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Dolto Francoise 1991 Autobiografia de Una Psicoanalista PDF
Dolto Francoise 1991 Autobiografia de Una Psicoanalista PDF
biografÍa
de• una
ps•eo
analista
fran~oise
dolto
unas semanas antes de su muerte
Franc;oise Oo!to evoca con un entusiasmo
poco común los acontecimientos més
sobresalientes de su histona personal. y lo
pnncopal es que se trata de un doá.logo con
un psicoanalista de un mtercambio entre
psicoanalistas.
Encontraremos. por supuesto. a los padres de
Frano;oose. a aquellos a quienes amó o
rechazó en el curso de su vida: sus grandes
encuentros (Laforgue, Alain Cuny, Rostand.
Lacan, y sobre todo Boris Dolto). La veremos
tratar cuesliones 1écnicas de su oficio,
proponer una interpretación original de la
psicosis y exponer algunos casos clínicos
extremos. La escucharemos también relatar
sus intereses extrapsicoanalfticos,
especialmente la pintura y la revelación que
fue para ella ta lilurgoa ortodoxa
En el encuentro de sus asociaciones lo que
se d1bu¡a es ta singulandad del su¡eto
Franc;olse Oolto.
De la autora, S¡glo XXI ha publicado El caso
Dom1nique, PsicoanáliS1s y ped1atria
En el JUf!(JO del deseo y Seminario de
psicoaná/1s1s de niños,
en tres volúmenes.
slglo
))((1 editores
veintiuno
psicología
y
psicoanálisis
DIRIGIDA POR OCTAVTO CHAMIZO
inmemoriam
ARMANOOSUÁREZ
11Woll11 1ltlll 11~
1111'1.\ t\NA l)(>MINOUl 1l.
AUTOBIOGRAFÍA DE UNA
PSICOANALISTA
(1934 - 1988)
por
FRAN<;OISE DOLTO
l'llllODUCCIÓN 9
EL MAltC'O DP IA l'WA'CA u
2. LOS LOCOS DEI. OOCToR Bl.llNOIE
y om EDlt1CIO MODl!AA'O 41
l !A VTOA fAMIUAJl S4
4. S. l!NCUfWll\0 CON I~ PSIC'OMÁIJSIS
Y !A POll'4ACIÓN flO
7. !A l'SIC'O'~ IZS
9 a.Mt'Tooo 140
ANl!XOS 189
A01tADl·0~"1"0S 19S
171
INTRODUCCIÓN
Ya le digo, hay
que 1encr caos por den1ro para
dar a lu1. una cstrella danzante.
112 J
Cuando yo hablaba, mi padre sJempre me decía: "iFran·
<;oise, míra que una imaginación asf es peligrosa! Muy
pcligro.'>8. lQuévasa baccroon ella?"Yyo,yo nosablaque
eso era imaginaci6n. Contestaba: •¿Por qué <!ices que es
imaginación? Quizá sea verdad."
l'RAN¡;QISF. OOLTO, p. 18
iFonosamente lo es?
Ella MCt3itaba hablary analuar todo uo, y jam4s lo ltabl6, =q110 con
IUUd.
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S\.l(.IE Tí +
KOIX·l<OUCd . f'KllMC";:f1l'.:>f
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Jl StC:OURS FIUX BttSScS MILIT/11RES
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Livret de Dame Inftrmiere ·
Appart,nanlo //.,
Nom l¡'trn:-,/1f?lj1'/Í) - 1(/T!f'/lt>
Préft<•m· • Y/n//f¿h'Jc _, ~
D•le et licu de nn1,.ancf'. { tt1-1.-l{:J't•, knf,1 11 <
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.
8. 1-fotel de la l .oba en Roquchrussaonc (Var.), Llamado por~ habítantes el
"Oub de los 011ílados". Tar¡cta posrnl enviada a Frnnc¡oisc por Phillippc
Marcue durante su estadía, en se¡l4icmbrc de 1936.
9. Pollcllnica del bulewr Ney, anexo de Bicbal, hacia 1952. De pie a la
l:zquicrd3: Raymoodc 8arguC$. Sentaclof de ri:quicrda a dettdla: Odde u.y.
Brubl, Reat Bargoc:s, F~ Oolto, Jcnny Aubry (lela de 1CMC10), Dame!
Wicllocher, un MISICOIC, Anne-1.ISC Stem.
OOCfEUR FAAff
"ªº "ua s· JACQ:Vll.$
COISE OO LTO ~
-
llA!OITO . . . . I •
........... ...
"'¡qf$V•
12 f'ran~se Dollo y Jacquct Lacan en el congreso de P.acocolmo, princtpkls
de ag<J110 de 1963.
I• , llodA lle: l'ra~.c Marcne y Bor1s
IJullo,cl 121lc lcbrcrodc 1942.
IS. Bustos que se cnaintrabun en el con•ull1M'10 de Frnn~l.'IC Dolto.
t. I'. Dolto por Jocquc~ l.lpchit7 poco anttl de la guerra de 1940; 2. ('.111hcrinc
l)olto por F l:lolto; 3. c;r~gmrc l>olto por l 11mbcn-Rutk1; 4.Jcun Chrysogto-
mc ()0(10, llamadO Carln•. por lamben-Kuckl
16. Fra~ Dolro y Stl3 rrcs h•JOS
l I M/\RC'O OBLAINPANCIA 17
/.11tr1, por así decirlo, mi madre jamásse habla ocupado de mi. Estaba
'" 111rnda con los mayores. Me la pa.5aba de lo mejor. Vivfa mi vida en
1111• fomilia numerosa, en la que me parecía que los demás perdían
11111rhotiempo peleando, mientras que yojamás lenía sulicicnlclicmpo
I' 11 aenemistarme con alguien. Siempre eslaba ocupada haciendo algo.
1 1 fue la particularidad de mi cslar en esa familia numerosa: siempre
utnbn ocupada haciendo algo que me impedía perder el tiempo en
1•dc11r.
o ira que tenfa 1m 1uo del leng110/e y 11na relación con el Otro distinta a
lo111~ /OJ demds.
~ 111 uuda, sin duda. Los consideraba personas intriganles que~ agita·
I• ;n mucho. Y mientras tanto, yo hacía un bordado, una pintura, un
11111cble de muñecas, algo que era siempre más urgente que discutir
••• u con el vecino... lque mientras tanto habla lomado mis tijeras
11urnnle ese tiempo! "Bueno, Ldóode están? LDónde las pusiste'/
llucno, está bien, voy a buscarlas.• No arma uno un escándalo por eso,
•l 1111 estando uno muy contento, termina peleando.
Además, en mi práctica psicoanalista eso me ayudó mucho. Creo
11110es algo caracterlstico en mi como psicoanalista: la polémica no me
lo11cres6 jamás. "Después de todo, quizá tenga usied ra7.6n. Yo no
h ·ngo tiempo que perder, pues no veo nada interesante en lo que dice.•
l •rrde ese punto de vista, eso quiere decir q11e era plenamente miembro
,¡,, .111 familia ...
1•.,r completo, si.
l'l'o1olmcn1et
l ld todo, y divertida.
11 ELMARC'O DP LA 11'1'1\NClA
!Eso esl • lDe dónde saca C$1a niña todo eso?" Cuando yo hablaba, mi
• padre sicmpt.S me dcda: "IFran~ mira que una imaginación &!I es
peligrosa! Muypeligrosa. lOoévasa hacer coa ella?" Yyo,yooosabú
que eso era imagjnaci6o.. Contestaba: "lPor qut dice& que es imagina·
ci6n? Quizá sea verdad.•
1
Se tB.t• del J•rdfn de 11 t4fnka del doctor 8&andtc A.Nido enfrente y 8baja. dd
na.al ae ba" meock5n mú ampUamc.n1c un póC.'O du~.
ll M/1111111)1' 1.A NFANCIA 19
püllá 11'1' llamobtm la locwu, lo origfnal1dad, la imaginación, ltU UhtU
qui MJlhi torio, fue algo que la morc6 dade la infanda. iEI auo, pq
.¡tmplt1!
w lr.61 ,,. mntlhlr 11;Joo f,>A foYOtcs que Jcs6s puede hacer cuando
In 11111>cl rm pmn.-ra vez- le pediri que le conceda ya DO pensar
1•1r(juc, cuando wted ptensa, c11idado. Entonces, le va a pedir a Jcsils
y111101 pcnur." IY rcalmentelohicel Crcla que ya oohabla qué pensar,
l1• ~•1uc &icmpre que pensaba Ja regaba...!
Puo durante la suptMsi6n que hice con usted, hlego m sus libros, u
O'¡hido/a, conocí Ol1'0S, lo que me sorprrnde es que sOfl historias muy
<trias e importantu en las cuales hoy muchos fod~s en ju<go...
!Absolutamente!
•.•y /uq¡o. con una Inmenso strúdad, y con ayudQ de una,.,,. llCtividlld
inlekctua4 sacar rodas las conclusiones posibles, desplegar toda una
ló¡¡ica a parrir de lo que tíene.
Es cieno.
.•.u decir de anular la palab111 del Ol10 y hacerla {undotuu con IWI
tsp«ie de ingfnUidad /ó¡¡ica.
Ea efecto, yo escucho de otra manera.
SI, AL
SI, peto DO tcntla eso. iYo scnUa que todo& bamol llDOC pObrcs
desdichados! Que había que resiparse. Es muy importante la expte-
sión "Tesigiwsc•. Aceptar las oous CODIQ soa y eo quctet corregir los
errorC$. Uno es como e¡,
De m411enl qui'. desde muy niña, IUl'O 111 apottnda de la locura dtl
lt!nJilJD}t. de la locura m d ltng,¡aje.
AllI no, no creo que sta """mes4/ora. "Untar la numo• sf lo es, o "los
Clllnil10lla nteesitan SU ctXidos mm•.
Eso es. Allí era mis biea tener C5p{ritu prictico a la manera de los
mayores. Pero yo necesitaba mi manera propia, porque cuando segula
los cooscjoo de los mayores, Callaba una de cadJI dos veces.
Por lo dem'5, hay algo que me sorprendi6 mudio, much!simo,
cuando niña. Era dume cuenta por la noche de que algHnas veces el
dfa hab(a sido muy desagradable, cuando por la mañana me babfa
despertado dici6idome: "Es muy SCD(:illo: no hay más que obcde<:et a
los mayores para que todo salga bien " Sin embargo, por más que
tVllitta ese prop&ito en mente "obedecer a los mayores", siempre
habla un momento en el que alguna idea mía me apartaba de la
obediencia, una idea del tipo: "Len qut piensas?• iY yo pensaba alguna
imbecilidad! Me regañaban por mi imbecilidad o por mi impertincn-
11 Ml\R('O DP LA INFANCIA
1En absoluto! En realidad tenía poca rclaci6o coo los demú aiioa
porque )'O iba a lo que se llamaba una "academia para señoritas•.
Teníamos un programa, estudiábamos en casa e lbamos a "hacer en la
mesa", como se dcáa, un ejercicio que probaba que hablamos apren-
dido, o no, el programa que habíamos visto en la semana. Por eso tenía
poco contacto con los demás; excepto durante los reaeos. De lo '1nico
que me acuerdo y que me molestaba porque crela que tampoco estaba
bien, es que me dijeran: "Fran~ lbajaelvolumcn, bajaelvolument•
Me imagino que a los dernú pcque!ios debla sorpreoderJcs Lodo lo que
yo dcda durante d corto recreo que tenía lQgat eo un paticcito
iosi¡níficantc. Reaierdo muy bien a la encargada de la clase. Por cieno
hace poco vi a su sobrina, que trabajaba allf, y que me dijo: "iQut rva
era usted deniíial l~raral" Yo: "S~ pero no me daba cuentL - No,
no se daba cuenta, eso era lo raro. Y no me e.Ktraña que se haya vuelto
famosa en su trabajo, lera usted tan raral"
1 1 1lil H•uclu1.
'"" ''º C.:omo con mi hermano que lenfa dos aiios más que yo: no
ll11Híll ''"' nurnos sin hablamos. Y el que dejaba de responder era
I ¡ "" 1u qu• ~e donnfa. Por ejemplo, yo le decla: "iBucnas noches,
t ••• 11 '"r dcru: "!Buenas noches, Fran~ise!" "1Qu6 a guslol,
1 ln.t 1 11 < 11uiero mucho!" "iTe quiero mucho, Fran~isc!" "IYo
•l l~I! Ir 11uicro, Jean!" Siempre dormí en una habitación donde
"""" e11•trn, huta el momento en que nos cambiamos. Allá hubo
1111111• ••hs y cuarto de niños. Pero hasta mis cuatto años y medio,
l.n 11!1mu• cuatto en la misma habitación. Siempre babia uno que se
hml• -' '""mo tiempo que yo: era el que 1enía dos años más que yo
t ti l¡'lt •1ucría muchísimo. Nos acoplábamos tanto. Nosotros, 106
t j!l "''" no comíamos en la mesa por la noche. Comeoúbamos a
""' ~nt. mcudclosmayorcsaparurdelosochoaños.Lospequcños
• 11hen •e<»tadosa la hora en que los grandes cenaban. Recuerdo que
I •11 1 yo nos queríamos simplcmeotc. Vivfamos ese cariño, y nunca
"'" ¡Klc.ih~mos. IJean y yo jamás nos hemos peleado en nuestra vida!
\r hu/./úl>an? ¿Se contaban historiasT ¡t.¡ conoda su historia del 6.ngcl
¡/,1 /1 C'•urilarl
tlo
1 Ir lo ~ordal>a pa10 usted?
1
C'f Enfon<t:r, op. t:it, pp. 19-22.
l'J MARCO De LA INP""'<CIA
St Además, en ese momcnco, sólo bab<a eso. Después vino la hora (de
codos modos e., interesante que se haya Jenido can pronro la idea de
dar la hora...) y, curiosamcnre, muy pronto Uegó la m6sica. Pero en el
momenro en que constru( mi radio de galena, no había m6sica.
Hay otra cosa que me parece del todo U1Tllordinorio en esto historia:
usted es psicoanalista, y lo primera prono que huo en :nt wda, prrx:r.a
ttcnico, en la filiaci6n de su pa~ dd lado de lo sunbólico y lo f6/1co,
es la puesta en prtktica de 11n proced1mlen10 o de un protocolo, para
podu o(T lo que dicen los dem6s, quienes, sin ello, no sutun oldos.
"Porque siento que eso es el bien." Nunca tenla o<ra respuesta. "iFran-
~ está en el lado del bien ...I Es ridícula, estái en el lado del bien,
iaUá ella!" Entonces me congelaba arreglando ml antena sola porque
nadie quería ayudarme. "Antglatelas, oo queremos que oos dé frlo."
No s6 por qu6, siempre era en invierno cuando la antena se desvcoci·
jaba. Habla que ;meglarla con un palo de esooba y aisladores de
porcelana_ Era muy complicado para una muchaclúta que no tenla los
bra206 lo bastante largos para rebasar fácilmente la altura del balcón.
Mehabrfll gustado que los mayores me ayudaran, pero ellos noqueñan
6aber nada del asunto. Hasta Jean que me quema mucho me vela sin
moverse; aquello le parcela raro. Claro qucquerlajugar conmigo, pero
a otro juego: cbaquete, damas. Jugábamos muebo co faroilia.
Todo eso oa1pob11 ar ust~ ti htgar que las ~Itas en los tkmb.
Seguramente.
Ya era 11sred una 16gica de lo imaginario mitnl'IOS que ellos atln utaban
arropados por qfectos edlpicos.
Es usted quien lo dice, DO sé. Pero veo que habla una diferencia.
/Por supuesto! Pero hay otro flltnlo sóbl't ti erial qui!itra haw una
p~g11nta,de nuevo con respecto a aas ankdOlas. Porque, como le he
dicho, para mi ti radio tü galena tiene una gtan in!pottancla en su
SeNlrlJllisla.••
iDesde luqol, adcm'• rw .... de la f'Mlcnl6 franc
Gcnhwia.
•0a... - . . lloidlot<>J...
'""· "'JOdcl cilol>rc a-Alfred Rdol
durrió9 e• u.•
1 • • -
S.-•----
.. - ... wo. ......... -
nfor•fNiMll, Mwe,,... y.:ibrc todO la aA&fil4.-aa (IC'ridcnlu resultado~ aa re1n1ro-
Otpftamo de ... _._.. •f'Oduadl ... .,.._,..., lin i8nrJc:tlr-.
y que 111\JYrl('• LI .c¡unda 'f'C& un1 rt&C'C'tÓn de Rthar.o rn• o menos fvcne) C'W)'O
..
el
-....
l""ntipto . . abrió <'Oa hui Ponter Pcw Otto ti.do. IUll tenlf'OI. ele hncrá fi;icron
m"t111•lca ruo un prwvnior de t. IYÚlaÓn, u•
m.tbtantc penfllóla, u.a flM1tt0 de
IDfYhdn,. llMta dd OC'~ f!I 1913 fv.1 pLlrdonado coci el premio Ncbc.I do
'*
f•I M... ltCO Dll LA INPANClA 31
Dicho de otra manero, toda su vida st repia6 esa petici6n, pero con
respecto a problemas pslquicos, y con una palabra de analista. Por
Increíble que pllllZca, gracias o su madre desde muy, muy temprano,
Ufll>IO destinada a una tarea._
~~ 1<tacra algo raro, pues uno no latenra nunca. Ahora todo el mundo
1i1 11e la hora exacta, pero en aquella epoea eso no existía
lb1r1l qi1t tenla senzjante imaginaci6n, l tl!llfa idta tk c6mo funcionaba
l• tdtgrafla sin hilos1 JEran ondas q11t pastaban1
!'rimero olmos la m6sica, luego las palabras, por ejemplo los poemas
11uc c:antaban en el LapuiAgilt. Hab(1 una velada del LapinAgilccada
.emana, una velada de m6sica de ja1.7 que comenzaba a populari7,arse;
utra de relatos bistórioos. Vaya, toda~ las noches hadan algo eon
¡.ilabras. Con la voz de Radiolo. No s6 si lo recuerda: tenla una voz
muy grave, muy hermosa. Yo estaba enamorada de Radiolo.1
1 BI prime remisor front'l!o privoclo fue el grupo CSP-SPR (1'b rica de radio e16'1 rica)
11~ el 2Dde febrero de 19'22 IOhd tó Ja auton:tM~n para cre•r una nd:io privadl. Lu
· · -•mlAones rcgularafocroo muguradas el 6clc ,_;.mbrcdc 1922 porMIJ<Cl
l.-porte. que ae ptaattaba ast ··Con US1cdc$, 1U KM<lor Raádo!" Scgún /llllOlrc lk
w...üom l'r-c(A111nMoruu. tll80~ 6clc-.cmbn:dc 1922: ldlodeld«t1110cvano
•MIYemrio de p,..~ Marcttel
Yo símo m lll mumo 16g}eo 11'" ti ff1diD « ,,.,_ - llWUfW d
su muy dJ.mnto Jesdt tf punro M mru empinro, '""'" /a.r gu/Jdailas y
/aJagujas-, .ruM.teudtcon~ritmmM1courJ11ca,f6".qurts,,,.
o 11U111>s OO'lltmpol'4nto Cronclltfjc~ in tn lll mrsma lpoco
eEI rodio dr (1Jlni11 ts duffllltt /11 gu<rn1 Jtl U1
.._..,...·s.x.-
r.-....... por,.,,..,_1_4c1put>de .. ,,..,,.,. 1914.1911,
C'.mc:rol de la ,....,.,...., CU)<> ol>jelO .. pmpml•.,•r pr•n•lu
n:tfprura de 1ndtpclldcrift• pobbrl y lerntOftll lllllO a bl pcq*l('klil fOfnO 1 kJ1
........ (W-. . . . . . dcl8dc CllC1Vdc 1911~
lW -...;o. 41 pn.cba «J pNM:r ucn1..SO t'Ollln lll IObcnnlA nd.,.. del
&1fkfo. l.11c:¡unda petra mund..a pu.a íin 1 ,., cm.lcnC'il. y cn¡t"dró. mü 11tdc. la
""'f. Orpftiurión de: 111 No<.,.,.. ~
lle oq.i lo IÚW..., d< ID 'I"' - <• 1.1 C... I Jw.t . . ""--·O.
Pra.nce4 '*'"'· ,.._ p '*'y en et ttp1lul0 •tkc ft6ru<9W.-mi•. ca l.IK"ttl"f'OIM
wnlvcrwlu 810 e: Al ru,.. J<I li&Jo '.<.!)(. 11 tom\111iatii '"de la.rp d"-!1nril P''' r1blll
nbmanao 11 ra1tu wlh.wldo d mone.. M.ffOD.i dentÍI .n toMltlO c•ttc d .._...
