Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
M000968
Protocolos diagnóstico-terapéuticos de
Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica
SEGHNP-AEP
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada
con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos
Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.
© 2010 ERGON
C/ Arboleda, 1. 28221 Majadahonda (Madrid)
ISBN: 978-84-8473-869-5
Depósito Legal: M-31878-2010
Autores
Prólogo
Serafín Málaga Guerrero
Presidente de la Asociación Española de Pediatría
Han transcurrido 10 años desde que la, por enton- tras de la SEGHNP al ofrecer al pediatra generalista y
ces, Junta Directiva de la Asociación Española de al acreditado en Gastroenterología, Hepatología y
Pediatría adoptara el acuerdo de poner a disposición Nutrición Pediátricas el estado actual del conocimien-
de los pediatras españoles los Protocolos Diagnósti- to de este área específica de la Pediatría.
cos y Terapéuticos sobre las patologías más prevalen- En el diseño de una obra de estas características,
tes de la infancia, con la particularidad de que fueran la Junta Directiva de la SEGHNP, como coordinado-
elaborados por las correspondientes Sociedades Cien- ra de la misma, ha querido ofrecer una completa actua-
tíficas Especializadas de la AEP. El balance de esta lización de los procedimientos diagnósticos y terapéu-
brillante iniciativa no ha podido ser más favorable, si ticos de las patologías más prevalentes de Gastroen-
nos atenemos a la excelente acogida de la primera edi- terología, Hepatología y Nutrición, estructurados en
ción de los mismos, no sólo por parte de los pediatras otras tantas secciones y abordados desde una perspec-
de nuestro país sino de los de fuera de nuestro entor- tiva de práctica clínica. Todo ello sin que la obra pier-
no. Este hecho, unido a los importantes avances cien- da su concepción integradora. Considero un acierto la
tíficos logrados en los últimos años en las diferentes generosidad en la amplitud del temario que, como con-
áreas específicas de la Pediatría, ha propiciado su ree- trapartida, despertará el interés no sólo del pediatra de
dición actualizada. A partir de 2008 han ido viendo la atención primaria sino del que ejerce en el medio hos-
luz, exclusivamente en versión electrónica para acce- pitalario, sin perder de vista a los MIR de Pediatría.
so a través de la web oficial de la AEP, los Protoco- La selección de los más de cien autores, repre-
los Diagnósticos y Terapéuticos de Neurología, Neu- sentativos de prácticamente todas las Unidades de
mología, Nefrología, Urgencias, Neonatología e Infec- Gastroenteriología y Nutrición Pediátricas del país,
tología. atendiendo exclusivamente a criterios científicos con-
Me cabe la satisfacción de prologar los Protoco- trastados, permite hacernos una idea de la actual for-
los Diagnósticos y Terapéuticos de Gastroenterología, taleza de la SEGHNP y asegura la calidad de esta
Hepatología y Nutrición Pediátrica que, como inicio publicación. La buena labor de la editorial Ergon ha
de una nueva etapa que ahora se inicia, pretendemos estado presente en la edición impresa de estos Proto-
vuelvan a distribuirse también en edición impresa. La colos, con el patrocinio, en este caso, de Laboratorios
reconocida carga asistencial que comporta el manejo Casen Fleet. La conjunción de estos hechos, ha per-
de las enfermedades del aparato digestivo de los niños, mitido editar un libro valioso, que compendia “el esta-
que actualmente ocupan uno de los primeros lugares do del arte” en su campo y que, por su claridad expo-
en la asistencia pediátrica, justifican sobradamente sitiva, es fácilmente asequible y consecuentemente
la encomiable labor de más de un centenar de pedia- muy atractivo.
Como presidente de la AEP, quiero agradecer cional en la edad pediátrica. Una pormenorizada
el honor de haberme brindado la oportunidad de revisión del contenido científico de la obra per-
prologar esta segunda edición de los Protocolos mite confirmar con objetividad el brillante momen-
Diagnósticos y Terapéuticos de Gastroenterología, to en el que se encuentra la SEGHNP, lo que como
Hepatología y Nutrición Pediátricas, lo que me per- presidente de la AEP me enorgullece y estimula
mite, en nombre de los pediatras españoles, trans- para contribuir, desde nuestras posibilidades, a que
mitir mi gratitud a la SEGHNP que nos facilita con estos Protocolos tengan el éxito que se merecen y
este libro acceder sin gran esfuerzo a una excelen- consigan una amplia difusión en España y Latinoa-
te actualización de la patología digestiva y nutri- mérica.
Indice
GASTROENTEROLOGÍA
HEPATOLOGÍA
NUTRICIÓN
6. Obesidad................................................................................................................................ 319
Luis A. Moreno Aznar, Margarita Alonso Franch
7. Trastornos del comportamiento alimentario: Anorexia nerviosa y ................................. 325
bulimia nerviosa
Diana Madruga Acerete, Rosaura Leis Trabazo, Nilo Lambruschini Ferri
10. Soporte nutricional en las enfermedades digestivas: enfermedad inflamatoria ............ 353
intestinal y colestasis
Javier Blasco Alonso, Manuel Molina Arias, Antonio Rosell Camps
12. Manejo de las alteraciones del metabolismo de los aminoácidos ..................................... 365
Lilian Gómez López, Mónica Ruiz Pons, Félix SánchezValverde Visus,
Jaime Dalmau Serra, Mercedes Martínez Pardo
14. Manejo de las alteraciones del metabolismo de los carbohidratos .................................. 379
Mónica Ruiz Pons, Lilian Gómez López, Félix SánchezValverde Visus,
Jaime Dalmau Serra, Mercedes Martínez Pardo
La evolución del niño desde el momento del naci- la inmunidad celular y general; por ello a mayor núme-
miento, en ocasiones por condicionantes fisiológicos ro de infecciones menor producción de Th2 y descen-
de inmadurez o por patología que afecta el aparato so de la incidencia de los procesos alérgicos.
digestivo, de origen infecciosa, alérgica o disregula- Podríamos elucubrar sobre la excesiva higiene
ción inmunoalérgica, puede ser alterada por una serie alimentaria, o el uso frecuente de antibióticos, que
de situaciones en las que el niño debe ser alimentado induciría la disminución de las Th1 en beneficio de
con fórmulas especiales. Enumeraremos en este pro- las Th2 y por consiguiente un aumento de las reaccio-
tocolo las situaciones patológicas inducidas por la pro- nes alérgicas.
teína de la leche de vaca y las fórmulas más adecua- Clásicamente, estas reacciones que aparecen más
das a administrar. o menos tiempo tras la ingesta de leche, se han cla-
sificado en alergia o intolerancia.
FÓRMULAS UTILIZADAS EN LA ALERGIA a) La alergia a la proteína de la leche de vaca cur-
E INTOLERANCIA A LAS PROTEÍNAS DE sa con reacciones inmediatas, tipo reagínico, con
LECHE DE VACA vómitos propulsivos, diarrea de inicio súbito, reac-
Es bien conocido que la mejor forma de alimen- ciones cutáneas, shock y tos, entre otras, debido
tar a un recién nacido o lactante es administrando la a la degranulación de mastocitos y liberación de
leche de su propia madre. En muchas ocasiones ello histamina y serotonina mediada por anticuerpos
no es posible por diversos motivos, sobre todo labo- IgE específicos dirigidos contra caseína, alfalac-
rales, y el bebé debe ser alimentado con una fórmu- toalbúmina y betalactoglobulina.
la procedente de la leche de vaca, convenientemente B) La intolerancia o manifestación crónica de aler-
modificada. Generalmente estas fórmulas son bien gia a la leche de vaca (también conocida como
aceptadas, pero un porcentaje en el primer año de vida alergia no-IgE mediada) cursa con una sintoma-
del 4-5% según unos autores y del 2,5% según otros tología menos aguda, o francamente crónica, con
sufren una alergia a la proteína de la leche de vaca. un cuadro malabsortivo, anorexia, pérdida de
Las reacciones alérgicas en general han aumenta- peso, vómitos esporádicos, irritabilidad, etc. Al
do su frecuencia los últimos años, tanto la alergia ali- parecer, los linfocitos estimulados dan lugar a
mentaria como la dermatitis atópica, el asma y la rini- la aparición del factor de necrosis tumoral alfa
tis alérgica; es también frecuente que los niños alérgi- (TNF alfa) causante en parte de las lesiones intes-
cos a la leche de vaca lo sean al huevo y al cacahuete; tinales, responsables del cuadro clínico más tór-
también se ha observado una fuerte asociación entre pido que en el caso de la alergia.
la alergia a estos tres alimentos y la dermatitis atópi-
ca. En los niños que presentan estas reacciones se han DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO DE LA
descrito una serie de anomalías inmunológicas con ALERGIA E INTOLERANCIA A LA
mayor producción de células Th2, implicadas directa- PROTEÍNA DE LA LECHE DE VACA
mente en la síntesis de IgE, después de la activación a) El diagnóstico de la alergia a la proteína de
de las CD4, en detrimento de la TH1, responsables de la leche de vaca se basa en la positividad de
4 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
uno, varios o todos los puntos citados a conti- CARACTERÍSTICAS DE LOS DIFERENTES
nuación: TIPOS DE FÓRMULAS
– Clínica típica, citada, tipo reacción inmediata. La alergenicidad de una proteína, definida como
– IgE total elevada. la capacidad que tiene una determinada molécula de
– Presencia de anticuerpos IgE específicos anti- desencadenar una reacción alérgica en individuos sen-
caseína, anti-betalactoglobulina, anti-alfalac- sibles, depende de tres factores:
toalbúmina, también conocidos por RAST (test – De su peso molecular; por debajo de un PM de
radioinmunoabsorbente) positivo a la caseína, 2000 daltons es raro que motive reacciones alér-
betalactoglobulina y alfalactoalbúmina. gicas,aunque no las descarta;
– Prueba cutánea positiva (“prick” positivo), con – De la secuencia de los aminoácidos;
la aparición de maculo-pápula tras ligera pun- – De la configuración de la proteína en el espa-
ción en la piel del antebrazo, sobre la que pre- cio;
viamente se había colocado una gota con el – las dos últimas condicionan la aparición de epí-
extracto de la proteína a probar. topes, o parte limitada de la molécula a la que
– Prueba del parche positiva, basada en un prin- el anticuerpo IgE o el receptor del linfocito se
cipio semejante al anterior. une; a mayor peso molecular, mayor número de
En ocasiones todas las pruebas de laboratorio epítopes.
son negativas; si la clínica es sugestiva, no se Por ello, para conseguir disminuir la alergeni-
puede descartar el diagnóstico de alergia a la cidad de una proteína se deberá:
proteína de la leche de vaca, y desde el punto de – Reducir el peso molecular, con lo que se dismi-
vista dietético se debe excluir cualquier alimen- nuirá el número de epítopes, hidrolizándola por
to con proteína de leche de vaca y considerar al el calor y por procedimientos enzimáticos.
niño alérgico, incluso en ausencia de pruebas de – Calentarla con la finalidad de alargarla, “plan-
laboratorio que lo apoyen; en ocasiones el niño charla”, lo que inducirá desaparición de los epí-
no es alérgico a la proteína nativa a partir de la topes conformacionales.
cual se ha elaborado el kit de laboratorio con el – Posteriormente por ultrafiltración se conseguirá
que se ha practicado el prick y el RAST, sino reducir algunos aminoácidos, que pueden confe-
más bien al oligopéptido parcial subproducto de rir mal gusto.
la digestión en su intestino de la proteína nati- Las fórmulas hidrolizadas (Tabla I) se conside-
va. ran de alto grado de hidrólisis o hipoalergénicas si
b) El diagnóstico de intolerancia a la proteína de la el PM de los péptidos residuales no excede de 2.000
leche de vaca se basará en: dáltons; con estas fórmulas se puede alimentar un lac-
– Clínica de proceso malabsortivo, de aparición tante alérgico a la proteína de la leche de vaca, con
lenta e insidiosa, con deposiciones anorma- cierta seguridad de que no va a presentar una reacción
les o vómitos esporádicos. indeseable. Esta seguridad no es absoluta, ya que siem-
– IgA sérica elevada, por encima de los niveles pre existe la posibilidad de que sea alérgico a los oli-
que cabe esperar a esa edad. gopéptidos residuales, aun con un PM por debajo de
– Esteatorrea y/o creatorrea elevadas. 2.000. Por ello, obtendremos mayor seguridad con la
– En raras ocasiones IgE y RAST positivo a algu- administración de:
na de las proteínas de la leche de vaca. – Una fórmula de soja intacta o hidrolizada.
– Si se practica una biopsia intestinal, que no – Una fórmula a base de aminoácidos libres sin nin-
está en absoluto indicada, se apreciarán al exa- gún tipo de oligopéptido (fórmulas elementales).
men histológico unas vellosidades de aspecto Las fórmulas hidrolizadas pueden tener la parte
normal, junto con zonas de atrofia vellositaria proteica procedente de la caseína o de la proteína de
severa (atrofia parcheada), con un discreto suero, o bien de ambas. Si la proteína hidrolizada pro-
aumento de eosinófilos en la lámina propia. cede al mismo tiempo de la caseína y de la proteína
Alergia e intolerancia a la proteína de la leche de vaca 5
de suero en una proporción que se aproxime al 50%, gre de cordón superior a 1 UI/ml y con un nivel de
se consigue un aminograma en sangre más semejan- IgE en sangre materna de 120 UI/ml. Estas fórmulas,
te al del lactante alimentado con leche materna. Los diseñadas en un principio para ser administradas con
hidrolizados de proteína de suero inducen niveles más carácter preventivo de la alergia, por críticas a los tra-
altos de treonina y más bajos de tirosina. Por ello serán bajos que las estudiaron, gozaron de la poca confian-
preferibles los hidrolizados procedentes de proteína za de sociedades como la Sociedad de Alergia e Inmu-
de suero y de caseína. nología Europea (ESPACI). Oldaues posteriormente
Como hidrato de carbono se recurre a la dextri- pudo respaldar más el punto de vista de la ESPACI
nomaltosa o polímeros de glucosa; dos fórmulas del en 155 niños con antecedentes alérgicos.
mercado nacional contienen lactosa; el no contener- Otras sociedades, como la Sociedad Europea de
la se debe a que una indicación prioritaria es la into- Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátri-
lerancia a la proteína de la leche de vaca (manifesta- ca (ESPGHAN), las recomendaron sólo como profi-
ción crónica de alergia a la leche de vaca) en la que laxis en la alergia a la leche de vaca, tal y como se
puede haber una atrofia parcheada de vellosidades recoge en su informe de 1993 en el que participamos
intestinales con disminución de la actividad lactási- (Dr. Tormo) como coautores ,sin negar que hay mayor
ca; las que contienen lactosa pueden arrastrar una míni- grado de seguridad en niños de alto riesgo si usamos
ma parte de proteínas de suero que en ocasiones tam- fórmulas altamente hidrolizadas o bien de soja.
bién podría desencadenar reacciones alérgicas. En lo que se refiere a las fórmulas de soja, en la
La grasa suele ser de origen vegetal y muchas de infancia y más en el periodo de la lactancia, sólo se
ellas con un 30% de triglicéridos de cadena media. deben usar las enriquecidas con metionina, taurina y
El reparto de péptidos, grasa e hidratos de carbo- carnitina, aminoácidos deficientes en la soja, y ade-
no se ajusta al de las fórmulas de inicio normales. más deben estar exentas de estaquiosa y rafinosa, dos
Su utilización puede condicionar la emisión de polisacáridos presentes en la haba de soja que no pue-
heces más pastosas, de color verde oscuro y de menor den ser hidrolizados por el intestino humano; las que
consistencia debido a que pueden inducir niveles ele- se pueden hallar en polvo, en el mercado español
vados de motilina responsables de un tránsito intesti- (Tabla II) reúnen estos requisitos, además de estar
nal más acelerado, lo que contribuye a una menor reab- basadas en concentrados de proteína de soja; no suce-
sorción de agua y a una mayor cantidad de estercobi- de así con los conocidos yogures de soja, o leches
linógeno (color verde), que por el menor tiempo de líquidas de soja, que no los reúnen y por ello no debe-
tránsito no se habrá podido transformar en estercobi- rían ser administrados a lactantes de corta edad.
lina (color marrón). Los hidrolizados de soja inducen un aumento en
Ello no justifica en modo alguno el abandono de sangre de los aminoácidos no esenciales como glici-
estas fórmulas si su indicación es la adecuada. La cau- na e hidroxiprolina y disminución de lisina y cistina.
sa etiopatogénica del tránsito acelerado debe ser expli- El resto de los componentes de las fórmulas de
cada a los padres cuando se recomienda una de estas soja en polvo, en lo que concierne a la parte grasa,
fórmulas. suele ser semejante a los hidrolizados de proteína de
Existen en el mercado otras fórmulas hidrolizadas proteína de vaca, a base de grasa vegetal pero sin gra-
pero de bajo grado de hidrólisis o fórmulas hipoan- sa MCT. La parte hidrocarbonada tampoco contiene
tigénicas, también conocidas simplemente por fórmu- lactosa, siendo generalmente dextrinomaltosa, salvo
las HA, cuyos péptidos residuales oscilan entre 10.000 una de las fórmulas, que además contiene sacarosa.
y 20.000 dáltons de PM; su indicación prioritaria en La parte nitrogenada de las fórmulas a base de
principio fue la de alimentar a lactantes con alto ries- aminoácidos libres (en nuestro país Damira elemen-
go de padecer alergia a la proteína de leche de vaca, tal de Sanutri y Neocate de SHS) está compuesta por
con la finalidad de prevenir esta alergia; se conside- L-aminoácidos libres, sus grasas e hidratos de carbo-
raron lactantes de alto riesgo aquellos con un familiar no son semejantes a las fórmulas hidrolizadas y pue-
de primer grado afecto, con un nivel de IgE en san- den conferir una mayor seguridad en la alergia a la
Alergia e intolerancia a la proteína de la leche de vaca 7
TABLA II. a) Fórmulas especiales con aporte nitrogenado a base de proteína vegetal.
Nombre comercial,
laboratorio Proteínas Azúcares Grasas
Blemil plus 1 soja Prots de soja 100% dextrinomaltosa 100% aceites vegetales
Ordesa Supl. en met,
carnitina, tau
Blemil plus 2 soja Prots de soja 100% dextrinomaltosa 100% aceites vegetales
Ordesa Supl. en met, Sin lactosa,
carnitina, tau Sin sacarosa
Isomil Prots de soja Sin lactosa
Abbott
Nutribén Soja 100% origen vegetal. Jarabe de glucosa
Nutribén Supl. en met, Sin lactosa
carnitina, tryp, tau
Nutri-Soja 100% prot de soja. Sin lactosa 45% ác. oleico
Nutricia Supl. en met y 100% dextrinomaltosa
carnitina
Prosobee Prots de soja 100% dextrinomaltosa, 100% aceites vegetales
Mead Johnson Enriq. en met, tau y Sin lactosa, Relación ω6/ω3 = 9,6
carnitina Sin sacarosa
Velactín Prots de soja 81% dextrinomaltosa 90% aceites vegetales
Sanutri Supl. en isoleu, val, 17% sacarosa 10% MCT
met, tau, l-carnitina
Pregomín Hidrolizado de soja y Dextrinomaltosa
Milupa colágeno de cerdo
proteína de la leche de vaca por carecer de oligopép- TABLA II. b) Fórmulas especiales a base de
tidos, pero tienen otros inconvenientes como el pre- hidrolizado procedente del arroz.
cio, un peor sabor y una menor absorción nitrogena-
da (al carecer de oligopéptidos, la vía de absorción Blemil 1 Plus Arroz Hidrolizado
nitrogenada de éstos del enterocito no es aprovecha-
da, y tan sólo tiene lugar la absorción de aminoácidos Blemil 2 Plus Arroz Hidrolizado
libres).
para los casos de alergias múltiples, las diarreas intra- si estos productos no inducen ninguno de los tras-
tables, los casos de alergia a la soja o alergia a los tornos malabsortivos que el lactante aquejaba al ini-
hidrolizados de soja. cio, se puede pasar directamente a la administración
Como profilaxis de la alergia a la proteína de la de yogur o leche, aunque es preferible que previamen-
leche de vaca, en lactantes de alto riesgo, siguiendo a te se practique determinación de gases espirados
la European Society for Pediatric Allergy and Immu- (hidrógeno, metano), tomando lácteos bajos en lacto-
nology, será aconsejable utilizar las fórmulas basadas sa, y posteriormente a las 4 y 5 horas de la adminis-
en proteínas de soja o los hidrolizados de proteína de tración de un vaso de leche de vaca.
leche de vaca de alto grado.
PREVENCIÓN DE LA ALERGIA EN
CUÁNTO TIEMPO SE DEBEN GENERAL
ADMINISTRAR ESTAS FÓRMULAS El desarrollo de enfermedades atópicas depen-
En la APLV se administrará la fórmula de soja, de de factores genéticos, de la exposición a factores
el hidrolizado de proteína de soja o el hidrolizado ambientales y de la interacción citada entre las célu-
de proteína de vaca hasta la edad de año y medio; a las Th1 y Th2. Se ha comprobado que la forma pre-
esa edad, se practicará PRICK (punción cutánea super- coz de alimentar al lactante influye en el desarrollo
ficial sobre una gota del alergeno a probar) a la pro- de la alergia, así como la exposición diaria a alerge-
teína de vaca y el test radio inmuno absorbente (RAST, nos inhalantes y a humo de tabaco. En lactantes de
dosificación de anticuerpos IgE específicos contra las alto riesgo, la lactancia materna durante más de 4
proteínas de la leche de vaca). Podemos encontrarnos meses, junto con la administración de un hidrolizado
con las siguientes posibilidades, que comentaremos: de alto grado y la exclusión de alimentos sólidos
– Si las citadas pruebas (PRICK y RAST) son nega- durante esos mencionados 4 a 6 meses, disminuye
tivas, se practicará a renglón seguido la provoca- la incidencia posterior de alergia a la leche de vaca.
ción con leche de vaca entera, pero bajo vigilan- La dieta de la madre durante la lactancia puede ser
cia médica, empezando con 1 ml; a los 20 minu- necesaria en la alergia a la leche de vaca, debiendo
tos si no ha habido reacción alguna, se darán 10 suprimirla, pero en cambio la modificación de la die-
ml, 50 ml, a los 30 minutos y 100 ml a la hora. ta durante el embarazo no ejerce ningún efecto.
Si esa cantidad no ha provocado ninguna reac- Los probióticos ayudarían al predominio de las
ción, se puede considerar solucionado el proble- Th1, por lo que su administración disminuiría el ries-
ma de la alergia a la leche de vaca. go alérgico en la embarazada que previamente tuvo
– Si de las citadas pruebas (RAST, PRICK y agre- otro hijo alérgico a la proteína de la leche de vaca.
sión) al menos una es positiva, se deberán espe-
rar 6 meses más sin administrar proteína de vaca, BIBLIOGRAFÍA
para volver a re petir las pruebas transcurridos 1. Bock SA. Prosppective apparaisal of complaints of
esos 6 meses, y así sucesivamente hasta que, en adverse reactions to foods in children during the first
el mejor de los casos, se negativicen, pudiendo three years of life. Pediatric 1987; 79: 683-688.
entonces el niño tomar leche de vaca. General- 2. Businco L, Bruno G, Giampietro PG. Nutrición y Aler-
mente, con 18 meses de exclusión de la proteí- gias Alimentarias. En: Tojo R (ed.). Tratado de Nutri-
na de vaca desaparece la alergia siendo esta desa- ción Pediátrica. Doyma; 2001. p. 661-672.
parición más precoz si existía tan sólo a la leche 3. De Boissieu D, Dupont C. Time course of allergy to
de vaca o a un hidrolizado de la misma. extensively hydrolyzed cow’s milk proteins in infants.
J Pediatr 2000; 136: 119-20.
En la IPLV se deberá seguir con la fórmula basa-
da en el hidrolizado de proteína de vaca hasta el año 4. ESPACI position paper. Hydrolysed Cow’s Milk For-
mulas. Pediatr Allergy Immunol 1993; 4: 101-111.
de vida, momento en el que se iniciarán alimentos con
proteína de vaca pero bajos en lactosa, como queso o 5. ESPGHAN. Comment on antigen reduced infant for-
mulae. Acta Pediatr 1993; 82: 314-3.
Petit Suisse, sin las precauciones del caso anterior, y
Alergia e intolerancia a la proteína de la leche de vaca 9
6. Halken S, Jacobsen HP, Host A, Holmenlund D. The milk for evaluation of residual antigenic activity in
effect of hypoallergenic formulas in infants at risk of hypoallergenis infant formulas. Clin Exp Allergy 1997;
allergic disease. Eur J Clin Nutr 1995; 49 Suppl. 1: S77- 27: 949-56.
83. 12. Restani P, Velona T, Plebani A et al. Evaluation by SDS-
7. Hill DJ, Hosking CS, Heine RG. Clinical Spectrum of PAGE and immunoblotting of residual antigenicity in
food allergy in children in Australia and South-East hydrolysed protein formulas. Clin Exp Allergy 1995;
Asia: identification and targets for treatment. Ann Med 25: 651-8.
1999; 31: 272-81. 13. Rigo J, Salle BL, Picaud JC, Peter G, Senterre J. Nutri-
8. Host A, Halken SA. A prospective study of cow’s milk tional evaluation of protein hydrolysate formulas. Eur
allergy in Danish infants during the first three years of J Clin Nutr, 1995; 49 Suppl. 1: S26-38.
life. Clinical course in relation to clinical and immu- 14. Schrander JJP, Van Den Bogart JPH, Forget PP et als.
nological type of hypersensitivity reaction. Allergy Cow’s milk protein intolerance in infants under 1 year
1990; 45: 587-596. of age: a prospective epidemiological study. Eur J
9. Maldonado J, Gil A, Narbona E, Molina JA. Special Pediatr 1993; 152: 640-644.
formulas in infant nutrition: a review. Early Hum Dev 15. Societé Française de Pédiatrie. Preparationes diéteti-
1998; 53 Suppl.: S 23-32. ques hydrolysés pour l’ allaitement du nourrisson et
10. Oldaeus G, Anjou K, Bjorksten B et al. Extensively prevention de l’ alergie. Arch Fr Pediatr 1988; 45: 435-
and partially hydrolysed infant formulas for allergy 437.
prophylaxis. Arch Dis Child 1997; 77: 4-10. 16. Tormo R, Potau N, Infante D et al. Protein in infant for-
11. Plebani A, Restani P, Naselli A et al. Monoclonal and mulas. Future aspects of development. Early Human
policlonal antibodies against casein components of cow Development 1998; 53(Suppl. 1): 65-S172.
Diarrea aguda
2 Enriqueta Román Riechmann1, Josefa Barrio Torres2, Mª José López Rodríguez3
1Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda, Madrid. 2Hospital Universitario de
Fuenlabrada, Madrid. 3Hospital San Pedro de Alcántara, Cáceres
TABLA I. Causas de diarrea aguda mular la secreción epitelial de agua e iones. Por otra
parte, los microorganismos pueden dañar el entero-
– Infecciones cito produciendo una disminución en la absorción de
- Entéricas electrolitos, una pérdida de las hidrolasas del borde
- Extraintestinales en cepillo y un escape de fluido a través del epitelio.
– Alergia alimentaria La lesión por daño directo de la célula epitelial tiene
- Proteínas de la leche de vaca lugar en las infecciones por agentes virales como
- Proteínas de soja Rotavirus, aunque en este caso además una proteína
– Transtornos absorción/digestión viral actuaría como enterotoxina. También se produ-
- Déficit de lactasa ce lesión vellositaria en infecciones agudas por pro-
- Déficit de sacarasa-isomaltasa tozoos tales como Giardia lamblia, Cryptosporidium
– Cuadros quirúrgicos parvum y Microsporidium. Todo ello conduce a una
- Apendicitis aguda pérdida aumentada de agua y electrolitos en heces.
- Invaginación La gran pérdida de líquidos y electrólitos puede
– Ingesta de fármacos derivar en un cuadro de deshidratación. Esto es más
- Laxante frecuente en el niño pequeño, por tener una mayor
- Antibióticos área de superficie corporal en relación con el peso que
– Intoxicación metales pesados el adulto y, por lo tanto, unas mayores pérdidas insen-
- Cobre, Zinc sibles. Además existe un flujo intestinal de agua y
electrólitos más cuantioso.
En estas edades hay también un mayor riesgo
nutricional, por una gran respuesta catabólica frente
spp, seguidos de Shigella spp, Aeromona spp y Yer- a las infecciones y una depleción de las reservas nutri-
sinia spp. En la mayoría de estudios epidemiológicos cionales más rápida que en el adulto. Otros factores
infantiles estos agentes son detectados más frecuen- que influyen en la afectación nutricional son la dis-
temente en pacientes con gastroenteritis tratados de minución de la ingesta calórica, por la hiporexia
forma ambulatoria. La dificultad de estudio en heces concomitante y la restricción alimentaria habitual-
de las distintas variedades de E. coli hace que se dis- mente indicada, y la posible existencia de malabsor-
ponga de escasos datos sobre su incidencia en nues- ción de nutrientes secundaria a la lesión intestinal.
tro medio. Aunque, en general, se trata de un proceso leve
y autolimitado y la principal complicación es la des-
FISIOPATOLOGÍA hidratación, ocasionalmente se puede desarrollar una
En términos generales la diarrea se produce cuan- diarrea prolongada como consecuencia de:
do el volumen de agua y electrolitos presentado al – Intolerancia a la lactosa, en relación con un défi-
colon excede su capacidad de absorción, eliminándo- cit transitorio de lactasa por daño de las enzimas
se de forma aumentada por las heces. Esto puede del borde en cepillo intestinal. Es relativamente
deberse a un aumento en la secreción y/o a una dis- frecuente, sobre todo tras una gastroenteritis por
minución de la absorción a nivel de intestino delga- rotavirus. En Europa este hecho parece tener esca-
do, o, más infrecuentemente, a una alteración similar sa relevancia clínica, aunque en países con un ele-
a nivel de colon. Estas alteraciones son secundarias a vado porcentaje de malnutrición sigue siendo un
la afectación intestinal que resulta de la interacción problema importante,
entre el agente infeccioso y la mucosa intestinal. – Sensibilización a las proteínas de la leche de vaca,
En determinados casos se da la penetración de la al existir en la gastroenteritis un aumento en la
barrera mucosa por antígenos extraños, tales como absorción de antígenos de la leche de vaca que
microorganismos o toxinas. Las toxinas microbianas puede desencadenar una respuesta inmune, local
pueden ligarse a los receptores del enterocito y esti- o sistémica.
Diarrea aguda 13
líquida. gLleva añadido de 100 millones de u.f.c. de Lactobacillus reuteri. hValor estimado según datos de ficha
técnica. iLleva añadido sulfato de zinc (Zn 10 mg/L). jLleva añadido polisacáridos (B-d-glucanos).
de Citorsal® en 500 ml y el de Isotonar® en 250 ml. que, aunque tienen una mayor concentración de pota-
En este sentido son más ventajosas, por no necesitar sio (>20 mEq/litro), aportan mínimas cantidades de
manipulación, las soluciones de presentación líquida, sodio y osmolaridades entre 600 y 700 mOsm/litro.
aunque su uso está limitado por un precio más eleva- Son contadas las situaciones que contraindican
do. la rehidratación oral:
Es necesario que la solución de rehidratación que – Deshidratación grave
se indique cumpla las recomendaciones citadas pre- – Shock hipovolémico
viamente, no debiendo ser sustituida por algunas bebi- – Alteración en el nivel de conciencia
das de uso común con un mejor sabor pero que no reú- – Ileo paralítico
nen en su composición las condiciones adecuadas. De – Pérdidas fecales intensas mantenidas (> 10
las más utilizadas son las llamadas bebidas isotóni- ml/kg/h)
cas, diseñadas para reponer las pérdidas de agua y – Cuadro clínico potencialmente quirúrgico
sales durante el ejercicio y que contienen solo entre El ritmo de administración oral de la solución
10 y 20 mEq/litro de sodio y 15 mEq/litro de potasio; de rehidratación sería:
las bebidas gaseosas, que contienen menos de 4 – Si no hay signos de deshidratación: 10 ml/kg por
mEq/litro de sodio, mínimas cantidades de potasio y deposición líquida y 2 ml/kg por vómito para
osmolaridades por encima de 450 mOsm/litro por un reponer las pérdidas mantenidas, añadido a la die-
alto contenido en carbohidratos; y los jugos de frutas ta habitual del paciente.
Diarrea aguda 17
– Si la deshidratación es leve: 30-50 ml/kg (défi- cosa para el cotransporte de sodio sin sobrecar-
cit) durante 4 horas + pérdidas mantenidas (10 ga osmótica. Se discute, además, el posible efec-
ml/kg por deposición líquida). to antisecretor del arroz, asociado a una molécu-
– Si la deshidratación es moderada: 75-100 ml/kg la que actuaría como bloqueante del canal del clo-
durante 4 h + pérdidas (reposición déficit + pér- ro. Se ha demostrado una disminución del volu-
didas mantenidas) men de las heces en los casos de cólera, pero no
La rehidratación se realiza durante 4 horas y en en niños con diarrea no colérica.
algunos casos es preciso una revaloración clínica trans- – Sustitución de la glucosa por otros sustratos, como
currido ese tiempo. Respecto a la técnica, se acon- aminoácidos (glicina, alanina o glutamina), pero
seja la administración del líquido de forma fracciona- no se han evidenciado ventajas terapéuticas.
da en pequeñas cantidades cada 2-3 minutos, para una – Adición de probióticos a la solución, pero no se
mejor tolerancia. Se contempla también la rehidra- ha observado un mejor efecto que cuando la admi-
tación enteral por sonda nasogástrica, tan efectiva nistración de probióticos es posterior a la rehi-
como la oral. dratación.
Todavía hay un cierto porcentaje de fracasos de – Adición de hidratos de carbono complejos no
la rehidratación oral atribuible, entre otras causas, a digeribles, que son fermentados en el colon y pro-
la necesidad de tiempo y personal que supone su uti- ducen ácidos grasos de cadena corta que estimu-
lización y, principalmente, a la falta de efecto en los lan la absorción colónica de sodio y agua. Los
síntomas. La persistencia de los vómitos y la diarrea, estudios realizados han aportado una gran
a pesar de conseguirse la rehidratación, conduce a los variabilidad en los resultados, por lo que tampo-
padres y cuidadores a la idea de un fallo del tratamien- co hay evidencia para recomendarlos.
to y es este aspecto el que debe ser reforzado en la – Adición de zinc, no hay suficiente evidencia para
información aportada por el personal sanitario. su recomendación universal, a pesar de los bue-
En los últimos años se han investigado nuevas nos resultados en los niños malnutridos.
soluciones de rehidratación oral que incidan en los – Adición de proteínas de la leche humana: lacto-
síntomas de la gastroenteritis. Los aspectos que se han ferrina y lisozima humanas recombinantes, por
considerando son: su papel protector en la leche materna, aunque
– Disminución de la osmolaridad de la solución, todavía hay escasa información disponible sobre
que se asocia a una menor necesidad de rehidra- su efecto beneficioso.
tación intravenosa y a una disminución en el volu-
men de heces y el número de vómitos, sin riesgo Alimentación
adicional de hiponatremia. Esto ha llevado a que Las dos cuestiones fundamentales son: ¿cuándo
desde el año 2002 la OMS, buscando una mayor iniciar la alimentación? y ¿con qué tipo de alimentos
eficacia clínica, recomiende una única solución ha de reiniciarse?
de rehidratación con 75 mmol/l de Na y una
osmolaridad de 245 mosmol/l para la diarrea de Realimentación precoz
cualquier etiología y en todas las edades (Tabla Se ha observado que la instauración de la alimen-
V). Aunque inicialmente se puntualizaba la falta tación completa habitual del niño tras 4 horas de rehi-
de información sobre su uso en niños con cóle- dratación oral conduce a una mayor ganancia de peso
ra y la posible incidencia de hiponatremia asin- y no conduce a una mayor duración de la diarrea o
tomática, los estudios más recientes confirman la más incidencia de intolerancia a la lactosa. Además
seguridad de su empleo también en diarrea tipo aumenta el bienestar del niño al poder comer libre-
colérica. mente, sin ser sometido a dietas restrictivas, hipoca-
– Sustitución de la glucosa por hidratos de carbo- lóricas y poco apetecibles para el paciente.
no complejos, procedentes sobre todo del arroz, Tipo de alimentación. Los alimentos candida-
que aportan mayor número de moléculas de glu- tos deben ser nutritivos, de fácil digestión y absor-
18 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
ción, económicos, de sabor agradable y, sobre todo, ye los episodios posteriores de diarrea. No está cla-
carentes de efectos nocivos sobre el curso de la ro su mecanismo de acción, aunque parece que es
enfermedad. favoreciendo el efecto inmunológico y la recupe-
Lactancia materna. La evidencia científica dis- ración epitelial. La evidencia disponible ha llevado
ponible establece la necesidad de mantenerla, sin nin- a la OMS y UNICEF a recomendar en países en desa-
guna restricción, en los niños con gastroenteritis. La rrollo el tratamiento con zinc de todos los niños con
buena tolerancia es debida a varias razones, entre ellas diarrea.
una menor osmolaridad y un mayor contenido en enzi- Probióticos. En los últimos años los probióticos,
mas que la leche de vaca y el aportar factores hormo- suplementos alimentarios microbianos con efectos
nales y antimicrobianos. positivos en la prevención o tratamiento de una pato-
Fórmula/leche para lactantes. Una práctica logía específica, han surgido como un nuevo elemen-
habitual ha sido la de reiniciar la alimentación con to en la prevención y tratamiento de la diarrea infeccio-
leches diluidas y, por lo tanto, hipocalóricas. Se ha sa. La base racional para su uso es su papel modifi-
demostrado que la mayoría de los niños con diarrea cando la composición de la flora colónica y actuando
aguda pueden ser realimentados con una fórmula o contra los agentes enteropatógenos.
leche sin diluir, sobre todo cuando a esto se añade el La revisión de los estudios realizados en los últi-
uso de una solución de rehidratación oral y el reini- mos años para establecer el efecto de los probióti-
cio precoz de la alimentación. cos en el tratamiento de la diarrea aguda infecciosa
Lactosa y leches especiales. En la actualidad muestra un beneficio clínico moderado de algunos
en nuestro medio en la mayoría de los niños con dia- probióticos en el tratamiento de la diarrea aguda acuo-
rrea no está indicado una fórmula sin lactosa, hipo- sa, principalmente por rotavirus y en lactantes y niños
alergénica o hidrolizada. Habría que observar la apa- pequeños. Este efecto depende de la cepa, siendo los
rición de signos o síntomas de malabsorción para más efectivos Lactobacillus GG y Saccharomyces
detectar los contados casos en los que pudiera apa- boulardii, de la dosis (mayor para dosis > 1010 UFCs)
recer. Estaría indicada una leche sin lactosa en los y no es útil en la diarrea invasiva bacteriana. Es más
casos de diarrea prolongada o recidivante en los que efectivo administrado de forma precoz y en niños
en el análisis de heces se detecta un pH menor de 5,5 de países desarrollados.
y/o la presencia de más de un 0,5% de sustancias
reductoras. Tratamiento farmacológico
Dietas mixtas. En niños con una alimentación Los fármacos habitualmente utilizados en estos
variada hay que mantener dicha dieta, pues existe una procesos son inhibidores de la motilidad intestinal
adecuada absorción de macronutrientes. Se deben evi- (loperamida y otros opiáceos y anticolinérgicos), modi-
tar alimentos con alto contenido en azúcares elemen- ficadores de la secreción intestinal (sales de bismuto)
tales, que pueden empeorar la diarrea por su efecto y sustancias adsorbentes (colesteramina, sales de
osmótico. Habrá que estimular de alguna forma la aluminio).En general su uso no está indicado en la
ingesta ofreciendo alimentos de sabor agradable, habi- población infantil, por no haberse demostrado su efi-
tuales en la alimentación del niño y, probablemente, cacia y/o por la existencia de importantes efectos
de consistencia más líquida. Son mejor tolerados cier- secundarios.
tos alimentos como hidratos de carbono complejos En la actualidad puede considerarse para el mane-
(trigo, arroz, patatas, pan y cereales), carnes magras, jo de la gastroenteritis el racecadotrilo (Tiorfan®), inhi-
yogur, frutas y vegetales. bidor específico de la encefalinasa que impide la
Micronutrientes. El zinc ha sido el principal degradación de los opioides endógenos (encefalinas).
micronutriente implicado en los procesos de diarrea. Dichos opioides estimulan el receptor delta antisecre-
Se ha demostrado que la suplementación con zinc tor y reducen así la hipersecreción de agua y elec-
reduce significativamente la gravedad de la diarrea trolitos en la luz intestinal. Este efecto antihipersecre-
en niños en países en vías de desarrollo y disminu- tor no se acompaña de un aumento en el tiempo de
Diarrea aguda 19
tránsito intestinal. Los estudios disponibles conclu- más prevalentes en patología humana. Ambas son de
yen que, añadido a la rehidratación oral, es eficaz en administración oral en dos (monovalente humana,
el tratamiento sintomático de la diarrea, disminuyen- Rotarix®) o tres dosis (pentavalente bovina-humana
do su intensidad y duración, con escasos efectos adver- Rotateq®), pudiéndose administrar con las vacunas
sos. Se aconseja realizar estudios prospectivos bien habituales. En Europa la ESPGHAN y la Sociedad
diseñados de la seguridad y eficacia en niños no ingre- Europea de Enfermedades Infecciosas Pediátricas
sados. (ESPID) en sus recientes recomendaciones conside-
Habitualmente los fármacos antieméticos son ran la incorporación de la vacuna antirotavirus en
innecesarios en el tratamiento de la diarrea aguda. El todos los calendarios europeos.
ondansetron, antagonista de la serotonina, puede ser
efectivo en ocasiones disminuyendo los vómitos y RECOMENDACIONES ACTUALES Y
limitando la necesidad de ingreso hospitalario. Res- CONCLUSIONES
pecto a ello la ESPGHAN en sus recientes recomen- La ESPGHAN estableció para el manejo de los
daciones considera que no hay evidencia suficiente niños europeos con gastroenteritis aguda las guías
para recomendar su uso, pudiendo darse como efec- para la composición óptima de las soluciones de rehi-
to secundario un aumento en el número de deposicio- dratación oral y posteriormente las recomendaciones
nes, aunque podría valorarse su empleo en casos selec- para la alimentación en la gastroenteritis aguda infan-
cionados. til. Estas recomendaciones fueron sintetizadas en el
Respecto a la indicación de antibióticos, al ser 2001 como seis pilares base del tratamiento correcto
la diarrea aguda en el niño un proceso infeccioso auto- de la gastroenteritis aguda. En el año 2008 se han dado
limitado en la mayoría de los casos, sólo estarían jus- a conocer unas nuevas guías para el manejo de la gas-
tificados en: troenteritis aguda, basadas en la evidencia y elabora-
– Pacientes inmunodeprimidos con enfermedad gra- das de forma conjunta con la ESPID. Estas guías re-
ve de base. frendan las anteriores recomendaciones sobre la rehi-
– Todos los casos de diarrea aguda por Shigella y dratación como base del tratamiento e incorporan la
la mayoría de los producidos por E. coli enteroin- recomendación de vacunación antirotavirus para todos
vasiva y enteropatógena, Clostridium difficile, E. los niños europeos.
histolytica, Giardia lamblia o Vibrio cholerae. La Academia Americana de Pediatría adoptó las
– Algunos casos de infección por Campylobac- guías nacionales de manejo de la diarrea infantil esta-
ter, sobre todo si el tratamiento es precoz, por blecidas por un panel de especialistas de los CDC
Yersinia, en casos de enfermedad grave y por Sal- (Centers for Diseases Control), actualizadas en el 2003.
monella en lactantes con bacteriemia y en todo En el año 2004 la OMS y el Fondo de las Nacio-
paciente menor de 3 meses. nes Unidas para la Infancia (UNICEF) realizaron una
declaración conjunta sobre el tratamiento clínico de
PREVENCIÓN la diarrea aguda, recomendando la utilización de sales
Dado que la vía de contagio principal es la fecal- de rehidratación oral con baja osmolaridad y la admi-
oral es primordial reforzar la higiene ambiental en nistración sistemática de suplementos de zinc a los
el medio familiar, con una limpieza adecuada de las niños con diarrea aguda en países en desarrollo.
manos y los objetos empleados en la manipulación de Resumiendo lo expuesto previamente y según la
niños con diarrea. evidencia científica existente, las recomendaciones
En los últimos años se han desarrollando vacunas de actuación en nuestro medio frente a niños meno-
frente a algunos de los agentes productores de gastro- res de 5 años con un cuadro de diarrea aguda, sin
enteritis, sobre todo frente a rotavirus, principal cau- enfermedades de base, serían:
sa de diarrea grave infantil. En la actualidad están dis- – Rehidratación oral durante 3-4 horas en niños con
ponibles dos vacunas seguras y eficaces frente a la deshidratación leve-moderada, seguida de una
enfermedad grave por rotavirus producida por los tipos reintroducción rápida de la alimentación habitual
20 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
junto con suplementos de solución rehidratante 4. Hartling L, Bellemare S, Wiebe N, Russell K, Klassen
para compensar las pérdidas mantenidas. TP, Craig W. Oral versus intravenous rehydration for
– En los niños con diarrea sin deshidratación man- treating dehydration due to gastroenteritis in children.
tenimiento de la alimentación habitual, aseguran- Cochrane Database of Systematic Reviews 2006, Isue
3. Art. No.: CD004390. DOI: 10.1002/14651858.
do suplementos de solución rehidratante para
5. King CK, Glass R, Bresee JS, Duggan C; Centers for
compensar pérdidas mantenidas.
Disease Control and Prevention. Managing acute gas-
– Mantenimiento de la lactancia materna en todos troenteritis among children: oral rehydration, mainte-
los casos. nance, and nutritional therapy. MMWR Recomm Rep.
– No utilización, en la mayoría de los niños, de una 2003 Nov 21; 52(RR16): 1-16.
leche sin lactosa o de un hidrolizado de proteínas 6. Marcos LA, DuPont HL. Advances in defining etio-
de leche de vaca. logy and new therapeutic approaches in acute diarrhea.
– En general, no es necesario el uso de agentes J Infect 2007; 55: 385-93.
farmacológicos para el tratamiento de la diarrea 7. Patro B, Golicki D, Szajewska H. Metaanalysis: zinc
aguda: supplementation for acute gastroenteritis in children.
- Se considera la eficacia del racecadotrilo en el Aliment Pharmacol Ther 2008; 28: 713-23.
tratamiento sintomático de la diarrea, siempre 8. Román E. Alimentación en la gastroenteritis aguda. En:
asociado a la rehidratación oral, así como en Manual práctico de Nutrición en Pediatría. Comité de
Nutrición de la Asociación Española de Pediatría, Socie-
determinados casos del ondansetron. dad de Pediatría de Madrid y Castilla-La Mancha.
- Antibioterapia en casos muy concretos. Madrid: Ergon; 2007. p. 321-330.
9. Szajewska H, Ruszczynski M, Chmielewska A, Wiec-
BIBLIOGRAFÍA zorek J. Systematic review: racecadotril in the treat-
1. DeCamp LR, Byerley JS, Doshi N, Steiner MJ. Use of ment of acute diarrhoea in children. Aliment Pharma-
antiemetic agents in acute gastroenteritis: a systematic col Ther 2007; 26: 807-13.
review and metaanalysis. Arch Pediatr Adolesc Med 10. Vesikari T, Van Damme P, Giaquinto C, Gray J, Mru-
2008; 162: 86-69. kowicz J, Dagan R et al. European Society for Paedia-
2. Guandalini S. Probiotics for children with diarrhea: an tric Infectious Diseases/European Society for Paedia-
update. J Clin Gastroenterol. 2008; 42 Suppl 2: S53-7. tric Gastroenterology, Hepatology and Nutrition Evi-
3. Guarino A, Albano F, Ashkenazi S, Gendrel D, Hoeks- dence based Recomendations for Rotavirus Vaccina-
traJH, Shamir R, Szajewska H. European Society for tion in Europe. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2008;46
Paediatric Gastroenterology, Hepatology and Nutrition/ Suppl. 2: S38-S47.
European Society for Paediatric Infectious Diseases 11. WHO/UNICEF Joint Statement: Clinical Management
Evidence based Guidelines for the Management of Acu- of Acute Diarrhea. The United Nations Children’s
te Gastroenteritis in Children in Europe. J Pediatr Gas- Fund/World Health Organization, 2004. WHO/FCH/
troenterol Nutr 2008; 46 Suppl. 2: S81-S122. CAH/04.7.
Diarrea crónica
3 Esther Ramos Boluda1, Jesús Sarriá Osés1, Mª Dolores Acuña Quirós2,
Javier Álvarez Coca2
Hospital Infantil Universitario La Paz. Madrid. 2Hospital Infantil Universitario Niño Jesús.
1
Madrid.
tarias mediante la activación del CFTR. La esti- TABLA I. Entidades más frecuentes por
mulación de la secreción de cloro esta mediada grupos de edad.
por el aumento intracelular en el cAMP, cGMP,
y del calcio iónico. Los estímulos de estos “segun- Edad Entidades
dos mensajeros” pueden ser enterotoxinas de ori- Menores S. postenteritis
gen bacteriano, víricas, parasitarias, surfactantes de 6 meses Fibrosis quística
aniónicos (sales biliares), hormonas (VIP, gastri- Inmunodeficiencia
na, secretina...), neurohormonas (acetilcolina, Alergia no IgE mediada a proteínas
de leche de vaca
serotonina…) y factores endógenos (histamina, Diarrea grave rebelde
IL1beta, IL8, bradiquinina...). En el caso de enfer- Enfermedad por inclusión de
medades más raras como en la diarrea clorada microvilli
congénita la lesión se produce por mutación direc- Enfermedad de Hirschsprung
ta en el gen que codifica el transportador-inter- Defectos congénitos de transporte:
cambiador o por mutaciones (recién descritas en - Malabsorción glucosa-galactosa
2009) del SPINT2 en la diarrea congénita sin- - Diarrea clorada congénita
Enfermedad de Schwachmann.
drómica secretora de sodio. Enteropatía autoinmune.
S. Münchausen por poderes.
ORIENTACIÓN DIAGNÓSTICA INICIAL Diarrea crónica inespecífica
1. Anamnesis
Mayores S. postenteritis
– La orientación de la etiología de la diarrea cróni- de 6 meses y Giardiasis
ca comienza con una buena anamnesis. Resulta preescolares Enfermedad celíaca
fundamental la edad de comienzo de la diarrea Déficit de sacarasa-isomaltasa
(ver tabla I) y su relación con la introducción de Enfermedad inflamatoria intestinal
nuevos alimentos: alergia a proteínas leche de Fibrosis quística
vaca no Ig E mediada (APLV), enfermedad celia- Enfermedad de Schwachmann
ca (EC), malabsorción de hidratos de carbono. Tumores
Inmunodeficiencias
– Por otra parte, también son importantes las carac-
terísticas de las heces. Escolares Colon irritable
- Unas heces voluminosas, fétidas y brillantes Enfermedad celíaca
Déficit de lactasa tipo adulto
indican una malabsorción de grasa. Enfermedad inflamatoria intestinal
- Si las heces son ácidas, explosivas, con emi- Tumores
sión de gas y provocan eritema perianal orien-
tan hacia una malabsorción de hidratos de car-
bono. - Síntomas acompañantes como anorexia, vómi-
- La emisión de moco y sangre en las heces tos, distensión abdominal, rectorragia, fiebre,
sugiere enfermedad inflamatoria. artralgias, alteraciones del carácter, infeccio-
- El carácter cambiante en la consistencia de las nes de repetición, broncopatía asociada, etc.
heces sin aparición de productos patológicos
y con restos de alimentos parcialmente dige- 2. Exploración física
ridos es sugestiva de diarrea crónica inespecí- – Antropometría: en general el peso se afecta de
fica (DCI). forma más precoz que la talla, afectándose esta
– Otros datos que pueden orientar son: última en procesos de larga evolución.
- Su relación con el ayuno: diagnóstico diferen- – Repercusión en estado nutricional.
cial de diarrea secretora versus osmótica. – Hábito malabsortivo con distensión abdominal,
- Antecedentes familiares: EC, fibrosis quística panículo adiposo disminuído, masas musculares
(FQ), enfermedad inflamatoria intestinal (EII)) hipotróficas, etc.
Diarrea crónica 23
– Exploración general: palpación abdominal des- ción grasa; la existencia de moco, sangre o pus,
cartando la presencia de masas o visceromega- EII y la presencia de restos vegetales sin dige-
lias, inspección perianal (fisuras, fístulas, erite- rir, una alteración en la motilidad (DCI).
ma), características de piel y faneras (palidez, – EXAMEN MICROSCÓPICO: permite observar
pelo ralo), existencia de edemas. la existencia de leucocitos, hematíes, granos de
almidón, fibras musculares sin digerir y gotas de
3. Exploraciones complementarias generales grasa.
– HEMOGRAMA: anemia y/o microcitosis por – CRIBADO DE AZÚCARES:
déficit de hierro por malabsorción, neutropenia - pH: la existencia de un pH ácido sugiere malab-
(síndrome de Schwachman), eosinofilia (APLV), sorción de hidratos de carbono.
linfopenia (linfangiectasia). Valores normales: Lactante (materna): 4,5-6
– BIOQUÍMICA: (artificial): 5,5-8,5
- Alteraciones generales: hipocolesterolemia, Niños mayores: 6-7,5
hipocalcemia son algunos de los hallazgos más - Cuerpos reductores: Indican la existencia de
habituales. hidratos de carbono en heces, excepto sacaro-
- Las transaminasas pueden hallarse elevadas en sa, por ser éste un azúcar no reductor. Para des-
muchas entidades por diferentes mecanismos cartar su presencia en heces es necesario some-
(EC, FQ, EII). ter antes las heces a un proceso de hidrólisis
- Hipoproteinemia. Según el tiempo de evolu- (no suele realizarse de forma sistemática).
ción del cuadro puede afectar a diferentes frac- Valores normales: < 0,25%
ciones proteicas: albúmina (vida media lar- 0,25-0,5% dudoso
ga: 20 días), transferrina (vida media 8 días), > 0,5% patológico
prealbúmina (vida media 2 días), proteína trans- – CUANTIFICACIÓN DE GRASA FECAL: Es el
portadora de retinol (RBP)(vida media corta: indicador más sensible de malabsorción. Habi-
12 horas). tualmente se determina en heces de 72 horas. No
- Déficits nutricionales más específicos: déficit es necesario realizar ninguna dieta especial, aun-
de ácido fólico (lesión yeyunal), déficit de vita- que para calcular el coeficiente de absorción (CA)
mina B12 (afectación ileal) y elevación de áci- es necesario conocer la ingesta de grasa. Habi-
do fólico (intestino contaminado). tualmente es suficiente la cuantificación de gra-
- Déficit de vitaminas liposolubles. sa fecal.
– ESTUDIO DE COAGULACIÓN: hipo- Valores normales: Niños: < 3,5 g /24 horas.
protrombinemia por malabsorción de vitamina Adolescentes y adultos: < 6 g /24 horas.
K. Además puede ser útil si posteriormente se – COEFICIENTE DE ABSORCIÓN DE GRASA
plantea la posibilidad de realizar biopsia intesti- (CA):
nal. CA:[(grasa ingerida-grasa excretada)/grasa inge-
– REACTANTES DE FASE AGUDA: VSG, PCR, rida] X 100
orosomucoide, fibrinógeno, trombocitosis. Valores normales: RN pretérmino: 60-75%
– INMUNOGLOBULINAS. RN término: 80-85%
< 3 años: 90-95%
4. Estudio de función digestiva > 3 años: 95-98%
Heces – OTRAS DETERMINACIONES:
– COPROCULTIVO Y PARÁSITOS (3 muestras - α1- antitripsina fecal: indica pérdida de prote-
para Giardia Lamblia). ínas en heces.
– EXAMEN MACROSCÓPICO: como ya se ha Valor normal:< 0,7- 0,9 mg/g heces secas.
comentado la presencia de heces voluminosas, - Quimotripsina fecal: Despistaje de insuficien-
pastosas, brillantes y fétidas sugieren malabsor- cia pancreática. Se determina en heces de 24
24 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
paña de dolor y distensión abdominal, anorexia y pér- c) Deficiencia primaria de lactasa que se conoce
dida de peso. como hipolactasia del adulto y es la más común
El diagnóstico será el hallazgo en heces de la giar- de las tres. Aparece a los pocos años del naci-
dia, ya sea en forma de trofozoito o de quistes. A veces miento, momento en el que la actividad enzimá-
no e fácil detectarlas, por lo que es conveniente hacer- tica comienza a disminuir progresivamente. Este
lo en varias muestras de diferentes días, con tres mues- tipo de intolerancia también está genéticamente
tras se diagnostican el 80%. Es bastante fiable la deter- determinada. La prevalencia varía entre diferen-
minación del antígeno en heces. tes razas y áreas geográficas. Los factores que
El tratamiento es con nitroimidazoles, en espe- determinan las cifras de prevalencia están en rela-
cial el Metronidazol a dosis de 15-20 mg/kg/día duran- ción con el consumo de leche y favorece una
te 7-10 días max 750 mg/día o Tinidazol a 50 selección natural a favor del gen de persistencia
mg/kg/día dosis única, max 500 mg/día. de lactasa en los lugares de mayor consumo. Alre-
dedor del 70% de la población mundial presen-
INTOLERANCIA A LA LACTOSA ta intolerancia primaria a la lactosa. En la pobla-
La lactosa es el principal disacárido presente en ción de la Europa mediterránea está entre el 20%.
la leche de los mamíferos y la principal fuente de Los estudios realizados en España la sitúan en un
hidratos de carbono durante la lactancia, está consti- área de prevalencia intermedia.
tuida por dos monosacáridos galactosa y glucosa uni-
dos por un enlace beta 1,4. Para poder ser absorbi- Secundaria
da la lactosa, es necesaria la acción de una disaca- Se presenta por una atrofia en la pared intestinal,
ridasa, la lactasa-floricina hidrolasa, sintetizada en que puede conllevar a una lesión del enterocito, alte-
los enterocitos y que se encuentra únicamente en el raciones en la maduración, modificaciones de la mem-
borde en cepillo de los enterocitos apicales de las brana y del glicocalix. Esto provoca una disminución
vellosidades del yeyuno e ileon proximal fundamen- en la cantidad y/o actividad de la lactasa, siendo esta
talmente. intolerancia transitoria y recuperable. Esta intoleran-
La fisiopatología de los síntomas que se producen cia es la mayoritaria y se puede presentar debido a:
en la intolerancia se deben a la presencia de lactosa – Infecciones intestinales provocadas por virus,
sin hidrolizar en la luz intestinal. La lactosa no absor- bacterias o parásitos.
bida provoca la secreción de líquidos y electrólitos – Enfermedad celíaca.
a dicha luz hasta alcanzar un equilibrio osmótico. – Alergia no IgE mediada a las proteínas de leche
La mayor parte de la lactosa no absorbida es hidro- de vaca.
lizada por bacterias del colon, dando lugar a ácidos – Malnutrición en diarrea prolongada.
orgánicos de cadena corta y a grandes cantidades de – Operación quirúrgica de intestino delgado.
hidrógeno, que se difunde a través de la mucosa del – Enfermedad inflamatoria intestinal, etc.
colon y se elimina a través de la respiración. Los síntomas que caracterizan la intolerancia a
la lactosa vienen dados por la limitación en la correc-
Tipos de intolerancia ta digestión y absorción de este disacárido. Al quedar
Primaria libre la lactosa en el intestino delgado, la carga osmo-
a) Defecto de maduración que se aprecia en el pre- lar en la luz intestinal está aumentada, y para com-
término. pensar este aumento se segregará gran cantidad de
b) Defecto congénito de la síntesis del enzima, por agua y electrolitos y esto llevará a la producción de
una alteración autosómica recesiva. Se caracte- diarrea.
riza por una ausencia total o por una reducción
importante del enzima desde el nacimiento. Es Diagnóstico de la intolerancia a la lactosa
muy poco frecuente y solo se ha podido demos- La historia clínica junto con unas pruebas com-
trar en algunos grupos étnicos. plementarias básicas permitirán llegar al diagnóstico.
26 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
– CRIBADO DE AZÚCARES EN HECES: la – Se deben evitar las leches liquidas de soja, bebi-
cuantificación de sustancias reductoras en heces das de almendra, arroz y avena, por el riesgo nutri-
es una de las pruebas de primera elección: pH áci- cional que conllevan. En la actualidad existen en
do (<5), presencia de ácido láctico y determina- el mercado leches de vaca sin lactosa o con baja
ción de sustancias reductoras de los azucares no concentración que se toleran bien además de los
digeridos en heces recientemente emitidas. quesos que contienen pequeñas cantidades de lac-
– TEST DE HIDRÓGENO, en aire espirado mide tosa.
la cantidad de hidrógeno espirado, resultante de
la fermentación en colon de la lactosa no absor- DÉFICIT DE SACARASAISOMALTASA
bida. Se considera el test de elección. El criterio La sacarasa-isomaltasa, es responsable del 75 al
diagnóstico de positividad es el de una elevación 80% de la actividad maltásica de la mucosa intestinal
por encima de 20 ppm. de hidrógeno sobre el y es inducible por la sacarosa y la fructosa. El défi-
valor basal. cit congénito, es un raro trastorno de herencia auto-
– CUANTIFICACIÓN DE LAACTIVIDAD DE sómica recesiva, con una incidencia del 0,2%. La saca-
LA LACTASA, en mucosa intestinal, pero es una rosa y la isomaltosa no pueden ser escindidos para po-
prueba invasiva y requiere una biopsia intestinal. der ser absorbidos, por lo que ejercen un notable efec-
to osmótico que atrae agua hacia la luz intestinal, cau-
Tratamiento de la intolerancia a la lactosa sando diarrea acuosa.
– En la intolerancia primaria, la ausencia ó deficit En el niño más pequeño, con un intestino más
de lactasa es permanente. Se debería eliminar la corto y con menor capacidad absortiva, la clínica es
lactosa de la alimentación en el caso de ausencia más acusada, en forma de diarrea acuosa, ácida y
del enzima. Pero lo mejor es encontrar la canti- explosiva con eritema perianal, distensión abdomi-
dad de lactosa tolerable, ya que por lo menos sue- nal, cólico, deshidratación y fallo de medro. Estos sín-
le quedar un 10% de actividad lactásica. tomas aparecerían con la administración de sacarosa
– En la intolerancia secundaria, si se presenta en al iniciar la alimentación complementaria (frutas, ver-
un lactante que recibe lactancia materna, esta se duras, algunas papillas de cereales). En los niños más
debe mantener a no ser que conlleve a un grado mayores, la clínica puede ser más leve e inespecífica,
de deshidratación importante y habiendo descar- manifestándose en forma de dispepsia o de síntomas
tado que no sea una intolerancia a proteína de de intestino irritable.
leche de vaca. Si está recibiendo leche de inicio El diagnóstico definitivo se realiza mediante la
o de continuación, se utilizarán formulas sin lac- cuantificación de la actividad enzimática en una biop-
tosa en diarreas prolongadas. Nunca se deberá sia intestinal histológicamente normal. Las formas
disminuir la concentración de las fórmulas para secundarias son muy poco frecuentes y asociadas a
obtener mejor tolerancia, esto favorece la apari- malabsorción generalizada de otros azucares.
ción de malnutrición. El tratamiento será evitar aquellos alimentos con
– El consumo de probióticos en forma de yogur o mayor contenido en sacarosa. Existe la sacrosidasa,
formando parte de la composición de la formula, enzima con actividad sacarasa, cuya administración
incrementan la tolerancia a la lactosa. Las bacte- implica una disminución de la sintomatología.
rias Streptococus thermophilus y Lactobacillus
bulgaricus, transforman la lactosa en glucosa y DIARREA CRÓNICA INESPECÍFICA
galactosafosfato que a su vez se utilizan en la pro- La diarrea crónica inespecífica (DCI) o diarrea
ducción de polisacáridos extracelulares que actú- funcional, es un trastorno funcional de la motilidad
an como sustrato para el crecimiento de las bifi- intestinal motivado por un tránsito intestinal acelera-
dobacterias y lactobacilus. El cambio en la micro- do, y la ausencia de inhibición del tiempo de tránsi-
biota del colon se cree que es la causa de esta tole- to postprandial. La consecuencia es que una mayor
rancia más que la inducción de la lactasa. cantidad de líquido y sales biliares conjugadas llega
Diarrea crónica 27
al colon, donde son desconjugadas por las bacterias, aconsejable no aumentarla ni disminuirla, y adap-
actuando como secretagogos y ocasionando heces tarse según la respuesta de cada niño. Si se aporta una
líquidas o deslabazadas y en mayor número de lo habi- dieta equilibrada con su componente graso normal, la
tual. La función absortiva intestinal está conservada respuesta favorable suele ser rápida en muchas oca-
La DCI es frecuente entre los 6 meses y los 3 años siones.
resolviéndose antes de los 4 años de edad. Los niños
presentan 3-6 deposiciones diarias diurnas, sin dolor SÍNDROME POSTENTERITIS
abdominal, ni vómitos ni afectación del estado gene- Se conoce como síndrome postenteritis al cuadro
ral, y sin deshidratación ni pérdida de peso siempre de diarrea prolongada de más de 2 semanas que ocu-
que el aporte calórico sea adecuado. Las heces sue- rre después de una diarrea aguda infecciosa. Puede
len ser líquidas o semilíquidas, con moco y, con fre- deberse a 3 causas: persistencia de la infección enté-
cuencia, con restos de alimentos. Varios datos carac- rica, múltiples infecciones consecutivas, o al daño
terísticos son que en la primera defecación de la maña- sobre la mucosa intestinal que produce la infección y
na la primera parte de las heces tiene una consisten- que se conoce verdaderamente como síndrome pos-
cia más formada, y que las deposiciones durante el tenteritis.
día pueden ser cambiantes de aspecto. Es un cuadro que afecta principalmente a lactan-
El cuadro suele ser intermitente, alternando perio- tes o preescolares, más frecuente en países poco desa-
dos de estreñimiento o heces de consistencia más fir- rrollados en los que los factores de riesgo sociosani-
me, con otros de diarrea. Las infecciones respirato- tarios como la pobreza, la malnutrición, la ausencia
rias altas y el empleo de antibióticos suelen empeo- de lactancia materna y las infecciones frecuentes faci-
rar la consistencia de las heces. litan el desarrollo de un síndrome postenteritis.
Para el diagnóstico es conveniente realizar estu- El cuadro comienza con una diarrea infecciosa
dio de heces: que lesiona la mucosa y puede provocar una malab-
– Parásitos en heces para descartar la presencia sorción de lactosa. El daño de la mucosa intestinal
de Giardia lamblia. junto con el probable sobredesarrollo bacteriano pro-
– Estudio microscópico de digestión en heces, que duce malabsorción y maldigestión intestinal y afec-
suele mostrar moco, granos de almidón y fibras ta la función de barrera intestinal, permitiendo el paso
musculares parcialmente digeridas, todos ellos de macromoléculas en los niños pequeños, que pue-
reflejo del tránsito acelerado. den sensibilizar al paciente y facilitar el desarrollo de
– Cultivo de las heces. una intolerancia a proteínas de leche de vaca. Por otra
– Si el cuadro clínico no se comporta completa- parte las sales biliares desconjugadas en tramos altos
mente como una DCI, conviene realizar una ana- intestinales actúan como catárticos y aceleran el tran-
lítica para estudiar la absorción intestinal y des- sito intestinal. La diarrea empeora la malnutrición,
cartar la enfermedad celiaca. que a su vez perpetúa el cuadro, estableciéndose un
El pronóstico es excelente por lo que no se pre- círculo vicioso malnutrición-infección. Es frecuente
cisa ningún tratamiento específico y no esta indicada la deshidratación. En los estudios se comprueban datos
ninguna medicación. Se deben evitar dietas excluyen- de malabsorción. Además de recoger cultivo de heces,
tes y bajas en grasas y calorías, instaurando una die- y parásitos en heces, puede ser necesario descartar
ta equilibrada en grasas que mejorará el tránsito intes- malabsorción de hidratos de carbono, practicar estu-
tinal puesto que el colonocito precisa ácidos grasos dios de celiaquía y sobrecrecimiento bacteriano, y rea-
de cadena corta para su correcto funcionamiento. Tam- lizar H2 en aire espirado, estudio de grasa en heces y,
bién hay que obviar el empleo de zumos por la car- en último caso, biopsia intestinal.
ga osmolar que significa en un paciente con tránsito El tratamiento se basa en varios pilares siendo el
acelerado, y suspender las soluciones de rehidratación nutricional el más importante. Se tratará la infección
oral. Las recomendaciones son contradictorias en cuan- si se confirma con el cultivo de heces o de forma empí-
to al empleo de la fibra en la dieta, resultando lo más rica en algunas ocasiones. El tratamiento nutricional
28 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
– Valorar la actitud del niño, de sus padres y la rela- TABLA I. Clasificación del dolor abdominal
ción entre ambos. crónico.
– Realizar una historia psicosocial familiar. Inves-
tigar la presencia de trastornos orgánicos diges- Menores de 4 años
tivos en los padres, trastornos psiquiátricos fami- 1. DAC orgánico
liares y valorar la presencia de: factores o even- 2. DAC por somatización
tos estresantes de la vida, síntomas emocionales- 3. DAC (“DIAGNÓSTICO”)
conductuales y situación del funcionamiento fa-
miliar. La presencia de una historia psicosocial Mayores de 4 años
“patológica” no descarta organicidad. 1. DAC orgánico
La historia clínica debe ser completa pero desta- 2. DAC por somatización
cando la búsqueda de síntomas vagales y cefalea, rela- 3. DAC funcional (“SÍNTOMAS”) (criterios de
Roma III):
ción horaria y con la ingesta, así como la presencia a. Dispepsia funcional
de pirosis. La exploración completa debe incluir una b. Síndrome de intestino irritable
detallada exploración abdominal con localización de c . Migraña abdominal
dolor y su irradiación en el episodio agudo. Con todo d . Dolor abdominal funcional
ello podremos hacer una primera valoración del cua- – Síndrome de dolor abdominal funcional
dro, que nos oriente sobre las pruebas complemen-
tarias iniciales. En ocasiones puede estar indicada la DAC: dolor abdominal crónico
colaboración del paidopsiquiatra, o incluso iniciar un
tratamiento de forma empírica. Todo ello debe ser
explicado de forma sencilla a los padres, desde nues- lar procesos orgánicos. Las principales enferme-
tra primera impresión diagnóstica, así como qué es lo dades orgánicas relacionadas con el DAC figu-
que esperamos de los exámenes complementarios. Es ran en la tabla II.
habitual la persistencia de los síntomas (29% de los B) Dolor abdominal crónico por somatización.
niños mantienen episodios de dolor tras varios años En el transcurso del estudio mientras se descar-
de seguimiento) y es aquí donde la confianza en el ta causa orgánica, o desde el inicio si existe una
pediatra ayuda al paciente a superarlos, para que no gran sospecha de trastorno somatomorfo, debe
supongan un impedimento para su vida ordinaria. La solicitarse la valoración del paidopsiquiatra a
cronicidad del dolor funcional depende más de las quien corresponde el diagnóstico y tratamien-
características de los padres que del propio niño. to. Existen unos factores favorecedores o pre-
A) Dolor abdominal crónico orgánico. La causa disponentes que pueden desencadenar patología
orgánica debe considerarse siempre en primer en una personalidad vulnerable, así como la pre-
lugar, principalmente en menores de 7 años y sencia de unos factores precipitantes y otros fac-
sobre todo menores de 3-4 años. La prevalencia tores mantenedores que pueden cronificar el pro-
de organicidad depende de la definición, edad del ceso. Los factores de riesgo figuran el la tabla
niño, población estudiada y exploraciones com- IV.
plementarias utilizadas (y su interpretación) C) Dolor abdominal crónico funcional. Una vez
situándose entre el 5-40%. descartada enfermedad orgánica o trastorno por
La presencia de síntomas o signos de alarma, o somatización, podemos establecer el diagnóstico
los hallazgos anormales o inexplicables en la de dolor abdominal recurrente o dolor abdomi-
exploración física, constituye una indicación para nal funcional, en dependencia de la edad, es decir,
practicar pruebas diagnósticas que deben solici- menores o mayores de 4 años respectivamente,
tarse de forma escalonada (Tabla II). En ausen- como hemos comentado. En el segundo grupo
cia de síntomas o signos de alarma no es proba- debemos aplicar los criterios de Roma III para
ble que los estudios diagnósticos sirvan para reve- tipificar las diferentes categorías (Tabla I).
Dolor abdominal crónico y recurrente 31
TABLA II. Signos de alarma en la historia clínica y examen físico. Exploraciones complementarias.
Signos de alarma en la historia clínica Signos de alarma en el examen físico
– Localización dolor lejos de la zona – Evidencia de pérdida de peso
periumbilical o irradiación a miembros y – Dolor a la presión localizado en los cuadrantes
espalda superior o inferior derechos
– Dolor persistente en los cuadrantes superior o – Distensión o un efecto masa localizados
inferior derechos – Hepatomegalia y esplenomegalia
– Cambios en el ritmo o características de las – Dolor a la presión en el ángulo costovertebral o
deposiciones en la columna vertebral
– Presencia de sangre en heces – Anomalías perianales (úlceras perirrectales y/o
– Estado nauseoso y los vómitos fisuras anales)
– Disfagia – Hematoquecia
– Artritisa-rtralgia
– Diarrea nocturna Exploraciones complementarias iniciales1
– Dolor nocturno que despierta al niño (no así el
Estudios de laboratorio basal
que dificulte conciliar el sueño)
– Hemograma
– Presencia de fiebre
– Bioquímica sanguínea
– Síndrome miccional
– Velocidad de sedimentación globular
– Pérdida de peso no voluntaria o la detención de
– Sedimento
la talla
– Parásitos en heces
– Antecedentes familiares de enfermedad
– Heces: sangre oculta, leucocitos, eosinófilos
inflamatoria intestinal, celiaca o ulcera péptica
– Anorexia
Estudio de imagen basal
– Eritema nodoso
– Ecografía abdominal y pélvica (No está
justificada la realización de una radiografía
simple de abdomen, siendo su indicación
excepcional)
1Con los datos actuales no deben incluirse exploraciones para descartar enfermedad celiaca o Helicobacter pylori en el
estudio inicial basal. En un segundo o tercer nivel asistencial, y según la sospecha clínica, podrían realizarse estudios
complementarios específicos, entre los que destacan: serología enfermedad celiaca, biopsia intestinal, detección de antígeno
en heces Helicobacter pylori, endoscopia, C13 Urea en aire espirado para determinación del Helicobacter pylori, test de
lactosa +/- proteína de vaca, pHmetría 24 horas, tránsito intestinal superior, enema opaco, manometría anorrectal,
colonoscopia, tomografía axial computarizada y otras exploraciones. Cápsula endoscópica. Laparoscopia
Los trastornos funcionales se definen como una del diagnóstico y deben de incluir todos los criterios
combinación variable de síntomas gastrointesti- siguientes:
nales crónicos o recurrentes, no explicados por – Dolor persistente o recurrente o molestias centra-
alteraciones bioquímicas y estructurales. Los tras- das en el abdomen superior (sobre el ombligo).
tornos funcionales pediátricos relacionados con – Sin evidencia de que la dispepsia sea aliviada
dolor abdominal y sus características, siguiendo exclusivamente con la defecación o asociada con
los criterios de Roma III, se citan a continuación. el comienzo de un cambio en la frecuencia de las
heces o en su forma.
Dispepsia funcional – Sin evidencia de enfermedad orgánica (inflama-
Criterios de diagnóstico: deben cumplirse al toria, anatómica, metabólica o neoplásica) que
menos una vez por semana al menos dos meses antes pudiera explicar los síntomas.
32 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
beneficio. Hay pocos motivos para su uso fuera de fármacos más utilizados son el propanolol, la cipro-
ensayos clínicos. Los médicos pueden decidir pres- heptadina, sumatriptan y pizotifen con resultados varia-
cribir los fármacos en niños con síntomas graves que bles.
no han respondido al tratamiento simple. Y c) Medias
psicosociales (terapias cognitivasconductuales y fami- Tratamiento del dolor abdominal funcional
liar). Son las únicas medidas que pueden ser útiles Al igual que con los otros trastornos funcionales
para los niños con dolor abdominal crónico o recu- la terapéutica empieza con el restablecimiento de la
rrente. confianza de los padres y el niño. Puede emplearse
una modificación en la dieta pero en general la mejo-
Tratamiento de la dispepsia funcional ría es mínima. La intervención sobre los factores
La tasa de respuesta al placebo es alta. Puede ser psicosociales es lo más importante, asociado o no a
útil la retirada de AINEs y alimentos que agravan los antidepresivos tricíclicos. Existen resultados favora-
síntomas (cafeína, picantes, comidas grasas). Puede bles con la utilización de citalopram.
realizarse un tratamiento empírico con antagonistas
de los receptores de histamina 2, inhibidores de la PUNTOS A RECORDAR
bomba de protones y sucralfato, aunque no hay evi-
dencia científica del beneficio de estos fármacos. En 1. El origen orgánico del dolor abdominal cróni-
co o recurrente no es frecuente en los niños,
ocasiones un procinético, antiemético o antidepresi-
pero debe mantenerse siempre un alto índice
vo tricíclico a dosis bajas puede mostrar una discreta de sospecha.
eficacia. 2. La detección de los síntomas y signos de alar-
ma es prioritario para detectar organicidad.
Tratamiento de síndrome de intestino irritable 3. Una valoración diagnóstica adicional no es
El tratamiento suele empezar con cambios en la necesaria si el niño no presenta síntomas o sig-
dieta. Pueden limitarse los alimentos con alto conte- nos de alarma.
nido en grasa, y en los niños con síndrome de intes- 4. La presencia de una historia psicosocial “pato-
tino irritable con predominio de estreñimiento puede lógica” no descarta organicidad.
administrarse una dieta rica en fibra, aunque no hay 5. Es frecuente la persistencia de los síntomas tras
varios años de seguimiento.
evidencia que los suplementos de fibra disminuyan la
6. La cronicidad del dolor funcional depende más
frecuencia de ataques de dolor. No debe restringirse de las características de los padres que del pro-
la lactosa a menos que las pruebas de laboratorio pio niño.
documenten la malabsorción de la misma pues no hay 7. No es posible aplicar un tratamiento específi-
evidencia que su supresión disminuya los síntomas. co pues no existe una clara evidencia de su
Tasa alta de respuesta a placebo, no obstante, cuando beneficio.
los síntomas persisten a pesar de cambios de la dieta,
pueden utilizarse diversos fármacos. Hay evidencia
que el tratamiento durante 2 semanas con aceite de BIBLIOGRAFÍA
peppermint (no disponible en España) puede ser bene- 1. AAP Subcommittee and NASPGHAN Commitee on
ficioso. El tratamiento anticolinérgico puede utilizar- chronic abdominal pain. Chronic abdominal pain in
se con predominio de diarrea o con deposiciones varia- children: a technical report of the American Academy
bles. Los antidepresivos inhibidores de la recaptación of Pediatrics and the North American Society for Pedia-
tric Gastroenterology, Hepatology and Nutrition. J Pe-
de serotonina constituyen la siguiente línea de trata-
diatr Gastroenter Nutr 2005; 40: 249-61.
miento.
2. American Academy of Pediatrics Subcommittee on
Chronic Abdominal Pain; NorthAmerican Society for
Tratamiento migraña abdominal Pediatric Gastroenterology Hepatology, and Nutrition.
Prevención de los episodios. Evitar los desencade- Chronic abdominal pain in children. Pediatrics 2005;
nantes alimentarios, luminosos y emocionales. Los 115: 812-5.
Dolor abdominal crónico y recurrente 35
3. Apley J, Naish N. Recurrent abdominal pains: a field minal pain (RAP) and irritable bowel syndrome (IBS)
survey of 1000 school children. Arch Dis Child 1958; in childhood. Cochrane Database Syst Rev 2008; 23:
33: 165-70. CD003017.
4. Baber KF, Anderson J, Puzanovova M, Walker LS. 11. Huertas-Ceballos A, Logan S, Bennett C, Macarthur
Rome II versus Rome III classification of functional C. Psychosocial interventions for recurrent abdominal
gastrointestinal disorders in pediatric chronic abdomi- pain (RAP) and irritable bowel syndrome (IBS) in child-
nal pain. J Pediatr Gastroenter Nutr. 2008; 47: 299-302. hood. Cochrane Database Syst Rev 2008; 23:
5. Berbel O, Ortuño J, Pereda A. Dolor abdominal cróni- CD003014.
co y dolor abdominal recurrente. An Pediatr Contin 12. Ochando G, Millán MC, Pereda A. Dolor abdominal
2006; 4: 205-12. de origen psicosomático. An Peditr Contin 2006; 4:
6. Berbel O, Ochando O, Ortuño J, Pereda A. Dolor abdo- 213-8.
minal funcional: “criterios para un cambio”. Pediatri- 13. Pereda A, Berbel O, Maluenda C. Dolor abdominal cró-
ka 2007; 27: 5-8. nico y recurrente en el niño y adolescente. En: Trata-
7. Berbel O, Ochando O, Ortuño J, Pereda A. Orientación miento en gastroenterología, hepatología y nutrición
al diagnóstico y tratamiento del dolor abdominal cró- pediátrica, 2ª edicion. Madrid: Ergon; 2008. p. 41-50.
nico y dolor abdominal recurrente en el niño y adoles- 14. Ramchandani PG, Hotopf M, Sandhu B, Stein A, ALS-
cente. Pediatrika 2007; 27: 9-17. PAC Study Team. The epidemiology of recurrent abdo-
8. Gieteling MJ, Bierma Zeinstra SMA, Passchier J, Ber- minal pain from 2 to 6 years of age: results of a large,
ger MY. Prognosis of chronic or recurrent abdominal pain populationbased study. Pediatrics 2005; 116: 46-50.
in children. J Pediatr Gastroenter Nutr. 2008; 47: 316-26. 15. Rasquin-Weber A, Imán PE, Cucchiara S, Fleisher DR,
9. Huertas-Ceballos A, Logan S, Bennett C, Macarthur Hyams JS, Milla PJ et al. Childhood functional gas-
C. Dietary interventions for recurrent abdominal pain trointestinal disorders. Gut 1999; 45: 60-8.
(RAP) and irritable bowel syndrome (IBS) in childho- 16. Rasquin A, di Lorenzo C, Forbes D, Guiraldes E,
od. Cochrane Database Syst Rev 2008; 23: CD003019. Hyams JS, Staiano A et al. Childhood functional gas-
10. Huertas-Ceballos A, Logan S, Bennett C, Macarthur trointestinal disorders: child/adolescent. Gastroentero-
C. Pharmacological interventions for recurrent abdo- logy 2006; 130: 1527-37.
Enfermedad celíaca
5 Isabel Polanco Allué1, Carmen Ribes Koninckx2
1Facultad de Medicina. UAM. Hospital Infantil Universitario La Paz. Madrid.
2Hospital Infantil Universitario La Fe. Valencia
fica las moléculas MICB que se expresan en los en- teliales del tejido conectivo. La TGt interviene en el
terocitos del intestino delgado que son específicamen- ensamblaje de la matriz extracelular y en los meca-
te reconocidos por células, lo que podría explicar el nismos de reparación tisular, actuando las gliadinas
aumento significativo de los linfocitos en el epitelio del trigo como sustrato de estas reacciones. En teji-
intestinal. dos lesionados, como la mucosa del intestino delga-
Desde hace tiempo se sabe que en el suero de los do de la EC no tratada, los niveles de TGt aumen-
pacientes celíacos pueden detectarse anticuerpos con- tan.
tra gliadina (AAG). Se ha demostrado que la produc- Existen datos que apoyan que la TGt actúa de for-
ción de AAG de tipo IgA e IgG está aumentada, tan- ma específica sobre los péptidos de las gliadinas, pro-
to en las secreciones intestinales como en el suero de duciendo residuos cargados negativamente por des-
pacientes celíacos. También se ha descrito un aumen- amidación de una glutamina a glutámico. Esta activi-
to de otros anticuerpos alimentarios, probablemente dad produce complejos entre el autoantígeno (TGt) y
como consecuencia del aumento de la permeabilidad la gliadina que actúa como transportadora, generán-
de la membrana intestinal. Además, en la EC se pro- dose epítopos nuevos capaces de unirse muy eficaz-
ducen anticuerpos dirigidos contra algunas proteínas mente a las moléculas DQ2 o DQ8 (ambas con pre-
de la matriz celular de origen fibroblástico, como son ferencia por cargas negativas) expresadas en la super-
los anticuerpos antirreticulina y los anticuerpos antien- ficie de las células presentadoras de antígeno intes-
domisio. Recientemente se ha identificado la trans- tinales y que son reconocidos por células T derivadas
glutaminasa tisular (TGt) como el principal antígeno del intestino de pacientes celíacos. El estímulo de estas
frente al cual se dirigen los anticuerpos antiendomi- células T CD4+ (cooperadoras), específicas para glia-
sio. dina, por el complejo TGtgliadina actúa sobre las célu-
Todos estos anticuerpos, especialmente los de cla- las B para la producción de anticuerpos frente a TGt
se IgA, se utilizan como marcadores inmunológicos y frente a gliadina. Este modelo explica por qué la
para el diagnóstico de EC. Sin embargo, ninguno es mayoría de los pacientes celíacos son portadores de
específico y sus niveles no siempre están directamen- HLA-DQ2 (95%) o, en su defecto, de DQ8. También
te relacionados con el estado de la mucosa intestinal. explica la existencia de autoanticuerpos frente a antí-
La presencia de autoanticuerpos en sueros de genos tisulares, cuyos niveles fluctúan en función
pacientes celíacos, junto con la fuerte asociación con de los antígenos de la dieta (gliadina), sin necesidad
los productos de los genes HLA II y las característi- de la existencia de homologías entre las gliadinas y
cas de inflamación local de la porción del yeyuno, el autoantígeno. Si la cooperación con células B espe-
sugieren que la EC podría tener una base autoinmu- cíficas para la formación de anticuerpos antiTGt pro-
ne. Sin embargo, no se trata de una enfermedad autoin- viniese de células T específicas para TGt y no de célu-
mune clásica, ya que los autoanticuerpos desapare- las T específicas para gliadina, la respuesta inmune
cen y el daño tisular de la mucosa intestinal revierte sería crónica y no estaría regulada por la gliadina,
completamente al eliminar el gluten de la dieta. como de hecho ocurre en la EC.
Aunque no se conoce el mecanismo molecular
preciso por el cual se produce la EC, la identificación CLÍNICA
de la TGt como el autoantígeno frente al cual se diri- La sintomatología clásica incluye diarrea malab-
gen principalmente los anticuerpos tisulares ha per- sortiva, vómitos, cambios de carácter, falta de apeti-
mitido conocer nuevos datos que explican algunos de to, estacionamiento de la curva de peso y retraso del
los sucesos que acontecen en la enfermedad. La TGt crecimiento. El abdomen prominente y las nalgas apla-
pertenece a una familia heterogénea de enzimas depen- nadas completan el aspecto característico de estos
dientes del calcio que cataliza la formación de enla- enfermos y permite sospechar el diagnóstico con faci-
ces entre proteínas. Est‡ ampliamente distribuida en lidad (Tabla I). Sin embargo, cada vez son más fre-
el organismo humano, encontrándose asociada a las cuentes las formas clínicas sin manifestaciones diges-
fibras que rodean el músculo liso y las células endo- tivas, tanto en el niño como en el adulto.
Enfermedad celíaca 39
SÍNTOMAS
Niños Adolescentes Adultos
Diarrea Frecuentemente asintomáticos Dispepsia
Anorexia Dolor abdominal Diarrea crónica
Vómitos Cefalea Dolor abdominal
Dolor abdominal Artralgias Síndrome de intestino irritable
Irritabilidad Menarquía retrasada Dolores óseos y articulares
Apatía Irregularidades menstruales Infertilidad, abortos recurrentes
Introversión Estreñimiento Parestesias, tetania
Tristeza Hábito intestinal irregular Ansiedad, depresión, epilepsia,
ataxia
SIGNOS
Niños Adolescentes Adultos
Malnutrición Aftas orales Malnutrición con o sin pérdida
Distensión abdominal Hipoplasia del esmalte de peso
Hipotrofia muscular Distensión abdominal Edemas periféricos
Retraso pónderoestatural Debilidad muscular Talla baja
Anemia ferropénica Talla baja Neuropatía periférica
Artritis, osteopenia Miopatía proximal
Queratosis folicular Anemia ferropénica
Anemia por déficit de hierro Hipertransaminemia
Hipoesplenismo
No obstante, nunca se iniciará la exclusión de glu- edemas, generalmente coincidiendo con algún factor
ten de la dieta sin realizar previamente una biopsia precipitante (infección, cirugía, etc.). El retraso de
intestinal. Cuando la enfermedad evoluciona sin tra- talla o de la pubertad pueden también ser datos evo-
tamiento, pueden aparecer formas graves (crisis celí- cadores. Otra forma aislada de presentación es una
aca), con presencia de hemorragias cutáneas o digesti- anemia ferropénica, debida a la malabsorción de hie-
vas (por defecto de síntesis de vitamina K y otros fac- rro y folatos en el yeyuno. En celíacos no tratados
tores K dependientes a nivel intestinal), tetania hipo- se ha descrito hipoplasia del esmalte dentario.
calcémica y edemas por hipoalbuminemia. Puede pro- También se ha referido la tríada epilepsia, calci-
ducirse también una severa deshidratación hipotóni- ficaciones intracraneales occipitales bilaterales y enfer-
ca, gran distensión abdominal por marcada hi- medad celíaca, que responde al tratamiento con die-
popotasemia y malnutrición extrema. Al estado de cri- ta exenta de gluten.
sis celíaca puede llegarse si no se realizan un diag-
nóstico y tratamiento adecuados. Formas silentes
La enfermedad puede cursar durante varios años
Formas no clásicas de modo asintomático, como se ha comprobado en
Las manifestaciones digestivas pueden estar familiares de primer grado de evolución deberán pre-
ausentes u ocupar un segundo plano (Tabla I). A veces, sentar atrofia de vellopacientes celíacos. Por ello, es
su presentación en niños mayores es en forma de estre- necesario un atento seguimiento clínico de estas fami-
ñimiento, asociado o no a dolor abdominal de tipo lias, incluyendo marcadores serológicos (antireapari-
cólico, de distensión abdominal o aparición brusca de ción de la lesión al reintroducirlo. cuerpos antitrans-
40 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
glutaminasa de clase IgA) e incluso biopsia intesti- TABLA II. Grupos de riesgo.
nal, si fuera necesario.
Familiares de primer grado
Formas latentes • Pacientes con enfermedades asociadas
El término enfermedad celíaca latente debe reser- Enfermedades autoinmunes:
varse para aquellos individuos que, consumiendo glu- – Dermatitis herpetiforme
ten, con o sin síntomas, tienen una biopsia yeyunal – Diabetes tipo I
normal o sólo con aumento de linfocitos intraepite- – Déficit selectivo de IgA
liales. En su evolución deberán presentar atrofia de – Tiroiditis
vellosidades intestinales, con normalización anatómi- – Enfermedad inflamatoria intestinal
– Síndrome de Sjögren
ca tras la retirada del gluten de la dieta y reaparición
– Lupus eritematoso sistémico
de la lesión al reintroducirlo. Suelen ser familiares en – Enfermedad de Addison
primer grado de pacientes celíacos y, dado el alto ries- – Nefropatía por IgA
go de desarrollar la enfermedad, deber ser controla- – Hepatitis crónica
dos periódicamente. – Cirrosis biliar primaria
– Artritis reumatoide
Enfermedades asociadas – Psoriasis, vitíligo y alopecia areata
Suelen preceder a la enfermedad celíaca, aunque
también pueden manifestarse simultáneamente e inclu- Trastornos neurológicos y psiquiátricos:
so después del diagnóstico (Tabla II). Los pacientes – Encefalopatía progresiva
– Síndromes cerebelosos
que las padecen son considerados grupos de riesgo ya
– Demencia con atrofia cerebral
que su asociación se produce con una frecuencia supe- – Leucoencefalopatía
rior a la esperada. A continuación se exponen los gru- – Epilepsia y calcificaciones
pos de riesgo más frecuentes:
– Familiares de primer grado. Constituyen un Otras asociaciones:
grupo de riesgo elevado en el que la prevalen- – Síndrome de Down
cia de enfermedad celíaca entre el 10 y el 20%. – Fibrosis quística
Clínicamente pueden permanecer asintomáticos – Síndrome de Turner
o con formas clínicas de expresión leve. – Síndrome de Williams
– Dermatitis herpetiforme. Se presenta en niños – Enfermedad de Hartnup
– Cistinuria
mayores, adolescentes y adultos jóvenes en for-
ma de lesiones vesiculares pruriginosas en piel
normal o sobre placas maculares localizadas simé-
tricamente en cabeza, codos, rodillas y muslos. – Síndrome de Down. La asociación con en-
El diagnóstico se realiza mediante la demostra- fermedad celíaca es superior al 15%.
ción por inmunofluorescencia directa de depósi- – Enfermedades tiroideas. La asociación de la
tos granulares de IgA en la unión dermoepidér- enfermedad celíaca con tiroiditis autoinmune es
mica de piel sana, presentando en la mayoría de frecuente tanto en niños como en adultos.
los casos una lesión severa de la mucosa intesti- – Enfermedad hepática. La elevación de transami-
nal. nasas es un hallazgo frecuente en pacientes celí-
– Diabetes mellitus tipo 1. Aproximadamente un acos activos debiéndose controlar su paulatina nor-
8% de los pacientes con diabetes tipo 1 asocian malización después de iniciar una dieta sin gluten.
una enfermedad celíaca.
– Déficit selectivo de IgA. Aproximadamente el MARCADORES SEROLÓGICOS
4% de los pacientes celíacos presentan además La descripción y observación de las nuevas for-
un déficit selectivo de IgA. mas clínicas oligo o monosintomáticas está en estre-
Enfermedad celíaca 41
cha relación con el desarrollo de los marcadores sero- En aquellos pacientes sometidos a provocación
lógicos o anticuerpos circulantes en pacientes con EC con gluten, en ausencia de manifestaciones clínicas
y dirigidos frente a distintos antígenos. y/o de otras alteraciones biológicas, la elevación de
Los anticuerpos antigliadina (AAG) se determi- uno o varios de estos marcadores se asocia con una
nan mediante técnicas de ELISA que son técnicamen- recaída histológica, permitiendo establecer la indica-
te fáciles, reproducibles y baratas. Los AAG de clase ción de la biopsia posprovocación.
IgG son sensibles, pero muy poco específicos, con un La determinación de otros marcadores como los
alto porcentajes (30-50%) de falsos positivos. Los de anticuerpos antirreticulina o antiyeyunales no tiene
clase IgA son muy sensibles (superior al 90%) con ningún interés práctico adicional.
una especificidad variable según la población a la que En general, los marcadores serológicos son de
se aplique; puede ser superior al 85-90% en pacien- gran utilidad como indicadores de EC en aquellos
tes con patología digestiva. En general existe una gran pacientes con formas subclínicas de la enfermedad,
variabilidad en la eficacia de los AAG, dependiendo pero no pueden ser utilizados como único criterio diag-
de los test utilizados y de los autores. nostico. Probablemente, los anticuerpos IgA
Los anticuerpos antiendomisio (AAE) se detec- antitransglutaminasa tisular son los que muestran
tan en la muscularis mucosae del esófago de mono mejor capacidad diagnóstica, ya que reflejan con
o sobre cordón umbilical por métodos de inmunofluo- mayor exactitud el estado de la mucosa intestinal.
rescencia; su presencia se relaciona más estrechamen-
te con el daño de la mucosa, en los pacientes celía- DIAGNÓSTICO
cos, que los AAG. La sensibilidad y especificidad de Los marcadores serológicos son de utilidad en
los AAE es superior al 90%; la especificidad es dis- la monitorización del tratamiento dietético, ya que
cretamente inferior en adultos en comparación con transgresiones mínimas pueden, aunque no en todos
los pacientes pediátricos. Su sensibilidad varía según los casos, ser detectada mediante una elevación de los
los grupos de población y la edad, siendo menos sen- mismos. En aquellos pacientes sometidos a provoca-
sibles que los AAG en niños menores de 2 años y en ción con gluten, en ausencia de manifestaciones clí-
los adolescentes y similar o superior a los AAG en los nicas y/o de otras alteraciones biológicas, la eleva-
otros grupos de edad. ción de uno o varios marcadores se asocia con una
La puesta a punto de un método enzimático para recaída histológica, permitiendo establecer la indica-
la determinación de anticuerpos antitransglutamina- ción de la biopsia postprovocación. También son úti-
sa tisular (antiTGt) ha extendido su uso en la prácti- les en pacientes con formas subclínicas y para el des-
ca clínica ya que combina la alta eficacia de los AAE pistaje en poblaciones de riesgo, pero no pueden ser
–sensibilidad y especificidad > 90%– con las ventajas utilizados como único criterio diagnostico. La prue-
metodológicas de los AAG (ELISA). ba de provocación con gluten únicamente se realiza-
Tanto los anticuerpos tisulares, AAE y anti-TGt, rá cuando existan dudas sobre la certeza del diagnós-
como los AAG disminuyen hasta niveles por debajo tico.
del valor de referencia al excluir el gluten de la die- El estudio genético tiene un valor predictivo
ta; sin embargo, ocasionalmente, pueden persistir AAE negativo, de tal forma que la ausencia de HLA-DQ2
positivos a títulos bajos, siendo los AAG negativos lo o DQ8 permite excluir la EC con un 99% de certe-
que podría ser indicativo de un proceso inflamatorio za. Tiene utilidad clínica en alguna de las situaciones
persistente a nivel del intestino delgado. Los anti-TGt siguientes:
tienen un comportamiento similar a los AAE. Por ello – Excluir susceptibilidad genética en familiares de
estos marcadores son de utilidad en la monitorización primer grado de un paciente celíaco.
del tratamiento dietético, ya que transgresiones míni- – Excluir EC en pacientes sintomáticos con sero-
mas pueden, aunque no en todos los casos, ser detec- logía negativa y biopsia normal.
tadas mediante una elevación de los AAG y en menor – Seleccionar individuos de alto riesgo entre fami-
medida a través de los AAE y de los anti-TGt. liares de pacientes celíacos, pacientes con enfer-
42 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
tarse su erradicación y repetir el análisis histoló- y submucosa (esprúe colágeno). Estos pacientes pue-
gico a los 4-6 meses. Si la alteración histológi- den no responder a otras terapias como corticoides,
ca persiste, retirar el gluten y evaluar respuesta inmunosupresores o quimioterapia.
clínica e histológica (repetir la biopsia a los 12-
18 meses). La desaparición o mejoría franca de TRATAMIENTO
las lesiones permite confirmar y validar el diag- No hay tratamiento farmacológico. La única acti-
nóstico de enfermedad celíaca. tud terapéutica es la supresión de la dieta de todos los
productos que tienen gluten, concretamente todos los
Marsh 2 productos que incluyen harinas de cebada, centeno,
Hiperplasia de criptas. Además del incremento avena y trigo. Aunque se ha puesto en entredicho la
de los LIEs, hay un incremento en la profundidad de toxicidad de la avena, no se dispone de estudios con-
las críptas, sin una reducción concomitante en la altu- cluyentes.
ra de las vellosidades. Ante la presencia de este tipo Tras la exclusión de gluten de la dieta, la re-
de lesión en un paciente con serología positiva a DQ2 cuperación histológica completa no se produce de for-
o DQ8 (+) debe retirarse el gluten y evaluar la res- ma inmediata; en adultos puede incluso tardar más de
puesta clínica e histológica (repetir la biopsia a los 24 2 años, y en niños no se produce antes del año de tra-
meses). La desaparición o mejoría franca de las lesio- tamiento dietético. Por ello puede ser necesario excluir
nes permite confirmar y validar el diagnóstico de temporalmente la lactosa de la dieta, hasta la re-
enfermedad celíaca. cuperación de las enzimas de la pared intestinal, espe-
cialmente de la lactasa. Igualmente y dependiendo del
Marsh 3 grado de malabsorción y/o de malnutrición del pacien-
Atrofia vellositaria. (A) parcial. (B) Subtotal. (C) te, el tratamiento dietético inicial puede ser necesario
Total. Este tipo de lesión considerada como “clásica” el recomendar una dieta hipoalergénica, hipercalóri-
supone la presencia de marcados cambios en la muco- ca o pobre en fibra. Los suplementos de hierro y/o
sa, pese a lo cual algunos pacientes se muestran asin- otros minerales no suelen ser necesarios, excepto en
tomáticos, siendo clasificados como subclínicos o situaciones de deterioro nutricional importante.
silentes. Si bien este tipo de lesión es característica, En la tabla III se detallan los alimentos prohibi-
no es diagnóstica por sí sola, dado que puede verse dos o aptos para enfermos celíacos. Hay que tener en
en otras entidades, incluyendo giardiasis, intoleran- cuenta que las harinas se utilizan ampliamente en la
cias alimentarias en niños (por ejemplo: alergia a las industria alimentaria.
proteínas de la leche de vaca), enfermedad del injer- Recientemente, se ha publicado en el Diario Ofi-
to contra el huésped, isquemia crónica del intestino cial de la Unión Europea (REGLAMENTO (CE) No
delgado, esprúe tropical, déficit de IgA especialmen- 41/2009 DE LA COMISIÓN de 20 de enero de 2009
te cuando se asocia a estados de sobrecrecimiento bac- sobre la composición y etiquetado de productos ali-
teriano, y otras deficiencias inmunes. Por lo tanto, en menticios apropiados para personas con intolerancia
pacientes seronegativos (incluso en DQ2-DQ8 +), al gluten), cuyo contenido se resume a continuación:
deben considerarse estas entidades antes de retirar
el gluten de la dieta. Composición y etiquetado de productos
alimenticios para las personas con intolerancia
Marsh 4 al gluten
Hipoplasia. Cursa con atrofia total de vellosida- 1. Los productos alimenticios para personas con
des y representa el estadío final de la enfermedad. intolerancia al gluten, constituidos por uno o más
Aparece en un pequeño subgrupo de pacientes. No ingredientes procedentes del trigo, el centeno, la
suelen responder al régimen sin gluten y pueden desa- cebada, la avena o sus variedades híbridas, que
rrollar complicaciones malignas. En algunos de estos hayan sido tratados de forma especial para elimi-
casos aparece una banda de colágeno en la mucosa nar el gluten, no contendrán un nivel de gluten
44 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
TABLA III.
Alimentos que pueden
Alimentos sin gluten Alimentos con gluten contener gluten
– Leche y derivados: quesos, – Pan y harinas de trigo, – Embutidos: chorizo, morcilla,
requesón, nata, yogures cebada, centeno, avena o etc.
naturales y cuajada. triticale. – Productos de charcutería.
– Todo tipo de carnes y vísceras – Productos manufacturados en – Yogures de sabores y con
frescas, congeladas y en los que en su composición trocitos de fruta.
conserva al natural, cecina, figure cualquiera de las – Quesos fundidos, en porcio-
jamón serrano y jamón cocido harinas ya citadas y en nes, de sabores.
calidad extra. cualquiera de sus formas: – Patés diversos.
– Pescados frescos y almidones, almidones – Conservas de carnes.
congelados sin rebozar, modificados, féculas, harinas – Conservas de pescado con
mariscos frescos y pescados y y proteínas. distintas salsas.
mariscos en conserva al – Bollos, pasteles, tartas y – Caramelos y gominolas.
natural o en aceite. demás productos de – Sucedáneos de café y otras
– Huevos. pastelería. bebidas de máquina.
– Verduras, hortalizas y – Galletas, bizcochos y – Frutos secos fritos y tostados
tubérculos. productos de pastelería. con sal.
– Frutas. – Pastas italianas (fideos, – Helados.
– Arroz, maíz y tapioca así macarrones, tallarines, etc.) y – Sucedáneos de chocolate.
como sus derivados. sémola de trigo. – Colorante alimentario
– Todo tipo de legumbres. – Bebidas malteadas.
– Azúcar y miel. – Bebidas destiladas o
– Aceites y mantequillas. fermentadas a
– Café en grano o molido, partirde cereales: cerveza,
infusiones y refrescos. agua de cebada, algunos
– Toda clase de vinos y bebidas licores, etc.
espumosas.
– Frutos secos crudos.
– Sal, vinagre de vino, especias
en rama y grano y todas las
naturales.
que supere los 100 mg/kg en los alimentos tal da, o sus variedades híbridas y su contenido de
como se venden al consumidor final. gluten no debe sobrepasar los 20 mg/kg.
