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1. Enajenación de la Ciudad
En todas las demás naciones
latinoamericanas, en las cuales el nivel de
primacía es tan alto que casi una sola ciudad
"Arquiíecto, Profesor asot-Ladodela Universidad
Nacional, Director del CenlroIIABFTATde la Faculad "Esle Iexto lince parte de unn reflexión nías amplia que se
de Arles. Bogotá. ndclanlncnlaPuiHlai-itín l'^niNarional por Colombia.
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logra concentrar la más significativa cantidad cultural que singulariza la relación con el
de habitantes de cada una de ellas, la capital (o espacio: la ciudad es introycctada como una en-
a lo simio otra U otras dos) logra concitar el tidad espacial determinante y se asume con
interés y la consideración de los ciudadanos, es- todas sus consecuencias. Lo mismo ocurre con
tableciendo así una relación tan estrecha que Rfo de Janeiro o con México D.F. para citar
hacia afuera se proyecta una gran identidad solo los casos más protuberantes.
nacional con los mayores centros urbanos.
En Colombia, en cambio, este sentimienloj/
El orgullo argentino con Buenas Aires, o el se diluye tremendamente. En el contexto inter-
de los mexicanos con México D.F., o el de nacional, en el sentido que venimos hablan-
los venezolanos con Caracas son prover- do, Bogotá no proyecta de ninguna manera esa
biales. Los Brasileños se identifican con Río de capacidad de aglutinación identifica! oría
Janeiro, Sao Paulo, Bahía y aún con la reciente nacional que sí presentan las otras grandes capi-
y discutida Brasilia. Lima centra la euforia tales latinoamericanas^/ y hacia adentro el sen-
cíe los peruanos y en el Ecuador la aparente tido de pertenencia territorial se distribuye a
disputa entre Quito y Guayaquil es una muestra todo lo ancho y a todo lo largo del territorio en
clara del cariño por "su" ciudad. Lo mismo el sin número de centros urbanos con que cuen-
puede decirse de Santiago y Valparaíso en ta el pais.^/
Chile.
Esta incapacidad de la capital para generar
En Centro América, la "ciudad de las colum- y condensar las tendencias identifica tortas
nas", como le cantara Carpentier a la Habana, nacionales, para sublimarlas, se constata in-
sigue siendo de alguna manera Cuba (como lo cluso en la manera como se vive la relación con
muestra los "Tres Tristes Tigres" y aún más "La la propia ciudad en el interior de ella.
Habana para un infante difunto" de Cabrera In-
Los mismos bogotanos, que en gran número
fante). Igualmente San José es lo máximo para
no son de Bogotá, viven en colonias que se
los "ticos" y San Salvador, Managua,
caracterizan por mantener viva la ligazón con
Guatemala, Tegucigalpa y Ciudad de
Panamá siempre identificarán a sus respectivos las regiones cuya ascendencia pesa tremenda-
mente en el diseño de las formas de compor-
países.
tamiento ciudadano. Quienes se precian de ser
Esas ciudades tienen los mismos problemas bogotanos!)/ to hacen más por establecer una
físicos y materiales qtic presentan las colom- diferenciación obsesiva con la provincia (a
bianas!/ y sus diferencias, si acaso, sólo se es- veces incluso en términos de clase) que por un
tablecen en términos de la cantidad o extensión efecto de afirmación en su entorno ciudadano;
que en cada una de citas presentan esas entre otras cosas porque se sienten más ligados
deficiencias. Y sin embargo lo que resalta, en (especialmente en los estratos altos) con las
relación con lo que acabamos de plantear, es grandes capitales del mundo (como paradigmas
la capacidad que tienen de identificar a sus culturales) que con la antiguamente llamada
ciudadanos: generan sentimientos de pertenen- Atenas Suramcricana.7/
cia tan grandes que llevan a sus habitantes a
Esta falta de reconocimiento identifica torio
considerarse ciudadanos de su ciudad país.
con la más importante ciudad tendría que com-
Podríamos decir que en este sentido la probarse mediante investigaciones de las cien-
mayoría de los países latinoamericanos no cias sociales, que aún desafortunadamente
tienen sino una sola ciudad, pero tienen ciudad; no se emprenden, pero una cantidad de per-
y la ven como su espacio representativo. In- cepciones muestran que no es demasiado ar-
cluso, cuando se oye decir, en una extrapolación riesgado aventurarse a afirmar que existe.
