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% Amtoreca ROMANICA HISPANICA RAFAEL) LAPESA Dba rox DAMASO ALONSO Til, MANUALES, 45 HISTORIA DE LA LENGUA ESPANOLA PROLOGO DE RAMON MENENDEZ PIDAL & BIBLIOTECA ROMANICA HISPANICA EDITORIAL GREDOS SCOCOOO OOH OOOOH SOO SO OOOOOOOOOCE ©. RAFAEL LAPESA, 168, EDITORIAL GREDOS, §. A, ‘Stachee Pacheco, 8, Madrid, Espasa Nove tees, marzo de T58 ISBN 84249-00725, Riitica ISBN 84249.00734, Tela, Grafean Condor, S.A, Sénchce Pachee, 8, Madr, 158.— S08, star Ala memoria de don Tomds Navarro Toimds, maestro muy querido, Por cuya iniciativa escribt fl primer esboro de este libro. PROSOSHSHOHOHH OHHH SOHHOHHOOOEHHHOHOOLOO COcoeccoccvcccces: PROLOGO > La historia de le lengua espaftota ha sido ya objeto de ‘obras muy valiosas, a las que se viene a sumar, muy bien venida, ésta del senor Lapesa, sin asomo de conflicio entre ellas, Cada una busca su interés én campos muy diferentes, ‘ues la historia de un idioma se puede concebir y se ha con cebido bajo planes mds diversos que cualquier otra historia, debido a la vaguedad con que se ofrece la cronotogla de le evolucién lingilstica, y, por consiguiente, las multiples ma eras posibles de considerar y combinar el estudio de los elementos gramaticeles y estilsticos, ora tradicionales, ora individuates, que es preciso considerar. EI plan que el sefior Lapesa adopta es sencllo y claro, lademds de ser convententemente comprensivo. Toma como hita conductor ta historia externa del idioma expefiol, y sinul- tdneamente, a traves de ell, expone la evolucian interna gra- matical y Iéxica. El lector profano (pues el libro no quiere ser sdlo guia para tos que buscan la especlalieacton) no tro- pieza con capltulos de pura técnica gramatical,y, sin embargo, se inicia en esta técnica, encontréndola bajo forma fact, di lwida en fa exposicién de las vicsitudes mas generales por que idioma atraviesa. Otra eualidad principal que mds puede desearse en un libro de esta indole es ta de reflejar con precision el estado 2 Historia de ta lengua espasiola de tas estudios referentes a tas euesttones tratadas. Bl sefor Lapesa logra este mérito plenamente. No sélo conoce la bi- Dliografia del vasto tema, sino que para manejarla le dan articular aptitud sus trabajos personales, publicados en ta ‘Revista de Filologla Espaiolas, y su préctica en la enseflan- 4, siempre concebida dentro de una aspiracién @ difundir el rigor de los métodos cientficas. Ast, puntos tan complica- dos y diftciles como la sicuacién del lain hispano dentro de lq Romania 0 el desarrollo preliterario det espaol primi tivo, se hallan trazados con todo aclerto bajo los aspectas mds esenciales que pueden hacerse entrar en una Breve his: toria También merece aplauso ta idea de ensanchar el estudio lingstico con et de tos principales estilos literarios. En ta descripcidn de ést0s hallamos ta oportunidad de observacién que nos promettan anteriores trabajos especiales del autor, ——=cotio.su hermoso. estudio consagrado-al.P.-Ribadeneyra, Esperamos que este libro, que sabe decir lo sustanctal sabe decirlo bien, contribuya a difunclir conocimientos tin- Billsticos a que tan poca atencién suele concederse R. Menenoe2 Proat (Madrid, 1942) ADVERTENCIAS PRELIMINARES ‘A EDICIONES ANTERIORES La pretente obra ha sido carta con el deseo de ofrecer, forma compendlada, ona visiin histriea de Ia constituciin y detarollo de Jn lengua expafala como refejo de nuestra evolulén cultural. Dirjo ‘a Intento a todos euantos se Ioteresan por tat custlones flava al fiom, Inclute a lor no expeciliados. Por exo mo he eslorzada. en tatiafacer in eslgenclas dal rigor clentiico sin sbandanar el tone de BL lecfor advertid en Gis Hurcraas_y extenae tapas) en parte eran imputabes al autor; en parte obedecen-a que muchos extras fe hallan asi Inexplorados, Con todo, he eeldo til adelanta sat Sosquelo, eeperando que sur defector sean estilo pare otos faves Mentor constante de mi trabajo han sido las obras de don Ramin Menénder Pidal y de Tos macstro procedentes de su eacutlflldgicn Deo rientacion y sugerenciag a lor Ibrox, 72 clisios, de Kart Vossler, Frankreichs Kult und Sprache, y W. von Wartburg, voir Hon e structure deta longue frangzse, We terido muy en cueete The Spanish Language, de W-1. Entwistle (Landon, 1936) la Iniiacton a ‘studio dele Historia de ta Leng expat, de mi boen amigo Jaime ‘Oliver Asin (Zatagor, 183), Madria, mayo de 192, - ara Is sepunds edicin he consderado ls observaciones hechas 8 Ja primera en Ins resehas del P. Ignacio Errandonen, Ratin 9 Pe, seD- Hombre de 1982; Salvador Ferndnder Ramirer, Revista de Flelogta Peceesceseeeesesesn FSSOSOSHOSHSOSHOHSSSSHORHSSHOHOSESSESCOESCESS 4 Historia de la lengua espanola ‘Eepahoia, XV, 1982, pgs. SB1SIS; Yakov Melkel, Language, XO, 1, pier. 4649, 3. APalteno, Word, IT, 1947, pis. 26225 Henrich Lausberg, Remarische Forschangen, LX, 19, pigs. 29328, y Robert K, Spaulding, Romance Phtoogy, I, 18, pigs. 7227, asi como In