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INTRODUCCION

En el siguiente trabajo hablaremos del Estado venezolano que ha venido surgiendo


desde el año 1830 y su reforma del Estado, la cual en materia de reforma constitucional,
Venezuela ha tenido uno de los movimientos más dinámicos de América Latina en los
últimos tiempos, sin embargo, es posible darse cuenta que los aparentes avances en
sentido normativo no han significado cambios sustanciales en el desarrollo práctico de la
reestructuración del Estado y por ende de la administración pública nacional.
Históricamente, la penetración de los intereses políticos y de la ideología de los actores que
dominan el Estado y el sistema político han condicionado la posibilidad de orientar las
reformas hacia una profundización de la democracia participativa y el logro de una
convergencia armónica de las dimensiones económica, política y social en torno a la
realización de un proyecto de desarrollo a largo plazo. Para realizar un acercamiento al
tema propuesto, nos detendremos en primer lugar en las experiencias de reforma
administrativas que se suscitaron a partir de los años 60, en los gobiernos como el de Rafael
Caldera y el de Carlos Andrés Pérez así como también los paradigmas que han sido
desarrollados respectos a la gerencia pública, nueva gerencia publica y buen gobierno,
enfoques que desde nuestra óptica se encuentran constituidos por conceptos similares y
que responden a soluciones surgidas en determinados momentos o contextos, pero con
vías diferentes de presentación.
Estas propuesta que han soportado las reformas administrativas de la
administración pública en Venezuela concretamente desde 1991, también fueron
precisamente los elementos teóricos conceptuales aplicados por los promotores de la
reforma para demostrar el grado de ineficiencia del modelo centralizado que prevaleció, En
Venezuela, hasta ahora los intentos de reforma han perseguido mejorar una estructura
pública intrínsecamente muy deficiente, sin buscar la modificación de las bases
conceptuales que sustentaban el proceso de reforma. Lo que se pretende con la Ley
Orgánica de Administración Pública es propiciar el cambio administrativo, ajustando la
lógica de funcionamiento y constituyendo un nuevo paradigma de gestión más flexible.
1 - Experiencia de reforma administrativa de los años 60 (como surgió, que trajo
como consecuencias positivas y negativas).

Hasta 1958, fecha en la cual se produjo la caída del régimen dictatorial de Marcos
Pérez Jiménez y se inició la era de gobiernos democráticos que subsiste hasta el presente,
no existía en la Administración Pública de Venezuela ningún sistema de administración de
personal, ni una legislación de aplicación generalizada para el conjunto de los servidores
públicos. Para ese momento, el Poder Ejecutivo tenía la más absoluta discrecionalidad
tanto en lo relativo al nombramiento y remoción de los funcionarios, como en lo concerniente
a la determinación de las condiciones de trabajo: sueldo, designación del cargo, jerarquía,
etc. Tampoco había un esfuerzo gubernamental coordinado, ni liderazgo o dirección, ni
organismos investidos de poder o responsabilidad para iniciar reformas administrativas.
Entre 1.958 y 1.960, en el marco del Programa de Asistencia Técnica de Naciones
Unidas, el gobierno venezolano recibió el apoyo de cinco expertos internacionales que le
ayudaron a explorar las posibilidades de mejoras en la administración pública nacional. Con
base en esas recomendaciones, se inició un lento proceso de estructuración de un sistema
de administración de personal en el sector público.

El grupo de expertos de Naciones Unidas estaba integrado por Herbert Emmerich,


Consultor Senior en Administración Pública; Dillon S. Myer, Experto en Organización
Gubernamental; David P. Walsh, Experto en Administración de Personal; Michael H. H.
Louw, Experto en Formación de Personal y J.D. M. Smith, Experto en Administración
Financiera. Las conclusiones del trabajo realizado por este equipo fueron recogidas el
reporte No TAO/VEN/13 de Naciones Unidas, titulado Public Administration enVenezuela,
1958-1961, del 1 de noviembre de 1961.

2 - Experiencia de la Reforma en el primer Gobierno de Rafael Caldera


(características fundamentales de este gobierno).

Los caminos a la pacificación ( 1 9 6 9 - 1 9 7 4) .

El primer domingo de diciembre de 1968, Rafael Caldera resultaba electo Presidente


Constitucional de Venezuela. Algunas características singulares se derivaron de este
proceso electoral:

1. Era la primera vez en la historia de Venezuela que un partido político alcanzaba el


poder, habiendo transitado solo la vía pacífica, electoral y democrática, al igual que
se producía el traspaso civilizado del gobierno a la oposición. Acción Democrática,
partido de gobierno, reconocía su fracaso frente a COPEI. Rafael Caldera obtenía
1.083.712 votos, equivalente al 29,13% del total, al tiempo que Gonzalo Barrios,
candidato oficial alcanzaba 1.050.806 votos, equivalentes a algo más del 28,24 %
del total.
2. A diferencia de los dos periodos anteriores, y de hecho por primera vez en nuestra
historia, el 11 de marzo de 1969 se instalaba un gobierno de minoría parlamentaria.
Si bien Caldera ganaba las elecciones, el partido COPEI sólo contaba con 16 de los
52 senadores electos y con 59 de los 214 Diputados electos. Además, el gobierno
se instalaba sin que hubiese sido factible obtener alianzas parlamentarias al estilo
de los denominados «Pacto de Puntofijo» y «Gobierno de Ancha Base»,
correspondientes a los gobiernos de Betancourt y Leoni. En efecto, resultaba
imposible formar una alianza política con Acción Democrática ya que el éxito de la
candidatura presidencial de Caldera representaba una voluntad popular de cambio
frente a la opción encarnada por el saliente partido de gobierno. Por otro lado, no
pudo lograrse ninguna coalición con los demás partidos, ya que estos constituían
grupos políticos sumamente heterogéneos que iban desde la izquierda comunista
hasta la derecha Perez Jimenista, resultando por tanto de muy difícil cohesión
parlamentaria. Rafael Caldera se veía así confrontando a la difícil tarea de gobernar
sin apoyo parlamentario.

Durante este periodo las puertas de la Residencia Presidencial La Casona y el


Palacio de Miraflores, fueron abiertas al público. También, gracias a los planes
vacacionales de la Fundación del Niño, miles de jóvenes pudieron recorrer las
diversas regiones de Venezuela.

La política de pacificación

Caldera hereda un país convulsionado, donde la guerrilla urbana y rural – incapaz


ya de tomar el poder – mantenía un clima de violencia y zozobra. Dos importantes partidos
se encontraban ilegalizados y muchos dirigentes políticos estaban presos, sometidos a
juicio y sentenciados. Desde la toma de posesión de Caldera, se suspende una práctica
hasta entonces constante: las garantías constitucionales mantienen su plena vigencia
durante todo el periodo constitucional. Nunca son suspendidas, nunca son acuarteladas las
Fuerzas Armadas.

El gobierno nuevo llega con una actitud de respaldo al pluralismo ideológico, de


diálogo con todas las ideologías y ofrece la paz. A estos efectos, entra en conversación con
quienes tomaron las armas; legaliza los partidos inhabilitados, adopta medidas de gracia
para liberar a políticos encarcelados, exigiéndoles solamente el que actúen dentro de la ley;
reforma los cuerpos policiales. Todo esto se hace sin menoscabo de la majestad del Estado.
Sin transigir en los principios y manteniendo la mayor energía contra quienes insisten en el
uso de la violencia como arma política.

Pero el propósito fue siempre persuadir y explicar antes que oprimir y castigar.

Como resultado de este esfuerzo, cuando termina el gobierno, por primera vez en
muchos años, no hay ninguna organización política significativa en Venezuela que planee
la toma del poder por las armas. En las elecciones de 1973, ex comandantes de la guerrilla
son electos senadores y diputados. No puede omitirse, al comentar la política de
pacificación del Presidente Caldera, el reconocimiento a quien tocó ejecutarla, al Ministro
de Relaciones Interiores, Lorenzo Fernández, de grata memoria.

La Política Internacional.

Cuando Caldera llega a la Presidencia, Venezuela no sólo estaba sometida a un


clima de violencia interna, sino que se encontraba aislada en Latinoamérica. En efecto, por
aplicación de la «Doctrina Betancourt» que consistía en interrumpir las relaciones
diplomáticas con aquellos países cuyos gobiernos surgieron de golpes de Estado,
Venezuela sólo tenía relaciones con Colombia, Uruguay, Paraguay y Guyana en
Suramérica.

Esta política fue sustituida por la tesis de la «Solidaridad pluralista» entre gobiernos
y regímenes distintos pero que comparten la comunidad de los valores esenciales y de las
aspiraciones prioritarias de la gran familia latinoamericana; la proclamación de la justicia
como fundamento de la paz y de la justicia social internacional y del bien común universal
como base de un nuevo ordenamiento jurídico que sustituye las relaciones de prepotencia
y de dominación por las relaciones de amistad y de cooperación.