2. El etiquetado, la publicidad y la presentación de 4. Los productos alimenticios para personas con
los productos mencionados en el apartado 1 lle- intolerancia al gluten constituidos por uno o más
varán la mención «contenido muy reducido de ingredientes que sustituyan el trigo, el centeno,
gluten». Pueden llevar el término «exento de glu- la cebada, la avena o sus variedades híbridas,
ten» si el contenido de gluten no sobrepasa los no contendrán un nivel de gluten que supere los
20 mg/kg en total, medido en los alimentos tal 20 mg/kg en los alimentos tal como se venden al
como se venden al consumidor final. consumidor final. El etiquetado, la presentación
3. La avena contenida en alimentos para personas y la publicidad de esos productos deberá llevar
con intolerancia al gluten debe ser producida, pre- la mención «exento de gluten».
parada o tratada de forma especial para evitar la 5. En caso de que los productos alimenticios para
contaminación por el trigo, el centeno, la ceba- personas con intolerancia al gluten contengan tan-
Enfermedad celíaca 45
to ingredientes que sustituyen el trigo, el cente- re and after a national change in feeding recommenda-
no, la cebada, la avena o sus variedades híbri- tions. Scand J Gastroenterol 2006; 41: 553-8.
das como ingredientes procedentes del trigo, el 3. Case S. The glutenfree diet: How to provide effective
centeno, la cebada, la avena o sus variedades education and resources. Gastroenterology 2005; 128:
híbridas que hayan sido tratados de forma especial S128-S134.
para eliminar el gluten, se aplicarán los aparta- 4. Catassi C, Kryszak D, Louis-Jacques O, Duerksen DR,
dos 1, 2 y 3 y no se aplicará el apartado 4. et al. Detection of Celiac Disease in Primary Care: A
Multicenter Case-Finding Study in North America. Am
6. Los términos «contenido muy reducido de glu-
J Gastroenterol 2007; 102: 1454-1460.
ten» o «exento de gluten» mencionados en los
5. Dickey W, Kearney N. Overweight in celiac disease:
apartados 2 y 4 deberán aparecer muy cerca del
prevalence, clinical characteristics, and effect of a glu-
nombre comercial del producto. ten-free diet. Am J Gastroenterol 2006; 101: 2356-9.
6. Dube C, Rostom A, Sy R, Cranney A, Saloojee N,
COMPLICACIONES Y PRONÓSTICO Garritty C, Sampson M, Zhang L,Yazdi F, Mamalad-
Si el cumplimiento dietético es estricto, se ha ze V, Pan I, Macneil J, Mack D, Patel D, Moher D. The
comprobado que a los 10 años de la dieta el riesgo de prevalence of celiac disease in average-risk and at-risk
enfermedades neoplásicas y probablemente también Western European populations: a systematic review.
de enfermedades autoinmunes es similar al de la pobla- Gastroenterology. 2005; 128(4 Suppl 1): S57-67.
ción general. 7. Esteve M, Rosinach M, Fernández-Bañares F, et al.
El pobre cumplimiento o las transgresiones die- Spectrum of gluten sensitive enteropathy in first degree
relatives of coeliac patients: clinical relevance of
téticas conllevan un riesgo especialmente de enfer-
lymphocytic enteritis. Gut 2006; 55: 1739-45.
medades neoplásicas del tracto digestivo, como car-
8. Galbe J, Grupo PrevInfad/PAPPS. Cribado de enfer-
cinomas esofágicos y faríngeos, adenocarcinomas de
medad celíaca. (Internet). Informe 2007. URL:
intestino delgado y linfomas no Hodgkin. www.papps.org.
Por otra parte, se ha observado que uno de cada 9. Green PH. Where are all those patients with celiac dise-
20 pacientes diagnosticados en la edad adulta desa- ase? Am J Gastroenterol. 2007; 102: 1461-3.
rrollan un linfoma de células T en los 4 años siguien- 10. Green PHR, Cellier C. Celiac disease. N Eng J Med
tes al diagnóstico. Enfermedades no neoplásicas pero 2007; 357: 1731-43.
de gran morbilidad están también en relación con la 11. Guideline for the Diagnosis and Treatment of Celiac
enfermedad celíaca no tratada; así junto a enfermeda- Disease in Children: Recommendations of the North
des de tipo autoinmune, pueden observarse alteracio- American Society for Pediatric Gastroenterology, Hepa-
nes del metabolismo óseo, problemas en relación con tology and Nutrition. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2005;
la reproducción, alteraciones neurológicas y psi- 40: 119.
quiátricas. Estas observaciones justifican tanto el diag- 12. Ivarsson A. The Swedish epidemic of coeliac disease
nóstico precoz como la exclusión, estricta y de por explored using an epidemiological approach –some les-
vida, del gluten en la dieta del paciente celíaco. Tras sons to be learnt. Best Pract Res Clin Gastroenterol
2005; 19: 425-40.
el diagnóstico, el seguimiento clínico de por vida de
estos pacientes es igualmente imperativo y cumple un 13. Libro Blanco de la Enfermedad Celíaca. Isabel Polan-
co (Dirección y Coordinación). Ed: ICM. Consejería
doble objetivo: la vigilancia del correcto cumplimien- de Sanidad de la Comunidad de Madrid. 2008.
to dietético y la detección de posibles complicacio-
14. Marsh MN. Gluten, major histocompatibility complex,
nes. and the small intestine. A molecular and immunobio-
logic approach to the spectrum of gluten sensitivity
BIBLIOGRAFÍA (‘celiac sprue’). Gastroenterology 1992; 102: 330-354.
1. Arranz E, Garrote JA. HLA en la enfermedad celíaca. 15. Norris JM, Barriga K, Hoffenberg EJ, et al. Risk of
An Pediatr Contin 2004; 2: 163-6. celiac disease autoimmunity and timing of gluten intro-
2. Carlsson A, Agardh D, Borulf S, Grodzinsky E, Axels- duction in the diet of infants at increased risk of dise-
son I, Ivarsson SA. Prevalence of celiac disease: befo- ase. JAMA 2005; 293: 2343-51.
46 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
16. Polanco I, Martín Esteban M, Larrauri J. Relación de 22. Rampertab SD, Pooran N, Brar P, Singh P, Green PH.
los anticuerpos IgA antitransglutaminasa tisular con la Trends in the presentation of celiac disease. Am J Med
situación morfológica de la mucosa intestinal en niños 2006; 119: 355.e9-355.e14.
con enfermedad celíaca. Pediatrika 2001; 21: 4354. 23. Reglamento (CE) No 41/2009 de la Comisión de 20 de
17. Polanco I. Enfermedad celíaca. Un reto diagnóstico. enero de 2009 sobre la composición y etiquetado de pro-
Madrid: Alpe Editores; 2005. ductos alimenticios apropiados para personas con into-
18. Polanco I, Arranz E. Nuevos avances en el tratamien- lerancia al gluten. Diario Oficial de la Unión Europea.
to de la enfermedad celíaca. An Pediatr Contin. 2006; 24. Rostom A, Murray JA, Kagnoff MF. American Gastro-
4: 46-9. enterological Association (AGA) Institute technical
19. Polanco I, Román E. Marcadores serológicos en la review on the diagnosis and management of celiac dise-
enfermedad celíaca. An Pediatr Contin. 2006; 4: 176- ase. Gastroenterology 2006; 131: 1981-2002.
9. 25. Van Heel DA, West J. Recent advances in coeliac dise-
20. Polanco I, Roldán B, Arranz M. Protocolo de preven- ase. Gut 2006; 55: 1037-46.
ción secundaria de la enfermedad celíaca. Madrid, Ser- 26. Walker-Smith JA, Guandalini S, Schimitz J, Shmerling
vicio de Prevención de la Enfermedad. Instituto de DH, Visakorpi JK. Revised criteria for diagnosis of
Salud Pública. Dirección General de Salud Pública y coeliac disease. Report of working group of European
Alimentación; 2006. Society of Paediatric Gastroenterology and Nutrition.
21. Polanco I y Grupo de Trabajo sobre “Diagnóstico pre- Arch Dis Child 1990; 65: 909-911.
coz de la enfermedad celíaca”. Diagnóstico precoz de 27. Wolters VM, Wijmenga C. Genetic background of
la enfermedad celíaca. Madrid: Ministerio de Sani- celiac disease and its clinical implications. Am J Gas-
dad y Consumo; 2008. troenterol 2008; 103: 190-195.
Enfermedad de Hirschsprung
6 Julio de Manueles Jiménez1, Luis de la Rubia Fernández2
1Hospital Clínico Universitario, Salamanca. 2Hospital Universitario Marqués de Valdecilla,
Santander.
Frecuencia ETIOPATOGENIA
Se estima la incidencia en 1 caso por 5.000 naci- La etiología es desconocida aunque se considera
dos vivos aunque varía en diferentes grupos étnicos: multifactorial. Un ambiente intrauterino adverso y en
1, 1.5, 2.1 y 2.8 por 10.000 nacidos en hispánicos, muchas ocasiones factores genéticos incidirían sobre
caucasianos, afroamericanos y asiáticos, respectiva- la proliferación, maduración, migración y apoptosis,
mente. En algunos grupos cerrados como los meno- de las células del sistema nervioso entérico. La pa-
nitas de Pensilvania llega a 1 por 500. La incidencia togenia se explicaría por una detención de la migra-
por sexos puede variar según la extensión del agan- ción céfalocaudal de los precursores neuronales, deri-
glionismo o por su asociación a diferentes síndromes: vados de la cresta neural, a lo largo del intestino duran-
El aganglionismo de segmento corto es cuatro veces te la embriogénesis. Los neuroblastos tendrían que
más frecuente en varones pero poco más de una vez situarse a lo largo del intestino entre la 4ª semana de
en los de segmento largo; en la EH asociada a S. de gestación y la 12ª en la que alcanzan el recto fetal.
Down la ratio niño/niña puede llegar a 10/1. Existirí- Esto no sucede en la EH en una extensión mayor cuan-
an antecedentes familiares en un 7% y llegarían a un to más pronto se interrumpe la migración. Según esta
20% en una EH de segmento largo. patogenia la EH sería una neurocrestopatía. También
se ha apuntado que alteraciones moleculares de la
Asociaciones matriz extracelular de la pared intestinal, impedirían
La EH ocurre de forma aislada en el 70% de los que las células procedentes de la cresta neural la colo-
casos y la mayoría son formas de segmento corto. nizaran o que las células ganglionares se destruyeran
En el 30% aparece junto a otras anomalías congéni- por fenómenos inmunitarios. Algunos autores consi-
tas. En un 12% existe una cromosomopatía, casi deran que la EH sería una desorganización del desa-
siempre S. de Down y en el otro 18% habría otras rrollo que afectaría no sólo la dinámica migratoria
alteraciones sindrómicas o distintas alteraciones ais- sino la inervación de la musculatura de la pared intes-
ladas. El reconocimiento de todas estas asociacio- tinal y la de la musculatura vascular, y que la inco-
nes tiene mucha importancia para el pronóstico, con- rrecta inervación del músculo liso alteraría la viabili-
sejo genético y exploración de genes candidatos. dad de las células ganglionares.
Entre los síndromes podemos mencionar: S. de neo- Los procesos axonales hipertróficos de los ner-
plasia endocrina múltiple tipo 2 y carcinoma medu- vios extrínsecos que entran y se dispersan en el intes-
lar del tiroides familiar, neuroblastoma con o sin S. tino estimulando la contracción, al no existir la opo-
de hipoventilación, S. de Waardenburg y anomalí- sición de las células ganglionares, provocan una obs-
as pigmentarias, S. de Mowat-Wilson, S. de trucción funcional del tramo agangliónico. Se ha en-
Goldberg-Shprintzen, S. de Kaufman-McKusick, S. contrado un déficit de óxido nítrico –por una óxido
de Bardet-Biedl, S. de Smith-Lemli-Opitz, S. de hipo- nítrico sintasa disminuida– que podría contribuir a la
plasia de cartílago y cabellos, S. con defectos dista- espasticidad de las regiones agangliónicas. El intes-
les en las extremidades, S. de Joubert, S. de Jeune, tino anterior a la zona agangliónica se dilata y se
y otros. También se han descrito numerosas anoma- hipertrofia (megacolon) por el cúmulo de heces y gases
lías aisladas, en todos los sistemas y aparatos, junto y un peristaltismo inútil para vencer la obstrucción
a la EH: gastrointestinales (las más frecuentes), neu- intestinal distal debida a la contracción tónica cons-
rológicas, génito-urinarias, sistema músculo esque- tante.
lético, cardiacas, dismorfias faciales, dermatológi-
cas, del metabolismo de las grasas, resistencia a la GENÉTICA
insulina y otras. Toda esta patología acompañante La EH aislada, la más frecuente, parece ser una
conlleva la realización de diferentes estudios radio- malformación con un patrón complejo de herencia,
lógicos, ecográficos, de cariotipo, genéticos, inclu- con baja penetración sexo dependiente y variable
so a veces hay que consultar a expertos en dismor- expresión (según la longitud del segmento aganglió-
fología y síndromes. nico). En las formas sindrómicas de EH se han des-
Enfermedad de Hirschsprung 49
crito todas las formas de herencia mendeliana. Se han enfermos, incluso los que eliminaron el meconio nor-
descrito hasta el momento once genes en diferentes malmente, tendrían estreñimiento que seria menos ex-
cromosomas cuyas mutaciones pueden estar relacio- presivo en los lactados a pecho.
nados con la enfermedad: RET, GDNF, NTN, EDNR- Los recién nacidos y lactantes pequeños con EH
B, EDN3, ECE1, S0X10, ZFHX1B, PHOX2B, TCF- presentan casi siempre clínica de obstrucción intes-
4, NTRK-3. Las interacciones de estos genes cada día tinal: Distensión abdominal progresiva, que se alivia
son más conocidas y muchos pacientes tendrían muta- con estimulación rectal o enemas cuidadosos, y vómi-
ciones en varios genes. Los mecanismos genéticos y tos que pasan de claros a biliosos. La inspección anal
moleculares son objeto de intensa investigación y apa- y el estudio radiológico permiten orientar el cuadro;
recen reiteradamente en las publicaciones actuales. algunos autores desaconsejan el tacto rectal si se pue-
Hasta ahora las mutaciones más importantes son las de hacer un enema con contraste pronto, pues poco se
del gen RET (Receptor transmembrana de la tirosina- puede aprender de aquella maniobra y se pueden alte-
cinasa), situado en el brazo largo del cromosoma 10, rar los resultados de la radiología. El cuadro de obs-
que se detectan hasta en un 50% de los casos familia- trucción nos hace pensar además de la EH en proble-
res de EH y hasta en un 20% de los esporádicos, estan- mas mecánicos: bridas congénitas, malformaciones
do más relacionado con el trastorno de segmento lar- anorectales, íleo meconial, S. del meconio espeso,
go. Este gen seria un gen clave para la EH, sus atresia intestinal, microcolon izquierdo o tumores, o
mutaciones además de estar relacionadas con varios problemas funcionales: hipotiroidismo, insuficiencia
tipos de neoplasias (protooncogén) juegan un papel suprarrenal, alteraciones electrolíticas del potasio,
sobresaliente en la formación del sistema nervioso hipercalcemia o hipermagnesemia, y en raras altera-
entérico. Actuaría asociado al GDNF (Factor neuro- ciones nerviosas o musculares.
trófico derivado de la glia) que es necesario para la A veces el cuadro que aparece en primer lugar, y
supervivencia de muchos tipos de neuronas. El gen más en neonatos, es una enterocolitis después de un
EDNRB (Receptor de la endotelina B) se considera estreñimiento que no llamó demasiado la atención.
otro gen mayor, más relacionadas sus mutaciones con Esta enterocolitis se produce porque, a medida que el
la EH de segmento corto, y que también interactuaría intestino se dilata, aumenta la presión intraluminar
con el gen RET. que hace disminuir la perfusión sanguínea de la pared
alterándose la mucosa y sus mecanismos de barrera
CLÍNICA y transporte. El estancamiento permite la prolifera-
Los síntomas varían según la edad, extensión del ción bacteriana (Clostridium difficile, estafilococo,
área afectada y la presencia de complicaciones. La anaerobios, coliformes) y la actuación de antígenos
longitud del segmento agangliónico no está relacio- alimentarios. Los síntomas de la enterocolitis son: fie-
nada necesariamente con la edad de presentación ni bre, diarrea, a veces con sangre, distensión abdomi-
con la gravedad de los síntomas. El síntoma principal nal y letargia. La situación puede evolucionar rápida-
que nos hace sospechar la enfermedad es el estreñi- mente a una sepsis y perforación intestinal. La ente-
miento de aparición temprana en un recién nacido a rocolitis es más frecuente en los pacientes que tienen
término. Esta sospecha nos permite actualmente hacer una trisomía 21, tal vez por tener un déficit de célu-
un diagnóstico en el neonato o en el lactante peque- las T citotóxicas e Interferón o porque pendientes de
ño y el correspondiente tratamiento precoz. El 99% otros problemas frecuentes en estos niños pasara des-
de los recién nacidos a término eliminan el meconio apercibido el diagnóstico de EH, además su hipoto-
en las primeras 48 horas de vida, los prematuros lo nía podría justificar el estreñimiento. Se ha apuntado
eliminan más tarde pero en estos la EH es rara. El 90% que algunos pacientes con EH tendrían una mucosa
de los enfermos eliminan el meconio después de las más vulnerable genéticamente determinada. Recien-
24 horas y el 60% después de las 48 horas, pero sólo temente se ha visto un deterioro de los leucocitos C18
la mitad de los niños a término que no eliminan el y de las células T reguladoras, que podría estar liga-
meconio en las primeras 48 horas tiene EH. Todos los do a una predisposición genética (gen ITGB-2) para
50 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
una ausencia del reflejo anal inhibitorio. Existe dis- mal, previo a la cirugía. El procedimiento quirúrgi-
cordancia entre autores sobre su fiabilidad cuando se co puede variar en función de las preferencias del ciru-
realiza en neonatos a término y prematuros, aunque jano. Sin embargo debido a la situación clínica pre-
la utilización de instrumentos más adecuados está via y a la extensión del segmento afecto, habrá que
aumentando la confianza de la exploración en estos tener en cuenta diferentes posibilidades:
pacientes. – En aquellos casos que la dilatación del colon es
importante o tras recuperarse de un episodio de
4. Estudio histológico enterocolitis, se debe realizar colostomía de des-
Establece el diagnóstico de certeza. Aunque la carga como paso inicial. El tiempo hasta la correc-
técnica considerada como patrón-oro es la biopsia ción definitiva puede variar, oscilando entre 46
quirúrgica que incluya capa muscular (sensibilidad y meses después.
especificidad 100%), habitualmente se realiza por suc- – En los casos de EH de segmento ultracorto limi-
ción; que además de disminuir complicaciones (infec- tada al esfínter anal interno, también llamada aca-
ción, sangrado, perforación) evita la anestesia gene- lasia, existen varias opciones terapéuticas como
ral y las suturas. Ofrece (especialmente en menores pueden ser las dilataciones forzadas, la esfinte-
de 3 años) mayor sensibilidad (93%) y especificidad rotomía o la aplicación de infiltraciones de toxi-
(98%) que los otros procedimientos diagnósticos. na botulínica.
Se toman 2-3 muestras a 2-3 cm del margen anal – Para los casos más habituales (afectación de recto-
(unión mucocutánea). Esto permite evaluar los casos sigma), se han realizado durante años las técni-
de segmento ultracorto y evita la zona de 1-3 cm jun- cas clásicas (Swenson, Duhamel, Soave). Todas
to al ano que fisiológicamente carece de células gan- ellas requieren varias intervenciones. Pero el desa-
glionares. rrollo y perfeccionamiento de las técnicas de lapa-
El diagnóstico se establece por la ausencia de célu- roscopia pediátrica han permitido realizar la
las ganglionares en la submucosa y el plexo mientéri- corrección definitiva en una sola intervención
co junto con la presencia de fibras colinérgicas hiper- desde el momento del diagnóstico; con resulta-
tróficas, en las que mediante tinción histoquímica se dos a largo plazo, tanto de funcionalidad como
demuestra un aumento de la actividad de la acetil- de complicaciones, muy similares las técnicas
colinesterasa. Esta última puede conducir a falsos nega- clásicas. En los últimos años va ganando adep-
tivos cuando se realiza en neonatos y prematuros en tos la técnica descrita por De la Torre, que no es
los que el plexo submucoso está poco desarrollado. mas que una variación de la técnica descrita por
Existen otras tinciones histoquímicas (enolasa neuroes- Soave, realizada por vía transanal.
pecífica, like-neuropéptido Y, óxido nítrico sintetasa, – En situaciones de aganglionismo completo de
lactato deshidrogenasa, succínico deshidrogenasa…) colon, se tiende a realizar anastomosis directa del
que ofrecen buenos resultados según los diferentes ileon terminal sano con el ano, evitando la rea-
autores, pero su uso no está generalizado. lización de reservorios. En los raros casos de agan-
glionismo total o situaciones muy extensas que
TRATAMIENTO afecten a intestino delgado, el cuidado previo
Una vez confirmado el diagnóstico, el tratamien- requiere importantes medidas de soporte (alimen-
to siempre es quirúrgico. El objetivo final es resecar tación parenteral y/o enteral continua) de cara a
el segmento afecto, llevando el intestino con células preparar al paciente en las mejores condiciones
ganglionares hasta el ano preservando la continencia. posible para un futuro trasplante intestinal.
Por ello es muy importante preparar el colon para la Por último, en la actualidad se encuentra en fases
cirugía, vaciándolo de heces mediante irrigaciones de preliminares la investigación con células madre autó-
suero salino y maniobras de dilatación anal. De ésta logas utilizadas para colonizar el colon aganglióni-
manera evitaremos la aparición de posibles episodios co de niños con EH, y en el horizonte la manipula-
de enterocolitis y dejaremos un colon de calibre nor- ción genética.
52 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
PRONÓSTICO 4. Enuresis
La aparición en más de la mitad de los casos de Aunque habitualmente es considerada una com-
complicaciones inmediatas o tardías hace que el pro- plicación poco frecuente, revisiones recientes del tema
nóstico no sea tan halagüeño como en otras interven- cifran esta posibilidad en un 5 a 26% de pacientes. Es
ciones pediátricas. Entre las complicaciones próxi- atribuida a lesión quirúrgica de la inervación pélvi-
mas a la intervención, y por orden de frecuencia, nos ca o a neuropatías. El empleo de laparoscopia y el
encontraríamos con excoriaciones perianales, íleo pro- abordaje transanal de esta patología tratan de evitar
longado, deshiscencias, obstrucción intestinal e infec- esta complicación.
ciones. Entre las tardías, que son las que van a condi- Un pequeño número de pacientes necesitan rein-
cionar la calidad de vida del paciente, destacan: tervención, pero a pesar de tantas complicaciones,
el seguimiento por un equipo multidisciplinario (pedia-
1. Enterocolitis tra, cirujano pediátrico, psicólogo, fisioterapeuta pediá-
Dependiendo de las series, la desarrollan del 5- trico) consiguen que casi todos los pacientes tengan
42% de pacientes y es la mayor responsable de la una buena continencia en la edad adulta y es excep-
mortalidad. Esta se ha relacionado con las estenosis cional que los varones sufran impotencia.
anastomóticas, malnutrición perioperatoria, EH de
segmento largo, enterocolitis previa a la interven- BIBLIOGRAFÍA
ción y malformaciones asociadas (frecuente en S. de 1. Amiel J, SproatEmison, GarciaBarcel— M, Lantieri F,
Down). En estos momentos se están haciendo estu- Burzynski G, Borrego S, Pelet A, Arnold S, Miao X,
dios para comprobar si la administración postoperato- Griseri P, Brooks AS, Antinolo G, de Pontual L,
ria de probióticos reduce la incidencia de enteroco- ClementZiza M, Munnich A, Kashuk C, West K, Wong
KKY, Lyonnet S, Chakravarti A, Tam PKH, Ceccheri-
litis.
ni I, Hofstra RMW, Fernandez R: Hirschsprung dise-
ase, associated syndromes and genetics: a review. J.
2. Incontinencia fecal Med. Genet. 2008; 45: 1-14.
Es habitual observar deposiciones líquidas en 2. Belknap W: The pathogenesis of Hirschsprung disea-
número de 5-10 al día e incontinencia en el periodo se. Curr. Opin. Gastroenterol. 2002; 18: 74-81.
postoperatorio inmediato. Es debido a la disfunción 3. CattoSmith AG, Trajanovska M, Taylor RG. Longterm
del esfínter y a la pérdida de superficie absortiva tras continence after surgery for Hirschsprung’s disease. J
la resección del colon. La tendencia es hacia la nor- Gastroenterol Hepatol 2007; 22: 2273-2282.
malización entre los 6 meses y el año siguiente a la 4. Dasgupta R y Langer J: Evaluation and management
cirugía en el 75-95%. of persistent problems after surgery for Hirschsprung
disease in a child. J. Pediatr.Gastroenterol. 2008; 46:
3. Estreñimiento 13-19
Afecta al 8-20% de pacientes y puede aparecer 5. de Lorijn F, Kremer LCM, Reitsma JB, Benninga MA.
en los meses siguientes a la intervención, siendo mas Diagnostic tests in Hirschsprung disease: A systema-
tic review. J Ped Gastroenterol Nutr 2006; 42: 496-505.
frecuente en aquellos en los que se realizaron técni-
cas quirúrgicas que conservan mayor cantidad de teji- 6. Harricharan RN, Georgeson KE. Hirschsprung disea-
se. Semin Pediatr Surg 2008; 17: 266-275.
do agangliónico (Duhamel). Inicialmente debe ser
manejado con tratamiento conservador (laxantes ora- 7. Kessmann J : Hirschsprung’s Disease. Diagnosis and
Management. Am. Fam. Physician. 2006;74: 1319-
les o enemas de limpieza). En casos de persistencia 22 y 1327-8
suele ser necesario realizar de nuevo estudios com-
8. McAlhany A y Popovich D: Hirschsprung disease.
plementarios (biopsia, enema opaco, manometría) y Newborn Infant. Nurs. Rev. 2007; 7: 151-154
en función de los resultados aplicar maniobras tera-
9. Theocharatos S, Kenny SE. Hirschsprung’s disease:
péuticas que van desde dilataciones forzadas, inyec- current management and prospects for transplantation
ciones de toxina botulínica, miomectomía o revisión of enteric nervous system progenitor cells. Early Hum
quirúrgica. Dev 2008; 84: 801-804.
Estreñimiento y encopresis
7 Francisco Sánchez Ruiz1, Juan José Gilbert1, Pedro Bedate Calderón2,
Beatriz Espín Jaime3
Hospital Universitario Reina Sofía, Córdoba. 2Hospital Universitario Río Hortega,
1
FIGURA 1. Organiza-
ción de la musculatura
Lumen e inervación intrínseca
del tubo digestivo
(Tomado de: Navarro J,
Plexo submucoso Christophe F. La cons-
tipation chez l’enfant.
Mucosa Submucosa Paris: Laboratories
Zyma; 1995).
pulsión del bolo fecal y las contracciones de masa particular, dotada de una actividad motora segmenta-
que recorren en sentido oroanal todo el colon varias ria local intensa; juega un papel de freno a la pro-
veces al día (al despertar y tras las comidas). gresión de materia hacia el recto, lugar de paso y alma-
El papel del colon es triple: mantener la flora bac- cenaje temporal previo a la defecación.
teriana, reabsorber agua y regular el tránsito. La reab-
sorción de agua y sodio se realiza en el colon dere- Mecanismos de la continencia
cho. El colon transverso asegura el transporte del bolo El aparato esfinteriano (Fig. 2) está compuesto
fecal, mientras que el colon izquierdo almacena las de dos entidades bien distintas: el esfínter interno y
heces. La “charniere” rectosigmoidea es una zona el externo. El primero o esfínter liso, es el responsa-
Sensación
RECTO
Elevador
del ano Esfínter FIGURA 2. Aparato
interno rectoesfinteriano (Toma-
do de: Navarro J,
Christophe F. La cons-
Esfínter tipation chez l’enfant.
externo Paris: Laboratories
Zyma; 1995).
Estreñimiento y encopresis 55
Deseo
Empujar
RAI
FIGURA 3. Defeca-
ción (Tomado de:
Relajación del Navarro J, Christophe
esfínter externo F. La constipation chez
Defecación RAI = Reflejo anal inhibitorio l’enfant. Paris: Labora-
torios Zyma; 1995).
ble del 80% del tono del esfínter anal. Este tono es en Defecación
gran parte de origen miógeno. El externo es estriado La defecación se inicia con la sensación de deseo
y permite la contracción voluntaria, por medio de producida por la distensión de la pared rectal (Fig. 3).
impulsos sacros (S2-S4); es el esfínter de urgencias. La transmisión del impulso nervioso, producida por
El recto juega el papel de reservorio de heces. esta distensión en sentido distal, a través de los ple-
Las propiedades viscoelásticas del músculo liso xos mioentéricos de la pared rectal, produce la rela-
rectal le dan la capacidad de adaptación a un volumen jación del esfínter anal interno (RAI). El incremento
importante. Los receptores parietales vehiculan la sen- de la presión intraadominal desciende el suelo pél-
sación de deseo de defecación a través de las fibras vico, aumentando la presión intrarrectal, que unido a
aferentes. La angulación anorrectal mantenida por los la contracción colónica y a la relajación voluntaria del
músculos elevadores tiene una importancia capital y esfínter anal interno permite la expulsión de las heces
pueden ser considerados como un verdadero tercer y el vaciamiento fecal.
esfínter.
Es la distensión rectal la que da origen a la sen- Estreñimiento
sación de deseo, que provoca la descarga de los tres Cada elemento considerado anteriormente pue-
reflejos locales de la defecación. La contracción rec- de ser la causa del estreñimiento: colon derecho y
tal propulsora (reflejo anorrectal), seguida de la rela- aumento de la reabsorción de agua; colon transver-
jación del esfínter interno (reflejo anal inhibitorio, so y alteración de la propulsión; colon izquierdo y
RAI), propulsa el contenido rectal hacia el canal anal sigmoide con almacenamiento inapropiado; aumen-
donde analiza el contenido (sólido, líquido, gaseoso). to de la actividad segmentaria, anomalías de la rela-
La contracción voluntaria del esfínter externo (refle- jación del esfínter externo y de la musculatura pubo-
jo anal excitador, RAE) permite mantener la conti- rrectal, especialmente cuando hay presencia de dolor,
nencia, hasta la desaparición del deseo de defecación. que ocasiona la contracción voluntaria del esfínter
El RAI es de origen parietal, como testimonia su anal externo, de los músculos del suelo pelviano y
ausencia en la enfermedad de Hirschsprung. Es inna- la acomodación del recto al aumento de volumen, lo
to y está presente desde el nacimiento e incluso en que puede dar lugar a una distensión del recto con
el prematuro. En cambio, el RAE es adquirido y por alteración de la sensación del deseo de defecación,
lo tanto aprendido. por modificaciones en las propiedades elásticas del
56 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
Desaparición
del deseo
Distensión rectal
RAI
FIGURA 4. Encopresis
(Tomado de: Navarro J,
Christophe F. La cons-
Desaparición
del RAE tipation chez l’enfant.
RAI = Reflejo anal inhibitorio
Fugas RAE = Reflejo anal excitatorio Paris: Laboratorios
Zyma; 1995).
músculo liso, pudiendo dar lugar a encopresis (Fig. niño con estreñimiento bebe poco líquido, tiene un
4). régimen desequilibrado, rico en proteínas de carbono
con escasas fibras. Las causas orgánicas de estreñi-
ETIOLOGÍA miento incluyen trastornos neurológicos, endocri-
El 95% de los casos de estreñimiento son de ori- nos y metabólicos (Tabla I).
gen idiopático. No hay un único mecanismo respon-
sable del estreñimiento funcional. Varios factores van Causas orgánicas
a contribuir, como por ejemplo: constitucionales y – Raras (5% de los casos).
hereditarios, psicológicos y educacionales, dolor a – Investigar la enfermedad de Hirschsprung.
la defecación. No olvidar los factores dietéticos; el – El examen clínico riguroso debe orientar hacia
TABLA II. Hallazgos clínicos más frecuentes que diferencian la enfermedad de Hirschsprung del
estreñimiento funcional.
ampolla rectal vacía, nos hará sospechar la existencia muy obesos o por negativa, es imposible hacer una
de enfermedad de Hirschsprung. En la tabla II pode- buena exploración abdominal y tacto rectal.
mos ver los hallazgos clínicos más frecuentes que dife- La manometría anorrectal no está indicada en la
rencian la enfermedad de Hirschsprung del estreñi- evaluación del niño con estreñimiento moderado; sólo
miento funcional. está indicada (Fig. 5) en los niños con estreñimiento
El interrogatorio y el examen clínico nos per- severo, en los que debe excluirse la existencia de enfer-
miten orientarnos sobre la necesidad de realizar o medad de Hirschsprung. Si no existe reflejo anal inhi-
no exámenes complementarios de entrada. Lo más bitorio o es anómalo, debe realizarse enema de bario y
frecuente es el niño con buen estado nutricional, sin biopsia rectal con tinción de acetilcolinesterasa (ACHE).
abombamiento abdominal, que presenta estreñimien- Con el enema opaco, lo que intentamos es valo-
to después de un tiempo con tránsito normal. Esto nos rar la extensión de la estenosis de la zona aganglióni-
hará pensar en un estreñimiento funcional. ca, con diversos grados de dilatación de la zona pre-
En este caso, investigaremos las causas yatrogéni- estenótica en la enfermedad de Hirschsprung. La biop-
cas, bien por la ingesta de medicación o por errores en sia rectal nos va a confirmar el diagnóstico. Se valo-
la alimentación, como es la utilización muy precoz de ra con tinción para ACHE y muestra una ausencia de
leche de vaca y el escaso aporte de fibras en el niño pre- células ganglionares y aumento de fibras ACHE.
escolar. La infección urinaria asociada debe ser siste-
máticamente investigada, en particular en las niñas. TRATAMIENTO
Estreñimiento ocasional
DIAGNÓSTICO Debe ser tratado a fin de no mantener la situación
Con una buena anamnesis y un minucioso exa- y dejar que se produzca un estreñimiento crónico con
men físico se puede hacer el diagnóstico sin necesi- su cortejo de complicaciones (Tabla III).
dad de ninguna prueba complementaria. Si sospecha- La ausencia de fístula o infección anal permite
mos la existencia de una causa orgánica, realizaremos desdramatizar el síntoma e insistir en los consejos die-
de forma orientada las determinaciones analíticas (hor- téticos e higiénicos. Estas medidas suelen ser sufi-
monas tiroideas, electrolitos, calcio, urocultivo, etc.), cientes, aunque se podrá ayudar temporalmente con
los estudios radiológicos, la manometría anorrectal la prescripción de un tratamiento medicamentoso
y/o la biopsia rectal. (lubricantes u osmóticos). La fisura anal es a veces el
El estudio radiológico no está indicado en el estre- origen de un episodio agudo y por lo tanto debe ser
ñimiento no complicado. La radiografía simple de tratada enérgicamente. El tratamiento es esencialmen-
abdomen puede ser útil para valorar una retención te local (baños antisépticos, higiene después de cada
fecal y la existencia o no de alteraciones de la colum- deposición y aplicación de una crema cicatrizante o
na lumbosacra, o en aquellos niños que, o bien por ser con corticoides), así como tratar la posible existencia
Estreñimiento y encopresis 59
Estreñimiento en la infancia
Severo Leve
Manometría rectal
RIA
- Enema de bario
- Biopsia mucosa rectal:
. Histología
. Tinción ACHE
medidas terapéuticas deben ser expuestas, argumen- lizando una solución de polietilenglicol y electroli-
tadas y discutidas para adaptarlas al modo de vida del tos. Como se administran volúmenes de 30-40
niño. Los consejos dietéticos e higiene son explica- ml/kg/hora, es recomendable dar metoclopramida a
dos a los padres, pero también al niño a fin de respon- 0,5 mg/kg/día, antes de comenzar el lavado. Los
sabilizarlo. supositorios de glicerina no tienen ninguna utilidad,
una vez que hay distensión rectal, de manera que rara
2. Desimpactación vez sirven para los mayores de 6 meses. Los supo-
Se utilizan enemas de fosfatos hipertónicos, a sitorios de bisacodilo son útiles para los niños con
dosis de 3-5 ml/kg/12 horas. En muchos niños, 1 ó estreñimiento sin impactación fecal, ya que en este
2 enemas suelen ser suficientes para alcanzar una caso, al ponerlo se coloca dentro de la masa fecal y
buena limpieza, aunque a veces son necesarios de 3 nunca se disuelven o alcanzan la mucosa. De forma
a 5 días. Está contraindicado efectuarlo más de 5 excepcional se puede recurrir a la desimpactación
días, por la posibilidad de provocar trastornos hidro- manual bajo anestesia.
electrolíticos (hipernatremia, hipocaliemia, hipocal-
cemia e hiperfosfatemia). En aquellos niños con 3. Prevención de acumulación de heces
megarrecto o megacolon que no responden a los ene- Una vez que se ha confirmado la evacuación rec-
mas de fosfatos, podrán utilizarse enemas de aceite tal, el desafío es mantener el recto vacío. Esto se
mineral. Los enemas de suero salino isotónico no logra mediante el hábito dietético y la defecación
son efectivos. regular, acompañado de laxantes para lograr unas
También ha demostrado efectividad para conse- deposiciones completas todos los días. Las medidas
guir la desimpactación fecal el uso de una dosis de dietéticas pueden por sí solas conseguir resultados
1-1,5 g/kg/día de polietilenglicol 3350 oral durante satisfactorios. La ración de fibras debe ser suficien-
3 días. Si con esto no se logra la desimpactación, te. Los suplementos o fibras comerciales purifica-
el niño debe ser hospitalizado para lavado oral, uti- das no son recomendables para niños por debajo de
Estreñimiento y encopresis 61
Educación, Desimpactación
Tratamiento de mantenimiento
(lavabo, fibra y laxantes)
Normal Anormal
Evaluación
psicológica Laxantes Tto. biofeedback Retirar
medicación
FIGURA 6. Algoritmo terapéutico del estreñimiento en la infancia (Tomado de: Loening-Baucke V. Chronic consti-
pation in children. Gastroenterology 1993; 105: 1557-1564).
los 4 años. Las dosis recomendadas son: 4 a 6 años les, frutas, verduras y legumbres, sin olvidar que deben
= 9-11 g/día; 7 a 10 años = 1.215 g/día; 11 a 14 años tomar abundantes líquidos (Tablas IV y V).
= 16-19 g/día. En la mayoría de los niños la defecación diaria
La fibra la vamos a encontrar en numerosos ali- es mantenida por la administración de laxantes. Estos
mentos que pueden ser utilizados en niños por deba- deben ser usados de acuerdo a la edad, peso corpo-
jo del año de edad, tales como papillas de frutas, ver- ral y gravedad del estreñimiento (Tabla VI). Las dosis
duras y cereales. A los padres de los niños mayores se irán ajustando para inducir de 1 a 2 deposiciones
hay que insistirles sobre la necesidad de que les den al día, que sean lo suficientemente blandas para ase-
alimentos ricos en fibras, tales como cereales integra- gurar un completo vaciamiento, así como para preve-
62 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
Pan
– Integral 8,5
– Germen de trigo 4,6
– Marrón 5,1
– Blanco 2,7
Tomado de: Hernández M. Alimentación infantil. 2ª ed. Madrid: Díaz de Santos; 1993.
nir la fuga de heces y el dolor. Una vez que se ha con- 4. Recomendaciones para alcanzar un hábito de
seguido la dosis adecuada, el tratamiento debe conti- defecación en el niño
nuar durante un tiempo aproximado de 3 meses, con El intento de enseñanza debe desaconsejarse en
el fin de que el colon recupere su tono normal. La los niños menores de 2 años y medio. Primero hay que
dosis puede ser reducida en dosis decrecientes. alcanzar un patrón intestinal normal y sólo entonces
El uso de una mezcla de probióticos una vez con- se comenzará el entrenamiento. En cambio, en el niño
seguida la desimpactación fecal podría también tener mayor, el hábito de la defecación es muy importante.
efectos beneficiosos sobre los síntomas del estreñi- Será animado a sentarse en el servicio durante un
miento además de conseguir un descenso del dolor tiempo entre 5-10 minutos, de 2 a 3 veces al día, pre-
abdominal, no obstante aun se requieren más ensayos ferentemente después de las comidas, a fin de apro-
clínicos para confirmar estos resultados. vechar el reflejo gastrocólico.
Estreñimiento y encopresis 63
Osmóticos
– Lactulosa Duphalac® Sol 200 y 800 ml 1-2 ml/kg/día
– Lactitiol Emportal® Sobres 10 g 0,25 g/kg/día
Estimulantes
– Fósforo, magnesio Eupeptina® Polvo 65 g < 1 año (1-2 cuchtas/12 horas)
1 a 5 años (4 cuchtas/8 horas)
– Cisapride Arcasin®, Fisiogastrol® , 0,2 ml/kg/día (máximo 10 mg
Prepulsid®, Susp 1 mg/ml. por dosis)
– Senósidos A+B sal cálcica (senna) Puntual® Gotas, 30 mg/ml 5 gotas/25 kg de peso/día
– Bisacodilo Dulco-Laxo®Supos 10 mg 1/ -1 supositorio/día
2
64 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
Estreñimiento funcional No Sí
Desimpactación oral/rectal
No Gastro Pediatría
Eficaz
Manometría anorrectal,
biopsia
Educación hábitos (horario, posición) Enema opaco
Dieta rica en fibra TTN, defecograma
Laxantes (osmóticos, lubricantes) Eco endoanal
10. Abi-Hanna A, Lake AM. Constipación y encopresis en trointestinal disorders: child/adolescent. Gastroentero-
la infancia. Pediatrics in Review (ed. esp.) 1998; 19: logy 2006; 130: 1527-37.
66-74. 16. Bekkali NL, Bongers ME, Van den Berg MM, Liem O,
11. Loening-Baucke V. Constipation in early childhood: Benninga MA. The role of a probiotics mixture in the
patient characteristics, treatment, and longterm follow treatment of childhood constipation: a pilot study. Nutr
up. Gut 1993; 34: 1400-1404. J 2007; 4: 6-17.
12. Poenaru D, Roblin N, Bird M, Duce S, Groll A, Pietak 17. Benninga M, Candy DC, Catto-Smith AG, Clayden G,
D, et al. The paediatric bowel management clinic: initial Loening-Baucke V, Lorenzo CD, et al. The Paris con-
results of a multidisciplinary approach to functional cons- sensus on childhood constipation terminology (PACCT)
tipation in children. J Pediatr Surg 1997; 32: 843-848. Group. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2005; 40: 273-5.
13. Chiotakakou-Faliakou E, Kamm MA, Roy AJ, Storrie 18. Thomson MA, Jenkins HR, Bisset WM, Heuschkel
JB, Turner IC. Biofeedback provides longterm benefit R, Kalra DS, Green MR, Wilson C, Geraint M. Pol-
for patients with intractable, slow and normal transit yethylene glycol 3350 plus electrolytes for cronic
constipation. Gut 1998; 42: 517-521. constipation in children: a double blind, placebo con-
14. Baker S, Liptak G, Colletti R, Croffie J, DiLorenzo C, trolled, crossover study. Arch Dis Child 2007; 92: 996-
Ector W. Evaluation and treatment of constipation in 1000.
infants and children: Recommendations of the North 19. Van den Berg MM, Benninga MA, DiLorenzo C. Epi-
American Society for Pediatric Gastroenterology, Hepa- demiology of childhood constipation: a systematic
tology and Nutrition. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2006, review. Am J Gastroenterol 2006; 101: 2401-09.
43: 405-7, e1-e13. 20. Youssef NN, Peters JM, Henderson W, et al. Dose res-
15. Rasquin A, DiLorenzo C, Forbes D, Guraldes E, Hyams ponse of PEG 3350 for the treatment of childhood fecal
JS, Staiano A, Walker LS. Childhood functional gas- impaction. J Pediatr 2002; 141: 410-4.
Actuación ante un niño con fallo de medro
8 Alfonso Barrio Merino1, Carmen Calvo Romero2
1Fundación Hospital Alcorcón, Madrid. 2Hospital Clínico, Valladolid.
cefalia) desde RN o muy precozmente sugiere metabólicas. La energía no utilizada en los procesos
infecciones intrauterinas (TORCH), exposición vitales servirá para el crecimiento esquelético, ganan-
a teratógenos, y síndromes congénitos. cia ponderal y más tarde para la fertilidad. Desde la
perspectiva etiológica, cualquier alteración orgánica
EPIDEMIOLOGÍA o funcional en estos procesos disminuirá la disponi-
La incidencia del fallo de medro es muy variable bilidad de nutrientes y podrá alterar el crecimiento
dependiendo de la definición aceptada y de la pobla- normal (Tabla I).
ción estudiada. En algunas zonas rurales afecta al 10% Además de las causas orgánicas, muchos son los
de los niños. En Estados Unidos, el 1-5% de los ingre- factores psicosociales de riesgo para el crecimiento.
sos hospitalarios y el 10% de los niños vistos en cen- Obviamente, la pobreza y la limitación en el acceso
tros de medicina primaria presentan fallo de medro. a los nutrientes son de mayor importancia, pero tam-
Cuando se considera una población indigente, este bién diferentes creencias culturales o religiosas, téc-
porcentaje se eleva al 15-25% de los ingresos de niños nicas de alimentación erróneas y otras que deben ser
menores de 2 años. reconocidas y reconducidas para evitar la perpetua-
Según datos de UNICEF, a nivel mundial el 40% ción de la malnutrición.
de niños menores de 5 años presentan esta alteración La falta de un ambiente adecuado para la crianza
en el crecimiento, y se ha demostrado que son más da lugar al síndrome de deprivación materna, en el que
los factores ambientales que los genéticos (raciales) a la falta de nutrientes se suma una inhibición en la pro-
los que influyen en esta situación. La importancia del ducción de hormona de crecimiento. Estas situaciones
problema radica en que posteriormente estos niños de falta de afecto se han asociado a condiciones como
presentarán alteraciones cognitivas, disminución en edad (padres muy jóvenes), inmadurez emocional de
la capacidad para trabajar, aumento de morbilidad y los progenitores, circunstancias de la gestación (emba-
mortalidad, y de riesgo obstétrico. razo no deseado, ilícito, etc.), depresión, alcoholismo
y otras drogas, problemas matrimoniales, enferme-
ETIOLOGÍA Y FISIOPATOLOGÍA dad mental y estrés familiar (económico o social). Estos
El control del crecimiento no es homogéneo a lo factores psicosociales son responsables del 85% de los
largo de la vida y estas diferencias deben conocerse casos de fallo de medro, según algunas publicacio-
para interpretar las alteraciones en el mismo. En la nes, aunque cada día se duda más de la idoneidad de
vida fetal, la inmadurez de los receptores para la hor- separar el fallo de medro en orgánico y social.
mona del crecimiento hace que la influencia de la GH Dentro de las formas no orgánicas se consideran:
en el crecimiento fetal sea limitada; por tanto, el con- 1. Trastornos alimentarios posttraumáticos: secun-
trol hormonal del crecimiento intrauterino parece estar darios a atragantamientos, traumatismos orofa-
mediado fundamentalmente por la insulina y los fac- ríngeos ligados a técnicas diagnósticas o terapéu-
tores de crecimiento insulínico. En los primeros meses ticas.
tras el parto se asiste a un cambio en los mediadores 2. Anorexias infantiles.
hormonales del crecimiento, y a partir de los 6-12 • Clasificación psicosomática (Kreisler et al):
meses de vida el control del crecimiento pasa a depen- A.Primarias:
der de la GH. En la pubertad, el crecimiento respon- - Complicación de un periodo de in-
de a la acción conjunta de la GH y los esteroides apetencia transitorio en el postparto inme-
sexuales, habiéndose demostrado una correlación posi- diato a veces perpetuado por una madre
tiva entre los niveles de esteroides gonadales, GH e ansiosa que trata de forzar la alimenta-
IGF-1. En todas estas etapas de crecimiento la home- ción. Aparecen desde los primeros días o
ostasis del sistema endocrino junto con la nutrición semanas.
tiene un papel fundamental. En condiciones norma- - Anorexia neonatal activa y de inercia:
les, los nutrientes consumidos deben ser digeridos, aparente voluntad de no comer en un niño
absorbidos y utilizados para satisfacer las demandas muy pequeño; pronóstico severo.
Actuación ante un niño con fallo de medro 69
Tomado de Kirkland RT. Etiology and evaluation of failure to thrive (undernutrition) in children younger than two years.
[Monografía en Internet]. Walthman (MA): UpToDate; 2009 [acceso 11 de febrero de 2009]. Disponible en: http://www.uptodate.com/
TABLA II. Orientación diagnóstica teniendo en cuenta el comienzo y el parámetro nutricional afectado.
acción padres-hijo inadecuada con padres 2. ¿Qué parámetro está más afectado: el peso, la
con respuestas caótica. talla, el perímetro cefálico?
C. Anorexia infantil: conflicto entre la madre 3. Existencia de factores intercurrentes.
(cuidador) y el hijo que comienza entre los La valoración del paciente afecto de fallo en el
6 meses y los 3 años, coincidiendo con el medro, para poder llegar a un diagnóstico diferencial,
periodo de evolución hacia la autonomía ali- abarca toda la pediatría, ya que cualquier alteración
mentaria. de cualquier sistema puede producir disminución del
crecimiento del peso y la talla; no obstante, una bue-
VALORACIÓN DEL PACIENTE na historia clínica y una buena exploración física nos
Cualquiera que sea la causa del retraso en el desa- van a excluir la mayor parte de los diagnósticos.
rrollo (orgánica o no orgánica), su instauración suele En la tabla II recogemos datos referentes al
ser gradual, y en la mayoría de los casos no se perci- comienzo y los parámetros a tener en cuenta a la hora
be su comienzo. Por ello, la valoración del paciente con de realizar una orientación diagnóstica.
fallo de medro hay que iniciarla con la historia clínica Por otra parte, la coexistencia de fallo de medro
completa, indagando sobre síntomas que sugieran enfer- con determinados factores intercurrentes nos ayuda a
medad, incluyendo datos sobre la dinámica familiar decidir qué tipos de exploraciones complementarias
(pobreza, irritabilidad del niño, malos tratos...), segui- se deben solicitar o que tipo de medidas habrá que
da de una exploración física, una encuesta nutricional instaurar.
y la existencia o no de dificultades alimentarias.
Con frecuencia nos encontramos ante un niño con Factores intercurrentes
una actitud anómala frente a la comida y un incremen- – Prematuridad. No tiene por qué producir fallo
to insuficiente de peso y talla para mantener los pará- de medro, pero a veces debido a alguna secuela
metros estándares sin que evidenciemos una causa neurológica, cardiorrespiratoria o digestiva pue-
etiológica clara. de llegar a un cierto grado de desnutrición. En
cualquier caso, un tercio de los prematuros no
Historia clínica alcanzarán percentiles normales de peso hasta los
Es importantísimo tener en cuenta varios hechos: 24 meses; la talla normal, hasta los 40 meses, y
1. ¿Cuándo comenzó? el perímetro cefálico normal, hasta los 18 meses.
Actuación ante un niño con fallo de medro 71
– Retraso del crecimiento intrauterino. El pro- TABLA III. Signos clínicos que evidencian la
nóstico de crecimiento va a estar en relación con posible existencia de déficit de algún nutriente
la causa prenatal que originó dicho retraso, determinado.
pudiendo diferenciar dos tipos:
- Retraso de crecimiento intrauterino asimétri- Signo Deficiencia
co: peso desproporcionadamente menor que Bocio Yodo
talla y perímetro cefálico; mayor posibilidad Caries dental Flúor
de alcanzar desarrollo normal. Craneotabes, rosario costal Vitamina D
- Retraso de crecimiento intrauterino simétrico:
mal pronóstico respecto a su desarrollo posterior. Debilidad muscular Tiamina
– Sintomatología digestiva. La existencia de vómi- Gingivitis peridental Vitamina C
tos, alteración en las deposiciones, dolores abdo- Lesiones angulares labiales Niacina,
minales, anorexia, hemorragia digestiva..., nos riboflavina
obligará a descartar determinada patología gas- Palidez conjuntival Hierro
trointestinal que pudiera ser la causa del fallo
de medro: reflujo gastroesofágico, enfermedad
celíaca, enfermedad inflamatoria intestinal, aler- – Intentar reconstruir una tabla de crecimiento, ya
gia alimentaria, hepatopatías, fibrosis quística, que un punto único carece de valor para iniciar
infección por Helicobacter pylori... un estudio de fallo de medro.
– Infecciones recurrentes. En caso de ser impor- Y además, una serie de exploraciones especiales:
tantes, nos puede obligar a descartar la existen- – Antropometría: peso, talla, índice de masa cor-
cia de inmunodeficiencias. poral (BMI), índice nutricional (IN), índices de
– Sintomatología respiratoria. En estos casos es Waterlow I y II, medida de los pliegues (tricipi-
sumamente importante descartar fibrosis quísti- tal, subescapular, bicipital, suprailíaco) y medi-
ca, y también pensar que en algún caso la causa da de perímetros (cefálico, braquial, muñeca, cin-
del retraso de crecimiento puede ser una alergia tura/cadera).
alimentaria. – Estudio de la edad ósea y eventualmente, en niños
– Síntomas neurológicos. Muchas de las altera- mayores, de la densidad mineral ósea.
ciones neurológicas, y sobre todo los retrasos psi- – Estudios de composición corporal por bioimpe-
comotores graves que en la mayoría de los casos dancia.
se asocian con algún grado de malnutrición. – Cálculo del gasto energético, si es posible median-
– Malformaciones congénitas. Cardiopatías, nefro- te calorimetría indirecta, o bien por las fórmu-
patías, … las que disponemos: OMS, Schofield...
o el registro de consumo alimentario de 3 días no con- tivo fundamental debe ser el proporcionar los nutrien-
secutivos y que incluya un festivo, valorando poste- tes adecuados. Podemos plantearnos el tratamiento
riormente: kilocalorías, macronutrientes (HC, lípidos, atendiendo a cinco aspectos:
colesterol, proteínas y fibra) y micronutrientes (mine- 1. Asesoramiento nutricional
rales y vitaminas). 2. Modificación del comportamiento
3. Tratamiento de deficiencias nutricionales secun-
EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS darias.
Las pruebas complementarias no sugeridas por 4. Tratamiento farmacológico.
la valoración clínica inicial carecen de valor informa- 5. Hospitalización, si precisa.
tivo, y sólo alrededor de 1,4% de las pruebas de labo-
ratorio van a ser útiles para evaluar el fallo de medro. 1. Asesoramiento nutricional
En cualquier caso, como ya hemos expuesto Hay que tener en cuenta los requerimientos caló-
anteriormente en la falta de medro, la historia clínica ricos diarios para conseguir una recuperación óptima
suele conducir al diagnóstico; por ello, sólo tras la de peso, que los podemos conocer con la siguiente
evaluación del paciente está justificada la realización fórmula:
de exploraciones complementarias. Requerimientos calóricos / kg / día= 120 kcal /kg
Y por otra parte, con el paciente ya orientado hacia x (peso ideal para la edad (kg) / peso actual (kg)
una posible etiología se solicitarán exploraciones espe- Para ello hay que establecer un plan dietético que
cíficas, como pueden ser: sangre oculta en heces, aporte sus necesidades: Recomendar alimentos que
tuberculina, estudio de inmunoglobulinas, Helicobac- respeten los gustos y las costumbres; establecer nor-
ter pylori, electrólitos en sudor, anticuerpos antigliadi- mas de higiene para preparar las dietas; realizar esti-
na y antiendomisio, etc. maciones frecuentes de la ingesta calórica; recomen-
La conducta a seguir ante un niño con fallo de dar una dieta variada y completa; respetar las costum-
medro queda reflejada en la figura 1. bres culinarias de la familia; respetar los gustos de
cada niño; ofrecer alimentos que “entren por los ojos”
TRATAMIENTO as’ como “trucos” e ideas para enriquecer los alimen-
En los casos de niños con fallo de medro de ori- tos; leche siempre con cereales; aportar los cereales
gen orgánico, el tratamiento deberá ir dirigido a la enriquecidos; los alimentos siempre con salsas; rebo-
enfermedad que lo ha provocado. zar las carnes y los pescados; en los purés añadir cere-
En los casos de origen no orgánico, el tratamien- ales, cremas, huevo, leche… untar el pan con aceite
to es más difícil y a veces requiere la intervención de o mantequilla.
un equipo multidisciplinario con especialistas en nutri- No: forzar, chantajear, amenazar, delegar, distraer.
ción, psicólogos y gastroenterólogos pediátricos, inten- Sí: Comer en familia, evitar TV, ajustar horarios,
tando entre todos mejorar el estado nutritivo del niño evitar picoteo.
mediante: Si esto falla habrá que utilizar suplementos nutri-
– Monitorización del crecimiento del niño antes y cionales (pudines, zumos, batidos…), pero nunca
después de iniciado el tratamiento. deben de reemplazar la dieta. La pauta de su empleo
– Administración de una cantidad suficiente de calo- es la siguiente: niños de 1 a 3 años: polímeros de glu-
rías y nutrientes. cosa: 15%. Batidos y pudines: 1 kcal/ml. (máximo
– Tratamiento específico de deficiencias. 200 kcal/día) y niños mayores de 3 años: polímeros
– Apoyo psicológico al niño y la familia. de glucosa: 25%. Batidos y postres: 1,52 kcal/ml. 400-
– Apoyo económico. 800 kcal/día
– Tratamiento de posibles complicaciones. Si también esto falla se planteará la instauración
Teniendo en cuenta que la inadecuada ingesta de nutrición enteral (con sonda nasogástrica o con gas-
calórica es el factor que más contribuye al fallo de trostomía, sea nocturna o a lo largo de todo el día),
medro, independientemente de su origen, nuestro obje- y el último paso será la implantación de nutrición
Actuación ante un niño con fallo de medro 73
ANAMNESIS
EXPLORACIÓN FÍSICA
– Antropometría completa
– Medida de pliegues, perímetros y realización de índices nutricionales
– Exploración por aparatos
– Presencia de signos clínicos que evidencien la posible existencia de déficit de algún nutriente
– Desarrollo psicomotor
EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS
parenteral, no siendo frecuente llegar a esta medida y la familia o el comedor escolar en el resto de las eda-
terapéutica en los niños con fallo de medro. des.
Hay que disminuir la ansiedad de los padres res-
2. Modificación del comportamiento pecto a la alimentación de sus hijos y, asimismo, habrá
Comenzar con explicar a los padres o a los encar- que enseñarles normas de comportamiento con el
gados de comedores escolares qué es el desmedro, ya niño, creando un ambiente acogedor en las comidas
que el ámbito en el que mueve el niño a la hora de rea- y, si a pesar de ello hay problemas, pedir ayuda psico-
lizar la ingesta es la familia, en menores de 2 años, social.
74 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
3. Tratamiento de las deficiencias nutricionales para ser considerado un problema importante a nivel
secundarias poblacional
Con frecuencia estos niños tienen ferropenia debi- Si el fallo de medro ocurre antes de los 6 me-
do a las dietas caprichosas y desequilibradas que muy ses el riesgo de trastorno conductual o psicológico
habitualmente tienen los niños afectos de fallo de es mucho mayor, encontrando un 14-60% dificulta-
medro. En otros casos, pero mucho menos frecuente- des para aprendizaje, dificultad para lenguaje ver-
mente podemos encontrar déficit de otros oligoele- bal y posibles trastornos de la alimentación como
mentos. pueden ser la pica y la anorexia. Por otra parte, fren-
La administración de suplementos vitamínicos te a autores que asocian el antecedente de fallo de
no suele estar indicada. medro con posteriores situaciones emocionales
adversas, hay otros que no encuentran esta asocia-
4. Tratamiento farmacológico ción.
La eficacia de los antianoréxicos no está de- Por otra parte, desde el punto de vista del desa-
mostrada y tan solo disponemos de algunos datos sobre rrollo ponderoestatural debemos de ser optimistas ya
la eficacia de la Ciproheptadina, pero también se cono- que en nuestro medio el 75% de los niños con fallo
cen datos de la posibilidad de provocar efectos secun- de medro alcanzan percentiles normales, siendo este
darios a medio y largo plazo. En 1974 Fomon lo uti- porcentaje menor en medios menos favorecidos.
lizó en algunos casos, pero posteriormente en el 93
no justificaba esta utilización. BIBLIOGRAFÍA
En los 80, Magazzu comunicó como la ad- 1. Corbett SS, Drewett RFTo what extent is failure to thri-
ministración de Domperidona en niños sin patología ve in infancy associated with poorer cognitive deve-
orgánica, mejoraba su estado nutritivo, basado en que lopment? A review and metaanalysis”. J Child Pschycol
el vaciado gástrico retrasado podría serla causa del and Psychiatr 2004; 45: 64-154
desmedro 2. Block RW, Krebs NF. Failure to thrive as a manifesta-
Por último, alguna medicación utilizada en estos tion of child neglect. Pediatrics 2005; 116: 1234-7
niños como es el Megestrol, se ha desaconsejado por 3. Christian CW, Blum NJ. Nelson’s Essentials of Pedia-
trics. 5 th edition, Section V, Chapter 21, Elsevier;
falta de eficacia real y por sus posibles efectos secun-
2005,
darios.
4. Dalmau J. Evaluación del niño con fallo de medro.
Pediatrika 2004; 24: 9-14.
5. Hospitalización
5. Doherty CP, Reilly JJ, Paterson WF, Donaldson MDC,
No es frecuente tener que llegar a la hospi- Weaver LT. Growth Failure and Malnutrition. En: Wal-
talización, salvo en algunos casos de fallo de medro ker, Durie, Hamilton, WalkerSmith, Watkins (eds.)
orgánico que precise la hospitalización para estudio Pediatric Gastrointestinal Disease. Pathophysiology,
o tratamiento de la enfermedad. Diagnosis, Management. 3th Edition. Ontario. BC Dec-
Por otra parte, en algún caso de fallo no orgáni- ker; 2000. p. 12-27.
co, la hospitalización tendría como objetivo el rom- 6. Garcia Careaga M, Kerner JA. A gastroenterologist ‘s
per el círculo vicioso tensión familiar-rechazo de la aproach to failure to thrive. Pediatric Annals 2000; 29:
alimentación-aumento de la tensión familiar. 558-567.
7. Kirkland RT. Etiology and evaluation of failure to thri-
PRONÓSTICO ve (undernutrition) in children younger than two years.
[Monografía en Internet]. Walthman (MA): UpToDa-
Independientemente de la causa podemos decir te; 2009 [acceso 11 de febrero de 2009]. Disponible en:
que el fallo de medro que ocurre antes del año de vida http://www.uptodate.com/
puede dar lugar a un trastorno conductual o psicoló- 8. Mackner, Laura M. 1; Black, Maureen M. 2; Starr,
gico posterior. Algunos autores afirman que a largo Raymond H. Jr 1 Cognitive develop ment of chil-
plazo puede ocurrir una pérdida desde 1,5 a 4,2 pun- dren in poverty with failure to thrive: a prospective
tos del coeficiente intelectual, lo cual es suficiente study through age 6. Journal of Child Psychology
Actuación ante un niño con fallo de medro 75
& Psychiatry & Allied Disciplines. 2003; 44: 743- 11. Vasundhara T. En: Willie R, Hyams JS. Gastroentero-
751. logía Pediátrica. 2ª Ed. McGrawHill Interamericana
9. Rayo AI, Ferrer C, Moreno JM, Urruzuno P, y cols. Editores. Ed. española. 2001; p. 59-73.
Anorexia Infantil/ Fallo de Medro. Guías de Actuación 12. Wright CM. Identification and management of failu-
Conjunta Pediatría Primaria Especializada, 2007. Gru- re to thrive: A community perspective. Arch Dis Child
po GastroSur, Madrid. Disponible en: http://www. 2000; 82: 5-9.
mcmpediatria.org/imagenes/secciones/Image/_USER_/ 13. Wright CM, Parkinson KN, Drewett RF. How does
Anorexia FdM_Gastrosur_2007.pdf) maternal and child feeding behaviour relate to weight
10. Schwartz DI. Failure to thrive: an old nemesis in the new gain and failure to thrive? Data from a prospective birth
millennum. Pediatrics in Review 2000; 21: 257-264. cohort. Pediatrics 2006; 117: 1262
Fibrosis quística
9 Héctor Escobar Castro1, Amaia Sojo Aguirre2, David Gil Ortega3,
José María Nadal Ortega3
1Hospital Universitario Ramón y Cajal, Madrid. 2Hospital de Cruces, Bilbao.
3Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, Murcia.
La fibrosis quística (FQ), es una enfermedad espesan en el interior de los conductos y su elimi-
genética, de herencia autosómica recesiva, presen- nación dificultosa acaba con la distensión y obstruc-
te en todo el mundo, pero más frecuente en la raza ción de los mismos.
caucásica, donde una de cada 25 personas es porta-
dora heterocigota sana. La incidencia en nuestro DIAGNÓSTICO
medio se estima en torno a 1 por 4.500 RN vivos. Los criterios actuales se basan en rasgos clínicos
La enfermedad está causada por mutaciones de un compatibles (fenotipo), como son la enfermedad si-
solo gen localizado en el brazo largo del cromoso- nopulmonar, las anormalidades gastrointestinales y
ma 7, que codifica una proteína de 1.480 aminoáci- nutricionales, los síndromes pierde sal, y la azoosper-
dos, llamada proteína reguladora del manejo de iones mia obstructiva o la historia de enfermedad en her-
en las membranas (CFTR). Esta proteína, se com- manos y primos o el cribado neonatal positivo, jun-
porta como un canal de cloro, controlado por AMPc, to con una prueba de laboratorio que evidencie dis-
que regula directamente los movimientos de las par- función de la proteína CFTR como es una concentra-
tículas de cloruro e indirectamente los movimien- ción de cloro en sudor superior a 60 mmol/L o la detec-
tos del sodio y agua, dando lugar a la producción de ción de 2 mutaciones reconocidas o la demostración
un moco anómalo y espeso en todos los órganos, de alteración en el transporte iónico a través del epi-
especialmente en los pulmones, páncreas, intestino, telio nasal (diferencia potencial nasal).
hígado, glándulas sudoríparas y conductos deferen-
tes en los varones, con interferencia en su funcio- MANIFESTACIONES CLÍNICAS
nalismo. Clásicamente se ha considerado que la FQ es un
Hasta el momento se han identificado unas 1.600 trastorno genético que da lugar a una enfermedad seve-
mutaciones, pero hay una más prevalente, presente ra en los primeros años de la vida cuyas manifesta-
aproximadamente en el 75% de todos los pacientes a ciones más comunes son la malabsorción intestinal
nivel mundial, la denominada 508del que se expresa con diarrea crónica, la malnutrición y la neumopatía
por la pérdida del aminoácido fenilalanina en la posi- crónica, pero actualmente se conoce como un trastor-
ción 508. Esta mutación, como las otras, impide a la no complejo que produce un amplio abanico de ex-
CFTR ejercer su función y produce defectos de tra- presiones clínicas que pueden aparecer a cualquier
ducción, del tráfico intracelular o en el canal del ión edad y también de forma atípica. Las manifestacio-
de su acción transportadora de cloro. El resultado final nes más sobresalientes que sugieren el diagnóstico de
es el mismo con todas las mutaciones: la imposibi- la enfermedad están expresadas en la Tabla I.
lidad de transportar cloruro que conlleva una secre- La afectación digestiva es prácticamente total y
ción insuficiente de líquido con una inadecuada hidra- se alteran las tres funciones principales: digestión,
tación de macromoléculas y la alteración de las pro- absorción y motilidad, siendo la malabsorción el sín-
piedades fisicoquímicas de las secreciones de los órga- toma capital. Entre las manifestaciones digestivas más
nos afectados. Las macromoléculas se precipitan y se frecuentes se encuentran el íleo meconial que apare-
78 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
TABLA II. Presentación clínica de la fibrosis TABLA III. Situaciones en las que se debe
quística en el adulto. realizar un test del sudor.
nibles por esta vía y al elevado índice de resistencias si con ello se consigue mejoría clínica o funcional. Se
que ocasiona su utilización continuada. Si el S. aureus deben utilizar antes de la fisioterapia para favorecer
o el H. influenzae colonizan las vías respiratorias, ade- la eliminación de las secreciones y antes de la admi-
más de la P. aeruginosa, deben añadirse fármacos que nistración de antibióticos inhalados. Pueden ser
cubran estos gérmenes o sustituir alguno de los inicia- especialmente beneficiosos en los pacientes atópicos
les por otro que sea activo frente a ellos. Los antibió- y en aquellos con síntomas sugestivos de hiperreac-
ticos i.v. no necesitan administrarse necesariamente tividad bronquial. Los anticolinérgicos parecen ser
en el hospital, por lo que en muchas ocasiones, cuan- igual de eficaces que los β-agonistas en la producción
do el estado clínico del paciente y las circunstancias de broncodilatación aunque no existen estudios con-
socioculturales lo permiten, el tratamiento puede hacer- cluyentes al respecto.
se en domicilio, que reduce el número de ingresos y
mejora notablemente la calidad de vida. En los enfer- 3) Agentes que alteran las propiedades del
mos que precisan frecuentes ciclos es recomendable esputo
colocar vías centrales de acceso periférico, que ofre- Mucolíticos, DN-asa y suero salino hipertóni-
cen comodidad con riesgo mínimo de complicaciones. co: Las terapias mucolíticas tradicionales, como la N-
Tanto el tratamiento oral como el inhalado se uti- acetilcisteína, no se han demostrado útiles. En los últi-
lizan en exacerbaciones leves o moderadas, entendien- mos años se ha comercializado la DN-asa recombi-
do por ellas las que cursan con aumento de tos y volu- nante humana, fármaco que reduce la viscoelastici-
men de expectoración sin un cambio significativo de dad del esputo al hidrolizar el DNA extracelular libe-
la función pulmonar. Son pocos los fármacos dispo- rado por los polimorfonucleares y las bacterias, la
nibles por vía oral frente a la P. aeruginosa y los más mayoría de los estudios sugieren que puede ser útil
empleados son las quinolonas (ciprofloxacino, moxi- en algunos pacientes con afectación pulmonar mode-
floxacino...) y menos frecuentemente el sulfametoxazol- rada, enlenteciendo el deterioro de la función pulmo-
trimetoprim y cloramfenicol. El principal problema que nar. El suero salino hipertónico al 7% inhalado, para
presenta el ciprofloxacino es la rápida generación de crear un ambiente hiperosmolar y aumentar el líqui-
resistencias a las 3 o 4 semanas de tratamiento, aunque do pericelular, es una alternativa que se emplea cada
suelen recuperar la sensibilidad de forma posterior. No vez con mayor frecuencia.
se ha demostrado la efectividad del tratamiento de man-
tenimiento con antibioterapia oral para prevenir o retra- 4) Fármacos antiinflamatorios
sar el deterioro de la función respiratoria, existiendo La terapia antiinflamatoria debería ser teórica-
dudas razonables de que pueda producir cambios en la mente útil en prevenir el deterioro de la función pul-
flora respiratoria normal, favoreciendo la emergencia monar ya que las vías aéreas presentan una gran infla-
de patógenos multirresistentes. La indicación principal mación como respuesta a la infección bacteriana per-
de los antibióticos inhalados es la terapia de manteni- sistente. Los corticoides orales se han demostrado úti-
miento y se piensa que también pueden jugar papel en les pero su uso no se contempla en la actualidad debi-
el tratamiento de las exacerbaciones leves y modera- do a sus efectos secundarios indeseables y su utilidad
das, aunque no existen estudios publicados que lo por vía inhalada está en estudio. El ibuprofeno ha sido
garanticen, los más empleados son la colimicina y la también utilizado y en los últimos años. Se ha demos-
tobramicina que se administran nebulizados. La mayo- trado la eficacia de la azitromicina, y de fármacos,
ría de los estudios no demuestran un beneficio clínico como las estatinas y el metotrexate, en la reducción
significativo cuando se añaden los antibióticos aeroso- del número e intensidad de las exacerbaciones res-
lizados al tratamiento i.v. estándar. piratorias.
altas concentraciones de bacterias, citocinas y pro- de no conseguir controlar la esteatorrea puede ser nece-
ductos bacterianos. Puede realizarse por diferentes sario recurrir a estrategias adicionales para disminuir
métodos como el tradicional de percusión del tórax, la acidez gástrica o aumentar la alcalinización duode-
el ejercicio físico, la utilización de dispositivos mecá- nal o actuar sobre las sales biliares. Además, dado que
nicos como el “flutter” y técnicas específicas de res- la esteatorrea puede producir un déficit de vitaminas
piración o de tos, no existiendo estudios concluyen- liposolubles se deben administrar éstas, fun-
tes sobre qué sistema es más eficaz. Se debe comen- damentalmente A (5.000-10.000 U /día), D (400-800
zar lo más precozmente posible aunque la afectación U /día) y E (50-200 U /día), siendo menores las nece-
pulmonar sea leve y es fundamental concienciar al sidades de vitamina K, salvo en los casos de coles-
paciente y familia para que se convierta en hábito tasis, infecciones y toma frecuente de antibióticos. La
de vida. El ejercicio físico desempeña un papel pri- dosificación, no obstante, debe adecuarse indivi-
mordial, favorece la limpieza de las vías aéreas, mejo- dualmente de acuerdo a los niveles séricos de cada
ra los parámetros cardiovasculares y proporciona bien- vitamina.
estar psicológico.
2) Otras medidas
Manejo de la afectación digestiva La enfermedad hepática es tratada habitualmen-
1) Suplementación enzimática te con ácido ursodeoxicólico para fluidificar la bilis
La IP requiere suplementación enzimática para y evitar, o al menos enlentecer, la progresión a cirro-
conseguir las mínimas pérdidas fecales de grasas, vita- sis. Las complicaciones derivadas de la hipertensión
minas, proteínas y ácidos biliares, mejorando así la portal se tratarán según los procedimientos habitua-
digestión y la absorción de alimentos y vitaminas lipo- les y el trasplante se indicará cuando exista una insu-
solubles. Deben administrarse extractos pancreáticos ficiencia hepática terminal. La prevención del SOID
gastroprotegidos que evitan la inactivación de las enzi- se basa fundamentalmente en optimizar la suplementa-
mas por la secreción clorhidropéptica del estómago, ción enzimática y regular el hábito intestinal y en caso
siendo preciso conseguir la dosificación adecuada, sin de producirse, en la utilización de soluciones de lava-
olvidar la importancia que tiene tomarlos en el do con polietilenglicol.
momento y forma adecuados.
El Comité de Consenso de la Fundación Ameri- 3) Tratamiento nutricional
cana de FQ indicó las siguientes recomendaciones Mantener un estado nutricional adecuado es pilar
para la administración de enzimas pancreáticos: fundamental del tratamiento ya que la nutrición reper-
– 500-2.500 unidades de lipasa /kg de peso y comi- cute en la calidad de vida y en la supervivencia. Des-
da o de el momento del diagnóstico debe prevenirse la mal-
– < 10.000 unidades de lipasa por / kg de peso y nutrición, no sólo clínica sino subclínica, iniciando
día o con énfasis la educación nutricional de los padres y
– < 4.000 unidades de lipasa por gramo de grasa de pacientes y asegurando una ingesta adecuada para
la dieta. lograr un balance positivo de energía en todo momen-
Se recomienda que con los aperitivos o snacks se to, tanto en los períodos de remisión como en las exa-
administre la mitad de la dosis calculada para las comi- cerbaciones.
das principales. En cualquier caso, la dosificación En los pacientes con FQ existen múltiples cau-
debe ajustarse siempre de forma individualizada en sas que favorecen un balance energético negativo: fac-
cada paciente, según el grado de esteatorrea y según tores genéticos, ingesta disminuida, pérdidas aumen-
la ingesta alimentaria y nunca debe sobrepasarse la tadas, aumento del gasto energético, inflamación tisu-
dosis de 10.000 unidades de lipasa/kg/día. Una lar mantenida e infección crónica con exacerbaciones
dosificación adecuada permite una dieta sin restric- frecuentes. Muchos tienen un adecuado estado nutri-
ciones, variada y con el aporte energético necesario tivo que se va deteriorando lentamente de forma poco
para cubrir todas las necesidades del paciente. En caso evidente, ya que es frecuente que durante las sucesi-
Fibrosis quística 83
vas exacerbaciones infecciosas haya períodos cortos, deficiente con disminución de la velocidad de creci-
pero repetidos, de ingestas deficitarias que coinciden miento-. Deben indicarse de forma individualizada,
además con un gasto energético particularmente ele- administrándolos dos o tres veces al día por boca o en
vado y por ello resulta fundamental ser conscientes forma de nutrición enteral nocturna por sonda naso-
de esta situación y prestar especial atención a la recu- gástrica o a través de gastrostomía cuando se prevea
peración nutricional durante y después de las reagudi- que la suplementación va a ser necesaria durante lar-
zaciones. Lo deseable es que el niño y el adulto pue- go tiempo. Una pauta orientativa puede ser: para niños
dan satisfacer sus necesidades nutricionales con una de 1 a 3 años de 200 a 400 calorías al día; de 3 a 8
dieta normal, equilibrada, variada, agradable y ade- años de 400 a 800 calorías al día y de 8 años en ade-
cuada para su edad y como suelen estar aumentadas lante de 400 a 1.000 calorías al día. La utilización
es importante instruir a padres, cuidadores y pacien- de suplementos es una práctica habitual y existen nu-
tes en el conocimiento del aporte calórico de los dis- merosos preparados comerciales que pueden usarse
tintos alimentos, para que puedan ingerir de forma tanto en niños como en adultos.
espontánea alimentos apetecibles y suplementos caló-
ricos de forma natural. Nuevas estrategias terapéuticas
En todos los casos, el aporte de calorías debe ser En los últimos años se trabaja en nuevos antibió-
elevado, del 110 al 200% de las recomendaciones ticos inhalados, enzimas pancreáticos y se encuentran
de ingesta diaria de las personas normales, con una en fase de estudio nuevas alternativas como el trata-
distribución de macronutrientes aproximada en for- miento génico con la incorporación de genes que per-
ma de 15-20% de la energía recomendada como pro- mitan la síntesis de un CFTR funcionante, el trata-
teínas, 40-48% como carbohidratos y 30-35% como miento molecular diseñado específicamente según el
grasa. Se debe evitar las restricciones de grasas que tipo de mutación o tratamientos con sustancias para
hacen la dieta menos calórica y menos agradable y la aumentar el rendimiento de los otros transportadores
tendencia actual es ofrecer dietas con aportes eleva- de iones. La inyección intracitoplasmática de esper-
dos que aumentan la cantidad de calorías, mejoran el ma (ICSI, por sus siglas en inglés) suele indicarse para
sabor de los menús y aportan triglicéridos de cadena revertir la infertilidad en hombres con FQ.
larga y ácidos grasos esenciales.
Un grupo de expertos, a petición de la Fundación BIBLIOGRAFÍA
Americana de FQ, clasificó a los pacientes en cinco 1. BalfourLynn IM. Cystic fibrosis papers of the year
categorías según sus necesidades de aporte nutricio- 2007. J R Soc Med 2008; 101: suppl 1: S10-4.
nal y propuso líneas de actuación concretas para cada 2. Castellani C, Cuppens H, Macek JrM, et al. Consen-
grupo. sus on the use and interpretation of cystic fibrosis muta-
Suplementos nutricionales: Las indicaciones tion analysis in clinical practice. Journal of Cystic Fibro-
para su empleo precisan una valoración individual de sis 2008; 7: 179-96.
cada paciente. En general, pueden estar indicados 3. Donaldson SH. Hydrator Therapies for Cystic Fibro-
cuando sea necesario conseguir mayores aportes caló- sis Lung Disease. Pediatric Pulmonology 2008; 43:
S18-S23.
ricos que los que el paciente es capaz de ingerir con
la alimentación natural. Los suplementos líquidos sue- 4. Flume PA. A Role for Aerosolized Antibiotics. Pedia-
tric Pulmonology 2008; 43: S29-S34.
len aportar de 1 a 2 calorías por ml, lo que permite
proporcionar en un pequeño volumen muchas calorí- 5. Garber E, Desai M, Zhou J et al. and the CF Infection
Control Study Consortium. Barriers to Adherence to
as. Existen también presentaciones sólidas en forma Cystic Fibrosis Infection Control Guidelines. Pediatric
de barritas con buen sabor y de gran densidad ener- Pulmonology 2008; 43: 900-7.
gética. Los suplementos deben valorarse en pacien- 6. Gooding I, Westaby D. Gastrointestinal diseases in CF.
tes con infecciones frecuentes, cuando hay insuficien- In: Margaret Hodson, Duncan Geddes, Andrew Bush
cia respiratoria, en los fracasos del desarrollo con per- (edits).Textbook of Cystic Fibrosis, 3th ed: London,
centiles inferiores al P15 y en los casos de nutrición Hodder Arnold; 2007: 209-24.
84 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
7. Mishra A, Greaves R, Smith K et al. Diagnosis of Cystic management of children and adults with cystic fibro-
Fibrosis by Sweat Testing: AgeSpecific Reference Inter- sis and pancreatic insufficiency: Results of systematic
vals. J Pediatr 2008; 153: 758-63. review- J Am Diet Assic 2008; 108: 832-9.
8. Strausbaugh SD, Davis PB. Cystic Fibrosis: A Review 10. Watson H, Bilton D, Truby H. A Randomized Con-
of Epidemiology and Pathobiology. Clin Chest Me trolled Trial of a New Behavioral HomeBased Nutri-
2007; 28: 279-88. tion Education Program, “Eat Well with CF,” in Adults
9. Starlling VA, Stark LJ, Robinson KA et al. Evidence- with Cystic Fibrosis. J Am Diet Assoc. 2008; 108: 847-
based practice recommendations for nutrition related 852.
Gastritis. Ulcus gástrico y duodenal
10 Mª Luz Cilleruelo Pascual1, Sonia Fernández Fernández2
Hospital Puerta de Hierro. Majadahonda. Madrid. 2Hospital Severo Ochoa. Leganés.
1
Madrid.
K+ K+ K+
ATPasa Na+/K+
Na+ Na+ H2O ATPasa H+/K+
H+
H+ H+
COH3– OH–
Anhidrasa
carbónica
Cl– Cl– Cl–
ros meses de vida, independientemente de la edad de el episodio inicial, el 90% de los afectados manifies-
gestación, alcanzando los niveles del adulto a los 4-6 tan dolor abdominal, el 37% melena, el 10% vómitos
meses de edad. La úlcera duodenal se asocia, con y el 5% hematemesis. Sólo en el 7% de los casos de
mayor frecuencia que la gástrica, a un aumento en dolor abdominal de tipo funcional los síntomas
la producción de ácido. No obstante, la hipersecre- despiertan al niño durante la noche mientras que esto
ción de ácido por si sola no es previsible que cause ocurre en el 60% de los afectos de úlcera péptica. Hay
ulceración, salvo en los raros casos de síndrome de que diferenciar entre el despertar nocturno y la difi-
Zollinger-Ellison, cultad en conciliar el sueño, que es más característi-
co del dolor abdominal de origen funcional.
CLÍNICA En general, los síntomas de la enfermedad pép-
El dolor epigástrico recurrente es el síntoma carac- tica pueden englobarse en el término dispepsia, defi-
terístico de la enfermedad úlcero-péptica y en muchos nida como un síndrome de síntomas no específicos,
casos existe una historia familiar de enfermedad ulce- continuos o intermitentes, relacionados con el tracto
rosa. En niños mayores de 10 años los síntomas son digestivo superior. En la valoración del paciente dis-
similares a los del adulto, sin embargo, el niño peque- péptico es importante realizar una adecuada historia
ño es incapaz de localizar el dolor y puede presentar- clínica con una cuidadosa encuesta dietética, en la que
se con anorexia e irritabilidad, sobre todo durante las pueden identificarse alimentos que empeoran o des-
comidas, e incluso hemorragia digestiva. Los sínto- encadenan los síntomas. Debe interrogarse acerca de
mas suelen ser episódicos repitiéndose cíclicamente la ingesta de medicaciones potencialmente ulcerogé-
con periodos de remisión de semanas o meses. En las nicas y, asimismo, es útil tener en cuenta si la admi-
series de niños con ulcus duodenal se estima que, en nistración de fármacos que inhiben la secreción áci-
Gastritis. Ulcus gástrico y duodenal 87
Para el estudio histopatológico deben tomarse biop- con epigastralgia recurrente. La primoinfección por
sias de la lesión y/o de la mucosa que la rodea. Se re- H. pylori, aunque raramente diagnosticada, se adquie-
comienda extraer al menos dos biopsias de antro gás- re en la infancia dando lugar a una gastritis aguda que
trico, localización que proporciona la máxima efica- cursa con hipoclorhidria y un periodo transitorio de
cia diagnóstica en el niño, aunque también pueden síntomas dispépticos. Después de un intervalo de
obtenerse de la unión entre el antro y cuerpo (mayor semanas se desarrolla una gastritis crónica, con o sin
frecuencia de localización de metaplasia), el cuerpo infiltrado de neutrófilos, que es de predominio antral.
gástrico y el cardias. La acidez gástrica retorna a la normalidad y la gastri-
En la gastritis se observa un infiltrado inflamato- tis sigue un curso asintomático en la mayoría de los
rio crónico de linfocitos, monocitos y células plasmá- casos. La evolución posterior es muy variable y depen-
ticas, acompañado o no de neutrófilos, que marcan el de de factores tanto de la bacteria como del hués-
grado de actividad de la inflamación. Asimismo, pue- ped. Los pacientes con gastritis de predominio antral
den encontarse folículos linfoides muy sugestivos de presentan una mayor producción de ácido y tienen
infección por H. pylori. La atrofia gástrica se define riesgo de desarrollar úlcera duodenal. Por el contra-
como la pérdida de las glándulas de la mucosa que rio, los pacientes con gastritis de predominio en cuer-
son reemplazadas por tejido fibroso o por células po gástrico producen menos ácido, lo que les pre-
metaplásicas intestinales. Debe distinguirse de la dispone al desarrollo de úlcera gástrica. En este caso,
“pseudoatrofia” que se produce cuando existe un inten- y en un porcentaje bajo de individuos, puede desarro-
so infiltrado inflamatorio y edema que presiona las llarse atrofia gastrica, metaplasia intestinal, displasia
glándulas, hallazgos reversibles cuando cede la infla- y, finalmente, carcinoma gástrico. Desde el punto
mación. La atrofia gástrica, aunque infrecuente, pue- de vista endoscópico, en la gastritis por H. pylori es
de encontrarse en el niño sobre todo asociada a la característica la existencia de nodularidad en el antro
infección por H. pylori. Se recomienda un seguimien- gástrico que puede persistir meses o incluso años tras
to prolongado de estos pacientes dado que no se cono- la erradicación del germen.
ce su evolución en el paciente pediátrico. Existen úlceras H. pylori negativas cuya causa es
Aunque la erradicación del H. pylori da lugar a desconocida por lo que también se denominan idio-
la curación de la gastritis, la asociación entre gastri- páticas. El carácter diferencial respecto a las anterio-
tis por H. pylori y epigastralgia recurrente es muy res es que no se observa nodularidad, la gastritis está
débil. Por este motivo, los comités de expertos no prácticamente ausente y con cierta frecuencia se pre-
aconsejan la búsqueda rutinaria de la infección por H. sentan en forma de hemorragia digestiva.
pylori mediante métodos diagnósticos no invasivos Las enfermedades en las que se produce una
(serología, test del aliento con urea C13, antígeno de hipersecreción ácida son infrecuentes en los niños.
H. pylori en heces). Si los síntomas del niño son lo Los ejemplos de estas situaciones se enumeran en la
suficientemente importantes como para sospechar Tabla I.
enfermedad orgánica, el paciente debe remitirse para
completar el estudio, dentro del cual se valorará la Enfermedad úlcero-péptica secundaria
realización de una gastroscopia. Ocurren en presencia de factores ulcerogénicos
identificables, diferentes a la existencia del H. pylo-
CLASIFICACIÓN ri. Suelen ser de carácter agudo y la localización es
Enfermedad úlcero-péptica primaria más frecuente en estómago que en duodeno. Un lis-
La localización más frecuente de este tipo de úlce- tado de sus causas se enumera en la Tabla II.
ras es el duodeno y asocian una gastritis crónica. Den- La aspirina y los AINES causan lesión directa de
tro de ellas se consideran las producidas por el H. pylo- la mucosa gástrica pero también, y lo que es clínica-
ri. El H. pylori es una bacteria espiral, flagelada, Gram mente más relevante dado que por vía parenteral pro-
negativa que causa la mayoría de las gastritis en- ducen los mismos efectos, van a alterar los mecanis-
contradas en la valoración endoscópica de los niños mos protectores a través de una disminución en la
Gastritis. Ulcus gástrico y duodenal 89
TABLA II. Diagnóstico diferencial de la dispepsia. comidas y antes de acostarse. Dadas las múltiples dosis
diarias que se precisan para que estos fármacos sean
Dispepsia funcional eficaces, el cumplimiento del tratamiento es, a nivel
práctico, muy difícil, por lo que se usan para el alivio
Dispepsia orgánica: temporal de los síntomas. Habitualmente estos fárma-
– Enfermedad úlcero-péptica cos combinan las sales de aluminio y magnesio para
– Reflujo gastroesofágico
disminuir los efectos secundarios de estreñimiento y
– Enfermedad de la mucosa gastroduodenal:
enfermedad de Crohn, gastritis eosinofílica diarrea respectivamente que poseen estas sustancias.
– Alteraciones de la motilidad gastroduodenal Los antagonistas de los receptores H2 compiten
– Pancreatitis con la acción de la histamina de forma muy selectiva
– Colecistitis y reversible. El más utilizado es la ranitidina. En el
– Colelitiasis niño pequeño la ranitidina puede administrarse en for-
– Alteraciones de la motilidad: gastroparesia, ma de comprimidos efervescentes o como fórmula
pseudoobstrucción, disquinesia biliar magistral a concentración de 15 ó 20 mg por mililitro.
Su mayor inconveniente es el desarrollo de taquifila-
xia con el uso prolongado. No tiene efecto sobre el H.
secreción de bicarbonato. Ambos fármacos causan pylori por lo que puede retirarse 48 horas antes de la
daño microvascular y retrasan la cicatrización del epi- realización de los test dirigidos a su diagnóstico.
telio. El principal motivo de preocupación es el uso Los IBP actúan inhibiendo irreversiblemente la
prolongado de AINES. Aunque el ácido no parece vía final común de la formación de ácido. Son los anti-
jugar un papel directo en el desarrollo de la ulcera- secretores más potentes y su uso no genera toleran-
ción, la supresión ácida con inhibidores de la bomba cia. Para ejercer su acción precisan que las bombas
de protones (IBP) reduce el riesgo de ulceración y de protones estén activas, por lo que deben
sangrado en estos casos. Asimismo, se recomienda la administrarse 30 minutos antes del desayuno. Consi-
erradicación del H. pylori en niños que precisen tra- guen un efecto estable el tercer día del tratamiento,
tamiento con AINES a elevadas dosis o a largo pla- observándose siempre un pH gástrico más elevado
zo. Otras drogas capaces de producir lesiones gás- durante el día que durante la noche. Incluso cuando
tricas son el ácido valproico, dexametasona, agentes se administra una segunda dosis antes de la cena, no
quimioterápicos, el cloruro potásico, hierro, cisteami- se puede evitar el descenso del pH nocturno debido a
na (utilizada en el tratamiento de la cistinosis), tra- la producción de una secreción muy ácida, aunque de
tamiento prolongado con flúor y el alcohol. escaso volumen.
La llamada gastropatía traumática o por prolap- La mayoría de los estudios con IBP están reali-
so se produce durante episodios de náuseas y vómi- zados en niños con enfermedad por reflujo gastroe-
tos intensos o repetidos que ocasionan una hemorra- sofágico, sin embargo, en la práctica, son utilizados
gia subepitelial en el fundus y parte proximal del cuer- en otros trastornos ulceropépticos.
po gástrico. Al mismo tiempo se producen erosiones Los principales fármacos de este grupo son el
en la unión gastroesofágica, el llamado Síndrome de omeprazol, pantoprazol, lansoprazol y esomeprazol.
Mallory-Weiss. Aunque estas situaciones tienden a Cada uno de estos fármacos ha ido mejorando el per-
resolverse de forma rápida pueden causar una pérdi- fil de eficacia antisecretora. Las cápsulas tienen una
da de sangre significativa. cubierta que se deshace en el pH ácido del estóma-
go donde se liberan los gránulos que hay en su inte-
TRATAMIENTO rior. Estos gránulos tienen una cubierta resistente al
Disminución de los factores agresivos: ácido y cuando llegan a las porciones proximales del
Neutralización ácida intestino, con un pH más alcalino, se libera el profár-
Los antiácidos están indicados en niños de cual- maco y se absorbe. Si el niño no es capaz de tragar la
quier edad a 0,5 ml/kg/dosis una y tres horas tras las cápsula es necesario abrirla y los gránulos deben ser
90 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
farmacocinética en niños de 1 a 17 años fue similar a la del adulto a las dosis indicadas en la tabla. 3Pantoprazol: Existen
pocos estudios en la edad pediátrica. 4Esomeprazol: Aprobado en niños mayores de un año.
ingeridos sin masticar en un vehículo ácido, como Su uso prolongado o a elevadas dosis puede causar
el yogur o zumo de fruta. Si no se administra de esta hiperplasia de las células parietales que desaparece a
manera, la cubierta de los gránulos se disolverá en las semanas de la interrupción del tratamiento.
el pH prácticamente neutro del esófago y el fármaco Los nuevos IBP en desarrollo no precisarán para
será destruido en el estómago. Existe la posibilidad ejercer su acción que las bombas de protones estén acti-
de reconstituirlos de forma líquida en una solución de vas, por lo que conseguirán una completa inhibición
bicarbonato sódico al 8,4%. Sin embargo, un estudio de la secreción desde el primer día del tratamiento.
reciente ha puesto en entredicho la biodisponibilidad
del omeprazol administrado de esta manera. Otra alter- Mejora de los factores defensivos: Agentes
nativa es el uso de las formas flas (bucodispersables) citoprotectores
y los comprimidos gastrorresistentes (mups: multiple El sucralfato forma un gel pegajoso que se adhie-
unit pellet system) que pueden disolverse en agua o re a las proteínas de la mucosa lesionada; de esta for-
zumos de frutas (Tabla III). ma la protege al mismo tiempo que aumenta el flujo
Esomeprazol está aprobado en España para el tra- sanguíneo y la producción de moco y bicarbonato. No
tamiento de la ERGE en niños a partir de 1 año. sólo actúa a nivel del pH ácido del estómago sino tam-
Hasta el momento actual no se han descrito casos bién, y de forma eficaz, en esófago y duodeno. Debe
de atrofia gástrica atribuible a la utilización de IBP. tomarse con el estómago vacío y evitarse la ingestión
Gastritis. Ulcus gástrico y duodenal 91
de leche y antiácidos ya que se une a ellos y se neu- 2. Bourke B, Ceponis P, Chiba N, Czinn S, Ferraro R, Fis-
tralizaría su efecto. Esta afinidad hace que pueda alte- chbach L et al. Canadian Helicobacter Study Group
rarse la absorción de otras sustancias como la digo- Consensus Conference: Update on the approach to the
xina, ciprofloxacino, fenitoína, ranitidina y vitaminas Helicobacter pylori infection in children and
adolescentsan evidencebased evaluation. Canadian J
liposolubles. Está contraindicado en niños con insu- Gastroenterol 2005; 19: 399-408.
ficiencia renal.
3. Chelimsky G, Czinn S. Peptic ulcer disease in children.
Pediatrics in Review 2001; 22: 349-354.
Disminución de los factores agresivos y mejora
4. Croxtall JD, Perry CM, Keating GM. Esomeprazole in
de los factores defensivos: Erradicación del H. gastroesophageal reflux disease in children and ado-
pylori lescents. Pediatr Drugs 2008; 10: 199-205.
Debe efectuarse un tratamiento erradicador en 5. Croom KF, Scott LJ. Lansoprazole in the treatment
pacientes con úlcera por H. pylori. En el caso de gastri- of gastroesophageal reflux disease in children and ado-
tis sin úlcera, puede ofrecerse el tratamiento, informan- lescents. Drugs 2005; 65: 2129-2135.
do al paciente y a su familia que la desaparición del gér- 6. Dohil R, Hassall E. Gastritis, gastropathy and ulcer
men, y la consiguiente curación de la gastritis, no con- disease. R.Wyllie and JS Hyams Ed. Pediatric Gastroin-
llevan necesariamente la resolución de los síntomas. testinal and Liver Disease, 2006; 373-407.
El tratamiento recomendado para la erradicación 7. Hassall E, Kerr W, ElSerag HB. Characteristics of chil-
del H. pylori es la triple terapia. Consiste en un fárma- dren receiving proton pump inhibitors continuously
co que neutraliza la acidez gástrica, como el subcitra- for up to 11 years duration. J Pediatr 2007; 150: 262-
267.
to de bismuto o un IBP, y dos antibióticos, la amoxicili-
na y el metronidazol o la claritromicina en pautas de 8. Litalien C, Théorêêt Y, Faure C. Pharmacokinetics of
proton pump inhibitors in children. Clin Pharmacoki-
10 a 14 días. El fracaso del tratamiento se relaciona
net 2005; 44: 441466.
con la falta de cumplimiento y, sobre todo, con las
9. Rowland M, Bourke B, Drumm B. Gastritis and pep-
resistencias antibióticas. En nuestro medio, la resis- tic ulcer disease. Walker, Durie, Hamilton, Walker-
tencia al metronidazol es elevada, pero lo es aún más Smith, Watkins Ed. Pediatric Gastrointestinal Disease,
a la claritromicina, lo que limita enormemente su uso. 2000; 383-404.
10. Sachs G, Shin JM, Vagin O, Lambrecht N, Yakubov I,
BIBLIOGRAFÍA Munson K. The gastric H, K ATPase as a drug target.
1. Blecker U, Gold BD. Gastritis and peptic ulcer disea- Past, present and future. J Clin Gastroenterol 2007; 41:
se in childhood. Eur J Pediatr 1999; 158: 141-146. S226-S242.
Infección por Helicobacter pylori en niños
11 Mª José Martínez Gómez, Mayra Perdomo Giraldi
Hospital Universitario Niño Jesús. Madrid
DEFINICIÓN CLÍNICA
Helicobacter pylori (H. pylori) es un bacilo gram El dolor abdominal, generalmente de localización
negativo capaz de producir diversos trastornos y espe- epigástrica y con menos frecuencia periumbilical,
cialmente patología digestiva en la población gene- constituye el motivo de consulta habitual. Puede acom-
ral. La infección por H. pylori en los niños puede dar pañarse de vómitos en aproximadamente la tercera
lugar a gastritis crónica y con menos frecuencia a úlce- parte de los niños y, en menor proporción, de anore-
ra gástrica y duodenal, aunque en menor proporción xia con pérdida de peso, pirosis y sensación de pleni-
que en el adulto. tud postprandial.
La infección se ha relacionado también con talla
EPIDEMIOLOGÍA baja y retraso puberal en niñas preadolescentes, con
H. pylori es una de las causas más frecuentes de urticaria crónica y con púrpura trombocitopénica idio-
infección bacteriana crónica. Afecta a la población mun- pática, sin que hasta el momento se hayan podido
dial y a todas las edades. En países desarrollados la demostrar los mecanismos implicados en estos casos.
infección es excepcional en el primer año de vida, baja Tanto en adultos como en niños infectados por
en la infancia y aumenta posteriormente con la edad. H. pylori se ha detectado una mayor prevalencia de
En países en vías de desarrollo la prevalencia ya es alta anemia ferropénica, por lo que se recomienda la inves-
al final del primer año de vida y puede afectar a la mayor tigación de infección por H. pylori en todos aque-
parte de la población al final de la adolescencia. llos pacientes con anemia de causa desconocida refrac-
Se ha observado que la colonización por H. pylo- taria al tratamiento con ferroterapia oral.
ri depende de diversos factores como la virulencia La prevalencia de determinados factores de pato-
del microorganismo, la susceptibilidad del huésped genicidad, como la citoxina asociada al gen caga
y condicionantes ambientales como el nivel socioe- (cagA) y la toxina vacuolizante asociada al gen vaca
conómico. (vacA), relacionados con la aparición de úlcera y cán-
Las posibles vías de transmisión son: cer gástrico en adultos, es significativamente menor
– De persona a persona: hay mayor incidencia de en los niños y aumenta proporcionalmente con la edad,
infección por Hp en niños cuya madre o padre lo que explica la menor incidencia de úlcera péptica
están infectados en la población pediátrica.
– Fecal-oral: se ha demostrado una alta incidencia
en poblaciones en vías de desarrollo. MÉTODOS DIAGNÓSTICOS
– Oral-oral: se ha aislado H. pylori de la saliva y Ante unos síntomas sugestivos de patología orgá-
de la placa dental, lo que podría sugerir que la nica asociada a H. pylori se pueden realizar diversos
cavidad bucal sea un reservorio natural de la bac- estudios para confirmar la sospecha clínica y orientar
teria. el tratamiento.
En nuestro medio la tasa de prevalencia de H. La infección por H. pylori en niños puede cons-
pylori en niños sanos es de alrededor del 22%, simi- tatarse por técnicas no invasivas, como el test del alien-
lar a la de otros países de nuestro entorno geográfico. to con urea marcada con carbono 13 (C13), la detec-
94 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
ción de anticuerpos en suero, saliva y orina, y la deter- rentes métodos serológicos. Los más empleados son
minación de antígeno en heces. los que utilizan técnicas ELISAEIA, aunque otras téc-
Sin embargo, la endoscopia digestiva alta resul- nicas como el Inmunoblot permiten la identificación
ta imprescindible para determinar el tipo de enferme- de anticuerpos circulantes frente a proteínas cagA y
dad gastroduodenal producida por la bacteria, y para vacA como marcadores de virulencia de las cepas
la toma de muestras de biopsias que posibiliten el exa- de H. pylori .
men histológico, cultivo microbiológico, estudio de Aunque en adultos la serología tiene una sensi-
sensibilidad a antibióticos y, optativamente, test de bilidad superior al 90%, en niños por infección por
ureasa rápida. debajo de los 6 años no supera el 60%, lo que limita
su aplicación en esas edades como método diagnós-
Métodos no invasivos tico. Además, la disminución del título de anticuer-
Test del aliento con urea marcada (TAU) pos tras la erradicación es lenta y varía de unos indivi-
Este test se basa en la capacidad del H. pylori duos a otros, lo que también condiciona su uso como
de producir ureasa, una enzima extremadamente poten- método de control postratamiento. No obstante, es
te que hidroliza la urea administrada, liberándose CO2 innegable su utilidad en estudios epidemiológicos de
marcado que se excreta en la respiración. En niños es amplios grupos de población.
preferible usar como marcador la urea con C13 por ser La detección de anticuerpos de H. pylori en ori-
un isótopo natural no radiactivo que puede emplear- na mediante ELISA ofrece la misma fiabilidad que la
se sin riesgo de efectos secundarios. La prueba es muy serología, por lo que resulta igualmente útil y más
sencilla y puede realizarse en todas las edades inclu- práctico para estudios poblacionales a gran escala.
ídos los lactantes en los que se puede obtener la mues- Se han detectado también anticuerpos en otras
tra a través de mascarilla, aunque los resultados pue- muestras de obtención simple como la saliva y la pla-
den ser menos fiables en niños menores de 6 años. El ca dental, aunque en estos casos no está muy clara su
procedimiento consiste en la obtención de una mues- utilidad.
tra basal de aire espirado previo ayuno de al menos 6
horas. A continuación se administra una toma de urea Detección del antígeno fecal
C13 a dosis de 1,5-2 mg/kg de peso corporal (máximo La determinación del antígeno de H. pylori en las
75 mg). Con fines prácticos en la actualidad se reco- heces de los niños infectados utilizando técnicas con
mienda la administración de 50 mg de urea –C13 a los antígenos policlonales aportó inicialmente una sensi-
niños con peso igual o inferior a 35 kg, y de 100 mg bilidad y especificidad altas, entre 8090%, como méto-
a los que exceden ese peso. do diagnóstico y de control después del tratamiento.