Jlo lt<m """lllC'<rlQ.vlilwl . . J<Mn<lortk_(_ _ dedl_) ..... fon<mm
a ,.nar<k' "'mdoo Aldl'"0 r qDC emite• IM'n$1JC rodJílt'lkk> c.n "'°"'que. rcc1btda
por v• ckl«ior de pJcn.a - bate 1Jóvt1r • "'"•nóaac1ro atrwbk l &e del«tOt -o
""P'"'- r.c el -upmlO d< odio - tic plcu. p c - n lllDr> pat 4m
...--...,o..-, 1 r.cur1 c - .. 1o1ram<of"ióod<UN.-,.,..,.p
que M&n ftc11 "ptomo9, matcnal 011l1r.1do -- t i fomll de ttitlr•to- pan LI rot~IN«i611
del lplrlito.
r\>r lo ........ el"""'" - d e - tO K""10 luc el-'!\< (triodo IOiloW,
bulbo de: uu tltllrudao). pcrfc<'riooMlo90bft lodo por el J<n•181 l'tml! l.1< bal>o
permnióconst.Nlf ampl1flC'aJol'Qquc:0Móci.eda&1vn1p1ratodc . .k'na.cc¡Wpiltvall
cjfauo lnorá-. 1915
ll Ml\RC'(> llf l.A INl'A.'ICIA
S~cra algoa.I. con .11godd T'\'P adcm.ú, rorquc, por ejcmrlo, de muy
aiA:i fui• "" ÚllNI y El Cllf para n1no., ca Trouodcro. Aquello tenla
11l¡;odc instrucción popular, de w~i7aci6n de esferas h»taentonccs
reitrvadau lastli1co. la fl,ica, 11 química. También habla confcrenci11
Mlbrcel fondo del mar,~ .. oismos,cic. Y mlf'Mlrcnosllcvahacntropcl
ngado algo le inlcrc.Yba. Dcda a mi madre "Es JU~>, bay que
111andv o ""' niii<"; e' •lgo nue•o: deben olr hablar de C!IO." O; "E&!'
k< ho rara I"" niii<10, que bueno que pucdun ir " Procuraba que llOI
1r11crcdr•mos CD IA< ci... nuevas.
,/.o CllJl(ol>o ltido! U>ttd tlfl "ti rdto/ del !fldio tk gakno"-
Bumo. tso iba o ur "mt.'dico dt td11atd611 ". Srn dudo isa tJ s11 pnmm
manero de fommlarlo.
Sr, sobre todo tener un oficio. Buscaba qué oficio. Sabía que tenía que
tener uno desde el comien10 de la guerra, pues babia visto las decre-
pitudes de las viudas hurgue.su que no tenlan oficio, a diferencia de
los trabajadores manuales o IOI comerciante~ que no se veían en la
obligación de cambiar el modo de vida de sus hijos, su J>O$ici6n
económica y social. Tenían la tristel.a de la muerte de su marido, pero
f ll••ll"Cf su idea ero mós r1e111rolizar el pelwo qr1e apoyar a los propios
~1/110,, Si 110 hubiera 1urgrt1n peligro, n11111rolme111e los niños estarian bien.
St, pero eso me enseñó que la locura forma parle de la vida ICosa que
no se encuentra uno en lodos los edilicios!
1
EJ apar&amen10. de dic1 habiladoncs. tOl1$ta de aloft'C ventanas: C'Uoltro en la
avenida Coronel Bonnet. c:uatrO en La. calle Raynouard, sc:is: en la ca11c Singc:r.
l 411
U.>S LOCOS 01!1 OOCTOR IJI .ANCl 11;
un salón de té especial! Pues todo el mundo sabia que eran locos los
que estaban allí.
lEstaba CtfCO?
!Mucho! No habla mas que la calle entre nOSOlros y esa planta baja.
Era al 04rO lado de la calle Raynouard. Y entre ello.' e¡¡aba Guy de
Maupa.ssanl, visible cuando salla. Tenla una pcqucna habilaeión que
daba a unjardincillo adonde salla. Pero los días de tormenta toda> cw
personas :1e ~tabao de manera el!raordioaria y, <Obre lodo, Guy de
Maupassanl que pronunciaba discursos, que gritaba; •¡Vengan a sal·
vanne!" Esas personas que ¡filaban me daban mucha lástima. Me
sorprendía verlos gritar.
Ll'::milc Dianche?
Dadt 111,...
ero muy mundano y //'fOltntobo roJD d mwulo litowio y
mu.sicol. Por eUo ltorpflalúmon ""m cl»uco • Ntrvo/, Mav.pt1130114 y
nuidlos ctto.r ordstor, wtltt:twtla y pu dt mundo.
Para mi, Ouy de Maupa>Wll era uo pobre illfeliz que b.tiia atrapado
una wermcdad ("inodcbchabl&tsc:dc- enfermedad!"). Era loq1te
1
Sep. i.t ,.rill<ec..,.. ...1 - - l«lloo. rlt- oqvl do mcmona, tOll
peto ttquic rcn 11¡u,.. prttillOnCI,
CJ(ll(tlit,
Ovydl Mav~n1, ad:m1tldoOe nuevoc-1 I• rhnk'll dcldoctO!°Bllinchc d 7de eMro
de 1193. 11'11\UWI1tt1111tMI de .suicid.eo dur1nte .. C'Ull aacc1116 cort1.r1e .. prpata t'Oft
eyvdo do"" caruptpd. aun6alllcl 6dcjo1Jodol .U.moal0.
An1.-.&,o1c 0 ..ndlo (lm.1893) t..a la d o _ do la-* salud do 1-
d 15 • . . -.. de t8S2. . . de la -n• • au pod« !Spn<.s,-,. oi-cM
(ll"Ji6.1&5l~ - ,_ - - .. l ...... loallxalco ......._ ....... de la
.,.-a.a-... Trobojaalí_ .. _,,_
émikm.""""'"ucn:d U • . . . - • 189'.l,ykn.,.noaCllo--. ..116clc
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SdMUI . . .pre .atida t'09 Ul'.'8 ~ U& tombrc-IO de l"OJm., ....
"""""tia Oc lo mina aohural por M •ccnM Oc filóoolaa" del - por I• oodla,
donde K reúnen Umann.c.. Ren111; lkr1U. Oounod, Ml!Chckc, Pllteur, lol ll1l~\17.
aeo.r. Slnd; Plullnc Viardol, T04.lrpe.niev1 . . (1t•lpooc1 la pnnccA MathUck, etc.
Tamb.t1 "6e ml4mbro ruedador de lo& comcrtOI C.ok>nfte.
i:. Mpt-,. Oc 1913 lo r-Jba MoJ"Clle ac
Bonoct otlmeroJ(cn ...,.., ••, _ _ . . M•rttda)
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l'uly... lo -.w
Con>ocl
tll• tic pt"qucña. Tenía una enfermedad que enloquece, que las mujeres
I< tY•·•n a uno yde la que oose debe hablar.
ll'<>r tanto, paro •IJled Maupassant aístfa en el disamo del Otro, dollde
1/rbfa estar m11ypresente/
de eac niAo. 1 uego tuvo un segundo hijo...,. niña. Uno y otra vMaia
YCrd•dcramcnte co la miseria moral y psiquica, llevando 1 c:uestu la
cru1 de ser "beredos" de nacimiento. Su hijo ero homosexual. y eU1 me
dijo:"<Sabc? yo creía que kl5 homosexuales eran roala pcnoaas, pero
mi hijo no es una persona mala, sólo es distinto a los demAs.• iPero,
caray, el hijo de Maupas.wnt! A mf que desde muy prooto me: Wcina-
roo los CbCntos de Maupassant, me dije: ·1Pero es que, locos que
cscribea C06llS WI beUas, ao están locos! ...
Asl poc., el doctor Blaocbc csubl fte.ue a auc.Ura ca.a. En el
edificio c:n s4 estábamos en el quinto piso.
Yo conoda muy bien la locura dcl quinto pi>o: imta alh1 Y habla 5Cis
pisos. En el primero vivfa un scnor de edad que se U;¡maba M N. y era
el p.oa• como díccn ahora. de In< guantes N~ del tc)ldo de panco N.
que servía para u.;:cr )35 polaina< pan homt>rc~. En aquella época, los
hombres lkvaba.a peque""' polainas, lrecucrJa? Su t"'oda se encon-
traba en la calle de la Ópera. Lo6 gu<Ult~ N. parec:tan de gamun, y no
eran lllM que de tela. N. era una marca, que desapareció poco antes
de la guerra del 40.
M. N. era un scnor de edad, de sesenta anos (ahora alguien asf me
parece jm<cn, pero en aqucUa ~roca ola hablar de •un señor de edad,
de ie$CDU liios") que, de YC7 en cuando, frente 1 la ventana de la
habitación que en nuestra casa corresponde al comedor, bajaba un
grao costal llladoal final de una cuerda ygritaba: "iLo voy a 'iOlw! l Lo
voy a soltar!" iCrcla que había sacado a su mujer por la ventana en el
COSlall iRC6Ulta que"' mujer había muerto aotcs de q11e llc:pramos al
edificio! En un ocior de edad que al parca:r habla sido muy dificil
con su espo<a ante' de que eUa muriera y quc, lnlS su muerte, regula.-·
G o y d c - - .,uriólOhcrop•n hijo """''°'ido.Sin<rohargo. per= ~•bcr
4
Yo pcn.<aba que era folklore y al mi>mo tiempo algo muy triste el que
alguien que amó a <U mujer lerminara creyendo que la mete a un costal
para amcna1arla., como un niñ<l, con echarla por la ventana. Pero
cuando uno se lo encontraba, era un señor como todo el mundo, que
saludaba a mi madre yvolvía aponer~ el sombrero -en aquella época
un Crons1adl. Ní siquiera un bombín porque era un hombre viejo. Una
persona joven como mi padre se ponla un bombín, pero los viejos
Uevaban un Cronstadt: un sombrero de copa baja, que parcela de copa
alta.
ISI! Y ti era un hombre que habla dirigido muy bien su establecí miento.
Luego su hijo lo babia sucedido. Por eso N. vivla en el sexto.
Abajoden050!Toseslabadeoano. Era un lugar muy curioso. Había
una mujer imponente, de fisico imponente, vestida como las princesas
que uno ve en ta. pintura-. o t.-.. dibuj°' de la ~poca, porque aÚJI no
habla muchas ÍOl06, sólo alguna.~ foto. de pero;<>nas en calesas, escenas
de ese tipo. Ella se vestía como la• señoras de las calesas, con encajes,
perlas. Hablaba de manera rclinada, con un ligero acento, pero era
francesa. Tenla un apellido curiCKo. Decían que era hija de un fabri-
cante de jabón de Marsella, muy rico, que se habí~ ca~ado con una
mujer rusa . Esa hija de una mujer ru<a y de aquel jabón de Marsella.
LOS LOCOS ol!L DOCTOR BLANOfB
1
Jotobl: curva1un •normal del raquil. que IC manif~ por una promlncnda de
la q,1 lOnldca. obscl'Yl<b en el mal de Pou (ruben:-ul°'ls vertebral).
'LI a - de Bett'k, en Pu-d..c.lail, .. . , _ d aaio XIX•• centro famooo d<
cvn marina contn 11 t1.1bercido111 ósea. Aqvelk>I q'Ue ibu a ao. lr1t.aa'UCDl05 conser-
v11handeapu'• el nombre de "bcrttá•.
!Olll K'OS Ol'l OOCTORBLANOIB
l l11br~otra muchacha - quizá la mayor,quu,álasegunda,yaoost-
• i. t¡LIC uoeruermcro•'Cnía a buscar lodos los días con una calesa. La
cnr~"1ha, la llevaba y la sentaba en la linda calesa para llevarla dllrllDtC
·In& horas a tomar aire al Bois de Boulognc. E.~la muchacha era
PIMlftxica mental y murió de hambre. Conraban que al final de su vida
~Jo podla comer, con dificultad, de dos a tres gano& de arroz que su
rnformcro lograba meterle entre los diente.~ apretados para que se los
pudiera tragar. Desde la experiencia quesufrió de un amor desdichado
11ue se remontaba a sus dieciocho aii05, ya no qucrfa comer y de cUo
murió. Verdaderamente era un esqueleto el que llevaban. !Era sor·
prendeote! Tambito era muy gentil Mientras esa calavera pudo,
wnrió. Me sonrela a m~ una pcqucliita que salía y la miraba espantada
\8biendo que era alguien que era un esqueleto; ella me sonrela a mf
que era regordeta, y que me babña gustado mucho ser fina y esbelta,
pero que estaba tan gorda que casi rodaba. Yo admiraba a alguien que
había llegado a no comer al grado de estar tan delg¡ida. iSin embargo
tampoco me habrla gustado mucho estar asn Pero era muy ~uñoso, y
a eso le Uarnaban •una locura•. Como ella era tan gentil, )'O no
comprendía que estuviera loca y que, por haber amado a alguien, ya
no comiera ... No comprendía muy bien, pero bueno, as! era. La señora
S. hablaba de ella a mamá: "Me preocupa mudlo mi Alexandra; las
cosas están mal en este momento. Esti en un mal pcñodo."
Por olro lado, a veces Oiga la loca no soportaba el ruido que
hadamos los niñ06. Sucede que éramos muchos en el quinto piso y nos
pelcábam05, nos dábamos contra los muros del gran corredor, conia·
mos uno Lras 01ro ... Entonoes, cua,1do la señoril a S. no estaba contenta
con nosotros o con ella, no lo sé , la oíamos recorrer el mismo corredor
que n050U'os pero en el piso inícrior (pues los apartam.cnros eran
iguales). E.wscorredorcs Lcnlanscisosiete puertas. Todas las a.rotaba,
UllA$ tras otras, "toe, roe, toe, 1oc, 1oc•, ibasta la última! Luego regre·
saba, -olvicndo a abrir las puertas., y "loe, toe, toe, loe, toe", 'o'OMa a
cerrarlas de golpe. Y asl sucesivamenle. AqueUo podía durar una hora.
Y yo me decla: "Es IAn absurdo como lo que baria el pachón si
corriera.• Y, en erecto, era exactamente igual. Otras veces co que no
es.taba contcnla con n060tros, cog!a un escobón - una escoba- y
pegaba contra el lecho. Mamá decía a su madre: "IHo de estropear el
lecho! la fucr7.al -iS~ el lecho eSI' arruinado! VCYy a tener que traer
a alguien para que lo rcp&re. lNo la molesla demasiado? i.Sabe usted?
mis pobres hijos están marcados por una herencia que no conocemos.•
Por 6Jtimo, la señora S. tenía un hijo imponenlc; tan imponenle
como André Brcton, a quien cooocf poco después. Pero él tenla un
LOS 1... X'OS 01'1 DOCTOR BIA'\CHI!
IT=~Jos!
7
&10 es k> que 6Cft•l• J*'ctuCS 1hll:ahct en su Dktionnoitr hmNiif'I< da ruu tk
F'••J. t98S, P..d de \toowt: º AY<otda Coronel llonne~ de 1111 m de lot¡O. y 15.05 de
lll'K'hO. A-.entdl tblena en l909 toe d nombre de. Mcn"Cda. & 1931 rcribtó el de
Coronel Bonnct, mue no en ~en n<MCmbrc de l914.•
sara el~ id rn111uni6n para retomar su lugar en la iglesia. Recorría así
wdo d , .omino haua su casa. Era una cxbibicioni.ta de su rcligi6o.
Cu.indo llegó la guerra, nuestro sólano se convir116 en refugio para la
esquina. Alll senU una concradicci6n CJ1lre la eompunciOn que me
provocaba el espectdculo de la piedad de esca señora ·· aunq uc me
parecía raro eso de orar a la luna- y el descubrimiento de lo que era
una infame que mcdiomataba a su sirvienta, lla sÍl'\'Ícnta estaba allí y
lo contaba a las pcr50nasasu alrededor! Como esa mujer era rica, tenía
una mesa caleoladora - en realidad era una mesa de jardín con una
lámpara de alcohol debajo. Entonce&, como una pc:r5008 que reú.ne sus
gansos, nos decía: "!Vengan, niños. vengan! iVengan a orar cerca de
lamcaealenladora, para queteng¡uuoeoos frío!" N05dcáamos; ¿por
qué no? e lbam05 a ponem05 cerca de la mesa calentadora. Al mismo
tiempo, babia que mirarla de reojo porque, co cuanto se ola un ruido,
una bomba que cala, oblig¡aba a todo el mundo a levantarse y a reur
por las pobres almas que comparecen en el Juicio. Puesto que algunas
iban al infierno, babia que recitar no sé cuántos• Ave Maña" por ellas;
dado que Oltas iban al Purgatorio, tambifo babia que orar por ellas.
Mella a las personas en casillas y rezábamos por las difercnles casillas
de esas pcr.onas que debfan presentarse ante el Señor; llodo aquello
porque hablamos oído a Bcrtba la gorda!' Mien1ras tanto la sirvienta
reventaba de risa y contaba que cada dla tenla derecho a una papa en
leche con dos trOZO$ de azúcar; que todo estaba urrado con llave; que
se morfa de hambreen casa de la tal señora de G. y que 5610 se quedaba
allJ porque la familia de su patrona era muy gentil con ella y le daba
dinero; pero que se vela obligada 1 alimenlarsc por so cuenta, pues la
señora de G. no querla darle de comer más.
Entooccs )O me dcáa: "Personas lan $al>las y tan ruines al mismo
tiempo, iqut curioso!" Y nuestra institutriz a quien bacfa todas mis
preguntas me respondió: "Mira, ésa no es la verdadera santidad. Es
locura mf¡ti~ Cree estar muy bien con Dios pero ya '-.:S. son ideas que
tiene en la <:abcz.a. Cuando se está bien con Dios, se es bueno con 106
human06. Y ella no es buena con los humanos, pero reza por las almas
del Purgatorio y la gente que va al Infierno. Esas oraciones no le haCCJI
mal a nadie, pero lo molesto es la manera como trata a 106 vivos." Todo
eUo me daba qué pensar. Ver a una pcr, . .1aque se comporta de una
man~ra que podrfa crursc ejemplar en •Íerlo plano, pero que vive en
total contradicción con su estado espiritu aparcn1e. Enlooccscso era
Cuí a loa cinco años, en septiembre de 1'113. Iba a cumplir cinco 11ft01
en n1»ic:mbrc. Phihppc, que era el h<rmano que ~igue de mi, el de
inar10 de 1913. Fue el l'iliimo que nació en la casa anterior.
la e-. todo
la cafctcrL
es1•
&partamcftto acoodicionaclo para tal UtO. Pero, mitnuas dio a lur en
previsto para el traha¡n de la partera. sobre 1"Ido
Probablemente.
S1, ,11l."olu1amcnte.
A 111 Uf/le 11sttd m6s o mf/IO.f cinco allos, y dirla qut todo el oscenorio
nt4 mtJll/odo. E.u6 lo locura - m lo fl"laci6n con ti oao- dt la que
h•bló hace'"' mommt"; uh<>N ro6 la lncura soool6f:J""11eJ1k tnstala·
d4 por todas p<Irtes: en el cd1ficio, tn la climco del doctor Blanche
fllfrente, lu J<11erra que estalla; y luego. com" por casualidad, tambi'n es
fl momento en que. "por lo menas /J'rs tifus•, estuvo "tsq11izoitk", paro
1rtcmar los thm111os que 111111,w"' EnlaDOC:$.
1
Elp.ieo1cJ'll90cmae11 r..w de tactllc RaGC~tidlo 1i1n puajcJUblcrrioeo. ua
pocodcsplvaJo en relación ton el 101rguo puente, el\ lvgardel cu.I te cokx6 un petO
•&faltado pan peatones, que cubtc l.u ví.u y"'' bordeado de f'CJU
Oc t.:a. pcqucl\a llnc1 de rirtVnvah1dón no q~cd1n más q1,1c riclc.s y durmientes. Sin
cmtNrgo -sorprendente supcMYtncll- tn el nuwno l1.1pr. 11 Mn puenlc "' uoe:na,
C()d,ivía hoy y IB«homG Yllible_ ad tlM IÍndl CaKlila biucaqYC HIÍotal(Otl plftdH
k1ruw::rdcsau ruóadcser UPAaAC'lófi, Dl!CAl.1'.ADO.
16 LA VIDA PAMJUAJl
1
AllasoOe a la obn de Mact<rllact, upeclkulo W.lá11co en 1e11 actea y doce
cuadta1. 1ep¡ 1 Uldo en Pat&, UM&:u a--> hlril Maltú ca 1908i. e• el c.c:aano del
teaUo RtjD& a pl%tir del 2 de ..node 191 L
& cl la<U-, 'l)lryt y M,.,i llcpn al °JIÚ' dd """"rdo". cnwclto ca • ima
cspeu nebfiña• que da una ..clandad lc:cbola, difuu, lm.pcocr rabie". '"Pron.ao. a una 1~
c:adawz_. ~te.dtaubcea bl¡o •na bówatade W1Crdor, um ns.:la~dc
._.,...._..-,..Clccn-(-I Ccrtaelcla,.....IOoyunb..-~clruat
~n ac.n&adol. profundamente dormidos. un vicJO campcano y ¡u m"lª• q: dcdt cJ
•huelo y la .i-ia de l)ltyl y M)'lyl•
IJ\ VU>A fAMIUAA
Segura.me ole. Para ella. las mu¡crc' sólo .ct'\'Ían para M:r las sinientu
de los hombres. Y ya era bastanlc hcrm0>0 lcncr el honor de educar a
los hijos de los hombres. Había sido educada verdaderamente en ese
cspíri1u por su padre. Sin embargo, vivfa de manera muy moderna para
'1l época, pues servía de secretaria a su padre y loacompanaba CD todos
sus viajes al c:nranjcro. Y como aón no habin máquina• de escribir,
eseribfa Lodo a mano. Todos los papeles de I~ negocio~ de mi abuelo
estaban redactado.. con la letra manuscrita de mamá A cambio de lo
cual rcalU.6 mjcs Cldraordinari<>$ a partir de los 18 añ°" para acom·
pañar a su padre.
