Generalmente se asocia el desarrollo social a poblaciones con alta calidad de vida
las cuales tienen amplias posibilidades para satisfacer sus necesidades y maximizar su potencial junto a sus recursos, con el objeto de mantener un constante desarrollo valorado en su poder monetario adquisitivo que les garantice un mejor estilo de vida y de realización como sociedad Como se podrá colegir del anterior texto de Reyes (2006), su argumento condensa el ideal de lo que debería suponer el desarrollo social, pero si comparamos dichos postulados versus nuestra realidad social, se observa lo lejos que en Colombia estamos del verdadero desarrollo social.
Concepto idealista de Desarrollo Social (Reyes, 2006 )
La esencia de lo que recientemente se conoce como desarrollo social se engendró en los laureles ganados por la filosofía capitalista tras el fin de la segunda guerra mundial y su plan para mejorar el mundo Pero esta forma de desarrollo social en el sistema capitalista funciona a favor de los países hegemónicos, y en detrimento de aquellos que van en vía de desarrollo tratando siempre de alcanzar el ideal y estilo de vida de sus depredadores. ...... el término desarrollo se entiende como la condición social dentro de un país, en la cual las necesidades auténticas de su población se satisfacen con el uso racional y sostenible de recursos y sistemas naturales. La utilización de los recursos estaría basada en una tecnología que respeta los aspectos culturales y los derechos humanos. Esta definición general de desarrollo incluye la especificación de que los grupos sociales tienen acceso a organizaciones y a servicios básicos como educación, vivienda, salud, nutrición, y sobre todo, que sus culturas y tradiciones sean respetadas dentro del marco social de un estado-nación en particular. Por ejemplo, Reyes cita que en el desarrollo social las necesidades auténticas de su población se satisfacen con el uso racional y sostenible de recursos y sistemas naturales. ¿Pero en Colombia sucede esto? Las grandes concesiones mineras con el pretexto de que debemos subirnos a la locomotora de la prosperidad para todos promovida por el gobierno Santos, nos dicen que el tema ambiental, el desplazamiento de campesinos y la corrupción que genera dichas concesiones, no son tan importantes con tal de que a las diferentes entidades territoriales se les asegure un dinero proveniente de las regalías y con el cual catapultar su desarrollo social . Pero los escándalos de robos y corrupción que periódicamente ya nos acostumbramos a escuchar a través de los medios, (Reficar, Obedrecht, La Guajira, los carteles de la contratación, la salud, etc.) evidencian que el desarrollo social en Colombia paradójicamente representa quizás la mayor fuente de corrupción y atraso para el país. Por otra parte Reyes. (2006), también refiere que la utilización de los recursos estaría basada en una tecnología que respeta los aspectos culturales y los derechos humanos, y sobre todo, que sus culturas y tradiciones sean respetadas. Lo anterior no es del todo aplicable en Colombia, mientras persista el desplazamiento poblacional en cualquiera de sus formas, ya que esta problemática social lo que primero afecta en este tipo de población, son la vulneración a sus derechos fundamentales. Y al tener que migrar de sus territorios por causa del desarrollo social deben acoplarse a las formas culturales que les impone las ciudades y tugurios a donde van a parar. Así que el desarrollo social en Colombia es un tema elitista y de clases. El desarrollo social en Colombia parece estar diseñado para que sus beneficiarios sean solamente las clases media y alta a expensas de la mayoría, es decir de los estratos populares bajos Y esa inequidad en la distribución de los recursos, riquezas y segmentación del desarrollo social, explica en parte nuestras distintas formas de violencia y lucha armada. Por tanto se puede concluir que en Colombia el desarrollo social es un proceso excluyente como tantos otros. La anterior situación puede de alguna manera ser corregida desde lo propuesto por Barbero (2005) mediante un enfoque que proyecte las obras y el desarrollo social no desde los entes estatales cuya tendencia de sus principales funcionarios es hacia la corrupción, sino desde el trabajo comunitario con la pretensión de abordar la transformación de situaciones sociales mediante la organización y la acción asociativa . Como conclusión se puede decir entonces que en Colombia el desarrollo social es una quimera puesto que los proyectos que surgen en un principio para satisfacer las necesidades genuinas de la población, terminan finalmente satisfaciendo la codicia de los corruptos encargados de gestionar dichos proyectos. También porque los recursos y sistemas naturales están siendo devastados. Y finalmente, porque no hay un respeto integro a la cultura ni a los derechos humanos.