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UNIVERSIDAD “LAICA ELOY ALFARO DE


MANABI”

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS


RADIOLOGÍA E IMAGENOLOGÍA

MATERIA:
RESONANCIA MAGNETICA II

TEMA:
TÉCNICAS DE RM Y NEOPLASIAS INTRACRANEALES

INTEGRANTES:
MORALEZ GAME JHON
MOREIRA VERA ALEXANDRA
SALCEDO ZAMBRANO ANGIE
SANCHEZ LOOR RONALD
TOALA GOROZABEL BRIGITTE

DOCENTE:
DRA. MERCEDES DELGADO

CURSO:
7mo SEMESTRE ¨A¨

FECHA:
22/10/2018
TÉCNICAS DE RM Y NEOPLASIAS INTRACRANEALES

¿CÓMO FUNCIONA LA IRM?

La IRM emplea imanes poderosos que producen un potente campo magnético que obliga
a los protones en el cuerpo a alinearse con ese campo. Cuando se pulsa una corriente de
radiofrecuencia a través de un paciente, los protones son estimulados y giran fuera de
equilibrio, luchando contra la fuerza del campo magnético. Cuando se apaga el campo de
radiofrecuencia, los sensores de IRM son capaces de detectar la energía liberada mientras
los protones se realinean con el campo magnético.

El tiempo que tardan los protones para realinearse con el campo magnético, así como la
cantidad de energía liberada, cambian dependiendo del entorno y la naturaleza química
de las moléculas. Los médicos son capaces de identificar la diferencia entre los varios
tipos de tejidos basándose en estas propiedades magnéticas. Para obtener una imagen por
IRM, se coloca a un paciente dentro de un imán muy grande y debe permanecer inmóvil
durante el proceso para que la imagen no salga borrosa. Los medios de contraste (que a
menudo contienen el elemento gadolinio) se pueden administrar al paciente por vía
intravenosa, antes o durante la IRM, para aumentar la velocidad a la cual los protones se
realinean con el campo magnético. Mientras más rápido se realineen los protones, más
brillante será la imagen.
EQUIPO DE RM

La obtención de estudios de resonancia magnética (RM) requiere la integración de


equipos sofisticados con diferentes componentes que interactúan con los ordenadores. Por
ello, funcionalmente se considera que es un sistema que consta de dos equipamientos:
uno especializado, formado por el imán principal, los gradientes y la antena de
radiofrecuencia, relacionados con la formación de la señal, y el otro, la sala de control,
que gestiona las órdenes de trabajo y la señal, transformándola en imagen.

EQUIPO PRINCIPAL Y COMPONENTES

El equipo principal lo compone el imán, elemento esencial para crear el magnetismo en


los tejidos del paciente.

 Sistemas de gradientes

Las bobinas o antenas de gradientes son unos dispositivos que, junto con las antenas shim,
están localizados al lado del imán, de manera concéntrica a éste. La función principal
consiste en localizar la señal de resonancia de los tejidos en las tres direcciones espaciales.
Se activan y cambian la intensidad del campo localmente, de manera lineal a lo largo del
imán.

 Sistema de radiofrecuencia

La energía de radiofrecuencia es fundamental para producir la señal de RM.

La radiofrecuencia transfiere energía a los protones tisulares, produciendo así una


excitación sobre los espines en el campo magnético cuando alcanza una frecuencia del
espectro electromagnético. Para producir una imagen, la radiofrecuencia transmitida debe
ser igual a la frecuencia de precesión del hidrógeno para conseguir el efecto de la
resonancia.

MESA DEL EQUIPO

La mesa del equipo debe ser confortable para el paciente, y su movimiento es hacia dentro
o hacia fuera, hacia arriba y hacia abajo del imán. En ella se conectan las antenas de
radiofrecuencia. La mayoría de equipos tienen un diámetro de túnel de 70 cm y la camilla
queda a 35 cm del techo, lo que para algunos pacientes resulta claustrofóbico

SALA DE CONTROL (SISTEMA DE ADQUISICIÓN DE DATOS)

Desde la consola de mandos, el técnico selecciona los parámetros de resolución (campo


de visión, grosor de corte y matriz) y la secuencia apropiada, y aplica los gradientes en
tiempo oportuno. El orden y tiempo de los pulsos de radiofrecuencia determina el
contraste.