Y fue asr como conoció a mi padre -en realidad primero su voz,
antes de conocerlo a él, pues cUa trabajaba tras un biombo desde
donde oía, sin ver¡¡ oadie ni .cr vista, lo que debía anotar. Y un dla,
esa persona fue mi padre, que prcsen1aba o nti abuelo un informe sobre
la fábrica en la que estaba empicado. Cuando mi padre salió del
Politécnico, mi abudo lo contraló como in¡i:cnicro CD la fábrica de
Moncbard, en Borgoña, de la que era duoño.
Un día, mi abuelo se presen16 para el matrimonio de la hija del
director de la fábrica. Resolla que se echó encima el armario de su
5 Pf'l..ft(OÍie Dot10 "°' ¡cf\81• una de las ÍutOI que se Cl\('()nlraban en la biblioltca
de su dc•¡*'bo.fmlle 1 •• <illón.
UI VIDA PAMll.IAA
ni.lo. Pur 1oda la casa caahl su foco coa •'elu encendidas. M1 madre
quena hAC>Crla hAblar de nue\'O -dian1c bs mesas ¡jra1oriaa;· partí·
upaba CD ra. snrpoo Ridid. en la Sociedad Mceap&lq'lica de la que ya
Oiarc:ol IC había ocupado ua poco. Ricllcl, profaor en la facultad de
mtdiána, dcda que habla que Clludiar CI05 rcn6meoos de lll.lllcrl
c:icotnic:a, micnuu que las personal hablabas de cUos a 1ontao y a
locu. Mú larde Jean R061and tamb1fn se ocupó modio de eUo. Fue
uno de la& que apoyaron eus invcsligacioncs. Me hablaba de ello de
"'z co cuando. Evidentemente, concluyó que quiú a vcccs habla algo
sorprcndcnle e inaplicable, pero que la ma)Or pane del tiempo era
superchería de un mtdium pan coru.crvar au ruentcdc ingrcscl. Jamú
habál •ir.lo nada de veras coovincute y, IÍD embargo, aegula rendo a
toda& ta. iaiooe1 de mctaf'llica. Noié.; uia Sociedad de Mccaplkrui·
ca cxiitc ª'"'-•
Eo CU&lllo a mi paJre, vma de la& fCCllCJdOI fcbcca. Ea
cxtrailo ~r cómo cloc penonas pucdcll aufrir de manera di$1mca. Mi
~ hallaba de e.e modo compcnsacione1 a su sufrimiento. Para ti
la vida conllnuaba
Micn1ras que mi madre, quien huta en1oneca jugaba una punida
de ajedrez con ti todos los ellas dcspu~ de comer o de cenar, ya no
tuvo ánimOI para¡ug¡u. Me dijo: "Deberlas jugar con tu padre; le gusta
mu.:boju¡aruna parudadca¡cdrerdcs~dccomero deccrw." U:
rc.poodl. "Pero es que no aert cap.a. Ya 111er'5; quiú te e~ a
jugar mc¡or" Y, en efa:to, aprendl, pero bacicado mis tnducciooca
del laU. durante la partida de ajcdtcz. Él ae concclllraba de maacra
inaelble CD la paruda; laqocllo durabe tre& borti! !Mientras que a al
mer-iaba rcflciDooar sobre una¡upda duran1ecuatroo ancoauou·
tos! Lo cuñoso u que ni siquiera ae daba cucnll de qoe yo bada mi
tarea o de que lela un libro, para .,.Ja. &aba 1an ablorto rellc.xiOOID·
do que no vela lo que yo hada; de.puta de hacer su jugada me dcda:
"ITc1oca!" Yo dejaba mi libro , vclaqut haccr,jugabaysablaquc 1cnfa
unu media hora de tranquilidad por delante. IEra curioso! Mj padre
también jugaba en su drculo de ex tlumno1 del Polittcnico, donde Iba
un1 ~ por 1tman1. Ea la época en que era alegre, mag,¡ dcda:
'"Owcro creer que la aenora fUWa ca la cocarpda de su rc.staurm·
te-• Porque hablan comprado ea com6n, creo, ua resuurace que &e
llamaba "El Ptlad.1.r Delicado". Uno1 vcin1c po1ittcnicos de su gcae·
rac:itln se h.blan comprometido 1 subYencionar ese restaurante que
No entendía gran cosa, pero lo que me interesaba era saber qué era lo
que le interesaba a mi papá en la vida.
Cuaodo niña o adolescente era dificil porque no ofa más que disputas
a propósito de política. Jamás sabía qué opinión polftica adoptar: mi
madre era monárquica y a mi padre eso le parecía muy chis1oso. EUa
estaba en favor de Léoo Daudet y Maurras; creo que mi padre era,
pongamos, conservador-ccntri.~ta. Pero su hermana preferida, una
rubia de ojos azules, se había casado con un arti.\ta-grabador que era
SFIO. ~ Y dos veces por semana, cuando ventan a casa, había disputas
políticas: una VC'L coa el bando de mi madre, otra con el de mi padre.
• Tc!rmino aplicado a los alumnos de primer aftOdc F...snJeJa Politérnka. loi novatos;
moñológicamente parecido a -poner lo C\ICm<>B" ~OC'U/Ur. IT.J
"Sccci6n P.. n<esadeill ln1crnaci0fl1i Obrera. Panid0Socialis11 Prand1. Ir 1
6l LA VIDA l'AMll.lAR
sr. siempre.
Tuvo usted un hermano que anduvo tn la polllíca.
IAhl s~ el 6ltimo, que íuc un valeroso senador a los 1rcin1a y seis año:;,
Iras haber seguido a De Gaullc a lcx veinlc. Era alumno de Schumpc·
ter, un cconomisla muy c::tlcbre, del cual cru disclpulo ferviente. En
aquella época pensaba convertirse en in•pcctor de Fínan7.as. Luego
llegó la guerra y siguió a De Gaulle. Desde e<e momento su dcs1ino
polf1ico estaba decidido. Duranle la guerra rindió grandes servicios a
las redes de la Rcsi.icncia franc""' e insle.sa, gracia• sobre todo a su
conocimien10 del alemán.
1
J.-que¡ Ma~l1c ln1errumptsuscaiududut1nlccl ttgtCSOI cla.:1de 19'2·190.
part1 parhnpár ti.empo tomplc10 en" Rc1t51cnaa. Se convtcttt en Pt. Ci decir •gente
pcrm1ncnk ckpcnd1cnte del BC'RA de l..oftdrcL Pira .ser c•act°' a tc.nicn1c de .. red
"Vél1tts-Termópdu"
Porlockmú, et donor rh11lppc M1re11e nosCOftlÓ la sip1cn1c hlllona. A klil vcincc
afKJI. Jacqut:1 a rcquendo pata el seo (Se.mcio de l ralM¡o Obhptorio. lmpuc:Mo por
105 •ltmancs • t<>dol IOC hOfnbteS llln<>íi de D ccml()O()I¡ o:upados. •l tcfVi.clo de la
1ndu¡1.na1kmana). Pbahppe Marcnc.quicn en a;c ce1onca pl.r1C'll"I ca 11 RCARcncll
en el 1-'rcnlc Mlonal, Jn1enta dii.uad1r •su hermano <k pe.nir promct~ndok aron~
dcM UcpdO el ClllO. I& vano1 Como últuno rt:cuM, lo acomper.1 • la cst1ci6n en
cocnp1.i'líadt un 1m1gocomOn. Rtmy Morin y, abltido. ve a 5U bcnn1no J>111"11r. Quince
dial~ Rlmy Monn u <k1cnidd, depon..-do. y m11en: en un nirnpo.
Ha5ta mucho d«pués. Phdrppc tic enteran de que s1 su hermano 1.nsislJ1 u1nlo en
1r1J STO eta pon:iue en,..,. matctlS. ('00 1t\iCnsa11 allllacta. llevaba u.na CM anón cmdOra
deltlnada • '°' rc$1)tcntt:1 akmancl toa qu.enes ckbCa cntn:VIAUk, gracib a 1u
1mdladddc '"' ramdaa.sol)te todo en la lnduR.tia. ¡y logró ~rtol (.\t.a:Qdo1u perloOo
de sro 1c:rmi.nó. rtgt'CIÓ • Plrll. p1.ra convcnil'5C ca pctm.dMnlc de la R«:liilcaril
fl'oroua parte. P~rrc, cl hc.rm.ano JN)'Or, m1lhar de tam:f'I, din111c del CJ~rcito en
el ammock> y entra en I• RcsiMCftria, donde ¡e C'Ollvicnc e• dJrcttor Oc: klc Krv.aoJ
tecretu. de 11 avtac1ón. f,¡: pues ct.ndeittno. romo JatqueG, m1C1'lttU Ph.1bppe c1guc
lknJo l"lfilqUtatn en Sainlc-Annc. En la LlbcnC'IÓft., Oc OattUc cfK'lr¡a • PKnc
Martuc poner de n.'UC"O en rvnaooam~nto d M•nn-lcnodct Aire, to nomb,.. ¡cncral
de hnpda Mrca y lo rci.ncotp0t1 aJ c)é«i10. En r~. hay que. kñltar q~ ClllOl tres
Mrm1nc>11 M¡:renc c.otraron separadamente en la RcMAcacia, iignoraPdo cada '1~
h•••• .. lJbc.nt4.1ón t. atdvidadeS dt. k>c 01nxt
1 A VJJ)A PAMJUAR
como un deber para curar a su mojcr. Sin embargo. a partir de eni oncea
IMmi foe una mujer de edad siempre colutada. Sin embargo, r«upcró
la vida poco 1 poco, sobre codo gnc:W 1 su hijo mayor que CSl..bl ca
SU..C-<:yr ca cae momento. Concibió 1 Jacques, el íiltimo, al tiempo
que Pierre, el mayor, la bonraba1hcr rccibidocoSainc-<:yr. Y era coa
Pierre con quien salla a pasear al bebt el domingo. Mi p3drc se
quedaba bacicll<losolitari06 en la c;a..a, Tenemos foros en las que mam
escribió: "el matrimonio joven•, cuando figura con su hijo mayor y el
bebt. Y éste llamaba a Pierre "padre"; incluso fue la primera palabra
que dijo, "Pierrc",y era para Pierre. El bchtjanúsdijo"mamá", 5ino
"Dadla". " D1db" era yo, a quien Damaban ~vava• en casa. Yo cni
~Dadla" y ~ " Padre"; tramo5 ~us d06 refCTCDtes. A mamj la
queña mucho, pero DO era su nwn! en d ,..,..dadero sentido. Le habla
dado el pecho durante dieciocho-, mientras que a DOSOlrOI sólo
nos allmcnc6 un año. Decía: "Penrulamc la die.ha de alimentarlo codo
el tiempo que pueda, ya que es el último.• "iComo usted quiera,
sciloral LPor qué no? le respondió el médico. Y por eUo Jacqucs
recibió el pecho hasta los dieciocho meses aunque era un niño muy
despierto, muy inccligcnce. Yo me ocupaba de todo lo demás. Lo cenia
en mi recámara y recuerdo que lo mecfa mientras hacía mis traduccio-
nes de latln, y el año siguicnce, mis tareas de ftlosofia. ._.e admiraba la
intdigenw de un niño.
No; ti vivfa como waa referencU. Poco dcspu&, mi madre hao vohier
a la institutriz que se bab!a ocupado de nosotros llllles y que "°'habla
emeñado a leer a mí, a Pbilippc y a Andr~ antes de que fu~ramos a la
escuela IVa babia sXlo insLitutriz de mamt en su jincarudl
Habla ido a la casa de mis abuclol para eocatgarSC de la hermana
de mamá que tenla ocho años mena& que ella. Era la "señorita• 1 quiea
lllM tarde llamamos "Mcmé";sc Uamaba Elisabetb W. Formaba parte
de 1.. familia, un poco como una tfa. Era una mujer muy inceligenle
educada en la Escuela Normal Lw:cmburguesa. En esa Escuela Nor •
IA \llllA f'AMll.IAR
lAh, Sl1 Como le decía, cuando nióOI\ paseábamos con la Señorita que
nos habbiba en alemán. Hay mucba.s p.11.tbras akmanas que conOla>
por eso. Yo no hablo alemán, pero esta lengua me rcsuha familiar así,
de oldo. Ja0<1ues era el Olllmo, y como estaba Milo se aburría. Dado
que era un nino muy capa1. dije a mis padres: "Pucs1oque la Señorita
lo preparó para el alemán como hao con nosotros, debe ir a Alemania
a aprender bien el alemán.• La idea le., pareció in1crcsanlc, yen cuanto
cumplió los die~ anos lo enviaron con una familia alemana por primera
vez. Luego pa<6 lodas sus vac.aciones con familias alemanas.
Tenla un don extraordinario para I"" idiomas y la m6sica. La prueba
uti en esta antcdota: desputs de la guerTa, formaba parte del equipo
de Combat. 10 Un dfa, mi madre me dijo: "IYa novem"" a 1u hermano!
1• Jugro dupuü de &a np11ulln6n de; Alcmin-.. J1cquec Marc.uo" C'OmllntO en
.,..rrupoasat ._. U..rope dd &le pon f'>Qnct S<>v y Canbol, N)'OO íundldo<cl h.i.C.
coeondo en 11 Rak•enria Su ..SC: pcnnanc:nlc tvc pnmc-ro Oc:rtin. fuc¡o V1l'M)l.1a 1
mM lardc Pnlp. M")'p!O•UO. unió ....
rul16n P..-ntta
r.- •loo dtronuponAlde 111 R.tdooJr•
'ID U\VIDAPAMI
En efecu> Nly pet$011as q11e !Wten u11 don a!roordinorio paro los Idio-
mas.
Et. muy cieno De esa manera pUdo COl'l\'Cttirsc cn coi 1espoe 111 para
Combar en ruao, ilcngua que aprendió en cinco semanas! ~como lo
hacía todo: lde la noch,, • la mañana, siD paras! Y habiendo visto a
Boriss&o OO. YCa:S, las.;guoda ocho di.,.~ denOC\'O ck• horas.
i Et. cxmordiurio!
I lltnf usttd una idea de lo que putdt hactr que 1m niño ttfll10 kna
..-ioria tan exupdONJJt
l.n abloluto.
sr, como vemos poelas que saben de memoria todo lo que han escrito.
Es extraordinario.
Desd" lu~ hay en ellos una d1mt11Si6n de lo lnhibici6n, por tanto del
lenguaje, que no funciona. Una <Spt!Cit de •patol<>gfo positivo~ si asf se
lt {Jltedt llamar.
11
Pat1 Ir a la talle Dupuytren. el 3 de llO'llcmbrc de 1936.
n LA VIDA FAMILIAR.
1
~ PCN: Ccrtiílcado de E61udios Fískc.. Químl<'Oi y Na1ur1Jct. Ano de e11udío / de
form.adón obliga tono previo a los esn.1d1os de med1dn¡i, U •probación del exnmcft de
fin de afta c:ni abhptorio para cn1rar 1 pnmct' el'lo de mcd1rina, pero un filrtd11h111 •
podía pmcnl•nc lodOl lao •AOUC&l'Hl<lO que <lc5<:ara para •prmorto.
LA VIDA PAMIUAR
u.1\ o de temas por el estilo. Aunque sólo fuera porque había cosas
mrnplicadas en medicina dental. Lo que me babia interesado mucho
<rQ que el dentista estadunidense con el que trabajaba, dccfa que hay
11uc desconfiar o priori de las personas que desarrollan infecciones
Jcntales, porque son personas que tienen problemas. Cuando una
¡icrsona iba por una extracción dental, él siempre quería saber si su
vida era tranquila o complicada. Le temía mucho a las personas con
una vida complicada, pues aún no babia antibiólicas. Ya eso me había
interesado: medicina de educación, dentista de educación y dentista
de la afectividad...
Pues si, yo era enfermera titulada y ya insLrUClora en mi antigua
escuela;" instructora de apósitos porque terúa una gran habilidad
manual; y como en aquella época no había esparadrapo -tan sólo
\'endas Velpeau - había que hacer apósitos verdaderamente de pri·
mera, spicos' corno se los llamaba, en ciertas partes del cuerpo: el
cráneo, los muslos, los braz.os, apósitos de panadi:r.o porque si no, los
obreros no podían regresar a su trabajo y ganarse la vida. Si el apósito
no resist!a, todo se echaba a perder: la familia se quedaba sin dinero.
No existían fas leyes sociales. Debemos considerar cuál era el papel
sociológico, al fin y al cabo muy importante, de una enfermera. Enton-
ces yo iba todas las noches de las dieciocho a fas veintidós horas a
enseñar a las jóvenes enfermeras al arte de hacer apósitos, en la plaza
Peupliers, en la escuela donde había reali1.ado mis estudios. Y también
les enseñaba a poner inyecciones indoloras a las personas que las
necesitaban_
Por tanto tenía una vida satisfactoria si, además, durante el día
podía tener actividades intelect11ales gracias al italiano que me intere-
saba. Además habla dos orquestas en las cuales tocaba todos los
domingos. O. no tocaba, pero legustaba oír e iba a escuchar la orquesta
en la que yo tocaba. A mi me gustaba mucho que es1uviera al!L Me
halagaba que un muchacho al que le interesaban cosas que jamás
habían interesado a mis hermanos - no les interesaba la liieratura-,
tuviera conmigo intercambios tan agradables de pensamientos, de
reílexiones, en un buen clima.
18
&to es to que diC'C: iu ('finilla de enfermera: ""Fratu;oise Mart:tte Obtuvo el título
simple el 6 de junio de 1930. l..a scl"iorit1 Ftan~ise Marcttc, por arta rirma<la en rccha
6 de junio de 1930, se ha compt'Ol1\ctido a C\lmplir, en tiempo de guerra tas (unctonc&
de Enfcnncra en una de las fonnacK>nes sanitarias del F.j~rclto o de la Soc.cdad, y a
observar los rcgLamen1os promulgados por la Soncd.ad. ..
• Vendaje cruzado (romo IAt espigas.de trigo) aplicado al o.i\lel de la: raíz de un
miembro.
4 l!L EN'CUENTRO CON EL PSICOANÁLISIS Y LA
FORMACfÓN
1 Ang.lo Hesnard, LA f")~honalj><. París. P.<1. Stock, 1924 (119 pp.); 2a. edición,
1928 (233 pp.).
[801
11 ENCUENTRO CON EL PSICOANÁlJSIS Y LA PORMAOÓN RI
l'nr ejemplo, alguien salía de su casa para ita tomar su tren a las 22:04
el tren formaba parte de la vida diaria-, y frente a la puerta cochera
n6mero 32 de esa calle siempre se encontraba a la misma persona, que
Iba a su trabajo. Y un d(a no la encontraba, enlonces sacaba su reloj.
l Hab(a salido más temprano? lAI otro se le había hecho tarde? lSc le
hab(a hecho tarde a él y el otro había salido antes? Pregunta.~ para ese
peatón, bueno... para la persona que pcnAflba en esos dos pcalones, ly
ése era mi tipo! Y ambos se pon(an a pensar lo mismo, de suerte que
01ro día en que el mismo fenómeno se rcpctfa: "Señor, lqué hora tiene?
l No salió muy 1emprano? lNose le ha hecho tarde? -Bueno, nosé...
IAh, si! lmi reloj está parado!" Habían pensado tanto lo mismo al
mismo tiempo, que se habían encontrado para hablar de ello. Y yo
comprendía que eran asociaciones inconscientes que poco a poco se
volvían conscienle.'>, a fuer7.a de producirse, por raras que fueran, de
manera e.o¡pcclfica, en ciertas circunstancias que obligaban a las perso-
na.~ a hacerse la misma pregunta al mismo tiempo y quizá a esclarecerse
mutuamente.