Gicaciones verbales de Amado Alonfo y se Manuel Mutor Cortés. A fod elle expreao ago! mi recanoeimiento. He procurado Incorporar f'texo ls aportaclons de la investigation en lor limos abs, be fevlendo mis Pontos de vist en cada cussion y he amplinda lat ctas Uibligrifeas. Suprimo Ia breve enologe fal, oan a plan orghario Madesd ftlo de 190. “viable proyecto refundir por completo la presente Historia para ltteers eicion. No be tenide tempo de hacerlo, y. por To tant, in limite a poner al ia, corregira,eliminar los puntos ms discs {ible completar aos ¥ snlcipar daias de futros estdlos en coer tienes gue estimo importantes. He tendo en cuenta Iasreseas 9 obser. segunda ediclon por m maestro Américo Casto, ntonio Tovar, Anaes de Filloga Clsce, Buenos Ales, 1982, 155157; Yakow Malkiel, Romance. Philofony, VI. 192, 32. Robert K. Spaulding, Hisponie Review, XX, 193, 1086; Bernard Potier, Romenia, LXXII, 152,104; Aranda, Analos de iz Uni fersided de Murcia, ISDS, A148, y Juan M. Lope, Nueva Rev. de Pilot Hisp, VIN, 195, 319323. A todos doy vivarente Is gracis. Madrid, enero de 195. Noevamente be tenido que difrie la refundcion de esta obra y Uimitarme a poneia 1 dia para ls eusrta eden, Las Investigaciones hechas en fom limos aor en el campo de lor substrates precromanos, tal come sobre fos segenes del snd, su propbescn y O05 asec. Ge im dilecologia Ropénice han obligndo » mosifar sobre todo los capitlor correspondintes Ademae, he tenido en cuenta Ins reas hechas a ediciones anteriores por Manuel Muroz Cortes (ClvileRo, 1, 51, nim. 1, Age, 1395, D. 1. Canfeld (Hispana, XXXIX, 16, ‘gs BUI), y Gregorio Salvador (Archivo de Fiofota Aragonese, VIN 19557, pags. 266285), 2 quienes quedo vvamente agredecido ‘Madeid, septiembre de 195 PARA LA OCTAVA EDICION Sale de nuevo, tras peripecias que no vienen al caso, un libre nacido hace mucho tiempo, en circunstancias que sf ‘merecen recuerdo. Corria el aio 1937; en el duro Madrid de Ja guerra, yo estaba encargado de mantener Ia comunicacién centre los restos del Centro de Estudios Histéricos y la Junta para Ampliacién de Estudios, trasladada a Valencia, Con tal ‘motivo sostenia frecuente correspondencia con don Tomés Navarro Tomés, que en una de sus cartas me propuso que cscribiera un breve manual de divulgacién sobre la historia de la lengua espafiola. Acepté y me Iancé con entusiasmo a Ja tarea: en medio de la contienda fratricida se me brindaba ccasién de hacer algo por la Espafia de todos, Meses des- pués, en Ja primavera de 1938, el Nbro estaba east termina 4o; pero hube de interrumpir la redaccién de lo que faltaba, pues, movilizada ml quinta, me destinaron a ensefiar las pr ‘eras letras a soldados analfabetos, quehacer inolvidable como experiencia humana, Cuando terminé la guerra y volvi ‘a mi libro, comprenai que rebaraba los Kmites de la divulga cién y podia ser instrumento util para la inieiacién de fl6- logos. La acogida que: tavo en ambientes tuniversitarios y revistas lnlisticas me hizo incorporar en ediciones sucesi vas los frutos, de la investigacién propia y ajena. Ahora, pasados quince afios desde la sexta, tltima realmente corre gida y aumentada, se imponia una revisi6n a fondo; mientras Ja hala, lef Ia noticia de que don Tomés habia encontrado ‘ Historia de la lengua espaviola lejos de Espaia el eterno descanso, y decidf rendirle home- naje con mi dedicatoria, : La revisién ha sido ardua, como si preparase mi progra sma de oposiciones a la cétedra que desempefié en Ia Univer- sidad de Madrid durante més de treinta afios y que dejé hhace dos al jubllarme. El bro se ha incrementado en més de ‘una tereera parte; aceso haya perdido atractivo para el lector meramente aficionado; me alegraria si, en cambio, ha aumem- tado su interés para el Unglista : ‘Quiero expresar mi gratitud a los alumnos que a lo largo de tantos aflos me han slentado abriéndose a Ia vocacién, déndome su asentimiento o ineiténdome con su perplejidad ‘cuando las cotas no estaban claras; a los jévenes profesores {que colaboraron conmigo en Ia cétedra; 2 los colegas que me : hhan tenido al tanto de sus publicaciones; a Manuel Mutior (Cortés, Manuel Ariza y Félix Martin Cano, que me han sumi nistrado importante bibliografia; a Francisco Marcos y Jestis———~ Cantera, que gentilmente atendicron mis consultas; a la Edi torial Gredos, que con ejemplar diligencia ha compensado ‘mi irremediable lentitud; a sus habilisimos linotipistas; y ‘muy especialmente a u sablo corrector don Miguel José Pérez, gracias al cual se han salvado no pocos descuides rmios y a quien se debe el {ndice de nombres propios. EI libro que en 1942 salié con atrevimiento juvenil reapa- i rege cuando su autor ha entrado en eso que llaman ahora sla tercera edads. Recuerdo inevitablemente la pregunta de la Epfstola moral: «De la pasada edad gqué me ha queda do?s; y me respondo que, por encima del cansancio, queda, fl afin ilusionado de seguir inqulriendo el mensaje que se ‘uarda en el ser y el