Está en la página 1de 153

a

la enseñanz
a
apoyo
multim
edia de

esidad
Equipo

r y nec
no, aza
ti

Destino, azar y necesidad


Des

Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza

Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología


Material de distribución gratuita, prohibida su venta
Filosofia Preliminares.qxd 12/12/07 11:19 PM Página 1

Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza

CINE Y FILOSOFÍA

Destino, azar y necesidad


José González Ríos
con la colaboración de Juan de Borbón
Filosofia Preliminares.qxd 12/12/07 11:19 PM Página 2
Filosofia Preliminares.qxd 12/12/07 11:19 PM Página 3

Ministro de Educación, Ciencia y Tecnología


Lic. Daniel Filmus

Secretario de Educación
Lic. Juan Carlos Tedesco

Subsecretaria de Equidad y Calidad


Lic. Alejandra Birgin

Directora Nacional de Gestión Curricular y Formación Docente


Lic. Laura Pitman

Coordinadora del Área de Desarrollo Profesional Docente


Lic. Silvia Storino
Filosofia Preliminares.qxd 12/12/07 11:19 PM Página 4

Dirección Nacional de Gestión Curricular y Formación Docente

Área de desarrollo profesional docente

Proyecto “Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza”


Coordinación general
Silvia Storino
Esteban Mizrahi

Coordinación ejecutiva
Martín D'Ascenzo

Supervisión
Patricia Bavaresco
Corina Guardiola
Mercedes Potenze
Claudia Rodríguez
Adriana Santos
Teresa Socolovsky
Verónica Travi

Producción editorial
Viviana Ackerman
Raquel Franco
Karina Maddonni
Adriana Martínez
Sergio Luciani
Mario Pesci
Nora Raimondo
Liliana Santoro

Agradecemos especialmente a Raquel Gurevich, Beatriz Masine, Javier Trímboli. Expresamos asimis-
mo nuestro agradecimiento por la lectura crítica de los módulos a los siguientes profesores de nivel
medio: Matilde Carlos, Sergio Carnevale, Horacio Fernández, Marcela Franco, Emilce Geoghegan,
Rubén Guibaudi, Julián Insúa, Gertrudis Muchiute, Claudia Paternóster, Andrea Paul, Mónica
Pianohoqui, Gustavo Ruggiero, Alfredo Sayus, Adriana Valle.

4 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia Preliminares.qxd 12/12/07 11:19 PM Página 5

Estimados colegas:

Una de las preocupaciones compartidas por los profesores de escuela secundaria es la de


generar en sus aulas mejores condiciones para la comprensión y apropiación de los sabe-
res que la institución está convocada a transmitir.
Los alumnos que habitan nuestras escuelas transitan una época en la cual la producción
audiovisual ocupa un lugar protagónico: los jóvenes y también los adultos formamos parte
de un mundo que se comunica, divierte, informa y conmueve por medio de las imágenes.
Desde esta perspectiva, nos hemos planteado la tarea de encontrar nuevos lenguajes y for-
matos que tornen posible un mayor acercamiento entre docentes, alumnos y contenidos
de enseñanza.
En esta oportunidad, buscamos poner a disposición de los docentes un conjunto de mate-
riales con los que se busca, por un lado, enriquecer la transmisión de contenidos curricu-
lares en humanidades y ciencias sociales y, por otro, facilitar la comprensión de problemá-
ticas específicas del mundo contemporáneo relativas al mundo del trabajo, las culturas y
los vínculos juveniles. Los mismos potencian el uso de la imagen como recurso para la
reflexión sobre temáticas clave que atraviesan nuestra época.
Creemos que introducir nuevas narrativas en la escuela puede ser una excelente ocasión
para abrir debates acerca de los múltiples cambios históricos, sociales, políticos, económi-
cos y de la vida cotidiana que se abordan como objeto de conocimiento en la escuela.
La Ley de Educación Nacional dispone la obligatoriedad de la Escuela Secundaria. El
desafío que se nos plantea como sociedad es garantizar la inclusión de los adolescentes y
jóvenes en la escuela desde una justa distribución de los bienes culturales de los que dis-
ponemos. En este sentido, esperamos que los materiales que aquí presentamos enriquez-
can la tarea de enseñar y aprender en la escuela media.

Cordialmente,
Lic. Daniel Filmus
Filosofia Preliminares.qxd 12/12/07 11:19 PM Página 6
Equipo multimedia de apoyo a la
enseñanza

La cultura audiovisual es mirada muchas veces con recelo por la escuela, cuya cotidianeidad
transcurre entre escrituras y lecturas. Sin embargo, los avances producidos en el pensamien-
to pedagógico y en cada uno de los campos didácticos sugieren que es posible favorecer los
procesos de aprendizaje en los alumnos introduciendo nuevos lenguajes en el ámbito esco-
lar.

Dado que el cine y otros medios de expresión visual han alcanzado un lugar destacado en la
cultura, pueden servir como vía propicia para acceder a las problemáticas cuyas múltiples
transformaciones afectan la vida cotidiana en las sociedades actuales y que se abordan como
objeto de conocimiento en la escuela.

Nos referimos a los medios audiovisuales como recursos para la enseñanza de contenidos pero
a la vez reserva espacio para realizar una alfabetización audiovisual en acto, en tanto el encuen-
tro que supone genera oportunidades de interacción entre los jóvenes y la imagen, en un
ambiente claramente marcado por la intencionalidad pedagógica.
El equipo multimedia de apoyo a la enseñanza que aquí presentamos, esta conformado por
ocho ciclos temáticos. Cada uno de ellos se compone de cuatro filmes y un cuadernillo para
el docente que profundiza los temas abordados en las películas, a saber:

Cine y literatura “el narrador y la ficción”


Cine e historia “Argentina: la segunda mitad del siglo XX”
Cine y ciencias sociales “trabajo y territorio”
Cine y filosofía “destino, azar y necesidad”

Además se incluyen cuatro ciclos de cine y cultura contemporánea:


“El cuidado del otro”
“Pasado argentino reciente”
“Los jóvenes y el mundo del trabajo”
“Los jóvenes de ayer y de hoy”

Esperamos que este material acompañe el trabajo de los docentes y colabore potenciando los
procesos de enseñanza.

Dirección Nacional de Gestión Curricular y Formación Docente


Filosofia Preliminares.qxd 12/12/07 11:19 PM Página 8
Filosofia1.qxd 12/12/07 11:29 PM Página 9

Índice

Presentación ............................................................................................................................. 11

Estructura de los capítulos ..................................................................................................... 13

Capítulo 1 ................................................................................................................................... 15
Matrix
Introducción
Primera consideración: pensar sobre lo impensado
Segunda consideración: ¿qué es una pregunta?
Tercera consideración: el sueño y la vigilia
Cuarta consideración: libertad y necesidad
Actividades
Bibliografía

Capítulo 2 .................................................................................................................................. 63
Corre Lola, corre
Introducción
Primera consideración: el animal que pregunta
Segunda consideración: ¿qué es el tiempo?
Tercera consideración: virtud y fortuna
Actividades
Bibliografía

Capítulo 3 ................................................................................................................................ 105


Dos vidas en un instante - Hechizo del tiempo
Introducción
Primera consideración: un juego de dados, el azar
Segunda consideración: el eterno retorno
Tercera consideración: invención de la identidad personal
Actividades
Bibliografía

Epílogo: cine y filosofía ........................................................................................................... 137

Destino, azar y necesidad | 9


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:29 PM Página 10
Filosofia1.qxd 12/12/07 11:29 PM Página 11

P R E S E N T A C I Ó N
Presentación

Con este cuadernillo buscamos ofrecer De allí que la filosofía podrá ser enten-
al docente una vía activa y creadora para dida entre nosotros como una resistencia
transitar un territorio ciertamente desregu- cierta frente a problemas, no para disolver-
lado, fronterizo y muchas veces desértico, los como tales en tanto irreales, ilusorios,
como es el espacio curricular de Filosofía. imposibles o bien irresolubles, sino más
En virtud de ello no tenderemos aquí a asi- bien para comprenderlos en su carácter
milar esta situación con pesimismo y problemático. Con ello daremos lugar a la
melancolía sino tan sólo a proponer un irrupción de problemas que anuncian el
camino posible para construir una carto- advenimiento de lo imprevisto, de lo
grafía cuya superficie se genere en el movi- impensado, en el orden de lo cotidiano,
miento de la reflexión. Pues en el caso de la esto es, de acontecimientos que abren cami-
filosofía no se tratará de permanecer inmó- nos, des-estructurando los ya existentes,
viles en la quietud, sino de afirmarnos en vigentes y conocidos. La filosofía invitará
un continuo movimiento. Y será en este en este punto a sustraerse al orden estable-
movimiento reflexivo de retorno sobre sín- cido de las cosas. Fue en este sentido que
tomas y malestares que asimilamos bajo la Michel Foucault definió la filosofía como
forma de problemas que encontraremos lo la arenosa extensión de lo impensado. Por
propio del oficio filosófico. ello, invitamos a los docentes a una estan-
cia crítica y reflexiva en este laberinto de
problemas sin entrada y sin salida al que
damos el nombre de filosofía.

Destino, azar y necesidad | 11


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:29 PM Página 12
Filosofia1.qxd 12/12/07 11:29 PM Página 13

Estructura de los capítulos

Este cuadernillo se compone de tres capí- lector distintas y posibles iluminaciones


tulos en los que se tratan Matrix I, Corre, sobre ellos. Por último, hemos expresado
Lola, corre, Dos vidas en un instante y El día el deseo de que esos problemas sigan vivos
de la marmota respectivamente. El análisis y e irresueltos entre nosotros, como tareas
la interpretación de los problemas que sugie- no clausuradas para pensar.
ren las películas son presentados a través de El lector advertirá que en muchos casos
dos caminos. Nuestra intención ha sido, con –tanto en los capítulos como en el Epílogo–
esto, la de brindar al docente distintas vías ofrecemos el origen de ciertas nociones y
para el abordaje filosófico de problemas. Así, conceptos que nos parecen importantes en el
en el caso de los primeros dos capítulos contexto de la problemática filosófica. Esto
seguimos un camino de análisis e interpreta- no lo hemos hecho movidos por un afán de
ción vertical, ya que profundizamos en los erudición, sino tan sólo para brindar la raíz
diversos problemas que se suscitan en las de ciertas expresiones y, con ello, la posibili-
películas, como el sueño y la vigilia, lo real y dad de abrirnos a la riqueza que concentran
lo aparente, el tiempo y los tiempos. Por otro ciertos conceptos en su origen. Con todo,
lado, en el capítulo III se propone un cami- podríamos recordar aquí las palabras de
no de análisis e interpretación horizontal. Se Hegel al respecto. En su “Prefacio a la segun-
trata en este caso del abordaje transversal de da edición” de la Ciencia de la lógica afirma-
estas películas a través de un problema, el del ba que “…la filosofía no precisa en general
destino, el azar y la necesidad. Con todo, es ninguna terminología especial; ciertamente
oportuno aclarar que se trata de un proble- hay que aceptar algunas palabras de lenguas
ma que no es ajeno a Matrix I y a Corre Lola, extranjeras, las que, por otra parte, ya han
corre, tal como será indicado. adquirido en ella derecho de ciudadanía por
En las consideraciones que componen el uso; y en este caso, donde lo que importa
los capítulos hemos buscado en primer es el contenido, estaría fuera de lugar un
lugar poner de manifiesto la vigencia de purismo afectado”.1
los problemas sobre los que tratamos, tal Finalmente, en cuanto a la bibliografía
como aparecen ya en el uso coloquial de tanto de los capítulos como del Epílogo, la
nuestra lengua. En segundo lugar, hemos hemos elaborado con la intención de ofrecer
ofrecido distintos momentos en la historia al lector algunas vías para la profundización
de los problemas, con la intención de en los problemas que presentamos. No suge-
acentuar los diversos modos en que han rimos una bibliografía extensa y generalísima
sido abordados por los filósofos. Con ello sobre los autores, no sólo porque implicaría
no hemos querido establecer una evolu- una dispersión inconducente sino también
ción o progreso en la historia de los pro- porque no se trata aquí de autores sino más
blemas filosóficos, sino tan sólo brindar al bien de problemas.

1 G.W.F. Hegel, Ciencia de la lógica, trad. Augusta y Rodolfo Mondolfo, Solar / Hachette, Buenos Aires, 1968,
p. 33.

Destino, azar y necesidad | 13


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:29 PM Página 14
Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 15

C A P Í T U L O 1
Matrix

Introducción cerrada de información que


englobará la Tierra. Y debido
Cuando en 1999 se estrenó Matrix I en al perfeccionamiento de la
las pantallas de casi todos los cines del alta tecnología, ciertas perso-
mundo, la atención del público rápida- nas podrán entrar a un espa-
mente se dirigió no sólo a los novedosos cio-tiempo llamado ciberes-
efectos especiales (conocidos como bullet pacio: un extraordinario
time, un truco de cámara consistente en complejo de laberintos vir-
rodar 12.000 fotogramas por segundo), tuales donde las leyes de lo
sino que el género en sí mismo fue foco de concreto, que comúnmente
atención. Fue así como el género de la denominamos “real”, no tie-
ciencia ficción (o sci-fi, abreviatura de nen vigencia. De esta forma,
science fiction) una vez más fue puesto en Gibson describe al paisaje
primer plano. cibernético conocido como
Película The Matrix (1999)
Ahora bien, el abanico de cuestiones que matrix. de Andy y Larry Wachowski
plantea la película –tanto aquellas de índole Este relato tuvo tanto
estilístico-literarias como de planteamiento éxito que, junto con otras
filosófico–, pertenece claramente a una publicaciones provenientes de la revista
rama de la ciencia ficción que trabaja en la Cheap Truth (juego de palabras en inglés
construcción de situaciones y aventuras en entre “verdad barata” y “la verdad del
futuros postapocalípticos en los que la alta chip”), dio lugar a un sinfín de novelas,
tecnología (high-tech) es moneda corriente, cuentos y sobre todo películas respecto de
y, dependiendo del caso, las máquinas han esta clase de tópicos fantásticos. De hecho,
igualado o incluso superado al hombre. otro de los grandes íconos cinematográfi-
De hecho, la palabra matrix tiene su cos pertenecientes a este género es la pro-
origen y primera aparición en la literatura ducción japonesa, Fantasma en la coraza
de ciencia ficción en la memorable novela (Ghost in the shell, 1994). En esta película
Neuromante (Neuromancer), de William dirigida por Mamoru Oshii encontramos
Gibson. Es en este libro, publicado en nuevamente un futuro saturante y desespe-
1984, donde el autor elabora la teoría de ranzado, plagado de metal y fibra óptica,
que en un futuro no muy lejano, las redes donde, a diferencia de lo que sucede en
de comunicación envolverán al mundo Matrix, el poder no lo tienen las máquinas
transformándolo en una gran red de redes sino una gran Corporación. Esta gran
(World Wide Web) y creando una trama Corporación cuenta con grupos-comando

Destino, azar y necesidad | 15


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 16

Película Ghost in the shell


(1994) de Mamoru Oshii Aun cuando estas cuestiones ya estaban
planteadas, ¿por qué la trilogía Matrix tuvo
tanto éxito? No fue precisamente por el
renombre de los directores, ya que las pelí-
culas anteriores de los hermanos
Wachowsky (Lazos ardientes y Asesinos) no
se centraban en este tipo de problemáticas,
y de hecho no fueron grandes produccio-
nes ni tuvieron mayor reconocimiento.
Distinto es el caso de la última de sus pelí-
(como los agentes en Matrix) que se encar- culas, V de Venganza (V for Vendetta), situa-
gan de una estricta vigilancia de lo que da en un futuro esta vez ya no tan lejano ni
ocurre en la Red de Redes (nuevamente el cibernético como en Matrix, pero en el que
ciberespacio), puesto que hay grupos de igualmente un poder aplastante acosa a
resistencia opuestos al régimen de la una sociedad adormilada. De cualquier
Corporación. La trama se centra en el des- manera, una posible respuesta al éxito de
cubrimiento de uno de los miembros de la Matrix reside en que, en este emprendi-
resistencia de que él mismo no es otra cosa miento, los directores recurrieron a la hábil
más que una inteligencia artificial, esto es, estrategia de juntar varios de los ítems de la
una máquina con conciencia de sí, y en el ciencia ficción reuniéndolos en un solo
reclamo de ésta de poseer un cuerpo y una filme, sumándoles sorprendentes efectos
identidad. especiales y agregando un elemento que no
Si bien se extiende una década entre estaba presente en ninguna de las películas
Neuromante y Fantasma en la coraza, las y/o libros anteriores: el marcado tono pro-
similitudes que los filmes presentan entre fético o casi religioso.
sí, y ambos con respecto a Matrix, saltan a Es uno de los aspectos más notables de
la vista: futuros destruidos, poblaciones Matrix el hecho de que tanto el nombre
subyugadas por un poder aplastante, gru- mismo de la película como los nombres de
pos de resistencia, y una dimensión virtual los personajes o de las ciudades, y también
llamada ciberespacio o matrix como escena- la historia misma, estén teñidos de referen-
rio de disputas con grupos que resisten a cias o bien a la mitología griega, como en
las condiciones de opresión, el cual funcio- el caso de Oráculo, o bien a la tradición
na como base para el planteamiento de judeo–cristiana. Matrix procede del latín y
cuestiones tales como: ¿qué es lo real?, ¿qué se traduce por matriz. El nombre del pro-
es un cuerpo?, ¿cuál es mi misión en este tagonista refiere al nuevo (del griego néos),
mundo?, etcétera. nacido con la legendaria misión de salvar al

16 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 17

Película Matrix recargado en la película, permi-


ten un desarrollo
más ajustado a pro-
blemáticas estrictamente filosóficas y no de
índole religiosa. La primera parte de la saga
contiene una mayor cantidad de elementos
filosóficos por analizar, mientras que la
segunda, Matrix recargado (The Matrix
Reloaded), y la tercera, Matrix revoluciones
(The Matrix Revolution), tienen el ya men-
cionado tono profético, por lo que estas
dos últimas partes no serán tomadas en
consideración más allá de referencias oca-
sionales. Entonces, ¿qué es una pregunta?,
¿qué es lo real?, ¿soy libre en mis acciones
o bien hay un destino, una fortuna, una
mundo. Morfeo, que procede del griego necesidad, que me imponen su designio?,
morphé, y significa forma, alude claramen- son interrogantes que dirigen la mirada y
te al personaje de la mitología griega cono- ofrecen una multiplicidad de caminos de
cido bajo el nombre de Oneiro, uno de los análisis e interpretación. Tal como dice
tantos hijos de Hipnos, el dios del sueño, y Morfeo: “Yo sólo puedo mostrarte la puer-
Nicte, diosa de la noche. Su misión era la ta. Tú tienes que atravesarla”.
de dar forma a los sueños. Paradójicamente
en Matrix no dirige el sueño de los hom-
bres sino que busca despertarlos. Trinity
procede del latín trinitas y significa
Trinidad. La ciudad santa es Sion. Los tres
héroes principales de cierta manera expre-
san la Trinidad, según la cual Morfeo sería
el Padre, Neo el Hijo y Trinity el Espíritu
Santo o Amor, siguiendo una terna de la
tradición cristiana.
Sin embargo, las referencias religiosas
de la saga no serán un tema a tratar a lo
largo de este capítulo, ya que el abordaje de
los planteamientos que se pueden entrever Película Matrix revoluciones

Destino, azar y necesidad | 17


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 18
Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 19

Primera consideración:
pensar sobre lo impensado

“La irregularidad, es decir, lo inesperado, la Fragmento A


sorpresa o el estupor son elementos esenciales
y característicos de la belleza.”
Monitor: DESPIERTA, NEO.
Neo: ¿Qué?
Charles Baudelaire. Monitor: MATRIX TE POSEE.
Neo: ¿Qué diablos…?
En esta primera consideración propon- Monitor: SIGUE AL CONEJO BLANCO.
dremos algunas reflexiones en torno de los Neo: ¿Al conejo blanco?
posibles orígenes del pensamiento que Monitor: TOC, TOC, NEO.
denominamos filosófico. Esto es, ¿cuáles
son los motores que nos mueven a pensar Fragmento B
desde la perspectiva filosófica? En este Niño budista: No intentes doblar la
punto es importante advertir a nuestro lec- cuchara. Eso es imposible. En vez de eso, sólo
tor que aquí nosotros tratamos de presen- procura comprender la verdad.
tar aproximaciones referidas a sus orígenes Neo: ¿Qué verdad?
(al. Ursprüngen) y no a su comienzo o naci- Niño budista: Que no hay cuchara.
miento (al. Geburt). Esta última noción de Neo: ¿No hay cuchara?
nacimiento hace una clara alusión a su Niño budista: Si lo haces, verás que no es
comienzo desde el punto de vista de su his- la cuchara la que se dobla sino tú mismo.
toria concreta, esto es, de su inicio en el
tiempo. Mientras que el término orígenes
señala los elementos o principios por los
cuales se pone en movimiento la maquina-
ria del pensamiento filosófico.
Iniciaremos nuestro camino, tal como
lo haremos repetidamente en éste y en el
resto de los capítulos, a través de o a partir
de fragmentos del guión de Matrix I. En Escena de la película The Matrix
este caso se trata del pasaje en el que
Trinity se comunica con Neo a través de su
computadora (frag. A) y de aquel otro en el La primera consecuencia que podemos
que éste dialoga con el niño budista en la desprender de estos fragmentos refiere al
casa de la Pitonisa (frag. B). En ellos se advenimiento o irrupción de lo imprevisto,
ponen en evidencia ciertos elementos que esto es, de aquello que no ha sido visto
guardan relación con la irrupción de lo con anticipación o anterioridad en el
impensado, esto es, de lo imprevisto como orden de la percepción cotidiana de las
motor y origen de la reflexión filosófica. cosas. Es decir, de aquello que acontece o

Destino, azar y necesidad | 19


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 20

Película La terminal (2004)


de Steven Spielberg

tiene lugar rompiendo el orden de lo pre-


visible, como en el primer caso, en que el
monitor de la computadora de Neo
comienza a mostrar un texto que él ni ha
escrito ni puede borrar; o bien cuando, en
el segundo caso, ya en la casa de la
Pitonisa, se encuentra con el niño que
dobla la cuchara sólo concentrándose en
ella. De allí que podamos definir lo impre- comprender los distintos acontecimientos
visto como todo acontecimiento que tiene con los que nos topamos en nuestra expe-
lugar en el ámbito de lo real, resquebrajan- riencia diaria. Son ideas, conceptos y valo-
do o agrietando el orden, estructura y sen- res con los que respondemos de modo
tido de lo previsto o previsible. inmediato. Lo impensado, por el contrario,
Ahora bien, podríamos relacionar estas señala la irrupción de un acontecimiento
nociones de lo previsto e imprevisto con los irregular en el orden del pensamiento, y
conceptos de lo pensado y de lo impensado. con ello el advenimiento del des-orden y la
Con el concepto de lo pensado hacemos ausencia de respuesta inmediata.
referencia aquí a un conjunto de ideas asi- En este punto entonces podemos afir-
miladas (sea por medio de la tradición, la mar, a partir de los ejemplos de Matrix y La
educación recibida, la religión o bien la terminal, que son los acontecimientos que
costumbre) que nos permiten actuar y ubicamos del lado de lo imprevisto y de lo
impensado los que irrumpen y agrietan el
orden de lo previsto y ya pensado.
El trabajo filosófico, en este punto,
UN IMPREVISTO
puede ser entendido como cierta resistencia
Con la finalidad de iluminar esta consideración, sale a nuestro encuen- frente a estos acontecimientos, no para
tro una multiplicidad de ejemplos posibles. Tomemos para ello el caso disolverlos como tales en tanto irreales, ilu-
de la película La terminal de Spielberg (2004). Viktor Navorski llega desde
un país de Europa del Este al aeropuerto Kennedy de Nueva York con la
sorios o bien imposibles, sino más bien para
intención de cumplir un deseo paterno. Al entregar sus papeles sucede comprenderlos como tales. En su origen, la
lo imprevisto o lo impensado para este extranjero que no conoce la len- reflexión filosófica debe dar lugar a la irrup-
gua local: su pasaporte, que se encontraba en regla en el momento de ción de lo imprevisto, de lo impensado. Pues
emprender su viaje, es rechazado en Migraciones, con lo cual se rompe
para él el orden de lo previsto y pensado. Sin saberlo, se ha producido se trata precisamente de acontecimientos que
un golpe de Estado en su país mientras viajaba. Así, se encuentra blo- abren caminos, des-estructurando los ya
queado en el aeropuerto de Nueva York con un pasaporte de ninguna existentes, vigentes y conocidos. La filosofía
parte y sin autorización para ingresar a los Estados Unidos.
invita en este punto a sustraerse al orden
establecido de las cosas. De allí que ésta ha

20 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 21

Texto manuscrito de Hegel

intentado siempre romper con el sentido con la misma necesidad la historia; es decir,
establecido para dar espacio al sin-sentido, o que sólo en la madurez de la actualidad apa-
bien para finalmente sistematizarlo bajo una rece lo ideal frente a lo real, y erige a este
nueva forma o estructura, o bien para inten- mismo mundo, aprehendido en su sustan-
tar describirlo como tal, como no-sistemati- cia, en la figura de un reino intelectual.
zable. Así, lo imprevisto, lo impensado, apa- Cuando la filosofía pinta su gris en el gris ya
recen ante la filosofía como algo por pensar, una figura de la vida ha envejecido y con el
algo por hacer, esto es, una tarea. En este gris no se deja rejuvenecer, sino sólo cono-
sentido, el filósofo francés Michel Foucault cer; el búho de Minerva inicia su vuelo a la
definía la filosofía como la arenosa exten- caída del crepúsculo.”2
sión de lo impensado.
Con todo, es importante señalar que esta
suerte de resistencia reflexiva que se lleva ade-
lante en la arena de la filosofía siempre es GEORGE WILHEIM FRIEDRICH HEGEL (1770-1831)…
posterior a la irrupción de los acontecimien-
tos imprevistos e impensados en nuestra expe- …nace en Stuttgart y estudia teología en Tubinga con Hölderling. Luego,
es preceptor en Berna desde 1794 a 1797, y en Frankfurt desde 1797 a
riencia cotidiana. De allí que podemos, en 1800. Después de este período se traslada a Jena, donde ejerce como
este punto, recordar aquellas palabras finales profesor en la universidad, y tiempo más tarde a Heidelberg y luego a
de la “Introducción” a Fundamentos de la Berlín, donde su pensamiento se convierte no sólo en la moda institucio-
nal de aquel entonces sino que culminará en la consolidación de uno de
filosofía del derecho de Hegel, que expresan los sistemas filosóficos más importantes de la historia de la filosofía.
en una metáfora el retardo o posterioridad Muere en una epidemia de cólera.
de la reflexión filosófica respecto de aquello El pensamiento de Hegel erige a la filosofía como saber absoluto, pero
sería erróneo partir de este absoluto puesto que es un punto de llegada,
que se busca comprender y explicar. Esto es, la culminación de un recorrido ascendente de las ciencias a través del
el después de una nueva vuelta (re-) sobre la método dialéctico, proceso que se realiza mediante un progresivo cami-
flexión del acontecimiento: no de superación dialéctica, en el que lo que es superado queda a su vez
contenido como elemento constitutivo. Para Hegel, la historia misma se
Para decir aún una palabra sobre la ense- presenta como el paso evolutivo del espíritu, siendo cada momento un
ñanza de cómo debe ser el mundo, es obvio autodespliegue del espíritu absoluto, encaminado hacia su propia con-
por cierto que la filosofía llega siempre ciencia y libertad.
Algunas de sus obras más reconocidas son: Fenomenología del espíritu
demasiado tarde. Como pensamiento del (1807), La ciencia de la lógica (1816) y Enciclopedia de ciencias filosófi-
mundo aparece en el tiempo sólo después cas (1817). Además hay que señalar la gran cantidad de lecciones dicta-
que la actualidad ha consumado su proceso das sobre Filosofía de la Historia, Estética, Filosofía de la religión, etcé-
tera; editadas póstumamente en alemán entre 1832 y 1887.
de formación y se halla ya lista y terminada.
Esto, lo que enseña el concepto, lo muestra

2. George Wilhem Friedrich Hegel, Fundamentos de la filosofía del derecho, Siglo XXI, Buenos Aires, 1987, p. .

Destino, azar y necesidad | 21


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 22

Ahora bien, situados en este punto, es


decir, en el advenimiento de lo imprevisto e
impensado como origen del trabajo filosófi-
co, es importante que nos refiramos en el
apartado siguiente a las distintas reacciones Caminante sobre mar de niebla (1817/8) del pintor
que han tenido y tienen lugar frente a alemán Caspar David Friedrich (1774-1840)
aquello que ignoramos. Y esto lo haremos
antes de avanzar sobre la segunda conside-
ración, que gira en torno de las preguntas lenguaje. Por otro lado, estos orígenes del
en el ámbito de la filosofía, ya que, de cier- filosofar están presentes en Matrix I, ya
ta manera, es de esas distintas reacciones y que en distintos momentos el señor
resistencias que se desprenden las pregun- Anderson (Neo antes de su conversión o
tas a las que damos en llamar filosóficas. re-nacimiento) expresa su asombro, duda y
conmoción frente a situaciones que él
El no saber como principio del saber: mismo concibe como imprevistas e impen-
los orígenes de la filosofía sadas. Así podríamos pensar en el asombro
que le sobreviene cuando recibe el teléfono
“La ignorancia es más cercana
a la verdad que el prejuicio.” celular en su trabajo, que suena inmediata-
mente en su mano; la duda que le adviene
Denis Diderot. cuando es interrogado por los agentes
durante su detención; la conmoción que le
En este apartado nos referimos a cuatro provoca el encontrarse frente a una situa-
posibles orígenes del filosofar. Ellos se han ción límite –como la muerte– en el proceso
dado históricamente pero, desde el punto de su conversión o re-nacimiento.
de vista contemporáneo, tienen lugar En primer lugar, el asombro y la admi-
simultáneamente. A través de ellos nos ración que provoca la irrupción de lo
topamos con diversas reacciones frente a lo imprevisto e impensado aparece aquí
imprevisto e impensado, esto es, al no saber, como uno de los principios del filosofar
el cual es entendido aquí como principio ya desde los llamados filósofos presocráti-
del saber. Quizá el lector comparta con cos, los cuales de diversos modos se asom-
nosotros esta certeza: el no saber es lo que braron frente a la naturaleza misma (gr.
nos mueve a saber. En este punto tratare- ph_sis) de las cosas, esto es, no de los
mos puntualmente sobre el asombro, la fenómenos naturales sino más bien de la
duda, la conmoción ante las situaciones naturaleza entendida como la esencia por
límites y la comunicación por medio del la cual una cosa es lo que es.

22 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 23

LOS LLAMADOS FILÓSOFOS PRESOCRÁTICOS…

… son aquellos que desarrollaron su actividad en la época trágica de los


griegos, entre los siglos VIII y VI a.C.. Entre ellos podemos nombrar a
Tales de Mileto, Anaximandro, Diógenes de Apolonia, Heráclito de Éfeso,
Jenófanes de Colofón, Parménides de Elea, Zenón de Elea, entre otros.
Ahora bien, pese a las distintas escuelas y orientaciones de cada de pen-
sador, si hay algo que los une, aparte de su período histórico, es su pre-
ocupación incesante por la cosmología, esto es, por la realidad última y
por el ser. Debido a tal inquietud, se da la coincidencia de que la gran
Esta última formulación, que parece a mayoría de los fragmentos recuperados ha pertenecido a obras tituladas
Sobre la naturaleza. De esta manera, cada uno de los pensadores referi-
primera vista compleja, sin embargo está dos ha reflexionado sobre el origen de la naturaleza misma, iniciando no
presente aun en nuestro lenguaje habitual, sólo la filosofía formalmente, sino incorporando saberes de la física, la
cuando por ejemplo decimos “la naturale- fisiología, la matemática, etcétera. Asimismo, se entiende que los preso-
za de esta actitud es…”, “la naturaleza de cráticos han llevado a cabo este movimiento fundacional de la filosofía
como una respuesta frente a las inquietudes y perplejidades sobre el
esta persona es…”, etcétera. Creo que en obrar último de la naturaleza. El asombro, así, se constituye como pie-
ese sentido es que los primeros filósofos dra clave del nacimiento de la filosofía.
griegos pensaban la naturaleza, como el
principio de las cosas. Y es ese asombro o
admiración ante la naturaleza lo que mueve al entendimiento, pues constituye
mueve al hombre a saciar su natural deseo aquellas cosas que lo inquietan y lo inco-
o apetito de conocer. El asombro y la admi- modan. Son aquellas que no lo dejan repo-
ración constituyen así el precedente directo sar en la quietud y sosiego de los principios
del natural deseo de saber, es decir, de una dados por la moralidad, la tradición o los
carencia de conocimiento, porque eso sig- saberes ya adquiridos. Por ello, son la
nifica la expresión “deseo”, una carencia, inquietud y el malestar ante lo incompren-
algo que no se posee y se anhela. Frente a sible los que mueven al deseo de saber, es
la admiración y el asombro, la tendencia de decir: el asombro y la admiración.3
nuestro apetito es intelectual. Este apetito
intelectual es una tendencia, un deseo que Ilustración de la óptica
cartesiana
sin sosiego, que no tiene término en noso-
tros. Así, este “apetito natural”, que se ve
estimulado por el asombro y la admiración
ante lo imprevisto e impensado, nos impul-
sa hacia el alimento de la sabiduría.
Ahora bien, para emprender el camino
hacia la sabiduría, hacia la comprensión de
aquello que adviene como imprevisto,
incomprensible e impensado, hay que
superar la explicación ya formulada de lo
sabido y pensando, es decir, abandonar el
camino de las respuestas ya adquiridas. Así,
lo que se presenta como raro y monstruoso

3 Así se refirió Aristóteles en su Metafísica al asombro y la admiración como principio del filosofar. Cf.
Aristóteles, Metafísica, Gredos, Madrid, 1992, pp. 76-7.

Destino, azar y necesidad | 23


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 24

Ilustración de estudios carte- los imprevistos y los acontecimientos


sianos del cuerpo humano impensados, sino también cuestionar
nuestras facultades o caminos de conoci-
miento, esto es, nuestros sentidos y nues-
tra razón, para conocer las cosas. Es, en
última instancia, una duda existencial,
porque pregunta por el fundamento últi-
mo de nuestra propia existencia.
Del mismo modo, las situaciones lími-
tes son también una posible fuente de
reflexión filosófica. La proliferación de
este origen del filosofar ha tenido lugar
Por otro lado, la duda también aparece sobre todo en las llamadas filosofías de la
como uno de los posibles orígenes del existencia (al. Existenzphilosophie), las cua-
filosofar. Este principio de la filosofía les proliferaron entre las guerras de la pri-
podría ser situado en el contexto de lo que mera mitad del siglo XX y tienen, como la
damos en llamar Modernidad. Entre los expresión misma lo indica, a la existencia
muchos pensadores que se han servido de humana como problema filosófico. Entre
la duda como un estado para el pensa- sus más destacados representantes figuran
miento, mencionamos a los franceses los alemanes Heiddeger, Max Scheler
Michel Eyquem de Montaigne (1533- (1874-1928), Karl Jaspers (1883-1969),
1529) y René Descartes el español Ortega y Gasset (1883-1955),
A grandes rasgos podríamos sugerir el argelino Albert Camus (1913-1960) y
dos grados de la duda. De un lado, ella los franceses Jean Paul Sartre (1905 -
tiene la función de observar, frente al 1980) y Gabriel Marcel (1889-1973).
advenimiento de lo imprevisto e impensa- También entre los antiguos estoicos,
do, si los conocimientos ya adquiridos son como en el caso de Epicteto (55-135), y
suficientes para explicarlo. Pero hay otra entre los modernos, el danés Soren
dimensión de la duda, la metódica, que va Kierkegaard (1819-1855), encontramos
mucho más allá de todo esto y que tiene la proliferación de filosofías de la existen-
una finalidad completamente diferente. cia, en las que el asombro ya no está dado
Esta duda radical y drástica, que se cono- por la naturaleza o esencia de las cosas,
ce como hiperbólica, posee la finalidad no sino más bien por las situaciones límites
sólo de poner en crisis los valores morales, que debe enfrentar nuestra existencia. Ya
las ideologías y los saberes ya adquiridos no es un problema de esencias, sino de
como explicaciones poco satisfactorias de existencias.

24 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 25

Entre los que citábamos más arriba, Karl entregados al acaso. Entonces sólo tenemos
Jaspers, en su escrito introductorio a la filo- que habérnoslas con las situaciones concre-
sofía, ha presentado de un modo muy claro tas, que manejamos a nuestro gusto y a las
este origen del filosofar en el que el hombre que reaccionamos actuando según planes en
deja de ser una cosa entre las cosas, para el mundo, impulsados por nuestros intereses
devenir en una existencia en cuyo camino de vitales. A las situaciones límites reacciona-
realización se ponen en juego múltiples fuer- mos, en cambio, ya velándolas, ya, cuando
zas y acontecimientos que la van dotando de nos damos cuenta realmente de ellas, con la
alguna forma. En este punto es que las situa- desesperación y con la reconstitución: llega-
ciones límites contribuyen a esa forma que mos a ser nosotros mismos en una transfor-
adquiere, en cada caso, lo humano: mación de la conciencia de nuestro ser.4

Estamos siempre en situaciones. Las Por último, los problemas que se suscitan
situaciones cambian, las ocasiones se suce- en la comunicación por medio de los distin-
den. Si éstas no se aprovechan, no vuelven tos lenguajes se vuelven también motores y
más. Puedo trabajar por hacer que cambie la orígenes del pensamiento filosófico, en tanto
situación. Pero hay situaciones por su esen- a través de ellos también irrumpe lo impre-
cia permanentes, aun cuando se altere su visto e impensado.
apariencia momentánea y se cubra de un En primer lugar, porque el lenguaje no
velo su poder sobrecogedor: no puedo dice exactamente lo que dice, sino que en cada
menos de morir, ni de padecer, ni de luchar, acto de lenguaje hay una pluralidad de sen-
estoy sometido al acaso, me hundo inevita- tidos y no una univocidad e identidad en el
blemente en la culpa. Estas situaciones fun- sentido. Existe más bien una lucha de senti-
damentales de nuestra existencia las llama- dos de la que resulta la imposición del más
mos situaciones límites. Quiere decirse que fuerte y el sometimiento cierto del más
son situaciones de las que no podemos salir débil. Para ofrecer una imagen de esto podrí-
y que no podemos alterar. La conciencia de amos servirnos de una escena de la vida coti-
estas situaciones límites es, después del diana. Una cierta persona llama por teléfono
asombro y de la duda, el origen, más profun- a nuestra casa con la intención de hablar con
do aún, de la filosofía. En la vida corriente nosotros. Se inicia la conversación y a los
huimos frecuentemente ante ellas cerrando minutos ya no tenemos intención de persis-
los ojos y haciendo como si no existieran. tir en el diálogo. Deseamos con fervor con-
Olvidamos que tenemos que morir, olvida- cluir la conversación; por eso, con la inten-
mos nuestro ser culpables y nuestro estar ción de no herir a nuestro interlocutor le

4 Kart Jaspers, La filosofía, FCE, México, 1973, p. 17.

Destino, azar y necesidad | 25


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 26

hablado (gr. phoné) y al escrito (gr. graphé),


intervienen en la comunicación. Es el caso
Incluso algunos pensadores, como el francés Antonin Artaud (1896-
del cuerpo, que a través de todo su sistema
1948), han sugerido en sus escritos sobre cine la superioridad del siste- de gestos y signos entra en juego activa-
ma de signos y gestos frente a la irrupción de la palabra hablada en el mente en la comunicación. Desde este
cine hollywoodense. En una carta enviada a Ivonne Allendy desde Niza
el 26 de marzo de 1929, Artaud le escribía lo siguiente:
punto de vista podríamos sugerir que es
1. Hacer un filme hablado en este momento o en cualquier otro me pare- por medio de diversos signos, señas y ges-
cería una mala acción. Los americanos que han apostado a ello en gran- tos que irrumpe ante nosotros lo imprevis-
de preparan un siniestro porvenir, lo mismo que todas las firmas que pro- to e impensado. Como cuando, por ejem-
ducen malas películas con el pretexto de que son más vendibles; el cine
hablado es una estupidez, un absurdo. La negación misma del cine. Que
plo, nos enteramos de un fallecimiento
se lleguen a registrar eventualmente los rumores de un paisaje, el soni- por medio de un silencio o de una expre-
do de una escena, escogida por su pura calidad visual, lo admito y veo sión del rostro; pero no por medio de la
muy claro lo que se podría hacer en ese sentido […] Si tengo una idea de palabra o la escritura. Así, el silencio y el
filme que contenga posibilidades sonoras o musicales, y voy a pensar en
ello, se lo comunicaré. pero no incluiré palabras.5 sistema de signos en general aparecen ante
nosotros en la forma de lenguajes que
irrumpen en la comunicación como porta-
dores de lo imprevisto e impensado.
decimos: “No te quito más tiempo, segui- Respecto de este punto, podemos pensar
mos en otro momento”. Desde un punto de en el interrogatorio que se le efectúa a
vista superficial, podríamos decir que a pri- Neo, en el que se le hace desaparecer su
mera vista estamos cuidando el tiempo de boca, lo cual le impide expresarse oral-
nuestro interlocutor; sin embargo, lo que se mente. Aun así, vemos su angustia y
esconde por detrás es nuestro deseo de con- desesperación a través de un lenguaje
cluir aquella conversación. Así, el lenguaje estrictamente corporal.
muestra esta tensión que se establece entre
un sentido débil, en nuestro ejemplo el cuida- Con esta primera consideración hemos
do del tiempo del otro, y un sentido fuerte, en querido señalar los distintos estados que
este caso el deseo por concluir aquella con- sobrevienen ante la irrupción de lo impen-
versación. sado en el ámbito de lo ya pensado y esta-
En segundo lugar, porque hay una plu- blecido. Por ello, tratamos de modo breve
ralidad de lenguajes que se ponen en juego sobre el asombro, la duda, las situaciones
en la comunicación. Estas otras formas de límites y la comunicación por medio de los
lenguaje, que no pueden reducirse al distintos lenguajes.

5 Antonin Artaud, El cine, Alianza, Madrid, 1992, pp. 49-50. Cf. Gilles Deleuze, “El pensamiento y el cine” y
“Cine, cuerpo y cerebro, pensamiento”, en La imagen-tiempo, Paidós, Buenos Aires, 2005.

26 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 27

Segunda consideración:
¿qué es una pregunta?

“Las preguntas no son nunca indiscretas. vives solo y por qué, noche tras noche,
Las respuestas, a veces sí.”
te sientas ante tu computadora. Lo bus-
OSCAR WILDE cas a él. Lo sé porque una vez yo estuve
buscando lo mismo y cuando él me
En esta segunda consideración tratare- encontró, me dijo que en realidad no lo
mos no sólo sobre las preguntas en el buscaba a él, lo que buscaba era una res-
ámbito de la filosofía y los problemas hacia puesta. Es la pregunta la que nos impul-
los que ellas conducen, sino también sobre sa, Neo. Es la pregunta la que te ha tra-
aquella interrogación que busca definir a la ído aquí. Conoces la pregunta, igual
filosofía misma. Para esto utilizaremos el que yo.
diálogo entre Trinity y Neo en la disco. Neo: ¿Qué es Matrix?
Trinity: La respuesta la encontrarás por
Trinity: Hola, Neo. ahí. Te está buscando. Y te encontrará
Neo: ¿Cómo sabes mi nombre? siempre que lo desees.
Trinity: Sé mucho sobre ti.
Neo:¿Quién eres? A través de este diálogo entre Trinity y
Trinity: Me llamo Trinity. Neo podemos señalar una cierta progre-
Neo: Trinity. ¿Así que eres Trinity? ¿pirate- sión respecto de los dos fragmentos que
aste la base de datos de Hacienda? utilizamos para la consideración anterior,
Trinity: Eso fue hace algún tiempo. ya que puede observarse en él cómo la pre-
Neo: ¡Vaya! gunta sobreviene a aquellos estados. Con
Trinity: ¿Qué? las preguntas, de cierta manera, esos males-
Neo: Bueno, creía que era un hombre. tares adquieren la forma de problemas.
Trinity: Todos los hombres lo creen. Con la pregunta ciertamente se abre un
Neo: Te introdujiste en mi computadora. camino de pensamiento. Sin embargo, la
¿Cómo lo hiciste? singularidad de las preguntas en el ámbito
Trinity: Verás, ahora sólo puedo decirte de la filosofía es que no solicitan una res-
que estás en peligro. Te he hecho venir puesta, sea afirmativa o bien negativa.
para avisarte. Podríamos pensar que la filosofía misma es
Neo: ¿Sobre qué? como una demora en el carácter problemá-
Trinity: Están vigilándote, Neo. Ellos te tico de las preguntas, que la filosofía es en
vigilan, Neo. todo caso un camino para permanecer en
Neo: ¿Quiénes? la pregunta. En el ámbito de la reflexión
Trinity: Calla y escucha. Sé por qué estás filosófica, si la pregunta tiene respuesta ya
aquí, Neo. Sé lo que has estado hacien- no persiste como tal, y, por tanto, abando-
do. Sé por qué apenas duermes, por qué na su carácter problemático. De allí que,

Destino, azar y necesidad | 27


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 28

Platón del pintor


Pedro Berruguete
(c.1450 – 1504)

en el ámbito general de la filosofía, las res- formulan en el ámbito de la filosofía, las


puestas a las preguntas que conducen a respuestas no sólo son siempre conjeturales
problemas sean siempre provisorias. Si se sino contrarias cuando se pasa de un tiem-
alcanzase la respuesta definitiva, ya no po a otro, de un pensador a otro o bien de
habría pensamiento, tan sólo aceptación. un determinado tiempo en la obra de un
No habría resistencia, sino más bien some- filósofo a otro. La historia de la filosofía, al
timiento. igual que la de muchas ciencias particula-
Ahora bien, quizá deberíamos especifi- res, es la historia de un desacuerdo. Sin
car un poco en torno de la singularidad de embargo, lo que diferencia la filosofía del
las preguntas en el ámbito de la filosofía. resto de los saberes es que repetidas veces
Podríamos afirmar en primer lugar que son en su camino lo anterior es recuperado
preguntas distintas de aquellas que se for- para la comprensión del presente, como si
mulan en las distintas ciencias, en las que, en más de una ocasión debiéramos volver a
por lo general, las preguntas solicitan res- Platón, porque en él se encuentra la última
puestas que permitan ofrecer una explica- palabra sobre un determinado problema.
ción y justificación de los fenómenos o No podríamos decir lo mismo en un con-
casos que se observan. Por eso muchas de texto como el de la medicina, por ejemplo,
sus interrogaciones están encabezadas por pues ningún médico llevaría adelante una
el pronombre interrogativo “cómo”. intervención quirúrgica apelando a los tra-
A diferencia de aquéllas, las preguntas tados hipocráticos o bien a la medicina de
en la filosofía se dirigen hacia una cierta Galeno.
comprensión de la naturaleza de aquello Pero, por otra parte, las preguntas en el
sobre lo que se inquiere. Neo no le pregun- ámbito de la filosofía plantean ciertamente
ta a Trinity: “¿Cómo es Matrix?”, esto es, la necesidad de pensar el problema desde el
cómo es su funcionamiento, estructura, comienzo, como si nada hubiese existido
comportamiento, etcétera, sino que le pre- antes de ellas. Y esto sucede sin duda por la
gunta: “¿Qué es Matrix?”. índole de las preguntas, por su radicalidad.
Preguntar por el qué de algo es precisa- Cuando un filósofo pregunta: “¿Por qué
mente preguntar por su naturaleza o esen- hay cosas y no más bien nada?”, como lo
cia, por aquello que lo define como lo que ha hecho Leibniz, y luego Heiddeger, los
es.6 Con todo, nos parece oportuno desta- testimonios anteriores, esto es, las posibles
car que, en el caso de las preguntas que se respuestas que pudieron haber dado

6 Cuando preguntamos por el qué de una cosa estamos traduciendo la interrogación latina quid est, de donde
procede la expresión quiditas, que podemos entender como “esencia”, “naturaleza”, “propiedad”, la cual pro-
viene a su vez de la forma griega tá estín.

28 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 29

Platón, Aristóteles, Epicuro, etcétera, no puesta por el sustantivo griego sophía, que
son satisfactorios ni conclusivos para ellos. entre sus significaciones posibles puede
Por supuesto que sus respuestas de cierta traducirse por “sabiduría”, y el adjetivo
manera confluyen problemáticamente en philós, “el que gusta”, “aficionado”, “aman-
la formulación de la pregunta como sedi- te”. Así, una posible traducción de philo-
mentos, pero no constituyen la última sophía es “afición a la sabiduría”, “amor a la
palabra sobre la pregunta y el problema sabiduría”. La versión latina (que sin duda
que ella transporta. es el esfuerzo de traducción de la lengua
griega), al volcar esta expresión, promovió
una distinción. De un lado, tradujo la
Sobre la pregunta acerca de qué es expresión sophía (sabiduría) por sapientia,
la filosofía y la palabra philosophia resultó un calco de
philosophía. Sin embargo, tanto en una
En el caso de la filosofía sucede algo palabra latina como en la otra hay un vín-
particular, ya que se trata de un saber que culo con la sabiduría. Pero en el caso de la
continuamente pregunta por sí mismo. En palabra “filosofía”, como advertirá el lector,
filosofía no sólo se pregunta continuamen- se señala una tendencia, la búsqueda, no la
te sobre distintos síntomas y malestares posesión. El philósophos es el que pretende
para volverlos problemas. También de la sabiduría, el que tiende hacia ella, preci-
modo reflexivo se pregunta por el saber samente por no poseerla. De allí que el
filosófico mismo, con lo cual queremos filósofo no sea el sabio (sophós), quien
decir que la filosofía no sólo ha pregunta- posee la sabiduría. Podríamos permitirnos
do sobre qué es lo real, la felicidad, el tiem- definir a la filosofía, tal como queremos
po, la libertad humana, etcétera, sino tam- presentarla nosotros, como el fervor amoro-
bién qué es la filosofía. De modo singular, so por la degustación de problemas.
la filosofía pregunta por la índole de su
existencia. Es un saber reflexivo respecto de
los problemas que asume como propios, y
también de la reflexión que continuamen-
te lleva adelante sobre sí misma, sobre su
derecho a la existencia.
Quizás un primer modo de comprender
la pregunta que la filosofía hace por la filo-
sofía misma sea acudiendo a la raíz de la
palabra. Como el lector sabrá, se trata de
una expresión de origen griego. Está com-

Destino, azar y necesidad | 29


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 30
Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 31

Tercera consideración:
el sueño y la vigilia
(lo aparente y lo real)
“Chuang Tsu soñó que era una mariposa Fragmento A
y no sabía al despertar si era Tsu que había soñado
que era una mariposa Choi: ¿Te ocurre algo? Estás más pálido
o una mariposa que ahora soñaba ser Tsu.” de lo normal.
Neo: Mi… computadora está… ¿Alguna
JORGE LUIS BORGES
vez has tenido la sensación de no saber con
seguridad si estás despierto o soñando?
Con esta tercera consideración ingre-
samos propiamente en la comprensión de Fragmento B
un problema de reflexión filosófica. Para Morfeo: ¿Alguna vez has tenido un
ello nos servimos de las metáforas del sueño, Neo, que pareciese muy real? ¿Qué
sueño y la vigilia. En un primer momen- ocurriría si no pudieras despertar de ese
to de esta tercera consideración tratare- sueño? ¿Cómo diferenciarías el mundo de
mos sobre el sueño y la vigilia, para luego, los sueños de la realidad?
en un segundo momento dentro de esta
misma consideración, vincular esas metá- Podríamos iniciar este pequeño recorrido
foras con los conceptos de lo real y de lo con uno de los primeros filósofos: Heráclito
aparente. Como en cada una de las consi- (544-484 a. C), al que llamaban “el Oscuro”
deraciones, nos serviremos, en primer por sus apariciones proféticas y enigmáticas,
lugar, de dos pequeños fragmentos de quien se sirvió en su pensamiento de las
Matrix en los que claramente irrumpe la metáforas del dormir y del despertar:
imagen del sueño como un extraño estado
de percepción de lo real. El primero de Aunque esta razón existe siempre, los
ellos es el breve diálogo entre hombres se tornan incapaces de
Choi y Neo. Curiosamente, comprenderla, tanto antes de
cuando Neo busca el programa oírla como una vez que la han
que le ha vendido a Choi, abre oído. En efecto, aun cuando todo
un libro falso, precisamente el sucede según esta razón, parecen
simulacro de un libro cuyo títu- inexpertos al experimentar con
lo es Simulacro y simulaciones, palabras y acciones tales como las
del filósofo francés Jean que yo describo, cuando distingo
Baudrillard (1929). El otro frag- cada una según la naturaleza y
mento es un momento del diá- Heráclito (1628) del muestro cómo es; pero a los
pintor Hendrick
logo entre Morfeo y Neo. ter Brugghen demás hombres les pasan inad-

Destino, azar y necesidad | 31


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 32

vertidas cuantas cosas hacen des- Y si la vida es sueño, ¿qué es entonces la


piertos, del mismo modo que les verdadera vigilia? ¿Es acaso posible la vigi-
pasan inadvertidas cuantas hacen lia? ¿Se puede acaso despertar? ¿Hay algún
mientras duermen.7 método para despertar? Y más precisamen-
En los diálogos de Platón te, como reflexionaremos en el punto
encontramos un desarrollo de esto, como siguiente de esta tercera consideración:
en el caso del mito central del Fedón, ¿existe lo real? ¿Qué es lo real? Preguntas
donde habla acerca de que, así como un que de ningún modo son ajenas a Matrix.
pez que se asoma desde el océano por sobre En este punto nos parece muy sugeren-
el agua ve el verdadero cielo y la verdadera te un pasaje de Michel Eyquem de
tierra, si uno de nosotros lograra asomarse Montaigne, que escribe antes incluso que
más allá del aire se asomaría a una verdad Calderón. Su obra filosófica recibe el nom-
aún más real y más verdadera.8 bre Ensayos. En un pasaje de “La apología
de Raimundo Sebond”, Montaigne está
pensando en uno de los libros que mejor
LA VIDA ES SUEÑO conoce, los diarios de viaje de Marco Polo.
En una parte de su escrito dice que para el
Podemos recordar la bella obra dramática del español Calderón de la Norte más extremo (y debía estar pensan-
Barca (1600-1681), La vida es sueño (1636), donde también aparece en
escena esta metáfora. Recordará el lector el famoso monólogo de
do en alguna experiencia en el norte de
Segismundo que terminaba diciendo “que toda la vida es sueño y los sue- Rusia) siempre es de noche, afirma:
ños sueños son”. El padre de Segismundo era un rey muy sabio, un estu- Aquellos que han comparado nuestra
dioso de la naturaleza y de los astros. Había encontrado en un horóscopo vida con un sueño posiblemente han teni-
que su hijo iba a ser un rey muy cruel. Entonces, para frustrar ese destino
terrible (problema sobre el que volveremos en la consideración siguiente,
do más razón de lo que ellos mismos creí-
la cuarta) lo encadena en una prisión. En un momento, el rey recapacita y an. Cuando soñamos nuestra alma vive,
decide darle una oportunidad a su hijo para ver si en realidad iba a ser un actúa, ejercita todas sus facultades ni más ni
rey tan cruel como lo habían vaticinado los astros. Entonces, lo adormece menos que cuando ella está despierta, pero
con un narcótico, lo lleva al palacio y le dice que lo anterior fue un sueño,
que su verdadera vida es ésa. Segismundo, cuando se ve con el poder de si bien lo hace de manera más blanda y
rey, es terrible. Lo primero que hace es matar al que lo contradice; es una oscura, no tanto como la diferencia de la
especie de fiera humana, al modo de Minos en el relato del Minotauro. El noche a una claridad viva, sino como de la
rey, muy triste, pero viendo que el horóscopo era acertado, vuelve a ador-
mecerlo y a encerrarlo en la cárcel. Segismundo despierta otra vez preso,
noche a las sombras. Allá duerme, aquí más
y dice que había soñado ser rey, pero que no es así. Después pasa lo o menos dormita. Siempre son tinieblas.
mismo: vuelve a salir, pero ya ha aprendido de la primera vez y entonces Cuando estamos durmiendo, entonces,
los otros desenlaces son afortunados. velamos, y cuando velamos dormimos. No

7 Conrado Eggers Lan, “Heráclito” en Los filósofos presocráticos, Gredos, Madrid, 1986, pp. 356-357.
8 Cf. Platón, Fedón, Planeta DeAgostini, Madrid, 1999.

32 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 33

René Descartes

veo con tanta claridad el sueño, pero tam-


poco encuentro a la vigilia tan pura y tan
sin nubes. Quizás en su profundidad el
sueño también hace que los mismos sueños
se duerman, pero nuestra vigilia no es lo real, como sucede en los sueños. El
nunca tan despierta que no esté acompaña- camino de la duda metódica es el sendero
da de algún modo por ensoñaciones [que hacia el despertar, o, por lo menos, se
son los sueños de los despiertos]. Si nues- podría entender como un método que
tra razón y nuestra alma acogen las ideas y garantiza el despertar. La razón geométrica
opiniones que reciben durmiendo, por qué sería para Descartes el despertar, porque
no íbamos a dudar de que nuestra acción y está facilitando el acceso a lo real. Pero
nuestro obrar no sean una especie de soñar recordemos brevemente a través de la cita
y nuestro estar despiertos no sea una espe- de sus palabras el inicio de las especulacio-
cie de dormir.9 nes que lleva adelante en la primera de las
Sin duda estas palabras de Montaigne Meditaciones metafísicas, cuyo título es “De
anticipan las reflexiones de René Descartes las cosas que se pueden poner en duda”:
sobre el sueño. Dice en una de sus cartas Todo lo que he admitido hasta ahora
que en realidad no hay ningún argumento como más verdadero y seguro lo he toma-
posible para indicar si estoy dormido o si do de los sentidos o por los sentidos; pero
estoy despierto, porque nadie puede he experimentado a veces que estos senti-
demostrar racionalmente la vigilia. Pero el dos eran engañosos y es propio de la pru-
enorme trabajo que se toma hacia el final dencia no confiar jamás enteramente en los
de las Meditaciones metafísicas para mostrar que nos han engañado una vez.
la existencia de las cosas materiales no es ni Pero aunque los sentidos nos engañan
más ni menos que el esfuerzo por demos- a veces respecto de las cosas poco sensi-
trar que no está dormido. Descartes se bles y muy alejadas, existen quizá muchas
ocupa de probar la existencia de las cosas otras de las que no se puede razonable-
materiales para salir, precisamente, del mente dudar, aunque las conozcamos por
sueño. Pues el ejercicio de la duda había su intermedio: por ejemplo, que estoy
mostrado que estamos durmiendo y que a aquí, sentado junto al fuego, vestido con
las representaciones que tenemos no les una bata teniendo este papel en las
corresponde nada real, no hay cosas, sino manos y otras cosas por el estilo. ¿Y cómo
solamente fantasmagorías, apariencias de podría negar que estas manos y este cuer-

9 Michel de Montaigne, “La apología de Raimundo Sebond”, en Ensayos, II, Hyspamérica, Buenos Aires, 1984,
pp. 239-240.

Destino, azar y necesidad | 33


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 34

po son míos? A menos quizá que me fiestamente que no existen indicios con-
compare con esos insensatos cuyo cerebro cluyentes ni señales lo bastante ciertas
está de tal modo turbado y ofuscado por por medio de las cuales pueda distinguir
los negros vapores de la bilis que asegu- realmente con nitidez la vigilia del sueño,
ran constantemente que son reyes, siendo que me siento realmente asombrado; y
muy pobres, que están vestidos de oro y mi asombro es tal que casi llega a conven-
púrpura, hallándose desnudos, o que se cerme de que duermo.
imaginan que son o cántaros o que tienen Supongamos, pues, que ahora estamos
un cuerpo de vidrio. Pero son locos y yo dormidos y que todas estas particularida-
no sería menos extravagante si me condu- des, a saber, que abrimos los ojos, que
jera según su ejemplo. Sin embargo, movemos la cabeza, que extendemos las
tengo que considerar aquí que soy hom- manos y cosas parecidas, no son sino fal-
bre y, por consiguiente, que suelo dormir sas ilusiones; y pensemos que quizá las
y representarme en sueños cosas iguales o manos y nuestro cuerpo no son tales
a veces menos verosímiles que estos como los vemos. Sin embargo, es preciso
insensatos cuando están despiertos. por lo menos reconocer que las cosas que
¡Cuántas veces no me ha sucedido de se nos representan en el sueño son como
noche soñar que me hallaba en este sitio, cuadros y pinturas que no pueden estar
que estaba vestido, que me encontraba formados sino a semejanza de algo real y
junto al fuego, aunque yaciera desnudo verdadero, y que así, por lo menos, estas
en mi lecho! En este momento me parece cosas generales, es decir, los ojos, una
que no miro este papel con ojos dormi- cabeza, las manos,
dos, que esta cabeza que muevo no está todo el resto del cuer-
adormecida, que a sabiendas y con pro- po, no son cosas ima-
pósito deliberado extiendo esta mano y la ginarias, sino verdade-
siento; lo que se presenta en el sueño no ras y existentes.10
parece de ningún modo tan claro ni tan
distinto como todo esto. Pero pensando
en ello cuidadosamente, recuerdo haber-
me engañado a menudo con parecidas Portada de las Meditaciones
metafísicas de
ilusiones, mientras dormía. Y detenién- Renato Descartes
dome en este pensamiento, veo tan mani-

10 René Descartes, Meditaciones metafísicas, en Obras escogidas, Sudamericana, Buenos Aires, 1967, pp.
217-8. Cf. René Descartes, Discurso del método, Colihue, Buenos Aires, 2004, y René Descartes, Principios de
filosofía, Alianza, Madrid, 1995. En la contrastación de los textos, el lector podrá advertir la importancia capi-
tal de la duda como punto de apoyo para la reflexión cartesiana.

34 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 35

Hay filósofos, como Berkeley, para quie-


nes el soñar y el estar despierto se confun-
den en un mismo hecho. Berkeley dice que Immannuel Kant (1724-1804) nace en Könisberg, Prusia y muere allí tam-
nuestra creencia en la existencia de la mate- bién. En 1732 comienza sus estudios en el Collegium Fredericianum,
ria es completamente errónea y superflua. donde permanece hasta 1740, fecha en la que ingresa en la universidad,
donde se interesa por la ciencia natural y Newton.
Lo que tenemos son representaciones a las De vida extremadamente monótona y rutinaria (la gente de Könisberg
que apresuradamente damos el carácter de podía calcular la hora por el meticuloso paseo que Kant realizaba todos
representaciones de cosas materiales en una los días en el mismo momento), Kant salió de su ciudad una sola vez y
procuró llevar una vida completamente ordenada, como su pensamien-
duplicación completamente innecesaria. to. Este pensador, que poseía un único cuadro en su hogar que retrata la
En realidad vivimos en un sueño que Dios imagen de Rousseau, llevó a cabo uno de los giros más importantes en
produce en nosotros con la amabilidad de la historia de la filosofía al dejar de preguntarse por la realidad y criticar
las propias facultades de la razón para llevar a cabo el proceso de cono-
hacerlo sistemático, pero, en realidad, no cimiento, instaurando al sujeto cognoscente como aquel que ordena la
hay salida de ese sueño, no hay un desper- realidad mediante intuiciones y categorías.
tar y un encuentro con las cosas, porque no Podrían considerarse tres etapas de su pensamiento: un primer período
precrítico, apegado a la metafísica de Leibniz y Wolf; un segundo perío-
hay cosas. Hume, discípulo de Berkeley, do propiamente crítico integrado por la Crítica de la razón pura (1781,
apunta en esa dirección pero agrega un ele- 1787, 2ª ed.); Crítica de la razón práctica (1788) y Crítica del juicio (1790),
mento de notable importancia, que es que y un período poscrítico considerado por algunos autores como una caída
de su metafísica.
la mayor o menor vivacidad en la creencia
que nos despiertan ciertas representaciones
en realidad no son más que una modalidad
diferente, no una modificación de la repre- ños de un metafísico dogmático. Y este
sentación misma. La representación es metafísico dogmático –un poco primiti-
igual, lo que se agrega es la mayor o menor vo desde el punto de vista de Kant– no
vivacidad, que no modifica en nada las hace más que perderse en ensoñaciones y
características internas de nuestra represen- delirios, mientras que el metafísico aca-
tación. démico o científico a su vez esclarece
Sin duda, en este pequeño recorrido hasta despertar al visionario, su propio
que llevamos adelante en torno del despertar es un grado más respecto de la
sueño, el filósofo Immanuel Kant tiene vigilia verdadera, ya que la metafísica
un lugar importante, ya que el sueño y el todavía no es un despertar absoluto.
despertar están tratados ampliamente en Kant va a decir más adelante en los tra-
su obra. Uno de los primeros textos de bajos críticos que Hume lo despertó de
Kant se llama Sueños de un visionario su sueño dogmático. ¿Y qué era ese sueño
esclarecidos por los sueños de la metafísica. dogmático? Era también ese estar engaña-
Los sueños de un visionario son los sue- do por la fantasía, por la ilusión, de que

Destino, azar y necesidad | 35


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 36

Escena de la película The Matrix

la filosofía dogmática, es decir la razón Finalmente, podríamos concluir este


geométrica cartesiana, era capaz de pequeño itinerario sobre la presencia
alcanzar el conocimiento absoluto, el del sueño en filosofía señalando que
conocimiento de la verdadera realidad. ésta es la orientación que tiene el pro-
Esto no era más que un sueño del que el blema del sueño y la vigilia en Matrix.
empirismo de Hume lo despierta. Pero A saber, entender que hemos estado
todavía hay más en Kant, porque hay durmiendo y debemos despertar. Con
pasajes dentro de su estructura sistemáti- todo, a partir del filósofo alemán
ca en los que se propone estudiar la Friedrich Nietzsche se abre otra valora-
manera de ser de la conciencia durmien- ción que invierte la relación entre
te respecto de la manera de ser de la con- sueño y vigilia. En El nacimiento de la
ciencia cognoscente. Ahí es cuando tragedia, del verano de 1872, Nietzsche
alcanzamos en Kant el despertar. El des- considera que es este uso de la razón el
pertar, para Kant, es solamente el desper- que nos hace permanecer en el sueño.
tar de lo físico-natural. Estamos orienta- La razón misma es identificada por él
dos a un mundo cuya estructura sabemos con el sueño, mientras que las fuerzas
que es en gran medida subjetiva y similar vitales en su caso son las verdaderas
a las ilusiones de los sueños. expresiones de la vigilia. 11

11 Cf. Friedrich Nietzsche, El nacimiento de la tragedia, Alianza, Madrid, 1973.

36 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 37

Bienvenidos al desierto de lo real: dad lo que sucede es tal cosa”. o afirma-


sobre lo aparente y lo real mos: “La realidad de este país es tal” o
“Realmente lo que yo pienso es tal cosa”.
“Odio la realidad, pero es en el único sitio
donde se puede comer un buen filete.” De estas expresiones nuestro lector podrá
extraer la siguiente consecuencia: cuando
WOODY ALLEN nos pronunciamos en nombre de lo real o
de la realidad estamos apelando a una ins-
En este apartado trataremos de comple- tancia ciertamente objetiva, como si estu-
tar lo que presentamos en la primera parte viésemos hablando en nombre de la ver-
de esta consideración. Intentaremos dar dad. Como si dijésemos: “En verdad lo que
con el problema que está escondido detrás sucede es tal cosa”, “La verdad de este país
de las metáforas del sueño y de la vigilia. A es tal” o “En verdad lo que pienso es tal
saber, qué cosa es aquello que denomina- cosa”. De lo cual se desprende, como decí-
mos real o realidad, uno de los problemas amos, que real o realidad son términos
más antiguos en el ámbito de la reflexión emparentados con verdadero y verdad.
filosófica. Los primeros filósofos, los preso- Hablamos sobre la realidad como refirién-
cráticos o naturalistas, y entre ellos donos a la verdad. Por eso hablamos conti-
Heráclito y Parménides, ya habían reflexio- nuamente de la “realidad de las cosas” o de
nado sobre él. Sin embargo, sigue siendo “la verdad de las cosas”.
para nosotros un problema filosófico de Con los términos real o realidad esta-
suma actualidad. mos refiriéndonos a una instancia que no
Nuestro lenguaje depende de nuestro parecer, de nuestro
cotidiano está plaga- humor o de nuestro punto de vista perso-
do de referencias a lo nal, sino que estamos saliendo de noso-
real o realidad. tros para hablar en nombre de lo que efec-
Continuamente nos tivamente son las cosas. Nuestras pregun-
pronunciamos, en tas son: ¿es esto posible? ¿Podemos hablar
nuestro uso diario en nombre de lo real o de la realidad?
del lenguaje, en ¿Podemos alcanzar esa objetividad y ver-
nombre de lo real. dad en nuestro discurso? ¿Podemos atri-
Por ejemplo cuando buirnos esa autoridad? Y a partir de eso
decimos: “En reali- también podríamos preguntar: ¿tenemos
acceso a aquello que llamamos o denomi-
“Parménides”, detalle de namos real o realidad? Finalmente, si la
La escuela de Atenas del
pintor Rafaello Sanzio realidad es para todos lo mismo, ¿cómo
(1483 - 1520). puede ser que la historia del pensamiento

Destino, azar y necesidad | 37


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 38

nos muestre tantas versiones y posiciones


distintas, y hasta antagónicas, respecto de
lo que se concibe como real o verdadero?
La historia de la filosofía, en este punto,
es la historia de un continuo pero muy
fecundo desacuerdo.
Para indagar sobre este problema tam-
bién nos serviremos de un fragmento del
Escena de la película The Matrix
guión de Matrix. Se trata del diálogo que
mantienen Morfeo y Neo después de la
conversión o renacimiento de Neo, en el
momento en que Morfeo ha despertado a
Neo de su sueño y lo enfrenta sin más al
desierto de lo real.
El origen de la palabra metafísica remite a los tiempos en que Andrónico Morfeo: ¿Qué es “real”?, ¿De qué modo
de Rodas, en el s. I a. C, realizó la clasificación de los textos de definirías “real”? Si te refieres a lo que pue-
Aristóteles. En su ordenamiento, el libro conocido como Metafísica (lo
que está más allá de la física) fue tal, puesto que se ubicaba en el ana-
des sentir, a lo que puedes oler, a lo que pue-
quel de la biblioteca de Alejandría luego de los de la Física. Esto es, en des saborear y ver, entonces el término
la publicación de los textos de Aristóteles que hoy leemos, que no son “real” son señales eléctricas interpretadas
más que generalmente apuntes de las clases de Aristóteles, los corres-
pondientes a la filosofía primera se llamaron metafísicos puesto que se
por tu cerebro. Éste es el mundo que tú
ubicaban detrás o luego de los que trataban sobre la física, o sea, el conoces. El mundo tal y como era a finales
mundo natural. De esta manera, este fortuito accidente de interpreta- del siglo XX. Ahora sólo existe como parte de
ción resultó más que adecuado, puesto que precisamente los textos de
filosofía primera trataban sobre ir más allá de los estudios físicos. Si
una simulación interactiva neuronal, que
bien esto ha sido discutido por varios historiadores y especialistas, el llamamos Matrix. Has vivido en un mundo
término metafísica penetró en la historia de la filosofía. Ahora bien, res- imaginario, Neo. Éste es el mundo como es,
pecto de la precisión de su objeto de estudio o de los distintos aborda-
jes que se le han aplicado, ha habido distintas interpretaciones. Muchos
en la actualidad. Bienvenido al “desierto de
escolásticos medievales, como Tomás de Aquino, han definido la meta- lo real”. Sólo tenemos algunos fragmentos
física como la ciencia que trata acerca del ente considerado en su mayor de información pero lo que sabemos seguro
abstracción otros han definido el objeto de la metafísica como el mismo
Dios. La Modernidad también la entendió de muchas maneras, hasta
es que en un momento determinado, a
incluso se pensó que no era una ciencia. Para Descartes la metafísica era principios del siglo XXI, toda la humanidad
la ciencia que trata sobre la existencia de Dios y la inmortalidad del estaba unida en su entusiasmo. Nos maravi-
alma. De igual manera, se asocia siempre la metafísica con un conoci-
miento acerca de una realidad que trasciende la realidad sensible. Es así
llábamos de nuestro atrevimiento al dar ori-
que con el devenir de los tiempos distintos pensadores también han gen a la IA (inteligencia artificial).
declarado su muerte. El caso de Nietzsche, Heidegger y Derrida. Desde el punto de vista filosófico, el pro-
blema de qué es aquello que entendemos
como real o realidad ha sido y es trabajado

38 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 39

Platón (428/427-347 a. C.) nace en Atenas bajo el nombre de Aristocles,


siendo Platón un apodo que significa “el de espalda ancha”, como se
evidencia por ejemplo en la palabra “omóplato”. Nacido en el seno de
una familia de la aristocracia ateniense descendiente del rey ático
Codoro, a los 18 años comienza sus estudios con un viejo casi mendigo
que enseñaba en calles y plazas: Sócrates. Luego de la condena a muer-
te de su maestro en 399 a. C, viaja a Siracusa (sur de Italia) y allí se rela-
ciona con los pitagóricos. De regreso de su viaje funda la Academia en la
parte alta de Atenas y comienza de alguna manera a formarse un pensa-
en el ámbito de la disciplina filosófica lla- miento que determinará a todo Occidente hasta el día de hoy. Platón
mada metafísica. Le ofrecemos al lector un realiza un segundo viaje a Siracusa, donde intenta llevar a cabo su pro-
yecto político, pero su fracaso, que casi le cuesta la vida, lo hace volver
apartado en el que se define este término. a Atenas donde fallece.
Comencemos con serenidad, a través El contenido de su pensamiento gravita en la instauración de dos dimen-
de la comprensión de las palabras “real” y siones de lo real, siendo el ámbito de las ideas, arquetipos de las cosas,
aquel que funda nuestra realidad sensible, mera y engañosa apariencia.
“realidad”. En castellano tenemos sólo El pensamiento de Platón se divide en tres etapas: un primer tiempo
estas palabras para referirnos a qué son en (Eutifrón, Apología de Sócrates, Critón y Menón) en que da testimonio
sí mismas las cosas, esto es, en su verdad y del proceso de su maestro y del llamado método socrático; un segundo
tiempo de madurez (Politeia, Banquete, Fedón) en el cual expone fuerte-
objetividad. Sin embargo el idioma ale- mente su teoría, y un tercer tiempo de vejez (Parménides, Timeo), en el
mán nos ofrece dos palabras distintas para que asume la tarea de realizar una crítica a su mismo pensamiento. De
referirse a lo real o realidad. En ellas se hecho, se ha sostenido que las críticas que Aristóteles realiza a Platón
ya estaban contenidas en las que Platón hizo de sí mismo en sus últimos
ponen en juego dos modos de concebir o diálogos.
entender lo real y la realidad. Son, por un
lado, Realität, que traducimos en castella-
no por “realidad”, y el adjetivo real, que
traducimos por “real”, las cuales hacen posible, que está más allá de la mera apa-
alusión a la realidad desde el punto de riencia o aparición de las cosas en nuestra
vista de la existencia concreta. Desde esta experiencia cotidiana.
perspectiva, decir que algo es real es decir Estas dos posibilidades en alemán nos
que existe o es actual. Así se hace alusión a presentan dos caminos de pensamiento
un tipo de existencia concreta. Mientras que han tenido lugar desde los primeros
que, por el otro, la palabra alemana filósofos, como los mencionados Heráclito
Wirklichkeit, que y Parménides. Y muy a grandes rasgos
también podemos podríamos emparentar ambos caminos con
traducir por “reali- los nombres de Platón y Aristóteles.
dad”, y el adjetivo Platón, contradiciendo la evidencia de
wirklich, que tra- nuestros cinco sentidos naturales, conside-
ducimos igual- raba que lo verdaderamente real, la reali-
mente por “real”, dad en sí misma, no es la de aquellas cosas
señalan un tipo de que podemos ver, sentir, oler, degustar,
realidad que no es sino aquello que está por detrás de las
aparente, ilusoria o meras apariencias de las cosas: lo real como
lo que está por detrás de lo que se muestra.
Portada de los Para él, verdaderamente reales no son las
Principios de Filosofía cosas que nacen y perecen, se generan y se
de Renato Descartes
corrompen. Verdaderamente reales no son

Destino, azar y necesidad | 39


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 40

las que están sometidas al movimiento y al inteligencia. Su fuerza reside en que es un


cambio, como nuestro cuerpo, nuestros ámbito en el que precisamente las esencias
humores, nuestras acciones, los árboles que o ideas de las cosas no están sometidas al
ahora mismo contemplo o esa piedra que cambio, sino que permanecen siempre las
de modo continuo está siendo erosionada mismas, no se mueven, son eternas e impe-
en cada nuevo golpe de mar. recederas.
¿Y por qué estas cosas sensibles no son Es como cuando, a lo largo de toda la
verdaderamente reales para Platón? película Matrix, Morfeo le está diciendo a
Precisamente porque su “realidad” va cam- Neo que libere su mente de los sentidos,
biando, va transformándose. Aquella roca puesto que sólo de esa manera podrá libe-
no será la misma en veinte, cien, mil años. rarse de la prisión en la que se encuentra y
Nosotros no somos los mismos que éramos reconocer su verdadero (real) poder.
hace un tiempo, como tampoco seremos Aquí nos permitimos ofrecerle un par
los mismos con el pasar de los años. de ejemplos al lector con la intención de
Entonces, ¿cómo hablar de la realidad de facilitar la comprensión de la concepción
las cosas? ¿Cómo tratar nuestra realidad, lo platónica de lo real. Cuando alguien dibu-
que cada uno de nosotros es? ja un círculo sobre un papel, inmediata-
Para ello Platón elaboró su famosa doc- mente nosotros reconocemos la imperfec-
trina de las ideas o esencias de las cosas. ción de su trazado, ya que asumimos que
Frente al cambio continuo de las cosas sen- su circularidad no será nunca tan perfecta
sibles, esto es, de aquellas que podemos como la idea del círculo, que sí es perfecta-
experimentar a través de nuestras percep- mente redonda. Del mismo modo, cuando
ciones y sensaciones, Platón sostiene la nosotros apelamos a la humanidad de un
existencia de un ámbito de ideas, esencias individuo, ¿a qué nos estamos refiriendo?
o formas (son sinónimos en su pensamien- ¿Nos referimos a algo que podemos ver o
to). Para él, este ámbito es el de la verdade- percibir con la vista, el tacto, el oído?
ra realidad. ¿Por qué? Porque en él están los ¿Vemos efectivamente la humanidad en un
ejemplares de las cosas. No está este o individuo? En todo caso, podríamos afir-
aquel árbol sino la esencia de todos ellos: la mar que la humanidad se evidencia de
arboridad. No está este o aquel hombre o modo invisible en aquel individuo.
mujer, sino la humanidad. Ahora bien, este Por último, en este sentido, deberíamos
ámbito de la verdadera realidad para él es afirmar que para Platón las esencias o ideas
invisible, no se lo puede percibir por de las cosas son unidades de las que proce-
medio de los sentidos naturales, sino que den los individuos, sean cosas o sujetos.
tiene que ser captado por medio del pensa- Como si dijésemos que la humanidad es
miento, por medio de los ojos de nuestra una y los hombres y mujeres que partici-

40 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 41

pan de ella son muchos. Por supuesto que


para Platón ha sido un gran problema la
relación que tienen estas ideas o esencias,
que son ejemplares, con los individuos. En
muchos pasajes de sus diálogos, él ha afir-
mado que la relación es de participación
(gr. méthexis) y separación (gr. hórismos). Es La escuela de Atenas (1509-10) fresco del pintor italiano Rafaello Sanzio
decir que cada uno de nosotros, en tanto (1483 - 1520).
individuos, participamos de la humanidad,
pero a su vez estamos separados de ella,
porque no somos toda la humanidad. se da en cada uno de ellos, que cada indi-
Cada uno de nosotros tiene algo de lo viduo lleva en sí toda la humanidad; lo que
humano pero no es todo lo humano. sucede es que puede actualizarla o concre-
Abandonemos tan sólo momentánea- tarla parcialmente. No hay una única
mente a Platón, para considerar brevemen- humanidad presente y separada en todos
te aquel otro sentido de las palabras “real” los individuos, sino tantas humanidades
y “realidad”, esto es, que verdaderamente como individuos.
reales son las cosas concretas que salen a Por tanto, para él las cosas y los indivi-
nuestro encuentro en la experiencia sensi- duos que salen a nuestro encuentro en la
ble. Se trata en este caso de un camino de experiencia sensible son lo efectivamente
pensamiento que ha sido encarnado en la real. Por supuesto que compartirá con
piel de Aristóteles, quien permaneció vein- Platón la idea de que para contemplar la
te años junto a Platón en su Academia. forma o esencia de la cosa hay que servirse
Aristóteles no comparte con su maestro de la visión de nuestro intelecto o inteli-
la idea de que entre las cosas concretas y gencia. Lo que sucede es que uno nos dirá
sus esencias o ideas se establece una rela- que debemos mirar hacia arriba y otro nos
ción de participación y separación, tal dirá que miremos hacia abajo, tal como lo
como señalamos más arriba. Para él no hay muestra el fresco de Rafael La escuela de
un ámbito de lo verdaderamente real y un Atenas, en cuyo centro se encuentran
ámbito de las apariencias como instancias Platón y Aristóteles. El primero señala con
separadas. Aristóteles sostiene, en este su dedo hacia arriba. El otro, hacia abajo
punto, que la esencia o forma de la cosa Quizás en este punto podríamos ser-
está en la cosa. Siguiendo nuestros ejem- virnos de un pequeño y singular ensayo
plos deberíamos decir que, para él, la de Borges, cuyo título es “De las alegorías
humanidad no está separada de cada uno a las novelas”. Allí presenta este antago-
de los individuos, sino que efectivamente nismo entre la mirada platónica y la aris-

Destino, azar y necesidad | 41


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 42

totélica de lo real, desde los primeros filó- que tiene algún valor filosófico es el de
sofos hasta nosotros. Señala ya en el nominalismo y realismo; el juicio es
comienzo que todos, sabiéndolo o no, temerario, pero destaca la importancia de
profesamos una secreta simpatía por una esa controversia tenaz que una sentencia
tendencia o por otra. Que queriéndolo o de Porfirio, vertida y comentada por
no, somos platónicos o aristotélicos. Boecio, provocó a principios del s. IX,
Nuestro esfuerzo, en última instancia, que Anselmo y Roscelino mantuvieron a
sería des-cubrir nuestra propia tendencia. fines del siglo XI y que Guillermo de
Dice allí: Occam reanimó en el siglo XV.
Observa Coleridge que todos los hom- Como es de suponer, tantos años mul-
bres nacen aristotélicos o platónicos. Los tiplicaron hacia lo infinito las posiciones
últimos intuyen que las ideas son realida- intermedias y los distingos; cabe, sin
des; los primeros, que son generalizacio- embargo, afirmar que para el realismo lo
nes; para éstos, el lenguaje no es otra cosa primordial eran los universales (Platón
que un sistema de símbolos arbitrarios; diría las ideas, las formas; nosotros, los
para aquéllos, es el mapa del universo. El conceptos abstractos), y para el nominalis-
platónico sabe que el universo es de algún mo, los individuos. La historia de la filoso-
modo un cosmos, un orden; ese orden, fía no es un vano museo de distracciones y
para el aristotélico, puede ser un error o de juegos verbales; verosímilmente, las dos
una ficción de nuestro conocimiento par- tesis corresponden a dos maneras de intuir
cial. A través de las latitudes y de las épo- la realidad.12
cas, los dos antagonistas inmortales cam-
bian de dialecto y de nombre: uno es Aquí les pedimos a nuestros lectores
Parménides, Platón, Spinoza, Kant, que se representen una imagen en la que la
Francis Bradley; el otro Heráclito, filosofía es concebida como un círculo en
Aristóteles, Locke, Hume, William cuyo centro se sitúan los problemas, y los
James. En las arduas escuelas de la Edad distintos radios que se desprenden de
Media, todos invocan a Aristóteles, maes- aquel centro constituyen los diferentes
tro de la humana razón (Convivio, IV, 2), caminos seguidos por los diversos pensado-
pero los nominalistas son Aristóteles; los res para expresar sus pareceres respecto de
realistas, Platón. George Henry Lewes ha aquellos problemas. En el centro, en su
opinado que el único debate medieval esencia, los problemas son inalcanzables e

12 Jorge Luis Borges, “De las alegorías en las novelas” en Otras inquisiciones, Obras completas, II, Emecé,
Buenos Aires, 1989, pp. 123-124.

42 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 43

incomprensibles, pues no es posible para mucho más amplio y ambicioso que el


nuestra razón acceder a una comprensión nuestro. De hecho, cuando el orador
completa de ellos. Sólo contamos con sus romano Cicerón vuelca el vocablo del grie-
manifestaciones a través de las perspectivas go al latín, traduce paideía por humanitas,
que ofrecen los diversos filósofos. esto es, “humanidad”. Con esto da
Por eso, al tratar sobre el problema de lo Cicerón un sentido más próximo a lo que
real decimos tan sólo que se expresa de un un griego de aquel tiempo entiende por
modo en Platón y de otro en Aristóteles. educación: aquello que confiere humanidad
Consideramos también que, en el caso de a un individuo.
Matrix, el planteo que se propone está más Este esfuerzo socrático-platónico por
próximo al desarrollado por Platón, aunque conducir a los ciudadanos por un camino
sin embargo muestra fuertes divergencias en el que cada uno cuide de sí mismo y
con él. Por eso decidimos aquí trabajar del otro, precisamente intenta romper
sobre él a partir de la “Alegoría de la caver- con el programa de la educación tradicio-
na” del libro VII de la Politeia. Esta obra se nal griega, basada en la mitología de los
conoce con el nombre de República. Sin dioses del Olimpo. En este punto, repeti-
embargo, asumir este título para ella es aco- das veces Platón expresó por boca de
tar su sentido, ya que Platón por boca de Sócrates su escándalo frente a la enseñan-
Sócrates trata sobre la república como za de la mitología. En un pasaje recuerda
forma de gobierno en el contexto del libro con espanto el relato de Chrónos (Saturno
VIII. Con todo, los diez libros de la Politeia para los romanos) al devorar a sus hijos,
tratan, precisamente, sobre el cuidado de las que formaba parte del programa educati-
cosas que tienen que ver con la ciudad (gr. vo tradicional
pólis) y no sólo con sus modos posibles de En este punto Platón retoma el camino
gobierno. Es una obra destinada a la elabo- que llevó adelante su maestro Sócrates,
ración de un programa de educación no quien decía de sí mismo que era como un
sólo para que cada ciudadano cuide de sí tábano que ayudaba a despertar a los indi-
mismo, sino también para que pueda tener viduos de su sueño y que hacía esto para
lugar su integración en la vida de la ciudad. que cada uno pudiese cuidar de sí mismo,
La finalidad de la obra es ofrecer un cami- tal como lo testimonia Platón en la
no de pensamiento para la formación de los Apología de Sócrates. Digo “testimonia”,
futuros gobernantes de la ciudad, quienes porque Platón estaba presente el día del
deberían ser filósofos, para Platón. juicio a Sócrates. Incluso se cuenta que
Aquí es necesario advertir a nuestros quiso salir en defensa de él, pero que por
lectores que el sentido de la palabra “edu- su juventud (contaba tan sólo con veinte
cación” (gr. paideía) entre los griegos era años) lo obligaron a sentarse y callarse.

Destino, azar y necesidad | 43


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 44

Ahora bien, podríamos preguntar en cristianos del pensamiento de Platón,


qué consiste este camino de educación de como Agustín de Hipona, consideraron
los futuros gobernantes de la pólis. Para que aquel bien no era otro que Dios, de
Platón no reside en el conocimiento de quien todo procede.
los placeres, ya que ellos están íntimamen- Sin embargo, para Platón el camino
te vinculados con sus opuestos, los dolo- que nos guía hacia el conocimiento de
res. El lector reconocerá que aquello que aquella idea de bien, que sólo puede ser
nos da placer del mismo modo puede pro- captada como en chispazos del alma, se
vocarnos dolor. Tampoco consiste en el encuentra obstaculizado y ensombrecido.
conocimiento y práctica de las virtudes Para ilustrar esta situación Platón se sirvió
cardinales (valentía, templanza, justicia y de la imagen de la caverna. Nosotros
sabiduría), sino más bien en el estudio podríamos llamar a esa caverna “cultura”,
supremo de la idea, esencia o forma del “ideología”, “moral”, “religión”, en tanto
bien. La “idea del bien” no es para Platón fuerzas que nos someten y atentan contra
el nombre de un valor moral, sino la nuestra libertad. Pero atendamos su relato
denominación que recibe el principio de y al esquema de la alegoría que ofrecemos.
todas las cosas, aquel fundamento del que –Después de esto –dije– imagínate
todo procede. De hecho, los intérpretes [apeíkason] nuestra naturaleza en esta
condición, en lo que respecta a [su] edu-
cación [paideía] y falta de educación.
Represéntate hombres en una morada
subterránea en forma de caverna, que
tiene la entrada abierta, en toda su exten-
sión, a la luz; en ella desde niños están
con las piernas y el cuello encadenados,
de modo que deben permanecer allí y
mirar sólo delante de sí, porque las cade-
nas les impiden girar en derredor la cabe-
za. Más arriba y más lejos de ellos hay la
luz de un fuego que brilla detrás de ellos,
y entre el fuego y los prisioneros hay un
camino más alto, junto al cual imagínate
un tabique construido de lado a lado,
como el biombo que los titiriteros levan-
tan delante del público para mostrar, por
La Alegoría de la caverna de Platón
encima [del biombo], los muñecos.

44 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 45

Me lo represento. Es de toda necesidad.


Ahora imagínate que del otro lado del Examina ahora qué les sucedería natu-
tabique pasan sombras que llevan toda ralmente si se produjese una liberación de
clase de utensilios y figurillas de hombres, sus cadenas y una curación de su ignoran-
y otros animales hechos en piedra y made- cia. Si se liberase [a uno de ellos] y forza-
ra y de todas clases; y entre los que pasan se a levantarse repentinamente y a volver
unos hablan y otros se callan. el cuello y marchar mirando la luz, al
Extraña comparación [eikón] haces y hacer todo esto sufriría y a causa del des-
extraños [son esos prisioneros]. cubrimiento sería incapaz de ver aquellas
[Pero son] como nosotros. Porque, en cosas cuyas sombras había visto antes.
primer lugar, ¿crees que han visto de sí ¿Qué crees que respondería si se le dijese
mismos o unos de otros otra cosa que las que lo que ha visto hasta entonces eran
sombras proyectadas por el fuego en la tonterías, y que, en cambio, ahora [está]
parte de la caverna que tienen frente a más próximo a la verdad y vuelto hacia
ellos? cosas más puras y mira correctamente? Y
Claro que no, si toda su vida están for- si se le mostrara cada uno [de los hom-
zados a no mover las cabezas. bres] que pasaban [del otro lado del tabi-
Y lo mismo de [los objetos que llevan] que] y se lo obligara a contestar a pregun-
los que pasan [no pueden mirar más que tas sobre lo que son, ¿no crees que se sen-
lo proyectado por el fuego]. tirá en dificultades y que considerará las
Ciertamente. cosas que antes veía como más verdaderas
Pues bien, si dialogaran entre sí, ¿no que las que se le muestran ahora?
crees que entenderían que es a las cosas Mucho más verdaderas.
reales que están nombrando, tal como las Pues bien, y si se lo forzara a mirar
ven? hacia la luz misma, ¿no le dolerían los
Necesariamente. ojos y trataría de eludir [la luz] y volverse
Y si la prisión tuviera un eco desde el hacia aquellas cosas que podía mirar, con-
lado que tienen delante, y alguno de los siderando que esas son realmente más cla-
que pasan [del otro lado del tabique] ras que las que se le muestran?
hablase, ¿te parece que creerán que lo que Así es.
oyen [proviene] de otra cosa que de la Y si por la fuerza se lo hiciera arrastrar
sombra que pasa delante de ellos? por una escarpada y empinada cuesta, sin
No, por Zeus. soltarlo antes de llevarlo hasta la luz del
¿Y los prisioneros no tendrán por real sol, ¿acaso no sufriría y se irritaría por ser
otra cosa que las sombras de los objetos arrastrado y después de llegar a la luz ten-
artificiales [skeutistá]? dría los ojos llenos de fulgores que le

Destino, azar y necesidad | 45


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 46

impedirían ver uno solo de los objetos Necesariamente.


que ahora decimos verdaderos? Y después de esto, con respecto al [sol]
Ciertamente, si le sucede repentina- concluiría que es lo que produce las esta-
mente. ciones y años y que gobierna todo lo que
Tendría que acostumbrarse, para poder [hay] en el lugar, que se ve [horómenos], y
llegar a mirar las cosas de arriba. que es causa, de algún modo, de las cosas
Primeramente miraría con mayor facilidad que ellos habían visto.
las sombras, y después las figuras [eídola] Es evidente que llegaría a estas [con-
de los hombres y de las otras [cosas refle- clusiones] después de todo esto.
jadas] en las aguas, luego [los hombres y Ahora bien, si él se acuerda de su pri-
las cosas] mismas. En seguida, contempla- mera morada, y de la sabiduría que allí [se
ría de noche las [cosas que hay] en el cielo creía tener], así como de sus compañeros
y el cielo mismo, mirando la luz de los de cautiverio, ¿no crees que se sentiría
astros y a la luna, más fácilmente que feliz del cambio y se apiadaría de ellos?
durante el día el sol y la [luz] del sol. Ciertamente.
Claro está. Respecto de los honores y elogios que
Por fin, pienso, podría mirar el sol no se daban unos a otros, y de las recompen-
en imágenes [phantásmata] en el agua ni sas para el que con mayor agudeza divisa-
en otros medios, sino ensí y porsí, en su ba las cosas que pasaban [detrás del tabi-
propia región, y contemplar cómo es. que], y al que más se acordaba cuáles
habían desfilado antes y cuáles después en
forma habitual, y a aquel de ellos que
fuera más capaz de adivinar lo que iba a
pasar, ¿te parece que estaría ansioso res-
pecto a ellos y que envidiaría a los más
honrados y poderosos de aquellos? ¿O no
le pasaría como el [Aquiles] de Homero, y
preferiría ser un labrador que fuera siervo
de un hombre pobre o soportar cualquier
cosa antes que [volver] a su anterior modo
de conjeturar y la vida de otrora?
Yo también creo que padecería cual-
quier cosa antes que soportar la vida de
otrora.
Tomás de Aquino junto a Platón Y ahora concibe esto. Si descendiera
y Aristóteles nuevamente y ocupara su propio asiento

46 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 47

[anterior] ¿no tendría los ojos ofuscados tan a considerar críticamente nuestros
por tinieblas, al llegar repentinamente del hábitos, costumbres e ideas de las cosas.
sol? De allí que Sócrates le diga a Glaucón que
Claro que sí. la conversión y la liberación de los prisio-
Y si él tuviera que discriminar nueva- neros deben ser progresivas y de ningún
mente aquellas sombras en ardua compe- modo instantáneas, pues con ello se pro-
tencia con aquellos que han tenido siem- duce un efecto equiparable a la visión
pre cadenas, vería confusamente hasta directa del sol. Se trata de un proceso pro-
que los ojos se reacomodaran a ese estado gresivo de conversión, como en el caso de
y se acostumbraran [nuevamente], en un un camino de educación. En este punto,
tiempo nada breve, ¿no se expondría al cabe recordar la explicación de Morfeo
ridículo y a que se dijera de él que, por frente a la pregunta de por qué no libera-
haber subido hasta lo alto, se hubiese ban a todos los hombres, si tenían las
estropeado los ojos, y que ni siquiera valía herramientas adecuadas. Él explica que
la pena intentar marchar arriba? Y si sólo pueden liberar a los hombres y muje-
intentara desatarlos y conducirlos [hasta res de la Matrix antes de cumplir determi-
arriba], si pudieran tenerlo en sus manos nada edad, puesto que, si no, el cambio y
y matarlo, ¿no lo matarían? el shock serían demasiado fuertes y no
Seguramente.13 podrían soportarlos.
Al iniciar un pequeño comentario de Pero continuemos con el relato. Los
esta hermosa y abierta alegoría sobre las prisioneros de a poco empezarían a con-
visiones de lo real y la realidad, le pedimos siderar que aquellas sombras e imágenes
al lector que tenga presente el cuadro que de las cosas son meras apariencias de las
acabamos de reproducir. El relato se abre cosas reales, esto es, de las esencias, ideas
con la situación de estos individuos que o formas de las cosas, al igual que Neo
sin saberlo están encadenados observando progresivamente va afirmándose en su
imágenes y simulacros de las cosas. Ellos nueva visión de lo real. Pero la misión
confían en que lo que ven es lo real. Se del filósofo, una vez liberado de sus ata-
han habituado a ello. Y en virtud de ese duras, no es tan sólo la de salir de la
hábito ofrecerán toda la resistencia de la caverna, sino la de reingresar en ella para
que ellos sean capaces para continuar allí. liberar a los que siguen allí prisioneros.
Del mismo modo reaccionaba Neo en En el caso de Matrix, Neo no sólo se ha
Matrix. Así también reaccionamos convertido con la asistencia de Morfeo,
muchas veces nosotros cuando nos invi- sino que, vista la realidad tal cual, rein-

13 Conrado Eggers Lan, “Texto sobre la alegoría de la caverna” en El sol, la línea y la caverna, Colihue, Buenos
Aires, 2000, pp. 32-36.

