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La Institulacion Del Estanco Del Tabaco
La Institulacion Del Estanco Del Tabaco
Cuadro 1
Tabaco en rama procedente de las Indias (1609-1613) en lbs.
Cuba, Centroamérica
Tierra firme Otros Totales
y Nueva España
Cuadro 2
Exportaciones de tabaco de España (1611-1614) en lbs.
Libras Índice
Fuente: López Linage y Hernández Andreu (1990: 83), tomado de J. García Torres, Las rentas estan-
cadas, Madrid, 1884: 29.
O los datos de Céspedes y Chaunu, con 2.3. ¿Era posible mantener el monopolio
relación a las llegadas son muy bajos, o del tabaco en Europa y en América
bien desde el principio el contrabando y el por parte de la Monarquía Española?
fraude se han instalado en el mercado del
tabaco, aunque éste todavía no se haya de- 2.3.1 Los diversos modelos europeos:
sarrollado13, o, por último, podemos atre- impuestos aduaneros, impuestos de
vernos a afirmar las dos cosas. consumo, impuestos específicos y
El interés, en cualquier caso, que el ne- estancos
gocio tabaquero empezaba a representar, Como acabamos de plantear, desde la
propició que hasta al Consejo de Hacienda, perspectiva del estado mercantilista euro-
llegasen propuestas de arrendamiento de peo (Inglaterra, Francia, Holanda, España,
estos ingresos. Entre 1615-1630, que noso- las repúblicas italianas), el tabaco fue con-
tros sepamos, se presentaron dos solicitu- siderado como un producto más de los im-
des de arrendamiento de los derechos de portados desde las Indias, por supuesto a
salida, la de Juan Bautista Sobranes14 (1615) mucha distancia del oro y la plata, que
que intentó quedarse con los derechos de eran los recursos más preciados —el im-
exportación en 4.000 ducados, imponiendo perio español, en especial, fue sobre todo
una tarifa fija de 2 rs./lib., y la que resul- minero— al que se aplicaron aranceles
taría exitosa de Payo Rodríguez de Paz, aduaneros16, impuestos al consumo17, im-
que ofreció algo más de 32.000 ducados15. puestos específicos18 y, para finalizar, se
Parece evidente que la primera de las pro- reguló en forma de monopolio comercial
puestas debió de resultar poco atractiva al (Inglaterra19, Holanda, o el Ducado de
Consejo de Hacienda, por el amplio mar- Mantua) o monopolio fiscal o estanco (Es-
gen de beneficio que se reservaba el arren- paña en 1636); el caso francés podría ser
dador. Efectivamente, si aplicamos al pro- considerado en su primera etapa un mo-
medio del cuatrienio 1611-1614 (301.250 li- nopolio comercial y, a partir de 1674, fis-
bras), la tarifa de 2 rs, Sobranes debería cal. Los portugueses establecieron un mo-
haber obtenido 54.772 ducados, es decir, nopolio de la producción y del comercio
13,6 veces más que lo que ofrecía al erario entre Brasil y la Metrópoli20, pero no es-
público. La cantidad en que se remató en tancaron el tabaco en el suelo portugués;
1630, aplicando unos derechos de salida de en este sentido, estarían más cerca del sis-
1,5 reales, suponiendo que la cantidad ex- tema inglés.
portada fuese la misma, dejaban al arren- En la medida en que el cultivo del ta-
dador un margen de casi 9.000 ducados. baco (principalmente en las Indias, aunque
140 Santiago de Luxán Meléndez / Óscar Bergasa Perdomo
Cuadro 3
Tabaco importado por el Puerto de Londres (1637-38/1641-42) en lbs.