2
/'droJNllolog/P de la ,,;do cotldiantJ, Buenos Aira:, Amorrortu. 1976, vol VI
1
Cinco col'lff:fmCi(J.I sobte psicotuWIWs. Butnos Aires, Amorrortu. 1076, vol. XL
al IL ENCUP.Nl'RO CON 1:L l'SICOA'>IÁU~IS Y IA FORMACIÓN
¿oe los seis hijos era 11sted lo 1í11ico q11e ero m11ybril/onte en sus esrudios?
cl2dtcncn>dc 1986.
l 'I P-NCUI!NTRO CON lll PSICOANÁLISIS Y LA l'OR.MACIÓN SS
Era todo lo que sabia. Pero eso cambió cuando estuve en PCN, cuando
conocí a MarcSchlumberger y nos hablarnos. Schlumbcrger había sido
psicoanalizado p<>r Nunberg, en Austria. Además, había pasad<> un año
o dos en la escuela de SummerhiU• en lnglaterra, como instructor y
animador. Antes de eso era prospector de petróleo. En aquel entonces
era un hombre de treinta a treinta y dos años que hacía tardíamente
sus estudios de medicina.' En ese momento yo tenla veintitrés aiios, o
sea que también yo estaba retrasada. Mi madre me había dicho: "Ya
que Philippe estudia medicina, ivé con él! - No, mira, eso ya ha
provocado muchos problemas. Mi año ya está organizado en la Sorb<>-
na para italiano; tocaré m(Jsica; soy instructora-enfermera: idejemos
las cosas como están! Estudiaré medicina a los veinticinco años puesto
fundadores de la NRF, dirigida por Glde. lo$ d(IS tcstip de ¡u malñmonio fuerot1
Andrl Gidc y Philippc Mareue.
1•1 11NCUBNI'RO CON EL PSICOANÁLISIS Y LA FOR.'dAOÓ.'I IJ7
Sí, me babia quedado con la idea de que era filosofía y que no tenía
nada que ver con el estado de la salud de las personas.
electo...• iÉI habla comprendido mejor que yo! "lOué hay que h11ttt'/
Tiene que ir a ver a alguien. Schlumberger me dio un nombre.
lCuál? - Laforgue."
SI, íue Schlumberger. En aquel entonce.~ iba con Laforguc, para ter-
minar su p$icoanálisis en Francia. Habla hecho una primera parte en
Viena con Nunbcrg. quien lo habla emüodo, en Parú, con Laforguc,
cuyo antlisi> con la señora Sokolnicka habia sido supervisado por
l'rcud. En1onccs mi padre dice: "Bueno, qué mejor." A los dos dlas,
íue a ver a Lnforgue para coníiarle a PhWppe. F'ue a.-;f como Philippe
inició un psic:oantlisis y,en quince dW, comenzó a c:.\ludiarbicn, y con
facilidad. Estaba desbloqueado. Se desbloqueaba hablando con al-
guien, pudiendo decir lo que 1enfa que decir. Entonces me puse muy
feliz y fue asl como tras nuestros exámenes de íinal de primer ano, nos
recibieron a los d0$.
Debo haber comenzado en febrero del 34. Eso es, en febrero del 34,
en segundo año de medicina. Un año después que Phillippe.u Fue en
el momento en que decidimos D. y yo que no nos volveríamos a ver."
Se había alistado como voluntario para liberarse de su servicio militar.
Luego iba a retomar la preparación de su examen de oposición para
la cátedra de letras. Y, como niños, nos habíamos dicho: "S~ nos
volveremos a ver - Yo sólo podría ser feliz si lo siento feliz", etc., 1.os
dos diciendo cosas tan tontaA como !sa. Me sentía completamcnle
comprometida: había dado mi palabra a D. Además era formidable,
Sí, comienw con Laforgue. Y poco después c.ialla uri nuevo drama
con mi madre: esta vez porque continúo mi análisis. Obliga a mi padre
a dejarme sin recursos. Él me avisa: "Ya no rmcdo pagar lo tuyo. No
puedo permitir que mi pareja se deshaga a causa de mis hijos. Quiero
asu madre, lson ustedes los que se irán, ooyol" Estaba muy bien hablar
as!; era claro. Entonces dije a Laforgue: "Ya no me es posible conti·
nuar; mi padre ya no puede pagar y yo aún no gano nada."
Fue entonces cuando Phitippe me dijo: "Mira, tenemos cosas que
nos pertenecen, que podemos vender. Además, esle año no tienes
tiempo, pero el que entra podrás poner inyee<:iones, apósitos.• No
esperé para preguntar en la ca.~ donde había sido instruClora si pod!ao
darme apósitos o inyecciones para poner, dado que ese trabajo de
enfermera podía hacerse por la mañana o por la noche. Gracias a ese
lrabajo gané algún dinero. Por su parte, Laforgue me dijo -cieno o
falso- que había bablado de mi caso a la Sociedad de París, donde la
princesal.I había organizado un sistema de becas para los pacientes en
análisis que interesaban a sus analistas, y que eran susceplibles de
convertirse más tarde en analistas. Por tan lo La!orgueconsideraba que
yo tenla madera para convertirme en analista. Pues bien, si deseaba ser
becaria, ti solicitaña para mi una beca de psicoanálisis; de manera que
le pagarían la mitad del precio que él me pedía y yo sólo tendría que
pagar la otra mitad. En aquella época, Laforgue cobraba a mi padre
" Uno..,...., i.. ~de l'n"(llllc Clo'o aoo pcimil<• f«Mr roa IOda
....,.-1i.c.r1aMde¡.-de IVJ6,•....,.11tl..-de1res-.por-•
C..cl.,..do-10....._.d..,,..•nl.a~ddllallOdc..-(d
noca:U).
R.ca:audlc:tón de a.ltltOftCl. l\Ule• Sdco..·11.ibre: f180 bey rMl<f'IC un1 pn ICJNM
a..t1 et lJ de martO Ck 1937, q1.1c: a 11 tll1ima
P• lo rdtft&'lle al rf"Cllrio. ti donor Ptuhrro Mlrcllc. taterropdo poi" ""-•Una-
ruvetda. cN maDCJ'I htc.gónaa. qMC c:n . . _..fito &1-.ón t'Oll l.Al'o~ em&llbe. ..
uoor....... L
eJ NU lidlnbc,cntn:.doembl"'dc 19l6)'dkk91lm de . . . . . . llAdcCOllC<Ck'lli
... 2.154', .. decir - pt«io. oaióo ............ · · - Oaho.. ...
••IO '!Or-ap. l'llilappc ""mte. 14< opn>dlnodl_fllll,,._I.
1.o .... -
pcm. -
.. q.. l.>bp<-<1-~-·-·
"9rrá dd - - ........ ...,.. ': 1 = . , . . . . , ......
- - !.-qua Laan ,.,_, cambti• p>r.,. iant... pedía de 500 • 600
fnnn• tn 1'*1. Enambio-«rm t1empca.otrueolftUDbra- Lalcrauc aóltlcohrabl
...
°""" .
tne~yi lanf• 1 9ol J*'C"1CI que C,.I dtu&ultc:a de medciM
1lc 1q1ti un cxtf'l(k). con<'Cf'llCftt• 1 uc Mpe(to ck " cul'I plit'auullfOca Ot
Pn~.- Ooho,dr un• t1:rt11 tnuy in1e,..n1e ••u pldrt, rtthNI~ "'la Roq..eb1'1111n··
... Ver.16d< 1p1od< 1936. 1 -~1 C.1oym•y...,1cntod< Ub<rvcmdoaqlli. l""lcaco
trdljo C'Uft l.afor¡uc. o.i •~ea ('(1mpat'9Ci69 ron c1 dO putdo. ai ini \ill1N
..._..enatclupr Altn..,hr:mpo..,.-t.JIYdlUl&lmcntcdllluuaantcd.Ulia.ia
• ., - ,..udo, ........ pocm - - - ....... -
~rte ....... _ ... ~.. ,.....,..., t~ ,,_, ... lswof. lll
w.,.,, ,.
illd-
uo lnllojodc<-.ou6a. l'orlodcolá ad p<rbloaburrielo, p>r .,.,._laque
, ..,. • -..loua ....... pues ..... ...,., ..... de_, .......... ...peto
_.;.i., de . . - - p<JO .... •-JO r-~ ...... ..., .... docir...
""'°
- • .. - - puj•- ,.......
p«Jl<plo. .,...... de..... de ddin<ncioo
doopoá do 1 i ¡ - alkl<). 1'1<vnl.,,. • • la <>n<n- de •-que q.i<IO
iOmilr, dc.ldc -. punto Oc Vd&a. ttq11icrc una «wptc~ón ha tlÚ pro(.-da de IM
propAM d1(.:1i1IUldc:a. al te qu.crc ttr lo belu111c bbR pera poner d dedo sobre . . de
kltcnfr:rmoa.
•Pero ahora -y laforpc dtf de acuerdo ('Oftmt¡O- u inU1d ttoer eumctou1
1r.alona de un 11r<ia, Lo mcp u VMr 1 111.eter de w;i u cu.ando al¡u1111 tcriu de
lf"llll!HillarioM:a..
J I , f''ICUPNT"RO CON EL PSJCOANÁI JSIS Y LA FORMACIÓN •I
oSI. por complc:to! Formaba parte de la regla que habla que r~pclar a
p6rtir del momen10 en que se enuaba en adlis~
Tres añO'i. 11 F.ra mucho, porque al cabo de un año estaba como nueva,
iba muy bien; vista por personas que me hubieran conocido cnícrma
no hubiese 1enido nc:ccsidad alguna de continuar. Pero yo tcm un
crilerio: cuando veía pacicn1cs. sentía <i CSlaba o no disporuhlc por·
que en esa época en medicina, uno iba a dar sin más con el cnícrmo,
se bada en seguida las veces de médico aunque aún no lo fuera. Y yo
creo que la cura psicoanalflica de un médico sólo 1ermina si éste no
pienmi nunca en si cuando cs1á en consulta con alguico más.
Hay que precisar que dos años antes había estado como prácticamente
en uoservicio de tisiologfa, por tanto había estado en estrecho contacto
con tuberculosos. Se había contagiado y la enfermedad evolucionó
poco a poco, luego "ílameó". Le hallaron una enorme caverna. Mis
padre.~ creyeron que estaba perdido. Fuimos a ver al Pr R.: no había
muchas esperan7.as.. Continuó manteniendo relaciones epistolares con
Laforguc, que le re.~pond!a. 11 Y, en seis meses, habla mejorado mucho,
era extraordinario.
IY yo comprometida con Laforguc, sin poder cambiar de analista!
Le habfa dicho: ''Tal vez a Philippc le aíectó que yo viniera ta.mbién;
sin embargo fue él quien me trajo..." Laforgue no respondía nada, o
respondía como acostumbraba. Todas sus maneras de interpretar eran
siempre del tipo: "Hay de gente que sufre a gente que sufre." lArré·
gleselas con eso!
iPara nada! iPara nada! Yo sabia que serla una pediatra que compren-
derla los problema.~ psicológicos que de.~mbocaban en problemas
sométicos: lo cual afio no se llamaba "psicosomático'', y que para mí
consistía en problemas psicológicos que se traducían en problemas
somáticos. Eso era lo que yo decía.
tl'erv no ejercfa?
iPara un pediatra! Para mf, el pediatra debla ser empático con el niño
del que se ocupaba, en vez de decirle: "Ni siquiera te da vergüenza
haberte fugado! lVes que tu madre estuvo a punlo de volverse loca y
le importa un comino!" Y, cuando esas palabras enfureclan al joven
adolescente, Heuyer añadía: "ilnintimidable!" Luego anotaba en el
expediente: "Muchacho inintimidable. Madre: retrasada. Reformato-
rio." iAquello me parecla espantoso! En fin, esiab.a en el servicio de
Heuyer y un día me dijo: "En vez de prepararse para ser interna - cosa
que hacia pues era externa - deberla preparar el internado en hospi-
tales psiquiátricos, porque es absolutamente necesario que en C.'IO$
siúos haya gente que eleve el nivel.•
lluu algw1os años Id una mtmoista lk A/0111 Cuny t:n la cual ctJfllaba
que allí habúJ conocido a "11110 Jovtn t::r/1tHHd111111Íamentt: dínómica", la
/illlua Frrmroist Dolto.
Actor no, no todavía, pero sí poeta y pintor. Y adoraba los versos. Era
muy culto en arte y li1cra1ura. Fue así como lo conocr.u
bien, él también babia ido a Sainte Anne, antes que yo -en esa época
no lo conoda - , a asistir a las cátedras. Y se había topado con el
extravagan1e de Laean que daba cátedras de anatomía del cerebro.
Cuando me habló de eso, íue para decir: "Pero si ese tipo no es un
anatomista. Es un poeta. lEstá completamente la<:o!n Aquello lo di·
vcrlia mucho, pero al mismo tiempo le quitó cualquier simpaJía por 106
psiquiatras: no eran personas serias, y aquello no era cientlfico. Bueno,
esta coincidencia es divertida ...
Yo no tuve a Lacan mucho tiempo, porque su cátedra ya estaba
llena. Tuve a un tipo que se llamaba Langlois y que daba muy bien las
cátedras de anatomía. No entendía gran cosa de esa geografía del
cerebro, tan difícil, pero en fin ...
iHizo corres?
SI, pero como puede uno hacer cualquier cosa, una vez que se pone
manos a la obra.
Al respecto me entero de que en Mai~n-Blanche una interna de
los hospitales psiquiátricos que se había ca.~ado, habla pedido que la
remplazaran durante tres meses. Como yo era externa de hospitales,
solicité ese remplazo.
Entonces fui a pasar tres meses de internado en Maison-Blancbc."
Esa estadía bastó para quitarme cualquier deseo, para toda la vida, de
ser psiquiatra de hospitales. Me decla: "No es a partir de Jos dieciocho
anos cuando hay que ocuparse de c.~as pér~nas, sino desdes u infancia.
2'4 éstas son las anocadon~ diana¡ que cnconlramoscn las agendas de t93S y 1936:
Sáb•do t•Ocdidcmbrc de l9l5. Comleruodcl remplazo en Maison-Blaq('hc. Salida de
Parisa las6'20 horas.. llegada a las8:JS: horas. Pnmera visita $Ola con Baudoin. Traba)O
conferencia. Ingresan 3 personar... Comtenzo 1lu3:10 k>I exámenes.. 'l'ardo 1;30 hOr-3$.
Uego a P1.rís hasu1 las6:30exten.uada. con los ntrvios de punta. Uni afá&~ inkial ('!)
Una melancólica \11Cja 1 la que hay que prometer que se k va a cas1igar para q~ hable.
Unacidoc(micaqucrcgrcsaagstad1 Domingo ISdcdiocmbtcdc t93S. Nicve.-Jgndo.
Malcta5. Dejo la e~ papi me odia y eso lo haee surnr. Mam' profundamente
desagradable. Pierre me lleva a Maison-Blanchcen 402. iMi lt1S1a1adón cscataSlróíical
Lurics t6dcdkicmbrcdc l'JlS. Pnmerdcspcrtarcn Mnison-BlanC'hc. No ingresa nadie.
T.P. Vulpian.
Nota: E1 hO!ipÍ1al psiquhitrico llamado "Maison..Olal')Cbc" se encuentra ¡i1uado en
una dudad de 11 pcrlíeria «K'ilna de Pa"'5: NeulUy•ur~Mame.
En la agenda de 19J6¡c md1ran lu fcchu de las au1op1stas: el() de enero, luego el
10 de enero, clcétcni.
La fecha precisa del final del curso de pnklicas no fue ano41da Por k> demás. el
remplazo efectuado por flr1n<;oise Marcnc no figura en los atrhivos del hospital.
El. ENCUl'!i'tll\O CON EL l'SICOANÁUSJS Y 1.A FORMt\ClÓN "''
Todo lo que cuentan esas personas que llcg¡m en estado dcliranlc, son
6iempre cosas de Ja infancia. Aunque sólo comience a mamfestar5e"
los dieciocho años, porque fueron cortejadas por un tipo que las plantó
en su tiabajo, o porque amaron a alguien que no se dio cuenta, o
cualquier otra cosa, siempre es papá quien aparece. No es del 1ipo en
cuestión del que se trata. Él sólo e.<lá allí como prestanombrcs. A<f
como en el caso de una mujer en la menopausia, jamás es su marido,
sino su papá quien se le aparece en forma de pequeño demonio al pie
de la cama porque miró :al cartero que le guiñó un ojo, o cualquier
cosa." Siempre eran hisrorias asL. Además, otro aspecto del hospital
psiquiárrico era que, de un momento a otro, esas mujeres seenconlTa·
ban sin un peine, un cepillo de dientes. un corsé, ya no les quedaba más
que una camisa de algodón burdo yun vestido encima. Era preciso que
nadie pudiera estrangularse, hacerse daño con nada. iComfan con
cucharas porque los tenedores son peligrosos! Vaya, era la locura. De
verdad eran Jos humanos que se ocupaban de aquello quienes creaban
un campo de concen1raci6n espantoso.
Además yo era una sola interna para ... il WO mujeres! Los años que
siguieron a la crisis de 1929, fue una época en la que lodos los días
habla mujeres que ingresaban; retrasadas seniles metidas alU por la
familia porque a la gente ya no le quedaba lugar en los apartamentos.
Y yo debla encargarme no sólo de recibir y tratar a las personas, isino
de todo lo demás! liice por lo menos diez autopsia~ para averiguar de
qué habían muerto algunas mujere.~. iYestaba sola! Hacía las autopsias
sola, Juego el informe de autopsia. Es muy curioso, todas esas mujeres
morfan de ateroma. Toda..~ tenfan las arterias atascadas de porquerías
blancas, a lo largo de las paredes. Entonces ronclufa que hablan
muerto de ateroma, pero vaya a saber de qué habían muerto esas
pobres mujeres_.
Con todo, hubo una que murió de una apendicitis de la que el dueño
no hizo caso; dijo que era sábado, que la atcndcríam()!; el lunes. Murió
de peritorulis. Y yo, que era médica de hospital~ me $Cnli terrible-
mente culpable y me dije: "No me quedo en un lugar asl, ies espanto-
so!" Para colmo de males, reinaba un espfritu de sala de guardia: iun
espíritu de cuartel de provincial No se parecía en nada, pero en nada,
a los hospitales de Parí.~, de suerre que no quise presentar el examen
de oposición.
t>olco.
P\)f lo ~MÜ, danpd el ICtvtnO de pcd1atria del hc:Mp1tal f"IUll·M•l.ÑC:I donctc
treó la pnmera con'ul&a. de: h0tpi1•1 de P"C'tlllR,hw1 cn franr1a.
l'I . ENCUfl.NIROCON ELPSIOOANÁIJSIS V IA flORMAC1ÓN 101
<'orno pedia1ra, de inmediato. Preo;cn1é mi tesis (Psicoan61isis y ~d1u·
tría) el 11 de julio de 19'39 a las 13 horL' de la tarde y me fui una hora
~put¡(habiendocomidoapcna. unboc.tdo) a laprefcctura pmiquc
registraran mi Ll1ulo. Primero pedl mi 1í1ulo en la facultad. Me contes-
taron: "iCómo! Acaba us1ed de defender \U tes~ - Quiero mi Utulo,
defcndf mi tesis. - Está en su derecho, JlOr ~u puesto, pero jamás se ha
hecho: no se entrega el mismo día. Rcgrc:M: en una semana. -¿En una
semana? lPcro si casi e.~amos a t4 de julio! Me voy de vacaciones;
quiero tomar unas vacaciones, pues quiero in.<Ualurme el primero de
septiembre a más tardar." Entonces la empicada me dijo: "Qué prisa
tiene. Bueno, está en su derecho. Vamos a hacerle un cenificado que
testifique que se aprobó su tesis • Me hi1.o ese certificado. •Ahora,
lc6mo hago para poder trabajar de inmcdia10 como ~ica? - T'aene
que ir a registrane a la prefectura.• Fui a la prefcctura el mismo dfa,
el 11 de julio de 1939. Se rieron mucho al ver a una mujer que acababa
de defender su tesis hada dos horas y que se prescn1aba allt de
inmediato. Le dije: "Mire, ltcngo mucha prisa! Estudié medicina para
poder trabaja.r y quiero trabajar iMuy bien! IMuy bien! iEstá muy
bicnl lBravo, braVt>, señora doctora! ..." Se doblaban de risa. Todavía
se acordaban cuando, después de la guerra, tuve que regresar como
todo el mundo. Durante la ocupación alemana tuve que ir para que
supieran si era judía o no. Tenía los papelc.~ que probaban que no lo
eta, pa.ra mi fonuna. Pero también para c_w, auto.V.aron la mWna
atCSlaci6n porque aún no me daban mi lítulo, pues despu6. de la
declaración de guerra. todo se interrumpió y nadie ten~ ~u Ululo
oficial
Ylas mujeres que no se hablan inscrito en la prcfcct"Urase quedaron
sin derecho a ejercer en Parls. has1a el final de las hostilidades. Si no
me hubiera inscrito el mismo día... Esas ideas supuestamente desea be·
lladas (que en realidad me salvaron) no dejan de ser señales de la
Providencia. De hecho, si hubiera esperado a mi regreso de vacaciones
el 15 de agosto, en plena preparación de la gucna, con los servicios
desorganizados, la facultad y la prefectura ca.'li cerradas, no hnbrfa
obtenido ni mi certificado ni mi registro. En efecto, a partir de la
dcdaraci6o de guerra, se proluoi6 a las mujeres inscribirse como
médicas en Francia para no perjudicar a los hombres que tcnlan su
profesión, y cuyo lugar habrfan tomado mientras ellos estaban movili-
zad06. Por 1an10 fue así como me instalé como m6dica en seguida y en
seguida abrí mi consultorio, el primero de septiembre. Ese mismo día
tuve tres personas.
lill 1'1 ,l:NCUl!NTRO CON P.I PSIC'O/\NALISIS Y LA fORM/\CIÓN
l frnl1111n lrxal?
