban ligad as a la sim patía del instru-
ment o hacia el element o buscado.
En 168 6 , M. de Saint-Romain c ri tic ó a los seguido res de estas
ideas en su libro Ciencia natural desprendida de las quimeras escolares,
al tiempo qu e plant eó que «el movimient o se produce a causa de
cierto s co rp úsculos o espíritus qu e emanan de los cue rpos situ ados
ju sto debajo de l lugar do nde se encuentra el zah orí y la varilla».
Desde distintos campos se recogían menciones sob re la radieste-
sia y la varilla. j oh n Ray ( 1627-170 5), naturalista inglés no mbrado en
1667 miembro de la Royal Society inte ntó la com prensión del
55
comprensión del mundo. En esta fecha Isaac Newton 0642-1727)
publicó su Prindpia Mathematica, conviniendo al mundo en una serie
de formu laciones físicas y matemáticas fundamentadas en la experi
mentación. A Newton se le achaca actualmente la decisiva influencia
de estas ideas en la actual concepción del mundo. Sin embargo , New
ton dedicó muchos a ños de su vida a la investigación de la alquimia
y al estudio de las antiguas doctrinas esotéricas que conjugaban las
tradiciones místicas con la existencia de! alma de! mundo, ideas bien
distantes de las que nos ofrecen la parte más divulgada de su obra en
la que desarrolla sus teorías mecanicistas.
Newton, experto alquimista y filósofo, escribió profusamente
sobre estos temas, aunque su visión holística de! mundo pronto sería
olvidada . Sus propios coetáneos, así como sus biógrafos y analistas de
sus trabajos, imbuidos en las doctrinas culturales estoicas, supieron
obviar los textos donde reflejaba una visión muc ho más amplia y uni
versal que la que muestra una revisión parcial de sus teorías y cono
cimientos . Hay que decir que muchos de ellos, tal como él mismo
reconocía, fueron adqui ridos a través de la meditación y la enseña
ci ón. Sin embargo, a pesar de la importancia que tuvo en su vida e!
conocimiento esotérico, la pane mecánica de sus ideas es la que ha
trascendido y guiado las doctrinas científicas de los últimos siglos.
Las fuerzas ocultas que gobernaban e! mundo de Newton pronto
fueron eliminadas por posteriores científicos, y al desaparecer sólo
56
co mo si el tiempo no hubiera transcurrido: «El arte de prospección
lo lleva el hombre en su naturaleza , por mu cho qu e algun os se empe-
ñen en atribuirlo a la vara» . Esta frase, escrita hace siglos, la pod em os
recu perar en la actualidad para determinar que , precisam ent e, es el
radiestesísta qui en da vida y movim iento al instrument o , y no es en
éste donde hay que bu scar la explicación al fenóm eno radie st ésico ,
sino , tal como decía Russler, en la propia naturaleza humana: «Quien
quiere utilizar una vara adivinatoria, debería conocer bien su propi a
capacidad y estudiar antes có mo reacciona en su caso la vara, cómo
se la mueve cuando está enc ima de una roca o de un filón metáli co,
aprendiendo de sus propios éxitos y fracasos. Porque, aunque los
zahoríes tratan de averiguar si un a vena será o no productiva o la
clase de metal que contiene , sus intentos para discernir esta informa-
ción con la vara son , a menudo , vanos ». Estas experiencias y ense-
ñanzas son el mejor legado que pudo dejar a la ciencia radiesi ésíca
Balthazar Rüssler.
Aymar: un zahorí excepcional
A finales del siglo XVII apareció j acques Aymar, que se hizo célebre
gracias a sus sonados éxitos co n la varilla, pero no como hemos rela-
tad o hasta ahora, alumbrando fuentes de agua subterrá nea o descu -
57
los éxitos de Ayrnar: «El extraordinario suceso del cual fue escenario
la ciudad de Lyon, proporcionó como resultado atraer, de forma
notoria, la atención del público hacia las maravillas de la vara adivi-
natoria. Aunque no era la primera ocasión en que se oía hablar en
Francia de los usos de la vara, fue en las zonas rurales donde
su popularidad era manifiesta desde hacía mucho tiempo, donde se
empleaba para solucionar problemas de orden secundario, como la
búsq ueda de aguas subterráneas, la determinación de lindes en dis-
puta por una herencia, en resumen, para litigios entre campesinos.
Sin embargo, el suceso de Lyon agrandó el campo de acción y las
aplicaciones de la vara. De las aldeas pasó a las ciudades , de lo vul-
gar a lo culto. De hecho , a partir de esa época , esta delicada cuestión
se trató entre hombres muy instruidos, y se valieron de ella todos los
sistemas filosóficos, físicos y teológicos que estaban en boga, para tra-
tar de aclararla. Eso debía ser así, ya que la virtud de la vara adivina-
toria, considerada durante mucho tiemp o como una supe rstición
popular, acababa de adquirir rango entre las disposiciones jurídicas».
Quizás el ent usiasmo de Figuier hacia las prop iedades de la vara
fuese desmedid o, no porqu e a través de la radiestesia no sea posible
consegu ir información de cualquier tipo, sino por la dificultad que,
como' todo aquello que depende del ser hum ano, implica el acertar
siempre en las predicciones realizadas por el radiestesista, ya que
éste está sujeto a la posibilidad de equivocarse, a pesar de que tenga
58
rob o en un a casa y Ayma r fue llam ado para localizar a los ladrones
y su botín ; desd e la casa, la varilla le indi có el camino por donde
habí an huid o los lad ron es . Ante la estu pe facción de sus aco m pa-
ñantes , la varilla les co ndujo a u na cárcel y, en su int erior , hasta una
celd a d onde cua tro ind ivid uos habí an sido enca rcelados poco tiem -
po ant es . Aymar, co n los cua tro delante de él. pisándoles en un pie
d esc ub rió a los dos ladrones ; éstos, viéndose descubiertos , co n fesa-
ron su d elito y denunciaron a sus có m plices, qu e gua rdab an los ob-
jetos del rob o . Se negaron, no obs tan te, a con fesar dónde habían
esco nd ido el bo tín , pero Ayma r co ns igu ió localizarlo co n su varill a.
Los espec tac ula res éxi tos de Aym ar avivaron aú n más la polémica
so bre la varilla y los zah ories.
De los corpúsc ulos a Satanás
Por parte del cle ro se levantaron voces en co n tra de estab lecer justi-
cia por medio de una vara , por la falta de moral d e este método . La
prácti ca con la varilla había pasad o de em p learse en la bú squ ed a de
ag uas o metales , a usarse par a localizar cua lquier elem en to mat erial
y alguno de orige n int electual. En 1694 , el pad re Ménestríer, au to r
d el libro Tratado de la f ilosofía de las imdgelles enigmáticas , intentó
dem ostrar que todo aquello relacionado co n el uso de la varill a esta-
59
dición nos hubiera prevenido sobre este particular, tendrá que ser
forzosamente el de Satanás».
Lástima que tan magníficos pensadores no tuvieran conocimien-
tos suficientes sob re la mente como para poder continua r sus argu-
mentaciones tan bien dirigidas, pues a buen seguro que, de haber
sido así, en aque lla época se hu biera conso lidado la radíestesia den-
tro de las ciencias y del mu ndo cultural. El padre Ménestrier, vien-
do hasta qué punto se hacía uso de la varilla, declaraba: «No está
permitido a la justicia el servirse ni directa ni indirectamente de esas
indicaciones, ni para absolver ni para condenar, así como ni siquie-
ra como medio para llegar a la compro bación de otras señales y de
otras pruebas, teniend o en cuenta que esas ind icaciones son sospe-
chosas, sujetas a muchos errores y a la mala fe de las perso nas que
podrta n manifestar tener este talento , y denunciar falsamente a per-
sonas que quisieran perder, haciendo girar sobre ellas varillas adivi-
natorias. Cuando se trata de la vida , de los bienes y de la hon ra de
las personas que han caído bajo la justicia, son necesarias pruebas
de certidumbre, testigos irreprochables, indicios constantes, invaria-
bles, plename nte demostrables y que no presenten nada de equivo-
co». Como ya he dicho anterio rmente , estoy plenamente de acuer-
do con los deseos de Ménestrier, aunque ya quisiéramos que la
justicia ordinaria hu biera tenido histó ricamente esta capacidad de
análisis y de inequ ívocos.
60
(éste era un uso muy exte ndido de la varilla en esa época para clari-
ficar litigios de límites de prop iedades), en tanto qu e los propietarios
de dos campos vecinos estén de acue rdo en conside rar estos mojo-
nes como autént icos limites de sus resp ectivas propied ades, y cesa
de girar cuando este acue rdo deja de existir.
»Si los mojon es han sido desplazad os de forma fraudulenta, la
varilla gira ento nces sob re los lugares que aqu éllos ocupaban ante -
riorm ent e, pero perm anece qui eta sob re los mojones. La varilla gira
sobre un ladrón , sobre sus hu ellas, sobre los obje tos robad os, sobre
los objetos que éste ha tocad o.
»Tarnbi én podrá verse cómo gira sobre un asesino, sobre el lugar
do nde ha sido cometido un crimen, aun cua ndo se haya retirad o
todo cua nto hubiera pertenecido a la víctima.
»En suma , la varilla gira solamente sobre el objeto que aqu el qu e
la sostiene tiene inten ción de descubrir, de manera que, si al buscar
un determ inado metal , se pasa por encima de un manantial subte-
rráneo , este man antial no actúa sobre la varilla».
Como hem os podido obse rvar, según el padre Lebrun el fenó-
meno existe, inclus o apunta acertadamente en algunas de sus afir-
maciones, como en el último párrafo, a un asp ecto de suma impor-
ran cia en radiestesia ~ o mo es la selección mental del obje tivo.
Efectivament e, el zah orí sólo es receptor de aque llo que tiene inte-
rés en enco nt rar, discrimin and o tod o lo que esté fuera de su obje ti-
61
za horí francés u holandés
usand o la varilla. Ilustración
aparecida en Le monde enchanlé
(1694) de Balthasar Bekker.
Esta dualidad de pensamiento, según e! tipo de objetivo, se debe
funda mentalmente a los conocimientos de la época. Muchas de las
hipótesis planteadas tratan de explicar solamente uno de los aspec-
tos de! fenómeno, y dividen en dos los objetivos consegu idos
62
materiales y otro con matices morales. Entre las posibilidades para
explicar el movimient o de la varilla, habla prim ero de un efecto físi-
co, a través del cual <<110 se puede ad ivinar ni la potencia de un
manantial, ni la nat uraleza de los terrenos qu e lo cubren , ya que, por
débi l que sea este manantial, pero situado a poca profundidad , ejer-
cerá sobre la varilla una acción tan inte nsa como un potente manan-
tial situado a gran profundidad ».
Con esta exp licación , Malebranche desbarata, sin pretenderlo,
buena parte de las hip ótesis físicas de la radiestesia, como es la capa-
cidad de distinguir el cauda l de una corriente o la profundidad en la
que se halla. En cuanto a los efectos relacionados con el inte lecto
deduce qu e: «L1S causas inherentes a la materia bruta, al no tener ni
inteligencia ni libertad , actú an de man era constant e en las mismas
circunstancias. Luego las causas de esta naturaleza son comp leta-
mente imp otent es cuando se trata de un ladr ón , de un objeto roba-
do, o del lugar donde estaba colocado un mojón que ha sído frau-
dulentamente desplazado. Por consiguiente, en los casos de los que
estamos hablando, la varilla solamente puede girar a través de cau-
sas morales, o inteligentes. Si ella gira realment e, sin que haya frau-
de o intención de engañar por part e de aquel que la sostiene , el efec-
to deseado sólo puede proceder de una causa sobrenatural. Esta
causa , al no provenir de Dios ni de los ángeles, necesariamente es la
obra del espíritu infernal».
63
nos Iísicos no pueden dar una explicación, como en los mojones u
objetos robados, sólo puede haber una causa, o sea, una interven-
ción diabólica. Las lindes entre distintas fincas se marcaban con
mojones y, en caso de litigio entre vecinos, los zahoríes determina-
ban cuál era la verdadera situación mediante el uso de la varilla. Esta
tradición se ha mantenido en muchos lugares hasta hace bien poco.
Al mismo tiempo, el sacerdote jesuita Pierre le Lorrain, más
conocido como Pierre de Vallemont -por ser abate del pueblo fran-
cés de Vallemont-, escribió la obra Physique occulte ou Traité de la
baguette divinatoire... (Física oculta o Tratado de la vara adivinato -
ria...). El abate sostenía que no existía ningún elemento sobrena tu-
ral en el movimiento de la varilla, y que cualquier fenómeno rela-
cionado con ella se podía interpretar desde la esfera del magnetismo
y la electricidad . De Vallemon t, basándose en las mismas teorías que
presenta en su Tratado del imán de Chartres, manifiesta que el mismo
mecanismo que actúa entre el imán y el hierro es el que genera el
movimiento de la varilla. Muy acenadamente aduce que: «Es indu -
dable que, si este efecto se debiera a la varilla, al suspenderla sobre
un pivote, como la aguja de un a brújula, tendría necesariamente que
inclinarse sobre las aguas y los metales, cosa que, sin embargo, no
sucede en modo alguno, como he podido experimentarlo con el
padre Schott, jesuita; de ahí concluyo, pues, que el efecto no es
resultado de una virtud que resida en ella». De Vallemont defendía
64
Método tradicional de sujetar
la varilla en Trailé de la baguclle...
(169 3) de Pierre de Vallemont.
El libro escrito por De Vallemo nt alcanzó gran resonancía y éxito ,
siendo publicado en 1693 y, más tarde, reeditado en varias ocasio-
nes. Fue profesor de física en el colegio Lou is-le-Grand, de ahí que,
debido a su formación , ligara el origen del movim iento del instru-
mento con fenómenos físicos, aunque tambié n defend ió el pa rqué
la varilla era amplificadora de las capacidades naturales del zahori:
«El método de bu scar agua con la vara adivinato ria es un descubri-
miento qu e nu nca se ponderará bastante, pue s es más seguro y más
rápid o que cualquier otro de los pu estos en práctica en el present e.
Hay que ser, en verdad , un enemigo del bien públi co para desacre-
girar la vara hacia la pista del criminal ». Para dar una explicación
coherente a cómo discriminar los diferentes objetivos como aguas,
metales, ladrones o asesinos, aduce que se producen variaciones
especificas entre unos y otros corpúsculos exhalados por distintos
cuerpos, que provocan igualmente distintas impresiones en una
misma persona, y que, según dicha impresión, puede determinarse
la natural eza del foco emisor.
Mientras tanto , Ayrnar fue sometido a varias pruebas. Una de
ellas, en París, resultó humillante para él, ya que le hicieron ir para
burlarse. Sin embargo , en Lyon, ante un tribunal , realizó varias
demostraciones en las que logró buen número de aciertos, quedan-
do constancia de ellos en un tratado «en el que se prueba que las
extraordinarias facultades mediante las cuales j acques Ayrnar, con
una vara adivinatoria, persegu ía asesinos y ladrones, descub ría agua
y plata enterrada , restablecía antiguas lindes , etcétera, depen dían de
una causa natural del todo comú n». Estos resultados fueron pub li-
cados por el médico Pierre Gamier, aunque con una interpretación
de la causa un tanto peculiar, sobre los -segun él- pequeños cuer-
pos exhalados por el sudor de los malhechores al cometer su delito,
que variaban de los emitidos en condicio nes norma les.
Según sus propias palabras, Gam ier trata de explicar el movi-
miento de la varilla de la siguiente forma: «Los corpú sculos exhala-
dos por la transpiración del cuerpo de los asesinos difieren por la
66
ral, y en gran parte de ellas logró notables aciertos; sin embargo, en
otras sus resultados no fuero n satisfactorios desde e! punto de vista
de un profano en la materia radi est ésica. L1 mayor parte de sus fra-
casos doc umentados estuvieron precedidos por una prem editación
imb uida de mala fe y fueron conceb idos para que A)111ar fracasara , y
éste no supo o no pudo tornar las debid as precauciones para no caer
en una tramp a. Chevreul llegaría a comentar, como crítica al fen ó-
meno radi est ésico , que «jacques Aymar distaba muc ho de ser infali-
ble», cuando la infalibilidad no corres ponde al ser hu mano en nin-
guna de sus facetas, y menos en aq uellas que depend en de su ment e,
y, por ello, de las sugestiones, tanto de las ajenas como de las propias.
Un poco de sugestión
En relación con la sugestión com enta ré el caso acaecido a un a mujer
llamada Ollivet, conocida po r sus éxitos con la varilla para localizar
aguas sub terráneas y metales. Al enterarse Ollivet - persona de gran
fe religiosa- de que el padre Lebrun achaca ba el movimien to de la
varilla a la inte rvenció n de l demonio, acudió a él en busca de ayuda ,
y Lebrun la co nminó a que «rogara a Dios para qu e no permitiera
jamás qu e la varilla girase ent re sus manos, au n cuando el dem onio
hubi ese tom ad o parte en ese desord en » y tal como nos cuenta él
67
la varilla» y que , debido a la supuesta influencia demoniaca, «rogó
a Dios que detuviera el movimiento de la varilla entre sus manos, en
el supuesto de que no fuera natural, y no la hizo girar ya más». El
padre Lebrun sigue contando otra supuesta redención al pecamino-
so uso de la varilla, esta vez de nuevo en la persona de una mujer
llamada Manin: «Habiéndole rogado tanto e! abate de Leseot, como
el padre Cavard, Superior del Oratorio, renunció de todo corazón al
demonio ya la varilla. Sin embargo, la sostuvo todavía una vez más
entre sus manos sobre los metales, y observó, sin emocionarse, que
la varilla ya no giraba» . Pero en esta ocasión, el resultado, tan apa-
rentemente satisfactorio para sus pretensiones, no fue e! esperado,
ya que «la hermana de Mademoiselle Manin y su madre, entristeci-
das por e! hecho de que ella ya no pod ía hacer uso de la varilla, con-
venciéronla para que la usara de nuevo y,según dijeron, con el deseo
volvió a surgir la potencia perdida».
Aquí vemos dos tipos de sugestiones, una negativa, qu e impide
que suceda la manifestación radiestésica, y otra sugestión orientada
a hacer surgir su capacidad de descubrir lo oculto para los sentidos
comunes y, como muy bien apuntan, dirigida por e! deseo de que se
produzca, como base de toda búsqueda radiestésica.
El doctor Chauvin también intentó dar una explicación al movi-
miento de la varilla de jacques Aymar. Según Chauvin, la varilla se
mueve debido a cienos corpúsculos, emanados de! cuerpo de los ase-
sinos justo en el momento de llevar a cabo su crimen, que posterior-
68
contiguo, al actuar al igual qu e los que flexionan la mano dcllado de
fuera hacia dent ro, se mueven más intensamente que los demás».
Estas hipó tesis - similares a las mantenidas también por el doctor Pie-
rre Garnier y los abates de Lagarde y de Vallemont- , quedaban un
tanto desangeladas, cuando Ayrnar aseguraba y demostraba qu e sin
la varilla también podía seguir la pista de los asesinos.
Mediante estas ideas y otras en esa misma línea, como la de Des-
canes , se inte ntaba explicar el fenómeno - po rque estaba claro qu e
el fenómeno ocurría-; por lo tant o, sólo faltaba darle un sentido u
ot ro, según el pensar y los conocimient os de la época. A pesar de
todo ello, un decreto prohibió el uso de la vara en Lyon . La Iglesia,
por su parte, desbord ada por todos estos acontecimientos y por la
gran popularidad qu e iba adquiriendo la varilla, decidió excomulgar
a aquellos que la utilizaran . La vara era empleada para cualquier
menester, para obtener inform ación de cualquier materia ya fuera
del mundo físico, intelectual o espiritual. Era también consultada
para conoce r la calidad de los productos mercantiles y sus precios,
para litigios de lindes de campos , casas o tierras (aunq ue hu bieran
transcur rido siglos), o para recon ocer a los culpables de delitos, para
descubrir objetos y materiales de toda clase, ent re otros muchos
usos. Tal como declaraba el mismo preboste de la ile-de-France e
intend ente de las aguas, «en virtud de los dos cargos qu e ostentaba,
mu y a menu do, veíase obligado a hacer uso de la varilla para iden -
69
cultura y la ciencia.
En el siglo XVIII , la emperatriz Ekaterina 11 de Rusia (Catalina 11 de
Rusia) promulgó una ley para incorporar al escudo de la ciudad de
Petrozavodsk las varillas de los zahoríes. en honor a los servicios
prestados a la comunidad. En Rusia, quizá debido a la influencia ale-
mana, se utilizó profusamente la varilla para la búsqueda de metales
yaguas subterráneas y así. buen número de minas de los Urales fue-
ron descubiertas gracias a la capacidad radiestésica de los mineros
durante estos años . En Uzbekistán los zahoríes alumbran desde
siempre pozos de agua; como demostración quedan los pozos exca-
vados a profundidades superiores a los 300 metros en el desierto de
Kyzyl Kum; o los filones de plata descubiertos en la zona minera de
Kanzhol, a profundidades que oscilan entre los 50 y los 70 metros .
Debe tenerse en cuenta que en los niveles más superficiales se
encuentra un mineral polimetá lico de escaso valor que obligaría a
desistir de excavar a tales profundidades a menos que estuvieran
seguros de encontrar aquello que buscaban, si no se dispusiera de
un método fehaciente.
Pros y contras
Mientras tanto, en Occidente, continuaron las disputas entre los
detractores y seguidores de la rabdomancia -nombre utilizado para
70
por los zaho ríes y las di ferent es form as de suje tarlas.
Al m ism o tiempo aparecieron distint as obras que des prestigia-
ban la rabdo rnancia, tachánd ola de ser un a actividad tras la qu e se
ocu ltaban fuerzas demonía cas. A pesa r de tod o , el fenóm en o siguió
causando gran imp acto ent re la gente, q ue se volcó a practicarlo. De
esta forma surg ieron mu ch os expe rtos y, como sucede en cua lq uier
materia y época, también apa recieron adve ned izos, estafadores o
personas que , sin la debid a prep aración o aptitudes, crearon el logí-
co descon ciert o y posteriores reticencias. No obstante, las varillas
seguían moviéndose y los zahor íes acerta ndo en sus predicciones,
localizando yacim iento s min erales yaguas sub terráneas , ent re otros
muchos logros. Algunos op erad ores trab ajaban sin instrumentos,
como es el caso de Hans Wolíl. q ue andaba con el brazo recto y
extendido de mod o que, a l llegar a un a zona que contenía metal en
el subsuelo, el brazo se movía tembl oroso, al igual que el resto de su
cuerpo al estar sob re de una vena metalífera. Wolff fue el primero en
hablar de la orientación ment al para localizar min erales. Se sometió
a num erosas pruebas realizadas por rigu rosos com ités, y salió con
éxito de todas ellas.
La impo rta nc ia de la radi estesia en la bú squeda de yacimient os
min erales q ued a pat ente en la d ocum entación de la época espe -
cializada en e! tema . como es el caso del Dicciona rio de minería
publicad o en 174 7 don de se reú ne un a detall ad a y extensa expo-
ción con G. Wheler y j. Godfrey, clasificó las sustancias en cond uc-
toras y en aislantes desde el punto de vista eléctrico; también estu-
dió otros sistemas de transmisión de los efluvios eléctricos.
Reprod ucimos a continuación uno de los experimentos que Gray
realizó con el llamado pénd ulo explorador, y cuyos resultados expu-
so poco antes de morir el doctor Mortirner, secretario de la Royal
Socíety de Londres, quien posteriormente confirmó y amplió dichas
investigaciones: «Un globo de hierro de una pulgada y media de
diámetro, débilmente electrizado, es colocado en el centro de un
panel circular de resina de siete a ocho pulgadas de diámetro. Un
cuerpo ligero, suspendido de un hilo muy delgado, de cinco a seis
pulgadas de longitud, del cual se tiene su extremidad libre en la
mano por encima del globo de hierro, se mueve en circulo espontá-
nea y constanteme nte, de occidente a oriente».
Las investigaciones de Gray con el pénd ulo levantaron gran polé-
mica en el mun do científico de su época. Por su parte, Wheler tam-
bién estudió el movimiento del péndulo, llegando a la conclusión de
que el origen de las reacciones del instrumento se debían al deseo
del operador de producir un movimiento concreto : «El deseo de
producir el movimiento de occidente a oriente, era la causa secreta
que habla determinado al cuerpo suspendi do a moverse en esta
dirección por medio de alguna impresión que proced ía de la mano,
aunque él mismo no se hubiera dado cuenta de que imprimiese
movimiento alguno ».
