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ANTIBIOTICOS

FARMACOLOGIA II

BUAP
FACULTAD DE MEDICINA
Alvarado Montiel Cesar Octavio
Tetraciclina
Las tetraciclinas constituyen un grupo de antibióticos, unos naturales y otros obtenidos por
semisíntesis, que abarcan un amplio espectro en su actividad antimicrobiana. Contienen un
anillo de naftaleno de cuatro átomos y químicamente son derivados de la
naftacenocarboxamida policíclica, núcleo tetracíclico, de donde deriva el nombre del grupo.
Las tetraciclinas naturales se extraen de las bacterias del género Actinomyces. De
Streptomyces aurofaciens se extraen la clortetraciclina y la demetilclortetraciclina, de
Streptomyces rimosus se extrae la oxitetraciclina, y la tetraciclina, representante genérico
del grupo, se puede extraer del Streptomyces viridifaciens, aunque también se puede
obtener de forma semisintética. Una característica común al grupo es su carácter
anfotérico, que le permite formar sales tanto con ácidos como con bases, utilizándose
usualmente los clorhidratos solubles.

Farmacocinética

Las tetraciclinas se absorben de forma rápida y completa a nivel de tubo digestivo,


fundamentalmente en el intestino delgado, y alcanzan su máxima concentración en la sangre en un
plazo de entre tres y seis horas. De manera parenteral se absorben de forma óptima, destacando la
rolitetraciclina. Su unión a proteínas plasmáticas es muy variable: desde el 20% de la oxitetraciclina
al 90% de la doxiciclina. Se distribuyen por todos los tejidos, especialmente en el tejido óseo, y
penetran en el interior de las células. Atraviesan la barrera placentaria, y también la
hematoencefálica, pero sin llegar a alcanzar concentraciones terapéuticas en el líquido
cefalorraquídeo. Consecuencia de estas dos propiedades es su contraindicación en el embarazo. Se
metabolizan en todo el organismo de forma parcial, eliminándose la mayor parte en forma
inalterada por orina. Debido a su alta concentración en la bilis presentan un fenómeno de
recirculación entero-hepática, pudiendo ser encontradas parcialmente excretadas en las heces. A
nivel renal presentan fenómenos de reabsorción tubular más o menos intensos en función del tipo
de tetraciclina, lo que explica las diferencias respecto a la vida media dentro del grupo. La
clortetraciclina es la de vida media más corta (unas 5 horas), mientras que la doxiciclina tiene más
de 15.
Mecanismo de acción

Actúan fundamentalmente como bacteriostáticos a las dosis habituales, aunque resultan


bactericidas a altas dosis, generalmente tóxicas. Actúan por varios mecanismos:

Desacoplan la fosforilación oxidativa de las bacterias.

Provocan una inhibición de la síntesis proteica en el ribosoma de la bacteria. Actúan inhibiendo la


síntesis proteica al unirse a la subunidad 30 S del ribosoma y no permitir la unión del ácido
ribonucléico de Transferencia (tRNA) a este, ni el transporte de aminoácidos hasta la subunidad 50
S.1

Existe también evidencia preliminar que sugiere que las tetraciclinas alteran la membrana
citoplasmática de organismos susceptibles, permitiendo la salida de componentes intracelulares.4

Las resistencias bacterianas a las tetraciclinas son de aparición lenta, aunque mucho más rápida si
se utiliza por vía tópica. El mecanismo bacteriano implicado puede ser mediante plásmido, lo que
explica la reticencia a usar las tetracilinas en el ámbito hospitalario, para evitar la aparición de
resistencias simultáneas a varios antibióticos. Existen resitencias cruzadas entre los miembros del
grupo.5

Indicaciones

Bacterias gram positivas: Streptococcus, Diplococcus, Clostridium.

Bacterias gram negativas: Neisseria, Brucellas, Haemophilus, Shigella, Escherichia coli, Bordetella,
Klebsiella, Vibrio y Pasteurella.

Espiroquetas.

Algunos protozoos: Entamoeba.

Actinomyces.

Rickettsia.

Contraindicaciones

El uso de tetraciclinas durante el desarrollo dental (segunda mitad del embarazo, lactancia y niños
menores de 8 años), puede causar decoloración permanente de los dientes (de gris parduzco a
amarillento). Aunque esta reacción adversa es más frecuente con el uso durante períodos
prolongados, también se ha observado tras la administración de tratamientos cortos repetidos.6

En caso de alergia a tetraciclinas (doxiciclina, minociclina, oxitetraciclina, tetraciclina).


Las tetraciclinas deben evitarse en pacientes con lupus eritematoso sistémico.

No se deben ingerir con leche ya que se inactivan.

NO se deben tomar conjunto a retinoides orales (Roaccutane® o similares) ya que existe el riesgo
de formación de tumores intracraneales benignos.
Cloranfenicol
El cloranfenicol o cloromicetina es un antibiótico que se obtuvo por primera vez de Streptomyces
venezuelae, una bacteria saprofita del suelo del Orden Actinomicetales, aunque más tarde se
obtuvo a partir de otras especies de Streptomyces1 y en la actualidad se produce por síntesis
química.

Historia

Streptomyces venezuelae fue aislado en 1947 de una muestra de tierra obtenida en Venezuela por
el científico y médico venezolano Enrique Tejera Guevara. A fines del mismo año se utilizó la escasa
reserva del fármaco que se disponía para tratar un brote de tifus endémico en Bolivia y se
obtuvieron resultados impresionantes. En 1950 se observó que las sobredosis podrían ocasionar
discrasias sanguíneas graves y letales; por ello se ha reservado su uso para pacientes con infecciones
graves como meningitis, tifus y fiebre tifoidea. También es eficaz en la fiebre de las Montañas
Rocosas.

Descripción

El cloranfenicol es una sustancia blanca y cristalina, neutra con un sabor muy amargo. Para eliminar
la característica de sabor se creó una técnica de esterificación con ácido palmítico para producir
palmitato de cloranfenicol, que es una sustancia sin sabor que conserva la eficacia terapéutica.2 El
cloranfenicol es estable en soluciones neutras y ácidas, pero al llegar al pH 10 el fármaco es
inactivado. Es moderadamente soluble en agua, más soluble en alcohol y éter. Las soluciones a 37
°C se deterioran paulatinamente con una vida media de 6 meses. Existe una versión del antibiótico
que en vez de ser palmitato es succinato sódico de cloranfenicol. Es resistente a temperaturas de
esterilización lo cual es muy común en laboratorios microbiológicos.

Farmacología

Tanto el palmitato como el succinato de cloranfenicol deben ser hidrolizados a cloranfenicol en el


organismo antes que pueda ejercer su acción antibacteriana. El antibiótico inhibe la síntesis de
proteínas bloqueando la actividad de la enzima peptidil transferasa al unirse a la subunidad 50S del
ribosoma evitando la formación del enlace peptídico.
Farmacocinética

Distribución

El cloranfenicol se distribuye en la mayor parte de los tejidos y líquidos del cuerpo, incluyendo el
líquido cefalorraquídeo, hígado y riñones. Cerca del 60% del fármaco se une a proteínas plasmáticas.

Metabolismo

El compuesto de origen se metaboliza principalmente por la glucuronil trasferasa hepática en


metabolitos inactivos.

