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Tenemos que hablar

El déficit de habilidades comunicativas está muy extendido


entre los profesionales
 Opinas qué la comunicación hoy en día se ha desarrollado al mismo nivel qué otras
competencias?
 Qué papel tienen los RRHH en la comunicación de la empresa?
 Cómo desarrollas la comunicación con clientes, colegas de trabajo o amistades?
 Cómo resuelves problemas comunicativos con tus superiores o tus clientes?, qué medidas
tomas?
 Opinas qué muchas de las reuniones qué se hacen en las empresas son innecesaris?
 En los siguientes casos, cómo reaccionarías?

- Comunicar un despido
- Dar un mal feedback a un colaborador
- Pedir disculpas
- Revocar un compromiso
- Decir que no.
- Mostrar desacuerdo.
- Pedir algo que se quiere.
- Solicitar ayuda y dar las gracias.

 Escoge un tópico y redacta un correo .

Si su pareja o su jefe le (decir presente) : "Tenemos que hablar", (prepararse/usted


imperativo) para lo peor. Tal vez esta conocida máxima (ser presente subjuntivo)
algo exagerada, pero es sintomática de que en la cultura popular la mera
mención al acto de sostener una conversación medianamente seria provoca desasosiego. Y es que
para algunas personas dialogar es una actividad de alto riesgo. Algo sorprendente (tener gerundio)
en cuenta que, tanto en el trabajo como en la vida en general, los seres
humanos hablan entre sí continuamente. "Conversamos desde que nos levantamos hasta que
(acostarse/nosotros presente) . Con compañeros, jefes, clientes... Una reunión, un
seminario o una entrevista de trabajo no son otra cosa que conversaciones. Y sin embargo es algo
que nadie nos (enseñar p.perfecto) a hacer", reflexiona Fernando Botella,
presidente de Think & Action.
Aunque hay conversaciones y conversaciones. Y no (ser futuro) lo mismo comentar con
un compañero el último capítulo de Juego de Tronos que tener que llamarle la atención porque no
está cumpliendo con sus tareas o pedirle explicaciones por un comportamiento deshonesto. "En las
empresas se habla mucho pero se comunica poco", sentencia Juan Carlos Cubeiro, consejero
delegado de Right Management. Cotilleos, rumores o quejas representan cerca del 80% de las
comunicaciones en el seno de la empresa, según este experto. Pero, añade, "pasar de la cháchara
intrascendente a una conversación de alto impacto (requerir presente) mucha
confianza y madurez".
Despedir a un colaborador, pedir un aumento de sueldo o afrontar un conflicto con un colega
supone un verdadero suplicio para muchas personas. "Las conversaciones movilizan emociones",
recuerda Miriam Ortiz de Zárate, socia directora del Centro de Estudios del Coaching (CEC). Y el
miedo, incide Elisa Sánchez, profesora de Psicología de la Universidad a Distancia de Madrid
(UDIMA), es una de las más poderosas. "Nos preocupa mostrarnos vulnerables, que nos perciban
como no válidos para desempeñar nuestro trabajo, que nos critiquen o rechacen por decir que algo
no nos gusta o que no estamos de acuerdo", explica. Por esa razón, muchos (tratar futuro)
de ahorrarse ese mal trago "eludiendo esa conversación, (postergar gerundio CD)
indefinidamente o (tener gerundio CD) pero de forma precipitada",
comenta Ortiz de Zárate. ¿El resultado? "Problemas enquistados, soluciones que llegan tarde y
malos entendidos", remata.
Talk the Talk, un estudio de Right Management, revela que las conversaciones de carrera impulsan
el éxito de las empresas. "Dos tercios del rendimiento de las compañías están vinculados a charlas
que mantienen jefes y empleados acerca de lo que se espera de ellos, las habilidades que necesitan
desarrollar o cómo se reconoce su talento y contribución a la empresa", asegura Cubeiro. No
obstante, puntualiza, la elocuencia tiene un límite. "La sinceridad no puede convertirse en
sincericidio. Hay determinados temas personales que no deben abrirse. No es imprescindible que
todas las personas de la empresa sean amigas, pero sí que (contar presente subjuntivo)
con la confianza y el compromiso necesarios para hacer equipo".

