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Las células madre como su propio nombre lo indica, son células extraidas de
embriones humanos de 4 o 5 dias de edad, en la etapa llamada Blastocito,
por lo que el embrión es destruido para trabajar con las células de forma
independiente; estos embriones son creados en centros FIV (Fertilizacion in
vitro). A diferencia de otro tipo de células madre, estas tienen la capacidad
de convertirse en cualquier otra celula del cuerpo humano; pudiendo causar
en un futuro como el tratamiento ideal para enfermedades degenerativas
como el cáncer, parkinson, artritis reumatoide, diabetes del tipo I, lesiones
medulares entre otras.
Para la ética, es ilícito destruir embriones para obtener esas células, ya que “Es
un hecho científico que la vida de un ser humano comienza con la formación
del cigoto, célula completamente estructurada con toda la información para
el desarrollo” (Rodríguez, E. 1990). La gravedad de esa acción se incrementa si
esos embriones son creados exclusivamente para su destrucción, y más aún si,
se utiliza la clonación de embriones; esto para los partidarios Pro-vida es un
gravísimo atentado contra la dignidad humana por dos razones. En primer
lugar, porque el destino de esos embriones es su destrucción y utilización en
beneficio de otros. En segundo lugar, la clonación de embriones abre las
puertas a que nazcan niños creados por clonación. El gobierno británico se ha
apresurado a decir que el permiso para clonar embriones irá acompañado de
un reforzamiento de la prohibición para clonar seres humanos destinados a
nacer.
Detrás de todos los problemas éticos y las personas que están encontra de
esto, surge una pregunta muy común, ¿Las células madre embrionarias son tan
efecientes como dicen? Esta pregunta no tiene respuesta concreta pero ya
hace mas de 15 años que han empezado su investigación y ofreciendo
diversos tratamientos prometedores para el futuro