Dentro de ese contexto, Venezuela reasume una posición de liderazgo en América


Latina; ingresa en el Acuerdo Subregional Andino; firma el Protocolo de Puerto España que
suspende temporalmente el procedimiento establecido por el artículo 4º del Acuerdo de
Ginebra; inicia un proceso de distensión con Cuba; inicia o reanuda relaciones diplomáticas
con más de veinte países, incluyendo la Unión Soviética; conversa y negocia con Colombia
para la delimitación de áreas marinas y submarinas; desarrolla una política de amistad y
cooperación con los países de habla inglesa y holandesa del área del Caribe; y por sobre
todo, mantiene en su política exterior una posición independiente y soberana, que no se
concibió como un gesto de enemistad contra otras naciones pero que puso fin a una
situación de sumisión frente a los Estados Unidos.

Esta independencia en la política exterior, encontró su concreción en la política


petrolera, como se verá más adelante; en la denuncia unilateral del tratado comercial con
los Estados Unidos que colocaba a nuestro país en situación de desventaja y entrababa
nuestro desarrollo; en la suspensión por parte de Venezuela de la visita del gobernador
Nelson Rockefeller, enviado especial del Presidente Nixon, por considerar inconveniente la
oportunidad; en la defensa de la integración latinoamericana y en la posición de defensa de
los derechos de América Latina frente a Estados Unidos y Europa, procurando siempre
hablar no sólo como un venezolano sino como un latinoamericano. Al frente de esta política,
es necesario también recordar a Arístides Calvani, quien la dirigió como Canciller durante
los cinco años de este gobierno.

Las Fuerzas Armadas.

La institución Armada es el soporte de la Política Exterior y del orden público interno.


La nueva política exterior y la pacificación se lograron contra viento y marea, con la
aquiescencia de la opinión pública y la comprensión y respaldo de las Fuerzas Armadas.
Como Comandante en Jefe, Caldera optó por una política de Renovación de equipos
y medios de defensa sin paralelo en nuestra historia.

El Ejército fue dotado con tanques AMX-30, vehículos blindados para transporte de
personal, vehículos para transporte de carga, cañones y otros medios de defensa. A la
Marina se incorporaron los destructores Carabobo y Falcón, los submarinos Tiburón y
Picúa, los transportes Maracaibo y Amazonas, las lanchas fluviales Atures y Maipures y el
remolcador Felipe Larrazábal. Se construyeron importantes unidades navales y se contrató
la construcción de varios submarinos ligeros. La aviación incrementó sus líneas de
operación, entre otras, con los aviones de combate Mirage, aviones de caza CF-5, aviones
de transporte pesado C-130 (Hércules), aviones de combate OV-10 (Bronco) y aviones de
entrenamiento 12-D y se restauraron y equiparon con medios de moderna tecnología los
aviones Camberra. Las Fuerzas Armadas de Cooperación fueron dotadas de vehículos
blindados antidisturbios, aviones de transporte, lanchas, vehículos terrestres y equipos de
comunicación.

Fue creado, también el Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional, así como
la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas de Cooperación y el Instituto Tecnológico
Universitario de las Fuerzas Armadas.

La Política Petrolera.

Después de varias décadas de explotación petrolera, el nuevo gobierno sintió llegar


la hora de poner fin a la irracional competencia entre los países productores de petróleo y
de lograr que se exigiera por ese producto «un precio más justo que el que situaciones de
prepotencia habían impuesto y que, a cambio de la mezquina contraprestación que se nos
daba, pretendían exigirnos además agradecimiento y sumisión».

La participación fiscal por cada barril de petróleo extraído, que era de Bs. 3,93 al
comenzar el quinquenio, llegó Bs. 34,63, sin incluir los ajustes por regalía.

El valor de exportación promedio del barril, que al empezar el año 1969 no alcanzaba
a dos dólares, excedió de catorce dólares. Se demostró con los hechos que la política de
OPEP no debía orientarse a extraer mayor volumen sino a obtener una retribución mayor
por el petróleo ofrecido al comercio internacional; así nuestra producción total en 1973 fue
un 6,8% menor que el último año del periodo precedente.