St
lD611dcua?
Era en la pla1olc1a Henry Paté número 13. Fue allí donde comencé,
tras avi>ar a los farmacéutico.. Fui 1 decirles: "Me registré como
pediatra y, llegado el caso, médiu general." En ese momenlosc podía
tener do& c.•pccialidade>. l)c,,pu6 de la le.~ uno mismo elegía $U
~pccialidad. Había bechoscisscr.icio.de pcdialrfaqueeubrlan todos
los aspecto• de la especialidad: ¡J(<iqu1a1rla infatuil con Heuycr, cirugía
y traumatología del niño. Portanto habla hecho todos los servicios que
me daban derecho a cobrar como c.•pccialis1a, pues se rcqucrla haber
hecho prácticas de pediatría en 1rc> servicios al menos para llamarse
pediatra. También había ido a un servicio de niños de pecho, ya no
recuerdo cuál. Luego a servicios de medicina gcoernl y de cirugla
general de adultos. Por 1anto tambiéu podfa ser médica general, como
se dice, y ocuparme de medicina y cirugfa menor: abc:csos, cositas asl
que~ J'O"ible atendu en el con.ullorio. En esas condicionC'- comencé
a ejercer.
S. WS COMIENZOS DE LA PRÁCTICA
iNo, ool Antes había hecho una exposición clínica, gracias a la cual me
habían admjtido como miembro afiliado.1 Y continuaba mi formación,
aqueUo por lo que había dado mi palabra porque, como había sido
becaria, estimaba que les debla ser psicoanalista de adultos. No se era
psicoanalista de niños.
l Le habían pemiitido hacer Sil psicoanálisis y rlSted sen tia que tenía una
deuda con ellos?
En efecto ruve tres pacientes, eta la regla. Yescribí esa Lesis que a todos
1
En realidad se ln1ta de una cxpo1ickSo, hecha en el marro del seminario deJobn
Lcu~ refere1ue a! e.aso de: un paciente 5upcrvisado por t i y titulada "'Un caso de
ncu.rosis de cañctcr a base de a.utocuci,go". Bsla exposición fue presentada el lunes 2S
d• 1brll de 1938 a l.. 22 boru y publicada•• la RMI< franealse tk ¡»yél>Dnl1Jy>e, 1938,
LX, núm. 4. Tras k> c...al, Pra~ise Ma.rettt fue cJegida miembro afiliado el 20 dejunio
d• 1938.
& cambio, a pc;ar de las ÚMStipdoncs eícaua<las por la ldlora Mac Lean,
biblíoteouia d• la Sociedad Plócoanalítica de Pan., oo fue po11l>le ballar loo an:hlvor
del periodo 1939·1945. ~'"" rueroo dirpcnadoo porprccaudón,yjamú rec:oastruldoc.
Por tan lo oo _podemos saber toa ccm:za la fecha en que se eligió 1 Frani;oise Mtrc.110
miembro tituler. Ella cteía rtootda:r el 12 o 13 de julio de 1939.
!.OS C0Mlf:N7.0S DELA PRÁCflCA
le• p:ucci6 por completo elttravagante. lSóloJean Rostand me escribió
pura decirme que ese trabajo le parecía fonnidable!2
1
A continuatión ttnem()$ el tcttodc &a cana qucJcan Ro6tan<l d11igi6 a Fran~·Q:c
Dolto:
"30 de jullo dc 1939. Seflon: Le agradezco mucho haberme Clllliado •• hcnnou
tesis, Psicoond/i.sJ.t y pediolria. 1'.ic iotCl"C$8.U de mancm pa.rricula.r I• C:UCStÍOOCi que
tm:La u5tcd con canla-agudc?.a y Cinu111 1 y no dudo que una obnt uJ - donde la cic:nc:i.a
del psicólogo colabora sin cesar con la obsesvación del dfnic:o- logro iluminar muchas
mc.ntes1 aúo obnubiladas por injustos y tenatts prejuicios.. Contribuir;{ de mane·ra
relevante a propagaren las medios: mUicos las cnscñanutS cscnda.les de esta Fis:iotog(1
afectiva. que deberían ser ramiJial'C$ a rOdosaquclk:I!; cuyo a(dn es romprcndcr en atgo
cl alma human.a.
..Con mis más sjncera.s Celkitadones, sírvase encontrar aquí, seaora, el tcstimonlo
de mi proíu.ndo afec:10. Jean Ros1and."
En realidad, frall(Oise Ootto peca de modesta pues, a pesar de la< tniglcu cim10S·
tanctas. gran can1i<lad de psicoanalistas la fclidtaron por escrito por su trabá.JO. Todas
CA5 cartas fuctot1 conseMdas y halladas.
3
Recordemos para el lector no enterado de la historia del psiroan;Uis:is, queSoph.ic
Morg.e.nslem rue la primera psicoanalista en Prancia que se ocupó de ni00$, antes de
l'ntn~ Doho.
4
Enronlramoc la lista -que consta de I18 nombres- de las personas a quiend se
lu ~nvió un ejemplar de esta tesis.
Dcddiósuk idarse cJ 13 de junio lle 1940, a La entrad.a de los nazis: a París.
l.OS COMIEN7...0S DI! LA PRÁCl'ICA 1()7
iUna/6brica de psicoa11alis10.rl
6
XVIll Coogrcso de la Asociación Pl;icoanalíttca In1emacional1 Lle.vado a cabo en
1953¡ presidente: Hartmann.
• Conjunto de C$1Udios de una materia. fT.]
LOS COMIENZOS DB U\ PRÁCDCA
Así e.~.
l Yen e/suyo?
lEht
Cuando en aqucUa época tocfo el mu.nJn ~abra que lenfa niño~ peque•
llos, que lhamos a pc.=r y catar con mí matidn, y que jam'~ me
¡cparaba Je lo. mño!. y de mi 1mariJo el fin Je \emana.
Ptro ~Jltl úlefl M P"»T d fin d~ JntUlllD C<HI los P"ÓettleJ. lqu~ d«ir
if1U '"' """ pnldicu qut oistlo en oqwll4 tp«o1
Sf pero VI CM:ri!O, con todo Jetallc, que habfa dicho C<O de m(.
En tercero: que me hahia we ho l'"r completo jungiand. iCuando
no cooocia n1 una palabra Je J un11! iOut luntcrla! Me cntcrt de cw
por fllirlmann que habi.l sido uno Je nm IUf'Crvisorc. ypor l.ocWCllS•
tcio. Cuatldo H.utmann me 111 cucnl a, le digo: •¿Pero cómo es P"'•lllc?
Usted me conoda <i- qut no dijo que 110 era cien u?" Me r~
"Pero li )U la cuood3 en el 39; y.i no L'I cono.:ia veinticinco ano&
dClipuéa. Podía haber cambiaJu, JQpué.\ Je todo, oo se. - Pero.
Lagachc ei.taha 11Jlí. Era el único que tcafa derecho de c.<;1ar alh - ¿Y
no di¡o naJ1·.• 11'=:1 ....bc muy bien <1uién M>yl Siempre me ha J1dlo: "No
cuno1ai e nadie más clásico que tú cuando llC trota de casos rcgularca
y, al m1.rno tiempo. hace• lnve~rigación, qut mlcraantc." Entonces,
Harcmann me dice, dándome u.na palmada en la espalda: "Ya '"•
Fran~. uno cree tener amigo•." lii l.apchc hubi(ra dicho la mirad
de la cuart1 parle Je ca fraac, todo lo dicho por Lcbo-ici se lo habrú
--u
llc:vadu el viento, porque para las gentes que la cooodan, aqucUo oo
rc~r
11 ocs>de.<110oolo fu< ouaa>Jod _ . . _ p.ásc la""°"""""'
pani preaaat PI pmKi6e sobTc ca punto! Y cae m.cmbro trtvl&r se cot\IC1Kn
daptlt1AO16.Jo tolerado, '1.001n..ulldodc carp MDpDf1Anl« que din prvcba de ~llC
¡e; ron.fil tn 4!L 4.Siie U'lta l.k 1nrohcttnct1 o lk 1lctllU\IUto a ncrta dur'lct<lad
1(>4rtruc-'l'"
UlS COMIENZOS D~ 1..A PRÁcnCA 111
Ptro, desde su punto de >'isla, lqut h1UJ que Lagache no d1jtro nada?
- fKX tanto podía tener una ri>alidad imaginaria con ustrd. • lptro Úlf11·
che? Ni siquiua estaba tso en juego.
•Pan acll1tter lu rcl..ciooes que lcbovtC'i mlAlcnfa con Pn~U.C Oolto, rcpro·
duC'una& aquí, 11n cambiar nada, ute tato haJi.Jo en lol atthf"OI: de Praft(Oisc Dotto.
•et 31 de...,.. de l'l:S3. '9.-. No clcbll ir 111 rc•ruóG.- el .-•1D Aluncc ptn
puor d <lla con lo& . . -
"'Pororn pene. el úblMktlO, a mcchoda'.a..1c:tcJonazodc l...ebcJrv1ciquc ron testa Bons.
quien recibe el saguknce recado para mf: ea 1nú11I que su mujer 2't rnotc51c maft.lna en
11lJllr1 une reunión a la cuiilqutt.á SCCTCC lnV11ada. Se 1rata de una tcvn1ón dealumnoa
1
'Como )'O babi'.a ra.pond1do por ccmto. no rontaba c:on tr ttero el 21 Uucw: •
dnlll'Ol y me quedo en P1n'i. A !» 11 horu kkfonazo dc1 (al parcrer de Guitton)
que d.cc;. 'VeQP .al 1n.111u10 al puede, puea Lt-bovia. Dia.ttinc:. Uenaay y a hlu)Arc¡
que t1cnct1. una onc.nLacióa to1almcn1c dSJhnta a &a &uya. 1$1 como a Ol«ll que le- an
lac'J rupoadldo. v1Jucron afirmando que el uw1tuto kJI: .,._ urvatldo_ Vcnp •
dcfc.ndc:r &u pu.ntode vtSta.'
"'t.Jcgo hada l.u IJ: 1.S horas y c:n1ro, micnuu t.cbovid h.ebl• (y no me. ve) y dico
ccx1ualmcn1c: 'Vine rreycnd() h11bcrsido tnvlt1dodc manera rcgulur por el insti1·uto de
p.lre>1n<fltsis, lly me e.ncucn1ro con""ª tebcbón (dijo mocúi) dcatumn06!l' Ocspuú de
4!1 yo m1n.if.esto k> mucho que me .sorprende el que se haya presentado tras habcrmr
IV\llldo q~ no 'f'lncia. yque no e-ra mi. n:un..o«1 or.aaa. de k:t c...a an d.cll eo caN la
mcnof' duda, y IÓll> e.ta pi-1'8 tcaer u.aa rapKA• oral o cscnta sobre ta muera oe
planear la fot'DUIOÓn dlCIMt;ca por parte de Sol 111ularu.
"1:.$ de imaguu1rw el cíuto produrtdo por ese flagrante Oehro de ma.11 fr da
IA>cM<I"
11 l LOS COMIENZOS DE LA PRÁcnCA
INol SI, quizá, nunca se sabe ... No sé, pero debo decir que fue provi-
dencial, lporque me hiw un favor tan grande! Oc lo contrario habría
.ieguido yendo a esos congresos insípidos... De verdad me sorprendía
ver esos congrC4os de psicoanalistas: durante el con,grcso era como si
iodos se hubieran Lrag¡¡do el paraguas, ponían unas caras de este
Lamaño. Y, el ella en que el congreso terminaba y había una salida,
todos se ponían como bebés a pelli2carse las nalgas unos a otros, a
golpearse la espalda icuando durante las jornadas de trabajo parecían
moribundos que se tomaban a lo trágico con unas caras de espectros!
Ese medio me pareció totalmente anificial.
un an41ilis d~clico con la doclora Sokolnicka. quien ruc supc.rvúada por Freud.
fercnczi y Hans Sadls. Bo 1925, pone a Marie Bonapatte en co.otacto ron Pte\ld. En
t926. participa en la fundación de 111 SPf, de la que cs. el primerpre¡idc:ntc, de la Rev&l.e
Franfaise d4 hydumalyse y<kL ·/,.,,Ju1iQn Pyychiatrli¡w: con Pid>Oo, Code<y Mink.,,....
lci. En 1942, publica una obn en Alemania, /'ry<Jo<Jpatholcfi• do l'kh«. En 1949, vn
librosob,. Talleynnd. Scva • MatMOroSd.,p1>ú de lag_.,., Cuando regresa a Pario,
reanuda su.c actividaides de anaUsta y organiza scmi"narios en su domjcllM>1 calle. de La
Tour.
Hay qi.le s.e.ftalar q...e en la Liberación, lo hkieron compatc0er ante un tnbunaJ a
causa dew acti1ud durante Ja O~ytuullófavoteddo por un sobruci.miento.
Fra~lsc Oolto prescnt6a.n1c el tribunal un testimonio en IN favor. El dacio' Philippe
Marct1e.., a quien pidió ll caución de un FFt.. se abstuvo de cualquier intervención.
114 1.os ('tlMIF1'/.0S 1)6 ~ PAA
lfnlci6t1r(ls1
lnicill1ico., sl Como los amllu. que lcnla frcud an1año, lo> sitie
anillos." Era algo que provcnla de una -.oci~dad csol~rica Aqudlu me
11
Pta"(OIK OoUo hlct: aJl.llión -iut •I f&mOIO •cumi1é JoeCrelll• tw JOMi c.I
pnrKtOq.e 1~ .. idcadc fonurm llQfllll)• 1 ~~ .in1-..rJtp_Nil'"dc fida.catre
lm íicb. poC"O después ck i . dct~ de i\4kt y Su-lcl y ea el ...-n10 de tu
IClmODd C'Oft Jung {J'ubo de 191:?}. f:crtnnt ~ l.c¡o ltaak aa&MCron de lnKrdO ~
somttc 11 tdM • Frcud • travts: de la rarta tk Jona y ru1bc ... ~ cnt~
la pcnpcctMI ck ufl eot"1té StttCIO del que DOk>nna1' pene k cnruta Oc 1nmcd1.at<>
ftOft!bra lm rucmbroa: Joncs,, l..c.rma1, Rank c¡vc tvvkl'Oft la uucial1Y1, SKhl q~ a de
t00. IU COftÍl&m.a., 1 Abnhlm llam.•do '"' po:Q iJ<'•puiL
lA rnmero tc\lntón lte:M lugar, en t'8~ de Frcud, el 25 de mayo de l91l Jonc• Cl
prc•l-.kntc
WS COMIENZOS DE U. PRÁCTICA 11\
iNol Pero aprecié mucho a las per,;ona.~ analizadas por Lacan porque
de inmediato se relacionaban con los niños. Eso me sorprendió muchl-
simo. Y ninguna persone analizada por Lagache, Bouvet, Nacht, etc.,
era capaz de eso. Estaban bloqueados en ciertos comportamientos.
Fue más e.re aspecto el qi1e la atrojo hacia él, los efccros reraptuticos, los
efectos clfnico~; que s11s planteamienros teóricos.
iS!l Y por ello cuando fundó su Escuela me dije que no estaría mal
formar parte. Noasislfaen loabsolutoasuscursosoi a loqueenseñaba.
Pensaba que era prcícriblo no quedarme sola. En efecto es muy dillcil
quedarse solo cuando <e C< analista: es preciso poder comunicarse,
poder hablar con otros. Es un trabajo que aíecta demasiado el narci-
sismo si se está solo, de manera positiva o negativa. Hay que intercam-
biar ideas, hay que ver a otros trabajar con la misma conciencia que
uno y de modo diferente. Es muy importante.
Dolto.
lNo, en absoluto!
llam6s lo SOSf'«/16?
IJamás!
1Del todo, del todo ajena! Hay que decir que no habla leído Mein
( 1161
LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL 117
Kampf. Tal como yo era en aqueUa época, el genocidio ora inimag1n11·
ble para mí.
iPero qué pensaba con rttspecw a Jos j11dlos que eran detenidos en
Fr""cia?
iErajudfa?
Era judía.
1
Periodo de p'*tíCN para c;onw:rti1'$C co Qtcma, crccruado en Bre.1onnc1u del 1
de TªY<> de 1935 81 1de mayo de 1936.
..El 16de.ju1io0c 1942. má:.sde 12000jud'°5 inmigrados, incluyendo mujc.r1:,, n1ft1•1
111 1.A \IK•U"DA GUF.RAA MUNl)IAL
EA ef«lt>, MI I• poüdíJ/ronceo...
11ue con todo loquehay,.no baya que pagar traspaso, sino sólo cntrcgor
la habitación a la conserje, sin más. Aquí hay algo sospechoso, m>
quiero entrar en ese apartamento." Hice bien.
Quizá porque Boris era ruso. OuUi porque los arcroorizaba la presen-
cia de un niño. QuizL. sí. Jean era in1cligen1c, tenía alguooo mesca.
Nació CD lebrero de 1943. A 106 dicciQcbo 111CiCS ya, en la ul>cracióa,
hablaba muy. muy bien. Habría podido coatar, CSllllldo ea el 5CCl'Cto
eb&olu10: •No has \Óllo a e&te ICÍIOr•• •se, entic:ado.• Se lo dcdamol
írcAleal sei«: ·~tranquilo, elle niño no diri nada.• C... lodo,
varia& aocbes aloj-c:a la habi!eci6p cootigua a~ que iban
dcpuo.
lNunca lo molurQl'(Jtlt
lEl hechodt! que Fr~ud fuera ¡udlo titne alguna impotrancio para 11stedl
sr. pero sobre todo que haya negado serlo. Por haber dicho: "INo. DO
lo soy!" pudo d=brir el psicoanilisis.
Jamtls dijo: •no soy jruJJo•, dijo: "no soy C"')'f'nte •. Ptro sitmprt afirrn6
que era judlo. No israelita sino111d/o.
Sr, por supuesto. Pero fue por oo ser creyente 11<>< lo que descubrió las
íucotcs de la creencia. Fue por no ser creyente por lo que cre)Ó en el
ser humano. No hay más crc)'Cnte que é~ pero el crda no &er creyente
porque no creía las cstupidea:~que le decian. Sobre todo I~ rabincccs
sobre el poder de los rabinoi>: "soy un lipo fenomenal porque soy
rabino; t6 erC$ un pendejo porque •. Por tanto debts pagarme para que
viva.• Todu esa. hblorias de in'\liluciOllC$ que no 1ienco nad.t que ver
con la religión. Bueno, tienen quc..,rcon la religión, desde el momen10
en que está insena en una in.\t1tuci6n. fao no tiene nada que ver coo
la espiritualidad judra.
iEs lo mismo!
Sí, pero con la diferencia de que son cristianos sin saberlo. Es decir,
les da miedo abandonar lo-.s engranajes mentales de su infancia, como
a cualquier persona le da miedo abandonar su neurosis.
Por tanto pimsa que en un momento dado de su historia, todos los judlos
se vuelven cristianos.
lSegura?
iTodos los judíos! En todo caso, los judfos fueron Cristo durante la
guerra. Los judíos son (.,'risto sobre la cruz. Los judíos encarnan a
Cristo sin siquiera saberlo. No sabeo que úeneo la naturaleza de Cristo,
lo encaman.
Es cierto.
No, pero picoso que debo tcnu una abuela judla en alguna parte_.
lPiensa que debe lmu una abuela judla en alguna parte o piensa,
refuítndose a lo que det;fa antes, q1tt ti psÍWOlrdlisis ha lltgado a un
eslildo de madwa tal que puedL, justamente, rmundar a su infancia!
¿y que Freud se ha convorido en Lacan-Dolto, es decir que ya no
neusila su judlo pues, setpín usted, los judíos se han vuelto cristionos?
Es sentido como uno fo/ta, pero 110 por los psiC(}IJ11alistus. lj11stomentel
2
Haptonom{a: ciencia de 11 arcccMdld y del lacio, que: permite ~stablettr ~n
contacto psicotktil prcna1al. Perfeccionado por Frans Vcid man, también es pntc11r1dn
SObrc tOdo por Cathcrinc Oouo-·rolitch.
"º U.. PSICOSIS
Sin embargo, perdóneme por insi.ftir, 110 me parece que eso implique que
no lray difere11cio de e.rlntctura e111re los psicóticos y los mu1ró1icos, por
rl contrario.
1.A PSICOSIS Jll
¿Qué es un psicótico para usted, para decir que tiene una estructura?
¿Qué es un psicótico?