Según la técnica de lectura utilizada el TAU se Sin embargo, en estudios posteriores los resultados
considera positivo cuando el resultado es igual o mayor obtenidos no han validado este procedimiento con
de 4 partes por mil (ppm) de exceso de C13 en el aire la misma fiabilidad.
espirado si la determinación es por espectrofotóme- Actualmente la aplicación de técnicas basadas en
tro de masas, y valores iguales o mayores de 2,5 ppm antígenos monoclonales ha aumentado significativa-
de C13 si es por espectrocolorimetría. mente la sensibilidad y especificidad en la detección
La prueba tiene una sensibilidad y especificidad del antígeno fecal del H. pylori.
para el diagnóstico de infección por H. pylori cerca-
nas al 100% y debe repetirse a las 4 semanas después PCR fecal
de finalizar el tratamiento, ya que es el método más Recientemente se han realizado estudios de detec-
fiable de seguimiento y control de la infección. ción del DNA del H. pylori en muestras de heces
mediante reacción de polimerasa en cadena (PCR)
Detección de anticuerpos que han demostrado su utilidad en el diagnóstico de
La respuesta inmunológica sistémica generada infección activa por H. pylori en edades pediátricas
por H. pylori permite su detección mediante dife- con una especificidad de 100% pero con una sensibi-
Infección por Helicobacter pylori en niños 95
TABLA I. Fármacos de uso frecuente en el tratamiento de la infección por Helicobacter pylori en niños.
lidad alrededor del 60% por lo que no sustituye al antí- do llegar a ser más sensible que otros procedi-
geno fecal como método de diagnóstico. mientos aplicados a las tomas de biopsia; identi-
fica mutaciones asociadas a resistencias antimi-
Métodos invasivos crobianas y hace posible estudios de virulencia
Endoscopia digestiva alta de la bacteria y de sensibilidad a antibióticos. De
La exploración endoscópica es el método más momento no es un método disponible de forma
sensible y específico para el diagnóstico de infección estandarizada.
por H. pylori. Esta técnica permite visualizar la muco-
sa gástrica, cuyo aspecto puede variar desde leve eri- TRATAMIENTO
tema a intensa nodularidad, característica de infec- Una vez diagnosticada la infección por H. pylo-
ción por H. pylori, mucho más frecuente en niños que ri, debe plantearse la posibilidad de tratamiento a todos
en adultos. En determinados casos, el hallazgo endos- aquellos pacientes que presenten síntomas gastroduo-
cópico corresponde a una úlcera duodenal y con menos denales y enfermedad ulcerosa. En los casos muy sin-
frecuencia, a un ulcus gástrico. tomáticos pero sin patología demostrada se debe valo-
La endoscopia además hace posible la toma de rar la conveniencia o no de tratar, ya que la medica-
muestras de biopsia para diferentes estudios: ción no está exenta de efectos secundarios y, por otro
– Test de ureasa rápida: Eventualmente se puede lado, no está indicada una terapia indiscriminada en
realizar en la misma sala de endoscopia y permi- todos los pacientes. La realización previa de cultivo
te detectar en pocos minutos la presencia de H. microbiológico y estudio de resistencias antibióticas
pylori en una muestra de mucosa gástrica obte- en las muestras de mucosa gástrica obtenidas a través
nida durante la exploración. de la endoscopia garantizan mayores probabilidades
– Examen histológico: En la mayoría de los casos, de curación.
revela la existencia de una gastritis antral super- El tratamiento ideal es aquel que consigue tasas
ficial, con menos intensidad en la respuesta de de erradicación superiores al 90%, con la menor dura-
neutrófilos como marcador de actividad y mayor ción posible para asegurar el cumplimiento, y con
proporción de gastritis linfocítica en compara- mínimos efectos secundarios. En niños, lo mismo que
ción con los adultos; la identificación del bacilo en adultos, se recomienda como primera línea de tra-
se consigue mediante la tinción de Giemsa. tamiento la triple terapia que consiste en administrar
– Cultivo microbiológico: Permite la identifica- de forma asociada dos antibióticos y un antisecretor,
ción de las diferentes cepas y la posibilidad de generalmente un inhibidor de la bomba de protones
investigar resistencias microbianas y detectar fac- (IBP) o sales de bismuto (B). Los fármacos de uso
tores de patogenicidad como cagA y vacA. más frecuente se resumen en la Tabla I.
– Reacción de polimerasa en cadena (PCR): La combinación de omeprazol, claritromicina y
Detecta el DNA del H. pylori en muestras de amoxicilina (OCA) que inicialmente permitía en los
mucosa gástrica con una alta especificidad pudien- niños unas tasas de erradicación en torno al 90%, ha
96 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
dejado de ser la terapia de primera elección debido al prazol, claritromicina y tinidazol otros 5 días más, con
aumento de resistencias microbianas frente a claritro- unas tasas de erradicación cercanas al 90%. De
micina, tras el uso frecuente de macrólidos en los últi- momento en nuestro medio se utiliza metronidazol en
mos años. lugar de tinidazol por permitir una mejor dosificación
En un estudio realizado en nuestro medio, la com- en la edad pediátrica.
binación de subcitrato de bismuto, amoxicilina y En los casos de infección persistente por H. pylo-
metronidazol (BAM) administrada durante 2 sema- ri, una tercera línea de tratamiento o terapia de res-
nas consiguió un 85% de erradicación de la bacte- cate con levofloxacino o rifabutin (derivado semisin-
ria, superior a la obtenida con la pauta de tratamien- tético de rifampicina) asociados con omeprazol y amo-
to con OCA durante el mismo período de tiempo. Asi- xicilina en triple terapia, está dando buenos resulta-
mismo los resultados obtenidos en numerosos hospi- dos en adultos pero su aplicación en niños tiene toda-
tales pediátricos europeos administrando triple tera- vía sus limitaciones y solo debe administrarse des-
pia con omeprazol o con bismuto asociados a dos pués de estudios de sensibilidad antimicrobiana.
antibióticos han demostrado mayor eficacia del bis- La elección de la pauta terapéutica más adecua-
muto frente al omeprazol. da debe hacerse teniendo en cuenta las tasas locales
En la actualidad se recomiendan pautas de tri- de resistencias antimicrobianas. En caso de no erra-
ple terapia que incluyan metronidazol y un segundo dicación, debe investigarse siempre el cumplimien-
antibiótico en combinación con un IBP o con subci- to terapéutico, hacer estudios de resistencias bacteria-
trato de bismuto (Tabla II). nas e instaurar el tratamiento según antibiograma (Fig.
La cuádruple terapia con bismuto asociado a 1).
omeprazol (o ranitidina en caso de mala tolerancia al Es conveniente que la medicación se administre
omeprazol), metronidazol y tetraciclina (BOMT) cons- después de las comidas, para que esté en contacto con
tituye la segunda opción terapéutica de elección y en el bacilo el mayor tiempo posible, a excepción del
algunos estudios se recomienda como tratamiento de subcitrato de bismuto, que puede recomendarse media
primera línea, pero debido a los efectos adversos de hora antes o después de la ingesta de alimentos, y del
la tetraciclina sobre el esmalte dentario, no está indi- omeprazol, que conviene darlo inmediatamente antes
cado en niños menores de 8 años, a los cuales se debe del desayuno, y en el caso de niños pequeños, mez-
administrar como segunda opción otra triple terapia clando el contenido de la cápsula con algún alimento
con dos antibióticos distintos a los previamente admi- ácido como zumo de fruta o yogur para mantener la
nistrados. integridad de los gránulos y garantizar su disolución
Recientemente los buenos resultados obtenidos y absorción a nivel intestinal.
con la terapia secuencial avalan su uso también como Existen discrepancias en cuanto a la duración del
opción de segunda línea en el manejo de la infección tratamiento y aunque en los niños infectados por H.
por H. pylori y consiste en dar omeprazol y amoxici- pylori se han obtenido buenas tasas de erradicación
lina durante 5 días y a continuación seguir con ome- con pautas de dos semanas, numerosos estudios euro-
Infección por Helicobacter pylori en niños 97
Si Hp + Si Hp –
Tratamiento
peos confirman la validez de pautas de tratamiento de miento coadyuvante junto con la triple terapia, ya que
una semana de duración. reducen los principales efectos adversos de la medica-
En los últimos años se está promoviendo el uso de ción (náuseas, diarrea, alteraciones del gusto) y por otro
probióticos como el Lactobacillus reuteri como trata- lado, pueden inhibir el crecimiento del helicobacter y
98 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
su adhesión al epitelio de las células gástricas, permi- 6. Egan BJ, Katicic M, O`Connor HJ, Morain CA. Treat-
tiendo unas tasas de erradicación más elevadas. ment of Helicobacter pylori. Helicobacter 2007; 12
(Suppl 1): 31-37
COMPLICACIONES 7. Falsafi T, Favaedi R, Mahjoub F, Najafi M. Applica-
Aunque no se ha reportado ningún caso de ade- tion of stoolPCR test for diagnosis of Helicobacter pylo-
ri infection in children. World J Gastroenterol 2009;
nocarcinoma gástrico asociado a H. pylori en eda-
15: 484-488.
des pediátricas, no cabe duda de que en estos pacien-
8. Gold B, Colleti R, Abbott M, et al. The North Ameri-
tes pueden desarrollarse a largo plazo lesiones pre-
can Society for Pediatric Gastroenterology and Nutri-
cancerosas, como atrofia y metaplasia de la mucosa tion. Helicobacter pylori infection in children: reco-
gástrica. En algunos niños infectados por la bacteria mendations for diagnosis and treatment. J Pediatr Gas-
existe además la predisposición para el desarrollo troenterol Nutr 2000; 31: 490-497.
de linfoma MALT (tejido linfoide asociado a muco- 9. Kato S, Ritsuno H, Ohnuma K, Iinyima K, Sugiyama
sa) a nivel gástrico. T, Aska M. Safety and eficacy of oneweek triple the-
rapy for eradicating Helicobacter pylori in children.
BIBLIOGRAFÍA Helicobacter 1998; 3: 278-282.
1. Alarcón T, Martínez MJ, Madruga D, Domingo D, 10. Kurugoglu S, Mihmanli I, Celkan T, Aki H, Aksoy H,
LopezBrea M. One week vs two weeks triple therapy Korman U. Radiological features in paediatric primary
in paediatrics patients: impact of treatment duration gastric MALT lymphoma and association with Helico-
and metronidazole resistance. Rev Esp Quimioter 2000; bacter pylori. Pediatr Radiol 2002; 32: 82-87.
13: 55. 11. LópezBrea M, Martínez MJ, Domingo D, Sánchez I,
2. Alarcón T, Martínez MJ, Urruzuno P, Cilleruelo ML, Alarcón T. Metronidazol resistance and virulence fac-
Madruga D, Sebastián M et al. Prevalence of CagA and tors in Helicobacter pylori as markers for treatment fai-
VacA Antibodies in children with Helicobacter pylori lure in a paediatric population. FEMS Inmunology Med
Associated peptic ulcer compared to prevalence in Microbiology 1999; 24: 183-188.
pediatric patients with active or nonactive chronic gas- 12. Malfertheiner P, Megraud F, O’Morain C, Bazzoli F,
tritis. Clin Diag Lab Inmunol 2000; 7: 842-844. ElOmar E, Graham D et al. Current concepts in the
3. Chey W, Wong B, and the Practice Parameters Com- management of Helicobacter pylori infection: the
mittee of the American College of Gastroenterology. Maastricht III Consensus Report. GUT 2007; 56: 772-
American College of Gastroenterology Guideline on 781.
the management of Helicobacter pylori infection. AM 13. Martínez Gómez MJ, Urruzuno P, Cilleruelo ML et al.
J Gastroenterol 2007; 102: 1808-1825 Test del aliento con UreaC13 en el diagnóstico de la
4. Daugule I, Rowland M. Helicobacter pylori infection infección por Helicobacter pylori en niños. Ann Esp
in children. Helicobacter 2008; 13(Suppl 1): 41-46. Pediatr 1995; supl. 69: 56-57.
5. Drumm B, Koletzko S, Oderda G. On behalf of the 14. MouradBaars P, Chong S. Helicobacter pylori infec-
European Paediatric Task Force on Helicobacter pylo- tion in Pediatrics. Helicobacter 2006; 11(Suppl. 1): 40-
ri. Helicobacter pylori infection in children: a con- 45
sensus statement. J Ped Gastroenterol Nutr 2000; 30: 15. Veres G, Pehlivanoglu E. Helicobacter infection in
207-213. Pediatrics. Helicobacter 2007; 12(Suppl 1): 38-44.
Hemorragia digestiva alta en el niño
12 Miguel Calabuig Sánchez1, Pedro Polo Martín2, Filiberto Ramírez Gurruchaga3
Hospital General Universitario. Valencia. 2CP Barrio Luz. Departamento de Salud 09.
1
TABLA II. Evaluación diagnóstica. Anamnesis. chocolate negro, diversos aditivos y colorantes ali-
mentarios, refrescos y fármacos como el bismuto,
– Edad rifampicina, ampicilina, carbón activado, hierro etc.
– Tos o epistaxis Todos ellos pueden conferir una coloración rojiza u
– Otros sintomas digestivos oscura a las heces o al vómito que pueden plantear
– Aspecto de la sangre emitida dudas con una hemorragia digestiva verdadera. La
colonización de las heces por serratia marcercens pue-
– Relación con las heces. Características de éstas
de originar una coloración rosada del pañal que pue-
– Ingestión de fármacos gastrolesivos o cuerpos de inducir a confusión con sangre. En caso de duda
extraños es de utilidad determinar a través de pruebas de labo-
– Ingestión de fármacos, alimentos, aditivos y ratorio la presencia de sangre verdadera en el conte-
colorantes alimentarios nido del vómito o las heces. Mención especial mere-
– Antecedentes de enfermedad digestiva o ce la presencia de sangre en el vómito o heces del
hepática, aguda o crónica recién nacido como consecuencia de la deglución de
– Síntomas extradigestivos sangre materna a su paso por el canal del parto o a tra-
– Antecedentes familiares vés de una fisura del pezón en el neonato amamanta-
do. La prueba de Apt-Downey se basa en la propie-
dad de la hemoglobina fetal, mayoritaria en el recién
casos la hemorragia será secundaria a una enfermedad nacido, de resistir, al contrario de lo que ocurre con
sistémica (trastornos hematológicos, septicemias, enfer- la hemoglobina adulta, a la desnaturalización alcali-
mos graves en UCIP, etc.). En el resto, habitualmen- na. Esta prueba nos permitirá diferenciar la sangre
te se comprueba la existencia de lesiones locales en el fetal de la sangre materna con facilidad y a la cabe-
tubo digestivo, siendo más frecuentes las lesiones a cera del paciente. El procedimiento consiste en enjua-
nivel distal (10%-20% hemorragia digestiva alta, 30%- gar la sábana o pañal manchado de sangre o una depo-
40% en intestino delgado, 50% en región colorrectal). sición muy sanguinolenta con agua abundante para
obtener una solución de hemoglobina con sobrena-
5. Valoración general del niño con hemorragia dante rosado bien diferenciado. Esta solución se cen-
digestiva trifuga y se decanta el sobrenadante. A 5 partes del
La evaluación de un niño con sospecha de sangra- sobrenadante se le añade una parte de hidróxido sódi-
do digestivo requiere una aproximación sistemática co 0,25 N. En 1-2 minutos cambia el color; si el color
mediante una anamnesis y exploración clínica regla- nuevo es amarillo parduzco (hemoglobina desnatura-
da que delimite: 1) Si se trata de un sangrado digesti- lizada por el álcali) la sangre es de origen materno y
vo verdadero o por el contrario de una falsa hemo- por el contrario si la coloración permanece rosada la
rragia o de un sangrado extradigestivo, 2) El grado de sangre procede del niño. Esta prueba no debe reali-
repercusión hemodinámica secundario a la pérdida zarse con sangre desnaturalizada (melena o sangre en
hemática, 3) El origen y la causa más probable del san- poso de café) ya que la oxihemoglobina ha sido con-
grado digestivo. El uso juicioso de técnicas comple- vertida a hematina y puede ser falsamente interpreta-
mentarias, cuya indicación vendrá guiada por los datos da como hemoglobina adulta.
de la anamnesis y exploración clínica, ayudará a deli-
mitar en muchos casos la etiología de la hemorragia Sangrado de origen extradigestivo
digestiva y el abordaje terapéutico más adecuado. Es una causa frecuente de falsas hemorragias
digestivas, como ocurre en caso de sangre deglutida
Falsas hemorragias cuyo origen puede estar en la boca (aftas, amigdali-
Entre las causas de falsa hemorragia se encuen- tis, gingivitis, traumatismo dental o mucoso) o en la
tran algunos alimentos como espinacas, remolacha, mucosa nasal (epistaxis). Se pueden manifestar como
tinta de cefalópodos, morcilla, dulces como regaliz o falsas hematemesis cuando la sangre deglutida es
102 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
vomitada o como melena cuando es expulsada por vía de inestabilidad hemodinámica consecuencia del san-
rectal. La exploración clínica cuidadosa buscando grado digestivo o de datos sugestivos de enfermedad
puntos sangrantes a nivel nasofaríngeo o de la muco- de base que justifique dicho sangrado
sa oral generalmente aclarará el origen del sangra-
do. Una hematuria o la menstruación pueden dar lugar Valoración hemodinámica
a confusión con hematoquecia. La estimación del volumen de las pérdidas valo-
rado por los datos aportados por la familia tiende a
HEMORRAGIA DIGESTIVA ALTA sobreestimar la gravedad de la hemorragia. Un buen
La hemorragia digestiva alta se origina como con- indicador de la cuantía de la misma es la frecuencia
secuencia del sangrado a nivel esofagogastroduode- y la calidad del pulso. El incremento ortostático de la
nal. Entre las causas principales de HDA se encuen- frecuencia cardiaca es señal de hipovolemia y persis-
tran las erosiones y/o úlceras de la mucosa y el san- tencia de la hemorragia. La hipotensión en el niño
grado secundario a varices esofagogástricas. Con pequeño es de aparición tardía y suele indicar perdi-
menor frecuencia la etiología radica en un trastorno da importante de volumen y mal pronóstico. La toma
generalizado de la coagulación, en tumores o en mal- de presión en decúbito y en sedestación con hipoten-
formaciones vasculares gastroduodenales. La HDA sión ortostática es un dato más útil y precoz. Una situa-
es menos frecuente que la HDB y suele presentarse ción de pérdida de volumen importante se manifesta-
de forma más aguda y con mayor compromiso hemo- rá por depresión del sensorio (agitación, confusión),
dinámico, dado que las pérdidas suelen ser superio- palidez, signos de hipoperfusión periférica con extre-
res. La manifestación clínica habitual es la hemate- midades frías y relleno capilar lento. En la Tabla III
mesis o la melena, aunque ocasionalmente un sangra- se indica una clasificación de la gravedad de la hemo-
do copioso asociado a un transito intestinal acelera- rragia en función de la repercusión hemodinámica
do puede dar como manifestación la emisión de san- valorada por signos clínicos habituales.
gre roja por vía rectal y otras veces, la presentación
es en forma de hemorragia oculta. La historia clíni- Evaluación de signos sugestivos de la etiología del
ca cuidadosa, el examen físico completo y un limi- sangrado
tado número de pruebas complementarias orientan – Aspecto general: Coloración de la piel, si es icté-
acerca de la causa y su gravedad. El examen endos- rica o se acompaña de lesiones cutáneas (pete-
cópico y, en menor medida, las técnicas radiológi- quias, telangiectasias, púrpuras, pigmentaciones,
cas e isotópicas completan la evaluación diagnóstica, eritema nodoso),
y, en algunos casos, la terapéutica. – Exploración nasofaríngea, buscando signos de
sangrado procedentes de la nariz (rinitis, trauma-
1. Evaluación y diagnóstico tismos) o de las amígdalas (hipertrofia, conges-
1.1. Anamnesis tión amigdalar).
La anamnesis se centrará en aquellos datos que – Palpación y percusión abdominal tratando de bus-
nos orienten hacia la existencia de antecedentes fami- car organomegalias, masas, distensión ó dolor a
liares de enfermedades hereditarias que cursen con la palpación.
sangrado digestivo o en antecedentes personales que – Exploración perianal y ano-rectal, realizando no
delimiten la posible etiología del sangrado actual. solo inspección, sino también tacto rectal cui-
En la Tabla II se indica los aspectos más importan- dadoso, que nos ayudará a poner en evidencia
tes a tener en cuenta en la recogida de la informa- sangre en recto que no hubiera sido expulsada.
ción. – El examen de las heces nos puede ayudar a acla-
rar el origen o la zona de sangrado, de forma que
1.2. Exploración clínica ante un sangrado agudo, las características de las
Se debe practicar una exploración completa del heces serían por lo general en forma de melena
paciente, en la que se incluirá la búsqueda de signos o hematoquecia. Si se evidencia sangre oculta en
Hemorragia digestiva alta en el niño 103
Ia Ib II a,b,c III
estructura vascular. Existen evidencias que indican que 2.3. Tratamiento intervencionista
el ácido gástrico y la pepsina alteran el mecanismo Endoscopia terapéutica
normal de formación del coágulo en la lesión sangran- La endoscopia permite la aplicación de diver-
te y aceleran el proceso de fibrinolisis. A un valor de sos métodos como ligadura o esclerosis de varices,
pH gástrico de 6 se prolonga el tiempo de formación coa gulación térmica o eléctrica y fotocoagulación por
del agregado plaquetario y del coágulo de fibrina, mien- láser. Está indicada en sangrados que no responden a
tras que a un pH ≤ 5 estos procesos hemostáticos están la terapéutica médica convencional. Las complicacio-
completamente abolidos. El empleo de fármacos anti- nes más frecuentes son necrosis, perforación y este-
secretores se basa en su capacidad de aumentar el pH nosis.
intragástrico (de forma ideal, a un valor superior a 6
de forma sostenida) para optimizar los mecanismos Taponamiento con balón
hemostáticos sobre la lesión. Así pues, la utilización Es una de las terapias iniciales de las varices san-
de fármacos que aumentan el pH gástrico tiene su fun- grantes. Se basa en el uso de sondas con balones eso-
damento en que indirectamente mejoran los mecanis- fágicos y gástricos que realizan una presión directa
mos hemostáticos locales. Para los distintos fármacos en la variz sangrante y disminuyen el flujo a través de
que inhiben la secreción ácida, inhibidores de recep- las colaterales portosistémicas. Existen dos tipos bási-
tores H2, inhibidores de la bomba de protones o antiá- cos de sondas: las que poseen sólo un gran balón gás-
cidos de acción local, se remite al lector a otro capítu- trico (Linton-Nachlas) y los que poseen tanto balón
lo de este Libro, donde son especificados. gástrico como esofágico (Sengstaken-Blakemore) Se
trata de una técnica efectiva en el control de la hemo-
Reductores del flujo esplácnico rragia, pero constituye una medida temporal (el balón
Tienen su fundamento en su capacidad para indu- esofágico debe retirarse a las 12-24 horas) y con una
cir vasoconstricción del territorio esplácnico lo que importante tasa de resangrado cuando se retira. Debe
origina una menor presión venosa a dicho nivel y por plantearse el tratamiento endoscópico si persiste el
tanto un efecto favorable para reducir el sangrado. Su sangrado.
máxima utilidad es en el tratamiento de la hemorra-
gia secundaria a las varices esofagogástricas de la Cirugía
hipertensión portal, aunque también pueden ser efec- El niño con sangrado digestivo alto raramente
tivas en otros sangrados de origen no arterial (esofa- requiere cirugía. Debe considerarse la indicación qui-
gitis, gastritis, duodenitis). Habitualmente los sangra- rúrgica en sangrado grave que precisa transfusiones
dos arteriales por úlcera o malformación vascular sanguíneas repetidas. Las indicaciones fundamentales
no responden al tratamiento con reductores del flujo son: úlcera duodenal con sangrado arterial, varices san-
esplácnico. Más adelante se indican los distintos fár- grantes intratables, perforación y duplicaciones.
macos utilizados en la actualidad así como su modo
de empleo. 3. Manejo específico en función de la situación
clÍnica y etiología
Citoprotectores Las dos causas principales de sangrado digesti-
Tienen un papel secundario en el manejo farma- vo alto son las lesiones de la mucosa y las derivadas
cológico de la hemorragia digestiva aguda. En este de la hipertensión portal (varices esofágicas, ectasia
grupo se incluyen el sucralfato y el misoprostol. El pri- antral). Revisaremos el tratamiento específico de cada
mero es una sal de sulfato de aluminio y sacarosa que una de estas entidades.
tapiza las superficies mucosas dañadas y es quelante
de la pepsina y sales biliares. El misoprostol es un aná- 3.1. Hemorragias de origen no varicoso
logo de las prostaglandinas con efecto citoprotector El tratamiento médico, en muchas ocasiones no
que se utiliza sobre todo como profilaxis en pacientes va a ser necesario o en todo caso, conservador y limi-
que reciben antiinflamatorios no esteroideos. tado en el tiempo ya que el 70% de las hemorragias
Hemorragia digestiva alta en el niño 107
Filiada
No activa Activa
Tratamiento Tratamiento
No filiada farmacológico farmacológico
y grave
Tratamiento Tratamiento
Cirugía endoscópico endoscópico
Cirugía Taponamiento
Radiología
intervencionista
que no existe sangrado activo, atender a la causa des- sería la inyección de adrenalina y polidoca-
encadenante, probar tolerancia oral unas horas y, si nol aunque no se ha demostrado diferencias de
cede el sangrado, realizar un seguimiento durante eficacia con la electrocoagulación bipolar y
48 h más. En esta circunstancia, no sería necesario sonda térmica.
administrar fármacos que eleven el pH gástrico. Está
indicada la administración de protectores de mucosa Otras técnicas
como el sucralfato. – Angioterapia: la arteriografía como método tera-
péutico se convierte en un procedimiento impor-
b) Hemorragia moderada tante para el manejo del paciente con HD cuan-
Es la hemorragia activa que se ha comproba- do el tratamiento médico y endoscópico resul-
do a través de sonda nasogástrica y que presenta sig- ta ineficaz. La realización de una arteriografía
nos de leve-moderada afectación hemodinámica. El de urgencia en el caso de una hemorragia seve-
manejo del paciente con este tipo de hemorragia ra, cuando han fallado el resto de las medidas
consiste en la estabilización hemodinámica y en la terapéuticas, puede tener dos variantes: el tra-
administración por vía IV de fármacos antisecreto- tamiento a través de catéter de una lesión iden-
res. Una vez estabilizado hemodinámicamente, debe tificada previamente o bien el diagnóstico y tra-
procederse a realizar endoscopia alta. El tratamien- tamiento de una lesión no identificada previa-
to endoscópico es de elección en toda úlcera gas- mente. A través del catéter, podemos realizar el
troduodenal que presente hemorragia en los grados tratamiento, bien mediante la infusión de vaso-
I y II de Forrest, cuando se aprecie un vaso visible presina intraarterial o bien mediante emboliza-
no sangrante, o coágulo que no se desprende con el ción.
lavado. Asimismo, son indicaciones opcionales del – Tratamiento quirúrgico: el tratamiento quirúrgi-
tratamiento endoscópico la úlcera esofágica, la eso- co está indicado para aquellos pacientes cuya
fagitis y las malformaciones vasculares (vaso abe- hemorragia no se controla con métodos endoscó-
rrante o enfermedad de Dieulafoy y las angiodispla- picos o arteriográficos o existe una hemorragia
sias). masiva que no puede ser controlada con medidas
médicas.
Modalidades de la endoscopia terapéutica
– Tópicas: tejidos en textura gomosa, factores de c) Hemorragia severa (shock)
coagulación, taponamiento ferro-magnético y Esta situación, por fortuna, muy poco frecuente
colágeno. en la infancia obliga al ingreso del paciente en UCI.
– Mecánicas: hemoclips y balones. Una vez recuperado del shock, proceder como en el
– De inyección: la hemostasia se consigue median- caso de la hemorragia moderada. En el 10-20% de los
te el efecto vasoconstrictor de los fármacos y com- casos de las hemorragias graves, la endoscopia tera-
presión del vaso por edema local secundario. Las péutica no logra la hemostasia permanente, siendo la
sustancias que se utilizan son: etanol 98%, poli- causa más frecuente de fracaso terapéutico el acceso
docanol, adrenalina, morruato sódico, trombina inadecuado a la lesión. Posteriormente será necesaria
y solución glucosada hipertónica. una estrecha vigilancia del paciente por si hubiera
– Térmicas: electrocoagulación mono y bipo- recidiva del sangrado.
lar, sondas térmicas, y métodos sin contacto
Argón (Gas y Láser) y ND:YAG (Neodinium: 3.2. Hemorragia de origen varicoso
Yttrium Aluminium Garnet). Este último ha Las hemorragias por varices esofágicas son, al
demostrado ser más eficaz que el Láser Argón, igual que las hemorragias graves de otro origen, poco
ya que un 10% de su energía calórica llega a 4 frecuentes en la edad pediátrica, aunque potencial-
mm de profundidad. La mayoría de los auto- mente muy peligrosas y pueden comprometer seria-
res, sostienen que el tratamiento de elección mente al niño. El tratamiento de la hemorragia vari-
Hemorragia digestiva alta en el niño 109
cosa engloba tres aspectos: prevención primaria del tinua. Su aplicación clínica en el niño es limita-
primer sangrado en un niño con varices esofágicas da, debido a sus frecuentes e importantes efec-
conocidas, tratamiento del episodio de sangrado agu- tos secundarios. La nitroglicerina, se administra
do, y la profilaxis secundaria de la recidiva una vez vía IV. Se inicia con una perfusión continua de
controlado el sangrado agudo. 0,25-0,5 µg/kg/min., con incrementos posteriores
de 0,5 µg/kg/min. cada cinco minutos, hasta una
Prevención del primer episodio de sangrado dosis máxima de 1-2 µg/kg/min,procurando man-
Debe realizarse ante un paciente que es diagnos- tener una presión sistólica superior a 90 mm Hg.
ticado por primera vez de varices esofágicas. Se uti- – El tratamiento endoscópico se basa en: 1) Inyec-
lizan fármacos que disminuyen la circulación del terri- ción de sustancias esclerosantes como etanola-
torio esplácnico. El fármaco más utilizado es el pro- mina, polidonacanol y cianocrilato (indicado sobre
pranolol, cuya dosis estimada está en 1-2 mg/kg/día, todo en varices gástricas), 2) Aplicación de ban-
en 2-4 administraciones. En niños su eficacia ha sido das elásticas en la base de la variz yugulándola.
recientemente cuestionada. Se puede valorar su admi- Esta técnica es la de mayor uso en la actualidad,
nistración individualizada teniendo en cuenta que se preferida a la esclerosis por su menor número de
trata de un tratamiento de duración indefinida y que complicaciones.
los pacientes con él tienen disminuidos los mecanis- – En la hemorragia difícilmente controlable por otros
mos de compensación (p.e. aumento de frecuencia medios, la utilización, siempre en manos exper-
cardiaca) ante una hipovolemia. tas, de la sonda de Sengstaken-Blakemore podrá
contribuir al cese temporal de la hemorragia.
Tratamiento del episodio agudo
Las hemorragias secundarias a varices sangran- Profilaxis de la recidiva
tes constituyen el cuadro más dramático de las HDA Mediante fármacos (propranolol) y mediante téc-
dado que suelen ser profusas y con frecuencia difíci- nicas como la derivación portosistémica percutánea
les de controlar. La estabilización hemodinámica del intrahepática (TIPS) y la embolización transhepática
paciente en una unidad de cuidados intensivos es fun- percutánea de la vena coronaria gástrica. En el caso
damental para asegurar el éxito del tratamiento. de fracaso de estos tratamientos y como última solu-
– El tratamiento farmacológico se basa en la admi- ción, se recurrirá al trasplante hepático.
nistración de vasoconstrictores esplácnicos. Los
fármacos utilizados en la actualidad son: vasopre- BIBLIOGRAFÍA
sina, somatostatina, octeótrido, y nitroglicerina. 1. Abi-Hanna D, Williams SJ, Gillespie PA, Bourke MJ.
El octeótrido, análogo a la somatostatina, se pre- Endoscopic band ligation for nonvariceal non-ulcer
fiere a ésta como droga de elección en esta pato- gastrointestinal haemorrhage. Gastrointest Endosc 1998;
logía. Se administra vía IV iniciándose con una 48: 510-4.
dosis de 1 µg/kg en “bolus”, seguido de una infu- 2. Adams EC, Laytnan KM. Inmunochemical confirma-
sión de 1 g/kg/hora, incrementándose la dosis cada tion of gastrointestinal bleeding. Ann Clin Lab Sci.
1974; 4.
8 horas si no hay reducción del sangrado, hasta 4-
5 g/kg/ hora en infusión continua. Si no hay san- 3. Aljebreen AM, Fallone CA, Barkun AN. Nasogastric
aspirate predicts high risk endoscopic lesion in patients
grado en las siguientes 24 horas, la dosis puede with acute upper-GI bleeding. Gastrointest Endosc
ser disminuida a la mitad cada 12 horas. Los efec- 2004; 59: 172-8.
tos secundarios incluyen náuseas, dolor abdomi- 4. Argüelles M, Quero A, Argüelles A. Hemorragia diges-
nal, diarrea, bradicardia e hiperglicemia y sue- tiva alta. En: Argüelles Martín F, editor. Urgencias gas-
len resolverse espontáneamente. La dosis máxi- trointestinales en el niño. Barcelona: Prous Science;
ma es de 50 µg/hora. La vasopresina, se adminis- 2000. p. 73-76.
travía IV, en bolus de 0,3 U/kg, durante 20 minu- 5. Chak AG, Cooper GS, Lloyd LE, Kolz CS, Barnhart
tos, y posteriormente a 0,3 U/kg/h en infusión con- BA, Wong RCK. Effectiveness of endoscopy in patients
110 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
admitted to the intensive care unit with upper GI hae- 17. Meadows N. Hemorragia gastrointestinal. En: Walker-
morrhage. Gastrointest Endosc 2000; 53: 6-13. Smith JA, Hamilton JR, Walker WA, editors. Gastro-
6. Chung IK, Ham JS, Kim HS. Comparison of the hae- enterología Pediátrica Práctica, 2ª ed. Madrid: Ergon;
mostatic efficacy of the endoscopic hemoclip method 1996. p. 49-55.
with hypertonic saline-epinephrine injection and a com- 18. Mougenot JF, Duche M. Hemorragies digestives. En:
bination of the two for the management of bleeding Navarro J, Schmitz J, editors. Gastroenterologie Pedia-
peptic ulcers. Gastrointest Endosc 1999; 49: 13-8. trique. París: Flammarion Medicine-Sciences; 2000. p.
7. Eroglu Y, Emeric KM, Withington PF, Alonso EM. 612-28.
Octreotide therapy for control of acute gastrointestinal 19. Peters JM. Management of gastrointestinal bleeding in
bleeding in children. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2004; children. Gastroenterol 2002; 5: 339-413.
38: 41-7. 20. Pennazio M. Small-bowel endoscopy. Endoscopy. 2004;
8. Faubion W A. Perrault J. Gastrointestinal bleeding. En: 36: 32-41.
Walker, Durie, Hamilton, Walker-Smith, Watkins (eds.). 21. Quero A, Argüelles M, Ramírez G, Herrerías E. Hemo-
Pediatric Gastrointestinal Disease. 3rd Ed. Ontario: rragia digestiva baja. En: Argüelles Martín F, editor.
Mosby; 2000. p. 164-178. Urgencias gastrointestinales en el niño. Barcelona:
9. Feu F, Brullet E, Calvet J, Fernández-Llamazares et al. Prous Science; 2000. p. 87-97.
Recomendaciones para el diagnóstico y el tratamiento 22. Shshidhar H, Langhans N, Grand Richard J. Propa-
de la hemorragia digestiva alta aguda no varicosa. Gas- nolol in prevention of portal hypertensive haemor-
troenterol Hepatol 2003; 26: 70-85. rhage in children : A pilot study. J Pediatr Gastroente-
10. Gilger MA. Gastroenterologic endoscopy in children: rol Nutr 1999; 29: 12-17.
Past, present and future. Curr Opin Pediatr 2001; 13: 23. Siafakas C, Fox VL, Nurko S. Use of octreotide for tre-
429-34. atment of severe gastrointestinal bleeding in children.
11. Heikenen JB, Polh JF, Werlin SL, Bucuvales JC. Octre- J Pediatr Gastroenterol Nutr 1998; 26: 356-9.
otide in pediatric haemorrhage. J Pediatr Gastroente- 24. Squires R, Coletti RB. Indications for pediatric gas-
rol Nutr 2002; 35: 600-9. trointestinal endoscopy: A medical position statement
12. Lacroix J, Nadeau D, Laberge S et al. Frequency of of the North American Society for Pediatric Gastroen-
upper gastrointestinal bleeding in paediatric intensive terology and Nutrition. J Pediatr Gastroenterol Nutr
care unit. Crit Care Med 1992; 20: 35-42. 1996; 23: 107-10.
13. Lin HJ, Lee FY, Kang WM, Tsai YT, Lee SD, Lee 25. Teach SJ, Fisher GR. Rectal Bleeding in the pediatric
CH. Heat probe thermocoagulation and pure alcohol emergence department. Ann Emerg Med 1994; 23:
injection in massive peptic ulcer haemorrhage: a pros- 1252-8.
pective, randomised controlled trial. Gut 1990; 31: 26. Wong RM, Ota S, Katoh A, Yamanchi A, Arai K, Yane-
753-7. ko K, et al. Endoscopic ligation for non-variceal eso-
14. Loh DL, Munro FD. The role of laparoscopy in the phageal upper gastrointestinal haemorrhage. Endos-
management bleeding. Pediatr Surg Int 2003; 19: 266- copy 1998; 30: 774-7.
267. 27. Vingiani AM, et al. Endoclips versus heater probe in
15. López-Herce C, Calvo R, Lorente A, Jaimovich J, Bal- preventing early recurrent bleeding from peptic ulcer:
todao A, editors. Manual de Cuidados Intensivos Pediá- a prospective and randomized trial. Gastrointest Endosc
tricos, 1ª edición. Madrid, Editorial Pubmed, 2001; 2: 2001; 53: 147-51.
1-10. 28. Yuuan L, Weihong S, Yugiang N, Huisheng W, Qingz-
16. McKiernan PJ: Treatment of variceal bleeding. Gas- hu D. Efect of intragastric pH in control of peptic ulcer
trointest Endosc Clin North Am 2001; 11: 789-812. bleeding. J Gastroenterol Hepatol 2000; 15: 148-54.
Hemorragia digestiva baja
13 José Manuel Ramos Espada1, Alfonso Rodríguez Herrera2, Gustavo Silva García3
1Complexo Hospitalario Universitario Xeral-Cíes. Vigo. 2Instituto Hispalense de Pediatría.
Sevilla. 3Hospital de Valme. Sevilla.
después de realizada endoscopia alta y baja. Pue- o neonatal, periodo de lactante que se extiende gene-
de presentarse como hemorragia oscura, mani- ralmente hasta los 12-18 meses, periodo de edad pre-
festándose entonces con anemia ferropénica y/o escolar hasta los 6 ó 7 años y periodo escolaradoles-
pruebas positivas para sangre en heces y como cente, con lo que podremos realizar un enfoque diag-
hemorragia de origen desconocido pero visible. nóstico más racional y sobre todo seleccionar de una
– Falsa hemorragia: tinción de heces de color rojo manera más adecuada los métodos diagnósticos dis-
que simula la emisión de sangre. El colorante ponibles actualmente.
natural E-120, ácido carmínico puede conferir un
aspecto al material fecal que lo haga difícil de ANAMNESIS
distinguir de la sangre. Esta incluido en la lista En la obligada entrevista que hemos de tener con
de aditivos de la unión europea, con la califica- los padres, a los que preguntaremos especialmente
ción de Ingesta Diaria Admitida (IDA).Se emplea por los antecedentes de poliposis colónicas familia-
en conservas vegetales, mermeladas, helados, pro- res, enfermedades hemorrágicas, úlceras gastro-
ductos cárnicos, lácteos, como el yogur y el que- duodenales, hepatopatías, etc., en los niños indagar
so fresco, y bebidas, tanto alcohólicas como no acerca de la posible presencia de patologías que afec-
alcohólicas. Las heces así teñidas suelen adqui- ten al arbol bronquial y/o al área otorrinolaringológi-
rir un aspecto mas rosado con la exposición al ca, que afectan con gran frecuencia a los niños en el
aire, en lugar de más oscuro como ocurre con la periodo de lactantes y en edad preescolar, que con fre-
sangre. cuencia ocasionan síndromes febriles, epíxtasis y pos-
teriormente hemorragia gastrointestinal.
EPIDEMIOLOGÍA Valorar los episodios de rectorragia, y la recurren-
La hemorragia digestiva baja es más frecuente cia de los mismos, relacionándolos con la edad y las
que la procedente del aparato digestivo superior, lo características de las heces, descartando siempre la
que ocasiona la realización de un número importan- ingestión de ciertos alimentos o medicamentos que
te de colonoscopias superiores a las que realizamos puedan alterar el color de las heces, que serían roji-
por otras causas, según nuestra experiencia, compar- zas ante la ingestión de algunos dulces, ponches de
tida así mismo por otros gastroenterólogos pediátri- frutas, remolacha, algunos laxantes y rifampicina, o
cos del país. de color más negruzco tras la ingestión de alimentos
La incidencia dentro de la Pediatría extra- como regaliz, espinacas, morcilla o medicamentos
hospitalaria es menos conocida que en el adulto, sin como el carbón activado, hierro, colorante alimenta-
embargo Teach y Fischer afirman que un 0,3% de las rio E-120, etc. Utilizaremos preferentemente, para
visitas que se realizan a las consultas de urgencias detectar sangre oculta en las heces, las técnicas que
extrahospitalaria en EE.UU. en un periodo de diez detectan exclusivamente hemoglobina de origen huma-
meses, fueron debidas a sangrados por vía rectal. En no.
las unidades de cuidados intensivos pediátricos y debi- Investigar si es la primera vez que tuvo la recto-
do a la idiosincrasia del los pacientes ingresados en rragia y si esta se asocia a síntomas como vómitos,
estas unidades, el riesgo de lesiones de la mucosa gas- dolor abdominal, fiebre, tenesmo (enfermedad infla-
trointestinal es más elevado, entre el 6 y 20% de los matoria), dolor al defecar (fisura rectal), o se asocia
mismos. a hallazgos dermatológicos con presencia de pete-
Tanto la frecuencia como el número de causas de quias, púrpuras, angiomas, manchas o pigmentacio-
la hemorragia digestiva baja, van a estar condicio- nes en la piel, etc., al objeto de tratar de aclarar el ori-
nadas en gran medida por la edad de presentación que gen, la cantidad y la duración del sangrado, o por el
tenga el paciente pediátrico, lo que facilitará el estu- contrario si ya tuvo episodios previos, tratando de rela-
dio etiológico. Una gran mayoría de autores están cionarlos con la edad de presentación y con las carac-
de acuerdo en dividir en cuatro apartados los grupos terísticas de las heces, valorando la recurrencia de los
de edades de presentación: periodo de recién nacido episodios.
Hemorragia digestiva baja 113
Es importante preguntar por el tipo de hemorra- Periodo de recién nacido o neonatal (Tabla I)
gia, tratando de aclarar el origen, la magnitud y la Una de las causas más frecuente en este periodo
duración del sangrado, que con frecuencia es difícil es la enfermedad hemorrágica del recién nacido, que
de objetivar tanto por el paciente o sus familiares, que observamos en niños sanos entre el segundo y cuarto
ante un pequeño sangrado en general lo magnificará, día de vida, en su forma primitiva se presenta clíni-
como por el médico. camente con extravasaciones de sangre por vía nasal,
digestiva o umbilical etc., debida a déficits tempora-
EXPLORACIÓN FÍSICA les de factores dependientes de vitamina K, que remi-
Se debe practicar una exploración física comple- te fácilmente con el tratamiento parenteral de dicha
ta en la que se incluirá la búsqueda de signos que pue- vitamina. En su forma secundaria se presenta en neo-
dan aparecer como consecuencia de la hemorragia natos pretérmino, de bajo peso, con sufrimiento fetal
digestiva baja. durante el parto, presentando clínicamente un cuadro
– Valoración del estado general, del estado hemo- semejante al de la coagulación intravascular disemi-
dinámico vigilando la frecuencia cardiaca, pre- nada. También es frecuente la deglución de sangre
sión arterial y perfusión capilar, del color de la materna procedente del canal del parto o de fisuras
piel, que si es pálida y coincidente con signos de de los pezones de la madre, ambas cosas producen no
anemia nos indicará que la pérdida de sangre pue- solo vómitos de sangre digerida, sino más frecuen-
de haber sido importante, así como de la posi- temente melenas. El diagnóstico diferencial de de esta
ble ictericia y pigmentaciones. Exploración naso- hemorragia lo facilitará el test de Apt-Downey
faríngea buscando signos de sangrado proceden- La enterocolitis necrotizante afecta sobre todo a
tes de la nariz (rinitis, traumatismos), o de las niños prematuros que han sufrido estrés perinatal pre-
amígdalas (hipertrofia, congestión amigdalar). sentando un cuadro clínico característico con dis-
– Con la palpación y percusión abdominal descarta- tensión abdominal, vómitos biliosos, sangre en heces
remos la presencia de organomegalias, masas, dis- y mal estado general, síntomas y hallazgos explorato-
tensión y dolor a la palpación en los diferentes rios que suelen preceder a los signos de aire en la pared
órganos. Es obligada la exploración de la zona intestinal y a veces a la perforación.
perianal y ano rectal, no solo con la inspección Hay una serie de cuadros quirúrgicos que se pre-
visual, sino también con cuidadosos tactos que nos sentan en este periodo, siendo los más importantes los
ayuden a descubrir posibles fisuras, fístulas, indura- vólvulos de intestino delgado por malrotación intes-
ciones o pólipos, no olvidando la posible aparición tinal, las duplicaciones entéricas y las úlceras agu-
de hemorragia vaginal en las niñas. Es recomen- das pépticas de estrés. El vólvulo va a cursar con
dable practicar la exploración del area genital en vómitos biliosos, distensión abdominal y melenas en
presencia de al menos otro miembro del personal. general, lo que hace sospechar un cuadro de obstruc-
– Es importante realizar el examen de las heces que ción intestinal alta con la posibilidad de complicacio-
nos puede dar la pista acerca del origen o de la nes como obstrucción vascular del intestino delgado.
zona de sangrado. Ante la presencia de un san- En las duplicaciones entéricas son características,
grado agudo, se presentarán en forma de melena sobre todo en los recién nacidos, los cuadros de mele-
o hematoquecia, si sospechamos sangre oculta nas. Los cuadros de úlcera por estrés se producen fun-
pensaremos que pueda proceder de esófago o de damentalmente en niños que tienen graves infeccio-
una posible enfermedad inflamatoria intestinal. nes, hipoglucemias, deshidrataciones , traumatismo
de parto etc., que ingresan en las Unidades UCI neo-
ETIOLOGÍA natales, se localizan en duodeno y más esporádica-
El elevado número de causas que pueden producir mente en estómago cursando con hematemesis o mele-
hemorragia digestiva baja y su relativa frecuencia, nas. Raramente pueden aparecer cuadros con mele-
van a estar condicionadas por la edad de presentación nas cuya etiología correspondería a malformaciones
del paciente vasculares.
114 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
TABLA I. Entidades que cursan con hemorragia digestiva baja en orden de frecuencia.
Preescolares Escolares
Más frecuente Menos frecuente Más frecuente Menos frecuente
- Fisura anal - E.I.I. (< 4 años) - Esofagitis, gastritis, - Varices esofágicas
- Colitis infecciosa - Angiodisplasias ulcus - Úlceras medicamento
- Pólipo juvenil - Hiperplasia folicular - Diarrea/colitis infecciosa - Fisuras anales
- Invaginación intestinal linfoide - E.I.I. - MalloryWeiss
- Púrpura de S-Henoch - Hemorroides - Pólipos
- Divertículo de Meckel - Abuso sexual
- E.I.I. (> 45 años) - Traum. varices recto
- Dermatitis estaf.
perianal
Por último describimos los cuadros clínicos que abdominal y retraso pondoestatural, evidenciando al
cursan con colitis inducida por proteínas de leche de practicar colonoscopias una mucosa colónica friable
vaca que van a cursar con la presencia de vómitos, y eritematosa.
moco y sangre entremezclada en las heces, debien- Otro cuadro importante es la presencia de una
do solicitar coprocultivos que descarten la presencia invaginación intestinal, que deberemos sospechar en
de gérmenes patógenos infecciosos comunes, antes un lactante sano con dolores cólicos abdominales brus-
de indicar una fórmula hidrolizada, que solucionará cos, sudoración, inquietud, palidez, irritabilidad, masa
la sintomatología en pocos días. palpable en hemiabdomen derecho con heces con
aspecto de jalea de grosella, que a veces salen espon-
Periodo de lactante (Tabla I) táneamente o tras la realización del tacto rectal. En la
Los cuadros más frecuente en esta edad que cau- actualidad es de gran ayuda la ecografía abdominal
san hemorragia digestiva baja, son en primer lugar la para verificar el diagnóstico.
presencia de fisuras anales que en la mayoría de los Menos importantes son cuadros como la deglu-
casos las favorecen el estreñimiento, cursan con dolor ción de sangre materna por los pezones fisurados de
rectal, a veces rectorragia entremezclada, ocasionan- la madre, las diarreas de tipo infeccioso que cursan
do a la larga un círculo vicioso consistente en que a con fiebre, vómitos y rectorragia sobre todo en aque-
mayor estreñimiento, mayor dolor rectal con la con- llos lactantes infectados por gérmenes como Salmo-
siguiente inhibición del reflejo para defecar. nella, Shigella, Campylobacter etc.
La segunda causa por frecuencia es la alergia las Las causas menos frecuentes vienen determina-
proteínas de la leche de vaca y/o soja (sea o no IgE das por cuadros como Divertículo de Meckel, que pro-
mediada), provocan enterocolitis que pueden cursar voca episodios de sangre rectal de carácter indoloro,
con diarrea con sangre (hematoquecia), vómitos, dolor que pueden ser masivos y conducir a shock o episo-
Hemorragia digestiva baja 115
dios mínimos de sangrado pero de forma repetida, es comúnmente a estreñimiento, es causa de defecación
doblemente más frecuente en niños que en niñas. La muy dolorosa, tenesmo y espasmo del esfínter anal
hiperplasia folicular linfoide del colon que cursa con interno. Con frecuencia aparece sangre roja al final
lesiones de carácter benigno, descubiertas al realizar de la deposición.
colonoscopias y biopsias, en pacientes que presentan La dermatitis estafilococica perianal, cuadro de
rectorragia de carácter leve en alguna de sus deposi- sobreinfección que se produce sobre la piel macera-
ciones que atribuimos a esta entidad, cuando no encon- da, puede cursar con emisión de sangre roja, que pue-
tramos otros cuadros que justifiquen el sangrado, son de aparentar que es de origen intestinal.
cuadros autolimitados y de resolución espontánea. La aparición de pequeñas rectorragias, recubrien-
También son poco frecuentes las duplicaciones do y mezcladas con las heces, aisladas pero recidi-
intestinales, las lesiones vasculares y la enfermedad vantes, sin defecación dolorosa en un niño por lo
de Hirschsprung. Las duplicaciones intestinales, más demás sano, expresa en la mayoría de los pacientes,
frecuentes en en íleon y yeyuno, pueden presentar la presencia de un pólipo juvenil. Con frecuencia se
vómitos, dolor abdominal y hemorragia aguda y ser trata de pólipos únicos localizados en el rectosigma.
el punto de partida de una invaginación o un vólvulo, La colonoscopia con polipectomía confirman el diag-
requieren resección quirúrgica. Las lesiones vascula- nóstico. Ocasionalmente los pólipos son hamartoma-
res que cursarán con melenas generalmente intermi- tosos (S. de Peutz-Jeghers) y las lesiones mucocutá-
tentes requiriendo un importante esfuerzo diagnósti- neas orientan el diagnóstico en el examen físico del
co. La enfermedad de Hirschsprung por inervación paciente.
anormal del intestino con una longitud afecta varia- La invaginación intestinal, previamente mencio-
ble, cursando a esta edad con crisis de estreñimiento nada, aunque más frecuente en los primeros 2 años,
crónico, que sin diagnóstico temprano puede provo- puede ocurrir también más allá de esta edad. La explo-
car una dificultad para el medro, dilatación del intes- ración de la misma se puede realizar mediante eco-
tino proximal y distensión abdominal que en algunos grafia o con el empleo de enmas de aire o bario, que
casos puede disminuir el flujo sanguíneo aumentar la podrán además resultar terapéuticos. En estos niños
proliferación bacteriana y conducir a enterocolitis, debe investigarse la presencia de pólipos, duplicacio-
asociada con sepsis y signos de obstrucción intesti- nes intestinales o un divertículo de Meckel, desenca-
nal. La cirugía de descarga con colostomías tempora- denantes de la invaginación intestinal. Tanto la duplica-
les es lo indicado al principio. ción intestinal con mucosa gástrica heterotópica, como
el divertículo de Meckel son causa de la aparición de
Periodo de edad preescolar hasta los 6 ó 7 años sangre, roja brillante u oscura, habitualmente sin dolor
(Tabla I) abdominal. Estas hemorragias pueden ser parti-
Excluidas las hemorragias de origen infeccioso, cularmente importantes con anemización del niño e
describimos otros cuadros como las fisuras anales, incluso shock.
enfermedad proctológica frecuente en la infancia, sue- Las lesiones digestivas de la púrpura reumatoi-
le tener, mas allá del período de lactante, una locali- de de Henoch-Schönlein, aparecen en el 30% de los
zación posterior, a veces recubierta de un capuchón pacientes, las hemorragias intraparietales, que afec-
cutáneo (ectropión cutáneo). La hemorragia es míni- tan preferentemente al yeyuno e ileon y más raramen-
ma, unas gotas de sangre que recubren las heces o te al duodeno y colon, preceden a veces a la aparición
manchan el papel al limpiarse. Habitualmente ocu- de la púrpura. Pueden manifestarse con la aparición
rren por el paso de heces anchas y duras por el canal de melenas y/o rectorragias acompañadas con frecuen-
anal que se acompaña de dolor y a veces de tenesmo, cia de dolor abdominal y vómitos. La endoscopia,
irritabilidad y dolor cólico. La identificación de una raras veces indicada, muestra una mucosa edemato-
o varias fisuras en la inspección del canal anal con el sa y congestiva con petequias.
niño en la posición adecuada contraindica hacer un Un cuadro similar a una colitis aguda infeccio-
tacto rectal. La criptitis, secundaria a diarrea y más sa con dolor abdominal y diarrea sanguinolenta pue-
116 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
con sangrado por varices esofágicas y/o gástricas por colonoscopia es el siguiente examen a realizar. En
hipertensión portal. Aproximadamente en el 10% de aquellos pacientes que una vez realizadas las explo-
las hemorragias digestivas bajas, con emisión de san- raciones previas no se establece la causa del sangra-
gre roja abundante por el ano, mezclada ó no con heces do la escintigrafía con hematíes marcados o con Ten-
más o menos melénicas, ocurren por encima del ángu- necio 99 es de utilidad para detectar pequeños san-
lo de Treitz. Una cuidadosa historia clínica y explo- grados, excepto cuando este es intermitente o se loca-
ración física orientarán, la mayoría de las veces, a un liza en la zona de proyección hepática o esplénica.
diagnóstico de sospecha correcto. En ocasiones, la Si este proceder no resulta positivo es necesaria la
causa de un sangrado rectal no puede ser identifica- realización de una arteriografía que identificará la
da a pesar de realizar un examen clínico adecuado, localización de la hemorragia y a veces la causa siem-
estudios radiológicos y colonoscopia. pre que su ritmo no sea inferior a 0,5 ml/minuto. La
gammagrafia con leucocitos marcados, puede evi-
CONDUCTA DIAGNÓSTICA denciar hallazgos inflamatorios característicos de la
La actitud diagnóstica ante una hemorragia diges- presencia de una enfermedad inflamatoria intestinal
tiva baja variará en función de la edad del paciente y orientar sobre las áreas a biopsiar en el caso de que
y de las características de la hemorragia. En muchas se indique una colonoscopia. El sangrado asociado
ocasiones, especialmente cuando se trata de un san- a emisión de moco puede ser inducido por infeccio-
grado activo, es conveniente identificar la localiza- nes, cuadros inflamatorios o determinados pólipos.
ción de la misma, es decir si se trata de una hemorra- La calprotectina fecal es un marcador en heces que
gia digestiva alta o tiene un origen cólico. En estos se emplea para el seguimiento de la enfermedad infla-
pacientes la colocación de una sonda de aspiración matoria intestinal.
gástrica permite el examen del aspirado, no necesa- En otras ocasiones, cuando el sangrado ha ocu-
ria si el paciente dejó de sangrar. rrido previamente o se trata de sangrados intermiten-
La ausencia de sangre y presencia de bilis en el tes la actitud diagnóstica varía en función de los datos
aspirado descartan una hemorragia anterior al liga- obtenidos en la historia clínica y el examen físico. En
mento de Treitz. Cuando no hay bilis, aunque no primer lugar se establecerá si estamos ante una recto-
exista sangre, no se puede excluir una hemorragia rragia o una melena. La rectorragia, una vez descar-
de origen duodenal y si el sangrado es abundante, tada la presencia de fisura anal secundaria a estreñi-
será necesario realizar una endoscopia alta. Si la miento, hace aconsejable la práctica de una colonos-
endoscopia no revela el origen de la hemorragia la copia parcial o total, según la clínica.
118 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
La identificación de una melena cuyo origen no también con el cirujano infantil para llegar al diag-
puede ser orientado por la anamnesis y el examen físi- nóstico y el tratamiento más adecuado.
co, requiere la realización de una endosocopia alta, trán- Ante un lactante alimentado al pecho o con fór-
sito baritado esofagogastrointestinal y gammagrafía in- mula, que presente moco sanguinolento en heces, des-
testinal con Tennecio 99, que aporta una especificidad cartaremos la presencia de patógenos comunes, rea-
y sensibilidad del 95 y 85% respectivamente para detec- lizando un coprocultivo. Indicaremos entonces un
tar una ectopia gástrica (divertículo de Meckel o duplica- tratamiento de prueba con un hidrolizado de caseína
ción intestinal). Los resultados falsamente negativos por la sospecha de colitis por proteínas de leche de
son debidos a una escasa superficie gástrica ectópica, vaca, esperando una respuesta favorable dentro de los
a la hipoperfusión por una torsión o invaginación o a 10-15 días siguientes, si persiste valorar la explora-
la dilución del marcador por una hemorragia digestiva ción sigmoidocolonoscópica. En el caso de lactan-
severa. En los raros casos en que estos exámenes no cia materna, la exclusión de proteínas de leche de vaca
conduzcan al diagnóstico y las melenas son frecuentes deberá realizarse en la madre
o importantes será necesario realizar una laparotomía En el niño mayor sano con proctorragia leve sin
exploradora con enteroscopia. anemia, debe descartarse por frecuencia la enferme-
Recientemente se han propuesto otras técnicas dad anal, fisuras, diarreas infecciosas, oxiuros, y cons-
diagnósticas exploratorias como la utilización de la tipación. En todos estos casos el tratamiento especí-
cápsula endoscópica, en su versión pediátrica útil en fico y a veces local con pomadas y baños de asiento
niños mayores de 5 años, que permite la exploración mejoran dichos cuadros. El empleo de antibióticos
integral de todo el tubo digestivo, estando indicado tópicos, con apoyo a veces de su uso sistémico, será
su utilización en la identificación de la hemorragia de el tratamiento de elección en la patología anal estafi-
origen desconocido y en el estudio de la enferme- lococica. Valorar así mismo una sigmoidoscopia si
dad de Crohn yeyunoileal, con el inconveniente, por persiste o recurre la hemorragia.
el momento, de que no recoge muestras de biopsia, Si la emisión de sangre se debe al daño mucoso
en caso de lesiones visibles de posible hemorragia. inducido por un prolapso rectal recidivante se debe-
La enteroscopia por pulsión de doble balón que avan- ra instruir a los padres en el procedimiento de reduc-
za hinchando y deshinchando ambos balones, es un ción manual del mismo. Debe insistirse en la adecua-
complemento del estudio de la cápsula, cuando ésta da lubricación de la zona en el momento de aplicar
no aclara el diagnóstico. Indicada en hemorragias presión con los dedos para reducir el prolapso.
de origen desconocido en otras lesiones yeyuno-ilea- Los cuadros de colitis de tipo eosinofílica, res-
les, en poliposis y en el estudio del dolor abdominal ponden bien a la supresión de los diversos antígenos
recidivante. Utilizada en el adulto. agresores. El tratamiento de la enfermedad inflama-
toria intestinal no solo se hará según su etiología, sino
TRATAMIENTO del grado y nivel de afectación digestiva, será
Ante una hemorragia digestiva baja importante, fundamentalmente de tipo médico. Cuando surgen
tendremos que estabilizar al paciente, valorando la complicaciones acompañadas de cuadros con grave
posibilidad de tratar una hipovolemia y shock, con afectación del tubo digestivo hay que valorar el tra-
líquidos endovenosos, derivados hemáticos y medi- tamiento quirúrgico.
cación adecuada para la reanimación, siendo lo más El tratamiento por vía colonoscópica fundamen-
adecuado el tratamiento en unidades de cuidados inten- tal es la polipectomía de los pólipos solitarios juveni-
sivos pediátricos. les y de los malignos extremadamente raros en los
Por la etiología múltiple del sangrado rectal, la niños, realizando su extracción mediante polipecto-
mayoría de las veces el tratamiento será médico, aun- mía con electrocauterio a través del endoscopio, anali-
que en ocasiones y dependiendo de la evolución del zándolos posteriormente bajo el punto de vista histo-
proceso, será quirúrgico, por ello deberemos tener una lógico para determinar su origen. La polipectomía
íntima colaboración no solo con el radiólogo, sino debe realizarse con una potencia de corte/coagulación
Hemorragia digestiva baja 119
Macarena, Sevilla.
4 7 12
Ácido Álcali
Escara mucosa
Retención agua
FIGURA 1.
cias ácidas pueden producir lesión esofágica con pH fase debe efectuarse el diagnóstico, sentar el pro-
inferior a 4 (Fig. 1). nóstico e iniciar las medidas terapéuticas.
Los ácidos producen una necrosis por coagulación – 2ª fase. Del 3er al 5º día; está caracterizada por la
proteica, con pérdida de agua, formándose una esca- ulceración.
ra firme y protectora que dificulta en parte la penetra- – 3ª fase. Del 6º al 14º día; se inician los fenómenos
ción, salvo en concentraciones elevadas. reparadores; el edema inflamatorio es sustituido
Los álcalis provocan una necrosis por licuefac- por tejido de granulación. En este momento la
ción, con desnaturalización de las proteínas, saponi- pared es muy débil y no debe ser manipulada para
ficación de las grasas y trombosis capilares. La reten- evitar complicaciones
ción de agua que provoca aumenta la quemadura por – 4ª fase. Del 15º al 30º día; aunque puede prolon-
hidratación. Estas reacciones favorecen la profundi- garse hasta el 45º día; se va consolidando la cica-
zación de las lesiones. trización y es aquí cuando se establece la esteno-
Es más frecuente que los ácidos se relacionen con sis esofágica y cuando estaría indicado el inicio
lesiones gástricas que los álcalis, pero en la realidad de las dilataciones. Cuanto más grave es la que-
los álcalis también originan severas lesiones gástri- madura, antes aparece la estenosis.
cas, ya que con el espasmo pilórico asociado retienen
la sustancia cáustica en la cavidad gástrica incre- SINTOMATOLOGÍA
mentándose la lesión. La clínica es enormemente variable, desde moles-
Distinguimos 4 fases evolutivas: tias orofaríngeas banales hasta el shock y la perfora-
– 1ª fase. Del 1º al 3er día; es cuando se produce ción temprana.
la necrosis con saponificación, trombosis vascu- La ingestión del cáustico suele dar lugar a un
lar e intensa reacción inflamatoria. Por eso en esta dolor local inmediato y odinofagia. Con frecuencia
Ingesta de cáusticos 123
Endoscopia temprana
(6-72 h)
Diagnóstica
Pronóstica
Decisión terapéutica 1 = Edema e hiperemia
Esófago 2 a = Ulceración superficial localizada, friabilidad y ampollas
Estómago b = Ulceración circunferencial
3 = Ulceración profunda, áreas de necrosis
FIGURA 2.
trucción de la vía aérea superior y clínica de causti- ma mixta (Fig. 3). Si no existieran lesiones, se retira-
cación graves con más de 6 horas postexposición ya rán las medidas terapéuticas tempranas y el paciente
que aumenta mucho el riesgo de perforación. será dado de alta.
La prolongación de la exploración más allá de las Los criterios endoscópicos que utilizaremos en
lesiones esofágicas no reviste mayor riesgo siempre caso de lesión serán simples y universales; los más
que se realice en las primeras 48 horas postingesta comúnmente utilizados en la literatura médica son los
(Fig. 2). siguientes:
La visualización del estómago nos informa tempra- – Grado 0. Examen normal.
namente de la extensión y profundidad de la afectación – Grado 1. Edema e hiperemia de la mucosa.
gástrica; la valoración del estado del píloro también es – Grado 2.
importante para la elección de la ruta nutricional. 2a) Ulceración superficial localizada, friabilidad
La endoscopia nos dirá si nos enfrentamos a una y ampollas.
esofagitis cáustica aislada, a una gastritis o a una for- 2b) Ulceración circunferencial.
FIGURA 3.
Ingesta de cáusticos 125
Ingesta cáustica
Dexametasona 1 mg/kg/día
Prednisolona 2-6 mg/kg/día
Ampicilina 200 mg/kg/día
Endoscopia
Lesión gástrica
N. parenteral Normal Estenosis
¿¿¿corticoides??? Estenosis mínima
Dilataciones
Cirugía
FIGURA 4.
Tratamientos experimentales
Heparina
La heparina en dosis 500 UI/kg/día tiene efectos
anticoagulantes, antitrombóticos y protectores del
endotelio, pero además juega un papel importante en
la regulación de la inflamación, curación de las heri-
das, diferenciación y proliferación celular; también
puede reforzar y regular las actividades de la colage-
nasa de las células epiteliales y de varios factores del
crecimiento dependientes de la heparina que se pien-
sa juegan un papel importante en el proceso natural
de la regeneración y reparación de los tejidos.
FIGURA 6.
2. Evitar la atracción del niño por estos productos 6. Bautista A, Varela R, Villanueva A, Estévez E,Tojo
con envases, colores y formas no atrayentes. R, Cadranel S. Effects of prednisolone and dexametha-
sone on alkali burns of the oesophagus in children. Eur
3. No manipular estos agentes delante de ellos, para J Pediatr Surg 1996; 6:198-203.
evitar el mimetismo.
7. Betalli P, Falchetti D, Giuliani S, Pane A, DallíOglio
4. Procurar disminuir el número de agentes de este L, de Angelis GL, et al. Caustic ingestion in children:
tipo en el hogar y mantenerlos en un “armario is endoscopy always indicated? The results of an Ita-
para tóxicos” cerrado bajo llave. lian multicenter observational study. Gastrointest
5. Estas sustancias se guardarán siempre en sus reci- Endosc 2008; 68:434-639.
pientes originales y nunca en frascos, botes y 8. Boukthir S, Fetni I, Mrad SM, Mongalgi MA, Deb-
menos en envases que el niño confunda con babi A, Barsaoui S. Corticothérapie ˆ forte dose Dans
refrescos y bebidas. le traitement des oesophagites caustiques sévères chez
6. Las sustancias cáusticas nunca se almacenaran l’enfant. Arch Pediatr 2004; 11: 13-17.
en las proximidades de los alimentos. 9. De Ville J, Moulin D, Otte JB. Indications for and
7. Los envases deben disponer de mecanismos segu- means of surgical treatment of corrosive esophagitis in
children. En: Pediatric thoracic Surgery. Fallis JC, Filler
ros que imposibiliten su apertura por niños (enva- RM, Lemoine G (eds.). Elsevier. New YorkParis, 1991;
ses de seguridad) bien con cierres basados en 139-46.
movimientos de presión y giro simultáneo, tapo- 10. Doğan Y, Erkan T, Cokuğras FC, Kutlu T. Caustic gas-
nes de plástico con cierre a presión, etc. Lo ide- troesophageal lesions in childhood: an analysis of 473
al sería un envase inviolable, económico y con cases. Clin Pediatr 2006; 45: 435-438.
poca cantidad de tóxico. 11. Gaudreault P, Parent M, McGuigan MA, Chicoine L,
8. Los envases deben disponer de un etiquetado cla- Lovejoy FH. Predictability of esophageal injury from
ro, con la composición y peligros del producto, signs and symptoms: a study of caustic ingestion in 378
así como el tratamiento en caso de ingestión. children. Pediatrics 1983; 71: 767-70.
12. Keskin E, Okur H, Koltuksuz U, Zorludemir Ü, Olcay I.
BIBLIOGRAFÍA The effect of steroid treatment on corrosive oesophage-
al burns in children. Eur J Pediatr Surg 1991; 1: 33-58.
1. Atabek C, Surer I, Demirbag S, Caliskan B, Ozturk H,
Cetinkursun S. Increasing tendency in caustic esopha- 13. López Delgado J, Ramos C, Romanos A. Estudio epi-
geal burns and longterm polytetrafluorethylene sten- demiologico de las intoxicaciones en Sevilla. Rev Esp
ting in severe cases: 10 years experience. J Pediatr Surg Pediatr 1975; 31: 471-80.
2007; 42: 636-40 14. Mutaf O. Treatment of corrosive esophageal strictures
by long term stenting. J Pediatr Surg 1996; 31: 681-685.
2. Baskin D, Urganci N, Abbasoğlu L, Alkim C, Yalçin
M, Karadağ C, Sever N. A standardised protocol for 15. Olivares P. Causticaciones esofágicas. Acta Pediátrica
the acute management of corrosive ingestion in chil- 1992; 50: 197-200.
dren. Pediatr Surg Int 2004; 20: 824-828. 16. Panieri E, Rode H, Millar AJ, Cywes S. Oesophageal
3. Bautista A, Broto J, Cadranel S. Endoscopic Mana- replacement in the management of corrosive strictures:
gement of stenosis and achalasia. En: Winter H, Murphy When surgery indicated? Pediatr Surg Int 1998; 13:
MS, Mougenot JF, Cadranel S. Pediatric Gastrointes- 336-340.
tinal Endoscopy. Textbook and Atlas. New York: BC 17. Spitz L, Lakhoo K. Caustic Ingestion. Arch Dis Child
Decker; 2006. p. 142-147. 1993; 68: 1578.
4. Bautista A, Estevez E, Varela Cives, Villanueva A, Tojo 18. Suárez Cortina L, Olivares De Miguel F, Camarero Sal-
R, Cadranel S. A Retrospective analysis of ingestion ces C, Lima Silva M, Escobar Castro H. Esofagitis cáus-
of caustic substances by children. TenYear Statistics in tica en niños. An Esp Pediatr 1992; 36: 2057.
Galicia. Europ J Pediatr 1997; 156: 410-414. 19. Varea V. Protocolo diagnóstico-terapéutico. Ingesta de
5. Bautista A, Tojo R, Varela R, Estevez E, Villanueva A, cáusticos. Acta Pediátrica Española 1992; 50: 1917.
Cadranel S. Effects of prednisone and dexamethasone 20. Varea V, Bautista A. Ingesta de cáusticos. En: Argüe-
on alkali burns of the esophagus in rabbit. J Pediatr lles Martín F (ed.). Urgencias gastrointestinales en el
Gastroenterol Nutrit 1996; 22: 275-283. niño. Barcelona: Prous Science; 2000. p. 5772.
Ingesta de cuerpos extraños
15 Carlos Maluenda Carrillo1, Vicente Varea Calderón2, Andrés Bodas Pinedo1
1Hospital Clínico San Carlos, Madrid. 2Hospital Sant Joan de Déu. Barcelona.
Localización
(Rx de cuello, tórax y abdomen)
perforación esofágica, aparece dolor, enfisema sub- de divertículos esofágicos, impactación esofágica
cutáneo, fiebre e incluso en ocasiones un cuadro sépti- de más de 24 horas y la localización en el tercio pro-
co. En niños pequeños puede haber estridor y tos. Hay ximal de mismo.
que tener en cuenta que en los casos en que el obje- En la figura 1 proponemos unas recomendacio-
to está alojado en el esófago existe riesgo de aspira- nes prácticas sobre el manejo de los cuerpos extraños
ción, perforación y formación de fístulas. en el tracto gastrointestinal en la infancia.
Los objetos que quedan alojados en el estómago
dan pocos síntomas, excepto en aquellos casos, poco BIBLIOGRAFÍA
frecuentes, en los que se produce una perforación o 1. American Society for Gastrointestinal Endoscopy. Gui-
erosión de la cavidad gástrica. deline for the management of ingested foreign bodies.
Un objeto en el duodeno puede dar un cuadro Gastrointest Endosc 2002; 55: 802-6.
oclusivo o seudooclusivo. 2. Gryboski J D. Mouth and Esophagus: Traumatic injury.
En: Allan Walker W, Durie PR, Hamilton JR, Walker-
TRATAMIENTO Smith JA, Watkins JB, eds. Pediatric gastrointestinal
disease: pathophysiology, diagnosis, and management.
La extracción de los cuerpos extraños mediante 3ª ed. B.C. Decker; 2000. p. 351-377.
endoscopia permite identificar el objeto, valorar el
3. Hernandez Anselmi E, Gutiérrez San Roman C, Barrios
estado de la mucosa subyacente y comprobar si se ha Fontoba JE, Ayuso González L, Valdés Dieguez E, Llu-
producido alguna complicación, hechos que han per- na González J, et al. Intestinal perforation caused by
mitido reducir enormemente la morbilidad y mortali- magnetic toys. J Pediatr Surg. 2007; 42: 13-6.
dad de esta patología. Existen diversos factores de 4. Kircher MF, Milla S, Callahan MJ. Ingestion of mag-
riesgo para la extracción endoscópica, entre los que netic foreign bodies causing multiple bowel perfora-
destacamos: objetos punzantes o cortantes, presencia tions. Pediatric Radiol 2007; 37: 933-6.
134 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
5. Martín de Carpi J, Gómez Chiari M, Castejón Ponce in socalled body stuffers. J Forensic Leg Med. 2007;
E, Masiques Mas ML, Vilar Escrigas P, Varea Calde- 14: 96-8.
rón V. Aumento del diagnóstico de esofagitis eosino- 7. Spergel JM, BrownWhitehorn TF, Beausoleil JL, Fran-
fílica en nuestro medio. An Pediatr (Barc). 2005; 62: ciosi J, Shuker M, Verma R, Liacouras CA. 14 years
333-9. of eosinophilic esophagitis: clinical features and prog-
6. Puschel K, Bachmann D. Proving possession of drugs nosis. J Pediatr Gastroenterol Nutr. 2009; 48: 30-36.
Pancreatitis en el niño
16 José Ignacio García Burriel1, Pedro J. Vilar Escrigas2
Complexo Hospitalario Universitario de Vigo. Pontevedra. 2Hospital Sant Joan de Déu.
1
Barcelona.
Los traumatismos son responsables de cerca del TABLA I. Factores de gravedad de la pancreatitis.
20% de los casos de pancreatitis aguda en niños.
Pueden ser traumatismos cerrados, penetrantes que Clínicos
en ocasiones puede llevar a la ruptura del conduc- – Complicaciones
to pancreático que obliga a un tratamiento quirúr- – Shock
gico. – Hemorragia
En todas las series se recogen casos de pancre- – Insuficiencia renal
atitis post colangiopancreatografía retrógrada (ERCP), – Rotura de seudoquiste
técnica que como herramienta diagnóstica ha sido des- – Coma
plazada por la colangioresonancia, no así su aspecto – Absceso pancreático
terapéutico. – Edema pulmonar
También existen metabolopatías que pueden con- – Hemorragia
dicionar la aparición de pancreatitis aguda y crónica.
Como es el caso de: déficit hereditario de lipoprotein Laboratorio
lipasa, déficit de apolipoproteína C-II, hipertrigliceride- – Hipocalcemia
mia y quilomicronemia familiar, glucogenosis, ceto- – Hiperglucemia
aciduria de cadenas ramificadas, homocistinuria, défi- – Hipoxemia
cit de 3 hydroxy-3-metilglutaryl-CoA liasa, porfiria – Hipoproteinemia
intermitente aguda, déficit de piruvato kinasa, cisti- – Aumento de urea
nuria y otras aminoacidurias. – Leucocitosis
En las enfermedades del colágeno y vasculitis se – PCR elevada
observan en ocasiones pancreatitis por diferentes – Caída del hematócrito
mecanismos, entre los que se citan: mecanismos inmu-
nológicos per se, vasculitis que afecten los vasos pan-
creáticos y pancreatitis inducida por los fármacos utili- cal. Además, se tiene conocimiento de que existen
zados en la enfermedad. Entre estas enfermedades, se inhibidores de la tripsina y otras proteasas que tam-
pueden citar: lupus eritematoso sistémico, artritis bién evitaría el inicio de las reacciones enzimáticas y
reumatoide, poliarteritis nodosa, síndrome de Behçet, también se conoce que el bicarbonato segregado por
enfermedad de Kawasaki y síndrome hemolítico-uré- las células ductales juegan un papel como inhibido-
mico. res de proteasas.
También se puede observar casos de pancreatitis Las endotoxinas que provienen del intestino y los
en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal, mediadores de la inflamación pueden actuar en la infla-
tanto por la propia enfermedad como por el tratamien- mación del páncreas. La producción de citoquinas
to con azatioprina. proinflamatorias como el TNF-alfa, interleukinas (IL1,
IL6 y IL8) modularía el daño local y la respuesta
FISIOPATOLOGÍA DE L PANCREATITIS inflamatoria sistémica, así como el fallo de órganos a
AGUDA distancia.
La pancreatitis es un proceso de autodigestión
ocasionado por la activación precoz de las proenzi- DIAGNÓSTICO
mas que activan las enzimas digestivas dentro del pán- La pancreatitis aguda se puede presentar con un
creas. Se ignora cuál es el mecanismo preciso que ini- amplio espectro de síntomas y complicaciones. El
cia la secuencia de reacciones enzimáticas. Hay evi- diagnóstico puede ser difícil de efectuar a menos que
dencia que la pancreatitis aguda se inicia en las célu- se tenga un alto índice de sospecha.
las acinares, con un papel importante del Ca++ cuyo Para efectuar un diagnóstico de certeza es nece-
gradiente a través de la membrana plasmática desen- saria una combinación de: síntomas y signos clínicos,
cadenaría la liberación de enzimas desde el polo api- test de laboratorio y técnicas de imagen.
Pancreatitis en el niño 137
minal, ultrasonografía endoscópica, tomografía com- vedad en las primeras 24-72 horas, es aconsejable
puterizada, ERCP y colangiorresonancia. Las técni- su traslado a UCI. El núcleo del tratamiento de la pan-
cas de imagen confirmarán el diagnóstico de pancre- creatitis aguda en el niño es la analgesia, fluidotera-
atitis y en ocasiones identifican la causa y también pia endovenosa, reposo pancreático y monitorización
algunas complicaciones como los pseudoquistes. Los de las complicaciones. Se debe valorar con especial
dos hallazgos patológicos más frecuentes en la eco- cuidado al balance hídrico porque habitualmente pue-
grafía son el aumento del tamaño del páncreas y la den presentar un “tercer espacio”. Un aspecto primor-
disminución de la ecogenicidad, mientras una glán- dial del tratamiento es el dolor que se realizara con
dula normal puede ser observada en casos leves. La meperidina a dosis de 2 mg/kg/dosis cada 46 horas
ecografía endoscópica consigue mejores imágenes del IV. La nutrición parenteral no es siempre necesaria.
árbol biliar que la ecografía convencional. La TAC Recientemente se han publicado en pacientes adultos
con contraste es el método de imagen más usado para el tratamiento nutricional con alimentación nasoye-
valorar la severidad y detectar las complicaciones, yunal con menor incidencia de infecciones y menor
pero la radiación es alta. estancia hospitalaria. No suele ser necesario la utili-
La colangiopancreatografía retrógrada (ERCP), zación de antibióticos, excepto en los casos más seve-
en ausencia de confirmación tisular, es considerada ros, especialmente si se sospecha necrosis pancreá-
como “gold standard” en la práctica adulta. La inter- tica. En la mayor parte de los casos leves o modera-
pretación es subjetiva y puede tener una variación dos se debe realizar dieta absoluta durante 3-5 días.
substancial inter e intra observacional. También cam- La cirugía en la pancreatitis aguda está limitada a la
bios similares morfológicos en el conducto pancreá- retirada del tejido necrótico infectado del páncreas y
tico principal puede ser producido en la pancreatitis la colecistectomía en los casos de pancreatitis recu-
aguda y puede permanecer durante meses después de rrente por litiasis biliar. La esfinterotomía endoscópi-
la resolución del ataque agudo. ca es una alternativa a la colecistectomía en casos
seleccionados.
COMPLICACIONES
En la evolución de la pancreatitis aguda pueden PANCREATITIS CRÓNICA
observarse muchas complicaciones. Hay complicacio- La pancreatitis crónica es un proceso inflamato-
nes sistémicas como hipocalcemia, hiperglucemia, rio crónico, consecuencia de la destrucción del tejido
hiperlipidemia por necrosis grasa y acidosis con pancreático exocrino, fibrosis y, en algunos casos, pér-
hipercaliemia por shock y fallo renal y también de di- dida de la función pancreática endocrina.
ferentes sistemas y órganos: circulatorio, respiratorio A diferencia de su forma aguda, que se define por
con distrés respiratorio del adulto, gastrointestinales criterios clínicos, la pancreatitis crónica se define por
como hemorragia, íleo paralítico, úlceras de estrés, alte- criterios morfológicos. Por lo tanto, el diagnóstico
raciones hepatobiliares con obstrucción biliar, trombo- está basada en una combinación de hallazgos clínicos
sis de la vena portal, y hematológicas como hemólisis, (dolor abdominal, pérdida de peso y diabetes melli-
psicosis, coma, etc. Entre las complicaciones locales tus), alteración funcional (insuficiencia pancreática
son frecuentes los seudoquistes. Aunque en algunas exocrina documentada) y estudios de imagen. Mien-
ocasiones son palpables, la mayor parte de las ocasio- tras que la pancreatitis aguda se puede considerar un
nes requieren la realización de una ecografía. Ocasio- evento, la pancreatitis crónica se podría considerar
nalmente producen dolor y sensación de ocupación. como un proceso. En ocasiones la pancreatitis cró-
Los seudoquistes generalmente se resuelven sin ciru- nica es el resultado de episodios repetidos de pancre-
gía, mediante el drenaje dirigido por ecografía. atitis agudas.
En el momento actual, la clasificación de la
TRATAMIENTO pancreatitis crónica se realiza mediante la clasifi-
El tratamiento se realizará ingresado en un cen- cación TIGAR-O que pretende sustituir la clasifi-
tro hospitalario. Si aparece cualquier síntoma de gra- cación de Marsella. Este sistema propone unos
Pancreatitis en el niño 139
modificadores del riesgo que pueden interactuar en TABLA III. Etiología de la pancreatitis crónica
un mismo paciente y que produciría la enfermedad en el niño.
pancreática.
Tóxico-metabólica
Patogenia Medicación
La fisiopatología de la pancreatitis crónica se des- Hiperlipidemia
conoce. Hay diferentes teorías que no son excluyentes Hipercalcemia
mutuamente. El daño de las células acinares (drogas, Toxinas
alteraciones metabólicas e infecciones) y la activación
Genética
prematura de tripsinógeno a tripsina en el páncreas debi-
do a la obstrucción del flujo ductal o fallo en el control Fibrosis quística
de feedback. Otros factores que contribuyen se inclu- Pancreatitis hereditaria
Mutaciones SPINK1
yen el daño por isquemia-revascularización.
En el caso de las pancreatitis hereditarias se con- Obstructiva
sidera que las crisis repetidas de pancreatitis aguda Páncreas divisum
inducen la pancreatitis crónica; esta teoría ha sido Inserción anómala del conducto pancreático
denominada como “necrosis-fibrosis”. Tumor
Enfermedad de Crohn
Etiología Estenosis ductales post-traumáticas
La pancreatitis crónica es rara en niños. Ha-
bitualmente asociada a alteraciones genéticas como Idiopática
fibrosis quística, pancreatitis hereditaria o idiopática.
Los niños con pancreatitis crónica deben ser valora- Autoinmune
dos entre otros con los siguientes estudios: cloro en Enfermedad vascular del colágeno
sudor, testar genéticamente el CFTR, tripsinógeno Pancreatitis autoinmune aislada
catiónico y mutación SPINK1; estudios de imagen
para excluir alteraciones estructurales etiológicas (con-
génitas o adquiridas) y evaluación de causas autoinmu- meso-tripsinógeno). Normalmente el tripsinógeno se
nes. La pancreatitis crónica se presenta desde el pun- convierte a tripsina en el duodeno como resultado de
to de vista de la morfología de dos formas diferente. la activación por la enterokinasa del borde en cepillo.
Una forma es la denominada pancreatitis calcificada En el caso de un tripsinógeno defectuoso, se altera el
crónica, que conlleva la presencia de calcificaciones control de la activación de la tripsina y del resto de
generalmente, y otra es la llamada pancreatitis obs- las proteasas. El tripsinógeno catiónico de estos pa-
tructiva crónica, que se produce como consecuencia cientes presenta una histidina en la posición 117 en
de la oclusión del conducto pancreático principal o lugar de una arginina. El gen de esta proteína se
una de sus ramas (Tabla III). encuentra en el brazo largo del cromosoma 7 (7q35).
Los defectos del gen del tripsinógeno catiónico
Entidades específicas de pancreatitis crónica (PRSS1) produce un aumento de la activación o un
Pancreatitis hereditaria defecto en la inactivación en el acino, lo que con-
Esta entidad se hereda de forma autosómica lleva a la autodigestión del páncreas. La historia clí-
dominante y se produce como consecuencia del mal nica familiar de pancreatitis o dolores abdominales
funcionamiento del tripsinógeno catiónico (uno de inexplicables de 1 a 3 días de evolución en adultos
los tres tipos diferentes de tripsinógeno del páncre- en generaciones previas se suelen recoger en la
as). El tripsinógeno catiónico representa el 65% del anamnesis. El diagnóstico es confirmado mediante
tripsinógeno total, mientras que es resto, las otras dos el estudio genético del gen PRSS1, aunque en un 30-
formas de tripsinógeno (tripsinógeno aniónico y 40% no se puede identificar la mutación.
140 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
intervenciones es proveer de un adecuado drenaje del 5. Lowe ME, Greer JB. Pancreatitis in children and ado-
conducto pancreático. El tratamiento endoscópico se lescents. Curr Gastroenterol Rep 2008; 10: 128-35.
refiere a la colocación de un stent. Las opciones qui- 6. Nydegger A, Couper RT, Oliver MR. Childhood pan-
rúrgicas incluyen procedimientos de drenaje como la creatitis. J Gastroenterol Hepatol 2006; 21: 499-509.
pancreaticoyeyunostomía lateral 7. Stringer MD, Davison SM, McClean P, Rajwal S, Pun-
tis JW, Sheridan M, et al. Multidisciplinary manage-
BIBLIOGRAFÍA ment of surgical disorders of the pancreas in childho-
od. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2005; 40: 363-7.
1. Chavhan GB, Babyn PS, Manson D, Vidarsson L.
Pediatric MR cholangiopancreatography: principles, 8. Walkowiak J, NousiaArvanitakis S, Henker J, Stern M,
technique, and clinical applications. Radiographics Sinaasappel M, Dodge JA. Indirect pancreatic function
2008; 28: 1951-62. tests in children. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2005; 40:
107-14.
2. Clifton MS, Pelayo JC, Cortes RA, Grethel EJ, Wagner
AJ, Lee H, et al. Surgical treatment of childhood recu- 9. Werlin SL, Kugathasan S, Frautschy BC. Pancreatitis
rrent pancreatitis. J Pediatr Surg 2007; 42: 1203-7. in children. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2003; 37: 591-
5.
3. DeBanto JR, Goday PS, Pedroso MR, Iftikhar R, Fazel
A, Nayyar S, et al. Acute pancreatitis in children. Am 10. Whitcomb DC, Lowe ME. Pancreatitis. 1.Acute and
J Gastroenterol 2002; 97: 1726-31. Chronic. En: Walker WA, Goulet OG, Kleinman RE,
Sherman PM, Shneider BL, Sanderson IR, eds. Pedia-
4. Kandula L, Lowe ME. Etiology and outcome of acu- tric Gastrointestinal Disease. Hamilton, Ontario: BC
te pancreatitis in infants and toddlers. J Pediatr 2008; Decker; 2004. p. 158.
152: 106-10, 110 e1.
Parasitosis intestinales
17 Julio Romero González, Miguel Angel López Casado
Hospital Universitario Materno Infantil Virgen de las Nieves. Granada
Desde un punto de vista etiológico, las parasito- mago dónde se destruye la cubierta del quiste, libe-
sis intestinales engloban las parasitaciones del tubo rándose los trofozoitos que se localizan en la muco-
digestivo producidas por protozoos y por helmintos, sa del intestino delgado proximal produciendo la enfer-
ya sean nematodos, trematodos o cestodos. En la Tabla medad y dando lugar a la eliminación de nuevos quis-
I se enumeran los parásitos intestinales más relevan- tes por las heces.
tes, autóctonos e importados, indicándose su forma Tras un período de incubación de unos 5 días se
de transmisión. Estas enfermedades tienen una enor- inicia el período clínico, existiendo tres posibles evo-
me importancia mundial, fundamentalmente en paí- luciones: portador asintomático, gastroenteritis auto-
ses tropicales y subtropicales dónde son más preva- limitada o cuadro crónico de malabsorción o urtica-
lentes, aunque el auge de los viajes a otros continen- ria.
tes y el aumento progresivo de la inmigración y de la
adopción internacional, ha aumentado el riesgo de Amebiasis (Entamoeba histolytica o Entamoeba
aparición de parasitosis intestinales en los países des- dispar)
arrollados. En la actualidad la parasitación intestinal Constituye la tercera causa mundial de muerte
es la afección más frecuente en niños inmigrantes y por enfermedad parasitaria. La infección se produce
adoptados (25-75%) y, además con frecuencia la para- al ingerir quistes del parásito, que miden 10 a 18 µ y
sitación es múltiple. contienen cuatro núcleos. Los quistes son resisten-
tes a las bajas temperaturas, a la cloración de las aguas
PARASITOSIS INTESTINALES y a los ácidos gástricos y enzimas digestivas, de for-
PRODUCIDAS POR PROTOZOOS ma que tras la ingesta llegan al intestino delgado dón-
Giardiasis (Giardia lamblia) de cada quiste da lugar a ocho trofozoitos, con un diá-
Es la parasitación más común en el mundo, sobre metro medio de 25 µ y dotados de un solo núcleo. Los
todo en climas templados, especialmente en niños de trofozoitos van a colonizar la luz del colon, pudien-
guarderías y orfanatos, alcanzando la máxima preva- do invadir la mucosa, extendiéndose por debajo del
lencia entre los 2 y los 6 años de edad. epitelio intestinal produciendo las características úlce-
El protozoo giardia lamblia se presenta en dos ras con forma de matraz.
formas distintas, trofozoitos o formas vegetativas o En el 90% de los casos la amebiasis no da sinto-
activas que tienen aspecto de media pera y un tama- matología (estado de portador asintomático), pero en
ño de 10 a 20 µ de largo por 6 a 10 µ de ancho; y quis- el 10% restante la clínica es de amebiasis sintomá-
tes que miden de 10 a 12 µ de largo por 8 µ de ancho. tica invasiva que puede adoptar 3 formas. La más fre-
Los trofozoitos viven en las criptas glandulares y sub- cuente (90%) es la colitis amebiana crónica no di-
mucosa de duodeno y yeyuno proximal, mientras que sentérica, seguida por la colitis amebiana aguda disen-
los quistes se forman en intestino delgado y se excre- térica (10%) que es un cuadro grave de diarrea muco-
tan por las heces. purulenta, con pujos y tenesmo rectal pero sin fiebre.
Los quistes eliminados por las heces contaminan En casos excepcionales las amebas invaden el torren-
agua, alimentos y manos, llegando por vía oral al estó- te sanguíneo, dando lugar al cuadro clínico conoci-
144 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
fecal; Hymenolepis diminuta, ingesta accidental de artrópodos. c Taenia saginata, ingesta de carne vacuna cruda o poco
cocinada; Taenia solium, ingesta de carne porcina cruda o poco cocinada. d Helmintos tisulares, pero sus huevos pueden
encontrarse en heces. e Ingesta de plantas acuáticas (berros, canónigos…).
SIDA. El mecanismo de transmisión fundamental Durante la fase migratoria pulmonar fugaz de las
es fecal-oral. Tras la ingestión de agua o alimentos larvas, los pacientes pueden presentar tos, fiebre, dis-
contaminados por esporas, los esporozoitos son libe- nea, hemoptisis, sibilancias e infiltrados pulmonares
rados invadiendo el epitelio intestinal y dando lugar (neumonitis eosinófilica o síndrome de Loeffler).
a un cuadro clínico distinto según el estado inmuni- Durante la fase intestinal de los adultos, los pacien-
tario del paciente. En inmunocompetentes, tras un tes pueden estar asintomáticos o presentar diarrea leve
período de incubación de 1 a 7 días, aparece un cua- intermitente, dolor abdominal, náuseas y vómitos. En
dro de fiebre, vómitos y deposiciones diarreicas, líqui- esta fase los parásitos pueden originar complicaciones
das y abundantes que se resuelve espontáneamente en mecánicas tales como oclusión biliar o intestinal, pan-
2-3 días. En inmunodeficientes el cuadro evolucio- creatitis, invaginación, apendicitis y granulomas vis-
na a diarrea crónica con pérdida de peso, en ocasio- cerales. La eosinifilia en sangre periférica es la regla.
nes asociado a lesiones biliares (colecistitis acalculo-
sa y colangitis esclerosante). Tricuriasis (Trichuris trichiura)
Los huevos ingeridos (a través de agua, alimen-
PARASITOSIS INTESTINALES tos, tierra y manos) llegan al intestino delgado y se
PRODUCIDAS POR HELMINTOS convierten en larvas que maduran a la vez que des-
Nemátodos cienden por el tubo digestivo, de forma que al llegar
Oxiuriasis (Enterobius vermicularis) al colon ascendente son ya adultos. Allí infiltran la
Afecta al 40-50% de los niños en edad escolar. mucosa del ciego dando lugar a inflamación, edema
La ingestión de huevos fecundados, libera larvas que y hemorragia.
maduran en el duodeno, localizándose después en la Los pacientes pueden estar asintomáticos o pre-
región ileocecal. Desde aquí las hembras progresan, sentar diarrea sanguinolenta con dolor cólico, pujo,
generalmente por las noches, hasta el recto y el ano tenesmo y a veces prolapso rectal.
para realizar la puesta de huevos, los cuales median-
te una secreción especial se adhieren a las márgenes Anisakiasis
del ano y piel circundante. Es producida por la ingestión de larvas de nema-
El síntoma principal de esta infestación es el pru- todos del pescado (Anisakis), cuando este es ingeri-
rito anal y perineal generalmente nocturno y frecuen- do fresco sin cocinar (en España el consumo de ancho-
temente tan intenso que obliga al rascado, infectán- as y boquerones en vinagre es la principal ruta de trans-
dose así las manos del niño, que se constituyen en misión). La clínica típica consiste en la presentación,
vehículo de transmisión (además de los alimentos, en las 12 horas posteriores a la ingesta de pescado, de
ropa sucia y polvo atmosférico contaminado). la suma de un cuadro de gastritis aguda o subaguda
y de urticaria sistémica. La confirmación diagnóstica
Ascaridiasis (Ascaris lumbricoides) requiere una exploración gastroscópica que demues-
Con sus 35 cm de longitud es el nemátodo de tra la existencia de una reacción inflamatoria granulo-
mayor tamaño, constituyendo una infestación muy matosa de la mucosa gástrica, permitiendo identificar
frecuente sobre todo en áreas tropicales. Cuando hue- las larvas del parásito en número variable. El trata-
vos fértiles son ingeridos, se produce la eclosión de miento consiste en la extirpación endoscópica de las
las larvas que atravesando la mucosa intestinal, alcan- larvas, asociando antihistamínicos si hay urticaria.
zan la circulación portal llegando a la circulación pul-
monar, y desde ahí invaden los alveolos pulmonares Tremátodos
pasando a los bronquios. Mediante la tos y la deglu- Fasciolosis (Fasciola hepatica)
ción reaparecen en el intestino delgado transforma- Se trata de un parásito del ganado ovino, bovi-
dos en adultos, dónde viven uno o dos años, durante no y, en ocasiones de los humanos. La ingesta de meta-
los cuales dan lugar a la excreción de huevos en heces. cercarias adheridas a los vegetales, especialmente
Tras la muerte son expulsados espontáneamente. berro salvaje, da lugar a que los parásitos salgan de
146 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
los quistes a nivel del duodeno, atravesando la pared Himenolepiasis (Hymenolepis nana)
intestinal para alcanzar el parénquima hepático, dón- Es la infección por cestodos más frecuente. Se
de permanecen unas semanas antes de llegar a los con- trata de un cestodo pequeño con un ciclo biológico
ductos biliares donde van a madurar, iniciándose la complejo en el que intervienen roedores, moscas, cuca-
puesta de unos huevos grandes y operculados que a rachas y diversos insectos que van a contaminar las
través de la bilis alcanzan de nuevo el intestino des- aguas con quistes o embriones. Los pacientes perma-
de dónde son expulsados con las heces. Los huevos necen asintomáticos o presentan diarrea no sanguino-
maduran en agua dulce, liberando los miracidios que lenta, dolor abdominal, astenia, anorexia y cefalea.
infestan a algunas especies de caracoles, en los que
se multiplican dando lugar a numerosas cercarias que Hidatidosis (Echinococcus granulosus y
finalmente abandonan los caracoles enquistándose en multilocularis)
plantas acuáticas. Estas dos especies de echinococcus son dos tenias
Las manifestaciones clínicas se presentan duran- pequeñas que parasitan el intestino del perro. El huma-
te la fase migratoria hepática y biliar del parásito: fie- no, mediante la ingestión de huevos eliminados con
bre, dolor en hipocondrio derecho, hepatoesplenome- las heces del perro, puede constituirse en huésped
galia y en raras ocasiones ictericia obstructiva o cirro- intermediario, desarrollando un quiste hidatídico de
sis biliar. En sangre suele haber una marcada eosino- localización hepática, pulmonar o cerebral. Los pacien-
filia. tes presentarán síntomas generales como pérdida de
peso, anorexia, fiebre, prurito y urticaria recidivante.
Céstodos Además habrá síntomas específicos dependientes de
Teniasis (Taenia solium y Taenia saginata) la localización del quiste. En los quistes hepáticos el
Las tenias adultas tienen una cabeza o escólex hallazgo de mayor valor es la hepatomegalia indolo-
provisto de ventosas de fijación y un cuerpo formado ra de borde redondeado, pudiendo referir el paciente
por anillos o proglótides, cada uno de ellos dotado de dolor abdominal, estreñimiento o ictericia obstructi-
órganos masculinos y femeninos y repletos de hue- va. El quiste de localización pulmonar suele ser asin-
vos fecundados. Los humanos parasitados eliminan tomático, aunque puede dar tos, dolor torácico, hemop-
en sus heces proglótides cargados de millares de hue- tisis y la típica vómica “en hollejos de uva”. Los quis-
vos que contienen en su interior un embrión hexacan- tes cerebrales dan sintomatología neurológica. Las
to ya formado. Ingeridos los huevos por un bóvido dos complicaciones más importantes son la infección
(taenia saginata) o por un cerdo (taenia solium), el y la ruptura de los quistes que puede ocasionar un
embrión se libera en su tubo digestivo, atraviesa la shock anafiláctico. La eosinofilia es la regla. El trata-
pared intestinal, alcanza la circulación sistémica, atra- miento es fundamentalmente quirúrgico.
viesa el pulmón y termina en los musculos dónde se
enquista formando un cisticerco que a los 3 ó 4 meses DIAGNÓSTICO
ya es infectante. Cuando el humano ingiere carne poco El diagnóstico de las parasitosis intestinales se
cocida con cisticercos, se liberan las larvas en el estó- basa en la identificación microscópica de formas para-
mago, el escólex se fija en el intestino delgado e ini- sitarias (trofozoitos o quistes de protozoos y huevos
cia la formación de anillos que 2 ó 3 meses después o larvas de helmintos) en muestras fecales u orgáni-
empiezan a eliminarse por las heces. La clínica es es- cas (aspirado duodenal y biliar o biopsias). Respec-
casa (tendencia a diarrea, adelgazamiento, anemia to a las heces, se necesitan un mínimo de tres mues-
leve, molestias abdominales) o nula. A veces los tras de una pequeña cantidad, tomadas en días alter-
pacientes refieren la eliminación de los anillos por las nos, recolectadas en recipientes limpios, conservadas
heces. En ocasiones el humano se constituye en hués- en lugar fresco o utilizando fijadores para evitar la
ped intermediario de la taenia solium, mediante la destrucción de los parásitos y enviadas lo antes posi-
ingestión de huevos, tras lo que presentará el cuadro ble al laboratorio, dónde las muestras son procesadas
de cisticercosis en músculos, cerebro, ojos, etc. mediante concentración por técnicas de sedimenta-
Parasitosis intestinales 147
ción (centrifugación formol-éter) o flotación (sulfato y jabón, el día de la toma se aplicará en las márgenes
de zinc) y a continuación sometidas a tinciones espe- del ano la cara adhesiva de una tira de celofán trans-
cíficas (lugol, hematoxilina-eosina, tricrómica). Ade- parente, dicha tira se pegará a un portaobjetos de cris-
más de la identificación microscópica, recientemen- tal y se enviará al laboratorio en sobre cerrado.
te se han desarrollado técnicas serológicas de detec-
ción de anticuerpos, técnicas de detección de co- Ascaris lumbricoides
proantígenos mediante anticuerpos monoclonales o A veces aparecen gusanos enteros de 20 a 40 cm
análisis isoenzimático y técnicas de biología molecu- de longitud en las heces. En todos los casos es posi-
lar como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) ble identificar los huevos en heces por examen direc-
para detección de genomas parasitarios. A continua- to entre porta y cubre, sin necesidad de técnicas de
ción se resume el diagnóstico de especie de las para- concentración dado el elevado número de huevos. Las
sitosis intestinales comentadas anteriormente: larvas pueden identificarse en esputo y en aspirado
gástrico. En ocasiones se aprecian radiológicamente
Giardia lamblia por estudio baritado que puede demostrar el tracto
Hallazgo de los típicos quistes en las heces o de digestivo del gusano. En las infestaciones activas por
trofozoitos en jugo duodenal obtenido mediante ente- ascaris se han descrito anticuerpos inmunes antiga-
rotest (deglución de una pequeña cápsula de gelatina lactosa, así como Ig G específica mediante técnicas
unida a un hilo). También es diagnóstica la observa- de ELISA.
ción de trofozoitos en muestra de biopsia intestinal.
Otras técnicas son la detección de coproantígenos de Trichuris trichiura
giardia lamblia por inmunoelectroforesis y enzimoin- El diagnóstico se basa en la observación de hue-
munoanálisis y la investigación de anticuerpos Ig M vos con aspecto típico en tonel en frotis de heces, sin
plasmáticos antigiardia. necesidad de técnicas de concentración dado el ele-
vado número de huevos.
Entamoeba histolytica o dispar
Hallazgo de trofozoitos o quistes en heces (los de Anisakis
ambas especies son morfológicamente indistingui- El diagnóstico se confirma por endoscopia que
bles). Actualmente se utilizan técnicas de detección permite visualizar una reacción granulomatosa de la
de coproantígenos con anticuerpos monoclonales, aná- mucosa gástrica e identifica un número variable de
lisis isoenzimático o PCR, que permiten distinguir larvas. El diagnóstico de alergia a anisakis es difícil
entre las dos especies pero que son caras y laborio- por la existencia de reactividad cruzada con otros alér-
sas. Para el diagnóstico de la amebiasis invasiva y el genos.
absceso hepático amebiano disponemos de técnicas
serológicas, además de las técnicas de imagen que Fasciola hepatica
demuestran lesiones hepáticas típicas de absceso hepá- Identificación de huevos en heces o aspirados
tico amebiano. biliares, técnicas serológicas y técnicas de imagen.
TABLA II. Tratamiento de elección y alternativas terapéuticas para los parásitos intestinales más
frecuentes en niños.
Dosis Intervalo
Patógeno Fármaco (mg/kg/día) dosis Vía Duración
Giardia lamblia Metronidazol 15 8 PO 7
Tinidazol 50 24 PO 1
Quinacrina 6 8 PO 5-7
Albendazol a 400 24 PO 5
Furozolidona 6 6 PO 7-10
Paramomicina 25-35 8 PO 7
Entamoeba histolytica Paramomicina 25-35 8 PO 7-10
Portador asintomático Yodoquinol 30-40 8 PO 20
Colitis amebiana Metronidazol 30-50 8 PO 10
(corticoides contraindicados) Tinidazol + Paramomicina 50 (máx 2 g) 24 PO 3
(y después yodoquinol) 25-35 8 PO 7-10
Absceso hepático amebiano Metronidazol 30-50 8 PO 10
Si no evoluciona bien, cirugía Metronidazol 25-30 8 IV 10
(corticoides contraindicados) Tinidazol + Paramomicina 50-60 (máx 2 g) 24 PO 5
(y después yodoquinol) 25-35 8 PO 7-10
Trichuris trichiura Mebendazol b 100 12 PO 3
Albendazol a 400 24 PO 1
.../...
TABLA II. (Continuación) Tratamiento de elección y alternativas terapéuticas para los parásitos
intestinales más frecuentes en niños.
