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Los Versos Del Druida PDF
Los Versos Del Druida PDF
Sentado en la frontera
del frío desequilibrio
descifrando oscuridades
ocultado de los satélites.
Inconcluso espectador,
mirando pasar tus penas,
sabiendo que el agua clara
pretende lavar tristezas.
La cinta de agua salada
que corre a contrapenas,
no nota de mí la cura
se aflige por las quimeras.
Baja soberbia y contaminada
se escurre, silente y necia.
Sacia la sed y los ojos,
carcome y corroe siluetas.
El río que derramaste
la luna que simuló indolencia
curaron de sed y espanto
mis sueños y las fronteras.
SOLO DESPUÉS EL SILENCIO
Recuesta el torso
en la ingrávida luna
sudando desvelos
migrando de cielos.
Destiñe la espera
contempla la risa
permite eyectarte
descansa premisas.
Trastoca de rostro
despoja el susurro
transfórmate en hada
transmútate en leño.
Concuerda pasiones
incendia perdones
seduce palabras
enmienda gemidos.
Y después el silencio.
Musicaliza las manos
semicorchea los senos
escandaliza profanos
radicaliza el deseo.
Configura el descontrol
monitorea el exceso
rebélate de eufemismos
perpetúa la insolencia.
Entonces
únicamente después;
tan solo el silencio.
TU Y TU AMIGO
Tú y tu amigo silencio,
una perversa cadena
en la que cada eslabón
te ciñe de interrogantes.
Pero miro y sonríes
careciendo el deseo,
provocando el eclipse
ignorando a Eros.
Te deseo y lo sabes
me provocas y también
me seduces imprudente
y te acaricio además.
Tú y tu silente amigo
juntos solamente
fingiendo inclementes
ser uno, sólo ante mí.
Desatinas el frenesí
asesinando palabras
en cada momento que buscas
con excusas ser fiel.
Cada vez que te sueño
apareces de espaldas
caminando en la lluvia
empapándote en mí.
Más cuando despierto
continúas acurrucada
mojada de rocíos
escondiéndote sin hablar.
Tú y tu amiga excusa,
bastardo complot
maldita ironía,
malvada obsesión.
SUSURROS Y SENTENCIAS
La gloria
se esfuma
como susurro,
casi un disparo.
Sólo queda
el recuerdo,
los acuerdos
y las mentiras.
Detrás de cada sonrisa
hay un muerto
que espera redención.
Por debajo de los egos
una inmensa pila
de descartables,
ignorantes de la verdad.
Qué se siente
saber que el susurro
te reprocha tu sadismo
y no acepta tus excusas.
Y tu pobre imperio
de cartas inventadas
pronto se derrumbará
por un necio y su patada.
ANDENES DE AUSENCIA
El tren de tu nostalgia
está lleno de ausentes,
destinos sin pasajeros,
andenes de todo adverbio.
Los vagones de recuerdos
no soportan trocha alguna,
van buscando en cada instante,
el desvío o la premura.
Los compartimentos de tu cuerpo
tienen sala de secretos,
deseos sin terminar
y pecados obsoletos.
Sin embargo hay estaciones
que repiten a su llegada,
un ritual de la bienvenida,
en vías que no dicen nada.
CONDICENCIAS
👁 👁
Se recostaba,
al filo de la sábana,
el deseo prójimo
la consumación próxima.
Pululaban,
entre luces y sirenas,
el vértigo adulto
y la culpa adusta.
Se escurrían,
como anuros mitológicos,
las ganas desavenidas
entre luces de avenidas.
Convenían
en el borde del aliento,
la promesa cierta
de un mañana incierto.
ARGUMENTOS
👁 👁
Acéptame el olvido
sin miramientos
sin rencores
ni sufrimientos.
Acepta indiferente
no ser más tu senda
tu refugio del dolor
el alivio de la afrenta.
El umbral de tu mañana
ya conoce mis caminos
cada uno de los pasos
y la ruta del destino.
La huella de tu aliento
me recorre consecuente
husmeando en mis recodos
los poemas más recientes.
Los avisos clasificados
y también cualificados
me preguntan al leerlos
cuanto amor llevas gastado?
No les suelo responder
más que nada por respeto
si el amor nunca se agota,
más si caducan besos.
La paciencia relativa
me escarba hasta el aliento
indagando en cada embate
presagios de desaliento.
La memoria cognitiva
la tengo reticulada
de tanto almacenar
cada gesto de tu cara.
Me evaporé en cada gemido
me transforme en asesino
fui ladrón de firmamentos
y aún permanezco vivo.