Excreción

Cerca del 10-12% de la dosis se excreta por los riñones como fármaco sin cambio. El resto se elimina
en forma de metabolitos sin actividad farmacológica.

Interacciones medicamentosas

El cloranfenicol inhibe el metabolismo de la fenitoína, el dicumarol, la ciclofosfamida y el


fenobarbital lo que produce que estos fármacos prolonguen su vida media y se incremente su
potencial toxicidad.

Reacciones adversas

Presentadas solamente en personas altamente sensibles (ver párrafos anteriores) o en casos de


sobredosis; de estos, la depresión de la médula ósea es el efecto adverso más serio y peligroso del
cloranfenicol. Existen dos tipos de depresión de la médula ósea: una que no depende de la dosis
administrada ni del tiempo de uso. Puede conducir a anemia aplásica, y es irreversible. El otro tipo
de depresión medular sí depende de la dosis y se relaciona con concentraciones plasmáticas del
fármaco que exceden los 25 mg/mL. La diferencia con el tipo de depresión mencionada
anteriormente es que ésta puede revertirse espontáneamente, al suspender la medicación.

Hemáticas: anemia aplásica, anemia hipoplásica, granulocitopenia y trombocitopenia.

sistema nervioso central: cefalea, depresión leve, confusión, delirio, neuropatía periférica.

Gastrointestinales: náuseas, vómitos, diarrea, estomatitis.

Dérmicas: comezón, edema angioneurótico.

Puede producir el "síndrome del niño gris".


Macrólido
Los macrólidos son un grupo de antibióticos muy relacionados entre sí que se caracterizan por tener
un anillo macrocíclico de lactona con 14 a 16 miembros, cuyo prototipo, y el macrólido más utilizado,
es la eritromicina. La claritromicina y la azitromicina son derivados sintéticos de la eritromicina.

Macrólidos comunes

Claritromicina (Biaxin, Fromilid, Klacid, Klabax, Lekoklar, Euromicina, Infex)

Diritromicina (Dynabac)

Eritromicina

Roxitromicina (Rulid, Surlid, Roxid)

Espiramicina

Fidaxomicina (Deficlir): Para tratar las diarreas asociadas a Clostridium difficile

Azitromicina

Mecanismo de acción

Los macrólidos inhiben la síntesis proteica mediante la unión a la subunidad ribosomal 50S,
inhibiendo la translocación del aminoacil ARNt.1 Tiene también efectos sobre el nivel de la peptidil
transferasa. Sus acciones pueden provocar un efecto bacteriostático o bactericida, según la especie
bacteriana atacada, la concentración del antibiótico alcanzada en el sitio de infección o la fase de
crecimiento en que se encuentran las bacterias durante el ataque del antibiótico.

Los macrólidos ejercen su efecto sólo en los microorganismos que se encuentran en proceso de
replicación. Los macrólidos penetran más fácilmente en las bacterias gram positivas, la
claritromicina es el único que posee actividad sobre bacterias gram negativas, pero es muy escasa.

Resistencia al efecto de los macrólidos

Modificación de la diana: el más frecuente: El ARNr 23s es metilado por metilasas codificadas por el
gen erm (presentes en Staphilococcus, Streptococcus, Enterobacterias, Lactobacillus). Hay dos tipos
de modificaciones:

constitutiva: resistencia de amplio espectro excepto a la Estreptrogramicina.

inducible: resistencia a los macrólidos de 14 y 15 carbonos


Modificación enzimática: los macrólidos de 14 carbonos pueden inactivarse por esterasas, glicolasas
y fosfotransferasas.

Sistema de expulsión por bombeo: gen presente en plásmidos. Muy frecuente...

INDICACIONES
Los macrólidos tienen un espectro de actividad muy similar entre uno y otro, no penetran
el líquido cefalorraquídeo y logran altas concentraciones en piel, oído medio,
secreciones bronquiales, próstata, mucosa gástrica, granulocitos y macrófagos. Basado en
ello, los macrólidos se indican en medicina en:

 Alternativa a los pacientes alérgicos a la penicilina.


 Toxoplasmosis en la gestante, aunque estudios clínicos demuestran alta tasa de toxicidad
con eritromicina.
 Neumonía adquirida en la comunidad o exacerbación de bronquitis.
 Otitis media aguda.
 Difteria y tos ferina
 Infecciones intestinales por Campylobacter.
 Infecciones urogenitales, como la uretritis por Chlamydia trachomatis, Ureaplasma
urealyticum, y la enfermedad inflamatoria pélvica
 Infecciones odontológicas.
 Úlceras pépticas por (Helicobacter pylori)
 Cocos Gram positivos: estreptococo beta hemolítico del grupo
A, neumococo, estafilococo meticilinosensibles.
 Bacilos Gram positivos: Corynebacterium diphtheriae, Bacillus anthracis, Listeria
monocytogenes.
 Cocos Gram negativos: Moraxella catarrhalis, meningococo, gonococo.
 Bacilos gram negativos: Haemophilus ducreyi, Vibrio cholerae, Bordetella
pertussis, Helicobacter pylori, Legionella, Haemophilus influenzae, Campylobacter jejuni

 Otros: Toxoplasma, Treponema, Chlamydia, Mycoplasma, Rickettsia.


La claritromicina tiene mayor actividad sobre H. Influenzae y es más potente contra el
estafilococo y el estreptococo que lo es la eritromicina. La eritromicina es altamente activa
contra Streptococos betahemolíticos del grupo A y Streptococcus pneumoniae. La mayoría de
cepas de streptococos beta hemolíticos incluyendo grupos B, C, F, y G son también
susceptibles a la eritromicina. Más recientemente se estudia como posibles blancos
alternativos en el tratamiento de la fibrosis pulmonar

Farmacocinética

La azitromicina permitía por su efecto postantibiótico, una duración de 3 días de tratamiento, pero
en el último tiempo por la resistencia demostrada, implica una duración de por lo menos 6 días,
bastante menor que los 10 a 14 días del resto de los macrólidos.
Efectos adversos

Generalmente son muy seguros, pero pueden tener los siguientes efectos adversos:

M14 y M15 estimulan la motilidad intestinal, por lo que pueden producir dolor abdominal, náuseas
y vómitos.

Hipersensibilidad cutánea.

Eosinofilia.

Enrojecimiento en los ojos por la dilatación de los vasos sanguíneos.

Sensación de sabor amargo después de haber deglutido el medicamento.


Clindamicina
La clindamicina (DCI) es un antibiótico semisintético producido por la sustitución del grupo 7(R)-
hidroxilo por cloro en la posición 7(S) del compuesto madre, lincosamidas y derivado de lincomicina
por la sustitución de un átomo de cloro por un grupo Hidroxilo (HO). Es más eficaz contra las
infecciones que implican los tipos siguientes de organismos:

Cocos gram-positivos aerobios, incluyendo algunos estafilococos y estreptococos (eg. neumococos).

Bacilos gram-negativos anaerobios, incluyendo algunos miembros de los géneros de Bacteroides y


de Fusobacterium.

Se utiliza sobre todo para tratar las infecciones causadas por las bacterias anaerobias susceptibles.
Tales infecciones pudieron incluir infecciones como la septicemia y la peritonitis. En pacientes
alérgicos de la penicilina, la clindamicina se puede utilizar para tratar infecciones aerobias
susceptibles también. También se utiliza para tratar las infecciones del hueso causadas por
Staphylococcus aureus. El fosfato de clindamicina (tópico) se puede utilizar para tratar acné grave.