Destino, azar y necesidad | 47


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 48

gresa continuamente a la Matrix. Es es la vanidad, el apego desmedido al pro-


como si dijésemos que, desde el punto de pio punto de vista. La práctica filosófica
vista de la filosofía, nuestro esfuerzo es requiere de nosotros cierta humildad y
liberarnos de las ataduras de una tradi- una ignorancia cierta.
ción, una moral, una ideología, que nos Ahora bien, para concluir con esta ter-
tienen apresados, que responden por cera consideración, podemos establecer
nosotros. Pero una vez liberados, debe- una diferencia entre el relato platónico y el
mos ingresar nuevamente en aquella tra- de Matrix. Para Platón el ámbito de la ver-
dición, moral o ideología para desmon- dadera realidad es el de las ideas o esencias,
tarla por dentro, para liberar a los que que son invisibles, eternas e inmutables,
siguen sometidos. mientras que el ámbito de las apariencias es
Por supuesto que en ese camino de el de las cosas sensibles, esto es, aquellas
salida e ingreso continuo que lleva ade- que percibimos a través de los sentidos
lante el filósofo, como también en el caso naturales. Por el contrario, en el caso de
de Neo, se pone en riesgo la propia vida. Matrix, el ámbito de la verdadera realidad
La historia misma de la filosofía nos ha es el de las cosas sensibles, el de los cuerpos
mostrado continuamente, desde Sócrates sensibles, mientras que el ámbito de las
en adelante, que pensar es un riesgo, que apariencias, de los simulacros, es el de la
la propia vida corre peligro en el acto de Matrix, que es ininteligible e invisible. De
pensar. Han sido y son continuos los lo cual podemos concluir en que, aunque
odios que despierta el ejercicio de la refle- ambos relatos manifiestan la distinción de
xión filosófica. De cierta manera, uno de ámbitos de la realidad (uno propiamente
los mayores adversarios de la filosofía, y real y otro de meras apariencias|), se dife-
esto se ve tanto en la “Alegoría de la rencian en lo que cada uno de ellos conci-
caverna” como en los agentes de Matrix, be como el verdaderamente real

48 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 49

Cuarta consideración:
libertad y necesidad

Con esta cuarta consideración elabora- Pitonisa: Te diría que te sentaras, pero de
mos la última reflexión sobre Matrix. De todos modos no lo harías. Y no te preo-
cierta manera alcanzamos con ella una inte- cupes por el jarrón.
gración de todas las consideraciones ante- Neo: ¿Qué jarrón?
riores. Se trata del problema capital de la Pitonisa: Ese jarrón.
triología Matrix, aunque nosotros aquí lo Neo: Lo siento.
tomemos siguiendo la primera parte. Para Pitonisa: Te he dicho que no te preocupa-
llevar adelante nuestra consideración nos ras. Le diré a uno de mis chicos que lo
servimos del diálogo entre Neo y la Pitonisa, arregle.
en el cual se pone una vez más en evidencia Neo: ¿Cómo lo sabía?
que para pensar hace falta dialogar. Pitonisa: Ohhh… lo que de verdad hará
que luego te devanes los sesos será…
¿Lo habrías roto si yo no te hubiese
dicho nada? No creí que fueras tan
guapo. Entiendo por qué le gustas a
ella.
Neo: ¿A quién?
Pitonisa: No eres demasiado listo. ¿Sabes
por qué Morfeo quería que me vieras?
Escena de la película The Matrix Bueno, ¿tú qué crees? ¿Piensas que eres
el Elegido?
Neo: Sinceramente no lo sé.
Pitonisa: Sé que eres Neo. Enseguida estoy Pitonisa: ¿Sabes qué significa eso? Es latín.
contigo. Significa ‘“Conócete a ti mismo”.14 Voy
Neo: ¿Usted es la Pitonisa? a confesarte un secreto. Ser el Elegido es
Pitonisa: Así es. No soy lo que te esperabas, igual que estar enamorado. Nadie te
¿verdad? Bien, ya casi están. Huelen dice si estás enamorado. Sólo lo sabes al
bien, ¿verdad? ciento por ciento de la cabeza a los pies.
Neo: Sí. En fin… Deja que te eche un vistazo.

14 Es curioso que la Pitonisa aquí haga referencia a esta sentencia del Oráculo de Delfos como latina, ya que
se trata de una afirmación cuyo origen es griego. Por otro lado, la proposición “Conócete a ti mismo” para los
griegos debía ser comprendida en el contexto de una más amplia: “Cuida de ti mismo”. El conocerse, en últi-
ma instancia, es tan sólo un momento del ocuparse de sí mismo. El cuidado de sí implica, en primer lugar, un
determinado modo de enfrentarse al mundo, de comportarse, de vincularse con los otros. En segundo lugar,
un modo de mirar, una cierta atención sobre el propio pensamiento y el de los otros. Finalmente, un determi-
nado modo de actuar en el que cada uno se hace cargo de sí mismo y resiste los embates de los otros. La prác-
tica filosófica de Sócrates procuró siempre poner estos elementos de manifiesto.

Destino, azar y necesidad | 49


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 50

Abre la boca. Di “ah”. Porque en cuanto salgas por esa puerta,


Neo: Aaaaaah. empezarás a sentirte mejor. Recordarás
Pitonisa: Muy bien, ahora yo debería decir, que tú no crees en esas tonterías del des-
“Mmm… qué interesante. Pero…” Y tino, ya que tú controlas tu propia vida,
tú dirías: ¿recuerdas? Ten, toma una galleta. Te
Neo: ¿Pero qué? aseguro que antes de que te la acabes te
Pitonisa: Pero sabes perfectamente lo que sentirás como nuevo.
voy a decirte.
Neo: No soy el Elegido. Desde el sentido común, tendemos a
Pitonisa: Lo siento, joven. Tienes el don, oponer en nuestro uso del lenguaje las
sí, pero das la impresión de estar espe- nociones de “libertad” y “necesidad” o
rando algo. “destino”. Decimos por ejemplo que obra-
Neo: ¿Qué? mos libremente cuando no hemos sido
Pitonisa: Tal vez tu próxima vida. ¿Quién cohibidos, coaccionados o dominados por
sabe? Así es como son estas cosas. alguna fuerza o necesidad. En esta pers-
Neo: (RÍE) pectiva, somos libres cuando nos libera-
Pitonisa: ¿Por qué te ríes? mos de una necesidad. Aquí el lector ten-
Neo: Morfeo, Él… ah… casi me había drá que concedernos la oportunidad de
convencido. una aclaración. Por “necesidad” no enten-
Pitonisa: Lo sé. Pobre Morfeo. Pero sin él, demos una carencia o una falta, como
estamos perdidos. cuando decimos “tengo la necesidad de”,
Neo: ¿Qué quiere decir con “sin él”? “necesitaría tal cosa” o “estoy necesitan-
Pitonisa: ¿Seguro que quieres oírlo? do…”, ya que todos estos sentidos hacen
Morfeo cree en ti, Neo. Y nadie, ni tú, una clara referencia a una privación,
ni siquiera yo, lo convencería de lo con- carencia o ausencia. Aquí comprendere-
trario. Él cree tan ciegamente que va a mos el término “necesidad” como un sinó-
sacrificar su vida para salvar la tuya. nimo de fatalidad, destino o fortuna.
Neo: ¿Qué? Por otra parte, afirmamos que actua-
Pitonisa: Vas a tener que tomar una deci- mos privados de libertad cuando lo hace-
sión. Vas a tener la vida de Morfeo en mos siguiendo alguna necesidad o imposi-
una mano y en la otra tendrás la tuya. ción, como si la necesidad fuese una suer-
Uno de los dos tiene que morir, quien te de fatalidad que arrebata nuestro albe-
sea dependerá de ti. Lo siento, pero será drío y atenta contra nuestra voluntad,
así. Tu alma es buena. Te aseguro que querer o libertad.
odio dar malas noticias a gente buena, Curiosamente, desde el punto de vista
sin embargo no debes preocuparte. filosófico, repetidas veces en la historia del

50 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 51

Sócrates (470/469-399 a. C.) nace y muere en Atenas. De origen


modesto –hijo de un escultor y una partera–, toma el oficio de su
madre como estímulo para el desarrollo de su propio método
filosófico: la mayéutica, consistente en un tipo de conversación
que asiste al otro para dar a luz una verdad oculta en él mas no
pensamiento estas nociones han marchado advertida por su portador. Sócrates sirve en varias batallas,
como la de Potidea en 432 a. C. y la de Delio en 424 a. C., y es
juntas, complementándose. Es más, una caricaturizado burlonamente por Aristófanes en Las nubes y
curiosa definición de libertad la describe recordado por Jenofonte en sus Recuerdos de Sócrates, la
como la conciencia de la necesidad. Según Apología de Sócrates y el Banquete. Sócrates es acusado de
corromper a la juventud haciéndole creer en cosas en que la ciu-
esta definición, un individuo actúa libre- dad no cree (impiedad), y pese a que sus discípulos le proponen
mente cuando sigue el designio de la nece- escaparse de la cárcel, él decide aceptar la condena. Así, el hom-
sidad, del destino o de la fortuna. Es decir, bre que una vez dijo; “Sé que no sé”, muere al beber de la cicu-
ta y se convierte de este modo en el primer filósofo condenado a
es libre cuando comprende que actúa muerte en la historia de la filosofía.
como debe actuar. Este sentido de libertad Sócrates no dejó ningún tipo de legado escrito, porque entendía
circula por las tragedias griegas, por la filo- que el pensamiento se daba en el diálogo, en la calle, y no en la
fijeza de la escritura, donde se perdía la fluidez de la dialéctica.
sofía socrático-platónica, por la filosofía Sin embargo, parte de su pensamiento se puede reconstruir a
de Baruch Spinoza, Hegel y Arthur través de ciertos diálogos de Platón, donde éste se preocupa por
Schopenhauer, entre otros. Aquí nos abo- retratar la vida y pensamiento de su maestro hasta su muerte:
Eutifrón, Apología, Critón y Menón. No incluimos el Fedón,
caremos a la comprensión de este sentido donde se describe el momento en que Sócrates bebe la cicuta,
de libertad, pues es el que circula en pues se trata de una excusa para que Platón exponga su doctri-
Matrix I, tal como se desprende del diálo- na de la inmortalidad del alma.
go recién trascrito.
Pero, en primer lugar, descendamos
hacia la etimología, la raíz, de estos dos Por otro lado, el concepto de necesidad
términos: libertad y necesidad. El sustanti- es de origen griego (gr. anágke) y está fuer-
vo libertad procede de la lengua griega (gr. temente vinculado con los de destino (gr.
eleuthería). como el adjetivo libre (gr. ele- eimarméne), fatalidad (gr. até) y suerte (gr.
útheros). En ambos casos se hace una clara moira). Desde el punto de vista filosófico,
alusión al no esclavo. Sin embargo, en cas- la necesidad puede definirse como aquello
tellano no nos ha quedado ningún sedi- que no puede ser de otro modo que como
mento de esta raíz. Nuestras palabras es. Aquello que sólo puede darse de un
“libertad” (lat. libertas) y “libre” (lat. liber) único modo.15 Por esto es una noción que
proceden de la lengua latina. En la antigua se opone a la de contingencia, es decir, a
Roma se llamaba libre a aquel joven que aquello que puede ser de otro modo que
había alcanzado la madurez sexual y que, como es.
entonces, estaba habilitado para asumir Con la noción de necesidad se quiere
responsabilidades ciudadanas. Por eso, al señalar que todo está fijado, condicionado
lograr aquella edad se le entregaba la toga y establecido. Y si esto es así, ¿qué quiere
virilis (varonil) o toga libera (libre). decir que alguien actúa libremente cuando

15 Cf. Aristóteles, Metafísica, Gredos, Madrid, 1994, p. 487.

Destino, azar y necesidad | 51


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 52

actúa conforme a la necesidad? ¿Cómo ser Lo primero que podemos rescatar de


libre siguiendo la necesidad, el destino o la esta cita y del diálogo entre Neo y la
fatalidad? ¿No actúa libremente aquel que Pitonisa es el carácter enigmático de los
rompe con la necesidad? vaticinios o pronunciamientos del
Para presentar esta curiosa concepción Oráculo. Heráclito, a quien ya hemos
de libertad como conciencia de la necesidad hecho referencia, decía en uno de los frag-
o destino tomemos puntualmente el caso mentos que nos han quedado de sus textos
de Sócrates, con la finalidad de establecer que “el Señor, cuyo oráculo está en Delfos,
un vínculo posible con el diálogo entre no dice, no oculta, sino significa”, es decir,
Neo y la Pitonisa. Como advertimos en el no afirma algo directamente, sino que
apartado dedicado a Sócrates, es acusado ofrece un enigma que es necesario desci-
de corromper a la juventud haciéndole frar e interpretar. De este modo, la
creer en dioses en los que la ciudad no Pitonisa, tanto en Matrix como en la
cree. Es acusado de impiedad o irreligiosi- Apología de Sócrates, ofrece un acertijo por
dad (gr. asebeia). Al iniciar su defensa, dilucidar. Lo importante en este punto es
Sócrates se desentiende de las antiguas que ese vaticinio expresa una necesidad,
acusaciones que había contra él, según las un destino, que sólo se puede comprender
cuales era o bien un naturalista que se ocu- por medio de la práctica, del ejercicio.
paba de las cosas del cielo o bien un sofis- Neo comprende que él efectivamente es el
ta que hacía pasar el argumento más débil Elegido realizando distintas acciones que
por el más fuerte. Y antes de tratar sobre la lo van convenciendo de ello. Lo mismo
más reciente acusación, que lo hace com- sucede en el caso de Sócrates, que corro-
parecer ante un tribunal de quinientos
jueces, Sócrates narra con estas palabras la
visita de su amigo y muy respetable ciuda-
dano ateniense Querefonte al Oráculo de
Delfos:
Pues bien, en cierta ocasión que fue a
Delfos [Querefonte], se atrevió a pregun-
tar al oráculo… pero repito, señores, no
me vayan a interrumpir; preguntó si
había alguien más sabio que yo. La pito-
nisa le respondió que no había nadie más
La muerte de Sócrates (1787) del pintor francés
sabio.16 Jacques-Louis David (1748-1825)

16 Platón, Apología de Sócrates, trad. Eggers Lan, EUDEBA, Buenos Aires, 1993, p. 127.

52 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 53

bora el pronunciamiento del Oráculo qué hacer en cada caso, sino tan sólo qué
acerca de su sabiduría dialogando con debía evitar. Así, Sócrates expresaba su
todos aquellos que él mismo consideraba libertad aceptando la necesidad, el desti-
sabios. Y es allí entonces que descubre en no, que le imponía esta divinidad inte-
qué particular medida él los aventaja en rior. Actuaba libremente toda vez que
sabiduría. En los diálogos reconoce que seguía la necesidad de sus designios.
ellos decían saber sobre aquello que no Incluso mientras aguarda la realización
sabían, mientras que él una sola cosa sabía: de su condena en la cárcel, ante la visita
que no sabía. En esto, en la conciencia de de su amigo Critón, que ha sobornado a
su no saber, Sócrates aventajaba a todos en los guardias para que pueda huir,
sabiduría. Así su práctica de la filosofía Sócrates dialoga con él para explicarle las
consistía en ser una suerte de tábano que razones por las cuales no violentará las
iba procurando que cada uno cuidase de sí leyes que lo educaron.17
mismo, evitando la precipitación y la pre- Por su parte, las palabras del Oráculo
vención a la que mueven los falsos saberes para Neo son oscuras. Su camino será el
y creencias. lograr claridad respecto de ellas, seguir y
Su camino de pensamiento estaba comprender su designio. Y cuanto más
guiado por los designios de una suerte de consciente es de la necesidad, del carácter
divinidad que lo prevenía respecto de obligante, de esos designios, más libre-
aquello que no debía hacer. No le decía mente actúa.

17 Platón, Critón, trad. Eggers Lan, EUDEBA, Buenos Aires, 1989.

Destino, azar y necesidad | 53


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 54

Actividades
1. Actividad para el docente 2. Para que el docente realice con los alumnos
Sugerimos al docente la lectura de los siguientes relatos 1. En el capítulo tratamos sobre la irrupción de lo impre-
con la finalidad de nutrir y ampliar los posibles aborda- visto e impensado en el orden de la vida cotidiana
jes de las relaciones entre el sueño y la vigilia: Jorge Luis como un motor de pensamiento filosófico. En virtud de
Borges, “Las ruinas circulares”, en Ficciones, Emecé, ello le proponemos al docente que trabaje como dispa-
Buenos Aires, 1990; Julio Cortázar, “La noche boca arri- rador con sus alumnos sobre este fragmento del capí-
ba”, en Final del juego, Sudamericana, Buenos Aires, tulo primero, “En la madriguera del conejo”, de Alicia
1993. en el país de las maravillas de Lewis Carroll:

Alicia empezaba ya a cansarse de estar senta-


da con su hermana a la orilla del río, sin tener
Lewis Carroll (1832-1898)… nada que hacer: había echado un par de ojea-
… es el seudónimo de Charles Lutwidge Dodgson. Nace en Daresbury das al libro que su hermana estaba leyendo,
(Inglaterra) en el seno de una familia protestante, formada por cuatro pero no tenía dibujos ni diálogos. “¿Y de qué
hermanos varones más y siete mujeres, curiosamente todos tartamu- sirve un libro sin dibujos ni diálogos?”, se pre-
dos. De pequeño tiene un gran interés y consecuente producción en la
literatura y el teatro. Estudia matemáticas y se desempeña como profe- guntaba Alicia. Así pues, estaba pensando (y
sor en Oxford. Su amor a la infancia lo lleva a tomar como alumnos a pensar le costaba cierto esfuerzo, porque el
grandes cantidades de niños y niñas, con los que suele jugar. De hecho, calor del día la había dejado soñolienta y
su obra más famosa, Alicia en el país de las maravillas, es fruto del vín-
culo que mantiene Carroll con una de sus pequeñas amigas predilectas. atontada) si el placer de tejer una guirnalda
Lo que nunca se supo con certeza es si bajo la amistad que mantenía con de margaritas la compensaría del trabajo de
los niños y niñas se ocultaban intenciones más oscuras, pero igualmen- levantarse y coger las margaritas, cuando de
te las sospechas hicieron que rompiera todo vínculo tanto con Alicia,
como con el resto de los niños. pronto saltó cerca de ella un Conejo Blanco de
Los textos de Carroll, en gran medida han sido fuente para el pensamien- ojos rosados. No había nada muy extraordina-
to filosófico de la contemporaneidad. Es que en su literatura se hace eco rio en esto, ni tampoco le pareció a Alicia muy
de varios problemas de índole lingüística, lógica, de sentido y sinsentido.
Por ejemplo, la relatividad y la posibilidad de una solución pragmática, el extraño oír que el conejo se decía a sí mismo:
sentido de la palabra y el uso que se hace de ella, etcétera. “¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Voy a llegar tarde!”
Algunas de sus obras literarias más reconocidas son Alicia en el país de (Cuando pensó en ello después, decidió que,
las maravillas (1865), Alicia a través del espejo (1871), La caza de Snark
(1876), Silvia y Bruno (1889 y 1893, 2ª parte). Respecto de su trabajo desde luego, hubiera debido sorprenderla
matemático, entre algunas de sus obras más importantes cabe destacar mucho, pero en aquel momento le pareció lo
Euclides y sus modernos rivales (1879), El juego de la lógica (1887) y más natural del mundo.) Pero cuando el cone-
Lógica simbólica (1893).
jo se sacó un reloj de bolsillo del chaleco, lo
miró y echó a correr, Alicia se levantó de un
salto, porque comprendió de golpe que ella

54 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 55

nunca había visto un conejo con chaleco, ni con reloj ojos. Ésta es tu última oportunidad. Después, ya no
que sacarse de él, y, ardiendo de curiosidad, se puso a podrás echarte atrás. Si tomas la pastilla azul, fin de la
correr tras el conejo por la pradera, y llegó justo a historia. Despertarás en tu cama y creerás lo que quie-
tiempo para ver cómo se precipitaba en una madrigue- ras creerte. Si tomas la roja, te quedas en el País de las
ra que se abría al pie del seto. Un momento más tarde, Maravillas y yo te enseñaré hasta dónde llega la madri-
Alicia se metía también en la madriguera, sin pararse a guera de conejos. Recuerda, lo único que te ofrezco es
considerar cómo se las arreglaría después para salir. Al la verdad. Nada más”.
principio, la madriguera del conejo se extendía en b. Que los alumnos señalen qué papel juegan el tedio y el
línea recta como un túnel, y después torció brusca- aburrimiento, así como el asombro y la duda, tanto en
mente hacia abajo, tan bruscamente que Alicia no tuvo este fragmento de Alicia como en Matrix I, respecto de
siquiera tiempo de pensar en detenerse y se encontró la búsqueda de conocimiento.
cayendo por lo que parecía un pozo muy profundo. O el c. A partir de esto, puede sugerirse que tanto el docente
pozo era en verdad profundo, o ella caía muy despacio, como los alumnos presenten situaciones personales
porque Alicia, mientras descendía, tuvo tiempo sobra- de tedio, aburrimiento, asombro o duda que permitan
do para mirar a su alrededor y para preguntarse qué emprender un camino de conocimiento.
iba a suceder después.18 d. Del mismo modo, situaciones personales límites o de
riesgo que abran un camino de reflexión.
A partir de la lectura en clase de este breve pasaje, pue-
den proponerse las siguientes actividades: 2. La tercera consideración trató sobre el problema del
sueño y la vigilia, y sobre cómo pueden distinguirse.
a. Poner de relieve el vínculo explícito entre el texto de Para ello, nos referimos al problema tal como apareció
Lewis Carroll y Matrix I, como, por ejemplo, a través de en Matrix I y en la tradición de pensamiento filosófico.
la figura de la madriguera: “Morfeo: ¿Te gustaría saber A partir de esto, pueden sugerirse las siguientes acti-
lo que es? La Matrix nos rodea. Está por todas partes, vidades:
incluso ahora, en esta misma habitación. Puedes verla
si miras por la ventana o al encender la televisión. a. Que cada alumno escriba el relato de un sueño propio
Puedes sentirla, cuando vas a trabajar, cuando vas a la y señale si el sueño mantenía un vínculo con la reali-
iglesia, cuando pagas tus impuestos. Es el mundo que dad o bien era puramente imaginario. Finalmente,
ha sido puesto ante tus ojos para ocultarte la verdad./ que indique si durante algún momento del sueño éste
Neo: ¿Qué verdad?/ Morfeo: Que eres un esclavo, Neo. fue tomado por realidad; de ser así, que explique las
Igual que los demás, naciste en cautiverio, naciste en razones por las cuales supone la realidad de su
una prisión que no puedes ni oler ni saborear ni tocar. sueño.
Una prisión para tu mente. Por desgracia no se puede b. Presentamos en misma consideración el esfuerzo de la
explicar lo que es Matrix. Has de verla con tus propios filosofía –desde Heráclito en adelante– por conducir al

18 Lewis Carroll, Alicia en el país de las maravillas, Altaya, Barcelona, 1995, pp. 8-10.

Destino, azar y necesidad | 55


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 56

individuo del sueño a la vigilia a través de la Hilary Whitehall Putnam nació el 31 de julio de 1926 en la ciudad de Chicago
razón, como si la filosofía misma fuese un y vivió hasta los ocho años en París. Se dedicó al estudio de las matemáti-
esfuerzo por despertar al sujeto. A partir de cas y la filosofía en la Universidad de Pennsylvania, donde se licenció.
Posteriormente, en la Universidad de California, obtuvo su doctorado
esto, sugerimos que el docente y sus alum- (1951). Su tesis doctoral, dirigida por Hans Reichenbach, indaga sobre el
nos se pregunten y dialoguen acerca de por problema de la inducción y la probabilidad. Como docente e investigador,
qué repetidas veces en nuestra existencia Putnam dedicó sus primeros años de estudio a la lógica, ocupando la cáte-
dra Walter Beverly Pearson de Matemática Moderna y Lógica Matemática
cotidiana preferimos la “realidad” del en Harvard en 1976. Asimismo, ejerció en universidades de la talla de
sueño a la vigilia, como se ve explícitamen- Princeton y en el renombrado MIT donde también enseña Noam Chomsky.
te en el caso de Cifra (el traidor) en Matrix I. Putnam suele ser llamado el padre del funcionalismo, esto es, quien fundó
la teoría que sostiene la existencia de una analogía funcional entre los esta-
3. En la primera sección de la tercera conside- dos de la mente y los estados computacionales. Sin embargo, él mismo la
ración tratamos sobre el problema de lo real abandonó para convertirse en un fuerte crítico de esta teoría. En un discur-
o realidad. Queremos proponer aquí al so pronunciado en 1976, llamado El realismo y la razón, se aleja definitiva-
mente de las posiciones cientificistas y acuña la expresión “realismo inter-
docente que comparta con sus estudiantes no”, que permitiría una escapatoria al problema relativista en el cual suele
este fragmento del ensayo “Cerebros en una caer lo que se entiende por realismo científico.
cubeta” (ingl. brain-in-a-vat) del filósofo La obra que lo lleva a un reconocimiento mayor, en su polémica con el filó-
sofo estadounidense Richard Rorty, es Razón, verdad e historia (1981), la
norteamericano Hilary Putnam. El texto pro- cual se manifiesta como una crítica de envergadura tanto al realismo cientí-
pone una hipótesis según la cual podríamos fico como al realismo metafísico. Gran parte de su último pensamiento se
considerar que la humanidad no es otra encuentra reunido en dos volúmenes de ensayos titulados Realismo de ros-
tro humano (1990) y Las palabras y la vida (1994). Una de sus últimas obras
cosa que cerebros en cubetas conectados es Ethics Without Ontology (2004), publicada por la Universidad de Harvard.
por un diabólico científico a una computado-
ra. Tras la lectura compartida del texto,
podrán llevar adelante las siguientes actividades: el caso del prisionero de la caverna platónica, a obser-
a. Establecer un diálogo con los estudiantes en el que se var, tan sólo por detrás de una tapia?
pongan de manifiesto los puntos de contacto entre
Matrix I y este texto de Hilary Putnam. EL CASO DE LOS CEREBROS EN UNA CUBETA
b. Trabajar a partir de la pregunta que realiza el autor: “Si He aquí una posibilidad de ciencia ficción discutida por los
fuéramos cerebros en una cubeta, ¿podríamos decir o filósofos: imaginemos que un ser humano (el lector
pensar que lo somos?” puede imaginar que es él quien sufre el percance) ha
c. Pedir la producción de un texto breve, de más de una sido sometido a una operación por un diabólico científi-
página, en el que los estudiantes releven situaciones de co. El cerebro de tal persona (su cerebro, querido lector)
su vida cotidiana, por ejemplo, su experiencia diaria en ha sido extraído del cuerpo y colocado en una cubeta de
un cíber, que puedan vincularse con el ensayo de Putnam. nutrientes que lo mantienen vivo. Las terminaciones
d. Dialogar en torno de la pregunta: ¿es posible tener nerviosas han sido conectadas a una computadora
conciencia de nuestra propia existencia y realidad o supercientífica que provoca en esa persona la ilusión de
bien estamos condicionados a ver, tal como sucedía en que todo es perfectamente normal. Parece haber gente,

56 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 57

objetos, cielo, etcétera; pero en realidad todo lo que la supuesto, el diabólico científico tendría que estar
persona (usted) está experimentando es resultado de fuera –¿o querría estarlo?–. Quizá no exista ningún dia-
impulsos electrónicos que se desplazan desde la com- bólico científico, quizá (aunque esto es absurdo) el
putadora hasta las terminaciones nerviosas. La compu- mundo consista en una maquinaria automática que
tadora es tan ingeniosa que si la persona intenta alzar está al cuidado de una cubeta repleta de cerebros y
su mano, el “feedback” que procede de la computadora sistemas nerviosos.
le provocará que “vea” y “sienta” que su mano está Supongamos esta vez que la maquinaria automática está
alzándose. Por otra parte, mediante una simple modifi- programada para ofrecernos a todos una alucinación
cación del programa, el diabólico científico puede pro- colectiva, en lugar de unas cuantas alucinaciones sepa-
vocar que la víctima “experimente” (o alucine) cualquier radas y sin relación. De forma que cuando me parece
situación o entorno que él desee. También puede borrar estar hablando con usted, a usted le parece estar oyen-
la memoria de funcionamiento del cerebro, de modo do palabras. Mis palabras no llegan realmente a sus
que la víctima crea que siempre ha estado en ese entor- oídos, por supuesto –porque usted no tiene oídos (rea-
no. La víctima puede creer incluso que está sentada, les), ni yo tengo boca o lengua reales–. Pero cuando
leyendo estas mismas palabras acerca de la suposición, emito mis palabras, lo que ocurre en realidad es que los
divertida aunque bastante absurda, de que hay un dia- impulsos aferentes se desplazan desde mi cerebro
bólico científico que extrae cerebros de los cuerpos y los hasta el ordenador, el cual a su vez provoca que yo
coloca en una cubeta de nutrientes que los mantiene “oiga” mi propia voz profiriendo esas palabras y “sien-
vivos. Las terminaciones nerviosas se suponen conecta- ta” el movimiento de mi lengua, y que usted “oiga” mis
das a una computadora supercientífica que provoca en palabras, y me “vea” hablando, etcétera. En este caso,
la persona ilusiones de… nos comunicamos realmente, hasta cierto punto. Yo no
Cuando se menciona esta especie de posibilidad en una estoy equivocado con respecto a su existencia real
clase de teoría del conocimiento, el propósito no es (sólo lo estoy con respecto a la existencia de su cuerpo
otro que suscitar de un modo modesto el clásico pro- y del “mundo externo”, aparte de los cerebros). En cier-
blema del escepticismo con respecto al mundo exter- ta medida, tampoco importa que “el mundo entero” sea
no. (¿Cómo podría usted saber que no se halla en esa una alucinación colectiva; después de todo, cuando me
situación?) Pero esta situación es también un útil dirijo a usted, usted oye realmente mis palabras, si
recurso para suscitar cuestiones en torno de la rela- bien el mecanismo no es el que suponemos. (Si fuéra-
ción mente-mundo. mos dos amantes haciendo el amor y no dos personas
En lugar de imaginar un solo cerebro en una cubeta, manteniendo una conversación, la insinuación de que
podemos imaginar que los seres humanos (quizá únicamente somos dos cerebros en una cubeta podría
todos los seres sintientes) son cerebros en una cubeta ser molesta, desde luego.)
(o sistemas nerviosos en una cubeta, en el caso de Deseo formular ahora una pregunta que parecerá obvia y
algunos seres que sólo poseen un sistema nervioso bastante estúpida (al menos a algunos, incluyendo a
mínimo, pero que ya cuentan como sintientes). Por algunos filósofos sumamente sofisticados), pero que

Destino, azar y necesidad | 57


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 58

tal vez nos sumerja con cierta rapidez en auténticas en la comprensión de la necesidad o del destino que le
profundidades filosóficas. Supongamos que toda esta había sido asignado. Aquella concepción de libertad,
historia fuera realmente verdadera. Si fuéramos cere- tan emparentada con la de Morfeo y Neo en Matrix I,
bros en una cubeta, ¿podríamos decir o pensar que lo fue relatada por Platón en la Apología de Sócrates.
somos?19 Aquí proponemos el vínculo entre aquel diálogo de
Platón y el texto Mi apología, del director de cine,
4. También en relación con el problema de lo real o reali- escritor y músico Woody Allen:
dad y lo aparente, sugerimos las siguientes actividades:
(El verdugo llega con una copa de cicuta. Su rostro se
a. Dialogar con los estudiantes sobre las distintas acep- parece mucho al del cómico irlandés Spike Milligan.)
ciones de las palabras “real” y “realidad” que apare- Verdugo: Ah… ya estamos aquí. ¿Quién se ha de beber el
cen en el uso corriente de la lengua. Que cada uno de veneno?
los estudiantes exprese a partir de ello qué es lo que Agatón: (Señalando hacia mí) Éste.
entiende por “real” y “realidad”. Allen: Caramba, qué copa tan grande. ¿No suelta dema-
b. Seleccionar una noticia cualquiera y relevarla a través siado humo?
de la mayor cantidad de artículos periodísticos prove- Verdugo: El normal. Hay que bebérsela toda, porque la
nientes de diarios y/o revistas. Una vez reunido todo el mayoría de las veces el veneno está en el fondo.
material, invitamos a que el docente presente las dis- Allen: (Por regla general aquí mi comportamiento difiere
tintas versiones del acontecimiento, para mostrar la completamente del de Sócrates y me han advertido ya
pluralidad de versiones y, con ello, de realidades posi- que suelo gritar en sueños.) ¡No… no beberé! ¡No quie-
bles, en torno de un mismo disparador. ro morir! ¡Socorro! ¡No! ¡Por favor!
c. Sugerimos al docente que comparta con sus alumnos (El verdugo me tiende el burbujeante brebaje entre mis
la película Inteligencia artificial de Spielberg, para abyectas súplicas y todo parece perdido. Entonces el
establecer la relación con Matrix I. Proponemos, enton- sueño siempre toma un nuevo sesgo, a causa de algún
ces, vincular las distintas visiones que cada película innato instinto de supervivencia, y aparece un mensa-
tiene sobre lo real o la realidad. Por otro lado, discutir jero.)
sobre cuál de las versiones está más emparentada con Mensajero: ¡Quietos todos! ¡El Senado ha vuelto a votar!
la visión que los propios alumnos sostienen. Quedan retiradas las acusaciones contra ti. Tu valía ha
d. Que los alumnos propongan por escrito cuáles son los sido finalmente reconocida y está decidido que se te
límites que para ellos separan la realidad de la apa- debe rendir un homenaje.
riencia. Allen: ¡Por fin! Por fin! ¡Han vuelto a la razón! ¡Soy un
5. La cuarta consideración del capítulo trató la relación hombre libre! ¡Libre! ¡Y me van a homenajear! De prisa,
entre libertad y necesidad en Matrix a la luz de la figu- Agatón y Simmias, preparadme las maletas. Tengo que
ra de Sócrates, cuya libertad residía paradójicamente irme. Praxíteles querrá comenzar mi busto cuanto

19 Hilary Putnam, “Cerebros en una cubeta”, en Razón, verdad e historia, Tecnos, Madrid, pp. 19-20.

58 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 59

antes. Pero antes de partir, os brindo una pequeña Agatón: Y cuando intenta contárselo a los demás, no le
parábola. creen.
Simmias: Vaya, esto sí que ha sido volver casaca. Allen: Pues no. No se lo cuenta a los otros.
¿Tendrán idea de lo que se traen entre manos? Agatón: ¿Ah, no?
Allen: Un grupo de hombres habita en una oscura caver- Allen: No, pone una carnicería, se casa con una bailarina y se
na. No saben que afuera brilla el sol. La única luz que muere de hemorragia cerebral a los cuarenta y dos años.
conocen es el titubeante temblor de las velas que lle- (Me agarran todos y me obligan a ingerir la cicuta. Por
van para desplazarse. regla general aquí me despierto bañado en sudor y sólo
Agatón: ¿Y de dónde han sacado las velas? una ración de huevos revueltos y salmón ahumado con-
Allen: Bueno, digamos que las tienen y basta. sigue tranquilizarme.)20
Agatón: ¿Habitan en una caverna y tienen velas? Suena a
falso. A partir de la lectura completa de la Apología de Sócrates
Allen: ¿No podéis aceptar mi palabra? de Platón, seguida de Mi apología de Allen, el docente
Agatón: Está bien, está bien, pero vayamos al grano. puede sugerir la formación de grupos de trabajo para
Allen: Un buen día, uno de los moradores de la caverna analizar las posibles relaciones entre ambos textos,
sale y ve el mundo exterior. poniendo de relieve los puntos en común y las distan-
Simmias: En toda su claridad. cias entre uno y otro. A modo de ejemplo: la manera en
Allen: Justamente. En toda su claridad. que Sócrates y Allen enfrentan su destino.

20 Woody Allen, “Mi apología”, en Perfiles, Tusquets, Barcelona, 1980, pp. 48-50

Destino, azar y necesidad | 59


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 60

Bibliografía sugerida

Introducción siguientes textos: Heidegger, ¿Qué es eso


de la filosofía?, en revista Sur, Buenos
Respecto de distintos abordajes de Matrix, Aires, 1960; Deleuze, G. - Guattari, F.,
sugerimos primeramente dos libros que ¿Qué es la filosofía?, Anagrama,
compilan ensayos sobre visiones filosófi- Barcelona, 1994.
cas del filme: Irwin, W. (ed.), The Matrix
and Philosophy. Welcome to the desert of the Tercera consideración: el sueño y la
real, Open Court, Illinois, 2002; Yeffeth, vigilia (lo aparente y lo real)
G. (ed.), Taking the red pill. Science, Bienvenidos al desierto de lo real:
Philosophy and Religion in The Matrix, sobre lo aparente y lo real
Benbella Books, Dallas, 2003. También es
recomendable el libro escrito por Tanto sobre el problema de lo real, como
Concepción Pérez García, Matrix. Cine y sobre el del sueño y la vigilia en lo que
filosofía, Madú Ediciones, Asturias, se entiende como Antigüedad clásica,
España, 2005. Por otro lado, en el pack recomendamos acudir a Colli, G., El
The Ultimate Matrix Collection, a la venta nacimiento de la filosofía, Tusquets,
desde el 14 de diciembre de 2004, se ofre- Barcelona, 1994, y Armstrong, A. H.,
ce un DVD llamado Las fuentes de Matrix Introducción a la filosofía antigua, ed.
que incluye un documental titulado EUDEBA, Buenos Aires, 1966.
Regreso a la fuente: la filosofía en Matrix. Para una introducción al problema del
sueño y lo real en el pensamiento de
Primera consideración: pensar lo Descartes y la Modernidad, se reco-
impensado mienda la lectura de Cottingghan, J.,
Descartes, UNAM, México, 1995, y
Sobre los orígenes de la filosofía, se reco-
Cassirer, E., El problema del conoci-
mienda acudir a Colli, G., “La señora
del laberinto”, en El nacimiento de la miento científico, FCE, México, 1993.
filosofía, Tusquets, Barcelona, 1994, p.
24, y Châtelet, F., Una historia de la Cuarta consideración: libertad y nece-
razón. Conversaciones con Emile Noël, sidad
Nueva Visión, Buenos Aires, 1993.
Acerca del problema de la libertad y la
Segunda consideración: ¿qué es una necesidad en la Antigüedad, se sugiere
pregunta? Eggers Lan, C., Libertad y compulsión
Sobre la pregunta acerca de qué es la en la Antigua Grecia, EUDEBA, Buenos
filosofía Aires, 1997. Para el caso socrático,
Mondolfo, R., Sócrates, EUDEBA,
En cuanto a algunos aspectos sobre la pre- Buenos Aires, 1988, y Guardini, R., La
gunta en filosofía y sobre la pregunta muerte de Sócrates, Emecé, Buenos
misma por la filosofía, sugerimos los Aires, 1997.

60 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia1.qxd 12/12/07 11:30 PM Página 61

Bibliografía

Primera consideración: pensar lo Bienvenidos al desierto de lo real:


impensado sobre lo aparente y lo real

HEGEL, G. F., Fundamentos de la filosofía del BORGES, J. L., “De la alegoría en las
derecho, Siglo XXI, Buenos Aires, 1987. novelas”, en Otras inquisiciones,
Obras completas, II, Emecé, Buenos
El no saber como principio del saber: Aires, 1989.
los orígenes de la filosofía EGGERS LAN, C., El sol, la línea y la caver-
na, Colihue, Buenos Aires, 2000.
ARISTÓTELES, Metafísica, Gredos, Madrid, NIETZSCHE, F., El nacimiento de la trage-
1992. dia, Alianza, Madrid, 1973.
ARTAUD, A., El cine, Alianza, Madrid,
1992. Cuarta consideración: libertad y nece-
DELEUZE, G., La imagen-tiempo, Paidós, sidad
Buenos Aires, 2005.
JASPERS, K., La filosofía, FCE, México, P LATÓN , Apología de Sócrates, trad.
1973. E GGERS L AN , EUDEBA, Buenos
Aires, 1993.
Tercera consideración: el sueño y la PLATÓN, Critón, trad. Eggers Lan, EUDE-
vigilia (lo aparente y lo real) BA, Buenos Aires, 1989.

DESCARTES, R., Meditaciones metafísicas, en Actividades


Obras escogidas, Sudamericana, Buenos
Aires, 1967. ALLEN, W., Perfiles, Tusquets, Barcelona,
EGGERS LAN, C., Los presocráticos, Gredos, 1980.
Madrid, 1986. CARROLL, L., Alicia en el país de las maravi-
MONTAIGNE, M., Ensayos, Sudamericana, llas, Altaya, Barcelona, 1995.
Buenos Aires, 1984. PUTNAM, H., “Cerebros en una cubeta”, en
PLATÓN, Fedón, Planeta DeAgostini, Razón, verdad e historia, Tecnos,
Madrid, 1999. Madrid.

Destino, azar y necesidad | 61


C A P Í T U L O 2
Corre Lola, corre

“No cesaremos de explorar… Berlín). Incluso las “tres vidas” de Lola podrí-
y el final de toda nuestra exploración será llegar al an estar haciendo alusión a las típicas “tres
punto de partida…
reconocer el lugar por primera vez.” vidas” otorgadas en los video-juegos.
De hecho, el director Tom Tykwer
T. S. ELIOT –quien también dirigió Winter sleepers
(Soñadores) y La vida en obras– pertenece de
“Después del juego es antes del juego.”
alguna manera a una corriente de jóvenes
S. HERBERGER realizadores alemanes a los que se les suele
Introducción criticar el hecho de poner demasiado hinca-
pié en los procedimientos de la película y no
En Corre Lola, corre (Lola Rennt), estre- profundizar las problemáticas que transcu-
nada en 1998, una joven punk berlinesa rren por detrás de ellos.
debe reunir una enorme cantidad de dine- De todas maneras, Corre Lola, corre no se
ro en veinte minutos para salvar a su novio estanca solamente en el mero planteamiento
de ser asesinado por traficantes. Es por eso de un desfile de ágiles imágenes deslizándo-
que Lola corre. se por la pantalla, al ritmo de música electró-
En esta película –del director alemán Tom nica compuesta en parte por el mismo direc-
Tykwer–, se ven claramente los distintos íco- tor. En ella también se ponen de relieve una
nos y tópicos de una cultura joven nutrida en serie de problemas tales como la cuestión de
la década de los ’80 y consumada en la déca- la temporalidad y sus posibles abordajes, el
da posterior. Es que la misma imagen –casi azar y la virtud, la necesidad y la posibilidad
imperativa– de permanente movimiento, de que la voluntad se imponga sobre el des-
subordinado al ritmo incesante de la música tino. Y no es precisamente –al igual que en
electrónica, la fragmentación de imágenes y Matrix– que esta clase de temáticas no hayan
los cuadros detenidos, las transformaciones sido asiduamente tratadas con anterioridad
de la protagonista en un dibujo animado, son en otras películas o libros, ya sea en la litera-
claros ejemplos de una cultura joven influen- tura argentina (Borges o incluso Cortázar), Película Corre Lola,
ciada por los tiempos del video-clip. Esto es, ya sea en el cine europeo más clásico, como corre (1998) de Tom
por ejemplo en Suerte ciega o La doble vida Tykwer
por la cultura pop, o más precisamente por la
llamada “cultura MTV”. Es más, al comien- de Verónica del director polaco Krzysztof
zo mismo de la película, los actores son pre- (1941-1996). Digamos que esta vez esos
sentados como si fueran criminales, sugirien- tópicos tienen la particularidad de ser pre-
do la admiración propiamente adolescente sentados bajo la novedad de los tiempos
por lo mediáticamente contestatario. De actuales y con el claro objetivo de apuntar a
igual manera, las escenas que refieren al pasa- un público adolescente formado bajo el
do son presentadas en blanco y negro, mien- imperioso mundo de la televisión. La fuerza
tras que los tiempos presentes de la película se de los problemas filosóficos se concentra más
retratan con fuertes colores (el rojo de los en la imagen que en el guión, contrariamen-
cabellos de Lola que contrastan con una gris te a lo que sucede con Matrix, por ejemplo.