todo, de los primeros compases del XVII, bería ser todo el que no se consumiese en
no sólo en España, sino también en Ingla- los territorios americanos. Las medidas pu-
terra, Francia, Holanda y Portugal. Pode- nitivas que de la norma emanan, son las
mos aducir como ejemplo, el caso del ta- habituales en las prácticas de los estados
baco virginiano. En el establecimiento bri- mercantilistas: pena de vida y perdimiento
tánico de Jamestown (Virginia)38, fundado de sus bienes para los defraudadores y pér-
en 1607, se cultivó tabaco con éxito —qui- dida de la mitad de su hacienda y priva-
zá como alternativa a la prohibición espa- ción perpetua de oficio para los adminis-
ñola de 1606— desde 1612, con semilla tra- tradores que no cumpliesen con su obliga-
ída de Trinidad. Según escribe Goodman, ción. Con posterioridad, el intento de
era el momento en que la colonia, por di- fomentar el cultivo, también dentro del es-
ficultades económicas, estaba a punto de píritu mercantilista, condujo, ésta vez, a
ser abandonada. Desde esa perspectiva, el conceder exenciones tributarias a los plan-
tabaco habría sido fundamental en la con- tíos de las islas y de la zona costera conti-
solidación de las colonias inglesas de nental. La Real Cédula de 21-XI-162542,
América del Norte. Las primeras exporta- otorgaba exenciones del pago de almojari-
ciones de tabaco virginiano a la metrópoli fazgos y alcabalas, a los vecinos de la Tri-
se iniciarían al año siguiente (1613), alcan- nidad y La Guayana, de los tabacos que en-
zándose en 1628 la cifra de 370.000 libras, viasen a Sevilla43.
volumen muy semejante —según los datos
que nos proporcionan Chaunu y Céspe- 2.4. El control de la actividad
des— al que se estaba descargando en la manufacturera en el territorio
Casa de Contratación de Sevilla. La opción peninsular. La identificación de los
productora de la hoja abría las vías a los portugueses como presuntos
imperios de plantación (Inglaterra, Fran- implicados de los fraudes, tanto en
cia, Holanda etc.), que al cuidado de las la producción como en el comercio
grandes compañías comerciales, competi- Se intentó mediante la concentración en
rán con el modelo español. Como hemos único establecimiento: la fábrica de San Pe-
puesto de manifiesto, hasta ese momento, dro de Sevilla (1620). El control de la pro-
la piratería y el contrabando habían sido la ducción (muchas veces repaso con el moli-
opción de las potencias europeas que aún no del polvomonte que venía de Cuba ya
no poseían imperios coloniales39. En con- molturado) pretendía evitar los fraudes y
clusión, Inglaterra, Francia, Holanda y los abusos que se cometían en su elabora-
Portugal —escribe Fisher40— durante la ción. De este modo, a la altura de 1634,
primera mitad del siglo XVII identificaron dentro del proceso de negociación que
las posibilidades de expansión colonial en condujo al estanco podemos leer:
el Caribe, el Orinoco o el Amazonas, con «Que mucho número de gente, y per-
la eventualidad de cultivar tabaco a esca- sonas del Reyno de Portugal, y no de otro,
la. tratantes en tabaco y en molerlo, han te-
Como es lógico, esta prohibición del nido y tienen por costumbre en la dicha
cultivo tuvo que abandonarse enseguida. ciudad [Sevilla]44 y otras partes mezclar
Este es el significado de la Real Cédula de con el dicho tabaco polvos de cáscara de
26-VIII-161441, con la que se intentaba re- pino, de corteza de encina, y de cepas de
servar —según Rodríguez Gordillo— el viñas, y de otras cosas semejantes, en gran
cultivo del tabaco colonial para la metró- daño de la salud, y fraude de los derechos
poli, desde donde, una vez manufacturado, reales»45.
se reexportaría al resto de Europa. Se en- Recordemos, escribe Rodríguez Gordi-
tiende que el tabaco remitido a Sevilla de- llo, que estos portugueses46 son factores y
144 Santiago de Luxán Meléndez / Óscar Bergasa Perdomo
lla el territorio colonial con tabaco elabora- 3.2. Las Cortes de 1632-1636: el tabaco un
do por la fábrica de San Pedro53. medio más para satisfacer el servicio
Otro antecedente «especial» de estanco de 2 millones y medio de ducados.