Formas disponibles

La clindamicina se administra comúnmente en cápsulas como clorhidrato o en suspensión oral como


clorhidrato del palmitato. Está también disponible para la inyección intravenosa como fosfato. En
preparaciones tópicas la clindamicina está como clorhidrato o fosfato.

Mecanismo de acción

La clindamicina tiene un efecto bacteriostático. Interfiere con la síntesis de las proteínas, en una
manera similar a la eritromicina y cloranfenicol, uniéndose a la subunidad 50S del ribosoma
bacteriano. Esto causa el antagonismo si son administrados simultáneamente y hace posible una
resistencia cruzada.

Farmacocinética

Casi toda la clindamicina oral (aproximadamente 90%) administrada se absorbe del tracto
gastrointestinal, y se distribuye extensamente a través del cuerpo, excepto en el sistema nervioso
central. Este fármaco no es inactivado por el ácido gástrico y las concentraciones plasmáticas no se
modifican mayormente cuando se administra con alimentos. La clindamicina se distribuye en
muchos sitios del cuerpo incluyendo: bilis, hueso, sinoviales, saliva, próstata y pleura y también se
acumula en PMN, macrófagos y abscesos. La Clindamicina atraviesa la barrera placentaria y aparece
en la leche materna, es parcialmente metabolizada en el hígado y su excreción es biliar y renal.
El fosfato de clindamicina, como inyección, es inactivo, pero se hidroliza rápidamente en la sangre
y la clindamicina se activa. Las altas concentraciones de clindamicina se pueden encontrar en la bilis
(100 veces superiores a las concentraciones en plasma).

Metabolismo

La mayoría de la clindamicina se metaboliza en el hígado, y algunos de sus metabolitos son activos,


por ejemplo N-dimetil y los disulfóxido metabolitos, y algunos son inactivos. La vida media de la
clindamicina es de 2 a 3 horas. La clindamicina activa y sus metabolitos se excretan sobre todo en la
orina y algo en la bilis.

Efectos secundarios

Los efectos secundarios comunes son principalmente desórdenes gastrointestinales. La


clindamicina puede causar una complicación frecuentemente anotada en los libros: colitis
pseudomembranosa, que es causado por el bacilo oportunista Clostridium difficile que prolifera
cuando las bacterias sensibles y flora saprófita a la clindamicina han sido eliminadas, permitiendo
que el C. difficile sobre-prolifere y que cause la inflamación. La colitis pseudomembranosa en la
mayoría de las veces, es un tipo de complicación en infecciones nosocomiales, pero la suspensión
del tratamiento además de las medidas adecuadas de apoyo, incluyendo la administración de
vancomicina o metronidazol, revierten este efecto. Los síntomas de la colitis pseudomembranosa
pueden manifestarse tanto durante como después del tratamiento antimicrobiano
Sulfonamida
Han sido utilizadas primariamente, para las infecciones del tracto urinario. En combinación con
trimethoprim, también se utilizan para el tratamiento de otitis, bronquitis, sinusitis y neumonías
por Pneumocystis carinii.

Fueron las primeras sustancias químicas que se utilizaron para curar y prevenir las infecciones
bacterianas en el humano. De los más de 5000 productos de esta familia desarrollados por los
investigadores, solo 20 se utilizan hoy en día de manera efectiva pues los gérmenes se han hecho
resistentes a ellas.

Características químicas

Sulfonamide-group.pngEl término sulfonamida ha sido utilizado como nombre genérico para


designar los derivados del para aminobenzene sulfonamide (sulfanilamida); la mayoría de ellas son
relativamente insolubles en agua, siendo muy soluble su sal sódica. El grupo SO2NH2 no es
esencial para su actividad antimicrobiana, que depende del grupo sulfur, unido directamente a un
anillo de benceno

Actividad terapéutica

Inicialmente, las Sulfonamidas eran muy activas contra una amplia gamma de bacterias
Grampositivos y gramnegativas. Aunque la aparición de cepas resistentes se ha vuelto cada vez
más común y su utilidad ha disminuido considerablemente. En términos generales las
sulfonamidas ejercen solo un efecto bacteriostático y los mecanismos de defensa humoral y
celular son esenciales para la erradicación final de la infección.

Espectro antibacteriano

In Vitro, entre los microorganismos usualmente susceptibles se encuentran, Streptococcus


pyogenes, Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae, H. ducreyi, Nocardia,
Actinomyces, Calimmatobacterium granulomatis y Chlamydia trachomatis. La Concentración
Inhibitoria Mínima (MIC) varia en un rango de desde 0.1 mcg/ml para C. trachomatis hasta 4 a 64
mcg/ml, para Escherichia coli. Las concentraciones plasmáticas pico, alcanzadas en vivo fluctúan
aproximadamente entre 100 a 200 mcg/ml.

Durante muchos años las Sulfonamidas fueron empleadas con éxito en las infecciones por
meningococcus, en la actualidad, los cero grupos B y C, son resistentes en los Estados Unidos. Una
situación similar prevalece con relación a Shigella, y E. coli, donde las Sulfonamidas fueron
empleadas de forma exitosa durante mucho tiempo.
Mecanismo de acción

Las Sulfonamidas son análogos estructurales y antagonistas competitivos del ácido para-
aminobenzoico (PABA) y por tanto impiden su utilización en la síntesis de ácido fólico. De forma
más específica, las Sulfonamidas son inhibidores competitivos de la dihidropteroato sintetasa,
enzimas bacterianas responsables de la incorporación del PABA en el ácido dihydroteroico,
precursor inmediato del ácido fólico. Los organismos más susceptibles son aquellos que sintetizan
en mayor escala su propio ácido fólico. No son susceptibles las bacterias capaces de utilizar folatos
preformados. La bacteriostasis inducida por sulfonamidas es contrarrestada competitivamente por
PABA.

Sinergismo de las sulfonamidas

Uno de los agentes que ejercen mayor efecto sinérgico cuando se utilizan simultáneamente con
las Sulfonamidas, es el trimethoprim. Este agente es un potente inhibidor competitivo y selectivo
de la dihidrofolato reductasa microbiana. Enzima que reduce el dihidrofolato a tetrahidrofolato. La
administración simultánea de Sulfonamida y trimethoprim produce un doble bloqueo secuencial
en la vía metabólica utilizada por los microorganismos en la síntesis de tetrahidrofolato a partir de
sus precursores moleculares.

Resistencia bacteriana adquirida

Se origina por dos mecanismos fundamentales: mutación espontánea y selección natural, o por
transferencia de plasmido de resistencia. Este tipo de resistencia cuando se desarrolla
generalmente es persistente e irreversible, particularmente cuando se produce en vivo. La
resistencia adquirida por las Sulfonamidas no produce resistencia cruzada con otros agentes
antibacterianos. En vivo, la resistencia adquirida, tiene escaso o nulo efecto, sobre la virulencia o
las características antigénicas de los microorganismos.