Imágenes potenciadas en t1

 Los T1 del agua y de la grasa varían de 100 a 2000 ms.


 La señal de la grasa es brillante.
 La de los músculos y líquidos es más baja.

Imágenes potenciadas en T2

 Tiempo que tardan en desfasarse (relación spinspin).


 Las moléculas estructuradas tienen T2 corto
 Los líquidos aparecen brillantes
 La relación señal ruido es relativamente baja
NEOPLASIAS INTRACRANEALES

Las neoplasias primarias del sistema nervioso central (SNC) representan casi el 10% de
todos los tumores analizados en las grandes series de autopsias Alrededor del 10% de los
tumores encefálicos primarios aparecen en niños. Los tumores encefálicos representan las
neoplasias sólidas más frecuentes en la niñez, ocupando el segundo lugar, precedidos por
las leucemias, entre los procesos malignos pediátricos.

Las neoplasias intracraneales producen síntomas por tres mecanismos: 1) infiltración y


destrucción de los tejidos
normales (p. ej., por un glioblastoma), 2) irritación o depresión cortical localizada (p. ej.,
por un meningioma de la convexidad) o 3) expansión dentro de la bóveda craneal, rígida
y firme. El edema de la sustancia blanca adyacente al tumor suele ser extenso y puede
explicar gran parte de la sintomatología y del déficit neurológico del paciente , como se
comprueba por la notable mejora, clínica y radiológica, que se observa en muchos casos
tras la administración sistémica de corticoides.

 Gliomas
Los gliomas representan el 40-45% de todos los tumores intracraneales. La categoría
engloba a todos los tumores encefálicos primarios de origen astrocítico, oligodendroglial
o ependimario, astrocitomas, oligodendrogliomas y ependimoma , así como papilomas y
carcinomas de los plexos coroideos.

 Astrocitomas
Los astrocitomas (tumores derivados de los astrocitos) son las más frecuentes de todas
las neoplasias intracraneales primarias. Representan alrededor del 60% de los tumores
primarios del encéfalo
 Gliosarcoma
Este raro tumor contiene elementos gliales y mesenquimatosos. La mayoría de los
pacientes comunicados tenían 50-70 años. El origen del elemento mesenquimatoso sigue
siendo incierto y debatido; es probable que proceda de la transformación neoplásica
espontánea de elementos vasculares dentro de la neoplasia glial, pero se ha relacionado
con radioterapia previa en algunos casos publicados.

 Oligodendroglioma
Los oligodendrogliomas (tumores derivados de los oligodendrocitos) representan el 15-
20% de los gliomas intracraneales y el 5-10% de todas las neoplasias situadas en el
interior del cráneo. El diagnóstico se establece con mucha mayor frecuencia en los
últimos años en comparación con el pasado, lo que refleja la reevaluación de los
Criterios histológicos e inmunoquímicos (los oligodendrogliomas son negativos) para
definir la diferencia entre el oligodendroglioma y el astrocitoma. Estos tumores aparecen
sobre todo en la sustancia blanca supratentorial.
 Ependimoma
El epéndimo que tapiza el suelo del cuarto ventrículo es el origen más habitual de los
ependimomas intracraneales (65%). A pesar de ello, alrededor del 30% de los
ependimomas se localizan por encima de la tienda del cerebelo y se originan
principalmente de restos de células ependimarias en la sustancia blanca cerebral
adyacente a los ventrículos laterales. Los ependimomas infratentoriales aparecen sobre
todo en niños de 1-6 años; la máxima frecuencia de los ependimomas supratentoriales se
produce en la segunda a cuarta décadas de la vida.
En la TC y en la RM, así como en el contexto clínico, la presentación del ependimoma
del cuarto ventrículo puede ser muy similar a la del meduloblastoma y el astrocitoma
pilocítico. La incidencia de calcificación intratumoral y su extensión, la heterogeneidad
de la densidad o la intensidad de la señal, así como la propensión a la extensión tumoral
en los recesos del cuarto ventrículo, son superiores en los ependimomas que en los
meduloblastomas o en los astrocitomas. Por lo general, los meduloblastomas tienen un
aspecto más denso en la TC, con menor incidencia de calcificación intratumoral, y
muestran refuerzo más homogéneo por el contraste, en comparación con los
ependimomas. Sin embargo, la diferenciación definitiva en un caso concreto puede no ser
posible por los datos de la TC la RM Los astrocitomas tienden a aparecer en pacientes
con una edad ligeramente mayor y se centran con mucha menor frecuencia en la
líneamedia.

 Ganglioma y gangliocitoma
Los gangliomas son tumores de bajo grado no habituales formados por una mezcla de
astrocitos neoplásicos y neuronas displásicas. Estas neoplasias de crecimiento lento, con
células gangliónicas bien diferenciadas y estroma astrocitomatoso de bajo grado, son
consideradas de grado I o II de la OMS. Los gangliocitomas (también denominados
ganglioneuromas) son relativamente menos frecuentes y sólo contienen elementos
neuronales; se les clasifica como de grado I de la OMS. En conjunto, representan el 1,3%
de todas las neoplasias encefálicas primarias.
Los hallazgos radiológicos son relativamente inespecíficos y similares a los que se
aprecian en otras neoplasias intracerebrales de bajo grado. La TC sin contraste muestra
lesiones hipodensas relativamente bien circunscritas (a veces isodensas con respecto al
encéfalo adyacente), situadas en la periferia de los hemisferios, con escaso efecto de masa
y poco edema vasogénico adyacente. Se observan focos de calcificación en el 33-40% de
los casos, y quistes en el 50%. La calcificación es menos frecuente en los tumores no
quísticos.
En raras ocasiones un tumor indolente de localización periférica puede erosionar la tabla
interna del cráneo sobreyacente. La hemorragia es rara en estos tumores. Se observa
refuerzo con el contraste en alrededor del 50% de los casos, a veces homogéneo y otras
heterogéneo, dependiendo de la presencia de quistes y calcificaciones, y del tamaño de
los mismos.
En la RM estos tumores, como otras muchas neoplasias intracerebrales, suelen presentar
un aspecto heterogéneo y predominantemente hipointenso con respecto a la sustancia gris
en las imágenes potenciadas en T1, e hiperintenso en las potenciadas en T2. En la mayoría
de los casos la TC y la RM revelan captación de contraste de leve a moderada, debido a
la porción sólida, no quística, del tumor.
 Neurocitoma central
El neurocitoma central, un tumor intraventricular relativamente raro, benigno y de
crecimiento lento (grado II de la OMS), ha sido reconocido como una neoplasia con
entidad propia. Aparece de forma casi exclusiva en la porción anterior del ventrículo
lateral, procede de la pared ventricular superolateral y se extiende en dirección medial,
adyacente al septum pellucidum y al agujero de Monro; la extensión a través del agujero
en el tercer ventrículo no es habitual. Estos tumores no se han descrito en el tercer
ventrículo ni en el cuarto, y sólo se han encontrado unas pocas lesiones hemisféricas.
Los hallazgos en la RM son similares. El tumor muestra un patrón heterogéneo, con focos
entremezclados de isointensidad (en comparación con la sustancia gris adyacente)
hipointensidad, debida a calcificaciones y quistes, en las imágenes potenciadas en T1, y
entre isointensidad e hiperintensidad en las potenciadas en T2. Es frecuente el refuerzo
por el contraste, ligero y no homogéneo.

 Tumores parenquimatosos pineales


Los tumores del parénquima pineal sólo representan el 15-30% de las neoplasias de la
región pineal. El grupo comprende toda una gama de neoformaciones, desde las
indiferenciadas primitivas (pineoblastomas), pasando por las transicionales, hasta las
moderadamente maduras y bien diferenciadas (pineocitomas).

 Meduloblastoma
El meduloblastoma, un tumor invasivo y muy maligno (grado IV de la OMS), es la
segunda neoplasia encefálica primaria más habitual en la niñez y el tumor pediátrico de
la fosa posterior más frecuente.
Aunque los meduloblastomas pueden aparecer a cualquier edad, el 75% genera
manifestaciones clínicas antes de los 15 años. Existen dos picos de edad diferentes, a los
4-8 años y a los 15-35 años.
En los niños son tumores primarios del vermis cerebeloso, pero en los adultos tienden a
tener una localización más lateral en los hemisferios cerebelosos . la presentación clínica
típica consiste en signos de hidrocefalia obstructiva y/o disfunción cerebelosa: cefalea,
náuseas, vómitos y ataxia,
La RM también demuestra heterogeneidad de la intensidad de la señal, tanto en las
imágenes potenciadas en T1 como en T2. Estos tumores suelen ser grandes, con edema
adyacente relativamente escaso. El diagnóstico diferencial comprende otros grandes
tumores supratentoriales bien circunscritos, como ependimomas y oligodendrogliomas.
Como en la TC, las porciones sólidas del tumor muestran un marcado refuerzo por el
contraste en la RM, un dato que puede contribuir a la diferenciación.

 Schwannoma
El schwannoma es un tumor encapsulado benigno (grado I de la OMS) procedente de las
células de Schwann de las vainas de los nervios craneales y espinales. Se estima que
representa el 5-10% de las neoplasias intracraneales primarias y casi el 30% de los
tumores intraespinales.Los schwannomas intracraneales se diagnostican en todos los
grupos de edad, pero la máxima incidencia se produce en la cuarta a séptima décadas de
la vida. Existe clara predilección por el sexo femenino, con relación 2:1 entre hembras y
varones, aunque tal predilección no se aplica a los schwannomas espinales.

En la RM, los tumores de menor tamaño pueden detectarse con más fiabilidad, sobre todo
dentro del conducto auditivo interno, debido a la ausencia de artefactos óseos inducidos
y a la capacidad multidimensional de esta técnica. La zona de transición entre las
porciones central (oligodendroglial) y periférica (células de Schwann) del VIII par
(vestibulococlear), que se presume da origen a los schwannomas de este nervio, se
produce dentro del canal. Los tumores de menos de 5 mm de diámetro pueden
identificarse de un modo fiable en la sección fina de la RM potenciada en T1, donde
aparecen como masas ovales o intracanaliculares tubulares, levemente hipointensas o
isointensas (respecto al encéfalo adyacente), con refuerzo marcado y homogéneo tras
administrar el contraste. En las secuencias de pulsos potenciadas en T2, los pequeños
schwannomas vestibulares aparecen con hiperintensidad ligera o marcada, y pueden estar
oscurecidos por la semejanza de la intensidad de su señal y la del LCR adyacente.

 Meningioma
Los meningiomas son tumores sólidos, bien circunscritos, muy celulares, de crecimiento
lento y que tienen por lo general histología benigna (grado I de la OMS). Estas neoplasias
a veces esféricas, a veces lobuladas y a veces planas y de base ancha, están formadas por
células meningoteliales neoplásicas que proceden de la capa aracnoidea de las meninges,
con una inserción amplia en la duramadre adyacente. La mayoría se proyecta hacia dentro
desde la duramadre, deformando y comprimiendo el encéfalo adyacente, y causando
síntomas y signos neurológicos por compresión de la corteza adyacente.
Los meningiomas son los tumores extracerebrales primarios del SNC más habituales y
representan alrededor del 20% de las neoplasias encefálicas primarias. Se observan sobre
todo en la edad media y avanzada, con una incidencia máxima en la quinta a séptima
décadas de la vida, aunque pueden aparecer a cualquier edad. Los meningiomas muestran
una fuerte predilección sexual, observándose sobre todo en mujeres, con una relación
mujer: varón de al menos 2:1. Sin embargo, los meningiomas asociados con síndromes
tumorales hereditarios, por ejemplo el NF-2, se detectan por lo general en pacientes más
jóvenes y no muestran predilección por un sexo u otro.
La RM permite localizar y valorar estos tumores extracerebrales con mayor exactitud que
la TC. Su superioridad no sólo se debe a la visualización de la masa en las tres
dimensiones y a la falta de artefactos por endurecimiento del haz en la base del cráneo.
En alrededor de las dos terceras partes de los casos, la interfase entre el margen interno
de la masa tumoral extracerebral y la corteza invaginada o desplazada puede reconocerse
en la RM por la presencia de una hendidura de LCR, o la interposición de los vacíos por
flujo vascular, correspondientes a las arterias y las venas desplazadas, sobre la superficie
pial del encéfalo. Además, la invasión del encéfalo adyacente por meningiomas
originados en el tentorio, la hoz y la duramadre de la pared lateral del seno cavernoso
puede reconocerse como una interrupción del reborde dural hipointenso en el margen del
tumor. Por último, el atrapamiento arterial y la invasión parcial del seno venoso dural se
aprecian con mayor facilidad y exactitud gracias al contraste entre el vacío por flujo y el
tejido tumoral.

 Hemangiopericitoma
En la actual clasificación de los tumores del SNC de la OMS se conoce el
hemangiopericitoma como una entidad distinta, separada del meningioma. Este tumor
con base en la duramadre era considerado en el pasado como un meningioma
«angioblástico» debido a su hipervascularización. Sin embargo, a pesar de las muchas
semejanzas macroscópicas, histopatológicas y radiológicas con el meningioma, el
comportamiento clínico agresivo de los hemangiopericitomas difiere de forma
considerable del de la mayoría de los meningiomas, y en la actualidad es posible distinguir
ambos tumores mediante técnicas inmunohistoquímicas Al igual que los meningiomas,
los hemangiopericitomas son masas redondeadas extra axiales, con base en la duramadre,
bien circunscritas y muy celulares. Tienen con frecuencia un contorno más lobulado que
el meningioma típico y es más habitual que se localicen en la región occipital, cerca de la
confluencia de los senos venosos dúrales, con los que suelen estar conectados.
 Hemangioblastoma
Los hemangioblastomas son neoplasias vasculares benignas (grado I de la OMS) de
origen incierto, formadas por abundantes pericitos endoteliales que crean una rica red
capilar, entremezclados con células estromales vacuoladas que contienen lípidos.
Aunque relativamente infrecuentes en conjunto (1-2,5% de todos los tumores primarios
del SNC), los hemangioblastomas son los tumores primarios intraaxiales de la fosa
posterior más habituales en los adultos. La gran mayoría (80-85%) de los
hemangioblastomas del SNC aparecen en el cerebelo, el 2-3% se localizan en el bulbo
raquídeo y sólo el 1-1,5% asientan por encima del tentorio. El resto (10-15%) nace dentro
de la médula espinal.

En la RM los quistes aparecen típicamente bien delimitados, con márgenes suaves, y


presentan hipointensidad homogénea en relación con el parénquima encefálico adyacente
en las imágenes potenciadas en T1, e hiperintensidad en las potenciadas en T2. Por lo
general, los tumores sólidos y los nódulos murales no son homogéneos en cuanto al patrón
de señal, aunque son predominantemente isointensos con la sustancia gris normal en las
imágenes potenciadas en T1, y algo hiperintensos en las potenciadas en T2. En ocasiones
se aprecian áreas de señal aumentada dentro del nódulo o el quiste en las imágenes
potenciadas en T1 secundarias a hemorragia. Es posible identificar vacíos señal con forma
serpiginosa, debidos a los vasos agrandados que irrigan y drenan el tumor, en la periferia
de la masa o el nódulo, un signo que sugiere con fuerza el diagnóstico en el contexto
clínico adecuado. Como sucede en la TC, el refuerzo por el contraste del tumor sólido o
el nódulo mural en la RM potenciada en T1 es característicamente homogéneo e intenso.
 Germinoma
Los germinomas suelen ser tumores sólidos, aunque pueden contener focos quísticos. El
tumor de células germinales más habitual es el germinoma puro, formado por láminas o
lóbulos de células uniformes, con núcleos grandes y citoplasma claro, que muestran un
marcador inmunohistoquímico para FAP en las superficies de las membranas celulares.
Las mitosis son frecuentes, en tanto que la hemorragia intratumoral y la necrosis son raras.
Estos tumores no están encapsulados y tienden a crecer mediante invasión de las
estructuras vecinas.

