Nota de Cátedra elaborada por la Prof. Lic.

María Adriana Menéndez de Zumer

Nota de Cátedra

CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL SUJETO DE APRENDIZAJE

A- HOMBRE

Si consideramos los más general que se puede decir del sujeto de aprendizaje,
objeto de esta asignatura, es posible comenzar señalando que es UN HOMBRE.

Se han dado muchas características explicativas de hombre, mencionaremos

algunas de ellas.

 Es una unidad bio – psico - social.

El prefijo bio, de origen griego, significa vida. El término vida es un término

abstracto como la bondad, la belleza o la velocidad. La vida no existe, lo que existen
son los seres vivos, es decir aquellos que realizan actos vitales.

Claude Bernard 1 señala que las operaciones o actos característicos del ser vivo
son: la organización, la nutrición, la reproducción, la conservación y la evolución.

La organización hace referencia a la diferenciación de las partes y a la

coordinación de las funciones. Así, por ejemplo, el cuerpo está formado por órganos
diferentes que funcionan coordinadamente para lograr el bien del conjunto. La nutrición
remite a la asimilación, supone la trasformación de una sustancia inerte en la sustancia
misma del ser vivo. La reproducción es la división celular que culmina con un nuevo
organismo semejante al primero. Las dos últimas características van juntas, no hacen
referencia aquí a la conservación y evolución de las especies, sino a la conservación y
evolución del mismo ser vivo desde su concepción hasta su muerte. Lo biológico se ha
considerado relacionado con lo corporal.

Lo psíquico, por el contrario, por mucho tiempo fue catalogado como lo propio
“del alma”. Platón y Descartes consideraban al cuerpo y al alma como dos sustancias
yuxtapuestas. Aristóteles decía que el alma era algo del cuerpo.

Lo psíquico también ha sido considerado como lo propio de “la mente”. La mente,

a su vez, se consideraba formada por facultades como la memoria, la imaginación, el
razonamiento etc. Estas facultades, siempre presentes en el hombre, pueden

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Claude BERNARD (Francia, 1813-1893). "No es un fisiólogo, es la fisiología misma”, así quedó
retratado el gran Claude Bernard, una de las más ilustres figuras de la ciencia médica de todos los
tiempos. La variedad y la importancia de los descubrimientos y los conceptos fisiológicos que a él se
deben, y sobre todo su obra "Introducción al estudio de la Medicina Experimental" (1865) constituye a la
vez un canon metódico e intelectual del experimento fisiológico y una fecundísima pauta para convertir el
saber científico en saber médico.

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desarrollarse mediante su ejercicio, lo que determinó que durante el siglo XIX y parte
de XX la enseñanza tuviera por finalidad la ejercitación de esas facultades. Por ejemplo
la matemática tenía por finalidad desarrollar el razonamiento, el latín la discriminación
y el juicio; los contenidos de aprendizaje sólo interesaban en la medida que
posibilitaban el desarrollo de una facultad.

Una visión diferente de lo psíquico es la presentada por la Psicología Social de

Enrique Pichon Riviére 2, éste lo define como “El producto final, cualitativamente
diferenciado (esto es que no es reductible a otros fenómenos, que es específico, con
naturaleza propia) de un fenómeno bio-físico-químico en un contexto social
determinado” (PAMPLIEGA de QUIROGA, Ana, 1992, pp. 19).

Esto refiere al hecho que lo psíquico surge, emerge, o tiene como condiciones de
producción, de existencia, dos materialidades o formas objetivas de lo real:

 la organización biológica del hombre y

 un contexto, en el que se da la experiencia con otros, en el que se

establecen vínculos, relaciones.

Con respecto a la organización biológica, el funcionamiento del sistema nervioso,

y en especial de la corteza cerebral, es lo que posibilita lo psíquico. No podrían existir
los fenómenos psíquicos sin un adecuado funcionamiento del cerebro. Prueba de ello es
que si se produce deterioro de las células (p. ej. demencia senil), o a nivel químico hay
una alteración en la cantidad de acetilcolina (sustancia que permite la sinapsis de las
neuronas), se altera la función psíquica. El cuerpo funciona como causa interna de los
procesos psíquicos.

La otra condición, que señalamos posibilita lo psíquico, es el contexto constituido

por la naturaleza y, fundamentalmente, por las personas con las que el hombre establece
relaciones a lo largo de toda su vida. El mundo funciona como causa externa de los
procesos psíquicos.