ha sido aducido, más recientemente, por Propuesta de estanco (septiembre de
Alonso Acero, en su estudio sobre la Ren- 1633)
ta del tabaco en Orán y Mazalquivir. Para
Este es uno de los apartados del libro en
esta autora la entrada del tabaco en el do-
los que el autor ha puesto más empeño58 y,
ble presidio norteafricano estaría interve-
según podemos comprobar, aporta una vi-
nida desde 1619, siendo libre su venta y co-
sión nueva a la perspectiva del estanco, al
mercialización, una vez traspasada la ba-
tratar de desvelar los intereses que mueven
rrera aduanera. El asunto merece interés,
a las ciudades (de modo significativo, en el
además, por dos razones. En primer lugar
tabaco, la de Sevilla) en su proceso de ne-
la cantidad que desde Sevilla se envía a
gociación con el Rey. Rodríguez Gordillo
Orán para su consumo interno, o su venta
realiza un repaso a la historiografía del ul-
posterior a la tierra de Argel, alcanzaba, en
timo tercio del siglo XX59, con el objetivo de
1623, la respetable cifra de 55.000 libras54.
tratar de contextualizar la decisión de in-
En segundo lugar, dejando a un lado los
troducir el tabaco, como uno de los arbi-
pleitos por la titularidad de la Renta entre
trios con los que se haría frente al nuevo
el Cabildo de Orán y Doña Juana de Ocam-
servicio de Millones, que venía a sustituir
po (familiar del Conde Duque de Olivares),
al fallido estanco de la sal (escritura de 25-
a quien le fue concedida en 1623, amplian-
XI-1632). El Rey solicitó 9 millones de du-
do el estanco al tabaco de hoja, conviene
cados y solamente pudo obtener del Reino
anotar que el declive de la misma tuvo un
2,5 millones, además de tener que renun-
efecto perverso importante para el futuro
ciar a la subida del impuesto de la sal. Jun-
estanco español. La planta introducida
to al azúcar (180.000 ducados) y el papel
clandestinamente en Argel (¿por los portu-
(200.000), el tabaco, que tenía que llegar a
gueses?), dejó de ser demandada desde es-
50.000 ducados60, sería el tercer medio ge-
ta tierra y, lo que es peor, los argelinos se
neral con el que habría que satisfacer los
convirtieron en productores de tabaco, des-
416.500 ducados anuales, que era el com-
bancando al tabaco importado de Sevilla, y
promiso adquirido por los representantes
en intermediarios del Jardín de Lisboa en
de la ciudades.
Berbería55. A la altura de 1632 el ensayo de
En el segundo año de las Cortes (sep-
Orán había fracasado.
tiembre de 1633), quedó encima de la me-
Más importancia tuvo, como antece-
sa la primera propuesta de creación del es-
dente directo, el fracaso del estanco de la
tanco de tabaco, que se entendía beneficia-
sal56, que se intentó en 1631 y que tuvo co-
ría, tanto a la Corona (que mantendría los
mo principal repercusión el levantamiento
derechos de entrada y salida del tabaco),
de Vizcaya hasta 1634. Puede ser aducido
como a los cargadores sevillanos (el co-
como argumento de que la corona buscaba
mercio exterior seguiría siendo libre). Ro-
un medio general y duradero que sortease
dríguez Gordillo añade, que las ciudades
los engorrosos procesos de negociación en-
con voto en Cortes que tuvieron la iniciati-
tre el Rey y las Cortes que traía consigo el
va de la propuesta del medio del tabaco,
servicio de Millones, y solventase los ago-
fueron Sevilla, Murcia, Madrid y Toledo.
bios financieros de la Monarquía57.
Siguiendo con la secuencia cronológica
del proceso, a mediados de octubre de
1633, el rey aceptaba la propuesta del es-
tanco y su arrendamiento en 50.000 duca-
dos.