La resistencia a la Sulfonamida es consecuencia de una alteración en la constitución enzimática de


la bacteria, esta alteración puede estar caracterizada por:

1. Alteración en la enzima que utiliza PABA, dihidropteroato sintetasa.


2. Incremento en la capacidad de destruir o inactivar la droga.
3. Una vía metabólica alternativa para la síntesis de metabolitos esenciales.
4. Un incremento en la producción de metabolitos esenciales o antagonistas de la droga.

Características farmacocinéticas

Estas drogas son rápidamente absorbidas en el tracto gastrointestinal, con excepción de las
especialmente designadas para su efecto local en el intestino. Aproximadamente entre el 70 al
100%, de la dosis oral es absorbida, apareciendo en la orina 30 minutos después. Los niveles
plasmáticos picos se alcanzan entre las 2 y las 6 horas, en dependencia del tipo de droga. El
intestino delgado es el sitio de mayor nivel de absorción, aunque parte de la droga también es
absorbida desde el estómago. La absorción desde otros sitios como vagina, tracto respiratorio,
abrasiones de la piel, es variable y poco relevante, aunque quizás pueda explicar algunos
fenómenos de toxicidad y sensibilización atribuidos a la droga.Todas las Sulfonamidas se unen en
grado variable a las proteínas plasmáticas, particularmente la albúmina.

Las Sulfonamidas se distribuyen ampliamente a través de todo el organismo. La fracción difusible


de sulfadiazina se distribuye uniformemente, a través del agua corporal total, mientras que el
sulfisoxazole es mayormente confinado al espacio extracelular. Las Sulfonamidas penetran
ampliamente en el espacio pleural, sinovial y ocular. Después de su administración sistémica a
dosis adecuadas, sulfadiazina y sulfisoxazole alcanzan concentraciones en LCR, que resultan
efectiva. Las concentraciones varían entre el 10 y el 80% de las plasmáticas. Aunque debido a la
emergencia de microorganismos sulfamida-resistente, son utilizadas raramente en el tratamiento
de las meningoencefalitis bacteriana.

Las Sulfonamidas, atraviesan la placenta y alcanzan la circulación fetal. Las concentraciones


obtenidas en los líquidos fetales, son lo suficientemente altas para producir tanto, efectos
terapéuticos, como tóxicos. Las Sulfonamidas son acetiladas por el hígado, el mayor metabolito
resultante, es el N4-acetil Sulfonamida, el cual carece de actividad antimicrobiana, pero resulta
potencialmente tóxico. Las Sulfonamidas se eliminan en parte sin metabolizar, y en p arte como
productos metabólicos. Ambas formas se excretan por la orina, por lo que la vida media de las
Sulfonamidas en el organismo resulta dependiente de la función renal. Las Sulfonamidas más
antiguas pueden precipitar en forma de cristales en orinas ácidas, donde resultan insolubles. Estos
cristales pueden causar obstrucción urinaria. Tan solo una pequeña proporción es eliminada por la
bilis, heces, leche y otras secreciones.
Trimetoprima
La trimetoprima es un antibiótico bacteriostático derivado de la trimetoxibenzilpirimidina y de uso
casi exclusivo en el tratamiento de infecciones urinarias.1

La trimetoprima pertenece a un grupo de agentes quimioterapéuticos conocidos como inhibidores


de la dihidrofolato reductasa. Suele presentarse en combinación con el sulfametoxazol,
combinación que recibe el nombre de cotrimoxazol y que, en infecciones por organismos
susceptibles, es una presentación superior a la sulfonamida sola

Farmacocinética

La trimetoprima se administra por vía oral solo o acompañada de sulfametoxazol, combinación


que puede administrarse por vía intravenosa. La trimetoprima se absorbe eficazmente en el
sistema digestivo y se distribuye equitativamente entre los fluidos y tejidos corporales, incluyendo
el líquido cefalorraquídeo. Cruza la placenta y se excreta en la leche materna.3 Debido a que la
trimetoprima es más liposoluble que el sulfametoxazol, tiene un mayor volumen de distribución.
Por ello se suele combinar 1 parte de trimetoprima con 5 partes de sulfametoxazol, lo cual lleva a
una concentración plasmática máxima de 1:20, una relación óptima para los efectos combinados
de estos fármacos in vitro. Se metaboliza en el hígado, excretándose posteriormente sus dos
componentes por vía urinaria, por medio de filtración glomerular y secreción tubular activa. La
dosis de trimetoprima debe ser ajustada para pacientes con deficiencias renales. La semivida de
eliminación de trimetoprima es de 8-11 horas, lo que justifica su administración dos veces al día.
Pueden detectarse pequeñas cantidades de trimetoprima en heces, provenientes de la excreción
biliar de una pequeña proporción del fármaco circulante

Mecanismo de acción

La trimetoprima inhibe a la enzima dihidrofolato reductasa. En numerosos microorganismos la


efectividad de esta enzima es unas 50.000 veces mayor que la correspondiente a la enzima
presente en las células de mamíferos, lo cual explica el amplio margen terapéutico de la
trimetoprima. La dihidrofolato reductasa participa en la conversión del ácido dihidrofólico a su
forma funcional, el ácido tetrahidrofólico. Su inhibición agota las reservas de folato, un cofactor
esencial en la biosíntesis de purinas y, en último lugar, del ADN bacteriano, por lo que su inhibición
impide la división del microorganismo. Junto con las sulfamidas, la trimetoprima produce un
bloqueo secuencial de la cadena metabólica, de modo que ambos medicamentos son sinérgicos
cuando actúan en conjunto.
Interacciones

El uso simultáneo de trimetoprima y dapsona generalmente aumentará las concentraciones


plasmáticas de ambos medicamentos.

Trimetoprima puede reducir la excreción renal e incrementar las concentraciones sanguíneas de


zidovudina y lamivudina.

Rifampicina puede reducir las concentraciones de trimetoprima.

Con el uso conjunto con ciclosporina puede haber riesgo incrementado de nefrotoxicidad.

El uso simultáneo con diuréticos puede originar hiponatremia....

Interferencias con pruebas de laboratorio: la trimetoprima, puede interferir en la determinación


de metotrexato sérico por el método de la fijación proteica competitiva, pero no hay interacción
aplicando el método de determinación de metotrexato por radioinmunoensayo. Puede también
alterar los resultados de la prueba de Jaffé (determinación de creatinina, alcalinizada con ácido
pícrico), elevando los valores aproximadamente en un 10%.

Resistencia

La resistencia bacteriana a la trimetoprima puede ser el resultado de una reducción en la


permeabilidad celular, la sobreproducción de la enzima dihidrofolato reductasa o la producción de
una reductasa de conformación alterada con disminución de la afinidad por el antibiótico. Dichas
formas de resistencia pueden aparecer por mutación o, más frecuentemente, por la intervención
de reductasas resistentes codificadas por plásmidos.4 Estas enzimas reductasas pueden estar
codificadas dentro de los transposones de los plásmidos conjugados, caracterizados por mostrar
un amplio abanico de huéspedes microbianos. Esto explicaría la rápida y extensa diseminación de
la resistencia a la trimetropima entre numerosas especies bacterianas.

Indicaciones

Infecciones de vías urinarias bajas.

Crisis agudas de bronquitis crónica.

Otitis media aguda en niños.

Enterocolitis y diarrea del viajero producidas por gérmenes sensibles a la asociación.