Esopuedo dec(rselQ, pemsenecesitaria u/ menos w1 libro.3 No, t1 aspecto
principal no me parece la irreversibilidad - de lo controria 110 me
dedicarla esce11cialmc11te o/psicoanálisis de psic6ticos- sino una espe-
cificidad separada: no estlí11 los mismos factores del juego, paro 11ada, y
en portic11lor, porejemp/Q, no meparece en abso/1110 q11e la problemárica
edipica funcione e11 lo imaginario, en el psiqulimo mismo -de manera
general- de 1111 psic6tico. y hay que hablarle de 1111 modo 10/a/mente
rfisrinto.
Por eso creo que para ser psicoanalista se debe estar dentro de las
normas ill.\t itucionales Je los human°" y, al mismo tiempo, al o,crvicio
de la espirituatidad de un ser humano como SUJCtO cuyo cuerpo está
allí paruignificar una unil>n procreadora dentro Je la ley, pero no pan
significar la.\ trampas carnales animales sin palabrn.
En lo que a mt respecta, creo que no habrla podido considerar ser
psicoanalista si no hubiera sido creyente. No era ninguna rata de
sacrisda, M>bre todo porque mi familia no lo era para na<b, y porque
el psicoaná.lbis me hal>la hecho ercer que la religión oo era ma.~ que
una neuro;is, que sólo provocaba culpa. Pero trabajando me di cuenta
de que crn tnlnlmcntc otra cosa, sobre todo al cu-\llrmc con Bori.~ es
decir al entrar en contacto con la liturgia ortodoxa.
&to bi10 que el hori1on1c del d1>CUr.i0 litúrgico de los católicos
cambiara por complc10 para mi. Lo• católicos cMAn siempre en la
cuesúón de la jurisdicción, pues hcrednmO!I el cmtianismo a travé.~ de
la lengua romana; a través de la jerarquía romana El mutrimtlnio era
un rapto dctiniti\v de la mujer por parte de uo hombre y, a p.irlir de
cn1onccs. ella era propiedad de ese hombre: dejaba de ser un sujeto
para 105 romanos. Para los cristianos volvía a ser un sujeto, pcm dentro
de la ley romana: lqué lfol Según la ley romana, es el hotfo des u marido,
que la raptó haciéndola atravesar el umbral de la ca\a paterna para
llevarla con él, porque ella es incapv de hacer las transicionc.. Es el
macho el que la hace hacer las tran~icioncs y la lleva a su ca.~a,
prisionera en su telaraila. En realidad, el padre que hay co el esposo
romano es una madre sádica en la juri'>dicción romana, con cu ley
sádica de la preminencia del macho '>Ohrc la hembra.
La liturgia ortodoxa no tiene absolutamen1e nada que ver con eso.
En la liturgia ortodoxa, el hombre y la mujer son iguales en su valor de
sujeto, tanto ante Dio• como ante la ley, porque la ley no es una ley de
justiciero $Íno de caridad. Por ejemplo, se dice que los ortodoxos
reconocen tres divorci05; no cuatro, $Íno lre•. 1No es cierto! Los
onodoxos dicen - ies extraordinario! - : si la• personas se divorcian,
eso prueba que no e.~taban casadas 1>0rquc el matrimonio es indisolu-
ble. El hecho mismo de divorciar'lt prueba que no estaba.o casados.
l Entoncea qué pasa? i Bueno! toda la feligresía e\ culpable de no haber
1134 I
1A LTIVROIA ORl'OOOXA
Pero, cuando uno o el orro se analilil, muy bien pueth oaurir qut los
"ptrros y 101 gatos• se divorcim.
• Mmp,jllicn en fl'll!W. !T J
1
MarguJlJNrT "Cada uno de IOI m..embros de1 oonsejodc ''brlas [rcntasydcnichoti
que" oobnin en lu iglcsm: pera el sos1cn1mien10 del ed.lítcío y del tulto. (T.Ide urui
pomiqwa (p<Uldenie. SC(ftl&nO, '""""'°) tnaupdo de pracoiartl pt<Mput&<Ode
-lla -
11 l"'"""!u'" al comc¡o, de.,..,.,., laJ ....i.i. que etc.• Dicllomdn
,mini tSt 111 ~~ llarzfdd y Da,,,,...er.
l.A l..rt'UROIA ORTOOOXA 1 ,,
papel porque eran los que tomaban las decisiones cuando habla pro
blemas importante.~ de jurisdicci6n, pero eso ocurría siempre en l.1
jurisdicción romana, más o menos. Napoleón aponó el Código Civil
porque se vivía bajo el derecho romano desde la Galia. Pero entre lo.
rusos las cosas eran diferentes. En caso de separación de los padres,
la ley estipulaba que los niños y las niñas debían quedarse ha.~ta los
siete años en la familia de la madre. Si la madre estaba con ellos iqué
bien, o ni modo! Si la madre no estaba allí se los confiaba a una pareja
elegida en la familia de la madre: los abuelos o tíos y tías que ya
hubieran 1enido hijos. Cuando un niño alcan7.aba la edad de siete años,
había una reunión del conciliábulo de la parroquia que decidía lo que
se harta con el niño. E!n ese momento, si Ja madre se había vuelto a
casar, y su marido era capaz de educar a un hijo y, por otra parte, el
padre no se había vuelto a casar, y era inestable, el hijo se iba con la
madre porque había un esposo. Si, por el conirario, el padre se había
vuelto a casar y la madre también, se iba con el padre. Si ni uno ni el
otro se habían casado, si la madre se habla ido quién sabe adónde y el
padre 1ambi60, se encargaba a los hijos; el niño a una pareja de Ja
familia del padre que bubicra educado al menos a un niño de edad
superior a la de es1e niño (por ejemplo un niño de siete años se
encargaba a una pareja de la famma del padre que tuviera por lo menos
un hijo de ocho años o más), la niña a una pareja de la familia de su
madre, que hubiera educado al menos a una niña de edad superior a
la de aquélla. Era la ley. Y todo funcionaba rnuy bien.
A los niños se los consideraba el lugar del EspCritu Santo ha.Ita los
cinco años, hasta los hijos concebidos en concubinato. Todos los niños
conocían a su genitor. Los padres no podían no estar casados, puesto
quehabíaquedecirquehabíanengendrado,aunquenosecasaranante
la Iglesia. Había personas que no se casaban y que tenían hijos na1u-
rales; en realidad eran muy pocas. En lodo caso, los hijos naturales
llevaban el aombrc del genitor. Si uno se llama Boris, no se podfa no
tener como padre a un Oimilr~ un Paul, un Jean. Se era hijo de Paul.
l Hijo de Paul qué? Eso no nos interesa. Todo el mundo lo llamaba
Dimilri, hijo de Paul; Paul que no lo habfa reconocido con su apellido
pero que de todos modos era su padre. Los rusos rccoaocen la gcné·
tica; los romanos la legalidad. iQué aperlura, qué cambio de horizonte
para un cristiano, pasar de un rito a otro!
Por ejeillplo, a los ortodoxos (las cosas cambiaron después de la
guerra del 40; y en Rusia son perseguidos, es diferente) se les prohibfo
difundir la lilurgja itnpresa. La liturgia sólo estaba impresa en los
grandes libros religiosos que están en el altar. Ningún fiel tenía el 1ex111,
138 LA LITURGIA ORTODOXA
pero todos, a partir de los tres anos -de los cinco a más tardar-,
$8blan de memoria toda la liturgia. Porque de padre a hijo, de madre
b hija, se enseñaba a los hijos lo que había que cantar en la iglesia, pues
lodo ol mundo cantaba en la iglesia. lHa ido a alguna iglesia ortodoxa?
IAh, sil Pero en ese momento no vio lo que sucede de ordinario porque
las personas observaban cierta reserva debida al hecho de que era una
pannychide, es decir un oficio de difuotos. Es una liturgia muy hermosa
que parle de la desolación y desemboca en la alegría. Termina en la
alegría del abordaje en el otro mundo, pues el alma del muerto es
redbida p0r los invisibles que la esperan; el muerto es perdonado
gracias a todas las oraciones que se han hecho. Es un happy cnd. Pero
en la misa de domingo es curioso ver a los niños en la complela libertad.
Corren por todas parles, juegan, nen, juegan a las escondidas y está
muy, muy bien visto. Se los medio calma, un p0quito. Cuando quieren
ir al iconostasio situado atrás, o subir a la escalera, se los calma, se los
hace besar uo icono, u otro, prender una vela para mantenerlos ocu·
pados; pero nadie regaña nunca a un niño, porque es el sitio del
Espíri1u Santo. Y si hace tonterías, es porque sus padres están nervio-
sos. Cuando se es psicoanalisla, de veras es formidable ver que los
niños se acuestan en el piso, canturrean, y que todo el mundo sonríe
con beatitud al verlos comportarse así en la iglesia. Es muy curioso. Y
lo que se ve allí, en cuanto a los oiñ.os, es válido en cuan10 a las
fantasmagorías de las personas desde el punto de vista de sus fantasías.
Es muy sorprendente. Por cierto eso lo muestra una novela maravillosa
que acabo de leer, Vladimir Ro11baiev, de Sergc Lentz. 2 Es apasionante
pues allí vemos verdaderamente la truculencia de la fantasmagoría, de
las fantasías de las personas, su violencia. Es exJraordinaria esa violen-
cia rusa, violencia por completo aulorizada. No hay represión de todo
eso p0r parle de la Iglesia. Lo.~ locos, los locos de Dios, o los looos del
demonio, o de no importa qué, todo eso forma parte de la vida. Se da
entonces una corresponsabilidad extraordinaria de unas personas con
respecto a las demás en su convivencia. Es muy comprensible que se
1
Scrgc Lcntt, Vladimir Roubaiev ou les provinces de /'lrrtef, París. f'.d. Rol>cn
IAll"'11, 1985.
LA Ul1JRGIA ORTODOXA
Totalmente, Lotalmente.
Hace 11n momento utifu6 un tirmino que -lo si le gusta mucho: "el
método''. lParo usted es i111porta11te que ff p.•icoon(J/isis seo 1111 método?
111 íloal, escribfa sesgado hacia arriba; si por el conlrario iba bajando,
e~cribfa descendiendo yo también. Y me dedan: "tiene algún signili·
cado el que el sueño sea contado dos o lrcs vcocs seguidas con ese
mismo tono extraño.• No sabia qué signilicaba, pero intentaba anotar
lo más pOsiblc de lo que percibía. Eso es el psicoanálisis: anotar lo más
posible. Y, al mismo tiempo, cspenu que el paciente bable de ello, para
decirle que, en efecto, uno también lo había notado e intentaba analizar
todo lo que aquello podla signilicar como para que se repitiera. Lo que
el método permite buscar, es lo que se repile del pasado en la relación
concl analista, y que no es en absoluto lo que sucede boyen Ja rCAlidud;
lo que la situación real permite -eo las fantasías- repeürdel pasado,
y que no son los sentimientos reales. Asf, cuando alguien le dice: "lHoy
me pone los nervios de punta!", hay que escucharlo. No es Frao~oise
Dallo quien le pone los nervios de punta. Se le pregunrn: "lOué tipo
de relación le recuerda esto? lDe qué época de su vida?"
Eso es el método: buscar lo que un señalamiento así recuerda del
pasado, cnuoa relación anterior yque, luego, haccdcscmoocar en toda
una eslructura pulsional (en ese momento llamo a eso "estructura")
de una época situada entre dos castraciones: desput\.s del destete o
antes de la limpieza esfinteriana, después de la limpieza cslintcriana o
antes de la clara noción de la prohibición del incesto. Es decir que lo
que vamos a marcar como un período relacional que se revive en ese
momento en el aná.lisis, nos permite ver con qué estructura pulsional
hay que vérselas: se trata de un vestigio que no había sido hablado o
dicho, o apenas sentido conscientemente, pero sentido en las tripas.
Entonces vemos que suceden cosas curiosa.~: manifestaciones de
falsa apendicitis, personas que de pronto -durante dos o tres dlas-
lieneo problemas de interrupción de funcionamiento urinario, vaya,
cosas así. Son salpullidos,• como se diría en medicina y, el recuerdo de
una época de la vida de los pacientes en que ése había sido el medio
para expresar algo que habían sentido, que no podían decir con
palabras y que reviven hoy. O bien es el clima que les ha traído a la
memoria un recuerdo; o es alguna cosa que sucedió en la historia de
la ciudad donde se bailan, que recuerda un período, como fue el caso
el ella del toque de alarma, cuando la declaración de guerra. Es una
biswria que ocurre en el tiempo: la repetición de un acontecimiento
en otro espacio hace que el mundo vuelva a ser el que era cuando tenía
cuatro años. Son pue$ recuerdos del pasado que cienos encuentros (en
el tiempo I> el espacio, o en la relación con la persona) hacen surgir.
1
/@J1 (palabra inglc-sa); dc!íigna una erupción 1ransi1oria, gcncrnlmen1e provocada
(l\,r unn re•~16n a una inícctión (en paniC'ular viruela} o a una prescripción médica.
Cl..MéroOO
Puede ser una fantasía de olor. • lNo le parece que bue le raro'/ LNo 11
parece q11e huele a gas?" - lA gas? lEn que la hace pensar oler el !(di'/
Por supuesto puede suceder que de verdad sea una fuga de gas; pero
dura.nte una sesi6n de análisis en la que oo se siente nada, se puede
estar despabilado y decir: "iTiene razón, huele a gas!" Sale uno y se d11
cuenta de que en efecto el gas ya no está prendido, que lo apag6 una
ráfaga de aire. Se llgfadece al paciente: "iEstá bien! lYa ve? ino es
nece$1lrio meterlo todo en el análisis!"
Eso me recuerda la historia de un niño, en Trousseau, que siempre
tra.ía un teléfono, y se colocaba siempre el cordón de su tcltíono
alrededor de la cabeza. Era muy curioso. Era un niño de siete u ocho
años. Caminaba con las rodilla.~ flexionadas; tenía la frente calzada
porque el nacimiento del pelo comenzaba muy bajo. Era muy cariñoso
y siempre llevaba consigo uno de esos viejos aparatos telefónicos que
tenía la señora Atiene. Siempretraía uno bajo el brv,o con el auricular.
Yo pensaba en el cordón umbilical, me decfa: ¿por qué no? Por más
que hablábamos no soltaba su tcl6fono. Por tanto no era de eso de lo
que se trataba porque, cuando se ha simbolizado, el problema termina.
Entonces, un buen dfa me digo: "después de todo, iqui7,á sea el
teléfono...!" Y digo a la madre: "Dado su interés por los biberones, por
los objetos de bebé muy pequeño (sin hablar de una especie de bebé
in 11/ero de trapo con el que tambi6n se paseaba, además de su telé-fo·
no), loo recuerda usted algo que haya pasado con el teléfono cuando
estaba encinta de Franck o cuando él estaba muy pequeño?" Y de
pronto se ac-uerda; se habla enterado de la muerte de su padre por uoa
Uamada telefónica y había ca.ído desmayada. No sabía al cabo de
cuál!tO tiempo su marido la había hallado desvanecida al regresar a
casa. Estaba encinta de cinco meses de Franck en ese momento. Y él
escuchaba lo que ella me contaba acariciando a su mamá, acurrucado
contra ella. Entonces me dirigí a él: "Lo que estás haciendo, es lo que
habrías querido hacer. Pero tú cstabM en su vientre y no podías
consolarla. Ouerfas despertarla, pero tu mamá se había desmayado
porque se había enterado de la muerte de tu abuelo. A la vez estabas
muy celoso de que se ocupara más de un muerto que de ti y, al mismo
tiempo, querías curar a tu mamá de la tristeza que tenía." Eso le dije;
yterminó lo del teléfono: nul!ca volvi6 a tocar el teléfono; además dejó
de caminar con las rodillas dobladas, pudo caminar utilizando sus
piernas derechas. iCuando durante mese.~ buscaba yo en torno al
cordón umbilical! Y todo el mundo buscab11 conmigo. Ese niño hubfo
tenido una isquemia' debida a un nudo hecho por el cordón umbilkill,
1
Isquemia: OCiusión completa ybnual de un3 ancria. que erca una situattón C'f111c il
que rt:qu1crc unn intervención qu1nírgic-a de urgencia.
EL MÉTODO
lTotalmeote! iTotalmeotel
lYen ese momento, basta Bernard This, que estaba con nosotros, crefa
que babfa que hacer una coosulta precoz para pequeños! Dije: "No
hay que confun.dir. No es un lugar para tratamiento."
&looccs el proyecto quedó detenido. Pero, una señora que se
encargaba de la Acción Católica tenía en el primer piso de la explanada
de las torres toda una organi7.aci6o llamada C 3 B: había diversiones
para los jóvenes, los niños, Jos adolescentes. Nos dijo: "Voy a darles
dos de mis locales para sus actividades.• Era una señora muy elicaz y
muy correcta, una mujer emprendedora y enérgi<:a, pero que quería
elegir a los psicólogos, hacer su contrato, ldecidirlo todo! Aquello ya
no tenía ninguna relación con lo que queríamos, a saber un lugar de
libertad. Era imposible trabajar con ella. Lo cual explica que fue muy,
pero muy dificil abrir esa ca.o;a.
Por fin, un dfa, el arquitecto en cuestión nos dijo: "Hay un dOplex
desocupado en un edificio de renta moderada." Corrimos, personas
que sabían lo que queríamos, en particular Marie-NoeUe Rebois y
Marie·Hélenc Malandrin, y yo, y ese local nos pareció perfeeto.3 El
arquitecto se quedó de una pi~.a al o(mos decir: "iEs perfecto, no
podía ser mejor! iEs exactamence lo que necesitábamos! Bueno, lsi
hubiera en.tendido que era eso lo que querían!" Fue en esas condicio-
nes como comenzamos. Y aquello siguió llamándose La Tienda o La
Casa Verde. En fin, las personas seguJan llamándola así. Finalmente,
como oues1ro mobiliario para niños contaba con una casita de madera
blanca en la que a los niños les gustaba jugar, ir, venir, en1rar, salir, ila
pintamos de verde! De manera que la Casa Verde, puede ser esa casita
para niños, rodeada por una verja de madera que después también se
pintó de verde.
La ca.~ Verde tiene un sentido ahora. Pero repito que fueron los
niños los que la calificaron así, icuando era azul! No había nada verde
en la casa.
sr.
Por tanto, ¿LQ Casa Vude era un lugar de prevención y Trousseau de
atencíón?
l He aquí la cronología de la C... Verde: l} &e luprsc abrióel6decnerode 1979,
en 11 pina Sain1..0arlcs, donde permaneció basta fint:s: del vet1110 de 1980. 2) Se
in.ctaló,dc manera provisional, en el 56Qoo de la calle Linois núm.16, del ot<>flo de 1980
al verano Oc 1981. 3) DcSde junt0 de 19811 el local se cncucnlra: en la calle Mdlbac.
fOdaJ un direttioncs se cncucnlran en el distrito qu:lnce de París.
ELMéroOO
•••
Troussc:au era la consulta común de UD hospital.
par1 conOC'Cr el MM(~ La C08$Ulla romcn:W C-1 m1u1e• 24 de &cpt;embrt <k 1940, y
1crmin6 tn d1C"1embn:. de: 1978 -•Jos 10 ar.oc t\lmplid°' de Pr1n(OIK Doho.
l.!O
pues e. una mujer aciiva e inteligente-, como le decia, la señora
Arlctte me dijo:• ¿sabe, señora Dolto, que jamás be faltado un martes
de consulta desde que estoy con usted?" Aunque estuviera resfriada,
aunque los niños hubieran estado enfermos o cualquier cosa, jamás
fal1t un manes. iNi siquiera lo sabía! Eso muestra basta qué punto me
importaba aquella consulta. Mis hijos nacieron cuando tenía esa C:O•·
sulta. Por tanto, si jamás falté un martes, fue porque en efecto iba
aunque estuvieran enfermos.
En cuanto a La Casa Abiena, es un lugar para b tercera edad que
existe de$de hace diez años en la calle Cujas n6mero 21. No tiene
ninguna relación con La Casa Verde. AUI, la\ personas de edad hacen
tapicería, cuentan sus recuerdos, historias para los niños, 00$11S 8SL
LSobreml?
iAb! si...!
AsombfOJo, ¿nol
ly 11<1 lo logrO! Siempre tiene algo que anda mal Ccmo ha visto, se
aiicndc i. mano y, al mism() tiempo, DO ayuda. Hayalg<lqueooencaja;
na coopera de verdad para salir adelante." BClris le repoodió: •venga
aa:oarooo DOSCllros,a>nlaria mi mujcrloqucwcedc.• Me telefonea;
"Pon Olro cubicno, irá el entrenador de fulano.•
Entonces nos enteramos por el colrcnador que el padre de c:sc
boxeador era bornl>lemcnte violento. !Colgaba a su hijo de los pies
para pegarle! Y el pequefio, aterrorinido asl por su padre, se babia
jurado que se volvería más íuerle que él. Cuando vela a su padre
furioso, salla volado; pero a veces el padre lo atrapaba yentonces, para
poder pegarle romo quería, lo colgaba de los pies como carne de canal,
y le pegaba. Era dramático. Más tude ese hombre se oonvirti6 co un
maravilloso boxeador: primero en las calles de su ciudad, luego cntre-
wdooc para pelear por campeooat06. iVaya que era fuerte! Y el
padre oomenzaba a sentir que su hijo era más fuerte que él, que a su
vc1 podría oolgarlo de los pies. Sin cmbugo, lo curioso de ese boxea·
dor, a6n de oiiio, es que no lograba terminar lo que comcoz.aba. lSi no
ganaba pronto por nocaut, hasta alll Ucgaba! Pero, eo realidad, le daba
mucho miedo noquear a su adversario. No quería ganar por oocau1;
decfa que eso deSl.ruía de por vida y que un deporte no debla destruir
de por vida; debla deSl.ruir por un momento, sólo durante la pelea.