146 Santiago de Luxán Meléndez / Óscar Bergasa Perdomo
Por último, cuando todavía no se había ción de la escritura final del arriendo, es
rematado el estanco, se puso en marcha el fiel reflejo, de un lado, de la pugna que en-
cobro de un nuevo derecho, a los tabacos frentó a los hombres de negocios —espe-
que entraban en el Reino, de 3 rs/lib, con cialmente portugueses— por quedarse con
el objetivo de poder hacer frente al pago el negocio del tabaco, y de otro, pese al en-
del servicio. La oposición cerrada de los se- sanchamiento del mercado tabaquero que
villanos que, recuérdese, habían sido los las cifras reflejan, el escaso tamaño legal
principales impulsores del medio del taba- del mercado español, o lo que es lo mismo,
co, consiguió que los tabacos de reexporta- la importante cantidad de tabaco que que-
ción no fuesen comprendidos en el nuevo daba fuera del mismo, aspecto, éste último,
impuesto61 (Real Cédula de 3-VII-1635). que solo puede ser valorado si lo compa-
ramos con otros espacios europeos. La pre-
3.3. El remate del estanco del tabaco gunta qué queda sin responder —haciendo
como indicador de la importancia la salvedad de que el estanco fue un pro-
económica del mercado interno y cedimiento sencillo y poco costoso para re-
caudar medios urgentes con que hacer
externo, tanto para los hombres de
frente al gasto de la guerra— es, si con
negocios, como para la Hacienda
otros procedimientos, el mercado legal y la
El cuadro siguiente, en el que recoge- capacidad recaudatoria de la hacienda es-
mos el proceso que condujo a la formaliza- pañola hubiese sido mayor.
Cuadro 4
Procedimiento que condujo al remate de la renta del tabaco
1) 17-VII-1636: pliego de condiciones de Felipe Lobo por 43.500 ducados (478.500 rs.).
2) Puja inmediata del propio Felipe Lobo por 47.500 ducados (522.500 rs.) con un afianza-
miento de 4 juros.
3) 26-IX-1636: nueva puja de Felipe Lobo por 53.000 ducados (583.000 rs.).
4) 1-X-1636: puja definitiva de Francisco Rodríguez Cardoso por 61.300 ducados (674.300 rs.).
5) 4-X-1636: escritura por la que se traspasaba el arriendo del tabaco a Antonio Soria.
6) Remate definitivo del arriendo el 10-XII-1636 por Antonio Soria62.
consumidores intensificando de modo sig- mar, de un lado el grave problema del con-
nificativo el abastecimiento de contraban- trabando que generó el establecimiento del
do, si consideramos la demanda rígida o estanco, independientemente de que aquel
inelástica. Efectivamente la implantación fuera una realidad, desde el mismo mo-
del estanco supuso un incremento de los mento del comienzo de la comercialización
precios de un 233% para el polvo y de un del tabaco. Y de otro, la existencia de una
250% para la hoja66. Si echamos la vista ha- importante bolsa de fraude relacionado
cia delante, no hacemos más que confir- con el mismo.
Cuadro 5
Importaciones de Tabaco de América, según origen (libras)
Fuente: Elaboración sobre un cuadro de López Linage, J. y Hernández Andreu, J. (1990: 83). Tomado
de L. García Fuentes (1980): El comercio español con América 1650-1700, Diputación Provincial de Sevi-
lla y Escuela de Estudios Hispanoamericanos de Sevilla, pp. 369, 371 y 377.
Efectivamente las cifras legales de prin- valor de 1.283.707 rs. vn. La libra de taba-
cipio (cf. cuadros 1 y 2) y fin de siglo, po- co se pagaría entonces a 2,59 rs.vn. Además
nen de manifiesto la insignificancia del co- los agentes de la renta encontraron gran
mercio de importación de tabaco, una vez acopio de tabaco en manos de la marinería.