Destino, azar y necesidad | 63


Primera consideración:
el animal que pregunta
Tenemos, quienes vivimos,
una vida que es vivida
El hombre… probablemente la más
y otra vida que es pensada, misteriosa de las especies de nuestro plane-
y la única en que existimos ta. Un misterio de preguntas sin respuesta.
es la que está dividida
entre la cierta y la errada.
¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos?
¿Adónde vamos? ¿Cómo sabemos lo que
Mas a cuál de verdadera creemos que sabemos? ¿Por qué creemos lo
o errada el nombre conviene
nadie lo sabrá explicar;
que creemos?
y vivimos de manera Innumerables preguntas en busca de
que la vida que uno tiene una respuesta… una respuesta que dará
es la que él se ha de pensar.
lugar a una nueva pregunta… y la próxima
FERNANDO PESSOA respuesta dará lugar a la próxima pregunta
Tengo tanto sentimiento… y así sucesivamente. Pero, al final, ¿no es
siempre la misma pregunta? ¿Y siempre la
Para acompañar la reflexión que llevare- misma respuesta? El balón es redondo. El
mos adelante en esta primera considera- partido dura 90 minutos. Eso es un hecho.
ción, les pedimos a los lectores que tengan Todo lo demás es pura teoría.
presente la sección “¿Qué es una pregun-
ta?” del capítulo anterior dedicado a Lo primero que descubren estas pala-
Matrix. Si bien la meditación que sigue no bras es que estamos habitados por pregun-
se desprende de ella, encuentra allí ele- tas. Siempre irrumpen preguntas, y a veces,
mentos que aus- respuestas también bajo la forma de pre-
pician una visión guntas. Entre ellas, la pregunta por quiénes
más amplia y somos, esto es, qué es el hombre. El esfuer-
compleja del zo en relación con esta cuestión radica en
tema. Con tal dar precisamente con la diferencia, llamada
finalidad nos ser- en filosofía diferencia específica, que distin-
vimos de un frag- ga al hombre del resto de las cosas. Si el
mento del guión hombre no es una cosa entre las cosas, qué
de Corre Lola, es entonces. La historia del pensamiento
corre. Se trata de en torno de esta pregunta es la historia de
las primeras pala- un continuo y muy fecundo descuerdo. El
bras del filme, lector, en este punto, podrá valorar crítica-
pronunciadas por mente qué sucedería si tuviésemos una
una voz en off. única respuesta, conclusiva y definitiva,

Destino, azar y necesidad | 65


para señalar qué cosa sea el hombre.21 La embargo, deberíamos advertir que emiten
pluralidad abierta de respuestas a la pre- un chillido similar a la risa, pero que de nin-
gunta es la que nos permite seguir pensan- gún modo es una risa propiamente dicha.
do en torno de ella. Y no sólo Ésta implica una reacción de
eso, sino también ganar una tipo intelectual o racional.
cierta humildad en cuanto al Por más espontánea que
alcance de nuestras afirma- parezca, siempre compromete
ciones. un componente racional.
Hay tantas definiciones de Cuando alguien nos cuenta
qué sea el hombre como pen- un chiste, por ejemplo, nos
sadores que han reflexionado reímos a partir de su com-
críticamente sobre la pregun- prensión. Si no, serios, deci-
ta. Entre ellas, el hombre ha mos sencillamente: “No lo
sido definido como el animal entendí”.
que conoce (lat. homo El problema es dónde
sapiens), como un ser racional Imagen de estudios del dice eso Aristóteles. Umberto
(lat. homo rationalis), como cuerpo humano Eco tejió una maravillosa
un animal social (lat. homo fantasía en su novela filosófica
sociales), como un animal que hace o fabri- El nombre de la rosa en torno de un texto
ca cosas (lat. homo faber), como un animal de Aristóteles sobre la risa: el presunto
que tiene la capacidad de representar e libro perdido de la Poética que dedicaba al
imaginar cosas (lat. homo pictor) o como género cómico.
un animal que posee la capacidad de arti- A diferencia de la tragedia, que repre-
cular un lenguaje, la posibilidad de hablar sentaría a los hombres mejores de lo que
y de escribir (lat. homo loquax). son, la comedia los representaría como
Pero hay una definición en la que me son. Y al ver a los hombres tales como son,
gustaría detenerme un momento por su sin- eso no puede provocar sino risa.
gularidad. Es la definición que da Pero en alguna otra parte Aristóteles ha
Aristóteles del hombre como el animal que afirmado su famosa frase: “La risa es lo
se ríe (lat. homo ridens). Desde el punto de propio del hombre”. Es interesante ver ese
vista de esta definición la risa es lo propio concepto. ¿Dónde lo dice Aristóteles? En
del hombre. Y el lector en este punto podría un libro dedicado a la fisiología y anatomía
preguntarse, ¿acaso las hienas no se ríen? Sin animal. Lo dice en su tratado de zoología.

21 Cabe aclarar que la pregunta se encuentra en modo subjuntivo. El motivo del uso de ese tiempo verbal es
que estamos preguntando no sobre el orden de lo real, sino precisamente sobre lo subjuntivo.

66 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Aristóteles está describiendo el movi- reído o no, porque habría asumido la
miento del diafragma, este músculo que humanidad en toda su plenitud. Entonces,
tiene su mayor desarrollo en el hombre, y ¿cómo es posible que la risa –que de cierta
que él vincula con la posibilidad material, manera está asociada al cuerpo y también
física, de que el hombre se ría. El hombre al engaño y al fraude– sea la marca del
tiene un instrumento material que le per- hombre por antonomasia? Eso genera
mite reír, cosa que no tendrían los anima- enormes discusiones, debates, y por lo
les. Aristóteles llega a esta cuestión pregun- general se rechaza la posibilidad de que
tándose por qué las cosquillas hacen reír. Si Cristo anduviera por allí riendo. Así, se
las cosquillas hacen reír, ¿por qué si a un decía que en todo caso reía moderadamen-
animal se le hacen cosquillas no se ríe? Pues te, templadamente, pero nunca a carcaja-
pareciera haber como una cierta singulari- das ni mostrando la garganta. Por otro
dad en el diafragma del hombre, que es el lado, dentro del ideario cristiano está siem-
transmisor de esa sensación especial del pre la idea de que la risa es una de las mar-
cosquilleo a la que llamamos risa. Dice cas del diablo. Siempre se lo representa
Aristóteles que cuando a un hombre se le riendo, burlándose, engañando.
hacen cosquillas en las axilas, ese movi- En el caso de Corre Lola, corre aparece
miento se transmite al diafragma y lo una interesante definición de hombre que
calienta, y ese aumento de la temperatura lo señala como “un misterio de preguntas
ocasiona una risa independiente de la sin respuestas”. ¿Qué define al hombre,
voluntad. Pero acá Aristóteles se desliza según esto? Ser el animal que formula pre-
hacia una antropología filosófica y dice: guntas. Nuestra humanidad se expresa en
la enunciación de preguntas. Preguntas
El que sólo el hombre se vea afectado por que tienen como respuesta nuevas pregun-
las cosquillas se debe primeramente a la tas. El hombre es así el animal que pregun-
delicadeza de su piel y, segundo, al hecho de ta y responde preguntando. Pero si las res-
que el hombre es el único animal que ríe.22 puestas son nuevas preguntas, como lo
sugiere el guión, ¿no hay en el ámbito de lo
Por supuesto que esta concepción del humano respuesta final, solución final?
hombre como el animal que ríe ha sido ¿No hay clausura de la pregunta?
ampliamente cuestionada durante lo que Como lo señalábamos en el capítulo
damos en llamar Edad Media, porque apa- dedicado a Matrix, las preguntas irrumpen
rece precisamente el problema de la risa de en el ámbito del pensamiento como modos
Cristo. El problema es si Cristo habría de sistematizar, ordenar, organizar malesta-

22 Aristóteles, De los animales, III, 10, 673a, Gredos, Madrid, 2000.

Destino, azar y necesidad | 67


res, pre-ocupaciones. Así, Corre Lola, corre señala una fuerte contraposición entre el
comparte con Matrix la reflexión en torno orden y sentido de nuestras formulaciones
de las preguntas. Preguntas que abren a teóricas y las acciones mismas que se dan
nuevas preguntas, y con ellas a nuevos pro- en el ámbito de la vida práctica, de la vida
blemas. Podemos recordar en este punto el activa, tal como lo dice la voz: “Pero, al
breve diálogo en el desayuno entre Mouse final, ¿no es siempre la misma pregunta? ¿Y
y Switch: “Mouse: ¿Sabes a lo que realmen- siempre la misma respuesta? El balón es
te me recuerda? Al Trigo Rico. ¿Alguna vez redondo. El partido dura 90 minutos. Eso
llegaste a probarlo? / Switch: No, pero téc- es un hecho. Todo lo demás es pura teoría”.
nicamente tú tampoco. / Mouse: Y a eso
me refiero. Exactamente. Porque si te pre- Los problemas en filosofía
guntas cómo sabrán las máquinas a qué
sabía en realidad el Trigo Rico… Quizás se Las últimas palabras de la sección ante-
equivocaran, yo creo que el sabor del Trigo rior nos conducen sin duda hacia una cues-
Rico era en realidad el sabor de la avena o tión no menor en el ámbito de la filosofía,
quizás del atún. Eso hace que te plantees a saber: ¿qué es un problema para la filoso-
cosas. Piensa en el pollo, por ejemplo. A lo fía y cuál es, en definitiva, la relación que
mejor no supieron concretar qué sabor se establece entre la teoría y la práctica,
tenía el pollo y por eso hay tantas cosas que entre la acción y la reflexión?
saben a pollo”. Corramos con lo primero. Cuando el
Sin embargo, el tratamiento de la pre- poeta romano Catulo de Verona (87-54 a.
gunta que encontramos en una y en otra C) culmina su libro de poemas –en el que
película es diferente. En el caso de Matrix narra en verso su historia de amor con la
–y el lector recordará esto– las preguntas romana Lesbia– decide dedicárselo a su
que se formulaban eran siempre decisivas: amigo, el historiador Cornelio Nepote. Y
¿qué es la realidad?, ¿qué es el destino?, le dice algo así como: aquí te envío este
¿qué es la libertad? Si bien el guión de libro recién terminado, el cual ha sido puli-
Corre Lola, corre comienza refiriéndose a do con la seca y árida pómez. La imagen es
este animal que pregunta sobre qué sea él válida para la filosofía, que puede ser pen-
mismo, qué sea aquello en lo que cree, sada de esta manera. Con aquella piedra
etcétera, irrumpe hacia el final una fuerte seca y árida nos abocamos de modo plural
crítica a esas preguntas filosóficas. Como si a pulir problemas, pues ellos son también
toda la especulación teórica que se lleva protuberancias irregulares sobre las que
adelante en aquellas preguntas se resolviera trabajamos no para disolverlas como tales
inmediatamente en el orden de la vida sino tan sólo para comprenderlas. La pala-
práctica, de las acciones mismas, lo que bra misma “problema” (gr. problema) está

68 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


conformada por el prefijo “pro-”, que, La escuela cínica fue fundada por Antístenes en el siglo IV a. C. y perte-
como en las palabras “proyecto”, “progre- nece a las llamadas “escuelas socráticas menores”. Sin embargo, se
so”, “promesa”, señala algo que está por pueden distinguir dos etapas en esta corriente de pensamiento: la pri-
mera se desarrolló en Grecia durante los siglos IV y III a. C., y la segunda,
delante, puntualmente en su caso una difi- en Roma, Alejandría y Constantinopla durante los primeros siglos de
cultad que nos sale al encuentro. Nuestro nuestra era.
esfuerzo no es tanto superarlos o bien Sus integrantes se reunían en el gimnasio Cinosargo (Perro Blanco), por
lo que se los llamó “Perros”, apodo despectivo que también se justifica-
negar esa circunstancia, sino más bien asu- ba en la vida errante y el desprecio por los bienes materiales que practi-
mir su carácter problemático. Si un proble- caban.
ma en el ámbito del pensamiento tiene una Uno de los puntos notables es que la teoría cínica proviene de su misma
práctica y se fundamenta en la exigencia de una libertad radical. Por esto
resolución que se presenta como conclusi- mismo, otra característica del cínico es su “desvergüenza”.
va, entonces con ella pierde su fuerza como Proclamando la autarquía, esto es, la autosuficiencia, el cínico acostum-
un cuerpo cargado de síntomas y malesta- bra a cuidar de sí mismo, sin criados, siguiendo dietas sencillas y usan-
do tan sólo un manto y un bastón.
res sobre los que se vuelve necesario Con el paso del tiempo, el comportamiento y la vida provocativa de los
rumiar. Pero si, por el contrario, resiste primeros cínicos fueron dando paso a escándalos verbales y escritos.
como problema, entonces perdura al Respecto de su origen, hay una línea de investigadores que afirman que
Antístenes no fue el fundador de la escuela y que la relación Antístenes-
menos como una cosa sobre la cual es nece- Diógenes fue un invento posterior para mostrar una falsa descendencia
sario reflexionar. Si hay problema, hay per- socrática. Según estos autores, el fundador de la escuela cínica habría
plejidad, y si hay perplejidad, hay pensa- sido Crates, quien tomó como modelo a Diógenes.
miento. ¿Pero de qué modo alcanzaremos
una cierta sensibilidad sobre los problemas
si no los comprendemos a partir de nuestra que no está afectado o atravesado por nin-
propia vivencia? ¿Cómo pensar críticamen- gún tipo de experiencia sensible o concre-
te sobre algo que nos es completamente ta. La pregunta es, entonces: ¿podemos
ajeno? Si el problema no se hace nuestro, asumir como problema en filosofía algo de
debemos asumir nuestro rotundo fracaso lo que no tenemos experiencia? Si no
para discurrir sobre él. No podemos abra- somos afectados, sensibilizados, impacta-
zar el problema si no es nuestro, si de cier- dos por algo, ¿podemos asumirlo como
ta manera él no nos abraza a nosotros. problema para nosotros? Por ejemplo, ¿es
Creemos que esto queda muy en claro a para nosotros un problema la finitud o
partir de las últimas palabras del fragmen- infinitud del universo? ¿Es un problema
to: “Todo lo demás es pura teoría”. En este para nosotros la existencia o inexistencia de
punto, le sugerimos al lector tener presen- los ángeles? ¿Es para nosotros problemática
te el sentido que el filósofo alemán la mortalidad o inmortalidad del alma?
Immanuel Kant le dio al término “puro” Insisto, si no tenemos experiencia sensible
(al. rein). Para él, es aquello que se da con o concreta de todo ello, ¿son problemas
independencia de la experiencia, aquello para nosotros?

Destino, azar y necesidad | 69


Por supuesto, en este punto tampoco se lento, sino en un continuo movimiento,
trata de seguir el camino de los cínicos. como el incesante movimiento de la exis-
Ellos sostenían que los problemas en el tencia.
ámbito de la existencia humana se resuel- El pensador alemán Friedrich
ven olvidándolos como tales. Para ellos, un Nietzsche, en su autobiografía Ecce homo,
problema se disuelve cuando pierde su esto es, en la interpretación que hace de sí
carácter problemático. De hecho, en nues- mismo, escribe:
tro uso corriente del lenguaje repetidas
veces nos servimos de expresiones que nos Estar sentado el menor tiempo posible;
permitirían disolver problemas. Decimos, no prestar fe a ningún pensamiento que no
por ejemplo: “No hay problema”, “¿Cuál es haya nacido al aire libre y pudiendo noso-
el problema?” o bien “No veo ningún pro- tros movernos con libertad, –a ningún
blema”. A través de estas expresiones inten- pensamiento en el cual no celebren una
tamos disipar un campo problemático. fiesta también los músculos. Todos los pre-
Sin embargo, en nuestra existencia coti- juicios proceden de los intestinos. La carne
diana, en nuestra experiencia diaria, irrum- sedentaria –ya lo he dicho en otra ocasión–
pen permanentemente síntomas y malesta- es el auténtico pecado contra el espíritu
res que traen nuevamente los problemas santo.23
ante nosotros cuando, por ejemplo, quere-
mos olvidar o bien superar la ausencia de Y en relación con otro texto suyo que
un ser querido. Por más persistentes que pertenece al Crepúsculo de los ídolos, dice:
seamos en el esfuerzo, distintas situaciones “Sólo tienen valor los pensamientos cami-
traen y traerán la presencia de aquella nados.24
ausencia ante nosotros, resquebrajando el De las palabras de Nietzsche podemos
olvido con un nuevo y problemático desprender que los pensamientos provienen
recuerdo, porque los seres humanos no de la existencia, de la experiencia, del andar.
podemos olvidar los problemas que guar- Del mismo modo sucede con la escritura
dan relación con nuestras existencias. que intenta expresarlos. Así, podemos decir
Por eso, como en el caso de Lola, pen- que el estilo de escritura que despliega un
samos mientras corremos. Esto es, pensa- pensador se desprende también del estilo de
mos mientras nos movemos, pensamos su existencia, de su temperamento. El tem-
mientras vivimos. Sin vida no hay pensa- peramento de un pensador, su respiración,
miento. Y no se trata de pensar rápido o su andar, el tono de su voz, activan los

23 Friedrich Nietzsche, Ecce homo, Alianza, Madrid, 1996, p. 39.


24 Friedrich Nietzsche, El crepúsculo de los ídolos, Alianza, Madrid, 1993, p. 39.

70 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


mecanismos de la expresión escrita, no para 6.¡Cuidado con el período! Sólo tienen
que ésta resulte un simulacro o una sombra derecho a él aquellos que tienen la respira-
de la vida, sino para que encuentre en ella ción muy larga hablando. Para la mayor
su origen y fundamento. parte, el período es tan sólo una afección.
Algunos de los diez mandamientos de la 7.El estilo debe mostrar que uno cree
Escuela del estilo, un escrito que envió en sus pensamientos, no sólo que los pien-
Friedrich Nietzsche a Lou Andreas Salomé sa, sino que los siente.
bajo la forma epistolar en el semestre de su 8.Cuanto más abstracta es la verdad que
amistad, concentran aspectos de esta últi- se quiere enseñar, más importante es hacer
ma consideración. Este texto, que se gene- converger hacia ella todos los sentidos del
ró entre abril y octubre de 1882, ofrece los lector.
siguientes pasos: 9.El tacto del buen prosista en la elec-
ción de sus medios consiste en aproximar-
1.Lo que importa más es la vida: el esti- se a la poesía hasta rozarla, pero sin fran-
lo debe vivir. quear jamás el límite que la separa.
2.El estilo debe ser apropiado a tu per- 10.No es ni sensato ni hábil privar al
sona, en función de una persona determi- lector de sus refutaciones más fáciles, es
nada a la que quieres comunicar tu pensa- muy sensato y muy hábil, por el contrario,
miento (ley de la doble relación). dejarle el cuidado de formular él mismo la
3.Antes de tomar la pluma, hay que última palabra de nuestra sabiduría.25
saber exactamente cómo se expresaría de
viva voz lo que se tiene que decir. Escribir Desde esta perspectiva, un estilo de
debe ser sólo una imitación. escritura se desprende de un estilo de pen-
4.El escritor está lejos de poseer todos samiento, el cual a su vez surge de un esti-
los medios del orador. Debe, pues, inspirar- lo de vida, de una personalidad, de un
se en una forma discursiva muy expresiva. temperamento. Todo lo cual nos muestra
Su reflejo escrito parecerá de todos modos la prioridad de la vida, la necesidad del
mucho más apagado que su modelo. movimiento continuo, para que se ponga
5.La riqueza de la vida se traduce por la en movimiento la máquina del pensamien-
riqueza de los gestos. Hay que aprender a to filosófico. Tal como sucede en el caso de
considerar todo como un gesto: la longi- Lola, que, insistimos, piensa mientras
tud y la cesura de las frases, la puntuación, corre.
las respiraciones; también la elección de las Para finalizar esta primera considera-
palabras y la sucesión de los argumentos. ción en torno de los problemas en el ámbi-

25 Este texto fue extraído de Lou Andreas-Salomé, Nietzsche, Zero-Zyx, 2ª ed., Madrid, 1979, p. 234-235.

Destino, azar y necesidad | 71


HENRI BERGSON (1859-1941)…

… nació un 18 de octubre en París. De madre inglesa y padre exiliado


polaco de origen judío, cursó estudios en la famosa École Normale gunta que lleve a un problema verdadero en
Supérieure y en la Universidad de París. Fue docente en varias escuelas filosofía. ¿Por qué? Sencillamente porque
de 1881 hasta 1898, en que fue profesor en la École Normale Supérieure.
En 1900 fue catedrático de Filosofía Occidental en el Collège de France.
no se ofrece en la pregunta ninguna posibi-
Manifestó un gran interés por fenómenos parapsicológicos y fue miem- lidad, ningún camino, que pueda conducir
bro del Instituto General Psicológico de París y presidente de la British hacia una posible respuesta. Para Bergson,
Society for Psychical Research de Londres.
En el año 1914 fue miembro de la Academia Francesa. En 1921 dejó el
si no hay posibilidad de respuesta, el pro-
Collège de France y en 1927 recibió el Premio Nobel de Literatura. blema no tiene sentido, es tan sólo un pro-
Falleció un 4 de enero en su ciudad natal. blema mal planteado, y, por tanto, una
El pensamiento de Bergson impulsa hacia la acción y, por tanto, critica
el insípido ejercicio de la razón propio de los científicos y filósofos. En
pregunta mal formulada. Tal como lo
vez de las formas rígidas que imponen la razón a la imagen del mundo, advirtió Marx: “La humanidad sólo se
Bergson apuesta a la realidad del flujo vivaz de las experiencias. plantea los problemas que es capaz de
Rechaza además la teoría de la evolución, ya que su fuerte componente
racionalista no admite la irrupción de lo impensado.
resolver”. En este punto, la historia de las
Esta doctrina se expone en su obra La evolución creadora, sobre un tipo matemáticas se ha planteado en gran medi-
de evolución en que los cambios de la naturaleza son llevados a cabo da problemas a los que ha podido dar res-
por impulsos creadores, a la manera de un artista, lo cual se contrapone
a la lenta evolución cientifista presentada por Darwin.
puesta. Mientras que los problemas que no
Asimismo, para Bergson, la forma más elevada de instinto es la intui- han tenido solución en su ámbito han sido,
ción, suerte de actividad del espíritu capaz de proporcionar una verdad en su mayoría, abandonados como tales.
directamente a partir de la mirada sobre el mundo.
Algunas de sus obras más importantes son: Materia y memoria (1896),
El filósofo francés Gilles Deleuze, a
La evolución creadora (1907) y La intuición filosófica (1911). quien nos hemos referido en el Capítulo I
–y lo haremos en el siguiente–, dedicó una
de sus obras monográficas a la filosofía de
Bergson. La cita de ese texto que transcri-
to de la filosofía, podríamos hacer referen- bimos nos parece que aclara cuál ha sido la
cia a lo que el filósofo francés Henri posición de Bergson respecto de los proble-
Bergson llamó los verdaderos y los falsos mas en filosofía:
problemas. Desde su punto de vista, los
problemas heredados por una tradición o REGLA PRIMERA: Aplicar la prueba de lo
las grandes preguntas de la filosofía verdadero y de lo falso a los problemas mis-
muchas veces resultan falsos problemas. mos, denunciar los falsos problemas,
Por ejemplo, la pregunta acerca de por qué reconciliar verdad y creación en el nivel de
hay cosas y no más bien la nada, como la los problemas.
formuló el filósofo racionalista Leibniz En efecto, nos equivocamos cuando
(1646-1716) en su Discurso de metafísica y creemos que lo verdadero y lo falso se
la retomó Heidegger en su Introducción a refieren sólo a las soluciones, que sólo con
la metafísica, no constituye para él una pre- las soluciones comienzan. Es éste un pre-

72 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


juicio social (pues la sociedad y el lengua- invención consista en suscitar el proble-
je que transmite sus consignas nos “dan” ma, en crear los términos mediante los
los problemas ya hechos, como sacados de cuales se planteará. Planteamiento y solu-
las “carpetas administrativas de la ciu- ción del problema están aquí muy cerca
dad”, y nos obligan a resolverlos dejándo- de ser equivalentes: los verdaderos gran-
nos un estrecho margen de libertad). Es des problemas sólo son planteados cuan-
más, se trata de un prejuicio infantil y do son resueltos”.
escolar: quien “da” el problema es el No sólo le da la razón a Bergson toda
maestro, siendo la tarea del alumno des- la historia de las matemáticas. Podemos
cubrir su solución. Por esta razón nos también comparar la última frase del
hemos mantenido en una especie de escla- texto de Bergson con la fórmula de
vitud. La verdadera libertad reside en un Marx, válida para la práctica: “La huma-
poder de decisión, de constitución de los nidad sólo se plantea los problemas que
problemas mismos: este poder, “semidivi- es capaz de resolver”. En ninguno de los
no”, implica tanto la desaparición de los dos casos se trata de decir que los proble-
falsos problemas como el surgimiento cre- mas sean como la sombra de las solucio-
ador de los verdaderos: “La verdad es que, nes preexistentes (todo el contexto indi-
en filosofía e incluso en otros campos, se ca lo contrario). Tampoco se trata de
trata de encontrar el problema y, por con- decir que sólo cuenten los problemas.
siguiente, de plantearlo más aún que de Por el contrario, lo que cuenta es la solu-
resolverlo. Porque un problema especula- ción; pero el problema tiene siempre la
tivo es resuelto en cuanto está bien plan- solución que merece en función de la
teado. Entiendo por ello que su solución forma en que se plantea, de las condicio-
existe entonces inmediatamente, aunque nes bajo las que es determinado en cuan-
puede permanecer oculta y, por así decir- to problema, de los medios y de los tér-
lo, cubierta: sólo queda el descubrirla. minos de que se dispone para plantearlo.
Pero plantear el problema no es simple- En este sentido la historia de los hom-
mente descubrir, es inventar. El descubri- bres, tanto desde el punto de vista de la
miento atañe a lo que ya existe actual o teoría como de la práctica, es la historia
virtualmente: era, pues, seguro que tarde de la constitución de problemas.
o temprano tenía que llegar. La invención En ella hacen los hombres su propia
le da el ser a lo que no era y hubiera podi- historia, y la toma de conciencia de esta
do no llegar jamás. Ya en matemáticas, y actividad es como la conquista de la liber-
con mucha mayor razón en la metafísica, tad. (Es verdad que, según Bergson, la
lo más frecuente es que el esfuerzo de la noción del problema tiene sus raíces, más

Destino, azar y necesidad | 73


allá de la historia, en la vida misma o en mismo del problema, esto es, en la pregunta
el impulso vital: la vida se determina esen- misma expresa el problema. Podemos recor-
cialmente en el acto de superar unos obs- dar aquí las palabras de Trinity en Matrix:
táculos, de plantear y de resolver un pro- “Es la pregunta la que nos impulsa, Neo. Es
blema. La construcción del organismo es la pregunta la que te ha traído aquí. Conoces
a la vez planteamiento de problema y la pregunta, igual que yo. / Neo: ¿Qué es
solución). Matrix?/ Trinity: La respuesta la encontrarás
Pero, ¿cómo conciliar con una norma por ahí. Te está buscando. Y te encontrará
de lo verdadero este poder constituyente siempre que lo desees”.
que el problema encierra? Si, una vez En Corre Lola, corre se advierte el carácter
planteado el problema, definir lo verdade- ocioso de las preguntas más especulativas de
ro y lo falso en relación con las soluciones la filosofía, en tanto formulaciones que lle-
es relativamente fácil, parece mucho más van a problemas que nunca tendrán solu-
difícil decir en qué consiste lo verdadero y ción. Es lo que se llama pura teoría. Frente a
lo falso cuando los aplicamos al plantea- ese camino, en este contexto, inconducente,
miento mismo de los problemas. Muchos aparece la necesidad del apego a la experien-
filósofos a este respecto parecen caer en cia, al movimiento, al correr, al vivir, pues es
un círculo: conscientes de la necesidad de allí donde se originan las preguntas, y con
llevar la prueba de lo verdadero y de lo ellas los problemas. Sin embargo, quizá
falso más allá de las soluciones, se conten- debamos admitir que las respuestas a los pro-
tan con definir la verdad o la falsedad de blemas no los han disuelto como tales, de allí
un problema por su posibilidad o imposi- que sigamos preguntando y preguntando,
bilidad de recibir una solución. El gran corriendo y corriendo…
mérito de Bergson, por el contrario, está
en haber intentado una determinación
intrínseca de lo falso dentro de la expre-
sión “falso problema”.26

El mérito de Bergson, tal como lo advier-


te Deleuze, ha sido no buscar la verdad y fal-
sedad de un problema en la respuesta que
puede resolverlo, sino
Hombre desnudo moviendo una
en el planteamiento gran rueda del pintor Jean
François Millet

26 Gilles Deleuze, El bergsonismo, Cátedra, Madrid, 1987, pp. 11-13.

74 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Segunda consideración:
¿qué es el tiempo?
“El tiempo es el mejor autor: Escena de la película
siempre encuentra un final perfecto.” Corre Lola, corre
CHARLES CHAPLIN

A partir de la consideración anterior,


en la que intentamos proponer una valora-
ción de los problemas en filosofía –tanto
desde el punto de vista de su dependencia
de nuestra existencia concreta, como inmediatamente sigue la imagen de un
desde el punto de vista de su correcto o péndulo de reloj. El péndulo tiene la
incorrecto planteamiento–, podríamos forma de un espíritu que ríe de modo bur-
preguntarnos si la cuestión del tiempo es lón. Y, a su vez, el marco del reloj del que
realmente un problema filosófico para pende tiene la forma tallada de un dios
nosotros. ¿Tenemos respuesta para la pre- maligno, como si el tiempo mismo fuese
gunta de qué es el tiempo? ¿Podemos pen- una suerte de divinidad diabólica que todo
sar sobre el tiempo estando nosotros mis- lo devora abriendo sus fauces. Todo lo cual
mos en él? ¿Podemos pensar sobre algo nos conduce hacia la figura del dios griego
que no es distinto de nosotros mismos? Cronos, que devoraba a sus hijos.
Lo que sí es cierto es que en la historia
del pensamiento –desde los relatos poéti- Por otro lado, la presencia del tiempo
cos de Homero y es constante y ciertamente desesperante en
Hesíodo hasta las Corre Lola, corre. La música continuamen-
últimas reflexiones
contemporáneas–
la pregunta de qué
DESCENDIENTE DE LA RAZA DE LOS TITANES
es el tiempo, y con
ella el problema del … e hijo de Urano, Cronos perteneció a la generación de dioses que pre-
tiempo y los tiem- cedió al mismo Zeus. Ayudó a su madre a vengarse de su padre, Urano,
cortándole los testículos con una hoz, y se volvió el dueño del Universo.
pos, ha ocupado el Se casó con su hermana Rea que, como él, era vidente. Comió a sus hijos
centro de la escena uno por uno para evitar que se cumpliera el vaticinio de que su misma
descendencia iba a destronarlo. Rea, debido al sufrimiento de la muerte
filosófica. En de sus hijos, huyó a Creta, donde dio a luz a Zeus. Cuando Cronos le
Saturno devorando a sus
Corre Lola, corre pidió al niño para devorarlo, Rea le entregó una piedra envuelta en paña-
hijos (1824) de Francisco el problema del les, sin que su marido advirtiese la diferencia. Una vez que Zeus fue
mayor, le hizo beber un veneno a su padre con el fin de que devolviera a
Goya (1746-1828). tiempo es medu- todos los hijos engullidos. La guerra fue declarada entre ambos y duró
lar. La película diez años, al cabo de los cuales Zeus resultó vencedor.
comienza con el sonido de un segundero e

Destino, azar y necesidad | 75


te opera como una medida de tiempo. nernos, necesitamos la quietud de aquello
Toda la acción transcurre en los veinte sobre lo que reflexionamos. ¿O no deci-
minutos que tiene Lola para conseguir el mos, por ejemplo: “Dame un minuto para
dinero que le salvará la vida a su novio pensarlo”? Como si estuviésemos solici-
Manny. Repetidas veces en su camino se tando un paréntesis, una demora, una
pregunta y pregunta la hora. El tiempo detención, para reflexionar sobre aquello
aparece sin duda como la medida del que buscamos comprender. Para pensar
movimiento. Incluso ahora, mientras necesitamos fijar las cosas, aquietarlas, y el
escribimos, la música de Lola, el tiempo tiempo no se deja ni fijar ni aquietar.
de Lola, siguen corriendo. Quizás una de las enseñanzas más
Pero, insistimos, ¿qué es el tiempo? importantes de Corre Lola, corre sea que esa
¿Cómo tratar el problema del tiempo? ¿Es detención, esa demora, es imposible. De
un problema bien planteado? Lo primero hecho, cuando se inicia la tercera versión de
que debemos afirmar es que constante- la historia, Lola, mientras está corriendo,
mente desde nuestro lenguaje cotidiano dice: “Estoy esperando”. Paradójicamente
hacemos innumerables referencias al tiem- sólo puede esperar; sólo puede detenerse
po. Decimos, por ejemplo: “Éste es un mientras está corriendo. Es decir, su “deten-
tiempo difícil”, “Es tiempo de cambiar”, ción”, su “espera”, se da dentro del movi-
“No me alcanza el tiempo”, “Me sobra el miento. De lo cual tenemos que desprender
tiempo”, “Qué tiempo de locos”, “Hace que no puede pensarse sobre el tiempo por
mucho tiempo yo era así”, “Quiero saber fuera del tiempo, sino en el tiempo mismo.
qué pasara con nosotros cuando pase el No es un objeto, no es una cosa, que se deje
tiempo”, “Estoy perdiendo el tiempo”, atrapar o enlazar.
“Estoy ganando tiempo”, “Aquellos eran Entonces, habitamos el tiempo, nos refe-
otros tiempos”, “De tiempo en tiempo rimos continuamente a él en nuestro lengua-
suceden algunas cosas”. je cotidiano. Pero cuando preguntamos por
Como se ve, continuamente nos referi- él, esto es, cuando lo ponemos como proble-
mos al tiempo en el transcurso del tiempo ma, como una tarea por pensar, en ese ins-
mismo, porque todas aquellas expresiones tante nos encontramos completamente per-
ocupan un tiempo. Mientras hablamos, plejos respecto de qué sea el tiempo.
mientras escribimos, mientras leemos, Y esto ya lo vio con claridad Agustín de
transcurre el tiempo. Entonces, ¿cómo Tagaste (350-430) en el relato de sus
haremos para pensar sobre algo que está Confesiones. Dice allí:
en un continuo fluir? ¿Cómo haremos
para pensar sobre algo que no se deja atra- Pero ¿qué es el tiempo? ¿Quién podrá
par? Porque para pensar necesitamos dete- fácil y brevemente explicarlo? ¿Quién

76 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Agustín (354-430) nace en Tagaste, pueblo que hoy se conoce por Souk-
Ahras (Argelia). De padre pagano y madre cristiana practicante, no sigue
los pasos de su madre y pasa gran tiempo en la secta de los maniqueos,
quienes creían en la existencia de dos principios: uno de la luz y el bien,
otro de la materia y el mal. Cursa estudios en Madaura y más tarde se
traslada a Cartago para concluir su preparación académica, y decide
enseñar Retórica. Viaja a Milán y comienza a visitar asiduamente la cate-
dral atraído por la fama del obispo Ambrosio, gran orador, quien es la
mayor influencia para su conversión al cristianismo. Luego de ésta, deci-
puede formar idea clara del tiempo para de abandonar la enseñanza y se retira con sus amigos a una hacienda en
explicarlo después con palabras? Por otra Casiciaco. Allí descansa, reflexiona, escribe y comparte con sus amigos
su preparación para el bautismo. Al llegar la Pascua del año 387, recibe
parte, ¿qué cosa más familiar y manida en el bautismo de manos de Ambrosio. Luego de la muerte de su madre,
nuestras conversaciones que el tiempo? vuelve a Tagaste y funda un monasterio donde convive con los amigos
Entendemos muy bien lo que significa esta que lo han acompañado. En 396 es nombrado obispo de Hipona. Fallece
en agosto de 430.
palabra cuando la empleamos nosotros y En Agustín es difícilmente separable su obra filosófica de su obra teoló-
también cuando la oímos pronunciar a gica, y ambas de su propia vida. El pensamiento de Agustín transita la
otros. importancia de la ontología trinitaria de la naturaleza y el peso de la
interioridad en el hombre. También discute con el maniqueísmo y con
¿Qué es, pues, el tiempo? Sé bien lo que los escépticos académicos.
es, si no se me pregunta. Pero cuando quie- Algunas de sus obras más importantes son: Confesiones (400), De
ro explicárselo al que me lo pregunta, no lo Trinitate (420) y La ciudad de Dios (426)
sé. Pero me atrevo a decir que sé con certe-
za que si nada pasara no habría tiempo
pasado. Y si nada existiera, no habría tiem- único que efectiva y actualmente tengo. Pero
po presente.27 la dificultad aquí reside en que cuando pien-
so en el presente, cuando formulo la palabra
Vemos primero algunas consideraciones “ahora”, o bajo un brazo para señalar el
en cuanto al problema del tiempo desde el ahora o instante, ese instante, momento o
punto de vista filosófico. Cuando intenta- presente ya pasó. Al pre-
mos pensar sobre qué cosa sea el tiempo nos sente, al ahora, al instante,
vemos obligados a remitirnos al presente, lo vemos venir en un futu-
porque el pasado ya pasó y el futuro todavía ro y lo vemos pasar en un
no es. Del pasado sólo tenemos un recuerdo, pasado, pero nunca lo
una memoria más o menos fuerte y vívida. tenemos en el presente.
En una primera instancia deberíamos afir- ¿Cómo haremos nosotros
mar que el pasado no está actualmente en y entonces para pensar sobre
con nosotros. Del mismo modo, todavía no el tiempo a partir del ins-
poseemos el tiempo futuro. Sólo tenemos tante o el ahora si se trata
expectativas de él, esperanzas, temores, de algo que nunca está?
anhelos. Pero no lo poseemos. De allí que
cuando me detenga a pensar sobre el tiem-
“Zenón de Elea”, detalle de
po, entonces deberé hacerlo en función del La escuela de Atenas del pintor
presente, del instante, del ahora, que es lo Rafaello Sanzio (1483 - 1520).

27 Agustín, Confesiones, Alianza, Madrid, 1990, p. 327.

Destino, azar y necesidad | 77


La paradoja, en este punto, es que intui- nunca sería así, ya que Aquiles por
tivamente sabemos lo que es el presente, el mucho vencería a la tortuga.
ahora, el instante. Tenemos una convicción La paradoja expresa lo siguiente: si la
cierta de qué sea el tiempo. Sin embargo, tortuga avanza con alguna fracción de ven-
no podemos comprender y explicar racio- taja, por mínima que sea, Aquiles, para
nalmente aquella convicción, todo lo cual alcanzarla, debería recorrer primero la
nos pone en presencia de una paradoja. El mitad del camino que va desde el punto
filósofo presocrático Zenón de Elea (¿490- inicial hasta el punto del que la tortuga
430? a. C.), a través de una imagen que ha partió. Pero antes de alcanzar el punto
recorrido la historia del pensamiento, desde el que partió la tortuga, Aquiles
expuso esta paradoja sobre el tiempo: debería recorrer la mitad de aquella distan-
cia. Pero antes de recorrer aquella mitad
El segundo es el llamado de Aquiles y debe alcanzar también la mitad de la
consiste en lo siguiente: el corredor más mitad, y así sucesivamente. Así, mientras
lento no será nunca adelantado por el más Aquiles hace un tramo, la tortuga hace
rápido; pues es necesario que antes llegue otro; cuando Aquiles busca recuperar el
el perseguidor al punto de donde partió el tramo adicional de la tortuga, ésta hizo un
perseguido, de modo que es preciso que el segundo tramo adicional, y así sucesiva-
más lento vaya siempre algo delante.28 mente. Entonces, la paradoja consistía en
que si se da una divisibilidad al infinito del
Entonces, si Aquiles (el de los pies espacio y del tiempo, es imposible que la
ligeros) y la tortuga compitiesen en una tortuga sea alcanzada por Aquiles.
carrera en la que se le otorgara alguna Aquí sin duda entran en conflicto para
ventaja, por mínima que fuese, a la tortu- nosotros dos ámbitos. De un lado, el racio-
ga, desde el nal. Desde este punto de vista, Aquiles no
punto de vista alcanzaría a la tortuga. Del otro, el de
racional Aquiles nuestra experiencia sensible. Desde este
nunca la alcanza- otro punto de vista, veríamos que Aquiles
ría. Sin embargo, supera ampliamente a la lentísima tortuga.
La paradoja de Aquiles y la tortuga del filósofo aunque esto suce- El problema es cómo conciliar aquello que
Zenón de Elea de desde el punto pienso con aquello que veo, porque la
de vista racional, la experiencia concreta razón me muestra conclusiones que son
de aquella carrera nos mostraría que esto completamente contrarias a las que se des-

28 Arisóteles, “Física, Z 9, 239 b 14”, en Kirk, Raven y Schofield, Los filósofos presocráticos, Gredos, Madrid,
1987, p. 389.