Tenla escrilpulos de perjudicar al Olro de por vida, pero en írn, debía
ganar pronto si no, al cabo de uo momento, llegaba al limite y el
coinbate podía eternizarse basta que él ganara finalmente por punte»,
eo un esudo de agotamiento poco ~ético y peligroso. Por otra parte,
la mujer de ese boxeador deda que eran lo baslan1e ricos; y, scg6n el
entrenador, se ponla furiosa cuando DO se acostaba con ella, pues era
tao celosa que crela que si no se acostaba con ella, era porque se
acostaba con otra. IY mire que tenla mo1ivos para estar celosa, puesro
que habla una amante en Ja historia! Pero para ti, la preparación de
una pelea de campeonato, era de veras enclaustrarse: la diclética, total
asccsis para no perder su cnergfa cogiendo, alimentos estimulantes,
etc. Es todo un entrenamiento obligatorio, a la ve:c psíquico y flsico, y
que es aceptado cuando el entrenador tiene crcdil>ilidad: entonces es
el mentor que lo asiste a uno todo el tiempo, quejuega a las cartas con
uno, que lo d.islrae, que lo hace ofr m6sica. Se necesita mucha psico-
logJa para ser el entrenador de un favorito.
Y entonces el entrenador me dice: "No st cOmo ayudarlo para que
termine 6Us peleas."
Le contesté: "Mire, creo que durante los cuidados que preceden el
round en el que sienta usted que él debe acelerar la ventaja, y que es
fil.MÉTODO
'"
allf cuando debe ganar, le dirá cuando se levante: "Anda, lno ea 111
padre!" iY eso fue lo que pasó! Más tarde, inmediatamente dc.~pu~'
de la pelea, el boxeador dijo a su entrenador. "iCómo se te ocurrió
decirme eso! iPero de pronto dejé de sentir escr6pulos para pegar!"
10. SIN TON NI SON
A'1n no salgo ... Como le decía, cuando era niña, pude contar con una
vieja amiga de la familia, que además fue maravillosa conmigo en el
momento de la historia terrible con mi supuesto novio. En aquel
entonces estaba desesperada. Mi madre me decía que ese muchacho
sería toda su vida un borracho y un drogadicto por mi culpa, sólo
porque yo no quería continuar el novia7,go. Sin embargo aquello me
parecía asombroso, y no entendía para nada por qu6 razón, si era
( 154 J
SIN TON NI SON
alguien tao frági~ a ella le parecía un buen marido para mi. 1Curio~o!
A causa de ·10 que me deda mi madre, hasta el momento en que U.
pasó el examen de oposición a la cátedra de lettas, me sentí compro·
metida con él. Cuando vi su nombre en la lista - cada año iba a ver la
lista de opositores que lo hablan logrado- y supe que babia pasado el
examen, le escribí una carta de felicitación para decirle: "Si quiere que
nos veamos para hablar de la palabra reciproca que nos dimos, según
la cual no nos permitíamos ser felices sin que el otro lo fuera, estoy de
acuerdo. No tengo la menor idea de eómo será este encuentto, pero
guardo el recuerdo de una maravillosa amistad con usted en una época
dificil de mi vida.• No me respondió.
Un día, digo a mamá: "¿sabes? O. pasó su examen de oposición.
-IPorsupuesto!yalosabía. _¿y porquénomelodijiste? -Pensaba
que no te interesaba en lo absoluto. - Me interesaba mucho, porque
me seotla reservada para él por una palabra. Ea cambio ahora estoy
liberada. Habrías podido dedrmelo porque eso prueba que salió
adelan!e; que no se convirtió en el borracho y el drogadicto en el que
me babias predicho que se cooverlirla. - IEres una imbécil!"
Cuando conocí a Boris - qué chistoso, no se lo he contado- avisé
a mis padres. También fue una historia folclórica cuando dije a mis
padres que estaba enamorada de Boris. IYo tenla treinta y tres años!
Era Navidad y en la ca.<a había que pasar todo el dfa de Navidad en
familia. Esa vc:7, anuncié: "Tengo algo mejor que hacer.n -lY qué es
eso mejor? -Es Boris Dolto." Cuando dije que era originario de
Crimca, papá ruea consultar su atlas con su lupa y dijo: "Por supuesto
sólo podía traemos a la familia a un tártaro!" Y mamá: "iQuiero que
lo invitemos a comer! Pero en Navidad, invitarlo a comer... ¿Qué dirá
Victor?" (Victor era el ayuda de cámara). Entonces, mi padre decidió:
"Mira, Sualnnc, Victor es nue,~tro empleado; no tiene nada que decir
sobre las personas que invitamos. -S~ sí; pero el qué dirán, ies Ja
reputación de una casa! Y recibir a un señor cuando no se tiene más
que una hija, y que parezca que ese señor viene por esa b.ija, y que uno
no sepa cuál es la situación real, ia qué te suena eso?" Entonces mi
padre: "IMe suena a que hacemos lo que se í!Os da la gana!" Pero de
todos modos añadió, dirigiéndose a mf: "lCrees que ese señor piense
casarse contigo un día? - No lo sé. Jamás hemos hablado de eso.
Somos felices juntos, as! es que lpor qué no? A mí me haría muy feliz.
- Mira, le dirás, ysi quiere venir a vemos, estoy en la mejor disposición
de recibirlo." A papá siempre le daba por darme una palmada en la
espalda, sin decir gran cosa: "Estoy muy contento por ti." Se duba
cuenra de que yo estaba feliz.
ljl> SIN TON NI SON
SI, aunque siga guardando un muy buen recuerdo de esa época dificil
plll'U lodo el mundo y que debió ser muy dura para él. Seguramente íuc
cspon1oso para é~ porque de verdad yo era su primer amor; además
yo lcnía edad como para ser una de sus hermanas mayores. Sin 'lutln
para él era muy fálica, alguien que se respeta, muy dciCicadtt, muy
idealizada. iDe no haber sido así algún día me habría besádo! Pa,,uha
el tiempo diciéndome que me quería, leyéndome su diario. Y yo le
decía: "lPero qué puede importarme que escriba lodos los días que
me quiere? IMe aburro! Es una palabra que no debería decir, !pero
nos aburrimos! lNo se da cucnia de que nos aburrimos en esle cuarto
diciéndonos que nos queremos? iVamos al concierto, vamos a dar un
paseo por el bosque! - No, c.'ioy cansado; además prefiero estar con
usted. Tengo derecho pues somos novios. Bueno, tiene derecho, ieo-
tooces qucdémonosjun1os1• ¡y leíamos perpc1uamcote su diario ínti-
mo donde no hablaba más que de mi! iEra algo muy rarol No tengo la
menor idea de cómo pudo salir adelante ese muchacho. Para él era un
primer amor idealizado, y para mi de pronto, el encierro, con el
pretexto del lérmino jurídico "novios•, que deja de significar algo a
partir del momento en que uno se aburre como osLra con alguien que
le dice que lo quiere, cuando a uno le importa un bledo.
Por supuesto era halagador, 1pero cinco minutos! E.o cambio, desde
el punto de vista cultural era apasionanle. E.s cieno que me abrieron
el horizonte a una música que basta entonces no oía; a libros que basta
entonces no había leído; a la vida, la vida rural de Provcn,.a, que estaba
Uena de olores, colores, pa7~ a los protestantes. Todos eran pro1estan-
1cs. Era algo que contaba 1ambi6n para mamá. Incluso puede decirse
que eran muy protestantes; ya mí aquello medcslcrnillaba de risa, sus
canciones del siglo XVII en el templo, que a eUos también desternilla·
ban de risa Pero a mí ·no me pareda que fuera una liturgia. En mi
opinión parecían cántioos de niños el día de su primera comunión. Sin
embargo eran adultos, personas de la Acción Francesa que cantaban:
"El señor ial cosa ... me eligió ..., ele." Por supueslo, ijunto a eso la
liturgia romana tenía otra clase! Era algo muy social, de amabilidad
con las personas; pero no había mfslica. No existe la dimensión del
misticismo enlre los protestantes. En fin, con todo eso aprendía mu·
cho. Era la primera familia verdadera que veía. Hasta entonces nunca,
pero nunca, babia salido del encierro.
IAbsolu1amcnle!
... y cultural.
1.111 SINTON NI SON
Que duba 110 s61o cohesión a la familia .ri110, en una palabra, co11srltula
el lenguaje de la tribu, el lenguaje com1ln.
El lenguaje com6n.
Ése era ti único momauo en que todos hablaban t!I mismo lenguaje.
No, pero 1eola una voz admirable, cantaba entonado, cantaba de todo.
Mj madre se sentaba al piano y mi padre cantaba todas las operetas,
las melodías de Duparc, las de S1rauss. Tenía una V07 natural. Y yo me
metía bajo el piano para escuchar feliz la voz de papá y el piano de
mamá
Sf, pero en cae lllOOIClllono loa:ibla ' C:omo le dcda, se íuvit6 a Y~uc
-1*1-
dt 1IM 1n11&11·, 7¿j k ~m~ntc d tw11pl.KIO. Se Mbfa~...too tlAO
de ............. - - - . .. ,... a-;. do 11 - O..rru<, .._
--*
-ba
-'°"a "*>Cn<aa. loo I"""' 4la& .... pood en Paño en
ID9. A pen.at de m7,,.... falió a kJI cmncnca ..... cpe Ywttc G1111Act1 d . - •
V1C11A,7oeb.._....__.J._.-....., .... •A1pa1«<17011mbá
ICpl lot-d< f rnd. ca la épora del e,...,...,.,.
l'anil ca 1931.
(1Yli1btrt 1.1na di w CJplntuald cw:iooh Od periodo de . . conacnoa pn~
a Ywttc
iNo hubo alg(m pintor de la época, famoso, que hoya hecho su retrato?
iMás que yo! Pero el escultor que ho.o el busto que ve allá,' era
Lipchi12, quien despues se volvió un escultor muy conocido. Ése es de
la época en que Lipchitz aún era estudiante, antes de la guerra del 40.
Era un paciente de Spi17_ Y Spitz me había preguntado si no quena
posar para él porque no tenfa dinero. Era muy pobre y necesitaba
En uno palab10, ddlfa haber varios tftnttntos tn juego. P<JTun /11d<1, """'
temer todo lo que podio suude1'~ dtblo ulllir WU1 culpo sin lim•I<• ""'
resp«tou usted. P<JT orro pant, paro tt!mutodo lo quepodía onptr~r,
sin dudo ttnla mmlo de que ~11/izo10 usttd los deseos de tllll, m su htgor.
iNo, para .,.da! Como le decía, tras haber decidido casarme con él,
jamú le fuocioo6 querer darme ocios. Incluso conocl a una de sus
amigas que sin duda era su amante, una mujer extraordinaria a quien
yo comprcndla por completo. Ahora está muerta. Una maravillosa
kinesilerapeuta médica, muy inteligen1e, un poco las dos cosas, que
quiso a toda costa saber si yo sabia que él se acostaba con ella. Yo le
e.xpliqut que no me interesaba: "Mira, lo que sucede entre t6 y Boris,
u su problema de am.igos, de amantes, de lo que quieran. Su mujer wy
yo, y no tengo ninguna necesidad de olr hablar de cUo. No me sorpren-
de que te haga tan feliz romo a mt• Y es la 'udad. Es el •maucr of
fac:t", como dicen los ingleses; el inglés es el idioma que lo dice mejor.
En francés no se puede decir tan bien. Los hechos son los hechos.
Sí, sí. Y no puedo ocultar esta realidad. Los deseos y las necesidades
'En la m11ma vena. vate ta pe-na contar ll anicdota de dOIL'QQ'i'Crsaciona tclcrdní·
Cll.
S~ también en Rusia debe haber sido asl. Pero dije a Boris: "ie:1to ya
no e:¡ un cuento de Cbéjov! No vale la pena. Mamá ya no está en Par15,
e:1u\ la guerra. lC6mo vendría? Los metrOc'I casi no funcionan, luibrla
que caminar mucho. Va a angustiarse. ¿Para qué? Le avisarás cuando
el bebe haya nacido." Fue lo que hiw. Mamá llegó; se quedó ali!, toda
tlmida frente a su nieto. Yo tenla el bcbt en los brazos y le dije: "lNo
quieres cargarlo? - No meatreverla. -lPero por qué? - Pensaba que
oo querrlas que tocara a tu hijo. - iPero si eres su abuela! - IS~ es
cierto! No comprendí por qué pensaba que no querría que 1ocara a mi
bcbt. Yo e:1taba muy feliz de darle un nieto. CUrioso, Lverdad?
Otra cosa curiosa sucedió un dla, aquí. EUa YCnÍa a comer todo$ loe
jueves con papá. Una vez, tras reílexionar, me dice asl como asl:
"Mientras mú tc veo vivir, bija mla, m.6s me conYC020 de que no sabu
lo que es e:¡tar casada." Yo digo: "lAh si'/ lPor qué? -lPorquc tu
marido es maravilloso! - ¿Y los maridos deben ser cspant~s? INn
sabes lo que es un marido! Él es maravilloso, le quiere, se ocupa dr 1i.
l"/'I) SINTON 1\1 SON
Sí, lpero papá era así! -iOh! él era tan secreto, tan secreto; no
hablaba." iEotooces cUa explotaba! Y eso Jo hacía polvo. Y €1 la
adoraba.
Cuando Boris se enojaba con los niños, yo no bacfa caso y luego, un
momento después, dec(a; "iBasta! Ya hiciste tu papel de pater familias,
ahora déjalo!" Él me decfa: "SI, tienes ra26n", y listo, iya no hablába·
mos de eso! No se ponía de malas porque se lo hubiera dicho. Lo
aceptaba muy bien. Había hecho lo que tenía que hacer, había gruñido
como el 050 debe gruñir a los osemos, luego hablábamos de otra cosa.
E.a algo muy vital. Mamá decía: "Se ocupa de sus hijos - iPero es
norma~ son sus hijos! - Sr, pero tu padre me dejaba hacerlo todo.
!Además tu marido no re pide cuentas!" Es cierto que mi pobre madre
pasaba el tiempo escribiendo: upierna ... calcetines... lavandera, etc.•
Y anotaba no importa qué. Entonces lo decía: "lPero por qu6 escribes
cualquier número? - Para que la cuenta cuadre al final, si no tu padre
no está contento. Ya te imaginarás que me importan un cuerno las
notas de la lavandera, pero debe ser veroslmil -Pero mamá, les una
vida impuesta! CPor qué no le dices que no Jo harás, o que las cuentas
saldrán como sea, o que has gastado tanto y no quieres saber cómo,
que no oompraste cosas para ú? iAdemás él sabe muy bien que todo
es.o es para nosotros! - iAh!, pero tu padre no es así. Las cuentl!S
tienen que salir exactas, basta el último centavo, si no debo invcsúgar
duraJ>Le dos horas qué pasó con el dinero."
Y era cierto. Pero eUa se lo permiLía, en vei de haberle advertido
desde el principio dicitndo!e: "Lo tomas o lo dejas. Yo oo hago mis
coeDlas así, no soy una cocinera," !Pero no! Y 61 era obsesivo coo sus
cuentas. Compraba el diario, sacaba su cuadernillo de apuntes y
escribía: "Diario, 0.20 francos." A mf eso me hacia reír. Le decfa:
"¿Tienesqueescribir: diario, 0.20francos? -Uno siempre debe saber
adónde va el dinero, io es el despilfarro!"
Sin embargo, mientras por un lado ahorraba haslll en cerillos, por
el otro nos bada regalos completamente inútiles y grandiosos. Así era
papá. Cuando digo "regalos inútiles", pienso por ejemplo en el becbo
de que oo podía ver un malelin de viaje soberbio, coo cabujones eo los
frascos, cepillos de marlil, sin comprarlo. Asl, cada dos años, ioos
compraba un maletín de viaje que nunca utilizábamos! No servia para
nada. Pero para él era el regalo que se hace a la mujer que se quiere:
se le obsequUI una maleta. Cuando mamá murió, tenía seis maletines
de viaje acumulados. Yo, a los doce años, babia tenido tres. Era muy
curioso.
También estaban las alhajas: le gustaba mucho t:racr un collar de
perlas o un anillo. Y lo hada de sorpresa, lo cual generaba una reacción
SIN TON NISON 111
"A tas ..U ptnfa d lml 127, un 6"'01b111 que se cleOO>e ea Allll<!rea (•.).
FonoAmencc.. klil ddlintos tmlC$ panea IObn 111 m.amas vías (-~ l-lablli "ª niebla
OIJW(. ~Se prodv¡oundloquc terrible- ". (Gocw¡uGnsoo,La«adoutd<t""""'
dt f<r, Paria, l!d. Anhtme fayanl. 11182 2a. cdaaód, pp. t22-124).
1h.tx> 8 muutol ea seguida, y 1proom1cbuncntc 01roc tantos kll dí.as s1p1t.1'tt1,
c:ntn lol aa1Jea "'el a.cfLOr Marcne, atquileno de La reina de Espatii. qu1«1 lo Mb(I
cond«ondo rcckntemenre. ES scftor Mareue deja una viuda y tres n1Aos pequc:l\Of"
(op. <i•.p.129).
lU d«t0r lttlillppc Marcttc noc prcclió que lu 1buclo fu.e idcnliíteado g,.clu 1 un
anllf. -CIMIÍCO que llevaba siempre., f que hoy pertenece 8 UDll de iUS bÍlnÍCIU,
Pra~ilc Dolro oos mua:tra un luprde tu bibbocca.
SINTON NI SON
Manct. Era la alegria misma. Mis padres eran muy alegres. EA.. -.1, nii
padIC me dijo: "Muy bien, Henri, t6 eres el cocarg¡ido de rr a cnlra.r
clvioo. Pon el vino en el arroyo•, porquesiemprccleglanuo lugar cena
de un arroyo. Entonces derramt el vino en el arroyo. Y cuando llego
el momento de beber. "l leori, ivé por el vino!" Entonces fui al arroyo,
pero no podía llevar nada de regicso. •¿y el vino?" Yo no regre.'l&b&
porque... iya no había vino! Entonces mi padre fue a ver: 11..as sci'
botellas estaban vaclasl "iPero si te dije que enfriaras el vino! - No, to
me dijiste que lo pusiera en el arroyo! -1 Pero qué pendejo, qué
imbécil!•
Uno se imagina a ese pobre chiquillo de cuatro años, con esos
hombres privados de su picnic, en compañia de lu señoras con su
sombrerito, l•U corpiño! Para él rue la \'Crgücnza de su vida que su
padre lo tratara de imb4cil delante de todo el mundo, y el hecho de
haber sido un imbécil. Eso lo había marcado para toda Ju vida. li.sa es
la historia de papá en sus relaciones con su padre. Por eso, cuando
conoció a &u futuro suegro, quien lo apreció de inmediato cuando mi
padre no tenfa nada por qué ser apreciado (si no es su título de ex
alumno del Politécnico, y es todo), de inmediato accp16 trabajar para
él; pues en loe otros establecimientos donde se habla presentado
-después se enteró por qué- le respondían: "Ya veremos, ya v::re-
mos, déjenos su nombre", pero todo quedaba en eso. F'ue mamá quien
le hizo comprender por qué. La primera vez que comieron juntos, se
burló de él. "Señor Mareue, repita: lestáo llecos los :zapatos de las
duquesas?," porque ceceaba. Mi padre ceceaba como un n.iño, pero
no lo sabia.Jamás co toda su vida había oído ni a su madre, ni a oing6o
médico, ni a ning6n profesor, ni a ningún maestro, cuando era peque·
ño, decirle que ccccaba y que tenla que cambiar su manera de hablar.
Por tanto ceceaba y, adem6s, era miope, lo cual lo obligaba a usar
grucso6 c:rislalcs, quevedos.
Por tanto no comprendió para nada lo que dcc:la esa jovencita que
lo intimidaba. Estaba en casa de su jefe que lo había invitado a
quedarse a cenar. No comprendió, pero se diocucn1adequesc burlaba
de él.Se puso rojo de vergilenzayaSu:zanne la rcgañ6su padre: "Mira,
se puedetcneruo defecto de pronunciación sin por ello ser un imbécil.
Te prohíbo que te burles de Henri Mareue." Entonces ella contuvo la
risa. Coo todo, ti nos lo coot6: de regreso a Montbard se puso a
examinarse todos los días ante el e.pejo sin comprender. Luego tcrmi·
nO por preguntar a su futuro suegro: "iPcro qué es lo que tengo?