Dosis Intervalo
Patógeno Fármaco (mg/kg/día) dosis Vía Duración
Ascaris lumbricoides Mebendazol b 100 12 PO 3
Pamoato de pirantel 11 (máx 1 g) 24 PO 3
Albendazol a 400 24 PO 1
Ancylostomas braziliensis Tiabendazol tópico 1 aplicación Varias Tópico
veces
Tiabendazol 25 8 PO 5-10
Ivermectina 150-200 24 PO 1-2
Albendazol a 200 24 PO 3-5
Ancylostomas duodenalis Mebendazol b 100 mg/12 h ó PO 3
500 mg/24 h
Pamoato de pirantel 11 (máx 1 g) 24 PO 3
Albendazol a 400 mg/dosis 24 PO 3-5
Strongyloides stercolaris Tiabendazol 50 (máx 3 g) 12 PO 3-10
Albendazol 400 mg/dosis 24 PO 3-6
Ivermectina 0,2 24 PO 1-2
Toxocarosis Dietilcarbamacina 6 8 PO 7-10
(corticoides si es grave o Albendazol a 200-400 mg/dosis 12 PO 7-10
si hay afectación ocular) Mebendazol b 100-200 mg/dosis 12 PO 5
Hymenolepis nana Prazicuantel 25 24 PO 1
Niclosamida 1er día: 40 24 PO 7
Días sucesivos: 20
Albendazol a 400 mg/dosis 24 PO 1
Taenia solium Prazicuantel 5-10 24 PO 1
Taenia saginata Niclosamida 50 24 PO 1
Cisticercosis Albendazol 15 8 PO 8-28
Cirugía. Corticoides si Prazicuantel 50 8 PO 15
encefalitis, convulsiones,
hipertensión craneal
Filariasis linfática y loasis Dietilcarbamacina Día 1: 1 24 PO 1
Día 2: 3 8 PO 1
> Día 3: 6 8 PO 21
Ivermectina c 0,15 24 PO 1
Repetir a 6-12 m.
para helmintiasis intestinales a cualquier edad. Para conseguir efecto sistémico deben darse 2 o 3 dosis (en general 15
mg/kg/día) administradas con comidas para aumentar su absorción. b Mebendazol: las monodosis de 100 mg/12 horas están
aprobadas en mayores de 2 años. c Ivermectina: la monodosis de este fármaco está aprobada para mayores de 24 años.
Enfermedad inflamatoria intestinal
18 Enrique Medina Benítez1, Daniel Fuentes Lugo2, Lucrecia Suárez Cortina2,
Gerardo Prieto Bozano3
Hospital 12 de Octubre. Madrid. 2Hospital Ramón y Cajal. Madrid. 3Hospital Infantil
1
Enfermedad de Crohn
Edad al diagnóstico
A1 16 años o menos
A2 17-40 años
A3 Más de 40 años
Localización Modificador
Tracto GI superior
L1 Ileon terminal L1+L4 Ileon terminal+GI superior
L2 Colon L2+L4 Colon+GI superior
L3 Ileocolon L3+L4 Ileoclon+Gi superior
L4 Tracto GI superior
Conducta Modificador
E. perianal
B1 No estenosante, no penetrante B1p No estenosante, no penetrante + perianal
B2 Estenosante B2p Estenosante + perianal
B3 Penetrante B3p Penetrante + perianal
B1: diagnóstico provisional. En los estudios se da un plazo variable hasta considerarlo definitivo
(se sugieren 5-10 años).
Colitis ulcerosa
E1 Proctitis ulcerosa
E2 Colitis izquierda
E3 Colitis extensa (La inflamación se extiende proximal al ángulo esplénico)
(El término “pancolitis” se refiere a la inflamación de todo el colon; es más frecuente en los niños que en los adultos).
terias o respuesta inflamatoria. El primero descubier- deran signos graves: fiebre elevada, afectación del
to fue el gen NOD2/CARD15 en el cromosoma 16 estado general, retraso del crecimiento, distensión
ligado a la EC, cuyo producto es una proteína de reco- abdominal, timpanismo y dolor a la palpación abdo-
nocimiento de péptidos bacterianos. La flora bacte- minal.
riana endógena juega un papel primordial en la pato- Puede manifestarse como una colitis fulminante
genia y los esfuerzos se centran en conocer su inter- con más de 6 deposiciones al día, con sangre abundan-
acción con una respuesta inmune normal o disregula- te, anemia, hipoalbuminemia, alteraciones hidroelec-
da. Entre los factores ambientales, los que presentan trolíticas, fiebre y taquicardia. El abdomen puede estar
más fuerza de asociación son el tabaco (de riesgo para distendido y doloroso a la palpación. Estas formas pue-
la EC, protector para la CU) y la apencidectomía (redu- den evolucionar a megacolon tóxico con dilatación
ce el riesgo de CU). colónica superior a 6 cm asociada a cuadro séptico,
gran distensión y dolor abdominal. Puede producirse
CLÍNICA como complicación una colitis fulminante, tras una
Los síntomas más frecuentes de la colitis ulcero- colonoscopia o enema de bario, o por uso de antoco-
sa son: diarrea líquida y frecuentemente sanguinolen- linérgicos o por retirada rápida de corticoides. Tanto
ta o con moco asociada a urgencia, tenesmo, dolor la colitis grave como el megacolon tóxico presentan
abdominal cólico, fiebre y pérdida de peso. Se consi- un alto riesgo de perforación, sepsis y hemorragia masi-
Enfermedad inflamatoria intestinal 153
va. La complicación más grave y frecuente en la CU Dentro de las manifestaciones hepáticas se inclu-
de larga evolución es el cáncer. Se recomienda criba- yen la esteatosis, hepatitis crónica autoinmune, peri-
do con colonoscopia en las CU de larga evolución. colangitis y colangitis esclerosante (más frecuente-
Los síntomas más frecuentes en la EC son: abdo- mente asociada a la CU). Colelitiais en pacientes con
minalgia (a menudo postprandial de tipo cólico, EC de larga evolución con afectación ileal o reseccio-
periumbilical o en cuadrante inferior derecho), dia- nes amplias.
rrea y retraso del crecimiento y desarrollo. La pal- Pueden producirse manifestaciones urológicas
pación de efecto de masa abdominal inflamatoria en como litiasis por hiperoxaluria, fístulas enterovesica-
fosa iliaca derecha es caracteristica. El comienzo es les, ureterohidronefrosis por compresión y, en casos
con frecuencia insidioso en forma de anorexia, aste- de larga evolución, amiloidosis renal.
nia, fiebre intermitente, estacionamiento ponderoes-
tatural y manifestaciones articulares, orales o cutá- Retraso de crecimiento y osteoporosis
neas. Esto condiciona en ocasiones un mayor retra- El retraso de talla o puberal puede ser la ma-
so en el diagnóstico que en la CU. En ocasiones se nifestación única de la EC. La actividad inflamatoria
manifiesta como un cuadro agudo pseudoapendicu- especialmente, y los tratamientos prolongados con
lar. La rectorragia es menos frecuente que en la CU corticoides alteran el crecimiento y la osificación,
excepto en las formas de afectación cólica. Existe pudiendo afectar la talla final y aumentar el riesgo de
lesión perianal en forma de fisura, fístula o absceso fractura. La vigilancia periódica del crecimiento,
en un 25-50% de los pacientes. La pérdida de peso es maduración sexual y ósea es primordial en la EII, así
más frecuente e intensa que en la CU. como el uso de terapias alternativas a los corticoi-
Las complicaciones intestinales más frecuentes des siempre que sea posible.
son: estenosis, fístulas y abscesos. El megacolon tóxi-
co y el cáncer son menos frecuentes que en la CU. DIAGNÓSTICO
Laboratorio
MANIFESTACIONES EXTRADIGESTIVAS No existe ninguna prueba específica de la EII. Las
La EII se considera multisistémica. En ocasiones alteraciones hematológicas y bioquímicas dependen de
las manifestaciones extradigestivas preceden a los sín- la actividad inflamatoria, de los trastornos de absorción
tomas intestinales. Se estima que alrededor de un 25- y de las pérdidas intestinales. Aunque las pruebas de
30% de los pacientes con EII presentarán alguna a lo laboratorio pueden ser normales en presencia de infla-
largo de su evolución. Las más frecuentes se aso- mación, su alteración alerta hacia la realización de estu-
cian a la actividad inflamatoria en intestino, otras dios más amplios. Además de para el diagnóstico, sir-
siguen un curso independiente como la colangitis ven para monitorizar el seguimiento del paciente y para
esclerosante. detectar efectos adversos de los tratamientos.
La artralgia y, en menor grado, la artritis son las Existe anemia ferropénica en el 50% de los
manifestaciones extraintestinales más frecuentes en pacientes. En ocasiones, la anemia es mormocítica
la EII del niño. La artritis tiende a ser mono o pau- con ferritina sérica normal o elevada. La anemia
ciarticular, asimétrica y migratoria. La artritis puede macrocítica puede desarrollarse como consecuencia
afectar las sacroilíacas y la columna, en especial en de la malabsorción de vitamina B12 o ácido fólico.
varones HLA-B27 con afectación cólica. El déficit de folatos puede ocurrir por aporte insufi-
El eritema nodoso, la estomatitis aftosa son fre- ciente, afectación yeyunal extensa y tratamiento con
cuentes en fases de actividad. El pioderma gangreno- sulfasalazina.
so se asocia con más frecuencia a la CU. La trombocitosis, el aumento de la velocidad de
Las manifestaciones oculares más habituales son: sedimentación y de las proteínas de fase aguda (PCR,
conjuntivitis, epiescleritis y uveítis anterior (EC). Con- orosomucoide, factor VIII) se relacionan con la acti-
viene realizar vigilancia oftalmológica periódica, espe- vidad inflamatoria. La hipoalbuminemia es un marca-
cialmente si se han empleado corticoides (cataratas). dor de severidad.
154 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
de obstrucción intestinal incompleta con asas intesti- manifiesto las zonas con inflamación activa. Es útil
nales distendidas y niveles hidroaéreos y en la CU para precisar la extensión y gravedad de la inflama-
dilatación cólica o megacolon tóxico. ción, sobre todo cuando está contraindicada la ex-
ploración endoscópica o ésta ha sido incompleta. Tie-
Tránsito intestinal con bario y enema de bario ne falsos negativos (enfermedad reciente, tratamien-
El tránsito intestinal con bario está indicado para tos con esteroides) y positivos.
valorar la afectación de intestino delgado (EC) y pue-
de demostrar engrosamiento de pliegues, segmentos DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
estenóticos con dilatación de asas proximales, fístu- Debe hacerse con causas infecciosas de colitis,
las, fisuras, irregularidad mucosa, rigidez, separación gastroenteritis eosinofílica, vasculitis, colitis alérgi-
de asas por engrosamiento parietal, imagen de empe- ca, hiperplasia nodular linfoide, inmunodeficiencias
drado y peristalsis anormal. Es conveniente seriar el o linfoma intestinal. Distintos datos clínicos, analíti-
íleon terminal con compresión extrínseca. La entero- cos o patológicos dieferencian entre CU y EC (Tabla
clisis con perfusión duodenal del medio de contraste II). En el niño pequeño es frecuente la afectación cóli-
parece superior y más sensible que la técnica conven- ca exclusiva y en ocasiones es difícil diferenciar entre
cional, pero técnicamente más difícil. El enema de ambas (colitis indeterminada).
bario se utiliza poco debido a la disponibilidad de la
endoscopia. La exploración está contraindicada en la TRATAMIENTO
CU en fase activa no controlada. Los objetivos principales del tratamiento son indu-
cir y mantener un estado de remisión clínica, prevenir
Ecografía las recaídas, mantener una nutrición y desarrollo ade-
Puede utilizarse en la valoración de las lesiones cuados y reducir el número y duración de las recaídas.
transmurales de la EC, cuando exista sospecha de abs- El tratamiento debe adaptarse a la severidad, segmen-
ceso y en el diagnóstico de las complicaciones hepa- to intestinal afectado, historia evolutiva, estado nutri-
tobiliares y nefrourológicas. Con sondas de alta reso- cional y existencia de complicaciones (Tablas III y IV).
lución y las técnicas de doppler pueden detectar ac-
tividad inflamatoria en pared intestinal. Tratamiento médico
Aminosalicilatos
Tomografía axial computarizada y resonancia La sulfasalazina es un compuesto de ácido 5-
magnética aminosalicílico y sulfapiridina. La dosis es de 50-100
Son útiles para la valoración del engrosamiento mg/kg/día en tres dosis. Su principal mecanismo de
de la pared intestinal, las alteraciones de la densidad acción es la inhibición de la vía de la lipoxigenasa en
de la grasa mesentérica, la presencia y tamaño de el metabolismo del ácido araquidónico por medio
nódulos linfáticos. La existencia de fístulas y absce- de la producción del leucotrieno B4 y actúa prefe-
sos y las manifestaciones hepáticas y renales. rentemente sobre el colon y parcialmente sobre el ile-
La resonancia magnética puede utilizarse en lugar on terminal. Se puede utilizar en la etapa de induc-
del transito intestinal empleando un contraste que cau- ción a la remisión, mantenimiento y recaídas tanto en
se una adecuada distensión intestinal como el polieti- EC como en CU a pesar de tener un modesto efecto
lenglicol, combinado con glucagón. Requiere disponi- antiinflamatorio y poca influencia en la evolución de
bilidad y colaboración del paciente (escolar o adoles- la enfermedad. Sus numerosos efectos secundarios
cente). La RM pélvica es un estudio imprescindible en (hasta 45-50%), que incluyen cefalea, náuseas, hemó-
la evaluación de la enfermedad perianal compleja. lisis, anemia aplásica, mialgias, artralgias, toxicidad
hepática han contribuido a que cada vez sea menos
Gammagrafía con leucocitos marcados utilizada.
Se utilizan leucocitos marcados con tecnecio99 Los compuestos derivados del ácido 5-ami-
HMPAO. El depósito del isótopo permite poner de nosalicílico (5ASA) como la mesalazina y la olsala-
156 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
Serología
p-ANCA Frecuente Raro (enfermedad cólica)
ASCA Raro Frecuente
Patología
Inflamación transmural No Sí
Distorsión arquitectura criptas Sí Poco frecuente
Criptitis y abscesos crípticos Sí, extensos Sí, focales
Deplección de moco Frecuente Infrecuente
Granulomas No Sí
Fisuras Raro Frecuente
Afectación rectal Sí Variable
Distribución inflamatoria Difusa Segmentaria o difusa
Megacolon tóxico Sí Raro
zina, se basan en el principio activo de la sulfazalina, vómitos, rash, dispepsia y diarrea. Existen prepara-
utilizando enlaces azo o cubierta entérica de etilcelu- dos de aplicación tópica en forma de supositorios,
losa para evitar su rápida absorción en el intestino del- espumas o enemas para las variantes de afectación
gado. En el caso de la mesalazina, su efecto sobre la distal que constituyen una herramienta útil en el
mucosa intestinal parece ser más efectivo al tener con- tratamiento de la EII pediátrica.
tacto directo con la zona afectada que al absorberse
por vía sistémica, por lo que en los últimos años se Corticoesteroides
han diseñado diferentes presentaciones enfocadas a Los corticoesteroides fueron los primeros fár-
optimizar esta característica. La dosis diaria puede macos en utilizarse ampliamente como tratamiento
variar desde 25 hasta 100 mg/kg/día dependiendo primario de la EII. Los mayormente utilizados son la
de la severidad del caso. En niños pequeños existe prednisona y la metilprednisolona, que están dispo-
el inconveniente que no hay preparados comerciales nibles para ser administrados por vía oral o intrave-
en forma de suspensión por lo que puede ser proble- nosa (acción sistémica) y la budesonida que en nues-
mático administrarlos. Existen formas granuladas con tro medio esta disponible en cápsulas y enemas (acción
etilcelulosa que facilitan la ingesta en estos casos (Pen- local). Los corticoesteroides sistémicos son muy efec-
tasa®, Salofalk®). Alrededor del 20% de los pacientes tivos para controlar la enfermedad activa, inducien-
pueden presentar efectos indeseables independientes do la remisión en un 60-90% de los casos. No son
de la dosis. Los más comunes son cefalea, náuseas, capaces de inducir una remisión histológica, por lo
Enfermedad inflamatoria intestinal 157
dosis recomendada es 5 mg/kg por infusión intrave- El tratamiento nutricional exclusivo con una fór-
nosa en 250 ml de solución salina para pasar en dos mula polimérica durante 6-8 semanas es tan efecti-
horas a una velocidad de 2 ml/min o también se pue- vo en los niños con EC como los esteroides para indu-
de utilizar un esquema “en escalera” comenzando con cir a la remisión, pero con la gran ventaja de carecer
una infusión continua a 10 ml/h y doblando la dosis de los efectos adversos de estos últimos. Los pacien-
cada 15 minutos hasta llegar a 250 ml/h. Se deben tes de EC con afectación gastroduodenal, enfermedad
monitorizar los signos vitales cada 15 minutos duran- perianal o manifestaciones extradigestivas severas no
te la infusión y cada 30 minutos durante las siguien- son candidatos para recibir nutrición enteral como
tes 4 horas. La mayoría de las reacciones adversas tratamiento primario. En términos generales los
severas suelen aparecer con mayor probabilidad a par- pacientes con afectación cólica extensa sin afectación
tir de la segunda infusión y abarcan desde reacciones ileal responden peor. Aunque no existe un consenso,
locales relacionadas a la infusión hasta reacciones sis- la reintroducción alimentaria debe ser gradual y el
témicas anafilactoides y complicaciones infecciosas volumen de ingesta diario de la fórmula enteral debe
que pueden presentarse en un 5-30% de los pacien- disminuirse a lo largo de tres o cuatro semanas.
tes. Se han descrito reactivaciones de enfermedades La nutrición parenteral es útil en los casos de EC
infecciosas durante el tratamiento con terapias bioló- con estenosis, fístulas o malnutrición severa y en casos
gicas, especialmente la tuberculosis y hepatitis B, de CU como apoyo pre y postquirúrgico.
motivo por el cual es obligatorio descartarlas antes de
iniciar el tratamiento. Hasta el momento actual no Tratamiento quirúrgico
se ha reportado el desarrollo de neoplasias en pacien- En la CU, la cirugía (colectomía total con des-
tes pediátricos con EII tratados exclusivamente con censo ileoanal) es curativa y se debe recurrir a ella de
este tipo de agentes, aunque si se han reportado casos forma electiva en casos de brotes graves refractarios
de linfoma hepatoesplénico de células T (HSTCL) en al tratamiento médico o cuando no sea posible lograr
pacientes jóvenes tratados simultáneamente con infli- una adecuada calidad de vida con el tratamiento médi-
ximab y AZA/6-MP. co. La cirugía para la EC es paliativa y debe ser reser-
vada únicamente para las situaciones refractarias al
Tratamiento nutricional tratamiento médico y casos seleccionados ya que exis-
Las principales metas terapéuticas del soporte te una alta tasa de recurrencia posterior. Las indicacio-
nutricional en la EII incluyen la corrección de las defi- nes de cirugía se exponen en la tabla V.
ciencias de micro y macro nutrientes, suministrar las
calorías y proteínas adecuadas para mantener un ba- BIBLIOGRAFÍA
lance nitrogenado positivo y promover así la cicatri- 1. Silverberg MK, Satsangi J, Ahmad T, Arnott I, Bers-
zación de la mucosa, la recuperación del crecimien- tein CN, Brant ST, et al. Toward an integrated clinical,
to y la maduración sexual normal. En la CU el trata- molecular and serological classification of inflamma-
miento nutricional es básicamente de soporte, mien- tory bowel disease: report of a working party of the
tras que en la EC tiene doble utilidad: como soporte 2005 Montreal Word Congress of Gastroenterology.
Can J Gastroenterol 2005; 19 (Suppl A); 5A-36A.
y como tratamiento primario para inducir la remisión.
160 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
2. Kugathasan S, Amre D. Inflammatory bowel disease – 6. Beattie RM, Craft NM, Fell JM, Afzal NA, Heuschkel
Environmental modification and genetic determinants. RB. Inflammatory bowel disease. Arch Dis Child 2006;
Pediatr Clin North Am 2006; 56: 727-49. 91: 426-432.
3. Heuschkel R, Salvestrini C, Beattie RM, Hildebrand 7. Vernier-Massouille G, Balde M, Salleron J et al. Natu-
H, Walters T, Griffiths A. Guidelines for the manage- ral history of pediatric Crohn’s disease: a population-
ment of growth failure in childhood inflammatory bowel based cohort study. Gastroenterology 2008; 135: 1106-
disease. Inflamm Bowel Dis 2008; 14:839-849. 1113.
4. IBD Working Group of the European Society for paedia- 8. Hoffman I, Vermeire S, Van Assche G, Rutgeerts P.
tric Gastroenetrology, Hepatology and Nutrition (EPS- Infliximab for pediatric Crohn’s disease. Drugs Today
GHAN). Inflammatory Bowel Disease in Children and 2008; 44: 615-628.
Adolescents: Recommendations for Diagnosis – The Por- 9. Mossop H, Davies P, Murphy MS. Predicting the need
to Criteria. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2005; 41: 17. for azathioprine at first presentation in children with
5. Working Group of the North American Society for inflammatory bowel disease. J Pediatr Gastroenterol
Pediatric Gastroenterology, Hepatology, and Nutrition Nutr 2008; 47: 123-129.
and the Crohnís and Colotis Foundation of America. 10. Turner D, Walsh CM, Benchimol EI et al. Severe pae-
Differentiating Ulcerative Colitis from Crohn Disease diatric ulcerative colitis: incidence, outcomes and opti-
in Children and Young Adults. J Pediatr Gastroenterol mal timing for second line therapy. Gut 2008; 57: 331-
Nutr 2007; 44: 653-674. 338.
Reflujo gastroesofágico en niños
19 Honorio Armas Ramos1, Juan Pablo Ferrer González2, Luis Ortigosa Castillo3
1Hospital Universitario de Canarias. Tenerife. 2Hospital General de Requena. Valencia.
3Hospital Universitario Nª Sª Candelaria. Tenerife
El paso retrógrado sin esfuerzo del contenido gás- rior (EEI) y la anatomía del esófago intraabdominal,
trico a la boca, reconocido como regurgitación o reflu- entre otras, maduran con la edad postnatal. La motri-
jo gastroesofágico (RGE), aunque esporádico y espe- cidad esofágica en estos pacientes es menos eficaz,
cialmente en el período postprandrial, preocupa con contracciones simultáneas no propulsivas, más
habitualmente a los padres. Cuando este fenómeno se débiles y abigarradas, que justificarían una inadecua-
produce con una frecuencia e intensidad suficientes da aclaración esofágica del material refluido.
como para superar la capacidad defensiva de la muco- Las bases diagnósticas del RGE se establecen
sa esofágica y provocar un cuadro con sintomatolo- sobre dos pilares: la historia clínica y las pruebas com-
gía variable, evidente o silente, típica o atípica, con plementarias. Hay que diferenciar dos situaciones: los
repercusiones clínicas, provocando ocasionalmente niños que regurgitan con frecuencia pero que llevan
esofagitis (0,5%) y/o estenosis esofágicas (0,1%), obli- una adecuada ganancia ponderal y no tienen síntomas
ga a los especialistas a identificarlo y tratarlo como de complicaciones, y los niños con regurgitaciones o
una enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). vómitos que además tienen una curva de peso esta-
La regurgitación ocurre normalmente en cual- cionaria o descendente y otros síntomas sugestivos de
quier individuo sano de forma esporádica, y especial- complicaciones de RGE. En el primer caso se trata-
mente en el 75% de los lactantes a los 4 meses y en ría probablemente de regurgitaciones “fisiológicas”
un 15% a los 7 meses, respectivamente. El reflujo gas- por inmadurez fisiológica cardiohiatal, sin repercu-
troesofágico (RGE) fisiológico tiene entonces su edad sión patológica y sin necesidad de pruebas diagnós-
de máxima expresión entre el 1º-4º mes de edad y se ticas, sino vigilancia clínica mantenida para compro-
resuelve espontáneamente entre los 12-18 meses de bar la eficacia de las recomendaciones dietéticas y
edad. posturales comunicadas a los padres. Por el contra-
La prevalencia de la enfermedad por reflujo gas- rio, los niños que tienen vómitos copiosos o regur-
troesofágico (ERGE) en población no seleccionada gitaciones constantes con repercusión en su desarro-
de lactantes con estudios pHmétricos ha sido estima- llo pondoestatural precisan de un estudio minucioso
da en un 8%. La historia natural de la ERGE ha y de un tratamiento adecuado, por corresponder pro-
demostrado que en la gran mayoría de lactantes se bablemente a una enfermedad por reflujo gastroeso-
resuelve entre el 1º-2º año de la vida. Sin embargo, si fágico.
persiste en la edad preescolar o se manifiesta en niños El grupo de trabajo de la ESPGHAN distingue
mayores se observan períodos de mejoría y recaída según la edad entre, los síntomas específicos como
con una tendencia a persistir hasta la edad adulta has- las regurgitaciones, nauseas y vómitos, y las manifes-
ta en un 50% de los casos. taciones secundarias a los vómitos en si mismos y a
La eficacia del complicado sistema antirreflujo las complicaciones del reflujo, como la anemia, la
para evitar el paso retrógrado gastroesofágico está hematemesis o melena, la disfagia, los cólicos, la irri-
limitada en el recién nacido y lactante pequeño, ya tabilidad y el llanto, el retraso pondoestatural, el dolor
que la barrera anatómica antirreflujo, la peristalsis retrosternal o torácico, la pirosis, la sensación de ple-
esofágica, la competencia del esfínter esofágico infe- nitud postprandrial.
162 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
De forma menos habitual se relacionan con RGE jetividad del radiólogo que interpreta las imágenes y
procesos respiratorios crónicos (tos, disfonía matu- en la falta de criterios a la hora de emplear maniobras
tina, apneas, otitis, sinusitis, laringitis, neumonía, productoras de reflujo, para determinar su baja
asma, fibrosis quística, displasia broncopulmonar...), sensibilidad ya que la irradiación no permite prolon-
neurológicos (PCI), digestivas (alteraciones del esmal- gar mucho tiempo la prueba, y una especificidad inver-
te dentario, síndrome pierdeproteínas), neuroconduc- samente proporcional a la insistencia o habilidad del
tuales (rumiación, síndrome de Sandifer o contractu- radiólogo.
ra, rotación, hiperextensión y tortícolis). La sensibilidad, especificidad y el valor predic-
Ateniéndonos a la edad y a las circunstancias tivo positivo, se encuentran según distintos autores
específicas de cada paciente es preciso descartar una próximos al 31-86%, 21-83% y 80-82%, respectiva-
serie de cuadros que cursan con vómitos de repetición mente.
como son en el recién nacido y lactante pequeño, la La fluoroscopia con bario, presenta mayor utili-
hernia hiatal, la estenosis hipertrófica de píloro o las dad para identificar cuadros causantes de vómitos
malformaciones anatómicas congénitas o adquiridas “estructurales”, congénitos o adquiridos, como mem-
(estenosis, atresias, malrotaciones, anillos, etc.), las branas, estenosis, o malrotaciones gastrointestinales,
enfermedades metabólicas o errores innatos del meta- hernia hiatal, etc.
bolismo, las infecciones urinarias, los tumores del
SNC, las alergias alimentarias en general y a protei- Ecografía
nas de leche de vaca en particular, la esofagogastro- Es un procedimiento inocuo y fiable con una sen-
enteropatía alérgica o eosinofílica, etc. sibilidad que supera el 65%. Durante el episodio de
Se sospecha la existencia de esofagitis cuando el RGE, el paso retrógrado del contenido gástrico a esó-
niño refiere dolor torácico o en epigastrio, o se evi- fago produce un patrón de ecos brillantemente abiga-
dencia contenido hemático en el vómito, aunque no rrados de microburbujas, llenando el esófago inferior.
existe una relación evidente en la literatura consulta- Una ventaja de esta técnica, es que el paciente no reci-
da entre síntomas y esofagitis. Debe hacerse diagnós- be radiación y nos puede descartar obstrucciones dis-
tico diferencial con la dispepsia, gastritis o ulcus. Tam- tales (estenosis hipertrófica de píloro, membranas
bién, cuando el paciente refiere disfagia u odinofagia, antrales o duodenales, etc.), pero entre sus inconve-
en cuyo caso obliga a descartar procesos como la este- nientes hay que destacar que no nos informa sobre
nosis esofágica o la acalasia. otros datos anatómicos y no cuantifica el RGE, apar-
Los síntomas respiratorios ya mencionados, que te del tiempo, generalmente elevado que se necesita
pueden aparecer como consecuencia del RGE, obe- para un buen estudio.
decen a aspiraciones directas al árbol respiratorio o
más comúnmente a respuestas respiratorias reflejas pH-metría esofágica
originadas por la presencia de contenido gástrico que La pH-metría esofágica como método referencial
refluye al interior del esófago, lo que obliga al diag- en el diagnóstico del RGE requiere una serie de cui-
nóstico diferencial con la patología respiratoria recu- dados preliminares al objeto de poder minimizar los
rrente. problemas metodológicos, por lo que ha sido moti-
vo de distintos estudios-protocolos.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS Se han de utilizar microelectrodos de pH de cris-
Radiología tal o de antimonio monocristalinos, previamente cali-
El tránsito digestivo superior con papilla de bario brados con el de referencia externa que requiere pas-
ha sido considerado como técnica de elección en el ta conductora para unirlo a piel, y que irán conecta-
pasado para el estudio del RGE, en base a su accesi- dos a una unidad de almacenamiento de datos de me-
bilidad; sin embargo, ha demostrado tener escaso ren- moria estática tipo Holter con programas para identi-
dimiento diagnóstico en esta patología. Todos los au- ficar distintas situaciones y/o eventos, consiguiendo
tores han mostrado su acuerdo en el influjo de la sub- así una mejor reproductibilidad de los resultados.
Reflujo gastroesofagico en niños 163
La monitorización del pH también puede variar ciente con demostrar la existencia de reflujo, sino
dependiendo de varias situaciones, entre otras: la fre- que debe establecerse la relación entre éste y la
cuencia de la alimentación, la acidez gástrica, las apnea mediante la realización de un registro pneu-
características y consistencia de los alimentos mocardiográfico múltiple simultáneo.
(principalmente la acidez), la posición del paciente, 2. Episodios aparentemente amenazadores para
la duración total de la monitorización y el tiempo dor- la vida. Al igual que en el grupo anterior, la pH-
mido. metría deberá formar parte de un registro múlti-
Se debe realizar ante un paciente con sospecha ple de frecuencia cardiaca, respiratoria y pul-
de RGE en el momento en que no incida otra pato- sioximetría para establecer la relación del reflu-
logía intercurrente, que en los días previos no reciba jo con estos episodios.
alimentos ricos en grasa, chocolate, menta, alcohol, 3. Asma refractario al tratamiento. Más de la
etc; ni medicación tipo adrenérgicos, teofilina, dopa- mitad de los asmáticos presentan RGE concomi-
mina, etc. Excepto en determinadas situaciones, se tante. Sin embargo, el reflujo puede ser tanto cau-
aconseja retirar la medicación antirreflujo al menos sa como consecuencia de la patología respirato-
48 horas antes, y los antiácidos (ranitidina, omepra- ria, por lo que lo ideal es que la pHmetría pueda
zol) 72-96 horas antes del inicio de la monitorización. demostrar una relación temporal entre los episo-
La pH-metría intraesofágica de 24 horas es una dios de reflujo y la aparición de las sibilancias.
prueba con una alta sensibilidad y especificidad para En los casos en que esto no sea posible, puede ser
el diagnóstico de RGE. Sin embargo, tiene inconve- útil detectar un patrón de RGE consistente en epi-
nientes: No es fisiológica, no mide reflujos con pH sodios prolongados durante el periodo nocturno.
>4, no correlaciona el grado de intensidad de la ERGE 4. Otros síntomas respiratorios. Puede utilizarse
o de la esofagitis, no valora el volumen refluido a esó- para el diagnóstico del RGE oculto en pacientes
fago, no detecta las complicaciones. con tos crónica, neumonía recurrente o aspiracio-
nes pulmonares, buscando la presencia de reflu-
Indicaciones jos largos durante el sueño.
Las indicaciones para la realización del registro 5. Patología ORL. El RGE puede ser la causa de
pHmétrico fueron establecidas en los años 2002-2003 diversa sintomatología ORL, como estridor, larin-
por la NASPGAN y la ESPGHAN, aunque éstas gitis e, incluso, sinusitis refractarias al tratamien-
deben ser individualizadas según la situación de cada to convencional. Es menos probable que otras
paciente en concreto. En general, la pH-metría esta- patologías como la otitis recurrente, la disfonía o
rá indicada en tres tipos de situaciones: la papilomatosis laríngea sean debidas a reflujo.
a) Cuando existen síntomas sugestivos de RGE y la 6. Control del tratamiento médico. Indicada para
evolución no es favorable a pesar de instaurar valorar la eficacia del tratamiento en niños con
el tratamiento correcto. RGE moderado-severo previamente diagnostica-
b) Cuando quiera establecerse la relación entre RGE do mediante pHmetría. En los casos con mala
y síntomas extradigestivos. evolución podrá realizarse tras 4-8 semanas de
c) Como control de la eficacia del tratamiento, ya tratamiento. Si la evolución es favorable, la pH-
sea médico o quirúrgico. metría de control puede diferirse 6-12 meses en
Desde un punto de vista práctico pueden di- niños menores de 2 años y 12-24 meses en niños
ferenciarse las situaciones en las que puede ser de uti- más mayores.
lidad la realización de una pH-metría: 7. Control pre y postquirúrgico. Aunque la pH-
1. Lactantes con pausas de apnea. Los episodios metría no es el único criterio para indicar la ciru-
de apnea de origen periférico, producidos duran- gía, sí que puede mostrar datos que la aconsejen,
te el sueño y de larga evolución son los que con como la persistencia de un reflujo importante tras
más probabilidad pueden ser debidos a RGE y en el tratamiento, la existencia de reflujos nocturnos
los que puede ser más útil la pHmetría. No es sufi- prolongados, etc.
164 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
embargo, el análisis de un trazado de impedancia malías motoras esofágicas por lo que debe indicarse
requiere más tiempo y conocimientos que el de la pH- en todos los pacientes en los que exista disfagia sin
metría y está sometido posiblemente a una mayor estenosis, síntomas atípicos, o se considera una posi-
variabilidad interobservadores y a una menor repro- ble indicación de cirugía antirreflujo.
ducibilidad. El alto coste del material y el tiempo nece-
sario para la interpretación del registro siguen cons- TRATAMIENTO
tituyendo sendos obstáculos por el momento. Tratamiento médico
El principio básico de impedancia es idéntico al Los objetivos del tratamiento de la ERGE son:
de la monitorización de la pH-metría: Registro de datos – Mejorar los síntomas, disminuyendo el número
esofágicos a través de una sonda colocada por vía nasal de reflujos y el tiempo de contacto del material
y conectada a un dispositivo grabador. La sonda de refluido, evitando el daño de la mucosa esofági-
impedancia de diámetro similar a la de pH, posee varios ca.
anillos de impedancia e incluye 1-2 sensores de pH. – Curación de las lesiones hísticas locales en esó-
La impedancia, o resistencia eléctrica, viene determi- fago o vías respiratorias.
nada por la cantidad y el flujo de iones al interior del – Evitar las complicaciones, y
tejido. Cuando el esófago está vacío, la impedancia es – Reducir el uso de recursos sanitarios
elevada, mientras que el paso de un bolo disminuye la Para conseguirlos se dispone de medidas genera-
impedancia, y el paso de aire la aumenta. Por lo tan- les, dietéticas, posturales, medicamentosas (antiáci-
to, la impedancia–pH-metría puede detectar todos los dos, antisecretores y procinéticos) y quirúrgicas.
episodios de reflujo e identificar el contenido, la direc-
ción y la localización del RGE independientemente de 1. Consejos generales y dietéticos
su pH. Es probable que el análisis de correlación con El médico debe informar a los padres de manera
los síntomas, especialmente con los extraesofágicos, comprensible de la naturaleza benigna y transitoria
sea más convincente con la impedancia que con la de la mayoría de RGE no complicados, debiendo ser
monitorización del pH, pero todavía no hay suficien- receptivos ante las dudas e interrogantes de los mis-
te experiencia para esclarecer esta cuestión. Existen mos, y haciendo comentarios sobre la incidencia-
estudios en niños que verifican su utilidad en el diag- prevalencia, datos a valorar en la mejoría clínica y
nóstico del RGE y las condiciones asociadas. Se descri- evolutividad del niño, y sobre el interés en el se-
ben cifras de sensibilidad y especificidad que varían guimiento de las órdenes terapéuticas.
ampliamente y que para algunos autores pueden alcan- En lugar de las clásicas recomendaciones en el
zar 94,6 y 76,6, respectivamente. lactante de aumentar la frecuencia de sus tomas, dis-
minuir su volumen, modificar el pH, la osmolaridad
Manometría o la densidad del producto incrementando el aporte
El estudio manométrico del esófago es una prue- de caseína o restringiendo su contenido graso, pare-
ba más en la evaluación del RGE, con escaso valor ce más razonable explicar a los padres las necesida-
diagnóstico como único método de comprobación, des nutricionales particulares de sus niños, evitando
pues no informa de la presencia sino de la probabili- transgresiones dietéticas, volúmenes de ingesta inade-
dad del mismo. cuados e incremento en el número de tomas que acre-
El estudio manométrico no ha sido suficientemen- centarían mayor número de episodios de reflujo post-
te explotado en el niño desde el punto de vista diag- prandiales.
nóstico y es bien posible que necesite ulteriores refi- Los niños diagnosticados de alergia a proteinas
namientos. Junto a su dificultad, el alto precio del de leche de vaca mejoran su RGE al instaurar en su
material y la necesidad de prolongada dedicación de dieta fórmulas con proteínas lácteas hidrolizadas.
personal especializado la hacen poco accesible. En niños mayores y adolescentes se recomien-
El valor principal de la manometría en la ERGE da modificar su estilo de vida, evitando fumar y beber
estriba en su capacidad de excluir o confirmar ano- en exceso, especialmente, bebidas alcohólicas, car-
166 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
IBP* IBP*
?? ??
con el tratamiento médico, necesidad de tomar medi- expandible de hidrogel (Gatekeeper reflux repair
cación permanentemente, manifestaciones respirato- system).
rias graves claramente relacionadas con el RGE, en
el esófago de Barret, y en los pacientes con ERGE y BIBLIOGRAFÍA
retraso mental severo. Los objetivos del tratamiento 1. Aggett PJ, Agostoni C, Goulet O, Hernell O, Koletz-
quirúrgico son: Mejoría sintomática, curación de las ko B, Lafeber HL, Michaelsen KF, Milla P, Rigo J,
lesiones hísticas, evitar las complicaciones y reducir Weaver LT. Antireflux or antiregurgitation milk pro-
el uso de recursos sanitarios. ducts for infants and young children: A commentary
by the ESPGHAN Comité on Nutrition. J Pediatr Gas-
Se ha propuesto que la cirugía (abierta o la-
troenterol Nutr 2002; 34: 49-68.
paroscópica) mediante la técnica más empleada (fun-
2. Armas H, Ortigosa L Reflujo gastroesofágico y esofa-
duplicatura de Nissen) podría ser una buena alterna- gitis en niños. En: Tratamiento en gastroenterología,
tiva al tratamiento médico, pero no es claramente más hepatología y nutrición pediátrica SEGHNP. (2ª ed.).
eficaz, y no está exenta de morbilidad si no se reali- Madrid: Ergon; 2008. p. 92-4.
za en centros especializados. 3. Armas H, Molina M, Peña L, Eizaguirre I, Juste M,
Recientemente, se están desarrollando en adul- Sánchez F, Bousoño C. Indicaciones actuales de la
tos técnicas antirreflujo mediante nuevos métodos monitorización de la pHmetría esofágica. An Esp
endoscópicos de tratamiento endoluminal: Técnicas Pediatr 2002; 56: 49-56.
“quirúrgicas” de gastroplastia endoluminal (Endo- 4. Augood C, Mac Lennan S, Gilbert R et al. Cisapride
Cinch®, Plicator®); radiofrecuencia (Stretta®); inyec- treatment for Gastroesophageal reflux in children. Coch-
ción de polímeros (Enterix®, Plexiglás®) y prótesis rane Database Syst Rev 2003:CD002300.
170 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
5. Condino AA, Sondheimer J, Pan Z et al. Evaluation of 10. Orenstein SR, McGowan JD. Efficacy of conservative
infantile acid and nonacid gastroesophageal reflux using therapy as taught in the primary care setting for
combined pH monitoring and impedance measurement. symptoms suggesting infant gastroesophageal reflux.
J Pediatr Gastroenterol Nutr 2006; 42: 16-21. J Pediatr 2008; 152: 3104.e1.
6. Craig WR, Hanlon-Dearman A, Sinclair C et al. Meto- 11. PuigDivi V, Calvet X. Tratamiento endoscópico de la
clopramide, thickened feedings, and positioning for enfermedad por reflujo gastroesofágico. Gastroentero-
gastrooesophageal reflux in children under two years. logía Práctica 2003; 12: 48.
Cochrane Database Syst Rev 2004:CD003502. 12. Rudolf CD, Mazur LJ, Liptak GS, Baker RD, Boyle
7. Di Lorenzo C, Winter HS, Collettti RB, Boyle JT,David- JT, Colletti RB, Gerson WT, Werlin SL. Guidelines for
son G, Liacouras ChA, Orenstein SR,Gold BD,James evaluation and treatment of gastroesophageal reflux in
LP, Kearns GL, Rudolph CD, Co J, Freston J, Nelson infants and children: Recommendations of the North
S, Tolia V, Werlin ST, Blumer JL, Heyman MB, Van- American Society for Pediatric Gastroenterology and
denplast Y, Ward RM, Euler AR, Ferris TG, Fitzgerald Nutrition. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2001;32 (supl
JF, Flores AF, GalloTorres H, Rodriguez WJ, Willging 2): S1-S31.
P. Treatment of pediatric gastroesophageal reflux dise- 13. Vandenplas Y, coordinator. Reflux Esophagitis in
ase: Current knowledge and future research. J Pediatr Infants and Children: A Report from the Working
Gastroenterol Nutr 2003; 37: S1-S75. Group on GastroOesophageal Reflux Disease of the
8. Horvath A, Dziechclarz P, Szajewska H. The effect of European Society of Paediatric Gastroenterology and
thickenedfeed interventions on gastroesophageal reflux Nutrition. J Pediatr Gastroenterol Nutr 1994; 18: 413-
in infants: Systmatc review and metaanalysis of rando- 422.
mized, controlled trials. Pediatrics 2008; 122: e1268-77. 14. Woodley FW, Mousa H. “pH-only” acid reflux events
9. Malaty HM, O’Malley KJ, Abudayyeh S, Graham DY, in infants during later phases of the feeding cicle are
Gilger MA. Multidimensional measure for gastroesopha- less acidic and cleared more efficiently than classic
geal reflux disease (MMGERD) symptoms in children: a 2-phase acid reflux events. J Pediatr Gastroenterol Nutr
population-based study. Acta Paediatr 2008; 97: 1292-7. 2009; 48: 41-7.
Manejo del niño vomitador
20 Juan José Díaz, Carlos Bousoño García, Eduardo Ramos Polo
Hospital Central de Asturias. Oviedo.
TRATAMIENTO BIBLIOGRAFÍA
No es aconsejable el empleo de fármacos an- 1. DeCamp LR, Byerley JS, Doshi N, Steiner MJ.Use
tieméticos sin antes haber indagado la etiología de los of antiemetic agents in acute gastroenteritis: a syste-
vómitos en el niño. Muchas veces el vómito supone matic review and metaanalysis.Arch Pediatr Adolesc
una ventaja que permite incluso la supervivencia, pro- Med. 2008; 162: 85865.
moviendo la expulsión rápida de un tóxico. 2. Green M. Regurgitation and vomiting. En: Green M.
Los antieméticos están en general contraindica- Pediatric Diagnosis. Interpretation of symptoms and
signs in children and adolescents. 6ª Ed. Philadelphia,
dos en las anomalías intestinales estructurales del trac- Pensylvania: WB Saunders; 1998. p. 212-223.
to gastrointestinal o emergencias quirúrgicas tales
3. Li BUK. Approach to the child with acute, chronic,
como la estenosis pilórica, apendicitis aguda, litiasis or cyclic vomiting. En: Rudolph’s Pediatric. 19 edi-
renal, obstrucción intestinal o lesiones expansivas in- ción. Prentice Hall International, 1996; 1026-1028.
tracraneales. 4. Liacouras ACH. Vomiting. En: Schwarts WM (ed.).
Su empleo, por el contrario, puede estar indicado The 5 minute pediatric consult. Williams and Wilkins;
en caso de cinetosis, postoperatorios, quimioterapia del 1997. p. 64-65.
cáncer, síndrome de vómitos cíclicos y trastornos de la 5. Li BU, Lefevre F, Chelimsky GG,et al.North Ameri-
motilidad intestinal, como enfermedad por reflujo can Society for Pediatric Gastroenterology, Hepato-
gastroesofágico y gastroparesia. Un reciente metaaná- logy, and Nutrition consensus statement on the diag-
lisis indica que el uso de ondansetrón en niños con nosis and management of cyclic vomiting syndrome.
J Pediatr Gastroenterol Nutr. 2008; 47: 379-93.
vómitos secundarios a gastroenteritis aguda, dismi-
nuye el riesgo de vómitos persistentes, el uso de flui- 6. NASPGN. Guidelines for Evaluation and treatment of
gastroesophageal reflux in infants and children. J Pediatr
dos intravenosos y el ingreso hospitalario en estos niños. Gastroenterol Nutr 2001; 32(Supl 2): S131.
A pesar de estar ampliamente generalizado su uso,
7. Vómitos en la infancia: ¿tranquilizar, estar alerta o efec-
la eficacia de los procinéticos (domperidona, meto- tuar interconsulta?. Pediatrics in Review (edición en
clopramida, eritromicina) en el tratamiento de los español) 2008; 29: 283-292.
vómitos por RGE es bastante relativa. 8. Sondheimer JM. Vomiting. En: Walker WA, Durie PR,
En el tratamiento de la enfermedad por mareo o Hamilton JR, WalkerSmith JA, Watkins JB. Pediatric
cinetosis puede ser útil emplear antihistamínicos como Gastrointestinal Disease. 3ª Ed. Ontario: BC Decker;
difenhidramina o prometazina, mientras que la hios- 2000. p. 97-102.
ciamina se usa como profilaxis. 9. Vega A, González Herrero M, Herrero Rey S, Cante-
Para pacientes vomitadores en periodo postope- ra E, Alonso Franch M. Estudio del vómito en el niño.
ratorio o tratados con quimioterapia son útiles la meto- Reflujo gastroesofágico. Estenosis hipertrófica del pílo-
ro. En: Brines J, Crespo M, Cruz M, Delgado A, Gara-
clopramida, los antagonistas 5HT3 (ondansetron y gra-
gorri JMª, Hernández M, Ruza FJ (eds.). Manual del
nisetron) y las benzodiacepinas (loracepan, midazolam). Residente de Pediatría y sus áreas específicas. Vol. I.
En caso de vómitos cíclicos pueden resultar úti- Madrid: AEP; 1992. p. 531-538.
les el propanolol, ciproheptadina o amitriptilina como 10. Rasquin A, DiLorenzo C, Forbes D, et al. Childhood
profilaxis y los triptanes y sedantes (lorazepam, difen- functional gastrointestinal disorders: Chlid/adolescent.
hidramina, clorpromacina) en las crisis. Gastroenterology 2006; 130: 1527-1537.
HEPATOLOGÍA
Colestasis en el lactante
1 Esteban Frauca Remacha, Gema Muñoz Bartolo
Hospital Infantil Universitario La Paz. Madrid.
que la pueden producir. En este capítulo nos referire- este grupo se incluyen la atresia biliar extrahepática
mos fundamentalmente a aquellas de origen in- y las colestasis intrahepáticas genéticas. Aunque en
trínsecamente hepático. En la tabla I se exponen las algunos casos de atresia biliar extrahepática se han
causas principales de colestasis de inicio neonatal. detectado histológicamente signos compatibles con
un trastorno en la remodelación de la “placa ductal”,
INMADUREZ HEPÁTICA ASOCIADA A no hay datos que permitan considerar estas enfer-
NOXA EXÓGENA O ENDÓGENA medades como trastornos embriológicos del hígado
Son muy numerosas las posibles causas pre- o de la vía biliar.
disponentes:
– Situaciones graves con hipoxia y/o hipoperfusión Atresia biliar extrahepática
hepática (cardiopatía, shock ...). Es un proceso inflamatorio que cursa con fibro-
– Infecciones bacterianas (sepsis, ITU) por acción sis y obliteración progresiva de la vía biliar extrahe-
directa de toxinas bacterianas (E. coli) sobre el pática así como con lesión del parénquima hepático
canalículo biliar o afectación directa sobre el híga- y de la vía biliar intrahepática. En su evolución natu-
do o la vía biliar (colecistitis, hidrops vesicular…). ral conduce a cirrosis precoz y ocasiona el falleci-
– Tóxicos. miento antes de los 3 años de vida. Es la causa más
– Colestasis asociada a fracaso intestinal depen- habitual de colestasis crónica en la infancia y la indi-
diente de nutrición parenteral. cación más frecuente de trasplante hepático en niños.
– Obstrucción biliar (litiasis o “bilis espesa”) por El diagnóstico precoz seguido de tratamiento quirúr-
cirugía digestiva, fármacos (furosemida, ceftria- gico en las primeras semanas de vida mejora
xona), hemólisis, ayuno prolongado. sustancialmente el pronóstico de la enfermedad.
– Alteraciones hormonales: panhipopituitarismo, Incidencia en Europa de 1/18.000 RN vivos. Etio-
hipotiroidismo. logía desconocida. No hereditaria. Reconocidos dos
– Cromosomopatías: trisomías 18, 21 y 22. fenotipos clínicos, la forma embrionaria o sindrómi-
– Infección connatal (TORCH, Lysteria, parvovi- ca (10-20%) que asocia anomalías (poliesplenia, situs
rus B19) o infección neonatal (herpes simple, inversus, malrotación intestinal, porta preduodenal,
CMV, adenovirus, ECHO, Coxsackie...). anomalías cardiológicas y vasculares) y la forma peri-
– Perforación espontánea de la vía biliar. natal o adquirida (80-90%) con dos mecanismos pato-
– Malformación de la vía biliar (quiste de colédoco). génicos diferentes. En la embrionaria, se sugiere una
– Virus de la hepatitis B (se ha descrito la hepati- alteración en la morfogénesis de la vía biliar causada
tis colestástica a partir de los 45 días de vida en por anomalías en diferentes genes. En la perinatal, la
hijos de madres con hepatitis crónica por virus B agresión al epitelio biliar por un insulto perinatal (viral
y anti-HBe positivo) o virus de hepatitis A (raro). o no) desencadenaría una respuesta inmune con desa-
Habitualmente existe relación entre la gravedad rrollo progresivo de inflamación y fibrosis de la vía
de la patología asociada y el grado de disfunción hepá- biliar extrahepática, del parénquima hepático y de la
tica, y en general esta disfunción tiene un buen pro- vía intrahepática.
nóstico. A la colestasis propiamente dicha se añaden, Cuadro clínico característico con RN a término de
desde el punto de vista clínico, el resto de signos- peso y aspecto normal que desarrolla ictericia con hipo-
síntomas propios de las diferentes etiologías. La base acolia de inicio entre las 2 y 6 semanas de vida, con
del tratamiento de este tipo de colestasis “secundaria” hepatomegalia firme y posterior esplenomegalia y con
es el de la causa que la desencadena. buen estado general. Suele existir una fase inicial en la
que las deposiciones todavía tienen color antes de la
HEPATOPATÍAS POR TRASTORNO obliteración completa de la vía biliar. En la evolución
INTRÍNSECO (IDIOPÁTICO O GENÉTICO) espontánea, a partir de los 2-3 meses, van apareciendo
Las hepatopatías colestásicas más frecuentes de signos de hipertensión portal como esplenomegalia y
la edad infantil son de etiopatogenia desconocida. En circulación colateral visible. Progresivamente se va
Colestasis en el lactante 179
deteriorando el estado del niño a medida que se desa- cos favorecedores del flujo biliar (fenobarbital, ácido
rrolla cirrosis e insuficiencia hepática. Sin tratamiento ursodeoxicólico), vitaminas liposolubles, extractos
hay un 100% de mortalidad antes de los 3 años. El esta- pancreáticos, así como en la prevención y tratamien-
do nutricional se ve también muy afectado. to de las infecciones intercurrentes y las complicacio-
Analítica con signos de colestasis (aumento de nes derivadas de la afectación de la función hepática.
bilirrubina total y directa, GGT mayor de 300 UI/l), La portoenteroanastomosis (técnica de Kasai)
elevación moderada de transaminasas y sin coagu- consiste en la anastomosis términolateral de un asa
lopatía. yeyunal en Y Roux a la placa ductal tras la búsque-
Debido al cambio pronóstico derivado del trata- da de conductos intrahepáticos permeables en el hilio;
miento precoz es imprescindible en todo recién naci- el objetivo de la portoenteroanastomosis es el resta-
do la cuidadosa valoración de una ictericia que se pro- blecimiento del flujo biliar. Tras la cirugía, un 30%
longue más allá de la segunda semana de vida, con la no restablecerán flujo biliar y otro 30% lo harán de
idea de descartar un proceso colestástico obstructi- forma parcial, precisando ambos grupos un trasplan-
vo antes de que las posibilidades de éxito se vean con- te hepático en los meses siguientes. El 40% restante
siderablemente mermadas. restablecerán el flujo biliar (heces coloreadas, des-
Diagnóstico. Debe considerarse siempre ante un aparición de la ictericia), si bien aproximadamente un
cuadro clínico sugestivo de acolia con hepatomega- 70% de éstos precisarán trasplante a largo plazo por
lia en recién nacido con ictericia. Apoyan su diagnós- evolución cirrógena con desarrollo progresivo de
tico la ausencia de excreción intestinal en gammagra- hipertensión portal. Recientemente un estudio mul-
fía hepática (HIDA) previa administración de ticéntrico identifica como marcador bioquímico del
fenobarbital (5 mg/kg/día durante 3 días) y hallazgos pronóstico, la cifra de bilirrubina total sérica a los 3
compatibles en biopsia hepática (colestasis, prolife- meses del Kasai; así la supervivencia con hígado nati-
ración ductal y fibrosis portal, la sensibilidad de la vo a los 2 años es significativamente superior en el
biopsia hepática es del 99% y la especificidad del grupo de paciente con bilirrubina inferior a 2 mg/dl
92%; dado el carácter progresivo y dinámico de la que en el grupo con bilirrubina superior a 6 mg/dl
enfermedad, puede no ser muy valorable en fases pre- (84% vs 16%), y por tanto, la indicación de trasplan-
coces). La fiabilidad diagnóstica de la colangioRMN te ha de ser precoz en los pacientes con bilirrubina
está en evaluación. El diagnóstico de certeza se rea- superior a 6 mg/dl a los 3 meses de la cirugía. Los
liza mediante la exploración quirúrgica por laparoto- factores que influyen en el pronóstico de la por-
mía o laparoscopia con colangiografía intraoperato- toenteroanastomosis se pueden clasificar en 1) facto-
ria; la decisión de realizar dicha exploración debe res no modificables, dependientes de la enfermedad
tomarse en todo recién nacido que presente datos com- o del paciente y en 2) factores modificables, relacio-
patibles con atresia o acolia mantenida en el que no nados con el manejo de la enfermedad.
se descarte claramente otra etiología. 1) Los factores no modificables asociados a un peor
El tratamiento consiste en el tratamiento médico pronóstico son la coexistencia de malformacio-
y nutricional habitual de la colestasis, el tratamiento nes esplénicas, la forma anatómica completa de
quirúrgico (portoenteroanastomosis de Kasai) y el tras- atresia, el diámetro menor de 150 µ de los duc-
plante hepático. La supervivencia actual de la enfer- tos biliares en porta hepatis (controvertido) y la
medad es del 90%, el 80% de los pacientes requerirá presencia de mayor fibrosis hepática.
un trasplante hepático a lo largo de su evolución y el 2) Los factores modificables que inciden en el pro-
50% lo necesitará por debajo de los 2 años de edad. nóstico son la edad del paciente en el momento
La atresia de vías biliares representa la causa más fre- de la cirugía, la experiencia del equipo quirúr-
cuente de indicación de trasplante hepático en niños. gico y el manejo médico postoperatorio. El fac-
El tratamiento médico de sostén y el apoyo nutri- tor modificable con mayor influencia en el pro-
cional es común al resto de patologías que cursan con nóstico es la experiencia del centro quirúrgico.
colestasis crónica; se basa en la utilización de fárma- Es recomendable referir sin dilación a los pacien-
Colestasis en el lactante 181
tes colestáticos (en los que se han excluido cau- crito más de 430 mutaciones en dicho gen. No se han
sas de colestasis secundaria) a un centro con expe- demostrado correlaciones entre genotipo y fenotipo
riencia en el diagnóstico y tratamiento quirúrgi- entre las diferentes mutaciones en el gen JAG1 y las
co de la atresia biliar extrahepática. La edad en manifestaciones clínicas del síndrome. Recientemen-
el momento de la cirugía es un factor pronósti- te se han identificado en una minoría (< 1%) de pacien-
co muy importante, la cirugía realizada antes de tes afectos del síndrome, dos mutaciones en el gen
las 6-8 semanas de vida se correlaciona con tasas NOTCH 2 en el cromosoma 1 (p13-p11), sin que pre-
de hasta un 70% de restablecimiento de flujo senten diferencias fenotípicas respecto a los afectos
biliar, frente a un 30% en los niños operados entre de mutaciones en el JAG 1.
las 8 y 12 semanas de vida; a partir de los 3 meses La colestasis de inicio neonatal o de lactante
de vida los resultados son desalentadores. pequeño presenta en el 80% de los casos ictericia,
El manejo médico postoperatorio es muy hetero- coluria, hipocolia, hepatomegalia y retraso en el desa-
géneo; el tratamiento con corticoides es controverti- rrollo, con posterior aparición de prurito intenso y
do, estudios recientes no demuestran reducción en xantomas. Perfil analítico con hiperbilirrubinemia,
la necesidad de trasplante. Está indicado tratamien- elevación de ácidos biliares séricos, hipercolesterole-
to antibiótico parenteral perioperatorio y profilaxis mia y elevación de GGT y transaminasas (moderada).
antibiótica oral mantenida durante el primer año tras En el 10% de los casos se asocia una atresia biliar
la cirugía para evitar colangitis. El tratamiento de las extrahepática.
colangitis debe ser agresivo. Actualmente el diagnóstico del síndrome se basa
fundamentalmente en criterios clínicos. El diagnósti-
Síndrome de Alagille co de certeza se realiza cuando el paciente presenta
Síndrome caracterizado por la asociación de un escasez de conductos biliares interlobulares en la biop-
cuadro de colestasis con escasez de conductos bilia- sia hepática, que puede no objetivarse en los prime-
res intrahepáticos, alteraciones cardíacas (la más fre- ros meses de vida, asociada al menos a tres de los
cuente de ellas una estenosis periférica de la arteria siguientes rasgos: colestasis, cardiopatía, embrioto-
pulmonar), alteraciones vertebrales (“vértebras en ma- xon posterior, vértebras en mariposa, cara peculiar,
riposa”), oculares (embriotoxon posterior) y una facies enfermedad renal o antecedente familiar. En niños
peculiar con hipertelorismo, abombamiento frontal y menores de 6 meses la asociación de 3 ó 4 criterios
mentón prominente. Con menor frecuencia presentan son suficientes para el diagnóstico en ausencia de la
anomalías renales (quistes, hipoplasia...), en oído inter- escasez ductular.
no, dentarias o de la capacidad intelectual. La inci- Diagnóstico genético. El análisis secuencial del
dencia estimada es de 1/70.000-100.000 recién naci- DNA del gen JAG1 puede encontrar mutaciones has-
dos vivos, aunque la incidencia real podría ser mayor. ta en un 95% de los individuos con criterios clínicos.
Patrón de herencia autosómico dominante con Por otra parte con técnicas de citogenética molecular
penetrancia prácticamente completa (96%) pero con pueden ser detectados los enfermos (un 7%) con dele-
una gran variabilidad en su expresión clínica, solo ciones completas de dicho gen. El estudio genético es
el 50-55% de los casos cumplen los criterios clínicos importante para el diagnóstico de pacientes (sujetos
diagnósticos. Frecuente afectación de los hermanos, índices o familiares) que no cumplen todos los cri-
aunque con posibilidad de expresión clínica muy varia- terios clínicos necesarios, para el diagnóstico prenatal
ble. En al menos el 30-50% de los casos la mutación o para el estudio de los potenciales donantes vivos
se hereda de alguno de los progenitores, mientras que para trasplante hepático del paciente afecto.
en el resto (50-70%) se considera debido a diferentes No tiene tratamiento específico. Evolución con
mutaciones de novo. Se ha localizado el defecto gené- desarrollo en un 50% de los casos de una colestasis
tico en dos genes diferentes. En el 90%, se han iden- grave con cirrosis biliar o fibrosis severa, que hará
tificado mutaciones en el gen JAG 1, situado en el necesario un trasplante hepático (aproximadamente
brazo corto del cromosoma 20 (20p12). Se han des- en un 15%) antes de la edad adulta. El pronóstico vital
182 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
por la hepatopatía es mejor en los casos de inicio tar- – CIFP 3: Defecto en el transportador de fosfolípi-
dío y en los pacientes cuya hepatopatía fue detectada dos (MDR3) por mutaciones en el gen MDR 3
dentro de un estudio sistemático de los familiares. En (cromosoma 7), expresión sólo hepatocitaria. La
una serie de 143 pacientes afectos del síndrome se falta de fosfolípidos en la bilis le confiere litoge-
situó la posibilidad de supervivencia a 10 años en nicidad y toxicidad para el epitelio biliar. Espec-
un 45% para los que habían debutado en período neo- tro clínico amplio: colelitiasis precoz, colestasis
natal y un 79% para aquellos con inicio más tardío. gestacional, cirrosis biliar en jóvenes y colesta-
sis neonatal.
Colestasis intrahepática familiar progresiva Clínica. CIFP 1 y 2, debutan como colestasis neo-
(CIFP) natal o en el período de lactante, desarrollo de pruri-
El término CIFP engloba una serie de enfer- to intenso en los primeros meses de vida discordan-
medades en las que mutaciones “de novo” o hereda- te con el grado de ictericia. La ictericia puede cursar
das (herencia autosómica recesiva) en los genes de en brotes. Hepatomegalia grande y firme. Deterioro
los sistemas de transporte de la membrana canalicu- nutricional y retraso de talla llamativos. En CIFP 1
lar de los hepatocitos determinan una alteración en la existen manifestaciones extrahepáticas (diarrea pre-
formación de bilis, que condiciona cuadros de colesta- coz crónica, pancreatitis y retraso de crecimiento mar-
sis crónica con prurito como rasgo clínico dominan- cado); evolucionan a cirrosis en 1ª década. En CIFP
te. Generalmente debutan a edades tempranas y con- 2 no hay manifestaciones extrahepáticas, frecuente la
llevan mal pronóstico. 10-15% de las causas de coles- aparición de litiasis biliar; evolución más grave que
tasis y un 10% de las indicaciones de trasplante hepá- CIFP1 con desarrollo precoz de insuficiencia hepáti-
tico en la infancia. Especial incidencia en determina- ca (en primeros 3 años). La presentación como coles-
dos grupos étnicos. En la mitad de los casos existe tasis neonatal de CIFP 3 es superponible a la atresia
antecedente familiar o consanguinidad. biliar extrahepática, con ictericia y acolia, lo que moti-
Se han identificado varios subtipos, clásicamen- va la realización de laparotomía exploradora en un
te se agrupan según cifra normal o elevada de GGT, gran número de pacientes; evolución con prurito
CIFP con GGT normal (CIFP 1 y 2), con GGT eleva- menos intenso que en CIFP con GGT normal; des-
da (CIFP3): arrollo precoz de hipertensión portal.
– CIFP 1: Mutaciones en el gen ATP8B1, (cromo- Analítica con hiperbilirrubinemia, GGT y coles-
soma 18), ocasiona un defecto de la proteína FIC1 terol normales (CIFP 1 y 2) o elevados (CIFP 3). Biop-
(translocadora de aminofosfolípidos). El gen tie- sia hepática inespecífica con colestasis canalicular, la
ne expresión hepática y extrahepática (funda- ductopenia es frecuente en CIFP 1 y la transforma-
mentalmente en intestino, páncreas, riñón). Me- ción gigantocelular en CIFP 2. La biopsia en CIFP 3
canismo patogénico complejo no bien definido, es semejante a la de la atresia, con proliferación duc-
parece existir una alteración en los mecanismos tal y fibrosis.
de regulación de síntesis y transporte de sales Diagnóstico. Se han producido grandes avances
biliares a nivel hepatocitario e intestinal. Fenotí- en el diagnóstico de estas enfermedades, con el desa-
picamente abarca un espectro comprendido entre rrollo de técnicas de inmunohistoquímica en tejido
la “colestasis benigna recurrente” y las formas hepático y de análisis de mutaciones. El diagnóstico
más graves de enfermedad. Pertenecen a este sub- preciso debería basarse en la identificación de muta-
tipo los pacientes originariamente identificados ciones en los respectivos genes pero en la práctica clí-
como “enfermedad de Byler”. nica este método es caro y laborioso. La ausencia de
– CIFP 2: Defecto en la bomba exportadora de sales expresión de BSEP en tejido h<epático por técnicas
biliares (BSEP), el acúmulo de sales biliares es de inmunohistoquímica confirma el diagnóstico de
responsable del cuadro. Mutaciones en el gen CIFP 2; en el caso de CIFP 3, la inmunohistoquími-
ABCB11 (cromosoma 2), expresión sólo hepa- ca permite identificar a más de la mitad de los pacien-
tocitaria. tes, que no expresan MDR3, su expresión normal no
Colestasis en el lactante 183
con ausencia de catch-up de crecimiento, diarrea cró- nodeoxicólico, a partir del colesterol. Se han identi-
nica y esteatosis del injerto; recientemente se ha des- ficado varios déficits enzimáticos que ocasionan lesión
crito que hasta el 50% de estos pacientes podrían bene- hepática a través de una insuficiente síntesis de áci-
ficiarse de la derivación biliar parcial mediante anas- dos primarios con reducción del flujo biliar y del daño
tomosis de asa yeyunal de vesícula biliar al exterior. tóxico ocasionado por los metabolitos intermediarios
En el caso de CIFP 2, la indicación de trasplante es acumulados.
por insuficiencia hepática y en general no hay com- Son enfermedades raras. Pueden ser tratadas
plicaciones postrasplante; se han descrito también dependiendo de si la administración exógena de áci-
buenos resultados con la derivación biliar externa. dos biliares es capaz, tanto de alcanzar concentracio-
Hasta un 30% de los pacientes con CIFP 3 responden nes suficientes en la luz intestinal, como de inhibir la
a dosis elevadas de ácido ursodeoxicólico (30 síntesis de los metabolitos tóxicos. Diagnóstico
mg/kg/día), los pacientes con mutaciones severas no mediante la detección del acúmulo de metabolitos in-
tienen respuesta y el trasplante hepático es el trata- termedios en sangre o en orina con técnica de espec-
miento indicado. trofotometria de masas.
Definición
– Parto. Pretérmino (colestasis por inmadurez), dis- tificación alfa-1-AT, hormonas tiroideas, amino-
tocia severa (colestasis por hipoxiaisquemia), alte- ácidos en sangre y orina, cuerpos reductores en
raciones en la placenta (edematosa: hemocroma- orina, cuantificación de galactosa 1-P-uridil trans-
tosis neonatal). ferasa en hematíes, ionotest, etc.
– Neonatal inmediato:
- Peso del RN: bajo (Alagille, déficit de alfa- Pruebas de imagen
1-antitripsina, infección connatal). – Ecografía abdominal (quiste de colédoco, barro
- Meconio: retraso de eliminación (fibrosis quís- biliar, malformaciones asociadas a atresia biliar).
tica). – Gammagrafía hepatobiliar (HIDA) tras varios
- Alimentación: con fructosa (intolerancia here- días de inducción con fenobarbital: la excreción
ditaria), con lactosa (galactosemia). de trazador a intestino descarta la atresia biliar.
- Pruebas metabólicas de screening: anormales
(Phe: tirosinemia, T4: hipotiroidismo). No Biopsia hepática
siempre detectan tirosinemia.
- Otros antecedentes patológicos: nutrición TRATAMIENTO
parenteral, hipoxia, infección. Tratamiento de sostén. (común a toda situación
de colestasis independientemente de la causa):
Exploración física – Nutrición: calorías: 120% de las necesidades para
– Estado general: afectado (infecciones TORCH o la edad. Fórmula láctea con hidrolizado de case-
bacterianas, galactosemia, tirosinemia, intoleran- ína, enriquecido con MCT, con suplementos DMT
cia a fructosa, fallo por virus, hemocromatosis (3-5%) y aceite MCT (1-2 ml/kg/día).
neonatal). No afectado en otras causas. – Vitaminas liposolubles:
– Color de las heces: la acolia obliga a descartar - A: 5.000 UI/día vía oralç
atresia biliar, pero puede darse en otras formas - D3: 1.0002.000 UI/día vía oralç
(otras obstructivas, Alagille, déficit de alfa-1-AT, - E: 50 mg/día vía oralç
fibrosis quística). - K: 5 mg vía oral x 3/semana.
– Hígado: grande (común a cualquier etiología, sal- - Calcio: 50 mg/kg /día oral.
vo fallo agudo viral por necrosis). Consistencia Tratamiento específico de cada etiología (si exis-
del hígado: aumentada (atresia biliar). te).
– Esplenomegalia (atresia biliar, alfa-1-AT, TORCH,
Niemann-Pick, sepsis). PRONÓSTICO
– Fenotipo peculiar (Alagille, TORCH, hipo- – Excelente (evolución a la normalidad con trata-
pituitarismo, cromosomopatía, Zellweger). miento): inmadurez, por nutrición parenteral tran-
– Otros: soplo cardíaco (Alagille, atresia biliar, sitoria, por hipoxia o hipoperfusión, galactose-
TORCH, cromosomopatía), situs inverso toráci- mia, intolerancia a la fructosa, infección bacte-
co/ abdominal, quistes renales y cerebrales (Zell- riana, hipopituitarismo, litiasis, bilis espesa,
weger). malformaciones de vía biliar, perforación idiopá-
tica de vía biliar, hepatitis infecciosa congénita y
Analítica neonatal idiopática.
– Pruebas de valoración clínica: función hepática – Habitual de hepatopatía crónica. Atresia biliar,
(bilirrubina total y directa, FA, GGT, transami- Alagille, CIFP, déficit de alfa-1-antitripsina, tiro-
nasas, glucemia, colinesterasa, colesterol, albú- sinemia tipo I, fibrosis quística. Todas ellas sus-
mina); hemograma; coagulación; plaquetas; Iones. ceptibles de trasplante hepático.
– Pruebas de valoración etiológica (seleccionar – Grave. Hepatitis fulminante viral, hemocromato-
según sospecha diagnóstica): serologíacultivo- sis, Wolman, tirosinemia. Puede precisar trasplan-
amplificación de virus, cultivos bacterianos, cuan- te hepático urgente en neonato o lactante. Cual-
Colestasis en el lactante 187
quier colestasis no tratada adecuadamente puede 5. Rand EB,Spinner NB, Piccoli DA, et al. Molecular
originar morbus hemorrágico (posible secuela analysis of 24 Alagille syndrome families identifies a
neurológica). single submicroscopic deletion and further localizes
the Alagille region within 20p12. Am J Hum Genet
1995; 57: 1068-1073.
BIBLIOGRAFÍA
6. McDaniell R, Warthen DM, Sanchez-Lara PA, Pai A,
1. Stormon MO, Doney SF, Kamath KR, et al. The chan-
Krantz ID, Piccoli DA, Spinner NB. NOTCH2 muta-
ging pattern of diagnosis of infantile cholestasis . J Pae-
tions Cause Alagille Syndrome, a Heterogeneous Disor-
diatr Child Health 2001; 37: 47-50.
der of the Notch Signaling Pathway. Am J Hum Genet
2. Sokol R, Shepherd R, Superina R, Bezerra J, Robuck 2006; 79: 169-73.
P, Hoofnagle J. Screening and outcomes in biliary atre-
7. Lykavieris P, Hadchouel M, Chardot C, Bernard O.
sia: Summary of a National Institutes of Health Works-
Outcome of liver disease in children with Alagille
hop. Hepatology 2007; 46: 566-581.
syndrome: a study of 163 patients. Gut 2001; 49: 431-
3. Guideline for the evaluation of cholestatic jaundice 435.
in infants: Recommendations of the North American
Society for Pediatric Gastroentorology, Hepatology and 8. Hierro L, Jara P. Colestasis infantil y transportadores
Nutrition. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2004; 39: 115- biliares. Gastroenterol Hepatol. 2005; 28: 388-95.
128. 9. Whitington PF, Nelly S, Ekong UD. Neonatal hemoch-
4. Shneider B, Brown M, Haber B, Whitington PF, romatosis: Fetal liver disease leading to liver failure in
Schwarz K, Squires R et al. A multicenter study of the the fetus and newborn. Pediatr Transpl 2005; 9: 640-645.
outcome of biliary atresia in the United States, 1997 to 10. Teckman JH. Alpha1antitrypsin deficiency in childho-
2000. J Pediatr 2006; 148: 467-74. od. Semin Liver Dis 2007; 27: 274-81.
Enfermedad de Wilson
2 Antonio Millán Jiménez1, Mercedes Ruiz Moreno2
Hospital Universitario de Valme, Sevilla. 2Fundación Jiménez Díaz-CAPIO, Universidad
1
Autónoma de Madrid.
La EW se desarrolla cuando ocurren mutaciones 14.3). Se han descrito más de 200 mutaciones en este
en los dos alelos del gen que debe sintetizar correcta- gen con capacidad de ocasionar la aparición de la
mente el transportador ATP7B. En esta situación no se enfermedad. La mayoría de las mutaciones de los dos
fija el cobre a la apoceruloplasmina y tampoco se eli- alelos son diferentes entre sí, es decir, pueden dar lugar
mina su exceso a la bilis. Como consecuencia, la sínte- a heterocigotos compuestos. Además, existe un nume-
sis de ceruloplasmina es anormal y se degrada con mayor roso grupo de enfermos en los que no se identifican
rapidez con lo que su nivel desciende en plasma. El mutaciones en esta región por lo que se cree que debe-
exceso de cobre citoplasmático en los hepatocitos tie- rían existir más mutaciones implicadas, pero en otras
ne un efecto oxidativo sobre todas las estructuras inter- regiones reguladoras del gen. Por lo tanto el diagnós-
nas, sobre todo y de forma más precoz, en las mitocon- tico genético es muy complejo y, además, aún queda
drias. En esta situación el organismo intenta minimizar por determinar la relación entre las mutaciones cono-
los daños e inicia una fase de adaptación, reduciendo la cidas y el fenotipo de la enfermedad. Al parecer, no
absorción de cobre por el intestino y aumentando la existe correlación en cuanto al tipo de manifestacio-
capacidad de fijación por parte de las metalotioneínas nes clínicas, hepáticas, neurológicas, etc., pero sí
y así conseguir disminuir su potencial tóxico. podría existirla en caso de precocidad o gravedad de
Cuando estos mecanismos compensadores son la presentación.
desbordados, el cobre sale del hepatocito e incremen-
ta su fracción libre plasmática, lo cual no sucede con CLÍNICA
el cobre total ya que la fracción ligada a la ceruloplas- Las manifestaciones clínicas de la EW son muy
mina está muy descendida. El Cu libre puede elimi- diversas y están influidas por la evolución de los depó-
narse por orina pero también es capaz de incorporar- sitos de cobre. No obstante, los principales síntomas
se, con facilidad, a ciertos tejidos del organismo pro- suelen ser hepáticos en las primeras fases de la enfer-
vocando daño tisular. En el cerebro, las áreas más sen- medad y neurológicos o neuropsiquiátricos en esta-
sibles a la oxidación por cobre son los núcleos basa- dios más avanzados. Solo ocasionalmente puede ocu-
les, putamen y lenticular. En el ojo, su depósito en la rrir que el paciente consulte por síntomas exclusiva-
membrana de Descemet da lugar al anillo de Kayser- mente neurológicos, pero los estudios evolutivos evi-
Fleischer. Otros tejidos preferentemente afectados son dencian lesión hepática.
riñón, articulaciones y membrana de hematíes. Aproximadamente un tercio de los niños presen-
La precocidad y gravedad de las manifestaciones ta síntomas clínicos relacionados con la EW, prefe-
de la EW se ven influenciadas, además de por las rentemente hepáticos. Entre los más frecuentes se
mutaciones referidas, por muchos factores. Entre ellos encuentran ictericia, epistaxis, dolor abdominal, ede-
destaca la alteración de la interacción entre chapero- ma en miembros inferiores y ascitis. Otros síntomas
ne HAH1 y el transportador ATPB7, que es necesaria derivan del depósito en la membrana de hematíes y
para el correcto transporte del cobre. También influ- túbulo renal, como anemia hemolítica, con test de
ye la presencia del genotipo ε3/3 de la proteína ApoE Coombs negativo, y proteinuria, aminoaciduria y/o
que, por sus propiedades de ligar el cobre, de antio- fosfaturia.
xidar y de estabilizar membranas, hace que en estos La presentación en forma de fallo hepático ful-
pacientes la enfermedad se manifieste más tardíamen- minante ocurre hasta en el 3,5% de los pacientes. Su
te. Los niveles descendidos de ceruloplasmina no pare- base anatomopatológica es de necrosis lobulillar sobre
cen ser un factor causal de la enfermedad sino, más cirrosis. Al contrario de lo que ocurre cuando son otras
bien, un epifenómeno secundario a la disfunción del las causas de fallo hepático agudo, los niveles de fos-
transportador ATP7B. fatasa alcalina están significativamente descendidos
y los de bilirrubina más elevados. En estos casos de
GENÉTICA fallo agudo, el transplante hepático es la única opción
El gen de la EW, denominado ATP7B, está loca- terapéutica que puede evitar el fallecimiento de los
lizado en la región q 14.3 del cromosoma 13 (13q pacientes.
Enfermedad de Wilson 191
Presentación hepática
La definición de presentación hepática requiere la exclusión de síntomas neurológicos mediante un examen
clínico detallado en el momento del diagnóstico
– H1: enfermedad de Wilson hepática aguda
Ictericia que incide de forma aguda en un sujeto aparentemente sano, en un contexto de enfermedad
semejante a hepatitis o anemia hemolítica Coombs negativa, o una combinación de ambas. Puede progresar
a fallo hepático, que precisa trasplante hepático urgente
– H2: enfermedad de Wilson hepática crónica
Cualquier tipo de hepatopatía crónica, con o sin síntomas. Puede presentarse, o conducir, a cirrosis
descompensada
Presentación neurológica
Pacientes en los que hay síntomas neurológicos y/o psiquiátricos al diagnóstico
– N1: asociada con hepatopatía sintomática
Habitualmente los pacientes tienen cirrosis en el momento del diagnóstico de enfermedad de Wilson
neurológica. La hepatopatía puede anteceder muchos años a los síntomas neurológicos o ser detectada en el
proceso de estudio del paciente con síntomas neurológicos
– N2: no asociada a hepatopatía sintomática
Para documentar la ausencia de una enfermedad hepática avanzada (fibrosis o esteatosis pueden estar
presentes) es necesaria la biopsia hepática
– NX: no se ha investigado la presencia o ausencia de enfermedad hepática
– Nivel plasmático de ceruloplasmina, medida por sia incluya nódulos de regeneración en los que el
nefelometría, inferior a 20 mg/dl. Al ser también contenido de cobre sea prácticamente nulo. Por
un reactante de fase aguda, su presencia en plas- otra parte, los heterocigotos pueden presentar
ma puede estar elevada si coinciden procesos cifras entre 50 y 250 µg por gramo de tejido.
inflamatorios o infecciosos. También si se ingie- El análisis de mutaciones predominantes en una
ren anovulatorios o existe colestasis, y ello pue- determinada región geográfica tiene especial interés
de dar lugar a falsas interpretaciones. Los hete- como prueba confirmatoria. Así ocurre en Centro-
rocigotos para la enfermedad de Wilson no pre- europa y Europa del Este, donde entre el 50-80% de
sentan síntomas, aunque hasta el 10% de ellos los pacientes tiene la mutación H1069Q o en Espa-
muestra cifras descendidas de ceruloplasmina. ña donde la mutación Met645Arg es detectada en el
En los niños asintomáticos, con riesgo familiar 55% de los pacientes. Sin embargo, es bien sabido
de padecer la enfermedad, las cifras de cerulo- que un estudio negativo no descarta totalmente la
plasmina pueden evolucionar a lo largo de los enfermedad, al existir probablemente mutaciones
años, descendiendo progresivamente hasta alcan- implicadas y no identificadas. La otra gran utilidad
zar niveles correspondientes al diagnóstico, moti- que tiene el estudio mutacional es el consejo genéti-
vo por el que su investigación periódica es reco- co familiar. Mediante el análisis de haplotipo se pue-
mendable. de establecer si los familiares estudiados comparten
– Nivel plasmático de cobre total, inferior a 60 µg/dl las regiones mutantes identificadas en el enfermo. De
ya que, al tener poca ceruloplasmina disponi- esta forma, pacientes asintomáticos podrían ser diag-
ble, no se puede transportar con ella y el Cu solo nosticados precozmente.
está en plasma como fracción libre, la cual sí está En Pediatría, hasta el 80% de los pacientes pue-
elevada, en nivel superior a 25 µg/dl. Esta deter- den diagnosticarse en fases presintomáticas de la enfer-
minación sólo se puede realizar por estimación medad, al estudiarlos cuando presentan elevación
indirecta. no explicada de transaminasas hepáticas o, también,
– Cobre en orina de 24 horas, que es superior a 100 al hacerlo en los familiares de un caso índice.
µg, en correspondencia con el aumento de la frac- En los que no presentan síntomas ni elevación
ción libre del Cu en plasma. En fases presinto- de transaminasas hepáticas el diagnóstico no es fácil
máticas de la enfermedad, la liberación de cobre ya que, aunque se sospechara, más del 50% tiene nor-
desde los hepatocitos no es muy elevada y ello males las pruebas diagnósticas habituales, sobre todo
puede ocasionar falsos negativos. Por este moti- la cupruria de 24 horas. En este grupo de pacientes
vo se aconseja determinarlo tras la administra- siempre hay que determinar el cobre en tejido hepá-
ción de dos dosis de 500 mg de D-penicilami- tico y, si fuera posible, identificar la mutación res-
da, ingerida con un intervalo de 12 horas, prue- ponsable. Por otro lado, el estudio patológico de la
ba que solo es positiva si el Cu urinario posterior biopsia hepática evidencia el daño tisular: esteatosis
es, al menos, cinco veces superior al excretado en el 87% de los casos, hepatitis crónica activa en el
en condiciones basales. 13% y cirrosis en el 6%, dependiendo de la edad del
– Cobre hepático, en cantidad superior a 250 µg paciente.
por gramo de tejido. Esta determinación es, para En cambio, cuando al iniciar el estudio existe ele-
muchos autores, la mejor prueba inequívoca para vación de transaminasas, tanto el nivel de ceruloplas-
el diagnóstico, sobre todo en los casos dudosos. mina como los del cobre en sangre y orina suelen ser
Sin embargo, esta cifra sólo la alcanza el 83% de patológicos. Además, en este grupo de pacientes la
los enfermos y puede coincidir, hasta en 1,4% de biopsia hepática muestra hepatitis crónica activa en
pacientes, con otro tipo de hepatopatía. Es posi- el 50% de los casos y cirrosis con esteatosis en el 36%.
ble encontrar enfermos, con enfermedad de Wil- La edad media de complicación con cirrosis es de 9,9
son y cirrosis evolucionada, en los que la cifra de ± 1,9 años, aunque podría presentarse desde los 5 años
Cu tisular sea inferior a la anterior, porque la biop- de edad.
Enfermedad de Wilson 193
Síntomas Puntuación
Anillo de Kayser (lámpara de hendidura)
Presente ............................................................................................................................................... 2
Ausente ............................................................................................................................................... 0
Síntomas neuropsiquiátricos sugerentes (o una resonancia magnética típica)
Presentes ............................................................................................................................................. 2
Ausentes .............................................................................................................................................. 0
Anemia hemolítica Coombs negativa (+ cobre sérico elevado)
Presente ............................................................................................................................................... 1
Ausente ............................................................................................................................................... 0
Pruebas de laboratorio
Cobre en orina de 24 h (sin síntomas de hepatitis aguda)
Normal ................................................................................................................................................ 0
1-2 VN ................................................................................................................................................ 1
> 2 VN ................................................................................................................................................ 2
Normal, pero más de 5 VN con 2 dosis de 0,5 g penicilamina ........................................................... 2
Ceruloplasmina sérica (nefelometría VN > 20 mg/dl)
Normal ................................................................................................................................................ 0
10-20 .................................................................................................................................................... 1
< 10 ..................................................................................................................................................... 2
Cuantificación de cobre en el hígado
Normal .............................................................................................................................................. –10
Hasta 5 VN .......................................................................................................................................... 1
> 5 VN ................................................................................................................................................ 2
Tinción de rodanina+ en hepatocitos (sólo cuenta si no hay determinación de cobre en el hígado)
Ausente ............................................................................................................................................... 0
Presente ............................................................................................................................................... 1
Análisis mutacional ATP7B
Mutación en los 2 cromosomas .......................................................................................................... 4
Mutación en 1 cromosoma .................................................................................................................. 1
No detectada mutación ........................................................................................................................ 0
Total ........................................................................................................................................................
El tratamiento actual se basa en tres aspectos fun- 2-4 dosis. Ha demostrado gran eficacia, que pue-
damentales: 1) Disminuir el depósito de cobre tisular de constatarse al comprobar incremento de cupru-
existente al realizar el diagnóstico y comenzar el tra- ria en cifras superiores a 2 mg/día. Las mejorías
tamiento; 2) Prevenir la acumulación continuada del clínica y analítica, como normalización de trans-
cobre, tanto en tejido como en sangre; y 3) Conseguir aminasas, se observan progresivamente entre uno
reducir o tratar eficazmente las complicaciones deri- y seis meses, hasta incluso revertir el proceso de
vadas de las dos situaciones anteriores. La terapia es fibrosis o cirrosis. Sin embargo, aunque la mejo-
únicamente para homocigotos, tengan o no síntomas ría hepática es notoria, puede no suceder así con
o signos de EW, no para heterocigotos por no pade- la neurológica, sobre todo cuando el paciente tenía
cer la enfermedad. El tratamiento debe mantenerse ya síntomas de daño del sistema nervioso central.
durante toda la vida, ya que no se puede reponer la Este empeoramiento, que suele ser transitorio,
ceruloplasmina, que sería la terapia adecuada para que puede deberse al incremento del depósito neuro-
no aparecieran las complicaciones vinculadas al meta- lógico del Cu movilizado del hígado. La D-peni-
bolismo del Cu. cilamina tiene riesgo de acontecimientos adver-
El éxito del tratamiento depende del momento sos que pueden contraindicar se utilización. Tie-
del diagnóstico y de la evolución que haya alcanzado ne efecto antipiridoxina al provocar deficiencia
la enfermedad. Por esto es importante dar valor a los de piridoxal fosfato, motivo por el que se debe
síntomas inespecíficos iniciales y a la búsqueda de asociar constantemente con 25 mg/día de vitami-
marcadores en los familiares asintomáticos de los na B6 oral. El 10% de los pacientes muestra hiper-
pacientes diagnosticados. Aún hay incógnitas respec- sensibiliadad o sensibilidad cruzada a la penici-
to de esta enfermedad y, por ello, en España se está lina y en ellos es aconsejable reducir la dosis,
llevando a cabo un amplio estudio y registro cono- comprobando igual eficacia o pasar a otro trata-
cido como “Proyecto Eurowilson”, coordinado por miento lo cual sucede en el 5% de los casos, sobre
los doctores Bruguera y Jara. todo si el paciente asociaba patología renal, trom-
1. Para reducir el depósito excesivo tisular del cobre bocitopenia o alteración inmunitaria. Otros efec-
hay diversos procedimientos; para los casos más tos secundarios inmediatos son fiebre, erupción
graves o de descompensación funcional hepáti- cutánea, prurito, linfadenopatías, neutropenia y
ca se ha utilizado diálisis, hemofiltración, exan- trombopenia, lo que hace imprescindible un con-
guino-transfusión y transplante, siendo este últi- trol clínico riguroso. Los efectos adversos tardí-
mo el indicado en casos de cirrosis o fallo hepá- os son variados y aconsejan cambiar de tratamien-
tico agudo. Sin embargo, no suele resolver el daño to: proteinuria, con aspecto de síndrome nefróti-
neurológico, aunque puede mejorarlo. Para los co, que revierte en 1-2 años al retirar la terapia,
demás casos el tratamiento inicial son los quelan- síndrome de Goodpasture, síntomas lupoides,
tes y, entre ellos, los más utilizados son la D-peni- toxicidad en médula ósea (desde trombocitope-
cilamina y la trientina. nia severa a aplasia), miastenia gravis, polimio-
La D-penicilamina reduce la afinidad de las pro- sitis, hepatotoxicidad, pérdida del gusto, estoma-
teínas intracelulares por el Cu e incrementa la sín- titis aftosa, alteraciones de la piel (pénfigo, liquen
tesis de la enzima metalotioneína, que lo fija de plano, elastosis perforante serpiginosa y efecto
forma no tóxica, lo quela, y aumenta la cupruria. anticicatrizante), incremento del tamaño de las
Su absorción es buena si se toma sin alimentos mamas y molestias gastrointestinales. Finalmen-
que la puedan interferir. Tiene una vida media de te, si la medicación se interrumpiera bruscamen-
1,7-7 horas y se excreta fundamentalmente (80%) te podría desencadenarse un empeoramiento clí-
por orina. Se recomienda iniciar el tratamiento nico inmediato, con fallo hepático agudo y ries-
con dosis bajas e ir aumentándolo progresivamen- go de hemólisis, por lo que se aconseja una dis-
te hasta llegar en adultos a 250 mg/día y en niños minución paulatina de la dosis en caso necesario.
a 20 mg/k/día, sin pasar de 1 gramo diario y en El control clínico debe realizarse cada semana los
Enfermedad de Wilson 195
dos primeros meses, después cada mes, durante aguas minerales que lo posean. Esta dieta debe
6-9 y, al comprobar tolerancia, dos veces al año. seguirse durante toda la vida.
En caso de cirugía se aconseja disminuir la dosis, Para impedir su absorción están las sales de zinc
lentamente y hasta el 50%, por el efecto antici- (gluconato, sulfato y acetato). La más eficaz y
catrizante. mejor tolerada es el acetato. El zinc induce la
La trientina, dihidroclorato de trientilene tetra- síntesis de metalotioleína en los enterocitos que,
mina, es otro quelante del Cu, con igual efica- aunque es un quelante endógeno de metales, tie-
cia que la D-penicilamina, pero sin efectos secun- ne mayor afinidad por el Cu, evita su absorción
darios importantes. No tiene grupos sulfidrilos y y facilita su excreción en las heces. El zinc tam-
quela el Cu al formar complejos estables. Es tam- bién puede inducir la formación de metalotiole-
bién cuprúrico. Su absorción es pobre, el 1% de ína hepática por lo que, además, podría consi-
la ingesta, y se excreta por orina. Su dosis en adul- derarse como medicamento quelante. La dosis
tos es de 750-1500 mg/día y, en niños de 20 se expresa en zinc elemental. En adultos y ado-
mg/kg/día en 2-3 dosis, hasta un máximo de 1,5 lescentes es de 150 mg/día, en niños de 75
gr/día y sin otros alimentos. Al ser también un mg/día, en 2-3 tomas y siempre fuera de las
quelante del hierro es fundamental que no lo tome comidas. Aunque se ha utilizado eficazmente
con el tratamiento de trientina, si acaso tuviera como tratamiento primario en pacientes con sín-
anemia, porque podría ser tóxico. Sus efectos tomas neurológicos, cuando los otros tratamien-
adversos son raros, quizá alguna molestia gas- tos estaban contraindicados o si eran ineficaces,
trointestinal, anemia o dolor muscular. El empe- la recomendación es utilizarlo en la fase de man-
oramiento neurológico es poco frecuente, por lo tenimiento, combinado con otro quelante. Tam-
que podría indicarse como primera droga en caso bién se ha utilizado en pacientes asintomáticos.
de presentar daño del sistema nervioso central. Las sales de zinc pueden tener efectos secunda-
Al contrario que la D-penicilamina, que no es rios no deseables, como alteraciones inespecí-
teratogénica, la trientina puede provocar altera- ficas gastrointestinales, deterioro hepático e
ciones cromosómicas en el feto, quizá por toxi- incremento de amilasa y lipasa, sin otro daño
cidad del zinc o inducir deficiencia de Cu. Los pancreático.
controles de eficacia son los mismos y se debe Otro producto, menos estudiado y aún no comer-
vigilar el metabolismo del Fe. Hasta ahora se con- cializado, que interfiere la absorción intestinal
sideraba la D-penicilamina como primera droga, del Cu y es cuprúrico, es el tetratiomolibdato.
pero la falta de efectos adversos hace de la trien- Aunque son precisos más estudios para asegurar
tina una medicación con la que puede iniciarse el su eficacia, se ha utilizado, con buen resultado,
tratamiento. Si todo va bien, con estos quelan- en pacientes con iniciales síntomas neurológicos.
tes se logra estabilidad entre 1 y 5 años y, a par- Su uso es exclusivamente experimental.
tir de entonces, se pasa a la terapia de manteni- En resumen, ante enfermos asintomáticos se pre-
miento, con la dosis eficaz referida anteriormen- fieren las sales de zinc. Para los que cursan con
te o en combinación con sales de zinc. síntomas hepáticos o con escasa afectación neu-
2. Para prevenir la nueva acumulación del Cu hay rológica, la D-penicilamina con vitamina B6. En
dos tratamientos fundamentales: no ingerirlo en el caso de intolerancia a la misma y si el pacien-
exceso y controlar su absorción intestinal. Los te tuviera daño neurológico destacado, se comien-
alimentos que deben evitarse son los ricos en Cu, za con trientina. Estos quelantes se pueden uti-
fundamentalmente setas, cacao, frutos secos, vís- lizar solos o con zinc, para incrementar su efica-
ceras, moluscos, mariscos y brócoli. Es de parti- cia. La medicación siempre debe comenzar con
cular importancia conocer el contenido de Cu del dosis bajas e ir aumentándola poco a poco hasta
agua local y evitar su recogida de tuberías fabri- alcanzar la dosis recomendada. En pacientes esta-
cadas con este elemento, así como no consumir bles se comienza con la fase de mantenimiento,
196 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
dando quelantes a dosis decrecientes o únicamen- gía y nutrición pediátrica, 2ª edición. Madrid: Ergon;
te sales de zinc y, siempre, la dieta pobre en cobre. 2008. p. 391-400.
3. El mejor tratamiento de las complicaciones es el 3. Dhawan A, Taylor RM, Cheeseman P, De Silva P, Kat-
trasplante hepático y se aconseja cuando la afec- siyiannakis L, Mieli-Vergani G. Wilson’s disease in chil-
tación hepática es severa o fulminante, tal como dren: 37-year experience and revised King’s Score for
liver transplantation. Liver Transpl 2005; 11: 441-8.
se ha comentado anteriormente. En 2005, los
hepatólogos del King’s College Hospital publi- 4. Ferenci P, Caca K, Loudianos G, Mieli-Vergani G, Tan-
ner S, Sternlieb I, et al. Diagnosis and phenotypic clas-
caron que la alteración patológica conjunta de 5 sification of Wilson disease. Liver Int 2003; 23: 139-42.
factores (AST, bilirrubina, INR, albúmina y núme-
5. Gromadzka, G. Schmidt HH-J, Genschel J, Bochow B,
ro de leucocitos) indicaba la recomendación de Rodo M, Tarnacka B, Litwin T, Chabik G, Czlonkows-
introducir al paciente en la lista de trasplante, ya ka A. Frameshift and nonsense mutations in the gene for
que lo iba a necesitar. Sin embargo, esta medida ATPase7B are associated with severe impairment of cop-
es ineficaz contra el daño neurológico. per metabolism and with an early clinical manifestation
Otros tratamientos que alguno de los pacientes of Wilson’s disease. Clin Genet 2005; 68: 524-532.
con afectación psicológica o neurológica pueden 6. Jara Vega P, Hierro Llanillo L. La enfermedad de Wil-
necesitar son rehabilitación muscular, terapia psi- son: formas de presentación en la infancia. Gastroen-
cológica al paciente y a su familia, ayuda econó- terol Hepatol 2006; 29: 560-567.
mica y asistencia social y oftalmológica. Por todo 7. Kaplan MM, Runyon BA, Bonis PA. Wilson’s disea-
se. http://www.uptodateonline.com Topic last update:
esto, la enfermedad de Wilson debe ser atendida,
30092008.
además de por un hepatólogo, por un grupo mul-
8. Manolaki N, Nikolopoulou G, Daikos GL, Panagio-
tidisciplinar en el que deben entrar a formar par- takaki E, Tzetis M, Roma E, et al. Wilson disease in
te las asociaciones de pacientes. children: analysis of 57 cases. J Pediatr Gastroenterol
Nutr 2009; 48:72-77.
BIBLIOGRAFÍA 9. Pérez-Aguilar F. Enfermedad de Wilson: consideracio-
1. Bruguera M. Enfermedad de Wilson. En: Berenguer J, nes fisiopatológicas, clínicas y terapéuticas. Gastroen-
Berenguer M, Ponce J, Prieto M, Sala T, editores. Gas- terol Hepatol 2003; 26: 42-51.
troenterología y Hepatología. 3ª edición. Harcour; 2002. 10. Shannon, MW, Townsend,MK. Adverse effects of redu-
p. 695-699. ced-dose d-penicillamine in children with Mild-to-
2. De la Vega A. Enfermedad de Wilson. En: SEGHNP moderate lead poisoning. Ann Pharmacother 2000; 34:
editores. Tratamiento en gastroenterología, hepatolo- 15.
Fallo hepático agudo
3 Jesús Mª Jiménez Gómez1, Begoña Polo Miquel2, Ester Donat Aliaga2
1Hospital Reina Sofía. Córdoba. 2Hospital Infantil La Fe. Valencia
TABLA I. Etiología del fallo hepático agudo. y a veces es la primera manifestación de una en-
fermedad mitocondrial subyacente.
Infecciones:
– Virus: VHB (+/- delta), VHA, VHC, VHE Errores innatos del metabolismo
– Epstein-Barr, CMV y otros herpesvirus, Generalmente son neonatos o lactantes pequeños
echovirus, adenovirus, Coxackie en el contexto de un cuadro de afectación general seve-
– Sepsis bacteriana ra. En muchos de estos niños, por su edad no podría
– Leptospirosis, sífilis, Coxiella burnetii, descartarse enfermedad hepática previa. La ictericia
Plasmodium falciparum, Entamoeba puede estar ausente o ser poco significativa y al contra-
histolytica rio que otras causas de FHA podemos encontrar hepa-
tomegalia. En algunos casos el FHA pueden revertir
Tóxicos:
con tratamiento etiológico específico y por otra par-
– Hepatotoxicidad directa: paracetamol, te el trasplante hepático no es beneficioso en algunas
salicilatos, fósforo, disolventes, Amanita
enfermedades metabólicas En recién nacidos y lac-
phaloides, tetracloruro de carbono
– Idiosincrasia: isoniazida, halotano, AINES, tantes el FHA puede ser el debut de tirosinemia, galac-
valproico, carbamacepina, amiodarona, tosemia, fructosemia, enfermedad de Wolman (depó-
propiltiouracilo, tetraciclinas sito de esteres de colesterol), hemocromatosis neona-
tal, errores de la oxidación de ac grasos, enfermeda-
Errores innatos del metabolismo: des mitocondriales, enfermedad de Nieman-Pick tipo
– Galactosemia C, errores innatos de la síntesis de los ac biliares. En
– Fructosemia niños mayores de 3 años, la Enfermedad de Wilson
– Tirosinemia tipo I puede presentarse como FHA subfulminante.
– Defectos de la síntesis de ácidos biliares
– Errores de la β−oxidación de ác. grasos Hepatopatía autoinmune
– Wolman Es una causa poco frecuente de FHA y general-
– Hemocromatosis neonatal
– Enfermedad deWilson
mente se acompaña de hipergammaglobulinemia y
autoanticuerpos positivos (antimúsculo liso o anti-
Hepatopatías autoinmunes LKM). En este grupo se incluye la hepatitis de célu-
las gigantes con anemia hemolítica Coombs +, una
Enfermedades infiltrativas: enfermedad poco frecuente y de mal pronóstico, no
– Metastásicas curable con trasplante hepático.
– Leucemias o linfomas
– Tumores primarios Enfermedades neoplásicas infiltrativas
Como linfomas y leucosis, a destacar la linfo-
Isquemia o radiación histiocitosis hemofagocítica, de mal pronóstico y no
curable con trasplante hepático.
un cuadro dominado por la ictericia, no mejoran o la producción de los factores, aunque también hay
incluso sufren un empeoramiento clínico y/o un dete- aumento del consumo de factores y plaquetas. La acti-
rioro de los parámetros de función hepática, junto con vidad de protrombina cae por debajo del 50%, y es un
fiebre, anorexia, vómitos y dolor abdominal. La aste- importante parámetro de evolución del FHA. Se
rixis, los temblores y el “fetor” hepático, están fre- manifiesta como equimosis, petequias o sangrado por
cuentemente ausentes. Otras veces son lactantes anic- sitios de venopunción. Más adelante puede haber
téricos en los que predominan la hipoglucemia, el hemorragias digestiva o de otros órganos internos.
rechazo de las tomas, vómitos o signos neurológi-
cos (coma, convulsiones). Hipoglucemia
Presente en el 40% de los pacientes, se produce
Encefalopatía hepática falta de síntesis hepática (gluconeogénesis), disminu-
Suele ser tardía en los lactantes y niños pequeños. ción de reservas (glucógeno), aumento de las necesi-
A veces los cambios son sutiles y sólo son apreciados dades e hiperinsulinemia por disminución de la de-
por los padres: leves periodos de desorientación, sue- puración hepática. Se pone en marcha el aumento del
ño anormal o comportamientos inadecuados y puede catabolismo proteico y liberación de aminoácidos.
confundir con enfermedades de características simila-
res, pero que no cumplen criterios de FHA, como el Complicaciones
Síndrome de Reye Esta falsa sensación de estabilidad En el FHA hay que estar atento a la aparición
clínica puede hacer perder un tiempo valioso en la toma de complicaciones:
de decisiones terapéuticas. Existen cuatro estadios clí- – Insuficiencia renal: empeora considerablemente
nicos, siendo esta clasificación más útil en niños mayo- el pronóstico y es menos frecuente que en adul-
res (Tabla II). El edema cerebral, está presente en el tos, puede ser debido al desarrollo del Síndro-
80% de los fallecidos por FHA y puede desarrollarse me hepatorrenal. La creatinina sérica es el mejor
en los grados III-IV de encefalopatía. Existe una rela- indicador de la función renal, ya que la síntesis
ción directa del grado de encefalopatía y la incidencia hepática de urea está disminuida.
e importancia del edema cerebral. – Sobreinfecciones: La mitad de los enfermos sufre
una infección grave, especialmente por microor-
Alteración de la coagulación ganismos gram positivos (S. aureus y S. epider-
Suele preceder a la encefalopatía y advierte de la midis) aunque también gram negativos y hongos.
gravedad del cuadro. Se produce una disminución de Muchas veces no muestran los signos clásicos de
200 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
infección como fiebre o leucocitosis y es una cau- – Estudio de metabolopatías. En lactantes: Succinil-
sa importante de mortalidad, sobre todo en los acetona en orina (tirosinemia tipo I). Aminoáci-
pacientes más pequeños. dos en sangre y orina, ácido láctico y equilibrio
ácido-base en sangre, ácidos orgánicos y cuerpos
DIAGNÓSTICO reductores en orina. Galactosa 1 fosfato uridil-
1. Diagnóstico del FHA transferasa eritrocitaria (galactosemia). En mayo-
Se sospechará ante un paciente con encefalopa- res de 3 años: ceruloplasmina y cupremia y eli-
tía, alteración en la coagulación (actividad de pro- minación de cobre en orina de 24 horas.
trombina < 50%) y disfunción hepática grave sin his- – Otras pruebas: hemograma, ecografía Doppler
toria previa de enfermedad hepática. hepática para descartar tumores, abscesos o quis-
Es importante descartar otras causas que alteren tes y valorar signos de hipertensión portal. La
la coagulación (coagulopatía de consumo o malabsor- biopsia hepática generalmente no se puede reali-
ción intestinal) y confirmar que la encefalopatía no zar por la alteración de la coagulación.
deba a un trastorno neurológico de otra etiología.
Para la valoración de la función hepática: 3. Diagnóstico de las complicaciones asociadas al
– Alteración de la coagulación: en el 100% de los FHA
casos. Secundaria a la disminución de la síntesis – Edema cerebral / hipertensión intracraneal, com-
hepática (factores I, II, V, VII, IX y X). Es frecuen- plica el FHA en un 50-80% de las encefalopatí-
te la disminución del número y alteración de la fun- as grados III-IV, siendo la principal causa de mor-
ción plaquetar. Un factor V < 17%, un factor VII < talidad. La tomografía axial computarizada cra-
8% y un INR < 4, son signos de mal pronóstico. neal sólo es útil en el diagnóstico del edema cere-
– Enzimas de necrosis: AST y ALT habitualmente bral en casos muy avanzados.
muy elevadas, salvo en metabolopatías. – Hemorragia digestiva alta, aunque puede haber
– Elevación de la bilirrubina directa (indirecta más sangrado a diferentes niveles, complica el FHA
tarde). en el 60-70% de los casos. Es muy importante su
– Disminución de síntesis de albúmina, colesterol, diagnóstico y tratamiento precoz, pues puede ser
glucemia, colinesterasa, urea. el desencadenante de la encefalopatía hepática.