También se ha aprobado en algunos países para tratar y prevenir la neumonía causada por
Pneumocystis carinii en pacientes inmunodeprimidos, la toxoplasmosis y la nocardiasis.
Efectos adversos

Para la calificación de reacciones adversas a este medicamento se siguen los criterios de la CIOSM:

Infrecuentes: alteraciones gastrointestinales, náuseas, vómitos, diarrea y pérdida del apetito.


Cambios hematológicos, principalmente leucopenia, neutropenia y trombocitopenia.

Raras: glositis, anemia megaloblástica, agranulocitosis y púrpura.

Muy raras: síndrome de Stevens-Johnson, necrólisis epidérmica tóxica, necrosis hepática


fulminante, anemia aplásica.

Contraindicaciones

Embarazo y lactancia.

Discrasias sanguíneas, en especial anemia megaloblástica.

Porfiria.

Deberá emplearse con precaución en pacientes con insuficiencia renal o hepática, o con
deficiencias de ácido fólico (desnutrición o alcoholismo), o con deficiencias congénitas de glucosa-
6-fosfato-deshidrogenasa.

En caso de insuficiencia renal, las dosis deben ser reducidas.


Quinolona
Las quinolonas son un grupo de agentes quimioterapeuticos (agentes con actividad antimicrobiana
con toxicidad selectiva) sintéticos, es decir, que no son producidos por microorganismos, a
diferencia de los antibióticos. La mayor parte de las quinolonas usadas en la clínica son del grupo
de las fluorquinolonas (o fluoroquinolonas), caracterizadas por tener un grupo fluoruro en el anillo
central, normalmente en posición 6.

Actualmente existen cuatro generaciones de quinolonas usadas como agentes quimioterápicos ,


entre los que se pueden encontrar, como conocidos exponentes, el ácido nalidíxico, el
ciprofloxacino, el ofloxacino, el moxifloxacino y el levofloxacino. Estos compuestos suelen
utilizarse contra microorganismos resistentes a antibióticos

Mecanismo de acción

Las quinolonas de primera y segunda generación inhiben selectivamente el dominio ligasa de la


ADN girasa bacteriana (topoisomerasa II) dejando intacto el dominio nucleasa. La actividad de la
ADN girasa en bacterias gram negativas es constante y esencial para el mantenimiento de la
topología del ADN bacteriano. La actividad nucleasa sin la acción acompasada del dominio ligasa
produce la fragmentación del ADN bacteriano. Las quinolonas de tercera y cuarta generación son
más selectivas al dominio ligasa de la topoisomerasa IV, por lo tanto, son más adecuadas para
cubrir infecciones de bacterias gram positivas.1

Interrumpe la reproducción bacteriana y la replicación del ácido ribonucleico, se necesita que


estén separados los dos cordones de la doble hélice del ADN. Sin embargo, todo lo que separe los
cordones ocasiona un desenrollado o un superenrollado positivo excesivo del ADN. Este proceso
es regulado por la ADN girasa, la cual se encarga de la introducción continua de superespiras
negativas, lo que alivia el enrollamiento del ADN.

El grupo antibiótico quinolonas bloquea la actividad de la subunidad A de la ADN girasa bacteriana


(topoisomerasa II).2 Tienen una acción bactericida rápida, que es dosis dependiente (en relación
con la concentración del antibiótico). Las quinolonas interfieren en la replicación del ADN al
bloquear o inhibir las enzimas topoisomerasa II y topoisomerasa IV, enzimas esenciales para la
topología del ADN. La ADN girasa es un tipo de topoisomerasa II y uno de los blancos predilectos
de las quinolonas para el caso de bacterias Gram-negativas. La ADN topoisomerasa IV, descubierta
tiempo después de que se descubrió la ADN girasa, es otro de los objetivos de las quinolonas en el
caso de bacterias Gram-positivas, al mismo tiempo de que se han detectado una cantidad de
especies bacterianas en las cuales el mecanismo de acción involucra la inhibición de ambas
enzimas.3 Ambas enzimas son vitales para la vida de la bacteria en el sentido de que la
transcripción, replicación, reparación y almacenamiento del ADN depende indirectamente del
buen funcionamiento de dichas enzimas; inhibir estas enzimas da como resultado la aniquilación
de la bacteria.
Se cree que el mecanismo de acción de las quinolonas, desde el punto de vista químico, involucra
la interacción de las funciones carbonilo, carboxilo y flúor con residuos de ácido aspártico, serina y
lisina de las enzimas arriba citadas y con los residuos de purina, guanina y magnesio(II) presentes
en el ADN. Estas interacciones crean un "cerrojo" a las topoisomerasas, las cuales no pueden
efectuar al movimiento (impulsado por ATP) para abrir las hebras de ADN, lo que da al traste con
los procesos nucléicos necesarios para la vida de la bacteria.

Efecto quelante

Las quinolonas poseen una función carboxilato que por sí misma posee la capacidad de formar
sales con iones metálicos. La presencia de un carbonilo en la posición C3 adyacente al carboxilato
hace un efecto quelante en virtud de su carácter extractor de densidad electrónica, lo cual se
combina para formar fuertes quelatos metálicos. Los quelatos metálicos con los iones de metales
de valencia superior como, por ejemplo, aluminio (III), magnesio (II), calcio (II), hierro (II y III) y
cobre (II), usualmente conlleva a la formación de complejos metálicos insolubles en agua que
pueden interferir con los niveles óptimos de concentración en sangre de la quinolona. Esto no solo
es inconveniente desde el punto de vista de formulación del fármaco, sino también por la
interacción con alimentos (especialmente derivados lácteos), con otros medicamentos (como los
antiácidos a base de aluminio y magnesio) y también su interacción con suplementos alimenticios
que contengan sales de hierro como fuente de hierro adicional.

El problema de la quelatización puede ser evitado administrando conjuntamente un medio ácido


para así prevenir la formación del carboxilato al favorecer la formación de la forma ácido
carboxílico de la función carboxilato. Si tal coadministración es imposible, entonces es necesario
asegurarse de que el paciente no coma nada una hora antes o una hora después de la
administración del fármaco.

Farmacocinética

Las quinolonas se absorben adecuadamente una vez ingeridas y se distribuyen de manera amplia
en los diversos tejidos corporales. Después de ingerir los fármacos, los alimentos no aminoran la
absorción, pero pueden prolongar el lapso que media hasta que se alcanzan las concentraciones
máximas. La dosis depende de la quinolona administrada.

La biodisponibilidad de las fluoroquinolonas excede de 50 por ciento con todos los medicamentos;
con algunos rebasa el 95 por ciento. La vida media plasmática varía de 3 a 5 horas, con el
norfloxacino y el ciprofloxacino, hasta 20 horas con la esparfloxacina. El volumen de distribución
es grande y las concentraciones en la orina son mayores que las observadas en el suero.
Efectos adversos
Inicialmente fueron considerados antibióticos muy seguros, pero con la experiencia se hicieron
evidentes varios efectos adversos. Por ejemplo, se supo de numerosos casos de rotura
espontánea de tendones, especialmente cuando se usaban conjuntamente con corticoides. La
incidencia de este efecto es especialmente rara, con menos de un caso por 10.000
personas/año.12

Neuropatía periférica (daño nervioso). Se han observado casos raros de polineuropatía axonal
sensorial o sensorial motora que genera parestesias, hipoestesias, disestesia y debilidad en
pacientes que consumen quinolonas. A fin de prevenir que se desarrolle un padecimiento
irreversible, el tratamiento debe descontinuarse si el paciente experimenta síntomas
de neuropatía con dolor, quemazón, hormigueo, adormecimiento y/o debilidad o si se
observan déficits en el tacto suave, en la sensibilidad al dolor, a la temperatura, a la
percepción de la postura y de las vibraciones y/o en la fuerza motriz.