que la renta se estanca. Según López Lina- Por si fuera poco, Lutgardo García Fuentes
ge esto quiere decir que los registros ofi- añade que en la misma flota llegó también
ciales durante la larga época en que la ren- tabaco de Virginia, cuyo comercio no esta-
ta estuvo arrendada no reflejan la realidad. ba autorizado. Si consideramos que los pe-
Cuatro años de exportaciones (1611-1614) ríodos de tiempo con registros menores, se
representarían el 90% de lo importado du- corresponderían con etapas de mayor co-
rante 50 años. mercio clandestino, la década de 1670-1679
En 169767 —y este es un argumento que debió ser la de máxima defraudación y
refuerza lo irreal del cuadro 5— la flota condujo, en consecuencia, a que, entre
procedente de la Nueva España (mandada 1684-1687, se estableciese la administración
por Ignacio Barrios Leal) registró en la Ca- directa.
sa de Contratación de Sevilla solamente A la importancia del tabaco que viene
unos centenares de arrobas de tabaco de sin registrar de América, escribe Sánchez
carga, mientras que, en esa misma arriba- Belén, que no puede ser confiscado porque
da, Pedro Paradas, arrendatario de la ren- sus propietarios se acogen a indultos, hay
ta del tabaco, compró 19.764 arrobas (227,2 que añadir las partidas que entran de ex-
Tm.), o lo que es lo mismo, para poder tranjis por las aduanas interiores de Valen-
comparar con los datos de los cuadros an- cia, Aragón, Navarra y Vizcaya (Consulta
teriores, 223.333 kgs. (494.100 libras) por del Consejo de Hacienda de 29-VII-1690),
La institucionalización del modelo tabaquero español 1580-1636: la creación del estanco... 149
NOTAS
1 Reflexiones en torno al libro de J.M. Rodrí- más brillante del estudio introductorio de
guez Gordillo, La creación del estanco del ta- Rodríguez Gordillo.
baco en España. Madrid, Fundación Altadis, 8 Arcila Farias (1973), cit. por Rodríguez Gor-
2002, 205 p. con ilustraciones. dillo (2002:37).
2 Véase al respecto el sugestivo estudio, en el 9 La libra de Castilla equivale a 460 grs.
que se hace una valoración general de la his- 10 Céspedes (1992: 43) se refiere a un docu-
toriografía europea, de B. Cárceles de Cea mento de la Casa de Contratación (AGI,
(1994 y 1995). Contratación, 4334) y completa las proce-
3 Pérez Vidal (1956). dencias con el libro de Chaunu (1955-1956,
4 Rodríguez Gordillo (1977) puso de mani- vol. VI-2: 1033)
fiesto, como en la etapa de la administración 11 García de Torres (1875), cit. por López Lina-
directa (1684-1687), el ideario del «pacto co- ge y Hernández Andreu (1990). Las figuras
lonial» contemplaba la posibilidad del re- arancelarias eran los almojarifazgos (el ma-
torno hacia las Indias del polvo sevillano. yor de Sevilla suponía un 5% y el de Indias,
5 Céspedes (1992). variaba según la procedencia del tabaco).
6 En la Instrucción de 3-V-1684, que intentaba Véase igualmente C. Albiñana (1984).
potenciar el cultivo del tabaco en las Indias, 12 Rodríguez Gordillo (2002: 38).
podemos encontrar un documento explícito 13 Esta es la tesis defendida por J.M. Rodríguez
de la restricción de su cultivo en la Corona Gordillo (1994: 63).
de Castilla, junto a las seguridades dadas a 14 López Linage y Hernández Andreu (1990).
los cosecheros de Cuba, Guayana, Santo Do- 15 Con las cifras de Payo Rodríguez de Paz, ne-
mingo y Puerto Rico de la compra de lo que cesitarían exportarse 234666 libras (el cálcu-
sembraren, pues únicamente se abastecerá lo es nuestro). Cf. J. García de Torres (1875:
Castilla de estas provincias y del tabaco del 13), citado por Rodríguez Gordillo (2002:
Brasil para hoja (Cf. Rodríguez Gordillo 89).