72
los cuales se pueden observar las marcas distint ivas produ cidas por
las descargas eléctricas sobre las superfi cies metálicas. Ade más
deduj o la forma inversa a los cuad rados de la ley de fuerza entre car-
gas eléctricas. Paralelamente a estos trabajos, experimentó con el
péndulo, llegand o a la misma conclusión que Wh eler: el movimien-
to lo producía el mismo ope rado r de form a incon scient e.
En 1772 inventó un método mediante el cual se pu ed e conse -
guir agua carbo natada de forma artifi cial, al tiempo qu e aparecía
su libro Hi slmy and Pn:sent Sra /e of Discovel'ies Re!aUng (o \lision
Lighl, and Co/mll's (Histo ria y estado actu al de los descu brimientos
relativos a la visión, la luz y los colores) , prep aración para aira
obra su rgida cinco años después titulada Disquisiliolls Re/aUng lo
Malter and Spilil (Disquisiciones relativas a la mat eria y el espíri-
tu), Declaró que los científicos debían ser más pruden tes en sus
concl usiones, pensamiento dirigido a los resu ltados ob tenidos por
Gray con respecto ai pénd ulo , aunque expresaba su respeto por la
figur a del gran físico y sus inves tigaciones . En 1774 descu brió, al
calentar óxido de mercurio, lo que posteriorm ente Lavoisier iden-
tificaría como oxígeno. Este experimento se recoge en los tres
tomos de que constan sus Experimenls and ObservaUons 011 Di[{erenl
Kinds uf Air (Expe rimentos y observaciones sobre las diferentes cla-
ses de aire) , esc ritos entre 1774 y 177 7 donde, al igual que sus
descubrim ient os del amon iaco, los óxidos nítr ico y nitrcso . el dio -
73
jos en relación con la radiestesia, al igual que los de otros científi-
cos conte mporáneos , man ifestaron que ésta no ten ía un origen
desde el pu nto de vista de la física.
Por esos mismos años surgió la destacada figura de Luigi Gal-
vani (173 7- 1798) - físico y fisiólogo italiano-, profesor de ana to-
mía de la Universidad de Bolonia, aunque renunció a esta plaza al
negarse a prestar fidelidad al gobierno de la nu eva rep úbl ica Cisal-
pina en 1797 Ent re sus trabajos des tacan sus investigaciones
sobre el oído interno y la contracción muscular. Descubrió la esti-
mulación de los nervios y los músculos de animales vivos y mu er-
tos, a través de corrientes eléctricas . Debido a la influen cia de sus
trabajos surgió una corrie nte cientí fica llamada galvanismo . Su
obra más relevant e fue De viribus electricitatis in motu musculari
commentaria pu blicad a en 179 1, do nde se recogen sus expe rien-
cias en estos campos .
Algun os de los contempo ráneos de Galvani quisieron explicar
el movimient o de la vara basándose en los result ados de sus inves-
tigacion es sobre la excitació n mu scular y ne rviosa. Sus trabajos
fueron muy polémicos , y especia lmente cont rario a sus ideas fue el
italiano Alessandro Volta. De form ación autodidac ta, Volta fue pro -
fesor de física en la Escuela Real de Como (Italia) en el año 177 5,
y, posteriorm ent e, en 1779 , cated rático de física de la Universidad
de Pavía. Invent ó el electró foro (1775) , el eudiómetro (1776), y
74
clase, ante lo cual Volta se limitó a generalizar su hipótesis ante rior
am pliando sus argume ntos a la existencia de un desequilibrio eléc-
trico en cua lquier contacto heterogéneo. En aque llos años bu ena
parte de los Iísicos creyeron en el fen ómeno radiestésíco, como fue
Sigaud de Lafond, quien escribió profusarnerue sob re las faculta-
des del zaho rí y las prop iedades de la varilla.
EL NAC M I ENTO DEL POS ITIVISMO
Bleto n: de la alergia a la radiest esia
Cua ndo Barthélerny Bleton contaba con siete años se sentó sobre
unas rocas, y la fiebre se ap oderó de él; al camb iar de posición , ésta
desap areció y retorn ó al volver a sen tarse en las mismas rocas.
Ante estos insólitos hechos, el prior de la cartuja , don de se encon-
traba pe nsionado el niñ o - sospechand o cuál pod ía ser la causa-,
hizo excavar debajo de la piedra y, en ese lugar, afloro un man an-
nal de agua. Bleton notaba la influencia de las co rrientes subterrá-
neas de agua en [orm a de fiebre, ahogo, temb lor, op resión en el
pecho y aceleración de los latidos del co razón.
Estos mism os síntomas son los que pade cen nu merosas perso-
nas, especialmente niños, cuand o se encuent ran, sobr e todo al
75
LA RADlESTESIA A LO lARGO DE lA HISTORIA
es de agua subterr ánea. Por ello es evidentes conexiones entre los fenómenos de la varilla adivinatoria, el
donde vivimos: cuántos sufrimientos magnetismo y laelectricidad. En él desarrolla la hipótesis por la cual
el bienestar se evitarían si reconocié- se origina el movimiento de la vara; según explica, ello está causa-
ejerce el lugar sobre la salud. do «por la acción de efluvios eléctricos que, elevándose de las
on el paso del tiempo aprovechó estas aguas subterr áneas y de los minerales ocultos en la tierra, se intro-
an fama como zahorí, e incluso según ducen en el cuerpo de la persona que lleva la vara , y lo convul-
ones determinaba la profund idad o el sionan».
bajo sus pies. Bleton era un zahorí sin Thouvenel utilizaba el término electromagnetismo para definir
ormente utilizaría una varilla de rama el fenómeno gracias al cual el zahorí determinaba la existencia de
orquillada, pero un poco curvada . No minerales o aguas subterráneas. AsI pues, se generaba una reacción
dor de sus reacciones reflejas ante el sobre la persona produciéndole una cierta impresión, e incluso lle-
á lo que practicaba -al menos en sus gaba a provocarle, tal como velamos, fiebre, sudores, aceleración
e radiestesia , tal como veremos en la del pulso, sincopes, vómitos, pérdida de fuerzas o malestar general.
ma del pastor como experto en locali- Parece que Thouvenel estaba describiendo los efectos que poste-
suelo, llegó a oídos del obispo de Gre- riormente se comprobaría que produce la estancia en la vertical de
su caso, realizó gran número de prue- lugares de radiación alterada, como son los cruzados por corrientes
tas experiencias concluyó la llamada de agua subterráneas, fracturas geológicas o vetas minerales, y que
partado Agua subterránea), que indica llegan a ser causa de numero sos slntomas y trastornos como los
ectar la corriente de agua antes de lle- anteriormente descritos, e incluso otras patologías de mayor grave-
distancia de la profund idad a la que se dad , como las degenerativas (véase Geobiologia: medicina del hábitat
profund idad de un manantial, Bleton y Contaminación electromagnética . El efecto de las radiaciones sobre la
esde la vertical del punto donde se salud).
ea, y cuando a una cierta distancia del Bleton fue llamado a Paris para realizar unas pruebas supervisa-
accionaba entre sus manos , la separa- das por un jurado formado por ilustres académicos: siguió el tra-
correspondía a la profundidad. Este yecto de una tuberia subterránea ante un numeroso grupo de obser-
ilizado por mucho s zahories aún hoy vadores . Por entonces habla adoptado la costumbre de usar una
varilla al estilo germano, atravesada o apoyada en la mano, que gira-
eton conoció al médico Pierre Thou- ba continuamente cuando localizaba el objetivo .
basada en la influencia del fenómeno En París, ante una gran multitu d y numerosos personajes emi-
lidad de los zahories. Animado por nentes, trazó el recorrido del acueducto subterráneo de Arcucil con
escubrió en el pueblo francés de Con- todo detalle durante varios kilómetros. Durante esa misma época, la
inerales que adquiri eron gran fama. propia Maria Antonieta le solicitó que buscara aguas subterráneas
ctor fue nombra do inspect or general que abastecieran el Trianón, lo cual logró Bleton haciendo aflorar
n real. En 1781 , Thouvenel publicó manantiales especialmente copiosos. A pesar de ello, los detractores
me mtdico-fisico en elque se muestra las del fenómeno continuaron con su campaña.
77
LA RADlESTESIA A LO LARGO DE LA HISTORIA
neta. Se puede discutir el cómo y el parqué del fenómeno, lo que
es innegable es su existencia.
A pesar de todas las evidencias acumuladas demostrativas de la
realidad del movimiento de la varilla, algunos personajes del mundo
científico declararon en contra del fenómeno -sin haber investigado
sobre él-, por referencias o por simples suposiciones, caso de
joseph-jérórne Le Francots de Lalande (1732-1807), quien a sus
veintiún años fue nombrado miembro de la Academia de Paris en
calidad de astrónomo, y siete años después fue nombrado para el
cargo de profesor de astronomía en el Colegio Real, puesto que
ocupó durante cerca de cincuenta años hasta su muerte. Escribió
varios libros muy reconocidos dentro del ámbito docente: Iraité
para él la vari
ue la utilizaba d'astronomie (Tratado de astronomía, 1764), Histoire céleste fran~aise
ores pudieran (Historia celeste francesa; 1801) o Bibliographie astronomique (Biblio
diendo, ya que
grafía astronómica) , publicado en 1803, donde destaca su labor
ue un simple
dedicada a la mejora de las tablas astronómicas, y su esfuerzo por
establecer unas teorías astronómicas más avanzadas . Dentro de sus
estudios sobresale el cálculo en 1759 de la fecha de avistamiento del
és Franco ís Marie Arouet 0694
cometa Halley, en su trayectoria cíclica a través del cosmos .
taire, de educación jesuita, pensa
De Lalande escribió un artículo en elJoumal des savants en 1782,
ístico como med io para conseguir
donde apuntaba que Bleton era un impostor que hacía girar la vari
o de la vara en los duros términos
lla según su voluntad, olvidando los numerosos éxitos obtenidos, y
uentes de agua, los tesoros, gracias
resaltando los fracasos. Obviaba , además , lo más importante, que
eja de forzar un poco la mano de
para Bleton el uso de la varilla era superfluo. «En efecto -declara
iado y que gira fácilmente en la
Lalande-, si se coloca entre dos dedos una varilla de metal curvada
n, cien años antes, ya había repli
en arco, de manera que la cúspide del arco esté más baja que las dos
entes que para dárselas de listos
extremidades, pero que todo el conjunto esté casi en equilibrio, el
la varilla no es más que un hábil
más mínimo acercamiento de los dedos , aunque se trate de una
individuo diestro pero bribón».
pizca, bastará para que las extremidades se la lleven a su vez y que
ino y de una cortedad de miras
la cúspide del arco vaya hacia arriba. Si los dedos se separan, ins
ancia, poner en duda el trabajo en
tantáneamente la cúspide del arco descenderá y, a base de una alter
chas personas de probada honra
nancia semejante, el movimiento puede continuar tanto tiempo
de los incontables logros (sin que
como se juzgue necesario. Una persona bastante ejercitada para esto
obtenidos por los rad íestesistas
no tiene más necesidad sino de un ligero temblor, apenas sensible ,
ras que han poblado nuestro pla-
cuando no se está prevenido.» Sin embargo , De Lalande, hombre
79
LA RADl ESTESIA A LO LARGO DE LA HISTORIA
rmente sus argumentos y sobrepasan mos calcularlo mediante algún procedimiento geométrico, de forma
tizó que: «Estamos tan lejos de cono que sea susceptible de una demos tración rigurosa?».
aturaleza y su modo de acción, que A Italia llegó acompañado de Bleton y de Pennet , otro zahorl de
ar los fenómenos únicamente porque grandes cualidades . A poco de llegar Bleton falleció, y Pennet tomó
o actual de nuestros conocimientos. su relevo haciendo demostraciones y sometiéndose a numerosas
inarlos con una atención tanto más pruebas cientlficas, la mayorla basadas en las teorlas de la electrici
e difícil el admitirlos ». De estas pala dad y el magnetismo, tan de moda en su tiempo . Las andanzas de
ue debe acompaña r la trayectoria de Pennet se recogen en el libro de Cario Amoretti, titulado Rabdoman
us conocimientos adquiridos, en la cía o electrometría animal (Milán, 1808), manuscrito donde se reco
gen las investigaciones realizadas por Amoretti --conservador de la
exandre-César Charles 0746- 1823) biblioteca Ambrosiana de Milán- sobre los zahories y la natura leza
Ciencias desde 1795, y fue profesor del fenómeno que hace surgir el movimiento de la varilla.
Artes y Oficios de París, Trabajó en
tática, donde obtuvo grandes logros,
teórico y la construcción -junto a los Un esc éptico coherente
s técnicas de ascensión, del famoso
megascopio -aparato que sirve para la El abad agustino Alberto Fortis, hombre escéptico ante el arte de los
cadas sobre una pantalla- y el gonió zahories , se volvió un incansable defensor de éstos tras someter a
de los ángulos cristalinos-. También Pennet a distintas pruebas de las que éste salió triunfante. El abad,
rato para medir el caudal , la veloci que posteriormente fue secretario perma nente del Instituto Nacional
en movímiento-. Realizó diversas Italiano, declaraba: «Reconozco que estos experimentos, preparados
probar las hipótesis de Thouvenel con todas las precaucio nes imaginables para evitar el engaño , me
la debido a la electricidad del suelo dejaron tan convencido , que enrojecí de vergüenza al recordar que
ultados extraemos que el fenómeno antes me habla burlado de algo que desconoc ía totalmente» . La sin
aislar al zahort del campo eléctrico ceridad de Fortís contrasta con el escepticismo mantenido a toda
nto se mueve , esté o no el operador costa por miembros de la comunidad científica, que niegan sistemá
rico, desbaratando así las ideas que ticamente un fenómeno tan real como el propio pensamiento, sin ni
d radiestésica con fenómenos eléc siquiera haber experimentado sobre él o haber intentado compren
derlo .
sa el doctor Thouvenel decidió tras Fortís, después de investigar profundamente, concluyó que el
r sido nombrado y distinguido con ambiente en el que se encontraba el zahorí mientras estaba traba
médico podría soñar en su época. jando era de gran importancia para conseguir buenos resultados.
efecto del movimiento de la varilla Consideraba que cienos ambientes solemnes u hostiles eran contra
ás inconcebible maravilla que nos rios a la obtención del éxito en la búsqueda y, por el contrario, un
taba: «¿Llegará el día en que poda - ambiente relajante era favorecedor. Además de experimentar con la
81
L\ RADlESTESIA A LO LARGO DE LA HISTORIA
o con el péndul o, utiliza ndo uno con sob re la radíestesíaaport ó una inusual coherencia que, un a vez más,
erro o de azufre- , suspen dido de un se diluyó entre el aluvió n de hipótesis y método s lejanos a las ver
nía entre dos de dos. daderas causas del fenómeno radies tésico .
ímico y Iísico alemán - miemb ro de la
Ritter fue un gran divulga do r de la radiestesia, y sus ideas tuvie
-, fue un científico de gran renomb re ron una gran influen cia en su tiem po , especialmente entre los hom
entó las bases de la electroqufmica conocim iento y práctica , como fueron los casos de Schelling, Baader,
pila qu ímica para produc ir la electró Hegel o Goethe . Friederich Wilhel mjosep h Schelling (1775- 1854),
probar la identida d entre la electrici filósofo idealista alemán , profesor de la Un iversida d de j ena, afirma
s años des pués demostró la existencia ba en Ideas para una filosofía de la naturaleza y Sobre el alma del
r otra parte trató de conjun tar las dos mundo que la naturaleza es un organismo vivo, animad o por un
la voltaica y la galvánica, e introdu jo princip io vital. Basándose en estas ideas abogab a por la realidad de
a en electrofisiologfa. A través de la la rabdom ancia y estudió profusa mente sus posibilidades en Investi
tennoe léctricas , adelantó el desc ubri gaciones filosóficas sobre laesencia humana . Schelling destaca que «ter
d; asimism o fue el invento r de la pila mina el tiempo de la simple fe histórica cuando se da la posibilidad
cables dentro de su amplia trayectoria del conocimiento inmedi ato. Existe una revelación más ant igua que
cualqui er revelaci ón de la naturaleza».
mentó en el campo de la radiestesia, El filósofo Franz Xaver Baader (1765-1841) intentó libe rar a la
ís y agregando otros muchos propios.
filosof!a de la in fluencia del atomism o Iísico a través de una visión/
se publicó en el periódico La Hoja de basada en las ciencias na turalistas. Su metaíísíca aboga po r un alma
con el título de «Investigacion es físí que lleva a la divini dad, al ser ambas parte de un mismo cam in~al
como explica en Contribuciones a lafilosoffa dinámica (1809), !.eccio
ó clarificar la comprensió n de las cau /'
adies tésico. A través de sus investiga nes sobre ladogmática especulativa (1827-1838) o en Filosofía dinámi
a a un campo totalmente virgen en lo ca (1832). Su interés por el movimiento de la varilla y la observa
tal como se entend ía entonce s, no ción de los logros obtenidos median te ella le llevaron a investigar el
erente a la mani festació n radiest ésíca fenómeno, ayudad o por Campetti - reconocido zahorí italiano cola
er un fenómeno físico). Compr endió borado r de Ritter y Schelli ng-, así como con Georg Wilhelm Frie
bautiz ó al péndulo con el apelativo de drich Hegel 0 770-1831 ) -gran filóso fo alemán , amigo de Schelling,
quier tipo de informaci ón -ya fuera que imparti ó, al igual que éste, clases en la Universidad de jena. Su
as , vetas minera les o incluso sobre primera obra fue Phanomenologie des Geistes (Fenom enología del
resp uesta fuese afirmativa o negativa , esp íritu) y, posterio rmente , Wissens chaJt der Logik (Ciencia de la lógi
ue se produje ra este fenóm eno era la ca); fue también profesor en la Univers idad de Heildelberg, do nde
ecta y esperar la respuesta con fe, abs publicó su Enciclopedia de las cienciasfilosóficas en 1817 resume n del
ntos perso nales . Sin ello - asegura ba pensam iento hegelia no , cuyo fundam ento es que la totali dad es lo
esultado deseado . La visión de Ritter abso luto . Es una época de cambios. do nde el poder religioso deja
83
LA RADlESTESIA A LO lARGO DE lA HISTORIA
de ello, Hegel, sin dejarse llevar por Otilia presentaba los síntomas descritos) . Más adelante dice: «Me
pensamiento en el misticismo y la uni resultaría imposible partir de aquí sin haber hecho que esta her
Desde su obra Fenomenología , Hegel mosa criatura pruebe también las oscilaciones del péndulo». Goet
e por el logro, criticando el irraciona he continúa aduciendo que , aun cuando esos ensayos no les salie
ndó en las tesis amírradíestésícas) y los ran bien a todos, no habla que renunciar al asunto, antes al
contrario, se debería investigar con más seriedad y de modo más
radical, pues seguramente se harían evidentes todavía muchas
relaciones y afinidades mutuas de los seres inorgánicos y de los
osa figura universal seres orgánicos que seguramente nos están ocultas . «Otilia exten
dió el péndul o sobre los metales , sosteniéndolo con mayor tran
ng Goethe (1749-1832) -escrito r ale quilidad , despreocupación e inconsciencia. Pero, al instante , el
, se introdujo en la comprensión de cuerpo suspen dido fue arrebatado como por un decidido torbelli
u amistad con Heller. Como utensi no , y conforme se cambiaba lo que hablan puesto debajo, se movía
y el estudio de la naturaleza y de si para un lado o para otro , unas veces formando circulas, otras, elip
Fausto, relata la desesperación de éste ses, o tomaba su impulso en lineas rectas.»
y busca en la magia el camino hacia Goethe se entregó al estudio de las ciencias naturales y de la rela
teresa por la radiestesia, y en algunos ción entre éstas y la filosoffa . Al igual que Fausto, intentó desentra
omo por ejemplo en su novela épica, fiar los secretos y las leyes de la naturaleza, dedicándose al estudio
e Wahlverwandtschaften (Las afinida de la geología y la botánica. En este último campo , y mediante un
ulos y ruptura s conyugales, e influi proceso intuitivo, concibió la idea de la planta originaria y dedujo la
a Mina Herzlieb, la Otilia de la nove identidad primitiva de todas las partes de la planta. Goethe, a pro
cia de las zonas geoffsicas alteradas pósito de su famosa novela Werther decia que: "Como habla escri
mente, desarrolla el tema de la radies to este opúsculo casi inconscientemente, a la manera de un sonám
seres orgánicos e inorgánicos . Otilia, bulo , me asombré yo mismo cuando lo recorrí» . Dentro del campo
ivo por el que evitaba pasar por un de la investigación escribió Beitrage zur Optik (Contribuciones de
dió: "Nunca he pasado por ese sen óptica) en contra de las ideas de Newton , ampliado posteriormente
estremecimiento muy peculiar, que con su Teoría de los colores. En un tratado aparecido en 1790 titula
ugar y que no sé explicarme . Por eso do Metamorfosis de las plantas, yen Metamorfosis de los animales, apa
al sensación, ya que en seguida me recida treinta afias después, intenta demostrar la unidad de la natu
cabeza en el lado derecho que tam raleza y la génesis creada por una continua autotransformación de
ocasiones». Continúa el relato diri las distintas variedades de formas fenoménicas a partir de una
ord: "Cuán grande fue mi asombro estructura original simple. Goethe fue hombre de una gran inteli
muy clara de carbón de piedra, que gencia, abiena a los campos más dispares, que encontró en la radies
ndo un poco, quizá se encontraría un tesia y en los procesos intuitivos una forma de penetrar en la
n ese sitio» (se refiere al lugar donde conciencia universal.
85
LA RADI ESTESIA A LO LARGO DE LA HISTORIA
s de electricidad orgánica está sometida a las mismas leyes que la mineral, y que son
susceptibles de idénticos tratamientos físicos o químicos para
dico francés y profesor de la Escue obtener sus principios elementales. Descubrió el alcohol cetílico,
idad de Estrasburgo, basándose en la estearina y la oleína e igualmente desarrolló métodos analíticos
ay y Wheler, realizó en 1798 diver químicos basados en la determinación del punto de fusión y. de
acción de un péndulo hacia masas ebullición. Logró aislar distintos colorantes como la lateol ína, la
nido por el operador. Gerboin pu hematoxilina y la indigotina. En su obra Dela loi du contraste simul
iest ésicos en Estrasburgo, llamados tané des couleurs et de l'assortiment des objets colorés (De la ley del
modo de la acción eléctrica, que tra contraste simultáneo de los colores y de la armonización de los
na del hombre en relación con el objetos de color) , publicada en 1839, plasma su tea na de los colo
izado por él con el nombre de pén res, basada en el uso de los círculos cromáticos.
taba de esferas o cilindros suspen Después de una primera etapa a favor de la radiestesia, Che
Según Gerboin, todas las personas vreul publicó un libro sobre la varilla adivinatoria al que tituló: De
denominó organoel éctríca, com la baguette divinataire, du pendule di! explorateur et des tables tour
e capacidad de organización, y que nantes (De la varilla adivinatoria, del péndulo llamado explorador
estar a través del movimiento del y de las mesas giratorias). En él advertía que el movimiento de la
de cierta intensidad organoel éctrí varilla podía ser amplificado cuando el zahort portaba en su mano
Candolle escríbía sus Memorias de una materia o sustancia similar a la buscada y en otros zahones,
s conclusiones que cien años antes por el contrario, cuando tenían un material distinto; de ello dedu
Vallemont sobre el movimiento de jo que la única explicación posible era que su causa no dimanara
de un efecto físico, sino mental. Chevreul escribió en 1833 una
vances en un terna tan controvertido carta a su colega M. Ampére -publicada luego en diversos rota
mbito cultural y científico a interesar tiv05-, donde describía una clase particular de «movimientos
, Michel-Eugéne Chevreul-químico musculares fruto de una acción inconsciente, independiente de la
de Historia Natural (1864-1879), voluntad». Aunque erróneamente concluyó que «no se puede de
Ciencias y presidente de ella en dos tectar con el péndulo explorador sino aquello que se ve o se sabe
pués de trabajar durante varios años, que se va a detectar» .
istía una relación directa entre la eje Convencido de que la química no se podía entender sin un
el acto mental referido a ellos, aun conocimiento profundo de las ciencias ocultas, dedicó sus esfuer
andato de ejecutarlos dirigido a los zos en esa línea , y fruto de ello fue la publicación de Considera
ciones sobre la historia de la química y de la alquimia. Hablando del
o químico y en Recherches chimiques movimiento de la varilla en tono crítico. comenta, muy acertada
nes químicas sobre los cuerpos gra mente , que hay que desvincular su movimiento de un efecto
me sus estudios sobre qulmica orgá puramente físico, acercando con sus conclusiones la radiestesia a
la demostración de que la materia su verdadero origen, aunque no fuera ésta su intención: «No se
87
LA RADlESTESIA A LO LARGO DE LA HISTORIA
ro único de revolución sobre su eje meno es la electricidad terrestre, debido a que -segun plantea
e la varilla ha efectuado con anterio esta electricidad telúrica, al pasar al cuerpo del operador, separa
tal muestra demasiada inteligencia el fluido negativo del positivo, y al actuar el primero en la mano
ica propiamente dicha, puesto que, izquierda y el segundo en la derecha, provocarla un desequilibrio
o operado en segundo lugar por la en el organismo que causarla el movimiento de la vara -éste seria
unto de vista de la ciencia, un efec hacia arriba o abajo dependiendo del signo fluídíco-. Tal como
hevreul declaró que: «Es evidente él creía, la causa que actuaria sobre la horquilla o el bac ílogíro
de la varilla no pertenece al mundo (palabra que compuso con la unión de Bacillum y de gyrus con la
Sin duda alguna creo que, en la cual define al rabdom ántico o zahorí), se encontrarla dentro de
os que por 10 menos la varilla está la categoría de la flsica. Apoyándose en los trabajos sobre elec
obo y que tiene fe en la misma, el tromagnetismo de Oerstedt y de Ampére, da una explicación
cia de un acto del pensamiento de basada en fuerzas eléctricas, estableciendo como condición para
que el efecto del agua subterránea actúe sobre la horquilla por
el sistema nervioso aportaron nue intermediación del bacílogíro, que exista roce del agua contra pa
ión del fenómeno radiest ésico, Así, redes sólidas, ya sea un colector o un manantial subterráneo.
ueron las realizadas por el profesor Efectivamente, al circular una corriente de agua subterránea roza
etario perpetuo de la Acad émie des con las paredes del conducto por el que transcurre, provocando
jean-Pierre Flourens (1794-1867). ciertas modificaciones en la superficie (caso del potencial del
xperimentales sobre las funciones campo eléctrico). Esto es susceptible de ser comprobado actual
igaciones marcaron una época den mente mediante sistemas de medición electrónicos o gracias a la
a del sistema nervioso, y han sido reacción del organismo, así como mediante la radiestesia, aun
más importantes para la evolución que ello no sea la causa de la reacción motora que pone en movi
ciones del cerebro. Concluyó que la miento al instrumento.
se sitúan en los hemisferios cere El conde Tristan no fue sólo un teórico de la radíestes ía, sino
controla las funciones vitales y el un ferviente y perseverante practicante, ya que tuvieron que pasar
entos. También descubrió la impor más de cinco a ños de continuados esfuerzos para conseguir que .la
ulares del oído interno en el man varilla actuase sobre una corriente de agua subterránea. Fue el pri
opuso a la idea de que las funcio mero , en 1820 , en utilizar una varilla de barbas de ballena, instru
alizar en ciertas zonas de la corteza mento muy en boga durante varios años .
Las teorías sobre las radiaciones que emitía la materia y su
un tratado sobre las causas que pro influencia en el entorno comenzaron a introducirse con fuerza
orquilla o bastón horquillado -tal dentro de la radiestesia, y en 1854 el barón de Morogues las utili
la-, publicado en 1826 y titulado zó como explicación al movimiento del instrumento, tal como
es terrestres (Investigaciones sobre refleja en su libro Las observaciones sobre los movimientos de las vari
efiende que la explicación del Ienó- llas y de los péndulos, donde reitera la idea de las radiaciones de los
89
LA RADl ESTESIA A LO LARGO DE LA HISTORIA
explicación del fenómeno. Este argu que, erróneamente , han llegado hasta nuest ros días avaladas por
distintos enfoques erróneame nte hasta científicos que han pretendido dar una explicación flsica a un
los experimentadores de esa época se fenómeno psíquico. Gracias a ellos, la radíestesia sigue estancada
n el moment o de enfocar las causas del desde hace siglos al pretender encontrar en la Iísíca tradicional una
el céleb re radiestesísta Louis Probst, el explicación que evidentemente no le compe te.
ente , Grisez, ent re otros, Este últi mo
ahorí , al descubrir en 1904 las potasas
en los alrededores de Thann. Grisez EL SIGLO xx
tos do nde se debla perfora r, así como
00 metros donde se enco ntraban las De la física a la psique
ser recompensado con tres millones de
A principios del siglo xx des tacó la ob ra de Carl van Klinc
recon ocido qu ím ico austriaco -descu kowstr ón, La vara adivinatoria como un problema cientifico: métodos
eosota-, después de múltiples experi geojlsicos concluyentes, un o de los muchos titulas pu blicad os en
es de la época , concluyó que no sólo relación con la explicación materialista de l fenómeno. Paradójica
sino asimismo emitirlas. En su libro mente, la obra mas importante en contraposición a estas ideas la
Die odische Lohe undeinige Bewegung realizó sir William Fletcher Barrer - profesor de flsica de l Institu to
kte Formen des odischen Prinzip in der Real de Ciencias de Dublin y president e de la afamada Sociedad
ue rpos irradian algo que no dism inu para la Investigació n Psíquica de Londres- en colaboración con el
o y ejerce un efecto tan potente a dis antropólogo Theodore Besterm an, Este trabajo fue pub licado en
des motrices, como el movimiento de Lon dres en 1926 por Besterman, después de la muerte de Barrer,
a linea de investigación , otro qu ímico bajo el título La vara adivinatoria: una investigaci6n psicol6gica y
ó que este estim ulo a distancia, pro experimental do nde, como su nombre indica, tratan el tema desd e
onsti tuía el fund amento de la reacción un pu nt o de vista psíquico. En sus acertadas conclusiones comen
s del buen uso de l péndu lo se pod ía tan : «Sostenemos que se trata de un problema puramente psicoló
ualquier materia, así como averiguar, gico , qu e todos sus fenómenos tienen origen en la mente del zaho
medio de su instinto , si un alimento rí, qu e ninguna teoría Iísica acerca de él resiste un análisis serio, y
eterminada ocasión. Sobre ello escri que los movimientos de la vara y del zahorí no guardan más rela
lodinámico. ción directa con el descub rimiento de, pongamos por caso, agua,
menzaron los descubrimientos de dis qu e la qu e deriva de ser la exp resión flsica y visib le de un conoci
895; radiactividad, 1903), hecho que mient o mental abstrac to» . Estas palabras mantienen hoy en d ía
llamadas teorías flsicas sobre el ori tod a su vigencia como explicación válida a un fenó meno al qu e
ar patente que las sus tancias em itían debemo s, de una vez por tod as, desligar de falsas interpretaciones
e según los defensores de dic has teo flsicas que sólo son una parte de lo que la rad íestesia pue de con
cid ían en los zahones. Suposiciones seguir o descubrir, pero nunca la base del fenómen o.
91
LA RADlESTESIA A LO LARGO DE LA HISrORIA
n los radíestesístas especializados en que encontraron en sus conocimientos un reto a sus caducas doc
octor Chavanon, experto radiestesista, trinas.
la mejor tintura o la mejor disolución
almente sólo existe un procedimiento
que se demuestra muy útil en la expe Telerradiestesia: radiestesia a distancia efectuada sobre pla
remedios. La radiestesia está apenas en nos, mapas, fotograflas, etcétera . En el proceso radíestésíco
o las conclusiones metafísicas que es no existe ninguna diferencia entre encontrarse sobre el obje
len ya una mayoría de adeptos de las tivo o a mil kilómetros de distancia : la actuación interior del
». Lamentablemente, Chavanon no radiestesista y el consecuente proceso que se produce, son
ya que la radiestesia continúa estanca exactamente el mismo. Como iremos viendo, la radiestesia y
hace 100 o 200 afias . la telerradiestesia forman un mismo fenómeno .
y Van Uslar consiguieron numerosos
' <,
as subterráneas; el primero logró aflo
hemia, y el segundo contribuyó, de la La forma operativa del abate Mermet se basó en lo que él consi
nto de las áridas colonias alemanas de deró como los tres rayos radíestésícos, a los que denominó como el
Guerra Mundial, los distintos ejércitos rayo fundamental que surge del objeto , el rayo mental que parte del
radiestesistas para la localización de radiestesista y el rayo luminoso que va del sol al objeto tal como lo
ubterráneas para el abastecimiento de relataba en su libro Commentropere (Cómo trabajo). Esta metodolo
on localizar la posición de zepelines en gla personal de Mermet, que sin duda a él le ayudó a trabajar en
de su buen hacer podemos destacar radiestesia, fue adoptada por muchos radiestesistas, y aún hoy tiene
ua que los radiestesistas italianos aflo bastantes seguidores que, como en el caso de otras literaturas y
e Etiopía . experiencias subjetivas, hacen que los practicantes y lectores neófi
tos caigan en la creencia de que el fenómeno radíestésíco depende
de factores externos. El desconocimiento de la realidad radiestésíca
pe de los zahoríes dificulta el progreso personal, ya que se actúa como un autómata,
preso de condicionamientos sugestivos. En los años treinta, Mermet
met 0866-1937) fue un radiestesísta intentó unificar ambas posturas -hipótesis físicas y psíquícas-, y su
so de la posteriormente llamada tele actitud final denota un claro decantamiento hacia la parte psíquica
a de toda clase de objetos. Mermet se como forma de trabajar.
el arte de la radiestesia, ya que su Por esos mismos a ños otro conocido zahorl , Émile Christophe,
onocidos zahories. Sus éxitos figuran habló de la importancia de la orientación mental. Gracias a ella el
de la radiestesia de forma destacada: zahorl dirige el pensamiento hacia un determinado objetivo. exclu
minerales, personas desaparecidas, y'endo cualquier otro de su mente. Christophe trató igualmente de
ación alcanzó cotas de nivel interna otros conceptos de máxima importancia dentro de la radiestesia,
onsiderado en los medios científicos, como el acuerdo para conseguir un determinado movimiento ante
93
LA RADlESTESIA A LO lARGO DE lA HISTORIA
centración necesarias para poder con- do s con reacciones alérgicas a determinadas sustancias tóxicas, lo
tal como plasmó en su Apologie du cual le valió el premio Nobel de Medicina y Físíología en 1913. Este
«Es el deseo que el prospector expre- mismo año fundó el Joumal de physiologie et de pathologie génerale
búsqueda, de ser sensible sólo a las (Periódico de fisiologla y patología general), y dirigió la Revue scien-
on exclusión de todas las demás, y la tifique (Revista cíentífíca). Richet investigó y trabajó profusamente en
e deseo, lo que crea una considerable el campo de la radiestesia concluyendo que: «Debemos aceptar la
diación deseada» . También figuró , de radiestesia como un hecho. Es inútil montar experimentos para
ador de la radiestesia, principalmente demostrar su existencia. Existe . Lo que realmente hace falta es
etion d distanee (La prospección a dis- impulsar su desarrollo».
ás zahorioPrecisamente a él se debe el La mejor forma de realizar el deseo de Richet es, sin duda, clari-
-hacia finales de los años treinta- el ficando definitivamente las bases sobre las que se asienta el fenóme-
ocablo telerradiestesia. no radiestésíco, De esta forma podrá evolucionar dentro del marco
que le corresponde, sin luchar contra corriente tratando de buscar
cobijo dentro de materias ajenas a su esencia , que mantienen a la
a , una pareja bien avenida radiestesia en los guetos de la ciencia; pues sus explicaciones, mez-
cla de realidades evidentes y falsos supuestos, no resisten el más
iglo xx, la radiestesia y la medicina mlnimo análisis.
ados hoy, para lograr el diagnóstico y
En cuanto al diagnóstico médico,
do se ejerce sin una idea preconcebi- Un caballero de honor
lo que señala el diagnóstico radiesté-
anos Iísicos en su traducción médica A finales de l siglo XIX, el abate Bouly -parroco de un pequeño pue-
ones sobrevenidas en el cuerpo espi- blo-- abogaba, al igua l que Mermet, por la existencia de unos rayos
cesariamente, las consecuencias f1si- -el rayo solar y el rayo testigo-- como fundamento de la radiestesia.
Según Bouly, el solar pasarla por el sol uniéndose al objeto, y el rayo
bió un nuevo impulso de la mano de testigo seria el que unirla al testigo (materia idéntica o similar a la
n gran renombre dentro de l mundo que se busca) con lo que se pretende encontrar. En ambos casos el
0-1935), fisiólogo francés , se doctoró modo operativo consiste en determ inar dos rayos en distintas posi-
Parls en medicina, y enseñó físíología ciones que converjan en el objetivo. Bouly y el también abate fran-
mientos científícos abarcan amplios cés Bayard -profesor de la Facultad Católica de Lille- pensaron en
go gástrico, la regulación de la tem- encontrar una palabra que definiera, de forma científica y al mismo
contracciones musculares. Junto a tiempo sencilla, el arte de los zahories. Después de m uchas disqui-
ento de la tuberculosis mediante la siciones sobre el término más adec uado, y a pesar de no sentirse
les vacunados, tratamiento conocido muy satisfechos con él, decidieron presentar en sociedad -coinci-
emas de hipersensibilidad relaciona- diendo con la creación de la Asociación Francesa e Internacional de
95
L\ RADlESTESIA A LO lARGO DE lA HISTORIA
el término radiestesia. Con ello qui-
ivinación (rabdomancia: adivinación
un término en sinton ía con los nue-
os que se estaban gestando dentro de!
alidad muy lejos de su verdadero con-
or muchos de sus practicantes, acabó
leje en absoluto el ámbito del fenóme-
reado en 1929 por Bouly y Bayard
adius (radio) y de la ralz griega es-
iormente se usaban otras denomi-
radiestesia, algunas de las cuales
o la rabdomancia, la geomancia , la Al igual que Bouly, Levin util izó la rad íeste-
Todas ellas definen e! arte de aque- sia para encontrar oro y reliquias romanas en
s de una rama de árbol u otro ins- Austria (según Alfredo Ortell í en lllustrazio-
ne del Popolo, 1 de marzo de 1929).
que está oculto .
Por todo ello, en 1950 , el gobierno de la Repúbl ica Francesa le
capacidad de algunas personas para otorgó su más alta distinción y le nombró caballero de la Legión de
en muchos pueblos, con el fin de Honor; en el momento de recibirla declaró en su discurso de entre-
us vecinos. La rad íestesía, sin embar- ga: «Esta Cruz de la Legión de Honor se concede en mi persona a
bÚSqueda de aguas subterráneas y todos los practicantes de la radiestesia. Para mi representa la coro-
izar, reconocer o comprende r cual- nación de una vida que he tratado de consagrar al servicio de Dios
ea del mundo material o intelectual. y al bien de la humanidad». Palabras que, especialmente para aque-
rl que abarcó distintos campos como llos que han dedicado parte de sus vidas al estud io y la práctica de
osas fuentes se debe n a sus acíertos-, la radiestesia, incidirán profundamente en sus espíritus, sobre todo
s hicieron que incluso la comu nidad viniendo de un personaje de la talla humana de Bouly.
te sus servicios- y la arqueologla,
gos de cementerios merovingios y de
s castillos de varios paises europeos. La aristocracia también practica la radiestesia
cas fue la localización de obuses sin
sterio de Guerra francés- en los cam- El vizcond e Henry de Franee 0872-1947) comprobó por si mismo,
cuando contaba con 52 años, el movimiento de una horquilla de
97
LA RADlESTESlA A LO LARGO DE LA HiSTORIA I
manos. Animado por el abate Bouly Autores como André de Bélízal o Léon Cha ume ry añadieron más
arre ra como rad íestesísta. Hombre de confusión a la radiestesia con sus ideas y con la creación , po r el pri-
conocimie ntos sobre geología, además mero, de un pén dulo llamado por él «universal. que , supuesta-
y geografla. A través de sus libros Sou- mente, tendrta una energía panicular, independ iente de cualquier
os de un zaho rí), Radiesthésie agricole proceso psíquico. Con este instru mento se lograrla sabe r, según Béli-
rde r moderne (El zaho rl moderno) o de zal, todo aquello qu e se desea ra a parti r de una hipótesis víb racíonal
hronique des scuraers (La crónica de los basada en el electromagn etismo terrestre, la energía cósm ica con la
caciones sobre por qué se producla la esfera (forma de su pén du lo) qu e harta las veces de cent ro emiso r de
vez que narró los distintos métodos todas las vibraciones .
El reconoci do flsico Max Karl Ernst Planck 0858-1947 ) también
dos fen ómen os distintos se producían , se interesó po r la rad íestesia, ast como por los efectos de las llama -
sicamente o bien sobre el mismo lugar das zonas geopatóge nas , o sea, lugares d onde se encuentra modifi-
vo. En el primer caso abogaba po r una cada la rad iación natural que, com o ya se ha citado, pu eden provo-
as qu e en el segundo interpretaba qu e car síntomas y enfermedades de distinta índole y que , en aquellos
o Iíslco, quizá de origen electromagné - tiempos, sólo se podta detectar mediante la radiestesia (véase Ceo-
a el movimiento inconsciente del zaho - biologia : mediana del hábitat, o Contaminadón electromagnética. El
ía al instrumento, amplificando dicho efectode las radiaciones sobre la salud). Planck se doctoró en 1879 en
s de la muerte de su pad re, rechazó las la Un iversidad de Munich, y fue pro fesor de Iísíca teórica en la Uni-
stesia Iísíca, alegando qu e «los movi- versidad de Kiel ent re los años 1885 y 1889 y, a partir de esta fecha ,
cen siempre a los pensa mientos. y se en la de Berlln hasta 19 28. En su obra Vorlesungen über Thermody-
dad mental, voluntaria o involuntaria, namih (Lecciones de termod iná mica) pu blicada en 1897 recoge sus
ad íestésícas. El zahorí, en efecto , ad mi- análisis termodinámicos de much os procesos irreve rsibles, especial-
o que hará mover de manera incons- ment e electrodi námicos. Sus múltiples apo rtaciones a la ciencia
uando encuent re el objeto que busca ». hicieron qu e, en 1918 , le fuera concedido el premio Nobel de Físi-
práctica, d onde refleja sus opiniones ca. Trabajó sob re la radiación de los cuerpos negros a través de su
uición : «la radiestesia es el arte de pro- grado de desorden molecular y del método estadístico de cálculo.
ar descu brir lo qu e no se logra con los Con el inicio del siglo xx, expu so la ley de la radiación (ley de
o una varilla de equilibrio inesta ble o Planck) y las teorlas de rivadas de ella, o sea , la hipótesis de la dis -
vimientos inconscientes a los qu e se les conti nuidad de la energía y la definición del cuanto de acción .
ncional>. Por su parte, Henry de Fran - Planck, a partir de la teorta de la relatividad de Einstein, logró
o constituido po r un peso unido a un demostrar la invariación de la entropía con relación a la velocidad
en un palo que permite determinar la del sistema de referen cia. Algunas de sus obras más destacad as so n:
cada ope rado r y, en tod o caso, a cada Einführung in die theoretische Physih (Principio de Itsica teórica), com-
cupó el cargo de presidente de la Aso- pu esta de cinco volúmenes 0 916-30 ) y Wege zur physihalischen
estesía, suced iendo al aba te Bouly. Erhenntnis (1.05 caminos del conocimiento Iísico), publicada en
99
LA RADlESTESIA A LO LARGO DE lA HISTORIA
•
n ciertos argumentos de cómo se pro- lton de una culebra a la que se quiere dominar>. Su espontáneo rela-
meno radíestésíco. Formuló que. a tra- to indica las sensaciones que los neófitos notan cuando. por prime-
ción. la energía se transforma sólo en ra vez. cogen entre sus manos un instrumento radíest ésico. En
frecuencia de la radiación. Esta teoría muchos de ellos se activa un mecanismo atávico de reacción ante
a de las más importantes hipótesis de distintos elementos. especialmente aguas subterráneas, y el instru-
arición supuso una auténtica revolu- mento se mueve, ante la sorpresa y el desconcierto que ello suele •
el mund o y dio un nuevo impulso a acarrear.
aban la flsica mecanicista imperante
la energla que desprende la radiación
ma continua. sino que aparece estruc- Del m aestro Treive al Nobel Carrel
gía, Einstein los bautizó como un ida-
e ah í la denominación de teoría cuán- La historia de esta época de grandes radiestesístas quedaría incom-
de que cualquier forma de radiación. pleta si olvidáramos incluir en ella a j oseph Treive (1877- 1946).
ba en gran medida como partlculas o horticultor de la región de Moulins (Francia), quien se especializó en
ntas discontinuos. En plena madurez la prospección a distancia. con un porcentaje de aciertos supe rior a
de Planck se orientan. paulatinamen- todos los conocidos hasta la fecha. especialmente en la búsqueda de
habitual en un hombre educado fun- aguas sub terráneas. Entre sus frases preferidas citaremos una que
e la Iísíca; su trabajo se dirigió hacia merece una mención especial; en ella se refiere a la actitud que hay
o y del espíritu, a través de la cone- que ado ptar mientras se opera : •Tened tanto recogimiento como
y el considerado mundo real. abrien- cuando se escucha una pieza preferida en un concierto » . Sus expe-
nuevas concepciones más holísticas, riencias se recogen en los escritos del doctor Laval, titulados como
nas místicas. el mismo protagonista, ]oseph Treive.
fascinado por la radiestesia. Un caso Además de maestro en las artes radíestésicas, Treive fue amigo de
francesa Colette (1873-1954 ). autora Alexis Carrel, cirujano francés universalmente conocido (18 73-
to como La vagabunda (19 11). Elobs- 1944), quien se constituyó en un ferviente practicante de la radies-
te. Querido. que le valieron el ingreso tesia. Carrel, en el año 1902. desarrolló una novedosa técnica para
la academia Goncourt, como consa- suturar vasos sanguíneos, y sus investigaciones realizadas ent re
l. Coleue fue una apasionada practi- 1904 y 1908 crearon los pilares de la cirugía cardiovascular y de los
anecdótico recordaremos alguna de trasplantes de órganos. Investigó sobre cultivos in vitre de tejidos.
ra emoción cuando la varilla se agitó logrando mantener vivo un cultivo celular dura nte años. La fama de
s cerradas - palmas hacia arriba. pu l- sus trabajos. investigaciones y logros en diversos campos alcanzó
egre. parecida al placer que me habría pronto un gran reconocimiento y difusión, hasta el punt o de serle
a traviesa y benévola. Yo no me can- concedido. en 1912, el Premio Nobel de Fisiologla y Cirugía fisioló-
nfluencia de grandes masas de agua gica. La amistad y colaboración con el aviador Charles A. Undbergh
varilla recuerda. por su vigor. la rebe- (1873- 1944) le permitió experimentar con cultivos orgánicos. al
101
L\ RADIESTEStA A LO URGO DE LA HISTORIA
a de cristal esterilizable que permi tla la toria de la radiestesia que hemos ido desgranando anteriormente,
tivo a través de un órgano extirpado, donde es posible preguntarse si todas estas personas reconocidas
trucción de un corazón artificial. Und- por el nivel social, intelectual o cientíñco, que practicaron y creye-
azanas aéreas, especialmente por volar ron en la radiestesia, una de dos, o ten ían momentos transitorios de
n su avión Spirit of SI. Louis, el mismo desequilibrio mental o moral cuando abogaban por la radiestesia, o
su au tobíografta en 1953. Carrel pre- bien ésta existe.
de una forma curiosa: hizo esperar al Uno de los motivos del porqu é la radiestesia no recibe el recono-
sa de Treive, y pidió a éste que le indi- cimiento definitivo, en cuanto a su existencia, es el hecho de no
loj que le mostraba ; Treive, utilizando haberse definido y encuadrado las causas primigenias por las cuales
nte a Undbergh. se produ ce el fenómeno radiestésico; sin embargo, a la hora de prac-
una obra de amplia difusión a la que ticarla, este desconocimiento es un aspecto marginal, incluso el por-
El hombre, ese desconocido), donde qué puede ser secundario, aunque importante. Lo esencial es que, tal
hu manidad fuera dirigida por intelec- como J. P. Sartre escribe en su libro L'étre el le ntant (El ser y la nada):
eso cíennfíco. De entre sus múltip les . EI fenómeno no indica, como apuntando por sobre su hombro, un
esia, destacaremos estas palabras que ser verdadero que tenga, él si, carácter de absoluto. Lo que el fenó-
bre de ciencia vanguard ista: «La cien- meno es, lo es absolutamente, pues se desvela como es. El fenómeno
da a reconocer la verdad . Pero antes de puede ser estudiado y descrito en cuanto tal, pues es absolutament e
o inventar las palabras de censura, las indicativo de si mismo• . Enlazando con este argumento, considero
La radiestesia no escapa a esta regla, que lo realmente importante es que la radiestesia es un fenómeno real
do salvo la verdad, salvo la justicia, y en si mismo, capaz de ser estudiado y analizado por sus efectos y
s sabrá tomarse su desquite• . resultados, aún sin conocer sus causas primeras.
encias positivas, demostrativas de la En esta época pulularon gentes que intentaron denigrar la radies-
m én de los logros y la probidad inte- tesia, como el doctor Rendu. En 1936, la revista La vie médicaJe (La
de sus más destacados valedores-, no vida médica) realizó una encuesta entre diferentes personajes sobre la
del destacado radíestesísta Jean Aus- radiestesia, encontrando opiniones a favor y en contra; una de éstas
e un comité, instituido en 1955, para fue la de Rendu , que definió la radíestesía de la siguiente manera: «La
stencia de la radiestesia. Le recibió en radtestesia no tiene nada de ciencia; a lo sumo es un arte: el arte más
ientes de sus trabajos radíestésicos en o menos consciente de abusar de la credulidad pública en nombre de
dos por declaraciones de personas de la ciencia ». En 1936 publicó un libro destinado a «íesenmascarar» a
l mundo científico: . ¿Estima usted, los farsantes radiestesistas, titulado Radiesthtsie, science el morale
co o que los firmantes de estos atesta- (Radiestesia, ciencia y moral). En él se relatan numerosos fracasos, sin
gistrados, etcétera, son compinches tener en cuenta dos aspectos que se deben considerar: en primer
o bien, que sus facultades se hallan lugar, que al igual que un médico no es persona con un estetoscopio
so del alcoho!? . Estas palabras, efec- colgado del cuello, un radíesresista tampoco es cualquiera con un
podrían extrapolar muy bien a la hís- péndulo o una varilla que se mueva entre sus manos; en segundo
103
L\ RADIESTESIA A LO LARGO DE LA HISTORIA
a de cristal esterílízable que perm íua la toria .de la radíestesía que hemos ido desgranand o anteriormente,
tivo a través de un órgano extirpad o, donde es posible preguntarse si todas estas personas reconocidas
trucción de un corazón artificial. Un d- por el nivel social, intelectual o científico, que practicaron y creye-
azañas aéreas, especialmente por volar ron en la radíestesía, una de dos, o tenían momentos transitorios de
n su avión Spiril of Sr. Louis, el mismo desequilibrio mental o moral cuando abogaban por la rad íestesía, o
su autobiografla en 1953. Carrel pre- bien ésta existe.
de una forma curiosa: hizo esperar al Uno de los motivos del porqué la radtestesía no recibe el recono-
sa de Treive, y pidió a éste que le indi- cimiento definitivo, en cuanto a su existencia, es el hecho de no
oj que le mostraba; Treive, utilizando haberse definido y encuadrado las causas primigenias por las cuales
nte a Undbe rgh. se produce el fenómeno radiestésíco; sin embargo, a la hora de prac-
una obra de amplia difusión a la que ticarla, este desconocimiento es un aspecto marginal, incluso el por-
El hombre, ese desconocido), donde qué puede ser secundario, aunque importante. Lo esencial es que, tal
human idad fuera dirigida por intelec- como j. P. Sartre escribe en su libro L'ttre et le ntanl (El ser y la nada):
eso cíentífíco. De entre sus múltiples «El fenómeno no indica, como apuntando por sobre su hombro , un
esia, destacaremos estas palabras que ser verdadero que tenga, él si, carácter de absoluto . Lo que el fenó-
b re de ciencia vanguardista: «u cien- meno es, lo es absolutamente, pues se desvela como es. El fenómeno
da a reconocer la verdad. Pero antes de puede ser estudiado y descrito en cuanto tal, pues es absolutamente
o inventar las palabras de censura , las indicativo de si mismo ». Enlazando con este argumento , considero
U radíestesía no escapa a esta regla, que lo realmente importante es que la radíestesía es un fenómeno real
do salvo la verdad , salvo la justicia, y en si mismo, capaz de ser estudiado y analizado por sus efectos y
s sabrá tomarse su desquite ». resultados, aún sin conocer sus causas primeras.
iencias positivas, demostrativas de la En esta época pulularon gentes que intentaron denigrar la radies-
rnén de los logros y la probidad inte- tesía, como el doctor Rendu. En 1936, la revista La víe mt dicale (u
de sus más destacados valedores-, no vida médica) realizó una encuesta entre diferentes personajes sobre la
del destacado rad íestesísta j ean Aus- radíestesía, encontrando opiniones a favor y en contra; una de éstas
e un comité, instituido en 1955, para fue la de Rendu, que definió la radiestesía de la siguiente manera: «u
stencia de la radíestesía. Le recibió en radiestesía no tiene nada de ciencia; a lo sumo es un arre: el arre más
ientes de sus trabajos radíestésicos en o menos consciente de abusar de la credulidad pública en nombre de
ados por declaraciones de personas de la ciencia». En 1936 publicó un libro destinado a «desenmascaran a
l mund o científico: «¿Estima usted, los farsantes radiestesístas, titulado Radiestht sie, sde nce el morale
co o que los firmantes de estos atesta- (Rad íestesía, ciencia y moral). En él se relatan numerosos fracasos, sin
gistrados , etcétera, son compinches tener en cuenta dos aspectos que se deben considerar: en primer
o bien, que sus facultades se hallan lugar, que al igual que un médico no es persona con un estetoscopio
so del alcohol?». Estas palabras, efec- colgado del cuello, un radíestesista tampoco es cualquiera con un
odrían extrapola r muy bien a la his- péndul o o una varilla que se mueva entre sus manos; en segundo
103
U RAOIESTESIAA LO lARGO DE L\ HiSTORIA
ar que diftcllmente se pueden explicar concreta sin ningún ind icio superficial de su existencia y cuyos pla-
ontar con un hecho evidente: la única nos aun no hablan sido divulgados y, por tanto, era imposible que
medio de la radíestesía, fuera cual fuese los radiestesistas tuvieran conocimiento de ello.
El simple azar no puede ser el motivo En el informe oficial que Anna nd Viré presentó para la Acade-
les desde el punto de vista estadtstíco. mia de Ciencias, publicado en la revista La nature (La naturaleza),
potenciales estupendos, pero al operar dejaba patente los acienos incontestables de los radiestesistas pues-
el grado de relajación y concentració n tos a prueba ent re los cuales figuraban nombres tan eminentes
ad que les produ ce el sentirse exami- como Probst o el mismo abate Mennet: • Fácil es imaginar cuán
so. Además, en ocasiones, el radieste- profundamente sacudieron mi escepticismo todos aquellos datos
ecesaria para afrontar el reto propu es- tan precisos. Reconozco que tuve que hacer un gran esfuerzo Inti-
ción de sus aptitudes en ese momento mo para admitir gradual mente una evidencia que al principio me
resultaba enojosa y morti ñcarue. Porqu e no se renuncia sin dolor a
nifestado muchas barbaridades duran- unas convicciones tan finnes y arraigadas como lo eran las mías.
ia, generalmente debido a los conoci- Pero los hechos saltaban a la vista y me vi forzado a proclamar, urbi
de su época, pero no es menos cieno el orbi, que la rad íesresía era algo real y que era menester tomar en
cos han dicho muchas más para de- serio a los rad íestesístas y estud iar las posibilidades y las limitacio-
ento, atrinc herados tras los muros de nes del fenómeno que con tanta claridad hablan revelado ante
y bien definió Annand Viré -dírector nosotros. Un zahorí puede decimos si hay alg ún manant ial de agua
el Museo de París-e «Los limites de la a diez metros, a cien metros o a dos kilóme tros de don de estamos.
e de sus conocimientos», a lo cual yo y cuando excavamos en el sitio que dice, a menudo enco ntramos
e intereses. Reclamo el derecho de los agua , en efecto. Se objetará que algunos de esos hombres incurren
e la misma fonna que los errores for- a veces en toda suene de errores. Pero ¿acaso no hay muchos médi-
plina en la que actúe el ser humano , cos insuficiente mente preparados para la práctica de su arte, o
os suceden. ,_ ingenieros bastant e menos capacitados que otros? De un mod o
autor de un libro sobre la búsqueda de semejante , hay rad íestesístas, y radiestesístas ». La honestidad y cla-
ográfico editado en 1913 !..es sourciers ridad con que Annand Viré plantea la radiestesia le colocan en un
y sus rn étodosj-, con ocasión de la lugar privilegiado de ntro de la historia radiestésica, puesto que ade-
e Psicologla Experimental, propuso a más estas pruebas sirvieron para que el mismo Viré descubriera su
nas sub terráneas- realizar unas expe- capacidad como radíestesísta.
pacidad de los radíestesistas asistentes. Como vemos, un buen nu mero de los detractores de la radies-
sresístas, decidió aceptar para . poner tesia que se intro ducen en ella con afán critico, acaban siendo
semejante superstición y cuento de radiestesístas, aunque algunos opinan sin tratar de entender el
grup o de los más afamados rad íeste- fenómeno , caso de Noél Bayon, autor de Milagros de los curanderos:
ometió a un riguroso control. El obje- «la radíestesia es un hongo de la especie delirante que crece sobre
s situadas debajo de Parts, en un área un estercolero de ment iras• . Diñcilmerue alguien puede criticar
105
LA RADlESTESlA A LO LARGO DE LA HISTORIA
enderlo y más, si cabe , un fenómeno que se realizase el fenómeno? Pues bien, los fenómenos metapslqui-
los resultados no forman parte de la cos son infinitamente más delicados y es necesario, para que se pro-
es, aunque sí frecuentes , en mayor duzcan, que exista un "clima" pslquico favorable ». Además, no exis-
r el azar. Rechazar la rad íestes ía, y te nada más concluyente qu e probar por uno mismo, intentar
para concluir qu e la radi estesia no comprender y, luego , opinar.
o: busquemo s a alguien qu e se aut o- A principios de los años cuarenta apareció un libro titulado Ffsi-
e en todos los campos, y probable- ca de la vara adivinatoria, escrito por do s ingenieros ingleses . En él
ont ramos buen número de charlata- se inte ntaba explicar la reacción del radíestesísta hacia una supues-
s, faltos de talento o poco expe rtos); ta sensibilidad a ciertas ondas electromagnéticas, empleando en sus
condiciones desfavorables (ambien- expe rimentos cables eléctricos. Este experimento fue avalado por el
patente, etcétera) y vayamos suman- Ministerio de Defensa británico, qu e en aquellos tiempos de guerra
que la rad íestesia no existe. Ahora apoyaba cualquier sistema para la det ección a distancia de objetos,
e bu ena fe, y bu sca a un op erad or hasta que se logró desarrollar el radar. Maby, ingeniero y radiestesis-
oría y reúne las condicion es medi o- ta, después de muchos años de investigación en el campo de la
ogro del bu en resultado, éste lo con- radi estesia, comprendió, tal com o publicó en sus Confesiones de un
dida de la qu e se espera segú n la ley sensitivo, que intentar dar una explicación sobre la radiestesia ampa-
rándose solamente en la electrónica y en los fenómenos electromag-
néticos «era como montar un Hamlet en escena sin el personaje del
príncipe de Dinamarca» .
de radiestesistas Armand Barbault fue un ingeniero rad iot écn íco , miembro del
Instituto Alexis Carrel, cent ro donde trabaj ó en el departamento
do aquell o qu e depende de la activi- de bíotopología. Después de la Segunda Guerra Mun dial se dedi-
, ni mecánico, especialmente en los có de llen o a la astrología y, especialment e, a la alquimia. Fusionó
ente con el inconsc iente. Es, funda - sus conocimientos alquímicos con el arte radíest ésíco, co mo reco-
por lo qu e aconsejo qu e no se reali- ge en sus escritos I .or du milliéme matin (El o ro de la milésima
mas allá de lo indispe nsable para mañana) . Barbault fue un eminente alquimista que, a través de sus
ivo deseado, pues las sugestiones propias experiencias, opinaba que la primera materia se encont ra-
a al operador sujeto a cont rol. Sola- ba en la unión entre el buscador y la energía qu e emanaba de la
gran capacidad de abstracción del tierra de determinados lugares: «No sólo hay momentos en los qu e
stas condiciones, ya qu e, tal como las fuerzas de la naturaleza surgen mucho más intensas, sino tam -
uet, aut or del libro Les pouvoirs de bién lugares privilegiados en los qu e esas fuerz as se conce nt ran, lo
e): . ¿Qué hombre ord inario podría, qu e ha hecho decir a numerosos ade ptos qu e la primera materia
ma o eje rcer en ella funcion es sexua- debería ser hundida en el seno de la tierra negra. Algunos llegan a
res de universidad armados de los apuntar la posibilidad de bu scarla con la ayuda de un a varilla de
senta dos a su alrededo r, espera ndo avellano, muy cono cida de los antiguos ».
107
LA. RADIESTESlA A l O LARGO DE LA HI STORlA
ial marcó el fin de una época de gran le an Auscher, consejero cienttñco del Centro de Investigaciones
uando parecla que de forma definitiva de la Marina, escribió Los misteriosos poderes del cerebro humano
encias positivas. A partir de esta fecha demostrados por la radiestesia gráfica (1973) : «La radiestesiL es el
mentes de la población, y la radíestesía arte de entrar en comunicación con la memoria que impregna los
el interés general. A pesar de ello, los objetos, y de traducir claramente su contenido ». Auscher fue un
radíestesía psíquica se vieron fomen- prollfico inventor, a él se debe la sirena de vehículos de policla y
conocimientos de Antoine Luzy, pro- bomberos, detectores de aviación y señales de niebla. Esta imagi-
a de Artes y Oficios de París, Luzy se nación inventiva le sirvió para diseñar un péndulo -especialmente
de la ciencia, pero especialmente por utilizado por él en sus diagnósticos cltnlcos-, al que dotó de un
rreno en el cual abundó tras entrar a pincel mojado en tinta con el que trabajaba sobre un papel, obte-
o adjunto de la Sociedad de Estudios niendo un dibujo que interpretaba para dar un diagnóstico'; Aus-
e cuarenta años de estudios teóricos y cher bautizó su invento con el nombre de sc riptopéndulo; pero a
sus conocimientos en diversas obras: pesar de la sofisticación de su instrumento matizó que: «No olvi-
malion compléle el profonde du radiesthé- demos que los péndulos y las varillas no son más que instrumentos
adiesthésique dans le temps et l'espace, del radíestesista, como la pluma lo es del escritor, el lápiz del dise-
e et de la philosophie. En La radiesthésie ñador o el pincel del pintor. En cualquier operación el ún ico motor
erna), recogió las causas de lo que es el cerebro, que adquiere el conocimiento mediante ciertas neu-
ico, al tiempo que descrtbía al buen ronas y ciertas sinapsis, que son las conexiones que hay entre los
sentido psicológico muy fino y desa- catorce mil millones de neuronas• .
o de si y una extremada discreción. la Uno de los más eminentes radtestesístas, el padre l ean jurion
eto, sino discreto. Es frecuente ver el (1906. 1977), describla acertadamente la radiestesia alegando que
la celebridad en los operadores más ésta «es una forma de conocimiento universal. la intuición. en el
io en los más emínentes». Efectiva- amplio sentido del término, recU1KJ! una memQ ¡j¡U¡~Ji<:.D
con escasa experiencia o que comien- de más allá de los recuerdos personales. El organismo human o
ampo de la radíestesia querer destacar reacciona con fenómenos circulatorios, musculares y nerviosos no
ma general, socava la credibilidad de sólo ante agentes físicos, sino también frente a toda actividad meno
adiestesia sin los oportunos conoci- tal, racional o intuitiva. Las reacciones fisiológicas harán que la
e, al margen de buenos o malos resul- varilla o el péndulo se muevan ». j urion continuaba aseverando
usión, desconfianza o incluso desdén que «la radiestesia es una facultad basada en un a sensibilidad
. Dos años después de la muerte de neuromuscular que, gracias a un reflejo convencional. permite,
celebra el Congreso Internacional en mediante un lenguaje interior, tomar conciencia del pensamiento
a creación de la Unión Mundial de inconsciente que germina dentro de usted sin que lo sepa ». Fue
de reunir a las distintas asociaciones autor de diversas obras sobre radiestesia: Radiesthésie médicale, La
radiestesia, dispersas después de la radiesthésie. techniques et applications y Radieslhésie, études psycholo-
giques, gestions d·affairs.
109
LA RADIESTESIA A LO LARGO DE LA HISTORIA
cen de nuevo las hipótesis Itsícas del añade: «Fínalmente. Ia causa que desencadena el efecto radiestésico
z de la mano de un conocido ftsíco lla- es la presencia de esta variación o anomalla magnética. diríase tamo
or de la Escuela de Ciencias y de la bíén estimulo magnético local: variación en el espacio y no en el
arfs. Su idea sobre la radiestesiaes bas- tiempo• . Evidentemente. una explicación tan limitada no explicarla
s teorías Iísícas sobre ella- , en la cual los resultados obtenidos sobre objetivos que no presentan ningún
nticos con supuestos falsos. que pue- tipo de variación del campo magnético con respecto al entorno mag-
co introducidos en la radíestesía, y los nético. y desde luego no puede justificar la radiestesia a distancia.
metapslquicos. Sin embargo. hay que Como el mismo Rocard advírti ó, hay éxitos en radiestesia que no
ercado la radíestesía a cienos medios pueden explicarse con sus ideas. caso de la prospección a distancia.
existencia. y graciasa sus experimen- lo cual deja su campo reducido a los objetivos que con ellas se pue-
ue el fenómeno, al menos. existla. den obtener demostrando las limitaciones de estos planteamientos.
biomagnetismo al de radíestesía, par- Aunque hay que matizar que Rocard, en los últimos tiempos. priva-
neo. tal como vemos a lo largo de sus damente reconocía que sus teorías acerca de la radiestesia hablan
62). Los zahones (198!), El péndulo quedado un tanto limitadas. quizá fuera debido a su condición de
los zahones (1989). Sus argumentos Iísíco y a las restricciones que suele imponer el tener estudios tan
que el ser humano es sensible a las circunscritos a una rama específíca de la ciencia. que delimitan la
ismo terrestre. lo cual no explica en concepción de la realidad al marco de los esquemas aprendidos.
íco. Mezclar hechos reales con conje- El cerebro puede programarse. como antes decíamos, para man-
na legitimidad a hipótesis erradas en dar sólo la señal neuromuscular, por ejemplo. para que las manos
dejar claros dos conceptos: ¿es cieno hagan que se muevan las varillas o el péndulo. o para percibir una
bles a las variaciones locales de los determinada sensación. Por lo tanto. vemos cómo las personas reci-
si; ¿explica esto la reacción radiest é- ben múltiples variaciones energéticas. pero el radiestesista puede
ejercitarse para que su consciente tenga constancia solamente de las
enJoque cienttfico, dice textualmente: que desee a través de una autoprogramaci ón anterior.
sa el conjunto de esta obra se resume Después de realizar múltiples pruebas e investigaciones durante
desigualdades del campo magnético años. para determinar radíest ésícamente las variaciones del campo
s así, de la misma forma que es sen- magnético terrestre. la radiactividad y los campos magnéticos o eléc-
ades o variaciones del entorno: cli- tricos artíñcíales, he comprobado. junto a la ratificación de los más
sy telúricas que van desde las de alta modernos y sofistícados sistemasde investigación científica, la capa-
adamente baja. sin que ello sea el cidad del radiestesísta para elegir el programa más adecuado a cada
íco; pero si son elementos suscepti- ocasión e interpretarlo correctamente.
diestesista, cuando éste sea su objeti- En ciena ocasión realicé una prueba para comprobar la exactitud
radíestesísta, definido simplemente de la predicción radiestésíca confrontándola con un magnetómetro
dulo. no es en realidad sensible mas de protones de alta sensibilidad. Se marcaron treinta puntos en un
alla en el campo magnético local• •y terreno. los cuales fui recorriendo. adelantando la variación geo-
111
lA RADIESTESlA A to LARGO DE LA HISTORIA
después confirmada po r el magnetóme- dad radíestésíca de diversos zahories, med iante la creación de cam-
he realizad o igualmente con medidores pos magné ticos generados po r una corriente eléctrica ent re dos vari-
actividad y con obje tivos intelectuales llas enterradas a mod o de electrodos, separadas una de la otra vein-
empre con los mism os resultad os: el ser te metros. En sus prue bas insistía en qu e no se forzara el trabajo
cualq uier tipo de información más allá hasta llegar a la fatiga, ya qu e convenio en la posibilidad de qu e la
objetivo ejerza sobre su organismo. El mon oton ía es un factor qu e conduce al fracaso , y que se obtie nen
udiendo , cuando no despreciando, la resultados mucho mejores al para r y descansar un poco. Al igual que
lo los ignorant es o las gentes cargadas otros radiestesistas, afinnaba qu e la sensibilidad aume ntaba hasta
rse. diez veces si se ingería un vaso de agua, y que , por otra pane, dis-
minuía hasta mil veces después de una abu ndante comida.
Harvalik cree , equivocada mente, que la varilla gira radíestésíca-
ment e debido a que cienas personas son extremadamente sensibles
a las variaciones electromagnéticas, confundiendo como otros mu-
chos la radies tesia con la pares tesia, tal como he de mostrado teóri-
camente con mi hipótesis de la pares tesia como sustitutivo Iísíco de
la radiestesia y, en la práctica, con disti ntas experiencias. En ellas, el
hech o de aislar al operador de las variaciones electromagnéticas pro-
vocadas por el objetivo, no condicio na el resultado. Asimismo, al
operar con cinturones y cintas magné ticas que segú n cienas teorías
inhiben la sensibilidad magné tica del individuo, al ser los riñ ones y
la cabeza centros sensi tivos magnéticos, he comprobado que ello no
altera el éxito en la bú squed a radiestésíca. Ante todas estas ideas me
plant eo qu e la radi estesia apa rece en mu chas ocasiones como un
fenóm en o psíquico bajo un disfraz ñsíco.
, . '
El salto cuántico
Ent re las muchas investigacion es realizadas sobre los fenó menos psí-
quicos, citaré la publicada a principios de los años setenta en 11Ie
agnético .
Joumal D I the InstiMe D
I Eleetrical Engineers (El periódico del Institu -
to de Ingenieros Eléctricos) , dirigida po r el físíco Harold Puthoff y el
el ftsico Zajob V. Harvalik, jefe del doctor Russell Targ del Institut o de Investigación de Stanford (Cali-
ón de la American Dowser Society fornia). El estudio se diseñó para comproba r la posibilidad de obte-
estesístas) , trabajó probando la capaci- ner información a distancia mediante la mente. Este tipo de trabajos
113
LA RADlESTESIA A LO LARGO DE LA HISTORIA
producible para todo aquel que desee -segün Sarfatti- la explicación de la interacción entre la mente y la
e controlaron, en una primera fase, materia, sosteniendo la hipótesis de que la gravitación es el campo
mayoria con personas de reconocida domina nte unificado del universo y que los campos gravitatorios o
actuaron como receptores de un dibu- «gravítactonales» son los responsab les de las propiedades teleológí-
o en ese momento en un lugar distan- cas de la conciencia y la materia. El postulado de Sarfatti posibilita
de aquello que imaginaba que el emi- una explicación hacia fenómenos como la psicoquinesis y la radies-
los resultados se comprobó que, en la tesía, al ser la mente quien ejerce el control sobre el campo biogra-
ujos se parecían extraordinariamente, vitatorio; así, la materia y la mente serian una prolongación la una
cionado aleatoriamente, es decir, sin de la otra. Según esta concepción, la mente y el universo se con-
abajadas. vienen en un inmenso espacio cognitivo de proyección mu ltidi-
os obtenidos, el gobierno de los Esta- mensional, o más simplemente en campos dentro de campos , en los
es investigaciones en este sentido, cla- cuales cualquier tipo de infonnación seria accesible.
uthoff y Targ publicaron los resultados
da visión remota, en un libro titulado
e demuestra que el ser huma no tiene la teleología es la creencia de que los fenómen os naturales no
ación y, por tanto , de describir y situar están determinados solamente por causas, sino por un dise-
e además la distancia, por grande que ño global o principio organizativo presente en la naturaleza.
Quizás el resultado más llamativo es
emota se da también en personas sin
psíquicos. e incluso en otras inicial- Sarfani opina que detrás de las dotes, aparentemente milagrosas,
en menor medida que personas con de cienas personas con una gran capacidad psíquica que utilizan
entes resultados en la descripción de para mover, modificar objetos o «ad ívinar» algo que no pueden
ancias. En los cursos que impano no saber con su percepción habitual, está el principio cuántico relativo
cidad en la mayor parte de los asis- al papel del partícipame. Sin duda las concepciones de los ftsicos
ner informaci ón fuera del tiempo pre- más avanzados están cambiando , gracias a una visión más amplia de
illas de si o no, sino que además se la realidad que les lleva a no negar nada, sino, por el contra rio, a
etas y reales de acontecimientos pasa- experimentarlo todo, tal como hicieron investigadores de la talla de
, que nos indican que estos fenóme- Sarfau í, David Bohm, Ted Bastin, Anhur Koestler y An hur C. Clar-
ividad a un grupo determinado de ke, que comprobaron las dotes psíquicas de personas como UIi
ás bien al contrario, una capacidad Geller -psiquíco de grandes dotes y estupendo rad íestesísta- en un
trabajo dirigido por el profesor john Hasfed en el Birbeck College,
Itsícos cuánticos como Harold Saxton de la Universidad de Londres, en el año 1974.
de la Universidad de Yale- , cree que David Bohm y B. Hiley creen que, hasta la fecha, no se ha inci-
ue ésta no es más que una vibración dido lo suficiente en lo que «según nu estra opinión, es la caracterís-
que organizan la materia; esto serta tica más novedosa y diferencial más fundamental de la teoria cuán-
115
LA RADIESTESlA A LO LARGO DE LA HISTORIA
onexi ón existente entre sistemas dife- radiestesia y la posibilidad de localizar cables eléctricos trifásicos
o esp acial•. John A. Wheeler, físico de ent errad os, e incluso determinar el sentido en que circula la corrien-
n unos pasadizos en el espacio que te por el cable . Muy acertadament e come ntan que: «Las fuerzas ejer-
ica en la qu e cada punto del espacio cidas sob re la vara son miles de veces más elevadas que las det ecta-
puntos por medio de lo que den omi- das po r los galvanometros, pero su causa no puede ser explicada
na la estruc tu ra y tejid o del universo . sim plemente po r los cam pos electrostáticos o geomagné ticos en
reer que la mente está unida, igual- juego ». La radiestesia come nzaba a entrar con fuerza dentro de los
universo y. por tanto. a toda la infor- estamentos cieru tfícos. El recon ocido miembro de la Academia de
el espacio y el tiempo se convi ert en Cienci as de Bielorrusia, Geras im V Bogomolov, quien a su vez fue
lecto pa ra poder describir algo tangi - profesor de hídrogeologta y magnifi co radíestesista, se especializó en
como dijo Einstein, espacio y tiempo la localización de aguas subterráneas con gran éxito; además. no sólo
smo algo. Segú n Sarfattí. • las señales acertaba el lugar. sino qu e determinaba su p rofundidad y caudal.
nes (virtuales) de pasadizos que apa - Los tiempos que soplaban en la Un ión Soviética -yen gen eral en
emente, suministrando comunicación cualquier otra parte del mundo-, obligaron a los investigadores de
tes del espacio ». fen ómen os ps íquicos como la radiestesia a imbuirse de una ca pa
han , del Instituto Esalen , in dica que la seudoc íeru ífíca y trat ar de unir estos fen ómenos a la física -contra-
ctivas. etcétera, no son posibles en un riam ent e a los argumentos d e Sirnonov y Tareyev-, con buenos
eglado y nos relacionamos con él, «el resultados. ya que consiguieron el beneplácito y el respaldo guber-
enos acontecen, la evidencia está ahí namental para eje rcer oficialme nte sus actividades ; sin em bargo. este
a cualquie ra que la mir e; no es refuta- lastre siguen arrastrándolo desde entonces, la mayor parte de sus
paradoja• . Después de penetrar en la pra cticantes. investigad ores y teóricos .
n la ciencia d e vanguardia, com p rue- En 1960 el profesor ruso Leon id Vasiliev sacó a la luz su obra
ya se intuía, que ésta no son más qu e titulada RadiocomunicaLión biológica. En ella plasma su teoría de la
cimientos, expresados con un nuevo transmisión y recepción de información de los seres vivos a través
am entalmente aún ignorados. pero de ondas. Desde entonces esta tesis ha ten ido sus defensores en rela-
de com prensión siem pre p resente. a ción con su posible explicación d el fen ómen o rad íest ésíco , al cual
den su aval. llama Vasiliev el «efecto bioñsíco ».
En la segu nda mitad del siglo xx, los radiestesistas ru sos lograron
importantes éxitos y avances en el campo de la rad íestesia , especial-
gante radiestésico mente en el terreno de la geología. consigu ien do que se reconociera
su labor a tod os los niveles. Ya ant es y durante la Segunda Gue rra
mitad del siglo xx, la revista soviética Mundial, los radíestesístas sovié ticos hicieron aflorar multitud de
edicada a la divul gación de estud ios agu as subterrá neas para el abastecimiento d e obras o del ejército . En
licó los trabaj os de dos ingen ieros , los años sesenta, se utilizó la radi estesia habitualment e de forma ofi-
yev, sobre sus investigaciones con la cial. Dos geólogos del Instituto de Investigacion es Científicas para la
117
LA RADIESTEStA A LO LARGO DE LA HISTORiA
Moscú - Valery S. Matvieev y Nicolai Una de sus aplicaciones más efectivas, desde el punto de vista de la
el empleo de la radiestesia como el rentabilidad económica industrial, es la localización de aveJ1as en
erreno más fiable que cualquiera de los conductos de gas (O. Boelov, 'Iurmenía), térmicos (V, Stechenco,
y describieron las reacciones del radies- Kiev, Ucrania; S. Chiplakov, Moscú), en oleoductos (E. Bondarenko
do bioflsico. Matvieev diseñ ó un méto- y N. Klimina, Belosersk, Síbería) o en tendidos de cables eléctricos
o de giros de su vara, bautizada por él (V, M. Erosenco),
a medida cuantitativa de la causa o de Boris V. Bondarev - ingeniero y geólogo- potenció la presencia
n el espacio recorrido. Según él, con el del efecto bíoflsíco en los círculos culturales y cíenuñcos, con su
a, en cuanto a su composición y dimen- aportación basada en la búsqueda de una teoría pausible. Según
ón ante yacimientos de considerable argumentaba, el estancamiento de la radiestesia se debla al elevado
mportantes, dándole as! al instrumento número de infundadas hipótesis utilizadas para explicar de forma
ntemente, no le competen. Este instru- científica la radiestesía, pero especialmente en sus aspectos técnicos
usia, consiste en un alambre metálico, y operativos. Por ello decla que: «El hecho de que no dispongamos
n un ángulo de cien grados, sostenidos de una teoría satisfactoria no ha sido ningún obstáculo para su apli-
cación práctica•. Bondarev realizó su tesis doctoral sobre El uso del
esarrollarse activamente la radiestesia miloda biojlsico en la prospección geológica y fue revisada por una
ales. En el año 1967 el Ministerio de comisión que, ademásde estudiar la parte teórica, lo sometióa prue-
a dio reconocimiento oficial a la radies- bas para que intentara la localización de objetosenterrados. Elresul-
rosos trabajos realizadosy en los exce- tado supuso un gran acierto por parte de Bondarev, quien durante
mediante este método en diferentes media hora localizó cincuenta puntos que correspondlan a los luga-
imer paso de dicho reconocimiento, res donde hablan sido enterrados los objetos, como refleja el acta
re los distintos geólogos expertos en la levantada por los miembros de dicha comisión.
alógico de la Unión Soviética. Un año Una de las facetas de Bondarev más apreciadas por las autorida-
escuela-seminario interdisciplinaria en des de la Unión Soviética, era su capacidad para la búsqueda de
usos que se dieron a la radiestesia des- yacimientos de oro. En una carta dirigida a un funcionario del par-
para la búsqueda de aguas y minerales, tido comunista, les felicitaba «por apoyar este método de prospec-
ectar y calibrar las avenas en empresas ción, que es el más antiguo del mundo. Debe tener presente que
ba V. E. Landa, para solucionar proble- nosotros, en este tipo de trabajo, no podemos permitimos cometer
ploración geoftsica, donde destacan el errores, porque la ciencia no está aún en condiciones de defender-
vski. nos de la oposición de un gran número de escépticos. Por eso, ade-
sión ínterdepartamental de radiestesia más de un alto grado de competencia en el método bioflsico, es de
r Sochevanov -geologo principal del todo punto imprescindible que los operadores tengan un conoci-
sia y consideradocomo uno de los más miento profundo de la geología y sus métodos. A despecho de su
prospección geoqulmica-, con el obje- aparente sencillez, el trabajo de un radiestesísta podría compararse,
vestigación y difusión de la radiestesia. por su complejidad, al de un orfebre • .
119
LA RAD IESTESlA A LO lARGO DE L\ HISTORIA
a en prospección de yacimientos mine- considerar el hallazgo como éxito industrial en 1.507 ocasiones. En
radíestesísta, Bondarev saca conclusio- este mismo año la empresade aguas de Cheliábinsk perforó median-
radiestesia en minerta en un artículo te la localización por radíestesia 1.383 pozos, para abastecer las
la revista Geologorazvedchih Uzbehista- necesidades de los koljoses (haciendas colectivascampesinasde tipo
s de Uzbekist án): <Actualmente, desde socialista)y los soljoses(centros soviéticos de agricultura estatal), de
sitos minerales son localizados hasta el los cuales sólo un 8,3% resultaron fallidos.
efectiva, transcurre un largo periodo En la búsqueda de yacimientos minerales mediante la biolocali-
s mapas y se procede a realizarsondeos zación destacan los descubrimientos de oro por V. Prójorov y E.
Para delimitar los contornos del yaci- Bodarenko, de diamantes por N. Sochevanov, y de plomo, plata y
muy costosos: generalmente, se efectú- platino por V. Landa y A. Kobalevsky. Los radiestesístas ucranianos
útiles. Ycon frecuencia ocurre que, en bajo la dirección del ingeniero V. S. Stechenko realizaron, entre los
yacimiento se revela con un tamaño años 1979 y 1982, una amplia investigación que abarcaba más de
de lo que los geólogos hablan supues- 1.000 kilómetros a la redonda de los distintos objetivos: plomo,
deos pueden realizarse de forma que se cobre, mercurio, metales raros, sal, yeso, azufre, aguas potables,
raviese el filón deseado, incluso en el etcétera. De las 78 prospecciones realizadas, un 87% (68 aciertos)
s decir, rnacrosc ópicamente indetermi- resultaron acertadas,
Una de las facetas más extendidas del uso de la radiestesía es en
nica de Tomsk(Siberia) el profesor A.Y. la arqueología, campo en que se han cosechado importantes logros
radíestesía desde 1973, año en que en diversos paises. En Kiev, el ingeniero V. S. Stechenko y sus cola-
por parte del Ministerio de Enseñanza boradores descubrieron pasadizos subterráneos con un 78% de
ica. Mientras, el ingeniero J. jniutin aciertos: el porcentaje con métodos que utilizaban instrumentos
de sus colegas indicaron, desde 1967 electr ónicos sólo alcanzó un 25% de aciertos,
esia -conocida en Rusia como bioloca- En Rusia se ha empleado este sistema radíestésico, tanto sobre el
o para realizar 1.491 perforaciones, de terreno como desde aviones o helicópteros, con excelentes resulta-
esultaron infructuosas. dos, especialmente en la detección de yacimientos de cobre, zinc,
Nikolaievich Ogilvy publicó en el año plata, oro o petróleo. En el año 1990 se celebró un seminario en
mftodo biofisico en la prospección hidro- Ucrania, donde se presentaron informes de los usos y logros de la
ba las ventajas de este sistema para la radiestesia en áreas tan dispares como la ingenierta biológica, la bús-
ipo tan sencillo necesario, la rapidez queda de minerales, petróleo, aguas minerales, gas, medicina, geo-
dad de cuestiones y dificultades hidro- química, arqueología, asl como para la detección de la corrosión en
olver. los tubos de los trazados térmicos, entre otros objetivos.
grupos de radíestesístas trabajaron en Los trabajos sobre radiestesia fueron publicados en las mejores
a localizar los lugares más adecuados revistas cíennñcas del país, como es por ejemplo. Geologia Rudnyhh
erráneas para uso industrial. De 1.638 Mestorozhdenii (Geología de los yacimientos minerales). La dedica-
en cantidades suficientes como para ción y el esfuerzo de los radiestesistas logró el reconocimiento ofi-
121
LA RADIESTESlA A LO lARGO DE LA HiSTORIA
ía sino a los resultados prácticos y. fun- casooriginadas por fluidos. corp úsculos. vapores. ondas . fuerzas o
merables éxitos obtenidos. Un aspecto variaciones eléctricas y/o magnéticas. etcétera. y. finalmente, aqué-
aje de acienos en la búsqueda de aguas llas dirigidas a explicar que el fenómeno se produce en el radieste-
por ejemp lo. que los obtenidos por los sísta a través de un determinado proceso psíquíco. Esta última expli-
cos. cación es la única que abarca todas las posibilidades de actuación.
tanto sobre el terreno como a distancia. con modificaciones geofisi-
cas o sin ellas. con instrumento o sin él.
DEL PR INCIPIO Para el lector probablemente sea dificil asimilar que hechos de la
relevancia como los aquí narrados, y la existencia de una capacidad
ras similares. encuentran serias dificul- humana para lograrlos. sean ignorados por la mayoria de las perso-
ie. especialmente si consideramos que. nas y. lo que es más grave. despreciados por los medios culturales y
eaccionaria ante elementos de cualquier cientíñcos imperantes. Considero que este repaso por la historia ra-
as anomalfas de campo defendidas por d íestésica puede aponar una visión más amplia del fenómeno
fenómeno. As1 pues. se obvia un hecho rad íestésico, al tiempo que demu estra que la facultad natural de
es capaz de discriminar su objetivo de obtener información a través de un o mismo ha sido utilizada desde
icas, centrándose únicamente en aquel tiempos inme moriales. Pese a todo lo ante rior. periódicamente entra
o no anoma lfas magnéticas. eléctricas. en un túnel de olvido. aunque su ejercicio siempre haya sido man-
gual que las de Rocard y otros. se' fun- tenido . al menos, por un reducido número de personas. hasta que
as somos sensibles a las variaciones del vuelve a resurgir cuan do las circunstancias sociales y culturales son
nde r que igualmente somos sensibles a favorables. Entonces. toda la polémica retorna. se hacen las mismas
medio exterior y. sin embargo. ningun o experiencias para dem ostrar y desestimar su existencia. se discute en
meno rad íestésíco. torno a las mismas hipótesis sobre su origen. impidie ndo así su estu-
han quedado expuestas diversas ideas. y dio en profundidad y que se desarrolle como una facultad que eleva
den parecer un tanto ingenuas. no hay nu estra calidad y cualidad humanas.
tórico al cual pertenecen, asl como los
la época en que se fueron gestando.
ta de la ciencia fisica o química, como
n aquellos tiempos, y aún recientemen-
r mental a la hora de estudiar cualquier
. y menos aún el movimiento de una
se ha interpre tado el fenómeno radies-
ien diferenciados: en primer lugar. la
las influencias sobrena turales (espíritus,
ra); en segundo lugar. las hipótesis ftsí-
123
EL FENÓMENO RADIESTÉSICO
¿Q UÉ ES LA RADIESTESIA?
Después de todo lo leído con anterioridad. queda patente que. !!2!!
practicar la radiestesía, ho es indispensable ser consciente de los
mecanismos que rigen su funcionamiento. pues la mayorta de los ra-
diestesistas mencionados trabajaron sin conocerlos. No obstante.
saber en Qué contexto se está o~rando facilita de formaostensiblesu
lQgTI1."El conocimiento de la evolución que sigue el fe~ómeno en la
mente. y los detalles que lo condicionan. tiene una ventaja esencial:
poder averiguar dónde nos hemos equivocado cuando esto ocurre. lo
cual. como todo aquello que depende del ser humano. sucede. Así,
se puede incidir en los patrones o circunstancias que sean más favo-
rables. desechando y tratando de evitar los perjudiciales.
La palabra radieste5ia nació de la composición de dos vocablos;
sus autores pretendieron que su significado fuera el de sensibilidad
a las radiaciones. Esta defmición etimológica no refleja la realidad.
amplitud y complejidad del fenómeno radíestésíco, Hay que clarifi-
car que la radiestesía no tiene nada que ver ni con radiaciones. ni
con una pretendida sensibilidad del operador ante la presencia.
supongamos. de agua subterránea. En estos casos sucederta algo
similar a una reacción alérgica; la persona tiene una respuesta físío-
lógica desmesurada e incontrolada ante la exposición a un elemen-
to al cual está excesiva o particularmente sensibilizado. He llegadoa
la conclusión de que en muchas de estasocasiones se puede definir
esta manifestación orgánica como parestesia.
La parestesia se puede entender como la percepción de se~
ciones anormales: crispaciones nerviosas. aceleraciones del ritmo
cardiaco. hormigueos. temblores. quemazones o picaduras. sin que
se encuentre. desdeel punto de vista médico. ningún agente que las
provoque. En muchos casos. la presencia de aguas subterráneas. u
otros elementos. que modifican la radiación natural habitual en una
zona. es lo que provoca dichas señales orgánicas detectadas por los
supuestos radiestesístas, Esto no es más que un problema fisiológi-
127
EL FENÓMENO RADlESrtslCO
itiva a un determinado agente, tal como ficos. Pero si lo que se pretende es que surja el auténtico fenómeno
o. Este tipo de sensación tiene una causa radíestésico -d único proceso a través del cual se puede lograr ñde-
e, pasajera, ya que dura tanto como el dignamente cualquier tipo de información- , es fundamental que la
ovoca. Hayque diferenciar la percepción actuación tenga un origen psíquíco. Esto sucede aun de forma in-
producto de un determinado proceso consciente, ya que, de lo contrario, dífíctlmente se podriadiscriminar
tos casosse trata de una cuestión pura. que la causa de dicha radiación, o variación de los valores naturales,
debe, corregir en bien de la salud de la se debe al objetivo que buscamos y no a otro factor. Si, por ejemplo,
os no suponen que estas personas sean buscamos una caja metálica enterrada, podremos, hipotéticamente,
ienen un problema a nivelorgánico, del captar flsicamente una variación del campo magnético local, pero
quello que les afecta. esta variación puede ser producida por otros factores ajenos a la caja
el estudio de la radiestesia debe orien- y, en esecaso, se produciría el error. Poresto. el radiestesista debe dis-
que y no hacia la [ísíca, ámbito que tiene criminar el objetivo del resto de posibles elementos de similares
o de que gracias a la radiestesia se pue- caractet1sticas, centrándose en el que pretende encontrar. Esto sola-
nados con la flsica o inclusotener reac- mente es posible a panir de un determinado proceso de selección
e variaciones medioambientales, no la pslguica; es evidente que mediante una supuesta radiestesia Iísíca,
fenómeno Iísíco. Antes al contrario, la cuyas causas se debieran a efectos magnéticos, radiaciones, ondas,
oluntaria, es decir, con la part icipací ón corpúsculos, etcétera, no se podría diferenciar un objetivo de otro,
n medio para conocer conscientemen- cuando éstos presentaran analogías signifIcativas.
entidos habituales: es el resultado de la Este tipo de actuación ñsíca, en si bastante limitada, se círcunscn-
cidades pslquicas orientadas en una be a los objetivos que generan los fenómenos parestésicos, tratados
con anterioridad. Por otra parte, sobre el terreno, se puede captar de
forma inconsciente mucha información del medio, generalmente
oculta a los sentidos comunes, puesto que éstos limitan su campo de
cuelas: una realidad percepción para no transmitir un exceso de información al conscien-
te, lo cual serta dtñcílmente asimilable. El cerebro contiene más o
tido la polémicasobre si el proceso que menos un billón de célulascon unas5.000conexionescon otrascélu-
o radiestésico era debido a un agente las próximas que constantemente transmiten información. Aunque la
a un fenómeno psíquico. La llamada mayoriade esta información es ignorada -<le no ser así el cerebroesta-
damentalmente, en la idea de que las ria en un permanente estado de confusión-, sólo una pequeña parte
iones de campos son captadas Iísiol ó- de ella provoca una respuesta automática desde los mecanismos que
una reacción neuromuscular que es mantienen elequilibriointerno, mientrasque una parte aún menor de
ntos. información condiciona las respuestas conscientes. Esta reacción se
os muy concretos, es posible percibir produce cuando el oerebro recibe un número suficiente de impulsos
ciones, o variaciones del campo mag- similares; este mecanismo autorregulador nos permite distinguir
localizarcienos objetivos muy especí- aquello que realmente es importante.
129
EL FENÓMENO RADIESTEsICO
recibiendo estlmulos exteriores que AsI pues, cuando se ejerce la radiestesia hay que inhibirse de
ormación en el inconsciente, aunque estas informaciones sugestivas. Esto, tal como veremos, se puede
se utilizaconscientemente. En nuestra lograr mediante un proceso pslquico de apantallamiento contra
an archivados una pequeña porción de todos los agentes no inherentesal proceso radiestésico. Aunque más
mente nuestra atención o los que son tarde, al trabajo puramente radíestésíco se pueda confrontar el resul-
tivos. Son los que condicionan nuestra tado obtenido con estos indicios de! entorno, o con cualquier otro
r que e! conjunto de todas estas per- elemento de apoyo. Sólo se p'roduce el verdadero fenómeno radies-
nscientes- modela nuestras reacciones. tésico cuando los sentidos hapituales (vista, olfato, oído), apoyados
otros sentidos, recibimos información (lOr la memoria, no colaboran para obtener la información requerí-
o y almacenada en un archivo, más o ~_buena muestra de ello,es la telerradiestesia.
ponancia que le demos, dependiendo
ades. Esto sucede sin tener conciencia
n está presente y dispuesta para ser Hipótesis personal
nuno. Estos datos se van acumulando
ue, más tarde, por comparación de lo Definir los límítes donde surge e! fenómeno rad íestésíco es suma-
n archivada, pueden indicamos lo que mente delicado, pues se trata de un proceso que se acomoda en un
contexto de múltiples funciones y actividades psíquicas que, inte-
as es posible guiarse por cienos indi- rrelacionadas, forman e! marco donde se manifiesta . Estos paráme-
cie se pueden producir ciertas varia- tros que, aparentemente, pueden parecer independientes, con la
lo, un cambio de la calidad de!aireen práctica y la experiencia muestran su esencia inequ ívocament e glo-
ede percíbírse y transmitirse directa- balízadora, conviniéndose en un todo: atención, concentración,
cambio muy sutil, es captado sólo a selección, etc étera, que actúan durante la actividad rad íestésíca
a forma, e! terreno y la flora de! lugar sucedíéndose, estimulándose de forma cohesionada, actuando bajo
sentan características y detalles. par- la batuta del inconsciente que, así incentivado. trae, mediante una
ntes, como para se~ percibldcs cons- actividad psicofisiológica. la respuesta solicitada.
buscar de nuevo este tipo de objeti- Cuando e! operador in~un...dichQ..procesQ..con..un.argu
resencia de estos detalles con aquello mento analltico o, incluso, imaginativo. és!~ de~ Esto va
que en principio puede ser útil y un generando una especie de obstrucción ante situaciones similaresen
tar resultados, es la causa de rn ültí- las cualesse solicita la concurrencia de! inconsciente para, después,
te la búsqueda rad íestésíca. Muchos detener su manifestación con e! empleo de la razón. Ante esto, e!
han ido a buscar agua en lugares de inconsciente contesta con la sensación de fatiga y confusión que
de su medio habitual de trabajo; al conlleva e! hecho de buscar en el vacío.
ropias del lugar o ante la ausencia de Por supuesto que e! análisis intelectivo y e! proceso imaginati
ria que les indiquen la presencia del creador facilitan la solución, y son ck.g11.Q..aXY.c!a_ p.m:¡l.Jlll!~~t.
19~roble mas aparejados a la b!!sU!.~da radiest~ª . Pero hay que
131
EL FENÓMENO RADlESrulCO
el posterior análisis de los resultados En radiestesia sucede algo similar, la información no viaja hasta
ramente rad íest ésíca; en este apartado el radíestesísta, ni éste mentalmente se desplaza hasta el lugar donde
e puede encontrar el camino correcto. se encuentra el objetivo, ya que en muchas ocasiones, ante pregun
adecuadamente la búsq ueda median tas intelectuales, la respuesta no se halla en ningún lugar accesible,
sl como estudiar todas las circunstan desde el punto de vista ñsíco. Por tanto, '!~'.'~tJ:.J!~,:;p~I]l ieJl.!Q..
, en muchas operaciones radtestésícas. del objetivo ni qd..Qperado.r. la infonnación. está..allnque más que
e la pregunta más conveniente en cada estar, la informació¡¡. es. Sólo a través de un determinado estado de
l momento y las circunstancias más receptividad se puede accede r a ella; es el acto, la intención y el esta
nstrumentos, el análisis de las conclu do del receptor lo que permite ser a la información; no sólo está ahí,
n una parte tan importa nte como la es el mismo operado r. Es un proceso global: tant o el objetivo como
ya que la una sin la otra conducen , por el receptor están en todas partes. As! pues, la percepción de un obje.
to o una determinada información depende exclusivamente del esta
an planteado diversas teorías que pero do del operador.
onsigue la información que lleva al Mediante un determinado proceso psíquico y, quizás, alqulmico,
dos correctos y, también a lo largo del el radiestesísta accede al conocimiento requerido desde cualquier
las teorías ftsícas, tanto las antiguas lugar donde se encuentre, pues éste se halla en todas partes, incluso
do en éstas las referidas a las variacio desde el punt o de vista [ísico: este libro está fisicamente aquí, pero
. Como estas teorías no han consegui igualmente se encuentra en cualquier parte; el libro, la información
s que se fundamenta la radíestesía, ya de él, está o es en todas partes. De la misma forma que en la religión
dando cualquier explicación conven se considera que Dios está en todas panes: todo está en todas partes
o necesario, que dichas teorías deban y, por tanto, es posible descubrir dicha información en nosotros, gra
ta rectificación diferencia al auténtico cias a un determinad o estado receptivo y cualitativo. Esto se logra
rapado en sus propios prejuicios. consciente y voluntariamente cuando somos capaces de trascender
de la realidad subjetiva condicionada por la cultura y la ciencia impe
,..; ,.:.~ ~;!.>:
rantes. Así pues, considero que la radieslesia es un viaje interior.
~;~·~~~fh U.(. ~ (\m~ : "
:/ ,: . ) ',-', :.:- " . ., • "
La radiestesia se puede comprender mejor mediante una con
..,,' c""' .\t<h~.......c. ·A, ·,," r-"l-.-·......,...... .
1.I.: l.t~~ ~J,I?.,+~.~~1~:-j ' ~"l -j" I-.~ '•.I!: "11'-' ~ .e; ',I~!J cepción menos mecanicista del un iverso que la propuesta en la
i-;::l~r:b'r.J
~_I¿."",lL~;·~~'-..~ , ,~, _,;, 'r:-~ " ,~':'I;fvll:r~.
.',' f;)l ~"---r~.- "~:l;-:Jll actualidad. Este universo -en una visión cosmo lógica ínteractuante
3 ~LI1 Gj;i.~~ l:;:IiI-'¡' '8': re':] sería un ente existente como un todo Integro, en el que todas las par
~J!J:~~i~JT';~~c~~Ucw -' tes están creando y siendo creadas simultáneamente por todas las
ill:¡E w~c~ m.~ Co';;Jr~ " ; demás partes. La ciencia dominante ha intentado negar, u obviar, la
~~~ ~~~~ (.-: ';;~ r;'ú~':~) r'.l~':~-rfr~ existencia de la conciencia en cualquier enunciado científico: al no
..~ , .. .. ..
~<:"'."~~'''~'~'::;';',~;:
~~~ _ G] l-;.-~'o·_~"j-'~;,~ poder explicar algo con sus limitados parámetros, lo niega. No obs
W~i;tlo"""'2:~~~O;:;Y2",,? . tante , la realidad , persistente, sigue mostrando que los conceptos
mecanicistas, especialmente en el campo de la ftsica, andan faltos de
133
EL FENÓMENO IW> IESTÉSICO
ncia a la evidencia; porque el fenó- que la educación convencional indica que éllo no es posible, y des-
suficiente para derribar buena pane prenderse de esta supeditación , tan profundamente arraigada en
cesita un sustento teórico. La radies- nuestro interior, no es tarea fácil.
enos existentes, pero no reconocidos Esta forma integral de pensamiento permite comprender aspec-
ad üsíca (levitaci ón . adivinación, tele- tos y prejuicios imbuidos en una parcial forma de pensar. Estas limi-
una teoría susceptible de ser acepta- taciones mentales han enraizado gracias a imposiciones sociales
a de credibilidad, pues el hecho de admitidas como verdades absolutas; éstas, inamovibles según las
la comunidad cíentíflca actual. doctrinas imperantes, impiden nuevos, y a la vez ancestrales, modos
gmentada según el orden canesiano, de comprender la existencia. Los principios racionales son necesa-
miento de orientarse correctamente rios para establecer unas normas en la convivencia diaria, pero no
las distintas realidades objetivas en hay que olvidar que los fenómenos se encargan periódicamente , con
exto surgen los fenómenos del cono- mayor o menor frecuencia, de desmentir la irrefutabilidad de nu es-
or dejan de ser elementos separados tras bases establecidas. Hay que tener en cuenta que la ciencia siem-
distancia que nos separa del objeti- pre va por detrás de la realidad , aunque en los últimos tiempos la
spera necesario para obtener la res- ciencia de vanguardia trata de dar un salto cualitativo, procurando
n la actividad rad íestésica, el tiempo acercarse a la filosofía, al misticismo y al esoterismo para intentar
significado en si mismos. Éstos sólo comprender aquello que no puede explicar con sus actuales pará-
pueda precisar el objetivo en un lugar metros. ¿Hay algo más misterioso que la existencia de un mismo
os, pero en modo alguno limitan el electrón en dos pu ntos diferentes del espacio? Éste, y otros ejem-
plos, no sólo transgreden los postulados flsicos al uso, sino nuestra
concepción de la realidad, de lo que es y no es posible.
ado res tratan de localizar un obje to La información -sensorial, neuromuscular, visual o mental- apa-
n la diferencia de qu e uno de ellos rece en el operador sin que ninguna interacción con el objetivo, ya
otro se halla frente a un plano de sea química, electromagnética, electroqu ímica ni ninguna otra cono-
kilómetros de distan cia. Si amb os ,c idl1 , ih~ya :pq<\\do,transroi tida . Sin embargo, desde una óptica cuán-
a delimitada al mismo tiemp o, un o tica, es posible estructurar un universo donde la radíestesía sea po-
ectamente, los dos recibirán la res- sible; no obstante, no se explica el fenómeno, sólo se construye un
nto; la única variación posible radi- posible marco de actuación, pero deja sin contestar cómo se produ-
des personales. Por otra parte, y de ce la recepción elitista de la información , tema clave en la explicación
sista puede obtener la información radiestésica. Es decir, por qué se recibe exclusivamente la informa-
objeto. ción requerida entre la innumerable cantidad existente.
La clave está en disponer la mente para la recepción de una infor-
espacio y el tiempo no son factores mación solicitada, pero desconocida, que es independiente del pen-
xito o el fracaso de un proceso de samiento y que, por tanto, hay que distinguir entre la enorme cuan-
ue si lo pueden condicionar, puesto tia y variedad de estlmulos y pensamientos . Para el pensamiento no
m
El FENÓMENO RADlESrulCO
r entre su propio contenido, las infor- en el inconsciente, se transmit e a la conciencia, que debe darle cohe-
es, y aquéllas originadas indepen dien- rencia a través del pensamiento. Ésta es la manifestación de una acti-
vidad psíquica que contribuye a la utilización personal y temp oral
de acontecimientos y objetos, aunque no estén presentes o, simple-
~;';>'
::~~,»;:'·.:,·'\:~C .·:·:·f·~,·:.:·:,~-;' t·.·-~~('~~4i mente, no sean percibidos, lo cual es de gran importancia en radies-
•
. '" ..' ~
• - ~. • • ~1l3 _,~
r'"" ~~~
r; ff.T tesia al estar los objetos de la búsqueda ausentes, al menos bajo una
t:~3~&1t~: ~ ffi~~1~[.;.1ilwmi~I$~~~.~ percepción sensorial. En radiestesia el ~miento debe dirigirse a
~f~~~~~~~ J;i' formar una imagen mental, que recuerde o configure al objetivo, no
~~~~~tgJ .j@i_~~ necesariamente idéntica a él, pero si que sea la imagen de lo que
i'
¡I)~ ¡, " I J""~"
, ', -, <, ." "".- '"
'j' ' , , , . , . '
'P'.:."
.".- .''!. .r.: representa para cada un o.
7~"·.,i;·.i.~::,~':,,,,:".~}." ,:,!~:,?t. -' ',: " "~:':':F;'~{;~~;'
El pensamiento no se dirige en busca q~ 1 objetivo o d!:llLillf.Qr-
mación re9!!.!:.rida. El pensamiento, en radiestesia, 9" viaja hasta el
objetivo -aunque en la imaginación pueda aparentar dicho fenóme-
ensamiento no-, sino que permanece incidiendo sobre el inconsciente, hasta
estimularlo y lograr asl el estado'receptivo requerido. El pensamien-
ensamiento, manifiesta una tendencia to puede tener la apariencia y las propieda des de un campo e, inclu-
ual del conocimiento . Lt supe rioridad so, actuar como éste, pero no es un campo. Éste tiene un área de '
ente a las creencias actuales, no vi~ actuación delimitada, mientras que el pensamiento abarca cualquier
y la lógica, sino por la unión del i nt ~,:. ámbito . Todo el fenómeno reside en la capacidad de acLqulJirAeter-
¡¡. ~rmi te la comprensión, «Abrir minado estado interior de receptividad . Este estado pgmite. en
uicos que aúnan ambos conceptos de I'rincipio, acceder a cualquier tipo de información. ~, por tanto, ~
ognoscitivo. Aunqu e de forma incons- R!:nsamiento el activador de dicho proceso, aunque posteriormente
s vertientes, la racional y la intui tiva, se rep liegue para dejar paso a la intuiciQn, lo cual sucede de forma
ental saber qué mecanismos se desen- voluntaria oJ.neonsciente.. - -
el modo de lograrlo lo más eficazmen- Todos los parámetros que suscitan la actividad radiestésica
do, hay estados pslquicos, inh erentes a adquieren coherencia, como proceso, gracias a la acción del pensa-
ptibles de ser potenciados voluntaria- miento, cuando éste es dirigido por el operador hacia determinada
ye a elevar la percepción de la realidad, meta. Cuando se compre nde el modo en que actúa el pensamiento
os radiestésicos y sus estados interme- en la actividad radiestésica, la confianza y la eficacia se elevan al des-
uceden desde el comienzo de la activi- ~jarse las dudas sobre los orígenes y el desenvolvimiento de la
nción de la información requerida . actuación. Por contra, las dudas pueden invadir al operador hacién-
etiverno
, se alcanza por el desenvolvi- dose du eñas de la eficacia de un proceso que, de otra forma, podría
o, ya que de esta forma no es posible -rnedíante el análisis de toda la idiosincrasia operativa- dirigirse
trabajo de imaginación, autosugestión, correctamente hacia la meta propuesta. La acción del pensamiento ,
onamiento , ya que, aunque se elabora basada en la consideración de todos los elementos inherentes, y
137
EL FENÓMENO RADlESrtsICO
squeda radiestésíca, conlleva una con- tarnente cada situación, valorándola en su justa medida y dirigiendo
el control que uno puede ejercer sobre el pensamiento hacia aquello realmente imponante, sin perderse en
el proceso radíestésíco en el cual está vagabundeos mentales intrascendentes, y eliminando del pensa-
do de proceder permite advertír cuán- miento, mediante la atención, cualquier idea distinta de aquello que
del objetivo propuesto y se dedica a se pretende. Como el niño que centra su atención en eljuego en que
econcebidas que limitan la expansión panicipa, excluyendo todo lo que le rodea, asl se vive la situación
a de la verdad. ~r de hablar en plenamente, extrayendo de ella todo su potencial.
quizá serta más acenado puntualizar Estamos recibiendo estlmulos sugestivos del entorno de forma
búsqueda, en el estricto significado de constante, que inciden en los pensamientos impidiendo su trans-
mino para encontrar. curso normal, convírtíéndolos en vagabundos y fantásticos, limitan-
mental, sobre los procesos pslquicos do la capacidad de atención. Una educación mentaljunto al cultivo
stésica, conlleva la pérdida de la aten- del pensamiento juicioso y ponderado, dirigido hacia el dominio de
a por una forma mecánica de actuar los mecanismos psíquicos, permite orientar la mente hacia lo que
al error. Sucede algo similar a cuando realmente nos interesa, facilitando así la aparición de los estados de
mente está ocu ándose de otro asun- conciencia.
nada del texto El pensamiento de'
cuada y mantenido sobre el objetivo ,Si tratamos de recordar el nombre de una calle, el pensamiento
nados con la búsqueda1.roda persona se dirige en s!l búsqueda, sabe que lo sabe, pero en ocasiones
estesia debe comprender la forma en sólo encuentra un vacto; si se obceca en ello, probablemente no
peculiaridades y la manera de educar conseguirá recordarlo. Sin embargo, si se relaja y, una vez fijado
el objetivo en la mente (en este caso, recordar el nombre de la
y sosegado permite ir adquiriendo !a calle), se dirige hacia otras actividades liberando la tensión del
mentos relacionados con la búsqueda, pensamiento, el nombre aparecerá más adelante de improviso.
aquellas circunstancias que van sur- En radiestesia la diferencia radica en que la memoria no tiene la
p'ueden con.Y..e~~_un ~~l respuesta solicitada; pero la actitud de plasmar el objetivo en la
illante inteligencia es indudable, pero mente, y dejar paso a la acción del inconsciente es similar. Aquí
ntre la mente y los actos, más impor- el pensamiento se dirige a configurar el objetivo en la mente,
canismos psíquicos que conducen a pero sin generar la tensión provocada por el esfuerzo intelectual
a elevar la capacidad de superación. que supone forzar la memoria.
actitud de constante examen de nues-
lusiones que de ellasse derivan, cana- La selección de un objetivo determinado con respecto a otros,
cia conductas más rene>9~_q\!~J1Q¡i viene dada por las nociones que sobre él construimos, basándonos
s súbitos e incontrolados y de arreba- en ideas y sensaciones, por lo general arbitrarias, que escogemos
an sentimienlPs de dudW e fJW;!Ill- para diferenciarlo de los demás: seleccionamos unos u otros carac-
nte ordenada permite calibrar corree- teres para formar un pensamiento sobre el objetivo, ya que el pen-
139
EL FENCMENO RAOIESTEslCC
, d íferencíador, abstrayente y unifica- personal que impide el estancamiento que supone el actu al mode-
cias, en cuanto al posible error moti- lo educativo.
vos, que puedan llevar al equívoco: los
r múltiples, pero e! pensamiento es
mental de un mismo objetivo no es la El consciente
s radiestéstcas, ya que puede variar de
ona el pensamiento en su fluir conti- La radiestesia es una llave gracias a la cual es posible acceder a una
110, que nunca pasan dos veces por el información o a un conocimiento cualquiera, ya sea de origen tan-
que las aguas del 110, entre gota y gota gible o intelectual. Todo radica en nu estra capacidad de orientación,
alo: es la pausa de! pensamiento, esta- dirección y selección psíquicas, enfocadas tanto hacia e! objetivo
uesta. como al contexto opera tivo: pregunta, exEresión, etcétera.
encia en si mismo, y puede, bien diri- La mente se orienta mediante un mecanismo automático hacia
alquier meta propuesta o, por contra, un ob jeto; esto mismo sucede en rad íestesia, con la partícularídad
terminismo , ser la causa de múltipl es que se ejecuta de forma premeditada y consciente. El resultado entre
pensamiento mediante la meditación, un proceso y otro es diferente, pues en radiestesia e! objetivo se des-
ugestión positiva, forman una acti':!- conoce, no está archivado en la memoria y no se puede acceder a él
se reflejará en nosotros mismos y en mediante el raciocinio o la lógica. En radiestesia la conciencia per-
os acontecimientos directos. El cono- manece muda cuando se la interroga, pero es el pensamiento dirigi-
de! pensamiento es importante en do quien debe requerir, a través de estimulaciones autoinductivas de
ero sólo podemos estudiar e! pensa- sugestión, a las facultades inconscientes para que, al conocer e!
nto, lo que supo ne, si se quiere ser resultado mediante la pregun ta pen ínente, provoque u na reacción
rendid o, permitiendo que e! pensa- neuromuscular o bien una respuesta mental.
mo y, por tanto, e! acto y e! medio. AsI Mediante e! ente ndimiento, accionado por la voluntad , surge
nte que tiene el pensamiento en nues- una reacción hacia e! objetivo, distinta de! deseo, ya que, aunque se
ual sistema social ni tan siquiera favo- suele desear aquello que no se posee, no basta desear algo para real-
to matemático o lógico, dejando cada mente quererlo y menos aún obtenerlo. Esa través de la voluntad
s analíticas o intelectuales en manos que se deben buscar los medios necesarios para su logro-.El opera.:
as específicas, lo cual inhibe e! poten- dor dirige la atención sobre e! objetivo y acrecienta la intensidad de
la mente. la fijación mental sobre él mediante e! ejercicio de la voluntaq.
diestesia conlleva cierras mejoras en Es posible trasladar una determinad a actividad al control del
n el esclarecimiento del pensami en- subconscie nte , la cual comienza y cesa de form a voluntaria. En
d y la elevación de la confianza , sin radiestesia, el operador es siempre actor del proceso, aunque en
zaje implica una cierta dosis de con- algún moment o se transform e conscientemente en espe ctado r de
és, pues va ligado en gran medida a ; su propia actividad; en ese moment o , el inconscient e ocupa la
endizaje es la clave de la evolución dirección de la función motora rad íestésíca, logrand o qu e la per-
141
EL f ENÓMENO RADIESrtslCO
habituales quede n relegadas a un ello, la práctica radiestésica incita a la inteligencia elevando su capa-
cidad, gracias a nuevos retos y.estlmulos men tales. Al mismo tiem-
po da una nueva perspectiva de la realidad , favoreciendo el desper-
entino , o una luz cegadora, la atención tar y el reconocimiento de las facultades mentales adormecidas,
stimulo, excluyendo cualquier otro ele- potenciándolas y ejerciendo un control sobre ellas y, aunque estas
n estos casos la voluntad no interviene. facultades sean , en apariencia, limitadas por la naturaleza personal o
en el inconsciente, no se trata de ejer- po r la edad, el hecho de mantener nuevos retos men tales puede
e él para despenar su atención, sino de modificar estos condicionantes cerebrales.
, precisamente, del interés innato y de A!!!!9.ue el proceso lJI.d iestésico de.P.J;nde por etl~.rQ..g~lJJ.Jmll5"
ientes y reales, no surgidos del deseo ~nte , en su preparación si gue precisa del COnCUlSQ ¡le la inteli-
madre que duerme cerca de un aero- gencia, para determinar cuáles son las mejores circunstancias opera-
odo regular un gran estruendo , sólo se tivas: el cómo , el dónck..xsl ..s..u.!.ndo. pues buen número de lo~
jecuta el menor de los movimientos, o errores provienen de una defectuosa preparación o elabo ración del
que sólo se despierta ante la voz que le contexto operativo. Por este motivo es fund amental adven ir la
os citar muchos ejemplos de cómo la imp onancia decisiva de ~~cJ~J!12..J;u¡n:gunta..ad=da.-o
cción, incluso durante una actividad estudiar pan icularidades como las influencias exteriores, el estado
l sueño. Ello nos indica la influencia de de ánimo, etcétera.
diestésico, al ser ésta la que decide el
e, en ocasiones, después de un trabajo
nsciente, o inconsciente, la respuesta t !/ r'1 ,..>~.:.::.:... •~-:'U~. L·.'J~ -v-, ,;- ...'._.-..;"l" ~ .. . .,•• -:..o.,~ ::"
.':D(;:~::,I.'~~!~.~: ~ :.~:.:~:':,:~ :'·:c~";::,:::>i-:·
spontá nea en cualquier momento .
damente todo aquello que sucede en .: P • ,1./ . " , ..
·1....... . ',",' h. __..... .,. ••,....
!¡~UiJ··:;; ·:~,~::¡;,~~~~~ .
nte exterior, de manera que la acción
render sea lo más segura y eficaz posi-
es personales y de una situación y :.~, ;·~_!l ~ ;:,' 1' J~~ ::r\'A Il~l; tlé...,'
.
' 1.<
que conocer las funciones psíquicas
d, o que pueden ser estimuladas por
voluntad sobre uno mismo y sobre sus
rientación del pensamiento son algu- El inconsciente
adecuadamente entrenadas, elevan su
hadas. El determinismo se ocu pa de lo que, de forma inexorable, sucede ;
acidad de aprehender nuevos conoci- mi opinión es que trata sobre aquello que ocurre la gran mayoría de
la memoria , para ser usados luego en las veces, pero que en contadas ocasiones no sucede. El indetermi-
circunstancias análogas. Basándose en nismo está entrando con fuerza en todos los campos desde la Iísíca;
143
EL f ENÓMENO RADIESTtsICO
a psícologta, cuando nos damos cuen- ideas y pensamient os deliberados, y correctamente orientados. Todo
ecir con exactitud la evolución de un este contexto es impu lsado por una autosugestión que permite ree-
amplia información sobre él. Debido a ducar de forma sistemática el compo rtamiento subconsciente, y
pasado a un segundo plano en las con- transformar los impu lsos procedentes de actitudes predeterminadas
á sin tener en cuenta que en muchas por la herencia, el medio o la educación, en una respu esta más acor-
en las limitaciones de la información de a la realidad del estlmu lo y de nuestro equilibrio personal.
El estudio y el conocimiento del funcionamiento mental me han
dado por una concepción contraria a la llevado a un mayor entendimiento del proceso radiestésico, como
mposibilidad de predecir un determina- proceso mental inconsciente ejecutado voluntariamente, 9.ue perm.!:"
ticas se lanzan a la especulación sobre te descifrar e interpretar la información solicitada. El reconocimien-
todo aquello procedente de la causali- to de la existencia de procesos mentales inconscientes abrió la puer -
cotidiana la mayoría de las circunstan- ta que nos permite encont rar una explicación sobre el origen del
y probablemente también en cualquier fenómeno radíestésíco, por fin nltido en sus principios y causas, tal
on ícídad de multitud de elementos, la como vemos en el desarrollo de este libro. Buen número de las rea-
apan a nuestra concepción de la reali- lidades y fenómenos naturales, tant o flsicos como psíquicos. están
erios mecanicistas. Esto es lo que suce- vinculados a cienos procesos, de forma que en la medida que sea-
donde un pequeño y lejano aconteci- mos conscientes de ellos -al menos de los que más nos influyen de
usión en otro lugar. Es en este ámbito manera directa- , podremos encauzarlos y gobernarlos en su mayo-
(tan denigrada por la antigua y la nueva na, comprendiendo que el azar o la probabilidad son, por lo gene-
adviene, ni comprende su signí ñcado), ral, meras excusas a la ignorancia.
nceptos adquiridos, ocupa el lugar que
n el conocimiento no aprend ido, y surge
', . . ,- .. ,': l',~'.' -: "".';'. :.<:. "'~'" •. .'.0'. ":.:",;!_ ».': ',_ ",' ':1.' ~~.'. ; ./, :", .
¡:1~I":ir~0~~r:T.tt~~~ -:..mó1ti~~r' '.
ecesidad de saber del ser humano.