Se modificó la Ley de Impuesto Sobre la Renta para gravar a las empresas


petroleras en un 60% de su enriquecimiento global. El Estado venezolano se reservó el
derecho de fijar unilateralmente los precios del petróleo. Se nacionalizó el gas. Por medio
de la Ley sobre Bienes Afectos a Reversión se obligó a todas las compañías petroleras a
conservar en perfecto estado de mantenimiento todas sus instalaciones y equipos para ser
entregados sin deterioro al término de las concesiones petroleras.

Caldera pudo así entregar a su sucesor una Venezuela madura para manejar
directamente la actividad petrolera, para adelantar la reversión, para nacionalizar el petróleo
El Desarrollo Social.

El desarrollo de todos y para todos es la meta esencial de un gobierno


socialcristiano.

Dentro de este marco, Caldera asigna a la educación primera prioridad. Lo que se


traduce por dar a este sector el doble de los recursos hasta entonces asignados y colocarlos
como el mayor presupuesto parcial dentro del Presupuesto General de la Nación. Pero no
sólo se trató de invertir más dinero sino que se logró una nueva concepción de la educación:
Reforma de todos los programas educativos, desde el preescolar hasta la educación
superior, con una orientación destinada al desarrollo integral del hombre. Con esta finalidad
fueron implementados nuevos sistemas de evaluación para el preescolar y la primaria; el
ciclo básico y el diversificado en la media; regionalización de la política educativa;
institucionalización de las comunidades educativas; nuevos sistemas de educación de
adultos, atención especial para niños excepcionales; creación de nuevos centros de
postgrado y creación de nuevas universidades, de Colegios Universitarios, de Institutos
Tecnológicos y de Pedagógicos. ¡En los cinco años de gobierno de Rafael Caldera se
crearon más centros de estudio a nivel superior que en toda la historia anterior de
Venezuela!

El sector laboral no podía dejar indiferente al Profesor de Derecho del Trabajo que
ocupa la presidencia. Durante el mandato de Caldera se crean medio millón de nuevos
empleos; se firman más de 6.500 contratos colectivos, cantidad nunca antes ni después
lograda en un periodo constitucional y a través de los cuales se lograron mejoras
sustanciales en el nivel de vida de los trabajadores organizados en Venezuela; se permite
la sindicalización de los empleados públicos; se sanciona la Ley de Carrera Administrativa;
se aumenta considerablemente la remuneración de los maestros y, en un hecho histórico
para el Derecho Social, se incorporan a los trabajadores del campo a la protección de la
Ley del Trabajo.

Durante la campaña electoral de 1968 Caldera ofreció construir 100.000 casas por
año. Meta enmarcada dentro del propósito de dedicar atención preferente al hombre y a la
familia. En el último año del periodo constitucional se logró superar la meta anunciada con
la construcción de algo más del centenar de miles de unidades. Una oposición
obstruccionista en materia presupuestaria obligó al gobierno a hacer gala de imaginación y
audacia creadora para cumplir la promesa electoral. Además de la inversión masiva del
sector público, se crearon estímulos de todo tipo al sector privado; se equiparon y
desarrollaron los barrios populares y se generaron soluciones variadas al alcance de los
diversos núcleos familiares.

Mención especial merece el programa de construcción de hospitales y centros


asistenciales que se tradujo por la puesta en servicio de más de 8.800 nuevas camas y la
extensión de mejora del servicio prestado por el seguro social.

La Política Económica.

La economía creció un promedio de 5% en el quinquenio, llegando a alcanzar 7,6%


y 6,9% en 1970 y 1973. El Producto Territorial Bruto per cápita, a precios corrientes, en
1973, alcanza la cantidad de 6.934 bolívares, o sea un crecimiento de 15,9% si se le
compara con la cifra registrada en 1972. El aumento de dicha variable fue de 45.1% si se
le compara con la cifra correspondiente de 1968.

El costo de vida crece, durante el quinquenio, un 14%, lo que es un crecimiento


interanual inflacionario promedio de un 3%. Estas cifras de crecimiento y de inflación bastan
para evidenciar el éxito económico del gobierno de Caldera.