Indudablemente existe en el hombre una unidad entre lo biológico y lo psíquico, y

ello se hace evidente cuando se observa que ciertos fenómenos biológicos aparecen
influidos, condicionados o directamente causados por hechos psíquicos (p. ej.
enfermedades psicosomáticas), o viceversa cuando lo psíquico se observa en
dependencia con factores biológicos (p. ej. disminución de la atención cuando una
patología física provoca dolor).

2
Enrique Pichon Riviére. Psiquiatra y psicoanalista (1907-1977). Nació en Suiza en 1907, y de muy
pequeño vino a la Argentina.
Fue uno de los introductores del psicoanálisis en la Argentina, y uno de los fundadores de la Asociación
Psicoanalítica Argentina (APA), de la que luego tomó distancia para dedicarse a la construcción de una
teoría social que interpreta al individuo como la resultante de su relación con objetos externos e internos.
En este marco fundó la Escuela de Psicología Social.

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El hombre tiene también una dimensión social. Esta característica constitutiva se
hace evidente por varios hechos de simple comprobación. Por ejemplo, cuando el
hombre nace se encuentra en un estado de total desvalimiento, necesita de otros para
subsistir. El biólogo suizo Portman señala que la especie humana debería permanecer un
año más en el útero materno para nacer con el mismo grado de capacidad vital que los
animales, que vienen al mundo con un conjunto de instintos suficientes que le brindan
las conductas necesarias para enfrentar al ambiente.3

Platón y Santo Tomás, también consideraban que el hombre necesitaba de la

sociedad para vivir. “para los animales – dice este último- la naturaleza ha dispuesto
alimentos, el manto protector de los pelos, medios de defensa contra sus enemigos... la
rapidez de la huída. El hombre no ha recibido nada de eso de la naturaleza, se le ha
prestado para ello la razón para que con ella y la ayuda de sus manos cree todo esto.
Pero el hombre aislado nunca y en ninguna parte puede procurarse todo ello cuando se
halla librado a sí mismo. Por ello es para el ser humano una exigencia natural el vivir
en la sociedad de muchos” (LERSCH, Philip. 1967, pp. 4).

A las razones biológicas y racional finalistas de división del trabajo debemos

agregar, sobre todo, que el hombre es un ser social porque necesita de la sociedad como
de una matriz que lo configura como humano. “Su mente y su cerebro son plasmados
social y culturalmente. Y para que esto suceda, la Naturaleza ha puesto en el ser
humano un impulso que radica en una necesidad poderosa...: la necesidad del otro.”
(PITHOD, A., 1994, pp. 47).

Lev Vygotsky, por su parte, considera que las “funciones psicológicas

superiores”, funciones que no poseen los animales superiores porque son
exclusivamente humanas, requieren para su surgimiento vivir en sociedad. “Podríamos
decir, por otra parte, que todas las funciones superiores no son producto de la biología,
ni de la historia de la filogénesis pura, sino que el propio mecanismo que subyace en
las funciones psíquicas superiores es una copia de lo social. Todas las funciones
psíquicas superiores son -relaciones interiorizadas de orden social (…). Su
composición, estructura genética y modo de acción, en una palabra, toda su naturaleza
es social; incluso al convenirse en procesos psíquicos sigue siendo cuasi-social”
(VYGOTSKY, L. S http://www.taringa.net/perfil/vygotsky). Nota: este tema se desarrollará al
analizar las teorías del aprendizaje.

 El hombre también un ser único, que cambia y a la vez continúa.

El hombre no solamente es una unidad, como hemos analizado, es además un ser

único que no se repite exactamente en otro hombre ya que, aunque tiene características
comunes con otros que lo configuran como humano, tiene un sello propio, distintivo, se
construye como un sujeto diferente.

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Adolf Portmann (Basilea, 27 de mayo de 1897 – Binningen, 28 de junio de 1982) fue un biólogo,
zoólogo, antropólogo y filósofo suizo. Su trabajo era a menudo interdisciplinario comprendiendo aspectos
sociológicos y filosóficos de la vida de los animales y los seres humanos.

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A su vez se capta como alguien que continúa siendo él mismo no obstante los
continuos cambios a los que está sometido. Su cuerpo sigue siendo su cuerpo no
obstante su mutabilidad, no obstante las modificaciones que sufre en las diferentes
etapas de su vida; además se reconoce en su psiquismo aunque éste sea altamente
dinámico y sufra profundas transformaciones.

“Sé que soy el que fui, mi memoria testimonia mi mismidad. Estoy seguro que seré
el que soy, por eso hago planes, promesas, proyectos. Soy un ente que se distiende en el
tiempo, en constante cambio sin dejar de ser él mismo. Soy el pequeño niño que ya no
existe; soy yo mismo el que jugaba aquella Navidad de la que apenas recuerdo alguna
escena..., ese niño es el viejo de hoy que vuelve a emocionarse, a gozar o a sufrir por
aquel evento. Y, si vivo seré el que mañana reinicie la rutina diaria del jubilado.
Cincuenta, sesenta o más años no me han impedido ser yo mismo a pesar de haber
cambiado tanto, de no ser aparentemente el que era. Me reconozco, soy evidente para
mí, aunque los amigos que no me ven desde hace mucho, digan: Está irreconocible”
(PITHOD, A., 1994, pp. 49). Nota: este tema se desarrollará especialmente cuando se analice
la etapa de la adolescencia, momento en que el ser humano construye su identidad.

El hombre es también un ser que:

 se desarrolla desde la concepción hasta la muerte, y aunque tiene rasgos

propios que lo hacen único, tiene también ciertas características similares
a las de otros hombres; semejanzas que tienen relación, por ejemplo, con
las edades de la vida que está transitando, con las características de la
cultura en la que está inmerso, o con la época histórica por la que transita;
esto posibilita describirlo según diversas etapas del desarrollo.

 posee capacidad para aprender.

Estos últimos rasgos serán los temas centrales en torno a los cuales versará esta
asignatura.

Llegado este punto podemos preguntarnos: - ¿Qué importancia tiene para la tarea
educativa que desarrollaremos como docentes, que el hombre sea: una unidad bio -
psico – social; un ser único; que transita determinadas etapas evolutivas y que en su
proceso de desarrollo esté influido por la cultura y por la generación que vive; que
pueda aprender? Son múltiples las respuestas posibles. Como tarea de reflexión
sugerimos plantear alguna de ellas.

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B- SUJETO

Ahora bien, la asignatura que ustedes están cursando no se denomina el hombre o

la persona que aprende, sino “Sujeto de Aprendizaje”, por eso a continuación se
abordará la idea de SUJETO.

¿Qué significa el término sujeto?

El término sujeto ha sido considerado por diversas ramas del saber.

La filosofía, cuando trata el tema del conocimiento, hace una distinción entre
sujeto y objeto. El sujeto es el que conoce el objeto, es el activo porque el movimiento
del conocer va del sujeto al objeto. En esta perspectiva podríamos ubicar al sujeto
epistémico.

Las ciencias del lenguaje, cuando efectúan el análisis sintáctico, expresan que en
las oraciones hay un sujeto y un predicado, y que el sujeto es el que realiza la acción,
independientemente que esté explícito o no (tácito). Podríamos ubicar en esta
perspectiva la concepción sintáctica del sujeto.

Si pensamos en el origen etimológico de la palabra, sujeto se relaciona con el

término sujetar. El sujeto sería entonces el sujetado. Ante ello surge la pregunta
¿sujetado por quién? La respuesta variará según la teoría o el ámbito en el que nos
ubiquemos. Para el derecho estaría atado por un ordenamiento jurídico en general y por
las leyes en particular; para la sociología sería sujetado por las condiciones sociales en
las que vive; para la psicología aparecería sujetado por su historia personal y su presente
de vida etc.

Es decir, el término sujeto puede evocar significados ambivalentes: por un lado

acción y por otro sujeción. En la idea de sujeto están estas dos posibilidades porque en
el sujeto hay libertad, pero también cierta limitación.

¿Quién es el sujeto?

Centrándonos ahora en la perspectiva psicológica, se suele decir que:

 el sujeto es una construcción, ya que no hay condiciones

predeterminadas que fijen lo que uno es por el solo hecho de existir; el
sujeto se construye porque no está dado a ser lo que va a ser desde el
inicio de su vida; y

 esa construcción depende de las experiencias que haya tenido y que

tenga.

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Enrique Pichón Riviere, expresa que el sujeto se configura en un interjuego con
el contexto, el que se le presenta a su experiencia siempre interpenetrado de
relaciones sociales. Es decir que, en las relaciones con el mundo, y especialmente en
las relaciones con las personas de ese mundo, es donde el sujeto se configura; de
estas relaciones emerge su psiquismo como internalización de las mismas.

Vanos a precisar un poco más lo que estamos señalando.