Acéptame el olvido
te lo pido por favor
no queda otra salida
ni siquiera el amor.
Acepta a que te olvide
es un ruego, no es un emblema,
acepta que bien te amé
y que aún tengo cadenas.
EMBOSCADA
Miro por la ventana,
el viento arrecia
la llovizna perfora
el frío atormenta.
Me asomo en mi interior
y camino despreocupado.
En el recodo de lo significativo
en la encrucijada del me acuerdo
estabas sentada como si nada,
irreverentemente en pose,
deseadamente bella.
Detenerse era lesivo
una afrenta demasiado arriesgada
era exponer mi integridad
a verse despedazada.
Agazapada, tentadora
adictiva, vengadora.
Deseable, adorable
permisible, impermeable.
Detener el paso es tentar la muerte
envenenar la vida, hipotecar la suerte.
No recuerdo tu perfume
aunque a menudo lo percibo
no me acuerdo de tu cuerpo
pero mi inconsciente lo dibuja.
Miro por la ventana, el viento no cesa
me llovizna la mirada, el frío me adormece.
Corro el velo de tus ojos, me encadeno al presente
y al mirar de costado entiendo
que es tu sombra quien me mece.
REPLANTEOS
Sabía el instante
el momento preciso
el modo oportuno
la forma exacta.
Conocía la trama
todo el argumento
cada personaje,
hasta su libreto.
Pintaba a ciegas
oía el silencio
oxigenaba su aire
respiraba su aliento.
Esclavo confeso
carcelero complaciente
vasallo obediente
compañero sonriente.
Sabía lo exacto
el modo preciso
la forma oportuna
el momento al instante.
Conocía el libreto
todo el personaje
cada una de las tramas
hasta su argumento.
Pintaba el silencio
oía su aire
oxigenaba su aliento
respiraba a ciegas.
Era tanto lo sabido
tan exacto
tan oportuno
y con tanta precisión.
Que olvidó oportunamente
en que instante preciso
decirle exactamente,
de qué modo y en qué
momento.
BREVEDADES
Cernían
tu cintura
mis manos,
extorsionando
tiempos
y humanos.
Propiciaban
desatinos
las funciones,
propinando
generosos
sus perdones.
Adjuntaban
epidermis
las premuras,
bailoteando
infielmente
sus censuras.
Exfoliaban
pesadillas
las caricias,
indultando
pequeñeces
y delicias.
Conjugaban
verborragia
los gemidos,
exudando
vino tinto
los sentidos.
Admiraban
plebiscitos
las sonrisas,
en el tiempo
donde amar
era la prisa.
SINFONÍA DEL DESEO
Sonaba a cascada
tu ropa por el suelo
soñaba lloviznas
tu pelo en mi cuello.
Jugaba al infinito
tu luna en mis dedos
juzgaba caricias
la piel de tus senos.
Movía a sonrisas
tu gesto de enero
mentía desencantos
tu cúspide de cielo.
Contaba la fábula
tu voz en mi beso
cantaba alabanzas
mi espalda en tu peso.
Mi escudo del pecho
si estamos fecundos
sol de reconquista
la paz de tu mundo.
La danza infinita
si palpo tu sombra
sol de los placeres,
mi cuerpo te nombra.
SEÑALES
Solías decir
colgando en cielo
los ojos,
el día prójimo
que dejes
de amarme.
Una sombra alondra
anidará tu mirada,
y volarán por siempre,
musitando memorias.
Solías decir
escondiendo pudores
tras mi sonrisa,
cuando el amor
resuelva la ecuación
de los cuerpos.
Una luna estrella
te irradiará los pasos,
estampándote para siempre
mis caricias en tu sangre.
MULTIPLICIDADES
Encadenado a tu contorno
prisionero del encanto
esclavo de tus sonrisas
indigente de tus labios.
Amarrado a tu silencio
carente de verborragia
paciente de plenilunios
recolector de migajas.
Rehén de tus caricias
mensajero del aliento
consultor de precipicios
receptor de movimientos.
Ministro de decimales
artista de vecindario
cronista de tu mirada
celador de abecedario.
Payaso de desencantos
pastor de tu rebaño
sacerdote de pesares
alquimista de tu antaño.
Visionario de tus sueños
esposado a tu cadera
alpinista de tus cerros
cartógrafo de tus laderas.
Misionero de tu pueblo
espía de doble juego
traidor de los principios
ebanista de tus ruegos.
Multifacético sanador
polifacético amante
cretino de tu soledad
tallador de tu diamante.
RITUAL DE OTOÑO
Se asemejan
a cuerpos mojados
las miradas
esquivas del alma.