',"~' ,""""~."'''' "~_~' ,.''~''''_ . A'''''_ .".,,,:JI',~ ,. . ,.:~" . , "': , ~ ~ _.
tancía de una buena educación flsica
..~~~~1~~~~~11;'¿~~~L41_~~IlEr~ .~~: -~~~e;=~
·241 ~WJ .~_FJ7$;~j¡~ .~~
to del organismo; sin embargo, la edu-
derse hacia otra parte fundamental del
-, irr'l~1~ t~'GI;t!:1i\:..m,~ ·f/[JJ:rJir;:~~~ ,.'í
nte obviada: la psíquica, La educación
· ~~~~~-~aWl~&~{;':~~_;'~
sión de cienos fenómenos causales y r;-·:2TI:'.,¡tf.tt(.8 :li~~ L,~fl.:-~~-¡~'~ ~T1'~ ti2.
ena medida los efectos de aquellos ele- .~-I!~ ,u;.: , , ;~, ~_ ',.'"' )~..::...:iL' " .-~':'. ' .~ ., . _~ ......... ~~,. ';~ ,~
¡-Ti
~::.u.L~ ~.rrm'2I!~~:,.!tGilml¿iÜni
~ . ", v : . .~ ,',. ,'
..._",l!S~~GíT;3
. .
: ,: .
negativos para el desarrollo personal ;
c.."~'"Y -;;,~7,[:!]["Fflf~9r",co-.-.Yl.c;,-
. '~"~. Q¡].~""~.'. .
ismo ñsíologíco y psicológico se puede : : __ --.~-r'-~~"'~ ... ::..-"":","~~> ..~ -:-"'~ < " ..
tro lamos nu estra voluntad. Actuando
. I~ ~",;-.~L~~~~~~ .(~:-.... .t0~ .!..~~~~7.~U1,'t- &-1 .
· (.·/:"I'~:-·,~íT:rj;T:'i1(~~~..--~;-}[.~.r-:-",'íl(r:-" 'í~ ~
editación racional y reflexiva, se consi- · : ..... -,_.~~~-~ '- ~' ~ . ~~ -:--..: ~"
l~~~~~I},:~~~~,--~r.::br:.~,;~,-:"'¿~~"'.j['}~;"=I
........ ' :::.:-:~.:~ .-:
objetivo, debe unirse la práctica ~'l"- dela capacidad psíquica. De esta Intima relación entre la motiva-
16S
EL FENÓMEN O RAOIESrt slCC
a idea de plantear lo que podríamos lla- abre la puerta a que ciertos objetos o hechos incidan en la concien-
, hecho que armoniza con el estado de cia y que el resto se pierdan en el subconsciente más profundo.
uno: en determinado momento cieno Es díñcíl mantener laatención sobrealgo que no nos interesa . Por
endo que el éxito de la empresa depen- tanto, a mayor interés en cualquier actividad, mayor facilidad para
, mantener la atención, logrando as!que el desgaste psíquico que pro-
duce esta concentración se reduzca conside rablemente, y como con-
., secuencia, que lacapacidad de concentrarse durante más tiempo y la
i:~_(..'.. -l i.~¡.-'::l ,lli~.:;:.!:;¡u :ü-li.-':?;;
~-r- __ . ~,
'"'r,f
~,."
eficacia de la búsqueda radíestésica aumenten. De todo esto es fácil
.. ..~ ..h.,-'... ,. . _ ..,f
_
:"~!!L'~~~:.Jl~~~~)'l ...;Jf-~~...lII:~~.~J= deducir que no todos los objetivos radiestésícos tienen las mismas
~ .p .. ,~. " "1---1 -'", _.'.
\:""":'C·.l!lEl!~~.Jt,~. l7~":..:.1,'j!..:jJ;1!r:..:: ,:"1.~ posibilidades de éxito con todos los operadores. Aún teniendo simio
~·~,~~~~-\~j::-.itt1(:!:'~~~i~=~~~~~ 1 larescapacidadesradíestésícas, aquellosque tengan un especial írue-
l, _'~_''' I ".' Fl-. ~;¡.-'I- ,. __ ~_~
-:"; I_~~.'-"-'- '.",-.)~: 12.:.. ~) . .I.'...s ~1!'J~~ !;':-'J.:.,. I rés en determinado tipo de objetivo, obtendrán una ventaja induda
-
ble sobre el resto, al imprimirleese interés una predisposición mental
;~:i.~r<I~~.:Gl1~~Tjlr~L~-1'~>l.í(;)
favorable'a generar y mantener su atención sobre el objetivo . Asl se
elimina la ínfluencia de los pensamientos vagabundos que, en
muchasocasiones, invaden la mente mientras se opera, dificultando
la correcta dirección del pensamiento y la concentración.
El interés Ciertos problemas fisiológi cos pueden reducir el interés hacia
una materia cualquiera. Una disfunción orgánica como una insu-
manifiesta el mismo interés ante diver- ficiencia glandular, o la astenia, pueden generar ausencia de interés
tan, oscilando desde el rechazo hasta la (inatención); asimismo, una obsesión o un deseoexcesivo limitan el
n los niveles de interés determina nues- interés y la capacidad de atenci ón, lo cual a su vez impide la actívi-
cualquier situación, entre ellas la bús- ~ dad radiest ésica,
amente al objetivo . Esto no quiere decir
otivación inicial no sea posible ejecutar
o si resultará dificultoso para un opera-
ue poseen una gran capacidad de auto-
os.
nclinación del ánimo hacia una cosa,
ento que sea atrayente, conmo vedo r o
actividad destinada a satisfac ~Uif..IW
. ' '_y t " ~ . .' ;. '." "' ~'~~'''<'' . ". -- --' . rJ''' ~
~ ~ml~CL_'~"'1 ( .r.: ,
:>,' ': ;', ~,~."."" . . '---..-. - ' ~ ~ '--,-"-~-,-c
-1 .~r''::~~ ~::.~:~,.:.ü] :f.t~,QJ~~.' ...:.,
,~ •
:!., "
•
~W""'~"fl~""
• , \.'
"';JIf,'l-"'~i..'" ,~J
1", • 1" ,\....
¡
"
·;~~· rI ·,. "'; , ....-I · rL--.J ',....... _ ':}"."':'T'
,l~lJi'~J ~~-" ,_·.~0..!.L'.J .!-"; '~_I
gentes patológicos, como el agua sub El estado de intencionalidad se puede pronunciar o admitir
tes, este fenómeno orgánico no tiene mentalmente , pero, de cualquier forma, ha de existir en todo el
Para este eje rcicio bastará con tener un juego de dominó , o de car-
tas, y seleccionar tres o cuatro que no se distingan por su reverso .
Han de estar lo suficiente mente alejadas unas de otras para no crear
¡
~ 1" 1
+-¡/, . lmj '
l'
,
-
•
I .; .
-1
L
1\
--- ,
t-. •
confusión , o bien ope rar situando una sola cada vez, mant eniendo
el resto fuera del alcance visual realizando toda la preparación pre·
búsqueda como en cualquier localización radiestésica. Podemos uti-
• lizar un instrument o qu e nos permita tener una mano libre (péndu-
eccional perm ite operar sobre grandes super- lo, una sola varilla en L...) y, así, señalar con un dedo de la mano
ndc el «laplz-anteua... libre cada cana o ficha; también se puede fijar la vista y co ncent rar
la atención sobre un a de ellas, pregunt ando si corresponde al obje-
ercici o n° 1 tivo. Tod o esto después de baber expresado la intención de localizar
determin ada carta o ficha. Si se realiza el ejercicio con un instru-
stinado a los neófitos qu e en ante riores mento qu e ocupa las dos manos (varas, varillas...) alejarem os las car-
do qu e el instrumento reaccion e ent re tas o fichas un as de otras , para poder concentra rnos en cada un a de
o - tal como se ha explicado en el apar- ellas po r separado , y fijar la vista en él, realizand o el mismo esque-
pri male un ligero movimiento de oscí- ma mental que anteriormente. En este tipo de eje rcicios se deben
rcibir la reacción neuro muscular si el inclu ir al principio pocas variantes , es decir, un red ucido núm ero de
ent o de espera que si permanece estáti- posibilidades, amplián dolas conforme vaya aumenta ndo el número
tiem po que mira al péndulo, hacia un de aciertos y la confianza .
erecha-izqu ierda, adelante-arras o circu- El tiempo de espera suele oscilar entre pocos segundos y un
o al cont rario; espere hasta ver cómo el minuto. Si preguntam os tan sólo:
nto aco rdado . • ¿Es esta carta el as de oros?
273
LA EDUCACIÓN RADlESTÉSlCA
l péndulo, por ejemplo, gire en sentido fuera puede ocurrir dicho fenómeno, pero como norma, al salir, su
era puede cansar si la cana no es la que atención se orientará hacia otros asuntos y no afectará en la misma
sciente, deseoso de terminar con una medida. Si va a permanecer en la habitación deberá dirigir sus pen-
un a respu esta cualquiera para concluir samientos en otra dirección, pidiénd ole que deje de pensar en el
eferible que la pregunt a obligue a una objeto y su localización. Con la práctica de la concentración, las
ad: posibles influencias de las personas o del entorno dejan de afectar, o
a, que gire en un sentido (el que haya- al menos se es más capaz de sobreponerse a ellas.
terioridad como positivo) y, si no lo es, Se puede comenzar situándose sobre cada recipiente, pregun-
so. tando si el objeto está oculto debajo de él (también se puede hacer
as más rápidas . Podemos coger un nú - a cierta distancia). Avanzaremos con las varillas situándo nos encima,
de una baraja, que sean correlativas, y, o lo más próximos posible al recipiente, con la siguiente expresión
mos colocarlas de una en una delante, e y pregunt a:
rata: • Tengo la intención de saber si el objeto está situado debajo de
la num eración uno? este recipiente.
la num eración dos? • ¿ Está?
• Si es asf que las varillas se cierren .
O bien empleand o un doble código:
reaccione. Entonces pasamos a la si- • Si está, que se cierren; si no está, que se abran.
úm ero acertado de la cuenta nu mérica. Conviene no permanecer quietos a la espera de la respuesta, ya
arse con colores o formas; en este caso que, de esta manera, las varillas (si es el instrumento utilizado)
se utilicen colores y formas bien defi- ado ptan una posición demasiado estática y, por tanto , será más
para de esta forma ayudar en la selec- dificil comenza r un movimient o. Es mejor dirigirse hacia el reci-
pient e, y expresar que el instrument o reaccionará al llegar a su
posición, si el objetivo se encuent ra alli, para después retroceder y
avanzar de nu evo hacia otro recipiente en caso de no haber logra-
rcicio n° 3 do la respue sta esperada.
El tiempo de espera para cada contestación varía, según el ope-
conda un objeto debajo de un reci- rador y la complejidad de la búsqueda. Ésta suele ser inmediata,
rios más vacíos; después debe salir de pero, si se retrasa, conviene comenzar de nuevo . Hay que recordar
otros entremos, para no interferir de que la expresión de la intención y la pregunta deben ser claras y con-
ltado (ya que cienos movimientos, cretas, lo cual facilita que la respuesta surja con mayor rapidez y
ención consciente, pueden ser capta- seguridad. En caso de equ ivocación en el resultado, procuraremos
ándonos dónde está el objeto. Tam- encontrar dónde estuvo el error cometido, en qué paso hemos falla-
ión mental; por tanto, es mejor que do. Encontra r la posible causa del error supo ne un gran avance para
cticas, aunque a veces, aun estando posteriores operaciones. Tal vez el fallo esté motivado por una rela-
275
LA EDUCAClON RADIESttslCA
e búsque da no nos motivaba, los reci- existir, la búsqueda será innecesaria , tal como puede sucede r en una
untos y no fuimos capaces de concen- búsqueda de aguas en un terren o.
ada uno de ellos, etcétera. Averiguar Otra variante de este ejercicio se puede realizar delimitando un
o ayuda a corregir errores y actitudes . terreno donde sea fácil enterrar un recipient e, una botella, por
ejemplo.
ercicio n ° 4
a vez, un objeto en un lugar de la casa
en plena natural eza. En e! caso de la
ue al entrar en la estancia dond e esté el
nará. Una vez en el interior de la habi-
bre, podemos ir girando con un brazo
instrumento que lo permita), con la
e el instrumento se moverá, según se
dirección de la mano con la del obje- Ras treo co n la vista.
las dos varillas girando lentamente en
sus dos puntas indicarán la dirección . Se pued e localizar de varias maneras; recorriendo e! terreno o
utilizando, como en e! ejercicio n° 4, el brazo o e! instrumento como
ante na; también podemos emplear e! método de! doble circulo y,
rcicio n° 5 cuando hayamos localizado la dirección , avanzaremos hasta llegar al
objetivo.
os y pida a un colaborador que llene El sistema del doble circulo es susceptible de emplearse tanto
ua, o la sustancia que queram os detec- sobre el terreno como sobre un plano.
rabajo de campo, al acostumbrarnos a Una vez se sabe la dirección , se puede averiguar la distancia a la
determinad o tipo de objetivo, además que se encuentra e! objetivo:
dónd e está, sino si realmente está. Esto ¿A menos de lOO metros?
squeda de aguas, ya que cuando llega- • ¿De l kilómetro?
s si existe agua subterránea, o si hay • ¿De l O?
ra comenzar recomiendo que sólo se • l. ....1
n estar separados para permitir el des- Hasta qu e e! instrum ento reacciona. Si se ope ra sobre plano,
nt rodu zca en su esquema mental que , o las dista ncias so n mu y grandes , se pued e seguir en él la direc-
nt e que contenga agua, su instrumen- ción que hemos logrado co n el sistema del dob le circulo , hasta
de preguntar desde un principio si en llegar al punto en qu e el instrumento reaccione, tal como habla-
iene agua, con lo cual, en caso de no mos aco rda do .
2n
lA EOUí .ACION RA01ESTI:SICA
ten er en cuenta que no todas las pe rsonas tien en la misma facilidad
para conce nt rarse ante un mism o tip o de trabajo. A algun os, las caro
las les parecerán un ejercicio ban al, y preferirán otros. Uno s encucn-
tran con facilidad personas desap arecidas; otros, vias d e agua, pu es
u
su atención se encuent ra atraída po r determinado tipo de objetivos .
Lo mej or será cent rarse en aqu ellos qu e susciten mayor inte rés y
motivación .
A cont in uación expond r é algunos d e los ámbitos en los q ue se
pu ed e aplicar la rad íestesia, ten iendo en cue nta que sus posibilid a-
d es son tantas como objetivos existen : no hay campo do nde el cono-
,-, " ! i , q cimiento humano no pu eda pe netrar .
3 4 51
a la dirección del objetivo y mediante una
con exactitud su situación.
entes pod rta realizarse pon ien do d ife-
a un o de ellos, e intentando de terrni-
poner sus tancias similares, e intentar
n a de ellas o las características indivi-
n a mayor capacidad de con cent ración
pued e presentarse alguna d ificultad ,
tos en ejercicios men os complejos, es
de complejid ad . Ésla viene determina-
a de concent ración, y el tiempo qu e
o por la diversidad de objetivos qu e
su orientación. Esto supone u n esfuer-
ierta confusión y fatiga, si el operador
misma co ncent ración en cada un o de
cesario. Por ello hay que actua r con
ercicios para practicar, tanto con ins-
o es mejor d ejar las siguie ntes pautas
e la imaginación e invent iva de cada
dos d el libro se proporcionan otras
s en lemas más especifica s, hay q ue
279
DISTINTOS CAMPOS DE APLICACIÓN
RADI ESn SIA y SALUD
Aplicaciones terapéuticas
La aplicación de la radiestesia en el campo de la salud es un tema
controveni do , y siempre envuelto en polémicas. En este ámbito es
dond e la radiestesia es más vilipendiada por la inte rpretación causal
que ofrece la ciencia en la actualidad sobre la salud y la enfermedad ,
amén de los intereses económicos y sociales que se mueven a su
alrededor. La medicina ha cosechado notables éxitos en muchas par-
celas, pero ha dividido al ser hum ano en especialidades, olvidándo-
se de la globalidad , del conju nto armónico que formamos. y de la
relación e interacción de cualquier fracción de la persona con su
totalidad.
Hoy parece normal padecer algún trastorn o o enfermedad; esto
se ha convenido en algo habitual, cuando lo natural es estar sanos,
y lo anormal estar enfermos O con malestar. La medicina y otros fac-
lores básicamente socioeconómicos, han conseguido elevar la media
de vida en Occidente, donde se ha logrado una sociedad más lon-
geva, pero también una sociedad más enferma y conformista, La
radiestesia puede ser una vta que abra nuevas puenas a la medicina,
y más concretamente a la salud , ámbito en el cual puede intervenir
como diagnóstico, interpretando dónd e está el desequilibrio o la
enfermedad , y en la elección de la mejor terapia. La técnica radies-
t ésica de detección de tumores, lesiones o anomalias puede ser de
gran ayuda en medicina, pues es factible efectuar un diagnóstico
incluso antes de que aparezca en una radiografía o con otra técnica
convencional. El radiestesísta médico puede averiguar trastornos
sutiles y enfermedades potenciales, o en proceso de formación , que
los métodos convencionales de diagnóstico no pueden todavía
detectar.
El cerebro y el cuerpo se comunican por medio de señales elec-
troqu ímicas: el radíestesísta puede reconocer una pen urbación de
283
D ISTINTOS CAMPOS DE APlICAC¡ON
a posibilidad de padecer una enferme- por la ingesta o inhalación de productos tóxicos, por cienos aconte-
cuenta qu e la radiestesía precisa de una cimientos o actitudes personales, etcétera. El diagnóstico médico
del practicant e, antes de realizar pres- puede enfocarse hacia las causas sintomáticas evidentes, o en direc-
que puedan implicar una responsabili- ción de las causas primarias; en ambos casos, tanto el diagnóstico
más si cabe en un terreno como el de la como el tratamiento difieren, puesto que un enfoque trata e! cuerpo
go la salud y la vida. Es por esto que f1sico y e! otro aspectos más sutiles.
áxima prudencia, evitando entrar en el Otra de sus posibilidades más relevantes es su versatilidad, pues
ulan en todos los ámbitos, y más donde es factible realizar un diagnóstico con la persona presente o ausen-
tes inexistentes, como es e! caso de la te. Es más. reitero que posibilita un diagnóstico anticipado a la
ocimiento popular. Muchos operadores manifestación orgánica. sirviendo asl de soporte a la medicina pre-
no existe (en su afán de lucimiento y ventiva en sus aspectos más avanzados; operando sobre los matices
entes en su imaginación); esto es muy más sutiles de! desequilibro originario de una futura patología. Del
ealizar un diagnóstico erróneo puede mismo modo. la radiestesia aport a la comprensión de la interacción
a los afectados que puede conllevarles de factores que provocan la en fermedad. y ayuda a discernir si exis-
! agravante , de que, sugestionados por ten causas medioambientales desencadenant es, como es el caso de
pueden incluso llegar a desarrollarla. contaminación atmosférica. alteraciones geoftsícas o contaminación
un gran aliado para e! terapeuta que electromagnética (véase El lugar y la vida).
s de una educació n restrictiva, aunque Hay que recordar que en la actualidad la ley delimita qu ién
como en otros muchos, se int roducen puede diagnosticar o establecer terapias. y sólo aquéllos titulados a
dulo o varilla en la mano - pero sin la través de los medios oficiales están capacitados por la ley para ejer-
uados-, desvirtúan la ciencia radiest é- cer como terapeutas. El rad íestesista que no ostente titulación méd i-
s de estafar la buena voluntad de quie- ca sólo pued e, legalmente. colaborar con e! médico para confirmar
ca de ayuda, logran que la delicada y o desmentir su diagnóstico. Hay que evitar que le suceda como a
los radiestesistas se tambalee. He otros eminentes radiestesistas, e incluso médicos que han tratado a
ya que el carácter rigurosamente cien- sus pacientes con terapias no incluidas en los vademecums oficiales
us aplicaciones, me lleva a colocarla en que. a pesar de sus grandes logros. fueron denun ciados. atacados e
L1 radiestesia es e! resultado de una incluso ridiculizados por parte de los estamentos médicos tradicio-
ero en cuanto a sus distintas áreas de nales.
étera, se pued e considerar una ciencia • Este tribu nal no pone ninguna objeción a que usted cure a la
gente, sino a que la trate.• Esta frase fue dicha por e! juez de un o de
adiestesia con respecto a las modernas los muchos pleitos que la Asociación de Médicos francesa interpuso
encional (radiograflas, gammagraflas, al padre j ean juríon, anteriormente citado. jurion aplicó la radieste-
gresividad y sus efectos secunda rios. sia médica con gran acierto, tal como atestiguan los más de 30.000
a causa o el origen; si se debe a facto- pacientes que recurrieron a él durante más de 25 años; su prob lema
motivada por una mala alimentación , radicaba en que ejerció, ayudando y cura ndo a la gente, sin titula-
285
D ISTINTOS CAMPOS DE APLICACiÓN
ólogo de su lib ro escrib ió: . AsI me con- El proceso es el mism o que en cualquier actividad radi estésíca,
e atiende a los en fermos sin hallarse en lo úni co qu e-varía es el modo operativo y la esce nografía. Hay
o comete un del ito q ue pued e llevarlo a diversas form as operativas , una de las más us uales se basa en
elda en com pañia de un estafador, un d esplazar el instru mento cerca del orga nismo sobre el qu e se rea-
ás de 2.000 páginas qu e escri bió so bre liza la prueba, hasta que reaccione , al localizar la parte u órgano
p ias más adec uadas que aplicó a cada en ferm o. Tam bién se puede utilizar la mano libre, con uno de
rad iestesia, harían so nroja r a más de un sus ded os situado a pocos centímetros del pacient e, mientras
en cuenta esta posibilidad de d iagn ós- recorre el cuerp o , de la misma forma que antes lo hadamos con
e haber denigra do a gentes que , como el brazo-ant ena para buscar un obje tivo a distan cia. Apuntar con
dez y con result ad os aso mbro sos para el dedo Indice de la mano libre a dist intas zonas y órganos , o
de la radi estesia. recor rer el organismo con lentitud, exp resando:
ne ral, necesita d e un a cierta formación • Tengo la inten ción de saber la en fermedad qu e padece esta
a r, y más si cabe en radíestesía médica, persona , si es que tiene alguna.
gánicas a veces son de di ílcíl interpre- Para compro barlo p reguntam os:
médico . Por esto , sólo recom endaré el • ¿Está en fe rmo ?
medicina a aqu ellos que conozca n de • Si es asl qu e el pénd ulo gire de izqu ierd a a derecha.
mo humano y sus suti les man ifestacio- Por supuesto , pued e ser otro instrume nto y otro movimient o ,
s deb idos al descon ocim ient o , o rigina- pero el pén d ulo y este giro son los más habituales en este tipo de
ción , evitando al pro pio operador ries- estud ios. Este método puede servir como diagnóstico prelim inar,
ivados de ope rar en terrenos donde se pe ro, como veremos, para definir la en ferme dad , su causa y su
n genera rle tension es y, a la larga, inci- tratamiento , así como el órgano o sistema en fermo, habrá qu e ser
o. lo más im portant e es adquirir, de más especificas.
xpe riencia radiestésica que nos da rá el
r en cada tipo de objetivo, y de los ele- Cuando el pacient e esté ause nte pu eden usarse vinculas, que ayu-
hay que rodea rse. Tod o ello será más den a cent rar y a selecciona r el obje tivo en la mente del operador:
éxito en casi cualq uier tip o de acció n objetos persona les, fotograflas, firma, hu mores, etcétera. Claro está
que, tal como hem os ido viendo , es posible trab ajar sin estos ele-
tomía humana, de la fisiologla y pato- ment os definitorios del objetivo , au nq ue su utilidad parte de la con-
d iestesista médico , así como el de las fianza qu e apo rtan a ciertos ope radores mediant e la autosugestión ,
me nticias. Sin em bargo , la información producida al pensar que estos elementos le ayu dan a sintonizar ftsi-
al ma rgen del estud io rad íest ésico ; la camente con el paciente . Su puesto que se ad viene falso, pero muchas
tral, au nq ue luego se con fronte n los veces necesa rio, cuando no se es capaz de orientar y concent rar la
ésíco con la expe riencia clínlca. Reali- ment e sin estas ayudas sugestivas. Aunque, sin duda, d eterminad os
gar el aná lisis rad iestésíco , cotejándo - da tos de la perso na son necesarios , para distingu irlo del resto : nom-
a méd ica. bre , características, etcétera, que nos perm itan concent ramos en ella.