– Hiperamoniemia (por disminución de depura- La administración profiláctica de factores de la
ción). coagulación no disminuyen el riesgo de sangra-
do. El estudio inicial del paciente también inclu-
2. Diagnóstico etiológico ye grupo sanguíneo y pruebas cruzadas.
Historia clínica detallada (exposición a virus, – Insuficiencia renal: aparece en el 60-70% de los
ingesta de tóxicos o fármacos, historia familiar, her- casos. Puede ser: 1) prerrenal por deshidratación,
manos fallecidos de cuadros similares, consanguini- hemorragia gastrointestinal o sépsis; 2) fracaso
dad paterna, enfermedad extrahepática) y exploración renal funcional o síndrome hepatorrenal (sodio
física. en orina < 20 mmol/L, sedimento normal y oli-
Exploraciones complementarias: guria), 3) necrosis tubular aguda (sodio en orina
– Serología: VHA, DNA de VHB, RNA de VHC, > 20 mmol/L, sedimento anormal y oliguria); 4)
EBV, CMV, HIV y otros virus (parvovirus B19, toxicidad directa, como se ve en el FHA por para-
adenovirus…). cetamol.
– Tóxicos en sangre y orina: niveles paracetamol – Alteraciones metabólicas, hidroelectrolíticas y
– Inmunoglobulinas y autoanticuerpos (ANA, anti- del equilibrio ácido-base. En prácticamente todos
músculo liso, anti-LKM (SMA), inmunoglobu- los pacientes se observa hiponatremia o con
linas, test de Coombs). mayor frecuencia hipernatremia. También son
– Cultivos: sangre, orina. habituales la hipokaliemia, la hipocalcemia, la
– α-1-antitripsina (incluyendo fenotipo). hipofosforemia y la hipomagnesemia. Los trastor-
Fallo hepático agudo 201
sa, está controvertido, pues no está demostrado que – Alteraciones hemodinámicas, cardíacas y respi-
disminuyan la mortalidad. Se recomienda: antibió- ratorias: el objetivo es mantener una correcta per-
ticos de amplio espectro, evitando aminoglucósi- fusión y oxigenación. Se debe evitar la sobrecar-
dos, vancomicina o teicoplanina (si vía central) y ga hídrica por riesgo de edema cerebral o pulmo-
anfotericina B liposomal profiláctica (1-2 nar y la hipovolemia por riesgo de hipoperfusión
mg/kg/día), cuando el paciente se incluye en lista tisular e insuficiencia renal. Valorar inotrópicos,
de trasplante. evitar los vaso constrictores y ventilación mecáni-
ca según evolución de la encefalopatía (grado III)
Alteración de la coagulación o signos de insuficiencia respiratoria.
– Vitamina K intravenosa: 0,3 mg/kg (Dosis máxi-
ma: 10 mg) cada 24-48 horas. Terapéutica específica
– No transfundir plasma fresco o derivados de for- No existe tratamiento específico que haya demos-
ma profiláctica (sobrecarga de volumen). trado su eficacia en el tratamiento del FHA de cau-
sa vírica excepto en las infecciones por herpes y cito-
Tratamiento del edema cerebral/hipertensión megalovirus (aciclovir, ganciclovir). Para otras etio-
intracraneal logías disponemos de tratamientos más o menos efi-
Se aconseja colocar el sensor de PIC en los caces que deben aplicarse lo más precozmente posi-
pacientes con encefalopatía grado III-IV. El objetivo ble asociados a las medidas generales señaladas pre-
es mantener la PIC < 20 mmHg y la presión de per- viamente.
fusión cerebral por encima de 50 mmHg e incluye: – Intoxicación por paracetamol: N-acetilcisteína y
– Evitar la sobrecarga de líquidos y diuresis osmó- MARS® como sistema de detoxificación.
tica con manitol al 20%. Medidas de depuración – Intoxicación por Amanita phalloides: diuresis for-
extrarrenal (hemofiltración) si fracasa el manitol zada, Penicilina G sódica: 10 MU/k/día, silibini-
o insuficiencia renal. na dihidrogenosuccinato (Legalon® SIL) a 20-50
– Hiperventilación moderada: ventilación mecáni- mg/kg/día y MARS® como sistema de detoxifi-
ca si encefalopatía grado III-IV, Glasgow < 8 y cación.
en casos límite que van a ser trasladados a un cen- – Enfermedad de Wilson: D-penicilamina. Si debu-
tro de referencia o con agitación intensa. ta como FHA con anemia hemolítica, la D-peni-
– Coma barbitúrico (pentobarbital o tiopental sódi- cilamina es ineficaz y el tratamiento adecuado es
co, 3-5 mg/kg en bolo, seguido de perfusión con- el trasplante hepático.
tinua a dosis de 1-4 mg/kg/hora) si fracasan las – En el FHA autoinmune iniciar tratamiento con
medidas anteriores. corticoides intravenoso y azatioprina.
– Tratamiento dietético en algunas causas metabó-
Tratamiento de las complicaciones licas: Tirosinemia tipoI (dieta de exclusión de
Renales, trastornos hidroelectrolíticos, he- tirosina, fenilalanina y a veces de metionina y
modinámicas y pulmonares. NTBC 1 mg/kg/día si bilirrubina <100 µM/dL),
– Alteración función renal: el objetivo es mante- galactosemia (exclusión de lactosa), trastornos
ner un volumen circulante adecuado y asegurar de la oxidación de los ácidos grasos (evitar ayu-
una diuresis de > 0,5 cc/kg/hora. Evitar la hipo- no prolongado, aportes de hidratos de carbono,
volemia, hipotensión y los factores desencade- carnitina y bajo aporte de grasa, el tipo depende
nantes: fármacos nefrotóxicos, diuréticos a altas del trastorno específico), y en la intolerancia here-
dosis, paracentesis masiva sin infusión de albú- ditaria a la fructosa (dieta sin fructosa, sacarosa
mina y hemorragia gastrointestinal. Valorar y sorbitol).
medidas de depuración extrarrenal (hemodiáli- – Cóctel antioxidante en hemocromatosis neonatal
sis/ hemofiltración continua/hemoperfusión) jun- (muy precoz e indicar el trasplante si no hay res-
to al MARS. puesta): N-acetilcisteína (bolo inicial de 140
Fallo hepático agudo 203
mg/kg; 70 mg/kg cada 6 horas), prostaglandina TABLA III. Criterios del King’s College para
E1 (0,4-0,6 µg/kg/hora), desferroxiamina (30 inclusión de niños con FHA en programa de
mg/kg/día), selenio (2-3 µg/kg/día), vitamina E trasplante hepático.
(20-30 UI/kg/día).
– Ácidos biliares: cólico (5-15 mg/kg/día), ursode- – Tiempo de protrombina > 50 segundos.
oxicólico (600 mg/m2/día) y que no de oxicólico – Tiempo de aparición de encefalopatía tras ic-
(15 mg/kg/día) en caso de errores innatos de la tericia > 7 días.
síntesis de ácidos biliares. – Etiología: hepatitis noA-noB-noC o tóxica.
– Edad menor de 10 años o mayor de 40.
Otros tratamientos – Bilirrubina > 17,5 mg/dl.
1. Sistemas de soporte hepático artificial
La concurrencia de 3 de estos criterios o bien
Basándose en la posibilidad de recuperación del aisladamente un tiempo de protrombina mayor de
hígado en el FHA se han utilizado diversos sistemas 100 segundos son indicación de trasplante
de depuración extrahepáticos en los que la sangre hepático.
total o el plasma pasan a través de diversos siste-
mas (no biológicos/biológicos) con el objetivo de FHA secundario a intoxicación por paracetamol
suplir temporalmente la función detoxificadora del – pH < 7,3 tras 24 horas de la intoxicación
hígado mientras se espera la regeneración del híga- (independientemente del grado de
do o la aparición de un donante adecuado para el encefalopatía)
trasplante. Recientemente se ha desarrollado un sis- – Creatinina > 3,4 mg/dl.
tema de diálisis hepática con albúmina (MARS®) – Encefalopatía grado III o IV.
que suple la función de detoxificación hepática y – Tiempo de protrombina > 100 segundos.
mejora la situación hemodinámica de estos pacien- FHA: fallo hepático agudo
tes, si bien los efectos sobre la función de síntesis
son controvertidos. Esta terapéutica está indicada
en estos casos prolongando la supervivencia como
puente al TxH. gente, ya que si no se efectúa la mortalidad es del
100% (Tabla II).
2. Trasplante hepático (TxH) Hay determinadas enfermedades en las que se
El TxH es la única medida curativa disponible en han establecido criterios específicos de trasplante como
la actualidad, aunque los resultados son generalmen- son la enfermedad de Wilson (Score de Nacer), la into-
te más pobres que en el TxH electivo. Éste debe rea- xicación por paracetamol (King’s College) (Tabla III)
lizarse en el escaso margen que queda entre la certe- o la tirosinemia: trasplante hepático si bilirrubina >
za de la irrecuperabilidad del fallo hepático y la apari- 100 µM/dL o la actividad de protrombina no aumen-
ción de lesiones neurológicas irreversibles. Los pará- ta después de 14 días de tratamiento y en la hemocro-
metros de inclusión más valorados son la aparición matosis neonatal: elevación mantenida de la bilirru-
de encefalopatía (grado III o IV) y coagulopatía (INR bina: > 20 mg/dL; alteración persistente de la coa-
> 4 ó bien una cuantificación del Factor V < 25%), gulación: tiempo de protrombina > 20 segundos; ence-
así como, la constatación de la afectación persistente falopatía grado II; hipoglucemia persistente: gluce-
o progresiva de la función hepática grave; pero siem- mia < 4 mmol/L; elevación persistente de la ferritina:
pre considerando la presencia de otros factores (etio- > 1.000 µg/L.
logía, complicaciones). La principal contraindicación El pronóstico del FHA es sombrío, con una mor-
al trasplante es el daño neurológico irreversible y el talidad de hasta el 80% en algunas series. Son facto-
fallo multiorgánico. El grupo del King’s College Hos- res de mal pronóstico en función de: la etiología (FHA
pital ha establecido los criterios de indicación de TxH debido a fármacos y a hepatitis no A-no G.), edad
en el FHA que indican la necesidad de trasplante ur- (peor pronóstico en niños < 10 años y en adultos > 40
204 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
TABLA IV. Criterios de gravedad del fallo 3. Manzanares J, Jiménez-Gómez J Fallo hepático agu-
hepático en el niño. do. En: SENGHP, ed. Tratamiento en gastroenterolgía,
hepatología y nutrición pediátrica. 2ª edición. Madrid:
– Edad < 2 años Ergon; 2008. p. 501-523.
– INR ≥ 4 4. Jiménez-Gómez J, Ibarra I. Fallo hepático agudo. En:
– Bilirrubina máxima ≥ 235 µmol/L LópezHerce J et al. Manual de Cuidados intensivos
(aproximadamente 13,7 mg/100 ml) pediátricos tercera edición. Madrid: Publimed; 2009.
– Leucocitos totales ≥ 9.000/m3 p. 487-495.
5. Durand P, Debray D, Mandel R, Baujard C, Branche-
Un indicador: 76% de mortalidad; 2: 93%; 3: 96% y reau S, Gauthier F, et al. Acute liver failure in infancy:
4: 100% a 14 year experience of a pediatric liver transplantation
center. J Pediatr 2001; 139: 871-6.
6. Wada H, Usui M, Sakuragawa N. Hemostatic abnor-
años), encefalopatía (grado III y IV), presentación clí- malities and liver diseases. Semin Thromb Hemost.
nica (peor pronóstico en el curso subagudo o sub- 2008; 34: 772-8.
fulminante) y parámetros biológicos (Tabla IV). 7. Salerno F, Gerbes A, Ginès P, Wong F, Arroyo V. Diag-
nosis, prevention and treatment of hepatorenal syndro-
BIBLIOGRAFÍA me in cirrhosis. Postgrad Med J. 2008; 84: 662-70.
1. Alonso EM, Superina RA, Whitington PF. Fulminant 8. Kelly DA. Managing liver failure. Postgrad Med J 2002;
hepatitis and acute liver failure. En: Kelly DA, editor. 78: 660-7.
Diseases of the liver and biliary system in children, pri- 9. Rivera-Penera T, Moreno J, Skaff C, McDiarmid S,
mera edición. Oxford: Blackwell Science; 1999. p. 77- Vargas J, Ament ME. Delayed encephalopathy in ful-
94. minant hepatic failure in the pediatric population and
2. Bhaduri BR, Mieli-Vergani G. Fulminant hepatic fai- the role of liver transplantation. J Pediatr Gastroente-
lure: pediatric aspects. Sem Liver Dis 1996; 16: 349-55. rol Nutr 1997; 24: 128-34.
Hepatitis crónica
4 Loreto Hierro Llanillo, Ana González de Zárate
Hospital Infantil Universitario La Paz. Madrid.
3% anual) reaparecer disfunción asociada a un de los niños seroconvierten antes de llegar a la edad
nivel replicativo del virus mayor, con DNA-VHB adulta. No es posible predecir fiablemente la sero-
>105 copias/ml. La reactivación de la replicación conversión en el año siguiente, pero es más probable
viral puede ocurrir en el virus salvaje (con rever- con ALT más elevada. La tasa de seroconversión (espon-
sión al estado HBeAg+) o, mucho más frecuen- tánea) es: para ALT=1-2x valor superior normal (VSN):
te, por mutación viral manteniendo antiHBe+ . 7%, ALT 2-5xVSN: 12%, ALT>5xVSN: 24%.
La disfunción en brotes o crónica con DNA-VHB La biopsia permite evaluar el estado del hígado,
>2.000 UI/ml ó >104-5 copias/ml (no necesaria- el resultado de la relación virushuésped peculiar de
mente continuado) se denomina hepatitis cróni- cada individuo. Informa del momento puntual en que
ca HBeAg(-). En la hepatitis crónica HBeAg (- se realiza, no permite predecir la lesión final. Se eva-
) el virus VHB tiene variantes en la región pre- lúan por separado las lesiones inflamatorias o “gra-
C del gen C, la más común es A1896G. Ese cam- do”, (hepatitis periportal, necrosis lobulillar, puen-
bio causa un codón “stop” que no permite la tes de necrosis, inflamación portal) y la fibrosis o
transcripción completa del gen C, necesaria para “estadio”. Para la comparación entre individuos o
la síntesis de HBeAg. En países mediterráneos de las biopsias sucesivas en el mismo individuo se
y en Asia se describe en un porcentaje creciente emplean escalas numéricas de puntuación de las lesio-
que alcanza el 18% a los 5 años de la serocon- nes (Scheuer, Metavir, Knodell o Ishak) .
versión. En la infancia es poco observada, un 5% De forma estadística, a veces no evidente en un
de niños. paciente individual, en la fase HBeAg+ hay una rela-
ción inversa entre cifra de ALT y nivel de DNA-VHB
PAUTA DE REVISIONES Y , y una relación directa entre la cifra de ALT y la pun-
EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS tuación de lesión histológica.
A) Primera consulta: marcadores serológicos
(HBsAg, HBeAg, antiHBc, antiHBe) y DNA- PRONÓSTICO
VHB. Serología de virus delta. Bioquímica hepá- Se estima que un 15-40% de los infectados cró-
tica, coagulación, hemograma, alfafetoproteína, nicos tendrán complicaciones severas a lo largo de
sedimento urinario, ecografía hepática. toda la vida. En el plazo de observación pediátrico,
B) Seguimiento: evaluación clínica, bioquímica y hasta 18 años de edad, el riesgo acumulado de cirro-
serológica/virológica cada 3 meses hasta objeti- sis es 3-5% y de hepatocarcinoma 1-4%.
var el paso a fase de baja replicación, cada 6 Los datos en la hepatitis B crónica en adultos sir-
meses después. Para el diagnóstico precoz de ven para estimar el posible pronóstico a largo plazo
hepatocarcinoma se recomienda realizar alfafe- de la infección crónica de inicio infantil. Los porta-
toproteína cada 6 meses y ecografía hepática dores inactivos asiáticos o caucásicos tienen un ries-
anual. El 30-50% de los hepatocarcinomas no ele- go muy bajo de cirrosis, 0,1 por 100 personas año.
van la alfafetoproteína. En la ecografía un HCC Con hepatitis crónica HBeAg + muestran una tasa de
puede verse como lesión hipo o hiperecoica. cirrosis acumulada en 5 años de 8% (asiáticos) y 17%
(europeos). En la hepatitis crónica HBeAg negativa,
INTERPRETACIÓN DE DATOS la tasa de cirrosis acumulada en 5 años es 13% (asiá-
BIOQUÍMICOS, VIROLÓGICOS E ticos) y 38% (europeos). El riesgo acumulado en 5
HISTOLÓGICOS años de padecer hepatocarcinoma en un paciente asiá-
El 80% de los niños se encuentran al ser detecta- tico es de 1%, 3% y 17% para portadores inactivos,
dos en la primera fase de alta replicación HBeAg+ y pacientes con hepatitis crónica sin cirrosis, y pacien-
un 20% en fase de portador inactivo. tes con cirrosis compensada, respectivamente. En
En la evolución natural de la infección crónica, en Europa la incidencia acumulada de hepatocarcinoma
niños HBeAg+ la tasa anual de cambio a la fase de baja en 5 años es 0,1% en portadores inactivos, 1% en
replicación es de 10%. En países mediterráneos el 85% hepatitis crónica y 10% en cirrosis compensada.
Hepatitis crónica 207
<2x106 UI/ml), ó 2) tenofovir o entecavir de forma – Efectos adversos: son frecuentes. Un 80% pre-
continuada, hasta 6-12 meses después de lograr sero- senta fiebre/febricula tras la dosis con dolores
conversión antiHBe. musculares, articulares o cefalea. Son frecuentes
En las revisiones periódicas de tratamiento de los las aftas bucales leves, pérdida de peso, lento cre-
niños, deben efectuarse recomendaciones basadas en cimiento a lo largo del tratamiento. Es común el
estudios previos realizados en niños. Solamente hay descenso de leucocitos y neutrófilos, reversible
experiencia en 1) interferón alfa, 2) lamivudina, y 3) con disminución de la dosis En casos aislados
adefovir. Se están actualmente desarrollando ensayos el interferón induce procesos autoinmunes (ane-
para evaluar la dosis y eficacia de los antivirales actual- mia hemolítica, tiroiditis, hepatitis autoinmune).
mente recomendados en adultos (tenofovir y entecavir)
Lamivudina y adefovir en adultos han sido des- 2. Antivirales
plazados por ser disponibles otros fármacos con más 2a . Lamivudina
potencia antiviral y menos susceptibilidad a mutacio- – Acción: es un análogo de nucleósido que impide
nes virales resistentes. Dado que son los únicos estu- la formación de nuevos virus al interrumpir la retro-
diados en niños es necesario que su aplicación sea ra- trascripción de RNA pregenómico a DNA-VHB.
cional, evitando un empleo que genere resistencias – Tasa de eficacia: niños HBeAg+: Se obtiene sero-
que se ha comprobado favorecen futuras resistencias conversión tras 12 meses de tratamiento en 23%
a los fármacos más recientes y potentes. (vs 13% en controles).
– Efectos adversos: carece de efectos secundarios.
Uso de fármacos en niños con hepatitis crónica B A lo largo del tratamiento aparece resistencia viral
HBeAg+ (22% tras 1 año de tratamiento, 64% tras 3 años)
1. Interferón por mutaciones rtM204V o rtL180M. Las muta-
– Pauta de tratamiento: 4 a 6 meses, subcutáneo. ciones de resistencia a lamivudina favorecen la
Interferón alfa: 3 veces a la semana, 5-6 millones resistencia en un futuro tratamiento con enteca-
de UI (MU) por m2/dosis, máximo 10 MU. Por vir o telvibudina.
mayor comodidad sería preferible interferón pegi- – Pauta de tratamiento: Se administra una vez al
lado alfa2b: 1,5 µg/kg 1 vez a la semana. día 3 mg/kg (dosis máxima 100 mg). Precisa des-
– Definición de respuesta: obtención de aclaramien- censo de dosis en pacientes con filtrado glome-
to de HBeAg en los 12 meses siguientes al rular < 50 ml/min.
comienzo del tratamiento. En los respondedo- – Plan de tratamiento: realizar nivel de DNA-VHB
res es habitual observar un incremento de ALT cada 12 semanas. Si en la semana 24 no se obtie-
precediendo a la seroconversión, como sucede en ne negatividad de DNA-VHB es aconsejado sus-
el proceso natural de inmunoeliminación. La res- pender el tratamiento (para evitar aparición de
puesta es estable y va seguida de mejoría resistencias al fármaco en los siguientes meses y
histológica y normalidad funcional, en el mismo futuras resistencias cruzadas a otros fármacos).
porcentaje que en la seroconversión espontánea. Si a la 24 semana se obtuvo negatividad de DNA-
– Tasa de eficacia: el metaanálisis de estudios en VHB se prosigue el tratamiento, comprobando
niños muestra que la seroconversión es lograda que persiste negativo en chequeos cada 12 sema-
en un 33%, frente a 10% en niños control, en el nas. El tratamiento se retira tras 6-12 meses des-
plazo de 1 año. Los más proclives a respuesta son pués de lograr seroconversión antiHBe.
aquellos con mayor elevación de ALT, niveles de
DNA-VHB medios o bajos y/o lesiones histológi- 2b. Adefovir dipivoxil
cas con inflamación periportal. El aclaramiento – Acción: Es un análogo de nucleótido, inhibe la
de HBsAg sucede en 20% de los respondedores retrotranscripción de RNA pregenómico a DNA-
a interferón, más alto que en los que seroconvier- VHB al ser incorporado en la cadena en creci-
ten espontáneamente. miento.
Hepatitis crónica 209
– Eficacia: Los resultados de un ensayo internacio- adultos la dosis de entecavir es de 0,5 mg/dia, la de
nal en 173 niños de 2 a 18 años indican que a las tenofovir de 300 mg/día.
48 semanas hay 16% de seroconversión antiHBe
comparado con 5% en el grupo control. Solamen- BIBLIOGRAFÍA
te hubo respuesta en niños mayores de 12 años 1. Bortolotti F, Guido M, Bartolacci S, Cadrobbi P, Cri-
(23% respuesta versus 0% en controles). El efec- vellaro C, Noventa F, Morsica G, Moriondo M, Gatta
to antiviral óptimo, con un DNA-VHB indetec- A. Chronic Hepatitis B in children after e Antigen Sero-
table por PCR (<1.000 copias/ml) junto con nor- clearance: Final Report of a 29Year Longitudinal Study.
Hepatology 2006; 43: 556-562.
malidad de ALT, se obtuvo en 23% de los niños
mayores de 12 años (comparado con 0% en con- 2. Chen CJ, Yang HI, Su J, Jen CL, You SL, Lu SN et
al. Risk of hepatocellular carcinoma across a biologi-
troles) Durante el tiempo analizado (48 semanas) cal gradient of serum Hepatitis B virus DNA level.
no se detectaron mutantes resistentes) y no hubo JAMA 2006; 295: 65-73
efectos adversos. 3. European Association for the Study of the Liver. EASL
– Efectos adversos: no causa ninguna alteración clinical practice guidelines: management of chronic
clinica o bioquímica. Hay una proporción baja hepatitis B. J Hepatol 2009; 50: 227-242
(11% a 3 años) de aparición de mutantes resis- 4. Fattovich G, Borttoloti F, Francesco D. Natural history
tentes (rtN236T o rtA181V) of chronic Hepatitis B: Special emphasis on disease
– Pauta de tratamiento: la dosificación es de 0,3 progression and prognostic factors. J Hepatol 2008; 48:
mg/kg/día (edad 2 a 6 años), 0,25 mg/kg/día (6- 335-52.
11 años), o 10 mg/día (a partir de 12 años). Es 5. Gregorio GV, Jara P, Hierro L, Díaz C, de la Vega A,
necesario reducir la dosis si existe alteración del Vegnente A, Iorio R, Bortolotti F, Crivellaro C, Zancan
L, Daniels H, Portmann B, MieliVergani G. Lympho-
filtrado glomerular. Tras el comienzo del trata-
blastoid interferon alfa with or without steroid pretre-
miento debe realizarse chequeo de niveles de atment in children with chronic hepatitis B: a multicen-
DNA-VHB, si tras 48 semanas de tratamiento no ter controlled trial. Hepatology 1996; 23: 700-707 .
se obtuvo negativización de DNA-VHB debe ser 6. Jonas MM, Kelley DA, Mizerski J, Badía IB, Areias
suspendido (para evitar futuras resistencias y re- JA, Schwarz KB, Little NR, Greensmith MJ, Gardner
sistencias cruzadas a tenofovir). Si el adefovir SD, Bell MS, Sokal EM, for the International Pedia-
logra negativización de DNA-VHB a la 48 sema- tric Lamivudine Investigator Group. Clinical trial of
na se prolonga hasta 6-12 meses después de lograr lamivudine in children with chronic hepatitis B. N Engl
J Med 2002; 346: 1706-13.
seroconversión.
7. Lok AS, McMahon BJ. Chronic Hepatitis B. Hepato-
logy 2007; 45: 507-532.
3. Fármacos en investigación en niños
Entecavir y tenofovir tienen tasas elevadas de 8. Sokal EM, Conjeevaram HS, Roberts EA, Alvarez F,
Bern EM, Goyens P, Rosenthal P, Lachaux A, Shel-
supresión rápida de replicación con obtención de ton M, Sarles J, Hoofnagle J. Interferon alfa therapy
DNA-VHB indetectable en pocas semanas, con muy for chronic hepatitis B in children: a multinational ran-
bajo riesgo de resistencias en sujetos no tratados pre- domized controlled trial. Gastroenterology 1998; 114:
viamente con otros fármacos. Permiten por tanto tra- 988-995.
tamientos de larga duración, que son necesarios en la 9. Sokal EM, Kelly DE, Mizerski J, Badia IB, Areias JA,
hepatitis crónica B HBeAg+ (dado que la tasa de sero- Schwarz KB, Vegnente A, Little NR, Gardener SD,
conversión antiHBe en todos los antivirales es en tor- Jonas MM. Long-Term Lamivudine Therapy for chil-
no a 20% de los pacientes) y en los pacientes con hepa- dren with HBeAgpositive Chronic Hepatits B. Hepa-
tology 2006; 43: 225-232.
titis HBeAg (-).
10. Sokal EM, Kelly D, Wirth S, Mizerski J, Dhawan A,
Mientras se desarrollan estudios de dosificación
Frederick D. The pharmacokinetics and safety of ade-
en niños, se indican solamente dentro de ensayos o fovir dipivoxil in children and adolescents with chro-
como uso compasivo en niños con hepatopatía avan- nic hepatitis B virus infection. J Clin Pharmacol. 2008;
zada, con dosis adaptadas a superficie corporal. En 48: 512-7.
Hepatitis autoinmune
5 Gonzalo Galicia Poblet1, Javier Manzanares López-Manzanares2
1Hospital Universitario de Guadalajara. 2Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid.
contra una enzima específica hepática (la for- y la actividad. La biopsia hepática es importante, tam-
mimino-transferasa ciclodeaminasa). Se ha suge- bién, para comprobar la remisión y la ausencia de acti-
rido que su presencia se asocia con la aparición vidad antes de suspender el tratamiento inmunosupre-
de otras enfermedades autoinmunes, mayor infla- sor. Se caracteriza histológicamente por los siguien-
mación hepática y rápida progresión a cirrosis, tes hallazgos que no son específicos:
aunque no está claro si sus títulos se correlacio- – Infiltrado inflamatorio de células mononucleares
nan con el nivel de actividad de la enfermedad. y plasmáticas, que sobrepasa la limitante entre el
– Anticuerpos anti-DNA: a pesar de no observar- espacio porta y el lobulillo hepático con erosión
se de manera habitual en esta patología, ocasio- de la misma y destrucción de los hepatocitos lobu-
nalmente pueden detectarse en pacientes con ANA lillares periféricos (hepatitis de la interfase).
positivos. Los anticuerpos frente al ADN de doble – En algunas ocasiones, el infiltrado inflamatorio
cadena (anti-dsDNA) suelen asociarse con el puede aparecer de manera predominante en los
haplotipo HLA DR4, pudiendo identificar a sinusoides hepáticos (hepatitis acinar).
pacientes con peor respuesta a tratamiento esteroi- – Regeneración hepática con formación “rosetas”.
deo. Los anticuerpos frente a ADN de cadena sim- – Un 25% de los pacientes presentan cambios en
ple (anti-ssDNA) se detectan con mayor frecuen- los ductos biliares.
cia, aunque no ayudan a diferenciar fenotipos clí- – Excepto en las formas más leves, la fibrosis está
nicos. presente en todos los pacientes con HAI. En las
– Anticuerpos anticitoplasma de neutrófilo atí- formas avanzadas, se forman puentes de tractos
picos (p-ANCA): estos anticuerpos presentan un fibrosos entre los espacios porta y las regiones
patrón perinuclear atípico, periférico (denomi- centrolobulillares que evolucionan a cirrosis.
nándose también p-ANNA), por IFI y parecen
estar dirigidos frente a una proteína de superficie En la tabla I se muestran los criterios diagnós-
de 50 kd. Se observan en pacientes con HAI tipo ticos y en la tabla II el score o sistema de puntuación,
1. Los anticuerpos p-ANNA son negativos, prác- propuestos por el IAIGH para facilitar el diagnóstico
ticamente siempre, en la HAI tipo 2. Estos anti- de HAI. Una puntuación mayor de 15 antes del trata-
cuerpos también se detectan en pacientes con miento y de 17 después de éste establece el diagnos-
colangitis esclerosante primaria y en la enferme- tico definitivo de HAI; probable HAI con puntuación
dad inflamatoria intestinal, por lo que debe rea- de 10 a 15 y menor de 10 excluye este diagnóstico.
lizarse el diagnóstico diferencial con ellas. La sensibilidad del score para el diagnóstico de HAI
– Anticuerpos frente al receptor de la asialo- es del 97-100% y su especificidad varía entre el 45
glicoproteína (ASGPR): se encuentran hasta en y el 92%. Este sistema de puntuación fue revisado en
un tercio de los niños con HAI y pueden coe- 1999. La principal utilidad del score radica en el diag-
xistir con ANA, SMA y anti-LKM1. Están diri- nóstico de síndromes atípicos y su mayor debilidad
gidos contra una glicoproteína transmembrana de en la exclusión de síndromes colestásicos con hallaz-
la superficie del hepatocito y probablemente ten- gos autoinmunes. Ambos están aceptados en pedia-
gan importancia pronostica. Su presencia se corre- tría, aunque en ésta los criterios diagnósticos difieren
laciona con la actividad histológica y su desa- del adulto, los valores de anticuerpos suelen ser meno-
parición con la respuesta al tratamiento. Su per- res y títulos de 1:20 en combinación otro criterio son
sistencia se ha asociado con probable recaída tras suficientes para su diagnóstico. Recientemente se han
retirar los corticoides. publicado unos criterios simplificados para el diag-
nóstico de HAI en adultos, muy útiles en la práctica
3) Histología clínica diaria. En él se valoran menos ítems (título de
La HAI es un trastorno hepático necroinflamato- antianticuerpos, IgG, histología y exclusión de hepa-
rio crónico, siendo el estudio histológico necesario titis viral) que en el score inicial, habiéndose compro-
para establecer el diagnóstico, determinar el estadio bado su eficacia en el estudio de validación. Para un
216 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
Basado en las recomendaciones del Grupo Internacional de Hepatitis Autoinmune (J Hepatol 1999; 31: 92938).
punto de corte de 6 (probable HAI) la sensibilidad fue los hallazgos tanto bioquímicos como histológicos
del 88% y la especificidad del 97% y para una pun- que se observan en la HAI, constituyendo un autén-
tuación de 7 (HAI definitiva) los valores fueron de 81 tico dilema diagnóstico. Hasta el 50% de los niños
y 99% para sensibilidad y especificidad respectiva- con hepatitis crónica B o C son positivos para ANA
mente. En la tabla III se recogen los datos clínicos, de y/o SMA a titulo bajo. Debe realizarse siempre detec-
laboratorio e histológicos de las HAI tipo 1 y tipo 2. ción de ARN-VHC ya que los anticuerpos anti-VHC
aparecen tardíamente tras la infección , por otro lado,
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL puede haber falsos positivos utilizando sólo la detec-
Incluye todos aquellos procesos asociados con ción de anticuerpos. Además, hasta el 5-7% de los
un cuadro de necroinflamación crónica hepática (a pacientes con hepatitis C pueden presentar títulos ele-
menudo acompañado de fibrosis o cirrosis). vados de a-LKM1. Formas de debut de otras hepati-
La colangitis esclerosante autoinmune comparte tis virales (por virus de hepatitis A, E y D, CMV, EBV
el cuadro clínico y el mismo perfil serológico que la y herpes virus) pueden confundirse también con for-
HAI, pero en la colangiografía se demuestran lesio- mas sintomáticas de HAI.
nes biliares típicas. La cirrosis biliar primaria y la En la enfermedad de Wilson pueden detectarse
colangitis esclerosante primaria, pueden llegar a ser ANA, y a veces SMA, asociados a hipergammaglo-
indistinguibles de la HAI, aunque la presencia de lesio- bulinemia y un cuadro histológico de hepatitis peri-
nes biliares, granulomas, fibrosis periductular, ducto- portal que pueden confundir el diagnóstico; la pre-
penia, en la biopsia o el hallazgo aislado de AMA sin sencia de esteatosis y la cuantificación del cobre séri-
presencia de otros anticuerpos, pueden permitir la co permiten un diagnóstico correcto. La esteatohe-
distinción entre ambas entidades. patitis no alcohólica (EHNA) puede suponer otro reto
Las hepatitis virales crónicas y las hepatitis de en el diagnóstico diferencial con HAI, sobre todo en
origen farmacológico, pueden presentar muchos de aquellos casos que cursan con ANA positivos, pues-
Hepatitis autoinmune 217
Diagnóstico probable de HAI: puntuación ≥ 10-15. Diagnóstico definitivo de HAI: puntuación ≥ 15 antes del tratamiento y
≥ 17 después del tratamiento. Basado en las recomendaciones del Grupo Internacional de Hepatitis Autoinmune (J Hepatol
1999; 31: 92938).
to que hasta el 30-40% de niños con EHNA pueden tamiento con corticoides. Un adecuado manejo pue-
presentar autoanticuerpos de modo inespecífico. El de mejorar la calidad de vida, prolongar la supervi-
lupus eritematoso sistémico (LES), es otra entidad a vencia (> 80% a los 20 años desde el inicio del trata-
descartar, debido a las múltiples similitudes tanto miento) y demorar la necesidad de trasplante hepáti-
serológicas como histológicas con la HAI. En este co. El objetivo del tratamiento es inducir y mante-
sentido, los autoanticuerpos pueden ayudar ya que, ner la remisión. Un 20% de los pacientes no logran la
si bien los ANA pueden observarse en ambos proce- remisión, entre el 15-20% no la mantendrán y un 85%
sos, SMA y AMA son raros en el LES. Otras enti- recaerán al suspender el tratamiento.
dades a tener en cuenta son: el déficit de α-1-anti- La HAI tiende a presentar una evolución más
tripsina, enfermedad injerto contra huésped (pacien- grave cuando el diagnóstico se hace en la infancia,
tes trasplantados), colangiopatía referida a VIH y presentando cirrosis más del 50% de los casos al
hepatitis granulomatosa. diagnóstico. Las recomendaciones actuales indican
que en la edad pediátrica debe iniciarse el trata-
TRATAMIENTO miento inmediatamente tras el diagnóstico. La pau-
A pesar de su gran heterogeneidad y el des- ta inicial consiste en la administración de predni-
conocimiento sobre su patogénesis, la HAI es un pro- sona a dosis de 2 mg/kg/día (máximo 60 mg/día).
ceso que responde, clínica e histológicamente, al tra- A los 15 días, si hay buena respuesta, se asocia aza-
218 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
Tomado de: G Mieli-Vergani, D Vergani. Autoimmune paediatric liver disease. World J Gastroenterol 2008; 14:3360-67.
tioprina a dosis de 1-2 mg/kg/día y se inicia pauta lizan las transaminasas en los primeros 6-9 meses de
descendente de prednisona hasta llegar a 0,1-0,2 tratamiento. La resolución de al menos un paráme-
mg/kg/día en 6-8 semanas. Posteriormente, si la tro de laboratorio, mejoría de la cifra de bilirrubina
función hepática es normal, se mantiene adminis- y/o ausencia de empeoramiento en cualquier test,
tración de prednisona a días alternos sin modificar indican que el tratamiento será efectivo pronto. Se
la dosis de azatioprina. Generalmente, el tratamien- considera remisión completa la mejoría marcada de
to se mantiene de manera indefinida aunque se plan- síntomas, con normalización de la función hepáti-
tea la posibilidad de retirarlo en caso de mantener ca y gammaglobulinas, en el primer año de trata-
función hepática normal durante 2 años consecuti- miento y mantenida durante al menos 6 meses o acti-
vos y biopsia hepática sin signos de inflamación. vidad mínima en biopsia hepática en caso de haber-
Como ya se ha señalado es importante realizar biop- la realizado dentro de ese periodo. Hasta el 40% de
sia hepática antes de suspender el tratamiento los pacientes presentan algún episodio de recaída al
inmunosupresor. intentar la reducción del tratamiento, presentando
El objetivo terapéutico es mantener niveles nor- una cuarta parte de este grupo mayor tendencia a
males de transaminasas con la menor dosis posible progresar hacia cirrosis. En estos casos, debe reini-
de medicación. La mayoría de los pacientes norma- ciarse la pauta terapéutica. Hay que tener en cuen-
Hepatitis autoinmune 219
gía, Hepatología y Nutrición Pediátrica. 2ª edición. 7. Gregorio GV, McFarlane B, Bracken P, Vergani D,
Madrid: Ergon; 2008. p. 325-37. Mieli-Vergani G. Organ and noorgan specific autoan-
4. Czaja AJ, Freese DK; American Association for the tibodies titres and IgG levels as markers of disease acti-
Study of Liver Disease. Diagnosis and treatment of vity: a longitudinal study in childhood autoimmune
autoinmune hepatitis. Hepatology 2002; 36: 479-97. liver disease. Autoinmunity 2002; 35: 51-59.
5. Ebbeson RL, Schreiber RA. Diagnosing autoinmune 8. Hennes EM, Zeniya M, Czaja AJ, Parés A, Dalekos
hepatitis in children: Is the International Autoinmune GN, Krawitt EL, et al. Simplified criteria for the diag-
Hepatitis Group scoring system useful? Clin Gastro- nosis of autoinmune hepatitis. Hepatology 2008; 48:
enterol Hepatol 2004; 2: 935-40. 169-76.
6. Frenzel C, Herkel J, Lüth S, Galle PR, Schramm C, 9. Krawitt EL. Autoinmune hepatitis. N Engl J Med 2006;
Lohse AW, et al. Evaluation of Factin ELISA for the 354: 54-56.
diagnosis of autoinmune hepatitis. Am J Gastroenterol 10. Mieli-Vergani G, Vergani D. Autoinmune hepatitis in
2006; 101: 2731-6. children. Clin Liver Dis 2002; 6: 335-46.
Hipertensión portal
6 Carmen Camarena Grande
Hospital Infantil Universitario La Paz. Madrid.
mento del flujo portal y perpetúan la hipertensión por- TABLA I. Etiología de la hipertensión portal
tal. Cuando la producción local de linfa en la circula- en niños.
ción esplácnica supera la capacidad de drenaje, apa-
rece la ascitis. Los barorreceptores arteriales detectan Cirrosis (50%)
de forma continuada la hipovolemia arterial y estimu- 1. Colestasis, 70%: atresia biliar
lan persistentemente el sistema nervioso simpático, el — Síndrome de Alagille
sistema reninaaldosterona y, en estadios mas avanza- — Colestasis intrahepática familiar progresiva
dos, la hormona antidiurética. Estos sistemas promue- — Colangitis esclerosante
ven la retención continuada de agua y sodio lo que per- 2. Postnecrótica, 15%: autoinmune
petúa la formación de ascitis y condicionan vasocons- — Hepatitits B y C
tricción renal con el posible desarrollo de síndrome 3. Metabólica, 10%: déficit de alfa-1-antitripsina
hepatorrenal con insuficiencia renal funcional. — Tirosinemia tipo 1
— Fibrosis quística
ETIOLOGÍA Y CLÍNICA — Wilson
Es difícil conocer la historia natural de la hi- 4. Idiopáticas, 5%
pertensión portal en el niño debido a sus múltiples etio-
Hígado no cirrótico
logías y al empleo de tratamientos no controlados, por
lo que no permite la extrapolación de estudios en adul- 1. Extrahepática: obstrucción venosa portal,
tos. En cualquier caso, el pronóstico de su complica- 36%; congénitas, 25%, 30%, cateterización
umbilical, onfalitis
ción fundamental, la hemorragia digestiva, está liga-
— Déficit de proteína C, S, ATT3
do a la gravedad de la hepatopatía causal (Tabla I). — Idiopática
— Postrasplante
Obstrucción venosa portal 2. Intrahepática
Es la causa de hipertensión portal en un tercio de Presinusoidal: fibrosis hepática congénita, 7%
los niños. De ellos, a su vez una tercera parte tienen — Esquistosomiasis
antecedentes de canalización umbilical u onfalitis. En — Granulomas
otras ocasiones hay antecedentes de cirugía, infección — Hemangiomas
abdominal o deshidratación. Un 20% de niños aso- Parasinusoidal: hígado graso
cian anomalías congénitas cardiacas y urinarias. A — Hiperplasia nodular focal
diferencia de los adultos, es raro en niños que la trom- — Hiperplasia nodular regenerativa
bosis portal se deba a un estado de hipercoagulabili- Postsinusoidal: enfermedad venoclusiva
dad, en menos del 10% de las ocasiones se detecta — Trombosis de vena hepática
— Metástasis
una actividad disminuida de proteínas C, S, presen-
cia de anticoagulante lúpico, o mutaciones en el gen 3. Suprahepática, 6%
de la protrombina y factor V Leyden. La histología y Sínd. de Budd-Chiari: agenesia, membrana,
trombosis
función hepáticas suelen ser normales, aunque es fre-
cuente un ligero alargamiento del tiempo de protrom- Fístula arteriovenosa hepática
bina debido a hipoperfusión portal. En la ecografía se — Congénita
aprecia imagen de cavernoma portal, constituida por — Adquirida
vasos venosos neoformados que se dirigen al hígado
para intentar suplir el flujo portal.
Dos tercios de los niños presentan hematemesis cas, duodenales, periostomales o rectales. Los episo-
o melena como síntoma inicial y generalmente pro- dios de sangrado se suelen relacionar con situaciones
ducido por rotura de varices esofágicas. La hemorra- en que aumenta la presión portal: ejercicio intenso,
gia gastrointestinal también se puede asociar a san- infecciones del tracto respiratorio acompañadas de
grado por gastropatía hipertensiva, varices gástri- fiebre, con taquicardia y aumento del gasto cardiaco,
Hipertensión portal 223
aumento de la presión abdominal por tos y uso de fár- Anamnesis y exploración física
macos irritantes de mucosa. Hay que investigar historia de enfermedad hepá-
En nuestra experiencia el 80% de los niños san- tica previa (atresia biliar sin restablecimiento de flu-
gran antes de los 8 años de edad y de ellos la mitad jo...) o de pruebas de función hepática alteradas; sig-
vuelve a sangrar en los dos años siguientes. En gene- nos de enfermedad hepática crónica (hepatomega-
ral, los episodios son menos severos pasada la puber- lia, spiders); presencia de malformaciones asociadas
tad y algunos pacientes desarrollan shunts espontá- (cardiacas, esqueléticas, renales), y antecedentes de
neos a la vena renal izquierda. canalización umbilical u onfalitis.
El 90% de estos pacientes presenta esplenomega-
lia, y es el segundo motivo de consulta tras la hemo- Laboratorio
rragia digestiva. Sólo el 5% de estos niños presenta Se debe practicar hemograma para valorar los sig-
ascitis tras un episodio importante de sangrado. nos de hiperesplenismo y test de función hepática para
evaluación de hepatopatía. Se realizará estudio de
Cirrosis hipercoagulabilidad en casos de trombosis portal.
En este grupo de pacientes la gravedad del sangra-
do está condicionada por la presencia de insuficiencia Pruebas de imagen
hepática que, a su vez, puede ser agravada por la hipo- – Ecografía. Se valora la ecogenicidad y el tamaño
perfusión hepática que el sangrado conlleva. Es frecuen- hepático que estarán alterados en los pacientes
te la aparición de complicaciones tales como ascitis, con cirrosis, la presencia de esplenomegalia y
infección y encefalopatía después de un episodio de san- ascitis. Se debe identificar el eje esplenoportal
grado que condicionen mortalidad del paciente. y la posible existencia de trombos a su nivel, así
Al evaluar los pacientes con cirrosis según el sis- como imagen de cavernoma. La ecografía Dop-
tema de gradación de riesgo de fallecimiento por hepa- pler da información sobre la dirección y veloci-
topatía crónica “PELD” (fórmula basada en la edad, dad del flujo portal, presencia de circulación cola-
score z de peso/talla, bilirrubina, INR y albúmina) la teral y posibles shunts espontáneos a territorio re-
posibilidad de sangrar en el año siguiente es del 53% nal. En la atresia biliar de mala evolución es carac-
en aquellos con PELD > 13. Y presentan ascitis el 88% terística la disminución progresiva del calibre por-
de niños con PELD > 13. En niños con hepatopatía tal. Se debe acompañar siempre de ecografía renal
avanzada, PELD > 23 el manejo de la ascitis se compli- para investigación de anomalías, como en el caso
ca con desarrollo de síndrome hepatorrenal. de la fibrosis hepática congénita.
La causa más frecuente de hipertensión portal en este Se debe comprobar el flujo en suprahepáticas y
grupo de pacientes es la atresia biliar. El desarrollo de cava: estenosis, membranas.
hipertensión portal está condicionado por la eficacia de – AngioTAC resultan útiles en la valoración de la
la intervención de Kasai realizada en el periodo neona- anatomía vascular.
tal. De los niños que no restablecen el flujo biliar, más de – La angiografía en niños se suele reservar para
la mitad sangran y desarrollan ascitis antes de los 2 años. valoración de cirugía derivativa:
Un pequeño porcentaje de niños desarrollan hipo- - Indirecta: arterioportografía. Se obtienen imá-
xia por presencia de shunts arteriovenosos pulmo- genes del sistema portal mediante sustractor
nares, síndrome hepatopulmonar, e hipertensión pul- de imágenes a partir de inyección en arteria
monar. En su patogenia parece implicada la falta de esplénica y mesentérica superior.
aclaramiento hepático de factores humorales. - Cavografía: para diagnóstico de membranas
portales.
DIAGNÓSTICO - Gradiente de presión venoso hepático. Mide
Es importante diferenciar entre una etiología cirró- la diferencia de presión libre y enclavada en la
tica o no cirrótica de la hipertensión portal por sus vena hepática; es útil para el diagnóstico de
implicaciones terapéuticas. hipertensión portal intrahepática y para valo-
224 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
rar la eficacia del tratamiento médico y quirúr- tamiento es del 97%. La ligadura en menores de 3
gico. No se usa de forma rutinaria en niños. años puede producir isquemia, necrosis y perforación
Una vez realizado el diagnóstico de hipertensión de la pared esofágica.
portal, se debe realizar endoscopia para diagnóstico En el 3-15% de los pacientes el sangado es se-
de varices y gastropatía hipertensiva y valoración de vero y persiste más de 8-12 horas. En estos casos se
riesgo de sangrado: tamaño de variz, “manchas rojas”, debe insertar una sonda nasogástrica para vigilancia
tensión en la pared, ulceraciones. y aspiración, para prevenir encefalopatía, y excepcio-
En ausencia de enfermedad hepática previa cono- nalmente se precisa la inserción de un balón de
cida, se suele requerir biopsia hepática para confir- SengtakenBlakemore para realizar compresión gás-
mación diagnóstica. trica y esofágica. No se debe usar más de 24-48 ho-
ras por riesgo de ulceración esofágica. Es frecuente
TRATAMIENTO el resangrado al retirarlo. En niños debe insertarse con
Tratamiento de emergencia del sangrado anestesia general.
digestivo En un mínimo porcentaje de niños, sobre todo en
En el hospital más cercano se asegurará un acce- el caso de varices gástricas, persiste el sangrado con
so venoso para estabilización hemodinámica del estas medidas y es preciso realizar un shunt portosis-
paciente con transfusión de cristaloides y luego con- témico urgente. En niños que esperan trasplante es pre-
centrados de hematíes sin pasar de hemoglobina de 9 ferible la inserción de un TIPS (shunt portosistémico
g/dl para evitar hipervolemia y perpetuación del sangra- intrahepático con stent), aunque su uso suele limitar-
do. Se asegurará la hemostasia en caso de afectación se a mayores de 2 años. La inserción de un TIPS se
hepática con administración de plasma y concentra- debe plantear como tratamiento puente, ya que el 60%
dos de factores de coagulación, vitamina K y plaque- se ocluyen en 6-12 meses y aumenta dos veces la inci-
tas si existe hiperesplenismo severo. Se debe adminis- dencia de encefalopatía en pacientes con cirrosis.
trar ranitidina i.v. y antibióticos i.v. para prevenir bac- Excepcionalmente se precisa un shunt quirúrgi-
teriemia de origen intestinal. Son indicadores de la pér- co urgente que es curativo en casos de hipertensión
dida sanguínea: la taquicardia (puede estar enmasca- portal prehepática.
rada por tratamiento betabloqueante previo), la hi-
potensión y la disminución de esplenomegalia previa. Ascitis
Si la etiología de la hipertensión portal es por Su desarrollo indica enfermedad hepática avanzada
cirrosis, se iniciará administración de lactulosa para como causa de la hipertensión portal. Su pronóstico va
prevenir la aparición de encefalopatía. ligado al de la enfermedad hepática y su resolución defi-
Se iniciará tratamiento farmacológico vaso- nitiva se logra con la realización de trasplante. Los pacien-
constrictor esplácnico: somatostatina bolo inicial de tes que precisan inserción de TIPS por sangrado mues-
3,5 µg/kg seguido de 3,5 µcg/kg/h durante 72 horas tran mejor control de su ascitis. Se asegurará aporte pro-
o terlipresina (precursor de vasopresina), 20 µg/kg en teico y se limitará la ingesta de Na a 1-2 mEq/kg/día. Está
bolo cada 4-6 horas o infusión de 0,05 µg/kg/h duran- indicada la espironolactona, 2-6 mg/kg/día, y en descom-
te 24-48 horas, aunque la experiencia con este último pensaciones agudas, infusión de 1-2 g/kg de albúmina
fármaco es todavía escasa en niños. El tratamiento más furosemida, 1-2 mg/kg. En casos severos asociados
con estos fármacos puede producir alteraciones de la a hiponatremia es útil el empleo de terlipresina, 20 µg/kg
glucemia y elevación de la tensión arterial. cada 4- 6h. En niños que ya han desarrollado síndrome
Una vez estabilizado el paciente hemodiná- hepatorrenal con oligo/anuria son precisas medidas de
micamente, se debe trasladar a un centro de referen- soporte: hemodiálisis/hemofiltración.
cia. Se realizará endoscopia en pacientes estables para Sólo en casos de ascitis refractaria sintomática
identificación del punto sangrante y posterior escle- (dificultad respiratoria) podría estar justificada la para-
roterapia o ligadura con banda de varices según la centesis con infusión de albúmina, aunque es habitual
experiencia del centro. La tasa de respuesta a este tra- la recaída rápida.
Hipertensión portal 225
car trasplante. Cuando existe enfermedad hematoló- car el trasplante como tratamiento de hipertensión por-
gica de base, el pronóstico depende del control de la tal con soporte betabloqueante y escleroterapia hasta
enfermedad. En los estados de hipercoagulabilidad de su realización.
origen genético, el trasplante cura el déficit .
BIBLIOGRAFÍA
Fibrosis hepática congénita 1. Stormon MO, Doney SF, Kamath KR, et al. The chan-
El pronóstico depende de la extensión de la enfer- ging pattern of diagnosis of infantile cholestasis . J Pae-
medad hepática y renal. Dado que el hígado de estos diatr Child Health 2001; 37: 47-50.
pacientes no es totalmente normal, la realización de 2. Abd ElHamid N, Taylor RM, Marinello D, Mufti GJ,
un shunt quirúrgico produce en un 25% de ellos insu- Patel R, MieliVergani G, Davenport M, Dhawan A.
ficiencia hepática con ictericia y encefalopatía. Por Aetiology and Management of extrahepatic portal vein
obstruction in children: Kingís College Hospital expe-
ello se debe realizar en estos pacientes tratamiento rience. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2008; 47: 630-4.
conservador, y cuando precisen trasplante renal, pue-
3. Baccaro ME, Guevara M. Síndrome hepatorrenal. Gas-
de estar indicada la realización de trasplante combi- troenterol Hepatol 2007; 30: 548-54.
nado hepatorrenal.
4. GarcíaPagán JC, Caca K, Bureau C, Laleman W, Sauer-
bruch T, Luca A. An early decision for PTFETIPS
Cirrosis improves survival in high risk cirrhotic patients admit-
La realización de shunt no mejora la superviven- ted with an acute variceal bleeding. A muticentric RCT.
cia en pacientes con cirrosis y puede aumentar la difi- J Hepatol 2008; 48: S371.
cultad para la realización de trasplante hepático pro- 5. Heyman MB, LaBerge JM. Role of transjugular intra-
duciendo consecuencias hemodinámicas en el injerto. hepatic portosystemic shunt in the treatment of portal
En la atresia biliar, cuando no se restablece flujo biliar hypertension in pediatric patients. J Pediatr Gastro-
más de la mitad de los pacientes desarrollan ascitis y enterol Nutr 1999; 29: 240-249.
sangrado antes de los 2 años. Si presentan complica- 6. Igbal Cw, Krowka MD, Pham TH, Freese DK, el Yous-
ciones graves de hipertensión portal con sangrado sef M, Ishitani MB. Liver transplantation for pulmo-
nary vascular complications of pediatric endstage liver
digestivo recurrente, se debe anticipar la indicación de disease. J Pediatr Surg 2008; 43: 1813-20.
trasplante hepático. Hasta la aparición de donante ade-
7. Mitsunaga T, Yoshida H, Kouchi K, Hishiki T, Saito T,
cuado puede servir como puente de tratamiento de Yamada S, Sato Y, Terui K, Nakata M, Takenouchi A,
hipertensión portal la colocación de un TIPS. Ohnuma N. Pediatric gastroesophageal varices: treat-
ment strategy and longterm results. J Pediatr Surg 2006;
PRONÓSTICO 41: 1980-3.
La gravedad del sangrado por hipertensión portal 8. Reyes J, Mazariegos GV, Bueno J, Cerda J, Towbin
está condicionada por la gravedad de la hepatopatía. RB, Kocoshis S. The role of portosystemic shunting in
La hipertensión portal prehepática tiene baja mor- children in the transplant era. J Pediatr Surg 1999; 34:
talidad con tratamiento conservador; en caso de san- 117-122.
grado recurrente es eficaz la realización de un shunt 9. Shneider B, EmreS, Groszmann R, Karani J, Mc Kier-
quirúrgico. nan P, Saris S, Shashidhar H, Squires R, Superina R,
de Ville de Goyet J, de Franchis R. Expert pediatric
Los pacientes con atresia biliar que no restable- opinion on the report of the Baveno IV consensus wors-
cen flujo suelen precisar trasplante hepático antes de hop on methodology of diagnosis and the therapy in
los 2 años; hasta su realización se deben intentar mane- portal hypertension. Pediatr Transplantation 2006; 10:
jar con escleroterapia y/o tratamiento betabloqueante 893-907.
aunque hay menos experiencia. Si un paciente restable- 10. Superina R, Bambini DA, Lokar J, Rigsby C, Whiting-
ce flujo, se debe intentar tratamiento médico. ton PF. Correction of Extrahepatic Portal Vein Throm-
Otras enfermedadas que cursan con cirrosis en bosis by the Mesenteric to Left Portal Vein Bypass. Ann
niños tienen en general mal pronóstico, y se debe indi- Surg. 2006; 243: 515-521.
Indicaciones del trasplante hepático pediátrico
7 Paloma Jara Vega, Carmen Díaz Fernández
Hospital Infantil Universitario La Paz. Madrid.
El pronóstico depende de los síntomas de comien- y en un 45% de casos la detección sucede con una
zo, neonatales con ictericia (70% casos), o sin icte- hepatopatía crónica avanzada, con datos bioquímicos
ricia neonatal (30% casos). En estos últimos es rara e histológicos severos. En las formas fulminantes,
la descompensación hepática antes de 18 años. generalmente en edad de lactante, la remisión con tra-
Con ictericia neonatal, el curso es generalmente tamiento inmunosupresor solamente se logra en un
(70% casos) severo antes de 18 años. Sin embargo la tercio de los pacientes. En las formas de hepatopatía
enfermedad es bien tolerada clínicamente, la ictericia crónica avanzada la remisión con tratamiento se obtie-
desaparece en pocos meses en la mayoría, aunque a ne en el 80% de los casos, frente a 100% en niños sin
lo largo de la edad infantil van siendo evidentes da- datos severos iniciales.
tos de hipertensión portal. Histológicamente hay cirro- El trasplante es preciso 1) por falta de respuesta
sis desde etapas muy precoces. El trasplante solamen- a tratamiento, o 2) por complicaciones de hepatopa-
te debe indicarse cuando hay datos funcionales suge- tía avanzada secundaria a una alteración de la arqui-
rentes de incipiente insuficiencia sintética que general- tectura hepática profunda aunque ya sin signos de
mente preceden poco tiempo a la aparición de com- inflamación histológica y con escasa elevación de ami-
plicaciones clínicas (hemorragias, ascitis). En la expe- notransferasas.
riencia del Hospital La Paz pocos niños (10%) preci- Una forma especial de hepatitis autoinmune (aso-
san trasplante antes de 5 años de edad, sin embargo ciada a Coombs positivo) incide en niños pequeños y
el 60% lo necesitan entre los 5 y 15 años. En niños globalmente solamente el 60-70% obtienen remisión
con colestasis neonatal, la evolución a la edad de un con inmunosupresión. La enfermedad es infrecuente y
año es predictora de pronóstico, la ausencia de esple- existen pocos niños trasplantados por este diagnóstico,
nomegalia es buen indicador, con 90% de superviven- pero en la mayoría ha sido observada la repetición de
cia a 15 años sin necesidad de trasplante. la enfermedad en el injerto, con difícil manejo.
La colangitis esclerosante en la edad pediátrica
Enfermedad de Wilson es una enfermedad que aparece en contextos peculia-
La enfermedad de Wilson en niños es detectada res. Hay diversas formas: neonatales, asociadas a
con enfermedad hepática aislada y en estadio pre- inmunodeficiencias, a histiocitosis de células de Lan-
sintomático en la mayoría de los casos. La aplicabi- gerhans, formas de superposición con hepatitis autoin-
lidad de un tratamiento médico eficaz hace que sea mune (“colangitis esclerosante autoinmune”) y for-
un diagnóstico poco frecuente como motivo de tras- mas “primarias” (mayoritariamente asociadas a coli-
plante. Sin embargo, la presentación de EW en un tis ulcerosa).
estadio avanzado conlleva una alta mortalidad, con En las formas de superposición con hepatitis
casos que deben ser considerados inmediatamente autoinmune un 15% de niños precisan trasplante, por
como susceptibles de trasplante. falta de remisión con inmunosupresión. En una serie
Recientemente han sido revisadas las característi- de 52 niños con colangitis esclerosante primaria la
cas clínicas y analíticas que se asocian a una pobre res- mediana de supervivencia sin trasplante fue de 12
puesta a tratamiento. El sistema de puntuación (“Wil- años, sin impacto significativo en la supervivencia de
son Index”) valora AST, albúmina, bilirrubina, INR y terapias como ursodeoxicolico, o inmunosupresores.
leucocitos. Según el nuevo sistema de puntuación, ≥
11 puntos tuvo, para definir los pacientes que fallece- Hepatoblastoma
rían en caso de no realizar trasplante, una sensibili- La curación de hepatoblastoma requiere la exé-
dad del 93%, especificidad de 97%, valor predictivo resis quirúrgica completa de la masa tumoral. En 10-
positivo de 92% y valor predictivo negativo de 97%. 20% de niños no es viable la resección por hepatec-
tomía parcial y por ello se indica trasplante. El siste-
Hepatitis autoinmune y colangitis esclerosante ma PRETEXT (extensión de la enfermedad antes de
La hepatitis autoinmune es una enfermedad con quimioterapia) clasifica 4 estadios según la afectación
debut grave en un 14% de niños (formas fulminantes) del hígado (dividido en 4 sectores) valorado con TAC
Indicaciones del trasplante hepático pediátrico 231
espiral con contraste para visualizar los vasos, o RM co, pero dentro de los que la desarrollan, el grado I-
con gadolinio. II tuvo 44% de mortalidad comparado con 78% en
La indicación de trasplante son: 1) hepatoblasto- grado III-IV.
mas multifocales o únicos grandes PRETEXT IV que En el momento actual, los criterios de decisión
afectan a los 4 sectores hepáticos, y 2) tumores loca- de trasplante son los establecidos por King’s College
lizados en el centro del hígado afectando al hilio o las Hospital, teniendo en cuenta que se han elaborado
venas hepáticas principales. La presencia de metás- para sujetos con el concepto clásico de fallo agudo
tasis pulmonares al diagnóstico no es una contraindi- con encefalopatía asociada.
cación absoluta porque muchas responden muy bien
a quimioterapia o pueden ser resecadas tras la quimio- CONTRAINDICACIONES DEL
terapia previa a la cirugía de trasplante. La afectación TRASPLANTE
inicial de la porta, cava o venas hepáticas no es una El trasplante está contraindicado cuando existe
contraindicación absoluta para trasplante. una afectación extrahepática grave intratable (mus-
cular, hematológica, inmunológica…). La posibilidad
Fallo hepático agudo del trasplante combinado de órganos hace que en la
En la definición actual, fallo hepático agudo es práctica una lesión irreversible de SNC sea la con-
un proceso de disfunción con INR ≥ 2 (o INR ≥ 1,5 traindicación principal (coma profundo en fallo agu-
con encefalopatía) en un niño previamente no afecto do, Niemann Pick tipos A y C, enfermedades mito-
de enfermedad hepática. En EEUU-Gran Bretaña se condriales, coexistencia de una incapacidad cogniti-
ha realizado un registro de 348 casos infantiles (1999 va). El trasplante tiene dudosa indicación en el fallo
a 2004). El 23% ocurrieron en niños de menos de 1 hepático que ocurre en el seno de síndromes he-
año de edad. El 49% del total fueron de causa des- mofagocíticos, linfomas y en otras enfermedades sis-
conocida (hepatitis no A-G), el resto de causas repre- témicas como lupus o artritis reumatoide, aunque en
sentadas son la sobredosis de paracetamol (14%), casos aislados ha permitido la supervivencia junto
hepatitis autoinmune (6%), infecciosa (6%), tóxica al tratamiento de la enfermedad subyacente.
(5%), metabólica (10%) y shock (5%). A las 3 sema- En otras enfermedades sistémicas metabólicas,
nas desde el inicio del cuadro sobrevivían sin tras- como la acidemia propiónica y metilmalónica, el tras-
plante el 94% de las sobredosis de paracetamol, 81% plante no corrige todas las manifestaciones de la enfer-
de los niños con fallo por shock , 55% de las hepati- medad pero está indicado en pacientes con
tis autoinmunes, 50% de los fallos por infección, 44% descompensaciones graves si no han causado un défi-
en metabólicos, 43% del grupo mayoritario de hepa- cit neurológico severo. Las metástasis de hepato-
titis de causa idiopática y 41% de los fallos de etiolo- blastoma no susceptibles de resección contraindican
gía tóxica. Los factores asociados a fallecimiento o el trasplante. La hepatitis a células gigantes Coombs+
realización de trasplante fueron bilirrubina > 5 mg/dl, y la colangitis esclerosante asociada a histiocitosis de
INR > 2,5 y presencia de encefalopatía hepática. En células de Langerhans tienen un alto porcentaje de re-
esa serie reciente, con el diagnóstico de fallo según el caída y fracaso del injerto, pero no son consideradas
concepto actual (sin necesidad de la coexistencia de una contraindicación absoluta.
encefalopatía) la recuperación espontánea ocurrió, en
niños con hepatitis idiopática, en un 40% de los que PRIORIZACIÓN DE CANDIDATOS A
tuvieron encefalopatía y 78,9% en los que no tuvie- TRASPLANTE
ron encefalopatía. La elección del candidato a trasplante dentro de
Los factores no relacionados con la causa del fallo los pacientes registrados en un centro trasplantador
hepático que han sido identificados como desfavora- tiene como primera consideración la gravedad clíni-
bles son la edad < 2 años, leucocitosis (> 9x109/L), ca. Los niños más enfermos son prioritarios.
alteración máxima de bilirrubina > 235 µmol/L, e INR En EEUU desarrollaron un índice (PELD) para
≥ 4. La encefalopatía no se asoció a peor pronósti- estimar el riesgo de mortalidad en los siguientes 3 meses
232 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
de niños con hepatopatía crónica incluidos en lista de 4. Feldstein AE, Perrault J, ElYoussif M, Lindor KD, Fre-
espera para trasplante, que permitiera la asignación de ese DK, Angulo P. Primary sclerosing cholangitis in
donantes siguiendo un parámetro objetivo. Los facto- children: a longterm followup study. Hepatology. 2003;
res más fuertemente asociados a mortalidad en espera 38: 210-7.
de trasplante fueron la edad inferior a 1 año y un peso 5. Horslen S, Barr ML, Christensen LL, Ettenger R,
Magee JC. Pediatric transplantation in the United Sta-
o talla inferiores a 2 desviaciones standard por debajo
tes, 1996-2005. Am J Transplant. 2007;7 (5 Pt 2): 1339-
de la media para la edad y sexo. El sistema de pun- 58.
tuación que mejor predijo el fallecimiento antes de 3
6. Ismail H, Kalicinski P, Markiewicz M, Jankowska I,
meses fue basado en bilirrubina, albúmina, INR, fallo Pawlowska J, Kluge P, Eliadou E, Kaminski A,
de crecimiento y edad. Una vez establecida esa fórmu- Szymczak M, Drewniak T, Revillon Y. Treatment of
la PELD la consideración de eventos como ascitis, progressive familial intrahepatic cholestasis: Liver trans-
hemorragia variceal y encefalopatía no mejoraron la plantation or partial external biliary diversion. Pediatr
capacidad predictora. La interpretación de este hecho Transplantation 1999; 3: 219-224.
es que esas complicaciones determinan mortalidad en 7. Lykaveris P, Hadchouel M, Chardot C, Bernard O.
función de la gravedad basal de la hepatopatía. Outcome of liver disease in children with Alagille
Dar prioridad a los niños en peor estado clínico syndrome: a study of 163 patients. Gut 2001; 49: 431-
435.
permite disminuir la mortalidad de los niños con hepa-
8. McDiarmid SV, Anand R, Lindblad AS, the Principal
topatía y los resultados postrasplante indican que con
Investigators and Institutions of the Studies of Pedia-
esa política no hay repercusión negativa en los resul- tric Liver Transplantation (SPLIT) Research Group.
tados del procedimiento. Development of a pediatric end-stage liver disease sco-
re to predict poor outcome in children awaiting liver
BIBLIOGRAFÍA transplantation. Transplantation 2002; 74: 173-181.
1. Stormon MO, Doney SF, Kamath KR, et al. The chan- 9. Serinet MO, Broue P, Jacquemin E, Lachaux A, Sarles
ging pattern of diagnosis of infantile cholestasis . J Pae- J, Gottrand F, Gauthier F, Chardot C.Management of
diatr Child Health 2001; 37: 47-50. Patients With Biliary Atresia in France: Results of a
2. Czauderna P, Otte JB, Aronson DC, Gauthier F, Mac- Decentralized Policy 1986-2002. Hepatology 2006; 44:
kinlay G, Roebuck D, Plaschkes J, Perilongo G. Gui- 75-84.
delines for surgical treatment of hepatoblastoma in the 10. Squires RH, Shneider BL, Bucuvalas J, Alonso E, Sokol
modern era – Recommendations from the Childhood RJ, Narkewicz MR, Dhawan A, et al. Acute liver fai-
Liver Tumour Strategy Group of the International lure in children: the first 348 patients in the Pediatric
Society of Paediatric Oncology (SIOPEL). European Acute Liver Failure study group. J Pediatr 2006; 148:
Journal of Cancer 2005; 41: 1031-1036. 652-8.
3. Dhawan A, Taylor RM, Cheeseman P, De Silva P, Kat- 11. Shneider BL, Brown MB, Haber B, Whitington PF,
siyiannakis L, MieliVergani G. Wilson’s disease in chil- Schwarz KS, Squires R, et al. A Multicenter study of
dren: 37year experience and revised King’s Score for the outcome of biliary atresia in the United States (1997-
liver transplantation. Liver Transpl 2005; 11: 441-448. 2000). J Pediatr 2006; 148: 467-74.
Litiasis biliar
8 Mercedes Juste Ruiz1, Jesús Carnicer de la Pardina2, Rosa Solaguren Alberdi3
1Hospital Clínico San Juan. Alicante. 2Hospital San Pablo. Barcelona. 3Hospital Virgen de
la Salud. Toledo.
La litiasis biliar se define como la presencia de condiciona el aspecto de los mismos, ya que son más
cálculos en algún lugar de la vía biliar que puede oca- blandos y radio trasparentes cuanto mayor es la pro-
sionar problemas obstructivos. Aunque se considera- porción de colesterol. La formación de estos cálculos
ba una patología poco frecuente en la edad pediátri- guarda relación con situaciones que conllevan un
ca, generalmente asociada a enfermedades hemolíti- aumento del colesterol o una disminución de la con-
cas, el número de casos diagnosticados ha ido progre- centración de los ácidos biliares en la bilis, bien sea
sivamente en aumento, cifrándose su prevalencia entre por disminución de la síntesis o por pérdidas aumen-
0,13 y 0,22%. Mas recientemente, en un estudio pobla- tadas en el intestino. Los cálculos pigmentarios son
cional de 4.200 niños en los que por diversos moti- los más frecuentes en el niño, llegando al 75% de los
vos se había efectuado ecografía abdominal, se detec- casos. Contienen sales cálcicas de bilirrubina no con-
tó litiasis biliar en 1,9%. El incremento registrado en jugada y colesterol en proporción variable. Si el coles-
la prevalencia de litiasis biliar se debe en gran parte terol está en proporción inferior al 10%, los cálculos
al mayor número de estudios ecográficos realizados, son de color negro, consistencia dura y radiopacos,
que permite detectar casos no sospechados previa- como los que se generan en las enfermedades hemo-
mente. Pero también se debe a una mejor detección líticas. Si el porcentaje de colesterol es aproximada-
de la litiasis por parte del pediatra y al mejor cono- mente del 30%, los cálculos son de color marrón, más
cimiento de las situaciones clínicas que pueden favo- blandos y algo menos radioopacos. Estos se forman
recer su formación (ayuno prolongado, nutrición en situaciones de estasis biliar e infección, siendo las
parenteral total, colestasis, alteración de la circula- bacterias más comúnmente implicadas aquellas que
ción entero-hepática de las sales biliares, obesidad), contienen β-glucoronidasa, que trasforma la bilirru-
así como a la mayor supervivencia de patologías seve- bina conjugada en no conjugada y por tanto insolu-
ras relacionadas con su génesis. ble. El estudio de la composición de los cálculos bilia-
La litiasis biliar puede aparecer a cualquier edad. res en la infancia mediante técnicas de difracción de
En los primeros años la prevalencia es similar en Rx, microscopía de barrido y absorción atómica indi-
ambos sexos, pero al aumentar la edad va siendo más ca que, a diferencia del adulto, hasta el 35% de los
frecuente en el sexo femenino, como sucede en el adul- cálculos son de bilirrubinato y carbonato cálcico, lo
to. que confirma el carácter pigmentario de la mayor par-
te de litiasis biliares idiopáticas en la infancia.
TIPOS DE CÁLCULOS El tamaño de los cálculos es variable, pudiendo
Por su composición hay dos tipos de cálculos, los ser únicos o múltiples. El barro biliar es una sustan-
de colesterol y los pigmentarios (Tabla I). Los de coles- cia viscosa formada por mucina, otras proteínas, sales
terol están formados en más del 50% por colesterol y cálcicas de bilirrubina y cristales de colesterol. Se con-
el resto por proteínas, sales cálcicas y otros compo- sidera como posible precursor de la formación poste-
nentes que se encuentran en menor cantidad. El con- rior de cálculos, aunque con frecuencia se ha obser-
tenido en colesterol es claramente inferior en los cál- vado su desaparición espontánea en controles ecográ-
culos de la infancia que en los de la edad adulta y esto ficos posteriores.
234 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
dios isotópicos pueden contribuir al diagnóstico ini- espontánea del cálculo (sobre todo en pacientes de
cial y al control evolutivo posterior. corta edad), así como la evolución generalmente benig-
– La radiografía simple de abdomen convencional na y el riesgo relativamente bajo de complicaciones
es de escasa utilidad, ya que solo detecta cálcu- (alrededor del 18%). La duda respecto a la actitud a
los radio opacos y de cierto tamaño, pudiendo adoptar surge en pacientes asintomáticos pero con fac-
pasar desapercibidos los radio trasparentes y los tores de riesgo conocidos, en los que también se deben
de menor tamaño. valorar antes de tomar la decisión los riesgos de una
– La ultrasonografía es una técnica poco invasi- intervención urgente o programada.
va y de gran utilidad, tanto para el diagnóstico
inicial como para el seguimiento de los pacien- Médico
tes y la valoración de la respuesta al tratamiento. El ácido ursodeoxcólico (UDCA) a dosis de 15-
Es el método de elección en el estudio de los cál- 20 mg/kg/día se ha utilizado en situaciones en las que
culos intravesiculares, pudiendo detectarse des- existe barro biliar o cálculos radiotrasparentes y peque-
de barro biliar, que produce ecos de baja ampli- ños (< 5 mm), con vesícula funcionante. Con trata-
tud y sin sombra acústica posterior, hasta cálcu- mientos prolongados se ha referido la disolución de
los de diverso tamaño con imagen hiperecóica los cálculos hasta en 50% de los pacientes con este
y sombra acústica evidente. En el caso de cál- tipo de litiasis. En general es un fármaco bien tole-
culos alojados en la vía biliar la sensibilidad del rado, aunque en algunos pacientes se ha demostrado
método es mucho menor. La ecografia permite la aparición de diarrea. Una vez iniciado el tratamien-
también detectar una exclusión vesicular o un to se debe mantener al menos 6 meses y si no se apre-
aumento del grosor de la pared que orienta hacia cia ninguna variación en el tamaño del cálculo se debe
la posibilidad de colecistitis. suspender. Si hay mejoría se puede mantener hasta
– La colangiorresonancia nuclear magnética es útil dos años, momento en el que si no ha desaparecido el
en aquellos casos en los que no es posible median- cálculo se debe igualmente suspender el tratamiento.
te ultrasonografía el estudio completo de la vía biliar. La tasa de recidivas a largo plazo es alta, incluso en
– La gammagrafía con HIDA 99Tc tiene interés en pacientes en los que no se ha podido demostrar fac-
los cálculos del cístico y para el estudio de la fun- tores de riesgo.
ción vesicular, por medio de la determinación de
la fracción de eyección que permite el diagnós- Litotricia
tico de la disquinesia biliar Es una técnica que utiliza ondas de choque para
– La colangiopancreatografía retrógrada endos- conseguir la fragmentación del cálculo y facilitar su
cópica, aunque es una técnica invasiva, permite eliminación. No se emplea habitualmente en niños
el diagnóstico de cálculos en la vía biliar y se pue- y únicamente se indica en aquellos casos que pre-
de utilizar con fines terapéuticos (descompresión senten síntomas, en los que haya fallado el tratamien-
de la vía biliar o extracción de cálculo). to médico, o cuando el riesgo quirúrgico sea impor-
tante. Los resultados son mejores en los cálculos
TRATAMIENTO radiolúcidos, únicos y de gran tamaño. En caso de
La elección del tratamiento viene condicionada realizarse, debe efectuarse tratamiento con UDCA
por la presencia o no de síntomas, la edad del pacien- antes y después de la utilización de esta técnica y
te, el tamaño, número y tipo de cálculos y la exis- debe considerarse la posibilidad de episodios de cole-
tencia o no de factores de riesgo. En general, se acep- cistitis posteriores, monitorizando las cifras de ami-
ta que en los pacientes asintomáticos, con cálculos lasemia y bilirrubina.
silentes, sin factores de riesgo conocidos y sin pato-
logías que puedan presentar complicaciones, se pue- Quirúrgico
de mantener una actitud expectante. Las razones para Está indicado en aquellos pacientes con manifes-
adoptar esta actitud son la posibilidad de desaparición taciones clínicas relacionadas con la litiasis, en las
236 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
No Sí
Desaparece No desaparece
Tratamiento
médico
Alta
Control ecográfico
Desaparece No desaparece
Alta
Las líneas discontinuas indican que se requiere una valoración individualizada en cada caso.
FIGURA 1. Algoritmo de tratamiento de la litiasis biliar (Modificado de Jaward J. World J Sung 1998).
Los avances en el conocimiento de los mecanis- cuentemente se presenta como hemorragia digestiva
mos que inducen daño hepático han dado lugar a nue- alta siendo la causa más frecuente de hemorragia
vas perspectivas de prevención y manejo de las com- digestiva alta grave en niños.
plicaciones del paciente afecto de enfermedad hepáti-
ca crónica. El niño afecto de hepatopatía crónica pue- Concepto y fisiopatología
de padecer un espectro de complicaciones derivadas La vena porta es la encargada de llevar al hígado
de la afectación hepática con algunas similitudes res- la sangre procedente del tracto gastrointestinal y del
pecto al adulto pero con diferencias notables teniendo bazo contribuyendo a las 2/3 partes del aporte sanguí-
en cuenta que los niños son más vulnerables a los pro- neo hepático. La vena porta derecha e izquierda sufren
fundos efectos nutricionales. La mayoría de las hepa- numerosas divisiones con el propósito de irrigar de
topatías crónicas en los niños dan lugar a cirrosis y/o forma correcta todos y cada uno de los segmentos
colestasis de las que se derivan las complicaciones. La hepáticos. Las ramas terminales de las venas portales
cirrosis es una afectación hepática crónica caracteri- desembocan en los sinusoides hepáticos.
zada por fibrosis y formación de nódulos de regene- La presión portal es el resultado del flujo sanguí-
ración. La colestasis es el acumulo de ácidos biliares neo (incrementado en la cirrosis hepática debido a la
hidrofóbicos y hepatotóxicos en los hepatocitos que vasodilatación esplácnica), resistencia vascular está-
puede ser causa o consecuencia de la cirrosis. tica (secundaria a la fibrosis o distorsión arquitectu-
La hepatopatía crónica puede ser activa o inactiva ral) y dinámica (tono vascular sinusoidal). El incre-
atendiendo a datos bioquímicos o histológicos de necro- mento de la presión portal da lugar a la aparición de
sis hepatocelular, apoptosis o inflamación y también esplenomegalia y al desarrollo de colaterales a varios
puede estar en fase compensada o descompensada. niveles: esófago distal (varices esofágicas y gástricas),
Por otra parte, la historia natural de la mayoría canal anal (varices anorrectales), ligamento falcifor-
de las hepatopatías crónicas, independientemente de me (varices umbilicales) y varices en la pared abdo-
la etiología, y el hecho de que el trasplante hepático minal y retroperitoneo. La unión entre las varices muco-
figura como realidad en el horizonte de determinados sas y submucosas en los 2-5 cm inferiores del esófa-
pacientes, hacen que la hipertensión portal y sus mayo- go es el sitio habitual de rotura de las mismas.
res complicaciones –varices esofágicas y ascitis–, tan Se denomina hipertensión portal a la elevación
comunes en el paciente adulto, sean cada vez más fre- de la presión portal por encima de 10 mmHg. El san-
cuentes en los pacientes pediátricos. La encefalopa- grado por varices esofágicas se produce cuando la pre-
tía secundaria a hepatopatía crónica es menos común sión portal aumenta por encima de 12 mmHg.
en niños que en adultos.
Etiología
HIPERTENSIÓN PORTAL La etiología es muy variada. Los síntomas depen-
La hipertensión portal (HTP) puede estar cau- den de la naturaleza del proceso y de las alteraciones
sada por una gran variedad de situaciones, cada una en el flujo de la circulación portal. En niños, las cau-
de las cuales con una historia natural diferente. Fre- sas extrahepáticas de hipertensión portal son más fre-
240 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
cuentes que las de etiología hepática y son más comu- TABLA I. Causas de obstrucción portal.
nes que en adultos. Por otra parte, los pacientes con
hipertensión portal no cirrótica tienen mejor pronós- Procesos sistémicos
tico que los cirróticos. – Malformaciones arteriovenosas
– Sepsis
A) Causas prehepáticas – Deshidratación
Los síntomas van a ser exclusivamente deriva- – Trombofilias
dos de la hipertensión portal ya que el parénquima - Enfermedades mieloproliferativas
- Hemoglobinuria paroxística nocturna
hepático se encuentra indemne.
- Déficit de proteína C
- Déficit de proteína S
Obstrucción portal - Deficiencia de Antitrombina III
La obstrucción completa o parcial del tronco de la - Mutaciones Factor V Leyden
vena porta, de sus ramas o de parte de la mesentérica es - Anticuerpos antifosfolípidos
la causa más frecuente, considerada como entidad ais- (anticoagulante lúpico y anticardiolipina)
lada, de HTP en los niños. Es la causa de hipertensión - Mutaciones en el gen del factor II
portal en el 30% de los pacientes. El motivo principal, (G20210A)
al menos antiguamente, era la cateterización de la vena, - Homocisteinemia
umbilical en el recién nacido. Las causas de obstrucción
Procesos locales
portal se encuentran detalladas en la tabla I.
El patrón de obstrucción venosa es de utilidad para – Cateterización umbilical, infusión de
soluciones hipertónicas o infección
dilucidar la etiología, de esta forma, en los procesos
relacionada con catéter umbilical
mieloproliferativos y trombofilias suelen aparecer aso- – Sepsis de origen abdominal
ciadas trombosis portal, esplénica y mesentérica. En – Traumatismos y cirugía abdominal
el caso de sepsis de origen abdominal o en casos de – Colangitis y quistes de colédoco
traumatismos puede acontecer sólo exclusivamente – Pancreatitis
afectación portal. Es muy infrecuente encontrar de for- – Esplenectomía
ma exclusiva obstrucción de la vena esplénica. – Neoplasias, linfadenopatías
En la mayoría de los pacientes la obstrucción por- – Postrasplante
tal prehepática es idiopática. La vena porta es típica-
mente reemplazada por múltiples colaterales veno-
sas que dan lugar a un ovillo vascular conocido como ponde ante las distintas noxas de una forma estereoti-
cavernomatosis portal. Asociadas a esta malformación pada. En dicha respuesta se incluye fenómenos de
vascular se han descrito otras alteraciones tales como apoptosis, necrosis celular y fibrogénesis. Las vías
cardiopatía congénita, quistes de colédoco, malposi- hacia la apoptosis tras la lesión hepatocelular incluyen
ción intestinal, atresia duodenal o disóstosis craneal. polarización mitocondrial, depleción de ATP, lisis celu-
lar e inflamación. En respuesta a cualquiera de estos
B) Causas intrahepáticas eventos se incrementa el estrés oxidativo, se liberan
Las causas intrahepáticas de hipertensión portal citoquinas proinflamatorias, se activan células estre-
son diversas. Algunas condiciones afectan la circula- lladas con acumulo de colágeno, fibrosis, regenera-
ción venosa a través de hígado (esclerosis hepatopor- ción hepatocitaria y formación de nódulos (Fig. 1).
tal, esquistosomiasis o enfermedad venooclusiva) pero La expresividad clínica es más o menos unifor-
la mayoría son consecuencias de alteraciones hepáti- me a pesar de la múltiple etiología. Su nombre pro-
cas intrínsecas (fibrosis, cirrosis, hiperplasia nodular, viene de los hallazgos anatomopatológicos que la
etc.) (Tabla II). caracterizan y que consisten en destrucción difusa del
La cirrosis representa el estadio final de la mayo- parénquima hepático con necrosis y regeneración des-
ría de los casos de hepatopatía crónica. El hígado res- ordenada de los hepatocitos con proliferación del teji-
Manejo del niño con hepatopatía crónica 241
do conectivo y depósito de colágeno y reticulina. Esta pal para la definición de cirrosis, que histológicamen-
alteración celular provoca una pérdida de la arquitec- te se considera como fibrosis difusa del hígado aso-
tura normal del hígado con la aparición de nódulos ciada con nódulos regenerativos parenquimatosos y
estructuralmente anormales y carentes de una anato- distorsión generalizada de la arquitectura acinar
mía vascular y biliar adecuada, lo cual los hace fun-
cionalmente inútiles. Este proceso, una vez inicia- C) Causas posthepáticas
do, progresa indefectiblemente hacia la insuficiencia Diversas afecciones ocasionan aumento de la pre-
hepática crónica. Dado este carácter evolutivo, no sión venosa en el territorio hepático provocando necro-
deben ahorrarse esfuerzos en detectar precozmente la sis del hepatocito secundaria a anoxia celular. Aun-
etiología para atajar en lo posible aquellos procesos que son de rara presentación y más frecuentemente
susceptibles de un tratamiento. pueden determinar fenómenos de fibrosis hepática,
La mayoría de las cirrosis corresponden a dos excepcionalmente han sido descritas verdaderas cirro-
grandes grupos etiopatogénicos: la “biliar” y la “pos- sis con todas sus características anatomopatológicas.
tnecrótica”, que englobarían un 70-85% de las mis- La obstrucción del flujo venoso hepático puede estar
mas. La biopsia hepática constituye el dato princi- causada a cualquier nivel entre las venas eferentes
242 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
Daño hepatocitario
Células hepáticas Necrosis Kupffer
estrelladas inactivas Células endoteliales
Activación Citoquinas Activación
Factores crecimiento
Otros factores
Células hepáticas TG Kupffer
estrelladas activadas F-β Células endoteliales
1
activadas
Colágeno I y III Inflamación
Fibrogénesis
Apoptosis
Factores de
crecimiento
hepáticas y la aurícula derecha. Los desórdenes más tos. La esplenomegalia y el consecuente hiperesple-
frecuentes son: nismo constituyen otra forma de presentación, que pue-
1. Síndrome de Budd-Chiari de ser descubierto en examen físico de rutina o bien
2. Insuficiencia cardiaca congestiva sospechado por la asociación de equimosis por trom-
bopenia. En situaciones más evolutivas existe panci-
Manifestaciones clínicas topenia (trombopenia, neutropenia y finalmente ane-
La presentación más frecuente y grave de la hiper- mia). El bazo es fácilmente palpable teniendo a veces
tensión portal es el sangrado de varices esofágicas características de esplenomegalia masiva. El tamaño
manifestado como hematemesis y/o melena. En los del hígado no es especialmente útil en la valoración
casos de obstrucción portal el desarrollo de circula- del niño con hipertensión portal. En el niño mayor
ción colateral eficaz puede reducir el riesgo de nuevos cirrótico, el hígado suele ser pequeño, consistencia
episodios de sangrado. Por otra parte, la severidad dura y superficie nodular, mientras que en el más
de la cirrosis subyacente incrementa el riesgo de san- pequeño con atresia de vía biliar el hígado puede ser
grado; es frecuente que éste sea precipitado por infec- moderadamente grande, de consistencia dura, borde
ción respiratoria de vías altas secundario a la taquicar- cortante y superficie irregular. En los casos de fibro-
dia y al aumento de la presión intraabdominal por la sis hepática congénita (FHC) o de síndrome de Budd-
Manejo del niño con hepatopatía crónica 243
Chiari el hígado puede alcanzar gran tamaño. Es típi- tensión arterial, la disminución de la esplenomega-
ca de la FHC la hepatomegalia a expensas de lóbulo lia previa y el enlentecimiento del relleno capilar. El
hepático izquierdo. La ascitis generalmente está pre- incremento ortostático de la frecuencia cardiaca tam-
sente cuando la hipertensión portal radica a nivel sinu- bién puede indicar hipovolemia y persistencia de la
soidal. El aumento de presión en la red venosa colate- hemorragia. La cifra de hemoglobina es poco infor-
ral abdominal se manifiesta como una madeja venosa mativa, ya que puede ser normal en las fases inicia-
a partir del ombligo a modo de cabeza de medusa. les de la hemorragia aguda, debido al retraso con que
La hiperpresión del sistema venoso colateral perirrec- se establece la hemodilución compensadora.
tal condiciona la aparición de hemorroides. Ante esta situación debemos canalizar una o mejor
En la evaluación de la hipertensión portal la eco- dos vías venosas de grueso calibre para infusión de
grafía abdominal con doppler aporta una información expansores plasmáticos y transfusión de hemoderiva-
valiosísima. Nos permite determinar el tamaño y eco- dos. La vía venosa central no ofrece ventajas inicial-
genicidad del parénquima hepático, la presencia de mente, y puede retrasar la perfusión de volumen.
esplenomegalia o de ascitis. En los casos de hiperten- Si existe shock, es prioritario su tratamiento.
sión portal prehepática se comprueba la existencia Cuando sea posible debe canalizarse una vía veno-
característica de múltiples venas colaterales dilatadas sa central para la medición de la presión venosa cen-
en ausencia de vena porta, constituyendo el signo de tral. Debemos cuantificar la diuresis de forma horaria.
transformación cavernomatosa, siendo normal la eco- A diferencia de las hemorragias digestivas secunda-
genicidad hepática. Pueden observarse las lesiones rias a otras causas, no es conveniente la infusión exce-
renales que acompañan a la FHC y permite evaluar el siva de volumen, ya que esto puede favorecer el aumen-
flujo a través de las venas suprahepáticas. Una vez to de la presión venosa portal y la consiguiente persis-
que se sospecha la hipertensión portal por los datos tencia o recidiva hemorrágica. No se debe sobrepasar
clínicos y ecográficos, es recomendable la realización un hematocrito del 30% ni una hemoglobina de 10 g/L.
de endoscopia digestiva superior para el estudio de
varices esofágicas. El tamaño de las varices y la exis- 2. Extracción de analítica
tencia de gastropatía por hipertensión portal ayudan Tras canalizar las vías venosas procederemos a
a determinar el tratamiento médico. la extracción de analítica incluyendo hemograma, bio-
química, estudio de coagulación y pruebas cruzadas.
TRATAMIENTO DE LA HEMORRAGIA Se asegurará la hemostasia en el caso de insuficien-
DIGESTIVA SECUNDARIA A cia hepática con administración de plasma (10-15
HIPERTENSIÓN PORTAL ml/kg), vitamina K (2-10 mg/día) y plaquetas (1 U/
La hematemesis o melena como resultado de la 10 Kg) si existe hiperesplenismo grave (cifra de pla-
hemorragia por varices esofágicas puede llevar al quetas inferior a 50.000/mm3).
paciente a situación de shock por lo que siempre
requiere ingreso hospitalario aunque el sangrado sea 3. Medidas encaminadas a prevenir las
escaso. Si la HDA acontece en un paciente en lista de complicaciones
espera de trasplante es obligada la comunicación con – Dieta absoluta.
el centro trasplantador para, tras la estabilización ini- – Colocación de SNG: Debe insertarse una sonda
cial del paciente, proceder a su traslado. nasogástrica para vigilar el sangrado, evitar la
broncoaspiración y vaciar la cámara gástrica de
Tratamiento del episodio agudo del sangrado restos hemáticos y alimenticios que puedan favo-
digestivo recer el desarrollo de encefalopatía hepática. La
1. Valoración y reanimación hemodinámica inicial sonda nasogástrica está contraindicada si su inser-
Son indicadores de la pérdida sanguínea y situa- ción pudiera agravar el sangrado como en aque-
ción de shock la taquicardia, que puede estar enmas- llos casos en los que se conoce la existencia de
carada por el tratamiento bbloqueante previo, la hipo- varices grandes o si existe coagulopatía severa o
244 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
para valoración de las varices esofágicas. La caden- Otro betabloqueante no selectivo como el nado-
cia de dicha exploración deberá decidirse en cada lol tiene la ventaja de que no es metabolizado por el
paciente individualmente. En pacientes con HP avan- hígado y puede ser dado una sola vez al día; dosis
zada se deben aplicar medidas generales para evitar aconsejada 1 mg/kg/día comprobando igualmente la
el aumento de la presión portal (evitar ejercicio inten- reducción en la frecuencia cardiaca de un 25%.
so, tratamiento sintomático de la tos y el estreñimien- Recientemente se ha asociado en adultos con mono-
to) y factores lesivos de la mucosa (AAS y otros nitrato de isosorbide en parche transdérmico con lo
AINES). Otras medidas aconsejadas se basan en mas- que se disminuye aun más la presión portal.
ticación adecuada, evitando ingesta de alimentos sóli-
dos no bien triturados que pueden llegar a erosionar Profilaxis endoscópica
las varices. La administración de antisecretores como La profilaxis primaria endoscópica no está indi-
ranitidina (4-6 mg/kg/día) o bien omeprazol (1-1,5 cada en todos los pacientes con varices esofágicas.
mg/kg/día) está justificada para evitar la acción noci- Una posible indicación es la contraindicación del
va del reflujo gastroesogágico ácido en determinados empleo de betabloqueantes. La ligadura/esclerosis de
pacientes. En la gastropatía hipertensiva puede ser útil varices no es un procedimiento inocuo y puede incre-
el empleo de sucralfato. mentar el riesgo de sangrado por varices gástricas o
gastropatía hipertensiva.
Profilaxis farmacológica
Dado que el riesgo de sangrado se correlaciona PROFILAXIS DE RECIDIVA DEL
directamente con el tamaño de las varices (mayor de SANGRADO
5 mm) y con la presencia de puntos rojos sobre las Profilaxis farmacológica
mismas, son los pacientes con estas características en En adultos se ha demostrado ser eficaz en la
los que es obligada la administración de profilaxis. reducción del riesgo de resangrado. Aunque existen
Actualmente se está valorando la prevención farma- otras alternativas (endoscopia y cirugía), los betablo-
cológica en todos los pacientes con presencia de vari- queantes son de elección debido a la menor inciden-
ces, independientemente de su tamaño o de la presen- cia de efectos secundarios frente a la endoscopia.
cia de signos premonitorios de sangrado.
Se ha empleado el propranolol, agente betablo- Profilaxis endoscópica
queante no cardioselectivo, a una dosis de 15 mg/kg/día La escleroterapia y la ligadura con bandas de las
oral repartido en tres dosis ajustando la dosis para redu- varices esofágicas disminuyen el riesgo de recurren-
cir la frecuencia cardiaca un 25%. La medida de la fre- cia de sangrado en niños. A los dos años de seguimien-
cuencia cardiaca en reposo no debe ser inferior a 55 lpm. to el riesgo de resangrado con esclerosis es del 25%
Con este tratamiento se logra disminuir el gradiente frente al 4% de la ligadura. La ligadura con bandas
venoso transhepático por debajo de 12 mm Hg y, por parece requerir menos sesiones para la erradicación
tanto, prevenir el sangrado hasta en el 40% de los pacien- de varices y se asocia a una menor incidencia de com-
tes. Las limitaciones a su empleo son los pacientes afec- plicaciones. Sin embargo, con ambas técnicas se obser-
tos de asma, fibrosis quística, diabetes mellitus y de alte- va recurrencia de las varices y predisposición a la apa-
raciones en la conducción cardiaca. No obstante, la pro- rición de varices gástricas. Antes de cada sesión se
filaxis primaria con propanolol es controvertida por el recomienda antibioterapia de amplio espectro para
riesgo de efectos deletéreos asociados a la reducción en disminuir la incidencia de bacteriemia y tras el mis-
la frecuencia cardíaca en el niño pequeño y además pue- mo asociar al tratamiento de base sucralfato (1 g/6
de inhibir el aumento compensador de la frecuencia car- horas) para minimizar el riesgo de ulceraciones y este-
díaca para mantener el gasto cardíaco en caso de un epi- nosis.
sodio de sangrado agudo exponiéndole a una situación El tratamiento endoscópico debe reservarse para
hemodinamica de hipotensión, de ahí que se conside- aquellos pacientes con fracaso del tratamiento farma-
re su empleo en el contexto de un estudio clínico. cológico o cuando éste esté contraindicado.
246 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
El tratamiento definitivo de la HTP va a depen- bien aguda, desencadenado por una hemorragia diges-
der de la enfermedad de base (HTP prehepática, Sín- tiva, infección, etc.
drome de Budd-Chiari, FHC o cirrosis hepática).
Fisiopatología
GASTROPATÍA DE LA HIPERTENSIÓN Los factores que contribuyen a la formación de
PORTAL ascitis son:
La gastropatía por hipertensión portal se descri-
be como la evidencia endoscópica de un patrón 1. Hipertensión portal
mucoso en mosaico con o sin la presencia de puntos La ascitis en la enfermedad hepática ocurre en el
rojos en el estómago de un paciente con cirrosis hepá- contexto de hipertensión portal sinusoidal y/o postsi-
tica e hipertensión portal. Histopatológicamente apa- nusoidal, y en parte es debido a la obstrucción del flu-
rece una dilatación vascular mucosa y submucosa. jo linfático hepático a partir de los sinusoides hacia
La patogenia no es del todo conocida, aunque se sabe vena hepática. Cuando la formación del flujo linfá-
que se trata de una hiperemia gástrica acompañada tico excede al drenaje en el sistema venoso hepáti-
de lesiones vasculares en probable relación a una co, se va acumulando linfa en los espacios de Disse,
liberación aumentada de óxido nítrico. Se conside- escapando el líquido ascítico hacia la cavidad perito-
ra que del 25-30% de los cirróticos presentan algu- neal. La localización del aumento de la resistencia
nas formas descritas de esta enfermedad, presentan- portal es fisiopatológicamente muy importante. Los
do la mayoría de ellos lesiones leves o moderadas. pacientes con hipertensión portal presinusoidal como
Se ha encontrado que existe correlación directa entre es el caso de fibrosis hepática congénita, rara vez desa-
el tiempo de evolución de la cirrosis y la severidad rrollan ascitis. En los pacientes con hipertensión por-
de la hipertensión portal con el desarrollo de esta tal sinusoidal, como en el caso de cirrosis biliar, es
patología. En la mayoría de los pacientes cursa de frecuente la aparición de ascitis, y aún es más común
forma asintomática, aunque puede producir hemo- en situaciones de hipertensión portal posthepática
rragia digestiva alta aguda cursando en forma de como en el síndrome de Budd-Chiari.
melenas o hematemesis (es improbable el desarro-
llo de HDA masiva) o crónica en forma de anemia 2. Retención de sodio
ferropénica. En los pacientes sintomáticos el ries- Puede explicarse por la hipovolemia circulante
go de recidiva hemorrágica es alto. El tratamiento secundaria a la hipertensión portal y a la hipoalbumi-
sólo se debe indicar en los casos sintomáticos. Los nemia que causan extravasación de líquido a partir de
betabloqueantes (propranolol) reducen de forma sig- los capilares esplácnicos, incrementándose de ese modo
nificativa el riesgo de recidiva hemorrágica. Se ha la actividad de renina-angiotensina-aldosterona.
sugerido la utilización de somatostatina y sus aná- Se argumenta también que la retención renal de
logos en las hemorragias agudas. En los casos refrac- sodio es el evento primario por vasodilatación arte-
tarios al tratamiento médico puede estar indicada la riolar esplácnica conduciendo al aumento del volu-
realización de cirugía derivativa o el TIPS. men plasmático. La hiperemia esplácnica tiende a dis-
minuir la tensión arterial y estimular la secreción de
ASCITIS aldosterona y hormona antidiurética. Si la hiperten-
En el niño afecto de hepatopatía crónica, el sión portal es leve, el volumen circulante se llega a
comienzo de ascitis o edemas significa que tanto la restaurar a un punto de equilibrio, normalizándose la
hipertensión portal como la insuficiencia hepática han aldosterona y la hormona antidiurética. Si la hiperten-
empeorado. La acumulación de líquido extravascular sión portal es severa, el agua retenida será extravasa-
representa una ruptura de la homeostasis del líquido da hacia el peritoneo, manteniéndose el estímulo para
intravascular, que viene determinada por la presión la retención de sodio. En la mayoría de los casos de
oncótica plasmática y la presión capilar hidrostáti- cirrosis se comprueba hiperaldosteronismo. Los ele-
ca. Este proceso puede aparecer de forma insidiosa o vados valores plasmáticos de renina y angiotensina
Manejo del niño con hepatopatía crónica 247
indican que el hiperaldosteronismo resulta del aumen- El principal aspecto del tratamiento se basa en la
to en la síntesis y no por alteración en catabolismo restricción de sodio y en la promoción de la excreción
hepático. Sin embargo, el incremento en la reabsor- del mismo.
ción de sodio a nivel de túbulo proximal renal contri- 1. Reposo en cama: ya que la posición en decúbito
buye a la reabsorción de sodio en situaciones de hipo- disminuye la actividad del sistema reninaangio-
volemia, de reducción en la secreción de péptido tensinaaldosterona y, por tanto, la retención de
natriurético atrial y de aumento en la actividad ner- Na. Es muy difícil el reposo prolongado en niños
viosa simpática renal. pequeños.
El deterioro en la excreción de agua libre que ocu- 2. Restricción de sodio. Limitada a 1-2 mEq/kg/día.
rre en pacientes cirróticos se asocia con aumento en No debe añadirse sal a los alimentos ni emplear
hormona antidiurética. En otros casos se aprecia incre- sal en la cocina. Generalmente no es necesaria la
mento en hormona antidiurética con normal aclara- restricción de agua, pues ésta sigue a la retención
miento de agua libre, explicándose por aumento en la de sodio. Con la restricción de sodio como úni-
síntesis de prostaglandina E2 que antagoniza los efec- ca medida terapéutica suelen responder sólo 10-
tos de la hormona antidiurética. 20 % de los pacientes que corresponden a aque-
El síndrome hepatorrenal (SHR), es una insu- llos con cifra normal de sodio sérico y con sodio
ficiencia renal progresiva de etiología desconocida que en orina superior a 15 mEq/día.
acontece en pacientes con enfermedad hepática gra- 3. Diuréticos. Sólo si el sodio en orina es inferior a
ve. Es una complicación muy seria de la cirrosis hepá- 15 mEq/día. El fármaco de elección es espirono-
tica e implica mal pronóstico. La etiopatogenia es des- lactona indicado en situaciones de hiperaldos-
conocida, se acompaña de alteraciones de la circula- teronismo, casi siempre presente en la hepatopa-
ción arterial y de la activación de los sistemas vasoac- tía crónica asociada a ascitis. Dosis: 2-3 mg/kg/día
tivos endógenos. Como consecuencia de la vasocons- en 2 o 3 dosis diarias. Si en 3-4 días no existe
tricción renal se produce una reducción del filtrado aumento de la diuresis puede aumentarse a 4-5
glomerular y secundariamente a la vasodilatación arte- mg/kg/día. Si no responde adecuadamente al tra-
rial sistémica disminuyen la resistencia vascular peri- tamiento con espirolactona, se asocia otro diuré-
férica y se produce hipotensión arterial. En un pacien- tico, furosemida (1-2 mg/kg/día), que induce pér-
te cirrótico puede haber insuficiencia renal prerrenal, didas urinarias de sodio y potasio. No debe emple-
renal o secundaria a síndrome hepatorrenal. Aunque arse furosemida como único diurético. Cuando
el comienzo puede ser insidioso, suele presentarse pre- se requiere su uso de forma prolongada puede uti-
cipitado por procesos intercurrentes Los síntomas son lizarse en su lugar hidroclorotiacida a 2-3
oliguria, hiperkaliemia, elevación de urea y creatini- mg/kg/día, por vía oral. La utilización de diuré-
na, hiponatremia y excreción fraccional de sodio infe- ticos debe ser monitorizada determinado sodio y
rior a 10 mmol/L. A diferencia de la insuficiencia renal potasio en sangre y orina. Si el sodio sérico es
prerrenal, en el síndrome hepatorrenal, la función renal inferior a 120 mEq/ml, debe interrumpirse el tra-
no mejora tras la expansión de volumen. El tratamien- tamiento diurético y establecer restricción hídri-
to del SHR se realiza con vasoconstrictores esplácni- ca. La pérdida de peso no debe ser superior a 100
cos (octreótido, terlipresina, somatostatina, etc.), infu- g/día en lactantes y 500 g/día en niños mayores.
siones de seroalbúmina, TIPS y trasplante. 4. En pacientes con hipoalbuminemia, la adminis-
tración de seroalbúmina intravenosa incrementa
Tratamiento la presión osmótica coloide intravascular. La infu-
La presencia de una pequeña cantidad de líquido sión de seroalbúmina 1-2 g/kg en 2-3 horas al
ascítico detectado por examen ecográfico, no es indi- 5-20% seguido de furosemida (1-2 mg/kg) con-
cación de tratamiento. La ascitis debe ser tratada sólo sigue diuresis eficaz en la mayoría de los casos.
si causa disconfort, si produce síntomas respiratorios La complicación más importante derivada del tra-
o si cursa de forma progresiva. tamiento diurético vigoroso es la hipovolemia y
248 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
puede precipitar la instauración de encefalopatía la que ocurre por cortocircuitos portosistémicos sin
hepática. disfunción hepática (ej. en trombosis portal), ésta no
5. En los pocos casos de ascitis refractaria puede sucede en niños. Debido al cortocircuito de sangre
efectuarse paracentesis evacuadora, especialmen- portal a la circulación sistémica e incapacidad de depu-
te si existe compromiso respiratorio. La paracen- ración hepática el SNC está expuesto a sustancias neu-
tesis debe reservarse para la ascitis refractaria rotóxicas de origen intestinal (amonio, benzodiazepi-
al tratamiento diurético con extracción de hasta nas endógenas, mercaptanos, fenoles y manganeso).