devenir de nuestra lengua. Madrid, enero de 1980. RL Historia de la lengua espafiota 1 En esta novena edicién he completado Ia puesta al dla representada por la octava, Corrijo algunos errores, amplio Ia descripeién del espafol antiguo, incorporo datos nuevos y aflado referencias a extremos que antes no habia tenido fen cuenta, Agradezco valiosas observaciones y sugerencias a. Fernando Gonzdlez Olié, Francisco Marcos Marfa, Pedro Alvarez de Miranda y José Giner; y a Eduardo Tejero, ef tiempo y esfuerzo dedicados al {ndice de topénimos y antro- 1Pénimos con que ha querido facilitar ef manejo del libro, Madrid, 1 de enero de 1981, RL POOHOHSHSSHSOHSHOHSHHOHHHEOEHH HOO OOOCES SIGNOS ESPECIALES USADOS Las barras (/u/) encundran represntacones de fonemas y twanscrigcones fonolégieas low cochetes (C3) delimit Fe. Dresenaciones de sonidos 0 articuleciones, 9 uanserclo. nes fonéticas: les letras en corsiva reprodusen ‘0 representan Erafias: fantoacio/, (antoyedi@o},aniojadizo, EL signa < pre ‘ede i forma onginara: cho = Beto; > anecede« fa resulante ‘eto > ocho, Con + se da a entender ‘eeuido de haber de Inno. EI parétesis indica que lor conido @fensrns comprendides ‘endl desapareciecon en la uiterior evolucidn de la palabra: OC u)TU3, ‘© también que desoparecen con frecwencla @ en ieras condelones ‘uiser(e, primer(e; el apéstofo marca el lugar donde previameate Ihubo un sonido o Tovemm desapareido ba: o¢'lus Vocal ar, “Vocal patatallzda, coma tas del slemin en Trine, Koni, wird. oy de eeatiz palatal, como en calle, hache co “I Jal de matis velar, como en pause, cafe B10. Wns Vocal aber. FW me Voce! cera, Uiatuh «Ap fap sembvoeses, como en aire, caude 1 O27, fy semlconsonantes, como ea empo, sul cus arena —2 » Historia de ts tenga expaota Signos especiales usados “ ine orem aver nal snow. Consorares om » {nf dental, come en andar, puente, pes Fonema bisa sonore, chien ero! antie fr Fever pina nea! snore, como en boo, pet “ino fst, sein meat, em Pel in Foner alvesir irene snore sel ome toda ar, poe ® (ef ecie,come an tober, ei m (ef fc ¥ asitads sonore, como ent saan a. (a) tea, come en eter, ie © {eh (2 a tna en tae endian aticl a (nF tcaten ¥ asad sore, como ne rolne ‘ibn taco rund ste foi, como en er oir tonsvicines Fonama lvsar vibrant sonro mise, como en ve ovens prepllafcads ord, come on chico, an, coor pera vote 1 eaten, como en eile rev. wr ones dental soner,ocasive © tiv spin a it Tomes sect feat sréa es iar ‘Seen, como i castlann de so, 1a? ec, come en fle, ends ae ms mas ta {at feat, cam ot redo, poder. /n ena oma on ete, Pt i = Fonems anésloprepsatal“rerreso_ (ecm), a In dena @ detour cro! pina ou sro sedge. far * [sf precrtoceta comers, como trance. de a enum wee sonore, eta 0 fran sein 2 ‘avin, pozon CNOMge ne he att entten tbe (ey, - wm Taf ct coo oie ie i Fonemn det tseado oro, como et Haano de i * fa Wate em en elas fore oe lamin te Zee a ‘Arnon cones de sSdana i ttn Rain ™ Fone repantal tv oro, om dl algo “as plear ane JV, come en gets, agit “ere pe Tala ore tis, an Jr 0 () «« Font o ton pep sat sont fein SowisSe we como el nee dea, one o alan de ” enema devia ‘ecasivo sor von nasi ni In etn sos 1, Inv 6 hh wo» Font 9 ston aire fran sero, como i “i siete 9 ahsloprepaata, spel rtroversa Se mur era, mosea one romecion po tar nena vector sec prepa ald tons : putas rrores. im [nt oven sme i etemeta deme, Boi aa . Fonera tpcosiela atreadosord is retorets i Foren seta le nel sonore im Fonome ib! treat toro et ep th Ii aa como on at, fle “rade como (8) MMi S‘AP tte o remind coma ene tin ptt ite einer note ena fon bled nr Tove aaa tr somes ee sale 2, trcaive tnoro, facts vent atone vente Tevo nn promncon ctl wil. a Fonenn past eta soma no tent, ieaig Jos onc blab mas sonore @ acaae cm Fl emordeis, como tn procaine 4 da, o in} tent, come fs caseans de eer, may wh te/ol de mismo, pazmar, nel Mediodla de Es I i COCCeeCeenooeseeoe POSSHHSSSOHSSHSHSOSHHOSSOHOHHSSOHSHSCOSOEES 2 w o we be ne i « Bl m1 Th 8) Bah Jat (0) « wat ti « __ Foner 0 alfono prepaatalfrlcativ sonoro rehi 7) etrcads, come Is eastlians de conyugal o yur _/o] ieatva sorda, como la elena de jefe 0 In ale ‘mans de ich, lechen. zy! abeada sore det bable occidental en mucher, ‘agucha Fonema fricatveslseante sonore. Jil Spicostveolar ciara, como Ia cat 1 dents, como en desde, ls die {af pedorso dental convess, como en ef Judeo spe fol hermexe 0 en el enema denial afreado sonoto, como el italiano de te, coma el portugués de jane, el francés de famas, gen a Sngis de pleasure et Foca inferdental festive sordo ceeante, como el Tatelano de cerca, dec enema 0 al6fono Bilsbia fictive sordo. Ponema velar frietivo tordo, como en ja i, moter cana, sabre todo ante /e/ /i/, gene, Méien. 