¿Cómo se construye el sujeto?

- El sujeto se construye merced a las experiencias. Debemos considerar que la

idea de experiencia implica diversos matices.

1- La experiencia a la que nos referimos no es exclusivamente empírica, no

hace referencia sólo a lo sensible, a lo que podemos ver u oír en un momento y
nada más, porque:
sentidos
+- las cosas que nos pasan, las experiencias que tenemos, las
pensamos mediante conceptos, en toda experiencia hay elementos
conceptuales que las organizan;

+- además las experiencias previas que hemos tenido van a dar

significado a las nuevas experiencias.

Esta característica debe ser tenida en cuenta por los docentes, quienes muchas
veces creen que la experiencia se hace exclusivamente en la práctica, como si la práctica
fuese un momento a – teórico o vacío de conceptos.

2- Hay una conexión fundamental entre el pensar y el hacer, lo que

hacemos puede generar cambios en los que pensamos y viceversa. Aprender
nuevos conceptos puede modificar la manera de ver las cosas y, por consiguiente,
el modo de hacer.

Esto también es fundamental desde el punto de vista educativo. El docente debe

saber que no todos sus alumnos son iguales, no todos van a pensar el mundo y actuar
sobre él de la misma manera, porque no todos han tenido las mismas experiencias; no
todos van a tener las mismas necesidades y a no todos la misma situación los va a
afectar de la misma manera.

- Recordemos, también que en esas experiencias que el sujeto tiene con el

mundo y que lo van construyendo son fundamentales las experiencias que tiene con
otros sujetos.

Comenzaremos ejemplificando las experiencias que el niño tiene con su madre.

Durante los primeros años de la vida el niño debe transitar paulatinamente de la

dependencia absoluta, de una relación “simbiótica con la madre”, a una cada vez mayor

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independencia. Si la madre ve positivamente el aprendizaje de su hijo, si estimula sus
deseos de probarse, de hacer cosas por sí mismo, captará sus avances así como los
obstáculos y los retrocesos que se dan en ese proceso como algo natural y, por tanto,
acompañará al niño, lo alentará, le brindará experiencias de prueba; si por el contrario lo
ve como abandono de esa relación cercana, obturará su avances o culpabilizará al
pequeño por aprender, no verá los obstáculos y retrocesos propios del proceso como
naturales e incidirá para que este sujeto (niño) no se construya como alguien capaz de
enfrentar desafíos, sino como alguien falto de competencia y de confianza.

Ahora bien, la madre y en general la familia es una institución de la sociedad y

muchas de sus características dependen de las concepciones socio - culturales propias
del momento, lo que genera ciertos rasgos en los sujetos sujetados a las mismas.

Pongamos por ejemplo las características dominantes de las sociedades esclavistas

o feudales, éstas penetraban todas las organizaciones e instituciones y, en el caso
particular de la familia, determinaban que el padre fuese no sólo el señor de la hacienda
sino también el que tenía derecho sobre la vida de los otros miembros de la familia, lo
que creaba un tipo de experiencia, una forma de vínculo, una forma de relacionarse con
el mundo, un sujeto diferente del de otra época.

Partiendo de esta idea podemos plantearnos la siguiente pregunta ¿los docentes

tienen un conocimiento real o supuesto de los sujetos con los que se relacionan?, ¿la
concepción de sujeto que poseen corresponde al sujeto actual?

Esta temática se comenzará a tratar al comparar el sujeto moderno y posmoderno.

Bibliografía

CARUSO, M., DUSSEL, I. (1999), De Sarmiento a los Simpsons. Cinco conceptos para pensar la
educación contemporánea, Buenos Aires, Ed. Kapelusz.
LERSCH, Ph. (1967) Psicología social, Barcelona, Ed. Scientia.
PAMPLIEGA de QUIROGA, Ana (1992), Proceso de construcción del mundo interno, Buenos
Aires, Ed. Cinco.
PAMPLIEGA de QUIROGA, A. (1996), Matrices de Aprendizaje. Constitución del sujeto en
proceso de conocimiento, Buenos Aires, Ed. Cinco.
PITHOD, A. (1994), El alma y su cuerpo. Una síntesis psicológico-antropológica, Buenos Aires,
Grupo Editor Latinoamericano.
VYGOTSKY, L. S., Obras Escogidas, Tomo III, Historia del desarrollo de las funciones psíquicas
superiores, http://www.taringa.net/perfil/vygotsky