50 ml/kg/día acompañado de infusión de sero- Se produce una afectación de los astrocitos (activa-
albúmina. La descompensación cardiovascular ción metabólica o edema astrocitario). Las manifes-
por rápido desplazamiento es una seria compli- taciones clínicas incluyen síntomas mentales y moto-
cación. Deben reponerse 6 a 8 g de albúmina res. Afecta al nivel de conciencia, la personalidad,
intravenosa como expansor por cada litro de asci- la capacidad intelectual, el patrón de sueño y el len-
tis extraído. guaje. La asterixis o “flapping tremor” es un hallaz-
go característico en la EH
La peritonitis bacteriana espontánea es una com-
plicación potencialmente mortal del paciente con asci- Tratamiento
tis. Se debe sospechar en todo paciente con ascitis, fie- Se plantea en las fases de grave descompensación
bre, dolor abdominal y elevación de reactantes de fase del cirrótico. Esta grave complicación, favorecida por
aguda. El diagnóstico se establece tras paracentesis diag- la insuficiencia hepatocelular y por los cortocircuitos
nóstica. Un recuento de neutrófilos superior a 500 /mm3 portosistémicos y desencadenada por hemorragias diges-
es diagnóstico. El Gram tiene poca rentabilidad. Es una tivas, requerirá entre otras las siguientes medidas:
infección generalmente monobacteriana (Gram negati- 1) Dieta: se recomienda tradicionalmente dieta alta
vos o Gram positivos), si aparece mas de un germen en calorías y baja en proteínas. La ingesta protei-
habría que descartar una perforación intestinal y una ca de PAVB de 0,5-1 g/kg/día previene el catabo-
peritonitis secundaria. El tratamiento se realiza con cefa- lismo pero es inadecuada para el crecimiento,
losporinas de 3ª generación (cefotaxima 150-200 suprimiendo así una importante fuente de amo-
mg/kg/día). La profilaxis secundaria debe realizarse níaco, por lo que debe intentarse mayor toleran-
en los pacientes que han presentado un episodio de PBE. cia pudiendo alcanzar 2-2,5 g/kg/día.
Esta profilaxis debe ser a largo plazo y se puede aban- 2) Evitar factores precipitantes: sedantes, estreñi-
donar sólo si desaparece la ascitis o se realiza un tras- miento, sobrecarga proteica, hemorragia gastroin-
plante hepático. La profilaxis primaria debe instaurar- testinal y abuso de diuréticos.
se en los pacientes cirróticos con ascitis que ingresan 3) La reducción en la producción de amonio se ha
por un episodio de hemorragia digestiva alta. Otra indi- realizado clásicamente por medio de antibióticos
cación reciente de profilaxis primaria es la presencia de como neomicina (2-4 g/m2) para eliminar las bac-
una concentración de proteínas totales en líquido ascí- terias productoras de ureasa o bien por antibióti-
tico menor de 1 g/dl. Para la profilaxis, los adultos emple- cos de amplio espectro y con eliminación biliar
an quinolonas (norfloxacino, ciprofloxacino) o cotri- como ampicilina.
moxazol. Debido a los efectos secundarios que las qui- 4) Las medidas para disminuir la reabsorción de
nolonas provocan en los niños (alteración en el cartí- amonio son: lactulosa, disacárido no absorbible,
lago de crecimiento) es preferible usar cotrimoxazol. administrada por vía oral, que determina un des-
censo de pH a nivel de colon y dificulta la reab-
ENCEFALOPATÍA HEPÁTICA sorción de amoníaco (1-2 ml/kg/dosis), y enemas
La encefalopatía hepática (EH) es un síndrome de limpieza, con la misma finalidad terapéutica
neuropsiquiátrico que ocurre como complicación de que los recursos anteriores.
la enfermedad hepática severa aguda (EH tipo A) o 5) Fármacos quelantes de amonio: benzoato sódico
crónica (EH tipo C). Se llama tipo B (de “Bypass”) a o fenilbutirato sódico.
Manejo del niño con hepatopatía crónica 249
6) Técnicas de depuración: La hemofiltración, hemo- en el alivio del prurito, desconocemos si por su efec-
diafiltración y MARS permiten la extracción de amo- to colerético o sedante. Los efectos secundarios son
nio y otras sustancias neurotóxicas y citoquiinas. los relativos por su efecto sedante y también por inter-
7) Tratamiento de las crisis convulsivas y del ede- ferir con el metabolismo de la vitamina D. Es muy
ma cerebral. frecuente que tras el inicio del tratamiento con feno-
barbital se produzca una elevación de la GGT sin sig-
COMPLICACIONES PULMONARES DE LA nificado patológico conocido.
HEPATOPATÍA CRÓNICA La colestiramina y el colestipol, son resinas de inter-
Dentro de este epígrafe se incluyen: shunts intra- cambio aniónico que ligan las sales biliares en la luz
pulmonares, hipertensión pulmonar, derrame pleural, intestinal e interrumpen la circulación enterohepática.
neumonía y enfermedad pulmonar obstructiva o res- Favorecen el flujo biliar dependiente de sales biliares,
trictiva. elevan el nivel de ácido cólico que es colerético. Pro-
El síndrome hepatopulmonar (SHP) es una triada blemas asociados con su empleo son la obstrucción intes-
compuesta por disfunción hepática, shunts arterioveno- tinal, acidosis hiperclorémica y exacerbación de la este-
sos intrapulmonares e hipoxemia. La patogenia es mul- atorrea. Por otra parte se puede unir con medicamentos
tifactorial, incluye shunts intrapulmonares y arteriove- como tiazidas, digoxina o vitaminas liposolubles, por
nosos, alteración en la ventilación perfusión y anasto- lo que debe administrarse espaciada de estos fármacos
mosis portopulmonares. Clínicamente se manifiesta al menos 2 horas. La colestiramina se da a dosis inicial
como disnea, cianosis e hipoxemia. El diagnostico se de 0,25-0,50 g/kg/día (en 2 ó 3 dosis) hasta alcanzar una
establece descartando otras causas de hipoxemia. No dosis diaria 8 a 12 g. El colestipol se administra a dosis
existe tratamiento específico. Debemos optimizar el de 5-20 g/día, es mejor aceptado por los pacientes pero
aporte de oxigeno y la situación nutricional. El SHP tiene menos capacidad de captar ácidos biliares.
puede influir negativamente en la inducción anestésica En los últimos años se emplea con éxito el ácido
del paciente antes del trasplante. El cuadro se resuelve, ursodeoxicólico (15-30 mg/kg/día en 3 dosis) un áci-
aunque de manera lenta, tras el trasplante hepático. do biliar hidrofílico, relativamente no tóxico, que ha
demostrado su utilidad al desplazar los ácidos bilia-
COLESTASIS res más tóxicos, incrementando el flujo biliar y con
Son muy numerosas las entidades clínicas que cierto efecto citoprotector sobre los hepatocitos. Su
pueden dar lugar a colestasis (Tabla III). empleo conlleva mejoría analítica (disminución en
cifras séricas de bilirrubina, ácidos biliares, transami-
Tratamiento nasas y fosfatasa alcalina) aunque no está comproba-
El tratamiento debe estar orientado hacia los da realmente su eficacia contra el prurito.
siguientes aspectos: Otro agente que se emplea para el prurito asocia-
a) Mejorar el flujo biliar en orden a reducir el pruri- do a colestasis es la rifampicina (10 mg/kg/día en 2
to, la hipercolesterolemia y el daño en hepatoci- dosis) aunque no está aclarado el mecanismo de actua-
tos ocasionado por el acumulo de ácidos biliares. ción. También se emplean los antagonistas opiáce-
b) Vencer la malabsorción grasa secundaria a la dis- os como la naloxona o con antagonistas del receptor
minución en la solubilización intraluminal de los de la serotonina (ondansetrón).
lípidos de la dieta y corregir los defectos nutri- En los casos más graves de colestasis rebeldes al
cionales. tratamiento (CIFP-1 o síndrome de Alagille) con pru-
rito intratable se llega a recurrir a la derivación biliar
Mejorar el flujo biliar parcial externa, plasmaféresis o trasplante hepático.
El fenobarbital (3-5 mg/kg/día en tres dosis) es
un inductor de los enzimas microsomales hepáticos. Medidas nutricionales
tiene una acción colerética al aumentar el flujo biliar En los procesos que cursan con colestasis existe
independiente de las sales biliares. Puede ser eficaz dificultad para la absorción de grasa y vitaminas lipo-
250 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
Colestasis por inmadurez hepática asociada a Hepatopatías por trastorno intrínseco (idiopático
noxa exógena o endógena o genético)
– Situaciones graves con hipoxia y/o – Atresia de vía biliar.
hipoperfusión hepática (cardiopatía, shock, etc.). – Síndrome de Alagille: escasez ductal por
– Infecciones bacterianas graves mutación en el JAG 1 (cromosoma 20) o en el
– Tóxicos: nutrición parenteral total, antibióticos, en el Notch2 (cromosoma 1).
etc. – Colestasis intrahepáticas familiares progresivas
– Obstrucción biliar (litiasis o bilis espesa) por - CIFP1: defecto de ATPasa tipo P.
cirugía digestiva, fármacos (furosemida, - CIFP2: defecto BSEP
ceftriaxona), hemólisis, ayuno prolongado. - CIFP3: defecto MDR3
– Alteraciones hormonales: hipotiroidismo, – Errores innatos en el metabolismo de ácidos
panhipopituitarismo. biliares.
– Cromosomopatías: trisomías 18,21 y 22. – Deficiencia de α-1-antitripsina
– Infección connatal (TORCH, Lysteria, – Síndrome de hepatitis neonatal idiopática
Parvovirus B19) o infección neonatal (herpes – Otras colestasis: síndrome de Zellweger,
simple, CMV, adenovirus, ECHO, Coxsackie, síndrome de Aagenaes, colestasis de grupos
etc.). étnicos definidos (esquimales, indios
– Perforación espontánea de la vía biliar. americanos).
– Malformación de la vía biliar (quiste de – Fibrosis quística
colédoco). – Enfermedad de Niemann-Pick A y C.
– Virus hepatotropos: VHA, VHB. – Hipoplasia ductular no sindrómica secundaria a:
- Prematuridad
- Infecciones (CMV, rubéola, sífilis, VHB)
- Metabólicas: FQ, déficit de alfa 1 antitripsina,
síndrome de Zellweger, CIFP1, síndrome de
Ivemark, síndrome de PruneBelly,
hipopituitarismo.
- Genéticas: trisomía 18,21, trisomía parcial 11,
monosomía X.
- Enfermedad injerto contra huésped.
- Hepatitis neonatal grave
- Idiopática
– Otras/idiopática
solubles. El lactante que toma pecho debe continuar con a) Polímeros de glucosa añadidos a la fórmula (67
la misma alimentación. Para conseguir mejor absorción kcal/100 ml) para alcanzar 90-100 kcal/100 ml.
de la grasa ésta debe aportarse en parte como MCT, gra- b) Aceite MCT: 1-2 ml/kg/día en 2 a 4 dosis.
sa de cadena media que no requiere de sales biliares para c) Fórmula con MCT.
su absorción pasando directamente a circulación por- d) Nutrición enteral nocturna.
tal. Existen diversas formulas con alto contenido en
MCT (Damira 2000, Pregestimil, Peptinaut junior, etc.) Suplementos vitamínicos
por lo que son apropiadas como soporte nutricional. Los déficits de vitaminas liposolubles (A, D, E,
El aporte calórico debe ser 125-150% de los K) deben corregirse especialmente cuando existe com-
requerimientos basados en las RDA para el peso para ponente colestásico. La vitamina E es especialmen-
la talla en p 50. El suplemento energético puede efec- te importante por las graves consecuencias neuroló-
tuarse por varios procedimientos: gicas que conlleva su déficit, que conduce a la des-
Manejo del niño con hepatopatía crónica 251
tarias a tratamiento médico y quirúrgico, encefalopa- 12. Heyman MB, Laberge J. Role of transyugular intrahe-
tía hepática, síndromes hepatorrenal y hepatopulmonar. patic portosystemic shunt in the treatment of portal
Normalmente se utilizan los scores de Child-Pugh y hypertension in pediatric patient. J Pediatr Gastroen-
Malatack para decidir la indicación de trasplante en terol Nutr 1999; 29: 240-9.
pacientes con hepatopatía crónica y el PELD (Pediatric 13. Yachha SK, Khanna V. Ascites in chidhood liver dise-
ase. Indian J Pediatr 2006; 73: 819-24.
End-Stage Liver Disease) score, para seleccionar a aque-
llos pacientes con mayor disfunción hepática, pudien- 14. Molleston JP. Variceal Bleeding in Children.. J Pediatr
Gastroenterol Nutr 2003; 37: 538-45.
do ser útil para priorizar el trasplante en aquellos niños
que están en lista por el mayor riesgo de muerte. 15. Celinska-Cedro D, Teisseyre M, Woynarowski M,
Socha P, Socha J, Ryzko J. Endoscopic ligation of eso-
phageal varices for prophylaxis of first bleeding in chil-
BIBLIOGRAFÍA dren and adolescents with portal hypertension: preli-
1. Stuart Tanner. En: Paediatric Hepatology. Londres: minary results of a prospective study. J Pediatr Surg.
Churchill Livingstone; 1989. 2003; 38: 1008-11.
2. McDiarmid SC. Treatment of endstage liver disease. 16. Albillos A. Preventing first variceal hemorrhage in cir-
En: Walker A. 3ª ed. Paediatric Gastrointestinal Dise- rhosis. J Clin Gastroenterol. 2007; 41: S305-11.
ase. Hamilton: B.C. Decker Inc; 2000. p. 1250-1271. 17. Carbajo AJ, Manzanares J. Tratamiento médico y sopor-
3. Roggero P et al. Factors influencing malnutrition in te nutricional del paciente con enfermedad colestáti-
children waiting for liver transplants. Am J Clin Nutr ca crónica. An Pediatr. 2003; 58: 174-80.
1997; 65: 1852. 18. Roberts E. The jaundiced baby. En Kelly D.Ed. Dise-
4. Shepherd RW. Pre and postoperative nutritional care ase of the liver and biliary system in children.2ª Ed.
in liver transplantation in children. J Gastroenterol Oxford: Blackwell Publishing; 2004. p. 35-73.
Hepatol 1996; 11: S7.
19. Sheperd R. Complications and management of chro-
5. Goh DW, Myers NA. Portal hipertension in children nic liver disease. En: Kelly D, Ed. Disease of the liver
the changing spectrum. J Pediatr Surg 1994; 29: 688. and biliary system in children. 2ª Ed. Oxford: Black-
6. Molleston JP. Acute and chronic liver disease. En: Wal- well Publishing; 2004. p. 259-81.
ker WA, Watkins JB, ed. Nutrition in Pediatrics. Hamil- 20. Santamaria F, Sarnelli P, Celentano L et al. Noninva-
ton: B.C. Decker Inc.; 1996. p,. 565-582. sive investigation of hepatopulmonary syndrome in
7. Camarena MC. Hipertensión portal. En: Jara P. Ed. Tras- children and adolescents with chronic colestasis. Pedia-
plante hepático en niños. Madrid: Ergon; 2006. p. 1-14. tric Pulmonology 2002; 33: 37-49.
8. Baker A, Alonso ME, Aw MM, Ciocca M, Porta G, 21. Stringer MD, Howard ER. Surgical disorders of the liver
Rosenthal P. Hepatic failure and liver transplant: Wor- and bile ducts and portal hypertension. En: Kelly D, Ed.
king Group report of the second World Congress of Disease of the liver and biliary system in children. 2ª
Pediatric Gastroenterology, Hepatology and Nutri- Ed. Oxford: Blackwell Publishing; 2004. p. 324-62.
tion. J Pediatr Gastroenterol Nutr. 2004; 39: S632-9. 22. Thabut D, Bernard-Chabert B. Management of acute
9. Malatack JJ, Schaid DJ, Urbach AH, Gartner JC Jr, bleeding from portal hypertension. Best Pract Res Clin
Zitelli BJ, Rockette H, et al. Choosing a pediatric reci- Gastroenterol. 2007; 21: 19-29.
pient for orthotopic liver transplantation. J Pediatr 1997; 23. Leonis MA, Balistreri WF. Evaluation and manage-
11: 479-89. ment of endstage liver disease in children. Gastroente-
10. McDiarmid SV, Anand R, Lindblad AS; Principal Inves- rology. 2008; 134: 1741-51.
tigators and Institutions of the Studies of Pediatric Liver 24. ElRifai N, Mention K, Guimber D, Michaud L, Boman
Transplantation (SPLIT) Research Group. Develop- F, Turck D, et al. Gastropathy and gastritis in children
ment of a pediatric endstage liver disease score to pre- with portal hypertension. J Pediatr Gastroenterol Nutr.
dict poor outcome in children awaiting liver transplan- 2007; 45: 137-40.
tation. Transplantation 2002; 74: 173-81. 25. Shneider B, Emre S, Groszman R. Karani J, McKier-
11. Debray D, Yousef N, Durand Ph. New management nan P, Sarin S, et al. Expert pediatric opinion on the
options for endstage chronic liver disease and acute Report of the Baveno IV consensus workshop on
liver failure. Potential for pediatric patients. Pediatr methodology of diagnosis and therapy in portal hyper-
Drugs 2006; 8: 1-13. tensión. Pediatr Transplant 2006; 10: 893-907.
Profilaxis de las hepatitis virales
10 Pilar Codoñer Franch
Universidad de Valencia.
Inmunoglobulina intramuscular polivalente de edad, en las zonas con brotes epidémicos frecuen-
– En España se limita su empleo a las personas tes, con altas tasas de enfermedad, o en poblaciones
menores de 40 años, puesto que, a partir de esta marginales con riesgo de transmisión de la infección.
edad, la mayoría de la población posee anticuer- Asimismo, se podría considerar la vacunación en niños
pos. Se recomienda su empleo junto a la vacuna más mayores pertenecientes a las mismas poblacio-
frente al VHA, excepto en los niños menores de nes. También estaría indicada en los niños mayores
1 año, que no tienen indicación de vacuna, por la de 1 año viajeros a países endémicos y en los niños
posibilidad de inmunidad pasiva a partir de los con factores de riesgo personales (hepatopatía cróni-
anticuerpos maternos, y en los que se administra- ca, candidatos a transplante hepático) o ambienta-
rá sólo en caso de riesgo importante de conta- les. No es una vacuna incluida de momento en el
gio con el VHA calendario vacunal financiado, salvo en 3 comunida-
– Debe administrarse lo antes posible (<2 semanas des autónomas:
de la exposición), y la inmunidad que confiere – Cataluña: incluida a los 12 años de edad, combi-
dura de 2 a 4 meses. nada con la de la hepatitis B.
– Puede interferir con la respuesta inmunológica a – Ceuta y Melilla: en el 2º año de vida, debido a la
las vacunas por virus vivos, por lo que éstas deben elevada incidencia de esta enfermedad en dichas
administrarse al menos 3 semanas antes o 3 meses zonas.
después de la aplicación de la inmunoglobulina.
No interfiere, sin embargo, con las vacunas con Contraindicaciones
virus inactivados. Son las generales para las vacunas inactivadas.
– Se administra una única dosis de 0,02 ml/kg de No se ha evaluado su inocuidad durante el embara-
peso (máximo 3 ml en niños pequeños y lactan- zo y la lactancia, pero los riesgos para el feto y lac-
tes, y 5 ml en niños mayores). tante pueden considerarse mínimos. Los niños meno-
res de 1 año pueden poseer anticuerpos transmitidos,
Vacunas por lo que se recomienda su aplicación a partir de esa
Las vacunas disponibles actualmente se produ- edad. Puede administrarse simultáneamente con la
cen a partir de virus inactivados. Inducen la produc- inmunoglobulina, utilizando jeringas diferentes y apli-
ción de anticuerpos específicos antiVHA en el 100% cándolas en lugares anatómicos distantes. Puede admi-
de los vacunados. Se administran 2 dosis separadas nistrarse simultáneamente con otras vacunas. Excep-
por 6 a 12 meses. Tras una dosis de vacuna, el 95% to en el caso de las vacunas combinadas, deben admi-
de los individuos presentan anticuerpos a partir de las nistrarse en zonas corporales diferentes.
2-4 semanas, confiriendo protección durante 1 año.
Tras la dosis de refuerzo (a los 6-12 meses de la pri- Tipos de vacuna pediátrica
mera), el porcentaje de seroprotección alcanza el 99- (Niños de 1 a 18 años)
100%, y ésta dura de 10 a 20 años. La vacuna se tole- – Havrix 720 U-EIA (0,5 ml)
ra bien. Se pueden producir reacciones locales (dolor, – Vaqta 25 U (0,5 ml)
enrojecimiento...) en el lugar de la inyección en el – Epaxal 24 U (0,5 ml)
10% de los vacunados, mientras que las reacciones
generales (fiebre, malestar...) ocurren en menos del PROFILAXIS DE LA HEPATITIS B
10%. La hepatitis por virus B (VHB) es una de las infec-
ciones más frecuentes, casi un tercio de la población
INDICACIONES DE LA VACUNA mundial, 2 mil millones de personas, están infectadas
Las indicaciones de la vacuna frente al VHA, por este virus, estimándose en aproximadamente 350
según el Comité Asesor de Vacunas de la AEP, en sus millones de personas los portadores. La prevalencia
recomendaciones para el 2009 son las siguientes: vacu- varía según el área geográfica, siendo muy elevada
nación sistemática de los niños entre los 12 y 24 meses (>8%) en África, Asia y Pacífico Occidental, inter-
Profilaxis de las hepatitis virales 255
media (2-7%) en Europa del Sur y del Este, y baja incidencia de enfermedad clínica es mayor (30-50%)
(<2%) en el resto de Europa, Norteamérica y Austra- en los niños infectados después de los 5 años. En adul-
lia. En cuanto a la incidencia en Europa, aproxima- tos, la infección causa hepatitis aguda en la mayo-
damente 1 millón de personas se infectan anualmen- ría, con sólo un 1-2% de ellos en los que la infec-
te, situación que debe ser mucho más elevada en las ción se cronifica.
regiones endémicas. Las vías de transmisión incluyen
la exposición a sangre o fluidos corporales (saliva, Inmunoglobulina hiperinmune frente a la
semen, secreciones vaginales, sangre menstrual, sudor, hepatitis B
leche, lágrimas u orina) de sujetos infectados, ya que Proviene del plasma de donantes “hiperinmuni-
el VHB se encuentra en algún grado en casi todos los zados” que poseen títulos elevados de Anti HBs. Se
líquidos corporales, aunque su concentración más alta utiliza en la profilaxis postexposición, acompañada
es en el suero. La transmisión se puede producir a par- de la vacuna. En los recién nacidos de madre porta-
tir de la madre infectada a su hijo (transmisión ver- dora, cualquiera que sea su peso, se deberá adminis-
tical o perinatal), que puede ocurrir en el 90% de trar al nacimiento la gammaglobulina hiperinmune
las mujeres AgHBs +, o por exposición percutánea o (0,5 ml) en las primeras 24 horas de vida (preferible-
de las membranas mucosas al material infectado. mente en las primeras 8-12 horas, e idealmente en la
La vía predominante de la transmisión del virus propia sala de partos), así como la vacuna, aunque
de la hepatitis B varía según la prevalencia de la infec- ésta puede aplicarse hasta el 2º día de vida.
ción por este virus. Así, en regiones de endemicidad
elevada, la transmisión vertical es la principal forma Vacunas
de contagio con la consecuente adquisición de infec- Las vacunas contienen únicamente el AgHBs puri-
ción crónica en alrededor del 95%. Además de ella, ficado. Existen dos vacunas comercializadas en nues-
la infección también se puede adquirir en edades pre- tro país, siendo la inmunogenicidad de ambos tipos
coces de la vida (en el primer o segundo año), a par- similar.
tir de transmisión horizontal de otros miembros de la
familia que también pueden ser portadores. En regio- Pauta de vacunación
nes de endemicidad intermedia, la infección se pue- Se aplican 3 dosis pediátricas:
de producir en cualquier grupo de edad, generalmen- – Engerix B 10 mg hasta los 15 años
te a partir de exposición percutánea, originándose – HBV Axpro 5 mg hasta los 18 años
infección crónica en los casos de transmisión en la Con el esquema de 0, 1 y 6 meses de intervalo
infancia. En las regiones de baja prevalencia, la trans- entre ellas. El intervalo máximo desde la 1ª dosis has-
misión es principalmente horizontal (a partir de un ta la 2ª puede ser de 2 meses, y hasta la 3ª, de 12
individuo infectado). La transmisión sexual (bien meses.
homosexual o heterosexual) a partir de adultos de ries-
go elevado es la forma principal en Europa y Norte- Eficacia de la vacuna
américa, si bien también es importante el uso com- La vacuna induce una respuesta de anticuerpos
partido de agujas en consumidores de drogas intrave- protectores (Anti-HBs) en el 95-98% de los indivi-
nosas, o el riesgo laboral por exposición a material duos vacunados, por lo que, en la práctica, no es nece-
contaminado. En estas situaciones, la tasa más eleva- sario hacer control posvacunación salvo en casos pun-
da de infección se produce en los adolescentes y adul- tuales, como son los hijos de madre portadora de VHB.
tos jóvenes (15-25 años). La edad a la cual un indivi- Los títulos protectores se empiezan a alcanzar a las 2
duo se infecta determina la presentación clínica; la semanas de la 2ª dosis y se consideran protectores a
infección crónica se produce sobre todo en neonatos partir de 10 mUI/ml. En un individuo que ha serocon-
y niños menores de 5 años (hasta el 95% de recién vertido tras la vacunación, la protección específica se
nacidos infectados), aunque es generalmente subclí- mantiene aun cuando desciendan con el tiempo los
nica por la inmadurez de su sistema inmunitario. La niveles de Anti-HBs <10 mUI/ml, ya que persiste la
256 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
memoria inmunológica. No está indicada, por lo tan- se contabilizará dentro de la pauta habitual,
to, en el momento actual, la revacunación, salvo en el debiendo recibir otras tres dosis comenzando a
caso de niños sometidos a hemodiálisis, en los que, si 1-2 meses de vida, según el esquema recomen-
los títulos descienden por debajo de los 10 mUI/ml, dado para los neonatos de madres AgHBs+. Por
se recomienda la administración de otra dosis de vacu- lo tanto a estos niños se les administra 4 dosis en
na. La combinación del AgHBs con otros antígenos total. En los recién nacido pretérmino de madre
vacunales no altera la respuesta inmune específica de seronegativa, se ha establecido los 2.000 g de peso
este componente ni de ninguno de los otros, por lo como límite para iniciar la vacunación, aunque
que las vacunas combinadas pueden usarse con garan- parece que influye más la edad. Las dosis no varí-
tías. Tampoco se altera la inmunogenicidad de la vacu- an con respecto a las de los niños a término.
na con la administración simultánea de la gammaglo- – Niños adoptados o inmigrantes procedentes de
bulina hiperinmune frente a la hepatitis B. países con endemicidad elevada o intermedia.
Vacunar si son seronegativos. Si son seropositi-
Reacciones adversas vos, vacunar a los familiares y contactos próxi-
Las reacciones locales (eritema, induración y mos que no estén inmunizados.
dolor en el punto de inyección) se presentan en el 25% – Niños inmunodeprimidos o en hemodiálisis:
de los vacunados, siendo excepcional este tipo de reac- Deben recibir una dosis doble de vacuna.
ción en el periodo de recién nacido. Las reacciones – En caso de exposición a VHB (por ej punción acci-
generales son de incidencia muy baja. Se pueden pro- dental de aguja de jeringa u otro objeto punzante
ducir: molestias abdominales, náuseas, febrícula, cefa- con contenido hemático, aun desconociendo si está
lea y síndrome gripal con artralgias y mialgias, que contaminado con el virus B, contacto doméstico o
se resuelven espontáneamente. Otras reacciones más íntimo con individuo infectado). En estos casos se
raras pueden ser de tipo alérgico, como vértigo o pares- efectúa el esquema rápido de vacunación (0-1-2
tesias. El síndrome de Guillain-Barré se relacionó con meses del contacto, con una dosis de refuerzo a los
las vacunas plasmáticas, pero dicha asociación no ha 12 meses), acompañada de una dosis inicial de
sido definitivamente comprobada. gammaglobulina hiperinmune de 0,06 ml/kg (máxi-
En el caso de usarla en forma de vacuna combi- mo 5 ml) en caso de no haber estado vacunado pre-
nada, no se incrementa la posibilidad de reacciones viamente. Si el niño ya estuviera vacunado, pero
adversas. el nivel de anticuerpos fuera <10 mUI/ ml, se admi-
nistrará una dosis de vacuna.
Estrategias de vacunación
Dentro del calendario vacunal, se pueden emple- PROFILAXIS DE LA HEPATITIS C
ar dos pautas de vacunación: La OMS estima que, actualmente, 170 millones
a) Con inicio al nacimiento, y siguiendo a los 2 y de individuos están infectados con el virus de la hepa-
6 meses de edad, coincidiendo con el resto de las titis C (VHC). La mejor forma de prevenir la hepati-
vacunas. tis ocasionada por este virus es entender su epidemio-
b) Con inicio a los dos meses, y siguiendo a los 4 logía de este virus, puesto que, en el momento actual,
y 6 meses con el resto de vacunas. no se dispone de una vacuna que pueda evitar esta
En los recién nacidos de madre portadora de infección, principalmente debido a su variabilidad
AgHBs, se debe seguir la primera pauta. genómica, lo que dificulta enormemente el poder obte-
nerla. Tampoco el empleo de inmunoglobulina poli-
Vacunación en situaciones especiales valente sirve para su prevención. Podría ser útil la
– Recién nacidos pretérmino. Los recién nacidos inmunoglobulina hiperinmune, no disponible en la
pretérmino, hijos de madre AgHBs +, deben reci- actualidad.
bir la gammaglobulina hiperinmune al nacimien- La principal vía de transmisión de este virus RNA
to, junto con una dosis de vacuna. Esta dosis no es la parenteral (85%), es decir, postransfusional o por
Profilaxis de las hepatitis virales 257
contacto percutáneo o de mucosas con materal con- neo (material desechable, que debe ser incinerado tras
taminado con sangre, hemoderivados o fluidos cor- el uso).
porales infectados. Esta vía de transmisión ocasiona
que niños que hayan recibido transfusiones sanguíne- PROFILAXIS DE LA HEPATITIS E
as o hemoderivados antes del desarrollo de técnicas La hepatitis por virus E (VHE) está originada por
para su detección (desde la clonación de este virus, un virus RNA, perteneciente a la familia de los calici-
en 1989, los tests han ido aumentando en sensibilidad virus. Se transmite, al igual que el virus A, por vía feca-
y especificidad) sean sujetos de riesgo, principalmen- loral, a través de agua y alimentos contaminados. Es
te aquellos que recibieron múltiples transfusiones (tala- endémico en ciertas zonas del planeta como África del
sémicos, hemofílicos, oncológicos o neonatos ingre- Norte, América Central y Caribe, India y zona del Pací-
sados en cuidados intensivos. Dadas las circunstan- fico Sur, donde se pueden producir brotes epidémicos.
cias actuales, con la detección de anti VHC de forma Es posible también la aparición de casos esporádicos
sistemática en la sangre o hemoderivados de Banco, en personas que viajan a dichas zonas o en inmigran-
estos casos son muy poco probables. Otra vía de trans- tes que proceden de ellas. Hay baja incidencia intra-
misión importante en la infancia la constituye la trans- familiar (2,5%), siendo más frecuente en adultos jóve-
misión vertical (10%), por el contacto con la sangre nes, y caracterizándose por una mortalidad elevada
materna contaminada en el momento del parto. Ello, (hasta el 20%) en mujeres gestantes. La profilaxis está
si bien es mucho menos frecuente que en el caso del basada en medidas higiénicas y de control sanitario
virus B, cobra importancia puesto que la posibilidad principalmente. Se ha desarrollado una vacuna que
de contagio por otras vías ha disminuido. Para que la parece tener un 95% de eficacia en prevenir la infec-
transmisión vertical tenga lugar es necesario que la ción sintomática en pacientes masculinos. No se cono-
madre sea virémica en el momento del parto (>2 millo- ce su eficacia en otros grupos de población.
nes de copias/ ml). Ello ocurre con más frecuencia en
mujeres con infección activa por este virus y en aque- BIBLIOGRAFÍA
llas mujeres coinfectadas por el VIH. En cuanto a la 1. Bernaola Iturbe E, Giménez Sánchez F, Baca Cots M,
transmisión a través de la leche materna, parece que De Juan Martín F, Díez Domngo J, Garcés Sánchez M,
es despreciable, y también depende de la viremia san- Gómez Campderá A, Martinón Torres F, Picazo JJ,
guínea; el virus puede estar presente con mayor pro- Pineda Solás V. Calendario Vacunal de la Asociación
Española de Pediatría: Recomendaciones 2009. An
babilidad si la leche se contamina con sangre (grietas
Pediatr 2009; 70: 72-82.
del pezón). No se contraindica la lactancia materna,
2. Davis AR, Rosenthal P. Hepatitis B en la infancia.
aunque se debe informar a la madre de que el riesgo Pediatr Rev 2008; 29: 254-264.
no es totalmente nulo. Es posible también la transmi-
3. Centers for Disease Control and Prevention. Recom-
sión intrafamiliar (5%), a través de contactos percu- mendations of the Advisory Committee on Immuniza-
táneos desapercibidos, y la sexual en el caso de ado- tion practices (ACIP). Part 1. Immunization of infants,
lescentes, si bien esta última es muy poco probable. children, and adolescents. MMWR Recom Rep 2005;
Los niños adoptados de países en vías de desarrollo 54: 1-23.
pueden constituir una población de riesgo de padecer 4. Red Book: 2006 Report of the Committee on Infec-
esta infección, ya que pueden concurrir en ellos diver- tious Diseases. 27ª ed. Elk Grove Village, Ill: Ameri-
sas circunstancias epidemiológicas. El niño que pre- can Academy of pediatrics; 2006.
senta positividad de los anticuerpos frente al virus C, 5. Comité Asesor de Vacunas. Manual de Vacunas en
incluso con positividad del RNA circulante (PCR- Pediatría. 3ª Ed. Madrid: Egraf; 2005.
virus C), no debe ser sometido a ningún tipo de ais- 6. Servicios de Salud Infantil y de Epidemiología. Direc-
lamiento especial, salvo las medidas higiénicas nece- ción General para la Salud Pública. Consellería de Sani-
sarias a tener en cuenta para evitar el contacto sanguí- tat de la Comunidad Valenciana.
Hepatopatía aguda
11 Dámaso Infante Pina, Oscar Segarra Cantón
Hospital Universitario Materno Infantil Vall d’Hebron. Barcelona.
y países africanos 20% . El riesgo se produce lógica- gio ha disminuido extraordinariamente. El riesgo en
mente en caso de estar afectos de hepatitis crónica la actualidad queda conferido a la transmisión verti-
o ser portadores crónicos para los miembros de la cal por madres VHC +, a posibles infecciones noso-
familia de acogida no inmunizados previamente. Un comiales excepcionales en el medio hospitalario y a
dato importante al respecto es que los datos que docu- casos esporádicos de infección, cuya fuente es difícil
mentan sobre las inmunizaciones administradas en de encontrar. El VHC es en la actualidad el responsa-
sus países de origen no suelen ser fiables. Estudios ble de prácticamente todas las hepatitis crónicas de
efectuados y comunicados en la Reunión de la Socie- origen vírico en la infancia. Los datos retrospecti-
tat Catalana de Pediatría del año 2002 demostraron vos de nuestro centro entre 2000-2007 son:
que el estudio serologico de anticuerpos de las dis- – Incidencia neonatología:
tintas vacunas no se correspondía con la fichas de - 4.500 partos anuales.
inmunizaciones recibidas. La hepatitis por VHB en - Incidencia madres ARNVHC +: 154 casos
estos momentos en nuestro medio se puede conside- (0,45%).
rar excepcional, y solo puede verse en niños emigran- - De ellas coinfección con HIV: 28 casos.
tes o adoptados de otros países, que no han sido some- - RN infectados 15 (9,7%).
tidos a la vacunación anti VHB. Su posible diagnos- - RN infectados de madres VHC: 10 casos (8%).
tico deberá ser seguido en el tiempo para asegurar- - RN infectados de madres con coinfección HIV:
nos que no evoluciona a la cronicidad. Una novedad 5 casos (18,5%).
importante ha sido los avances en el conocimiento - Ningun caso de madres con solo Ac VHC .
de las mutaciones virales del VHB. Durante la repli- - Evolución a hepatitis cronica 5 casos (33%)
cación viral son cientos de millones los genomas que a los tres años de seguimiento.
se reproducen, y muchas de ellos pueden ser varian- - En 10 casos clerance Ac VHC: media 12,5
tes virales debido a mutaciones de aminoácidos del meses (Intervalo 7-27 meses).
DNA en el gen S y en el gen P. La mayoría son des- – Genotipo viral: 13 casos (1b), 1 caso (1a), 1 caso
truidas pero algunas son viables y mantienen similar (4a).
capacidad de reproducción que el virus convencio- – Otras vías de infección:
nal, denominado “ salvaje”, conllevando sin embar- - Infecciones nosocomiales declarados 2 casos.
go un comportamiento de expresión bioquímica y de - Etiología no determinada: 1 caso.
respuesta al tratamiento diferente. La mutación que
con más frecuencia provoca esta variante es la susti- Hepatitis E (VHE)
tución de guanina por adenina en el nucleótido 1896 Se ha dado poca importancia a la investigación
lo cual impide la expresión de la secuencia precore de este virus en los casos de hepatitis aguda en los
y con ello la secreción del HBe Ag. Esta variante del países desarrollados. La prevalencia de anticuerpos
virus conocida como la mutante precore, mutante anti-HVE en donantes de sangre es de 2% en países
mediterránea o variedad “e menos” es la causante de del norte de Europa, de 3% en EE.UU., de 6,8% en
la mitad de los casos de hepatitis B crónica en el área España y del 70% en Tailandia. El periodo de incu-
mediterránea y escaparía a la vacunación administra- bación es de 6 semanas no evolucionando a la cro-
da en la actualidad. El anti-HBe es positivo, y se man- nicidad y en la mayoría de los casos al igual que la
tienen altos niveles de ADN viral. hepatitis VHA es asintomática. Sin embargo el VHE
de forma global, es una amenaza para la salud. La úni-
Virus hepatitis C (VHC) ca publicación en nuestro país a nivel pediátrico des-
Gracias a las mediadas preventivas adoptadas des- cribe una prevalencia de anticuerpos de 5,3%, Él diag-
de 1989 en los bancos de sangre, en las unidades de nostico entraña dificultad dado que el empleo siste-
diálisis, al empleo de la eritropoyetina recombinarte mático de test serológico no suele ser rutinario en
y a otras medidas sanitarias para evitar la trasmisión nuestro medio. Se ha demostrado que los cerdos y su
de enfermedades nosocomiales el riesgo de conta- carne poco cocinada pueden ser un reservorio del
Hepatopatía aguda 261
VHE, concretamente de cepas con el mismo genoti- lopatías-tóxico-sotras enfermedades hepáticas). Cin-
po que el encontrado en humanos.. co fueron debidos a VHB, uno al VHA , ninguno por
VHE y 14 no fueron catalogados precisando 4 de ellos
¿Dónde acaba el alfabeto? trasplante hepático.
La participación del HGV en los casos de hepa-
titis aguda ha sido evaluado por numerosos trabajos Virus de afectación sistémica
pero hasta el momento los casos descritos de hepati- Habitualmente un estudio bioquimico hepatico
tis aguda VHG ha sido en postransfundidos y siem- en el curso de enfermedades víricas suele evidenciar
pre según criterios bioquímicos retrospectivos. Su una transaminitis transitoria. Los virus: Epstein Barr,
mayor prevalencia en el caso de pacientes que pose- citomegalovirus, rubéola, sarampión, varicela, herpes
en también el VHB o el VHC ha hecho pensar que virus, echovirus, adenovirus, rotavirus y otros, pue-
podría tratarse de un virus defectivo, al igual que en den producir una citotoxicidad hepática. En sujetos
el caso del VHD, pero faltan argumentos convincen- inmunocompetentes no suelen plantear ningún pro-
tes. Nuestro estudio en una población pediátrica sana blema y el clínico no debe alarmarse por su hallazgo.
sin riesgos de contagio, aporto por primera vez en la Normalmente un análisis practicados al mes de la con-
literatura, unos datos de prevalencia de exposición al valescencia suelen presentar normalización de los
virus de 6% . No hemos diagnosticado, casos de hepa- valores. El virus de Epstein Barr causante de la mono-
titis aguda, hepatopatía crónica o hepatitis fulminan- nucleosis infecciosa suele ser el que más afectación
te lo cual demuestra al igual que pasa en los adultos hepatica presenta en intensidad y duración. La afec-
que la infección cursa con una clínica asintomática y tación hepatica, con o sin hepato esplenomegalia, se
con una ligera afectación bioquímica y siempre tran- presenta en el 30-60% de los pacientes según estadís-
sitoria. La presencia en la población sana de una alta ticas con aumento de las transaminasas, fosfatasas
incidencia de anticuerpos VHG nos demuestra una alcalinas (patognomónico) e incluso ictericia por
tendencia del virus a su aclaramiento. Nuestra opi- aumento de la bilirrubina. Suele solucionarse en 4
nión sobre el VHG, en el contexto de los datos dispo- semanas, no evolucionando a la cronicidad pero la
nibles, al menos en la edad pediátrica, sería que dada normalización puede prolongarse hasta 6 meses.
la alta prevalencia de dicho virus y la escasa o nula
afectación hepática, podría tratarse de un virus acci- MEDICAMENTOSA Y TÓXICA
dental o defectivo. Es posible también que se trate de El metabolismo hepático de las drogas o biotrans-
un virus linfotropo que puede persistir en sangre sin formación es básico para prevenir la alteración de la
causar daño hepático. Por el momento no recomen- función hepática. Son muchos los factores que pue-
daríamos su determinación sistemática en el scree- den actuar en las fases de activación y detoxificación
ning diagnostico de las hepatitis agudas, crónicas o hepática de las drogas. La mayor parte de las drogas
en las hepatopatias no catalogadas, a no ser que sea que ocasionan enfermedad hepatica son citotóxicas
con propósitos de investigación. Del resto de virus siendo frecuentemente el hepatocito la célula diana.
hepatotropos descritos TT virus (VTT), Virus SEN No se conece el mecanismo exacto de la muerte o lisis
(VSEN), P virus hepatitis (VHP) se dispone de exca- del hepatocito y probablemente difiere en función del
sos datos acerca de su implicación en la hepatitis agu- tipo de tóxico o fármaco, dosis y de una cierta sub-
da. Todavía entre un 20-30%, según diferentes estu- ceptibilidad genetica ligada a los HLA. También va a
dios de las hepatitis agudas y esporádicas y entre un influir en la diferente manifestación del daño hepá-
10-20% de las hepatitis crónicas y de las hepatitis pos- tico el lugar histológico afectado; hepatocitos, celu-
transfusionales quedan sin clasificar etiologicamente las de los canalículos, celulas estrelladas, epitelio duc-
tipificándose de no A-no E. En la Unidad de Cuida- tal o bien epitelio de los grandes conductos biliares.
dos Intensivos de nuestro centro hemos asistido en los También se puede acumular grasa u otras sustancias
últimos 10 años a 20 pacientes con fallo hepático agu- en el hepatocito. Normalmente unicamente se apre-
do por posible etiología vírica (descartadas metabo- cia una elevación de las transaminas pero si hay toxi-
262 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
cidad a nivel ductular aparece colestasis con ictericia, En el curso de enfermedades de otros órganos; como
prurito, y elevación importante de la fosfatasas alca- enfermedad celiaca, enfermedades reumáticas, enfer-
linas. El mayor consumo de farmacos y un mejor cono- medad inflamatoria intestinal, enfermedades autoin-
cimiento de los efectos adversos ha conllevado un munes, colagenosis, SIDA y fibrosis quística. En
aumento de las estadisticas de hepatopatia aguda. todas ellas pueden detertarse alteraciones bioquími-
Generalmente no existe sintomatología clínica y cuan- cas hepaticas que demuestran una lesión hepatica
do la hay puede ser muy vaga como; fatiga, anorexia, de distinta intensidad. Habitualmente las enferme-
nauseas, vomitos,ictericia y prurito. Sin embargo dades sistémicas ya suelen estar diagnosticadas y el
hemos de tener en cuenta la intoxicacion pueden ser hallazgo de pruebas hepáticas alteradas es una con-
motivo de fallo hepatico agudo. Es importante recor- secuencia de las complicaciones, más que un hallaz-
dar que en ocasiones puede aparecer un periodo de go inicial. Las hepatopatias agudas secundarias a
latencia de hasta tres meses entre al ingestión del fár- enfermedades sistémicas tienen una incidencia aso-
maco y aparición de los sítomas. Se ha relacionado ciada a la de la enfermedad de base en la población.
efectos adversos con las siguientes drogas: Un mención especial merece la obesidad infantil,
– Analgésicos: Acetominofeno (Paracetamol), Halo- patología emergente y responsable del llamado “
tano. sindrome metabólico” con posible daño hepático.
– Antimicrobianos: Antituberculosos (isoniacida, La obesidad infantil es el trastorno nutricional más
rifampicina, pirazinamida), Antibioticos: (amo- frecuente en los países desarrollados, habiendo sido
xicilina-clavulánico, tetraciclinas, eritromicina, declarada por la OMS como una epidemia global.
sulfamidas, minociclina), Antifúngicos (ketoco- En los niños, al igual que ocurre en los adultos, la
nazol, fluconazol). obesidad es el factor de riesgo más importante para
– Antiepilepticos y medicaciones neurológicas.: ac el desarrollo de la enfermedad hepática grasa no
valpróico, imipramina, haloperidol, pemoline. alcohólica, por lo que es probable que se convier-
– Antineoplásicos e Inmunosupresores: azatiopri- ta en la enfermedad hepática crónica infantil más
na, ciclosporina, metrotexato, 6-mercaptopurina, frecuente. En la actualidad el hígado graso no alco-
L-asparraginasa, nitroureas, arabinosido citosi- hólico (NAFLD) término que engloba la esteato-
na, otras. sis simple y la esteatohepatitis (NASH), momento
– Empleo frecuente en adolescentes: anfetaminas en el que se aprecia aumento de las transaminasas,
(consumo de éxtasis), contraceptivos orales, ác. debe ser considerado como la manifestación hepá-
retinoico (tratamiento acné). tica del síndrome metabólico, asociándose a resin-
En una reciente revisión Murray KF et al. comu- tencia a la insulina (RI), hiperinsulinemia e hiper-
nican datos de que un 20% de los fallos hepaticos agu- lipidemia. En la edad pediátrica, la mayoría de los
dos corresponeden a fámacos, siendo la causa mas pacientes cursan de forma asintomática, El primer
frecuente de morbilidad debida al acetominofeno (15% impacto resulta en una esteatosis macrovesicular,
de los fallos hepaticos agudos) seguidos de los anti- pero elcínico no suele efectuar ecografía en la obe-
tuberculosos y antiepilépticos. Toxinas naturales y sidad con escreening inicial, siendo una hipertran-
venenos como: Amanita phalloides, otras setas, fos- saminemia (NASH) el hallazgo más común. La RI
foro, hierbas medicinales, han disminuido debido a probablemente juega un papel central en la reten-
una mejora en la prevención de accidentes domésti- ción de lípidos, particularmente triglicéridos, den-
cos. tro de los hepatocitos. Los mecanismos responsa-
bles de la aparición de RI en la obesidad podrían
ENFERMEDADES SISTÉMICAS Y tener su origen en la liberación tanto de factores que
HALLAZGO DE HEPATOPATÍAS CRÓNICAS promueven la resistencia (ácidos grasos, TNFalfa y
La hepatopatía aguda puede presentarse en el resistina) como factores que la disminuyen (la adi-
curso de bacteriemias como: leptospirosis, bruce- ponectina, leptina). El segundo impacto se atribu-
llosis, fiebre tifoidea y cuadros sépticos en general. ye generalmente al estrés oxidativo, lo que provo-
Hepatopatía aguda 263
ca una peroxidación de los lípidos en la membra- medad que cursa con afectación hepática. Valorar la
na del hepatocito, la producción de citoquinas, y la obesidad, cansancio muscular, exceso ejercicio, aver-
inducción de ligandos Fas. Todo esto en conjunto sión a la fruta, antecedentes familiares. Con cierta
es, en gran parte, responsable de la progresión de frecuencia son remitidos a las unidades de hepato-
esteatosis a NASH y a cirrosis en casos extremos. logía pacientes, por haberse encontrado una trans-
Estudios recientes en familias han puesto de relie- aminitis, siendo sin embargo clasificados posterior-
ve que hay factores genéticos que pueden tener un mente de otra patología (miopatía, anemia hemolí-
papel importante a la hora de determinar la suscep- tica, pancreatitis, etc.).
tibilidad genetica a esteatohepatitis.
En ocasiones el hallazgo de una transaminitis por Clínica
parte del clínico corresponde al hallazgo de una enfer- A excepción del fallo hepático agudo suele pre-
medad hepatica que no estaba dando sintomatología sentar una clínica anodina o muy larvada. Las hepa-
clínica . En un estudio efectuado por Iorio R et al. se titis por virus específicos por lo general son asinto-
investigó a 425 niños con aumento de las transami- máticas presentando solamente una anorexia, astenia,
nasas y serología de virus hepatotropos mayores nega- febrícula. Raramente se evidencian los datos clínicos
tiva resaltando que: 259 mostraron normalización de patognomónicos de acoliacoluria e ictericia. Muchos
las transaminasas a los 6 meses sin encontrarse la cau- de los pacientes remitidos por hepatopatái aguda son
sa el resto 166 fueron diagnosticados de (obesidad, fruto del hallazgo de transaminasas elevadas en exá-
autoinmunidad hepática, enfermedad de Wilson, defi- menes rutinarios. En las virasis de afectación sistémi-
cit de alfa-1-antitripsina, intolerancia a la fructosa ca, o en las enfermedades de otros órganos, predomi-
,glucogenosis tipo IX, celiaquia, distrofia muscular y narán los síntomas propios de la enfermedad de base,
otros). En 22 pacientes (9%) con persistencia de trans- siendo el diagnóstico de la hepatopatía, debido a los
aminitis no se encontro la causa persisitiendo la hiper- datos bioquímicos alterados..
transaminemia. En todas la unidades de hepatología
tenemos similar experiencia y la causa de la hepato- Pruebas función hepática
patia que da lugar a la transaministis queda sin cata- – Marcadores de necrosis: Las lesiones fugaces
logar. El diagnostico de estos cuadros correspondería a veces sin sustrato morfológico, suelen ocasio-
a especialistas en hepatología y para evitar estudios nar un aumento pasajero de las enzimas y siem-
mal enfocados o repetitivos lo mejor es remitirlos a pre con predominio de las ALT (GPT), debido a
un centro especializado. cambios en la permeabilidad de la membrana
celular, sin que ello signifique lesión irreversi-
DIAGNÓSTICO ble, mientras que el predominio de AST (GOT)
Valoración de antecedentes traduce una destrucción mitocondrial índice de
Deberemos tener en cuenta la existencia de posi- lesión celular más profunda. La gamma-gluta-
bles casos de hepatitis A, en guarderías, institucio- mil transpeptidasa (GGT) es un enzima mitocon-
nes o intrafamiliares. El VHB se deberá sospechar drial y su síntesis puede ser fácilmente inducida
en el entorno de niños emigrantes y adoptados. Se por múltiples medicamentos o tóxicos que actú-
debera interrogar acerca de tratamientos con medi- an sobre el sistema biotransformador del híga-
camentos hepatotóxicos o de alguna eventual infec- do. El nivel total de transaminasas carece de
ción vírica en el momento de la extracción de san- importancia pronostica ya que pacientes con nive-
gre. Entre los más habituales tenemos, tratamiento les muy altos pueden evolucionar bien en un cor-
del acné (tetraciclinas, ácido retinóico), de la tbc to espacio de tiempo, mientras que otros niveles
(rifampicina, isoniacida), de encefalópatas y epilep- menores pueden tener una evolución tórpida. Su
sias (anticonvulsivos), de tratamiento con antidepre- descenso unido a un aumento de las cifras de bili-
sivos y de esteroides anticonceptivos. Sospecha de rrubina y alargamiento del tiempo de protrom-
ingesta de toxinas o la existencia de alguna enfer- bina son signos de mal pronostico. En general
264 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
los valores de transaminasas no nos ofrecen infor- bas de imagen tienen un papel limitado en el diag-
mación sobre diagnosticos específicos, si bien nóstico de NAFLD, debido a la variabilidad de
hemos de considerar que un aumento importan- la sensibilidad de las técnicas siendo la más usa-
te suele corresponder a etiología vírica o intoxi- da la ecografía simple. Para distinguir con segu-
cación por toxinas o fármacos. Determinadas cir- ridad entre esteatosis simple y la NASH se hace
custancias pueden modificar el valor de estas necesaria la realización de biopsia hepática.
enzimas sin existir daño hepático (variación hora-
ria, variación entre días, IMC, hemólisis, ejerci- Pruebas encaminadas al diagnostico etiológico
cio, traumas musculares, macroenzimas). Algu- – Para el VHA anticuerpos anti VHA de tipo IgM
nos autores aconsejan en sujetos asintomáticos (de tipo IgG en convalecientes). Ante la sospe-
con hallazgo de transaminasas de < 2 veces lo cha de VHB: HBs Ag, HBe Ag, y anti HBc Ag.
normal, sin ningún tipo de antecedentes, repe- En la fase de convalecencia se evidenciara una
tir el estudio antes de iniciar pruebas más com- negativización del HBs Ag y del HBe Ag, con
plejas ya que en muchas ocasiones se normali- una positivización del anti HBs Ag. El VHD
zan, dado que corresponden a inflamaciones solo se sospechara en los pacientes afectos de
secundarias a virus sistémicos pasajeros (ver refe- VHB crónica que sufran una reactivación clí-
rencia anterior de Iorio R et al.). La lácticodehi- nica, evidenciándose el marcador anti VHD de
drógenoasa (LDH) está aumentada en tejidos tipo IgM positivo. Los marcadores del VHC
extrahepáticos por lo que no es especifica de daño serán los anticuerpos anti VHC (RIBA 3ª gene-
hepático. Solo la fracción 5 es hepatoespecífica. ración) y la determinación del RNA por PCR.
La gamma-glutamil transpepsidasa (GGT) se El VHE puede ser evidenciado por la presencia
encuentra en el hepatocito y en el epitelio del de anti VHE de tipo IgM. El virus VHG por la
ducto biliar, por lo que es una enzima de citoli- determinación de RNA viral por PCR y los
sis y de obstrucción al flujo biliar. antiE2 por Elisa.
– Marcadores de colestasis: se produce un aumen- – Virus sistémicos con afectación hepática. Los más
to de las fosfatasas-alcalinas, de la bilirrubina, habituales son CMV y virus de Epstein Barr. Él
del colesterol, de la GGT y de la 5-nucleotida- diagnostico de CMV se efectúa mediante la deter-
sa. El aumento de la fosfatasa alcalina (FA) se minación del virus en sangre y orina, la serocon-
debe a un incremento de síntesis por el estímulo versión de las IgG, la determinación viral en sue-
de los ácidos biliares que se elevan en la colesta- ro por PCR y la determinación del antígeno en
sis. Se sintetiza en la superficie de la membrana los granulocitos. Los marcadores del virus de
de los canalículos biliares. Se encuentra también E. Barr son los anticuerpos heterófilos (test de
en el hueso, riñón e intestino, por ello si no va Paul-Bunnell), la determinación del antígeno
acompañada de aumento de bilirrubina y /o GGT nuclear del genoma viral, la presencia de linfo-
no debemos sospechar lesión hepática. citos atípicos en sangre periférica y anticuerpos
– Marcadores de la capacidad de síntesis del hepa- de tipo IgM.
tocito: en las hepatopatias agudas no complica- – Diagnóstico de medicamentos y toxinas. Él diag-
das no suele existir compromiso de la síntesis nostico se efectuara mediante la monitorización
hepática. Entre los marcadores se encontraría un de los niveles de medicamento en plasma o la
déficit en la síntesis de albúmina, de colinestera- investigación de la toxina o sustancia sospecho-
sa sérica, y un alargamiento del tiempo de pro- sa.
trobina. – Enfermedades sistémicas. Habitualmente las
– Otras exploraciones como: pruebas radiológicas, enfermedades sistémicas ya suelen estar diagnos-
ecografías, gammagráficas o estudio anatomopa- ticadas y el hallazgo de pruebas hepáticas altera-
tológico tras biopsia no suelen ser necesarias en das es una consecuencia de las complicaciones,
las hepatopatías agudas no complicadas. Las prue- más que un hallazgo inicial.
Hepatopatía aguda 265
– Una vez descartadas las causas víricas y tóxicas, . Tipo 1: ANA, AML.
habrá que pensar en otras etiologías menos fre- . Tipo 2: anti-LKM.
cuentes. En el próximo esquema, revisamos estas • Enfermedad de Wilson:
posibles causas, haciendo hincapié en otros datos - Datos sospecha:
clínicos o biológicos de relevancia (Fig. 4). . Ceruloplasmina baja (< 20 mg%).
– En este estadio, las causas que habrá que descar- . Cobre en orina descendido (< 50 µg%).
tar se exponen a continuación, haciendo resalte - Datos confirmatorios:
en los datos analíticos complementarios necesa- . Cobre en tejido hepático elevado (> 250
rios para su correcto diagnóstico: µg/. tejido seco hepático.)
• Hepatitis autoinmune: • Enfermedad celíaca:
- Proteinograma patológico con hipergamma- - Datos de sospecha:
globulinemia. . IgA sérica descendida.
- Autoanticuerpos (ANA, antimúsculo liso . Positividad de anticuerpos antitransglutami-
AML, anti KLM): nasa y/o antiendomisio, de clases IgAe IgG.
Transaminasas: Valoración y significación clínica 271
ALT elevada
BIOPSIA HEPÁTICA
FIGURA 2.
1. Paracetamol
Medicamentos hepatotóxicos
2. Ácido aminosalicílico
3. Antiinflamatorios no esteroideos
Retirada 4. Isoniazida
5. Sulfamidas
6. Metildopa
Sí No 7. Ketoconazol
8. Verapamilo
Normalización Valorar riesgos/beneficios 9. __________
analítica (3 veces el valor normal)
FIGURA 3.
272 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
No Sí
FIGURA 4.
+ Neg
Reevaluar según
diagnóstico histológico
FIGURA 5.
Historia clínica
Exploración
Analítica
Ecografía abdominal
FIGURA 6.
Origen no hepático
Tóxicos No Error de laboratorio
Persiste elevación
2 meses
Investigar VHB y VHC
Hepatitis vírica Ecografía abdominal, TAC, RNM
Alt. vías biliares
Tumores
Persiste elevación sin diagnóstico definitivo No Proceso diagnóstico
resuelto
2 meses
Repetir serología VHB y VHC
Analítica de 2º nivel
Enf. Wilson
Déficit α1 antitripsina 2 meses
CBP
Celiaquía Persiste elevación sin diagnóstico definitivo No Proceso diagnóstico
Hemosiderosis resuelto
BIOPSIA HEPÁTICA
FIGURA 7. Resumen.
7. Sanjurjo P. Enfermedades Congénitas del Metabolis- 9. Sort i Jané P. Protocolo diagnóstico ante elevación cró-
mo: Bases diagnósticas para el Pediatra, 2003. nica de transaminasas. Medicine (Madrid) 1996; 379-
8. Sojo Aguirre A. Alteración de las transaminasas y estu- 381.
dio de la función hepática: enfoque diagnóstico. XVI 10. Vajro P . Approach to the asymptomatic child with pro-
Curso de formación Continuada. Sección Pediatría tacted hypertransaminemia. Essential Pediatr Gastroen-
Extrahospitalaria de Bizkaia. Bilbao, 2002. terol Hepatol Nutr. 2005; 335-344.
NUTRICIÓN
Lactancia materna
1 María José Lozano de la Torre
Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Universidad de Cantabria. Santander.
Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría
La evidencia científica avala la superioridad de grasos libres, las vitaminas y demás componentes lipo-
la leche materna para la alimentación del recién naci- solubles. La grasa de la LH se encuentra en forma de
do y del lactante durante los primeros seis meses de glóbulos envueltos por una membrana fosfolipopro-
vida. Después de esta edad, deben recibir alimentos teica originada en la célula alveolar. Este hecho con-
complementarios al tiempo que continúan con leche tribuye a: 1) Minimizar las interacciones indeseables
materna hasta los 2 o más años. que podrían ocurrir entre los componentes de la leche
como, por ejemplo, la saponificación. 2) Maximizar
COMPOSICION: los procesos de digestión y absorción de los nutrien-
La leche humana (LH) no es una simple colec- tes. 3) Permitir la coexistencia de grasa y lipasa. Los
ción de nutrientes sino un producto vivo de gran com- lípidos constituyen la principal fuente de energía de
plejidad biológica, activamente protectora e inmuno- la leche y su aprovechamiento es posible gracias al
moduladora que estimula el desarrollo adecuado del suplemento extra de lipasa que el lactante recibe a tra-
lactante. La LH es un sistema que se estructura en tres vés de la LH.
fases: emulsión-glóbulos de grasa, suspensión-mice- Colesterol: la fracción emulsión es rica en coles-
las de caseína y solución-constituyentes hidrosolu- terol. Su presencia en la leche sugiere que la exposi-
bles. Las principales variaciones en la composición ción precoz al colesterol desempeña un papel impor-
de la leche humana afectan a una u otra de estas frac- tante en el correcto desarrollo de los mecanismos del
ciones o fases. De hecho, el aumento del contenido metabolismo de este lípido en la edad adulta.
energético de la leche al final de la toma, correcta- Antioxidantes: la LH es rica es ácidos grasos
mente atribuido al incremento de la concentración de insaturados, particularmente en poliinsaturados de
lípidos, es la consecuencia del predominio de la frac- cadena larga (LCP) fundamentales para el desarro-
ción emulsión en la fase del vaciamiento de la mama. llo del sistema nervioso central y la retina. Estos
Sin embargo, al inicio de la toma, el lactante recibe nutrientes al ser químicamente inestables se oxidan
una leche compuesta fundamentalmente por compo- fácilmente perdiendo su función biológica. Los antio-
nentes hidrosolubles, que van siendo progresivamen- xidantes de la LH confieren estabilidad a estos com-
te sustituidos por los constituyentes hidrosolubles y puestos protegiéndoles de los daños oxidativos des-
estos, a su vez, acaban por ceder el paso a los compo- de la síntesis hasta su absorción.
nentes liposolubles de la fracción emulsión. De esta Factores de protección: en la fracción emulsión
forma, a lo largo de una toma completa, el lactante se encuentran dos importantes agentes de defensa: los
recibe un producto dinámico, variable, con caracte- ácidos grasos de cadena corta y los ésteres, ambos con
rísticas distintas y ajustadas al momento específico una importante actividad bactericida, destacando el
en que se encuentra. factor antiestafilocócico de los ésteres.
dad del calcio y fósforo. Su primordial y exclusiva Minerales: Su concentración es suficiente para
función parece ser nutricional, proporcionando las cubrir las necesidades del lactante. Además, su alta
necesidades de crecimiento estructural celular del lac- biodisponibilidad conlleva a un aprovechamiento
tante. máximo de su contenido, como ocurre con el hierro
cuya fracción de absorción es del 70%.
Composición de la fracción solución
Está constituida por las sustancias hidrosolubles RIESGO DE LA ALIMENTACIÓN CON
como carbohidratos, proteínas, enzimas, hormonas y SUCEDÁNEOS
algunas vitaminas y minerales. Es lo que se consi- La leche humana y la lactancia materna exclu-
dera el suero de la leche. siva deben considerarse la referencia o “patrón de oro”
Agua: es el principal componente de esta frac- de la alimentación del lactante y del niño pequeño y
ción y cubre las necesidades del lactante si es ama- las otras formas de alimentación deben demostrar
mantado exclusivamente y a demanda. Debido al equi- ausencia de efectos perjudiciales sobre la salud del
librio osmolar que se establece entre leche y sangre lactante y de su madre a corto, medio y largo plazo
es imposible la sobrecarga renal de solutos en lactan- y resultados similares en cuanto a desarrollo pondo-
tes exclusivamente amamantados. estatural, psicomotor o psicosocial. Por ello, no debe-
Proteínas del suero: son especialmente impor- ría ser necesario resaltar los beneficios del amaman-
tantes por su actividad biológica: inmunoglobulinas, tamiento, sino tener siempre presente los riesgos que
enzimas, algunas hormonas, factores de crecimiento conlleva la alimentación con sucedáneos de leche
y componentes antiinflamatorios. materna. El lactante no amamantado deja de obtener
Factores protectores: la fracción solución con- numerosos beneficios existiendo evidencia suficien-
tiene la mayoría de los factores de protección presen- te para afirmar que estos lactantes están expuestos a
tes en la leche. Los principales son las inmunoglobu- un mayor riesgo de morbimortalidad y generan un
linas (IgA, IgG, IgM, IgD e IgE), la lactoferrina, el importante coste económico y social.
interferón, los factores del complemento C3 y C4,
la lisozima, el factor bífidus, el factor anticólera, el Riesgos y perjuicios de la alimentación con
factor antidengue y la lactoperoxidasa. La eficacia sucedáneos para el lactante
protectora de estos componentes guarda una relación A corto plazo
directa con la frecuencia y duración del amamanta- Existe una peor adaptación gastrointestinal: La
miento. alimentación con sucedáneos provoca un tránsito
Carbohidratos: se presentan libres o combina- intestinal más lento, 3 horas para el vaciado gástri-
dos con aminoácidos y proteínas en una concentra- co frente a 1 hora en los niños amamantados junto
ción aproximada del 7%. El 15% está compuesto por con una eliminación de meconio más lenta. La ausen-
oligosacáridos, glucopéptidos, glucosa y galactosa y, cia de hormonas en los sucedáneos (insulina, hor-
el resto, es lactosa que constituye el carbohidrato pre- mona de crecimiento...) retrasa la maduración del
dominante. Proporciona el 40% de la energía, apor- epitelio intestinal y el cierre de las uniones interce-
ta glucosa como fuente de energía y galactosa nece- lulares favoreciendo el paso de antígenos y bacte-
saria para la síntesis de galactopéptidos (fundamen- rias a la circulación sistémica los primeros días de
tales para el desarrollo del sistema nervioso central). vida, lo que condiciona que los lactantes alimenta-
La lactosa sirve de sustrato a la flora intestinal que dos con sucedáneos sean más susceptibles a las into-
produce importantes cantidades de ácido láctico redu- lerancias alimenticias, principalmente a la leche de
ciendo el pH intestinal. Entre los oligosacáridos nitro- vaca, al cólico del lactante, al estreñimiento, al reflu-
genados de la LH cabe destacar el factor bífidus, nece- jo gastroesofágico y a la hernia inguinal. Así mismo
sario para el crecimiento de la flora bífida o bifidóge- hay un aumento en la incidencia y duración de pro-
na que constituye la flora predominante de los niños cesos infecciosos ya que el lactante alimentado con
lactados al pecho. sucedáneos no dispone de factores que estimulen su
Lactancia materna 281
inmunidad y que ejerzan un efecto barrera frente a Peor desarrollo neurológico: Durante la etapa
agentes infecciosos o potencialmente nocivos. Por postnatal de desarrollo cerebral en el lactante no ama-
ello padecen con mayor frecuencia infecciones gas- mantado se observa menor cantidad de ácido siálico
trointestinales por Rotavirus, Giardia Lamblia, Shi- y ácido docosahexaenoico en la sustancia gris y en la
gella, Campylobacter y E. Coli enterotoxigénica. Las sustancia blanca cerebelosa, menor maduración al año
infecciones respiratorias de vías bajas por virus sin- de vida y retraso en la adquisición de los valores adul-
citial respiratorio, haemophilus influenzae y neumo- tos de conducción nerviosa central y periférica. En
coco son hasta un 60% más elevadas. Las infeccio- los prematuros se observa peor desarrollo psicomo-
nes de orina, la otitis media aguda y la sepsis y tor, neurovisual y de la maduración del tronco cere-
meningitis también son más frecuentes en niños y bral. Recientemente Kramer y cols publicaron los
niñas no amamantados incluso meses después de resultados de un estudio controlado y aleatorizado,
finalizar el periodo de lactancia. Entre los prematu- basado en el seguimiento a lo largo de seis años y
ros se observa mayor incidencia de enterocolitis medio de 13.889 niños nacidos en 31 centros mater-
necrotizante y de sepsis neonatal tardía. noinfantiles de Bielorrusia en el que se demostró que
Paricio y cols, en un estudio de cohortes que inclu- los niños de la muestra cuyas madres participaron en
yó a más de 1.000 niños valencianos, demostraron un programa de fomento de la lactancia materna exclu-
que el riesgo de hospitalización por procesos infec- siva obtuvieron registros 7,5 puntos superiores en test
ciosos en el primer año de vida, es 5 veces mayor entre de inteligencia verbal respecto al grupo control. La
los lactantes no amamantados y 2,5 veces mayor entre ventaja fue de 2,9 puntos en inteligencia no verbal y
los que fueron amamantados menos de 4 meses, fren- de 5,9 en desarrollo cognitivo.
te a los amamantados durante 4 o más meses. Por cada Obesidad: metaanálisis recientes demuestran que
mes de no lactancia el riesgo de hospitalización se los lactantes no amamantados presentan un incremen-
multiplicó por 1,5. El amamantamiento durante más to del 20% en el riesgo de sobrepeso y un 25% en el
de 4 meses hubiera prevenido el 56% de los ingresos de obesidad cuando se comparan con los amamanta-
que tuvieron como causa una infección no perinatal. dos, con relación dosis respuesta que apoya la asocia-
El síndrome de muerte súbita del lactante ocurre ción causal. Si se compara con el grupo que han sido
con mayor incidencia global en los lactantes no ama- amamantados al menos 6 meses, el riesgo de sobre-
mantados con clara relación dosis respuesta: a menor peso se eleva al 35% y el de obesidad al 43%.
tiempo de amamantamiento mayor riesgo de muerte Cáncer: el metaanálisis realizado sobre todos los
súbita. Así mismo, en EEUU se constató que el ries- estudios publicados entre 1966 y 2004 sugiere un
go relativo de mortalidad postneonatal entre los lac- incremento en el riesgo de cáncer infantil en los lac-
tantes no amamantados fue 1,3 veces mayor cuando tantes no amamantados: 9% para leucemia linfoblás-
se comparó con la mortalidad de los amamantados; el tica aguda, 24% para linfoma de Hodgkin, y 41% para
efecto protector aumentó con el tiempo de amaman- neuroblastoma.
tamiento. Enfermedades autoinmunes: en los no amaman-
tados hay mayor riesgo de enfermedad inflamatoria
A medio y largo plazo intestinal y se incrementa el riesgo de enfermedad
Dificultades digestivas o de alimentación: el sabor celíaca.
del sucedáneo no se modifica; sin embargo la leche En familias susceptibles, la introducción tempra-
de madre traslada los aromas y sabores de la dieta na de leche de vaca y/o la ausencia de amamantamien-
materna al lactante amamantado. Por ello la adminis- to aumenta el riesgo de desarrollar diabetes mellitus
tración de sucedáneos puede dificultar la adaptación tipo I y II. El riesgo es mayor cuanto menor es el tiem-
a la alimentación complementaria. po de lactancia o más temprana la exposición a las
Además se ha descrito un aumento de riesgo de proteínas de leche de vaca. Hay también aumento
maloclusión y mordida abierta en los lactantes ali- de riesgo de artritis reumatoide juvenil y de enferme-
mentados con biberones. dad tiroidea autoinmune.
282 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
Enfermedades alérgicas: en un estudio de cohor- de las mujeres amamantaran a sus hijos. También se
te en Suecia se comparó la evolución de los lactantes ha descrito un riesgo más elevado de cáncer epitelial
amamantados al menos cuatro meses frente a los no de ovario en relación al tiempo total de amamanta-
amamantados y se encontró que estos últimos tenían miento, así como de cáncer endometrial.
mayor incidencia de asma, dermatitis atópica, rinitis
alérgica, alergia a alimentos, síntomas respiratorios Impacto social y ambiental de la alimentación
tras exposición a pólenes o pelo de animales y enfer- con sucedáneos
medad alérgica con manifestaciones múltiples. Diferentes estudios con perspectivas distintas y
Peor vínculo afectivo y mayor riesgo de maltra- utilizando diferentes supuestos, concluyen que es más
to infantil: el contacto estrecho con la madre duran- barato amamantar que alimentar con sucedáneos.
te el amamantamiento, con máximo contacto físico e Además el exceso de enfermedad que produce el no
intercambio de olores y sonidos, el aporte de triptó- amamantamiento aumenta el gasto sanitario. En Espa-
fano en la leche humana y la secreción de oxitocina ña el coste medio de la fórmula es hasta un 20% más
en la sangre materna, favorecen sentimientos de bien- caro que en Europa y los lactantes españoles consu-
estar, reducen el estrés y ayudan a establecer un estre- men más fórmula que los europeos. En 1998, los ingre-
cho vínculo afectivo entre madre e hijo. En el estudio sos por venta de fórmulas para lactantes superaron los
de factores de riesgo para el maltrato infantil se iden- 20 billones de pesetas sin incluir el gasto en bibero-
tificó que el no haber sido amamantado incrementa- nes, tetinas y otros. En 1998, en Estados Unidos se
ba el riesgo en mayor proporción que el ser hijo o hija estimó un gasto económico de 3.600 millones de dóla-
de madre joven, pobre o bebedora. res tan sólo en los costes generados por el exceso de
morbilidad por otitis media, gastroenteritis y entero-
Riesgos y perjuicios de la alimentación con colitis necrotizante. Este gasto se habría evitado si las
sucedáneos para la madre que no amamanta tasas de lactancia materna hubieran sido de un 75%
A corto plazo al alta hospitalaria y del 50% a los 6 meses. El coste
La madre que no amamanta está expuesta a un por gastos médicos y el del tiempo dedicado por
mayor riesgo de hemorragia postparto, peor involu- ambos padres cuando el niño está enfermo se calcu-
ción uterina y pérdidas menstruales en los meses la en 500 millones de dólares por año. Otros autores
siguientes al parto que dificultan la recuperación de calculan que las madres dedican 500 horas al año a
los depósitos de hierro y aumentan el riesgo de ane- lavar y esterilizar biberones. La producción de suce-
mia. Así mismo existe una peor recuperación del peso dáneos derivados de la leche de vaca contribuye de
preconcepcional, habiéndose demostrado una asocia- forma no despreciable a la contaminación medioam-
ción entre amamantamiento y pérdida de peso postna- biental: plásticos, papel, latas, agua y consumo de
tal de hasta medio kilo por mes de lactancia materna. energía para limpiar utensilios.
dos con sucedáneos. Dewey y cols en el estudio DAR- senta una serie de características innovadoras con res-
LING compararon datos relativos al crecimiento en pecto a los patrones de crecimiento existentes: 1) esta-
niños alimentados exclusivamente con leche mater- blece la lactancia materna como la “norma” biológica
na o fórmulas infantiles y observaron que el creci- y al lactante alimentado al pecho como patrón de refe-
miento longitudinal y el perímetro craneal no presen- rencia para determinar el crecimiento saludable, lo que
tan diferencias significativas entre los dos grupos pero asegura la coherencia entre los instrumentos utilizados
sin embargo, el aumento de peso en los lactantes ama- para evaluar el crecimiento y las directrices sobre ali-
mantados fue más lento aproximadamente a partir de mentación infantil que recomiendan la lactancia mater-
la edad de 3 meses. Estudios realizados en otros paí- na exclusiva durante 6 meses y posteriormente con ali-
ses como en Bielorrusia (estudio PROBIT) y en EEUU mentos complementarios hasta la edad de 2 o más años;
y Canadá (estudio de la OMS) documentan que el cre- 2) describe el crecimiento infantil “idóneo” y confir-
cimiento de los lactantes sanos amamantados difiere ma que todos los niños del mundo si reciben una aten-
significativamente de los alimentados artificialmen- ción óptima desde el nacimiento tienen el mismo poten-
te, deduciéndose una discrepancia entre los benefi- cial de desarrollo, y demuestra que hasta la edad de cin-
cios evidentes de la leche materna y el aparente retra- co años las diferencias en el crecimiento dependen más
so de crecimiento. Las desviaciones del crecimiento de la nutrición y de la atención sanitaria que de facto-
en el grupo de niños amamantados inducen al per- res genéticos o étnicos; 3) proporciona un conjunto de
sonal sanitario a tomar decisiones erróneas recomen- indicadores de crecimiento tales como peso para la
dando la introducción de suplementos innecesarios e edad, talla para la edad y peso para la talla, y por pri-
incluso la suspensión de la lactancia materna con efec- mera vez se dispone de un índice de masa corporal nor-
tos negativos para la salud del lactante. malizado para los niños hasta la edad de cinco años, lo
que resulta particularmente útil para la vigilancia de la
Patrón de crecimiento de la OMS creciente epidemia de obesidad infantil. Permite, ade-
En 1994 la OMS, tras reconocer las deficiencias más, el desarrollo de patrones de velocidad de creci-
de los patrones de crecimiento vigentes, creó un gru- miento lo que facilita la identificación temprana y la
po de trabajo con el objetivo de elaborar un estándar prevención de la subnutrición, el sobrepeso y la obesi-
más que una referencia superando métodos antiguos dad. La OMS ha conseguido desarrollar un instrumen-
que describen cómo crecen los niños en una región to que nunca antes había estado a disposición de los
y momento determinados, para alcanzar el objetivo pediatras, a saber, un gold standard internacional en el
deseable de describir como deben crecer todos los que la población de referencia son niños sanos bien
niños cuando se siguen prácticas saludables como ali- nutridos, con acceso a cuidados sanitarios, proceden-
mentación con leche materna, adecuada atención de tes de madres no fumadoras y alimentados con LM por
salud y ausencia de tabaquismo (ni antes ni después lo que el nuevo patrón debería recomendarse para valo-
del parto). rar el crecimiento de todos los niños del mundo inde-
El estudio multicéntrico de la OMS combinó un pendientemente del tipo de alimentación.
seguimiento longitudinal desde el nacimiento hasta los
24 meses y un estudio transversal en niños entre 18 y Valoración del crecimiento de los lactantes
71 meses de edad y recogió datos de crecimiento de Para una correcta evaluación del crecimiento es
8.440 niños de muy distintos orígenes étnicos y entor- necesario conocer los patrones normales de crecimien-
nos culturales (Brasil, Estados Unidos de América, Gha- to de los niños amamantados y sus márgenes de varia-
na, India, Noruega y Omán), lo que ha permitido la ela- bilidad a fin de detectar precoz y adecuadamente una
boración de un patrón verdaderamente internacional, alteración del crecimiento consecuencia de alguna
en contraposición a la mayoría de los patrones que están enfermedad o de una mala alimentación y evitar actua-
basados en niños de un solo país. El nuevo patrón de ciones incorrectas. A menudo, una ganancia de peso
crecimiento infantil de la OMS difundido en abril de por debajo de lo esperado se traduce en la introduc-
2006, disponible en www.who.int/childgrowth/en/ pre- ción precoz de leche artificial u otro tipo de alimen-
284 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
TABLA I. Ganancia de peso durante el primer Tampoco deben lactar a sus hijos las madres que
año de vida. estén infectadas por el virus de la leucemia humana
de células T (HTLV tipo 1 ó 2) ya que se ha demos-
0-6 semanas 20 gramos/día trado, como con el VIH, su transmisión a través de la
< 4 meses 113-227 gramos/semana LM. Otras situaciones relacionadas con enfermeda-
4-6 meses 85-142 gramos/semana des maternas o del lactante requieren de una valo-
6-12 meses 42-85 gramos /semana ración individualizada. A este respecto debemos
señalar que la LM no está contraindicada en los hijos
de madres con hepatitis A, B o C. En las hepatitis A
y B se debe indicar la profilaxis adecuada para evitar
tos, sin tener en cuenta otros signos que ayuden a eva- la transmisión de la infección.
luar la situación del lactante y a continuar con la lac-
tancia materna. El objetivo es identificar precozmen- FÁRMACOS Y LACTANCIA MATERNA
te los problemas e intervenir para mejorar la salud del Por una política probablemente proteccionista y
niño, lo cual debería traducirse en mayores tasas de más relacionada con intereses legales que sanitarios,
niños amamantados. Debemos conocer, así mismo, casi todos medicaciones incluyen en su prospecto o en
que los percentiles son medidas estadísticas y que, por el vademecum contraindicaciones en relación con la
definición, la mitad de los niños están por debajo de madre lactante. Sin embargo la realidad es bien dife-
la media. El objetivo no es estar en la media ni estar rente y pocos medicamentos son incompatibles con el
siempre en el mismo percentil. De hecho no es infre- amamantamiento. Además de los antineoplásicos y las
cuente que un niño “cambie” de percentil en una o drogas de abuso social solo cuatro medicamentos están
más ocasiones a lo largo de su crecimiento sin que absolutamente contraindicados: la fenindiona, amio-
esto signifique enfermedad o alimentación insuficien- darona, derivados del ergot y yoduros. Cuando una
te. Se debe valorar un periodo de tiempo y no el peso madre lactante debe recibir medicación y se planteen
concreto en un momento determinado (Tabla I). Ade- dudas acerca de la suspensión de la lactancia, aconse-
más, para un adecuado control del lactante amaman- jamos visitar la página web sobre medicación y lac-
tado, el peso para la edad es demasiado inespecífico tancia que mantiene actualizada el Servicio de Pedia-
y conduce a que un mayor número de niños sean cata- tría del Hospital de Denia: www.e-lactancia.org.
logados de fallo de medro. Es preferible utilizar peso
para la talla e índice de masa corporal junto a una bue- RECOMENDACIONES PARA LA
na evaluación clínica antes de aconsejar un cambio PROMOCIÓN DE LA LACTANCIA
de alimentación como administración de suplemen- MATERNA
tos o interrupción de la lactancia. La alimentación al pecho materno es, frente a
otras alternativas, la que ofrece al lactante un óptimo
CONTRAINDICACIONES DE LA inicio en la vida, el desarrollo psicofísico más ade-
LACTANCIA MATERNA cuado y la mejor protección frente a problemas de
En numerosas ocasiones la lactancia materna se salud suyos y maternos. Esta afirmación tiene una
interrumpe por motivos no justificados. En la prác- base científica más robusta, una calidad de evidencia
tica son muy pocas las situaciones que la contrain- mayor y una fuerza de recomendación más elevada
dican. Entre estas se incluyen niños con galactose- que muchos tratamientos de uso regular. Sin embar-
mia, malabsorción congénita de glucosa-galactosa y go, en todo el mundo persisten bajas tasas de inicio
la deficiencia primaria de lactasa. La infección mater- de la lactancia materna y la duración media es corta
na por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) por abandonos precoces, constituyendo todo ello oca-
constituye una contraindicación para la lactancia en siones perdidas de protección de la salud con con-
países desarrollados en los que se dispone de medios secuencias adversas importantes para mujeres y lac-
adecuados para la alimentación con sucedáneos. tantes y de protección social para la comunidad y
Lactancia materna 285
el entorno. Así, nos encontramos ante un importante da de ictericia o deshidratación, problemas con el
problema de salud pública que exige la puesta en mar- pecho (congestión mamaria, grietas); número de mic-
cha de medidas de promoción y apoyo, prioritarias ciones y características, número de deposiciones y
y urgentes pero que carece del respaldo suficiente características (Tabla II). Las primeras semanas es
de las autoridades y de los profesionales de la salud. un periodo crítico en la que aparecen problemas que
Es necesario mejorar la formación teórica y prác- pueden ocasionar el abandono de la lactancia o la intro-
tica del personal de salud con programas de forma- ducción de sucedáneos. Grietas, pezones doloridos,
ción continuada dirigidos a educar sobre técnicas de sensación de hipogalactia, síntomas de ansiedad mater-
lactancia adecuadas, proceso de producción de leche, na o depresión posparto deben ser detectados y corre-
información sobre el control ponderal de los lactan- gidos adecuadamente, mientras se refuerza la confian-
tes alimentados a pecho y apoyo y seguimiento ade- za de la madre y su familia en la lactancia.
cuado de la madre lactante. La formación es primor- El personal de salud debe ser consciente de la
dial en el personal situado en las áreas de maternidad importancia de la LM y de que suprimir una lactan-
y cuidados infantiles ya que se ha demostrado la efec- cia de modo injustificado expone al lactante y a su
tividad de la formación de estos profesionales en el madre a riesgos para su salud presente y futura, y pri-
mantenimiento y duración de la lactancia. va a la sociedad de beneficios de todo tipo, incluso
Para una correcta instauración de la lactancia económicos.
materna y prevención de problemas es necesario que
las maternidades adopten la Iniciativa para la Huma- BIBLIOGRAFÍA
nización de la Asistencia al Nacimiento y la Lac- 1. Almeida JAG. La leche humana: un híbrido biológico-
tancia. Inmediatamente después del nacimiento es social. En: Manual de Lactancia Materna. De la teoría
importante promover el contacto precoz y directo piel a la práctica. Asociación Española de Pediatría. Edito-
con piel para establecer el vínculo y favorecer la lac- rial Médica Panamericana; 2008. p. 69-74.
tancia. Debe favorecerse la lactancia a demanda, y 2. American Academy of Pediatrics. Section on Breastfe-
abandonar rutinas erróneas como la administración eding. Breastfeeding and the use of human milk. Pedia-
trics 2005; 115: 496-506
de sucedáneos, salvo que exista estricta indicación
médica. Se realizará una evaluación formal de la LM 3. De Onis M, Garza C, Onyango AW, Martorell RGE.
WHO Multicentre Growth Reference Study Group.
todos los días que dure la estancia del recién nacido Acta Paediatr 2006; Suppl 450: 1-104.
(RN) en el hospital, incluyendo la observación de la
4. Dewey KG, Heineg MJ, Nommsen LA, Peerson JM,
postura y del agarre al pecho. Después del alta, todos and Lonnerdal B. Growth of Breastfed and formula fed
los RN amamantados deben ser vistos por un pedia- infants from 0-18 months: the DARLING study. Pedia-
tra o por una enfermera experta en los dos o cuatro trics 1992; 89: 103
días siguientes. Esta visita debe comprender: peso, 5. Hernández Aguilar MT, Aguayo Maldonado J. La lac-
exploración física especialmente dirigida a la búsque- tancia materna. Cómo promover y apoyar la lactancia
286 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
materna en la práctica pediátrica. Recomendaciones 8. Kramer MS, Aboud F, Mironova E, Vanilovich I, Platt
del Comité de Lactancia Materna de la AEP. An Pediatr RW, Matush L et al. Breastfeeding and Child Cogni-
(Barc) 2005; 63: 340-356. tive Development. New Evidence From a Large Ran-
6. Hernández Aguilar MT, Aguayo Maldonado J, Gómez domized Trial. Arch Gen Psychiatry 2008; 65: 578-
Papí A. Toma de decisiones informadas sobre la ali- 584.
mentación del lactante. En: Manual de Lactancia Mater- 9. Lozano de la Torre MJ, Hernández Aguilar MT. El
na. De la teoría a la práctica. Asociación Española de pediatra y la lactancia materna. Promoción y apoyo.
Pediatría. Editorial Médica Panamericana; 2008. p. 41- Monografías Anales Pediatría Continuada 2008; 3: 21-
47. 29.
7. Kramer MS, Guo T, Platt RW, Shapiro S, Collet JP, 10. Paricio Talayero JM, Lizán García M, Otro Puime A,
Chalmers B, Hodnett E, Sevkovskaya Z, Dzikovich I, Benlloch Muncharaz MJ, Beseler Soto B, Sánchez Palo-
Vanilovich I and the PROBIT Study Group. Breastfe- mares M et al. Full breastfeeding and hospitalization
eding and infant growth: biology or bias? Pediatrics as a result of infections in the first year of life. Pedia-
2002; 110: 343-347. trics 2006; 118: e92-e99.
Alimentación del lactante sano
2 Aurora Lázaro Almarza1, Benjamín Martín Martínez2
1Hospital Clínico de Zaragoza. 2Hospital de Tarrasa.
enteras. La secreción del factor intrínseco es la mitad antidiurética. Es muy importante tener en cuenta que
que la del adulto hasta los 3 meses pero el lactante el lactante no dispone de ningún sistema de excreción
pequeño es capaz de absorber la vitamina B12 por un de sodio, y éste se controla variando la reabsorción
mecanismo distinto a este. Al mes de edad el volu- tubular del sodio filtrado. La ingesta moderada de
men de secreción pancreática es normal. La actividad sodio el lactante la tolera bien, pero eliminar un exce-
aamilasa es nula al nacimiento y va aumentado hasta so de sodio, puede acarrearle un grave problema del
los 3 años; es inducible por el sustrato como por ejem- medio interno. Se estiman unas necesidades diarias
plo, al dar almidón. La actividad de tripsina quimo- de sodio de 2-3 mEq/100 Kcal metabolizadas o 1-1,5
tripsina y lipasa, están presentes desde el nacimien- mEq/kg/día. Si el lactante recibe alimentos con ele-
to y, la respuesta a la secretina desde el primer mes. vada carga de solutos sin suplemento de agua, pue-
La secreción de sales biliares es insuficiente hasta el de presentar un balance hídrico negativo. Lo que
primer mes de vida, y la concentración micelar críti- podría ocurrir con fórmulas distintas a la leche mater-
ca es menor. na que no estuvieran adaptadas o con la introducción
Morfológicamente el intestino está maduro, pero precoz de alimentos sólidos en la dieta. Por tanto hay
bioquímicamente al nacimiento la lactasa y maltasa que tener muy en cuenta, que los riñones maduran
son un tercio de los valores del adulto. Los sistemas morfológica y funcionalmente durante el primer año
de absorción están presentes pero la bomba sodiopo- de la vida.
tasio no alcanza valores normales hasta el año de edad. El proceso de maduración del sistema nervioso
Las enzimas citoplasmáticas a nivel de enterocitos central también va marcando los distintos periodos de
funcionan bien ya al nacimiento. La tolerancia inmu- la alimentación del niño. La maduración del sistema
nológica viene marcada por el tipo de proteínas, diges- neuromuscular hasta los 4 meses permite deglutir líqui-
tión y momento de contacto con la pared intestinal. dos. De los 4-6 deglutirá semisólidos y posteriormen-
La barrera intestinal constituye una defensa contra te adquirirá la masticación. La sedestación a partir de
numerosas agresiones antigénicas: alimentarias, bac- los 6 meses y luego la bipedestación le permitirán dis-
terianas, víricas y parasitarias. La hipoacidez gástri- tinguir objetos, colores, coger y manipular las cosas
ca del lactante pequeño, disminución de sales bilia- y elegir incluso alimentos.
res y motilidad, pueden contribuir al contacto con
dichos antígenos en un momento en el que no esta REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES
bien desarrollado el sistema linforreticular asociado El conocimiento de las necesidades nutriciona-
al intestino, y la introducción de proteínas heterólo- les del lactante en los primeros meses se ha obteni-
gas podrán ser fuente de intolerancia o alergia cuan- do del modelo biológico insuperable que es la leche
to más precozmente se introduzcan. materna. Se admite que la leche materna es capaz de
Otra función que tiene que alcanzar su madurez cubrir, por si sola, las necesidades energéticas hasta
en el primer año es la renal. En los tres primeros los 6 meses pero a partir de ellos podrían establecer-
meses, el lactante alcanza una filtración glomerular se carencias en algunos nutrientes. La Sociedad Euro-
que le permite mayor tolerancia al agua y solutos, pero pea de Gastroenterología y Nutrición establece que la
los valores del adulto no se alcanzan hasta los 2 años. alimentación complementaria no se introduzca antes
Son bajos también los valores de excreción y reabsor- de los 4 meses ni después de los 6 meses. Las fórmu-
ción tubular. Pero si la alimentación es adecuada el las de inicio deben asemejarse todo lo posible a la
lactante puede tener una función renal satisfactoria. leche de mujer. La Directiva 2006/141/CE establece
Es capaz de diluir la orina, siempre que no se le admi- que los preparados de continuación no podrán admi-
nistren cantidades excesivas de líquidos hipertónicos. nistrarse antes de los 6 meses. Las recomendaciones
Tiene menos capacidad de concentración renal por ser de ingesta más utilizadas son las elaboradas por el
más cortas la asas de Henle, bajo transporte tubular Comité de Expertos Food and Nutrition Board de la
de sodio, mayor flujo medular sanguíneo, baja excre- National Research Council en sus ediciónes de 1997-
ción de urea y menor respuesta tubular a la hormona 2005, donde establecen las RDA, o raciones dietéti-
Alimentación del lactante sano 289
de galactocerebrósidos. La mínima cantidad aconse- una situación de ansiedad materna creyendo que el
jada de lactosa es de 4-5 g por 100 Kcal. Los hidra- niño no queda satisfecho. Puede ofrecerse al niño en
tos de carbono deben ser de 9-14 g/100 Kcal. cada mamada uno o los dos pechos, comenzando, si
son los dos, por el último que ha tomado. El tiempo
Minerales de cada tetada debe estar entre 8 y 10 minutos, pues
El hierro es el que puede dar lugar a deficiencias. el 90-95% de la leche se obtiene en los 5 primeros
Aunque la leche materna es pobre en hierro, su bio- minutos. Prolongar la tetada puede favorecer el mete-
disponibilidad es muy elevada y puede cubrir las nece- orismo del bebé y la aparición de grietas a la madre.
sidades hasta los 6 meses. Las fórmulas, sin embar- Las mamas deben lavarse con agua hervida antes y
go, deben ser suplementadas con 0,3-1,3 mg/100 kcal después de la toma y secarlas con gasa estéril. La
en la formulas de inicio y 0,62 mg/100 Kcal (Tabla madre debe seguir una vida normal, evitando situa-
II). ciones de estrés. Es aconsejable una alimentación
variada. El alcohol, el café y el tabaco pueden afec-
LACTACIA MATERNA tar al lactante siendo aconsejable su supresión. Se
La superioridad de la leche materna sobre cual- mantendrá una lactancia materna exclusiva durante
quier otro alimento hace que deba ser el alimento acon- los 46 meses de vida realizando mensualmente una
sejado y recomendado para el recién nacido y lactan- valoración antropométrica del niño.
te sano durante los 6 primeros meses de vida, ya que Contraindicaciones de lactancia materna serán:
su composición se adapta a las limitaciones fisiológi- madres drogadictas; en países desarrollados la infec-
cas del tubo digestivo, del metabolismo intermedia- ción por VIH; galactosemia, tuberculosis activa en la
rio y de la función renal. Aportando una serie de ven- madre, neoplasias con tratamiento quimioterápico o
tajas: nutricionales, inmunológicas, psicológicas y gravemente afectadas, y pacientes homocigotos de
económicas. fibrosis quística por la elevada concentración de ClNa
El inicio de la lactancia debe ser precoz, en las en la leche. También psicosis graves pueden contrain-
primeras horas del posparto evitando tomas de sue- dicar la lactancia.
ro o biberones, incluso inmediatamente después del
parto. Ello favorece el contacto madre-hijo y el pri- LACTANCIA CON FÓRMULA
mer estímulo para la secreción láctea. El tipo de lac- Cuando no sea posible la alimentación al pecho
tancia materna puede ser a “demanda” o controlada. materno se realizará con las llamadas leches para lac-
Parece tener más ventajas la lactancia a demanda, al tantes o fórmulas de inicio. Son leches elaboradas a
menos en el primer mes, pero ello puede crear a veces partir de la leche de vaca y sustituyen a la leche mater-
Alimentación del lactante sano 291
na para los lactantes sanos durante los 6 primeros La lactosa debe ser el carbohidrato mayoritario
meses de vida y pueden ser utilizadas junto a otros pero pueden incorporarse glucosa y dextrinomaltosa.
alimentos hasta el año de vida o sustituidas por pre- El contenido en sales minerales es reducido aunque
parados de continuación a partir de los 6 meses. En no inferior al contenido en la leche de mujer. La rela-
ellas se han realizado modificaciones, para asemejar- ción Ca/P no debe ser inferior a 1 ni superior a 2. Estos
las a la leche materna en cuanto a contenido proteico, preparados deben contener todos los requerimientos
dada la limitación del lactante para la concentración en vitaminas y minerales.
renal y metabolismo de aminoácidos, invirtiendo la
relación caseína/seroproteínas que oscilan entre 20/80 Preparados de Continuación
hasta 40/60 según los fabricantes.. Son fórmulas para la alimentación del lactante
Actualmente las recomendaciones de las fórmu- a partir de los 6 meses de edad. Son fórmulas muy
las de lactantes sanos deben acogerse a la Directiva semejantes a las de inicio. Las diferencias más impor-
2006/141/CE que prevé los siguientes plazos: tantes son un contenido proteico máximo más ele-
– 31 de Diciembre de 2009: quedará prohibida la vado; pueden contener sacarosa, fructosa y miel. Es
comercialización de los preparados que no cum- mayor el contenido de hierro (0,6 a 2 mg/100 kcal).
plan la Directiva. Los probióticos podrán se añadidos cuando se dispon-
– 1 de Enero de 2012: Quedará prohibida la comer- ga de datos científicos aceptados que demuestren su
cialización de los alimentos dietéticas para usos adecuación y seguridad nutricional.
médicos para usos médicos especiales (ADUME)
que no cumplen los límites fijados en la Direc- Normas de preparación
tiva 2006/141/CE para los macronutrientes. Se seguirán las normas de reconstitución de las
En los últimos años se añaden diversos aminoá- fórmulas dadas por el fabricante. En general se recons-
cidos con funciones nutricionales concretas, cuyo con- truyen añadiendo una medida rasa por cada 30 ml
tenido en la leche humana es mayor que en la de vaca de agua para obtener la concentración recomendada
(taurina y carnitina). No existen recomendaciones sea en torno del 13% según el fabricante. Los utensi-
específicas sobre la suplementación de taurina ni tam- lios, biberones, tetinas, etc., deben lavarse concien-
poco en nucleótidos. A estos se les atribuyen efectos zudamente y esterilizarse para el lactante de menos
beneficiosos para el desarrollo gastrointestinal y el de 4 meses. Las cantidades de cada toma se estable-
sistema inmune, la microflora intestinal y la absor- cerán de acuerdo con las necesidades energéticas reco-
ción de hierro. mendadas anteriormente según edad y peso (Tablas
Las grasas de estas fórmulas deben constituir el III y IV).
40-55% del aporte calórico total; pueden ser de origen
vegetal, animal o mezcla de ambas siempre que se DIVERSIFICACIÓN ALIMENTARIA
garantice una absorción del 85%. La Directiva euro- Se entiende por Diversificación Alimentaria (DA)
pea limita la cantidad de ácidos láurico y mirístico, y que comporta el inicio de la Alimentación Comple-
los ácidos grasos trans saturados. Se asume que el recién mentaria, o Alimentos de Destete, a la variación o
nacido es capaz de sintetizar ácidos grasos polisatu- introducción en la dieta del lactante de alimentos dife-
rados de cadena larga (AGP-CL), araquidónico (ARA) rentes a la leche materna o de fórmula ya sean líqui-
y docosaexanoico (DHA) a partir de sus precursores dos, semilíquidos o sólidos. En Europa también se uti-
(linoleico y α-linolénico). En los niños alimentados a liza el término Beikost a la introducción de cualquier
pecho estos ácidos grasos están a mayor concentración, alimento distinto de la leche. Se trata de la alimenta-
lo que sugiere a algunos autores su incorporación a las ción complementaria, llevada a cabo gradualmente,
leches para lactantes. La Unión Europea permite su adi- conduciendo al niño de manera suave a la dieta del
ción optativa, fijando un valor máximo de 1% para el adulto modificado.
ARA y del 1% para la proporción EPA/DHA, así como Las razones para la DA son en primer lugar nutri-
una proporción AGPCL/w6 ≥1. cionales, pero también adaptativas a su desarrollo neu-
292 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
romuscular así como razones de tipo familiar, social te a partir del cuarto mes tanto por la amilasa pancre-
o educacional, ya que errores de mal manejo en la ática como por las disacaridasas intestinales. Las pri-
introducción de alimentos pueden dar lugar a proble- meras harinas deben ser predigeridas, sin azúcar. El
mas de anorexia infantil, obesidad, hipertensión y aler- gluten se introducirá no antes de los 4 meses y no mas
gias. En este periodo el contenido proteico de la leche tarde de los 7 meses. Las primeras tomas, pueden ini-
podría ser suficiente pero el volumen y ajuste ener- ciarse añadiendo 1-2 cucharaditas por cada 100ml,
gético resultaría inseguro. Otros oligoelementos sería comprobando la tolerancia, para ir poco a poco pasan-
insuficientes, de ahí que Fomon considere indispen- do a 5-7 cucharaditas/100 ml. Espesando la papilla
sable el suplemento de Fe. La administración oportu- con 8-9 cucharaditas por cada 100 ml. Hacia los 8
na entre los 4 y 6 meses de una papilla de cereales meses. Las papillas de cereales pueden prepararse con
puede hacer compatible el trabajo materno y prolon- leche materna, fórmula de inicio o la de continuación
gar el periodo de lactancia, consiguiendo un creci- a partir de los seis meses. Si son lacteadas se prepa-
miento satisfactorio y beneficiándose de los factores ran con agua. Desde el punto de vista nutricional los
protectores presentes en la leche materna como la IgA cereales proporcionan energía en forma de hidratos
secretora, lisocima y lactoferrina. Será la reiteración de carbono, pocas proteínas, sales minerales, vitami-
en la oferta, la frecuencia de exposición del alimento nas (tiamina) y ácidos grasos esenciales (0,5 a 1g/100g
y la selección por parte del niño la que irá determi- de cereales). Según la ESPGHAN su contenido pro-
nando su aceptación. teico debe ser de 1-3 g/100 Kcal., excepto cuando lle-
En relación a los alimentos que se deben dar, van leche o enriquecidas con proteínas.
habrá que tener siempre en cuenta las preferencias y La adición de sacarosa no debe sobrepasar 7,5
costumbres familiares, zona geográfica, cultura, etc. g/100 Kcal, y 5 g/100 Kcal, en las lacteadas. Y de hie-
Los sabores dulces suelen ser mejor aceptados. Man- rro la ESPGHAN sugiere 0,5 mg/g de producto seco,
tener una ingesta de leche de 500 ml/día a lo largo del unos 12,5 mg/100 Kcal. La mezcla de varios cereales
segundo semestre nos asegura los requerimientos ener- constituye una mayor riqueza de aminoácidos.
géticos básicos, las necesidades de calcio y ácidos gra- Las frutas constituyen un aporte energético por
sos esenciales. su contenido en azúcares, fibras vegetales, vitaminas
El primer alimento que puede complementar la y otros antioxidantes. Suelen administrarse comen-
lactancia son los cereales ya que su principal compo- zando en forma de zumo y a cucharaditas para evi-
nente, el almidón es tolera do y digerido perfectamen- tar la costumbre del biberón con zumo azucarado, y
Alimentación del lactante sano 293
prevenir las caries (caries del biberón). Es aconseja- de los 8-9 meses que son fuente de Ca, proteínas y
ble utilizar fruta fresca, e ir introduciéndolas una a energía.
una a partir de los 4-6 meses en cortos periodos, para La ingesta de Na en niño debe ser prudente y aun-
comprobar su tolerancia. que no esta suficientemente aclarada su relación con
Las verduras se ofrecerán a partir de los 6 meses la hipertensión del adulto es aconsejable mantener
en forma de puré, evitando los primeros meses las ingestas de 6-8 mEq/día desde los 5 a los 12 meses.
espinacas, col y remolacha que pueden ser causa de La fibra forma parte de la DA en los cereales, fru-
metahemoglobinemia por su contenido en nitratos; tas y verduras tanto soluble como insoluble hasta apor-
pueden ser introducidas a partir de los 12 meses. te de 5 g/día en el segundo semestre.
La carne aporta fundamentalmente proteínas en El flúor no se aconseja entre los 0-6 meses. De
un 20% de su peso en forma de miosina con todos los los 6 meses a los 3 años, se suplementará si el con-
aminoácidos esenciales. Es fuente de Fe y Vitamina tenido en el agua es menor de 0,3 mg/L. Si las con-
B. Suele ofrecerse en primer lugar el pollo por ser más centraciones en el agua bebida, son de 0,6 mg/L, no
digerible, de forma cocida y triturado con la verdura. se aconseja suplementarlo.
