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DEMOCRACIA DECADENTE

Cómo es posible que después de tantos siglos en la historia de la humanidad, lejos de haberse
proscrito la esclavitud en el planeta, ésta se ha transformado adquiriendo tal complejidad que se
repiten múltiples fenómenos de abuso propios de tal fenómeno que son alarmantes.

El abuso histórico ha existido en todas las formas de gobierno y la democracia no es la excepción,


pues al igual que siempre ha sucedido, quien controla las reglas del juego en una sociedad, tiene el
poder absoluto, en la democracia se intentó restringir ese poder repartiéndolo en los legisladores
elegidos por votación, para asegurar que ese poder se quedara en manos del pueblo y no de una
persona o un grupo de personas minoritario.

He allí la falla del sistema democrático, pues la elección de un legislador no atiende a sus
capacidades para crear, modificar y derogar las leyes de un país, sino a su popularidad y la
popularidad de un candidato a legislador depende de su filiación política, que a su vez tiene su
sustento en dos factores principales, el dinero y la imagen.

El dinero y la imagen lo proporcionan ciertos grandes capitales interesados en obtener ventajas


con las leyes y el gobierno de un país como el nuestro y se les construye a los candidatos su
popularidad en los medios, de allí podemos deducir, que los legisladores llegan a sus curules con
un compromisos inicial, con su partido, con los grandes capitales y con los medios de
comunicación, es decir, que los prestanombres resultan el antídoto ideal para anular cualquier
democracia.

En nuestra falacia democrática, resulta inverosímil y absurdo pensar que si un legislador fue
designado únicamente por popularidad o por compromiso político, al momento de ocupar su
curul, se garantice que serán fieles a los intereses de la nación y que sus conocimientos sean
suficientes para tomar decisiones de de gran relevancia y en temas de alta especialización, por el
simple hecho de haber sido elegidos de manera “democrática”.

Entonces el candidato ideal para los grandes capitales y los partidos políticos, es aquel que carece
de criterio o está dispuesto a sacrificar el interés nacional por favorecer a éstos, con la justificación
de que cerrando sus negocios multimillonarios habrá una “derrama económica” para los más
desprotegidos por la creación de empleos baratos, pues con hambre las migajas se convierten en
abundancia.

Ese pequeño gran defecto de nuestra democracia es causante de muchas oras calamidades en
México, como las siguientes:

Presidencialismo radical y centralista

Leyes opresoras para el gobernado

Saqueo de los recursos públicos (naturales, económicos, fianancieros, etc.)


Desconocimiento y falta de interés del gobernado sobre los legisladores y sobre lo legislado por
éstos

Corrupción de los entes gubernamentales

Instituciones débiles

Inseguridad pública

Conflictos sociales

Los ajustes que requiere nuestra democracia respecto del ámbito legislativo pueden ser muchos,
pero los principales pueden ser los siguientes:

1. Dividir constitucionalmente la cámara de diputados por temas generales y específicos, habrá


temas específicos como el trabajo, la salud, la educación, la seguridad, etcétera, pero también
habrá temas a tratar aún en los específicos, como son los derechos humanos, las cuestiones
económicas, la técnica legislativa, entre otros.

2. Descartar posiciones plurinominales para temas específicos.

3. Competencia del senado para ajustar o vetar leyes, atendiendo al Estado que representan
únicamente

4. Limitar el ámbito de la competencia de cada legislador.

5. Requisitos de especialización (no necesariamente académicos) sobre las materias a tratar para
ser legislador.

6. Consenso ciudadano para poder emitir iniciativas de ley.

7. Crear órganos autónomos ciudadanos supremos, que tengan las funciones de una contraloría
sobre la función pública de los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial, tanto en el ámbito
local, como en el federal.

8. Sectorizar el destino de lo recaudado para ciertas áreas estratégicas, sin que pase por las arcas
de la entidad hacendaria.

Montados en la democracia que tenemos, pronto habrá conflicto y la represión, que solamente
benefician a los grandes capitales y empobrece más a la generalidad y eso es igual a una esclavitud
disfrazada de democracia.

Mientras no se ajuste nuestra democracia nos seguirán poniendo a legislar y a gobernarnos, a los
títeres o prestanombres de los grandes capitales y terminaremos perdiendo los últimos recursos
que le quedan a nuestra nación.
Informarse y participar es la única vía para que los mexicanos podamos progresar, ya que hemos
renunciado a tomar decisiones trascendentes para mejorar nuestras condiciones,
concentrándonos en descalificar lo que nos pasa y en esa medida, dejamos de proponer lo que se
pudiera ajustar a nuestro gusto y conveniencia.

Se confirma aquello que dice que cada pueblo tiene el gobierno que se merece y más ese otro
dicho que estima que, no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace su compadre.

Autor: Carlos Melo

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