no excenta de exageración, que Argentina es Además tales indagaciones seguramente
Buenos Aires, se percibe que en esa expresión mostrarían que en esa falta de identidad in-
hay un reconocí míenlo no sólo espacial sino so- fluyen la carencia de "espíritu nacional isla" que
cial; hay una corroboración geográfica y ha caracterizado a los colombianos, especial-
política. Es decir, existe toda una percepción mente durante el último slglo§/ y por supuesto
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(como elemento que explicarla en parte lo sobre la ciudad se desarrolla en este país, no se
anterior) la persistencia que en el desarrollo muestra únicamente en esa carencia de espíritu
nacional ha tenido el llamado regionalismo que, identifícalo rio con la más importante ciudad de
como se sabe, más que geográfico ha dejado Colombia y sin duda una de las más importan-
scnlir su peso cu el lado de la polílica y de la tes del continente. Más relevante es la palpable
economía. Se constataría así que, más que con- carencia de una conciencia urbana que carac-
figurarse un contexto para la unificación teriza el devenir nacional. Podría decirse que
nacional, en términos ideológicos lo que se al lado de la urbanización lo que ha persistido
lia desarrollado es la profundización de la in- es la concepción pueblerina, cuando no
lolcrann.-i política c ideológica como raspo fun- rural, de las formas de ocupación de un espacio
damental y característico do la conciencia y del red ¡se ño de las alternativas de or-
colombiana. ganización social nuevos y urbanos que,
obligado por su desarrollo económico, el país
Se mostrarían, finalmente, las bases sobre las
ha tenido que fundarse y consolidar, a punto ya
que se monta una de las contradicciones más de finalizar el siglo XX.g/
significativas de la vida contemporánea del país
y que está en la base de su incomprensión No solo para evitar enfrascarnos en dis-
del fenómeno urbano y de su ignorancia sobre cusiones bizantinas, sino además, y sobre todo,
el hecho de la ciudad: a medida que el desar- para aclarar las cosas desde el principio,
rollo histórico ha ¡do creando el espacio cul- digamos que cuando planteamos esa reac-
turizador por excelencia: la ciudad, lo que ción a la ciudad, que caracterizaría nuestro
del otro lado se ha ido afianzando es una forma desarrollo en el siglo XX, no solo señalamos en
de comportamiento social que tiende a ignorar el sentido de dedir que, necesitándolas el país,
y violentar tal espacio, es decir, a quitarle su no se hayan construido ciudades. La evidencia
significado colectivo, con todas las consecuen- está por todas partes como para detenernos en
cias que en los órdenes sicológico, semejante simpleza. Lo decimos para designar
antropológico, social y político ello conlleva. un asunto más significativo y políticamente
mucho más grave: se ha construido el entor-
El cu estío na míenlo de esta circunstancia es
no urbuno tratando de evitar el hacer ciudad.
de una gran importancia pues el reconocimien-
Es decir, ha habido un simple erigir de
to de "el otro", la aceptación de la expresión
edificaciones y planes viales con el único
libre del interlocutor, cualquiera que sea,
pragmático interés de que sirvan como ámbito
abriría el camino al contexto civilizado de la
ordenador de la producción, tratando de sos-
controversia y la pluralidad que, entre otras
layar el concomitante espíritu ciudadano que el
cosas, es una condición sin la cual no puede ex-
desarrollo de la ciudad conlleva y que se ubica
istir el ámbito de la ciudad. La polis es por ex-
en la libertad política y en el enriquecimiento
celencia el espacio de la diferencia, de la diver-
y potenciación cultural.
gencia, del debate, de la variedad; allí radica su
riqueza y por ello es por lo que se convierte en En este sentido la cultura ciudadana con
la másgrtmdc construcción del hombre: al tener todo su bagaje libertario, enriquecedor, poten-
que construirse como resultado del devenir so- ciador y dinámico se ha tenido que ir forman-
cial, y para el mismo, convoca necesaria- do a contrapelo de la versión e imposición in-
mente la multitud de criterios que caracterizan stitucionales que pretenden reprimir el resul-
el ente colectivo. Por ello sirve de referente y tado idcocultural inevitable de un desarrollo
permite identificarse con ella. (urbano-industrial) como el de la ciudad.
2. La Desmembración de la Idea La represión que se ha ejercido sobre la
de Ciudad aparición de un pensamiento político y cultural
moderno (que interpretará, criticará y refor-
Pero la aporía que queremos señalar, y que mulara los planteamientos estructurales del
al principio de estas líneas indicábamos desarrollo de la ciudad) ha hecho que la
como el equívoco y atrasado concepto que urbe colombiana se haya tenido que debatir en
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[Rilan desde el estrado sólo permiten una hacer más casas, que liay que ampliar el
mirada desde fuera desde oirá parle: se extraña cubrimiento de los servicios públicos, etc.
así al ciudadano de la vivencia de su espacio.