1. LAS LENGUAS PRERROMANAS § 1. PUEBLOS ABORIGENES, INMORACIONES ¥ COLONLAS, 1, La historia de nuestra Peninsula antes de Ta conquista, romana encierra un cdmulo de problemas ain distantes d ser esclarecidos. Los investigedores tienen que const sus teorfas apoyindose en datos heterogéncos y amblguos: restos humanos, instrumental y testimonios artisticos de tiempos remotes; mites, como el del jardin de las Hespéri- des o Ja lucha de Hércules con Gerién, que, si poctizan al- guna lejana realidad hispénice, s6lo sirven para aguzar mis cl deseo de conocerla sin la envoltura legendaria; Indicaclo- nnes —imprecisas muchas veces, contradictorias otras— de autores griegos y romanos; monedas e inscripciones en len- sguas Sgnoradas; nombres de multitud de pueblos y tribus de diverso origen, que pululeron en abigarrada promiscub dad; designaciones geogréficas, también de varia proceden cia. Combinando noticias y conjeturas, etnégrafos, arques- logot y linglistas se esfuerzan por arrancar espacio a Ia nebulosa, que defiende paso a paso su secreto, 2. Al alborear los tiempos histéricos, pueblos con un idioma comin que sobrevive en el vasco actual se hallaban establecidos a ambos lados del Pirineo. Por la costa de Le- vante y regiones vecinas se extendia, quiz4 como resto de 4 Historia de la lengua espanota st on dominio anterior més ampli, Ia cultura de ts iberos, Ge orien probabemente ortstricano: ellos debié Ta Peninsula el nombre de Toeria, que Te dan Toe esrtres ® . La actual Baja Andalucia y el Sur de Portugal fueron asiento dela civiizain tnresia oturdetana, qe Bubo 8 fectbir tempranaslntenciae de lo navegantss vides de Oriente, So ha tlaconado 2 fos tartesioe con los tsenos de Lidia, en Asia Menor, de fos cles proceden ls tirenot f etriseos de Italia. Tnciso re ha dado como posible uma Cotonzaclén erusca en las costs expats del Meda J Levanto, ya que donde Musi at Piineo abo topssimos Que reapareecn con forma igual o anslogs em Etruria 0 en otras tas Tallanas (Patras, Subur, wn vio Armas, ce tera)? Esperemos a que otras investigacions eontrmen © rechacea les histei i orelmentde-le-ivacidn ares large antigieded nos he transmitid curiosas notices acerca de tia, La Biblia dice que Salomén enviaba ss oaves & Tar fis —al nombre bilico de Tartssor— de donde volian Cargudes de oro, Plata y mari, Tambin los fence soe tenlanrelaciones comerciales con el Sur de Espa el pro feta fssas menciona las nave de Taras como simbolo de In prteitagrandeza de Tiro, Herdoto cienta que Arge onto, rey de Tarteson, roporcon® a lor focsves Pata Tastante para costar n muro, con el que resister a fin tempo los tagues de Ciro, La Tongevided y riqeans 1 Sepin A, Garcia Belo, Los mds remotor nombres de Espata, Astor, IMT, pigs. 32, la denomiecién de Theta procedera de unos ieeres atentaos en Ta 2008 de Hueve, mejor que de ls Soeros del EBste peninsular Vaase Adc Schulte Die Btrusker in Spanien y Die Tyrsener fn Spanien, Kllo, XXII, 190, y X0OXI, 1960 gt Las lenguas prerromanas 15 de Argantonio? se hicieron proverbiales en la Hélade, Estas noticias responden al hecho indudable de que los dos pue- bos navegantes de! Mediterréneo oriental, fenicios y griegos, se disputaron el predominio en Ia regién tartesia, La pugna, que acabé con la desaparicién de las factorias griegas, ba- rridas por los cartagineses, herederos de los fenicios, debi6 de acarrear la ruina de Tartessos. 4. Los fenicios se establecieron, pues, en las costas meri- ‘ionates. Ya hacia el aflo 1100 antes de Sesucristo tuvo higar Ja fundacign de GAdir, cuyo nombre equivalia a ‘recinto amurallado'; deformado por los romanos (Gade) y érabes (Qadis), ha dado el actual Cédiz, Otras colonias fenicias eran Asido, hoy Medinasidonia, relacionable con el Sidén asiitico; M4laka > Malaga, probablemente ‘factoria’ y Ab: dera, hoy Adra. Més tarde, los eartagineses réafirmaron, in- tentificindola y extendiéndola con sus conquistas la infer: cla que hablan tenido. sus-antecesores-los-fenicios en el Sur. ‘los cartagineses se debe la fundacién de la nueva Cartago (Cartagena), capital de sus dominios en Espaia, y Ia de Portus Magonis> Makdn, que leva el nombre de un hijo de Asdribal. De origen piinico se dice ser el nombre de Hispania, que en lengua fenicia significa ‘tierra de cone- jor’, asi como el de Ebusus > Ibiza, que originariamente ‘querrfa decir ‘sta o tierra de pines o ‘isla del dios Bes, divini 7 El nombre de Argantonio ha dado lugar a diversas ipétess HL. Muert (Revue Calque, XL1V, D7, pées. 488) ve en l'un ee fico srgentos, hermano dei lis argentum? ye fuse Argaw toni eh nombre elective de un monetce, ya se tratata sSio del soe tantivo que desigaba Ia plata, personiScedo milcamente como site bola de as Havers teresa, revelria de todos modor a presencla fe celts en Tertesor 0 terrax inmeiatas. En eamblo, Schulte (Kilo, XXITT, 1850, pag. 39) cree deseubri en Argantonic un trusco arenti con adiion de un sufjo eelego. Los topdeimos Ar. fande, Argutdote, de otras reglones, spoyan ia hipétsis celtsta Geese 81). OSH HHHOCHH OHHH OOEHOHOOOCHOHOCOOOOEOE 16 Historia de ta tengua espanota st dad epipcia cuyo culto, muy popular en el mundo piinica, se halla atestiguado en monedas y figurillas