Suponiendo
un amor desgajado
las alondras
vestidas de magas.
Pertenecen
al clan de los sueños
el dulzor
de tu cuerpo de hada.
Hechizando
mortales afectos
la caricia
sutil de los labios.
Dios se abstiene
de verte desnuda,
sonrojado
mira de soslayo.
Y el manto
que cobija mi nombre
canta loas
y perpetua el encanto.
Redibujan
tus manos silencios
acentúan
mis brazos descansos.
Deambulan
nostalgias y hallazgos
fabulando
futuros milagros.
Presumiendo
ser libres de votos
evadiendo
los lazos de otros.
Delincuente
precoz y asumido
presidiario
de tu territorio.
Victimario
de toda tu entrega
consumado
arlequín dignatario.
Mercenario
cipayo de besos
legionario
ancestral, solitario.
Perpetuado
mortal insurgente
rebelado
adicto y esclavo.
A ESTA ALTURA
Delicado ebanista
paciente y detallista
puliendo con la piel
cada veta en tu sonrisa.
Minimalista orfebre
sutil y refinado
facetando con los labios
una a una tus cadenas.
Talentoso compositor
obsesivo y recurrente
pentagrameando en saliva
la música de tu cintura.
Poderoso mentalista
silente y perpetrante
adivinando a cada instante
tus más prohibidos deseos.
Virtuoso guitarrista
personal e inspirado
metodizando armonías
con gemidos de tu boca.
Iracundo escultor
genialmente desquiciado
labrando atemporalmente
cada gramo de tu cuerpo.
Irreverente escritor
desenfadado poeta
improvisando con sangre
su obra total y perfecta.
Purificado sacerdote
milagroso y convencido
santificando tu descanso
protegiéndote los sueños.
Amante desenfrenado
caballero distinguido
doctorado sanador
eterno don de alquimista.
REVELACIONES
Refugiarme en un niño
inocente y sereno
perpetuar la inocencia
embriagarme en tus senos.
Esconderme del mundo,
asesino imprudente,
resguardar la ternura
cobijado en tu vientre.
Detener el futuro
implacable y silente
desnudar las carencias
consagrarme en tu fuente.
Desdeñar las promesas
coartantes y eternas
blasfemar frustraciones
enredado en tus piernas.
Esquivar santidades
renunciables y profanas
rasgar las vestiduras
y saciarnos las ganas.
Secuestrar la memoria
saturada de historias
rebelarme en el hombre
que escriba tu gloria.
ANDENES DE AUSENCIA
El tren de tu nostalgia
está lleno de ausentes,
destinos sin pasajeros,
andenes de todo adverbio.
Los vagones de recuerdos
no soportan trocha alguna,
van buscando en cada instante,
el desvío o la premura.
Los compartimentos de tu cuerpo
tienen sala de secretos,
deseos sin terminar
y pecados obsoletos.
Sin embargo hay estaciones
que repiten a su llegada,
un ritual de la bienvenida,
en vías que no dicen nada.
PUNTOS SIN PARTES
Hoy me permito
a costa de maledicencias
descansar el alma en tu espalda
y dorarla de quinta esencia.
En la hora limitada
(por el sino de los tiempos)
me distraigo en regalarte
pensamientos de otras eras.
Rayando el borde de lo púdico
permitido a mi investidura
voy a modelar con los dientes
cada abismo en tu cintura.
Posponiendo sin reparos
trabajos de magia blanca
desestimaré advertencias divinas
y me anclaré en piel femenina.
Evidenciando sin disimulos
condición propia de humano
escarbaré con mis yemas
ritos viejos y paganos.
Despintaré con astucia
los carmines de tus labios
y me embriagaré a propósito
con el vino de los sabios.
Recitaré tambaleante
versos míos y de otros
hablando de pluralidades
empezando por nosotros.
Dejaré de ser anciano
sabio, evidente y consagrado
y me permitiré ser mortal,
pecaminoso y mundano.
El Druida
CRÉDITOS
Arte de tapa e ilustraciones: Aradia Fioravante
Fotografías: Rodolfo N. Fernandez
Dedicado con inmenso amor a mi mujer quien ya lo
suyo es una resignada labor, solamente comparable a
la extracción de uranio enriquecido con los dientes.
A mis queridos hijos Melania, Mariano y Tadeo.
A mis amados nietos Luisina, Luca y Malvina.
A todos y cada uno de mis amigos en especial a
quienes se bancan este colgado poeta devenido en
Druida.
“Solo se transforma aquel que fondeó su propio abismo
y tuvo la capacidad de elevar la mirada y creer en sus
alas.” ©Oscar Ledesma