La cuestión realmente es: ¿En qué se
b. Se desnaturaliza también en el sentido en diferencia la concepción histórica y política de
<|nc la constniccion y manejo del nuevo ámbito la ciudad colombiana que leuilría el Partido
que se llama ciudad, al no transformar las Liberal de la del Conservador, de la del Com-
referencias ideológicas y culturales (pues se unista, de las demás organizaciones políticas
mantienen y reeditan las ancestrales) deja in- incluidas aquellas que han escogido la línea
tacto el marco de acción de las estructuras militarista como preponderante de su qué
políticas de dominación. Así se continúa sos- hacer? ¿Cómo concibe cada partido la par-
layando cualquier posibilidad de participación, ticipación ciudadana en el diseño y disfrute del
escamoteando la presencia de la acciún direc- espacio cualificado de la vida de los
ta del ciudadano: este sigue siendo, en términos ciudadanos?. ¿Cuáles son las formas de gobier-
de lo que loca con las formas organizativas no de la ciudad que proponen como alternativa
políticas, campesino de la ciuda<JJ3/ cada uno de dichos organismos? ¿Que es la
ciudad del siglo XX y cual sería la del siglo XXI
No existe en el ideario de ninguno de tos par- para Colombia, de acuerdo con sus presupues-
tidos u organizaciones poli I ¡cas que se mueven tos programáticos y estratégicos? ¿Qué repre-
en Colombia, una concepción ni política, ni senta LA CIUDAD en términos políticos para
ideológica, ni filosófica que plantee una cada uno de estos matices en un "país de
reflexión sobre la eiudad y menos sobre la ciudades"? Todo ésto, más allá de que es en la
ciudad colombiana.14/ Por eso lian llegado ciudad donde viven los votantes. ¿Cómo se
TODOS muy rápidamente a un acuerdo que se diferencian esas agrupaciones políticas en
puede formular así: "Lo que este país necesita relación con la apropiación ciudadana del
es una reforma urbana". Lo demás son dis- espacio colectivo? ¿Cuál es la posición con-
cusiones sobre los términos y cifras de algunos troversia! sobre, por ejemplo, la definición de
de los que se formulan como considerados
las llamadas normas mínimas de planeación y
centrales que giran todos casi que exclusiva- sobre la calidad de la vida ciudadana? Esto es
mente alrededor de la propiedad sobre la tier- importante como cuestión pues las or-
ra y las formas de organizar las ganancias de su ganizaciones políticas son medios a través de
utilización. También por ello es por lo que la los cuales se pueden vehículizar sistemas de in-
reforma no se aprueba...pero tampoco se terpretación, es decir, de percepción de la tan-
desaprueba. Tal como están las cosas gibilidad del medio físico condición ador de
cualquiera de las dos salidas significaría el silen- la existencia.
cio (ola) de tales agrupaciones sobre el asun-
to de la ciudad. Silencio total en términos de 3. La Planificación de una Idea
definición estructural porque para la Negativa de Ciudad
demagogia, la forma ancestral de hacer política
en nuestro país, queda la explotación de aris- Ahora bien, lodo eslo puede parecer más o
tas dramáticas de lo que para ellos y para menos abstracto en lanío aparece como una
casi todo el mundo, aparece como la consideración que se mantiene en los niveles
problemática urbana: el desempleo, la es- de la superestructura ideológica y política. Se
casez de vivienda, la insuficiencia de los ser- podría decir incluso que permanece en el marco
vicios públicos, etc. Es decir, la discusión se de los intereses de los especialistas.
reduce a los torneos en la formulación de las
Sin embargo, el hecho de que en Colom-
promesas de solución a las mínimas condiciones
bia no exista una cultura urbana y de que en la
de existencia de la población de la ciudad.
esfera de la dominación (económica,
Discusión también interminable e inútil pues ideológica, polílica) se mantenga ignorada la
en el fondo todos (de nuevo) están de acuerdo posibilidad de asumir la consideración cultural
que hay que reducir el desempleo, que hay que del espacio vital en el cual toma parle el desar-
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acelerada y dramática del proceso de reformas -que aún hoy, casi cuarenta años
migraciones internas, que en menos de trein- después y cercanos ya a las puertas del siglo
ta años no solamente aumentó considerable- XXI, no se vislumbra la posibilidad de hacer
mente la población urbana sino que fundó la verdadera y seriamente ninguna de las dos- im-
transformación de la ubicación espacial de la plicaban una revolución política y cultural que
misma: antes de 1940 eramos un país rural y el establecimiento (siempre demostró fehacien-
a principios de los 60 somos "un país de temente que) de ninguna manera estaba dis-
ciudades". El otro hecho no es (an tangible, puesto no solo a hacer sino a dejar hacer.