- Pero Marctte, tiene usted una papa en la boca, como dicen l.Jamá>
se lo dijeron? - iNo! iNu lo sabía!" Entonces mi abuelo le d11u:
171 SIN TON 1'1 SON
"I ni ente hacer ejercicios frente al espejo, quiú logre corregir el dcfec·
tu." Fue lo que hi7o. Y cuando regre.ó, oc:ho días después, ya no
ceceaba, lo cual impresionó mucho a mi madre. Le dijo: "lSon &U)'OI
.,..,., .cis sal<iflesr Y mi abuelo pmrrumpi6 en carcajadas diciendo:
"iBra,'O! iEs formidable! iEn ocho días se corrigió! -iPero si me lo
hubieran dicho, me habría corregido antes! No lo sabia."
Tengo que contarle también la historia de la miopía de mi padre
que me interesó mucho. Mi madre me la había contado y le pedí que
me la volviera a contar de.~pués de que me psicoanalizaron. E!I mismo
me habl6 de eUo. Supuestamente se había vuelto mlopc hacia los siete
añ05, 6iete aiios y medio; ~ correspondía (pero él no babia estable·
cido pa.ra nada la relación) a una amistad que había 1ratado con un
"peón"· de Michelct donde e.taba intcrnodC$de la edad de cinco años.
Cuando tuvo unos siete año6, uno de l<xl "peones", como se dcáa - un
estudiante de lkllas Artes - , se interesó por ese jo.,.cncito que le
pareda inteligente. Luego, pasando de una cosa a oera, c:sc joven,
grabador en cobre, originario de la ciudad de Rcims. conoció a la
madre y 11 la familia de mi padre; se convini6 en el novio y el marido
de una hermana de papá. Ahora bien, e.se joven usaba lentes. De
manera que uese muchachito que era entones papá, le pareció el colmo
de la elegancia usar lentes.
iSin duda! Sin duda es eso. Pero ti <()lo se dio cuenta de.<pués, cuando
me contó esta historia. Pues bien, hacia los siete años y medio u ocho,
gracias a ese maestro que había hablado de ello •mi abuela un dla en
que t.\ta íue a buscarlo al liceo, lo llevaron con un oftalmólogo que
descubrió que era miope. Tras lo cual us6 lentes hasta el nacimiento
de su hijo Pierre, su segundo hijo. Era tan miope, decía, lo cual
confirmaba mi madre, que antes de levantarse la.oteaba para hallar su.\
anteojos y ponérselos, de lo contratio supuestamente se habría rOlo la
cara al levantarse. Usaba quevedos d~ que entró al Polittcoico y
luego a la escuela de artillería en Vinccnncs, y cuando se casó. Cuando
<u hija mayor vino al mundo, usaba que\-edos.
Y un día, rc.<ulta -circunstancia muy rara en aquella época- que
mis padres tenlao tres días libres. De ordinario no babia fin de se.mana,
sólo <e dc.~n.<aba el domingo. Por el nacimiento de mi herma.no
Pierre, 1enfan tres dlas libres. Y mi madre que era muy impulsiva le
dijo: "Mira, ya que quieres agradarme (le ofreda un anillo muy hnJo
en cada nacim1en10) muy bien, no es un anillo lo que quiero. ~inn que
ya no te pongas quevedos. -¿Pero qut quieres que haga? - iEMlll"
Mi madre lomo los quevedos y los rompió. Y como no había ticnd.,.
abiertas, se vio obligado a prescindir de eUos duran1e tres dlas. Estab11
descoosolado, y al mismo tiempo fclil de tenec ese hijo al que toda la
familia festejaba. iTodo el mundo le comentaba lo mejor que se vela
sin lentes! "ISf, pero no veo oada!" Y luego, al cabo de uu dlas._ idcjó
de necesitarlos! El hecho es que al lcrccr día dijo: •¡Pero si veo muy
bien! Ya no necesito lentes.• De esa manera se de.~hi1.0 de sus lentes,
de lo contrarío los habría conservado toda su vida creyéndose miope.
SI.
lNo fue para agradar, sufrió! No podía hacer Otra cosa. No habla
tiendas abiertas, no podía mandar.e hacer otros aotes de tres dlas, por
lo tanto vivió durante tres dlas sin lentes, a la \'CZ muy disgusiado y, al
mismo tiempo, fcliL a causa de esos festejos por el nacimiento de mi
hermano mayor, que nació el 31 de diciembre de 1903.9
También es divertida la historia del nacimienlo de mi hermano
mayor: nació el 31 de diciembre hacia las 21 horas. Mi padre, muy
orgulloso de ir a registrar a su hijo, corrió eo seguida a la alcaldía. Por
cierto fue a cau~ de cslc acon1ccim1cnto por lo que me cntcrtdc que
en aquella tpoca se podía registrar un nacimiento por la noche en una
alcaldla. Ya no recuerdo quién de 111 familia lo acompañó para semr
de testigo (pues era necesario). Encuentra al encargado Jcl registro
civil que le dice: "No, señor, su hijo no nació hoy. lQué? lPero <i
vengo a registrar a mi hijo! -No, scnor, no puedo hacer el acude •u
hijo hoy, no la hart. • Mi padre lo miia, estupefacto. Y el otro: "Par•
'EJ 31dcd1c~mbr«de1903e111Jueve1.
SL'<TON NI SON
Fue al hablar conmigo, una vez analizada, cuando se dio cuenta. Por
lo demás, le interesó mucho que se pudiera interprciar todo eso como
una prudencia edfpica. En eíecto, aquello significaba una imposibili-
dad: alguien que no ve bien, no crura en la Marina
Ptro entonces, ella que, según lo que usted ha dic/10 ya varias veces, no
ero en absoluto favorable al psicoan61isis... "
'"So0ba1nte,earoo1t11nue&US-ent11icndadcl936.roafcdlo6dc~
'""'°runo de heud c.on l"P'- m•mi. Phit•ppe.•
º'<>rllonll. llO
SIN TON NI SON
iNo, en alxoluto!
/De todlls formas 110 pudo pensar que Jiubfo Ti!U/izado uno intervención
médica/ Ero una curoci6'1 por l'(QS disti11tas a /os médicas.
Para ella no era una curación, era una comprobación: no los ncccs.ita-
ba, se habla puesto lentes para identificarse con el hermano político
de ella. No estaba para nada abierta a la dimensión del inconscienlc,
a la cual mi padre estaba muy abierto, puesto que fue ti quien oos
permrlió hacer un análisis a Pbilippe y a mt
Pero que sólo eron dejec/QS m ta1110 elementos de la infancia qite hablan
sabm'Í•1do.
Esocs.
Y, en este caso, que se habían sonrutruulo.
11
BcnJIMt• R»>ttn (tst.9-'939), dibUJUI(' rt\m1t0q1Jc llev11 ta csccna•nun•le.s de
( 180)
LA Tí;CNJCA DE l.Al'ORGUI!
1
He aquClo que u ballócn la.a,gcnda de 1936: Vim1altk«1ubte. Con AJaln 2:30
horas, calle Oupuytrtn número 7. Papá ymamí {l) lJ,mbíin vienen. Qua de. mami ante
e1min ÚSC\IJo apartarucnto. Ala in me consuela, afon una<lamcn 1c,.Marres3 dt novi&nbn..
En la manana sefiora Morgcmicrn. &cue1uro '°'sillones. Pongo la alfombra. Me
camb'°11 lata.I~ Oupuytren número 7, Alegría. V1tmts6tk.n.o•·iembtt. Qué anivcr5arlo
más ícfrz. 2:20 horu. L. oo me recibe. Regalo de sus C'línk·os. /)drr~ingc>B ~ nov;anbre.
Nueve de la noche in.auguraC'tón de la casa.
Noia: AJaio se refiere• AJain Cvny, amigo íntimo de Fran~i.sc.
1
Pran(Oisc Marcuc pasa el examen de diciembre de 1934. la hablan reprobado en
el de diciembre de 1933, presentado en plena C'ri'b de ruplurJ con O.
Por otra parte, en esa ~poc-.a, un atcmo pnaba 9 francos por jornada <le 1rabaj~
o.1&11cnc1a firmada maftana y ta.rde et1 un registro, y pagado$ al ftnal del mes. Lo cual
pcnn11(a ganar 250-300 Craru:os men$ualcs. Un interno ganaba 800 francos rnensuaic&.
1 ~ sucklOG corrcsportdfan, en el caso de un cxicmo, aJ de una sirvieou1, en el de un
1n1cmo at de un cartero o un maesi ro de C$C1,1ela.
Li\ -rncNJCA OC! Li\FORGUE IR)
como había salvado a Francia, lera tan apasionada que tenfn que ir u
regalar una Victoria de Samottacia, de yeso, al pobre de Clcmenceaul
Con eso le digo todo. Mamá era inteligente, pero se comportaba como
una niña, y a todos nos arraslraba. Era una apasionada. Es muy, muy
curioso para mí, pues esta hisLoria de la Victoria de Samotrac.ia me
biw reir mucho cuando me hice adulLa, pero de niña, al final de la
guerra, jugué el juego: era un héroe, y todas las familias de Francia
debfan hacer algo por Clcmcnceau_
De la W5ma manera, cuando el CasO de CaiUawc,l todos comimos
crema de chocolate entre semana, cuando de ordinario estaba reser-
vada para el domingo. Caillaux era un sinvcrgüell2ll, Calmette habla
hecho muy bien, !punto! Entonces, como había hecho bien, ese día:
"Hijos míos, lhoy es dfa de fiesta!, Caillaux ha sido desenmascarado
por un periodista que tuvo ra7ím." iDe pronto tuvimos crema de
cbocolaLe! iAsl era mamá! No en balde era mitad irlandesa y amerin-
dia, lo cual soy Lambién, pues era descendiente de amerindios y de
irlandeses por parte de su madre, y por la de su padre originaria de
Alemania del Sur.
dcontológico! -Mire, lasl 50ft las cosu! En todo caso, •u h1¡0 n1.1
curado y cso cs lo principal.• Entonces comic112a a farfulbr y h.i.:cr
~OO. y saca una bol ella de la caJtera que traía consigo: "Le traje una
bolcUa de banyuts• pata agradecerle el tratamiento de mi hijo.• Y me
dio la botella de bányi1ts••• !Se fue tras darme una botella de bonyuls
por dos años de tratamiento de su hijo!
Sin embargo, lo divertido es que dos o tres años después volvf a ver
al muchacho quien, mientras tanto, me habla enviado a un compañero
a análisis. Por lo demás no sabia que habla sido por él por quien habla
recibido a ese estudiante con 1ics; no tartamudo sino grit6n, un poco
gritón. Como quena ser profcsor y gritaba un poco en los cursos,
!aquello le resultaba un tanto molesio! Mi ex paciente le habla dicho:
"Mira, yo me curé de una tartamudez yendo a ver a la señora Oolto,
quiJ' ella pueda curarte de tu tic de gritar.• Era un tic del csóíago, y
en efecto ese muchacho se curó pronto, pero no recuerdo para nada
su caso. Y sólo cuando volví a ver al primero me enteré de que el otro
era un comp:u\ero a quien habla dado mi nombre, y que no me habla
dicho que habla venido por él. Simplemente: "Un compañero de la
Sorbona roe dio su dirección."
Lo divertido es que, cuando me lo encontré en la calle Le Coff,1 en
cuanto me vio me gritó: "iSeñora Oolto! iOué gusto verla!" Entonces
baja a la cuneta -yo me quedo en la acera cuandoamboscstábamos
en 11 acera. Le digo: •¿porquf, <i leda gusto, baja a la cuneta?~Sueha
una carcajada: "iAh,sí! ¿Por qué? l'.o losé. _¿ y cómo está? - Pre·
paro la oposición a la cátedra. Me va bien. Me reprobaron el año
pasado, pero creo que ésta será la buena." Ywelve a bajar a la cuneta.
Entonces le digo:•¡ Pero de veras necesita es1ar en la cuneta! lNo será
porque su padrcsólo me pagó con una botella dcbanyul,s? - llCómo?I
lNo le pug6 nunca? A mi me dijo que le habla pagado con un cheque,
mucho más de lo que debía. - Bueno, guárdese es10, porque sin duda
está convencido de que me pagó mucho más de lo que debla. !Pero no
porque el psicoanáli.sis lo curó va a andar toda la vida en la cuneta junto
a mi' iSomos iguales, cnti~ndalo bien ahora! Pronto será profcsor en
la Sorbooa o en otra parte, por fin catedrilico de historia, cosa que le
deseo." Nos reímos un momenlo, luego no.. dcspedimos y jamás lo ~lvf
a ver. A$I 50n las cosas...
Lo que quiero decir, es que la técnica que empleE\ con él, jamás la
hul>rla empleado si Laforgue no me hubiera dado esa clave y, en suma,
por sugestión, convencida de que debla hacerlo si era una muchacha
consecuente con su descubrimiento del psicoanálisis: comprender
cómo ayudar a mi madre de esa manera y hacer un acto que, para ml,
era de lesa majestad, una falta al respeto filial; pero que, en realidad,
íue el alivio del dolor y del sufrimiento neurótico de mi madre quien,
como resultado, íuc encantadora al final de su vida. ITotalmcnle
encantadora!
Es todo, amigos míos, creo que les he dicho lo que o mi vez quería
/Tonsmitirles.
ANEXOS
PAMJI .IA Dfl FRANCOISP MARm'T'll
J
Jacquehnc 12 agQ'llO 1902-30 ..:pcicmhrc 1920.
l 191 I
191 ANEXOS
l!STUDIOS
DOMJCIUOS
- calle Gosta11e Zédé ot1m. 18, So. piso, París, distrito diecis~is. Del 6 do
noviembre ele 1908 a junio de 1913. J,ugar de nacimiento.
-Avenida Mcrccclcs núm. 2 (Coronel Bonnet), So. piso, Parfs, distrito dle<I
séis. Desde el regreso a clases de 1913 al 3 de noviembre de 1936.
- Calle Dupu)'1ren nllm. 7, planta baja, París, distrilo cinoo. Del 3 de oov\cm ·
bre de 1936 al 1de junio de 19'37. Recihe kis tres paaentcs Oc la analL'Ut
en formación que era en ese momento.
- Plazoleia Henry-Paté núm. 13, 4o. piso, París, distrito dieciséis. Del 15 de
jul!O de 1937 al 6 de agosto de 1942. Se lrulala como médica general y
pediatra, luego como psicoonabsta.
-calle Saint-Jacques nom. 260, 2o. piso, París, distrito cinco. Del 6 de agosto
de 1942 al 25 de agosto de 1988. Apariamentoy consultorio después ele su
matrimonio. Muere eo ese apartamemo.
Por otro lado, Fran<¡<>ise heredó~' casa íamilinr de Oeauvtlle, "l.a Catanna";
8onsy Frnm;oisccompraronjuntosunncasaen Antíbes "Soledad" -don.
de murió Boris cuyas ccni7.as, a petición suya, fueron esparcidas en el mar.
VARIOS
Encargada de con.•ullas
Hospital Trousseau: 1940-1978.
Cen1ro ~lieone-Marcet 1962-197$.
Doctor Mncri.• rmua de la universidad de Lovaioa (1979).
ne.pub de decir a las Ira penonas prCM:nlC> que iban dc¡arl3$, y de pedir
que la dlOCUlparan CQO aquellos a io. que no podfa c•perar haMa que
regresaran de vacacionc~, en particular n Dcnis Va..\.SC, murmuró con vm
d1VCnida y conm0\'1da: "Nll cs1~n codoll l<lS 1mb6:11<:s, como siempre. !'ero
no es a)!llO •.empre, no cs oomo siempre •
Sobre su tumbe, en el cemenicno de Bourg-la-Reine, ptdlóqucse grnt>ara csia
rrase del Hvungclio segun San Jua
No tcng;hs miedo.
Yo soy el OlmU10, la Verdad, la Vida.
/\GRADH'IMll NTCJs
IAl IOYCSl•p:oon<a concm11tn1 . . a la bot>gral!o de I'. D.. not lail okk> amplila
mc:n1c faah•- ro< la c::ur•ord....,. y ~ira actmdad que han
dclplcg»d<HOdoo aqucllou quiclle:.'I "'"' dlngrmm puta ull<cner V1furmuaunra
:.eguras. c:n cuanto se cn1cnn.lf'l de qut et obJCllW> cr1 la hL'VOllOI t)e la \Ü lk:
1rani;otw: l lallo. y en J'BlllCUlar
La llC1\ln Bu1del11tmcio de archMll de la i\sir.lcnna Pu'*8 C'crutaJ:.
El scmao del ptl'IOn;JI de k1' 00.ptlaln Mu11•on·Blanch<, V1ugimrd,
Richnl
La ..nonta M<ililor, bllltiul....,.. de IB 11'albd de Mtdoana
La "'""'lll Slllll\ille del ICM.-..• de .-cllro•Jo de la ''<1'.
l.a aa.-n:tuna de la f'llhlillcc.:a l.I<' 'lck:0..1fTIUnK:aCKmt:ll
rn llCl'lor /\ndré-1\tnaud "'"'l'nY· pcnod.... a de/'/ :i¡wp< (!IC<ICi<ln de ll<Jlro~
La~ura Cclcne <;<·timn;inn. pcdia1ra,quc ¡mi.l•uownc:n p11r1mcma
d """""' l6o que I'.....,"- I>• ••. y que 11 sucedió, cm <u marido, en d
ap:in.uncnto de lo calle Dupuytren
Dan1~ie /\ugor, pr1>le$0ru de 1>11edru de griego, en I• UnMnidad de
Narucm:.
la rftnra M« 1 CJlll, llblil.Mcun.. lk la " '•"i<dad p..;..,..,,.lna de PartL
Sin cmtwgo dc:t>cmor. esp<a:il<> agradc<>mitnh" a
Ca1hcrinc D<~u1.:1ol11d>,11100<,.,, de 8u madre, qutcn""" abrk\.., rc8trle·
o04l alguna klo archivno de l 'r~ Oollo, y !IObrc l<•lo la tolcmll1 por ella
CUlllCtVolda de .... agcndal pcnnnab de 1•11!1 a l •"'1( dnnde k> CICnC'lll era
eaaadó cada dfa, &si romo >u a..mpnndcllClll, en par11cular a IU\ Jl"dn:s.
Cok11c Pcrtbc:mtn1cr-·cuco"- <¡uc '"""'garia
ulrcdcu me.e• <le••""
a sclc<.-.:kllW, c:tas1nc.11, .oM:r uuliLllllc"'°' archM• a"' una dnuión y un
ngor fuera de loromun. la mabtalllúlcb:crmdc-uy...mpt"c reabmco
lo ID&llM aaiplil ailumia, la mformaaón pnaaa que alJ:ltlaha la ddlcultad.
NBdlnc Mc.•poull>b, nu..irn .im1ga yailcga, quw:n 1uvuabicn totuaJTllr a
Cite 1ra11ujo horas y hun" --•ohrc 1u.1<i a i. t>Wquc:<Ja de fuentes QX!as, en
la B1bWcca1 NacioNI.
fl cb.ior l'hil•ppc ~lle qwcn '""°
a 'bien ux:ibi 11c11.•.....,,,.. >uA
lfdlM• pmonak:1 y perm1umca apr<lllCdlar 1ocb.>us conoonucnms conc<:r.
nlcn1cs u lB$ fcm,., k'8 rugare• y "'"'º""'
111\~ucrlldal, cunnta.• ~ lo
oe<c>l1amo1. Catklhcnnano mrnur (cumroatl<ll) d< I~. '"""' 111....,,,.
111fanna, kll miam• poldra, Qllll)l.1Ó kll m..,,.. lugares y vMó kll rmam(•
JCOnlecimlcntOl. !'ero adcmá.•, reabro luo mMlo. dilud!Cl8 ni m11mu 1lempo,
1uvo eJ masmo an.alL\toi y en putlc nl mi:wnn uemp.l, vaya. jcJCtCIÓ la mllfllM
prol"1!0nl
lo a...i cxpllo' que sea a tl a qwes1 1 ra~ b;iya de llicaclo, en ¡wimrr
lupr, IU ICMI l'!>jcl!On• ti p;dialM
·A n PHU 1rr1·. dc manera muyesprcial, t n 1est1mon1odc m101rltk>_rorn.1
(19!5 I
1116 AGRADBClllllbNl'O-\
rcrocl\lo de las lnll=s y alegrfll oom¡wtidas en el l!lln!CUne> de ouauo
apendua¡t fraterno de la mcd1C11111yd~Tucanoo,1u Uldulgen1c
JIOCicDdl, 1u ,encrosa com¡nnsaón. l'ucron el IOlt~n en IO& momcolOI de
duda, de IOlcdad marel, el c:onsudollem¡n, en el camino de la Wll par el que,
s-ia i - i , fraicmalmcnley 1omaodome de la mano, mcdlllcoonrwva.
"A u dedico esaa obra que, por tOCI<> elC>, u lBn luya como nú.•
compuesto én duld'I lO/l 2
por eNÍtiat; c~itorialcs rom pu lariLadCMt
impreso en cuadratín y me.dio, u.
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