78 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


prenden de la experiencia sensible. Todo lo movimiento temporal que es indivisible,
cual no deja de testimoniar el gran conflic- pero en magnitudes distintas (la tortuga
to que ha tenido y tiene lugar entre el obviamente va a avanzar mucho más des-
orden del pensamiento, de las razones, y el pacio que Aquiles). Los actos por los cua-
orden de la experiencia, de aquello que les avanzan Aquiles y la tortuga son –cada
concretamente vemos y experimentamos. uno de ellos– indivisos y de magnitudes
¿Es posible conciliar el pensamiento y la diferentes.
experiencia o son dos caminos paralelos Sin embargo, la fuerza de este ejemplo
que corren indiferentes? Y en cuanto al nos pone delante de la dificultad de conce-
problema del tiempo, ¿cómo conciliar lo bir racionalmente el tiempo, ya que entran
que podemos concluir racionalmente a en conflicto nuestro pensamiento y nuestra
partir del argumento de Zenón y aquello experiencia. ¿No somos acaso como la tor-
que podemos desprender de nuestra expe- tuga, esa que también aparece en el
riencia? comienzo de Corre Lola, corre, cuando
La trampa en esta paradoja de Zenón intentamos pensar sobre el tiempo? Pero,
reside en la medición que hace del tiempo asimismo, nos anuncia que se establece un
en términos espaciales. Lo que hay aquí es vínculo entre el tiempo y el movimiento,
un tipo de razonamiento que, basándose ya que cuando nos imaginamos aquella
en la divisibilidad al infinito del espacio, le carrera entre Aquiles y la tortuga estamos
atribuye la misma divisibilidad al tiempo. imaginando el movimiento de ambos.
Por consiguiente, para disolver la argu- Entonces, muy oportunamente podríamos
mentación de Zenón de Elea lo que debe- preguntar: ¿qué relación se establece entre
ría hacerse es distribuir de manera diferen- el tiempo y el movimiento?
te los atributos del tiempo y del espacio, Quien primero pensó desde el punto
mostrando que no se le puede adjudicar a de vista filosófico sobre la relación entre
la continuidad del tiempo una división tiempo y movimiento fue el ancho
interna de tipo espacial. Mientras el espa- Platón. En uno de sus últimos diálogos, el
cio sí es divisible, el movimiento del tiem- Timeo (que, por otra parte, fue lo único
po es un acto indivisible. El movimiento, que se conoció de él durante la Edad
en cuanto acto, es indivisible. Si es indivi- Media), ofrece una definición de tiempo
sible, no pueden aplicársele estas argumen- vinculada al movimiento, que debe ser
taciones y así se puede ver –cosa que el sen- enmarcada en el contexto de su planteo
tido común prueba– que Aquiles no sólo doctrinal, esto es, su teoría de lo real.
alcanzaría a la tortuga sino que la superaría Así para Platón el ámbito de nuestra
por mucho. ¿Por qué la alcanza? Porque experiencia sensible, de aquello que
cada uno de esos personajes realiza un vemos, olemos, tocamos, es una imagen,

Destino, azar y necesidad | 79


una copia, una su revelación a través de Cristo. Como si
apariencia, del Platón fuese ya cristiano sin saberlo. Es
ámbito de lo verda- quizás en este sentido que, desde una
deramente real. El primer ámbito para él perspectiva crítica, Nietzsche sostuvo que
es temporal, está sometido al movimiento el cristianismo no es más que platonismo
y por tanto al cambio. El segundo, el de lo para el pueblo, esto es, una doctrina reli-
verdaderamente real, es, por el contrario, giosa sin la carga conceptual de la filoso-
eterno. De allí que para Platón el tiempo fía platónica.
sea una imagen, una apariencia de la eter- Más allá de esta valoración, si preserva-
nidad. El tiempo es la medida numérica mos a Platón como un hombre de su
del movimiento en días, meses y años. A su tiempo, y las escrituras religiosas como un
vez, las formas del tiempo son el pasado y testimonio de otro tiempo, entonces
el futuro, porque el ahora o instante, que encontramos un fuerte parentesco, cierta-
corresponde al presente, esto es, a lo siem- mente casual, entre ambos posiciona-
pre existente, no puede ser captado por el mientos. Comparten la idea de un Dios,
tiempo. Para Platón el ahora, instante o en el caso de Platón un Demiurgo, que es
presente corresponde al ámbito de lo eter- eterno, esto es, anterior al tiempo, y que
no, de lo verdaderamente real. Mientras ha creado el universo y el mundo con el
que el pasado y el futuro corresponden al tiempo. Leamos entonces las palabras de
ámbito de la apariencia, al ámbito del Platón a través de su personaje conceptual,
tiempo. Timeo:
Antes de compartir el pasaje del Timeo
con los lectores, nos gustaría tan sólo Timeo: –Pues bien, cuando el padre
mencionar la fortuna que ha tenido esta generador lo percibió en movimiento y
concepción platónica del tiempo como vivo, ícono nacido de los dioses eternos, se
imagen de la eternidad. Sin duda la regocijó, y, complacido, se propuso hacer-
patrística, esto es, el primer gran tiempo lo más semejante aún al modelo. Y así
del pensamiento que llamamos medieval, como éste es un Viviente eterno, también
estuvo fuertemente influenciada por esta intentó completar este Todo de ese modo
concepción. De hecho los padres de la en la medida de lo posible. Pero sucedía
Iglesia, nombre con el que se conoce que la naturaleza del Viviente era eterna y
genéricamente a estos teólogos, y entre no se podía aplicarla plenamente a lo
ellos Agustín, en más de una oportunidad engendrado. Se le ocurrió entonces crear
han manifestado su asombro ante este una imagen móvil de la eternidad; y, a la
texto de Platón. Decían que Platón había vez que organizaba cósmicamente el cielo,
intuido al Dios judeo-cristiano antes de hizo de la eternidad que permanece en

80 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


unidad una imagen perpetua que marcha Y se generó según
de acuerdo a número, a la que hemos dado el modelo de la
el nombre de “tiempo”. En efecto, días, naturaleza eterna, a
noches, meses y años no existían antes de fin de ser, en lo posible, lo más semejante
nacer el cielo, y fue en el momento mismo a él. En efecto, el modelo es existente por
de la composición de éste cuando se tramó toda la eternidad; el universo, en cambio,
el nacimiento de aquéllos. Todas las men- ha sido, es y será ininterrumpidamente a
cionadas son, pues, partes del tiempo; y través de la totalidad del tiempo.29
tanto el “era” como el “será” son formas
del tiempo que han sido engendradas, y Para Platón, entonces, el tiempo (el
que inadvertidamente aplicamos, de pasado y el futuro) es la imagen móvil (en
manera incorrecta, al Ser eterno. En efec- movimiento) de lo eterno (el presente, lo
to, decimos que éste “era, es y será”, pero que es). Esta conclusión que nos ofrece
sólo le corresponde, según el discurso ver- Platón será muy importante para su discí-
dadero, el “es”, mientras que el “era” y pulo Aristóteles, que también reflexionó
“será” son expresiones que se aplican al en sus libros de la Física sobre el tiempo.
devenir que procede en el tiempo. Ambos Para él, el tiempo no será tanto la imagen
son, por cierto, movimientos, pero lo que móvil de lo eterno, de lo verdaderamente
es inmutablemente idéntico no envejece real, sino más bien la medi-
ni se hace más joven en el tiempo, ni le da del movimiento.
corresponde el haber llegado a ser alguna El tiempo será para
vez ni ser generado ahora ni llegar a ser de Aristóteles el patrón de
ahora en más. Y, en general, no le pertene- medida del movimiento. El
ce nada de cuanto el devenir confiere a las tiempo mide el movimiento
cosas que percibimos en movimiento; sino según el antes y el después. En
que han surgido como formas del tiempo su análisis hay una referencia
que imita a la eternidad y se mueve circu- al pasado y al futuro. ¿Pero el
larmente según número […]. ahora es el presente, tal como
Así pues, el tiempo se ha generado pensaríamos desde el punto
junto con el universo, a fin de que, de vista del sentido común? Aristóteles contemplando
el busto de Homero
habiéndose generado simultáneamente, se Para Aristóteles el ahora está
disuelvan también simultáneamente, si es pensado como un límite entre el antes y el
que alguna vez les acaeciera la disolución. después, entre el pasado y el futuro:

29 Platón, Timeo, Colihue, Buenos Aires, 1999, pp. 121-122.

Destino, azar y necesidad | 81


ARISTÓTELES (384-322 A. C)…

… nace en Estagira, Macedonia, por lo que recibe el apodo de “el


Estagirita”. Discípulo de Platón durante aproximadamente veinte años,
luego de la muerte de su maestro inicia un viaje hacia Oriente que termi-
nará en la tutoría de los estudios del joven Alejandro Magno. El filósofo,
descripto por Diógenes Laercio como pequeño, de cabello siempre
corto, anillos en las manos y con cierto seseo, vuelve a Atenas en 335 a.
C. y funda el Liceo. Debido a los humores antimacedonios producto de la
Grecia en decadencia, Aristóteles debe nuevamente dejar Atenas en 323
para ya no volver.
Su vasta obra incluye consideraciones sobre la lógica (Categorías, De la Aristóteles distingue lo que ya no es, o sea
interpretación, Analíticos primeros y segundos), la filosofía natural el pasado, y lo que todavía no es, el futuro.
(Física, Metafísica), la psicología (De Anima), la política (Política), el arte
(Poética, Retórica), etcétera. Cabe aclarar que la mayoría de los textos
Al presente no lo toma, en esta primera
que hoy se atribuyen a Aristóteles en realidad son fragmentos y recons- aproximación, como una parte, sino como
trucciones de su discípulo Teofrasto, puesto que los textos originales un límite entre dos acontecimientos. Y este
fueron extraviados en los viajes que los hicieron recorrer todo Oriente,
después de la muerte de su autor, para reingresar a Occidente entre los
límite es más o menos arbitrario. Si medi-
siglos X y XII. mos el cambio, lo medimos como lo que
pasó primero, lo que pasó después, y a eso
le ponemos números. Y el ahora no tiene
Así pues, en cuanto límite, el “ahora” no una entidad real, sino como un límite
es tiempo sino que pertenece al tiempo entre dos cosas, es decir entre lo anterior y
como una determinación accidental; pero, lo posterior. Y entonces en estos fragmentos
en cuanto lo numera, es número del tiem- nosotros establecemos una división de par-
po. En efecto, los límites pertenecen sólo a tes, o sea, trazamos una línea y le ponemos
aquello de lo cual son límites […] Es un número: esto sucede ahora. A través de
manifiesto, en suma, que el tiempo es estas magnitudes vamos midiendo el cam-
número del movimiento según lo anterior bio; entonces medir el cambio, la medida
y posterior, y que es continuo, pues perte- del cambio: esto es el tiempo para
nece a algo continuo.30 Aristóteles.
Entonces, ¿existe el tiempo para
Si el tiempo es la medida del movimien- Aristóteles? Sí, existe. ¿De qué manera?
to según el antes y el después, ¿cómo sabe- Existe como número, no como cosa. ¿Son
mos que el tiempo existe? Porque el antes distintos en cuanto a su realidad el tiempo
remite al pasado y el después remite al y el movimiento? Sí, son distintos, porque
futuro. Y si no tenemos ni el pasado ni el en la realidad encuentro un continuo
futuro, como decíamos más arriba, enton- movimiento, un cambio, de las cosas. La
ces, ¿cómo sabemos que el tiempo existe? realidad misma para Aristóteles consiste en
¿Cómo puede existir algo compuesto de el cambio. Y el tiempo, a diferencia del
partes que no existen (antes-pasado y des- movimiento, no existe en sí mismo, sino
pués-futuro? Acá nos enfrentamos a una que es un aspecto del movimiento. Si no
paradoja que queremos intentar solucio- hubiera movimiento y cambio, generación
nar. ¿Cómo podemos pensar el tiempo si de las cosas y su respectiva transformación
está compuesto de partes? Como partes, y perecimiento, no habría tiempo.

30 Aristóteles, Física, III-IV, Biblos, Buenos Aires, 1995, p. 91.

82 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Los que existen para Aristóteles son los aunque se puede muy bien quitar del tiem-
fenómenos de cambio, las cosas que van po a los fenómenos. El tiempo es, pues,
cambiando tanto cualitativa como cuanti- dado a priori. En él tan sólo es posible toda
tativamente: crecen, decrecen, comienzan la realidad de los fenómenos. Estos todos
a ser, dejan de ser, nacen, mueren… esto es pueden desaparecer; pero el tiempo mismo
lo que existe. El cambio es la condición del (como la condición universal de su posibi-
tiempo. Lo fundamental, lo que realmente lidad) no puede ser suprimido.31
existe, son las cosas que están cambiando,
y esto es lo real. Esto será distinto en el En el caso de Aristóteles el tiempo es
caso de Kant, para quien el tiempo es la una medida. Está pensando en el tiempo
condición de posibilidad del cambio. Para de la física y no en el tiempo vivido, de la
él no hay cambio si no hay tiempo, como experiencia humana, o tiempo del sujeto.
no hay cosas sin el espacio como su condi- Está pensando en un fenómeno que tiene
ción de posibilidad. De ahí que llamará al que ver con los relojes, con el tiempo de los
espacio y al tiempo las condiciones de físicos, con el tema de la teoría de la relati-
posibilidad de la sensibilidad, de la expe- vidad, del cambio, etcétera. Es un aspecto
riencia sensible. Son formas puras, inde- central, aunque no es el único que temati-
pendientes de la experiencia. Todo lo con- za en este tratado. El tema es más comple-
trario de Aristóteles: jo y en algunos fragmentos es difícil esta-
blecer exactamente a qué se está refiriendo,
El tiempo no es un concepto empírico por lo menos para nosotros. Pero por lo
que se derive de una experiencia. Pues la pronto podemos decir que originariamen-
coexistencia o la sucesión no sobrevendría te nos enfrentamos aquí a una visión del
en la percepción, si la representación des- tiempo que tiene que ver con el fenómeno
tiempo no estuviera a priori a la base. Sólo del cambio, y dentro del fenómeno del
presuponiéndola es posible representarse cambio, con una visión cuantitativa del
que algo sea en uno y el mismo tiempo (a tiempo. Como un tiempo objetivo que es
la vez) o en diferentes tiempos (uno des- el tiempo de la física y que es el tiempo
pués de otro.) cronométrico. El tiempo no es otra cosa
El tiempo es una representación necesa- que la medida del cambio. No tiene enti-
ria que está a la base de todas las intuicio- dad real, aunque sea en apariencia, como
nes. Por lo que se refiere a los fenómenos en el caso de Platón, sino más bien una
en general, no se puede quitar el tiempo, “realidad” cuantitativa.

31 Immannuel Kant, Crítica de la razón pura, Porrúa, México, 1991, p. 47.

Destino, azar y necesidad | 83


Para Aristóteles, el ahora o el instante es Veamos ahora si el alma humana nos
algo inextenso, que divide el antes y el des- puede decir si el tiempo presente puede ser
pués y se orienta por el movimiento. largo, porque al alma humana le ha sido
Aristóteles está pensando fundamental- dado poder experimentar y medir la dura-
mente en el movimiento, y, por ende, en el ción del tiempo. ¿Qué me puedes respon-
tiempo. der? ¿Acaso cien años presentes son un
De cierta manera podríamos decir que tiempo largo? Pero mira primero si esos
con Zenón, Platón y su discípulo cien años pueden estar presentes. Si esta-
Aristóteles se inicia una tradición de pensa- mos en el primero de los cien años, ese año
miento en cuanto al problema del tiempo, está presente, pero los noventa y nueve res-
considerado desde el punto de vista filosó- tantes son futuro. Por tanto, no existen
fico. Esta tradición incluirá a Kant, que, todavía. Si estamos en el segundo año, ya
aunque difiera en su planteo respecto de tenemos uno pasado, otro presente y los
Aristóteles, está pensando en un tiempo demás futuros. De la misma manera, cual-
ligado al movimiento, aunque sea como quiera de los años intermedios de esos cien
condición de posibilidad del movimiento. que juzgamos presentes. Los años anterio-
A esta tradición de pensamiento lo que le res a él serán los pasados, y futuros los que
preocupa es el tiempo físico, el que tiene vengan después. Es evidente, por tanto,
que ver con el movimiento en la naturale- que no pueden estar presentes los cien
za: el tiempo físico. años.
Sin embargo, frente a esa tradición se Veamos, finalmente, si al menos el año
levanta otra, que proviene sin duda de en cuestión es presente. Si nos encontra-
Agustín y se mos en el primer mes, los otros once son
extiende hasta futuros. Si en el segundo, entonces el pri-
el pensamiento mero ya es pasado y los restantes están por
contemporá- venir. Por tanto, ni siquiera podemos decir
neo. En ella el que dicho año es todo presente. Y si todo
tiempo está él no está presente, no es el año presente.
referido al alma. El año consta de doce meses. Cualquiera
Dice en el pasa- de ellos, el corriente, es el presente. Los res-
je siguiente, al tantes son o pasados o futuros.
que hacíamos Ni tampoco es cierto que el mes corrien-
referencia más te es todo presente, sino sólo un día. Pues si
arriba, esto es, es el primero, el resto es futuro. Si el últi-
Agustín (1480) por en Confesiones, mo, los demás son pasado. Y si los interme-
Sandro Botticelli XI, 15: dios, unos pasados y otros futuros.

84 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Vemos así cómo el tiempo presente –el de entender la realidad y a nosotros mis-
único que hemos demostrado poder lla- mos. Es un tiempo que se relaciona con la
marse largo– apenas se reduce al breve finitud, con el modo de ser de nuestra sub-
espacio de un día. Pero detengámonos a jetividad. Como es sabido, Agustín distin-
examinar también esto un poco y veremos gue entre el presente del pasado, el presen-
que ni aun el día es todo él presente. Un te del futuro y el presente de nuestra aten-
día se compone de veinticuatro horas ción. Pasado, presente y futuro son aspec-
entre nocturnas y diurnas. La primera de tos que están en el fondo de nuestra alma.
éstas tiene como futuras a todas las demás, La tradición que inicia Agustín conti-
y la última tiene a las anteriores como núa luego en Husserl (1859-1938), quien
pasadas. Lógicamente, cualquiera de las hace referencia al triple presente de
intermedias tiene detrás de ella las pasa- Agustín como tres aspectos que se dan en
das. Y delante las futuras. Incluso la el ámbito de la conciencia misma, donde
misma hora está compuesta de instantes hay un aspecto de retención del pasado.
fugaces. Los instantes idos son pasado; los Agustín advierte que no hay tres tiempos
que quedan, futuro. De hecho, el único distintos, sino más bien un presente de las
tiempo que se puede llamar presente es un cosas pasadas, un presente de las cosas pre-
instante, si por tal concebimos lo que no sentes y un presente de las cosas futuras. El
se puede dividir en fracciones por peque- presente de las cosas pasadas es la memo-
ñas que sean. Y un instante tan corto ria. El presente de las cosas presentes es la
como éste pasa tan rápidamente del futu- percepción o visión de las cosas. Y el pre-
ro al pasado que su duración es apenas sente de las cosas futuras es la espera. Así,
imperceptible. Si su duración se prolonga- tanto el pasado como el futuro están pre-
ra podría dividirse en pasado y futuro. sentes en el presente, porque tienen conse-
Cuando es presente no tiene duración o cuencias en él. O no podríamos afirmar
extensión.32 con cierta certeza que nuestro presente
En el caso de Agustín, el problema es está continuamente afectado por los efec-
cómo entender el fenómeno del tiempo. Él tos de nuestra memoria. Que nuestras
no recurre al movimiento, sino a la viven- relaciones amorosas actuales, por ejemplo,
cia del tiempo. Para él, el tiempo es –en están influidas por el recuerdo, por nues-
líneas generales– algo que se da en el espa- tra memoria, de situaciones anteriores.
cio del alma. Es decir, algo que tiene que Del mismo modo, la expectativa del futu-
ver con nuestro modo de ser en el mundo, ro, a través de diversas formas, como el

32 Agustín, Confesiones, Alianza, Madrid, 1990, pp. 328-329.

Destino, azar y necesidad | 85


temor o la esperanza, actúa y genera efec- un fuego que me consume, pero yo soy el
tos en nuestro presente. ¿O no guiamos fuego. El mundo, desgraciadamente, es
nuestras acciones en una misma relación real: yo, desgraciadamente, soy Borges.33
amorosa movidos tanto por la esperanza
de ser recompensados como el temor de Ésta es, en definitiva, la tradición que
ser abandonados? viene de Agustín.
Como una continuación contemporá- El filósofo francés Henri Bergson –al
nea de la tradición agustiniana, el filósofo que ya hemos hecho referencia en el con-
existencialista Martin Heidegger equipara texto de este capítulo– sin duda fue un
estos tres presentes en lo que llama el éxta- ferviente partidario de esta tradición
sis de la temporalidad. O sea, el advenir, el agustiniana. Sin embargo, creemos que ha
sido y el presentar, que son tres aspectos sido quien mejor ha expuesto lo que dife-
que se dan simultáneamente como modos rencia a una tradición de otra. En su obra
de ser de la vida humana. La vida humana, Los datos inmediatos de la conciencia (pri-
en este planteo, no está en el tiempo sino mera tesis de doctorado), señalaba al res-
que está arrojada al mundo, donde desa- pecto:
rrolla un proyecto que tiene como expecta-
tiva su propia muerte. Lo que demuestra palpablemente que
Entre nosotros, ha sido Borges un adep- nuestra concepción ordinaria de la dura-
to a esta otra tradición que procede de ción tiende a una invasión gradual del
Agustín. En su ensayo “Nueva refutación espacio en el dominio de la conciencia
del tiempo” afirmaba Borges: pura es que, para arrancar al yo la facultad
Negar la sucesión temporal, negar el de percibir un tiempo homogéneo, basta
yo, negar el universo astronómico, son con separar de él esa capa más superficial
desesperaciones aparentes y consuelos de hechos físicos que él emplea como
secretos. Nuestro destino (a diferencia del reguladores.
infierno de Swedenborg y del infierno de El sueño nos coloca precisamente en
la mitología tibetana) no es espantoso por estas condiciones, porque el sueño, al
irreal; es espantoso porque es irreversible reducir el juego de las funciones orgáni-
y de hierro. El tiempo es la sustancia de cas, modifica especialmente la superficie
que estoy hecho. El tiempo es un río que de comunión entre el yo y las cosas exte-
me arrebata, pero yo soy el río; es un tigre riores. Entonces no medimos la duración,
que me destroza, pero yo soy el tigre; es pero la sentimos; de cantidad pasa al esta-

33 Jorge Luis Borges, “Nueva refutación del tiempo”, en Otras inquisiciones, Obras completas, II, Emecé,
Buenos Aires, 1974, p. 149.

86 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


do de calidad; la apreciación matemática mediante el pensamiento; mi imaginación
del tiempo transcurrido deja de hacerse, ha hecho sonar una campanada, luego
cediendo el puesto a un instinto confuso, dos, luego tres y cuando ha llegado al
capaz, como todos los instintos, de come- número exacto de cuatro, la sensibilidad,
ter groseros desprecios y también a veces consultada, ha respondido que el efecto
de proceder con una seguridad extraordi- total difería cualitativamente. Había com-
naria. Incluso en el estado de vigilia, la probado, por tanto, a su manera la suce-
experiencia diaria deberá enseñarnos a sión de las cuatro campanadas dadas, pero
establecer la diferencia entre la duración de forma muy distinta a la adición y sin
calidad, aquella que la conciencia alcanza hacer intervenir la imagen de una yuxta-
de modo inmediato, la que probablemen- posición de términos distintos. En pocas
te percibe el animal, y el tiempo por así palabras, el número de campanadas ha
decir materializado o el tiempo hecho sido percibido como cualidad, y no como
cantidad por un desarrollo en el espacio. cantidad; la duración se presenta así a la
En el momento en que escribo estas líne- conciencia inmediata y conserva esta
as, suena la hora en un reloj vecino; pero forma mientras no ceda el puesto a una
mi oído, distraído, no lo percibe hasta representación simbólica, sacada de la
que han sonado ya varias campanadas; extensión. Por tanto, y para concluir, dis-
por tanto no las he contado. Y, sin embar- tinguimos dos formas de multiplicidad,
go, me basta un esfuerzo de atención dos apreciaciones muy diferentes de la
retrospectivo para hacer 1a suma de las duración, dos aspectos de la vida cons-
cuatro campanadas que ya han sonado, y ciente. Por debajo de la duración homo-
añadirles las que oigo. Si entrando en mí génea, símbolo extensivo de la auténtica
mismo me pregunto entonces cuidadosa- duración, una psicología atenta distingue
mente por lo que acaba de ocurrir, me una duración cuyos momentos heterogé-
doy cuenta de que los cuatro primeros neos se penetran; por debajo de la multi-
sonidos habrían alcanzado mi oído e plicidad numérica de los estados conscien-
incluso conmovido mi conciencia, pero tes, una multiplicidad cualitativa; por
que las sensaciones producidas por cada debajo del yo en los estados bien definidos,
uno de ellos, en vez de yuxtaponerse, se un yo en el que sucesión implica fusión y
habían fundido unas en otras, de tal organización. Pero nosotros nos contenta-
modo que dotaban al conjunto de un mos las más de las veces con el primero, es
aspecto propio, de tal modo que hacían decir, con la sombra del yo proyectada en
de él una frase musical. Para evaluar el espacio homogéneo. La conciencia, ator-
retrospectivamente el número de campa- mentada por un insaciable deseo de distin-
nadas, he tratado de reconstruir esa frase guir, sustituye el símbolo por la realidad, o

Destino, azar y necesidad | 87


no percibe la realidad más que a través del una estrecha relación con la espacializa-
símbolo. Como el yo, así refractado, por lo ción, cuantificación y medición que se
mismo subdividido, se presta infinitamen- hace del movimiento por medio del tiem-
te mejor a las exigencias de la vida social en po de los relojes. Es el tiempo cuantitativo
general y del lenguaje en particular, ella lo y no el tiempo del alma, de la conciencia,
prefiere y pierde paulatinamente de vista el el tiempo cualitativo. ¿O acaso no la
yo fundamental.34 “vemos” correr a Lola? Las alusiones al
Podríamos afirmar, para concluir, que tiempo se dan por medio de su carrera, de
en el caso de Corre Lola, corre el problema su movimiento en el espacio. Lola corre en
del tiempo está tratado desde este punto un espacio y, del mismo modo, corre con
de vista: el del tiempo físico, matematiza- ella el tiempo; avanza en el espacio, en una
ble. Todas las alusiones al tiempo guardan distancia que debe transitar.

34 Henri Bergson, Memoria y vida. Textos escogidos por Gilles Deleuze, Alianza, Madrid, 1977, pp- 9-11.

88 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Los tiempos cable o bien a través de un tiempo espiri-
tual y no espacializable.
“El tiempo no es sino la corriente
en la que estoy pescando.” En esta nueva consideración, aunque
sigamos corriendo, podemos quizá demo-
HENRY DAVID THOREAU. rarnos en torno de una reflexión sobre las
múltiples experiencias del tiempo, tanto
La presencia del problema del tiempo desde el punto de vista individual como
en Corre Lola, corre no se agota en la con- social y colectivo. Lo primero que debería-
sideración anterior. Podríamos afirmar que mos afirmar es que, desde el punto de vista
el apartado anterior intentó mostrar algu- de nuestra experiencia, no contamos con
nas reflexiones sobre el problema del tiem- algo así como “el tiempo”. Por el contrario,
po desde el punto de vista estrictamente hay “tiempos”, esto es, diversas mediciones
filosófico. Allí vinculamos a Corre Lola, y proporciones, siempre convencionales y
corre con una de las tradiciones que ha nunca objetivas, de los cambios y movi-
visto en el tiempo no algo del orden de lo mientos, tanto naturales como sociales. Sin
real, sino la medida del movimiento y del embargo, desde el punto de vista de nues-
cambio. Todo lo cual nos lleva a pensar que tra experiencia cotidiana, tendemos a con-
lo único que poseemos es nuestra experien- cebir estos tiempos como ciertos y objeti-
cia del cambio y el movimiento incesante vos. Como si las cosas mismas estuviesen
de las cosas, de los procesos sociales y de naturalmente ordenadas según determina-
nosotros mismos, y que el tiempo es, en dos tiempos. Como si los tiempos fuesen
definitiva, la medida con la que ordenamos algo propio del orden de la naturaleza y de
y estructuramos esa experiencia, sea a tra- lo social, y no modos humanos de percibir
vés de un tiempo espacializable y cuantifi- los cambios.
Como ejemplos de esta naturalización
del tiempo podríamos sugerir los siguien-
tes casos. Al promediar la mañana, un
niño siente el ruido de su estómago: es el
apetito que reclama una satisfacción. Sin
embargo, la madre le dice que debió
desayunar mejor porque todavía no es la
hora o tiempo de almorzar. En este caso,
se pone en evidencia la importancia
mayor del orden en los tiempos de cada
Relojes blandos (1931), del pintor cosa, como por ejemplo el almuerzo,
Salvador Dalí (1904 - 1989).

Destino, azar y necesidad | 89


sobre la urgencia natural del hombre, mis intereses, si es la medida del tiempo
como puede ser el hambre. Como si la la que regula el orden de las cosas?
naturaleza tuviese que adaptarse a la dis- Ahora bien, la experiencia nos muestra
posición cronológica de las horas destina- que las distintas comunidades, incluso en
das a la alimentación. Por otro lado, y de el ámbito local, ordenan y organizan tem-
un modo más cercano a nosotros desde la poralmente las jornadas de distinto
práctica docente, la jornada escolar está modo, tanto para el caso de la alimenta-
estructurada y ordenada en un determi- ción como para el ejemplo de la jornada
nado lapso. A su vez, ese tiempo conveni- escolar. Del mismo modo, esto sucede
do y pactado se subdivide en tiempos de cuando queremos establecer los tiempos
clases y de recreos. Pero, ¿qué es lo que de la rotación de la Tierra y de los cam-
determina la utilidad de este orden y cla- bios y variaciones climáticas que de ella se
sificación? ¿O la experiencia no nos ha desprenden. Nosotros optamos por un
mostrado que repetidas veces el tiempo orden temporal que divide aquella rota-
nos sobra o bien nos falta en función de ción en cuatro estaciones, a las que les
la situación particular e irrepetible que ha corresponden meses, días, horas, minutos
tenido lugar en ésta o aquella mañana? y segundos. Y no creemos que eso sea una
¿No sentimos acaso que bien podría invención acuñada por nosotros. Pero si
haber clases de diez minutos o clases de no es así, si no es una imposición subjeti-
dos horas? Sin embargo, disolvemos esas va, ¿cómo explicamos la existencia de
tendencias en los horarios establecidos, y otras comunidades que no se rigen por
en función de ese establecimiento lleva- esta clasificación? Comunidades que se
mos adelante nuestra práctica docente. orientan temporalmente aludiendo a los
Pero, ¿no serían más intensas nuestras tiempos de lluvias, los de crecidas de los
clases si la medida del tiempo se ajustase ríos y los de sequías.
a lo que efectivamente tiene lugar en ese Y si el lector nos concede que no sólo
momento? ¿Podríamos llevar adelante cada comunidad en el mundo contempo-
nuestro oficio apegándonos al momento, ráneo, sino también en el proceso históri-
al instante, tenga la duración que tenga? co mismo, ha ofrecido distintas medidas
Claro, olvidamos que preparamos nues- del cambio y del movimiento, ¿no podrí-
tras clases para que duren un determina- amos afirmar entonces que estas distintas
do tiempo, para que se adapten a un medidas de tiempo auspician diversas
tiempo determinado, más allá de nuestro experiencias del tiempo? ¿No diríamos
propio interés y ánimo, y más allá del que aquel que se maneja en términos de
interés y ánimo de los otros. Pero, ¿qué lluvias y sequías tiene una experiencia
importan los otros? ¿Qué lugar tendrán distinta del movimiento que aquel que se

90 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


maneja con “años”, “meses”, “días”, tión con estas palabras en la carta que
“horas”, “minutos” y “segundos”? envió a su amigo Meneceo:
Insistimos en este punto: las distintas
formas de medir el movimiento a través Que nadie, mientras sea joven, se
del tiempo son convencionales y necesa- muestre remiso en filosofar, ni al llegar a
rias para el establecimiento de órdenes viejo, de filosofar se canse. Porque, para
individuales y colectivos. Sin estas medi- alcanzar la salud del alma, nunca se es ni
das de tiempo, tanto la vida individual demasiado viejo ni demasiado joven.
como la social serían completamente caó- Quien afirma que aún no le ha llegado
ticas y problemáticas. Las distintas medi- la hora o que ya le pasó la edad, es como si
das de tiempo nos ordenan, nos organi- dijera que para la felicidad no le ha llegado
zan. Pero a la vez que realizan esto, tam- aún el momento, o que ya lo dejó atrás. Así
bién nos someten. Por otra parte, ¿no es pues, practiquen la filosofía tanto el joven
ya problemática nuestra existencia preci- como el viejo; uno, para que, aun enveje-
samente en virtud del orden del tiempo? ciendo, pueda mantenerse joven en su feli-
¿No nos volvemos a menudo esclavos del cidad gracias a los recuerdos del pasado; el
tiempo? Tal como cuando decimos: “No otro, para que pueda ser joven y viejo a la
tengo tiempo”, “Se me pasó el tiempo”, vez mostrando su serenidad frente al por-
“Si hubiese tenido más tiempo”. Incluso venir. Debemos meditar, por tanto, sobre
cuando un profesor establece un tiempo las cosas que nos reportan felicidad, por-
para un examen, ¿no está induciendo la que, si disfrutamos de ella lo poseemos
posibilidad de que un estudiante libere su todo y, si nos falta, hacemos todo lo posi-
pensamiento? Todo lo contrario, está con ble para obtenerla.35
ello sometiendo, sujetando, el pensa-
miento de un individuo a una estructura Entre los elementos sustanciales de esta
temporal. En ese encierro él debe admi- carta, aparecen dos nociones decisivas en
nistrar su libertad. nuestra reflexión sobre los “tiempos”: pasa-
En lo que respecta a la edad necesaria do y porvenir. Ya nos hemos referido a ellas
para ejercer la resistencia a través del pen- en la primera consideración sobre el tiem-
samiento, ha sido el griego Epicuro (ca. po, tanto desde un punto de vista físico
341-270) –quien fundó en el patio trase- como espiritual. Sin embargo, en este apar-
ro de su casa su escuela de filosofía llama- tado nos referimos a esas nociones de pasa-
da el “Jardín”– el que más aclaró la cues- do y de futuro desde el punto de vista de su

35 Epicuro, Obras, trad. Montserrat Jufresa, Altaya, Barcelona, 1996, p. 57

Destino, azar y necesidad | 91


incidencia social e individual en la expe-
riencia del tiempo que llamamos presente.
Este aspecto, por cierto, se encuentra de un
modo constante en el caso de Corre Lola,
corre, pues todo el relato fílmico gira en
torno de esos veinte minutos que Lola
tiene para salvar la vida de su novio. Es
decir que la expectativa del futuro y el
temor respecto de él mueven su presente,
la ponen en movimiento, la hacen correr. bien ninguna de nuestras acciones puede
Si bien más arriba dimos algunos ejem- trastrocar o modificar el pasado, todas ellas
plos respecto de cómo el pasado y el futu- pueden incidir de modo cierto y activo
ro inciden en el presente, podemos ahora sobre el curso del porvenir, del futuro.36 Es
ofrecer algunos casos más. En el pasado se más, hasta podríamos considerar que el
ubica lo que ya ha tenido lugar, lo que de futuro es mucho más decisivo respecto del
modo inevitable ya no se puede transfor- presente que el pasado, que la virtualidad
mar. Del pasado sólo quedan espectros, del porvenir ejerce una influencia mayor
imágenes, sedimentos en el presente. Por sobre el presente que el recuerdo del pasa-
supuesto que estos simulacros del pasado do. Pensémoslo a partir de un ejemplo. Un
alojados en nuestra presente actual ejercen individuo asiste a su trabajo cotidianamen-
su influencia en nuestra conciencia de pre- te. Luego de una reunión laboral, su jefe le
sente. Todo aquello que denominamos dice que han estado evaluando su perfil,
memoria o recuerdo vive en cada uno de que para la gran familia que es aquella
nosotros ejerciendo su influjo. Así, cuando empresa no hay deseo más pleno que el
debemos tomar alguna decisión, el recuer- asistir a su crecimiento, y que, en virtud de
do del pasado se abre camino en el presen- ello, el año próximo será promovido a un
te para decidir también por nosotros. En cargo más alto. Por supuesto que este
cuanto al futuro, aquí la situación es dis- ascenso requiere de un mayor compromi-
tinta. Pues se trata de lo desconocido, de lo so, de una extensión de la jornada laboral y
que aún no ha tenido lugar y que, por de su presencia los sábados por la mañana.
tanto, es potencialmente modificable. Si Sabiéndolo o no, el entusiasmo de aquel

36 En este sentido, para señalar la fuerza que ejerce la perspectiva de futuro en la constitución de la menta-
lidad del hombre moderno, a partir de los elementos que ofrece Corre Lola, corre sugerimos la lectura de
“Velocidad y nueva intimidad”, conferencia pronunciada por Esteban Mizrahi el 21 de marzo de 2005 en Villa
Unión, La Rioja, en el marco del programa Cine y Formación Docente 2005.

92 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


individuo ante el ofrecimiento de un pro- una cadena de
greso en el futuro de su camino profesional datos, él ve una
afecta su presente. Su cuerpo estará más catástrofe única
cansado, sus vínculos afectivos serán que amontona
menos frecuentados, su cotidianidad estará incansablemente
completamente afectada y transformada. ruina sobre ruina,
¿Por qué? Por una promesa, por un proyec- arrojándolas a
Angelus novus (1932),
to, por un progreso, virtual, posible, pero sus pies. Bien grabado del pintor alemán Paul Klee
todavía no realizado o actual. quisiera él dete- (1879 - 1940).
Podríamos decir que el tiempo es como nerse, despertar a
una suerte de viento que nos conduce irre- los muertos y recomponer lo despedazado.
mediablemente hacia el futuro. Y esto ha Pero desde el paraíso sopla un huracán que
sido visto con optimismo, pero a la vez con se ha enredado en sus alas y que es tan
pesimismo, a lo largo de la historia. Entre fuerte que el ángel ya no puede cerrarlas.
los partidarios de ese optimismo respecto Este huracán le empuja irreteniblemente
del futuro, la Ilustración y el positivismo. hacia el futuro, al cual da la espalda, mien-
Entre sus detractores, las llamadas filosofí- tras que los montones de ruinas crecen
as de la vida, los existencialismos y muchos ante él hasta el cielo. Ese huracán es lo que
de los pensadores de la primera mitad del nosotros llamamos progreso.37
siglo XX, entre ellos Walter Benjamin, que
en sus Tesis sobre la filosofía de la historia, al En el caso de Corre Lola, corre asistimos
tratar sobre un cuadro del expresionista también a una mirada crítica respecto del
Paul Klee, afirma: porvenir, del futuro. No está allí instalada
la idea de que el movimiento, el correr del
Hay un cuadro de Klee que se llama tiempo, conduzca hacia un futuro áureo.
Angelus Novus. En él se representa a un En todo caso, el final de la película apare-
ángel que parece como si estuviese a punto ce como un fruto del azar, del destino, pero
de alejarse de algo que le tiene pasmado. no de un tiempo que ha progresado como
Sus ojos están desmesuradamente abier- una línea recta hacia su óptima culmina-
tos, la boca abierta y extendidas las alas. Y ción. Lola corre desesperadamente para
éste deberá ser el aspecto del ángel de la salvar la vida de su novio. Corre para que
historia. Ha vuelto el rostro hacia el pasa- el futuro no sea lo que puede ser, esto es,
do. Donde a nosotros se nos manifiesta una catástrofe.

37 Walter Benjamin, “Tesis de filosofía de la historia”, en Angelus Novus, EDHASA, Barcelona, 1971, p. 82.

Destino, azar y necesidad | 93


Tercera consideración:
virtud y fortuna (libertad
y necesidad)
“Di orden de ir a buscar mi caballo al establo. El
criado no me comprendió. Fui yo mismo al establo, Podríamos tam-
ensillé el caballo y monté. A lo lejos oí el sonido de bién decir que con esta
una trompeta, le pregunté lo que aquello significaba. tercera consideración
Él no sabía nada, no había oído nada. En el portón
me detuvo, para preguntarme: tratamos sobre un pro- Escena de la película
Corre Lola, corre.
–¿Hacia donde cabalga el señor? blema que tiene un
–No lo se –respondí–. Sólo quiero irme de aquí, fuerte vínculo con la anterior sobre el proble-
solamente irme de aquí. Partir siempre, salir de
aquí, sólo así puedo alcanzar mi meta. ma del tiempo. Sin embargo, no tanto con el
–¿Conoces, pues, tu meta? –preguntó él tiempo considerado desde el punto de vista
–Sí –contesté yo–. Lo he dicho ya. Salir de aquí: ésa estrictamente filosófico, sino más bien con
es mi meta.”
lo que hemos dado en llamar los “tiempos”.
FRANZ KAFKA Esto es, los modos en que nuestro presente
La partida actual está atravesado por la memoria del
pasado y la expectativa del porvenir. Desde
En esta última consideración trabaja- este punto de vista, el problema de la
remos sobre el par de conceptos virtud y Fortuna tiene que ver sin duda con el proble-
Fortuna. De manera cierta, esté tópico ma del porvenir, del futuro; pero también
retoma lo que trabajamos en el capítulo I con los modos en que incide el azar en él.
bajo los nombres de libertad y necesidad, Presentemos, entonces, algunos momen-
y con ello el eje temático de este cuader- tos de Corre Lola, corre con la intención de
nillo. Podríamos decir que en el caso de iluminar estas consideraciones. Como ya lo
libertad y necesidad, virtud y Fortuna, se dijimos en la “Introducción” a la película, se
trata de pares de conceptos emparenta- trata de un filme en el que los problemas de
dos. El lector recordará que en el contex- reflexión filosófica relucen más en la imagen
to del capítulo dedicado a Matrix trabaja- que en el guión. De allí que las alusiones al
mos a partir del camino de pensamiento problema de la Fortuna y el Azar muchas
seguido por Sócrates, esto es, la expresión veces aparecen a través de imágenes. Tal es el
de su libertad de caso de las fotografías
pensamiento a par- que muestran los
tir de la aceptación futuros posibles de
de los vaticinios del aquellos con los que
Escena de la película oráculo de Delfos. se encuentra Lola en Escena de la película
Corre Lola, corre. Por ello, solicitamos su carrera. Por eso Corre Lola, corre.
al lector que tenga incluimos aquí algu-
presente aquel planteo, con la finalidad nos fotogramas representativos del proble-
de establecer luego una relación. ma de la Fortuna y el Azar.

Destino, azar y necesidad | 95


Escena de la película
Corre Lola, corre

También el Azar aparece en imágenes Lola: Bien.


cuando entra en el despacho de su padre y Empleada del casino: No puedes entrar
descubre que él tiene una amante con la que vestida así.
piensa compartir el resto de su vida. Y en el Lola: Es necesario. Noventa y nueve mar-
otro relato, se entera de que no es hija natu- cos con 20.
ral del que para ella siempre ha sido su padre. Empleada del casino: ¿Qué clase de fichas?
Desde el punto de vista del guión estas cir- Lola: ¿Una de 100?
cunstancias operan como disparadores de la Empleada del casino: No te alcanza.
carrera de nuestra reflexión. En primer lugar, Lola: Por favor.
podríamos hacer referencia al momento en (La empleada le da la ficha de 100 a Lola,
que Lola decide su propio destino o fortuna, quien entra al casino y se dirige a la ruleta.)
cuando resuelve no morir en el primer rela- Croupier: Hagan sus apuestas, por favor.
to. En segundo lugar, cuando está en la Sus apuestas, por favor.
ambulancia en el tercer relato, donde decide (Lola apuesta al veinte negro.)
sobre el destino del guardia que yace mori- Croupier: No más apuestas. Veinte, negro,
bundo. Finalmente, optamos por el momen- par. Ninguna serie. Mil quinientos por
to en que juega en el casino, que es quizás el negro. Cien y cuatrocientos. Tres mil
máximo ejemplo del Azar; tan inexorable quinientos por 100 marcos al 20. Aquí
como el tiempo de un reloj. De allí la com- tiene. Tres mil quinientos.
paración entre el gran reloj que hay en el Seguridad: Venga conmigo, por favor.
casino y el cilindro de la ruleta. Lola: Sólo una jugada más.
De hecho, el filósofo francés Blaise Croupier: Hagan sus apuestas por favor.
Pascal (1623-1662), quien en octubre de (Lola vuelve a apostar al 20 negro. La rule-
1658 dio a conocer el libro Historia de la ta gira. Lola grita hasta romper los vasos
ruleta, se apoyó en los métodos de y vidrios del casino.)
Roberval, un sabio francés que lo había Croupier: Veinte, negro, par.
precedido en ese camino. Lola: Rápido. Necesito una bolsa de plástico.
En la escena en el casino se ve el modo Desde el punto de vista filosófico,
en que Lola, a través de su grito, decide podríamos decir que hay tres grandes
aun sobre la Fortuna y el Azar, tanto de los momentos en la historia de la filosofía para
veinte minutos como del número veinte en considerar el problema de la Fortuna. Un
la ruleta. primer momento que podríamos llamar
pagano, que corresponde a la Antigüedad.
Lola: ¿Cómo funciona esto? En este punto podríamos señalar a la trage-
Empleada del Casino: Compras fichas… y dia griega como el primer gran hito en la
las apuestas. comprensión filosófica de la Fortuna o

96 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Escena de la película Corre Lola, corre

Suerte. El corazón mismo de las tragedias castigadas. De allí que éstas tengan que
gira en torno de las catástrofes humanas, ordenarse y seguir la Fortuna, el destino, la
que se deben a potencias sobrenaturales Suerte o fatalidad que impone la Divina. En
ocultas en el misterio, esto es, en la fatali- definitiva, la posición de Sófocles es la de
dad que impone la justicia divina. aquel que concibe la libertad del individuo
Como testimonio de este primer en cuanto éste enfrenta al mundo tal cual es
momento podríamos hacer referencia a la y asume su propia Fortuna, Suerte o destino
Antígona de Sófocles. La escena tiene lugar por cruel e incomprensible que parezca. Es
al día siguiente del mutuo fratricidio entre el ideal del hombre piadoso, quien no trastro-
los hermanos de Antígona (Polínices y ca en su esencia el orden del mundo dado
Etéocles). Siguiendo el mandato de las por la justicia o ley divina, tal como lo
leyes divinas, Antígona desea enterrar a su expresa este parlamento del coro:
hermano Polínices, quien había vuelto a
Tebas a reclamar su trono. Mientras, su tío Estrofa 2ª
Creonte, quien gobernaba junto a Tanto el lenguaje como el volátil pensa-
Etéocles por decreto de leyes humanas, miento y los comportamientos civilizados se
ordena que el cuerpo de aquél sea dejado enseñó a sí mismo, y también a huir los
como carroña para los cuervos. Si bien en inclementes y lluviosos dardos de desapaci-
Antígona se concentran distintos grupos bles heladas, todo recurso: sin recursos ante
de problemas, como la tensión entre natu- ningún porvenir se las ve. De Hades solo no
raleza y cultura o bien la cuestión en torno alcanzará escape, pues de irremediables
de los ritos funerarios, llamados ctónicos, el males ha ideado la escapatoria.
tópico capital allí es el conflicto entre las Antistrofa 2ª
leyes humanas (gr. nomoi), impuestas por Poseedor de una sabiduría superior a la
Creonte, y la ley divina (gr. Diké), seguida esperable, la capacidad de urdir técnicas,
por Antígona. Esto es, entre las leyes escri- unas veces al mal, otras al bien la encami-
tas y la ley no escrita, entre la autonomía y na. Entretejiendo las leyes de la tierra y la
la teonomía. justicia, de los dioses […] que ha prestado
Por supuesto que en Antígona se abre un juramento engrandecerá la ciudad; priva-
ámbito para los decretos de las leyes huma- do de ella quedará aquel que, en virtud de
nas, siempre y cuando éstas se subordinen, su osadía, se entrega a lo que no es bueno.
no contradigan ni transgredan el orden ¡Que no se siente a mi lado ni sea de mis
impuesto por la ley divina. Así las acciones mismos pensamientos quien hiciera tales
humanas que transgreden la ley divina son cosas!39

39 Antígona, Sófocles, Biblos, Buenos Aires, 1994, p. 85.

Destino, azar y necesidad | 97


La rueda de la fortuna del
pintor Grégoire Huret

Un segundo momento en la concepción solación de la filosofía dedicó los libros IV y


de la Fortuna corresponde a lo que damos V a tratar sobre el problema de la providen-
en llamar Edad Media. En este momento el cia, el destino, el Azar y la Fortuna. Para
problema de la Fortuna aparece íntimamen- Tomás, visto desde abajo –es decir, desde el
te vinculado a la providencia divina. La punto de vista de los aldeanos que viven a
Fortuna es una suerte de administradora los pies del volcán–, llamamos Fortuna o
general de las cosas puesta por Dios para hado a los acontecimientos que son decidi-
decidir sobre el destino de las cuestiones dos por Dios. Pero vistos desde arriba
humanas. Y no hay nada que puedan hacer –desde Dios mismo, esto es, desde el orden
los hombres para evitar sus designios y mismo de las cosas que se da en Dios–, los
embates. Por ejemplo, si nosotros habita- llamamos providencia. Así, para Tomás la
mos en una aldea que está situada a los pies Fortuna, el hado, el destino, es un suerte de
de un volcán, y ese volcán se activa y dise- instancia intermedia entre la providencia de
mina su lava, nosotros no debemos ni impe- Dios y las cosas mismas. Dice Tomás en la
dir su avanzada ni huir de allí para salvar Suma Teológica (primera parte, cuestión
nuestras vidas. Porque todo ello ha sido 116, artículo 1):
querido así por Dios a través de la Fortuna.
Para el hombre medieval, la Fortuna está Mas Boecio define el hado, diciendo que
íntimamente vinculada con la sabiduría es “una disposición inherente a las cosas
divina, y nada puede hacerse contra la nece- variables, por la que la Providencia las coor-
sidad o fatalidad que ella impone. Tal como dina en determinado orden”. Hubo, pues,
lo dice Dante Alighieri en el cuarto círculo algunos que rehusaron reducir a una causa
del Infierno de su Comedia, en la que pagan superior estas cosas casuales y fortuitas que
sus penas los avaros y los despilfarradores, acontecen en los seres inferiores, y estos tales
esto es, los malos administradores de la for- negaron el hado y la providencia, como de
tuna material: “Por ella [la Fortuna] una Tulio refiere San Agutín; otros, intentaron
gente impera y otra languidece / siguiendo el reducir a una causa superior, que decían ser
juicio de ella / que está oculto como la serpien- los cuerpos celestes, todas las cosas fortuitas
te en la hierba”. y casuales que acontecían aquí abajo, sea en
Estas amargas palabras de Dante encuen- el orden natural o en el orden humano; y,
tran su fundamento filosófico, aunque en según esta opinión, el hado no sería otra
rigor deberíamos decir teológico, en la cosa que “la disposición de los astros”. La
Suma teológica de Tomás de Aquino (1225- Providencia divina ejecuta sus efectos
1274). Allí el Búfalo, ya que así lo llamaban mediante causas intermedias. De aquí se
por su tamaño, se refiere a su vez al pensa- deduce que la ordenación de estos efectos
dor romano Severino Boecio (480-524/5), puede mirarse bajo un doble aspecto. Puede
quien en su hermoso diálogo sobre La con- considerarse, en efecto, según está en Dios,

98 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


y, bajo este aspecto, la ordenación de los originario, como una fuerza o ímpetu del
efectos se llama Providencia. Más, si se con- que el hombre está dotado para llevar ade-
sidera esta ordenación de los efectos en lante sus acciones. Sin embargo, no se trata
cuanto está en las causas intermedias orde- de un enfrentamiento en el cual el hombre
nadas por Dios de tal modo a producir tales anhela sobrepasar los designios de la
efectos, así es como se entiende el hado o la Fortuna, ya que es consciente de la desme-
fortuna.40 sura de sus embates. Pero tampoco se trata
de una resignación ante ella, una suerte de
Pero hay un tercer momento en la con- melancolía, de anhelo de que algo sea dis-
cepción filosófica de la Fortuna que corres- tinto de como es pero con la certeza indubi-
ponde a lo que llamamos Renacimiento.41 table de que nunca va a dejar de ser como
Es en este tercer modelo donde podemos es. Ni una cosa ni la otra. Para mostrar este
enmarcar a Corre Lola, corre. En este contex- reconocimiento del límite de las acciones
to podemos citar, entre muchos otros ejem- humanas ante la Fortuna, pero sin dejar de
plos posibles, a El príncipe de Nicolás hacer notar la posibilidad que tenemos de
Maquiavelo, que tiene por título En qué incidir sobre ella a través de la práctica de
medida están sometidos a la fortuna los asun- nuestra virtud, Maquiavelo se ha servido de
tos humanos y de qué forma se le ha de hacer la imagen de un dique, la cual tiene un vín-
frente. culo con la del volcán medieval. Así, el
En este momento renacentista, en el tra- hombre comienza a intervenir activamente
tamiento de la Fortuna hay una suerte de en su destino, en su Fortuna, como sucede
retorno a la concepción antigua. La Fortuna con Lola. El hombre se va eligiendo, se va
es presentada como una suerte de diosa, de realizando, a través de sus acciones, ya no
mujer caprichosa, ante la cual, a diferencia víctima o presa de los embates y designios
de lo sucedido en la Antigüedad, el hombre de la Fortuna. Dice Nicolás:
debe presentarse con inteligencia para llegar
a un acuerdo con ella. Así el hombre a tra- No se me oculta que muchos han tenido
vés de su virtud tiene la posibilidad cierta de y tienen la opinión de que las cosas del
no estar sometido a los caprichos de la mundo están gobernadas por la fortuna y
Fortuna. Es importante señalar que en este por Dios hasta tal punto que los hombres, a
contexto “virtud” no tiene un sentido pesar de toda su prudencia, no pueden
moral, religioso o teológico, sino su sentido corregir su rumbo ni oponerles remedio

40 Tomás de Aquino, Suma teológica, I, q. 116, a.1, BAC, Madrid, 1968.


41 Sobre la cuestión de la Fortuna, sugerimos la lectura del bellísimo ensayo de Michel de Montaigne, “De
cómo la fortuna sigue con frecuencia a la razón”, en Ensayos, I, Hyspamérica, Buenos Aires, 1984.

