El botulismo es la intoxicación que se debe a la toxina de Clostridium botulinum y que
afecta a los nervios periféricos. El botulismo puede aparecer sin la infección si se ingiere, se inyecta o se inhala la toxina. Los síntomas consisten en parálisis simétricas de nervios craneales asociadas con debilidad simétrica descendente y parálisis flácida sin deficiencias sensitivas. El diagnóstico se basa en la evaluación clínica y las pruebas de laboratorio que identifican la toxina. El tratamiento se realiza con medios de apoyo y antitoxina. C. botulinum es una de varias especies de clostridios que causan la enfermedad humana. El botulismo es un trastorno infrecuente que amenaza la vida cuando la toxina botulínica se disemina por vía hematógena e interfiere sobre la liberación de acetilcolina en las terminaciones nerviosas periféricas. El botulismo es una emergencia médica y a veces una emergencia de salud pública.
C. botulinum elabora 8 tipos de neurotoxinas con diferencias antigénicas (tipos A a H).
Cinco de las toxinas (tipos A, B, E y, rara vez, F y H) afectan a los seres humanos. Los tipos A y B son proteínas muy tóxicas resistentes a la digestión por enzimas gastrointestinales. Alrededor del 50% de los brotes transmitidos por alimentos en los Estados Unidos se deba a la toxina tipo A, seguida por los tipos B y E. La toxina tipo A se presenta en forma predominante al oeste del río Misisipí, la tipo B se localiza en los estados orientales y la tipo E, en Alaska y el área de los Grandes Lagos (la tipo E suele asociarse con la ingestión de productos fabricados con pescado). El tipo H es la más potente toxina conocida. El botulismo puede ocurrir cuando la neurotoxina es elaborada in vivo por C. botulinum o cuando es adquirida. La elaboración in vivo causa las siguientes formas: Botulismo de la herida Botulismo de la lactancia (la forma más común) Botulismo entérico del adulto (raro)
En el botulismo de las heridas, la neurotoxina se elabora en el tejido infectado.
En el botulismo del lactante y en el botulismo entérico del adulto, las esporas son ingeridas y se elabora neurotoxina en el tubo digestivo. El botulismo entérico del adulto por lo general solo se produce en adultos con deterioro de la resistencia.
La neurotoxina preformada provoca las siguientes formas:
Botulismo transmitido por alimentos
Botulismo iatrogénico Botulismo por inhalación
En el botulismo transmitido por los alimentos, se ingiere la neurotoxina contenida
en el alimento contaminado.
En el botulismo iatrogénico se inyecta toxina tipo A con fines terapéuticos para
reducir la actividad muscular excesiva; rara vez, se desarrolló botulismo después de inyecciones con fines estéticos.
En el botulismo por inhalación, las toxinas se convierten en aerosol, ya sea en forma
accidental o intencional cuando se utiliza como un arma biológica; las toxinas en forma de aerosol no se presentan de manera natural.
Las esporas de C. botulinum son muy resistentes al calor y pueden sobrevivir a la
ebullición durante varias horas a 100°C. No obstante, la exposición a un ambiente húmedo a 120°C durante 30 minutos destruye las esporas. Por otro lado, las toxinas se destruyen fácilmente mediante exposición al calor, y por la cocción de los alimentos a 80°C durante 30 minuros protege contra esta enfermedad. La producción de la toxina (en especial la tipo E) puede desarrollarse a temperaturas tan bajas como de 3°C (o sea, dentro de un refrigerador) y no requiere condiciones anaerobias estrictas.
Bibliografía
1. Sibernagl S y Lang F. Fisiopatología texto y atlas. 3ed. España. Panamericana.
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