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BELINDA TARSO
iS NIEBLA abrazaba la ciudad con su tristeza palida cuando sali de casa
nsando en las incidencias del nuevo curso.
Liegué al Instituto, atravesé la verja que lo circundaba y, nada mas en-
trar, me sorprendieron unos gritos espectaculares desde la primera plan-
ta:
-jNo tienes vergiienza! jPresentate al jefe de estudios! {Te enteras, Be-
linda? jAl jefe de estudios!
La alumna, roja de irritacion, bajé la escalera, se cruz6 conmigo en el
vestibulo y me volvié la cara.
Miré la hora, faltaban unos minutos para el recreo. Entré en el Depar-
tamento de Filosofia, encendi el ordenador y comencé a teclear incitado
por un impulso de obstinacion: Primero de octubre. ;Cudndo acabard esta triste historia?
Elsolaparté momentaneamente la niebla, y su luz nueva se derramé
por el interior del edificlo, dando vigor al pequefio jardin de la entrada,
Mis manos se disponian sobre el teclado para transcribir otras inquie-
tudes, cuando sond el timbre y una marea de voces y pasos acelerados
comenzd a fluir desde las aulas hasta el patio,
| levantéy salle ver qué habia pasado con Belinda.
Ae AS Se G ,
: w)
‘acién que desprendia para saber que
ia sido de alta tension,we me echen! _chispeaban SUS 0)0$ azu.
que
sco! us cosas en las gradas d,
ba el
ieee tla ie mya hilera de altos chopos
pordead? as mierda al profesor de Lengua?
st.
ree een ur es ele! do de curso:
ee Eduardo Alme! River2. eltipico alumno ob€s0 y juer_
tise! SOs
Fue chu!
tas un pitote, tla, asi no
gacver que mon
ae i Tinsistia Eduardo sentado en
je rabia:
me puede ver? |Me pone
, sumelena rubia rizada- iNo lo trago!
me trago yo este bocadillo, vaya Pan chicloso! —se que.
He Eaerdomier se sentaba junto a éste.
de Filosofia.
emuel atravesaba el patio pare hal
acogida que la chica hallaba en sus am
toy se limito-a inclinar su cuerpoalto y
con la mano.
‘Al poco se incorpord & fa pandilla Mario Reina, un alumno timido
yde cardcter sensible, que solia llevar consigo una min! grabadora,
i a Belinda por la encerrona con eljefe de estudio: a
Tetiey =iUE..1 8 capullo, al poco de entrar, se lid a aaa «jNo es la
wvezqueelde Len we
=o _ bee as declasel» -lo remedaba comica-
a. eae la decencia, nifa?». Siguid
indo,
que ese te la juega ~pronostico Belén, yle
jblar con Belinda, pero al ver la
jigos, lo dejé para otro momen-
huesudo y@ enviarle un saludo
prenda del conserje! ~pregoné Oscar abriendoLos capes
Come aia BXTRE
seria de Belinda lo hubiera activado,
De repente y como si ta gro
sone el movil de Osesr.
dijo Belinda levantando un
s, me llevan al destierro~
-adias, colega:
brazo-
Elchico comilon y divertide miro la pantalla del teléfono:
serial -sus muletilla favorita, is el Novio de mi madre! Me
como si fuera mi padre.
Belinda avanzo con evidente enfado hacia el edificio de das plan-
tas construido con ladrillo visto, que se erg0!" ante ella como un odio-
‘antagonista. Entréen el despacho del directory escucho susenten-
cia: