Está en la página 1de 3

De acuerdo con el estado del arte, los aspectos visuales de las series se han tratado sobre

todo a través del tema de las relaciones que tienen con el cine. Considero que otro modo
de abordar la especificidad visual de las series podría implicar la integración de elementos
de análisis de otras disciplinas que tradicionalmente se han enfrentado con a las imágenes
como objeto de estudio. Es el caso de la historia del arte, y en general la iconología vista a
través del prisma de la cultura visual y los giros visuales contemporáneos. En lo que respecta
al problema de la ambigüedad del mal en los personajes de las series contemporáneas, creo
que se puede buscar manera de ahondar en los aspectos visuales de los personajes. Los
análisis de Raúl Cuadros y Laura Vargas se han llevado a cabo a través del establecimiento
de relaciones entre la ética y la poética aristotélica por medio de la categoría del carácter.
A este campo de análisis se le puede agregar una perspectiva visual si se acude a la tradición
fisiognómica. De acuerdo con esta tradición, hay una correlación entre cuerpo y aspectos
psíquicos que autoriza a afirmar que en la apariencia física puede leerse el carácter moral
de las personas (Pesudo Aristóteles, 1999). Sus orígenes pueden remontarse a la Ilíada y al
episodio de Tersites, y hay noticia del uso del método por parte de Pitágoras y Sócrates para
forjarse juicios acerca de sus discípulos e interlocutores. Los primeros intentos de
sistematicidad fueron realizados por la tradición hipocrática, y fue en la tradición
aristotélica en donde claramente se asoció a la ética y a la poética por medio de la categoría
de carácter (Caro Baroja, 1988). Desde ese momento, esta disciplina se extendió a lo largo
de la cultura occidental a través del helenismo tardío griego y romano, la edad media, y por
intermedio del renacimiento se coló en la edad moderna influyendo la conformación de
diferentes ciencias y pseudociencias como la frenología, la criminología, y la demografía. Es
necesario reconocer que el desarrollo de esta disciplina ha estado relacionado con una
técnica de gobierno, y de ejercicio del poder que históricamente ha desembocado en
arbitrariedades e injusticias, pues científicamente permite condenar a los hombres por su
apariencia y clasificarlos por medio de categorías como las de casta, raza, y clase social. La
fisiognómica ha tenido un desarrollo complementario y paralelo en el arte, pues diferentes
manifestaciones artísticas han creado dispositivos visuales y literarios que han servido como
herramienta para estas técnicas de ejercicio del poder, pero, del mismo modo, han
contribuido a la construcción de diferentes géneros como la pintura de castas, y la pintura
y literatura costumbrista, la caricatura, etc. En diferentes momentos y de diversos modos,
los pintores y los escritores han usado estas herramientas para la construcción de los
personajes de sus obras, quienes evocan a través de los rasgos físicos convencionales su
carácter moral. De esta manera diferentes expresiones artísticas han participado de la
tradición fisiognómica ayudando a cristalizar las convenciones por medio de las cuales se
da una imagen a los diferentes integrantes de la sociedad.

Tener en cuenta la tradición de la fisiognómica puede permitirnos reflexionar al respecto


de los aspectos visuales de los caracteres de las series. Esta perspectiva podría ser
complementaria a los análisis narrativos que relacionan la ética y la estética de Aristóteles.
En el caso de la ambigüedad del mal, puede servir para analizar los modos cómo personajes
antagónicos son construidos fisionómicamente a través de ciertas convenciones y
elementos visuales que permitan llevar a cabo una suerte de genealogía de la iconografía
de la maldad en diferentes producciones narrativas. Se pueden rastrear en la tradición
iconográfica de los medios audiovisuales como las series, el cine, el comic y en una
perspectiva más amplia de la historia del arte y de diferentes artefactos visuales para ver
las continuidades y las transformaciones de patrones y rasgos de construcción visual de
personajes antagónicos.

Bibliografía

Sobre estudios visuales.

Mitchell, W. J. T. (2005). What do pictures want? The living and loves of images. Chicago:
The University of Chicago Press.

Freedberg, D. (1991). El poder de las imágenes. Madrid: Cátedra.

Bredekamp, H. (2017). Teoría del acto icónico. Madrid: Akal.

Gombrich, E. (2001). Icones Symbolicae. En Imágenes simbólicas. Estudios sobre el arte del
renacimiento, vol. 2. Madrid: Debate.

Sobre fisiognomía.
Caro Baroja, Julio. (1988). Historia de la fisiognómica : el rostro y el carácter. Madrid:
Istmo.

Pseudo Aristóteles/Anónimo. (1999) Fisiognomía/Fisiólogo. Madrid: Gredos

Porta, Giovanni Battista Della. (2008). Fisiognomía I y II. Madrid: Asociación Española de
Neuropsiquiatría

Le Brun, Charles. (2015). Fisiognomía de las pasiones. Madrid: Casimiro.

Sobre fisiognomía costumbrismo, tipos sociales y caricatura.

Gombrich, E. (2003). Magia, mito y metáfora. Reflexiones sobre la sátira pictórica. Los usos
de las imágenes. México DF: Fondo de Cultura Económica.

Gombrich, E. (1978). The cartoonist Armoury. En Meditations ona Hobby Horse and Other
Essays onthe Theory of Art. New York: Phaidon Press.

González, B. (2013). Manual del arte en el siglo XIX en Colombia. Bogotá: Universidad de los
Andes.

González, B. (2010). La caricatura en Colombia a partir de la independencia. Bogotá: Banco


de la República.
Pérez, A. C. (2015). Nosotros y los otros. Las representaciones de la nación y sus habitantes,
Colombia 1890-1910. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana.

Press, C. (1981). The political cartoon. Londres y Toronto: Associated University Press.

Wechsler, J. (1982). A human comedy. Physiognomy and caricature in 19th century Paris.
Chicago: University of Chicago Press.

También podría gustarte