pero para lo que estamos tratando licite una
importancia capílal: en la mitad de este La inconsecuencia política de los sectores
dominantes colombianos quedó de nuevo plas-
proceso, cjui/á cu el punió mas álgido de aquel
mada: SC mantuvo la adhesión a la teoría pero,
desarrollo demográfico, las ciencias sociales ante la imposibilidad de emprender las con-
(en especial la escuela Norteamericana) brin- secuentes estrategias que ella exigía, lo que
daban como elemento de interpretación de las se hizo fue sacar la conclusión más simple: había
migraciones internas en los países del "tercer
mundo" una concepción, según la cual las que apagar, hasta donde fuese posible, las luces
de la ciudad. Es decir, la atención de la ciudad
relaciones entre los "lugares de origen", el
campo y los pueblos rurales, y los "sitios de des- se abocaba hasta donde económicamente fuera
necesario para la producción, pero más allá de
tino" de aquellos migrantes, las ciudades, se es-
eso no se planteaba nada porque ello implicaba
tablecían en gran medida sobre la base de que
decir despoblando el campo con los, para la
estas últimas, en tanto ofrecían (real o supues-
tamente, para la teoría poco importaba) teoría y la estrategia, consiguientes
problemas estructurales. Mejor dicho: habia
respuestas satisfactorias, o en todo caso
que hacer la ciudad lo menos atractiva, lo menos
mejores que las que podían brindar las zonas
rurales, a las necesidad es vítales de la población deseable, lo menos disfrutable.12/
-debido a su desarrollo económico- se con- Lo de los problemas genera dos por todo este
vertían por ello en un polo de atracción irresis- movimiento en el campo y en la ciudad segura-
tible que paulatina o velozmente iba desplobari- mente es cierto, entre otras cosas porque en el
elo et campo y configurando los abigarrados entretanto tampoco se ha hecho casi nada
centras urbanos característicos de esta región. por mejorar las condiciones de vida en las áreas
No es este el momento para abocar el análisis rurales, pero lo que implica nuevamente es que
persiste la idea de que la ciudad como tal
de la validez o no de tal conceptualización (en
hay que restringirla, hay que reprimirla, no hay
su momento hubo una gran discusión en torno que dejarla desarrollar. De ahí lo reaccionario
al asunto y especialmente parte del pensamien-
to sociológico del país dio elementos con los del discurso desarticulante de la Ciudad que se
cuales se demostró que en Colombia, más que solaza en resaltar sus problemas y que además
las luces de la ciudad atrayendo, eran las no busca cómo abrirle paso en tanto opción de
tinieblas del campo empujando las que ac- vida, en tanto oportunidad de cultura, en tanto
tivaban y aceleraban el movimiento) pero hay campo nuevo de acción política.
que resaltar que así planteada, implicaba la 4. A Manera de Conclusión
necesidad de diseñar estrategias que generaran
desarrollos que disminuyeran la afluencia de Es nsf como cobra vida este contrasentido
población hacia tas llamadas, desde entonces, histórico de Colombia: Un país de ciudades
metrópolis colombianas. Esto se deberla haber donde la ciudad es ignorada por la política, ex-
logrado, por un lado, mejorando sustancial- plotada por la economía en el sentido estrecho
mente las condiciones de vida en el campo y, y limitante de su rendimiento utilitario y negada
por el otro, desarrollando estrategias de y estigmatizada por la ideología. Ese es el marco
planeación en las ciudades que controlaran también en el cual los ciudadanos, esto es,
su ere cimiento .167 Mejor dicho: con la Refor- sus conslru clores y habitantes no tienen la opor-
ma Agraria y la Reforma Urbana. Pero estas tunidad de percibirla, de sentirla y obviamente
de contemplarla, de recrearla.
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otra lado, mantener las formas ancestrales acción de control potílico sobre los votantes
de sujeción personal, discute que en Colom- y sobre la cauda burocrática.
bia explotar en su favor los beneficios 14. Este punto plantea un grado máximo de
económicos, pretendiendo, por otro lado, preocupación pues tal carencia no se
mantener las formas ancestrales de sujeción presenta únicamente en los llamados par-
personal, discute que en Colombia exista tidas tradicionales (liberal y conservador);
una "moralidad del modo de producción también comprende al Partido Comunista y
capitalista, cuando la tragedia es que existe a las diversas vertientes u organÍTa nones
el capitalismo pero sin su ¿tica correspon- más o menos esporádicas que se han
diente de responsabilidad individual. Se reclamado re presenta ni es del pensamiento
I ral ¡i entonces de un Cítpilali.smo salvaje" y democrático civilista (Pirmcs, Unión
¡igrcga más aitetanto: "Se lr;il:i de ta libcrtiid l'alriólic», etc.). Más aún, su ausencia es
de empresa sin la igualdad ciudadana" Ver, crasa en aquellas agrupaciones que han op-
Kalmanovitz, Salomón (1988). "Etica y tado por la vía militarista como su forma de
Desiettaldad" en Magazín Dominical. EL expresión. Incluso una característica de los
ESPECTADOR No.288 Pag. 14. llamados movimientos populares es que su
11. Medcllfn es un casa, lodos lo sabemos, ya accionar no está guiado por una inter-
crónico: de allí que cuando se busca tratar pretación global de la ciudad: de ahí, en
el Cerro Nutibara -uno de los sillos parte, su bajo perfil reí vindicativo.
geográficos más urbanos del país y por tanto 15. Que son preocupantes como discursos
requirienle de la imaginación creativa de los pues, coincidentes con la posición de deter-
ciudadanos y de los arquitectos- rápida- minada crítica neoconservadora del moder-
mente se llegó a una solución que arbitraria- nismo, tienden a justificar una propuesta
mente juntólas cosas: un su per restaurante represiva de tratamiento de la ciudad: "En
moderno de mero vidrio y concreto con una consecuencia (los neoconservadores)
réplica a escala rarísima de una plaza del atribuyen el hedonismo, la falta de iden-
"Pueblito Paisa". Pero en Bogotá cuando tificación social, la falta de obediencia, el
uno de nuestros mejores escultores ofreció narcisismo, la retirada de la posición social
una propuesta para el Parque Simón y la competencia por el éxito al dominio de
Bolívar, la Honorable Academia de Historia la "cultura". Cfr. Habcrmas, Jurgen (1985)
movió todas las palancas en contra porque La Modernidad de un proyecto inconcluso.
en la escultura no h;ibía ninguna cslalua del En Bcauclrillard, Jcan. el al LA POS-
Libertador, como suele ocurrir con los par- MODERN1DAD. Editorial Kairos. Bar-
ques de pueblo. celona, pag.25.
12. Nuestra constitución se pasó UN) años para Id. Teniendo en cuenta que para las ciudades,
cambiar algo transcendental, con la elección en un país donde el función amiento del
popular de alcaldes. De otro lado, la gran capitalismo era tan distinto al clásico, la
mayoría de los países latinoamericanos, afluencia de población significaba que muy
especialmente los más desarrollados, han rápidamente el mercado de la fuerza de
cambiado sus formas de organización trabajo en esos centros se iba a copar, con el
política. Cambiaron sus partidos y sobre consecuente cierre de todas las demás
todo hay que señalar que esos cambios perspectivas.
están muy directamente relacionados no 17. Aun hoy se pueden encontrar argumen-
solo con las transformaciones económicas taciones que sostienen que resolver los
sino también ton fenómenos como el de la problemas de empleo (como el de los ven-
urbanización y el de la constitución de sus dedores ambulantes)^ la problemática de la
centros urbanos en la versión contem- vivienda en grandes ciudades colombianas,
poránea. implicaría la exacerbación de las
13. En gran medida esto puede constatarse en migraciones hacia ellas y que esto no haría
la vigencia y, durante mucho tiempo, en el sino agravar el problema.
fortalecimiento del caciquismo en las 18. Como lo plantea Haber nías, en su propues-
ciudades: ahora, nuestros grandes ta de rescate del proyecto de modernidad:
gamonales, los "electores' que llaman, se "El proyecto (de modernidad) apunta a una
encuentran allí. Es en ellas donde ejercen su nueva vinculación diferenciada de la cultura
dominación y desde donde implantan su moderna con la praxis cotidiana que todavía
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depende de herencias vitales, pero que se 19. Ver Heiddeger, Martín (1983) Inter-
empobrecería a través del nuevo pretaciones sobre la poesía de Holderlin.
tradición ülismo(...) La gente ha de llegar a Editorial Ariel, S.A. Barcelona. Especial-
ser capaz de desarrollar instituciones mente pp.29-51.
propias que pongan límite a la dinámica in- 20. A este respecto es ilustrativo confrontar
terna y los imperativos de un sistema Rodríguez Alfredo (1983) "Poruña entilad
económico casi autónoma y sus complemen- Democrática". Ediciones SUR, Santiago de
tos administrativos". Cfr.Hubcrmas.Jurgert Chile. Especia I ni e nle pp. 9-43.
op.cil.pug.34.
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