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Hasta 1958, fecha en la cual se produjo la caída del régimen dictatorial de Marcos
Pérez Jiménez y se inició la era de gobiernos democráticos que subsiste hasta el presente,
no existía en la Administración Pública de Venezuela ningún sistema de administración de
personal, ni una legislación de aplicación generalizada para el conjunto de los servidores
públicos. Para ese momento, el Poder Ejecutivo tenía la más absoluta discrecionalidad
tanto en lo relativo al nombramiento y remoción de los funcionarios, como en lo concerniente
a la determinación de las condiciones de trabajo: sueldo, designación del cargo, jerarquía,
etc. Tampoco había un esfuerzo gubernamental coordinado, ni liderazgo o dirección, ni
organismos investidos de poder o responsabilidad para iniciar reformas administrativas.
Entre 1.958 y 1.960, en el marco del Programa de Asistencia Técnica de Naciones
Unidas, el gobierno venezolano recibió el apoyo de cinco expertos internacionales que le
ayudaron a explorar las posibilidades de mejoras en la administración pública nacional. Con
base en esas recomendaciones, se inició un lento proceso de estructuración de un sistema
de administración de personal en el sector público.
La política de pacificación
Pero el propósito fue siempre persuadir y explicar antes que oprimir y castigar.
Como resultado de este esfuerzo, cuando termina el gobierno, por primera vez en
muchos años, no hay ninguna organización política significativa en Venezuela que planee
la toma del poder por las armas. En las elecciones de 1973, ex comandantes de la guerrilla
son electos senadores y diputados. No puede omitirse, al comentar la política de
pacificación del Presidente Caldera, el reconocimiento a quien tocó ejecutarla, al Ministro
de Relaciones Interiores, Lorenzo Fernández, de grata memoria.
La Política Internacional.
Esta política fue sustituida por la tesis de la «Solidaridad pluralista» entre gobiernos
y regímenes distintos pero que comparten la comunidad de los valores esenciales y de las
aspiraciones prioritarias de la gran familia latinoamericana; la proclamación de la justicia
como fundamento de la paz y de la justicia social internacional y del bien común universal
como base de un nuevo ordenamiento jurídico que sustituye las relaciones de prepotencia
y de dominación por las relaciones de amistad y de cooperación.
El Ejército fue dotado con tanques AMX-30, vehículos blindados para transporte de
personal, vehículos para transporte de carga, cañones y otros medios de defensa. A la
Marina se incorporaron los destructores Carabobo y Falcón, los submarinos Tiburón y
Picúa, los transportes Maracaibo y Amazonas, las lanchas fluviales Atures y Maipures y el
remolcador Felipe Larrazábal. Se construyeron importantes unidades navales y se contrató
la construcción de varios submarinos ligeros. La aviación incrementó sus líneas de
operación, entre otras, con los aviones de combate Mirage, aviones de caza CF-5, aviones
de transporte pesado C-130 (Hércules), aviones de combate OV-10 (Bronco) y aviones de
entrenamiento 12-D y se restauraron y equiparon con medios de moderna tecnología los
aviones Camberra. Las Fuerzas Armadas de Cooperación fueron dotadas de vehículos
blindados antidisturbios, aviones de transporte, lanchas, vehículos terrestres y equipos de
comunicación.
Fue creado, también el Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional, así como
la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas de Cooperación y el Instituto Tecnológico
Universitario de las Fuerzas Armadas.
La Política Petrolera.
La participación fiscal por cada barril de petróleo extraído, que era de Bs. 3,93 al
comenzar el quinquenio, llegó Bs. 34,63, sin incluir los ajustes por regalía.
El valor de exportación promedio del barril, que al empezar el año 1969 no alcanzaba
a dos dólares, excedió de catorce dólares. Se demostró con los hechos que la política de
OPEP no debía orientarse a extraer mayor volumen sino a obtener una retribución mayor
por el petróleo ofrecido al comercio internacional; así nuestra producción total en 1973 fue
un 6,8% menor que el último año del periodo precedente.
Caldera pudo así entregar a su sucesor una Venezuela madura para manejar
directamente la actividad petrolera, para adelantar la reversión, para nacionalizar el petróleo
El Desarrollo Social.
El sector laboral no podía dejar indiferente al Profesor de Derecho del Trabajo que
ocupa la presidencia. Durante el mandato de Caldera se crean medio millón de nuevos
empleos; se firman más de 6.500 contratos colectivos, cantidad nunca antes ni después
lograda en un periodo constitucional y a través de los cuales se lograron mejoras
sustanciales en el nivel de vida de los trabajadores organizados en Venezuela; se permite
la sindicalización de los empleados públicos; se sanciona la Ley de Carrera Administrativa;
se aumenta considerablemente la remuneración de los maestros y, en un hecho histórico
para el Derecho Social, se incorporan a los trabajadores del campo a la protección de la
Ley del Trabajo.