 Daño tendinoso. En pacientes que reciben tratamiento con quinolonas se ha observado


ruptura de los tendones del hombro, de la mano, del tendón de Aquiles o de otros tendones
que requieren intervención quirúrgica o que generan una discapacidad prolongada. Los
análisis realizados después de la comercialización señalan que este riesgo puede aumentar
en pacientes que están recibiendo un tratamiento concomitante con corticoesteroides,
sobre todo si se trata de personas en la tercera edad. El tratamiento con fluoroquinolona
debe interrumpirse si el paciente percibe dolor, inflamación o si se rompe un tendón. Los
pacientes deberán descansar e interrumpir el ejercicio hasta que se haya descartado el
diagnóstico de una tendinitis o de la ruptura de un tendón, más frecuente el tendo de
aquiles.. La ruptura de un tendón puede ocurrir durante o después de un tratamiento con
quinolonas.

 Las quinolonas en pediatría están contra indicadas antes de los 14 años, debido a su efecto
sobre el cartílago en crecimiento sobre el cual producen cierre precoz.
Otros problemas descritos:

 Problemas cardíacos (prolongación de intervalos QT en el electrocardiograma/torsades de


pointes)
 colitis pseudomembranosa
 rabdomiolisis (daño en el tejido muscular)
 síndrome de Stevens-Johnson
 hipoglucemia
 psicosis
El uso de fluoroquinolonas en aves de corral y ganado hizo posible que las cepas de las
bacterias resistentes a los antibióticos y agentes patógenos en los animales entren en el cuerpo
humano. Por consiguiente, algunas versiones humanas de este medicamento no resultaron
eficaces para el tratamiento de personas infectadas por estas bacterias, que en los humanos se
volvieron resistentes a los antibióticos, lo que podría ser mortal para los ancianos, los niños y
todas aquellas personas que presentan sistemas inmunes deprimidos o condiciones debilitadas.
Las fluoroquinolonas suelen prescribirse para el tratamiento de enfermedades gastrointestinales
graves, entre ellas las provocadas por Campylobacter y Salmonela. Campylobacterrepresenta
cerca de dos millones de casos de la enfermedad y 100 muertes cada año, y a Salmonela se
atribuyen 1,3 millones de casos y 500 muertes al año. Muy pocas bacterias se encontraron
resistentes a las fluoroquinolonas hasta que estos fármacos comenzaron a utilizarse en aves
de corral en 1995. En 1998, el 13 por ciento de los casos de Campylobacter estudiados en seres
humanos fueron resistentes a las fluoroquinolonas, y en 1999 casi el 18 por ciento de casos
de Campylobacter se encontraron resistentes.
Después de la información recolectada, los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud han
abogado durante años por su prohibición.

Indicaciones

infecciones de vías urinarias

prostatitis

infecciones de transmisión sexual: incluye Neisseria gonorrhoeae, Chlamydia trachomatis y


Haemophilus ducreyi.

Infecciones del tubo digestivo y del abdomen con los siguientes gérmenes: E. coli, Shigella,
Salmonella, vibrión colérico, diarrea en el paciente con sida y elimina el estado del portador fecal
crónico. Es efectiva para tratar episodios de peritonitis en los enfermos renales sometidos a diálisis
peritoneal.

Infecciones de vías respiratorias

Tienen poca actividad in vitro contra el Streptococcus pneumoniae y contra bacterias anaerobias,
y es un factor limitante principal del empleo de las quinolonas en el tratamiento de la neumonía
adquirida en la comunidad y en la bronquitis de origen comunitario.

Infecciones de huesos, articulaciones y tejidos blandos:

La terapéutica de la osteomielitis crónica obliga a utilizar, durante semanas o meses, antibióticos


que sean efectivos contra cepas de Staphylococcus aureus y contra bacilos gram negativos. Han
ocurrido casos de ineficacia en el tratamiento, por aparición de resistencia en cepas de
Staphylococcus aureus, Pseudomona aeruginosa y Serratia marcescens.
Penicilinas e inhibidores de las beta lactamasas
Pocos descubrimientos han tenido un impacto mayor en la práctica de la medicina que las
penicilinas. Las primeras que se derivaron, llamadas penicilinas naturales, proporcionaron
la terapia definitiva para muchas infecciones anteriormente letales. Con la prevalencia
creciente de cepas de Staphylococcus aureus resistentes a la penicilina durante los años
1950, se hicieron esfuerzos por producir congéneres que no fueran susceptibles a la
penicilinasa elaborada por esos organismos.
Clasificación
1. Bencilpenicilina y sus formas parenterales de acción prolongada.
a. Bencilpenicilina
b. Penicilina benetamina
c. Penicilina benzatínica
d. Penicilina clemizol
e. Penicilina procaínica
2. Penicilinas absorbibles oralmente, semejantes a la bencilpenicilina.
a. Azidocillín
b. Fenetecillín
c. Fenoximetilpenicilina
3. Penicilinas resistentes a ß-lactamasas staphylocócicas.
a. Isoxazolil-penicilinas
i. Cloxacillín
ii. Dicloxacillín
iii. Oxacillín
iv. Fluoroxacillín
b. Meticillín
c. Nafcillín
4. Penicilinas de amplio espectro
a. Ampicillín
b. Ésteres del ampicillín
i. Bacampicillín
ii. Lenampicillín
c. Compuestos similares al ampicillín
i. Amoxicillín
ii. Mecillinam (amdinocilina)
iii. Ciclacillín
5. Penicilinas antipseudomónicas
a. Acilureidopenicilinas
i. Azlocillín
ii. Mezlocillín
iii. Piperacillín
b. Carboxipenicilinas
i. Carbenicillín
ii. Ticarcillín
6. Penicilinas resistentes a ß-lactamasas (de enterobacterias)
a. Foramidocillín
b. Temocillín