Destino, azar y necesidad | 99


alguno. Por esta razón podrían estimar que […] Concluyo, por tanto, que al cam-
no hay motivo para esforzarse demasiado en biar la fortuna y al permanecer los hombres
las cosas, sino más bien para dejar que las obstinadamente apegados a sus, modos de
gobierne el azar. Esta opinión ha encontra- actuar prosperan mientras hay concordancia
do más valedores en nuestra época a causa entre ambos y vienen a menos tan pronto
de los grandes cambios que se han visto y se como empiezan a separarse. Sin embargo,
ven cada día por encima de toda posible yo sostengo firmemente lo siguiente: vale
conjetura humana. Yo mismo, pensando en más ser impetuoso que precavido porque la
ello de vez en cuando, me he inclinado en fortuna es mujer y es necesario, si se quiere
parte hacia esta opinión. No obstante, para tenerla sumisa, castigarla y golpearla. Y se ve
que nuestra libre voluntad no quede anula- que se deja someter antes por éstos que por
da, pienso que puede ser cierto que la fortu- quienes proceden fríamente. Por eso siem-
na sea árbitro de la mitad de las acciones pre es, como mujer, amiga de los jóvenes,
nuestras, pero la otra mitad, o casi, nos es porque éstos son menos precavidos y sin
dejada, incluso por ella, a nuestro control. tantos miramientos, más fieros y la domi-
Yo la suelo comparar a uno de esos ríos nan con más audacia.42
torrenciales que, cuando se enfurecen, inun- Como puede verse, éste quizá sea el
dan los campos, tiran abajo árboles y edifi- modo en que se pone en juego en Corre
cios, quitan terreno de esta parte y lo ponen Lola, corre el vínculo entre virtud y Fortuna.
en aquella otra; los hombres huyen ante él, De un lado, la conciencia de la fuerza de los
todos ceden a su ímpetu sin poder plantear- designios de la Fortuna y del Azar, lo que
le resistencia alguna. Y aunque su naturale- bien se deja ver en el temor que a ella le da
za sea ésta, eso no quita, sin embargo, que la posible suerte de su novio, ante lo cual se
los hombres, cuando los tiempos están tran- pone a correr. Del otro, el camino que lleva
quilos, no puedan tomar precauciones adelante por medio del ejercicio de su vir-
mediante diques y espigones de forma que tud, fuerza o ímpetu para incidir sobre la
en crecidas posteriores o discurrirían por un Fortuna.
canal o su ímpetu ya no sería ni tan salvaje De este modo llegamos al final, ya no
ni tan perjudicial. Lo mismo ocurre con la corremos más. Por tanto, si no hay movi-
fortuna: ella muestra su poder cuando no miento, no hay para nosotros ya pensa-
hay una virtud organizada y preparada para miento. Que quede entonces para nosotros,
hacerle frente y por eso vuelve sus ímpetus como enseñanza filosófica de Corre Lola,
allá donde sabe que no se han construido los corre el hecho de que para pensar hay que
espigones y los diques para contenerla. estar en movimiento.

42 Maquiavelo, El príncipe, Alianza, Madrid, 1994, p. 487

100 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Actividades
Para el docente quen si se trata de tres tiempos distintos o más bien de un
En la segunda parte de la primera consideración llevamos único tiempo, el presente, en el que conviven “pasado”,
adelante algunas reflexiones en torno de los problemas en “presente” y “futuro”.
filosofía, esto es, cuándo aparece un problema para noso- c. Que los alumnos ofrezcan distintos relatos, anécdotas o
tros, cómo se lo plantea correctamente y de qué manera vivencias en las que se marquen la presencia del pasado en
incide nuestra propia existencia en la comprensión de un el presente y cómo a partir de esa presencia las acciones
problema. En virtud de todo ello, le sugerimos al docente actuales se ven concretamente modificadas y afectadas. Por
que formule una serie abierta de preguntas que a su enten- ejemplo, el relato de una historia de amor que ha dejado sus
der expresen problemas de reflexión filosófica propios de secuelas e incide concretamente en una nueva relación.
su tiempo y espacio. La intención de esta actividad es que d. Que los alumnos ofrezcan distintos relatos respecto de su
el docente comparta estas preguntas-problemas con sus expectativa de futuro, en las que se marquen la presencia
alumnos con la finalidad de poner en evidencia si aquéllas del futuro en el presente y cómo a partir de esa presencia las
expresan malestares propios de los estudiantes o no. acciones se ven concretamente modificadas y afectadas. Por
ejemplo, cómo la expectativa de un futuro laboral incide en
Para que el docente realice con los alumnos las acciones de un estudiante en el presente, al modo como
1. En el capítulo ofrecimos distintas definiciones de qué es el Lola corre en pos del futuro de la vida de Manny.
hombre, entre ellas, la de Corre, Lola, corre, en la que se 3. Sugerimos aquí que el docente comparta con los alumnos el
determinaba al hombre como el animal que pregunta, y western A la hora señalada (1952) de Fred Zinnemann. La
aquella de Aristóteles según la cual el hombre es el animal intención de esta actividad es poner esta película en relación
que ríe. Le proponemos, entonces, al docente que les pida con Corre, Lola, corre, con la finalidad de señalar las distin-
a sus alumnos distintas definiciones de hombre, acompa- tas concepciones del tiempo y la temporalidad que se
ñadas de las razones que justifiquen en cada caso la defi- encuentran en una y en otra. Por ejemplo, la contraposición
nición. La finalidad de esta actividad será la de poner de entre un tiempo lineal en aquélla y un tiempo circular en
manifiesto el disenso entre las distintas definiciones y, ésta; un tiempo que avanza lentamente en aquélla y un
con ello, la necesidad del diálogo no para encontrar la tiempo que corre velozmente en ésta.
definición adecuada, sino para que cada uno pueda pro-
blematizar su propia definición en virtud de las restantes. 4. En la tercera consideración, tratamos sobre el vínculo entre
la Fortuna o Suerte y la virtud, esto es, el modo en que el
2. En la primera parte de la segunda consideración, presen- individuo se presenta a ella. Allí ofrecimos tres momentos de
tamos el problema del tiempo a través de las distintas la relación entre virtud y Fortuna, a saber: el antiguo o paga-
apariciones de esta expresión en el uso de nuestro len- no, el medieval y el renacentista, al que emparentábamos
guaje, y a partir de ello ofrecimos distintas posiciones con Corre, Lola, corre. En esta actividad, le proponemos al
filosóficas para comprender qué cosa es el tiempo. Por docente que presente el cuento “Guayaquil” de Jorge Luis
ello, proponemos que el docente lleve adelante con sus Borges, con la finalidad de analizar e interpretar cuál es la
alumnos las siguientes actividades: relación que se establece entre la Fortuna o Suerte y el ejer-
a. Que los alumnos redacten una lista en la que indiquen cicio de la virtud o voluntad individual. Podemos recordarle
los distintos usos de la palabra “tiempo” en el lenguaje al docente que el cuento perteneciente a El informe de
cotidiano. A partir de ello, que señalen si el sentido de la Brodie, narra el encuentro azaroso entre dos investigadores
palabra varía según los casos. Finalmente, que expliciten que tratan de desentrañar el misterioso encuentro que tuvo
los diferentes sentidos de la expresión. lugar entre San Martín y Bolívar en Guayaquil, y muestra
b. Que los alumnos definan por escrito qué entienden por cómo la voluntad de uno de los personajes se impone sobre
“pasado”, “presente” y “futuro”. A partir de ello, que indi- la del otro.

Destino, azar y necesidad | 101


Bibliografía sugerida

Primera consideración: el animal 1984; Gadamer, H.-G., “El tiempo en el


que pregunta pensamiento occidental de Esquilo a
Heidegger”, en AA.VV., El tiempo y las filo-
Para una aproximación sobre los proble- sofías, Sígueme, Salamanca, 1979, y Elíade,
mas en filosofía, se sugiere la consulta de M., “El tiempo sagrado y los mitos”, en Lo
Heimsoeth, H., Los seis grandes temas de la sagrado y lo profano, Guadarrama, Madrid,
metafísica occidental, Alianza, Madrid, 1967.
1990.
Tercera consideración: virtud y
Segunda consideración: ¿qué es Fortuna (libertad y necesidad)
el tiempo?
Acerca de la virtud y la Fortuna, es alta-
Si bien sobre el problema del tiempo la mente recomendable Villoro, L., Filosofía
bibliografía en filosofía es más que vasta, a del renacimiento, FCE, México, 1992, y
modo introductorio se puede acudir a Heller, A., “Hado, destino y fortuna”, en El
Elías, N., Sobre el tiempo, FCE, México, hombre del Renaci

102 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Bibliografía

Primera consideración: el animal KIRK, Raven y SCHOFIELD, Los filósofos pre-


que pregunta socráticos, Gredos, Madrid, 1987.
PLATÓN, Timeo, Colihue, Buenos Aires,
ARISTÓTELES, Partes de los animales, 1999.
Gredos, Madrid, 2000.
Los tiempos
Los problemas en filosofía
BENJAMÍN, W., “Tesis de filosofía de la his-
ANDREAS-SALOMÉ, L., NIETZSCHE, Zero- toria”, en Angelus Novus, EDHASA,
Zyx, 2ª ed., Madrid, 1979. Barcelona, 1971.
DELEUZE, G., El bergsonismo, Cátedra, EPICURO, Obras, trad. Montserrat Jufresa,
Madrid, 1987. Altaya, Barcelona, 1996.
NIETZSCHE, F., Ecce homo, Alianza, MIZRAHI, E., “Velocidad y nueva intimidad”, con-
Madrid, 1996. ferencia pronunciada el 21 de marzo de 2005
NIETZSCHE, F., El crepúsculo de los ídolos, en Villa Unión, La Rioja, Cine y Formación
Alianza, Madrid, 1993. Docente 2005, Ministerio de Educación,
Ciencia y Tecnología de la Nación.
Segunda consideración: ¿qué es
el tiempo? Tercera consideración: virtud y
Fortuna (libertad y necesidad)
AGUSTÍN, Confesiones, Alianza, Madrid,
1990. ANTÍGONA, Sófocles, Biblos, Buenos Aires,
ARISTÓTELES, Física, Biblos, Buenos Aires, 1994.
1995. TOMÁS DE AQUINO, Suma teológica, BAC,
BERGSON, H., Memoria y vida. Textos esco- Madrid, 1968.
gidos por Gilles Deleuze, Alianza, MAQUIAVELO, N., El príncipe, Alianza,
Madrid, 1977. Madrid, 1995.
BORGES, J. L., “Nueva refutación del miento, Península, Barcelona, 1994.
tiempo”, en Otras inquisiciones, Obras Sobre un análisis de las distintas versiones
Completas, II, Emecé, Buenos Aires, de Antígona a lo largo de la historia,
1974. recomendamos asiduamente la lectura
KANT, I., Crítica de la razón pura, Porrúa, de STEINER, G., Antígonas, Gedisa,
México, 1991. Barcelona, 1996.

Destino, azar y necesidad | 103


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 104
Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 105

C A P Í T U L O 3
Dos vidas en un instante -
Hechizo del tiempo

Introducción dad conduce al pensamiento hacia la


misma reflexión sobre el problema del
Dos vidas en un instante (Sliding doors) azar, su historia en la filosofía y los posi-
es un clásico ejemplo de aquellas películas bles abordajes de este particular concepto.
que podrían pasar absolutamente inadver- Curiosamente, en El día de la marmota
tidas. Sin embargo, otorga en este caso el (Groundhog day) es también una casuali-
pie para una reflexión filosófica ulterior. dad la que deja al periodista Phil Connors
De hecho, su argumento es más bien sim- (Bill Murray) atascado en este pueblo tan
ple: Helen, tras haber sido despedida en su difícil de pronunciar –Punxsutawney–,
oficina, vuelve apesadumbrada a su casa; cuando una tormenta de nieve que él
en un casi insignificante hecho –como es la mismo había pronosticado que no sucede-
posibilidad de chocarse con una niña en las ría, clausura los caminos. Es quizás éste el
escaleras del subte londinense– su vida se punto de encuentro, el eslabón que funcio-
desdobla, lo que conduce a la narración en na como gozne entre la problemática del
simultáneo de dos vidas paralelas posibles. azar que será tratada con precisión a través
Dos destinos frutos del azar. de Dos vidas en un instante y la serie de
La primera película de Peter Howit, Dos abordajes que se realizarán respecto de El
vidas en un instante fue estrenada en los día de la marmota: la cuestión del eterno
cines hacia 1998 y pasó rápidamente por retorno, la posibilidad de una construcción
las carteleras, para tener quizás un éxito o invención de la identidad y las respecti-
mayor en su formato de video. Es que para vas consecuencias de la repetición y del
el público general el único gran rédito de la retorno de lo mismo en el mundo de las
película es la actuación (o más bien presen- pasiones.
cia) de Gwyneth Paltrow, con las varias El día de la marmota retrata con humor Película Dos vidas en
peripecias que le suceden en su desdobla- la extravagante pero real celebración del 2 un instante (1998) de
Peter Howitt
miento; así como el acento en el final que de febrero en el pueblo estadounidense de
debe tener toda historia de amor amena y Punxsutawney, donde Punxsutawney Phil
apta para todo público. (marmota y animal oficial del pueblo) sale
Sin embargo, en nuestro trabajo sobre de su madriguera luego del período de
cine y filosofía, Dos vidas en un instante hibernación buscando su sombra: si el ani-
funciona como piedra de apoyo para la mal percibe su propia sombra, habrá seis
consideración de problemas. Es que, sin semanas más de invierno; de lo contrario,
más, es el azar mismo el que produce el es tiempo de primavera.
desdoblamiento; y por más que pueda Asociado –según los habitantes del
parecer algo banal, el hecho de la casuali- pueblo– a antiguas tradiciones romano-

Destino, azar y necesidad | 105


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 106

Es notorio que los personajes que ha


interpretado recientemente el protagonis-
ta de El día de la marmota son de perfil
bajo, más bien abatido por las circunstan-
cias, pero que terminan aprendiendo cier-
tas “lecciones de vida”. De hecho en esta
misma película el personaje pasa de ser un
pedante periodista citadino que odia las
celebraciones de los pueblos del interior
de su país, a ser un hombre enamorado de
la vida y la simplicidad, que toma la deci-
sión de quedarse en el pequeño pueblo. Es
que también es parte de la película mos-
trar los prejuicios infundados de los habi-
tantes de las grandes ciudades respecto de
la supuesta monotonía –y su consecuente
aburrimiento– de la vida en las pequeñas
ciudades o pueblos. Y la repetición tempo-
La versión en castellano de Groundhog day se
ral por la que se ve afectado el personaje
conoció como Hechizo del tiempo (1993) principal, funciona como una metáfora
social respecto de las percepciones que
germánicas, el extraño rito fue llevado a muchos habitantes de las grandes urbes
Hollywood de la mano del director tienen sobre la vida cotidiana de las pro-
Harold Ramis y el actor principal Bill vincias.
Murray, con el estreno de la película en Sin embargo, será a lo largo de la pelí-
1993. Ambos ya habían trabajado juntos cula que Phil Connors irá descubriendo
en otras películas, como Cazafantasmas que, a pesar de la aparente repetición
(Ghostbusters), y si bien en su momento la (temporal, social o individual), se produ-
película no causó gran conmoción, con el ce una inevitable diferencia, que, en con-
tiempo se fue cultivando como película junción con una mirada más humilde y
del culto por el público. Con ella, también menos pretenciosa de las cosas, lleva a un
se fue consagrando en la pantalla grande el ensanchamiento en las pasiones de alegría
actor Bill Murray, quien en los últimos del alma humana; aprende así a disfrutar
tiempos ha participado como actor fetiche la belleza que otorga la mirada simple y
en las películas del director independiente límpida sobre los diversos horizontes en
Jim Jarmusch. nuestro camino.

106 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 107

Primera consideración:
un juego de dados, el azar

El filme Dos vidas en un instante James, a quien le cuenta su última desgra-


comienza en la mañana de un día normal cia. Helen, en pos de un cambio en su
de la protagonista, con su arribo tarde al vida, se realiza un corte de cabello y decide
trabajo. Una vez allí, tomando de pretexto emprender un camino laboral indepen-
el consumo de mercancía de la oficina para diente en el ámbito de las relaciones públi-
usos personales, es despedida. cas. Comienza a su vez una relación prime-
Volviendo a casa, en las escaleras del ro amistosa y después amorosa con James.
subte, se produce el momento en que se des- Como uno de sus primeros trabajos, orga-
doblan las vidas y, por tanto, las historias. niza la inauguración del bar de un amigo
En una de sus vidas logra bajar las esca- de James. En la fiesta de inauguración apa-
leras del subte con tranquilidad y tomar el rece Gerry, quien lleva a Helen a hablar
tren hacia su hogar. Allí conoce a James, afuera. Mientras tanto, James la busca,
con quien previamente se había cruzado hasta que ve cómo Helen y Gerry se besan
en el ascensor de su oficina. James en la vereda.
comienza a hablarle, es amistoso y logra Durante los días siguientes, James desa-
interesarla; se crea un particular vínculo. parece de la ciudad y Helen se asusta, pues-
Al llegar a su casa, Helen encuentra a su to que sospecha que fue vista con Gerry,
novio Gerry en la cama con otra mujer. quien no es más de interés para Helen: a
Mediando pocas palabras, lo deja con un ella sólo le importa James. A todo esto,
gran portazo. Gerry llama a Helen por teléfono y arre-
Gerry, desesperado, la busca en casa de glan un encuentro. Allí, Gerry intenta
su amiga Anna, pero Helen ha ido a un bar recuperarla, pero Helen advierte que el
a tomar un trago. En el bar, se vuelve a vínculo con su amante continúa. Por otro
encontrar por la casualidad del azar con lado, el solo hecho de haberse juntado con
Gerry hace sentir a Helen que ha sido
infiel a James, pero éste no ha aparecido
todavía, y ya ha pasado una semana.
Un día, Helen va a buscar a James a la
oficina, y por casualidad y azar lo encuen-
tra en la esquina. Allí se dan a entender que
ambos se han extrañado y que no se ani-
maban a llamarse, pero que querían volver
a verse. En estos días, Helen descubre que
está embarazada de James. Así, una maña-
na va a buscarlo a la oficina y le dicen que
no está, que ha ido al hospital con su espo-

Destino, azar y necesidad | 107


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 108

sa. Al escuchar esas palabras, Helen entra viaja con su amante Lydia a pasar unos días
en una profunda angustia y viaja hasta el en un hotel de las afueras. Una vez allí, dis-
hospital, donde lo ve con otra mujer. James cuten. Es que Lydia se ha cansado de espe-
se entera de que Helen lo ha visto con otra rar que Gerry deje a Helen para comenzar
mujer y la busca desesperadamente por la una vida juntos. Así, decide abandonar a
ciudad. Cuando la encuentra, le explica Gerry, quien de alguna manera se siente
que es su ex mujer, pero que su madre está liberado, puesto que quería cortar esa rela-
muy enferma y que simulan ante ella ción, más no sabía cómo.
seguir juntos para no darle disgustos. Le Al volver, Gerry le lleva flores a Helen
dice cuánto la ama y que jamás le haría y comienzan a hablar. Helen quiere con-
daño alguno. Se reconcilian y se van cami- tarle que cree que puede estar embaraza-
nando. Cruzando una calle, Helen es atro- da, pero comienza diciéndole que ha con-
pellada y fallece en el hospital. seguido una entrevista de trabajo para un
Ahora bien, en la otra de sus vidas posi- puesto de relaciones públicas. La figura de
bles, Helen, al bajar las escaleras del subte, Lydia aparece en una de las ventanas y
tropieza con una niña y pierde el tren. Por Gerry entra en pánico, la interrumpe y no
los altoparlantes anuncian que los trenes la deja contar sobre su posible embarazo.
están retrasados y que recomiendan otro Lydia vuelve a llamar a Gerry y lo cita en
medio de transporte. Helen opta por tomar su casa. Al llegar Helen a su entrevista de
un taxi. Antes de poder frenar al coche, un trabajo, se da cuenta de que ha sido Lydia
ladrón forcejea con ella, robándole la cartera quien la ha llamado, simulando una posi-
e hiriéndola levemente en el rostro. bilidad laboral, y que ella ha estado
Así es que el taxista la lleva al hospital, la teniendo una aventura con Gerry, de
acompaña y, luego de que los médicos la quien además está esperando un hijo.
atienden, la deja en su casa. Al entrar a su Helen sale corriendo y, en la desespera-
casa, se encuentra con su novio Gerry, un ción, es atropellada. En el hospital le
fracasado escritor, quien la engaña con otra cuentan a Gerry que ella está bien pero
mujer, aunque en esta vida Helen todavía no que ha perdido al bebé. Helen, al desper-
lo sabe. Helen le cuenta sus desventuras y tar, echa a Gerry definitivamente de su
Gerry decide llevarla a pasear por la ciudad. vida. Al darle el alta en el hospital, cono-
Con el pasar de los días, Helen comien- ce por casualidad y azar a James en el
za a sospechar que algo sucede con Gerry, ascensor, tal como había sucedido en el
pues frente a pequeñas preguntas reacciona comienzo de la película, cuando había
exasperadamente y con cierta paranoia. sido despedida, por lo cual todo comien-
Cierto día, Gerry miente a Helen y, con la za nuevamente a partir del juego de dados
excusa de una investigación para su novela, que es el azar.

108 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 109

Del mismo modo que en Dos vidas en Al iniciar nuestro camino filosófico en
un instante, es el azar el que da pie a la serie esta primera consideración en torno del
de acciones de El día de la marmota. Phil, azar, deberíamos advertir que es necesario
un arrogante periodista meteorólogo, es establecer la relación con lo que tratamos en
enviado, junto con un equipo conformado el capítulo I sobre libertad y necesidad y lo
por un camarógrafo (Larry) y una produc- que trabajamos en el capítulo II sobre virtud
tora (Rita), al pequeño pueblo de y Fortuna. En este punto, el lector podría
Punxsutawney a cubrir –una vez más– la vincular las nociones de libertad y virtud, de
extraña festividad que da nombre a la pelí- un lado, y de necesidad y Fortuna, del otro.
cula, consistente en el pronóstico del clima Las primeras aluden a los diversos modos en
de las siguientes semanas ofrecido por el que los individuos se enfrentan a través de
ritual anual que realiza el animal oficial del sus acciones a las imposiciones y embates de
pueblo: la marmota. la necesidad y la Fortuna, esto es, el destino.
Veíamos en Matrix que, tanto para Neo
como para Sócrates, la libertad era conce-
bida como conciencia de la necesidad. Esto
es, que la libertad era el resultado de la
comprensión de la necesidad, el destino o
aquello que no puede ser de otro modo
que como es. De esta manera, cuanto más
consciente seamos de la necesidad y curso
Escena de Hechizo del tiempo
invariante de las cosas, más libres se vuel-
Una vez realizada la transmisión del sin- ven nuestras deliberaciones y acciones.
gular evento, el equipo emprende el cami- Por otro lado, en Corre Lola, corre veía-
no de vuelta a la ciudad. Pero debido a una mos una posición distinta respecto del vín-
tormenta que Phil había pronosticado que culo entre virtud y Fortuna, y ya no entre
no iba a suceder en el área, las rutas se cie- libertad y necesidad. Allí ya no se trataba de
rran por la enorme cantidad de nieve y asumir el destino, la necesidad, y con ello
deben volver a pasar la noche en el pueblo. alcanzar la libertad en las acciones, sino de
A partir de ese momento, fruto de la casua- incidir, a través del ejercicio de la virtud, de
lidad y del azar, ya nada será igual. O más la fuerza, en el curso de la Fortuna, del des-
bien, todo será igual pero no idéntico. Es a tino. Lola corría precisamente para torcer
la mañana siguiente, cuando Phil despierta el camino de la Fortuna, que parecía deci-
a las 6 AM con la radio, que descubre que dirse por la muerte de su novio Manny, y
está viviendo nuevamente el mismo día: el con ello ejercer su virtud y libertad frente a
día de la marmota. la Fortuna o destino.

Destino, azar y necesidad | 109


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 110

Ahora bien, en el caso de Dos vidas en un cuyas obras, junto con las de Kant, pueden
instante y El día de la marmota no se trata ya ser entendidas como grandes diccionarios
del problema de libertad y necesidad ni de filosóficos. En el libro XI de su Metafísica
virtud y Fortuna, sino más bien de cómo el Aristóteles define la “necesidad” (gr. anág-
azar y la suerte inciden activamente en las ke) como aquello que no puede ser de otro
acciones individuales. No hay libertad aquí modo que como es.43 De allí que la necesi-
respecto del azar y de la suerte, sino modos dad sea una expresión de determinismo y,
de existir a partir de sus golpes. en cierta medida, de fatalismo. Todo lo
contrario de la contingencia, o sea, aquello
que efectivamente sí puede ser de un modo
distinto de como es.
Para los griegos en general Fortuna y el
azar son conceptos que están íntimamen-
te ligados. Y fue Aristóteles quien prime-
ro reflexionó sobre el problema de la
Fortuna (gr. thyché) y del azar (gr. autó-
maton). Por otro lado, podemos advertir
que la noción de destino (gr. eimarméne y
lat. fatum) está fuertemente emparentada
en este contexto con los conceptos de
azar y Fortuna.
Por supuesto que para él se trata de un
problema filosófico terrible y profunda-
mente descorazonante. ¿Por qué? Porque
no encuentra los modos de ofrecer una
definición racional de la Fortuna y del
azar. Precisamente porque la Fortuna y el
azar escapan al orden raciona. De allí que
Sin embargo, como las nociones de para los griegos –tanto para los trágicos
necesidad, Fortuna y azar están emparenta- (Esquilo, Sófocles y Eurípides, entre
das desde el punto de vista filosófico, sería ellos) como para los filósofos– haya una
oportuno comenzar con una breve distin- aceptación ciertamente irracional de la
ción entre ellas. Para eso nos serviremos de Fortuna y del azar en tanto fatalidades
las definiciones que ofrece Aristóteles, (gr. até).

43 Aristóteles, Metafísica, Gredos, Madrid, 1994, p. 487.

110 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 111

La figura de Prometeo, hijo de Jápeto y Clímene, es conocida en la mito-


logía griega como el gran benefactor de la humanidad. Prometeo enga-
ñó a los dioses haciéndoles recibir la peor parte de un toro sacrificado,
mientras otorgó la mejor a los humanos: en una pila Prometeo colocó las
partes comestibles y las recubrió con el vientre del animal; en otra puso
los huesos y los cubrió con grasas. Al pedirle a Zeus que eligiese entre
las dos, el dios optó por la grasa sin darse cuenta de que no eran más
que huesos. También es Prometeo quien roba el fuego telúrico de la
forja de Hefesto para entregárselo a los hombres, puesto que Zeus los
castigaba con el frío. Por este acto, Zeus lo condenó a permanecer eter- Prometeo: La
namente encadenado a una roca del Cáucaso, mientras un águila le Moira, que todo lo
devoraba constantemente el hígado, y juró no soltarlo jamás. Pero
Heracles, hijo de Zeus, lo liberó, y su padre sólo ordenó que Prometeo lleva a su fin, no ha
llevara un anillo con el acero de las cadenas, para que de alguna mane- decretado todavía que
ra siguiera encadenado. eso se cumpla de esa
El mito relatado por Esquilo constaba de tres etapas: Prometeo encade-
nado, Prometeo liberado, Prometeo portador del fuego, pero las últimas manera, sino que tras
dos obras fueron extraviadas. desgarrarme en mil
Igualmente, la historia de Prometeo ha sido inspiración para la literatu- dolores y calamidades,
ra toda, desde Goethe hasta Mary Shelley y su Frankenstein o El
Prometeo moderno. escape entonces de
estas cadenas. El arte
es, con mucho, más
débil que Necesidad.
Podríamos recordar aquí las palabras de Corifeo: ¿Y quién dirige el rumbo de
Prometeo, benefactor de los hombres, en la Necesidad?
tragedia de Esquilo Prometeo encadenado, Prometeo: Las Moiras triformes y las
en la que se refiere a las Moiras, esto es, a Erinias, que nada olvidan.
las Suertes, a las Fortunas, pero personifi- Corifeo: ¿Entonces, es Zeus más débil
cadas como mujeres:44 que ellas?
Prometeo: Así es, desde luego. Él no
podría esquivar su destino.45

Pero, ¿por qué es tan desesperante para


los filósofos y en particular para Aristóteles
el problema de la Fortuna y del azar?
Precisamente porque para Aristóteles la
actividad filosófica es concebida como un
conocimiento racional de las causas y prin-
cipios últimos de las cosas, tal como lo ha
desarrollado en el libro I de su Metafísica.
Conocer es conocer las causas de las cosas.
Entonces, ¿cuál es la causa del azar y cuál la
Vulcano encadena a Prometeo (1623) de la Fortuna? ¿Cuál es la razón de la
del pintor Dirck van Baburen (1525-1624)

44 De las tres Moiras o Suertes, Átropo hilaba el hilo de la duración de la vida de cada hombre, Cloto lo iba
enrollando y Láquesis lo cortaba cuando la vida debía concluir.
45 Esquilo, Prometeo encadenado, Planeta DeAgostini, Madrid, 1998, p. 183.

Destino, azar y necesidad | 111


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 112

Fortuna y cuál la del azar? En el libro II de Escena de la película de Hechizo del tiempo
su Física, Aristóteles se pregunta si hay
otras causas además de las cuatro que reco- amargura responde Aristóteles en su Física,
noce como principios de las cosas (la for- II, 5, 197a8: “Menester es que sean indefi-
mal, la material, la eficiente y la final). nidas [desconocidas] las causas de lo que
Advierte que por lo pronto hay dos más: el sucede por azar”.
azar (gr. autómaton) y la Suerte o Fortuna Con todo, aunque sean indefinidas y
(gr. thyché). Cabe señalar que Aristóteles desconocidas las causas del azar, no por ello
distingue el azar de la Fortuna del siguien- los acontecimientos dejan de responder a
te modo: el azar se refiere para él a aconte- un tipo extraño de causalidad. Una cosa es
cimientos accidentales en el orden de la que para nosotros sean desconocidas las
naturaleza, mientras que la Fortuna o causas por las cuales algo sucede, pero otra
Suerte se relaciona con accidentales en el muy distinta es que esos diferentes aconte-
ámbito de lo humano. Esta distinción fue cimientos no respondan a ningún tipo de
discutida ampliamente por los pensadores causalidad. Idea, por supuesto, inadmisible
de la llamada Edad Media durante los para un pensador clásico (tanto antiguo
siglos XII y XIII, cuando reingresaron las como medieval). Por ello, Aristóteles ofre-
obras perdidas de Aristóteles nuevamente a ce su explicación de aquello que está por
Occidente. Por otro lado, desde el punto detrás de los acontecimientos excepciona-
de vista del uso cotidiano de los términos, les o producidos por azar. Según él, estos
muchas veces esta distinción es improce- acontecimientos excepcionales tienen lugar
dente. Y que quede claro que en este punto cuando se cruzan de modo accidental dos
también tenemos que atender al sentido series causales distintas e independientes.
común, para así evitar la distancia que Podemos poner como ejemplo un acon-
repetidas veces la práctica filosófica alcanza tecimiento azaroso que tiene lugar en
respecto de la experiencia inmediata. Corre, Lola corre. Se trata del momento en
Lo que sí nos importa del planteo de el que se cruza, sin saberlo, en los dos pri-
Aristóteles es que ambas causas están carac- meros relatos, con el vagabundo que tiene
terizadas por un rasgo fundamental: la la bolsa de dinero de Manny. Lola corre
excepcionalidad. Para él, los acontecimien- hacia el banco en el que trabaja su padre y
tos que son originados o causados acciden- el vagabundo corre tratando de huir de
talmente por el azar o la Fortuna son cier- posibles perseguidores. Accidentalmente se
tamente excepcionales, ya que no expresan cruzan en una esquina, siguiendo dos
ni lo que sucede siempre ni lo que tiene caminos o cadenas causales distintas.
lugar a menudo. Pero al preguntar sobre la Para expresarlo a través de un ejemplo
causa del azar mismo y de la Fortuna, con procedente de la filosofía, podemos servir-

112 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 113

nos de un pasaje del libro V de La consola- promesa para abrirte el camino que te
ción de la filosofía del romano Severino volverá a tu patria.”
Boecio (480-524), al que hicimos referen- 5. “Ten presente, sin embargo, que aun
cia en el contexto del capítulo anterior a cuando estas cuestiones no carezcan de
través de la cita de Tomás de Aquino. interés, se apartan un tanto de nuestro
Boecio escribió esta obra estando prisione- propósito, y es de temer que fatigado
ro en Pavía, un año antes de ser ejecutado. con tales digresiones, no te queden las
Se trata de un diálogo que entabla el autor necesarias energías para llegar a la
con la personificación de la Filosofía. meta.”
Curiosamente, Boecio en su encierro 6. “No abrigues tal temor, para mí será un
encuentra consuelo no en la religión sino descanso el aprender cosas que de tal
en la filosofía misma. En el libro V, Boecio manera me interesan.”
dialoga con la Filosofía sobre el problema 7. “Por otra parte, una vez explicados con
del azar. Allí retoma el tratamiento de tu acostumbrada maestría todos los
Aristóteles y sugiere un ejemplo que me aspectos de la cuestión, no quedará
parece oportuno para iluminar las conside- lugar a duda en lo demás que tratares.”
raciones anteriores: 8. “Te daré gusto, dijo. Y comenzó de
esta manera: ‘Si por azar se entiende
Libro V. La omnisciencia providente de un acontecimiento o serie de ellos que
Díos y la libertad de la voluntad humana sobrevengan de modo accidental,
son compatibles. fuera del encadenamiento natural de
las causas, es preciso afirmar que el
PROSA PRMERA azar no existe; y que esa palabra, al no
1. Esto dijo la Filosofía y disponíase a cam- designar nada, carece de sentido; por-
biar el tono de su discurso para tratar que si todas las cosas suceden confor-
otras cuestiones. me a un orden establecido por Dios,
2. Y entonces hablé yo así: ‘“Sabios son tus ¿qué lugar queda para lo fortuito o
consejos y muy dignos de la autoridad imprevisto?’.
de que gozas; pero has dicho hace un 9. “En efecto, de la nada no sale nada; pen-
instante que la cuestión de la samiento éste muy cierto que ninguno de
Providencia se relaciona con otras los antiguos se atrevió a negar, si bien no
muchas; y ahora lo comprendo yo”. fue formulado a propósito del principio
3. “Porque, dime: ¿crees que en realidad creador y agente sino de la materia crea-
existe el azar? Y en caso de que exista, da, es decir, de la naturaleza de los seres.”
¿cuál es su naturaleza?.” 10. “Y si un acontecimiento sobreviene sin
4. “En seguida –añadió voy a cumplir mi causa, es como si saliera de la nada; y

Destino, azar y necesidad | 113


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 114

siendo esto imposible, igualmente lo será causas que han influido separada y con-
que exista el azar tal como lo hemos defi- juntamente para que el segundo desente-
nido o supuesto.” rrara lo que el primero ocultó.”
11. “Entonces, ¿nada hay que se pueda lla- 18. “Podríamos, pues, definir así el azar: es
mar caso fortuito? O bien, ¿existe algo, un acontecimiento imprevisto que un
aun desconocido por el vulgo, que pueda conjunto de causas concurrentes hacen
llevar ese nombre?.” entrar en la cadena de hechos realizados
12. “Mi discípulo Aristóteles en su Física con determinado plan.”
definió esta palabra que conocía y exacta- 19. “La concurrencia de las causas y su
mente.” mutua concatenación proceden del
13. “¿Cómo? Siempre que realizándose una orden inflexible del universo, que tenien-
acción –dice– con un designio cualquie- do su origen en la Providencia, determi-
ra, sucede por ciertas razones algo dife- na el lugar y el tiempo de cada cosa.”46
rente de lo previsto, se habla de azar; por
ejemplo, si uno al remover la tierra para Como se desprende del tratamiento de
cultivarla encontrare enterrada una vasija Aristóteles y su continuador Boecio –como
llena de monedas de oro.” más tarde lo hará Tomás de Aquino–, la
14. “Al parecer, este hecho es debido al azar. Fortuna y el azar son concebidos negativa-
Pero no procede de la nada, sino que mente. Esto es, como carencias o privacio-
tiene sus causas; y por concurrir éstas de nes. Son para ellos casos excepcionales que
un modo inesperado dan la impresión de responden a causas indefinidas. De aquí que,
haberse producido algo casual.” para esta línea de pensamiento, aquello que
15. “Porque si el que trabaja el campo no queda por fuera de la comprensión racional
hubiera removido la tierra y el otro no forma parte de lo raro y monstruoso. El azar
hubiera enterrado allí su fortuna, nada se no deja de ser en este contexto algo negativo:
hubiera encontrado.” la expresión de acontecimientos contingen-
16. “Pues eso es lo que ha traído aquella tes e irregulares. Sin embargo, como hemos
ganancia casual, que se debe al concurso visto en los casos de Aristóteles, Boecio y
y a la acción conjunta de causas eslabona- Tomás, el azar encuentra su última justifica-
das, y no a la voluntad del agente.” ción tanto en el orden de la naturaleza como
17. “Porque ni el que ocultó el oro ni el que en el dispuesto por la providencia divina. En
después removió la tierra tuvieron inten- definitiva, se trata de acontecimientos desre-
ción de que fuera descubierto el oro; pero gulados dentro de un orden estable y estable-
según lo dicho, ha habido una serie de cido de las cosas.

46 Severino Boecio, La consolación de la filosofía, Sarpe, Madrid, 1985, pp. 189-192.

114 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 115

Contra esta concepción negativa y privati- Es decir, una voluntad de aseguramiento de


va del azar se levanta el pensamiento de la idea de bien en el caso de Platón, y de Dios
Friedrich Nietzsche, quien ofreció una valora- en la tradición judeo-cristiana.
ción afirmativa de la fuerza del azar. Con Nietzsche señala que, en el enfrentamien-
todo, para que esa inversión sea posible, fue to con la realidad, con la experiencia del
necesario para Nietzsche llevar adelante una cambio, de lo caótico, de lo que deviene y
crítica no sólo de la filosofía occidentales desde del azar, la filosofía busca un punto de apoyo
Sócrates en adelante, sino también de la reli- o un elemento que sirva como fundamento
gión y de la cultura occidental en su conjunto. para poder explicar toda la realidad. Y ese
Por eso es que consideramos necesario descri- punto de apoyo, ese elemento explicativo de
bir brevemente aquella crítica para poder ofre- la realidad, está caracterizado como el funda-
cer luego su visión afirmativa del azar. mento de la realidad misma. Como un prin-
En el caso de Nietzsche, lo que aparece es cipio creador del cual todo procede.
una actitud de sospecha contra la cultura Igualmente, lo importante en la interpre-
occidental en general, a la cual podríamos tación de los distintos sistemas filosóficos es
llamar metafísica. ¿Qué quiere decir esto? que aquello planteado como primer princi-
Que para Nietzsche la metafísica no sólo es pio del pensamiento y la realidad es también
aquella disciplina filosófica a la que hicimos la finalidad de la vida moral y religiosa.
referencia varias veces, sino que también es la Como si la idea de bien de Platón y el Dios
misma cultura occidental. Y el pensamiento de la teología cristiana fuesen no sólo el prin-
de Nietzsche se afirma en su carácter trans- cipio creador de la realidad, sino también el
formador respecto de lo que él mismo carac- fundamento de la moralidad, del cómo se
teriza como la enfermedad de Occidente: la debe vivir.
metafísica. Creo que con la idea de bien de Platón (a
Nietzsche considera que es propio de toda la que nos referimos en el capítulo I) queda
la filosofía y la cultura occidental el haber muy bien ejemplificada esta interpretación.
levantado una idea o un dios como principio, En el caso de Platón, aquello que funciona
causa y fundamento de todas las cosas. Aun como principio del sistema es la idea de bien,
del azar. ¿Y qué implica esto para él? El fundamento último de toda la realidad, pero
esfuerzo por la permanencia, por la inmuta- también la finalidad de toda acción moral. Y
bilidad. En última instancia, implica la idea podríamos decir también que surge como
de que lo que es, es así y no puede ser de otro elemento de organización de la vida social en
modo. De lo cual se desprende que la mayo- la ciudad (gr. polis). La idea de bien, en el sen-
ría de los filósofos y teólogos occidentales tido de aquella idea que debe conocer el filó-
están planteando una voluntad de asegura- sofo para poder gobernar la vida de los hom-
miento, de reafirmación de los fundamentos. bres en la ciudad, es también el elemento

Destino, azar y necesidad | 115


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 116

que permite ordenar esa vida de la polis. do. Como si paradójicamente la vida pere-
Entonces, señala Nietzsche que el principio ciera en la telaraña de la filosofía y la cultura
metafísico rige el pensamiento como quien occidental, y quedaran sólo huesos. El filóso-
ordena lo real, como la ley que rige la vida fo termina extrayendo todo lo vital de la rea-
moral en el nivel de la ética y como el prin- lidad, olvidando que la tela de araña no ha
cipio ordenador de la vida social en el nivel salido sino de él mismo. Y a causa de ese
de la política. olvido, coloca como fundamento aquello
En última instancia, lo que Nietzsche que no es más que su propia creación, como
señala respecto de la búsqueda de funda- en el caso de la idea de bien o Dios. De esta
mentos es que hay un proceso de creación y manera, el filósofo termina arrodillándose
producción por parte del filósofo, pero frente a aquello que él mismo ha construido.
seguido de un olvido. El lector en este punto Precisamente, el esfuerzo de este pensa-
nos concederá que el filósofo suele explicar- miento ha sido desenmascarar las trampas de
se mediante metáforas, expresiones simbóli- la filosofía y la cultura occidentales en fun-
cas humanas referidas a las cosas en general. ción de una afirmación del devenir.
Es decir, los filósofos generan el orden y la Desmantelar trampas como la de una ima-
estructura de la realidad a partir de sí mis- gen de idea o principio, en función de la afir-
mos, pero después olvidan que han sido ellos mación de un devenir cuyo curso es el
mismos los que la han generado. En este mismo azar. Desde esta mirada, el devenir de
punto Nietzsche se sirve de uno de sus pen- la vida en general no es más que un puro y
sadores predilectos, el filósofo holandés afirmativo fluir de las cosas sin remisión a
Baruch Spinoza. Apoyándose en él, dice que una esencia o principio de las cosas. En un
el filósofo araña tiene la voluntad de sacar bellísimo estudio sobre la filosofía de
todo de sí, como la araña saca la telaraña de Nietzsche, Gillles Deleuze ha trabajado
sí, y crear un tejido para explicar toda la rea- sobre la noción nietzscheana de azar. En sus
lidad, para luego olvidar que él mismo es palabras encontramos la más adecuada
quien ha generado la telaraña. visión del azar en Nietzsche. Dice allí, refi-
Esta metáfora del pensamiento de la tela riéndose al juego de dados que es el azar:
de araña es una imagen muy fuerte, ya que
está señalando que lo vivo es atrapado por la El juego tiene dos momentos que son los
telaraña –y allí es momificado, disecado y de echar los dados: los dados que se lanzan y
consumido–, y que es el filósofo quien actúa los dados que caen. Nietzsche llega a presen-
como araña. Para explicar la realidad, el filó- tar la tirada de dados como jugándose sobre
sofo saca de sí una red conceptual y la extien- dos mesas distintas, la tierra y el cielo. La tie-
de sobre todas las cosas. A partir allí, todo lo rra donde se lanzan los dados, el cielo donde
vivo cae en su tela, es disecado y momifica- van a caer: “Alguna vez he jugado a los dados

116 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 117

con los dioses, en la divina mesa de la tierra, miento de dados. Los dados lanzados una
de manera que la tierra temblaba y se rom- vez son la afirmación del azar, la combina-
pía, y lanzaba ríos de llamas: porque la tierra ción que forman al caer es la afirmación de
es una mesa divina, temblorosa por nuevas la necesidad. La necesidad se afirma en el
palabras creadoras y por un ruido de dados azar, en el sentido exacto en que el ser se afir-
divinos…” (Así habló Zaratustra, 3ª parte, ma en el devenir y lo uno en lo múltiple.
“Los siete sellos”) - “¡Oh cielo que me Inútilmente se dirá que, lanzados al azar, los
cubres, cielo alto y puro! Ésta es para mí dados no producen necesariamente la com-
ahora tu pureza, que no existe eterna araña y binación victoriosa, el doble seis que trae
tela de araña de la razón: que seas un suelo consigo una nueva tirada. Es cierto, pero
en el que danzan los azares divinos, que seas sólo en la medida en que el jugador no ha
una mesa divina para los dados y los jugado- sabido primero afirmar el azar. Porque, así
res divinos…” (Así habló Zaratustra, 3ª como lo uno no suprime ni niega lo múlti-
parte, “Antes de la salida del sol”). Pero estas ple, la necesidad no suprime el azar.
dos mesas no son dos mundos. Son las dos Nietzsche identifica el azar con lo múltiple,
horas de un mismo mundo, los dos momen- con los fragmentos, con los miembros, con
tos del mismo mundo, medianoche y el caos: caos de los dados que chocan y se
mediodía, la hora en la que se echan los lanzan. Nietzsche hace del azar una afirma-
dados, la hora en la que caen los dados. ción. El mismo cielo es llamado “cielo azar”,
Nietzsche insiste sobre las dos mesas de la “cielo inocencia” (Así habló Zaratustra, 3ª
vida, que son también los dos momentos del parte, “Antes de la salida del sol”); el reino de
jugador o del artista: “Abandonarnos tempo- Zaratustra es llamado «gran azar» (Así habló
ralmente a la vida, para a continuación fijar Zaratustra, 4ª parte, “La ofrenda de la miel”,
sobre ella temporalmente nuestras miradas”. y 3ª parte, “Mesas viejas y nuevas”). “Por
El lanzamiento de dados afirma el devenir, y azar, aquí se halla la más antigua nobleza del
afirma el ser del devenir. mundo, yo la he incorporado a todas las
No se trata de varios lanzamientos de cosas, las he liberado del servilismo de la
dados que, en razón de su número, llegarían finalidad… He encontrado en todas las
a reproducir la misma combinación. Al con- cosas esta certeza bienaventurada, a saber,
trario: se trata de un solo lanzamiento de que prefieren danzar sobre los pies del azar”;
dados, que en razón del número de la com- “Mi palabra es: dejad que el azar venga a mí,
binación producida, llega a reproducirse es inocente como un niño” (Así habló
como tal. No es un gran número de lanza- Zaratustra, 3ª parte, “Antes de la salida del
mientos lo que produce la repetición de una sol” y “El monte de los olivos”). Lo que
combinación, es el número de la combina- Nietzsche llama necesidad (destino), no es
ción que produce la repetición del lanza- nunca la abolición sino la combinación del

Destino, azar y necesidad | 117


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 118

azar mismo. La necesidad se afirma en el filosofía de Platón y de la teología judeo-


azar, en cuanto el azar se afirma a sí mismo. cristiana, es evitada por Nietzsche en razón
Porque existe sólo una combinación del azar de lo que presentamos más arriba. En su
como tal, un único modo de combinar pensamiento respira un único ámbito de
todos los miembros del azar, modo que es inmanencia, esto es, un único ámbito de lo
como lo uno de lo múltiple, es decir núme- que llamamos real o realidad. Y este ámbito,
ro y necesidad. Existen muchos números nuestra realidad, no remite a ninguna tras-
según las probabilidades crecientes o decre- cendencia que lo esté dirigiendo por detrás.
cientes, pero un único número del azar Es por eso que, tal como lo señala
como tal, un único número fatal que reúna Deleuze citando a Nietzsche, el juego de
todos los fragmentos del azar, como el dados del azar se da al mediodía. ¿Y por qué?
mediodía reúne todos los miembros disper- Cualquier persona que habite en una ciudad
sos de la medianoche. Por esto, basta que el o pueblo de techos bajos, reconocerá que el
jugador afirme el azar una vez, para que se mediodía es el momento de la sombra más
produzca el número que proporcionan los corta, en el que el sol lo corta todo, en el que
dados lanzados.47 no hay posibilidad de esconderse y ocultar-
se de la luz. Para Nietzsche, el mediodía es
A partir de este pasaje, entendemos que el mundo que tenemos, no la copia o apa-
se trata para él de un juego de dados que no riencia de un mundo eterno y trascendente.
está gobernado o dirigido por un artífice o Y es en el mediodía de nuestras existencias
creador. No se trata, como en el caso del que tiene lugar el azar. Con él se afirman lo
pensamiento antiguo y medieval, de una múltiple, lo fragmentario, el caos, el desor-
idea o de un dios que gobierna el azar y la den constitutivo de la vida. “Desorden” por-
Fortuna de los individuos. Pero, ¿por qué que no hay estructura fijada, no hay camino
resulta esto así en el caso de Nietzsche? lineal que seguir, sino tan sólo el golpe de
Precisamente porque ha abandonado aque- los dados al caer, y con ello el camino siem-
lla distinción de ámbitos o de mundos, tal pre distinto de nuestras propias vidas. Todo
como lo presentamos en el caso de Platón hecho singular nos conduce hacia cualquier
en el contexto del capítulo I. No hay en el lado, como en el caso de los protagonistas
pensamiento de Nietzsche un ámbito verda- de nuestras películas. Una tormenta de
dero, inteligible, de ideas o esencias de las nieve, un choque en las escalinatas de un
cosas, y un ámbito no verdadero, visible, subte, son testimonios del azar, y con él el
sensible, de apariencias o esencias de las camino siempre distinto de nuestras propias
cosas. Aquella distinción, tan propia de la vidas.