287
DISTINTOS CAMPOS DE APLICACiÓN
atamient o más adec uado para tal per - se actúa de igual forma que para otro tipo de obje tivos: se puede
mant ener el instrument o en una de las manos, dirigiendo el dedo
ent o del instrument o: índice de la mano libre hacia distintas zonas del organismo y luego
u e el instrument o adquiera tal movi - hacia los produ ctos terapéuticos. Es conveniente que exista una
separación suficiente ent re un remed io y otro, para poder distin-
guirlo con claridad y concentrarse en él, con exclusión del resto.
inado el tratamient o, nos cent raremos, Tambi én se pueden estudiar de uno en uno sin tener los demás a la
rodu cto: si son plant as podemos actuar vista. Aunque lo más eficaz suele ser mantener contacto directo con
car de una en una; después la dosis, la el remedio, es decir, tocánd olo o asiéndo lo con la ma no libre.
ntidad por to ma y las veces diarias, el
m ient o, etcétera. Otra modalidad es desp lazarse ent re la sustancia y el paciente o
su Iotografta. muestra de hum ores, obje to personal, etcétera;
ealiza la expresión de la intención de ent onces, el operado r, al atravesar la linea imaginaria ent re
quello qu e se quiere conoce r, po r eje m- ambos , con el código pertinente. espera la reacción del instru -
mento :
aber, o de ser consciente del tiempo de • Tengo la intención de saber si la mues tra X es la adecuada para
to. el tratamiento del señor X.
nt a general: • Si es asl, cuando atraviese la linea ent re la muestra y la fOIO-
ecesario? grafia de X, que las varillas se cierren .
o, la pregunta especi fica, teniendo en Otra posibilidad es que el paciente coja en su mano el supuesto
de tiempo debe preguntarse de forma remedio :
• Tengo la intención de saber si la muestra X qu e sujeta en su
mano el seño r X es la adecuada para su tratam ient o.
• Si es asl, que las varillas se cierren .
Claro está, tod o ello con el proceso radíestésíco pertinente; si se
produce la reacción esperada, según el convenio ment al estable-
cido, habrem os dado con el remedio adecuado.
portancía de realizar un seguimiento de El tema de la salud en relación con la mdiestesln 110 "" dl rll~" '"11
a modificar la dosificación e incluso el só lo al diagnóstico y tratamiento de otras p,,' rslll1w''; 11II1I IlIhllltl
Por tanto, después de valorar el estado puede det erminar, mediante su uso , si un alil1ll'l1 to It' ''', 1,1\',,1111.'" o
cala, se pueden utilizar distintos reme- no, y en qu é medida. Del mismo modo P'U'IIt' ..ulthn u '" 111 \'1'1"110"
epresentarlos mentalmente; asl se com- geuco o las carencias de detcrmlnado-, prh ll'II'it1" 111 ).'..\1111 11.. \'11111111
mayor medida la vitalidad de la perso- nas, oligoelementos, etcétera. COI1 Ul1a tahla eh- lo, d' .tl '"". r-lr
o, o elegir los remedios más ap ropiados, me mos podemos comprobar c: u",!,,'!'> ~1I 1 1 dc.'lIdlilrloo, ('III'loIJ',illlblllll ,
291
DISTINTOS CAMPOS DE APLICACIÓN
o necesarios para recuperar el equilibrio plantar. Un lugar geofísicamente alterado es desfavorable para cieno
o los alimentos necesarios o mediante tipo de cultivos. aunque para otros es beneficioso. La naturaleza per-
emás. claro está. de averiguar las causas mite la selección natural de las distintas semillas en un determinado
as. Este apa rtado terapéutico se puede tipo de terreno. evolucionando aquellas especies que son más aptas
y plantas. a sus condiciones geoftsicas, climáticas. etcétera.
Para mantener las propiedades de los vegetales es impo rtante
Agricultura conocer los mejores d ías para la siembra o para la plantación :
fase lunar. día o noche. asl como el momento más apropiado
a alimentación. son dos de las claves de para la cosecha o recolección. Las fechas más idóneas se pueden
ancia se revela cada vez con mayor niti- concretar usando un calendario e ir probando por meses. sema-
parte de los trastornos de nuestros d ías nas y días: también el uso del calendario lunar. usado de la
enticias que padecemos. así como a las misma forma. puede ser de gran utilidad:
comida y la bebida. Ante el cúmulo de • Tengo la intención de conoce r qué día es el más apropiado
ados, la radiestesia puede da rnos una para plantar. cosechar. etcétera.
mentos que nos conviene consumir en • ¿Es el día 15 de septiembre?
n. eliminando los que no nos convienen En este momento es más eficaz señalar con el dedo o dirigir la
una buena parte de los productos que vista hacia el calendario. o bien. pensar intensamente en esa
as de los establecimientos de alimenta- fecha. y continuamos con el proceso:
nes de comprobar todo lo que consumi- • Si es asl que el péndulo gire de izquierda a derecha.
tudiar y detallar una alimentación per-
estras características. durant e una etapa Otros aspectos que se pueden potenciar son la determinación de
limentarse de distinta forma cuando se las tierras más apropiadas para cada tipo de cultivo. la selección de
ectual que cuand o es flsica; también los abonos más indicados a cada caso. la detección y el diagnóstico
s diferentes épocas del año. En general, de las enfermedades de los vegetales. ast como su solución.
os alimentos menos manipulados y más
dicado a la salud incluiré unos breves UN MUNDO A NUESTRO S PIES
debido a la gran influencia que ésta tiene
o. en la salud . La aplicación de la radies- Una de las facetas de la radiestesia más usada a lo largo de la histo-
un amplio marco de posibilidades para ria es la localización de objetivos que se encuentran debajo de la
ar los resultados en sus cosechas. Cada superficie de la tierra. Yacimientos minerales. aguas subterráneas.
s características pan iculares. que hacen tesoros. la elección de los mejores lugares para vivir. han sido loca-
mejor en unos lugares que en otros. Por lizados por los zahoríes du rante milenios. El modo operativo en esa
del terreno y de la zona donde se van a gama de objetivos es bastante similar. aunque cada uno tenga unas
293
DI STINTOS CAMPOS DE APLICACIÓN
u e harán qu e la metodología y las pre- camas en un punto del terreno y determinamos la dirección hacia
las. Los ejercicios citados ant es servirán , d on de se encuent ra el lugar más favorable para perforar, segun
lipa de obje tivo para cada caso. No obs - vimos en el eje rcicio n° 4. A conti nuación nos desp lazam os hacia
las matizaciones opo n un as en cada un o otro pu nto y, desde allí, volvem os a trazar otra linea en la dirección
operativo. del objetivo. El punto do nde se cruza n ambas lineas indica el lugar
más adec uado . Este métod o se pued e realizar co n la radiestesia a
distancia, qu e se diferen cia de la telerrad ícstes ía en qu e, en este caso ,
a s u b te rrán ea estarnos en contacto visual con el ent orno d el pos ible obje tivo; este
método también lo podemos emplear sob re plan os.
a del agua potable está alcanza ndo colas Sobre el suelo de aguas subterr áneas qu e sigan el ciclo hidroló-
ar por su escasez en muchas regiones y, gico convencional, próximas a la su perficie, pero sin manifestación
nación. Buen número de empresas, coo- de agua superficial, existe una nora, asl como una fauna caracterís-
pan icu lares solicitan los servicios d e ricas, debido a sus d escargas evapc rativas. Estas zonas tienen un
hidró logo o un geólogo. Su decisión se gran valor paisaj ístico por la presen cia de árb oles Ireatofüicos y un
s: el porcentaje d e aciertos y las preten- extrao rd inario interés ecológico por la diversidad biológica que p ro-
y de otros . du cen . Esto mism o se ve más clara mente con un a vista aérea , d onde,
ca de la localización de aguas subterrá- en ocasio nes , es posible distinguir por dónde circula el agua su bte-
e ne ope rar, si fuera posible, en lugares rrán ea gracias a las d iferencias paísajísticas que produce a su paso.
stencia de pozos, aceq uias o corrientes Según esto, es posi ble prever, en determinadas circunstancias , por
dad, cauda l u otras caracte rtsticas, asl dónde circulan las aguas conociendo la nora y la fauna de una
en la que circula el agua; aunque estos región, lo cua l pu ede ser de ayuda a la hora de b uscarlas, so bre todo
spués de haber terminad o el trabajo cont rastándo lo con el result ad o radiest és íco.
de ellos hasta haber concluido . Del mismo mod o, sobre una corriente de agua subterránea , se
ntes de come nzar una prospe cción , es pued e formar un a humedad diferente de la del ent orno, creándose
posi bilidades de lograr aquello que se un a neblina imperceptible, insuficient e co mo para llamar la atención
y ene rgías en caso contrario. Si se inten- de forma consciente, pero qu e inconscientemente se percibe . En
para, más ade lante, llevar a cabo la per- aquello qu e el consciente debe poner gran atenc ión y esfuerzo, el in-
si es posible hacer aflorar agua de las consciente ya lo sabe . Pero esta información , ya sea consciente o
caso negauvo la búsqueda pierd e sen- inconsciente, debe ser revisada y seleccionada para que no induzca a
rado tiempo y posibles errores , pu es el errores de íruerpretació n, ya qu e un suceso de similares caracterís-
mu ch as ocasiones acaba marcando algo tieas pued e debe rse a distintas causas . Aunque estas peculiaridades
deseo de encontrar. del medio puedan servir para ratificar el resultado con posterioridad
ema de localización d el lugar más ade- al estudio radiest ésíco, en ocasiones pueden inducir a error, pu es,
de agua, ast como para localizar un inconscientemente, en un mom ento de máxima receptividad , como
miento idóneo de un ed ificio. Nos colo- cuando operamos en rad íestes ía, esta información pu ede pasar al
295
DISTINTOS CAMPOS DE APLICACiÓN
al operador. Hay que procurar inhibirse Un curioso método , empleado por Bouly y otros radiestesistas,
ior que pueda falsearel resultado, abstra- consiste en golpear con el tacón del zapato el suelo hasta que el
litando asl la labor radiest ésíca. nú mero de taconazos corresponda con la profundidad , entendiendo
didad a la cual se encuentra el agua pre- que cada golpe sea una cifra constante: un taconazo será un metro,
ra la mayorfa de los zahoríes. Es necesa- dos metros, etcétera, según se haya convenido . Un sistema bien sim-
ogla especifica, el correcto entrenamiento ple es contar los giros del péndulo o de la varilla para determinar la
cimiemos sobre geología, De esta forma, profundidad; de la misma forma, un giro corresponderá a cierto
s facilidad hacia el objetivo, al represen- núm ero de metros. Más sencillo todaví a es contar mentalmente,
en la mente, aunque para ello es preciso concentrarse en mayor medida .
Una vez hemos obtenido un resultado concreto, o sea, el lugar
idad a la que se halla la corriente, u otro más favorable para la pe rforación , el caudal, la profundidad o la cali-
ualquiera, podemos utilizar varios méto- dad , se puede y, de hecho , se debería hacer siempre que sea posible,
ocalizar el objetivo nos colocamos en el contrastar con la experiencia y observar los indicios que el enromo
realizar la perforación , y comenzamos a nos revela. De esta manera corroboramos el resultad o rad íest ésico.
la corriente. con el pensamiento de que En el caso del agua subterránea se puede verificar el resultado pre-
ará , tal como hemos convenido , cuando guntando por otros posibles pozos próximos, con los cuales poder
os y el pum a de la corriente que hemos comparar los resultados obtenidos . Ello no ind ica necesaríamente
a de la profundid ad a la que se encuen- que, en caso de no coincidir, por ejemplo, con la profund idad de los
pactar que la distancia recorrida sea la pozos de la zona, haya que rechazar la prospección , o bien que, si
la que queramos , para no tener que des- coincide, sea totalmeme segura; en este caso si que daría mayor con-
sos grandes distancias. fianza en que el resultad o es acertado.
En ocasiones hay agua en el subsuelo, pero está bajo determina -
das condiciones que le impid en ascender hasta la superficie , por lo
que se debería preguntar si se encuentra bajo presión y si es conve-
niente perforar en ese lugar, a pesar de encont rarse allí. Entre los
:~~~~~~: '_;_\;_"_-~_',:_'_;-'r- : l'"'''' diferentes pumas detectados con posibilidades de encontrar agua,
siempre habrá unos que serán más prop icios debido a sus caracte-
rfsticas particulares: menor pro fundidad , naturaleza del suelo más
favorable , etcétera. Se puede simplificar la prospección mediante los
" Di~ lanc i ll
Equivlllt' •. - .. • • had a abajo métodos de triangulación , dirección , etcétera, descritos antes, loca-
lizand o directamente el lugar más ventajoso,
Si buscamos un determinado lipa de aguas, por ejempl o, que
al
profundidad conocido como «la regla del
tenga un caudal minim o de mil litros por minuto y que además sea
potable , cualquier otro tipo de aguas será obviado, es decir, al pa-
sar por encima de ellas no debería haber reacción . Esto se debe a
297
D ISTINTOS CAMPOS DE APLlCACION
de la in tenci ón y la selección mental, Este an álisis se pu ede llevar a cabo una vez se ha extraído el agua,
bje tivo y rechaza mos lod os los qu e no o ant es de realizar la perforación, para tener una mayor seguridad de
s req ueridas, sin import ar la apa rente que este tipo de aguas es la que se pretende hacer aflorar. Hay que
el mism o mod o, si estamos intentando ad ven ir qu e son escasos los zahoríes que, en este ámb ito, mantienen
un a co rriente y se diera el caso de qu e un elevado tnd íce de aciertos , EsIO se debe en prime r lugar a su falta
n os profundidad , pero de diferent es de cred ulida d en esta posibilidad (debido a su desconocimiento en
da l, etc éte ra , de la qu e realm ent e qu e- el ámb ito donde actúa la rad iestesia) y a la d ificult ad de represen-
m os program ad o medi ant e la selección tarse mentalment e este tipo de obje tivo tan poco tan gible y de d íft-
dtest ésíca alguna . Serta sólo al llegar a cil descripci ón , aunq ue ello no es ób ice para qu e algunos rad ieste-
tuada la q ue buscamos cuand o el ins - sistas especia lmente dotad os y bien ad íestrados mant engan un a alta
m ient o aco rdado . Basándon os en ello eficiencia . En prin cipio, hasta no estar acos tumb rado a este tipo de
ado r realiza de forma co rrecta el pro- obje tivos, recomiendo limitarse a sabe r si es o no potable. Estas dos
y du rant e la bú squ eda propiamente alterna tivas tan dispares son de fácil represent ación mental, ya que
a de obje tivos sim ilares no influye en resulta más cohe rente imaginarse unas aguas potables e incluso a
un o mism o bebiendo de ellas.
ada al co nsumo públi co presen ta gra-
radiestesía pode mos averiguar su cali- Una vez tenernos clara la imagen ment al del obje tivo pode mos
obar el grado de ace ptación de cada pasar a la expresión de la intenci ón:
lladas, de las qu e existe una gran varie- • Tengo la intención de conocer si el agua que se halla en el
no suelen por tar sustancias tóxicas, su subsuelo bajo mis pies es potable,
end íendo de su proceden cia- puede Comprobando que solamente exista una corriente de agua en la
ra algunas perso nas . misma vertical o seleccionando un a de ellas y, a cont inuació n , la
bterráneas, pa ra co mpro ba r su grado pregunta:
es cada d ía de mayo r imponancia , • ¿Es potable?
rt ad oras de susta ncias t óxicas pro ce- En caso afirmativo el péndu lo girará, tal como se habla conveni-
pesticidas, sales, etc étera, as í co mo do con ante rioridad , o la varilla se elevará, o las varillas en L se
so breexplotado los acuíferos. Co mo cerra rán.
l e saber sus características y propie- Si el ope rado r q uiere sabe r la dir ección en qu e circula el agua,
ácido carbó nico , calcio o cualq uier sólo tien e que realizar la pregunta y el acuerdo ment al perti -
o sus pens ión . En fun ción de ello se nentes:
met ros que diferen cian un agua pota - • ¿Es ésta la dirección hacia do nde circula el agua?
el agua define si ésta es ácida, básica
de forma selectiva hasta co nc reta r el Para facilitar la orie ntació n de la ment e hacia un de term inado
ede sabe r si es calcá rea , si contie ne objetivo. es conveniente practicar con elementos igualeso similares
a los que se pretende localizar. Hemos visto en el ejercicio n° 5 cómo
299
D ISTINTOS CAMPOS DE APLICACIÓN
gua. Para empezar se pued en co locar obje tivo, restringien do las posibilida des de erro r al saber co n exac-
do uno de ellos con liquido y dejando titu d lo qu e se busca .
iciente entre ambos co mo para poder Norm almente se estudia e! terreno desplazándose po r él varilla en
ent re ellos. mano; también es posible realizar la prospección desde un vehículo,
menta r la dificultad utilizando varios cuando el área que se debe estudiar es grande; sentados cómod a-
caso, un colaborado r introducirá sal u mente pod emos observar las reacciones radiest ésicas po r los distintos
se pu edan encontra r en las aguas sub- lugares, comprobando cómo, al llegar a la zona dond e está el objeti-
bien en ningun o; de esta manera se vo, e! instrum ento reacciona tal como estaba pactado. En otros casos,
cación mental del obje tivo para des- se ope ra desde e! aire, en un avión; este método se emplea sobre tod o
ste ejerc icio, y otros similares, permi- para descubrir yacimientos min erales y petrolíferos. En estos casos
m inación ante cualquier tipo de obje- un ayud ant e va marcando en un plano las reacciones radíestésícas,
según se pasa por las distintas zonas. En prospecciones minerales
tambi én se suele trabajar directamente sobre plano .
de practicar calculando e! tiempo de En la búsqueda de yacimie ntos es important e defini r e! tipo de
ería o manguera donde sea factib le min eral, asl co mo la cantidad mlnima por kilogramo o tone lada
dad veni da a un conte nedo r, balsa, q ue se preten de localizar, ya qu e normalm ent e se hallan combina-
d de tiem po de term inada : 1 minuto, dos con otras mate rias. Este modo ope rativo restrin ge, en gran
precaución de q ue e! agua no se des- med ida, la búsqueda, y facilita la selección ment al de! obje tivo.
icio radiest ésico. El cau dal de un a Aunque , co mo dec ía, la pro spección de yacimientos minerales
alcula r en litros o en metros cúbicos, tien e las mismas cara ctert sticas qu e la de aguas subterráneas, a
en iend o en cue nta las equivalencias veces es d ificil para alguien no versado en las estruc tu ras geo lógi-
cas y la naturaleza de los minerales, represe ntárselos me nt alm en-
te. Por este mo tivo, ade más de un as nocion es sobre min eralogía,
qu e pu ed an ind icarle las posibles variant es con que se puede
ón geológica encontrar, durante la pro spección , en cuanto al espes or o la pro-
fundidad más habitual de un yacimiento, es impo rtant e ten er un a
dad o q ue para la prosp ección de mu estra de aquello q ue se va a bu scar. Esto es necesario cuando
ología se rá la mism a q ue ap licamos sea un obje tivo desco nocid o o poco habitual para el o perado r,
erráneas, pero adaptan do las pre- pero un a vez asu me con nitidez q ué es lo q ue bu sca, pu ed e
uesto q ue, en e! caso de los yaci- co menza r e! trabajo radíest ésico con o sin la muestra . Durant e la
centaje de material determi nan la búsqued a se pu ede emplear la muest ra como testigo para reiterar
ce r la co mposición y cuant ificarla. la represent ación mental, o puede no ser necesari o, dependien do
ciertos co noci mientos de geología de la capac ida d para imagin ar e! obje tivo.
logla , si se qu iere trabajar co n una Armand Viré, doctor en ciencia s y experto geó logo, nos incita
d o menta lmente y con cla ridad el a un ir la geología co n la radiestesia para mejo rar sus resultados:
301
DISTINTOS CAMPOS DE APUCACIÓN
observación con un alto grado de per-
os, se puede predecir la existencia de
el interior de estratos geológicos per-
ocer si ese agua brotará o no por si sola
ineralizada. Yo mism o, antes de cono-
esistas, he sido capaz de identi ficar la
eas por medios exclusivamente geoló-
mbargo, cuand o se trata de determinar
ión precisa de esas aguas subterráneas
y filones metálicos en ciertos terrenos
reos-, el geólogo está ciego. Es justa-
ia puede aportar algo a la ciencia geo-
z de descubrir si hay realmente fuen -
icas en una zona dada, de determinar
su amplitud y extensión y, hasta cier-
didad. Resulta, pues, pueril e injusto
métodos. En vez de anda r constante-
cando uno s de otros, a los geólogos y Deterioro generalizado: fatiga, trastornos del sueño , estrés, irritabilidad,
unir sus esfuerzos». depresión y, finalmente, en este caso cáncer de estómago.
A diferencia de la localización de aguas para consumo, en este
obiología caso no es necesario conocer los mismos datos: cantidad , calidad ,
profundidad, etc étera, aunque alguno , como por supuesto la exacta
as que han habitado nuestro planeta localización , si que es importante para situar los lugares de estancia
neas, fracturas geológicas y cualquier prolongada (camas, puesto de trabajo o estudio...) fuera de las zonas
odifique los valores de la radiación geofisicas alterad as. La búsqueda de aguas subterráneas en campo
un riesgo para la salud. Tras años de abierto permiti rá familiarizarse con ellas, y ha rá más fácil su poste-
oborado los resultados de otros inves- rior localización en el interior de los edificios. En estos casos se pue-
espués de un determinado tiem po de den recorrer las diferentes estancias hasta que los instrumentos reac-
apacidad de respuesta inmunológica cionen ante la presencia de la alteración geoftsica, bien sea agua
dad de la modificación de los valores subterrá nea, fractura geológica o cualquier elemento geofísico. Hay
adiación de microond as, etcétera), la que buscar las riberas de la alteración , así como por dónd e entra y
as y enfermedades de graves conse- sale de la vivienda, para determinar toda su configuración , que se
mente (Véase Geobiologia: medicina del podrá dibuj ar sobre un plano para conocer su exacta situación , y
adoptar las medid as oportunas.
303
D ISTINTOS CAMPOS DE APLICACiÓN
ación exacta de una corriente de agua, En un terreno se puede buscar, siguiendo sus límites, el lugar por
cualquier estructura subterránea - tal donde entra y por donde sale una corriente, si la hay. Se marcan las
gía, campo que trataremos a continua- riberas de la corriente en su puma de entrada; bordeando el terre-
ado no pocos éxitos mediante radies- no, buscamos el otro punt o por donde sale, y hacemos lo mismo.
con el esquema mental adecuado y Con ello tenemos localizada la corriente y el lugar aproximado por
t o de contacto que se obtenga con la donde transcurre, aunque no hay que olvidar que puede haber
El pu nto B será el que marcaremos al varias alteraciones en el mismo terreno. Para determ inar su posición
ver a entra r en la misma un poco más exacta podemos utilizar el merado amerior.
punto B, marcaremos el lugar con otra Aunqu e en principio cualquier alteración geoftsíca es perjudi-
la parte opuesta y asl sucesivamente. cial, y hay que salir de su área de influencia, podemos cuantificar el
A y todos los pu ntos B tendremos los nivel de riesgo con una escala de med ición. Esta escala 'podemos
Este sistema de localización y delimi- realizarla según nu estra propia concepción, o utilizar alguna de las
utilizarse igualmente para cavernas, ya existentes, ya que cualquiera es válida siempre que sea emp lea-
minas, y es operativo tanto sobre el da e interpretada de modo correcto. En el caso de una prospección
geobiologica, pod rtamos realizar el siguiente código: cuando loca-
lJr
licemos una alterací ón telúr ica, las varillas en L se cerrarán; inclu-
so se puede insertar en el esquema mental un doble código, aña-
{ \ )J~ - ~"7 diendo que el grado de cierre o giros servirá pam cuantificar la
intensidad de la alteración con respecto a su nocividad . Aunq ue las
\,-t ;; varillas en L son el instrumento radiesrésico más empleado en geo-
biología. se puede emplear cualquier otro, como el péndulo. En
este caso habría que contar el núm ero de giros según el código esta-
blecido y, depend iendo de la cantidad de giros, valorar lo que se
pretenda saber. Pero si queremos calibrar la intensidad de la altera-
ción con mayor exactitud , podemos usar las escalas ya comentadas
del O al lO, la del O al 100 o la que creamos más conveniente. Una
escala de medición tambi én nos puede servir para elegir los colores
más apropiados pam cada persona (vestido, vivienda, etc étera)
según sus circunstancias y carácter, en cada momento depend ien-
do del tipo de actividad , en cada ambiente: trabajo , comedo r, dor-
u
ción de estructuras subterráneas: aguas.
icos. etcétera.