Durante la campaña electoral de 1968 Caldera ofreció construir 100.000 casas por
año. Meta enmarcada dentro del propósito de dedicar atención preferente al hombre y a la
familia. En el último año del periodo constitucional se logró superar la meta anunciada con
la construcción de algo más del centenar de miles de unidades. Una oposición
obstruccionista en materia presupuestaria obligó al gobierno a hacer gala de imaginación y
audacia creadora para cumplir la promesa electoral. Además de la inversión masiva del
sector público, se crearon estímulos de todo tipo al sector privado; se equiparon y
desarrollaron los barrios populares y se generaron soluciones variadas al alcance de los
diversos núcleos familiares.
La Política Económica.
La Infraestructura.
Síntesis.
Logró la pacificación del país, incorporando los grupos guerrilleros en lucha armada
a la vida democrática.
Incorporó a los trabajadores del campo a la protección de la Ley del Trabajo (nuevo
Reglamento).
El equilibrio fiscal permitió lograr una inflación de apenas el 14% en cinco años,
teniéndose un superávit en 1973, revaluando el bolívar de 4,50 a 4,30 por dólar y
creando 500 mil nuevos empleos aproximadamente en el quinquenio.
Política Exterior.
Economía.
La bonanza petrolera.
Como consecuencia del gran aumento de los precios del petróleo a mediados de los
años setenta, los ingresos del sector público nacional se elevaron súbitamente. Gracias a
la legislación venezolana vigente para época, las compañías petroleras aumentaron la
venta de dólares al Banco Central de Venezuela y así obtuvieron los bolívares que
necesitaban para cancelar los impuestos al Fisco, dados los altos ingresos percibidos en
los mercados internacionales.1617 El gobierno de Carlos Andrés Pérez, en promedio, tuvo
un índice de miseria promedio de 20 %.
Indicadores Económicos.
Durante este gobierno, el PIB per cápita de la economía creció en promedio 0,27%
anual, a pesar del aumento del PIB. El crecimiento poblacional en este período podría ser
la razón. Por su parte, la tasa de desempleo promedio fue 5,88 %, siendo muy semejante
a la del primer gobierno del presidente Caldera, mientras que el promedio de la inflación
anual llegó a alcanzar 8,2 %. En relación a este último indicador, se debe mencionar que
es a partir de este gobierno cuando la economía venezolana comienza a experimentar una
inestabilidad en el comportamiento de los precios que se extiende hasta el presente. A
demás, el índice de miseria creció cinco puntos con respecto al período democrático
anterior de Rafael Caldera y se mantuvo en 14,08 puntos en promedio. Esto sugiere que
las condiciones de vida del venezolano empeoraron, aunque para el final del período el
índice de miseria había bajado a 11,67.
Rentismo Petrolero.
Pedro Palma.
Salida de Capitales.
En este período, salieron importantes capitales de Venezuela, especialmente en los
últimos años. La situación fiscal expansiva de Venezuela y la posibilidad de una devaluación
de la moneda no generaron confianza en los empresarios. Por suerte, la revolución en Irán
permitió que los ingresos petroleros nuevamente aumentaran y no hubo la necesidad de
aplicar los ajustes necesarios. El presidente Pérez había declarado en 1977 que era
necesario aplicar ajustes macroeconómicos, pero las medidas no fueron tomadas porque
la situación se postergó y un nuevo aumento de los precios petroleros permitió seguir el
ritmo de la economía nacional.
Fin de su Primer Gobierno y Nueva Presidencia.
Debido a que la constitución impedía la reelección inmediata (tendría que esperar
cinco años después de terminar su período presidencial), Pérez mantenía una popularidad
hasta el final de su ejercicio presidencial, pero el sospechoso accidente aéreo en el que
muriese el candidato opositor, el animador y productor televisivo y radial Renny Ottolina,
sumada a la debilidad del candidato oficialista Luis Piñerúa Ordaz y el estancamiento de la
economía a partir de 1977, hicieron que su partido, Acción Democrática, resultara derrotado
en las elecciones de diciembre de 1978, lo que dio paso en la presidencia de Venezuela a
Luis Herrera Campíns del partido social-cristiano COPEI, quien lo sucedió en el cargo.
Al terminar su primer mandato Pérez fue acusado de corrupción en el Congreso de
la República por el Caso Sierra Nevada, donde por el margen de un voto (el del diputado
José Vicente Rangel quien luego fuera Ministro de Relaciones Exteriores, Ministro de la
Defensa y Vicepresidente de Hugo Chávez en su primera presidencia), quedó absuelto de
ser condenado políticamente por tal hecho.
AD recuperó el poder en las elecciones de diciembre de 1983 apoyando al doctor
Jaime Lusinchi para la presidencia de la República. En 1988 y en contra del criterio de
Lusinchi, tras unas elecciones primarias en las cuales derrotó a Octavio Lepage
(posteriormente su sucesor temporal como presidente del país en 1993 por su condición
de presidente del congreso), el 11 de octubre de 1988 fue escogido de nuevo por su
partido como candidato a la presidencia.