(1977: 538-541). 16 Jacobo I (Bergasa, 2002, en prensa) se había
7 El análisis de contenido de la Real Cédula adelantado al resto de los estados mercanti-
es, desde nuestro punto de vista, la parte listas europeos, gravando con 6 chelines y 5
150 Santiago de Luxán Meléndez / Óscar Bergasa Perdomo
peniques la libra del tabaco que entraba en cia do Brasil (1711), citado por Céspedes
el país, lo que significó un incremento de su (1992).
precio del 4000%. La Monarquía española, 36 J. Gil Bermejo García (1983: 70).
según Rodríguez Gordillo (2002: 100), crea- 37 J. M. Rodríguez Gordillo (2002: 38; AGI, San-
rá antes del remate del estanco, en julio to Domingo 869, libro 6).
1634, un nuevo gravamen arancelario, al car- 38 Goodman (1994). Citado por R. Fisher (1999:
gar con tres reales la libra el tabaco que en- 39).
trase en el reino. 39 Sobre el caso británico con relación a las An-
17 En el caso español, la alcabala, equivalente tillas, ver J. Lorimer (1973).
al 10%. 40 Fisher (1999:39).
18 El primer impuesto específico sobre el taba- 41 Ventosilla, 26-VIII-1614, Real Cédula levan-
co parece ser que fue el francés de 1621, que tando la prohibición del cultivo del tabaco
en 1660 y 1664 introduciría nuevos impues- en Tierra Firme e Islas de Barlovento. Re-
tos ad hoc. En las colonias inglesas parece producida por J.M. Rodríguez Gordillo
que se estableció un impuesto específico so- (1994: 63), que la toma de Rivero Muñiz
bre el tabaco en 1676. (1965).
19 El monopolio comercial inglés sería estable- 42 AGI, Contaduría, 239. En Rodríguez Gordi-
cido en 1624. Por él, la Corona concedía li- llo (2002: 38).
cencias de importación a los comerciantes 43 Véase L. García Fuentes (1980: 361).
ingleses. 44 Sobre los portugueses en Sevilla véase: S.
20 C. Lugar (1977). Luxán (1993).
21 Las notas sobre Francia proceden de Price 45 J. M. Rodríguez Gordillo (1994: 64): [AGS,
(1973: 3-16). DGT, Inv. 4, leg. 29].
22 Cit. por Céspedes (1992: 44). 46 Sobre la identificación de los arrendadores
23 Para Price (1973: 73) uno de los primeros ob- del tabaco, después del establecimiento del
jetivos de la Compañía sería el tabaco. estanco, con los hombres de nación portu-
24 Que en unos años, se redujeron a 40 so- guesa, véase S. Lizana Fernández (1999: 289-
les/100 libras. 318).
25 Si estos datos son correctos, teniendo en 47 Rodríguez Gordillo (2002: 43-158).
cuenta que el consumo interno de tabaco en 48 Fue instituido en 1605 por Felipe III y estu-
Francia estaba en torno 1,5 millones de li- vo en manos portuguesas. Cf. Domínguez
bras (Price, 1973: 11), tendrían un excedente Ortíz (1960: 220-221).
para la exportación equivalente al mercado 49 Otra de las incertidumbres que se nos abren
interior. es la de seguir la pista a este arrendamiento
26 Price (1973: 75). y a sus resultados.
27 Price (1973: 75). 50 J. García de Torres (1875: 13). Citado por Ro-
28 Torres (1999: 419). dríguez Gordillo (2002: 44). Insisto en lo
29 J. Rivero Muñiz (1965). Cit por Rodríguez aducido en la nota anterior. Es muy conve-
Gordillo (2002: 34). niente volver a rastrear en los papeles del
30 Céspedes (1992: 36). Consejo de Hacienda para encontrar esta do-
31 Price (1973: 73). En esta obra se cita que Sir cumentación que, al menos de modo indi-
Thomas Roe vio en 1611, como, al mismo recto, puede proporcionarnos datos sobre el
tiempo, cargaban tabaco hasta 15 barcos de mercado de tabaco.
pabellón francés, holandés y británico. 51 J. Gil Bermejo (1970: 158) y E. Vila Vilar
32 Céspedes (1992: 38-43). (1974: 21). Citados por Rodríguez Gordillo
33 Perú era zona de coca y, en cualquier caso, (2002: 44).
el tabaco de Chapapoyas y Jaén de Braca- 52 Rodríguez Gordillo (2002: 44).
monte, hubiese sido un serio contratiempo 53 Céspedes (1954: 138); igualmente Rodríguez
para este comercio. La liberalización del trá- Gordillo (1977).
fico en 1774 no tuvo repercusiones sobre es- 54 Alonso Acero (1996: 25-29).
te mercado. 55 Ídem (1996: 38-39).
34 E. C. de Jesús (1980); J. M. Fradera (1998) y 56 F. Comín y P. Martín Aceña (1999: 43). Estos
L. Alonso Álvarez (1999). autores consideran que el monopolio del ta-
35 André Joao Antoniz, en su Cultura e opulen- baco frente al de la sal (que además de ser un
La institucionalización del modelo tabaquero español 1580-1636: la creación del estanco... 151
bien de primera necesidad, tuvo impuesta la Renta de Granada. En total 616474 mrvds
obligatoriedad de su consumo) nunca obligó (1648 ducados) que representaban el 2,68%
a demandar el producto. Estamos ante un del remate definitivo.
producto de demanda inelástica. 63 Rodríguez Gordillo (2002: 137-158).
57 Al respecto, es imprecindible J. I. Gelabert 64 Pagaría el precio al que los comerciantes lo
(2001). hubiesen adquirido, sin exceder las 100 li-
58 Nos consta que en su versión original el ma- bras al contado y el resto seis meses des-
nuscrito era mucho más extenso. pués.
59 De la reivindicación del control parlamenta- 65 Rodríguez Gordillo establece el precio final
rio de la Monarquía (Thompson, Jago, For- antes del estanco, sumando los aranceles de
tea, Fernández Albadalejo, Castellano, Gela- entrada en Sevilla (1, 2 y 2,5 rs./lib.), y el
bert) hemos pasado a una versión mucho nuevo impuesto de 3 rs./lib. Estaríamos an-
más matizada, que el autor ejemplifica en J.I. te un precio medio antes del estanco de 5
Andrés Ucendo (1999), en la que las ciuda- rs./lib. El de más calidad era el tabaco de
des aparecían alineadas al lado del Rey, sin Varinas, que casi en su totalidad se reexpe-
apenas capacidad para controlar el gasto, ac- día para el exterior, reservándose para el
tuando principalmente de recolectoras de mercado interno el de peor calidad.
fondos. 66 Los nuevos precios pasaron de 6rs./lib de
60 Si consideramos un precio de 4 rs/lb. El con- polvo a 20 rs y de 4 rs./lib. de hoja a 14 rs.
sumo interno de tabaco que se necesitaba 67 La información procede de L. García Fuen-
para justificar esa cantidad era de 137500 tes (1980: 369, 371 y 377).
lbs. 68 Sánchez Belén (1996: 186).
61 Rodríguez Gordillo (2002: 110-112). 69 Sánchez Belén (1996: 141-142 y 177-189).
62 Soria afianzó su puja con 4 juros de renta si- 70 Según Rodríguez Gordillo el remate final del
tuada en los Millones de Murcia y Salaman- estanco quedó reducido de 23000000 a
ca; en la sosa y barrilla de Murcia y en la 19000000 de mrvds (558832 rs.).
152 Santiago de Luxán Meléndez / Óscar Bergasa Perdomo
SÁNCHEZ BELÉN, J. A. (1996): La política fiscal paña durante la segunda mitad del siglo
en Castilla durante el reinado de Carlos II. Ma- XVIII», en A. González y R. Torres (eds): Ta-
drid. baco y economía en el siglo XVIII, Pamplona.
TORRES, R. (1999): «Capitalismo internacional y VILA VILAR, E. (1974): Historia de Puerto Rico
política estatal. Los asientos de tabaco en Es- 1600-1650, Sevilla.