de la isla‘ 5. La colonizacién heléniea, desterrada del Sur, prosiguié en Levante, donde se hallaban Lucentum > Alicante, He meroscopion (Denia), Rhode (Rosas) y Emporion > Ampurias. Al contacto con las civilizaciones oriental y grie- 4 se dessrrollé el arte ibérico, que alcanz6 brillantisimo orecimiento: las monedas y metalisteria, las figurillas de Castellar de Santisteban, las esculturas del Cerro de los Santos Yel singular encanto de la Dama de Elche, demuestran hasta ‘qué punto acertaron los hispanos primitives a asimilarse fluencias extrafias dindoles sentido nuevo 6. Respecto al Centro y Oeste de Ia Peninsula, las pri- ‘meras noticias claras de los historiadores antiguos y los he. Iazgos de la moderna arqueologia atestiguan inmigraciones Indoeuropeas que, procedentes de la Europa central, comen: zaron con el primer milenio antes de nuestra era y se sucedieron durante varios sighs. Parece ser que las prime- ras corresponden a la cultura de los campos de urnas fune ‘arias. En el siglo v1 pueblos céhicos habian legado hasta Portugsl y la Baja Andalucia, y estaban ya instalados all; “a ellos se refiere, hacia el afio 445, Herédoto de Halicarnaso, en dos pasajes donde por primera ver consta de manera fidedigna el nombre de celtas. Es posible que hubiera otras oleadas célticas posteriores. En este marco hay que enc: ddrar las diversas afirmaciones e hipétesis sobre la presencia < Veanse Albert Dietich, Phinissche Ortnamen in Spanien, Avtandlungen fe die Kunde des Morgenlandes, XXI, 2, Leipig, 136; oud Ms Millis, De foponimia pinicoespatol, Searad” 1,14 J. M, Sole, La eiimologta punice de Toit, Int, XVI, 1885, y Topont feniio inte, «Enciclopedia LingUstca Mispieay, 1, @249. Pare ‘tras eimologis dadas a Hispania, veaee B. Maurenbresher, Za “Hispaniae und Besali (Gerona). De otros tipos tenemos Uxima > Osa, que es probablemente un superlative celta equivalente a ‘muy alta"; formaciones andlogas parecen, Segisimo > Sasamdn (Burgos) y Ledesma (v. § 2). Céltico es cl sufijo -acu superviviente en Luzaga, Buitrago, Sayago y otros. Una ciudad antigua, donde ahora esté La Badeza (Leén), se lamaba Bedunia, como hoy Bedofa (Guiptizeoa), Begonia (Vizcaya), Bedoya (Santander), Bedoja (Gonufia); derivan todos del celta bedus ‘zanja, arroyo" Los celtas adoraban a los rios; recuerdo de este culto son tor nombres Deva (Guipizcoa y Santander) y Riodeva (Te- rel, euya raiz indoeuropea es Ia misma del latin divs, deus. Conuia y Coruna det Conde (Burgos) som resultado del celta Clu ia. Mas al Sur, se atribuye origen celta a Afco- bendas, top6nimo hermano del nombre personal Alc ovin dos ‘corzo blanco’; Caslada, de cosio, costa ‘avella nna’; Arganda, Argandoa, Argance, de arganto ‘metal brillante, plata’; Yebra < AebUra, y algunos mas de la antigua Carpetania, En el Oceidente abundan os nombres célticos; aparte de algunos ya mencionados, hay Evora, pro- cedente de otro Acbara, Braga (< Bractna o Bra efla, variantes de Bracara), el rio Témega (< Ta mage), etc. Peculiar de los Artabros, que habitaban haci Ta actual provincia de La Coruna, es la terminacién -obre de Fiobre, Ilobre, Tiobre y not treinta pueblos més, todos situados en Galicia’ 7 Weonse Ins obras de Artois de Subalnile, Hubert y, Tovar senclonadas onl nota $y Adem, A. Castro y G. Sachs, «Bed ev de Fill. Esp. XXIl, 1935, 147; R, Mentader Pil, Toponimia Drevroménice hspany 129220; A. Tovar, Numerales indocaropeos en Hlspontar Zephyrus, V, B54, 1722; EI sutfo “ho: indowsropes ¥ ir Cloterdocaropeo, Aichinio Glotoloico Talla, XXXIX, 195, S66 Gondnimes con nen Hspanc, 7 ef nombre de Salamanca, «Actes et moires . Cingutme Congres Teterat. de Sciences Onomsstiques», 52 Las lengues prerromanas a 2. LAs LENCUAS DE LA HISPANIA FRERRONARA. 1. En ts época de Augusto el gedgrafo griego Estrabén afirmé que entre Tos naturales de Ia Peninsula hispana habla diversidad de lenguas. Tal aserto ha sido plenamente corre: bborado por los estudios que en nuestro siglo se han hecho sobre las inscripciones de Idpidas y monedas antiguas-La eseritura ibérica ofrece ya pocas dificultades para su lectura, 15 a que don Manuel GémezMoreno, el gran maestro arqucologia hispdnica, descubrié en ella una combi- nacién de signos sildbicos, como los de los sistemas gréficos cretense y chipriota, con signos representativos de sendos fonemas, como los de los alfabetos fenicio y griego. Tam- bign GémerMoreno descifrs la escritura tartesia, precedente de la ibérica y més arcaica’. La ibérica sirvié no s6lo para TH, Salamanca, 1958, 95116; Més coneiones precttcas en hidrénimes ¥ ordninmos de Hispana, Homenaje. al Prof-AlareosGarts, Tl ale," rnin carne iu Tron Sl, Habis I 91, 39, 1. Corominan,Supgsrtions om the origin of some lt piace names in Casiian Spain, sRomanies. Pestcheift fr 0. Ronis, Hale (Seale), 13, 92120, Acerca del nombre del ro sla 9 otros catismon, Nucts Rev. de Fel Wisp, XV, 16), 30,9 Tépea hespéricg, 2 voi Madr, [971972 3. Hubschmis, Topouimta prrro: ‘mana, sEncclopedia Lingistica Hispdnlae, 1, Madea, 190, 482-01; ML Rabanal (y.m.6% A: Moralejo Lao, Topontmia gaiog 9 leonese, Sentago de Compesela, 1977, ete non GomecMorend, Detlef rien EL lomo de Alor ‘Homenaje 2 Mendnder Piss, IL, Madris, 1915, 4547; Las lengua Ipinicas diservo de resepcibn en Ta Re head Esp, Tots La scr: ture iia BLA. "Acad de In Histone CXIL 1th, 1 Dire (Dispersa, emendata, twedita). Excerpta: La escritura ibérica y su TevguafeSuptomanto de epieala toric, Made, 198-9 La eseré, ture béstuoturdtane (primitiva Mpica), Rev. de Areivos, BIS y's, UNIX, I86, 88981, 7. Vallejo, Eo esritwra thin. Estado 2 Historia de la lengua espanola $2 82 Las lenguas prerromanas 2 Ja propia lengua, sino también, lo mismo que el alfabeto latino, para lenguas precélticas o célticas; pero no se ha encontrado hasta ahora ninguna inscripeién que al lado de Ia versién indigena contenga otra en una lengua bien cono- ida, A pesar de ello el antlisis de Jos textos ha permitido reconocer como elementos gramaticales o derivatives ciertas secuencias de caracteres que se repiten en determinadas clrounstancias. Su identifcacién, asi como la de no pocas ralces, es relativamente facil en ¢l easo de inscripciones pre- cediticas y céltieas por Ia comparacién con otras lenguas de {gual rama ode otras lenguas indocuropeas. En bastantes ‘ocasiones s¢ ha llegado a inferir sentido plausible, aunque ppocas veces seguro todavia, Cuando se trata de inscripeiones ibéricas o tartesias, la dificultad es mucho mayor. Aun con festas limitaciones, las principales zonas lingUisticas de la Hispania prerromana pueden distinguirse con cierta claridad. =-2ay-En-el- Centro, Oeste, Norte-y-Noroeste-las.migraciones ‘centroeuropeas dieron por resultado el afianzamiento de len: guas precélticas y célticas, La de los lusitanos, representada por las inseripelones de Arroyo del Puerco o de Malpartida (Caceres), Lamas de Moledo (Portugal, cerca de Viseo) y Cabego das Fraguas (también en Portugal, junto a Guarda), ‘mantenfa la /p/ indoeuropea (porcom) que el celta perdié, Igual conservacién se daba en tierras hoy leonesss y palen- finas (parimi, véase § 6; Palantia > Palencia). La Tengua de los celtfberos se extendia por las actuales provin- Gone de su conocimiento, Emerita, XI, 1913, AIS; A, Tovar, Los Samos sabicosiberleor 9 las peronacions del sascuence, td 20% Sli kengua 9 eseitra on el Sur de Espana y Portugal, Zephyrs, ii, 19s 196, y Revision del tema de las Tenguas tdlgenas de Es ‘ata y Portucal, sncl4nen de Extodot a Joaquim de. Carvathor, Figuita da For, 192, 7996 J. Casares, EI silbismo en fa eset Itvea, Bel, Rr Acad Exp. XXIV, 1985, 1139, U. Schmol, Die sdse tanischen Inechriften, Wesbaden, 186, et cias de Burgos, Logronio, Soria y Guadalajara, Sur de Nava ra y Oeste de Zaragoza y Teruel; a ella corresponden las inscripciones murales de Pefialba de Villastar (Teruel), en cearacteres latinos, y los bronees de Luzaga (Guadalajara) y Botorrita (Zaragoza), ambos en escritura ibérica; el de Bo- torrta, recientemente descublerto, es de considerable exten sidn, El celtibérico era una lengua eéltica, pero arcalzante, con notables diferencias respecto al galo. Las formas pre- rromanas antecesoras del topénimo Ledesma (Soria, Logrofio, y Salamanca) ilustran sobre las divergenclas entre las len- gas celtibérica y lusitana: mientras en Celtiberia se ates. tiga Ledaisama, en Lusitania aparece Bletisama, que supone *Pletisiima ‘muy anche’, anterior © ajena a la caida celta de la /p/. En los wltimos decenios se ha ‘avanzada mucho en el conocimiento de las lenguas hispé nicas prerromanas de origen indoeuropeo: se ha reconstruldo Jn. declinacin,celtohispénica; se han identifiade no pocos ‘elementos Iéxicos y nombres propios de lugar; y Ia onomés. tica personal ha sido cstudiada a la vista de sus relaciones con otras lenguas indocuropeas’. 9 Véase Ia iblogella indicada en tas notas 5, 6 ¥ 7, ast como (c. Meranda Balmert, Sobre la tmacripcin Bllnge de Layias de Mo: edo, Emerita, IM, 19%, T118, A. Towsr, Lar incricionesIbdreas 9 ta tongue de tot cllberar, Bol R. Rend. Exp, XXV, 196, 142) Ca tv prerromaa, Madd, WS; Las iseripciones de Botorrita y de Petatba de Viator 9 toe lites orientals de tos extuberos.Hisponle Antigua, 3, 158, 364408, 9” "Ein neues, Denkmal der Keliberichen die Brovge von Botorrta,Zeteeh. for Cettache Philo BAIs1s, 148, J. Cero Barola, La geograia Unsica de ta Expane antigua’ a la hz deta lectura de las nsriplones monetaes, Bo. R ‘Acad Bop, XXVI, 194, 17288, M. Lejeune, Celtiberte, Salamanca, 198, y La grande inscription eeibire de Botoria, Compter ends de Académie es Tnseiptions et Balls Lettres 1913, 622647, Mf Pa lomat Lapess, La onomdticn pertonal preteina de le antigua’ Lush test sry. Antroponiniaprerromaa,_sEneiclopedia ingtstce Hispéicse, i, Madea, 190, 34.387, ML. Albertos Frm, SCOHSOOSCOH COOH OOCHOHOHOOCOE OOO HOOOO FOSS SSHSHSSHHSHSSHSSSSHSHSHOSSSESSSSCOOOOCEES a Historia de la lengua espaiola 