47 Gilles Deleuze, Nietzsche y la filosofía, Anagrama, Barcelona, 1993, pp. 40-42.

118 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 119

Segunda consideración:
El eterno retorno

En esta segunda consideración nos pro- del mismo día. Cada jornada, haga lo que
ponemos referirnos a lo que se ha dado en haga al irse a dormir, despertará a las 6 AM
llamar la doctrina del eterno retorno. De con la radio amaneciendo el 2 de febrero,
cierta manera, estas reflexiones solicitan la en el día de la marmota.
presencia de las anteriores. Pues se trata en
este caso de una concepción del tiempo
circular y no lineal. Asistimos con esta doc-
trina a un tipo de concepción que rompe
con la idea de la linealidad del tiempo,
como es el caso de la doctrina judeo-cris-
tiana del tiempo. En ella formamos parte
de una historia en la que hay un principio
de los tiempos y un fin de los tiempos. Una
historia temporal lineal, con principio y
fin. Sin embargo, en el caso de la doctrina
del eterno retorno, no hay ni principio ni
fin de los tiempos. Es siempre un mismo
tiempo que va y que viene incesantemente.
Si bien nos concentraremos en este
capítulo en el análisis del problema en las
dos películas que tratamos aquí, es oportu-
no señalar que también aparece en Corre,
La rueda del eterno retorno
Lola corre. Desde el comienzo de la pelícu-
la, con los dibujos animados, aparece en
imágenes la concepción de un tiempo cir- Al principio, Phil piensa que todo es
cular que se prolonga a cada una de las un gran déjà vu, como en esos momentos
veces en las que Lola dibujada baja las esca- en que sentimos que ya hemos vivido una
leras de su casa. Por otro lado, la estructu- situación determinada. Tal como sucede
ra misma de la película está articulada en en el caso de Matrix cuando Neo ve dos
tres historias en las que se da un retorno de veces el mismo gato en las escalinatas del
lo mismo, pero diferente. edificio luego de su encuentro con la
Presentemos ahora los momentos de la Pitonisa. En el caso de Phil, quizás ha sido
película El día de la marmota en los que un error o una gran confusión. Pero no lo
vemos síntomas de esta doctrina del eterno siente así y decide realizar toda clase de
retorno. Phil ha descubierto, para su enor- estudios médicos, tratando de encontrar,
me pesar, que está atrapado en la sucesión quizás, algún daño neurológico. Pero no,

Destino, azar y necesidad | 119


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 120

nada. Finalmente acude a la ayuda de un el mundo cumplía ciclos de generación y


psiquiatra del pueblo, pero el joven médi- destrucción. En Occidente, ha sido
co no está acostumbrado a tratar más que Heráclito “El Oscuro” quien primero ha
problemas de pareja. Tampoco es una pensado sobre esta concepción del tiem-
solución. po. Según él, el mundo nace del fuego y
Por lo cual, por la noche, en un bar vuelve al fuego mediante ciclos y a través
junto con los lugareños, Phil se entrega a de toda la eternidad. En estos pensadores
la desesperanza y les pregunta a sus recién presocráticos, muchas veces fue la misma
conocidos amigos, a la vez que se interro- naturaleza la que ofreció indicios del
ga a sí mismo: retorno a través de, por ejemplo, las cua-
tro estaciones. En la Edad Media, natural-
Phil: ¿Qué harías si estuvieras estancado mente el pensamiento cristiano no pudo
en un lugar… y cada día es exactamen- tolerar tal concepción acerca del tiempo;
te igual, sin importar lo que hicieras? sin embargo algunos autores árabes como
Camionero: Eso lo resume todo para mí. Alkindi, Avicena o Averroes sí afirmaron
la circularidad de los hechos y del tiempo.
Como si la monotonía de un trabaja- Pero ha sido Nietzsche quien ha afir-
dor en sus quehaceres cotidianos se equi- mado con mayor intensidad esta doctrina
parase al problema de Phil. Ambos pade- del eterno retorno. De cierta manera, esta
cen el peso de lo mismo, la repetición concepción cíclica del tiempo que se repi-
incesante de lo mismo. Cada día es igual, te una y otra vez se desprende de la críti-
tanto para Phil como para aquel trabaja- ca que formula a la tradición occidental,
dor, y quizás para nosotros también. tal como intentamos presentarla esque-
Como si todo volviese, como si el retorno máticamente en la consideración anterior.
incesante de lo mismo fuese eterno. Cada En este caso, su crítica va dirigida no sólo
día la misma clase, tanto para el docente a una concepción lineal, progresiva, evo-
como para el estudiante. Con todo, lutiva, del tiempo, sino también a la
podríamos advertir que no se trata necesa- implicación que esta concepción tiene
riamente de una experiencia negativa, para la propia vida.
sino que puede ser concebida como afir- Con la idea del eterno retorno,
mativa, ya que en la repetición también se Nietzsche está señalando que si yo pienso
descubre la diferencia. Pero veámoslo len- que todo retorna, vivo de la mejor mane-
tamente. ra posible. En un aforismo de su obra La
Esta idea del eterno retorno tiene gaya ciencia, que tiene por título “La
anclas en ciertos pensamientos del hin- mayor gravedad”, Nietzsche dice lo
duismo y del budismo que afirmaban que siguiente: ¿qué diríamos si se nos apare-

120 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 121

ciese un demonio48 y nos dijera que este araña y este claro de luna entre los árboles,
instante tal como lo estamos viviendo, se e igualmente este instante y yo mismo– ¡y
repetirá una y mil veces? ¿Cuál sería nues- tú con él, polvillo del polvo”.
tra reacción? Nietzsche dice que en prin- ¿No te arrojarías al suelo y rechinarías
cipio nos revolcaríamos en el piso y diría- los dientes y maldecirías al demonio que
mos que no queremos vivir de la misma así te habla? ¿O has tenido la vivencia algu-
manera esto que aconteció. Pero también na vez de un instante terrible en que le res-
podría suceder que adoptásemos otra acti- ponderías: “¡Eres un Dios y nunca escuché
tud; podríamos considerar tal vez que ese nada más divino!”? Si aquel pensamiento
instante es divino, que ese instante es per- llegara a tener poder sobre ti, así como
fecto. Pero atendamos de modo conjunto eres, te transformaría y tal vez te trituraría;
a sus palabras: frente a todo y en cada caso, la pregunta:
“¿quieres esto una vez más e innumerables
Aforismo 341. La mayor gravedad. veces nada más?”,¡recaería sobre tu acción
Qué te sucedería si un día o una noche como la mayor gravedad! ¿O como tendrí-
se introdujera furtivamente un demonio as que llegar a ser bueno contigo mismo y
en tu más solitaria soledad y te dijera: “Esta con la vida, como para no anhelar nada
vida, así como la vives ahora y la has vivi- más sino esta última y eterna confirmación
do, tendrás que vivirla una vez más e innu- y sello?49
merables veces más; y nada nuevo habrá Como puede verse por el texto anterior,
allí, sino que cada dolor y cada placer y la idea del eterno retorno tiene un carácter
cada pensamiento y cada suspiro y todo lo hipotético. No se está haciendo referencia
indeciblemente pequeño y grande de tu a ninguna conformación de la realidad,
vida tendrá que regresar a ti, y todo en la sino que podríamos adoptar como hipóte-
misma serie y sucesión –e igualmente esta sis para la vida la idea de que todo retorna.

48 Aquí nos gustaría advertir al lector sobre la importancia de la figura de lo demoníaco en el ámbito de la
reflexión filosófica. Se trata de una singular figura de pensamiento en la que se concentran el riesgo de pen-
sar, el atentado contra las convicciones más profundas. De cierta manera la imagen de lo demoníaco es la de
aquello que pone en crisis los principios y valores ya asimilados y aceptados por una comunidad o un indivi-
duo. Con lo demoníaco adviene una crisis en el ámbito de lo ya pensado y establecido, y por tanto, una invi-
tación a pensar, a renovar nuestros hábitos, costumbres e ideas. Podríamos recordar, por ejemplo, el demo-
nio o divinidad interior (gr. daimon) que continuamente le decía a Sócrates qué era lo que no debía hacer, tal
como lo narra Platón en la Apología de Sócrates. O bien el caso de Descartes, que en la primera de sus
Meditaciones metafísicas habla de una suerte de genio maligno que podría continuamente hacernos creer
que las cosas que son verdaderas son falsas, o que aquellas que consideramos como falsas sean en realidad
verdaderas. El caso del Fausto de Goethe (1749-1832) y la sexta parte de Las tentaciones de San Antonio de
Flaubert (1821-1880) también son sintomáticas en este sentido.
49 Fiedrich Nietzsche, La gaya ciencia, trad. José Jara, Monte Ávila, Venezuela, 1985, p. 200.

Destino, azar y necesidad | 121


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 122

Esto seguramente lo habrá advertido el lec- de de principios que es necesario aceptar de


tor en el uso del potencial. Como hipótesis modo irreflexivo. Pero no sólo las religiones
para nuestra experiencia de vida, uno puede nos piden la aceptación silenciosa e irreflexi-
decir: si este instante que estoy viviendo aquí va de principios, sino también la llamada
y ahora va a retornar, lo vivo de la manera filosofía dogmática, la cual según Nietzsche se
más intensa posible. extiende –con excepción de algunos casos–
Todo lo cual implica una valorización de Sócrates en adelante.
del instante, contraria a lo que ha hecho la Pero volvamos sobre el eterno retorno. Si
filosofía tradicional al postergar el instante, yo afirmo este instante desde la idea del eter-
lo que fluye, lo que no puede ser capturado no retorno de lo mismo, lo vivo de la mejor
en el concepto, como lo menos valioso. Pero manera posible, porque este instante va a
no sólo la filosofía tradicional para volver para mí. Pero no va a volver justamen-
Nietzsche ha postergado el instante en vir- te como aquello en virtud de lo cual lo afir-
tud de la idea y de la eterna esencia de las mo, no va a volver como lo mismo, sino que
cosas, sino que también lo han hecho las va a volver como lo diferente. Y volverá dis-
religiones monoteístas. Tanto la filosofía tinto por mi propio querer. Ésta es, lector, la
como la religión han valorado más el pasa- paradoja de la idea del eterno retorno de lo
do o el porvenir que el instante al que deno- mismo.
minamos presente. En este punto le solicita- Podríamos pensar, por ejemplo, que, con
mos al lector que tenga presente el proble- la idea del eterno retorno, Nietzsche está
ma del tiempo desde el punto de vista del diciéndole a Phil: “Este momento, el día 2
pasado, el presente y el futuro, tal como lo de febrero a las 6 AM, va a volver una y mil
tratamos en el capítulo II. veces en tu vida”. Frente a esto Phil mismo
Pareciera que Nietzsche está señalando se ha planteado: “Lo voy a vivir de la mejor
con esta hipótesis que si todo retornara, yo manera posible porque va a volver tal cual”.
viviría cada instante de la mejor manera Ésta es la expresión del eterno retorno de lo
posible porque volvería de la misma forma. mismo. ¿Por qué? Porque cuando digo que
La hipótesis del eterno retorno no señala que vivo este instante de la mejor manera posi-
lo que va a volver, lo va a hacer de la misma ble, porque este instante va a retornar, lo que
manera, sino que va a volver de modo dife- retorna ya no es lo mismo, porque el instan-
rente. Por esto es que el eterno retorno es la te ha sido transformado en virtud del querer.
hipótesis en donde más se aprecia el carácter Por eso, en el caso de Nietzsche, su hipótesis
antidogmático que tiene el pensamiento de del eterno retorno de lo mismo está fuerte-
Nietzsche. Pero, antes de seguir, ¿qué enten- mente vinculada con su concepción de la
demos aquí por antidogmático? Un tipo de voluntad, esto es, de la fuerza del querer, de
pensamiento que no se apoya ni se despren- la afirmación de la vida.

122 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 123

¿Qué hacemos cuando nos enfrentamos a Pero Sísifo aún no había agotado todos sus
una existencia que hemos vivido de una recursos. Antes de morir le dijo a su esposa
manera a la cual ya no deseamos retornar? que cuando él se marchase no ofreciera los
Nietzsche señala que, en el instante en que la ritos funerarios, llamados ritos ctónicos, tras
voluntad se enfrenta con aquello que ya no los cuales las almas de los muertos descendí-
podemos cambiar, eso precisamente es trans- an al Hades para descansar en paz. Una vez
formado allí por ella a partir de su querer, de muerto, Sísifo se quejó ante el dios Hades de
su afirmación de la vida. Por eso, la hipótesis que su esposa no estuviera cumpliendo con
del eterno retorno de lo mismo niega su pro- sus deberes, y lo convenció para que le permi-
pio contenido, esto es, el acontecimiento ya tiese volver al mundo de los vivos y así “disua-
pasado que no queremos rememorar, en la dirla”. Pero cuando regresó a Corinto, su ciu-
afirmación de sí misma en el presente que dad, rehusó volver al mundo subterráneo,
siempre se repite. hasta que fue devuelto allí a la fuerza por
Por eso Nietzsche dice eterno retorno de Hermes. Así, en aquel eterno lugar subterrá-
lo mismo. Ahora bien, cuando afirma el eter- neo Sísifo fue obligado a empujar una piedra
no retorno de lo mismo está con eso afirman- enorme cuesta arriba por una ladera empina-
do el eterno retorno de lo diferente. ¿Qué quie- da, pero antes de que alcanzase la cima de la
re decir esto? Que lo que vuelve una y otra colina la piedra siempre rodaba hacia abajo, y
vez, esto es, el eterno retorno, no es lo idénti- Sísifo tenía que empezar de nuevo desde el
co sino lo mismo o diferente. La mismidad es principio (Homero, Odisea, XI, verso 593 y
una característica que establece no sólo la ss.). De allí que su pena sea para nosotros un
relación entre dos o más momentos, cosas o claro ejemplo del eterno retorno de lo
individuos, sino también la relación de cada mismo, porque una y otra volvía a subir y a
uno de ellos consigo mismo, tal como inten- bajar con aquella piedra, repitiendo conti-
taremos mostrarlo en el apartado siguiente. nuamente lo mismo, y en cada repetición, sin
Como ejemplo de este eterno retorno de embargo, se daba la diferencia porque ningu-
lo mismo, podríamos recordar aquí el mito na subida y ninguna bajada podría haber sido
de Sísifo, fundador y rey de Feira, hijo de idéntica a otra. Por eso, cuando Nietzsche se
Eolo y Enarte y marido de Mérope. Desde refiere al eterno retorno de lo mismo, está
los tiempos de Homero, Sísifo tuvo fama de precisamente advirtiendo que lo que vuelve
ser el más astuto de los hombres. Por ello una y otra vez de modo incesante es lo dife-
sucedió que Tánatos, la muerte, fue a buscar- rente, no lo idéntico e irrepetible. Creo,
lo. Sin embargo, se cuenta que Sísifo la apri- igualmente, que el mejor camino para degus-
sionó con grillos en sus extremidades, por lo tar esta complicada hipótesis del eterno retor-
cual nadie murió hasta que Ares llegó a libe- no de lo mismo es a través de los elementos
rar a Tánatos y puso a Sísifo bajo su custodia. que ofrece El día de la marmota.

Destino, azar y necesidad | 123


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 124

Escena de Hechizo del tiempo

Sabemos que Phil vive y experimenta el II


extraño fenómeno de despertarse todos los Phil: ¿Puedo comprarte una copa? Vermut
días en el mismo día. Cada mañana es 2 de dulce, en las rocas, revuelto, por favor.
febrero, el día de la marmota. Sabemos tam- Camarero: ¿Para usted, señorita?
bién que en un principio piensa que puede Rita: Lo mismo.
ser una gran confusión, luego que puede ser Phil: Ésa es mi bebida favorita.
algún problema físico, y que finalmente se Rita: ¡La mía también!
entrega a la resignación. Pero de alguna Phil: Me hace pensar en Roma. La forma en
manera Phil empieza a descubrir que si bien que el sol choca con los edificios al atar-
todos los días son el mismo día, no por eso decer.
todos los días son idénticos. Esto es, en el Rita: ¿Por qué brindamos?
repetirse incesante del mismo día, distintas Phil: ¡Por la marmota!
cosas pueden suceder. Rita: Yo siempre brindo por la paz mun-
Ahora bien, a los intereses amorosos de dial…
Phil, esto le sirve como una gran estrategia
de seducción. En distintos momentos, Phil III
va averiguando distintas cosas de Rita para al Phil: ¿Puedo comprarte una copa? Vermut
día siguiente, poder sorprenderla con una dulce, en las rocas, revuelto, por favor.
casualidad, con una inesperada coincidencia Camarero: ¿Para usted, señorita?
en los gustos, y tratar de crear un sentimien- Rita: Lo mismo.
to de empatía, de conexión entre ambos. Phil: Ésta es mi bebida favorita.
Es así que Phil puede a lo largo de varios Rita: ¡La mía también!
días, en la repetición del 2 de febrero, ir encon- Phil: Me hace pensar en Roma. La forma en
trando pequeños datos, haciendo que el próxi- que el sol choca con los edificios al atar-
mo encuentro sea igual, pero diferente. Un decer.
ejemplo claro de esto son los intentos por con- Rita: ¿Por qué brindamos?
quistar a Rita en el bar del pueblo. En lo que Phil: Me gustaría decir una oración y beber
sigue, tres diálogos ilustran cómo en el retorno por la paz mundial.
de lo mismo se abre paso la diferencia. Rita: Por la paz mundial.

I
Phil: ¿Puedo comprarte una copa? Jim
Beam, hielo, agua.
Camarero: ¿Para usted, señorita?
Rita: Vermut dulce en las rocas, revuelto, por
favor. Escena de la película Hechizo del tiempo

124 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 125

Tercera consideración:
invención de la identidad
personal
Pero, si no soy la misma, la siguiente pregunta es Entonces, con la finalidad de alcanzar
¿quién demonios soy? ¡Ah, éste es el gran enigma! Y se
puso a pensar en todas las niñas que conocía y que una cierta sensibilidad y perplejidad respec-
tenían su misma edad, para ver si podía haberse to de aquel problema de la naturalidad o
transformado en una de ellas. bien la invención de la identidad, señale-
LEWIS CARROLL mos lo siguiente. El término “invención”
Alicia en el país de las maravillas procede del sustantivo neutro latino inven-
tum, que oportunamente puede traducirse
En esta tercera consideración continua- por “des-cubrimiento” o bien por “inven-
remos nuestro camino a partir de lo que ción”. La posibilidad de su doble traduc-
nos auspiciaron la primera consideración ción, sin embargo, abre a una dificultad no
sobre el azar y la segunda sobre el eterno menor en el ámbito de nuestra reflexión. Si
retorno de lo mismo, y podríamos añadir se opta por la primera vía de traducción, la
también de lo no idéntico. Por ello, aquí nos del des-cubrimiento o des-ocultamiento,
proponemos avanzar sobre el problema de afirmamos que lo que define a un indivi-
la identidad, pero desde el punto de vista duo como lo que es, lo que le es propio y
filosófico. No trataremos sobre la identidad constitutivo, es algo que está ahí desde
desde el punto de vista lógico o matemáti- siempre y puede ser des-cubierto o des-
co, sino más bien desde el punto de vista ocultado progresivamente en la experiencia
subjetivo, en virtud de los elementos que cotidiana. Desde este punto de vista, la
nos ofrece El día de la marmota. identidad personal no es el resultado de
Como hemos sugerido, en el ámbito de fuerzas que van constituyendo al individuo
la filosofía nos movemos por medio de pre- como lo que es. Todo lo contrario, la iden-
guntas. En este caso, la cuestión sería la tidad es algo que el individuo va progresiva-
siguiente. Con la identidad, o bien asisti- mente descubriendo y desenvolviendo en el
mos al descubrimiento de lo propio, de lo transcurso de su experiencia diaria. Va
que cada uno de nosotros es en sí mismo, o encontrando aquello que ya está impreso
bien a la invención o artificio de aquello en él, su naturaleza, definición o identidad.
que somos. ¿Hay una identidad por natura- Ahora bien, si se prefiere en cambio la
leza o bien nuestra propia identidad es una traducción de inventum como “invención”,
suerte de invento que resulta del azar y del se ofrece con ello un sentido casi antagóni-
eterno retorno de lo mismo? Llevaremos ade- co, pues se afirma así la construcción e
lante el camino de nuestras reflexiones a invención de la identidad del individuo no
partir de distintos modelos, tal como lo como algo que le pertenece, como una
hicimos, por ejemplo, con el problema de cierta naturaleza, sino como una emergen-
lo real y de la realidad en el capítulo I y con te de la colisión cotidiana entre distintas
el de la Fortuna en el capítulo II. fuerzas que atraviesan su experiencia dia-

Destino, azar y necesidad | 125


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 126

ria. Por eso, con el juego de traducción que mento por el cual cada cosa es lo que es y
suscita esta bella palabra latina, estamos no otra cosa, ofreció sin embargo en el
delante de nuestro problema, que, por libro V de la misma obra los lineamientos
supuesto, formulamos con la modalidad de indispensables para comprender la noción
una pregunta: ¿cómo podemos concebir de identidad.50 Según este principio cada
que aquello que nos define como lo que cosa o individuo es idéntico a sí mismo, y
somos sea una invención azarosa y siempre se formula del siguiente modo: A = A.
cambiante en virtud de las diversas fuerzas Ahora bien, no se trata sólo de una fór-
que nos traspasan? ¿Cómo admitir que mula abstracta en el orden del pensamien-
podemos dejar de ser los que somos para to, ya que el lenguaje cotidiano escucha-
devenir en otros, que luego serán otros?, mos continuamente afirmaciones que
¿cómo es posible que consideremos y hasta remiten a esta concepción de la identidad
afirmemos la invención, construcción o o naturaleza de una cosa o individuo: “Mi
creación de nuestra propia identidad? naturaleza es tal”, “¿Qué querés que haga si
Podemos presentar tres modelos que soy así?”. “Yo soy así”, “Siempre fui de tal
nos permitirán pensar el problema de la modo”. Este primer modelo implica que
identidad. Se trata de tres caminos que se hay algo como la identidad, lo verdadera-
han sucedido históricamente. Por eso, para mente propio, la naturaleza originaria, y
caracterizarlos con sus elementos mínimos que esta identidad se muestra de modo
nos serviremos de algunas fuentes de la variado en la experiencia cotidiana. Como
filosofía. Los primeros dos, aunque diver- si la multiplicidad de apariciones o mani-
sos, corresponden a la concepción de la festaciones respondiesen a una única fuen-
identidad como des-cubrimientos o des- te o raíz, a una única e irrepetible identi-
ocultamientos. El tercero, en cambio, al de dad. Pero este primer modelo no sólo
la identidad como una invención que implica que hay algo así como una identi-
emerge como fruto del azar y del eterno dad, una naturaleza de las cosas, sino que
retorno de lo mismo. además ella es comprensible. El individuo
Consideremos, entonces, brevemente el que se aboca al estudio –en este caso de la
primer modelo, al que podemos situar en filosofía–, estaría en condiciones de dedi-
el proceso histórico-filosófico al que damos carse al conocimiento de la esencia o iden-
el nombre de Antigüedad. Si bien tidad de las cosas. Por tanto, este primer
Aristóteles no dedicó en su Metafísica gran modelo señala no sólo la existencia de la
atención al principio de identidad, al funda- identidad, de aquello que hace que cada

50 Aristóteles, Metafísica, Gredos, Madrid, 1994, pp. 227-229.

126 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 127

cosa sea lo que es y no otra cosa, sino tam- ción. Pero, ¿cómo puede ser que la identi-
bién la posibilidad cierta que tiene el filó- dad de una cosa o un individuo se alcance
sofo de des-cubrir aquella identidad. Y no cuando ésta o éste entran en contradicción
sólo sus manifestaciones, sino también su consigo mismos? ¿Cómo es posible que la
esencia y origen. identidad se alcance por medio de la dife-
Por su parte, el segundo modelo, si bien rencia o la contradicción? En el capítulo
no atenta contra la idea de identidad que segundo del libro II de su Ciencia de la
sugiere el primero ya que del mismo modo lógica (que, más allá de su título, trata
implica su existencia, introduce la diferen- sobre problemas de metafísica), Hegel ana-
cia, la alteridad o la otredad, en la com- liza el problema de qué es la identidad. La
prensión y constitución de la identidad. nota 1 de este capítulo trata sobre el prin-
Este segundo modelo corresponde a lo que cipio de identidad y recupera la formula-
damos en llamar Modernidad. Y quizá haya ción que propuso Aristóteles. Lo interesan-
sido Hegel quien más agudamente reflexio- te allí es que Hegel juega con la idea de que
nó sobre esta necesidad de la diferencia, de para Aristóteles la identidad aparece como
la alteridad, y, por qué no, de la contradic- lo opuesto a la contradicción, y que la con-
ción en la realización de la identidad. tradicción es precisamente lo que destruye
Mientras que en el caso de Aristóteles la identidad.
hay un esfuerzo desmedido por distinguir
completamente la identidad de la contra- La determinación esencial de la identi-
dicción, en el caso de Hegel se da el movi- dad está expresada en la proposición: Todo
miento contrario. Su preocupación es es igual a sí mismo, A = A. O bien en
cómo conciliar la identidad con la contra- forma negativa: A no puede al mismo
dicción. Pero, ¿cómo es esto posible si la tiempo ser A y no-A.51
identidad precisamente expresa lo que cada
cosa es en sí misma, mientras que la contra- Cuando presentamos la identidad de
dicción señala que una cosa es distinta de una cosa o individuo consigo mismo, lo
aquello que dice que es? ¿O no decimos, hacemos por medio de la primera de las
por ejemplo, que alguien es contradictorio formulaciones: A = A. En este punto el lec-
cuando dice dos cosas distintas o contrarias tor podrá observar que con esta fórmula
respecto de un mismo asunto? Aristóteles deja afuera el cambio, el movi-
En el caso de Hegel, la máxima identi- miento, el devenir. De esta manera, la
dad es precisamente la máxima contradic- identidad queda encerrada en sí misma.

51 George Wilhem Friedrich Hegel, Ciencia de la lógica, trad. R. Mondolfo, Solar / Hachette, Buenos Aires,
1968, p. 359.

Destino, azar y necesidad | 127


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 128

Con la formulación A = A, Aristóteles nos este modo, Hegel sostiene que, para expre-
está diciendo que todo lo que es, es idénti- sar la identidad de algo consigo mismo, ese
co a sí mismo. Y esto implica la exclusión algo tiene que entrar en oposición consigo
completa de toda diferencia, de toda alteri- mismo, tiene que desdoblarse, tiene que
dad, de toda contradicción, que sobreven- salir de sí mismo. Por eso para Hegel el
ga con el cambio, el movimiento o el deve- principio de identidad A = A, en realidad
nir. Su fórmula expresa la exclusión de esconde la contradicción: A = -A. ¿Por qué?
todo devenir. Porque cuando queremos expresar aquella
Sin embargo, la segunda formulación, primera A tenemos que hacerlo a través de
la negativa, es distinta, precisamente por- la segunda A. En principio deberíamos
que acoge en su seno el devenir, el cambio, decir que esa segunda A ya no es estricta-
el movimiento. Recordémosla: A no puede mente la primera A, sino que es otra, es
ser al mismo tiempo A y no-A; como si dijé- diferente.
ramos que una hoja de papel no puede ser Pero Hegel, va a decir que, ya en su
al mismo tiempo hoja de papel y cenizas. primera formulación (A = A) de la identi-
En todo caso, una hoja de papel puede dad, Aristóteles conduce a la alteridad, a
convertirse, devenir en cenizas si le prendo la diferencia, a la contradicción. Para él, la
fuego, pero lo que de ningún modo puede identidad se realiza o alcanza en la dife-
tener lugar es que simultáneamente sea rencia, en la contradicción, consigo
hoja y ceniza. En rigor, esta formulación misma. La primera A para expresar su
está expresando el principio más general identidad se abre a la segunda A. Lo
del pensamiento, al que Aristóteles dedica importante aquí es que cada individuo
gran parte del libro IV de su Metafísica: el necesita abrirse para expresar su identi-
principio de no contradicción. En el caso de dad. Necesita ex-presarse, re-presen-tarse,
Hegel, es como si fuesen dos caras de la re-flexionar, esto es, establecer una rela-
misma moneda, ya que ambas formulacio- ción consigo mismo. Y si la identidad se
nes están destinadas a señalar la identidad alcanza o realiza en la relación que cada
de una cosa consigo misma. cosa o individuo mantiene consigo
Para Hegel, precisamente el problema mismo, la identidad vive en el movimien-
ya está implícito en la formulación misma to por el cual cada cosa o individuo sale
del principio de identidad, esto es, en A = A. de sí mismo para expresarse, para negar su
¿Por qué? Porque para poder expresar la aislamiento y comprenderse a sí mismo en
identidad de aquella primera A es necesario su retorno. ¿O no podríamos decir acaso
expresar la segunda A. Como cuando, por que cuando le preguntamos a alguien
ejemplo, decimos: “Este lápiz es idéntico a cómo es, cuál es su identidad, él necesita
este lápiz”, y señalamos el mismo lápiz. De expresarse, salir de sí mismo, re-presentar-

128 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 129

se, desdoblarse, re-flexionar, para ofrecer na está en oposición con toda mi imagen en
unas palabras sobre sí mismo? el espejo y toda la imagen en el espejo está
En el caso de Hegel, la verdadera iden- en oposición con toda mi persona. Así,
tidad es alcanzada a través de la contradic- cuando los dos términos, el afirmativo y el
ción que cada cosa o individuo mantiene negativo, están en plena oposición, es por-
consigo mismo. Como si cada individuo que cada uno de ellos es el otro. Cuando yo
tuviese que ponerse, mostrarse, expresarse, me miro en un espejo de dos metros, entro
como otro, como diferente, para recom- en contradicción conmigo mismo. Soy y no
poner su verdadera identidad. Como si soy al mismo tiempo, tal como quería evi-
cada uno tuviese que mostrarse de modo tarlo Aristóteles. Es en ese momento de
particular como otro de sí mismo. De allí máxima contradicción donde para Hegel
que Hegel llame “reflexión” al modo en alcanzo la máxima identidad, porque el que
que cada cosa sale de sí misma. Como está en el espejo soy yo. ¿Por qué? Porque
aquella primera A que se desdobla, se especular es reflexionar, y reflexionar me
niega y se contradice, en una segunda A, permite alcanzar mi verdadera identidad.
para finalmente recomponer su verdadera Si bien son distintas las posiciones de
identidad en el proceso completo, en el Aristóteles y Hegel sobre la identidad,
signo de equivalencia en aquella primera ambos comparten la existencia de algo así
fórmula. como la identidad, la naturaleza de la cosa,
Veámoslo con el famoso ejemplo del esto es, aquello que la hace ser lo que es.
espejo. Para ser yo mismo lo afirmativo, y mi Del mismo modo, comparten ambos la
imagen en el espejo lo negativo. Si la ima- posibilidad de que el filósofo acceda a su
gen del espejo es el negativo y yo soy el posi- conocimiento. Lo que los distingue de
tivo, tanto más entro en oposición cuanto modo irreconciliable es precisamente la
más todo lo que aparece en el espejo lo presencia del cambio, el movimiento, el
tenga yo y todo lo que tenga yo aparezca en devenir en la constitución de la identidad,
el espejo. Por ejemplo, yo tengo piernas. que Aristóteles rechaza enfáticamente y
Pero si no aparecen mis piernas en el espe- Hegel afirma como condición de la realiza-
jo del baño, mis piernas no estoy en com- ción de la identidad.
pleta oposición con la imagen del espejo. Y Podemos centra el tercer modelo no
si la imagen del espejo no está en total opo- sólo en la figura de Friedrich Nietzsche,
sición con lo que soy yo, hay algo de mí, en sino también en las filosofías del siglo
este caso mis piernas, que no está en el XX y XXI que reconocen en él su fuente
espejo. Pero si, en cambio me voy del baño de inspiración, como en los casos de
al dormitorio, donde tengo un espejo gran- Michel Foucault, Gilles Deleuze,
de, ahí la oposición es total: toda mi perso- Jacques Derrida y Gianni Vattimo, entre

Destino, azar y necesidad | 129


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 130

otros. Se trata de un modelo más radical Este tercer modelo sostiene que la cons-
que el segundo. Pues no sólo se afirma la trucción de identidades como un todo
contradicción, la diferencia en la consti- coherente es el fruto de una invención, que
tución de la identidad, sino que se niega no hay identidades como algo naturalmen-
la posibilidad que por medio de aquélla te propio, que las identidades son el resul-
se descubra o desdoble la verdadera tado de construcciones de las que no
identidad. somos, por otro lado, completamente artí-
Las identidades, para este tercer mode- fices. Se trata de un modelo profundamen-
lo, son multiplicidades que continuamente te crítico, en el que se busca el desenmas-
se inventan y construyen a través de los caramiento de aquella presunta identidad
diversos modos en que los individuos son o naturaleza originaria.
atravesados por fuerzas diversas. No hay Como ejemplo para la comprensión de
identidades naturales, esenciales, origina- este tercer modelo consideremos el nom-
rias, sino tan sólo multiplicidades de expe- bre propio. Se trata de algo que me perte-
riencias y apariciones. Para este tercer nece exclusivamente, que me singulariza,
modelo, la identidad sostenida en los otros que me define como lo que soy. El nombre
dos modelos es tan sólo un concepto abs- propio aparece como un testimonio fuerte
tracto que construimos para ordenar, orga- y decisivo de mi propia identidad. Sin
nizar y conferir coherencia a una multipli- embargo, si en medio de la calle gritamos
cidad de experiencias singulares que no nuestro nombre, podríamos afirmar con
guardan una relación necesaria entre sí. Un cierta seguridad que varias personas se
ejemplo muy claro de esto es el relato que darían vuelta preguntando: “¿Qué?”.
confeccionamos de cada uno de nosotros, ¿Cómo es esto posible? Si el nombre me es
es decir de nuestra identidad narrada en propio, es porque, insistimos, me singula-
nuestra historia personal. Progresivamente riza, me distingue de otros. Entonces, hay
elaboramos un relato coherente de noso- un nombre que siento como propio, que
tros mismos, porque quién de nosotros me identifica, pero qué sucede si también
estaría dispuesto a ofrecer una narración identifica a muchos otros. ¿Sigue siendo
contradictoria de sí mismo, expresar clara- propio ese nombre propio? Ciertamente ese
mente las fuerzas contrarias y contradicto- nombre es la consecuencia de una imposi-
rias que fluctúan en la experiencia cotidia- ción. Un vocablo no ha venido conmigo al
na, tanto la pasada como la presente. mundo. Y sin embargo, yo creo que es mío
Optamos por elaborar un relato lineal, y lo defiendo porque éste es mi nombre.
ordenado y profundamente coherente de Me molesto cuando alguien lo escribe mal,
nosotros mismos. cuando alguien no lo entiende. Quizá

130 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 131

suceda que ese nombre que siento como identitarias. Así cada uno de nosotros es
propio, cuyo origen pudo haber sido, insis- muchos a la vez. Y esos muchos que somos
to, el azar, progresivamente ha ido cobran- cada uno de nosotros pueden bien ser
do una suerte de fuerza trascendental o simultáneamente contradictorios. Como
trascendente en mí al punto de llegar a cuando un docente desea continuar con su
definirme, a constituirse como uno de los actividad a la vez que renunciar definitiva-
pilares de mi identidad. Y si bien cuando mente a ella para siempre.
era chico aún me era dificultosa la relación Pero volvamos El día de la marmota. Phil
con aquel nombre, porque no respondía encuentra que, si bien experimenta un eter-
siempre que me llamaban, en el transcurso no retorno, una repetición incesante de lo
de la experiencia lo he asimilado, al punto mismo, no por ello todo es idéntico. En la
de concebirlo como propio y definitorio. repetición ha logrado encontrar una dife-
Del mismo modo, creo, vamos orde- rencia. Ahora bien, una vez advertido de
nando el desorden real y concreto de nues- que esa diferencia es posible, ese mínimo
tra experiencia cotidiana hasta unificarla cambio en la repetición le permite –de algu-
en identidades, en órdenes que olvidamos na manera– conformarse una identidad.
como elaboraciones artificiales. Es que Phil no sólo aprovecha la repeti-
Así, algunos de los elementos que se ción para conquistar a Rita, sino que tam-
ponen en juego en la invención de identida- bién su misma persona va adquiriendo y
des que aparecen como multiplicidades, son construyendo elementos que lo modelan
fechas diversas, velocidades distintas, segmen- como un sujeto. Un ejemplo de esto lo
tos procedentes de otras identidades, dife- encontramos en su aprendizaje del piano.
rentes territorialidades que se van sedimen- Al escuchar una obra para piano en la
tando en el individuo como capas y superfi-
cies, diversas temporalidades que traspasan a
un individuo y líneas de fuga. Todos estos
componentes, que funcionan en la inven-
ción de identidades, a su vez se conectan
pasiva y activamente con otras multiplicida-
des o identidades. Lo importante en esto es
considerar que cualquier punto de estas
composiciones, invenciones o identidades Detalle de una de las pinturas
puede colisionar con otros puntos de otras sobre Marilyn Monroe que el artis-
composiciones o identidades y, con ello, dar ta norteamericano Andy Warhol
(1928-1987) realiza en los años ’60
lugar al surgimiento de otras composiciones

Destino, azar y necesidad | 131


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 132

radio, Phil se interesa por tomar lecciones. propia existencia. Es así que cronometra
Es así que día a día interrumpe la clase de una rutina diaria en la que puede ir reali-
una niña para tomar siempre su primera zando distintas actividades que favorecen a
lección de piano: los demás, como salvar una y otra vez a un
niño de una caída de un árbol, ayudar una
Phil: Me gustaría una lección de piano. y otra vez a un grupo de mujeres de edad
Profesora: Estoy con una estudiante. Pero avanzada con un problema en su auto,
si quieres puedes venir mañana… etcétera. Es en estas acciones en las que
Phil: Quisiera empezar ahora. Puedo Phil recupera el placer de lo cotidiano, y
pagarte $ 1.000. poco a poco comienza a afirmarse en su
Profesora: ¡Pasa! propia vida. Ese afirmarse en su vida es un
afirmar de la vida misma. Una expresión
Y hacia el final de la película, se lo puede de su voluntad de poder.
ver tocando en la fiesta del pueblo, Al final de la película, Phil es un hom-
mientras todos lo ovacionan. bre que mira de frente el porvenir y que
afronta con alegría la práctica de su propia
Profesora: Él es mi estudiante. ¡Estoy tan vida. De alguna manera, así lo atestiguan
orgullosa! las últimas palabras del filme, en las que
Phil: Gracias… Phil logra superar su amanecer del 2 de
Rita: ¡No sabía que tocabas tan bien! febrero:

Más allá del ejemplo del piano, Phil, en la Phil: ¿Sabes que día es hoy?
repetición de su mismo día, agrega un rasgo Rita: No, ¿qué día?
más a su identidad, la cual aparece como una Phil: Hoy es mañana. Sucedió. Estás aquí. Yo
multiplicidad en continua transformación. estoy aquí.
En la misma repetición y diferencia, cons- (Se besan con pasión.)
truye o inventa su propia identidad. Rita: ¿Por qué no estabas así anoche? Te que-
Para concluir, a lo largo de la película, daste dormido.
Phil va entendiendo que la eterna repeti- Phil: Fue un muy largo día.
ción de lo mismo no tiene que ser en sí una Rita: ¿Hay algo que pueda hacer por vos hoy?
experiencia agobiante que lo conduzca de Phil: Estoy seguro que puedo pensar en
modo irremediable a los diferentes suici- algo…
dios que ensaya, sino que, por el contrario, (Salen a la calle y el día es soleado y radiante.)
es en esa repetición incesante de lo mismo Phil: ¡Es tan hermoso! Vivamos acá.
en la que encuentra la afirmación de su Alquilaremos para empezar.

132 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 133

Actividades
Para que el docente realice con los alumnos leza, que le es propia, o bien es el resultado del entrama-
1. En la segunda consideración de este capítulo tratamos do de sus relaciones en la ciudad?
sobre la doctrina del eterno retorno de lo mismo, esto es, b. Que los alumnos presenten los distintos modelos identi-
sobre la concepción circular del tiempo. Allí sugerimos de tarios que circulan en el filme: el intelectual, el político, el
varios modos que en la repetición lo que vuelve eterna- adolescente sensible, el adolescente frívolo, la mujer
mente es la diferencia y no lo idéntico. Proponemos que el independiente, la mujer sometida, etcétera, etcétera.
docente solicite a sus alumnos la redacción de un texto en c. Que los alumnos presenten por escrito los elementos que
el que cada uno de ellos elija un hecho que se repita de para ellos se ponen en juego en la construcción de su
modo incesante todos los días. La finalidad de esta activi- propia identidad.
dad es que los alumnos puedan encontrar las diferencias
que están presentes en cada repetición de lo mismo. 3. Que los alumnos realicen un pequeño trabajo monográfi-
co sobre la incidencia de los medios masivos de comuni-
2. En la tercera consideración del capítulo trabajamos sobre el cación en la construcción de la identidad. En este punto
problema de la identidad a través de tres modelos. es deseable que cada uno de ellos elija un programa de
Sugerimos al docente que vea y analice con sus estudiantes radio o televisión en el que para él se ponga en juego el
la película Caterina en Roma (2003) de Paolo Virzi. Caterina problema de la identidad. La finalidad de esta actividad
es una adolescente de 13 años que acaba de mudarse, del es que los alumnos puedan detectar los recursos que uti-
pequeño pueblo donde nació, a Roma. Ama la música, es lizan los medios masivos de comunicación para incidir de
honesta y pueblerina, con un padre dominante y ambicioso, modo activo en la construcción de la identidad personal.
Giancarlo, que se siente infeliz porque está convencido de
que merece algo más de este mundo. Es un escritor frustra- 4. Que los alumnos formen grupos de no más de cuatro
do, con una novela descansando en un cajón. Para lograr integrantes y realicen un trabajo de acuerdo con las
romper el anonimato y venderla a algún canal de televisión, siguientes indicaciones. Deberán elegir una noticia de
confía en que su hija lo ayude; para ello la inscribe en uno de amplia difusión, del orden social, político, económico o
los colegios más exclusivos de la ciudad y la alienta a salir cultural, que comprometa la identidad de un individuo.
con sus compañeras, pertenecientes a ilustres familias. Una vez seleccionada la noticia, deberán relevar la mayor
Efectivamente, Caterina se hará amiga de las dos líderes de cantidad de información posible sobre ella, acudiendo a
la clase: una de estilo progresista, con madre escritora y los distintos medios. Una vez recogido el material, debe-
padre intelectual; la otra, una salvaje y vivaz niña, cuyo rán presentar las distintas versiones del suceso, y con
padre es un parlamentario que lidera el partido de derecha. ello poner en evidencia la pluralidad de identidades que
A través de esas jóvenes Caterina no sólo pondrá en crisis su se construyen en torno de un mismo y único sujeto. En
identidad sino que hará una invención de ella. En virtud de este punto, sugerimos al docente tener presente, como
ello proponemos al docente las siguientes actividades: ejemplo, la película El Ciudadano Kane (1941) de Orson
a. Que los alumnos presenten sus opiniones sobre la iden- Wells, en la que se ofrecen al menos seis diversos relatos
tidad de Caterina: ¿se trata de una identidad, una natura- y versiones de un mismo individuo.