Posteriormente se introduce el cordero, y después la Los requerimientos de Ca en el segundo semes-
ternera. tre serán de 500 a 600 mg/día, que deben ser cubier-
El huevo no debe introducirse hasta los diez tos por la fórmula de seguimiento (Tabla V).
meses, comenzando por yema cocida que puede aña-
dirse a la papilla o puré de la cena. La clara cocida se RECOMENDACIONES A LOS PADRES/
dará a partir del año. Las legumbres pueden ofrecer- DECÁLOGO
se en el último trimestre, hacia el año. 1. La lactancia materna o fórmulas de inicio, cubren
El pescado no se introducirá antes de los 8 meses todas las necesidades del lactante sano, como ali-
por su potencial poder antigénico aunque su aporte de mento exclusivo hasta los 6 meses de vida
LCPUFAS lo hacen recomendable lo antes posible. 2. No se introducirá en la alimentación ningún ali-
La leche de vaca entera sin modificar no debe for- mento sin el consejo de su pediatra.
mar parte de la DA antes de los 12 meses debido a 3. La administración de alimentos distintos a la
pérdidas de sangre por heces, ferropenias y sensibili- leche, será de forma gradual, firme, sin forzar
zaciones en familias de riesgo; hay leche de vaca fer- al niño. El cambio de un sabor a otro requiere
mentada modificada adecuada para lactantes a partir repetidas ofertas.
294 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
Nutrientes/meses 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Sin gluten
Cereales
Con gluten
Fruta Zumo
(clase) Pieza
Espinacas, col,
Verduras remolacha
Resto
Pollo
Carne Cordero
Ternera
Yema (cocida)
Huevo
Clara (cocida)
Legumbres
Pescado
Leche de vaca
4. Si toma el pecho, evitará la utilización de tetinas cerá la yema cocida, disuelta o trituradas en cal-
y biberones para administrar cereales o zumos. dos, purés o papillas. Y la clara no la ofrecerá has-
Los zumos deberán ser naturales y sin adición de ta después de los 12 meses.
azúcar.
5. No añadirá sal a la comida durante el primer año. BIBLIOGRAFÍA
6. La leche de vaca ni entera ni desnatada, se la ofre- 1. American Academy of Pediatrics Committee on Nutri-
cerá hasta después de los 12 meses. Tampoco tion. On the Feeding of Supplemental Foods to Infants.
yogures o derivados lácteos que no estén elabo- Pediatrics 1980; 65: 1178-1181.
rados con leche de vaca modificada. 2. Ballabriga A, Carrascosa A. Alimentación Complemen-
7. Los cereales o harinas de trigo, avena, cebada y taria y Periodo del Destete. En: Nutrición de la Infan-
centeno, por su contenido en gluten se adminis- cia y Adolescencia 2ª ed. Madrid: Ergon; 2001.
traran no antes de los 4 meses y no más tarde de 3. Bueno Lozano O, Lázaro Almarza A. Lactancia Mater-
los 7 meses na. En: Nutrición en al Infancia y Adolescencia, 2ª ed.
8. De los 6 a los 12 meses, la ingesta de leche debe Madrid: Ergon; 2001.
ser de 500 ml al día. 4. ESPGHAN Committee on Nutrition. Guidelines on
9. Todos los cambios dietético serán bien admitidos Infant Nutrition II. Recomendaions for the composi-
si los realiza lentamente y con intervalos para tions of follow up Formula and Beikost. Acta Paediatr.
cada nuevo alimento entre 8-10-15 días. Scad. 1981; 336 (suppl): 1-25.
10. El huevo y el pescado, conviene no introducirlos 5. Fomon SJ, Ziegler EE. En: Nutrición del Lactante.
en la dieta hasta cumplidos 8-9-10 meses. Se ofre- Fomón SJ. Madrid: Mosby-Doyma; 1994.
Alimentación del lactante sano 295
6. Gibson RA, Makrides M. N3 polyunsaturated fatty by the ESPGHAN Committee on Nutrition. Journal.
acids requirements of term infants. Am J Clin Nutr J Pediatr Gastroenterol Nutr 2008; 46: 99-110
2000; 71 (suppl): 251-255. 14. Food and Nutrition Board. Dietary Reference Intakes
7. Hernández M. Requerimientos Nutricionales en la for Energy, Carbohydrate, Fibre, Fat, Fatty Acids, Cho-
Infancia y Adolescencia. Pediatría Integral. 1995; 1: lesterol, Protein, and Amino Acids. Institute of Medi-
141-149. cine. Washington, D.C.: National Academy Press; 2002-
8. Lázaro Almarza A. Diversificación Alimentaria en 2005.
Pediatría. Anales Españoles de Pediatría. 2001; 54. 15. Food and Nutrition Board. Dietary Reference Intakes
9. National Research Council. Committee Food and Nutri- for Calcium, Phosphorus, Magnesium, Vitamin D, and
tion Board. Recommended Dietary Allowances. Natio- Fluoride. Institute of Medicine. Washington, D.C.:
nal Academy of Science. 10ª ed. Washington; 1989. National Academy Press; 1997.
10. Perez Choliz V. Alimentación complementaria. Diver- 16. Food and Nutrition Board. Dietary Reference Intakes
sificación Dietética. En: Bueno M, Sarría A, Pérez- for Thiamine, Riboflavin, Niacin, Vitamin B6, Folate,
Gonzalez JM. eds. Nutrición en Pediatría. Madrid: Vitamin B12, Pantothenic Acid, Biotin, and Choline.
Ergon; 1999. Institute of Medicine. Washington, D.C.: National Aca-
11. Ribas Malagrida S, Garcia Gabarra A. Fórmulas para demy Press; 1998.
lactantes sanos: Principales novedades de la Directiva 17. Food and Nutrition Board. Dietary Reference Intakes
2006/141/CE sobre preparados para lactantes y prepa- for Vitamin C, Vitamin E, Selenium, and Carotenoids.
rados de continuación. Acta Pediatr Esp. 2007; 65: 391- Institute of Medicine. Washington, D.C.: National Aca-
403 demy Press; 2000.
12. Directiva 2006/141/CE de la Comisión, de 22 de 18. Food and Nutrition Board. Dietary Reference Intakes
diciembre de 2006, relativa a los preparados para lac- for Vitamin A, Vitamin K, Arsenic, Boron, Chromium,
tantes y preparados de continuación. DOCE L401, Copper, Iodine, Iron, Manganese, Molybdenum, Nic-
30.12.2006, p.1-33. kel, Silicon, Vanadium, and Zinc. Institute of Medici-
13. ESPGHAN Committee on Nutrition: Agostoni C, Dec- ne. Washington, D.C.: National Academy Press; 2001.
si T, Fewtrell M, Goulet O, Kolacek S, Koletzko B, 19. Food and Nutrition Board. Dietary Reference Intakes
Michaelsen KF, Moreno L, Puntis J, Rigo J, Shamir R, for Water, Potassium, Sodium, Chloride, and Sulfate.
Szajewska H, Turck D, van Goudoever.J. Medical Posi- Institute of Medicine. Washington, D.C.: National Aca-
tion Paper. Complementary Feeding: A Commentary demy Press; 2004.
Alimentación del preescolar y escolar
3 Luis Peña Quintana1,2, Luis Ros Mar3, Daniel González Santana1,
Ramiro Rial González1
Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno-Infantil. Las Palmas de Gran
1
Canaria. 2Universidad Las Palmas de Gran Canaria. 3Hospital Universitario Miguel Servet.
Zaragoza.
– Deben pelarse para evitar contaminantes. finalizar la comida debe haber recibido el 55%
– La cocción se realizará con el mínimo de agua o de las calorías diarias, ya que es el período de
bien al vapor, en el menor tiempo posible y sin luz mayor actividad física e intelectual.
ni aire (recipiente con tapadera u olla a presión). La cena debe ser una comida de rescate para apor-
tar los alimentos que no hayan sido ingeridos
II. Distribución durante el día.
1. La distribución dietética del niño en edad pre- 2. La distribución calórica debe ser de un 50-55%
escolar y escolar a lo largo del día debe dividir- de hidratos de carbono (principalmente comple-
se en 5 comidas, con un 25% al desayuno (se jos y menos del 10% de refinados), un 30-35%
incluye la comida de media mañana), un 30% a de grasas (con equilibrio entre las grasas anima-
la comida, un 15-20% a la merienda y un 25-30% les y vegetales) y un 15% de proteínas de ori-
a la cena, evitando las ingestas entre horas. Al gen animal y vegetal al 50%.
Alimentación del preescolar y escolar 299
industrial (rica en aceite de coco y de palma, proteicos como huevos, jamón, etc., hasta
con un 92% y 51%, respectivamente, de gra- llegar al 20-25% de las necesidades energéti-
sa saturada) y “snacks”. cas diarias.
7. Mantener la tradición gastronómica y la Es necesario dedicar al desayuno entre 10 a
variedad en platos y recetas. 15 minutos de tiempo, sentados en la mesa,
8. El agua debe ser la bebida de elección, a ser posible en familia, en un ambiente rela-
debiendo ingerir suficiente cantidad y evi- jado, por lo que hay que despertar al niño con
tando los refrescos (no más de 240 ml/día suficiente tiempo, debiéndose acostar a una
según la Academia Americana de Pediatría- hora apropiada y dejando preparado desde la
AAP), los zumos industriales, las colas, el té noche anterior el material escolar.
y el café, por su efecto excitante. III.C. Vigilar el consumo y la calidad de las comi-
9. Disminuir el consumo de sal, evitando el sale- das intermedias, promoviendo el consumo
ro, aperitivos y precocinados, previniendo el de frutas, cereales, lácteos, bocadillos case-
consumo de alcohol y tabaco. Siempre que ros u otros alimentos con buena calidad nutri-
sea posible usar sal yodada. cional.
10. Estimular el ejercicio físico. Realizar un míni- Los snacks pueden suponer hasta casi 1/3 de
mo de 60 minutos de ejercicio diario mode- las calorías totales de la dieta.
rado-vigoroso al aire libre, si es posible; que Restringir la ingesta de productos con peor
se puede repartir en varias sesiones. La activi- calidad nutricional como dulces, bollería
dad física debe ser divertida, atractiva y no industrial, pastelería, refrescos, caramelos,
estructurada. chocolates, postres comerciales, zumos indus-
11. Mantener un peso saludable estableciendo triales, y los llamados “alimentos chatarra o
un equilibrio entre el aporte y el gasto ener- basura”, en general productos manufactura-
gético (Fig. 1). dos con elevadas cantidades de grasa total y
III.B. Promoción de un buen desayuno, costum- saturada, azúcar, colesterol, energía, sal y con
bre aún poco extendida en muchas áreas de ninguno o pocos micronutrientes. No utili-
nuestro país, ya que contribuye a conseguir zarlos como premio, soborno, recompensa
unos aportes nutricionales más adecuados, o entretenimiento, ni eliminarlos totalmente
evita o disminuye el consumo de alimentos por su fácil acceso, por la publicidad y por su
menos apropiados (bollería, azúcares, etc.), buen sabor, siendo mejor estrategia su dismi-
puede contribuir a la prevención de la obe- nución escalonada. Insistir preferentemente
sidad, además de mejorar el rendimiento inte- en las clases sociales más desfavorecidas,
lectual, físico y la actitud en el trabajo esco- donde este consumo es mayor.
lar. El desayuno se considera una comida Se les debe enseñar a escoger los alimentos
principal y rompe el ayuno de 10-12 horas. correctamente y a no dejarse influenciar por
La omisión del desayuno interfiere en los la publicidad de alimentos.
procesos cognitivos y de aprendizaje más III.D. Promoción del consumo de alimentos fun-
pronunciado en los niños nutricionalmente cionales. En los últimos años el concepto
en riesgo. científico en salud pública en cuanto a los
El desayuno debe contener preferentemente hábitos dietéticos ha cambiado y se propone
hidratos de carbono por su mejor control de modificar la composición de los productos
la saciedad, con menor proporción de alimen- alimenticios reduciendo de una parte las sus-
tos ricos en lípidos. Se aconseja preferente- tancias indeseables y de otra enriqueciéndo-
mente la tríada compuesta por lácteos, cere- las con sustancias deseables. Todo ello entra
ales y frutas o zumo de fruta fresca, que se dentro del campo de los conocidos como ali-
podría complementar con otros alimentos mentos funcionales, que son definidos por la
Alimentación del preescolar y escolar 301
NA= 1,0 si NAF => 1 < 1,4 (sedentario); NA= 1,12 si NAF => 1,4 < 1,6 (activo bajo);
NA= 1,27 si NAF => 1,6 < 1,9 (activo); NA= 1,45 si NAF => 1,9 < 2,5 (muy activo)
– Aumento de peso entre 2 a 2,5 kg por año. tos hasta ser aceptados. Tener en cuenta la prefe-
– Crece aproximadamente 12 cm el segundo año, rencia y aversión del niño sobre los distintos ali-
89 cm el tercero y 57 cm a partir de esta edad. mentos y su actividad social.
– Acostumbrarle a realizar las comidas en familia
Requerimientos o con otros niños si lo hace en guarderías, evitan-
– Energía: queda especificado en la tabla I. do la televisión y los juegos, en un buen ambien-
– Proteínas: 1,1 g/kg peso/día (RDIs). te y relajado. Estimularle para que coma solo,
– Calcio: 500 mg/día (RDIs). usando los cubiertos. Dedicar el tiempo necesa-
– Hierro: 7 mg /día (RDIs). rio para que aprenda a comer con disfrute.
– Fósforo: 460 mg/día (RDIs).
– Zinc: 3 mg/día (RDIs). NIÑOS DE 4-6 AÑOS DE EDAD
– Flúor: Si consumo de agua de abasto público, Características de esta etapa
fluorización del agua si sus niveles son inferio- – Crecimiento estable (57 cm de talla y entre 2,5 a
res a 0,7 mg /litro. Contraindicadas las aguas con 3,5 kg de peso por año).
niveles superiores a 1,5 ppm (1,5 mg/litro) de flú- – Bajas necesidades energéticas.
or por el riesgo de fluorosis. – Persistencia del poco interés por los alimentos
- Si consumo de aguas envasadas o de abasto y de las bajas ingestas.
público con niveles inferiores a 0,7 mg/litro: – Ya pueden comer solos. A los 5-6 años usan el
0,7 mg/día (RDIs). cuchillo.
– Resto de nutrientes y fibra se indican en las Tablas – Consolidación de los hábitos nutricionales. Apren-
II y III como RDIs. Para la prevención del raqui- dizaje por imitación y copia de las costumbres
tismo la AAP recomienda que la ingesta mínima alimentarias en su familia.
de Vitamina D sea de 400 UI diarias para todas
las edades y a partir del nacimiento; sin embar- Requerimientos
go las RDI lo estiman en 200 UI (Tabla III.) – Energía: queda especificado en la tabla I.
– Proteínas: 0,95 g/kg peso/día (RDIs).
Recomendaciones dietéticas – Calcio: 800 mg/día (RDIs).
– Si dificultad aún para masticar algunos alimen- – Hierro: 10 mg /día (RDIs).
tos o no admitir nuevos (neofobia alimentaria), – Fósforo: 500 mg/día (RDIs).
ofrecer alternativas de alimentos, con diferentes – Zinc: 5 mg/día (RDIs).
sabores, textura y colores, sin forzarle y dejarlo – Suplementación con Flúor: 1 mg/día si el agua de
a su elección, con prevención sobre el consumo consumo es inferior a 0,7 mg /L (RDIs). Contrain-
de grasas que poseen mejores características orga- dicadas las aguas con niveles superiores a 1,5 ppm
nolépticas. A veces es necesario hasta 8-10 inten- (1,5 g/litro) de flúor por el riesgo de fluorosis.
TABLA III. RDIs: minerales y vitaminas
Calcio Fósforo Magnesio Fluora Selenio Hierro Cinc Cromo Cobre Yodo Manganeso Molibdeno Potasio Sodio Cloro
Edad (mg/d) (mg/d) (mg/d) (mg/d) (µg/d) (mg/d) (mg/d) (µg/d) (µg/d) (µg/d) (mg/d) (µg/d) (g/d) (g/d) (g/d)
0-6 meses 210 100 30 0,01 15 0,27 2 0,2 200 110 0,003 2 0,4 0,12 0,18
7-12 meses 270 275 75 0,5 20 11 3 5,5 200 130 0,6 3 0,7 0,37 0,57
1-3 años 500 450 80 0,7 20 7 3 11 340 90 1,2 17 3,0 1,0 1,5
4-8 años 800 500 130 1 30 10 5 15 440 90 1,5 22 3,8 1,2 1,9
9-13 a. (H) 1.300 1.250 240 2 40 8 8 25 700 120 1,9 34 4,5 1,5 2,3
9-13 a. (M) 1.300 1.250 240 2 40 8 8 21 700 120 1,6 34 4,5 1,5 2,3
aAguas con < 0,3 mg/L de flúor: 0,25 mg (6 meses-3 años); 0,5 mg (3-6 años); 1 mg (6-16 años); Aguas con 0,3-0,6 mg/L de flúor: 0,25 mg (3-6 años); 0,5 mg (6-16 años); Aguas
con > 0,6 mg/L de flúor: No precisan suplementación.
Vit D Tiamina Ribo- Niacina Vit B6 Folato Vit B12 Acido Biotina Vit C Vit E Vit A Vit K Colina
(µg/d) (mg/d) flavina (mg/d) (mg/d) (µg/d) (µg/d) Pantoténico (µg/d) (mg/d) (mg/d) (µg/d) (µg/d) (mg/d)
Edad (1) (mg/d) (2) (3) (mg/d) (4) (5)
0-6 meses 5 0,2 0,3 2 0,1 65 4 1,7 5 40 4 400 2,0 125
7-12 meses 5 0,3 0,4 4 0,3 80 5 1,8 6 50 5 500 2.5 150
1-3 años 5 0,5 0,5 6 0,5 150 0,9 2 8 15 6 300 30 200
Alimentación del preescolar y escolar
– El resto de necesidades de nutrientes y fibra – Imitan los hábitos de los adultos y son muy
(RDIs) se expresan en las Tablas II y III. Para la influenciables por sus compañeros.
prevención del raquitismo la AAP recomienda
que la ingesta mínima de Vitamina D sea de 400 Requerimientos
UI diarias para todas las edades y a partir del – Energía: queda referido en la tabla I.
nacimiento; sin embargo las RDI lo estiman en – Proteínas: 0,95 g/kg peso/día (RDIs).
200 UI (Tabla III). – Calcio: 800-1300 mg/día según la edad (4-8 y 9-
13 años, respectivamente) (RDIs).
Recomendaciones dietéticas – Hierro: 10-8 mg/día según la edad (4-8 y 9-13
– Vigilar los menús escolares. A modo de ejemplo, años, respectivamente) (RDIs).
se ofrecería como primeros platos: verduras, – Fósforo: 500-1.250 mg/día según la edad (4-8 y
legumbres, pasta, arroz; como segundos platos: 9-13 años, respectivamente) (RDIs).
pescados, carnes magras, huevos con patatas, – Zinc: 5-8 mg/día según la edad (4-8 y 9-13 años,
ensaladas o guarnición de verduras y como pos- respectivamente) (RDIs).
tres frutas y más ocasionalmente leche o deriva- – Si el agua de consumo es inferior a 0,7 mg/litro
dos lácteos. El agua debe ser la bebida de elec- de flúor se debe administrar según las RDIs 1
ción y el pan el acompañamiento. mg/día entre 4-8 años de edad y 2 mg/día entre
– Los menús escolares deben aportar el 30-35% de 9-13 años de edad. Contraindicadas las aguas con
los requerimientos energéticos y al menos el 50% niveles superiores a 1,5 ppm (1,5 g/litro) de
de las proteínas diarias. Deben adaptarse a la coci- flúor por el riesgo de fluorosis.
na tradicional, ser atractivos y variados para su – El resto de necesidades de nutrientes y fibra
consumo, estar regulados en cuanto a (RDIs) se expresan en las Tablas II y III. Para la
macronutrientes, micronutrientes y energía, así prevención del raquitismo la AAP recomienda
como presentar un riguroso control sanitario. que la ingesta mínima de Vitamina D sea de 400
– Programas de educación sanitaria en los colegios, UI diarias para todas las edades y a partir del
como complemento de la familia, sobre las mejo- nacimiento; sin embargo las RDI lo estiman en
res normas dietéticas. 200 UI (Tabla III).
4. Food and Nutrition Board, Institute of Medicine. Die- 10. Guía de la alimentación saludable 2007. Sociedad Espa-
tary Reference Intakes (DRI) for Calcium, Phospho- ñola de Nutrición Comunitaria (SENC).
rous, Magnesium, Vitamin D and Fluoride. Washing- 11. Tojo Sierra R, Leis Trabazo R. Alimentación del niño
ton DC: The National Academy Press; 1997. escolar. En: Comité de Nutrición de la AEP (ed.).
5. Dietary Reference Intakes (DRI) for Thiamin, Ribofla- Manual Práctico de Nutrición Pediátrica. Madrid:
vin, Niacin, Vitamin B6, Folate, Vitamin B12, Panto- Ergon; 2007. p. 91-106.
thenic Acid, Biotin, and Choline. Washington DC: The 12. Martinez Costa C, Ros Mar L. Nutrición en el niño
National Academy Press; 1998. preescolar y escolar. En: Sociedad Española de Gas-
6. Dietary Reference Intakes (DRI) for Vitamin C, Vita- troenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica
min E, Selenium, and Carotenoids. Washington DC: (ed.). Tratamiento en gastroenterología, hepatología y
The National Academy Press; 2000. nutrición pediátrica. 2ª ed. Madrid: Ergon; 2008. p.
7. Dietary Reference Intakes (DRI) for Vitamin A, Vita- 603-613.
min K, Arsenic, Boron, Chromium, Copper, Iodine, 13. Peña Quintana L, Madruga Acerete D, Calvo Romero
Iron, Manganese, Molybdenum, Nickel, Silicon, Vana- C. Alimentación del preescolar, escolar y adolescente.
dium and Zinc. Washington DC: The National Aca- Situaciones especiales: Dietas vegetarianas y depor-
demy Press; 2001. te. An Esp Pediatr 2001; 54:484-496.
8. Dietary Reference Intakes (DRI) for Energy, Carbohy- 14. Ruiz Pons M, Aranceta Bartrina J. Nutrición en la infan-
drate, Fiber, Fat, Fatty Acids, Cholesterol, Protein and cia. En: Aranceta J, Mataix J, Serra L (eds.). Nutrición
Aminoacids. Washington DC: The National Academy y Salud Pública. Métodos, bases científicas y aplica-
Press; 2002. ciones. 2ª ed. Barcelona: Masson; 2006. p. 288-301.
9. Dietary Reference Intakes (DRI) for Water, Potassium, 15. Serra Majem L, Aranceta Bartrina J. Desayuno y equi-
Sodium, Chloride, and Sulfate. Washington DC: The librio alimentario. Estudio Enkid. Barcelona: Masson;
National Academy Press; 2004. 2000.
Alimentación en el adolescente
4 José Manuel Marugán de Miguelsanz1, Lydia Monasterio Corral2,
Mª Pilar Pavón Belinchón2
1Hospital Clínico Universitario de Valladolid. 2Hospital Clínico Universitario
Santiago de Compostela.
les apareció en 1989. Desde entonces, se han ido publi- tales, que constituyen además una importante fuente
cando en forma de DRI, o ingesta dietética de refe- de fibra. La recomendación de esta última es de 0,5
rencia, que incluye un concepto más amplio de mejo- g/kg de peso, aunque puede utilizarse una fórmula
rar la calidad de vida, el riesgo y prevención de las más práctica, que es la edad en años más 5.
enfermedades crónicas, y el limite máximo tolerable. En este grupo de edad las necesidades de vita-
Dichas recomendaciones se han ido evaluando cien- minas aumentan respecto a otras etapas de la infan-
tíficamente y con periodicidad. cia, debido al crecimiento acelerado y al aumento de
Los requerimientos son únicos para niños hasta los requerimientos de energía. Necesitan un aumen-
los 11 años, y diferentes por sexos a partir de esa edad. to del aporte de tiamina, riboflavina y niacina, que
Las DRI en este grupo de edad pueden consultarse en participan en la obtención de energía a partir de los
la página www.nap.edu, aunque los principales nutrien- macronutrientes. Las vitamina B6 y el ácido fólico
tes están representados en la Tabla I. son necesarias para la síntesis de ADN y ARN, y las
En cuanto a las proteínas las recomendaciones se vitaminas A, C y E participan en la función y estruc-
establecen en 1 g/kg para ambos sexos entre los 11 tura celular.
y 14 años, y 0,9 y 0,8 respectivamente en varones y Las necesidades de minerales también están
mujeres, entre los 15 y 18 años. El límite máximo tole- aumentadas en la adolescencia, sobre todo las de hie-
rable de ingesta proteica es el doble de las recomen- rro, cinc y calcio, no cubriéndose con la dieta en algu-
daciones. Deben aportar entre el 10 y el 15% de las nas ocasiones. Existe una mayor demanda de hierro
calorías de la dieta y deben ser predominantemente debido al incremento de masa magra y volumen san-
de alto valor biológico (origen animal). guíneo, y la ferropenia es el déficit nutricional más
En relación con la ingesta de grasa, sirven para frecuente a esta edad. La padecen entre un 10-15% de
esta edad las recomendaciones generales de una die- adolescentes, siendo más frecuente en deportistas, y
ta saludable: en general en mujeres con pérdidas menstruales abun-
– La grasa total representará el 30% de las calorí- dantes. En ellas habría que aconsejar alimentos ricos
as totales. en hierro y un aporte adecuado de vitamina C, que
– Los ácidos grasos saturados supondrán como aumenta la absorción de hierro.
máximo el 10% del aporte calórico total. En las últimas DRI publicadas para calcio, fós-
– La ingesta de colesterol debe ser inferior a 300 foro y magnesio, se aconseja como ingesta adecua-
mg/día. da en este grupo de edad, 1.300 mg/día de calcio (el
No existen unas recomendaciones específicas de contenido aproximado de 1 litro de leche y/o deri-
ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, aun- vados), de ahí que se aconseje tomar 3/4 a 1 litro de
que una alimentación variada y equilibrada suele apor- lácteos al día, cantidad que un elevado porcentaje
tar cantidades suficientes de los mismos. de adolescentes no llegan a alcanzar.
Los hidratos de carbono deben representar entre Una dieta variada y equilibrada, con el aporte
el 55-60% del aporte calórico. Se aconseja que este calórico total recomendado, es la mejor garantía para
aporte sea en su mayoría en forma de carbohidratos la ingesta correcta de otros minerales tales como el
complejos, aportados con los cereales, frutas y vege- cinc, magnesio, cobre, cromo, fósforo y selenio.
Alimentación en el adolescente 309
ERRORES NUTRICIONALES MÁS bien de sal, suponiendo incluso entre un 10-30% del
FRECUENTES total energético de la dieta diaria. Aunque muchas
Aunque hay diferencias locales, la gran influen- veces se les atribuye propiedades negativas, su con-
cia de la industria alimentaria por una parte, y la publi- sumo ocasional no debería tener consecuencias nutri-
cidad y medios de difusión por otro, hacen que los cionales siempre que el conjunto de la dieta del ado-
hábitos alimentarios que vamos a exponer tiendan a lescente “compense” dicho consumo, y en casos de
ser comunes a todo el mundo occidental. mucha actividad física incluso pueden ayudar a apor-
tar la energía que se necesita, debiendo únicamente
Irregularidades en el patrón de ingesta seleccionar el producto adquirido.
El estilo de vida del adolescente le lleva con fre- Aquí están incluidas también muchas bebidas
cuencia a comer fuera de casa, suprimiendo o restrin- azucaradas y refrescos. Su consumo se incrementó en
giendo comidas, que son reemplazadas muchas veces España un 41,5% entre 1991 y 2001, y este hecho es
por pequeñas ingestas entre las comidas principales. mucho más evidente entre adolescentes. Una exce-
Éstas disminuyen el apetito, suelen tener bajo poder siva ingesta de bebidas “blandas” puede desplazar a
nutritivo y alto valor calórico, favoreciendo además alimentos y bebidas de elevado interés nutricional
problemas como la obesidad, caries dental y malos como la leche, por lo que deberían ser sólo una opción
hábitos dietéticos. de consumo ocasional.
La asistencia frecuente a restaurantes de comidas
rápidas, y la disponibilidad de alimentos precocina- Consumo de alcohol
dos en el propio domicilio, han contribuido también El alcohol aporta calorías vacías además de sus
a cambios de hábitos alimentarios, con mayor consu- conocidos efectos nocivos sobre el apetito y múltiples
mo de grasa total, grasa saturada, colesterol, azúca- órganos y sistemas. También es frecuente en esta edad
res y sodio, y un menor consumo de fibra, frutas y el inicio del consumo de tabaco y drogas y anticon-
vegetales, incluso con déficits de micronutrientes, ceptivos orales.
vitaminas y minerales, alejándose cada vez más de la Dietas no convencionales. Dietas vegetarianas,
dieta mediterránea tradicional. En casa, el hábito de macrobióticas, de alimentos naturales, etc, comien-
estar muchas horas ante la televisión, y la inactividad zan con frecuencia a practicarse en esta época.
física y sedentarismo facilitan asimismo el picoteo.
Un porcentaje creciente no toma nada al desayu- Dietas restrictivas
no. En concreto, 1 de cada 45 adolescentes no des- Puede aparecer una preocupación excesiva por la
ayuna o hace un desayuno muy escaso, argumentan- imagen corporal, basándose en un determinado ide-
do falta de tiempo, de apetito o por falta de costum- al de belleza, iniciándose así los regímenes para adel-
bre, lo que probablemente conlleva dificultades en el gazar que conducen a una ingesta insuficiente de
aprendizaje y rendimiento escolar. Este hecho es más muchos nutrientes, sobre todo en mujeres. Además,
patente a partir de los 14 años, llegando a un máximo estas personas incrementan la actividad física o inclu-
a los 18 años de edad, donde el 15% de la población so inician conductas purgativas para el mantenimien-
española no desayuna. to del peso. Existe el riesgo de que esta práctica con-
duzca a un verdadero trastorno de la conducta alimen-
Consumo frecuente de “snacks” taria.
Se trata de diferentes alimentos sólidos o líqui-
dos tomados entre las comidas, y en general ricos en Deportistas
mezclas de grasas y azúcares. Suelen ser comprados En el cálculo de necesidades energéticas ya está
en tiendas, cafeterías, kioscos o directamente en incluida una actividad física moderada a la hora de
máquinas expendedoras. Proporcionan una cantidad valorar el aporte energético total (2.500-3.000 kcal/día
elevada de energía con poca densidad de nutrientes, para varones, y 2.200 kcal/día para mujeres). Si ade-
y un aporte excesivo de grasas y azúcares simples, o más el adolescente realiza deporte de competición,
310 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
con entrenamientos periódicos, requerirá un cálculo centes, sobre todo en deportistas y en mujeres con
individualizado según gasto. En algunos deportes o menstruaciones abundantes. En los casos de baja
actividades, donde el aspecto físico es importante, y ingesta de leche y/o derivados, será conveniente una
un bajo peso aumenta el rendimiento, como algunas suplementación con calcio que cubra los requerimien-
modalidades de gimnasia, carreras o ballet, entre otros, tos del mismo, por el riesgo de no alcanzar una masa
hay que vigilar la aparición de desórdenes alimenta- ósea adecuada, con mayor riesgo de fracturas y oste-
rios, déficits nutricionales, osteoporosis prematura y oporosis en la vida adulta.
amenorrea.
RECOMENDACIONES EN LA
Embarazo en la adolescente ALIMENTACIÓN DEL ADOLESCENTE.
En esta situación aumentan las necesidades ener- La recomendación de una alimentación sana en
géticas, y se asocia con una mayor frecuencia de recién el adolescente no difiere mucho de la dieta saludable
nacidos de bajo peso y mortalidad neonatal. del adulto. La promoción de la “dieta mediterránea”
puede ser una estrategia útil en nuestro país, y la pirá-
PROBLEMAS COMUNES RELACIONADOS mide de los alimentos es un sencillo método para ense-
CON LA ALIMENTACIÓN A ESTA EDAD ñar buenas prácticas dietéticas dentro de la consulta
De lo expuesto con anterioridad se deduce que la diaria.
alimentación de nuestros adolescentes es con frecuen- La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria
cia desequilibrada en el aporte de nutrientes, con die- propuso su pirámide de alimentos en 2004 (Fig. 1).
tas hipergrasas (35-50% del total calórico), con un “Porción de alimento” es aquella parte de alimen-
bajo índice de ácidos grasos poliinsaturados/satura- to que sirve como unidad de cantidad o volumen. Es
dos. La mayor parte de la grasa saturada procede del necesario consumir diariamente el mínimo de las por-
consumo de carnes, embutidos y patés, y no de la leche ciones de los 5 grupos, aunque dependerá de la can-
y derivados. Asimismo la ingesta de proteínas y sal tidad de energía requerida por cada individuo, que
es muy superior a las recomendaciones, y hay un apor- esta relacionada con la edad, sexo, estado de salud y
te insuficiente de carbohidratos complejos y fibra, por nivel de actividad. En la tabla II puede verse la fre-
el bajo consumo de frutas y vegetales. cuencia recomendada de consumo de raciones.
Todo ello colabora a que la obesidad sea el mayor Una distribución calórica apropiada, con un equi-
problema nutricional en la adolescencia, con la con- librio entre la ingesta y el ejercicio físico, y una varie-
siguiente morbilidad asociada, como la tendencia a dad de alimentos en los cuales haya consumo de leche
hipertensión arterial e hipercolesterolemia, que a la y productos lácteos, hidratos de carbono complejos,
larga favorecerán el desarrollo de cardiopatía isqué- frutas, verduras, legumbres, aceite de oliva y pesca-
mica y aterosclerosis, amén de la persistencia de malos dos, limitando el consumo de carnes, grasas satura-
hábitos dietéticos y de sobrepeso en la edad adulta, y das, tentempiés y refrescos. Todo ello aporta la can-
la repercusión inmediata sobre la autoestima del ado- tidad de macronutrientes y micronutrientes necesa-
lescente. rios para un desarrollo adecuado.
Las cifras sobre prevalencia de obesidad varia- Se recomienda una ingesta de leche y/o deriva-
rán en función de las gráficas utilizadas, pero en el dos de entre 3/4 y 1 litro al día, que aportaría entre el
estudio Enkid, afectaba ya a un 16,6% de adolescen- 25 y 30% de las necesidades energéticas, y la mayor
tes entre 10 y 13 años, y un 12,5% entre 14 y 18, siem- parte del calcio.
pre con un predominio en varones. En cuanto a las carnes son preferibles las magras,
Si la alimentación es equilibrada y variada no evitando la grasa visible, la piel de las aves y los sesos
se precisan en general suplementos dietéticos, que por su alto contenido graso, con un bajo consumo
sí pueden estar justificados en determinados casos. de carnes rojas y fritos. Es más aconsejable el pes-
La alta frecuencia de ferropenia sugiere que podrían cado por su menor contenido energético y mejor per-
precisarse suplementos de hierro en algunos adoles- fil graso. El embutido suele ser rico en grasa satura-
Alimentación en el adolescente 311
da, colesterol y sal, por lo que su consumo debe ser Finalmente, las frutas, verduras y hortalizas apor-
limitado. tan hidratos de carbono, vitaminas, minerales y fibra
De otras fuentes proteicas, las legumbres tienen vegetal, y componen el siguiente escalón de la pirá-
alto interés nutricional y elevado contenido en fibra. mide, con recomendación de consumo de 5 o más
Finalmente, el consumo aconsejable de huevos no raciones diarias.
debe exceder de tres a la semana. La familia puede ejercer una influencia favora-
Los cereales aportan energía en forma de hidra- ble en la dieta de los adolescentes, con el desarrollo
tos de carbono y ácidos grasos esenciales, además de de buenos hábitos alimentarios y patrones de conduc-
proteínas, minerales y vitaminas. Constituyen la base ta. Está demostrado que la comida en familia favo-
de la pirámide de los alimentos de una dieta equili- rece un mayor consumo de vegetales y productos
brada, y son altamente recomendables, con consumo ricos en calcio, y menor de fritos y refrescos azuca-
parcial de cereales integrales, ricos en fibra. rados.
312 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
TABLA II. Raciones de consumo de la “Pirámide la instauración de hábitos de vida y alimentación salu-
de la alimentación saludable”. SENC, 2004. dables.
entre ellas una causa frecuente es la hipertrofia de frecuencia, registro de ingesta con pesada de
adenoidea. alimentos durante varios días), es prácticamen-
b) Enfermedades que cursan con maldigestiónma- te inviable en la consulta porque requiere mucho
labsorción: fibrosis quística, celiaquía, intoleran- tiempo y necesita informatización. Sin embargo,
cia a la proteína de leche de vaca, parasitosis (giar- siempre se puede hacer una aproximación con la
diasis), síndrome de intestino corto, etc. historia dietética preguntando qué consume habi-
c) Enfermedades crónicas que conllevan un aumen- tualmente en las principales comidas del día, can-
to del gasto energético, de las pérdidas y/o de los tidad aproximada, tipo y textura del alimento y
requerimientos: enfermedades inflamatorias del tomas entre horas, completándolo con la frecuen-
intestino, enfermedad pulmonar crónica, cardio- cia diaria o semanal de los principales grupos de
patías, nefropatías, cáncer, etc. alimentos, alimentos preferidos o rechazados y
suplementos vitamínicos y minerales. Al tiempo
VALORACIÓN DEL ESTADO DE que nos informa sobre la ingesta aproximada, nos
NUTRICIÓN da una idea de la conducta alimentaria y permi-
El uso inteligente de la anamnesis, exploracio- te establecer recomendaciones dietéticas.
nes clínica y antropométrica y la selección de algu-
nas pruebas complementarias constituye la forma más 2. Exploración clínica
eficaz de orientar un trastorno nutricional para poder Siempre hay que inspeccionar al niño desnudo,
instaurar pronto medidas terapéuticas y determinar porque es lo que más informa sobre la constitución y
aquellos casos que deben ser remitidos al centro de sobre la presencia de signos de organicidad. El sobre-
referencia para su evaluación más completa. peso y la obesidad son fácilmente detectables, pero
La valoración del estado de nutrición tiene como no así la desnutrición, ya que hasta grados avanzados
objetivos: los niños pueden aparentar “buen aspecto” vestidos,
– Controlar el crecimiento y estado de nutrición del porque la última grasa que se moviliza es la de las
niño sano identificando las alteraciones por exce- bolas de Bichat. Al desnudarlos y explorarlos podre-
so o defecto. mos distinguir los niños constitucionalmente delga-
– Distinguir el origen primario o secundario del dos de aquellos que están perdiendo masa corporal
trastorno nutricional. con adelgazamiento de extremidades y glúteos, con
La sistemática de la valoración incluirá los piel laxa señal de fusión del panículo adiposo y masa
siguientes aspectos: muscular. Otro aspecto importante es valorar la pre-
sencia de distensión abdominal hallazgo muy suges-
1. Anamnesis tivo de enfermedad digestiva como la celiaquía. La
– Se obtendrán datos a cerca de la familia y el medio exploración sistematizada permitirá detectar signos
social (trabajo de los padres, personas que cui- carenciales específicos y los sospechosos de enferme-
dan del niño, número de hermanos, afecciones de dad. En niños mayores se debe valorar siempre el esta-
los padres y hermanos). dio de desarrollo puberal.
– Antecedentes personales: Se deben conocer cir-
cunstancias ocurridas durante la gestación, medi- 3. Antropometría
das al nacimiento y progresión en el tiempo. Se Permite valorar el tamaño (crecimiento) y la com-
pondrá especial atención en los datos sugerentes posición corporal del niño. Es muy útil siempre que
de patología orgánica aguda, crónica o de repe- se recojan bien las medidas y se interpreten adecua-
tición, y en la sintomatología acompañante, sobre damente.
todo a nivel gastrointestinal.
– Encuesta dietética: Es fundamental para orientar 3.1. Medidas básicas
el origen de un trastorno nutricional. Una encues- Incluyen: peso, talla, perímetro craneal, períme-
ta detallada (recuerdo de 24 horas, cuestionario tro braquial y pliegue tricipital. Es fundamental obte-
Valoración del estado nutricional 315
nerlos con la técnica y el instrumental adecuados. Una Los estudios locales es decir, los realizados en los dis-
vez recogidas las medidas del niño, para interpretar- tintos países, son muy útiles para conocer la situación
las, es necesario contrastarlas con las de sus familia- de ese entorno determinado, sin embargo, su uso como
res y con los patrones de referencia, lo que se puede patrón comparativo no es deseable pues los datos esta-
hacer mediante percentiles o calculando puntuacio- dísticos obtenidos (percentiles, etc.) dependen de la
nes Z (Tabla I). situación nutricional de la población estudiada. Así,
en los países con gran prevalencia de desnutrición,
3.2. Patrones de crecimiento ésta se infravaloraría y el sobrepeso se sobrevalora-
Los estándares de crecimiento representan la dis- rá, y en los países con gran número de niños con sobre-
tribución de una medida antropométrica en una pobla- pesoobesidad, ocurrirá lo contrario.
ción y reflejan su estado de nutrición. Constituyen una En nuestro país entre otros, se han difundido en
herramienta muy útil para el seguimiento longitudi- los últimos años las tablas de Orbegozo (2004) y más
nal de niños y permiten detectar individuos y/o gru- recientemente, se ha publicado un estudio muy amplio
pos de riesgo nutricional. Un patrón puede consti- (Estudio español 2008 de Carrascosa y cols, 2008)
tuir la “norma” a alcanzar si se elabora de una pobla- que pone en evidencia la grave tendencia hacia la
ción normonutrida o puede ser solo una “referencia” obesidad de los niños españoles. Su información es
del estado de salud de una población (OMS, 1983). muy valiosa pero al ser una población sobrenutrida,
316 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
no parece recomendable utilizarlos para realizar com- vada; por el contrario, un peso y/o talla estacionarios
paraciones. Como patrón internacional, se dispone debe de ser motivo de alarma aunque el niño aún se
de la versión 2000 del CDC (Center for Disease Con- encuentre en percentiles altos.
trol) de niños norteamericanos. En Europa se ha ela-
borado un patrón multicéntrico pero solo para niños 3.4. Cálculo de índices
de 0-5 años (Euro-Growth 2000). Recientemente la Con las medidas del peso y talla se pueden cal-
OMS ha desarrollado y propuesto unos nuevos patro- cular índices derivados que permiten clasificar el esta-
nes de referencia internacional que incluyen las medi- do de nutrición, evaluarlo en el tiempo y cuantificar
das de peso, longitud/estatura, perímetro craneal, perí- la respuesta a las medidas terapéuticas. En la Tabla I
metro del brazo y pliegues tricipital y subescapular se recogen los índices de mayor aplicación práctica,
y los cálculos de la relación peso/talla y del índice de la fórmula de obtención y sus límites.
masa corporal (IMC). Incluyen datos de niños de 0- – La relación peso/talla. Se valora mediante per-
5 años alimentados con lactancia materna, proceden- centiles o calculando puntuaciones Z. Valora la
tes de diversos países del mundo. Los datos se pre- relación del peso para la talla independientemen-
sentan en tablas o en gráficos tanto de percentiles te de la edad y es muy útil para detectar precoz-
como de puntuaciones Z. Para el resto de edades (5- mente la malnutrición aguda (Fig. 1).
19 años) ha creado unas nuevas tablas tomando como – Índice de masa corporal (IMC). Inicialmente
base los datos de NCHS de 1979 en las que la obesi- se usó para clasificar la sobrenutrición y obesi-
dad era muy poco prevalente y en las que se conoce dad en escolares y adolescentes y actualmente ya
que se ha alcanzado la talla máxima por el fenóme- están establecidos los límites de subnutrición
no de la aceleración secular del crecimiento (debi- (OMS, 2006). Es muy fácil de calcular (kg/m2)
do a las mejoras nutricionales y del medio ambien- pero como varía con la edad, debe interpretarse
te). Incluyen peso, talla e IMC. Ambos están accesi- mediante percentiles o calculando la puntuación
bles en http://www.who.int/childgrowth/en/ y dis- Z. Es importante tener en cuenta que cuando está
ponen de software para su cálculo automático lo que elevado indica “sobrepeso” que puede ser debi-
los hace muy fáciles de aplicar. do a exceso de masa grasa (obesidad) o a exceso
de masa magra (constitución atlética). Para dife-
3.3. Velocidad de crecimiento y perfil de renciarlo resulta muy útil el perímetro del brazo
desarrollo y el pliegue tricipital, como se explica en las
Es muy importante valorar los cambios de una Tablas I y II.
medida a lo largo del tiempo ya que una medida ais- – Otros. Durante mucho tiempo se han usado para
lada tiene poco valor. Las mediciones seriadas nos clasificar el estado de nutrición los índices de
van a permitir: a) calcular su velocidad de crecimien- Waterlow (porcentaje del peso estándar y porcen-
to, sobre todo de la talla y b) construir un perfil de taje de talla para la edad) y los nutricionales de
desarrollo del niño. Shukla y McLaren, pero actualmente ya no se
La sistemática de rellenar los percentiles en la recomiendan por la dificultad para su cálculo y,
cartilla de salud con las medidas del peso, talla y perí- sobre todo, de interpretación.
metro craneal y hacer el seguimiento longitudinal
de cada niño permitirá evidenciar cuál es su canal 4. Exploraciones complementarias
de crecimiento y detectar cuándo desvía su percentil En la mayor parte de centros de atención primaria
habitual. Esto aporta una información extraordinaria- se puede acceder a diversas exploraciones complemen-
mente importante para interpretar el crecimiento y tarias para valorar la nutrición y el crecimiento, bien
estado de nutrición de un niño. Así comprobaremos realizadas en el mismo, o remitidas a otros concerta-
que hay niños constitucionalmente pequeños (en per- dos. Cada profesional debe conocer los mecanismos
centiles bajos), que no deben causar preocupación habituales para su solicitud. Una forma especialmente
siempre que la velocidad de crecimiento esté conser- beneficiosa es disponer de contacto estrecho con los
Valoración del estado nutricional 317
14 p95
12 p50
10 p5
Peso (cm)
55 60 65 70 75 80 85 90
Longitud (cm)
pediatras especialistas del hospital de referencia, tanto TABLA II. Interpretación del sobrepeso.
para la realización de pruebas como para el seguimien-
to conjunto de pacientes remitidos para estudio. Obesidad Constitución
atlética
4.1. Determinaciones analíticas Peso para la edad Elevado Elevado
Se deben seleccionar cuidadosamente. Habitual- Talla para la edad Normal o Normal o
mente se precisa la determinación de hemograma, y elevada elevada
bioquímica con metabolismo del hierro, cinc, preal- IMC Elevado Elevado
búmina, albúmina, inmunoglobulinas y función hepá-
tica. La albúmina es muy buen índice del estado de la Perímetro braquial Elevado Elevado
síntesis hepática, pero como tiene una vida media muy Pliegue tricipital Elevado Normal
larga (21 días) tarda en modificarse con el trastorno
nutricional y en recuperarse con la terapia; por ello,
la determinación de la prealbúmina al tener una vida mente los cambios nutricionales informa sobre alte-
media más corta (2 días) resulta mucho más eficaz raciones del crecimiento.
para evaluar la desnutrición aguda y la respuesta al
tratamiento. La determinación de factores de creci- 4.2. Análisis de composición corporal
miento, principalmente el factor de crecimiento simi- En la práctica clínica pediátrica se aplica la antro-
lar a la insulina o IGF-1, a la vez que refleja precoz- pometría ya expuesta anteriormente, y la impedancia
318 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
bioeléctrica (BIA). La conductividad eléctrica corpo- habrá que pensar en la enfermedad inflamatoria y soli-
ral total o TOBEC es un método preciso e inocuo, pero citar en primer lugar reactantes de fase aguda. Obvia-
actualmente su aplicabilidad está limitada por el cos- mente, si se detecta alguno de estos procesos deberá
to. La interactancia por infrarrojos, método muy sen- remitirse el paciente al centro de referencia para com-
cillo y económico, precisa mayor validación. pletar el diagnóstico e iniciar la terapéutica.
La densitometría es una exploración que permi-
te cuantificar el contenido mineral óseo, por lo que es BIBLIOGRAFÍA
de gran interés en niños con carencias dietéticas inten- 1. Carrascosa A, Fernández JM, Fernández C, et al. Estu-
sas (trastornos de la conducta alimentaria) o con enfer- dio transversal español de crecimiento 2008. Parte II:
medades crónicas (fibrosis quística, enfermedad infla- valores de talla, peso e índice de masa corporal desde
matoria intestinal). el nacimiento a la talla adulta. An Pediatr (Barc) 2008;
68: 552-69.
2. CDC. National Center for Health Statistics 2000.
4.3. Radiografía del carpo http://www.cdc./growthcharts/zscore.
Es de primera importancia para valorar la madu-
3. Cole TJ, et al. Establishing standard definition for child
ración esquelética y relacionarla con la edad crono- overweight and obesity worldwide: International sur-
lógica del niño. El método más utilizado para su lec- vey. BMJ 2000; 320: 1240-3.
tura es la comparación con el atlas de Greulich y Pyle. 4. Dibley MJ, Staehling N, Nieburg P, Trowbridge FL.
Es muy útil para valorar niños de tamaño corporal Interpretation of z-score anthropometric indicators deri-
pequeño que no representan mas que variantes de la ved from the international growth reference. Am J Clin
normalidad; así por ejemplo, en el retraso constitu- Nutr 1987; 46: 749-62.
cional del crecimiento, la maduración ósea está retra- 5. Euro-Growth. Haschke, Van’t Hof MA, eds. J Pediatr
sada y corresponde a la edad-talla (edad a la que la Gastroenterol Nutr 2000; 31 (Suppl 1).
talla del niño estaría en el percentil 50), sin embargo, 6. Garza C, De Onís M. An overview of growth standards
en la talla baja familiar, van acordes la edad cronoló- and indicators and their interpretation. In: Baker S,
Baker RD, Davis AM, eds. Pediatric nutrition support.
gica y la maduración esquelética.
Boston: Jones and Bartlett Publishers; 2007. p. 1-13.
7. Hendricks K. Anthropometric evaluation. In: En: Baker
4.4. Exploraciones de enfermedades específicas S, Baker RD, Davis AM, eds. Pediatric nutrition sup-
Durante el seguimiento del niño si se sospecha port. Boston: Jones and Bartlett Publishers; 2007. p.
que el trastorno nutricional es secundario se orienta- 57-64.
rá el screening de las enfermedades que sugiera la 8. Martínez Costa C, Martínez Rodríguez L. Valoración
exploración, la edad y el deterioro de las curvas de del estado nutricional. En: Comité de Nutrición de la
peso y talla. Siempre que se asocie diarrea crónica se AEP, ed. Manual Práctico de Nutrición en Pediatría. 1ª
debe investigar la presencia de parásitos en las heces ed. Madrid: Ergon; 2007. p. 31-9.
(Giardia lamblia, Cryptosporidium sp.); en niños con 9. Sobradillo B, Agirre A, Aresti U, et al. Curvas y tablas
enfermedades respiratorias de repetición, desmedro de crecimiento (Estudio longitudinal y transversal). Ins-
tituto de Investigación sobre Crecimiento y Desarro-
y heces malolientes se realizará test del sudor para el llo. Bilbao: Fundación Faustino Orbegozo; 2004.
despistaje de la fibrosis quística; en aquellos con deten-
10. WHO Multicentre Growth Reference Study Group.
ción de la curva pondoestatural y distensión abdomi- WHO Child Growth Standard based on length/height,
nal se realizarán anticuerpos antiendomisio y anti- weight, and age. Acta Paediatrica 2006; Suppl 450: 76-
transglutaminasa tisular para detectar la enfermedad 85. Estándares disponibles en http://www.who.int/
celíaca; en escolares y adolescentes con desnutrición childgrowth/en/.
Obesidad
6 Luis A. Moreno Aznar1, Margarita Alonso Franch2
1E.U. Ciencias de la Salud. Universidad de Zaragoza. 2Universidad deValladolid.
CONCEPTO ETIOPATOGENIA
La obesidad, desde el punto de vista conceptual, Los síndrome genéticos y/o endocrinológicos
se define como un exceso de grasa corporal. Sin representan el 1% de la obesidad infantil, correspon-
embargo, los métodos disponibles para la medida diendo el 99% restante al concepto de obesidad nutri-
directa del compartimento graso no se adaptan a la cional, simple o exógena (Tabla I).
práctica clínica de rutina. Por esta razón, la obesi- La obesidad nutricional es una anomalía multi-
dad se suele valorar utilizando indicadores indirectos factorial en la que se han identificado factores gené-
de la grasa corporal obtenidos a partir de medidas ticos y ambientales.
antropométricas sencillas. El que se utiliza con mayor
frecuencia es el índice de masa corporal (IMC), que Factores genéticos
es el resultado de dividir el peso en kilogramos por la La búsqueda de genes relacionados con la obesi-
talla en metros al cuadrado (kg/m2). dad nutricional ha obtenido respuesta positiva en los
últimos años. La deficiencia congénita de leptina ha
EPIDEMIOLOGÍA sido demostrada en unos pocos niños con obesidad de
Como se comentará en el apartado de diagnós- comienzo precoz; también se conoce algún caso de
tico, no se dispone de un criterio aceptado unánime- deficiencia congénita del receptor de la leptina.
mente para la definición de la obesidad infantil. Por
esta razón es difícil describir la epidemiología de la Factores ambientales
obesidad, sobretodo si se intenta hacer comparacio- Se ha observado relación entre el peso al naci-
nes entre regiones y países. Sin embargo, algunos miento, que es el resultado del medio ambiente fetal,
hechos parecen observarse de manera constante: y la aparición de obesidad. Sin embargo, los facto-
a)mayor frecuencia en el sexo femenino, sobretodo res más importantes parecen ser los dietéticos y los
antes de la pubertad; b)mayor frecuencia en los niños relacionados con el gasto energético. Los resultados
de categoría socioeconómica más baja; y c) aumento sobre la relación entre ingesta elevada de energía y
de la prevalencia en los últimos años. obesidad no son concluyentes; mayor efecto parece
Recientemente, se tuvo la oportunidad de com- tener la proporción de energía aportada por la grasa.
parar la prevalencia de obesidad en Aragón (región En cuanto al gasto energético, el factor que determi-
representativa del resto de España), con la de otros na en mayor medida la aparición de obesidad en niños
países (Rusia, USA, Brasil, China, Inglaterra y Esco- y adolescentes es el sedentarismo y en concreto la
cia) utilizando el mismo método de diagnóstico. En práctica de actividades sedentarias como ver la tele-
los niños de 6-7 años, España era el país que presen- visión, utilizar el ordenador o los video-juegos.
taba mayor prevalencia, incluso por encima de USA.
En adolescentes de 13-14 años, la prevalencia en Ara- CLÍNICA
gón también era muy elevada, quedando en segundo El objetivo principal en la valoración de la obe-
lugar, tras Estados Unidos. sidad es intentar precisar su origen.
320 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
TABLA I. Obesidad de tipo orgánico. maduración ósea acelerada, mientras que los niños
con obesidad endógena suelen tener tallas inferiores
Síndromes somáticos dismórficos al percentil 5 y maduración ósea retardada.
– Síndrome de Prader-Willi La adiposidad suele ser generalizada, con pre-
– Síndrome de Vásquez dominio troncular en un tercio de los casos. Ello ori-
– Síndrome de Laurence-Moon-Biedl gina una pseudoginecomastia y el enterramiento de los
– Síndrome de Cohen genitales externos del varón en la grasa suprapúbica.
– Síndrome de Alström Frecuentemente se observan estrías en la piel, de color
– Alteraciones ligadas a X rosado o blanco, localizadas en abdomen, tórax y cade-
– Pseudohipoparatiroidismo
ras, lo que puede plantear en casos exagerados un diag-
Lesiones del SNC nóstico diferencial con el síndrome de Cushing.
– Trauma
Los niños con maduración ósea acelerada suelen
– Tumor presentar pubertad anticipada. En conclusión, se pue-
– Post-infección de establecer que los dos parámetros más importan-
tes en la exploración física del niño obeso son la talla
Endocrinopatóas y la edad ósea.
– Hipopituitarismo
– Hipotiroidismo DIAGNÓSTICO
– Síndrome de Cushing En la actualidad se acepta que la obesidad infan-
– Corticoides exógenas til se define en función de los valores de IMC referi-
– Síndrome de Mauriac dos a cada edad y sexo. Parece importante utilizar los
– Síndrome de Stein-Leventhal estándares internacionales publicados recientemente,
que fijan unos valores equiparables a los 25 y 30 kg/m2
utilizados en adultos, pudiendo así definir la presen-
Anamnesis cia de sobrepeso u obesidad, respectivamente. Los
Interesa conocer el peso y la longitud en el valores de referencia se presentan en las Figuras 1A
momento del nacimiento, aunque generalmente no sue- y 1B.
len diferir de los observados en niños no obesos. Otros Parece importante también valorar el riesgo de
aspectos a investigar son: tipo de lactancia, calenda- complicaciones que presentan estos niños. Para ello
rio de administración de alimentos no lácteos, desa- se podría utilizar la circunferencia de la cintura. Aque-
rrollo psicomotor, historia de traumatismos, interven- llos niños que presenten obesidad y una medida de la
ciones quirúrgicas o enfermedades que obligaron a circunferencia de la cintura superior al percentil 75,
períodos de reposo prolongado. Habrá que valorar tam- deberían beneficiarse de una exploración completa
bién su actividad física y el tipo de deportes que pre- del riesgo cardiovascular que incluiría la medida de
fiere, su carácter, sus relaciones familiares y escola- la tensión arterial y determinación de glucosa, insu-
res, su rendimiento escolar y la aceptación que el pro- lina y perfil lipídico completo. Los valores de la cir-
pio niño, sus compañeros y la familia tienen de la obe- cunferencia de la cintura correspondientes al percen-
sidad. También se anotará cuidadosamente el peso til 75 se presentan en la Figura 2.
de los progenitores y de sus hermanos, así como los Teniendo en cuenta la descripción clínica previa,
hábitos dietéticos de la familia. Se recogerán también se puede plantear el diagnóstico diferencial de la obe-
los antecedentes familiares de diabetes, hipertensión, sidad siguiendo el algoritmo que se presenta en la
gota, obesidad y enfermedades cardiovasculares. Figura 3.
32 32
30 kg/m2
30 30 30 kg/m2
28 28
26 25 kg/m2 26
25 kg/m2
IMC
IMC
24 24
22 22
20 20
18 18
16 16
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20
A Edad (años) B Edad (años)
FIGURA 1. Valores de referencia de índice de masa corporal (IMC) para el diagnóstico de sobrepeso (equivalente a
25 kg/m2 en adultos) y obesidad (equivalente a 30 kg/m2 en adultos): A) Niños y B) Niñas.
80
TABLA II. Complicaciones de la obesidad.
Circunferencia de cintura (cm)
Niños
75
Psicosociales
70 Niñas – Discriminación con compañeros, aceptación
65 escolar disminuida.
– Aislamiento, reducción en la promoción
60
social*.
55
Crecimiento
50 – Edad ósea avanzada; incremento de la talla,
4 6 8 10 12 14 16 menarquía precoz.
Edad (años)
SNC
FIGURA 2. Valores de la circunferencia de la cintura a – Pseudotumor cerebri.
partir de los cuales se debe valorar los factores de ries- Respiratorio
go cardiovascular, en ambos sexos. – Apnea deurante el sueño, S. de Pickwick,
infecciones.
La obesidad se asocia, sobretodo en los adoles- Cardiovascular
centes, con tensión arterial elevada, concentraciones – Hipertensión, hipertrofia cardíaca*.
de lípidos y lipoproteínas anormales y elevación de – Muerte súbita*.
la insulina plasmática. También se trata de una pobla- Ortopédico
ción con riesgo elevado de presentar enfermedades – Epifisiolisis de la cabeza del fémur,
cardiovasculares en la vida adulta. enfermedad de Blunt.
En relación con los factores de riesgo cardiovas- Metabólico
cular, la distribución de la grasa corporal parece más – Resistencia a la insulina, diabetes tipo II,
importante que la cantidad de grasa total. Por ello es hipertrigliceridemia, hipercolesterolemia,
importante también la medida de la circumferencia gota*, esteatosis hepática*, enfermedad
de la cintura, como se ha indicado en el apartado Diag- ovárica poliquística.
nóstico. Desde este punto de vista, la obesidad de tipo
abdominal, central o androide, es más perjudicial que * Manifestaciones en edad adulta
la obesidad de caderas, periférica o ginoide.
322 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
Fenotipo
Normal Dismórfico
Maduración ósea
normal o acelerada Maduración ósea Maduración ósea
retrasada acelerada
Obesidad nutricional
Endocrinopatías Endocrinopatías
- GH - Corticoides
- Hipotiroidismo - Cushing
- Mauriac - Pubertad preccoz
- Otros
FIGURA 3. Algoritmo
diagnóstico de la obesidad.
Los niños con obesidad nutricional pueden pre- niño, ya que para que tengan éxito deben afectar a los
sentar problemas ortopédicos como epifisiolisis, pie diversos miembros de la familia.
plano y escoliosis. Pueden también presentar mani- Antes de comenzar el tratamiento hay que valo-
festaciones psicológicas derivadas de la falta de acep- rar la capacidad del individuo y de la familia para
tación social y de la baja autoestima. La alteración de seguir un programa exigente y por ello hay que adap-
la función respiratoria es poco frecuente; sin embar- tarlo a las necesidades y a los problemas particulares
go, en casos extremos puede aparecer un síndrome de de cada caso. Los planteamientos terapéuticos con
Pickwick que combina hipoventilación alveolar, reten- más éxito incluyen dietas bajas en calorías, educación
ción de dióxido de carbono y somnolencia. en nutrición, modificación de la conducta y realiza-
ción de actividad física. En resumen un tratamiento
TRATAMIENTO multidisciplinar, para lo que se requiere un equipo
El objetivo principal del tratamiento es disminuir compuesto por pediatras, dietistas, especialistas en
el peso corporal y la masa grasa, pero asegurando educación física, enfermeras y psicólogos.
un crecimiento normal. El peso ideal debe mantener-
se a lo largo del tiempo y para ello es necesario modi- Dieta
ficar la conducta alimenticia y la actividad física. Los En niños, sólo en muy raras ocasiones se necesi-
cambios conductales no sólo deben tener lugar en el tan grandes restricciones calóricas. En niños y ado-
Obesidad 323
lescentes con obesidad moderada es suficiente una aplicarse. En general se plantea la prevención no sólo
restricción calórica del 30-40% de los requerimien- a nivel individual sino también en el ámbito escolar.
tos calóricos teóricos (generalmente una dieta entre En todo caso es importante la puesta en marcha de
1.200 y 1.300 kcal.). Se administra en forma de una programas de prevención para intentar disminuir el
dieta equilibrada con 25-30% de grasa, 50-55% de incremento de la prevalencia de obesidad observado
hidratos de carbono y 15-20% de proteínas, repartién- en nuestro país y sobretodo sus consecuencias para el
dose en 5-6 comidas. Conviene beber abundante agua. futuro.
Con este tipo de dieta se describen muy pocos efec-
tos secundarios, no se afecta el crecimiento longitu- BIBLIOGRAFÍA
dinal y los niños pueden perder unos 0,5 kg por sema- 1. Bueno G, Bueno O, Moreno LA, García R, Tresaco B,
na. Garagorri JM, Bueno M. Diversity of metabolic syndro-
En los niños muy obesos es posible la utilización me risk factors in obese children and adolescents. J
de dietas muy bajas en calorías, si se controlan ade- Physiol Biochem 2006; 62: 125-134.
cuadamente. Se utilizan durante un corto período de 2. Cole TJ, Bellizzi MC, Flegal KM, Dietz WH. Establis-
tiempo y constan de entre 600 y 900 kcal. por día. Es hing a standard definition for child overweight and obe-
obligatorio el control del crecimiento, así como las sity worldwide: international survey. BMJ 2000; 320:
1240-1243.
posibles modificaciones del electrocardiograma, prin-
cipalmente el ritmo cardiaco y el acortamiento del 3. Doak CM. Visscher TLS, Renders CM, Seidell JC. The
prevention of overweight and obesity in children and
intervalo QT. adolescents: a review of interventions and program-
mes. Obes Rev 2006; 7: 111-136.
Actividad física
4. Moreno LA, Mesana MI, Fleta J, Ruiz JR, González-
El aumento de la actividad física es un compo- Gross MM, Sarría A, Marcos A, Bueno M and the AVE-
nente importante del tratamiento. Se debe realizar acti- NA Study Group. Overweight, obesity and body fat
vidad moderada al menos durante 30 minutos al día. composition in Spanish adolescents. The AVENA Study.
Muchos niños disfrutan realizando deportes organi- Ann Nutr Metab 2005; 49: 71-76.
zados y en compañía de sus padres, hermanos y ami- 5. Moreno LA, Ochoa MC, Wärnberg J, Martí M, Martí-
gos. nez JA, Marcos A. Treatment of obesity in children and
adolescents: How nutrition can work? Int J Pediatr Obes
Terapia conductal 2008; 3: 72-77.
El enfoque conductal en el tratamiento de la obe- 6. Moreno LA, Rodríguez G. Dietary risk factors for deve-
sidad se desarrolló a partir de la teoría del aprendiza- lopment of childhood obesity. Curr Op Clin Nutr Metab
Care 2007; 10: 336-341.
je social. En relación con la alimentación es necesa-
rio el establecimiento de metas intermedias y finales, 7. Moreno LA. Interventions to improve cardiovascular
con objeto de evitar frustraciones. Debe esperarse risk factors in obese children. J Pediatr Gastroenterol
Nutr 2006; 43: 433-435.
recaídas, para las que deben tenerse soluciones ya pre-
paradas. El fin principal de las estrategias de reforza- 8. Oude Luttikhuis H, Baur L, Jansen H, Shrewsbury VA,
O’Malley C, Stolk RP, Summerbell CD. Interventions
miento es compensar las posibles frustraciones debi- for treating obesity in children. Cochrane Database Syst
das a alteraciones de los planes previstos. Rev 2009; 1: CD001872.
9. Rey-López JP, Vicente-Rodríguez G, Biosca M, More-
PREVENCIÓN no LA. Sedentary behaviour and obesity development
El principal objetivo de la prevención es evitar in children and adolescents. Nutr Metab Cardiovasc
los efectos negativos que la obesidad tiene sobre la Dis 2008; 18: 242-251.
salud tanto a corto como a largo plazo. La prevención 10. Summerbell CD, Waters E, Edmunds LD, et al. Inter-
y el tratamiento no difieren en sus metas, sino que ventions for preventing obesity in children. Cochrane
varían en el momento y en la población a la que debe Database Syst Rev 2005; 3: CD001871.
Trastornos del comportamiento alimentario:
7 Anorexia nerviosa y bulimia nerviosa
Diana Madruga Acerete1, Rosaura Leis Trabazo2, Nilo Lambruschini Ferri3
1Hospital Infantil Universitario Niño Jesús. Madrid. 2Hospital Clínico Universitario de
Santiago. USC. Santiago de Compostela. 3Hospital Sant Joan de Déu, Barcelona.
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), y del 2-4%para la BN. La prevalencia de TCA atípi-
son una de las enfermedades crónicas, más frecuen- co puede situarse en torno al 5-10%.Aunque los datos
tes en adolescentes y mujeres jóvenes. Enfermedades en varones son más limitados se estima una relación
psiquiátricas, que se caracterizan por tener una alte- de prevalencia entre mujeres y varones de 9:1. La edad
ración definida del patrón de ingesta o de la conduc- de comienzo de la AN más frecuente es la adolescen-
ta sobre el control del peso, que produce un deterio- cia o la juventud, aunque algunos casos aparecen des-
ro físico y psicosocial. En consecuencia aparece una pués de los 40 años o en la infancia. La BN suele tener
malnutrición que afecta a todo el organismo y al fun- un comienzo más tardío. Estudios recientes indican
cionamiento cerebral, lo que perpetúa el trastorno su aparición en todas las clases sociales, además algu-
mental. Esta alteración de la conducta no debe ser nos grupos profesionales como modelos, bailarinas,
secundaria a ninguna enfermedad médica o psiquiá- atletas, gimnastas, etc., parecen más afectados. En
trica. Se ha relacionado con una seria morbilidad, así la mayoría de los estudios los pacientes con AN, no
como una significativa mortalidad, constituyendo un tanto las bulímicas, presentan un buen rendimiento
problema de salud pública, por su curso clínico pro- escolar, lo que suele ir ligado a actitudes de auto exi-
longado y su tendencia a la cronificación. gencia y perfeccionismo.
Los TCA comprenden la anorexia nerviosa (AN),
la bulimia nerviosa (BN) y los trastornos no especi- ETIOPATOGENIA
ficados o atípicos (EDNOS), reservando esta denomi- En la etiopatogenia intervienen factores genéti-
nación a las situaciones en las que falta una o más de cos, biológicos, psicológicos, sociales y culturales que
las características principales que definen los cuadros actúan como factores predisponentes, desencadenan-
típicos. Dentro de los TCA se incluyen la anorexia ner- tes o mantenedores de la enfermedad, considerándo-
viosa (AN), la bulimia nerviosa (BN) y el trastorno se en la actualidad un trastorno multifactorial. En ella
atípico o no especificado. Aunque fueron reconocidos participan factores genéticos y ambientales, de cuya
hace más de dos siglos en los países occidentales, se interacción surge la vulnerabilidad individual. Inter-
ha producido un incremento progresivo de su inciden- viene además unos factores desencadenantes y otros
cia y prevalencia en los últimos años debido, funda- derivados de la propia enfermedad que favorecen el
mentalmente a factores socioculturales. Afectan de for- mantenimiento y la perpetuación del trastorno. Los
ma preferente a la población adolescente femenina y mayores avances han venido de la confirmación del
se observa una tendencia al aumento, sobre todo de hambre e inanición, como factor básico en la perpe-
formas parciales, en prepúberes y varones de riesgo. tuación del cuadro por sus consecuencias psicológi-
En las mujeres adolescentes de los países occi- cas, emocionales y físicas. También son importantes
dentales se estima una prevalencia del 1% para la AN las influencias culturales con el énfasis de la delga-
326 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
Desencadenantes:
- Dietas
- Estrés
- Periodo de crisis
- Sucesos adversos
Adolescencia
dez como el modelo de éxito social y existente en alimentarios. Se han documentado importantes alte-
nuestra sociedad, exacerbado por los medios de comu- raciones en estos pacientes en algunos neurotransmi-
nicación. Todos estos factores pueden concluir en la sores que participan activamente en la regulación de
aparición de un TCA en un adolescente vulnerable la homeostásis energética (serotonina, dopamina, nor-
(Fig. 1). adrenalina) y en los sistemas de la colecistoquinina,
No se ha identificado un marcador genético espe- grelina, leptina, adiponectina, neuropeptido Y u otros
cífico, los estudios se centran en análisis de polimor- péptidos implicados en el control de la ingesta. Un
fismos de genes, relacionados con el control del peso hallazgo reciente relevante ha consistido en demos-
corporal, con vías serotoninérgicas y dopaminérgicas trar que el tejido adiposo no es un reservorio pasivo
alteradas en estos pacientes. El papel de la genética de energía; antes al contrario, se trata de un auténtico
se sustenta por estudios (contribución en el 50% de órgano de gran actividad endocrina y metabólica, exis-
la varianza) de agregación familiar y en gemelos (con- tiendo una interconexión bidireccional del cerebro y
cordancia de monocigotos en el 50%).Estudios de aná- del tejido adiposo sugiriendo que este último desem-
lisis de linkage (fenotipos homogéneos) encuentra peña un papel importante en la regulación del balan-
susceptibilidad para BN en el cromosoma 10p y para ce energético.
AN en cromosoma 1p. Dentro de los factores biológicos en las alteracio-
La regulación de la ingesta (hambre/saciedad) en nes neuroquímicas, encontramos niveles disminuidos
el organismo se produce a través de la interacción de norepinefrina en relación con la bradicardia e hipo-
de complejos sistemas y señales que proceden del sis- tensión en estados de malnutrición, así como disregu-
tema gastrointestinal, las reservas energéticas y el sis- laciónes de la serotonina, que explicaría, a menos
tema nervioso central (hipotálamo) Los pacientes con en parte la alta incidencia de comorbilidades psiquiá-
TCA, presentan importantes alteraciones en las per- tricas en estas pacientes como depresión, ansiedad y
cepciones del hambre y saciedad y en sus patrones trastornos obsesivo-compulsivos. Existen factores de
Trastornos del comportamiento alimentario: Anorexia nerviosa y bulimia nerviosa 327
susceptibilidad genética (gen del receptor de la 5HT taria, siendo el rasgo clínico principal la negativa a
2A) cada vez más estudiados, así como problemas psi- alimentarse de forma apropiada, por un temor irracio-
cológicos y de la dinámica familiar en estos pacien- nal ante la posibilidad de ganar peso. Estos datos espe-
tes. Los pacientes con AN se describen como ansio- cíficos permiten diferenciarla de otras enfermeda-
sos, depresivos, perfeccionistas y con baja autoesti- des que cursan con restricción de la ingesta, asocia-
ma. Entre los pacientes con BN predominan los pro- das o no a descenso ponderal. La AN tiene una forma
blemas de control de impulso. típica o restrictiva y otra purgativa en la que al inten-
to de ayuno se añaden vómitos y diarrea autoprovo-
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS EN LA AN Y cada y a veces uso de diuréticos. La BN se caracte-
BN riza por la aparición de episodios de descontrol ali-
Actualmente los criterios que se siguen para el mentario, que llevan al paciente a efectuar un con-
diagnóstico son los de la Academia Americana de Psi- sumo rápido de grandes cantidades de comida, sien-
quiatría de 1994 (DSMIV) y los elaborados por la do habitual la puesta en marcha a continuación de
OMS (CIE-10) (Tabla I). La AN es una enfermedad medidas encaminadas a neutralizar los efectos de los
psicosomática, caracterizada por una alteración de la ”atracones“ (inducción del vómito, ejercicio intenso,
imagen corporal y un trastorno de la conducta alimen- dietas estrictas, utilización de diuréticos o laxantes
328 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
entre otros). Los cuadros bulímicos se dividen tam- 3. Miedo exagerado al sobrepeso o a la ganancia
bien en purgativos y no purgativos. En los períodos ponderal.
intercríticos el paciente tiende a ayunar ya que par- 4. Rechazo de la propia imagen corporal.
ticipa plenamente del ideal anoréxico. Dentro de las 5. Valoración del peso o figura como prioridad.
anoréxicas, aproximadamente la mitad de ellas, en su 6. Valoración de los alimentos exclusivamente en
evolución, van a desarrollar conductas bulímicas. En relación a la ganancia ponderal.
el incremento actual se cuestiona si la anorexia y la La American Medical Association publicó en
bulimia sin cuadros clínicos diferentes o distintas fases 1994 unas guías para realizar el screening de los TCA
de el curso evolutivo de un mismo cuadro. entre los adolescentes. Aquellos que presenten un TCA
Existen formas atípicas o incompletas, denomi- deben ser evaluados por un equipo multidisciplinar
nadas en el DSM-IV como trastorno de la conducta que incluya un médico general, un nutricionista, un
alimentaría no especificado, en los que falta algún cri- psiquíatra y un psicólogo.
terio mayor o bien los síntomas son más leves: sínto- Las manifestaciones clínicas de estas enfermeda-
mas de anorexia conservando la menstruación o con des (AN y BN) son multisistémicas debido a que se
peso en límites normales. Incluye el “trastorno por afectan casi todas las partes del organismo como con-
atracón” definido en el DSM-IV por la presencia de secuencia de la malnutrición, pudiendo producir en
atracones recurrentes (al menos 2 por semana duran- ocasiones daños irreversibles. Unas manifestaciones
te 6 meses, asociados a tres o más síntomas: comer clínicas son secundarias a los trastornos psiquiátricos
por encima del nivel de saciedad, ingerir grandes can- y de la conducta y otros al cuadro clínico de malnu-
tidades de alimentos, consumidos a gran velocidad, trición. Ambas se combinan en grados diversos según
esconder la voracidad comiendo a solas o sentir cul- la fase evolutiva del paciente. Todos los clínicos deben
pabilidad tras el atracón). El síndrome de temor a la conocer la gran amplitud de las anomalías físicas.
obesidad” tan frecuente en los adolescentes, se carac- Algunas complicaciones médicas no son sólo clíni-
teriza por el mismo miedo a engordar y empleo de camente importantes sino que amenazan la vida, por
dietas hipocalóricas y ejercicio físico, pero sin con- la que requieren atención especial. La paciente cróni-
ducta purgativa, ni alteración de la imagen corporal, ca que está severamente emaciada, abusa de laxantes
El pediatra de atención primaria, por su accesibilidad y se induce vómitos presenta serias complicaciones.
al adolescente y familia, ocupa una posición clave en Estos pueden pasar desapercibidas antes del ingreso
la detección precoz de estos trastornos. y hacerse patentes cuando la realimentación rompe
su precario equilibrio (Tablas II y III).
PAPEL DEL PEDIATRA EN EL La evaluación de los pacientes con TCA puede
DIAGNÓSTICO DE LOS TCA resultar difícil por su actitud negadora y escasamen-
El diagnóstico precoz de los TCA es fundamen- te colaboradora. Por estas razones la entrevista clí-
tal en el pronóstico y depende de la búsqueda de con- nica debe denotar un estilo empático, evitando acti-
ductas de riesgo. Una buena historia clínica es la base tudes o comentarios críticos o culpabilizadores por
del diagnóstico. Existen cuestionarios con preguntas parte de ningún miembro del personal que atiende a
dirigidas a explorar hábitos alimentarios o más espe- estos pacientes. Las pacientes purgobulímicas pueden
cíficos sobre las conductas encaminadas a perder peso, presentar una actitud de descontrol conductual y extre-
de gran utilidad en la detección de los distintos TCA. ma ansiedad, que hace necesario una actitud serena y
El diagnóstico de sospecha se valorará en todos aque- contenedora del personal que las atiende.
llos pacientes prepúberes o adolescentes con alguna La evaluación del estado mental se realizará
de estas características: explorando los síntomas específicos del trastorno (cri-
1. Realización de una dieta hipocalórica en ausen- terios diagnósticos) y los síntomas inespecíficos:
cia de obesidad o sobrepeso. depresión, ansiedad, obsesividad, ideación de muer-
2. Periodos de semiayuno alternados con ingesta te, impulsividad. Los pacientes con TCA presentan
normal. alta prevalencia de comorbilidad psiquiátrica, princi-
Trastornos del comportamiento alimentario: Anorexia nerviosa y bulimia nerviosa 329
palmente trastornos depresivos y de ansiedad; en las nas etapas del curso clínico puede llevar al paciente
formas purgo-bulímicas son además frecuentes las al ingreso urgente.
conductas impulsivas y los intentos autolíticos. La La evaluación médica incluirá un diagnóstico
conflictiva familiar que puede producirse en algu- diferencial con otras patologías que puedan también
330 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
producir un deterioro del estado nutricional, así como rentes grados, lo que va a modificar la composición
estudiar las posibles secuelas de los TCA en los pacien- corporal e induce a consumir las propias reservas de
tes. Esta valoración permitirá además enfocar el tra- grasa y músculo para mantener la glucemia. El 60%
tamiento y decidir si el paciente precisa o no ser hos- de la energía requerida por el cerebro se va a cubrir
pitalizado. con los cuerpos cetónicos; con producción hepática de
Dentro de la exploración complementaria en cuerpos cetónicos a partir de ácidos grasos y libera-
una evaluación inicial debe realizarse: hemograma ción de aminoácidos musculares para la neoglucogé-
con VSG, gasometría venosa y electrolitos incluyen- nesis, con ahorro de energía y bajo metabolismo basal.
do calcio, fósforo y magnesio, test de función renal Dentro de la historia clínica que realicemos al
incluyendo urea/BUN, creatinina y ácido úrico, test paciente debemos evaluar el grado de restricción caló-
de función hepática, hormonas tiroideas, análisis ele- rica y el tipo de alimentación que ingiere, así como la
mental de orina, electrocardiograma y radiografía duración de las posibles desviaciones de la normali-
de tórax. Pruebas que se aconsejan considerar en eva- dad. La determinación de la ingesta calórica en bulí-
luaciones posteriores: hierro sérico, Ferritina, zinc, micas es más difícil. Dichas pacientes pueden moni-
cobre y niveles de vitaminas, hormonas: estradiol, torizar su ingesta en la fase restrictiva, pero tienen
LH, FSH, testosterona y prolactina, amilasa sérica, dificultades para reconocer la cantidad de comida con-
estudios del tracto gastrointestinal y endoscopia, den- sumida durante el periodo de ingesta compulsiva. En
sitometría ósea, TAC craneal o RMN, ecocardiogra- el seguimiento de la ingesta calórica es importante
ma. Las anomalías en los exámenes complementarios determinar el concepto de requerimientos calóricos
de los pacientes afectados se deben a la desnutrición, para pérdida y mantenimiento de peso en adolescen-
a los hábitos de control de peso empleados por el tes. La ingesta dietética debe incluir la valoración
paciente o a sus complicaciones. Como los resultados de líquidos, a veces con ingestas excesivas para inten-
de los estudios complementarios sobre todo de inicio tar calmar la sensación de hambre, ansiedad o por
son normales en muchos pacientes, es importante motivos destructivos.
subrayar que los estudios se utilizan como informa- El examen físico de los pacientes va a depen-
ción basal y no para confirmar diagnóstico. La analí- der del grado de malnutrición en el momento de su
tica inicial esta dirigida a establecer parámetros de observación, pueden ir desde una perdida de peso del
urgencia sobre todo: anomalías de líquidos y electro- 15% del peso ideal hasta grados extremos de emacia-
litos, estados de deshidratación y anomalías en el elec- ción, caracterizándose por un profundo estado de defi-
trocardiograma. Posteriormente la individualizada está ciencia, en ocasiones sin manifestar los signos de mal-
encauzada al diagnóstico diferencial y valorar evolu- nutrición crónica, por lo que estas características que
ciones. Malnutrición severa (IMC <13 kg /m2), des- deben ser evaluadas en todo TCA (Tabla IV).
hidratación, anormalidades de electrolitos, arritmias En la valoración antropométrica los pacientes
cardíacas y bajos niveles en glucosa y albumina, indi- deben ser seguidos y monitorizados. La AN es un
can un incremento en el riesgo de mortalidad, modelo de malnutrición de predominio energético, de
instauración lenta y progresiva por lo que el orga-
APROXIMACIÓN DIAGNÓSTICA A LA nismo realiza un proceso de adaptación.
SITUACIÓN NUTRICIONAL La medición del peso y la talla nos permitirán cal-
Todos los pacientes con TCA deben ser someti- cular el índice de masa corporal [IMC: peso (kg) /talla2
dos a un screening nutricional ya que son pacientes en (m2)], el porcentaje del peso ideal y el porcentaje de
riesgo nutricional. El screening nutricional trata de pérdida de peso. Se considera indicativo de malnutri-
seleccionar aquellos pacientes en riesgo nutricional ción un pérdida de peso superior al 10% en 6 meses
para que se les realice una valoración nutricional más o al 5% en un mes. Se considera un IMC normal entre
completa. La “alteración patológica del patrón alimen- 18,5-25 kg/ m2, y en niños ≥ P15 y < P85.
tario”, en vía de la restricción o conducta compensa- La medida de los pliegues cutáneos (tricipital, subes-
toria inapropiada, se va a asociar al ayuno en dife- capular, bicipital, suprailíaco) y circunferencias (circun-
Trastornos del comportamiento alimentario: Anorexia nerviosa y bulimia nerviosa 331
TABLA IV. Exploración física en TCA: talización debido a un incremento del gasto en repo-
síntomas y signos so y pospandrial, por ello la CI es una herramienta
muy útil en la evaluación de los pacientes.
– Aspecto triste y demacrado. La evaluación nutricional nos permite establecer
– Resaltes óseos marcados. estadios de la enfermedad en función de la severidad
– Atrofia muscular de la afectación de los pacientes. El peso necesario para
– Piel agrietada, seca, pigmentada. alcanzar los diferentes índices de masa corporal sirve
– Extremidades frías y cianóticas. para definir objetivos terapéuticos basándose en ganan-
– Palmas y plantas amarillentas. cias específicas de peso. El índice de masa corporal
– Lanugo, vello axilar y púbico conservado. (IMC), el % del peso ideal y, el grado de cooperación
– Caída de pelo. del paciente, son los datos que mejor se correlacio-
– Atrofia mamaria nan con los diversos estadios de la enfermedad, esta-
– Hipertrofia parótida bleciéndose en la guía APA 2006, de acuerdo a estos
– Alteraciones dentarias parámetros, diferentes niveles de tratamiento (Fig. 2).
– Edemas
TRATAMIENTO DE LOS TCA
– Corazón. bradicardia, arritmias, hipotensión
El tratamiento de los TCA requiere de un equipo
– Abdomen: palpitaciones, masas fecales
multidisciplinar en el que participan médicos familia-
rizados con estos trastornos, especialistas en nutri-
ción, psiquiatras y psicólogos. Este tratamiento inclu-
ferencia media del brazo y circunferencia media mus- ye la psicoterapia, los psicofármacos, el tratamiento
cular del brazo) permiten aproximarnos al estado de los nutricional y de las complicaciones de la enfermedad.
compartimentos corporales graso y proteico muscular La creación de unidades específicas para el tra-
respectivamente, muy afectados en estos pacientes tamiento de los trastornos de la conducta alimenta-
El compartimento proteico visceral no se afecta ria ha supuesto un considerable avance terapéutico,
hasta estadios muy avanzados de la enfermedad. Se mejorando el pronóstico de estos pacientes. La agi-
pueden valorar proteínas de vida media más corta, lidad funcional y la aplicación de una terapia multi-
como la transferrina (8-10 días), prealbúmina (2-3 disciplinar representan una herramienta fundamental
días) proteína ligadora del retinol (10 horas). Los nive- que incrementa las posibilidades de recuperación. La
les de IGF-1 se encuentran descendidos y aumentan coordinación o dirección de las unidades de TCA corre
precozmente tras la realimentación habitualmente a cargo de un psiquiatra, que estable-
La calorimetría indirecta (CI) resulta muy útil ce las líneas generales del tratamiento y coordina al
para establecer el gasto energético en reposo en estos resto del equipo. Todos los miembros del equipo deben
pacientes (GER) de cara a realizar un tratamiento nutri- tener experiencia en el tratamiento de los TCA, sus
cional adecuado. Como consecuencia de la adapta- funciones deben estar claramente delimitadas para
ción al ayuno se ha señalado que estos pacientes pre- evitar interferencias que sólo pueden repercutir nega-
sentan un estado hipometabólico. Es bien conocido tivamente en el tratamiento del paciente.
en la literatura y nosotros lo hemos podido compro- Existen diferentes protocolos de tratamiento pero
bar en nuestros pacientes con AN que las fórmulas son escasos los trabajos en los que se valoran los resul-
habituales que miden el gasto energético basal (Harris- tados evolutivos finales. La naturaleza de los trastor-
Benedict, FAO, Schofield, etc.) sobreestiman el gas- nos alimentarios y la gran diversidad de tratamientos
to energético en estos pacientes con el riesgo de indu- ya establecidos en la práctica hacen difícil en ocasio-
cir un síndrome de realimentación si se les adminis- nes satisfacer la demanda de datos basados en la evi-
tra excesivas calorías. Por otro lado diferentes auto- dencia. que es básico en las decisiones del tratamien-
res han señalado que aunque los requerimientos son to clínico Entre las diferentes guías clínicas, comen-
bajos al ingreso, aumentan mucho durante la hospi- taremos las diferentes recomendaciones. Todas ellas
332 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
Evaluación
Sí No
Sí No
No Sí
Tratamiento ambulatorio
Hospitalización / Hospitalización
domiciliaria Seguimiento
Hospital de día
Kcal/día) e irse incrementando durante la hospitaliza- La nutrición artificial estará indicada en aquellas
ción. En ocasiones durante la etapa de ganancia de pacientes con malnutrición severa que presenten una
peso son necesarios aporte de 70-100 kcal/kg/día. negativa a ingerir alimentos por boca. En la guía
Durante la fase de mantenimiento y para mantener un ASPEN del 2002 con un nivel de evidencia de clase
crecimiento y desarrollo adecuado en niños y ado- B, se indica su empleo (con malnutrición grave defi-
lescentes serán necesarios hasta 40-60 kcal/kg/día Los nida por un peso < 70% del ideal para la talla) en el
pacientes que tengan requerimientos calóricos supe- paciente que no pueda o no quiera ingerir una nutri-
riores suelen presentar conductas inadecuadas, el segui- ción adecuada. La nutrición enteral es la forma de
miento con encuestas dietéticas y calorimetría indirec- nutrición artificial preferida en este tipo de pacientes,
ta nos ayudara a solventarlas de forma adecuada. Hay consiste en la administración de nutrientes directa-
que recordar que cuanto mayor sea el peso logrado por mente en el tracto digestivo (directamente por boca o
el paciente al alta, menor será la probabilidad de recaí- a través de una sonda). La nutrición enteral debe ofre-
da, por ello los ingresos suelen ser prolongados. cerse como mejoría de su estado nutricional y que
El control médico de los pacientes durante la rea- se suspenderá cuando la ingesta oral sea suficiente.
limentación es esencial, el control debe incluir la medi- Suelen utilizarse dietas poliméricas sin lactosa y con
ción de constantes vitales, así como equilibrio alimen- fibra, ya que servirá para mejorar el estreñimiento. Se
tario e hídrico, fósforo, magnesio, niveles de electro- iniciará a un ritmo lento para optimizar su tolerancia.
litos y función renal deben ser monitorizados. De esta La administración por bomba de infusión permite un
forma la ganancia ponderal será progresiva y evitare- mejor control y dificulta la manipulación de la enfer-
mos la aparición de un síndrome de realimentación ma. En ocasiones se utiliza en TCA como nutrición
Se han reportado síndrome de realimentación en cer- primaria o suplementaria, en donde con evidencia
ca del 6% de los pacientes hospitalizados, con pér- limitada se observa que se acorta el tiempo de ganan-
didas del 70% del peso corporal ideal y que reciben, cia ponderal y se obtienen buenos resultados.
nutrición parenteral, nutrición enteral y realimenta- La nutrición parenteral consiste en la administra-
ción enérgica por vía oral. El síndrome de realimen- ción de nutrientes por vía venosa, generalmente a tra-
tación se caracteriza por alteraciones hidroeletrolíti- vés de catéteres insertados en venas centrales de alto
cas severas e incluso puede conducir a la muerte súbi- flujo. Este tipo de soporte nutricional se utilizará úni-
ta en pacientes con malnutrición severa. La primera camente en aquellos pacientes con malnutrición gra-
etapa del ingreso la rehidratación deberá ser cuidado- ve en los que está contraindicada la vía digestiva
sa cubriendo las necesidades basales; dado que los (hemorragia digestiva, obstrucción intestinal, íleo para-
pacientes con AN suelen presentar una disminución lítico, etc.). Debe considerarse la alimentación paren-
de los niveles corporales totales de K, P, Mg y bioti- teral durante breves períodos de tiempo, sin embargo
na, a pesar de niveles plasmáticos normales, durante la infección siempre es un riesgo en pacientes con un
la realimentación pueden producirse cuadros severos sistema inmunitario afectado. Habrá que prevenir el
de hipopotasemia, hipofosfatemia e hipomagnesemia síndrome de realimentación con fórmulas de poco
que pueden facilitar la aparición de arritmias, crisis volumen, con calorías ajustadas a su peso actual, apor-
convulsiva, coma y producir la muerteque deben ser te de proteínas de 1,5 g/kg/día, vigilando niveles plas-
monitorizados de forma periódica sobre todo en la máticos de electrolitos.
primeras dos semanas de la realientación, Consideramos criterios de alta hospitalaria: un
En la mayoría de los pacientes el soporte nutri- IMC >18,5 kg/m2 y mantenimiento del mismo como
cional artificial se realizará con dieta oral a la que aña- mínimo una semana en etapa de transición, con gene-
diremos suplementos de nutrición enteral por boca a ralización de la conducta alimentaria en el domicilio,
medida que la paciente lo requiera. Suelen utilizarse así como mejoría psicopatológica e incorporación pro-
dietas poliméricas, generalmente con densidad caló- gresiva a la escolarización. La restauración del peso
rica de 1,5 kcal/ml. No se ha demostrado que un tipo durante la hospitalización es esencial en el tratamien-
de soporte nutricional sea superior a otros. to, seguimientos de larga duración donde nos indican
Trastornos del comportamiento alimentario: Anorexia nerviosa y bulimia nerviosa 335
peores resultados en relación a una inadecuada ganan- TABLA VI. Planteamiento nutricional
cia de peso durante el primer ingreso. Cuanto más pró- ambulatorio TCA.
ximo a su peso saludable se encuentra en el momen-
to del alta hospitalaria tanto menor es el riesgo de 1. Estimación requerimientos energéticos
recaída. – Valoración nutricional clínica y analítica
La mayor parte de pacientes con bulimia ner- – Encuesta dietética
viosa no complicada no requieren tratamiento nutri-
cional hospitalario. A diferencia de la AN son hos- 2. Información paciente
pitalizados con menos frecuencia, y cuando esto ocu- – De su situación clínica
rre, se trata de una admisión para corregir deshidra- – De las consecuencias de malnutrición
tación y desequilibrio hidroelectrolítico, conductas – De las características de una alimentación
suicidas, y, alteraciones psiquiátricas que justifican equilibrada
hospitalización. En algunas investigaciones, se seña- – Pacto de ganancia ponderal semanal
la para pacientes con BN la combinación de inter- 3. Elaboración del plan de alimentación
venciones psicoterapéuticas y farmacológicas desde
– Horario reglado de comidas
el inicio del tratamiento. Se describe la BN como un – Grupos de alimentos a incluir
estado de caos alimentario, caracterizado por perio- – Frecuencia recomendada de consumo diario/
dos de consumo de alimentos no controlados y mal semanal
estructurados, que a menudo van sucedidos de un – Valorar conveniencia de raciones/gramaje
periodo de restricción en el consumo de alimento. La – Reparto fraccionado a lo largo del día
participación del nutriólogo radica en ayudar a desa- – Control de atracones y conductas
rrollar un plan para el consumo controlado de alimen- compensatorias
tos y a la vez valorar la necesidad y tolerancia del
paciente a la estructuración alimentaria. Las técnicas 4. Seguimiento
conductuales, tales como comidas planificadas y auto – Evolución ponderal
registros, también contribuyen al control inicial de – Evolución hábitos dietéticos
– Introducción progresiva de alimentos
los síntomas y a la interrupción de atracones y pur-
“temidos”
gas. Hay evidencias de que los programas terapéuti- – Replanteamientos periódicos conjuntos del
cos que incluyen asesoramiento y organización die- equipo terapéutico y los pacientes
tética como parte del programa son más eficaces que
aquellos que no los incluye.
El Hospital Universitario de Toronto, fue uno de
los pioneros en describir y aplicar un programa de dentro de un entorno de normalidad que facilite su
hospital de día en pacientes con TCA. Se están uti- mantenimiento en una vida social, escolar o profesio-
lizando cada vez más con la intención de reducir la nal y familiar normal (Tabla VI).
duración de la hospitalización en algunos pacientes y En última instancia el objetivo del tratamiento es
para casos más leves se acude a estos programas como la reeducación del paciente y la instauración o recu-
sustitutivos de la hospitalización. Pacientes con alta peración de una dieta variada y suficiente. Establecer
motivación y familias que cooperan pueden benefi- un patrón de alimentación con comidas bien equili-
ciarse del hospital de día. Tales programas pueden no bradas no cura el trastorno alimentario, pero no se
ser apropiados para pacientes con pesos iniciales más alcanzará una cura hasta que se establezca un patrón
bajos (por ejemplo los que tienen un peso igual o infe- con estas características. La utilización de dietas pro-
rior al 75% del peso medio según la altura). Siem- gramadas, así como los cálculos calóricos o los menús
pre que el estado nutricional y psíquico del paciente diarios cerrados deben utilizarse el mínimo tiempo
lo permita, se preferirá el tratamiento ambulatorio en posible. En primer lugar se ha de estructurar la ali-
la consulta externa, intentando mantener al paciente mentación, organizando las ingestas principales y sus
336 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
Criterios de ingreso
HOSPITALIZACIÓN EN CASA HOSPITALIZACIÓN
Criterios de hospitalización
domiciliaria Criterios de ingreso
TRATAMIENTO AMBULATORIO
Grupal
EVALUACIÓN - Plan de vida SEGUIMIENTO
- Psicoterapia
- Trabajo con familia
horarios, y luego se trabajará sobre la variedad y la es sin incidencias y el clínico debe estar preparado
elección de alimentos y, finalmente sobre su cantidad. para vigilar con cuidado el progreso.
Desde nuestro punto de vista, los mejores resultados En pacientes con AN la psicoterapia puede ser
se obtienen cuando se trabaja modificando normas de útil una vez corregida la malnutrición. En un metaa-
conducta alimentaria en el contexto de la alimenta- nálisis la psicoterapia conductual produjo mayor
ción de la familia (Fig. 3). ganancia de peso y acortó la estancia hospitalaria res-
pecto al tratamiento exclusivo con psicofármacos. El
TRATAMIENTO PSICOTERÁPICO Y CON tratamiento cognitivo es superior a los consejos die-
PSICOFÁRMACOS téticos, en términos de evitar recaídas desde la restau-
El protocolo de hospitalización se sigue de un ración del peso en el hospital. Hay evidencia limita-
programa de postalta, cuyo objetivo principal es evi- da para pacientes < 19 años con duración de enferme-
tar reingresos, con una técnica basada en: 1) Plan de dad < a 3 años, en donde la terapia familiar fue supe-
vida en donde se incluyen las indicaciones nutricio- rior en términos de ganancia de peso a la psicotera-
nales, 2) Técnicas conductuales, 3) Técnicas cogniti- pia individual. Los fármacos psicótropos no deberí-
vo-conductuales, 4) Técnicas familiares (Tabla VI). an utilizarse como el único tratamiento primario en
El equipo tratante, el enfermo y la familia deben ser estos pacientes ya que ningún fármaco se ha demos-
realistas respecto al tratamiento, que a menudo es trado eficaz en la recuperación de su peso. Las indi-
un proceso a largo plazo. Aunque los resultados pue- caciones en base a los datos actuales serían: 1) Pre-
den ser favorables, el curso de tratamiento raras veces venir recaídas en pacientes que han recuperado peso,
Trastornos del comportamiento alimentario: Anorexia nerviosa y bulimia nerviosa 337
Normal Dismórfico
Talla Síndromes
(Figura 1)
FIGURA 4.
2) Tratar comorbilidades asociadas como depresión AN es grave a pesar de los esfuerzos en mejorar el
o trastornos obsesivocompulsivos una vez que el tratamiento. El pronóstico para la anorexia de inicio
paciente haya comenzado a recuperar peso. Indica- en la adolescencia en el metaanálisis es mejor que el
ciones contempladas en la guía American Psichiatric inicio en la edad adulta, el 57% de los pacientes se ha
Association (APA) 2000 y 2006. recuperado, el 25,95 % mejoraron y el 16,9% ha teni-
A diferencia de lo que ocurre en la AN, los pacien- do un curso crónico, la mortalidad media fue de 1,8%.
tes con BN se benefician del tratamiento con psico- Strober encontró que el tiempo medio de recupera-
fármacos en la fase aguda. ción fue mayor a 4 años, por tanto precisan tratamien-
No está claro el tiempo que se deben administrar, tos de larga duración. En la AN se relaciona con un
pero en algunos estudios puede desprenderse que los peor pronóstico la mayor edad de comienzo, menor
tratamientos más prolongados consiguen una menor índice de masa corporal alcanzado, mayor duración
tasa de recaídas. El tratamiento más eficaz es la tera- de la enfermedad, síntomas bulímicos, mayor dura-
pia cognitivo-conductual (PCC) que consigue un por- ción del tratamiento hospitalario y las variables de
centaje de remisiones del 50%. La psicoterapia inter- comorbilidad psiquiátrica (depresión, ansiedad, tras-
personal también ha demostrado ser eficaz en algu- tornos de personalidad obsesivo-compulsivo) que pro-
nos estudios. duciría una resistencia psicológica al aumento de peso
La evolución de estas enfermedades es tórpida y a la mejoría. La BN suele tener una evolución más
con gran tendencia a la cronificación. En la revisión benigna con curación en el 50% de los casos, mejo-
de Steinhausen se concluye que el pronóstico de la ría en el 30% y persistencia en el 20%. Entre factores
338 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
de buen pronóstico se sitúan edades tempranas, dura- treatment of anorexia nervosa, bulimia nervosa, and
ción corta de enfermedad, siendo la obesidad en la eating disorders not otherwise specified (EDNOS). J
infancia, baja autoestima y alteraciones de personali- Am Diet Assoc 2001; 101: 810-819.
dad factores de mal pronóstico. 3. American Psychiatric Association: Dianosis and sta-
tistica Manual of Mental disorders. 4ª Edition (DSMIV).
RESUMEN Washington: American Psyhiatric Association; 1994.
Los trastornos de la alimentación son una patolo- 4. American Psychiatric Association. Practice guidelines
gía frecuente en nuestros días principalmente entre los for the treatment of patients with eating disorders Ame-
rican Psychiatric Association Work Group on Eating
adolescentes y jóvenes, la AN es la tercera enferme- Disorders. Am J Psychiatry 2000; 157: 1-39.
dad crónica en la adolescencia. Programas de preven-
5. American Psychiatric Association. Practice guidelines
ción deben iniciarse de forma temprana, en la edad for the treatment of patients with eating disorders, third
escolar, sobre estilos de vida y hábitos dietéticos salu- edition. Am J Psychiatry 2006; 163(Suppl): 1-50
dables, así como desarrollando la autoestima y la toma
6. ASPEN board of Directors and the Clinical Guidelines
de decisiones. Es importante el diagnóstico y trata- Task Force. Guidelines for the use of parenteral and
miento precoz de estos pacientes, ya que con frecuen- enteral nutrition in adult and pediatric patients. J Parent
cia se cronifican y ocasionan secuelas físicas irrever- Enteral Nutr 2002; 26(Supl 1): 1-138SA.
sibles. Las especiales características de los trastor- 7. Alonso Franch M, Redondo del Rio MP. Anorexia y
nos de la conducta alimentaria hacen indispensable un bulimia. En: Tratamiento en Gastroenterología, Hepa-
enfoque altamente especializado de su tratamiento. En tología y Nutrición Pediátrica. 2ª Edición SEGHNP.
este contexto, la figura del médico experto en nutri- Madrid: Ergon; 2008. p. 661-669.
ción se considera importante. Los TCA pueden indu- 8. Bellido D, Martinez-Olmos M: Síndrome de realimen-
cir graves repercusiones nutricionales que, por un lado tación. Endocrinología y Nutrición 2004; 51: 336-342.
interfieren en el tratamiento psicológico y, por otro, 9. Cañedo Villrroya E, Madruga Acerete D, GraellBer-
ponen en peligro la vida del paciente. El control y la na M, Correa Perry M, Pedrón Giner C, Morande Lavin
resolución de estas complicaciones han de ser resuel- G. Estudio de calorimetría indirecta en adolescentes
con anorexia nerviosa. XIII Congreso de la SEGHNP
tas por especialistas en el manejo de estas enfermeda- 2006. Pediátrika 2006; 5: 18.
des. El asesoramiento nutricional como complemen-
10. Décima Revisión de la Clasificación Internacional de
to de otras modalidades terapéuticas puede ser útil para
enfermedades. Trastornos mentales y del comporta-
reducir ciertas conductas relacionadas con los trastor- miento. Descripciones clínicas y pautas para el trata-
nos del comportamiento alimentario, minimizar la res- miento (CIE10). Madrid: Meditro; 1992.
tricción alimentaria, aumentar la variedad de alimen- 11. Deter HC, Schellberg D, Kopp W, Friederich HC, Her-
tos ingeridos y estimular pautas de ejercicio físico. zog W. Predictability of favorable outcome in anore-
Por último es necesario avanzar en estrategias xia nervosa. European Psychiatry 2005; 20: 1-17.
más adecuadas de prevención e intervención, así como, 12. Fairburg CG, Harrison PJ. Eating disorders. The Lan-
estudios controlados de pacientes con recuperación cet 2003; 361: 407-416.
completa o parcial, que ayudarán a diferenciar los fac- 13. Fairburg CG. Evidence–based treatment of anorexia
tores que contribuyen al mantenimiento de la enfer- nervosa. Int J Eat Disord 2005; 37: S26-S35.
medad para diseñar programas de tratamiento adecua- 14. Fisher M. Treatment of eating disorders in children,
dos. adolescents, and young adults. Pediatr Rev 2006; 27:
5-16.
BIBLIOGRAFÍA 15. Fisher M. The course and outcome of eating disorders
1. American Academy of Pediatrics. Committee on Ado- in adults and adolescents: a review M Adolescent Medi-
lescence. Police Statement Identifiying and treating cine: State of the Art Reviews 2003; 14: 149-158.
eating disorders. Pediatrics 2003; 111: 204-211. 16. Forman SF. Eating disorders: Epidemiology, pathoge-
2. American Dietetic Association. Position of the Ameri- nesis and clinical features. Up To Date (actualizado
can Dietetic Association: nutrition intervention in the el 19/01/2009). Disponible en www.uptodate.com
Trastornos del comportamiento alimentario: Anorexia nerviosa y bulimia nerviosa 339
17. Forman SF. Eating disorders: Treatment and out come. rexia. 10 th General Meeting of the European Coun-
Up To Date (actualizado el 19/01/2009). Disponible en cil on eating disorders. 2008. p. 31.
www.uptodate.com 28. Meier U, Gressner A. Endocrine Regulation of Energy
18. Graell-Berna M. Correa Perry M, García Mayo M, Metabolism: Review of Pathobiochemical and Clini-
Madruga Acerete D, Morandé Lavin G. Curso de recu- cal Chemical Aspects of Leptin, Ghrelin, Adiponec-
peración de peso durante la hospitalización de adoles- tin, end Resistin. Clinical Chemistry 2004; 50: 1511-
centes con Anorexia Nerviosa. XIII Congreso de la 1525.