Pero es necesario hablar también del IV Plan de la Nación; de la regionalización del


desarrollo, primer intento de golpear un centralismo cada vez más asfixiante; de la
transformación del Ministerio de Fomento en un ministerio de defensa del consumidor, del
desarrollo de la siderúrgica del Orinoco, del fortalecimiento de las empresas,
específicamente en el campo de la energía eléctrica (CADAFE y EDELCA) aumentando la
generación eléctrica de 8.375 a 14.035 millones de kilovatios-hora, del adelanto en la
construcción del sistema hidroeléctrico de Guri y de la construcción de la represa General
José Antonio Páez, en los estados Mérida y Barinas, de la Petroquímica del Tablazo y de
la industria pesada (Acero y Aluminio); del fortalecimiento del Comercio Exterior y de la
promoción de exportaciones no tradicionales; de la fortaleza del bolívar, con sus dos
pequeñas revaluaciones; de una audaz política agraria que se concreta en la creación del
Banco Agrícola, citado como modelo a nivel internacional, en nuevas políticas de
comercialización y precios.

La Infraestructura.

El desarrollo supone poner al país en condiciones de hacer posibles los movimientos


y las operaciones de fábricas y empresas y elevar las condiciones de vida de los
venezolanos. La vialidad recibió atención preferente. Sólo en Caracas, la avenida Boyacá,
tramo La Castellana – El Marqués – La Urbina y su enlace con la autopista Francisco
Fajardo; los distribuidores El Ciempiés, Baralt y segundo piso de la autopista del este; la
autopista La Araña – Caricuao y Prados del Este – La Trinidad; las avenidas Panteón y Río
de Janeiro, fueron obras realizadas en un plan de vialidad sin precedentes, ejecutado en
todo el país, además del mantenimiento de la red existente.

Construcción de puertos y modernos aeropuertos, como La Chinita en Maracaibo,


Las Piedras en Paraguaná y Del Caribe en Margarita; desarrollo urbano planificado, con
especial cuidado en la protección del ambiente, como la Zona Protectora de Caracas, y en
la construcción de parques y lugares de esparcimiento. Atención a las ciudades, bastando
con citar los ejemplos de Caracas y Maracaibo, urbes en las que fueron construidas obras
en un número y con una inversión única en nuestra historia; la protección de la tierra y el
saneamiento de las mismas a través de la «doma del agua», y por último el ambicioso
programa de la «Conquista del Sur».

Vale la pena mencionar el programa de Promoción Popular. Este programa tenía


por objeto facilitar la organización de las masas populares a fin de estimular su participación
directa en diversas actividades de la vida nacional. Desgraciadamente la falta de apoyo
parlamentario frustró desde sus inicios la adecuada realización de este proyecto.
La Cultura.

Particular mención tenemos que hacer de lo realizado en el campo de la cultura.


Aparte de la realización de obra física como el nuevo Museo de Arte Contemporáneo y la
ampliación del Museo de Bellas Artes, en Caracas; el nuevo Museo Jesús Soto, en Ciudad
Bolívar; o el Museo de Arte Moderno, en Mérida; se concluyó el Ateneo de Boconó y se
rescataron el Teatro de la Ópera de Maracay y de Bellas Artes en Maracaibo; se comenzó
la construcción de la Sala Ríos Reyna, parte del Complejo Cultural Teresa Carreño; se dio
especial impulso a los artistas con el Decreto Número 1.522 que estableció la obligación de
incluir una partida para contratar obras de arte ejecutadas por artistas nacionales o
extranjeros residentes en el país, en toda edificación pública.

Síntesis.

 Logró la pacificación del país, incorporando los grupos guerrilleros en lucha armada
a la vida democrática.

 Se opuso a la creación del Consejo de la Judicatura por considerar que abriría la


puerta a la partidización del Poder Judicial, lo cual ocurrió y fue considerada uno de
los males de nuestra democracia.

 Desarrolló una política exterior nacionalista y soberana: denunciando el Tratado de


comercio con los Estados Unidos, estableciendo relaciones diplomáticas con todos
los países, incluyendo la Unión Soviética, y fortaleciendo la OPEP, lo que redundó
en el aumento de los precios del petróleo al final del periodo (De 2 a 14$).

 Incorporó a los trabajadores del campo a la protección de la Ley del Trabajo (nuevo
Reglamento).

 Logró el récord en construcción de viviendas por año, al superar la cifra de 100.000


en 1973.

 El equilibrio fiscal permitió lograr una inflación de apenas el 14% en cinco años,
teniéndose un superávit en 1973, revaluando el bolívar de 4,50 a 4,30 por dólar y
creando 500 mil nuevos empleos aproximadamente en el quinquenio.

 Comenzó la carrera administrativa en el sector público, la implementación del


presupuesto-programa y la descentralización, con la creación de ocho (8) regiones
y sus respectivas corporaciones.

