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Podría parecer completamente diferentes el uno del otro, pero el cerebro y el

corazón están innegablemente conectados cuando se trata de la salud en general.


Así como mantener un corazón sano disminuye el riesgo de las enfermedades
cardiovasculares, también aumenta la circulación y permite que la sangre fluya
libremente al cerebro sin coagularse, que es lo que causa la mayoría de los ataques
cerebrales.

Para las mujeres latinas, las enfermedades cardiacas son la causa número uno de
muerte. Y los ataques cerebrales, que son la tercera causa, son responsables de 1
de cada 3 muertes de latinas. Crear conciencia sobre los ataques cerebrales puede
ayudar a aclarar la relación corazón-cerebro, además han salido nuevos estudios
que indican cómo la función de nuestro cerebro básicamente depende de nuestra
salud cardiovascular.

“La mayoría de las personas no entiende la conexión que existe entre la salud
cardiaca y la salud cerebral, y como doctores aprendemos más del tema cada día”,
dijo Ralph Sacco, M.D., jefe de neurología en la Facultad de Medicina Miller en la
Universidad de Miami y expresidente de la American Heart Association. “Hay
nuevos estudios que han mostrado que los factores de riesgo que pueden causar
enfermedades cardiacas y ataques cerebrales, como la falta de actividad física y la
obesidad, también contribuyen a la demencia, el Alzheimer, la pérdida de memoria
y la disfunción cognitiva”.

Uno de los primeros y más importantes pasos es hablar con el médico si sientes
que estás teniendo problemas de pérdida de memoria o función cognitiva. Tal vez
se requiera de un neurólogo para llevar a cabo pruebas para asegurarse de que tu
cerebro esté a la par con otros de gente de tu edad; sin embargo, no importa qué
tan grande seas, nunca es demasiado tarde para empezar con hábitos saludables
para prevenir problemas futuros.

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