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Estoy enamorada de alguien que deseo conozcas

Estoy enamorada de la persona más extraordinaria de este mundo. Y cómo no iba a estarlo, pues desde el
primer momento no ha dejado tranquilos mi mente y mi corazón. Me ha hecho adicta suyo; ya no puedo
vivir sin su presencia. Sólo mencionar su nombre hace saltar un resorte interior capaz de lanzarme a
empresas e ideales inimaginables. Le encuentro en todo lo que veo y siento. Cualquier dificultad se me
hace pequeña comparada con lo que él me da. Es mi fuerza, mi sostén, mi aliento, mi todo.

Estoy enamorada de la persona más bella de este mundo y cómo no iba a estarlo. Es imposible ver su rostro
y no quedarse paralizado: transmite paz, serenidad, consuelo. ¡Sus ojos! He descubierto en ellos la chispa
divina, y el verdadero amor, pero también he podido sorprenderlos humedecidos ante la tristeza, el dolor,
la pobreza extrema; a través de ellos he aprendido a ver todo de modo diferente. Al mismo tiempo, esos
ojos se me han clavado en el alma y una sola mirada suya basta para recorrer todo mi interior: ante ellos
estoy hermosamente indefensa. En sus manos he tocado el cielo y cada caricia que me da, aunque a veces
pueda parecer que es innecesaria o dolorosa, me transmite la pasión y amor que tiene por mí. En fin, toda
su persona me atrapa me enamora, de sus labios he escuchado sólo palabras eternas; siguiendo sus pies, he
caminado por un sendero de felicidad y cada mañana siento su susurro de cariño, dándome fortaleza.

¡Cómo no voy a estar enamorada de alguien que es la persona más amante de este mundo! Su amor es total,
intenso, polarizador, destructor a su vez. Es capaz de darme todo lo que tiene, incluso su propia vida. Se ha
humillado por mi amor, soy testigo de ello, y no le ha importado nada lo que los demás digan. Me ha
abierto su corazón de par en par y me lo ofrece a manos llenas. Y, lo que es más importante, me ha
enseñado a amar: un amor que es donación y entrega al otro con hechos, que pasa muchas
veces por el sufrimiento, que pretende servir y dar su vida por el otro; un amor, en definitiva, que no ve
final. Yo antes sólo sabía querer lo efímero: ése que es sólo el placer fugaz de un instante, la búsqueda del
gozo, la ambición de una vida sin sufrimiento; y en contraposición a la eternidad de su amor, mi querer se
acababa tras el primer obstáculo.

Estoy enamorada de la persona más fiel de este mundo. Nunca abandona, aunque en ocasiones no se deje
ver; siempre aparece en el momento preciso y más necesario. Conociendo su historia, cada paso dado está
meticulosamente pensado para manifestarme amor; es un genio. Y cuando he sido infiel porque, tonta de
mí, lo he sido, ha ido en mi búsqueda y me devuelve a sus brazos, me ha vuelto a seducir y no se ha cansado
hasta lograr tenerme de nuevo a su lado. ¡No soy digna de este amor! Tras cada traición, cuando he vuelto,
siempre me ha perdonado, sin importarle lo que haya podido hacer o la intensidad de mi infamia. Es la
única persona que me consta que jamás me va a traicionar: estará conmigo ahora y hasta mi vejez. Más aún,
cuando llegue mi muerte y con el tiempo hasta mis seres queridos me olviden y se marchen, ahí estará:
abrazándome en la eternidad, y amándome más, seguirá abrazando a mí, como guardián eterno de un
amor indestructible, que empezado aquí en la tierra.

¡Cómo no enamorarme de alguien así y cómo quisiera que todo el mundo le conociese!! Bastaría mirarlo
ahí, clavado en la cruz por amor a mí y abriéndome su Corazón. Porque esta persona tan extraordinaria,
bella, amante y fiel no es otra que Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, que murió por mí, que fue
escupido, clavado en el madero, muerto y resucitado para mendigar algunas migajas de mi amor. Jamás
alguien podrá encontrar otro igual, pues sólo Él puede dar plenitud y sentido a la vida aquí y en la
eternidad: sólo su amor llena el alma, y llenara la tuya.

Estoy enamorada de esta Persona y mi anhelo es que también cautive tu corazón! Que hoy también te llama
a ti a compartir ese amor y que le conozcas, lo vivas y lo compartas con los demás, abriendo tus manos en
amor al necesitado…

Atentamente: Quien un día también fue mallada a ser las manos de Cristo

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