 Hizo la reversión petrolera y la nacionalización del gas, aumentó la participación


fiscal de 3,93 a 34,63 bs. por cada barril de petróleo, fue descubierta la Faja
petrolífera del Orinoco y rectificados los límites de Venezuela (aumento de 4.000 km
cuadrados aprox.).

 Incrementó la matrícula escolar en 33,3% y el personal docente en 46,5%, duplicó


la de educación media y triplicó la de educación superior (inauguró 23 nuevos
institutos, entre ellos, la Universidad Simón Bolívar y el Instituto de Altos Estudios
de la Defensa Nacional).

 Puso en servicio 8.800 nuevas camas hospitalarias.

 Construyó el Poliedro de Caracas, el Parque Central, los Edificios del BCV, el


Ministerio de Educación y los Tribunales de la República, el distribuidor Cienpiés, el
segundo piso de la Autopista del Este, la prolongación de la Cota Mil desde la
Castellana al Marqués y su enlace con la autopista del Este, la autopista Prados del
Este-La Trinidad, inauguró el Hospital Miguel Pérez Carreño y comenzó el desarrollo
del Metro de Caracas.

 Decretó la zona protectora de Caracas y creó el Instituto Nacional de Parques; el


puerto y aeropuerto de la Isla de Margarita y la creación de su Zona Franca; al igual
que la Zona Franca de Paraguaná, el complejo turístico de El Morro en Lecherías,
el canal de alivio del Neverí y del Manzanares en Cumaná; el aeropuerto de La
Chinita, el Paseo Ciencias y toda la renovación urbana de Maracaibo; la represa
José Antonio Páez en Santo Domingo y la segunda etapa del Guri y desarrolló la
Conquista del Sur, en Guayana y Amazonas.

 Inició la autopista centro-occidental, con el tramo Barquisimeto-Yaritagua; desarrolló


el programa integral de Desarrollo Agrícola (PRIDA) y los módulos de mantecal, en
Apure; construyó las represas Cumaripa, Cabuy y Guaremal, en Yaracuy y Dos
Cerritos y Pao-Cachiche, en Lara y Cojedes; la autopista Valencia-Campo de
Carabobo, el Puente sobre el Río Limón, en la Goajira, la catedral de San Felipe, el
Ateneo de Caracas, el Teatro de la Opera de Maracay y los Museos de Arte
Contemporáneo en Caracas y Jesús Soto en Ciudad Bolívar.

 Al finalizar el periodo presidencial, la deuda total del país, interna y externa, se


calculaba en 7.100 millones de bolívares y los ingresos estimados para 1974 eran
de 42.000 millones de bolívares y el presupuesto estimado de 15.000 millones.

 Su sucesor en la Presidencia, al asumir el cargo dijo: “Recibo la Presidencia de las


manos limpias de Rafael Caldera”.

Característica de la Reforma administrativa durante el primer gobierno de Carlos


Andrés Pérez.

Primera Presidencia (1974-1979)


En su primer año de gobierno desarrolló dos iniciativas relacionadas con el ámbito
cultural: la Biblioteca Ayacucho (calificada colección de las obras maestras de las letras
latinoamericanas) y el Programa de Becas Gran Mariscal de Ayacucho, para la capacitación
de millares de estudiantes venezolanos en los centros universitarios más prestigiosos del
mundo. Ese mismo año decreta la creación de nueve parques nacionales, para garantizar
la protección de los ecosistemas y fauna endémica. En 1975 nacionaliza la industria del
hierro y al siguiente año, la industria del petróleo, creando la empresa Petróleos de
Venezuela, S.A. (PDVSA) con el propósito de proporcionar al Estado una herramienta para
la administración de los recursos petroleros. Al fin de su mandato pudo afirmar la absoluta
normalidad registrada en el orden militar durante todo el ejercicio de su quinquenio. Por su
desvelo insistente en la protección a la naturaleza y en pro de la recuperación ecológica,
recibió en 1975 el reconocimiento mundial del Premio Earth Care otorgado por primera vez
a un jefe de Estado de América Latina. En 1976 se convirtió en el vicepresidente de la
Internacional Socialista.

Política Exterior.