Retórica del nuevo siglo


En la antigua Grecia, Demóstenes y sus contemporáneos (valerse indefinido) de
la retórica para persuadir a sus auditorios. ¿Cuáles de esas habilidades comunicativas que ya (poner
indefinido) en práctica aquellos grandes oradores cuatro siglos antes de Cristo
siguen vigentes en la empresa de hoy? María del Mar Gómez Cervantes, doctora en Lengua
Castellana y Lingüística General y autora de Retórica en la empresa (LabCom Books, 2009), cree
que todas. "La comunicación interna (deber condicional) caracterizarse por la
persuasión, la claridad, la concisión, la eficacia, la efectividad y el reconocimiento del verdadero
motivo que impulsa a establecer la relación comunicativa. O (decir participio) de otro
modo: "Intellectio, inventio, dispositio, elocutio, memoria y actio o pronuntiatio". Después de todo,
que el orador (tener presente subjuntivo) éxito en sus intervenciones discursivas o
textuales (ser p.perfecto) la finalidad de la retórica desde sus orígenes.
"Corrección gramatical, amplitud del repertorio léxico, dominio de la comunicación no verbal,
coherencia y cohesión del discurso", continúa, son algunas de sus armas.
Para Fernando Botella, uno de los secretos de la comunicación persuasiva radica en saber hacer
buenas preguntas. "La pregunta es la herramienta lingüística que mayor influencia genera, la mejor
palanca cuando se quiere que alguien haga algo". ¿La razón? "Nos gusta demasiado hablar de lo que
pensamos nosotros, pero prestamos muy poca atención a lo que (pensar presente)
los demás. El poder de las preguntas está en que no se centran en el yo, sino en el tú",
sostiene. Las buenas preguntas serán aquellas que permitan visualizar el futuro en lugar de centrarse
en lo que ya no tiene remedio. "Un jefe que pregunte a su subordinado: '¿Por qué este mes sólo
(salir p.perfecto) tres camiones del almacén?' tal vez (conseguir presente de
subjuntivo) una explicación plausible de ese bajo rendimiento. Pero si la pregunta
se plantea como: '¿Qué necesitamos hacer para que el mes próximo (salir presente subjuntivo)
cuatro camiones?', es posible que además logre un cambio positivo en ese resultado
venidero y en la actitud necesaria para obtenerlo".
Juan Carlos Cubeiro piensa que la mejor manera de afrontar una conversación difícil es con lo que
el neurocientífico francés Olivier Oullier denomina "emorracionalidad", en la que "la emoción
mueve y la razón guía". Por su parte, la receta de Elisa Sánchez (incluir presente)
"asertividad para expresar nuestros deseos, hacer respetar nuestros derechos y alcanzar nuestros
objetivos respetando los derechos, deseos y objetivos de los demás. Y empatía para entender,
comprender y respetar el punto de vista del otro". ¿Cuándo será el mejor momento para tener esa
charla incómoda? La profesora de la Udima aconseja hacerlo "cuando no (haber presente de
subjuntivo) otras personas presentes, (encontrarse presente de subjuntivo)
emocionalmente tranquilos y no (estar presente de subjuntivo)
apremiados por las prisas". Por último, advierte de que tener razón no siempre garantiza salir airoso
de este tipo de situaciones. "Es mucho más efectivo buscar un consenso que facilite una relación
positiva a largo plazo que establecer estrategias de ganar o perder a corto".

Las conversaciones más delicadas


El Centro de Estudios del Coaching (CEC) ha identificado algunas de las conversaciones más
difíciles en el trabajo y ofrece consejos para superarlas.
Comunicar un despido. No (intentar imperativo) tapar sus emociones de tristeza o
disgusto bajo una coraza de profesionalidad. La persona despedida (poder condicional)
percibirlo como frialdad.
Dar un mal feedback a un colaborador. (apoyar imperativo) esa mala calificación en
datos y (buscar imperativo) vías de mejora con el afectado.
Pedir disculpas. Fundamental para reparar relaciones y restaurar la confianza. Provoca un
extraordinario efecto en la salud del equipo.
Revocar un compromiso. Si una incidencia le impide cumplir lo prometido, (comunicar
imperativo CD) inmediatamente y (explicar imperativo) las
medidas que está adoptando para intentar solventar el problema.
Decir que no. El "sí" automático y sin reflexión a jefes y clientes es una fuente de problemas.
(reemplazar imperativo CD) por un "sí" con condiciones.
Mostrar desacuerdo. Fundamente su disconformidad en hechos y datos más que en opiniones y
juicios de valor.
Pedir algo que se quiere. (cargarse imperativo) de razones objetivas para su
demanda.
Solicitar ayuda y dar las gracias. Ambas conductas le hacen más vulnerable. Le humanizan.

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