SEGHNP. 2006. Pediátrika 2006; 5: 19. 29. Russell J, Baur LA, Beumont PJV et al. Altered energy
19. Golden NH, Katzman DK, Kreipe RE et al. Eating metabolism in anorexia nervosa. Psychoneuroendocri-
disorders in adolescent: Position paper of the Society nology 2001; 26: 51-63.
for Adolescent Medicine. J Adolesc Health 2003; 33: 30. Schebendach J. The use of indirect calorimetry in the
496. clinical management of adolescents with nutritional
20. Gowers S, Pilling S, Treasure J, Fairburn CG et al. Core disorders. Adolescent Med 2003; 14: 77-85.
interventions in the treatment and managament of ano- 31. Seidenfeld ME, Sosin E, Rickert VI. Nutrition and
rexia nervosa, bulimia nervosa and related eating disor- eating disorders in adolescents. Mt Sinais J Med 2004;
ders. National Institute for clinical Excellence (NICE); 71: 155-61.
2004. www.nice.org.uk
32. Sylvester CJ, Forman SF. Clinical practice guidelines
21. Gowers SG. Management of eating disorders in chil- for treating restrictive eating disorder patients during
dren and adolescents. Arch Dis Child 2008; 93: 331. medical hospitalization. Curr Opin Pediatr 2008; 20:
22. Kaye W, Kaplan AS, Zucker ML. Treating eating disor- 390.
ders in a managed care environment. Psychiatr Clin 33. Steinhausen HC. The outcome of anorexia nervosa in
North Am 1996; 19: 793-810. the 20th century. Am J Psychiatry 2002; 159: 1284.
23. Klump KL, Bulik CM, Kaye WH, Treasure J, Tyson E. 34. Steinhause HC, GrigoroiuSerbanescu M, Boyadjieva
Academy for Eating Disorders Position Paper: Eating S et al. Course and predictors of rehospitalisation in
Disorders are Serius Mental Illnes. Int J Eat Disord adolescent anorexia nervosa in multisite study. Int J Eat
2009; 42: 97-103. Disord 2008; 41: 2936.
24. Kreipe RE, Yussman SM. The role of the primary care 35. Strober M, Freeman R, Morrell W. The longterm cour-
practitioner in the treatment of eating disorders. Ado- se of severe anorexia nervosa in adolescents: survival
lescent Medicine: State of the Art Reviews 2003; 14: analysis of recovery, releapse, and outcome predictors
133-147. over 10-15 years in prospective study. Int J Eat Disord
25. McKabe RE, McFarlane T, Polivy J, Olmsted MP. 1997; 22: 339-60.
Eating disorders, dieting, and the accuracy of selfre- 36. Wymelbeke V, Brondel L, Marcel Brun J, Rigaud D.
ported weight. Int J Eat Disord 2001; 29: 59-64. Factors associated with the increase in resting energy
26. Madruga D. Manejo nutricional en los trastornos del expenditure during refeeding in malnourished anore-
comportamiento alimentario. XIII Congreso de la xia nervosa patients. Am J Clin Nutr 2004; 80: 1469-
SEGHNP 2006. Pediátrika 2006; 5: 9-17. 77.
27. Madruga D, Graell-Berna, Deschamps P. Adapting 37. Yager J, Andersen A. Anorexia Nervosa. N Engl J Med
nutritional support in adolescents with restrictive ano- 2005; 253: 1481-1488.
Nutrición en situaciones especiales: Enfermedad
8 renal crónica y enfermedad oncológica
Agustín de la Mano Hernández1, Ana Moráis López2
1Hospital de Henares. Coslada, Madrid. 2Hospital Infantil Universitario La Paz. Madrid.
dad renal, como la hipertensión, la dislipidemia tanto, que el aporte de kilocalorías no proteicas (hidra-
y la proteinuria, situaciones que necesitan un com- tos de carbono y lípidos) deberá ser elevado. En lac-
ponente dietético en su tratamiento. tantes, debe procurarse el aporte de un 38-42% del
Las recomendaciones dietéticas para los niños VCT en forma lípídica, con una relación ácidos gra-
con ERC dependerán de la edad, del tipo de tratamien- sos poliinsaturados/saturados de 1,5/1. Los hidratos
to de diálisis, de la evaluación nutricional y de la eva- de carbono han de constituir 50-55% del VCT. En
luación bioquímica. Estas recomendaciones han de caso de precisar una restricción importante de los apor-
ser, por tanto, individualizadas. tes de fósforo y potasio se puede recomendar la ali-
mentación con una fórmula de lactante con bajo con-
Aportes energéticos tenido en estos nutrientes (Kindergen® lab. SHS).
El aporte energético debe ser el recomendado para En el niño mayor se recomienda que el aporte de
los niños sanos de la misma edad (si la talla del pacien- lácteos sea de aproximadamente 400 ml diarios. En
te se encuentra fuera de los percentiles normales, podrán lo que se refiere a otros alimentos de procedencia ani-
considerarse los aportes recomendados para la edad a mal, se recomienda preferentemente carne de aves y
la que corresponde su talla). La adecuación del aporte pescados blancos por su menor contenido en fósforo.
energético debe revisarse periódicamente y siempre Los hidratos de carbono aportados deben ser mayo-
que se presente un aumento de la urea sérica y/o de los ritariamente complejos, evitando la ingesta excesiva
niveles de potasio, que nos orientarán sobre un posible de azúcares refinados. Es conveniente incluir fibra, a
empeoramiento de la función renal y/o una situación través del consumo de cereales, fruta y verdura. En
de catabolismo. casos necesarios, puede suplementarse el aporte ener-
gético con una fórmula diseñada para pacientes adul-
Aporte proteico tos con ERC (Suplena® lab. Abbott).
Las necesidades proteicas disminuyen con la edad, En caso de hipertensión arterial deben controlar-
estimándose en al menos 2,2 g/kg/día para lactantes se los aportes de sodio. Se asegurarán aportes adecua-
(en ocasiones es necesario aportar cantidades mayo- dos de hierro, calcio y vitamina D, así como de ácido
res para lograr un balance nitrogenado positivo) y des- fólico, vitamina B12 y B6 para evitar la hiperhomo-
cendiendo a 0,8 g/kg/día en adolescentes. Diversos cisteinemia. Será necesario restringir el aporte de pota-
autores han referido que la restricción proteica puede sio cuando la disminución del FG sea importante. Para
influir negativamente en la velocidad de crecimien- ello, se hará hincapié en la ingesta de frutas con bajo
to, y que no conlleva un menor deterioro de la función contenido en potasio, como la manzana, pera, man-
renal en comparación con una ingesta estándar de pro- darina y frutas en almíbar (sin el almíbar) y la inges-
teínas, siempre que junto con ésta se asegure un apor- ta de verdura con más de una cocción.
te suficiente de kilocalorías no proteicas para conse- En ocasiones, es difícil lograr con la ingesta oral
guir un balance nitrogenado positivo. Para la monito- unos aportes óptimos para conseguir los objetivos pro-
rización de la ingesta proteica puede emplearse el puestos en el apartado anterior. En este caso, es necesa-
cociente plasmático urea/creatinina, reflejando valo- ria la instauración de soporte nutricional enteral por son-
res inferiores a 20 aportes insuficientes, y valores supe- da nasogástrica o gastrostomía. Esto es de especial
riores a 25 una situación catabólica o una baja relación importancia en el lactante y niño pequeño, en los que la
de kilocalorías no proteicas por gramo de nitrógeno. eliminación del ayuno nocturno mediante la nutrición
enteral continua contribuye a lograr un balance nitro-
Nutrición en la ERC prediálisis genado positivo y mejorar el crecimiento, a la vez que
Como se ha indicado, en esta etapa los aportes se enlentece la velocidad de progresión del daño renal.
proteicos han de estar controlados, no restringidos.
Deben ser adecuados a la edad del paciente, pero apor- Soporte nutricional en diálisis
tando un 7-9% del valor calórico total (VCT), espe- En esta situación, la función renal ya está siendo
cialmente en el caso del lactante. Esto implica, por lo sustituída, por lo que la atención debe centrarse en con-
Nutrición en situaciones especiales: Enfermedad renal crónica y enfermedad oncológica 343
seguir una óptima nutrición del paciente. Los aportes carbono y grasas. Existe un aumento de la lipolisis
proteicos han de ser relativamente elevados (15% del con disminución de los depósitos lipídicos. El recam-
VCT) por la pérdida proteica que conlleva la diálisis bio proteico se encuentra aumentado, siendo el teji-
per se, y que dificulta el logro de un balance nitroge- do muscular el principal proveedor de aminoácidos.
nado positivo, especialmente en el caso de la diálisis La glucosa utilizada como combustible es obtenida
peritoneal. Hay fórmulas en el mercado diseñadas para tanto de la dieta como de la gluconeogénesis a partir
el paciente adulto con un alto contenido energético y de aminoácidos, y puede ser transformada en lactato
proteico y que, por su osmolaridad, podríamos utili- por las células tumorales. El hígado es capaz, median-
zarlas en el paciente pediátrico a partir de los 6-8 años te el ciclo de Cori, de reciclar este lactato, con un ele-
(Nepro®, lab. Abbott). Los hidratos de carbono deben vado coste energético. Todas estas alteraciones, jun-
contribuir con el 50-55% del VCT, teniendo en cuen- to a una pérdida del mecanismo fisiológico compen-
ta que la absorción de glucosa durante la diálisis peri- satorio del ayuno, resultan finalmente en una pérdida
toneal contribuye al aporte total de energía. de peso, especialmente de masa magra.
El síndrome de caquexia cancerosa, caracteri-
II. SOPORTE NUTRICIONAL DEL zado por saciedad precoz, pérdida de peso y astenia,
PACIENTE ONCOLÓGICO es menos frecuente en niños que en adultos, y en su
Introducción desarrollo están implicados factores humorales, ade-
La incidencia de malnutrición en los pacientes más de las alteraciones metabólicas producidas por el
pediátricos con tumores malignos es variable, siendo propio tumor. Los factores humorales son básicamen-
mayor en los niños con tumores sólidos (20-50%) que te citocinas que actúan mediante diferentes mecanis-
en aquéllos con leucemia aguda linfoblástica (< 10%). mos, como el estímulo en la producción de neuropép-
La malnutrición en el paciente oncológico se asocia tidos anorexígenos y la inducción de cambios meta-
a morbimortalidad de origen diverso: riesgo mayor bólicos. Lás más ampliamente estudiadas son el fac-
de infección, peor cicatrización, reducción de la fuer- tor de necrosis tumoral (TNF), la interleuquina 6 (IL-
za muscular, aumento del tiempo de estancia hospi- 6), el interferón gamma (IFN-γ), el factor inhibidor
talaria, etc. Por otro lado, los pacientes malnutridos leucémico (LIF) y el factor neutropénico ciliar
presentan menor tolerancia al tratamiento quimiote- (CNTF).
rápico. La identificación y tratamiento de la malnu-
trición en este tipo de pacientes puede, por tanto, faci- Problemas nutricionales derivados del
litar el manejo terapéutico, disminuir la morbilidad tratamiento antitumoral
asociada y mejorar la situación inmunológica. 1. Anorexia: puede ser consecuencia del propio
Los objetivos del tratamiento nutricional del pacien- tumor o del tratamiento radio o quimioterápico,
te oncológico consisten en mantener el crecimiento y así como del trasplante de progenitores hemato-
desarrollo normales durante el tratamiento, identifi- poyéticos (TPH). Además de una disminución
car y revertir un estado de malnutrición ya establecido general del apetito, puede aparecer aversión a
y prevenir futuras alteraciones del estado nutritivo, todo algunas comidas y alteración de la percepción
ello minimizando los riesgos para el paciente. gustativa y olfativa. Los fármacos más común-
mente asociados a este grupo de efectos son el
Problemas nutricionales en relación con el cisplatino, la ciclofosfamida y el etopósido.
tumor 2. Náuseas y vómitos: el tratamiento quimioterá-
En las enfermedades crónicas, incluído el cáncer, pico es la causa principal de náuseas y vómitos
existe un disbalance energético al concurrir una dis- en el paciente oncológico y guarda relación con
minución de la ingesta con un aumento de las pérdi- la dosis, vía de administración y tipo de fárma-
das energéticas y un incremento de los requerimien- co. También pueden dar lugar a la aparición de
tos. En los pacientes con cáncer se han demostrado síntomas gastrointestinales la radioterapia en la
cambios en el metabolismo de proteínas, hidratos de región abdominal y el TPH.
344 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
3. Mucositis y xerostomía: es frecuente la aparición dera que el riesgo nutricional es menor en casos de
de lesiones orales asociadas al tratamiento qui- leucemia aguda linfoblástica de riesgo estándar y
mioterápico, pudiendo desarrollarse también con tumores sólidos en estadios I y II; por el contrario,
la radioterapia. Debido al dolor de las lesiones este riesgo es elevado en las leucemias de alto riesgo,
orales, es causa de disminución de la ingesta de en los tumores sólidos en estadios más avanzados, en
sólidos y líquidos. los tumores intracraneales, en los pacientes previa-
4. Diarrea, malabsorción y estreñimiento: diversos mente malnutridos (con independencia del tipo de
factores pueden favorecer la aparición de diarrea tumor) y en los receptores de TPH.
en el paciente oncológico, tales como la acción – Antropometría: la recogida sistemática de datos
de los fármacos citotóxicos, infecciones y los referentes al peso (que puede encontrarse arte-
ciclos prolongados de antibióticos. La radiotera- factado en el caso de tumores sólidos), la talla,
pia en la región abdominal puede dar lugar al los índices que los relacionan y el perímetro cra-
desarrollo de enteritis rádica y malabsorción, que neal permiten detectar de forma rápida y acce-
puede ser grave. Los pacientes que desarrollan sible desviaciones de la normalidad en el momen-
enfermedad de injerto contra huésped (EICH) to del diagnóstico y evolutivamente, así como
intestinal tras un TPH pueden presentar, en casos cuantificar la magnitud y velocidad de progre-
graves, diarrea sanguinolenta profusa. El estre- sión de estas desviaciones. La medida del perí-
ñimiento puede aparecer asociado al uso de opiá- metro braquial y los pliegues cutáneos puede uti-
ceos y algunos quimioterápicos, como la vincris- lizarse para estimar la masa muscular y reser-
tina. En función de los factores que concurran, vas del tejido adiposo.
un mismo paciente puede alternar fases de estre- – Bioquímica: la utilización de parámetros bioquí-
ñimiento y diarrea. Por otro lado, cirugías tumo- micos, como la prealbúmina y albúmina plasmá-
rales extensas, que requieran resección de seg- ticas, para estimar el status proteico tiene el incon-
mentos intestinales, pueden traer como conse- veniente de que en sus valores pueden influir el
cuencia una malabsorción de nutrientes. estado de hidratación y la función hepática y renal,
5. Disfagia: además de la odinofagia causada por que pueden verse alterados por la enfermedad de
la mucositis, la radioterapia sobre cabeza, cuello base y su tratamiento. La monitorización analíti-
y tórax puede favorecer la aparición de esofagi- ca tiene especial importancia, sin embargo, al pro-
tis y disfagia. Algunos procedimientos quirúrgi- gramar el tratamiento nutricional de los pacien-
cos sobre esa área pueden provocar igualmente tes crónicamente malnutridos, ya que presentan
dificultades para tragar. riesgo de desarrollar síndrome de realimentación,
6. Pérdida de nutrientes específicos: algunos qui- debiendo controlar de forma estrecha los niveles
mioterápicos, a través fundamentalmente de un de glucosa, calcio, fósforo, magnesio, sodio y
efecto nefrotóxico, pueden ocasionar pérdidas potasio, así como el balance hídrico.
elevadas de algunos nutrientes. Así, el uso de cis- – Exploración física: deben buscarse signos caren-
platino es causa de disminución de potasio, mag- ciales específicos, así como valorar evolutiva-
nesio, calcio y fósforo. mente la calidad de la masa muscular y panículo
adiposo, la presencia de edemas y de lesiones ora-
Valoración nutricional del paciente oncológico les u otros factores que dificulten la ingesta.
Incluye la recogida de datos referentes a enfer- – Cálculo de los requerimientos: puede realizarse
medades y tratamientos previos, datos antropomé- estimando el gasto energético basal mediante
tricos, bioquímicos, exploración física, cálculo de los ecuaciones predictivas y aplicando un factor de
requerimientos e historia dietética. La valoración de actividad física. Hay que tener en cuenta que, en
forma conjunta de estos datos, junto con el tipo de las fases de hospitalización prolongada, la acti-
tumor y la modalidad terapéutica, nos ayudarán a cali- vidad física se encuentra generalmente disminu-
brar el riesgo nutricional del paciente. Así, se consi- ída, siendo menor su contribución al gasto ener-
Nutrición en situaciones especiales: Enfermedad renal crónica y enfermedad oncológica 345
gético total. Por otro lado, los tumores de creci- ta despacio. Los líquidos pueden ofrecerse en
miento rápido pueden producir un aumento del vasos dotados de tapa y una pajita. Es recomen-
gasto energético basal, por lo que la determina- dable ofrecer líquidos claros entre comidas.
ción del gasto energético en reposo mediante calo- – Si aparecen lesiones en la mucosa oral, deben
rimetría, si se dispone de esta técnica, puede resul- ofrecerse alimentos blandos con texturas suaves,
tar de gran utilidad. Situaciones puntuales, como o en forma triturada o líquida. Pueden añadirse
la cirugía o la infección, pueden aumentar tran- salsas y aliños suaves para facilitar la deglución
sitoriamente los requerimientos energéticos. y suavizar la textura. Conviene evitar en estos
– Historia dietética: además de obtener informa- casos las comidas altamente sazonadas.
ción sobre la ingesta actual, valorando si ésta se – Cuando esté alterada la percepción gustativa, sí
adecúa a los requerimientos del paciente, es pueden usarse aderezos más acentuados y alimen-
importante comprobar la presencia de factores tos salados o con sabor fuerte, en lugar de aqué-
que dificulten una óptima nutrición, como los llos excesivamente dulces.
citados en el apartado anterior, así como la posi- – En casos de diarrea o estreñimiento, aumentar
bilidad de que exista una malbsorción. progresivamente la ingesta de líquidos y fibra.
trico ha sido bien establecida en el caso de recep- les de glucosa, iones, triglicéridos y estado del equi-
tores de TPH. En los pacientes en tratamiento qui- librio ácido-base, así como la evolución del balance
mioterápico convencional que presenten complica- nitrogenado, en aquellos casos en que sea posible la
ciones digestivas, la nutrición parenteral puede ayu- recogida de orina de 24 horas.
dar en el tratamiento de un estado nutritivo dete-
riorado, aunque la posibilidad de complicaciones BIBLIOGRAFÍA
metabólicas, hepáticas e infecciosas debe tenerse 1. Couluris M, Mayer JLR, Freyer DR, Sandler E, Xu P,
especialmente presente, ya que se trata de pacientes Krischer JP. The effect of cyproheptadine hydrochlo-
con frecuencia inmunodeprimidos y tratados con ride (Periactin) and megestrol acetate (Megace) on
múltiples fármacos citotóxicos. Debe considerarse weight in children with cancer/treatment related cache-
xia. J Pedietr Hematol Oncol 2008; 30: 791-7.
su aplicación en los casos en los que los requerimien-
tos no pueden ser cubiertos con el soporte nutricio- 2. Garófolo A, Lopez FA, Petrilli AS. High prevalence of
malnutrition among patients with solid nonhematolo-
nal oral/enteral, por mala funcionalidad del tracto gical tumors as found by using skinfold and circumfe-
gastrointestinal o pérdida de su integridad. Sus indi- rence measurements. Sao Paulo Med J 2005; 123: 277-
caciones incluyen la mucositis intensa, el íleo para- 81.
lítico prolongado, la malabsorción grave y la EICH 3. Kuvibidila S, Yu L, Gardner R, Velez M, Ode D, Warrier
de asiento intestinal. RP. Association between increased levels of TNF-α,
En cuanto a su administración, es preferible con- decreased levels of prealbumin and retinolbinding pro-
tar con un acceso venoso central de múltiples luces, tein and disease outcome. J Natl Med Assoc 2000; 92:
para evitar interrupciones repetidas en la infusión de 485-91.
la fórmula, ya que estos pacientes precisan múlti- 4. Ladas EJ, Sacks N, Meacham L, Henry D, Enriquez L,
ples dosis de fármacos, algunos en infusión prolon- Lowry G, et al. A multidisciplinary review of nutrition
considerations in the pediatric oncology population:
gada, y suelen necesitar transfusiones de hemoderi-
a perspective from Childrenís Oncology Group. Nutr
vados. Clin Pract 2005; 20: 377-93.
5. Lama More RA, Melgosa Hijosa M. Insuficiencia renal
Nutrición en el trasplante de progenitores crónica y síndrome nefrótico. En: Recomendaciones
hematopoyéticos nutricionales y dietéticas al alta hospitalaria en pedia-
Las altas dosis de quimioterápicos necesarias tría. 1ª ed. Barcelona: Glosa; 2007. p. 443-7.
en la preparación del TPH pueden alterar el tracto gas- 6. Norman LJ, Coleman JE, MacDonald IA, et al. Nutri-
trointestinal, causando mucositis y enteritis, lo que tion and growth in relation to severity of renal disea-
hace que necesiten habitualmente soporte nutricional se in children. Pediatr Nephrol 1999; 5: 259-65.
por vía parenteral. Por otro lado, inducen un estado 7. O’Sullivan AJ, Lawson JA, Chan M, Nelly JJ. Body
de catabolismo muscular importante, con la conse- composition and energy metabolism en chronic renal
cuente alteración de la composición corporal. Este insufficiency. Am J Kidney Dis 2002; 39: 369-75.
deterioro en la masa magra hace que sea difícil cal- 8. Quan A, Baum M. Protein losses in children on con-
cular los requerimientos energético-proteicos de estos tinuous cycler peritoneal dialysis. Pediatr Nephrol 1996;
10: 728-31.
pacientes, que en general disminuyen en el momen-
to del trasplante, para recuperarse semanas después, 9. Sala A, Pencharz P, Barr RD. Children, cancer, and
nutrition – A dynamic triangle in review. Cancer 2004;
tras el prendimiento. Los aportes por vía parenteral 100: 677-87.
deben valorarse de forma individualizada, siendo reco-
10. Wingen AM, Fabian-Bach C, Schaefer F, Mehls O.
mendable la realización de calorimetría indirecta cuan- Randomised multicentre study of a lowprotein diet on
do sea posible. Para controlar el adecuado ajuste de the progression of chronic renal failure in children.
la nutrición parenteral a los requerimientos del enfer- European Study Group of Nutritional Treatment of
mo y a su capacidad de utilización óptima de los Chronic Renal Failure in Childhood. Lancet 1997; 349:
nutrientes, debemos vigilar de forma estrecha los nive- 1117-23.
Alimentación en el cardiópata
9 Alfonso Solar Boga, Leopoldo García Alonso
Complejo Hospitalario Universitario A Coruña.
discordancia puede deberse al hecho de que la afec- TABLA I. Tipo de desnutrición en relación con
tación nutricional se relacione con un determinado tipo de lesión estructural
umbral de hipoxia y con una determinada duración de
la misma; y no sólo con su existencia o inexistencia. A. Cianóticas
La hipoxia severa a nivel del tubo digestivo produce Se afectan el peso y la talla:
una alteración en las funciones de absorción de – Transposición de grandes vasos
nutrientes, hecho que se agrava si a esa situación se – Tretralogía de Fallot
asocia un descenso de la cifra de hemoglobina (con
el consiguiente descenso en el transporte de oxígeno) B. No cianóticas
y/ o un trastorno hemodinámico con hipoaflujo esplác- Con shunt izquierda/ derecha e hipertensión
nico, aunque éste no parece tener impacto clínico por pulmonar secundaria. Se afecta más el peso que la
la gran reserva circulatoria que existe a ese nivel. talla:
También se ha descrito una relación de propor- – Ductus arterioso
– Defecto del septo ventricular
cionalidad entre la severidad de la acidosis y el retra-
– Defecto del septo atrial
so de crecimiento, que se intentó relacionar con tras-
tornos iónicos que dificultan la secreción de IGF-1 Sin shunt. Se afecta más la altura que el peso:
– Estenosis pulmonar
y secundariamente de GH. Sin embargo no parece que – Coartación aorta
estos cambios hormonales sean específicos de los
niños con cardiopatía si no que también existen en C. Insuficiencia cardiaca
otros cuadros que, como la insuficiencia renal cró- Se afectan el peso y la talla:
nica, tienen en común cursar con desnutrición. Su – La congestión venosa causa malabsorción a
objetivo sería lograr una forma de ahorro metabólico nivel intestinal
global frente a la desnutrición, de ahí que su trata- – Cambios del agua corporal en la distribución
miento óptimo sea la corrección de la cardiopatía y compartimental
no el tratamiento hormonal sustitutivo. – Disnea/ hipoxia mantenida con PaO2 < 30
En la asistencia nutricional de estos niños es fun- mmHg.
damental conocer el tipo de lesión estructural, porque
las complicaciones que van a surgir son comunes a
determinados defectos cardíacos (Tabla I). que producen una disminución de la contractilidad
Lo factores cardiacos intrínsecos que cursan con miocárdica y un agravamiento de la hipoxia a nivel
mayor grado de afectación nutricional, independien- periférico que causa anorexia y que puede afectar la
temente del defecto cardiaco, son: la insuficiencia car- multiplicación celular.
diaca, la hipoxemia crónica severa, la hipertensión
arterial pulmonar, la disfunción miocárdica y los shunts B. Ingesta calórica insuficiente
con sobrecarga izquierda-derecha. Quizás de todos los mecanismos implicados éste
Sea cual fuere la causa de la hipertensión pulmo- sea el más fácilmente reconocible como causa de des-
nar (hiperaflujo, mal drenaje o incremento de las resis- nutrición. Los niños con cardiopatía congénita, a
tencias vasculares) el mecanismo final responsable excepción de aquellos con defectos leves y ausencia
de la afectación del crecimiento va a ser la hipoxia de repercusión hemodinámica, necesitan mayor apor-
mantenida, que causa anorexia y un ineficaz apro- te de calorías por kilogramo de peso y día.
vechamiento de los nutrientes por acidosis láctica Las causas directas de esa disminución de la
secundaria (surge con PaO2 por debajo de 30 mmHg). ingesta son la pérdida de apetito, la fatiga que acom-
En la insuficiencia cardiaca existe un aumento paña a la taquipnea, la saciedad precoz y el apetito
del trabajo ventricular por hipoxia que produce un cíclico (típico del niño con insuficiencia cardiaca al
incremento del consumo de oxígeno a expensas de que el elevado aporte va a provocar descompensación
alteraciones de la beta-oxidación y de la glucólisis cardíaca). Entre las causas indirectas que se relacio-
Alimentación en el cardiópata 349
nan con un aporte insuficiente están: la disminución mentación, taquipnea, fatiga fácil e ingestas muy pro-
de la cavidad gástrica secundaria a hepatomegalia, la longadas e insuficientes.
existencia de reflujo gastroesofágico agravado por Otros mecanismos que facilitan el incremento de
trastornos de la motilidad relacionados con la hipo- la demanda metabólica son: el aumento del metabo-
xia, ciertos fármacos (diuréticos y digoxina) y los lismo cerebral propio de la desnutrición, la disminu-
vómitos secundarios a shunts izquierda/derecha. ción del almacenamiento de la grasa corporal, el incre-
El excesivo aporte calórico que necesitan se debe mento de la temperatura en relación con procesos
a un incremento del gasto metabólico y a un defecto infecciosos de repetición y la alteración de la compo-
de asimilación a nivel del tracto digestivo secundario sición corporal (cuanta mayor desnutrición más dese-
a edema e hipoxia, agravando esta situación el incre- quilibrio entre la masa magra y la masa grasa con
mento de necesidades que acompaña los múltiples mayor actividad metabólica y mayor consumo relati-
procesos infecciosos intercurrentes que padecen en vo de O2).
los primeros años de vida.
En ocasiones la ingesta calórica insuficiente se D. Edad en el momento de la cirugía.
debe a malabsorción intestinal, desconociendo el El promedio de la talla y peso previos a la ciru-
mecanismo que la origina, aunque se postuló que sería gía cardiaca en todos los grupos de niños se encuen-
debida a un retraso madurativo del tracto gastrointes- tra por debajo de los valores normales. También se ha
tinal. La absorción de los hidratos de carbono en niños visto que los valores medios del peso son inferiores
con cardiopatía suele ser normal. a los de la talla. Además los niños presentan un retra-
A nivel práctico la existencia de enteropatía, com- so mayor que las niñas y esta diferencia por sexos
plicación gastrointestinal que puede ser grave, se limi- es mayor en las cardiopatías cianóticas.
ta sobre todo a pacientes con pericarditis constrictiva Cuando el tratamiento médico y la estrategia nutri-
o tras la realización de actuaciones que elevan la pre- cional agresivas no consiguen revertir el fallo de
sión atrial derecha como ocurre en la operación de medro, la cirugía precoz, total o paliativa, está indi-
Fontan (10%). cada. Actualmente la decisión quirúrgica está menos
ligada a la edad que en el pasado (realización de switch
C. Hipermetabolismo arterial en cirugía neonatal para el tratamiento de la
La insuficiencia cardiaca va a ser el resultado de transposición de los grandes vasos), consiguiendo
una sobrecarga uni o biventricular, diastólica o sistó- recuperaciones nutricionales próximas al 90% a lar-
lica, que indefectiblemente va a producir hipertrofia go plazo.
cardiaca e hipermetabolismo. Éste causa un incremen- La corrección quirúrgica suele conducir a una
to del gasto energético por aumento de la actividad aceleración del crecimiento, aunque cuando es tardía
del sistema simpático (mayor liberación de catecola- la recuperación puede no ser completa y en ocasiones
minas como mecanismo adaptador a su lesión cardia- incluso pueden surgir alteraciones permanentes a otros
ca) y una elevación de la demanda energética, no sólo niveles (alteración de la función cognitiva en correc-
por el propio músculo cardiaco (es el órgano que nece- ciones tardías de la transposición de los grandes vasos).
sita mayor consumo de oxígeno para realizar su tra- Hay cardiopatías cuya corrección aunque sea poste-
bajo) si no también por la musculatura respiratoria y rior no parece limitar la recuperación del crecimien-
por el sistema hematopoyético. Situaciones que con to como ocurre en la comunicación interventricular y
frecuencia van a agravar ese hipermetabolismo son en la estenosis pulmonar.
las infecciones recurrentes de vías aéreas, el incre- Aunque globalmente el resultado de la cirugía a
mento de la temperatura basal y ciertos fármacos. nivel nutricional siempre es favorable, el grado de
A nivel clínico debemos sospechar un aumento mejoría depende también de otros factores: el código
del metabolismo basal ante cualquier síntoma de des- genético, la persistencia de trastornos hemodinámi-
compensación cardiaca: aumento de la frecuencia car- cos, la coexistencia de crecimiento intrauterino retar-
diaca, sudoración profusa espontánea y/o con la ali- dado, etc.
350 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
a) Prevenir y/o corregir los defectos nutricionales caz como los corticoides en la inducción de la remisión,
para asegurar un crecimiento adecuado. pero sin sus efectos deletéreos. En EEUU y en Europa
b) Constituir una alternativa eficaz al tratamiento no se siguen los mismos criterios a la hora de utilizar la
farmacológico para el control de la enfermedad. nutrición como tratamiento inicial para la inducción de
La dieta debe ser equilibrada y diversificada, con la enfermedad. La tendencia americana conduce a menor
mayor frecuencia de consumo del pescado –especial- frecuencia en el tratamiento nutricional (generalmente
mente el azul–, por su riqueza en ácidos grasos poliin- en forma de dieta elemental) mientras que los gastro-
saturados n-3, de acción antiinflamatoria, y mayor enterólogos europeos lo empleamos con mayor frecuen-
ingesta de frutas y verduras. La eliminación o reduc- cia como pauta de primera línea para la inducción de la
ción de lácteos se ha propuesto frecuentemente en los remisión, abriéndose distintas posibilidades como es el
pacientes con EII, con lo que se agrava el estado ya empleo conjunto con inmunomoduladores.
precario de salud ósea al disminuir el aporte de cal- Actualmente se está generalizando el uso de pro-
cio alimentario. Hay que individualizar la tolerancia bióticos como tratamiento coadyuvante en diversas
del niño enfermo a la lactosa pues es muy poco fre- patologías digestivas. En la EII se han ensayado, no
cuente que el yogur y la leche fermentada ocasionen presentando de momento gran evidencia su efecto
diarrea y/o dolor abdominal. No tiene fundamento ins- beneficioso excepto en el tratamiento de la “pouchi-
taurar dieta pobre en grasas excepto en resección intes- tis” en el adulto donde sí se ha observado prevención
tinal, especialmente del íleon, ni tampoco ofrecer die- en su aparición tras la cirugía.
ta pobre en fibra, salvo en aquellos pacientes con este-
nosis intestinal, especialmente a nivel de colon. La PROTOCOLO DE NUTRICIÓN EN
acción de la fibra soluble como fuente de ácidos gra- ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL
sos de cadena corta, puede ejercer un efecto antiinfla- Indicaciones posibles
matorio sobre la mucosa intestinal. 1. Soporte nutricional para mantener y recuperar el
El papel de la nutrición en el tratamiento de la crecimiento.
CU ocupa un discreto lugar en el arsenal terapéutico. 2. Suplemento de vitaminas, minerales y oligoele-
En cuanto a la EC, existe una resistencia de los gas- mentos específicos.
troenterólogos pediátricos al uso de corticoides debi- 3. Como tratamiento inductor de remisión en las for-
do a los numerosos efectos adversos, especialmente mas activas.
en relación al crecimiento, densidad mineral ósea y a 4. Como soporte suplementario para mantener la
la imagen corporal. Además, está bien establecido que remisión.
los corticoides no siempre logran curar la mucosa.
Todo ello ha conducido a la buena aceptación que ha Soporte nutricional
tenido el tratamiento nutricional primario como estra- – Ajustar a la edad, sexo, severidad de la enferme-
tegia de primera línea en base, además de los bue- dad y repercusión nutricional.
nos datos de eficacia para alcanzar la remisión clíni- – Calcular unas necesidades en torno al 120-130%
ca, a la rápida restitución nutricional, a los efectos de las RDA (el gasto energético disminuye por la
beneficiosos sobre el crecimiento y al menor núme- malnutrición pero aumenta entre un 5-35% por
ro de efectos secundarios. la actividad inflamatoria).
Los resultados de los ensayos pediátricos recien- – No existen beneficios claros entre unos tipos de
tes favorecen el tratamiento nutricional primario en fórmulas y otros (elementales, semielementales
la EC, al obtenerse mejores resultados en niños que o poliméricas) ni con distintas composiciones de
en adultos. proteína y grasa.
El objetivo principal en el tratamiento de la EC – Prestar atención a la suplementación con vitami-
es la curación de la mucosa intestinal afecta. nas y oligoelementos, especialmente zinc y cal-
Con los datos actuales, parece que el tratamiento cio y vitamina D en adolescentes y en niños en
nutricional primario en niños con EC puede ser tan efi- tratamiento esteroideo.
Soporte nutricional en las enfermedades digestivas: enfermedad inflamatoria intestinal y colestasis 355
4. Disminución den la ingesta. Es frecuente que haya en metabolopatías específicas (p.ej, galactosa en
dificultades para la alimentación por la existen- la galactosemia).
cia de anorexia o de otras circunstancias como 5. Mejorar el crecimiento y desarrollo del paciente.
visceromegalias masivas, ascitis a tensión, etc. 6. Mejorar en lo posible la calidad de vida.
5. Existe un aumento del gasto energético por la 7. Optimizar el estado nutricional del paciente can-
situación basal de hipermetabolismo, que puede didato a trasplante hepático.
verse agravada por complicaciones infecciosas o
por sangrados digestivos. RECOMENDACIONES NUTRICIONALES
6. Puede haber déficits de ácidos grasos esencia- 1. Energía
les de cadena larga por combinación de los fac- Se deben administrar entre un 125 y un 150%
tores anteriores. de las recomendaciones para cada grupo de de edad
y sexo. Puede hacerse aumentando el volumen de
Objetivos del tratamiento las tomas y/o suplementando con DMT o MCT
Son comunes a todas las enfermedades que cur- (absorción portal directa). En menores de dos años
san con colestasis: considerar el uso de fórmula semielementales que
1. Prevención y/o tratamiento del fracaso nutricio- aporten, al menos, un 40% de la grasa en forma de
nal. MCT. En casos de dificultad de administrar los volú-
2. Prevención del déficit de vitaminas liposolubles. menes requeridos, valorar instaurar nutrición ente-
3. Disminuir el riesgo de complicaciones tales como ral nocturna por sonda nasogástrica o gastrostomía.
hipoglucemia, encefalopatía o infección. La nutrición parenteral queda reservada para casos
4. Evitar la ingesta o producción interna de tóxicos seleccionados, en especial cuando existen compli-
Soporte nutricional en las enfermedades digestivas: enfermedad inflamatoria intestinal y colestasis 357
2. Proteínas BIBLIOGRAFÍA
Deben aportarse en torno a 2-3 g/kg/día para com- 1. Ballabriga A, Carrascosa A. Malnutrición secundaria:
pensar el catabolismo y mejorar el estado nutricional. aspectos etiológicos y mecanismos fisiopatológicos
En casos de encefalopatía hepática grados I-II debe que conducen a malnutrición. En: Ballabriga A, Carras-
restringirse el aporte proteico a 0,5-1 g/kg/día y eli- cosa A. Nutrición en la infancia y adolescencia, 3ª ed.
minarse si encefalopatía III-IV. Madrid: Ergon; 2006. p. 499-571.
2. Casas J, González Bross M, Marcos A. Nutrición del
3. Vitaminas liposolubles adolescente. En: Tojo R (ed). Tratado de Nutrición
Pediátrica. Barcelona: Doyma; 2001. p. 437-454.
– Vitamina A. Administrar 2.500-5.000 U/día. En
casos de déficit aumentar hasta 25.000 U/día vo 3. Dapcich V, Salvador Castell G, Ribas Barba L, Pérez
Rodrigo C, Aranceta Bartrina J, Serra Majem L. Guía
o 50.000 U/mes por vía parenteral. El objetivo es de la alimentación saludable. Madrid: Sociedad Espa-
mantener el cociente vitamina A/RBP entre 0,8 ñola de Nutrición Comunitaria; 2004.
y 1,2. 4. Food and Nutrition Board. National Research Coun-
– Vitamina D. 400-1.200 U/día de colecalciferol, cil: Recommended Dietary Allowances, 10th ed. Was-
aumentando en casos de déficit hasta 1.200-5.000 hington DC: National Academy of Science; 1989.
U/día. El uso de formas hidroxiladas se reserva 5. Hernández Rodríguez M. Alimentación y problemas
para formas refractarias al tratamiento con cole- nutricionales en la adolescencia. En: Hernández M,
calciferol. Puede monitorizarse el tratamiento Sastre A (eds.). Tratado de Nutrición. Madrid: Díaz de
determinando los niveles séricos de 25-hidroxi- Santos; 1999. p. 837-854.
vitamina D. 6. Hidalgo Vicario MI, Güemes Hidalgo M. Nutrición en
– Vitamina K. Administrar 1-3 mg/día con contro- la edad preescolar, escolar y adolescente. Pediatr Inte-
les del tiempo de protrombina. En casos de défi- gral. 2007; 11: 347-362.
cit puede aumentarse la dosis o utilizar la admi- 7. National Academy of Sciences. Dietary Reference Inta-
nistración parenteral. kes (DRI). www.nap.edu
– Vitamina E. Dosis de mantenimiento de 50-200 8. Peña Quintana L, Madruga Acerete D, Calvo C. Ali-
mg/día. El objetivo es mantener un cociente vita- mentación del preescolar, escolar y adolescente. Situa-
mina E/lípidos por encima de 0,6-0,8 mg/g. En ciones especiales: dietas vegetarianas y deporte. An
Pediatr (Barc). 2001; 54: 484-496.
casos refractarios al tratamiento puede adminis-
trarse por vía parenteral (100 mg, 1-2 veces al 9. Sarría A, Moreno LA. Alimentación del adolescente.
En: Bueno M et al. (eds.). Nutrición en Pediatría.
mes) o dar un preparado hidrosoluble por vía oral
Madrid: Ergon; 2003. p. 207-216.
(si se encuentra disponible).
10. Tojo Sierra R, Leis Trabazo R. La obesidad en niños
y adolescentes. Una epidemia del siglo XXI. Causas
4. Minerales y consecuencias. Estrategias de prevención e inter-
Debe suplementarse la alimentación con calcio vención. Ed. Cátedra de Nutrición Clínica Pediátrica;
(25-100 mg/kg/día), fósforo (25-50 mg/kg/día en casos 2004.
de déficit) y zinc (1 mg/kg/día, si se observa hipozin- 11. Sierra Salinas C, Navas López VM, Blasco Alonso.
quemia). Utilizar con precaución las soluciones de Nutrición en enfermedad inflamatoria intestinal pediá-
elementos traza en las fórmulas parenterales por el trica. Nutr Clin Med. 2008; 2: 36-43.
Dislipemias
11 Jaime Dalmau Serra, Isidro Vitoria Miñana, Belén Ferrer Lorente
Hospital Infantil La Fe. Valencia.
INTRODUCCIÓN mg/dl y C-LDL > 130 mg/dl. (Dado que existen nota-
El colesterol y los triglicéridos son lípidos inso- bles diferencias en las concentraciones de lípidos san-
lubles en agua que son transportados en sangre uni- guíneos según edad y sexo durante las dos primeras
dos a unas proteínas (apoproteínas) formando unas décadas de la vida, así como entre los diferentes paí-
macromoléculas llamadas lipoproteínas. Su concen- ses, las cifras que se citan de percentiles se han redon-
tración sanguínea viene determinada fundamental- deado para que sean más fáciles de recordar).
mente por factores genéticos y dietéticos; otros fac- Para evaluar el riesgo de ECV en función de los
tores ambientales que influyen son el ejercicio físi- niveles de C-total y C-LDL, el Programa Nacional de
co y el tabaquismo. Educación en Colesterol de EE.UU. propuso una cla-
Las alteraciones en las concentraciones de estas sificación para niños y adolescentes con anteceden-
macromoléculas se denominan dislipemias o dislipo- tes familiares de hipercolesterolemia o ECV precoz
proteinemias. Su importancia clínica radica en la y que sigue vigente (Tabla I).
demostrada relación entre las dislipemias, fundamen- Además de los valores reseñados para el CT y el
talmente la hipercolesterolemia, y el desarrollo de la C-LDL, deben considerarse anormales en niños y ado-
aterosclerosis. Éste es un proceso que empieza en la lescentes los niveles de triglicéridos (TG) mayores de
infancia con la aparición de las estrías lipídicas en 150 mg/dl y los niveles de colesterol unido a lipopro-
la pared arterial, que puede progresar en la adolescen- teínas de alta densidad (C-HDL) menores de 35 mg/dl.
cia y juventud con el desarrollo de las placas de ate- Para la determinación del colesterol total no se
roma, y que se expresa clínicamente en adultos con precisa ayuno. Para la determinación de C-LDL, coles-
la obstrucción arterial, la cual ocasiona enfermedad terol de alta densidad (C-HDL) y triglicéridos se
cardiovascular (ECV), cerebrovascular o vascular peri- requiere ayuno de 12 horas.
férica. Dado que este proceso es la principal causa de
morbimortalidad en los países desarrollados, su pre- IDENTIFICACIÓN DE POBLACIÓN
vención debe iniciarse cuando se inicia el proceso, es PEDIÁTRICA DE RIESGO ATEROGÉNICO
decir, en la edad pediátrica. Para ello debe definirse No se recomienda cribado (screening) en la pobla-
los niveles de colesterol total (C-total) y de baja den- ción general. Sólo debe realizarse en niños mayores
sidad (C-LDL) adecuados y patológicos, identificar de 2 años y adolescentes en los que exista:
a los niños y adolescentes de riesgo y establecer unas a) Arteriosclerosis coronaria comprobada en padres
normas preventivas y terapéuticas. o abuelos menores de 55 años, o que hayan pade-
cido angor, infarto de miocardio o enfermedad
CLASIFICACIÓN DE LAS vascular cerebral o periférica.
CONCENTRACIONES DE C-TOTAL Y C-LDL b) Uno o ambos padres con C-total ≥ 240 mg/dl.
EN BASE A SU RIESGO ATEROGÉNICO c) Niños con sobrepeso u obesidad.
Debe considerarse una situación de hipercoleste- d) En cualquier caso, sobre todo si no se dispone de
rolemia cuando las concentraciones de C-total y C- historia familiar, el pediatra debe valorar el rea-
LDL son superiores al percentil 95: C-total ≥ 200 lizar cribado si existe una dieta muy desequili-
360 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
debe controlarse en la medida necesaria para lograr dad vascular precoz, hipertensión, obesidad, C-HDL
o mantener el peso deseable. Con respecto a los micro- <35 mg/dl, diabetes, sedentarismo).
nutrientes, debe vigilarse especialmente el aporte de Se recomienda no iniciar tratamiento farmacoló-
vitaminas liposolubles, hierro, zinc y calcio. gico antes de los 10 años, aunque cada caso debe ser
valorado individualmente, para lo que puede ser de
Actividad física utilidad la evolución de la medida del grosor de la ínti-
Además de la dieta, el papel de la actividad físi- mamedia de la carótida, así como otros factores de ries-
ca como factor independiente protector frente al desa- go cardiovascular. Los fármacos más empleados actual-
rrollo de enfermedades cardiovasculares ha sido mente en el tratamiento de las dislipemias son las esta-
ampliamente estudiado. Hay que educar al niño en tinas. Clásicamente se recomendaban las resinas fija-
una vida activa en la que se practiquen habitualmen- doras de ácidos biliares (colestiramina y colestipol)
te una serie de movimientos cotidianos como andar, pero por su menor eficacia y por sus efectos secunda-
pasear, subir escaleras, etc. Los niños deben acostum- rios (malabsorción de vitaminas liposolubles, estreñi-
brarse a incorporar el ejercicio a las actividades de miento, dolor abdominal) así como por su baja pala-
ocio y a evitar el sedentarismo (exceso de televisión, tabilidad, estos medicamentos han caído en desuso.
ordenador, etc). Las estatinas deben ser incluidas entre los poten-
ciales fármacos de primera línea por la amplia expe-
Tratamiento farmacológico riencia adquirida en los últimos años y por su capaci-
Si tras un mínimo de 6-12 meses con tratamien- dad de disminuir los niveles de C total y de C-LDL
to dietético la concentración de C-LDL es superior a en torno a 18-40%. El tratamiento no se debe iniciar
190 mg/dl, o a 160 mg/dl y además existen otros dos antes de los 10 años en niños y, preferiblemente, des-
factores de riesgo, debe valorarse el tratamiento far- pués de la menarquia en niñas, aunque el especialis-
macológico (Tabla III). El paciente debe ser evalua- ta debe valorar la posibilidad de iniciarlo a edades
do individualmente, y con el máximo de datos, por lo más tempranas (8 años). Las estatinas aprobadas por
que es recomendable la realización de otros factores la FDA para su uso en pediatría son la atorvastatina,
de riesgo (fibrinógeno, homocisteína, lipoproteína (a), lovastatina, simvastatina y prevastatina.Las dosis ini-
PAI 1, etc.), e insistir en otros factores que pueden ciales son de 10-20 mg en dosis única diaria, pudien-
haber pasado desapercibidos (consumo de alcohol, do variar según la estatina y la respuesta bioquímica.
contraceptivos, tabaquismo...), etc., además de los fac- Previamente al inicio del tratamiento con estati-
tores de riesgo clásicos (historia familiar de enferme- nas debe realizarse una determinación de los niveles
Dislipemias 363
basales de transaminasas y creatincinasa (CPK), que liar heterocigota en pacientes pediátricos. An Esp
debe ser repetida, junto con el análisis de lipoproteí- Pediatr 1994; 40: 209-214.
nas, a las 4 semanas de iniciada la terapia. Las estati- 2. Dalmau J. Dieta y arteriosclerosis. Monografías de
nas están contraindicadas en el embarazo, lo que debe Nutrición Clínica. Madrid: Ergon; 1997.
advertirse a las adolescentes. 3. Dalmau J. Nuevos factores de riesgo cardiovascular
Los efectos adversos de las estatinas son más fre- detectables en la edad pediátrica. An Esp Pediatr 2001;
54 (supl. 3): 4-8.
cuentes en los adultos e incluyen trastornos gastroin-
4. Daniels SR, Greer FR and the Committee on Nutrition.
testinales, elevación de las transaminasas hepáticas,
Lipid screening and cardiovascular health in childho-
elevación de la CPK, mialgias y, más raramente, epi- od. Pediatrics. 2008; 122: 198-208.
sodios de rabdomiolisis. 5. Kavey RE, Allada V, Daniels SR, Hayman LL, McCrin-
A la población de alto riesgo, que con estatinas dle BW, Newburger JW, et al. Cardiovascular risk reduc-
no se le consigue disminuir de manera importante la tion in highrisk pediatric patients. A scientific statement
concentración de C-LDL, existe la posibilidad de aña- from the American Heart Association Expert Panel on
dir los nuevos inhibidores de la absorción del coles- Population and Prevention Science; the Councils on
terol como el ezetimibe. Utilizada en combinación Cardiovascular Disease in the Young, Epidemiology
and Prevention, Nutrition, Physical activity and Meta-
con otros fármacos, fundamentalmente estatinas, los bolism, High Blood Pressure Research, Cardiovascular
efectos son mayores. En los estudios publicados has- Nursing, and the Kidney in Heart Disease; and the Inter-
ta el momento que han incluido población pediátrica, disciplinary Working Group on Quality of Care and Out-
la tolerancia y la seguridad han sido buenas. comes Research. Endorsed by the American Academy
of Pediatrics. Circulation. 2006; 114: 2710-38.
REFERENCIA DE UN PACIENTE A UN 6. McCrindle BW, Urbina EM, Dennison BA, Jacobson
CENTRO ESPECIALIZADO MS, Steinberger J, Rocchini AP, et al. Drug therapy of
Debe realizarse en pacientes con C-LDL mayor highrisk lipid abnormalities in children and adolescents:
a scientific statement from the American Heart Asso-
de 150-160 mg/dl tras tratamiento dietético en los que ciation Atherosclerosis, Hypertension and Obesity in
exista: a) historia familiar positiva importante (angor, Youth Committee, Council on Cardiovascular Disea-
infarto, enfermedad vascular cerebral o periférica en se in the Young, with the Council on Cardiovascular
padres o abuelos menores de 55 años); b) patrón lipo- Nursing. Circulation. 2007; 115: 1948-67.
proteico cambiante; c) indicación de tratamiento far- 7. Moráis A, Lama RA, Dalmau J, y Comité de nutrición
macológico; d) coexistencia de dos o más factores de de la AEP. Hipercolesterolemia. Abordaje terapeútico.
riesgo (citados anteriormente); e) posibilidad de que An Pediatr (Barc) 2009; 70: 488-96
se trate de una hipercolesterolemia secundaria, para 8. National Cholesterol Education Program. Report of the
Expert Panel on Blood Cholesterol Levels in Children
estudio. Hay que recordar que entre el 20% y el 40%
and Adolescents. Pediatrics 1992; 89: 525-583.
de adultos con arteriosclerosis no tienen ninguno de
9. Sarría A, Martín MT, Lomba B, Moreno LA, Lázaro
los factores de riesgo clásicos, y que se están descri- A, Bueno M. Determinantes del perfil lipídico en niños
biendo “nuevos” factores de riesgo como la homocis- y adolescentes asistidos en una consulta de lípidos.
teína, fibrinógeno, PAI-1, alteraciones hemorreológi- Importancia de la dieta, composición corporal y acti-
cas, etc. Alguno de estos factores ya son detectables vidad física. An Esp Pediatr 1997; 47: 357-362.
en niños, y su presencia en niños hipercolesterolémi- 10. Sprecher DL, Daniels SR. Rational approach to phar-
cos puede conferir un mayor riesgo. Por ello podría macologic reduction of cholesterol levels in children.
estar indicado su investigación en pacientes con his- J Pediatr 1996; 129: 4-7. 332
toria familiar grave o para ayudar a decidir un trata- 11. Williams CL, Hayman LL, Daniels SR, Robinson TN,
miento farmacológico. Steinberger J, Paridon S, et al. Cardiovascular Health
in Childhood: a statement for health professionals from
the Committee on Atherosclerosis, Hypertension, and
BIBLIOGRAFÍA Obesity in the Young (AHOY) of the Council on Car-
1. Dalmau J, Montero C, Bretó M. Dificultad del trata- diovascular Disease in the Young, American Heart Asso-
miento farmacológico de la hipercolesterolemia fami- ciation. Circulation. 2002; 106: 143-60.
Manejo de las alteraciones del metabolismo
12 de los aminoácidos
Lilian Gómez López1, Mónica Ruiz Pons2, Félix SánchezValverde Visus3,
Jaime Dalmau Serra4, Mercedes Martínez Pardo5
Hospital Sant Joan de Déu. Barcelona. 2Hospital Virgen de la Candelaria. Tenerife.
1
Hospital Virgen del Camino. Pamplona. 4Hospital Infantil La Fe. Valencia. 5Hospital
3
8. Otras patologías que precisan una restricción pro- do valproico o valpromida (en las alteraciones del
teica: lisinuria con intolerancia a las proteínas, CU), menstruación o por ingestas proteicas elevadas.
síndrome HH, síndrome HHH. Es importante tener en cuenta todas estas posibilida-
des de debut e informar a otros especialistas, como
DEBUT psiquiatras, de que incluyan en sus controles bioquí-
Los síntomas pueden aparecer a cualquier edad micos determinaciones de amonio, aminoácidos y
dependiendo de múltiples factores: intensidad del défi- ácidos orgánicos.
cit enzimático, ingesta proteica, procesos infecciosos
intercurrentes, sensibilidad individual al tóxico, inges- MENSAJES PARA RECORDAR
ta de determinados fármacos. Algunos pacientes están
asintomáticos y se localizan por el estudio de fami- 1. Considerar siempre la posibilidad de una enfer-
medad metabólica ante un neonato que no evo-
liares de un enfermo ya conocido o por cribado neo-
luciona según lo esperado.
natal. 2. Incluir la determinación del amonio plasmáti-
Sin embargo, es frecuente, especialmente en el co en el screening de sepsis.
caso de las alteraciones del CU o de las acidemias 3. La presencia de alcalosis respiratoria puede ser
orgánicas, que el debut de la enfermedad ocurra en el indicativo de trastorno del CU, y la de acido-
periodo neonatal, de forma aguda y grave. La dificul- sis de acidurias orgánicas.
tad principal para lograr el diagnóstico en el neona- 4. Tratar las enfermedades metabólicas de debut
to es que los síntomas de presentación son inespecí- neonatal con un grado de emergencia similar
ficos y difíciles de diferenciar de otras patologías fre- al de una sepsis neonatal.
cuentes a esta edad como la sepsis. La clínica puede 5. Realizar el transporte rápido a un centro de ter-
cer nivel de todo recién nacido con sospecha
ser: hipotonía, rechazo del alimento, llanto débil, suc-
de alteración del CU o de acidemia orgánica.
ción débil, vómitos, polipnea, convulsiones, coma,
alteraciones hemodinámicas, fallo hepático. El
momento de la sospecha clínica, el diagnóstico y el
inicio del tratamiento dependen en gran medida de la DIAGNÓSTICO
sensibilización del equipo a estas patologías y la orien- La forma y el momento en el que aparece la clí-
tación precoz del paciente. Un tratamiento tardío pue- nica nos pueden orientar hacia el diagnóstico. Depen-
de ocasionar grandes secuelas y una elevada mortali- diendo de la orientación diagnóstica se realizarán unos
dad. Por esa razón es importante plantearse, en muchos estudios u otros. Algunas de estas enfermedades ya
diagnósticos diferenciales, si un niño puede tener una se detectan en el cribado neonatal.
patología metabólica y, si es así, iniciar todas las medi-
das de tratamiento adecuadas. Si posteriormente no Ante la sospecha de una alteración del
se confirma la sospecha retiramos el soporte. metabolismo de los aminoácidos en el periodo
Los síntomas, en los casos de debut tardío, pue- neonatal debemos realizar
den ser inespecíficos (retraso psicomotor, dificulta- 1º. Analítica: bioquímica general, equilibrio áci-
des de aprendizaje, irritabilidad, restricción volunta- dobase, ionograma, glucosa, ALT, AST, ácido lác-
ria de la ingesta proteica, trastornos psiquiátricos, tico, amonio, cuerpos cetónicos (en orina), prue-
osteoporosis), leves (anorexia, vómitos cíclicos, cefa- bas de coagulación, aminoácidos, ácidos orgáni-
leas) o graves (coma, epilepsia, deterioro neurológi- cos (en orina). Si realizamos una punción lum-
co progresivo, síndrome de Reye-like, encefalopatía bar sería conveniente guardar parte de la mues-
crónica, trombosis venosas y arteriales, tubulopa- tra congelada. Si no se puede analizar los aa y AG
tía, hepatopatía). La crisis de encefalopatía pueden en orina de inmediato debemos guardar la mues-
aparecer tras un estrés importante (embarazo, par- tra congelada.
to, el postparto inmediato, intervenciones quirúrgi- 2º. Tras asegurarnos de que las muestras han sido
cas, traumatismos), infecciones, tratamiento con áci- correctamente recogidas se inicia el tratamiento
Manejo de las alteraciones del metabolismo de los aminoácidos 367
inmediatamente. Estas enfermedades son siem- – Reposo del grupo muscular donde se realiza la
pre una urgencia. punción.
El estudio de los aa en plasma y de los ácidos – Sin hipoxia (no comprimir ni sujetar).
orgánicos puede tardar desde horas hasta días (aun- – Guardar en tubo con EDTA en hielo.
que no es en absoluto lo deseable en estos casos) – El plasma debe ser separado antes de 15 minutos.
dependiendo de las características del hospital pero – Procesar la muestra antes de 1 hora.
es muy importante su recogida tanto para el diagnós- – La extracción incorrecta de sangre y el retraso en
tico del paciente como para poder realizar un conse- el procesamiento de la muestra son las causas más
jo genético a sus padres si el niño fallece. Si el hos- comunes de falsas elevaciones del amonio.
pital carece del equipo o el personal necesario para el El diagnóstico definitivo de todas estas patologí-
diagnóstico se debe de enviar las muestras al hospi- as se logra mediante el estudio enzimático o genético.
tal de referencia. Si la sospecha de enfermedad meta-
bólica es muy alta se remite el paciente junto con las MENSAJES PARA RECORDAR
muestras extraídas al hospital de referencia.
1. Extraer muestras adecuadas (también en caso
de fallecimiento).
Ante la sospecha de una alteración del
2. Determinación de amonio correcta.
metabolismo de los aminoácidos en el periodo
postnatal
Cuando el debut es postnatal suele ser menos agu-
do pero también depende de la patología y del pacien- TRATAMIENTO
te. Los estudios iniciales son similares a los realizados Debut neonatal agudo
en el periodo neonatal y se solicitan según la clínica. En todo paciente que se sospecha una alteración
En algunas patologías el olor del niño puede orientar- del metabolismo de los aa se ha de realizar:
nos en el diagnóstico por ejemplo: olor a jarabe de arce 1. Medidas generales de soporte respiratorio y/o
en la leucinosis, a pies sudados o queso en la acidemia hemodinámino según el estado clínico. Realizar
isovalérica o a col cocida en la tirosimenia tipo I. medidas antiedema si es preciso.
Analítica: bioquímica general, equilibrio ácido- 2. Corrección de la acidosis metabólica con bicar-
base, ionograma, glucosa, ALT, AST, ácido láctico, bonato endovenoso.
amonio, cuerpos cetónicos (en orina), pruebas de coa- 3. Suprimir el aporte proteico completamente (pero
gulación, aminoácidos, ácidos orgánicos (en orina), no más de 24-48 horas).
homocisteina en sangre y orina. Si realizamos una 4. Favorecer el anabolismo mediante aporte calóri-
punción lumbar sería conveniente guardar parte de la co suficiente:
muestra congelada. Si no podemos analizar los AG Soluciones glucosadas (10-15 mg/kg/min = suero
en orina de inmediato debemos guardar la muestra glucosado 10% 6-9 ml/kg/hora), lipídicas (1-2 g/kg)
congelada. Al igual que en el periodo neonatal, tras e iones a través de una vía central. Estas últimas
asegurarnos de que las muestras han sido correcta- están prohibidas en los trastornos de la β-oxidación
mente recogidas, iniciaremos el tratamiento. mitocondrial. Si aparece hiperglucemia se puede
administrar insulina rápida ev (0,05-0,2 U/kg/hora
HIPERAMONIEMIA si glucemia >140 mg/dl persistentemente).
Se define como hiperamoniemia cuando los nive- La vía enteral (oral, sonda nasogástrica o trans-
les de amonio ≥ 50 µmol/L (90 µg/dl). En el perio- pilórica) es la de elección salvo que no sea posi-
do neonatal se admite como normal valores < 110 ble utilizarla.
µmol/L (190 µg/dl). 5. Mantener una buena hidratación vigilando los
La extracción de sangre para la determinación de signos de edema cerebral.
amonio y el procesamiento de la muestra deben ser 6. Ante el desconocimiento inicial de la patología
cuidadosos: realizaremos un ensayo terapéutico con cofacto-
368 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
TABLA I.
seguir un crecimiento y un desarrollo óptimos nas naturales puede no llegar a cubrir las necesi-
bajo una amplia gama de ingestas. Las recomen- dades de nitrógeno.
daciones proteicas usadas más ampliamente son
las de la FAO/OMS. MENSAJES PARA RECORDAR
2. Aumentar la ingesta calórica para conseguir un
ahorro proteico máximo y evitar que las proteí- 1. Se debe intentar prevenir toda situación de ries-
nas se empleen como fuente energética. Por ello, go de descompensación.
2. La familia debe conocer los signos de descom-
también resulta importante evitar los ayunos pro- pensación e iniciar el tratamiento de la misma.
longados. Las necesidades energéticas se cubri- 3. Una sospecha de descompensación severa es
rán con alimentos naturales de bajo o nulo con- una emergencia.
tenido proteico (margarina, aceite, mermelada…), 4. El tratamiento nutricional, a largo plazo, se
con alimentos especiales de bajo contenido pro- basa en la restricción proteica y el manteni-
teico (pastas italianas, arroz, galletas, cereales, miento de las calorías adecuadas.
pan, sucedáneo de leche, sucedáneo de huevo) 5. La optimización de los resultados se logra con
que también ayudan a la diversificación de la die- un diagnóstico precoz, un control continuo y
ta y con los módulos nutricionales (polímeros de de por vida y el tratamiento multidisciplinar de
glucosa y/o grasa). un equipo formado por pediatras y médicos de
adultos especialistas en enfermedades metabó-
3. Aumentar la proporción de las proteínas de alto licas, neurólogos, bioquímicos, dietistas y psi-
valor biológico para mejorar el crecimiento (has- cólogos.
ta un 70% del total proteico si es posible). En
una dieta baja en proteínas, la fuente teórica de
éstas debe ser principalmente de alto valor bio-
lógico, pero muchas veces esto no es posible, BIBLIOGRAFÍA
pues se puede proporcionar una mayor cantidad 1. Campistol J, Bóveda MD, Couce ML, Lluch MD, Meri-
de alimentos, y de mayor contenido calórico por nero B. Acidemia orgánica. En: Sanjurjo Crespo P, edi-
gramo de proteína, si se utilizan alimentos con tor. Protocolos de diagnóstico y tratamiento de los erro-
proteínas de bajo valor biológico. Por ello, es res congénitos del metabolismo. Madrid: Gráficas Enar;
2007.
importante asegurarse de que la dieta sea lo más
variada posible (patatas, cereales, pasta, arroz...), 2. Dalmau Serra J, Fernández Sánchez A, Sánchez-Val-
verde Visus F. Jarabe de arce. En: Sanjurjo Crespo P,
para que exista un aporte adecuado de todos los editor. Protocolos de diagnóstico y tratamiento de los
aminoácidos esenciales, y la síntesis proteica no errores congénitos del metabolismo. Madrid: Gráficas
se vea limitada. Enar; 2007.
4. Vigilar los posibles efectos secundarios ligados 3. Pintos Morell G, Vilaseca Busca MA, Briones Godino
a una ingesta proteica permanentemente limita- P, Sanjurjo Crespo P. Trastornos del ciclo de la urea.
da, sobre todo el déficit de determinadas vitami- En: Sanjurjo Crespo P, editor. Protocolos de diagnós-
nas (B12, niacina y ácido fólico), de oligoelemen- tico y tratamiento de los errores congénitos del meta-
tos (calcio, zinc, hierro y selenio) y de PUFAS. bolismo. Madrid: Gráficas Enar; 2007.
Puede ser necesario suplementarlos. 4. Grupo de Consenso. Protocolo Hispano-Luso de diag-
nóstico y tratamiento de las hiperamoniemias en pacien-
5. Complementar, cuando sea necesario, el aporte
tes neonatos y de más de 30 días de vida. Madrid:
proteico con preparados especiales para cada Ergon; 2008.
enfermedad, que contienen todos los aminoáci-
5. Ruiz Pons M, Sánchez-Valverde Visus F, Dalmau Serra
dos esenciales excepto aquél o aquéllos cuya la J, Gómez López L. Tratamiento nutricional de los erro-
vía metabólica está afectada. Son de utilidad sobre res innatos del metabolismo. Madrid: Drug Farma;
todo durante el periodo de lactancia precoz, cuan- 2007.
do los requerimientos de proteínas por kg de peso 6. Sanjurjo Crespo P. Urgencias metabólicas en el perio-
son máximos, y una dieta restringida en proteí- do neonatal y del lactante. Madrid: Ergon; 2004.
Diagnóstico y tratamiento de las alteraciones de la
13 oxidación mitocondrial de las grasas
Mercedes Martínez Pardo1, Lilian Gómez López2, Mónica Ruiz Pons3
Félix Sánchez-Valverde Visus4, Jaime Dalmau Serra5
1Hospital Ramón y Cajal. Madrid. 2Hospital Sant Joan de Déu. Barcelona. 3Hospital Virgen
de la Candelaria. Tenerife. 4Hospital Virgen del Camino. Pamplona. 5Hospital Infantil La
Fe. Valencia.
MENOS FRECUENTE
* Deficiencia de la 2,4 – Neonatos: malformaciones, – 2 trans-4 cis C10:2 Cr 8q21
dienoil CoA reductasa acidosis respiratoria, carnitina. Acidos
(oxidación ácidos grasos hipotonía persistente. No orgánicos normales
insaturados) hipoglucemia
Diagnóstico diferencial: N = normal. E= elevado. µmol/L= micromol/L. mM= milimolar (milimol/L). mcg/dl=microgramos/decilitro.
Analítica urgente (resultados antes de 2 h) a través de la cual podemos tener una sospecha de la posible etiología. El 3-OH butirato lo podemos determinaren una
gota de sangre total en el “OPTIUM EXCEED”. Otros estudios urgentes: valoración cardiológica (confirmar miocardiopatía y arritmias), valoración oftalmológica
(ver si hay retinopatía)
El diagnostico definitivo lo obtendremos con los resultados del estudio metabólico: aminograma (en plasma/orina), de la carnitina total y libre (plasma), de las
Diagnóstico y tratamiento de las alteraciones de la oxidación mitocondrial de las grasas
acilcarnitinas (plasma), de la insulinemia (suero) y de ácidos orgánicos (en orina), Tabla III.
375
TABLA III. Estudio metabólico: Diagnóstico diferencial etiológico definitivo. S= sangre. O= orina.
376
mitocondrial de ácidos grasos (MADD) dicarboxílicos de 4-16C > 14C, + < 12C, 8C, carnitinas
Hiperinsulinemia con Ramificados Normales Normal Normal Normales Insulina > 10
hiperamoniemia persistente bajos Ins/glu > 0,34
Diagnóstico y tratamiento de las alteraciones de la oxidación mitocondrial de las grasas 377
mayor nº de tomas posibles. Riboflavina (vit. 5. Roe ChR, Ding J. Mitochondrial fatty acid oxydation
B2) a dosis de 100-300 mg/día en MADD. disorders. En: Scriver Ch, Beaudet A, Sly WS, Valle
– L-glicina: en MADD, para esterificarse con el D, Childs B, Kinzler K,Vogelstein B, editores. The
Metabolic & Molecular Basis of Inherited Disease. 8th
ácido isovalérico. Dosis 100-150 mg/kg/día para
ed. McGraw-Hill Inc.; 2001. p. 2297-2326.
mantener glicinemia > 250 umol/L.
6. Ramos JM, Martinez-Pardo M, Garcia-Villanueva M,
Lorenzo G, Merinero B, Jimenez A, Ugarte M, Palla-
BIBLIOGRAFÍA rés E, Arenas J, Campos Y, Aparicio Meix M. Miopa-
1. Ballabriga A, Carrascosa A. Nutrición en la infancia y tía lipídica por aciduria glutárica tipo II sensible a ribo-
adolescencia, 3ª ed. Madrid: Ergon; 2006. p. 499-571. flavina. Anales Españoles de Pediatría 1995; 42: 207-
2. del Valle JA, García MJ, Merinero B, Pérez-Cerdá C, 210.
Román F, Jiménez A, Ugarte M, Martinez-Pardo M, 7. Martínez G, Ribes A, Briones P, Rodés M, Baldellou
Ludeña C, Camarero C, del Olmo R, Durán M, Wad- A, Pineda M, Rodrigo C, Lorente I, GarcíaSilva MT,
man SK. A new patient with dicarboxylic aciduria sug- Riudor E, Jaraba P, Lopez-Casas J, Nuñez-Roldan A.
gestive of mediumchain acyl coa dehydrogenase defi- Mediumchain acylCoA dehydrogenase deficiency in
ciency presenting as Reye’s syndrome. J Inher Metab Spain. J Inherit Metab Dis. 1998; 21: 693-4.
Dis. 1984; 7: 62-64. 8. Peña Quintana L, Sanjurjo Crespo P. Alteraciones de
3. Riudor E, Ribes A, Boronat M, Sabado C, Dominguez la b oxidación y del sistema carnitina. En: Sanjurjo P,
C, Ballabriga A. A new case of C6C14 dicarboxylic Baldellou A, eds. Diagnóstico y tratamiento en la enfer-
aciduria with favourable evolution. J Inher Metab Dis. medades metabólicas hereditarias, 2ª edición. Madrid:
1986; 9(Supp. 2): 297-299. Ergon; 2006. p. 407-440.
4. Durán M, Wanders RJA, Jager JP, Dorland L, Bruin- 9. Couce ML, Bustos G, García-Alix A, Lázaro A, Mar-
vis L, Ketting D, Ijlst L, Sprang FJ. 3-OH-dicarboxy- tínez-Pardo M, Molina A, Sáenz de Pipaón M, Serra-
lic aciduria due to long-chain-3-OH-Acyl CoA dehy- no M, Sanjurjo P. A guide to the clinical diagnosis and
drogenase deficiency associated with suddent neona- urgent treatment of neonatal hyperammonaemia. An
tal death: protective effect of Medium Chain Triglyce- Pediatr (Barc). 2009; 70: 183-8.
ride treatment. Eur J Pediatr. 1991; 150: 190-195.
Manejo de las alteraciones del metabolismo
14 de los carbohidratos
Mónica Ruiz Pons1, Lilian Gómez López2, Félix SánchezValverde Visus3,
Jaime Dalmau Serra4, Mercedes Martínez Pardo5
Hospital Virgen de la Candelaria. Tenerife. 2Hospital Sant Joan de Déu. Barcelona.
1
Hospital Virgen del Camino. Pamplona. 4Hospital Infantil La Fe. Valencia. 5Hospital
3
meta principal es prevenir la hipoglucemia, respon- La diversificación de la dieta seguirá la misma secuen-
sable de las manifestaciones clínicas y bioquímicas cia cronológica, en general, que un lactante normal.
en estos trastornos y de sus complicaciones. Para ello La dieta debe tener una distribución energética
es necesario disponer de una fuente exógena constan- de un 60-70% de carbohidratos, un 10-15% de prote-
te de glucosa diurna y nocturna. La cantidad de glu- ínas y el resto, un 20-30% de grasas. Se recomienda
cosa a administrar está basada en la tasa de produc- el uso de comidas ricas en carbohidratos complejos
ción endógena de glucosa teórica (Tabla I), que defi- de absorción lenta o semilenta como el arroz, la ave-
ne la cantidad mínima apropiada para evitar que se na, las pastas, legumbres, etc., y limitar, de manera
activen los mecanismos contra reguladores de la hipo- moderada, los alimentos ricos en sacarosa, fructosa y
glucemia. Los requerimientos de glucosa disminuyen lactosa. Puesto que la dieta limita las fuentes de cal-
con la edad y también son menores durante la noche. cio, ácido ascórbico y otros micronutrientes es nece-
Los lactantes pueden ser amamantados o utilizar sario emplear suplementos de vitaminas y minerales
una fórmula exenta de lactosa y sacarosa cada 2-3 horas para alcanzar un adecuado crecimiento y desarrollo.
durante el día y la noche, o bien alimentación naso- El almidón crudo (Maicena®) se introducirá con
gástrica nocturna a débito continuo (NEDC). A partir seguridad a partir de los 2 años aunque su uso se pue-
de los 4 meses se iniciará la alimentación complemen- de ensayar a partir de los 6 meses en pequeñas can-
taria con los almidones precocinados (arroz y maíz). tidades a partir de una dosis de 0,25g/kg e ir incre-
Manejo de las alteraciones del metabolismo de los carbohidratos 381
Objetivo Parámetros
1 Glucosa plasmática preprandial > 70 mg/dl (>3,9 mmol/L)
2 Cociente lactato/creatinina en orina < 0,06 mmol/mmol (0,6 mmol/L)
Acido láctico en sangre 2-5 mmol/L
3 Concentraciones séricas de ácido úrico en el rango normal alto según la edad y el laboratorio (< 7 mg/dl)
4 Excesos de bases en sangre venosa >– 5 mmol/L y bicarbonato en sangre venosa > 20 mmol/L
5 Concentraciones séricas de triglicéridos < 545 mg/dl (6,0 mmol/L)
6 Concentraciones de alfa-1-antitripsina fecal normales en la GSD Ib
7 Índice de masa corporal entre 0,0 y + 2,0 DS
bolismo. Errores innatos del metabolismo de los car- bolism. En: Shaw V, Lawson M (eds.). Clinical Pae-
bohidratos. 2ª Ed. Madrid: Drug Farma; 2007. p. 39- diatric Dietetics. 3rd ed. Oxford: Blackwell Scientific
86. Publications; 2007. p. 390-420.
2. Rake JP, Visser G, Labrune P, Leonard JV, Ullrich K, 4. Sanjurjo P, Baldellou A. Diagnóstico y Tratamiento de
Smit GA. Glycogen storage disease: recommendations las Enfermedades Metabólicas. Errores congénitos del
for treatment. Eur J Pediatr 2002; 161: S112-S119. metabolismo intermedio. 2ª Ed. Madrid: Ergon; 2004.
3. Shaw V, Lawson M. Disorders of carbohydrate meta- 161-194.
Nutrición enteral
15 Rosa A. Lama More
Hospital Infantil Universitario La Paz. Universidad Autónoma de Madrid.
INTRODUCCIÓN CONTRAINDICACIONES
La nutrición enteral es una técnica de soporte En el momento actual quedan reducidas a situa-
nutricional que consiste en administrar los nutrientes ciones de obstrucción intestinal.
directamente en el tracto gastrointestinal mediante
sonda. No se acepta conceptualmente como nutrición ELECCIÓN DE LA VÍA
enteral la administración oral de fórmulas artificiales. La elección de la vía de administración de la fór-
mula debe ser cuidadosamente planificada y depen-
INDICACIONES de de la estrategia de soporte nutricional planificado
La nutrición enteral está indicada en todos los a nivel individual, esta estrategia depende del esta-
casos en los que el enfermo requiere soporte nutricio- do nutricional y la edad del paciente además del diag-
nal individualizado y no ingiere los nutrientes nece- nóstico de la enfermedad de base, siendo este el fac-
sarios para cubrir sus requerimientos. Será necesaria tor más importante en la valoración. Se debe valorar
en las siguientes situaciones clínicas: la repercusión de la sintomatología en el balance ener-
1. En el prematuro: la nutrición enteral precoz dis- gético proteico y las implicaciones metabólicas de su
minuye el riesgo de enterocolitis necrotizante. enfermedad de base. Cuando se decide la instauración
2. Cuando el TGI no es capaz de utilizar óptima- de una nutrición enteral deben quedar bien determi-
mente los nutrientes si son administrados por vía nados los objetivos de la misma.
oral: diarrea grave, síndrome de intestino corto. – Cuando se considere que la nutrición enteral va
En estos casos es, necesario utilizar técnicas que a ser de corta duración la elección es la sonda
condicionen un enlentecimiento de la motilidad nasogástrica y si la tolerancia gástrica esta dis-
del TGI, una disminución de las secreciones del minuida se debe instaurar una sonda trans pilóri-
TGI, etc. ca que puede ser naso-duodenal o naso-yeyunal.
3. Si las necesidades están muy aumentadas y el – Si el programa se prevé prolongado o no habién-
paciente no es capaz de cubrirlas con la ingesta dose previsto que se prolongara (más de 46 sema-
(pacientes quemados, mal nutridos). nas), se debe instaurar un sistema de larga dura-
4. Cuando el paciente no tolera la ingesta por alte- ción es decir una gastrostomía, en nuestro medio
raciones hemodinámicas (cardiopatías) o respi- el método de instauración más utilizado es el
ratorias (broncodisplasia). endoscópico percutáneo (gastrostomía endoscópi-
5. Cuando el paciente no es capaz de deglutir: por ca percutánea-GEP). La instauración radiológi-
alteraciones orofaríngeas. ca por punción en la edad pediátrica pudiera entra-
6. Si el paciente no es capaz de tomar alimentos ñar mayores riesgos.
especiales de mal sabor e imprescindibles (ami- – La instauración quirúrgica de gastrostomía (téc-
noacidopatías) o no puede tener tiempos prolon- nica de Stamm) se realiza cuando es necesario
gados de ayuno: glucogenosis, alteraciones en la realizar un tratamiento quirúrgico del TGI: atre-
oxidación de los ácidos grasos. sia o estenosis esofágica, fundoplicatura etc. En
386 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
Complicaciones Tratamiento
Retraso de la cicatrización Mantener administración continua
(mayor salida del contenido gástrico) Separar la cruzeta externa
Rotar la cruzeta
Mantener la zona seca
Pérdida de contenido gástrico Valorar la situación clínica y vómitos
y quemadura péptica Tratamiento del cuadro intercurrente (foco ORL, gastroenteritis, etc.)
Proteger la piel
Tratar la quemadura local (péptica)
Disminuir el pH gástrico
Granuloma Primero: remisión espontánea
Posteriores: poco frecuentes
Tratar con nitrato de plata
Descolocación de la sonda: Debe mantenerse la sonda hasta la reposición
rotura de balón Evitar el cierre indeseado
Infección local Inicio: alto riesgo: tratamiento precoz general y local
Posterior: menos frecuente. Tratamiento local
Valorar tratamiento general
adecuado adiestramiento en la preparación, alma- piel que puede sufrir una quemadura péptica. Si
cenamiento y la manipulación de las fórmulas y la sonda es adecuada, esta situación suele corres-
sistemas. Si fuera posible es mejor utilizar fór- ponder a una situación de alteración intercurren-
mulas líquidas. te del vaciamiento gástrico (infección ORL, in-
– Complicaciones metabólicas. No suelen ocurrir fección del tracto urinario, alteraciones metabó-
si la fórmula está bien elegida, la monitorización licas en pacientes con metabolopatías, incipien-
es adecuada y se ha probado la tolerancia en te síndrome de obstrucción intestinal distal en
ambiente hospitalario. paciente con fibrosis quística, etc.); es obligado
– Complicaciones mecánicas. En caso de sonda protegerla piel a la vez que se debe tratar el pro-
nasogástrica puede presentarse una obstrucción blema de base.
de la misma cuando la utilización no es correcta – Rotura accidental del balón de sujeción: condi-
(introducción de alimentos triturados); también cionaría una descolocación de la sonda que debe
puede ocurrir una retirada accidental de la sonda ser repuesta de modo inmediato, para evitar el
o desplazamiento de la misma; ambas complica- cierre espontáneo y no deseado de la ostomía.
ciones mecánicas son bastante frecuentes. – Infección local: a partir de la cicatrización el ries-
go es mínimo.
Complicaciones en caso de gastrostomía – Formación de granuloma: en un alto porcentaje
endoscópica percutánea (Tabla I) de los pacientes se objetiva tras la cicatrización.
– Retraso de la cicatrización en la instauración: Tras la remisión que suele ser espontánea es muy
Mantener administración continua de la fórmu- poco frecuente la recidiva.
la, disminuir la presión de la cruzeta en la piel
periostomía y mover la cruzeta. Preparación de la familia
– Puede presentarse pérdida de contenido gástri- La preparación se realiza en ambiente hospitala-
co periostomía; en este caso hay que proteger la rio durante el tiempo que necesitamos para estabili-
Nutrición enteral 391
zar al paciente. El tiempo de entrenamiento suele ser una relación costebeneficio eficaz. La tecnología actual
de 4-6 días y deben participar varios miembros de la ha permitido el desarrollo de las técnicas de nutrición
familia La información que se da a la familia debe ser: artificial domiciliaria reconocida para su cobertura por
1. Clara y concisa para evitar la confusión y ansie- el Sistema Nacional de Salud en 1998. Aunque las
dad. prestaciones para las fórmulas se están actualizando
2. Completa, incluyendo datos anatómicos cuida- frecuentemente, quedan algunos puntos sin resolver.
dos de la sonda, de los sistemas, preparación,
almacenamiento y administración de la fórmula. BIBLIOGRAFÍA
3. Preventiva. Se debe informar de los posibles ries- 1. Martínez Costa C, Sierra C, Pedron C, Lama R, More-
gos: propiciar el desarrollo de precauciones de no JM, Codoceo R. Actualizaciones en Nutrición arti-
seguridad apropiadas. ficial. X Congreso de la SEGNHP. La Coruña. An Ped
4. No olvidar el aprendizaje y promoción de la ali- suppl 2000.
mentación oral. 2. Lama More R, Olivares Arnal P. Gastrostomía endos-
cópica subcutánea. Nuestra experiencia. An Esp Pediatr
1994; 14: 12-15.
Monitorización
3. Bankhead R, Boullata J, Brantley S, Corkins M, Guen-
La monitorización del paciente en soporte nutri- ter P, Krenitsky J, Lyman B, Metheny NA, Mueller
cional domiciliario es clave para conseguir una ade- C, Robbins S, Wessel J; A.S.P.E.N. Board of Directors.
cuada recuperación nutricional evitando las compli- Enteral nutrition practice recommendations. J Paren-
caciones metabólicas. Debe ser realizada en las Uni- ter Enteral Nutr. 2009; 33: 122-67.
dades de Nutrición Pediátrica. La frecuencia de la 4. Andrew Thomson, MRCP (UK), FRACP The Enteral
monitorización y los parámetros monitorizados depen- vs Parenteral Nutrition Debate Revisited. J Parenter
den del estado clínico del paciente, así como de su Enteral Nutr. 2008; 32: 474-81.
enfermedad de base. La monitorización, aparte de los 5. Anastasio C, Nagel R. Home enteral nutrition in the
parámetros nutricionales, debe ir dirigida a valorar pediatric patient. En: Ireton-Jones CS, Delegue MH.
Handbook of Home Nutrition Support. Ontario, Cana-
posibles complicaciones mecánicas, infecciosas, meta-
da: Jones and Bartlett Publishers; 2007. p. 155.
bólicas y gastrointestinales.
6. Barrett JS, Shepherd SJ, Gibson PR. Strategies to mana-
Se debe valorar la ingesta oral y su aprendizaje, ge gastrointestinal symptoms complicating enteral fee-
la ingesta medicamentosa por si pudiera interferir con ding. J Parenter Enteral Nutr. 2009; 33: 21-6.
la nutrición enteral y la adaptación psicosocial, así 7. Pritchard C, Duffy S, Edington J, Pang F. Enteral nutri-
como los aspectos psicosociales de los padres o cui- tion and oral nutrition supplements: A review of the
dadores; evolutivamente se debe valorar la necesidad economics literature. J Parenter Enteral Nutr. 2006; 30:
de mantener o retirar la nutrición enteral. 52-9.
8. Löser C, Aschl G, Hébuterne X, Mathus-Vliegen EM,
RESUMEN Muscaritoli M, Niv Y, Rollins H, Singer P, Skelly RH.
La nutrición enteral es una forma agresiva de ESPEN guidelines on artificial enteral nutrition-Per-
cutaneous endoscopic gastrostomy(PEG). Clin Nutr
soporte nutricional, de alto coste personal y económi- 2005; 24: 848-61
co. Para la optimización es importante establecer una
9. ESPGHAN Committee on Nutrition: Agostoni C,
correcta indicación así como una adecuada elección Axelsson I, Colomb V, Goulet O, Koletzko B, Michael-
de la fórmula, vía y método de administración. El desa- sen KF, Puntis J, Rigo J, Shamir R, Szajewska H, Turck
rrollo de las unidades de nutrición pediátrica en nues- D. The need for nutrition support teams in pediatric
tros hospitales con profesionales especialmente dedi- units: a commentary by the ESPGHAN Committee on
cados al soporte nutricional es clave para conseguir Nutrition. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2005; 41: 8-11.
Nutrición parenteral
16 José Manuel Moreno Villares1, Carolina Gutiérrez Junquera2
Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid. 2Hospital Universitario Puerta de Hierro.
1
Majadahonda, Madrid
do de la edad, su actividad física y su estado de de forma similar a como se calculan los requeri-
salud. En las tablas III y IV se muestran los reque- mientos líquidos: primeros 10 kg, 100 kcal/kg; entre
rimientos energéticos por edad. Para el cálculo de 10 y 20 kg, 1.000 kcal por los primeros 10 kg más
las necesidades energéticas de un niño podemos 50 kcal/kg por encima de 10, y a partir de 20 kg,
medir su gasto energético en reposo por medio de 1.500kcal por los primeros 20 kg más 20 kcal/kg
una calorimetría indirecta o estimarlo a partir de fór- por encima de 20. En este cálculo de los requeri-
mulas. Las más utilizadas son las de la OMS/FAO/ mientos incluimos las calorías procedentes de las
ONU y las de Schofield. A su gasto energético en proteínas.
reposo (GER) hay que multiplicarlo por un factor
de estrés (1,2-1,5) en función de la enfermedad. Un Hidratos de carbono
método práctico para el cálculo de las necesidades La glucosa es el único hidrato de carbono usado
totales utiliza el peso como medida de referencia, en nutrición parenteral en niños. Se administra como
Nutrición parenteral 395
*Holliday-Segar (mantenimiento):
• Hasta 10 kg, 100 ml/kg (total 1.000 ml);
• Entre 10 y 20 kg = 1000 ml por los primeros 10 kg más 50 ml/kg por los segundos 10 kg (total 1.500 ml)
• A partir de 20 kg = 1500 ml por los primeros 20 kg más 20 ml/kg por los kilos que superen 20 kg.
Máximo 2.000-2.500 ml/24 horas.
Niñas:
0-3 años 58,29 x P – 31,05 16,25 x P + 1023,2 x T – 413,5 61 x P – 51
3-10 años 20,3 x P + 486 16,97 x P + 161,8 x T + 371,2 22,4 x P + 499
10-18 años 17,7 x P + 659 8,365 x P + 465 x T + 200 12,2 x P + 746
RNPT /kg/d RN /kg/d <1 año /kg/d 1-11 años /kg/d 12-15 años /kg/d
Calcio (mg) 40-90 40-60 20-25 10-20 4,5-9
(mM) 1-2,25 1-1,5 0,5-0,6 0,25-0,5 0,12-0,2
(mEq) 2-4,5 2-3 1-1,2 0,5-1 0,2-0,4
encuentran en la tabla VI. A partir de los 11 años, pue- lizadas de acuerdo con el peso y la edad, con la ayu-
den utilizarse los preparados multivitamínicos de adul- da de un programa informático. Un impreso de pres-
tos, que no contienen vitamina K. La carnitina, sinte- cripción bien diseñado y la informatización de la pres-
tizada a partir de la metionina y la lisina, es el trans- cripción disminuye la incidencia de equivocaciones
portador de los ácidos grasos de cadena larga a través y aumenta la eficiencia del procedimiento. La ela-
de la membrana interna mitocondrial. Aunque puede boración se realiza en los servicios de farmacia en
obtenerse tanto de la dieta como a partir de biosínte- cámaras de flujo laminar donde se traducen los gra-
sis endógena, puede considerase un nutriente condi- mos de glucosa, lípidos, etc., en volúmenes de las
cionalmente esencial en el neonato, cuya capacidad de soluciones específicas. Las mezclas ternarias (gluco-
síntesis es inmadura. No existe acuerdo unánime sobre sa, aminoácidos y lípidos en la misma bolsa), necesi-
su inclusión en las soluciones de nutrición parenteral. tan menor manipulación, y son peor caldo de culti-
vo para microorganismos que la administración de
Oligoelementos lípidos separados. Por estas razones, si la estabili-
Los oligoelementos o elementos traza son par- dad de la emulsión lo permite, es la forma ideal de
te, generalmente, de muchas enzimas. Es recomenda- administración. La presencia de heparina en las solu-
ble la inclusión rutinaria de cinc, cobre, selenio, cro- ciones facilita la coalescencia de partículas de grasa
mo y manganeso para evitarlas deficiencias. En la en presencia de calcio por lo que su uso rutinario no
tabla VII se detallan los requerimientos para la edad está recomendado.
pediátrica. En caso de existir colestasis, el cobre y
el manganeso deben administrarse con cautela. Si exis- Acceso vascular
te insuficiencia renal, deben reducirse los aportes de La nutrición parenteral puede administrarse a tra-
selenio y cromo. La adición de hierro a las solucio- vés de una vía venosa periférica o de un catéter veno-
nes de NP es controvertida. so central (CVC). La elección dependerá del tiempo
previsto de tratamiento, de los requerimientos nutri-
¿CÓMO ADMINISTRAR LA NUTRICIÓN cionales del paciente y de los accesos vasculares dis-
PARENTERAL? ponibles. Los accesos venosos periféricos son de cor-
Prescripción y composición ta duración, y permiten soluciones con una osmolari-
Cuando fuera posible, la prescripción de la nutri- dad máxima de 600-800 mOsm y concentraciones de
ción parenteral debería centralizarse a través de un glucosa inferiores al 10%. La NP por vía periférica se
equipo multidisciplinario de soporte nutricional. Pue- utiliza, sólo como medida temporal, cuando los reque-
den utilizarse soluciones estandarizadas o individua- rimientos del paciente son bajos por ser un comple-
398 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
mento de la nutrición enteral o porque no se pueden nes –nutrición parenteral prolongada o domiciliaria–
lograr accesos venosos centrales. puede ser interesante su administración cíclica (en 12-
Para la administración de nutrición parenteral com- 18 horas). Dicha forma de administración facilita la
pleta se requiere un catéter venoso central que se inser- movilización de las grasas, produciendo menor infil-
ta percutáneamente en la vena yugular interna, subcla- tración grasa en el hígado y menor déficit de ácidos
via o femoral, mediante técnica aséptica, o bien pue- grasos esenciales.
de utilizarse un catéter fino de silicona que se inserta
a través de la canulación de una vía periférica y se Compatibilidad de fármacos con la nutrición
avanza hasta alcanzar la cava superior o inferior (caté- parenteral
teres epicutáneos, drums). En neonatos pueden utili- Muchos de los pacientes que reciben nutrición
zarse de forma excepcional los catéteres umbilicales. parenteral reciben además otras medicaciones intra-
Cuando la duración de la nutrición parenteral se pre- venosas. Esto plantea, con frecuencia, preguntas acer-
vé superior a 4 semanas o para su administración domi- ca de la compatibilidad de estos medicamentos con
ciliaria, es preferible utilizar un catéter tunelizado (tipo las soluciones. Sólo excepcionalmente se incluyen
Hickman®, Broviac®, Groshong®), colocado en quiró- algunos fármacos en la bolsa de nutrición parenteral.
fano. Los reservorios subcutáneos (Portacath) son úti- De forma ideal, lo recomendable es utilizar una vía o
les para el acceso vascular intermitente, sin embargo una de las luces de un catéter exclusivamente para los
la necesidad de punción limita su uso en nutrición nutrientes.
parenteral. Siempre debe confirmarse radiológicamen-
te la posición de la vía central fuera del saco pericár- ¿QUÉ DEBEMOS VIGILAR EN UN
dico para evitar el riesgo de taponamiento cardiaco. PACIENTE CON NUTRICIÓN
El diámetro del CVC debe ser el más pequeño posible PARENTERAL?
para minimizar el riesgo de lesión de la vena. Son frecuentes las complicaciones asociadas al
uso de catéteres venosos centrales que incluyen com-
Otro material necesario plicaciones técnicas en relación con la inserción del
Para la administración de NP en pediatría se pre- catéter (neumotórax, laceración de un vaso, arritmias,
cisan contenedores preferiblemente multicapa (que perforación cardíaca con taponamiento, embolismo
combinan una capa de etilenvinilo con otra de distin- aéreo, lesión de un plexo nervioso o localización anó-
to material) y sobrebolsa fotoprotectora. Estas bolsas mala del catéter), rotura o desplazamiento accidental,
se deben conectar a sistemas de infusión opacos que oclusión, trombosis venosa e infección. La oclusión
protegen de los fenómenos de peroxidación por expo- consiste en la obstrucción parcial o completa de un
sición a la luz. Los dispositivos protectores tipo Segur- catéter que limita o impide la posibilidad de extraer
Lock o válvulas herméticas sin aguja evitan pincha- sangre o infundir a su través. Para prevenirla se reco-
zos accidentales y pueden disminuir el riesgo de infec- mienda infundir suero fisiológico después de la admi-
ción. Toda bolsa de nutrición parenteral en niños debe nistración de medicaciones o tras la extracción de san-
administrase con una bomba volumétrica, y en caso gre. La actuación dependerá de la causa que se sos-
de precisar volúmenes muy pequeños, con una bom- peche. Antes de iniciar un tratamiento farmacológico
ba de jeringa. Es recomendable el uso de filtros que deberá descartarse oclusión no trombótica causada
impiden la entrada de aire y partículas en el torrente por precipitados de fármacos o minerales, depósitos
circulatorio. Los filtros son de 0,22 µm para las solu- de lípidos o malposición del CVC. En las oclusio-
ciones de aminoácidos y dextrosa y de 1,2 µm para nes trombóticas el coágulo puede formarse como una
las que contengan lípidos. vaina de fibrina en el extremo distal del catéter o como
un trombo en la pared externa del CVC o en la pared
Métodos de infusión del vaso en el que se sitúa el catéter. En estos casos
Habitualmente la infusión en niños se realiza a puede usarse estreptoquinasa, uroquinasa o factor acti-
lo largo de 24 horas, pero en determinadas situacio- vador del plasminógeno (alteplasa). La trombosis de
Nutrición parenteral 399
una vena central puede ser asintomática, manifestar- catéter ha sido tradicionalmente considerado el trata-
se como dolor o edema local en la extremidad afec- miento de elección. Sin embargo, muchos catéteres
ta o incluso como un tromboembolismo potencial- pueden salvarse con un tratamiento adecuado. El dete-
mente fatal. Un ecocardiograma o una ecografía-Dop- rioro clínico, la falta de respuesta o las infecciones
pler, un escáner torácico o una venografía pueden con- por algunos microorganismos (Candida, S. aureus)
firmar el diagnóstico. La trombosis aguda puede tra- obligan a la retirada del catéter. El punto clave en la
tarse con agentes trombolíticos pero la forma más prevención de las infecciones asociadas a catéter es
habitual de tratamiento es la anticoagulación. En el cumplimiento de la técnica aséptica en el manejo
pacientes con necesidad de NP prolongada o con alto del catéter, incluyendo el lavado de manos y el uso de
riesgo de tromboembolismo puede ser interesante el guantes estériles.
uso de antagonistas de la vitamina K o de heparinas Las complicaciones metabólicas derivan del défi-
de bajo peso molecular. cit o del exceso de alguno de los componentes indivi-
Las infecciones asociadas a catéter son una de las duales de la solución de NP o de la presencia de con-
complicaciones más comunes y potencialmente gra- taminantes. Hay que ser extremadamente cuidadoso
ves. Las dos principales puertas de infección son el en la alimentación de niños desnutridos para evitar
punto de inserción en la piel (en los catéteres de cor- el síndrome de realimentación. En pacientes con nutri-
ta duración) o el cabezal del catéter (en los catéteres ción parenteral prolongada puede aparecer enferme-
permanentes). Las infecciones localizadas se carac- dad metabólica ósea de origen multifactorial. La ele-
terizan por eritema, inflamación, induración o exuda- vación de las enzimas hepáticas (sobre todo GGT) y
ción que ocurren en el lugar de salida del catéter por bilirrubina es frecuente en niños con NP de duración
la piel o a lo largo del trayecto subcutáneo. Se con- superior a 15 días. El origen es desconocido y, en su
sideran infecciones sistémicas aquellas en las que exis- aparición, pueden influir distintos factores como la dis-
ta un cultivo positivo de la punta del catéter o un minución del circuito enterohepático de sales biliares,
hemocultivo positivo de la sangre extraída a través el empleo de soluciones pobres en taurina y ricas en
del catéter y por vía periférica. Los gérmenes causan- glicina y las infecciones. Tras el inicio de la alimenta-
tes de bacteriemia asociada a catéter son, por orden ción enteral y la retirada de la NP su corrección es la
de frecuencia, Staphylococcus epidermidis, Entero- norma. Las complicaciones hepáticas son especial-
bacter spp, Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, mente importantes en la NP de larga duración y pue-
Pseudomonas aeruginosa, Staphyloccus aureus, Ente- den manifestarse como litiasis biliar o alteraciones
rococcus (E. faecalis, E. faecium) y Candida albicans hepáticas, desde la esteatosis a la cirrosis con evolu-
u otros hongos. Debe sospecharse una infección aso- ción a fallo hepático, pasando por una simple eleva-
ciada a catéter si el niño presenta fiebre > 38,5ºC, aci- ción de las pruebas de función hepática, la colestasis
dosis metabólica, trombocitopenia o inestabilidad en y la fibrosis. Algunas medidas pueden limitar o rever-
la homeostasis de la glucosa, en ausencia de otro foco tir la afectación hepática: la instauración precoz de una
en la exploración. Ante la sospecha de infección deben nutrición enteral mínima, la NP cíclica, el tratamien-
realizarse hemocultivos simultáneos de sangre peri- to del sobrecrecimiento bacteriano, la prevención y el
férica y central, extraídos a través de cada una de las tratamiento precoz de las infecciones, el uso de una
luces del catéter, y, posteriormente, comenzar antibio- NP equilibrada (disminuir el aporte calórico total, dis-
terapia de amplio espectro de forma empírica. Una minuir el aporte de lípidos a < 1 g/kg/día, etc) y la
vez conocido el resultado del hemocultivo y del anti- administración de fármacos coleréticos, en especial el
biograma se modificará la pauta antibiótica. La dura- ácido ursodeoxicólico, son las armas más eficaces.
ción del tratamiento dependerá del germen aislado.
Las infecciones cutáneas de la salida del catéter pue- MONITORIZACIÓN DEL NIÑO CON
den resolverse con antibióticos locales y sistémicos, NUTRICIÓN PARENTERAL
mientras que las del trayecto subcutáneo obligan a su La monitorización de la NP pasa por una valora-
retirada. En las infecciones sistémicas, la retirada del ción inicial completa antes de su inicio, en la que se
400 Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica SEGHNP-AEP
CONCLUSIONES
incluirán tanto la propia indicación de la NP, el esta- La nutrición parenteral se ha usado con éxito para
do nutricional del niño, el tipo de acceso venoso y una promover el crecimiento en un amplio grupo de enfer-
serie de controles analíticos que se detallan en la tabla medades en los primeros estadios de la vida, sobre todo
VIII. Las complicaciones de la nutrición parenteral en situaciones con afectación grave de la función intes-
pueden minimizarse cuando se hace una indicación tinal. El desarrollo de nuevas formulaciones de nutrien-
adecuada, se elige una mezcla de nutrientes equilibra- tes y el mejor conocimiento de los requerimientos han
da y se vigila estrechamente la respuesta del pacien- llevado a una reducción de la frecuencia de complica-
te. La frecuencia con la que es preciso obtener deter- ciones, sobre todo metabólicas. Las complicaciones
minaciones analíticas en el seguimiento dependerá pueden minimizarse si la nutrición parenteral es super-
tanto de la situación clínica como de la duración del visada por un equipo de soporte nutricional o si siguen
soporte nutricional. Cuando se trata de pacientes con unos protocolos de prescripción adecuados. La nutri-
NP domiciliaria (NPD) o prolongada, además de las ción parenteral a domicilio constituye una opción
determinaciones habituales, se monitorizarán niveles importante para una minoría de niños con situaciones
de vitaminas y elementos traza. de fracaso intestinal permanente.
Estos parámetros deben realizarse al inicio de
la NP y posteriormente con frecuencia variable según BIBLIOGRAFÍA
la situación clínica del paciente (por ejemplo 2 ó 3 1. Koletzko B, Goulet O, Shamir R. ESPGHAN-ESPEN
veces a la semana inicialmente). Si la NP se prolon- Guidelines on Pediatric Parenteral Nutrition. J Pediatr
ga durante meses hay que monitorizar también oligo- Gastroenterol Nutr 2005; 41 (supl 29): S1-S87.
elementos, vitaminas, mineralización y edad ósea y 2. Gomis Muñoz P, Gómez López L, Martínez Costa C,
estudio de coagulación (estudio de factores de riesgo Moreno Villares JM, Pedrón Giner C, PérezPortabella
trombótico). Maristany C, Pozas del Río MT. Documento de con-
Además, el equipo médico responsable del sopor- senso SENPE/SEGHNP/SEFH sobre nutrición paren-
te nutricional ha de realizar evaluaciones periódicas teral pediátrica. Nutr Hosp. 2007; 22: 10-19.
de la situación nutricional así como el cumplimiento 3. AGA Technical review on parenteral nutrition. Gastro-
de los objetivos terapéuticos marcados al inicio del enterology 2001; 121: 970-1001.
Nutrición parenteral 401
4. American Gastroenterological Association. Medical 8. Martínez Costa C, Sierra C, Pedrón Giner C, Moreno
Position Statement: Parenteral Nutrition. Gastroente- Villares JM, Lama R, Codoceo R. Nutrición enteral y
rology 2001; 121: 966-969. parenteral en pediatría. An Esp Pediatr 2000; 52 (Supl.
5. Aspen Board of Directors and the Clinical Guidelines 3): 1-33.
Task Force. Guidelines for the use of parenteral and 9. Noel RA, Udall JN. Parenteral Nutrition. En: Walker
enteral nutrition in adult and pediatric patients. JPEN WA, Watkins JB (eds.). Nutrition in Pediatrics. Basic
2002; 26 (suppl 1): 1SA-138SA. science and clinical applications. Hamilton: BC Dec-
6. Goulet O. Parenteral nutrition. En: Gracey M, Walker ker; 1997. p. 734-746.
Smith JA (eds.). Diarrheal disease. Nestlé Nutrition 10. Puntis JWL. Parenteral nutrition in infants. En: Preedy
Workshop. Serie nº 38. Philadelphia: Lippincott-Raven; V, Grimble G, Watson R (eds.). Nutrition in the infant.
1997. p. 317-338. Problems and practical procedures. London: Green-
7. Greene HL, Hambidge KM, Schanler R, Tsang RC. wich Medical Media; 2001. p. 79-91.
Guidelines for the use of vitamins, trace elements, cal- 11. Shulman RJ, Phillips S. Parenteral nutrition indications,
cium, magnesium, and phosporus in infants and chil- administration and monitoring. En: Baker SS, Baker
dren receiving total parenteral nutrition: report of the RD, Davis AM (Eds). Pediatric Nutrition Support. Sud-
Subcommittee on Pediatric Parenteral Nutrition Requi- bury, Massachusetts: Jones and Bartlett Publishers;
rements from the Committee on Clinical Practise Issues 2007. p. 273-285.
of the Americam Society for Clinical Nutrition. Am J
Clin Nutr 1988; 48: 1324-1342.
Cubierta Prot Casen 23 mm 12/7/10 09:47 Página 1
M000968
Cubierta Prot Casen 23 mm 12/7/10 09:47 Página 1
M000968