Jimmy Carter y Carlos Andrés Pérez en el Palacio de Miraflores, Caracas, 1978


En política exterior, Pérez como hizo su predecesor Rafael Caldera rompe
parcialmente con la Doctrina Betancourt y restableció relaciones con Cuba en diciembre de
1974; se opuso a la dictadura de Anastasio Somoza Debayle (Nicaragua) y apoyó al hombre
fuerte de Panamá, Omar Torrijos, en sus negociaciones con Estados Unidos para la entrega
del Canal de Panamá. Mantuvo buenas relaciones con el resto de gobiernos de
Hispanoamérica y Europa, especialmente con España y con Nicolae Ceausescu, además
de Oriente Próximo, República Popular China y la URSS. Rechazó enérgicamente al
gobierno militar de Chile, rompiendo relaciones diplomáticas a nivel de embajada con
Santiago y recibiendo en Venezuela a miles de exiliados chilenos. Mantuvo buenas y
cordiales relaciones con Estados Unidos, colocando a Venezuela como uno de los
principales proveedores de petróleo a esa nación.

Economía.

Pérez mantuvo la política económica intervencionista que se había aplicado en


Venezuela desde 1936. Durante los dos primeros años de su gobierno intentó aplicar una
política de Pleno Empleo y otorgó por medio de la llamada Ley contra despidos injustificados
de 1974, un poder inmenso a la representación sindical. Esto dio como resultado un gran
crecimiento de liquidez circulante e impactó el consumo hasta 1977.3 Hasta el año 1979, la
economía nacional tuvo un alto flujo de dinero, pero ya era necesaria una devaluación de
la moneda. Debido a la Revolución Islámica en Irán, esto se postergó hasta el año 1983.
Como la tasa de cambio del bolívar frente al dólar no había sido ajustada, se vivía una
situación irreal y el bolívar estaba sobrevaluado.
A comienzos de 1979 la inquietud aumentó, acentuándose la salida de capitales.
Sin embargo, la caída del Shah de Irán en enero de ese año y la ulterior radicalización del
régimen del Ayatollah Khomeini generó la segunda crisis energética debido a la reducción
abrupta de la producción petrolera de ese país.
Pedro Palma.

La bonanza petrolera.
Como consecuencia del gran aumento de los precios del petróleo a mediados de los
años setenta, los ingresos del sector público nacional se elevaron súbitamente. Gracias a
la legislación venezolana vigente para época, las compañías petroleras aumentaron la
venta de dólares al Banco Central de Venezuela y así obtuvieron los bolívares que
necesitaban para cancelar los impuestos al Fisco, dados los altos ingresos percibidos en
los mercados internacionales.1617 El gobierno de Carlos Andrés Pérez, en promedio, tuvo
un índice de miseria promedio de 20 %.

Indicadores Económicos.

Durante este gobierno, el PIB per cápita de la economía creció en promedio 0,27%
anual, a pesar del aumento del PIB. El crecimiento poblacional en este período podría ser
la razón. Por su parte, la tasa de desempleo promedio fue 5,88 %, siendo muy semejante
a la del primer gobierno del presidente Caldera, mientras que el promedio de la inflación
anual llegó a alcanzar 8,2 %. En relación a este último indicador, se debe mencionar que
es a partir de este gobierno cuando la economía venezolana comienza a experimentar una
inestabilidad en el comportamiento de los precios que se extiende hasta el presente. A
demás, el índice de miseria creció cinco puntos con respecto al período democrático
anterior de Rafael Caldera y se mantuvo en 14,08 puntos en promedio. Esto sugiere que
las condiciones de vida del venezolano empeoraron, aunque para el final del período el
índice de miseria había bajado a 11,67.

Rentismo Petrolero.