82 3. En el Sur lleg6 a haber nticleos de poblacién painico- fenicia que conservaron st Tengua hasta el comicnzo de la época imperial romana. Independientemente, los turdetanos © tartesios tuvieron sui lengua propia, que, segin Estrabén, ‘contaba con algin cultivo en poemas y leyes versificadas. Parece que el tartesio, hablado desde el Algarbe hasta el Bajo Guadalquivir, era distinto del ibérico®, extendido por el Este de Andalucia, todo Levante y la parte oriental del Valle det Ebro hasta llegar por el Sur de Francia mas allé del Rosellén. A pesar de que cuenta con abundante docu- mentacion y pasan del millar sus palabras registradas, es ‘muy paco lo que se sabe del ibérico: su sistema fonolégico, algunas raices y sufjos, la relterada apaticion de otros ele: ‘mentos cuyo significado se desconoce. Nada hay seguro res- ecto a su procedencia, aunque ciertos indicios la hacen Siponer camitica, norteafricana. Sus coincidencias con ct ‘vasco se reducen a la carencia de /t/ y /f/ iniciales; pose- sién de un sufijo -tar de gentilicios (saitabietar ‘saitabense, de Sativa’, como bermeotar ‘natural de Bermeo'y; existen- de un pronombre -en que parece corresponder a Ia desi- Tr onomdstca personal primitiva de Hispania Terraconense y Béica, Stlamancs, 19663. de Hor y L. Michelena, Le snscripeon celibdice de Dotorrie, Salamance, 97%; Actas del Coloquio sobre Lenguas y itunes Prerromanae de la Peninsula Tbericn.Salamarce 7731 de mayo e097 Solana, 1916, y Actas del IT Cologio (.) Tibingen Tel) {4 junio de 1916, Salamanca, 199 (con comniacions de LFleusiot ¥ it, Eohwertck sobre las nscripconer de Boforita Pefalba de Vil tary sn Gl, Notes los broncer de Botorrita 7 de Lutees, Habs, Vii, 197, tt, ee 1" Aparte de Ios studios de GomerMoreno, Tovar y Selimll cle ose ta nota 8 relerentes la escritura yfengua tatesia © tude tan, bdanse ottos de Tovar, Lenguas prevrom de la Pen. bere {A} Langues no indoeuropeas. Testimonios antiguas, +Bacilop. Ling Mspor' 860, 9,7 El oscuro problema deta tengua de ls tartstos, en sTartesss y sis problemas. V Symposium internac. de Prehistoria Peninsular, Barcelona, 156, 31346, Las lenguas prerromanas a ‘oencia vasca de genitivo; abundancia de topénimos con elemento inicial dk (Tlerda > Léride, 11ei > Elche, T1iberis, etc) que hice pensar en el vasco ir, ull, uri dad’; y'algiin antropénimo como Enneces, identifi cable con Enneko > #figo. Pero el que las dos lenguas com partan estos y otros rasgos no quiere decir que tengan ori gen comin ni que una descienda de otra: el contacto entre Jas dos pucblos hubo de originar mutuo influjo lingttstic, ‘mds activo probablemente por parte de los Iberos, dado el ‘mayor avance de st cultura, El conocimiento del vaseo ha servido poco para interpretar las inscripeiones ibéricas: caro aparentemente positivo es el de un vaso de Liria (Va- Jencia) decorado con la figura de un guerrero y que tiene igrabada la frase gudua deisdea, equivalente a ‘grito de gue- ra’ o ‘llamada a la guerra’ en vasco actual; pero no hay ‘erteza de que gudu y del pertenezcan al Léxico vasco patti rmonial; pueden ser préstamos del ibérico multisecularmente ccanservados en vaseo'! I problema linghfstico se ha mezclado durante largo tiempo con cuestiones étnicas. Humboldt, apoysndose en semejanzas de nombres geogrificos —muchas de ellas recha- zadas hoy—, creyé probar la identidad lingistica y racial GémeoMoreno, Sobre fos eros y su lengua, v. nota & 5. Caro Baroja, Observacints sobre la hipoteits det vascoibertime, Ezra, 2 19, 236286, XI, 198, 13% Sobre al vocabuiario de fs nseripes ins ibdrieas, BOL Re Ach. Expy XXV, 06) La, geografla. tingle tise de ta ip. antigua, n-&) Tower, Estudos tbre lr prim. Teng, The Ancent Languages» La tached lenguass¥ Bloring 83, Lésico de las inscrpcones ibrieas (celbercg e brie), “Estos fetieados x Menéndex Piss, 11, Madea, 1981, 77532: Lenpuas pre- ‘rom de la Pen. Toer. A) Lenguas no tndocurdpeas. Testimonies ante hos, sEnciclop. Ling. Hispo, 1, 198, 1026" Fonolota del ibéico, “Miseatinen Homenoje a Andra Martine. Eetractraliemo e Historan, in, Univ. de La Laguna, 1962, TL; L. Mlchelena, La Tongue tere shctas del Tl Cotogulo sobre Leng. y Cult. reerom. de Ta Pen. Ubi, Salamanca, 199, 2339, ete roweua esreta —3 52 de vascos e iberos, primitives pobladores de toda Ja Penin- sula, y.aunque reconocié Ja importancia del elemento celta, To supuso mezelado con el ibético en la mayor parte de His: ppania. De este modo la teoria vasco-berista amparé Ja idea de una primitiva unidad lingistica peninsular: ast Hubner, fen 1893, titulé Monumenta Linguae Ibericae, con genitive singular, su valiosisima coleceiéa epigrafic, donde hay ins- cripeiones indocuropeas junto a las propiamente ibérica y Schuchardt, en 1908, intent6 reconstruir Ia declinacién Ibérica a base de morfemas vascos", Hoy no parece sos tenible el parentesco —no ya la identidad— entre las dos Jenguas. Tampoco se admite In comunidad de reza: aunque ‘algunos hayan