En la TC y en la RM los germinomas de las regiones pineal y supraselar aparecen como


masas redondeadas o lobuladas, bien circunscritas y en su mayor parte homogéneas. Su
hipercelularidad explica la notable hiperdensidad en la TC, la isointensidad con la
sustancia gris y la hipointensidad con respecto al LCR en las imágenes de RM potenciadas
en T2 En ocasiones aparecen quistes intratumorales, fáciles de diferenciar del tumor
sólido adyacente. La hemorragia y la necrosis intratumorales son hallazgos raros. La
visualización de calcificación intratumoral agrupada en la TC significa probablemente
englobamiento o desplazamiento de la glándula pineal calcificada normal; las
calcificaciones muy diseminadas sugieren el diagnóstico de neoplasia primaria de las
células pineales.
 Teratoma
Los teratomas son los segundos tumores de células germinales más frecuentes. Se
originan a partir de células germinales multipotenciales, que recapitulan el desarrollo
somático normal, con desarrollo de elementos de las tres capas germinales embrionarias:
ectodermo, endodermo y mesodermo.Desde el punto de vista anatomopatológico se
subdividen en teratomas maduros e inmaduros. Los teratomas maduros están formados
en su totalidad por elementos tisulares completamente diferenciados, que pueden
disponerse con patrones similares a los de la organogénesis normal y proceden del
ectodermo (piel, encéfalo, coroides), el mesodermo (hueso, diente, cartílago, grasa,
músculo) y el endodermo (intestino, sistema respiratorio). Los teratomas inmaduros son
más habituales, muestran hipercelularidad y actividad mitótica superiores y están
formados por elementos tisulares incompletamente diferenciados (p. ej., tubo neural en
desarrollo). Algunos teratomas contienen un componente maligno, por ejemplo de
rabdomiosarcoma, sarcoma indiferenciado, carcinoma de células escamosas o
adenocarcinoma..
En la TC y en la RM los teratomas se caracterizan por la notable heterogeneidad de la
densidad y la intensidad de la señal. Los quistes intratumorales con márgenes bien
definidos y variaciones en la densidad o la intensidad de la señal del contenido (acuoso,
proteináceo, lipoideo) se entremezclan con calcificaciones u osificaciones y áreas de
aspecto abigarrado, que incluyen hemorragia. La dilatación de los ventrículos laterales y
del tercer ventrículo puede indicar compresión del acueducto cerebral por la masa
tumoral.

 Cordoma
Los cordomas son neoplasias histológicamente benignas derivadas de restos de la
notocorda embrionaria. A pesar de su histología benigna tienen carácter localmente
invasor y destructor, y desde el punto de vista clínico se comportan como tumores
malignos de bajo grado. Estas neoformaciones nacen en la línea media, o cerca de ella,
con mayor frecuencia en los extremos proximal (canal basilar-basiesfenoides) y distal
(sacro) de la notocorda. Alrededor del 40% se originan en la región basiesfenoidea. Son
tumores no habituales, que representan menos del 0,2% de todas las neoplasias
intracraneales. Los cordomas pueden aparecer en cualquier grupo de edad, pero la
máxima incidencia corresponde a los pacientes de 20-50 años, mientras que en los niños
se identifican menos del 5%.
En las imágenes de RM potenciadas en T1, el tumor infiltrante aparece isointenso con la
sustancia gris en el 75% de los casos, y levemente hipointenso en el 25% restante. En
cualquier caso, el tumor presenta un notable contraste con la señal T1, difusamente
hiperintensa, de la grasa medular normal adyacente del clivus. En las imágenes
potenciadas en T2, el cordoma muestra heterogeneidad moderada de la señal, con áreas
de hiperintensidad entremezcladas con bandas lineales de hipointensidad. Tras
administrar un medio de contraste intravenoso se observa refuerzo variable y heterogéneo
dentro de la masa tumoral, tanto en la TC como en la RM.

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