Según los economistas Ricardo Hausmann y Francisco Rodríguez, en este período


comenzó a bajar el PIB per cápita no petrolero del venezolano. Desde 1978 hasta el año
2001, el PIB real no petróleo cayó 20% en Venezuela. El factor de productividad tuvo una
caída sostenida desde 1978, motivado por causas que van desde la disminución de la
inversión en infraestructura pública, la creciente rigurosidad de las regulaciones del
mercado laboral y el colapso de la intermediación financiera. En este período, se llegó al
pico histórico del PIB real no petrolero.
Se ha explicado este fenómeno con diversas teorías económicas, entre ellas la
enfermedad holandesa. En las primeras décadas, la renta recibida de la exportación
petrolera sustentó el crecimiento de los otros sectores de la economía nacional, pero
llegado un punto dicha tendencia comenzó a revertirse. Venezuela comenzó a depender
más de la producción petrolera, que ya tenía varios años siendo el principal rubro de su
economía. Para que el sistema cambiario venezolano fuera viable y no se generara
incertidumbre, era necesario mantener un nivel óptimo de reservas internacionales, incluso
en los períodos de caída de las exportaciones. De esta forma, los empresarios estarían
convencidos de que no se produciría escasez.
Una de las condiciones básicas para que se pueda mantener un tipo de cambio fijo
en una economía como la venezolana, caracterizada por una baja diversificación de sus
exportaciones y altamente vulnerable a las violentas fluctuaciones de los precios petroleros,
es contar con unos niveles de reservas internacionales de tal dimensión que convenzan a
los agentes económicos de que, incluso en los períodos de caída de exportaciones, está
garantizada la plena satisfacción de la demanda de divisas. Obviamente, esa condición no
ha estado presente en nuestra economía desde que comenzó la volatilidad de los precios
en los mercados internacionales de hidrocarburos. Todo lo anterior, combinado con los
desequilibrios en materia fiscal producto de las políticas ampliamente expansivas que se
implantaron esos años, rompieron aquella situación de estabilidad, continuidad y
predecibilidad que caracterizó a gran parte del período anterior a 1974. En otras palabras,
desaparecieron los balances fundamentales de la economía, dando paso a la inestabilidad,
a los cambios abruptos y a la alta exposición a fluctuaciones violentas en variables de vital
importancia. Esto, obviamente contribuyó a hacer insostenible e inviable el esquema de
tipos de cambio fijo.

Pedro Palma.

Síndrome de la abundancia de recursos.


A pesar de los altos ingresos petroleros percibidos en esta década, el aumento del
ingreso per cápita que se había registrado sostenidamente desde la década de los veinte
se detuvo en los setenta. La economía venezolana experimentó un proceso de
estancamiento en los últimos años de esta década. Los economistas Ricardo Hausmann y
Francisco Rodríguez sugieren dos causas que explican esta situación: el síndrome de la
abundancia (Easterly) y la desigualdad (Becker). La abundancia de recursos que el Estado
recibió gracias a su renta petrolera y la falta de libertades económicas generaron el
estancamiento que se ve en esa década.

Salida de Capitales.
En este período, salieron importantes capitales de Venezuela, especialmente en los
últimos años. La situación fiscal expansiva de Venezuela y la posibilidad de una devaluación
de la moneda no generaron confianza en los empresarios. Por suerte, la revolución en Irán
permitió que los ingresos petroleros nuevamente aumentaran y no hubo la necesidad de
aplicar los ajustes necesarios. El presidente Pérez había declarado en 1977 que era
necesario aplicar ajustes macroeconómicos, pero las medidas no fueron tomadas porque
la situación se postergó y un nuevo aumento de los precios petroleros permitió seguir el
ritmo de la economía nacional.
Fin de su Primer Gobierno y Nueva Presidencia.
Debido a que la constitución impedía la reelección inmediata (tendría que esperar
cinco años después de terminar su período presidencial), Pérez mantenía una popularidad
hasta el final de su ejercicio presidencial, pero el sospechoso accidente aéreo en el que
muriese el candidato opositor, el animador y productor televisivo y radial Renny Ottolina,
sumada a la debilidad del candidato oficialista Luis Piñerúa Ordaz y el estancamiento de la
economía a partir de 1977, hicieron que su partido, Acción Democrática, resultara derrotado
en las elecciones de diciembre de 1978, lo que dio paso en la presidencia de Venezuela a
Luis Herrera Campíns del partido social-cristiano COPEI, quien lo sucedió en el cargo.
Al terminar su primer mandato Pérez fue acusado de corrupción en el Congreso de
la República por el Caso Sierra Nevada, donde por el margen de un voto (el del diputado
José Vicente Rangel quien luego fuera Ministro de Relaciones Exteriores, Ministro de la
Defensa y Vicepresidente de Hugo Chávez en su primera presidencia), quedó absuelto de
ser condenado políticamente por tal hecho.
AD recuperó el poder en las elecciones de diciembre de 1983 apoyando al doctor
Jaime Lusinchi para la presidencia de la República. En 1988 y en contra del criterio de
Lusinchi, tras unas elecciones primarias en las cuales derrotó a Octavio Lepage
(posteriormente su sucesor temporal como presidente del país en 1993 por su condición
de presidente del congreso), el 11 de octubre de 1988 fue escogido de nuevo por su
partido como candidato a la presidencia.

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