defendido que los dos pueblos son ramas dis- tintas del tronco caucésico, la procedencia africana de los Iheros parece indudable, Luego examinaremos (§ 3:3) la post Dilidad de que en época remotisima, anterior a las invasiones indoeuropeas. ¥ quién.sabe, si incluso preibérica,,el,vaseo,0 Tenguas afines a él se hablaran en regiones peninsulares muy alejadas de los modernos limites del eusquera. ‘4. La ioterpenctracién y superposicion de distintas gen- tes y Tenguas debia de ser grande en toda Ia Peninsul Hasta en Ja Gallaecia, considerada tradicionalmente como céltica, hsbta pueblos de nombres birbaros, probablemente tno celias y acaso relacionables con otros de Asturias y Can- tabria, A su vez, por tierras de Lérida, los nombres de los ‘seaudillos Hergetes muertos por los romanos en el afo 205, ‘denuncian también Ia mezcla TingUstica: Indibilis 0 Ando. 7 W. von Humboldt, Prijs der Untersuchungen fiber aie Ur ‘bewohmer Mirpanent sermitetst der Vaskachen Sprache, Berlin, 162 (end. de F. Echebaela, Prinves pobladores de Espana lengua tase, Madrid 13), I, Sehuchatat, Dee bere Detlneion, Sltranee berchte der k. Akademie der Wist fa Wie, PHILS. Klasse, CLVIE, 1s 1, 150, 53 Las lenguas prerromanas a bales parece un compuesto de elementos celtas e ibéricos; Mandonio es un derivado de la misma palabra ilirio-celta, ‘que subsiste en el vasco mando ‘mul’. ¥ bdrscunes 0 bdsct nes (< vascbnes) ha sido explicado recientemente como tuna denominacién indoeuropea (precéitica 0 céltica) que significaria, © bien ‘los montafeses, los de Iss alturas’, 0 bien, en sentido figurado, ‘los orgullosos, los altivos" 83. Bt VASCUBNCE SU EXTENSION PRIMITIVA. |, Mientras ef resto de Ja Peninsula acept6 el Intin como lengua propia, olvidando sus idiomas primitives, la region vasca conserv6 el suyo, No por eso permanecié al margen de la civilizacién que trajeron los romanos; la asimilé en fran parte, y el enorme caudal de voces latinas que incor- poré,_transformindolas hasta adaptatias a sus peculiares ‘estructuras, es a mejor prueba del influjo cultural romano. Desde nombres como abere ‘animal’ (< habere ‘hacien- da’, ‘bienes’), Kipula y tipula ‘cebolla’ (< cepulla) ‘errota ‘molin’ ( Calahorra y de los hioridos Gracchurris, Cresenturri(v, antes, apartado 3, y § 99). Este mismo elemen- to se encuentra en el nombre de los Gigurri, comunidad Vénmee J. 5. B. MerinoUrruti, Boctin de te Sociedad. Geo- cexSfica, DXOXT 9 VAIL (S319), 9 Revi 05, XXVI (136), La lengua vasa en ‘todo, 19%; . Caro Barola, Materiales para na historia deta lengua Sasea 19; R. Mendndez Pidal, Orlgenes del espfl, 3+ edicion, 1413, Sobre ie toponimia iberovasca de la Celiberia, «Homenaje don Soo de Urguios I, 18 S467; B. Alacos Llorach, Apuntes fobre toponimia viojana, Berceo. Bol. de Est, Riojas, V, 180, 7% Sine, Sanches Albornce, El nombre de Casille, Estadios dec. « 1M. Plato T, 1950, 86 m1 lor trabajos de varios autores reuridos ch lo tomltes «Geogratin Mstrica de la Lengua Vasta, Zara, 199 astur que ocupaba una de las entradas de Galicia; el Fo- rum Gigurrorum se llamaba en 1206 «usllem de Orrees y hoy Valdeorras; Ia evolucién Gigurri o *Gigdrres > Orres esté documentada en cada una de sus etapas. En cl extremo occidental, cerca de la costa atléntica gallegs, Iria Flavia ha hecho pensar, desde Humboldt, en el vasco iri ‘ciudad’. En le meseta, por tierras de Leén, Valle dolid y Zamora, discurre el Valderaduey, rio llamado antes Araduey, y en el siglo x Aratoi; ara-toi significa en vasco ‘tierra de Uanuras', sinénimo de «Tierra de Campos, que ces el nombre actual de Ia comarca regada por el Valdera ‘duey. En el Centro, la antigua Arriaea eoincidia con el vvasco arriaga ‘pedregal; os érabes cambiaron’ el nombre de la ciudad, sustituyendo Arriaca por Wad-al-ha Bara, que significa también ‘rio o valle’ de piedras’ > Guadalajara. Aranjuez (antes Arangues) y Aranzueque (Gus alajara) guardan indudable relacién con aranz ‘espino’, componente del vasco actual Ardnzazu Los nombres. pre rromanos de la cordillera Ibérica, Idubeda, y de Sierra Morena, Orospeda, han recibido explicacién satisfacto- Fla por etimologia vasca (idi-bide ‘camino de los bueyes’ ¥ orotz-pide ‘camino de los terneros’). En el Sut, T1i- deriso11liberis, antecedente de la Elvira inmediata ‘8 Granada, se ha tenido por latinizacién de Triberri ‘ciu dad nueva’; y en Astigi > Ecija (Sevilla), ALOSthgi > Huécija (Ameria) se ha reconocide aspecto claramente vas co, identificando su -t1gi con tegi ‘cabafa’™, 1 Humboldt, Primiswos pobladores, 2, 8, 307, 18, 4210, 17; 1M, Schuchaat, Die ierisohe Deklinaion, Sitzanererichte der K: Aka demic der Wissenschaften in Wien Phios-Hist Klasey CLVIL 1908, TR. Menéadee Pal, Orgenar del espa, §§ ye I,» Mg Tope iia prerrom, 25,28 2, h. Tovar, Contbria prerremna Made, 1955 15 y'IZ, Esp amarraco, vase amar, amal 9 ef fopdnim Arye ‘Eshymetogia. W. von Wartvurg nom sicrleten Geburtsings, Tibi

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