Destino, azar y necesidad | 133


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 134

Bibliografía sugerida

Primera consideración: un juego no, decisión”, en Introducción a


de dados, el azar Nietzsche, Península, Barcelona, 1985.

Para la cuestión del azar desde la literatu- Tercera consideración: invención


ra, se sugiere la lectura de Borges, J. L., de la identidad personal
“La lotería de Babilonia”, en El informe
de Brodie, Alianza, Madrid, 1997. Acerca del problema de la identidad y su
abordaje contemporáneo, se reco-
Segunda consideración: el eter- mienda la lectura de Derrida, J.,
no retorno “Políticas del nombre propio”, en La
filosofía como institución, Juan
Acerca de la historia de la doctrina del eter- Granica Ediciones, Barcelona, 1984,
no retorno, se sugiere la lectura de y Cragnolini, M., Nombre e identi-
Elíade, M., El mito del eterno retorno, dad: filosofar en nombre propio,
Emecé, Buenos Aires, 1952. ponencia en el X Congreso Nacional
Para la interpretación nietzscheana, acudir de Filosofía, Huerta Grande, noviem-
a Vattimo, G., “Nihilismo, eterno retor- bre de 1999.

134 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 135

Bibliografía

Primera consideración: un juego Tercera consideración: invención


de dados, el azar de la identidad personal

ARISTÓTELES, Metafísica, Gredos, Madrid, ARISTÓTELES, Metafísica, Gredos, Madrid,


1994. 1994.
BOECIO, S., La consolación de la filosofía, HEGEL, G. W. F., Ciencia de la lógica, trad.
Sarpe, Madrid, 1985. R. Mondolfo, ed. Solar / Hachette,
DELEUZE, G., Nietzsche y la filosofía, Buenos Aires, 1968.
Anagrama, Barcelona, 1993.
ESQUILO, Prometeo encadenado, Planeta
DeAgostini, Madrid, 1998.

Segunda consideración:
el eterno retorno

NIETZSCHE, F., La gaya ciencia, trad. José


Jara, Monte Ávila, Venezuela, 1985.

Destino, azar y necesidad | 135


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 136
Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 137

Epílogo: cine y filosofía

“Las cosas, los seres, las imágenes, los conceptos,


todos los tipos de acontecimientos se hacen al nivel el cuerpo excedía los límites de aquél,
de la interferencia de muchas prácticas.” entonces les cercenaba sus extremidades
hasta que finalmente el tamaño del cuerpo
GILLES DELEUZE
“Conclusiones”, en La imagen-tiempo (1985). coincidía con el del lecho. Pero si los cuer-
pos de aquellos desventurados eran más
pequeños que los límites de su lecho, enton-
Cine y filosofía: una relación de ces los estiraba hasta cubrir la superficie. Se
equivalencia, no de testimonio cuenta que cuando el héroe griego Teseo –al
que recordaremos más adelante en ocasión
El sentido de la propuesta que concen- de otro mito– alcanzó su mansión sometió
tra el título general Cine y filosofía solicita a Procusto a la misma pena, siguiendo el
ahora, finalmente, la elaboración de ciertas orden de un derecho casuístico y no canónico,
consideraciones. En primer lugar, respecto esto es, particular y no universal. Un dere-
del modo en que fue comprendida aquí la cho que establece que a tal delito, tal pena.
relación entre estos dos campos o ámbitos A partir de este relato se conservó en la “len-
de saber, pues ni deseamos ni anhelamos gua culta” la expresión “lecho de Procusto”
que las mesetas o llanuras de nuestras refle- para indicar o señalar aquellas situaciones en
xiones hayan sido para nosotros como las que se impone una estructura conceptual
“lechos de Procusto”. determinada y determinante que mutila la
En este punto el lector deberá conceder- indeterminación de aquel cuerpo sobre el
nos que comencemos nuestro último tramo que se reflexiona.
de camino con la memoria de un relato pro- Por eso, se advertirá que hemos evitado,
cedente de la mitología griega, pues con ella tanto para “filosofía” como para “cine”,
asistimos al origen más remoto del pensa- imponerles los artículos determinados “la” y
miento filosófico occidental. Recordaremos “el” respectivamente. Esto ha resultado así
entonces la fortuna que corrían las víctimas ya que no hemos tenido la intención de
de aquel rufián griego conocido con el limitar y con ello cercenar la posibilidad de
apodo de Procusto, hijo de Poseidón, dios apertura que vive en cada uno de estos con-
de los mares y de los océanos. Su morada ceptos. Por eso, con los términos “cine” y
estaba situada en las proximidades de la ciu- “filosofía” aludimos tan sólo –al menos en
dad griega de Eleusis, en la que se celebra- este comienzo– a dos campos o ámbitos
ban misteriosos ritos dedicados a las diosas entre los cuales puede descubrirse una mul-
Deméter y su hija Perséfone. Allí Procusto tiplicidad de relaciones posibles. No se trata
recibía a todos aquellos que buscaban refu- aquí de pronunciarse por uno o por otro,
gio y alojamiento. Una vez allí instalados, sino sobre uno a partir de los elementos que
los obligaba a acostarse sobre un lecho. Y si le brinda el otro. Con ello se da lugar a un

Destino, azar y necesidad | 137


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 138

René Descartes o Renatus Cartesius (1596-1650) nace en La Haya


(Turena) y es formado durante el período 1606-1614 en el colegio jesui-
ta La Fléche. Con fuertes inquietudes de conocer el mundo, se alista en
1618 en el ejército del príncipe Mauricio de Nassau y en 1619 en el de
Maximiliano de Baviera. Vuelve a Francia en 1628 y permanece en París
durante 3 años; luego viaja a Holanda. En 1649 es invitado por la reina
Cristina a Suecia con el fin de tomar lecciones personales. Debido a las
tempranas horas a las que debía levantarse Descartes para enseñar a la
reina, y dadas las bajas temperaturas de la región, el filósofo que plan-
“espacio” que rara vez teó los elementos fundamentales de la racionalidad moderna muere de
es transitado en las un resfrío el 11 de febrero de 1650 en Estocolmo.
La importancia capital de su pensamiento filosófico radica en la ubica-
exposiciones de ción del sujeto como punto de apoyo de una realidad por primera vez
manuales, introduc- puesta en duda como tal, siendo Dios la garantía última de un conoci-
ciones e historias de la miento verdadero. Asimismo, a través de un método único, consistente
en un conjunto de pocas reglas básicas, el sujeto tiene la capacidad de
filosofía, a saber: los acceder a todas las ciencias sin la necesidad de conocer específicamen-
múltiples modos en te cada una de ellas. Entre sus obras podemos mencionar las Reglas
que circulan por la para la dirección del espíritu (1628), el Discurso del método (1637), que
es publicado anónimamente, las Meditaciones metafísicas (1641), Los
máquina del pensa- principios de filosofía (1644) y las Pasiones del alma (1649).
miento filosófico los
componentes proce-
dentes del registro
cinematográfico. El filósofo racionalista francés René
Así, en esta consideración indagaremos Descartes se sirvió de la metáfora del árbol
sobre el vínculo entre cine y filosofía a tra- no sólo para mostrar la unidad sistemática
vés de dos imágenes o metáforas proceden- de todos los saberes, sino la casi natural
tes del ámbito de la botánica y que la filoso- dependencia de todos ellos respecto de la
fía en distintos momentos de su historia ha filosofía. Así, en la “Carta del autor al tra-
tomado en préstamo. A menudo el trabajo ductor” de Los prin-
filosófico se sirve de imágenes y metáforas cipios de la filosofía,61
con la intención de abrir la comprensión de Descartes se sirve de
aquellas cosas sobre las que reflexiona. la imagen arbórea
Prueba de esto ya hemos dado a través de la con estas palabras:
imagen que ofrece el relato de Procusto. Es
más, acompañando el breve y bello ensayo De este modo, la
de Jorge Luis Borges “La esfera de Pascal” totalidad de la filo-
podría sugerirse que la historia misma de la sofía se asemeja a un
filosofía no es más que la historia de unas árbol, cuyas raíces
cuantas metáforas, acuñadas para interpre- son la metafísica, el
tar y comprender aquellos problemas sobre
los que el pensamiento ejerce su oficio. Portada del Discurso
del método de
Renato Descartes

61 Esta obra fue publicada por Descartes en latín como Principia Philosophiae en 1644 y luego fue traducida
al francés por su amigo Claude Picot, como Les principes de la Philosophie. Éscrits en Latin par René Des
Cartes, et traduits en francois par un de ses Amis.

138 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 139

tronco es la física y las ramas que brotan de otros que todos los libros de todos los sabe-
este tronco son todas las otras ciencias que res posibles. Ese diccionario aparecía en
se reducen principalmente a tres: a saber, la sueño como sinónimo de la imagen del
medicina, la mecánica y la moral, enten- árbol, ya que expresa, como éste, la unidad
diendo por ésta la más alta y perfecta moral de los saberes y el privilegio de la filosofía
que, presuponiendo un completo conoci- sobre ellos. De allí que aquella imagen del
miento de las otras ciencias, es el último árbol y ésta del diccionario sugieran una
grado de la sabiduría.62 jerarquía entre los distintos saberes.
¿Cuál es, entonces, la implicancia que
Esta ilusión cartesiana sobre la unidad podemos desprender de la imagen del
de los saberes y la prioridad de la filosofía árbol en particular? Que en las raíces, en la
sobre ellos habían sido captadas por él en filosofía primera, está concentrado el
tres sueños que tuvo en la noche que va del núcleo de vida de la estructura o tronco del
10 al 11 de noviembre de 1619. conocimiento, ya que sin el alimento que
Narraremos brevemente el tercero de los es saboreado por ellas se secan el tronco y
sueños para que nuestro lector vea cómo los frutos que se desprenden de sus ramifi-
esta centralidad de la filosofía procede de caciones. Como si los principios de las
una ilusión, de un sueño, esto es, de una ciencias particulares que conforman el
apariencia, espectro o simulacro de reali- tronco y las ramas dependiesen de modo
dad. En aquella ensoñación aparecía un natural de los generalísimos principios
extraño visitante que repentinamente se dados por la misma filosofía primera.
acercaba a una mesa en la que había una
Imagen de
serie de libros, entre ellos un diccionario y pensamiento: un árbol
un libro de poemas. En determinado
momento leía atentamente un verso que
decía: “Qué camino seguiré para la vida”
(lat.: Quod vitae sectabor iter). Pero inme-
diatamente descubría que en el diccionario
estaban contenidos todos los poemas posi-
bles. De lo que deducía que con el único
instrumento del diccionario se podrían
componer y recomponer no sólo ése sino
todos los libros de poemas, que no son

62 René Descartes, Los principios de la filosofía, “Carta del autor al traductor”, trad. Guillermo Quintás, ed.
Alianza, Madrid, 1995, p. 15.

Destino, azar y necesidad | 139


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 140

Ahora bien, esta consideración según la sus pareceres sobre la naturaleza, el estado
cual por detrás de toda manifestación de de la humanidad, etcétera. Y por ello se
pensamiento en general se encuentran considera desde esta perspectiva que es el
principios filosóficos que operan como su filósofo quien puede ofrecer, como espec-
origen, principio, causa o fundamento, ha tador privilegiado, la última palabra aun en
sido muy propia de la tradición filosófica el ámbito de las ciencias y las artes.
occidenta, como si la filosofía misma fuese Pero este camino desconoce neciamente
en este sentido un saber generalísimo testi- que la mirada, en nuestro caso, de un artis-
moniado por el resto de los saberes o disci- ta, y en particular de un cineasta, ya está
plinas particulares. Baste con mencionar los previamente preñada de las dificultades
casos de Platón (428/427-347 a. C.) y de propias de su oficio, arte o práctica.
Aristóteles (384-322 a. C), sobre los que Obstáculos sobre los que trabaja con los
volveremos en distintos momentos de este instrumentos y soportes propios del len-
cuadernillo. guaje de su oficio. En este punto, un direc-
Repetidas veces sucede que la reflexión tor de cine, antes de revelarnos en sus pelí-
que se lleva adelante en el ámbito general culas el estado actual de la humanidad, ela-
de la filosofía intenta avanzar sobre las dis- bora una respuesta concreta a inconvenien-
tintas formas de las ciencias y de las artes, tes de orden cinematográfico, los cuales
como si se tratase de un saber que está en generalmente son desconocidos para los
la base de toda otra manifestación de pen- que llevan adelante la labor filosófica.
samiento. En este punto, no sería oportu- La creencia de que, por detrás de cada
no ni conveniente olvidar que unos son los manifestación artística y cinematográfica
modos en que los filósofos se apropian y en particular, hay una cosmovisión explíci-
elaboran sus consideraciones sobre la pra- ta o implícita, esto es, que detrás de cada
xis científica y artística, y otros son los obra hay una teoría filosófica que la expli-
modos ciertos y concretos en que los cien- ca, no deja de ser, de cierta manera, una
tíficos y artistas –a través de distintos len- pesadilla. Más grave es aún la considera-
guajes– inquieren sobre diversos proble- ción de que la obra de arte en general y la
mas, que por supuesto pueden ser afines a cinematográfica en particular son un testi-
los filosóficos pero no reductibles a ellos. monio o reflejo de una doctrina filosófica.
Sin embargo, la vanidad que ciertas Por eso, consideramos que el vínculo
veces adormece las formas de llevar adelan- entre los saberes en general y entre “filoso-
te la labor filosófica hace creer, como en fía” y “cine” en particular puede ser conce-
sueños, que el científico y el artista siempre bido desde otra perspectiva: no como una
están queriendo expresar una mirada filo- relación testimonial, sino como una relación
sófica del mundo, un modo de representar de equivalencias en la que se ponen en

140 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 141

juego no la jerarquía y dependencia de casos de la escultura, la pintura, la música


todos los saberes respecto de la filosofía, y la danza. Desde este punto de vista,
sino una relación de transversalidad entre entonces, los distintos saberes, incluidos
ellos. cine y filosofía, ofrecen diversas ilumina-
Desde este punto de vista, se podría ciones sobre los problemas a los que abren
afirmar que entre esos saberes se establece los cuerpos, y rara vez uno será testimonial
una relación de equivalencia y en particular respecto del otro. Podemos mejor afirmar,
de simpatía (gr. sympatheia).63 Una posible si el lector lo permite, que los modos en
interpretación del término simpatía es la de que las ciencias y las artes operan sobre los
“una relación en la que se comparten las cuerpos, afectan, ingresan y funcionan
mismas pasiones o afecciones”. Así, los en/con los modos en que en el ámbito filo-
problemas que son transitados por varios sófico se reflexiona sobre ellos.
saberes son afines, aunque se expresen de Por eso la equivalencia que se da entre
modos diversos a través de concepciones y los saberes no establece entre ellos necesa-
lenguajes distintos. Como si, por caso, riamente una relación de indiferencia y
sugiriésemos que el problema de qué es lo exterioridad, como si todos ellos fuesen tan
real o la realidad no sólo es investigado en sólo perspectivas diferentes sobre un obje-
el ámbito del pensamiento filosófico sino to común, sino más bien de simpatía y
también en el de las ciencias y las artes y, entrecruzamiento.
entre ellas, en el cine. En el cuerpo de un saber, como puede
Si tomamos como problema el estudio ser el filosófico o bien el cinematográfico, se
de los cuerpos en general, no es posible de encuentran diseminados, a veces de modo
ninguna manera afirmar que las investiga- explícito y otras implícito, segmentos pro-
ciones últimas sobre ellos dependen del cedentes de otros cuerpos de saberes. En el
saber filosófico. Los cuerpos son motivo de caso de un pintor, por ejemplo, en el ejer-
especulación diversas ciencias, como la físi- cicio concreto de su arte se ponen en juego
ca, la astronomía, la biología, la matemáti- leyes procedentes de la aritmética, la geo-
ca (cuando se trata de cuerpos ideales, esto metría y la física, entre otros. Su teoría del
es, independientes y separados de una exis- color, la forma y la superficie se vinculan,
tencia concreta y material) y la medicina, sea para afirmarlas o bien para negarlas,
entre otras. Lo mismo sucede en el ámbito con principios procedentes de aquellas dis-
de las artes, en las que diversos cuerpos son ciplinas. Del mismo modo, en el cuerpo
tratados de modos diferentes, como en los del saber que funciona en la praxis cinema-

63 Este término de origen griego está compuesto por el prefijo syn, que traducimos aquí por “junto a”, “con”,
y el sustantivo “páthos”, “afección” o “pasión”.

Destino, azar y necesidad | 141


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 142

Imagen de pensamiento: un rizoma

tográfica se integran en la imagen-tiempo y navega de una costa a otra. Del mismo


en la imagen-movimiento, aquellos com- modo la reflexión filosófica puede ser com-
ponentes que ya estaban en la imagen prendida entonces como un transatlántico
inmóvil de las artes plásticas. que transita por diversas costas. Por ende,
Análogamente, en el cuerpo de un saber en el ámbito de cada saber, queriéndolo o
científico, como puede ser el caso de la no, sabiéndolo o no, teniendo conciencia
astronomía, se ponen en juego segmentos de ello o no, concuerdan elementos y seg-
procedentes de otros cuerpos de saberes. mentos de otros saberes.
Así, por ejemplo, el matemático y filósofo Desde este punto de vista, el cuerpo del
alemán Johannes Kepler (1571-1630), saber filosófico también está tramado y tra-
buscando comprender la armonía del uni- zado por segmentos procedentes de otros
verso, publicó en 1621 su obra El secreto saberes. O no podríamos afirmar, con cier-
del universo (Mysterium cosmographicum), ta seguridad, que en la filosofía del ancho
apoyándose en parte en teorías musicales Platón se pone en juego como un compo-
de la época, ya que la armonía no sólo es nente decisivo de su pensamiento y escritu-
un fenómeno exclusi-
vo del ámbito de la
matemática sino tam-
bién de otros campos, GILLES DELEUZE (1925-1995)…
como la música.
… nace en París y estudia en la Sorbona, hasta 1948, con Alquié e
Por ello, puede Hyppolite, entre otros. Se desempeña como profesor en los Liceos de
afirmarse que en el Amiens, Orleáns y Louis-le-Grand, hasta que comienza a trabajar como
devenir de todo saber asistente en Historia de la Filosofía en la Sorbona en 1957. Es nombrado
profesor en la Universidad de París VIII y desempeña su cargo hasta
se ponen en juego ele- 1987, fecha de su retiro. Deleuze fue portador de una enfermedad que lo
mentos y segmentos atormentó en gran medida; sin embargo fue un amante de la vida y de
procedentes de otros su afirmación. Debido a tal amor, se liberó de su dolor él mismo, y así dio
fin a su sufrimiento.
registros o cuerpos de El pensamiento de Deleuze –al igual que el de Nietzsche– transita por la
saberes en una rela- búsqueda de nuevas formas de expresión de la filosofía, entendiendo a
ción de transversali- ésta como un entramado de mesetas que difieren en su intensidad, a la
vez que son atravesadas por un puro devenir. El primer tiempo de su filo-
dad. Esta expresión sofía está destinado a trabajos monográficos sobre Hume (1953),
contiene el prefijo Nietzsche (1962 y 1965), Kant (1963), Proust (1964), Bergson (1966) y
trans-, que indica en Spinoza (1968); el segundo tiempo fue conformado por obras en las que
Deleuze ya no trata tanto sobre otros, aunque ellos siempre están allí
su raíz el movimiento presentes, como Diferencia y repetición (1968), La lógica del sentido
de un lado a otro, (1969), los dos volúmenes de Capitalismo y esquizofrenia, sus tomos
como en el caso de un sobre cine (1983-1985) y Qué es la filosofía (1991), etcétera.
transatlántico, que

142 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 143

ra su primera formación como poeta dra- Un rizoma como tronco subterráneo se


mático, así como en la del alemán Friedrich distingue absolutamente de las raíces y rai-
Nietzsche (1844-1900), su vocación musi- cillas. Los bulbos, los tubérculos son rizo-
ca;, en la del francés Michel Foucault mas. Las plantas de raíz o raicillas pueden
(1926-1984), la historia; en la del austríaco ser rizomorfas para todos los demás efectos:
Ludwig Wittgenstein (1889-1951), la es cuestión de saber si la botánica, en su
arquitectura; y en la del francés Gilles especificidad, no es totalmente rizomórfica.
Deleuze (1925-1995), la literatura, por Hay animales que lo son, bajo su forma de
citar a algunos de aquellos a los que nos manada, las ratas son rizomas. Las madri-
referiremos en este cuadernillo. gueras lo son bajo todas sus funciones de
Así, los saberes en general descubren en hábitat, de previsión, de desplazamiento,
su cuerpo el entramado de tejidos proce- de evasión y de ruptura. El rizoma en sí
dentes de otros territorios. En el caso del mismo tiene formas muy diversas, desde su
pensamiento filosófico, éste se vuelve como extensión superficial ramificada en todos
una suerte de rizoma, esto es, un tubérculo los sentidos, hasta sus concreciones en bul-
subterráneo que se ramifica ilimitadamente bos y tubérculos. Cuando las ratas se desli-
sin la remisión a una raíz principal. Un zan unas bajo otras. En el rizoma hay lo
rizoma es un entramado por el que pasa mejor y lo peor: la patata y el grama, la
una multiplicidad ilimitada de tubérculos, mala hierba.65
entre los cuales se encuentra aquí y allá el
cinematográfico. Ésta es nuestra segunda Con esta imagen, entonces, podemos
metáfora tomada en préstamo de la botáni- representarnos no sólo la relación de equi-
ca. Ofrecemos aquí una imagen en la que se valencia y transversalidad entre cine y filo-
muestra múltiples conexiones posibles sofía desde otro punto de vista, sino tam-
entre los tubérculos en un rizoma. bién la filosofía misma como un cuerpo en
Avancemos, sobre la caracterización de el que no se da una conexión jerárquica
rizoma que ha presentado el filósofo fran- entre las partes. El rizoma no tiene ni lími-
cés Gilles Deleuze en su introducción a tes ni fronteras; por tanto, su superficie es
Capitalismo y esquizofrenia (Capitalisme indeterminada, pues va creando y generan-
et Schizophrénie),64 como una metáfora do su extensión y especialidad, como en el
para imaginar el entramado del pensa- caso de la filosofía. De ahí que se trate de
miento: una superficie que continuamente va cam-

64 Esta obra se encuentra conformada por dos volúmenes: El anti-Edipo (L’Anti-Œedipe), de 1972, y Mil mese-
tas (Mille Plateaux), de 1980.
65 Gilles Deleuze y Felix Guattari, Rizoma, Pre-Textos, Barcelona, 1977, pp. 15-16.

Destino, azar y necesidad | 143


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 144

biando su forma y naturaleza. Así, en un Los espectros en cine


rizoma cualquier componente podría ser
“Es una emoción totalmente diferente
principio o centro, en tanto no hay remi- a la de la lectura,
sión a una raíz principal. Todos los tubércu- que imprime por su parte
los son del mismo modo principios, a la vez en mí una memoria más presente y más activa.
Digamos que en posición de «mirón»,
que ninguno de ellos lo es de modo jerár- en la oscuridad,
quico. Sin embargo, aunque no existe una gozo de una liberación inigualable,
jerarquía en los rizomas, hay relaciones de un desafío a las prohibiciones de todo tipo.
Se está ahí, ante la pantalla, mirón invisible,
poder y de intensidad, diferencias, repulsio- autorizado a todas las proyecciones posibles,
nes y atracciones, etcétera. La red rizomáti- a todas las identificaciones,
ca es una red dinámica donde no hay jerar- sin la menor sanción y sin el menor trabajo.”
quías como en la estructura del árbol, en la JACQUES DERRIDA
cual todo se remite a la raíz principal. Un “El cine y sus fantasmas” (2001).
rizoma es una multiplicidad, una composi-
ción en la que circulan y conviven compo- En esta segunda consideración atende-
nentes de diversas máquinas, como la lite- mos no tanto a las posibles relaciones entre
raria, musical, teatral, pictórica, cinemato- cine y filosofía sino tan sólo al modo en que
gráfica y la científica, entre otras. funcionarán entre nosotros en el contexto de
Con esta primera consideración quería- este cuadernillo. Por eso podemos avanzar
mos tan sólo señalar, a través de las imáge- ahora sobre las maneras concretas en que los
nes o metáforas del árbol y del rizoma, dos componentes de la máquina cinematográfica
maneras de concebir la relación entre cine y se activan en la máquina filosófica, lo que
filosofía: una a través del testimonio y la intentaremos mostrar en los capítulos que
jerarquía; la otra a través de la equivalencia, siguen.
la simpatía y la transversalidad. Y es ésta la En primer lugar, podríamos afirmar que
que auspicia nuestra apertura hacia los dis- un modo en el que irrumpe el cine en la
tintos modos en que la máquina cinemato- cuestión filosófica, es a través de una mul-
gráfica estimula y opera en el cuerpo del tiplicidad de películas en las que explícita-
pensamiento filosófico, tal como intentare- mente se hace presente el pensamiento filo-
mos mostrarlo en los capítulos de este cua- sófico. Filmes en los que se ofrece una
dernillo. interpretación de la vida y/o el pensamien-
to de un filósofo: San Francisco de Asís
(1966), Galileo Galilei (1969) y Más allá
del bien y del mal (1977), sobre la vida de
Friedrich Nietzsche, de la directora italiana
Liliana Cavani (1933), entre otros.

144 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 145

Escena de la película Crímenes y pecados


(1989) de Woody Allen

Pero hay también otro modo en el que el


cine ingresa explícitamente en la filosofía: a
través de aquellos relatos en los que irrumpe
en escena un filósofo. Es el caso de Vivir su
vida (1962), de Jean-Luc Godard, filme en el De esta definición de la esencia de la tra-
que una joven que elige el oficio de la prosti- gedia son significativas para nosotros ciertas
tución como camino de vida dialoga en uno expresiones, pues guardan una íntima rela-
de los bares que transita con un filósofo; o ción con lo que acontece en la experiencia
Crímenes y pecados (1990), de Woody Allen, cinematográfica. En primer lugar, demoré-
en el que él mismo, en tanto protagonista, se monos un instante en la palabra “catarsis”
encuentra realizando un documental sobre (gr. catarsis), que traducimos aquí por
un filósofo solidario del humanismo existen- “expurgación” y que expresa el esfuerzo por
cialista que culmina sus días suicidándose; o dar salida a aquello que está aprisionado en
bien Caterina en Roma (2003), de Paolo el fondo de nuestra conciencia. A través de
Virti, en el que el padre de una de las amigas ella se manifiesta el impacto que ejercen
de Caterina en la gran ciudad es un recono- sobre el espectador las pasiones o afecciones
cido filósofo de su tiempo, abocado en esos que se ponen en juego en la representación
días a cambiar los pañales de su bebé. dramática y, de modo extensivo, cinemato-
Sin embargo, éstos no serán los senderos gráfica. A través de esta palabra se indican
que seguiremos en la caminata, a veces los varios modos en que el espectador, aun-
carrera, de nuestros capítulos. Por ello, con que se encuentre inmóvil en la superficie
la intención de iluminar la perspectiva que le ha sido asignada como ubicación,
desde la que llevaremos adelante nuestro participa de forma activa y no meramente
vínculo con la máquina cinematográfica, pasiva de aquella situación. En ese tiempo
podemos servirnos de la definición que el –que se encuentra fuera del tiempo de su
filósofo griego Aristóteles dio de la tragedia vida cotidiana– su realidad se ha fundido
en el inicio del capítulo III de su Poética: con la de la escena o con la de la pantalla.
En ese momento, ése es su mundo, ésa es su
Tragedia es una imitación de una acción realidad. En ese mundo sufre, se alegra, se
seria y compleja, de adecuada extensión, en violenta, se apacigua.
lenguaje grato, por medio de la actuación Todo esto nos conduce hacia otra pala-
de personajes y no de un relato, y que, bra de la definición: “afecciones” (gr. pathé-
mediante compasión y miedo, realiza la mata). A través de ellas se expresan las múl-
expurgación de tales afecciones.66 tiples fuerzas que establecen el íntimo vín-

66 Aristóteles, Poética, Espasa Calpe, México, 1948, p. 39.

Destino, azar y necesidad | 145


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 146

culo entre el espectador y la representación de sus tres grandes autores –Esquilo (525-
dramática o cinematográfica. Queriéndolo 426 a. C), Sófocles (491-406) y Eurípides
o no, sabiéndolo o no, el espectador abre (480-406)–, a través de distintos caminos
allí su intimidad, y de esta forma las pasio- ha buscado representar el vínculo entre las
nes que se encierran en él se liberan de acciones humanas y la fatalidad (gr. até), el
diversas maneras. destino (gr. anágke) y la fortuna (gr.
Por otro lado, bien podemos afirmar moira), que imponen las decisiones de los
que éste era el sentido propio de la tragedia dioses a los hombres. Y podemos hallar sin
griega o ática del siglo V a. C.: produce la duda una continuidad entre aquellas trage-
conmoción y transformación de los espec- dias y las películas que trataremos aquí
tadores por medio de la representación desde el punto de vista filosófico: Matrix I
dramática. Pero, ¿no podríamos transpor- (1999), Corre, Lola corre (2000), Dos vidas
tar esta intención a la experiencia cinema- en un instante (1998) y El día de la marmo-
tográfica en nuestros días? Ésta, a través de ta (1993). En ellas de modos diversos se
los sueños, espectros o fantasmas de la pone en juego el vínculo problemático que
representación, nos mueve de modo cierto se establece entre la libertad de las acciones
y real a la compasión, al temor y, no en humanas y el destino, la fortuna y el azar.
último término, a la reflexión.67 Así, con estas primeras reflexiones
Un poco más allá, tragedia, cine y filo- hemos querido tan sólo hacer llegar al lec-
sofía se reúnen en la propuesta temática de tor la manera en que vincularemos aquí
este cuadernillo. Su título, “Destino, azar y cine y filosofía, no a la manera de una rela-
necesidad”, gira en torno de ciertas expre- ción de testimonio, como implicaría la ima-
siones del orden trágico, cinematográfico y gen del árbol, sino más bien de equivalen-
filosófico en las que se pone en juego el cias, como se desprende de la metáfora del
vínculo entre las acciones humanas en rizoma. A su vez, hemos buscado señalar la
cuanto a su libertad y autodeterminación forma en que el drama primero y luego el
frente al juego que imponen el azar, el des- cine irrumpen en la filosofía. Todo lo cual
tino y la necesidad. Ya la tragedia griega, en auspicia de manera cierta el camino que
las poquísimas obras que nos han quedado emprenderemos en los capítulos siguientes.

67 De hecho, son las palabras mismas las que en su raíz relacionan el drama con la filosofía, y del mismo
modo, entonces, el cine con la filosofía. El verbo griego theoréo significa “mirar”, “observar”, “contemplar”,
“considerar”, “mirar con agudeza”. De allí que una teoría (gr. theoría) sea una “visión”, una “contemplación”,
un “espectáculo” y una “especulación”. El teatro (gr. théatron) era así el lugar de la espectacularidad, de la
especulación, de la contemplación. Del mismo modo lo es el cine.

146 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 147

Los espectros en filosofía la filosofía fuese una suerte de fervor por la


degustación de problemas, y cada uno de
“Nuestras vacilaciones llevan
la huella de nuestra honradez; los pensadores, catadores de aquéllos.
nuestras certidumbres la de nuestra impostura. Los filósofos son, en este sentido, los
La deshonestidad de un pensador nombres o los síntomas determinados en
se reconoce en la suma
de ideas precisas que presenta.” los que respira un problema en su historia.
En su obra De la gramatología, el filósofo
EMILE CIORAN argelino Jacques Derrida (1930-2004), a
Silogismos de la amargura (1952).
quien debemos un interesante camino de
pensamiento en la escena contemporánea,
Muchos son los senderos que confluyen afirma lo siguiente:
en el pensamiento que denominamos filosó-
fico. Entre ellos, el sendero de las imágenes o Los nombres de autores o de doctrinas
espectros procedentes de la representación no tienen aquí ningún valor sustancial. No
dramática y cinematográfica, que irrumpen indican identidades ni causas. Sería una
ante nosotros llevando a la superficie sínto- ligereza pesar que “Descartes”, “Leibniz”,
mas y malestares. Desde el punto de vista “Rousseau”, “Hegel”, etcétera, son nom-
filosófico aquellas imágenes y espectros son bres de autores, los nombres de autores de
asimilados bajo la forma de problemas, defi- movimientos o desplazamientos que desig-
nidos como organizaciones provisorias de namos así. El valor indicativo que les atri-
síntomas y malestares expresados en forma buimos es ante todo el nombre de un pro-
de preguntas. Preguntas que desde aquellas blema. Si nos autorizamos provisoriamen-
primeras tragedias griegas siguen aún vivas y te a considerar esa estructura histórica
vigentes en nosotros, ya que seguimos cues- fijando nuestra atención sobre textos de
tionando qué son la libertad, el azar y el des- tipo filosófico o literario, no es para reco-
tino, entre otros innumerables interrogantes. nocer en ellos el origen, la causa o el equi-
Esto nos permite concebir la historia librio de la estructura (del problema).68
misma de la filosofía como un proceso no
necesariamente progresivo de problemas, Para ampliar esta consideración vamos a
como un entramado de cuestiones que se permitirnos concebir el vínculo que man-
ponen delante, tal como lo indica el prefi- tiene cada uno de los distintos pensadores
jo pro-, que comparten las palabras proyec- con los problemas que transitan a través de
to, progenie, procreación, etcétera. Como si una imagen que no ha sido ni ajena a la

68 Jacques Derrida, De la gramatología, Siglo XXI, Buenos Aires, 1971, p. 131.

Destino, azar y necesidad | 147


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 148

historia de la filosofía ni a nuestro cuader- irresoluble. Sólo tenemos acceso a las mira-
nillo. Le pedimos al lector que mientras das o perspectivas que Platón, Aristóteles,
avanza en su lectura imagine o bien dibuje Agustín, Tomás, Descartes, Hume, Kant,
un círculo. Verá así que los radios que pue- Hegel, Derrida, entre muchos otros, han
den desprenderse del centro son ilimitados. presentado en sus obras.
Cada uno de ellos expresa una perspectiva, Ahora bien, de esta imagen del círculo,
un punto de vista, que, por otra parte, es cuyo centro es el problema y sus radios, las
irreductible a los otros. Queremos decir, el expresiones del problema encarnadas en las
lugar que ocupa un radio no puede ser ocu- obras de los pensadores, debemos despren-
pado por otro. De ahí que la perspectiva de der una cierta consecuencia. Cada uno de
un radio sea única e irrepetible. Sin embar- los radios está a la misma distancia del cen-
go, desde el punto de vista del centro y no tro, y cada una de esas distancias es indiso-
de la periferia, nos veremos forzados a afir- luble por la otra. Esto nos hace pensar en
mar que todos los radios son uno e indife- lo siguiente: si Platón y Kant están a igual
renciados en aquel punto central. distancia del problema de lo real conside-
Si trasladamos esta imagen al vínculo rado en sí mismo, eso quiere decir que no
que mantiene el problema con los distintos ha habido progreso o evolución en la histo-
pensadores, podemos afirmar que cada uno ria de la filosofía. ¿Cómo puede ser esto
de los radios-filósofos expresa de modo par- posible? ¿No podríamos admitir que des-
ticular e irrepetible una perspectiva sobre el pués de veinte siglos, que es el tiempo que
problema. Pero como desde el punto de separa a Platón de Kant, se ha evoluciona-
vista del centro, como señalamos, prevalece do en las visiones filosóficas de lo real?
la indiferenciación de todos los radios, no Desde nuestro punto de vista deberemos
tenemos acceso al problema considerado en decepcionar al lector –o no– y responder
sí mismo sino tan sólo a sus distintas mani- de modo negativo. Es más, podríamos afir-
festaciones en los diversos pensadores. mar que en muchos casos la última palabra
Por ejemplo, durante toda la historia de sobre un problema la tiene alguien que está
la filosofía, desde los primeros griegos hasta por detrás y no necesariamente el que está
nosotros, se ha reflexionado en torno de la por delante. Hegel, en una carta enviada a
pregunta acerca de qué cosa es aquello que un amigo, decía: “Cuando quiero enterar-
denominamos real o realidad.69 Apoyados me de las últimas novedades en filosofía,
en la imagen anterior afirmaríamos que este leo a Platón”. En el mismo sentido, el his-
problema es en sí mismo inaprensible e toriador inglés de la filosofía Alfred North

69 Sobre este problema, véase capítulo I, el punto referido a Matrix I.

148 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 149

Arthur Schopenhauer (1788-1860) nace en Danzig un año después de la


Whitehead (1861-1947) decía que toda la aparición de la segunda edición de la Crítica de la razón pura y el mismo
historia de la filosofía no era más que notas año de la primera edición de la Crítica de la razón práctica, ambas de
a pie de página de Platón. Inmanuel Kant. Será la obra kantiana, junto con la de Platón, el punto de
apoyo de su mayor obra filosófica.
Sea esto así o no, lo que sí es seguro es Formado en la Francia posrevolucionaria y luego en Londres, adquiere
que en el caso de la historia de la filosofía una particular sensibilidad por la pobreza de las clases sociales más
no estamos en presencia de un movimien- bajas, sensación que luego lo acercaría a la concepción de la vida como
sufrimiento, y al budismo. Su padre muere por presunto suicidio en
to progresivo y evolutivo, como sí de 1805. Viaja a Weimar con su madre, donde ésta abre un salón literario
hecho sucede en el contexto de otros sabe- que frecuentará, entre otros, Goethe. En 1810 comienza sus estudios de
res, por ejemplo, la física, la química y la filosofía, centrándose en Platón y Kant, y un año más tarde se traslada a
la Universidad de Berlín. En 1813 presenta su tesis doctoral y en 1819
medicina. En filosofía todos los radios de publica su mayor obra: El mundo como voluntad y representación.
expresión, y entre ellos el de Platón y Kant, Es en esta obra donde se concentra el núcleo duro del pensamiento de
ofrecen distintas iluminaciones del proble- Schopenhauer. Se la considera el primer intento serio de unificar racio-
nalmente, a partir de la crítica al pensamiento kantiano, la filosofía occi-
ma, aunque nunca den con el problema en dental con ciertas doctrinas provenientes del budismo, el taoísmo y el
sí mismo. Por eso es que la filosofía consti- hinduismo. De esta manera, el eterno rival de Hegel instaura un ámbito
tuye un saber que, a diferencia de otros, de lo real llamado mundo de la voluntad como fundante del mundo de la
representación, siendo la vida en este último un puro querer provenien-
necesita de su historia. La historia de la te de la voluntad, con el único fin de disolverse en la nada absoluta que
filosofía es necesaria para la labor filosófi- la voluntad es.
ca, pues a través del conocimiento de las Otras obras importantes son: Sobre el cuádruple principio de razón sufi-
ciente (1813) y Acerca del fundamento de la moral (1840).
distintas manifestaciones del problema en
su historia podemos alcanzar al menos una
visión más compleja, aunque no vayamos a
dar nunca completamente con él. Todo lo Platón, que sigue abierta y viva para noso-
cual indica a su vez el carácter reflexivo de tros en tanto concentra aún perplejidades
la labor filosófica. para compartir. Es por eso que en este cua-
dernillo hemos optado por ofrecer al lector
En la lectura de los textos de los pensa- fragmentos de los textos de los mismos
dores encontramos distintas visiones de los filósofos para ingresar en la comprensión
diversos problemas que nos afectan. Y de los problemas que presentaremos. No
desde el punto de vista filosófico los quisimos, en este punto, de ningún modo
rumiamos como la vaca, esto es, los lleva- subestimar al lector. Él tendrá la posibili-
mos por varios estómagos, ingiriéndolos y dad de ir y venir en los textos una y otra
luego poniéndolos de nuevo en nuestras vez, comprendiendo que el no saber, el no
bocas, hasta que los digerimos. Y si los visi- entender, son ya parte del saber y del
tamos de modo repetido a través de nues- entender. Con estas palabras lo decía
tras varias lecturas, es porque siempre son Arthur Schopenhauer (1788-1860) en sus
nuevos, como la “Alegoría de la caverna” de Fragmentos para la historia de la filosofía:

Destino, azar y necesidad | 149


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 150

LA CAJA DE PANDORA

El famoso relato de la caja de Pandora remite a uno de los mitos hesió-


dicos, en los que se relata la aparición de Pandora como la primera de
las mujeres, creada por Hefesto y Atenea, por mandato de Zeus. Por
consiguiente, todos los dioses le confirieron alguna cualidad, como la
belleza de las inmortales, la gracia, etcétera; mas Hermes colocó en su
corazón la mentira. De igual manera, Zeus había destinado a Pandora
como una ofrenda y un castigo hacia la recién creada raza humana. Así,
según cuenta Hesíodo, en cuanto Pandora llegó a la Tierra fue desposa-
da por Epimeteo, quien frente a su belleza única olvidó las advertencias
recibidas sobre el peligro que encerraba el destino de su nueva esposa. que permanezca abierto, un presente que
Ahora bien, Hesíodo también nos cuenta que existía una jarra en cuyo sea en sí mismo indescifrable y un porvenir
interior se encontraban todos los males. Muerta de la curiosidad,
Pandora abrió el tapón de la jarra, desperdigando así todos los males
en el que vivan nuestras expectativas.
por la faz de la Tierra, pero la esperanza (considerada un mal) fue la De allí que, tal como lo hemos practica-
única que, por estar en el fondo de dicha jarra, no alcanzó a escapar. do en los capítulos que componen este cua-
dernillo, nuestras referencias a distintos
pensadores se han llevado adelante a través
Precisemos que pretender sustituir la de fragmentos extrapolados de su suelo ori-
lectura de las obras originales de los filóso- ginario. Los filósofos son, como lo hemos
fos por la de todas las exposiciones de sus dicho, síntomas de los problemas de los que
teorías, o en general, la Historia de la nos servimos como herramientas para pen-
Filosofía, es supeditarse a que otros masti- sar, pero no son ellos los problemas mis-
quen por uno el alimento.70 mos. Por eso es que aquí no haremos capí-
tulos de autores, sino de problemas. De
En los innumerables libros que confor- hecho el título de nuestro cuadernillo es la
man lo que llamamos la historia de la filo- expresión de un problema, no de un autor.
sofía, en general encontramos diversos Ponderamos los problemas y buscamos en
matices de los problemas. Expresiones que los pensadores vías o ritmos respiratorios
siguen vivas y presentes entre nosotros en del problema en cuestión. Los fragmentos
la reflexión contemporánea. En la “filoso- de los textos de los filósofos han sido para
fía pasada”, si esta expresión es posible más nosotros como las herramientas sacadas de
allá del punto de vista estrictamente tem- una caja, al modo de la de Pandora. Pero no
poral, hallamos metáforas, imágenes, ento- propusimos aquí, lector, un capítulo sobre
naciones de problemas que respiran aún a el destornillador y otro sobre el martillo,
través de nosotros. No implica esto que sino que utilizamos el
renunciemos a nuestro presente y nos martillo y el destorni-
mudemos a Grecia, Roma o Florencia. No llador para operar
pedimos que el lector sea un anticuario, sobre problemas que
sino que traiga ante sí esos textos en los no son otros que los
que respiran diversas entonaciones de los espectros de la filosofía.
problemas. Ciertamente, como condición
de posibilidad de la reflexión filosófica Pandora (1882) del pintor
contemporánea necesitamos un pasado Jules Joseph Lefebvre

70 Arthur Schopenhauer, Historia de la filosofía, ed. Quadratta, Buenos Aires, 2005, p. 9.

150 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 151

Bibliografía sugerida

Cine y filosofía: una relación de tragedia griega, Plus Ultra, Buenos


equivalencia, no de testimonio Aires, 1993; Festugière, A. - J., La
esencia de la tragedia griega, Ariel
Sobre el “lecho de Procusto”, así como Filosofía, Barcelona, 1969, y Vernant,
sobre los diversos temas referidos en J. P., Los orígenes del pensamiento grie-
este cuadernillo a las mitologías griega go, Eudeba, Buenos Aires, 1986
y romana, se puede acudir al accesible
texto de Grimal, P., Diccionario de Los espectros en filosofía
mitología griega y romana, Paidós,
Buenos Aires, 2006. Acerca del problema de la periodización,
En relación con la figura del árbol de las se puede acudir a Kosselleck, R.,
ciencias, se sugiere la lectura de Arana, Futuro pasado, Paidós, Barcelona,
J,, El caos del conocimiento. Del árbol 1993; Huizinga, J., El concepto de la
de las ciencias a la maraña del saber, historia, FCE, México, 1992;
EUNSA, Navarra, 2004. Castellani, A., Filosofía de la historia
Para mayor comprensión de la noción de e historiografía, Dédalo, Buenos
rizoma de Deleuze, se recomienda Aires, 1961; Mondolfo, R.,
Badiou, A., Deleuze. El clamor del ser, Problemas y métodos de la investiga-
Manantial, Buenos Aires, 1997; ción en historia de la filosofía,
Arana, J. (ed.), La biología de los filó- Universidad Nacional de Tucumán,
sofos, Themata, Sevilla, 1998; Tucumán, 1948.
Foucault, M. y Deleuze, G., Theatrum Para una aproximación a la historia y
philosophicum; seguido de Diferencia y vida de los filósofos, se recomienda
repetición, Anagrama, Barcelona, asiduamente la lectura de Da Silveira,
1994. P., Historias de filósofos, Alfaguara,
Buenos Aires, 2002; Weischedel, W.,
Los espectros en cine Los filósofos entre bambalinas, FCE,
México, 1972, y Abraham, T., Vidas
Sobre la historia de la tragedia griega, se filosóficas, Eudeba, Buenos Aires,
recomienda la lectura de AA.VV., La 1999.

Destino, azar y necesidad | 151


Filosofia3.qxd 12/12/07 11:49 PM Página 152

Bibliografía

Cine y filosofía: una relación de y Thierry Jousse, trad. Fernando La


equivalencia, no de testimonio Valle. Publicada en Cahiers du cinéma,
Nº 556, abril 2001. Cf.
BORGES, J. L. “La esfera de Pascal”, en http://www.jacquesderrida.com.ar.
Otras inquisiciones, Obras completas, II,
Emecé, Buenos Aires, 1989. Los espectros en filosofía
DESCARTES, R., “Carta del autor al traduc-
tor” en Los principios de la filosofía, trad. DERRIDA, J., De la gramatología, Siglo XXI,
Guillermo Quintás, Alianza, Madrid, Buenos Aires, 1971.
1995. HEIMSOETH, H., Los seis grandes temas de la
DELEUZE, G., y GUATTARI, F., Rizoma, Pre- metafísica occidental, Alianza, Madrid,
Textos, Barcelona, 1977. 1990.
DELEUZE, G., La imagen-tiempo, ed. KRISTELLER, O. P., Ocho filósofos del
Paidós, Buenos Aires, 2005. Renacimiento italiano, FCE, México,
1984.
Los espectros en cine MONDOLFO, R., El infinito en el pensamien-
to de la Antigüedad clásica, trad.
ARISTÓTELES, Poética, Espasa Calpe, Francisco González Ríos, Imán, Buenos
México, 1948. Aires, 1952.
DERRIDA, Jacques, “El cine y sus fantas- SCHOPENHAUER, A., Historia de la filosofía,
mas”. Entrevista de Antoine de Baecque Quadratta, Buenos Aires, 2005.

152 | Equipo multimedia de apoyo a la enseñanza

También podría gustarte