Farmacocinética
La absorción oral difiere en las diferentes penicilinas. La penicilina G no se absorbe bien
mientras que la V resiste la inactivación gástrica y se absorbe mucho mejor. La amoxicilina
se absorbe mejor que la ampicilina (95% contra 40%). Las penicilinas antiestafilocócicas,
oxacilina y dicloxacilina, son estables al ácido gástrico y se absorben adecuadamente. La
penicilina G benzatínica tiene una absorción lenta desde su depósito intramuscular. Esto
determina que los niveles séricos alcanzados sean bajos y por tanto solo es adecuada para
el tratamiento de infecciones por gérmenes extremadamente sensibles como
Streptococcus pyogenes, y para el tratamiento de la sífilis. Las penicilinas se distribuyen en
muchos compartimentos como pulmones, hígado, músculo, hueso y placenta. La
penetración en ojo, cerebro, LCR y próstata es pobre en ausencia de inflamación. En la
sangre los betalactámicos circulan como sustancias libres o unidas a las proteínas
plasmáticas, relacionándose esta unión con la semivida del antibiótico; solo la fracción libre
de la droga es activa y capaz de penetrar al espacio extracelular. Los betalactámicos son
sustancias poco lipofílicas, su penetración intracelular es escasa, no alcanzando casi nunca
concentraciones mayores del 25% al 50% de las concentraciones plasmáticas. La excreción
es renal. Puede ser bloqueada con la administración de probenecid, lo que prolongada la
vida media sérica.
Farmacodinamia
La actividad antibacteriana de la penicilina, como todos los antibióticos b-lactámicos, se
debe a su inhibición de la síntesis de la pared celular bacteriana. Sin embargo, el concepto
de que la penicilina mata las bacterias simplemente mediante el bloqueo de la síntesis de
la pared celular es demasiado simplista. El mecanismo preciso mediante el cual la penicilina
mata las células bacterianas es desconocido, aunque la estimulación de la producción de
radicales hidroxilo nocivos que dañan irreversiblemente la célula parece ser una vía común
final de los antibióticos bactericidas, incluidas las penicilinas.
Las reacciones sensibles a la penicilina están catalizadas por una familia de proteínas
estrechamente relacionadas, las proteínas de unión a penicilinas (PBP). Las b-lactamasas
son PBP que catalizan la hidrólisis del anillo b-lactámico. Excepto estas enzimas, que pueden
secretarse o estar asociadas a la membrana, las PBP están ligadas a la membrana. Las PBP
se inhiben por la acción de los antibióticos b-lactámicos mediante la formación de un enlace
covalente del residuo de serina del centro activo.
El efecto letal, tanto en microorganismos grampositivos como gramnegativos, parece
depender del ciclo celular, dado que la inhibición de las PBP produce una interrupción de
un acontecimiento crucial probablemente en el momento de la división celular. La hipótesis
es que esta alteración de la morfogénesis inicia la muerte celular.
Resistencia bacteriana
Cuatro mecanismos son los responsables de la resistencia bacteriana clı´nicamente
significativa tanto a las penicilinas como a otros antibióticos b-lactámicos: 1) destrucción
del antibiótico mediante b-lactamasas, 2) fracaso del antibiótico para atravesar la
membrana externa de los microorganismos gramnegativos para alcanzar las PBP, 3)
bombeo del fármaco a través de la membrana externa de las bacterias gramnegativas y 4)
unión de baja afinidad del antibiótico a las PBP objetivo. La destrucción del antibiótico por
las b-lactamasas es el mecanismo de resistencia más frecuente, y en las bacterias
gramnegativas y en Pseudomonas aeruginosa, en particular, a menudo se acompaña de
bombeo. Las b-lactamasas reaccionan de forma covalente con el anillo b-lactámico, lo
hidrolizan con rapidez y destruyen la actividad del fármaco.
Propiedades farmacológicas
Penicilina G extremadamente insoluble que por tanto se libera muy lentamente de los
depósitos intramusculares y se hidroliza en la sangre, dando origen a bajos valores de
concentración de bencilpenicilina, aunque de acción muy prolongada. Su ventaja radica en
que cuando se requieren concentraciones séricas bajas de penicilina, una sola inyección de
1.2 millones de unidades proporciona efecto terapéutico hasta por un mes. Al igual que la
penicilina G, su actividad antibacteriana es contra casi todas las bacterias grampositivas,
especies de Neisseria y algunos microorganismos gramnegativos no productores de
penicilinasa. Su acción bactericida se debe a que inhibe la reacción de transpeptidación, lo
que impide la formación del peptidoglucano, componente de la pared celular bacteriana.
También inhibe la división y el crecimiento celular, y produce alargamiento y lisis de los
organismos susceptibles. Sin embargo, la resistencia bacteriana a la penicilina va en
aumento debido a la elaboración bacteriana de lactamasas beta (penicilinasas), enzimas
que la destruyen. Después de su depósito intramuscular, las concentraciones plasmáticas
máximas de penicilina se alcanzan en 24 h y se mantienen relativamente estables y
terapéuticamente útiles por un periodo de 21 a 28 días. Su distribución es amplia en líquidos
y tejidos corporales, aunque su penetración en el líquido cefalorraquídeo es deficiente, aun
con las meninges inflamadas. La mayor parte de la penicilina se excreta por los riñones.
Reacciones adversas y toxicidad
Los principales efectos adversos de las penicilinas son las reacciones de hipersensibilidad,
de gravedad variable desde exantema a anafilaxia.
Las reacciones de hipersensibilidad, oscilan en severidad clínica desde la ligera erupción
cutánea (con eosinofilia variable) pasando por enfermedad del suero hasta anafilaxia y
muerte inmediata. Algunas veces se ha continuado tratando con penicilinas a pacientes con
rash y eosinofilia cuando tal terapia es justificada (endocarditis enterocóccica). Aunque
todas las penicilinas son capaces de producir reacciones de hipersensibilidad, las erupciones
cutáneas parecen ser más comunes con la ampicilina que con otros congéneres (7 contra 3
por ciento). Entre los pacientes que tienen mononucleosis infecciosa o infección por
citomeglavirus es casi universal una enfermedad conocida como reacción de la piel a la
ampicilina.
Uso clínico
La penicilina G sigue siendo el fármaco principal para tratar las infecciones producidas por
Streptococcus pyogenes, cepas de Streptococcus pneumoniae sensibles a la penicilina y
enterococos. La penicilina G intravenosa sigue siendo el tratamiento de elección de
lameningitis neumocócica y meningocócica, la endocarditis estreptocócica y enterocócica
(en el último caso en combinación con gentamicina) y la neurosífilis.
Las penicilinas penicilinasa-resistentes siguen siendo los agentes de elección para casi todas
las enfermedades estafilocócicas pese a la creciente frecuencia de aislamiento de los
microorganismos meticilina resistente. En caso de gérmenes resistentes a la meticilina,
cefalosporinas, aminoglucósidos, tetraciclinas, eritromicina y clindamicina, el antibiótico de
elección sería la vancomicina como único agente o asociado a rifampicina.
La penicilina G benzatínica es una sal de muy baja hidrosolubilidad para inyección
Intramuscular (IM) y produce concentraciones bajas pero prolongadas, por lo que una sola
inyección de 1,2 millones de unidades IM es tratamiento satisfactorio para la faringitis
estreptocócica betahemolítica y proporciona además, una profilaxis adecuada contra la
reinfección por este germen. La penicilina G benzatínica es terapéutica eficaz en la sífilis
latente.
Cefalosporinas
Son productos de origen natural derivados de productos de la fermentación del
Cephalosporium acremonium. Contienen un núcleo constituído por ácido 7-
aminocefalosporánico formado por un anillo betalactámico unido a un anillo de
dihidrotiazino. Modificaciones en la posición del ácido 7-aminocefalosporánico están
asociadas con la alteración en su actividad antibacteriana y sustituciones en la posición
están asociadas a alteraciones en la farmacocinética y en los parámetros metabólicos del
agente.
Farmacocinética
La mayoría de las cefalosporinas son de administración parenteral, aunque existe un
número creciente de formulaciones para vía oral como la cefalexina, cefradina, cefadroxil,
cefuroxime axetil y otras. La absorción gastrointestinal de estos compuestos es buena. Se
obtienen buenas concentraciones en líquidos biológicos y suero. No se obtienen buenas
concentraciones intracelulares. Cefotaxime, ceftriaxona, cefoperazona y cefepime entran
en el LCR alcanzando altas concentraciones. Todas las cefalosporinas, excepto cefoperazona
de excreción biliar, se excretan primariamente por el riñón. Ceftriaxona tiene la vida media
más largas (8 horas) lo que permite su administración 1 o 2 veces al día, mientras las demás
tienen un esquema de dosificación cada 6 u 8 horas.
Farmacodinamia
Las cefalosporinas pueden llegar a matar a las bacterias susceptibles y aunque su
mecanismo de acción aún no se conoce completamente, existen conocimientos que
permiten conocer el fenómeno básico.
Recientemente se han revelado en la membrana citoplasmática de las bacterias, múltiples
proteínas, a las cuales se unen los betalactámicos específicamente por enlaces covalentes,
éstas se han dominado proteínas de unión a las penicillinas; varían de una especie
bacteriana a otra y se clasifican de acuerdo con su número y peso molecular. Algunas de
ellas parecen tener actividad transpeptidasa.
Resistencia bacteriana
El microorganismo puede ser intrínsecamente resistente debido a diferencias estructurales
en las enzimas que son los objetivos de estas drogas; una especie sensible puede adquirir
este tipo de resistencia por mutación, aunque este mecanismo es poco relevante en el caso
de los antibióticos betalactámicos.
Clasificación
Se definen cuatro generaciones de cefalosporinas:

 Las cefalosporinas de primera generación muestran una actividad centrada sobre


todo en las bacterias grampositivas.
 Los fármacos de segunda generación tienen actividad potenciada sobre los bacilos
gramnegativos, pero mantienen grados variables de actividad frente a los cocos
grampositivos.
 Las cefalosporinas de tercera generación tienen una potencia muy aumentada
frente a los bacilos gramnegativos.
 La cuarta generación tiene el mayor espectro de actividad.
Propiedades farmacológicas
Las cefalosporinas son compuestos polares solubles en agua. En cada una de las
clasificaciones de primera, segunda y tercera generación existen formulaciones orales y
parenterales. Los compuestos de cuarta generación y los fármacos activos frente a SARM
sólo están disponibles para su uso por vía parenteral. Las formulaciones parenterales
pueden administrarse por vía intravenosa o intramuscular. Todas las formulaciones
parenterales, a excepción de la cefradina, son estables en disolución a temperatura
ambiente durante 24 horas o más. La estabilidad del fármaco a temperatura ambiente
facilita el uso de estos compuestos para tratamiento intravenoso domiciliario, incluidas las
perfusiones continuas. Muchos de los compuestos parenterales también se pueden
administrar por vía intraperitoneal para tratar las infecciones peritoneales asociadas a la
diálisis peritoneal ambulatoria continua. Las formulaciones de las cefalosporinas orales
están disponibles en forma de comprimidos o cápsulas y como suspensiones.
Reacciones adversas y toxicidad
Tromboflebitis (1 %). Dolor en el lugar de la inyección intramuscular. Náuseas, vómitos y
dolor abdominal (3 %) con los preparados orales. Diarrea inespecífica o por Clostridium
difficile. Las cefalosporinas parenterales se excretan por la bilis (cefoperazona; ceftriaxona;
moxalactán); causa diarrea en el 2 % de los casos; la ceftriaxona puede originar la aparición
de barro biliar.
Reacciones de hipersensibilidad (2 %): prurito, exantema; anafilaxia, fiebre, enfermedad del
suero, adenopatías. La incidencia es inferior a la observada con penicilina; alrededor del 10
% de pacientes alérgicos a la penicilina presenta alergia a las cefalosporinas.

Espectro de actividad
Son activas contra los gérmenes que cubren la primera generación de cefalosporinas, pero
además, amplían su espectro contra los gérmenes gramnegativos y algunos anaerobios.
La cefuroxima constituye el único de estos medicamentos que es capaz de atravesar la
barrera hematoencefálica en cantidades suficientes para ser útil.
Uso clínico
Las cefalosporinas de primera generación continúan siendo el antimicrobiano de elección
para la terapéutica empírica como un solo fármaco en muchas enfermedades infecciosas
adquiridas en nuestro medio. Por su actividad predominante frente a cocos grampositivos
constituyen los antimicrobianos de primera línea en la mayor parte de las infecciones
cutáneas y de los tejidos blandos, excepto en las infecciones por úlcera de decúbito y en las
de miembros inferiores de pacientes diabéticos en los cuales debemos usar antimicrobianos
como una cobertura anaeróbica, son sumamente eficaces en el tratamiento de la sepsis
urinaria y colecistitis no complicada al inhibir a la Escherichia Coli; Proteus Mirabilis y
Klebsiella Pneumoniae.
Son útiles también las cefalosporinas de primera generación en el tratamiento de
neumonías, excepto en infecciones severas por Haemophilus Influenzae y Klebsiella
Pneumoniae; aunque esta última es sensible in vitro es preferible usar cefalosporinas de
generaciones más recientes, debido a que tienen una actividad superior frente a ellas.

Carbapenémicos y monobactámicos
Los carbapenémicos más conocidos son el imipenem y el meropenem, aunque actualmente
se encuentran en fase experimental algunos derivados de este grupo, los más
sobresalientes son el panipenem y el biapenem.
Dentro de los monobatámicos, el más utilizado es el aztreonam, aunque existen otros como
el tigemonam y el caromonam, que comienzan ya a ser introducidos en el mercado por su
actividad esencialmente contra gérmenes gramnegativos.
Farmacocinética
Estos compuestos son de administración parenteral. Mediante la administración
intravenosa suelen alcanzarse con rapidez concentraciones plasmáticas elevadas. Se
distribuyen ampliamente. El imipenem sufre inactivación por las hidroxipeptidasas renales,
por ello se combina con cilastatina (inhibidor de hidroxipeptidasas) de manera de lograr
concentraciones séricas adecuadas.
Farmacodinamia
Los antibióticos betalactámicos son agentes bactericidas que inhiben la síntesis de la pared
celular bacteriana e inducen además un efecto autolítico. La destrucción de la pared celular
bacteriana se produce como consecuencia de la inhibición de la última etapa de la síntesis
del peptidoglicano. El peptidoglicano está constituido por largas cadenas de glúcidos,
formadas por la repetición de moléculas de ácido N-acetilmurámico y N-acetilglucosamina.
El ácido murámico fija cadenas de tetrapéptidos que se unen entre sí para formar una malla,
directamente (gramnegativos) o mediante un pentapéptido (grampositivos). Los
betalactámicos inhiben precisamente esta unión o transpeptidación, última etapa de la
síntesis de la pared celular. De este modo, la pared queda debilitada y puede romperse por
la presión osmótica intracelular. Para que actúen los betalactámicos es necesario que la
bacteria se halle en fase de multiplicación, ya que es cuando se sintetiza la pared celular.
Los betalactámicos también actúan activando una autolisina bacteriana endógena que
destruye el peptidoglicano. La lisis se produce con concentraciones que superan entre 4 y
10 veces la CIM de un determinado microorganismo. Las bacterias que carecen de autolisina
son inhibidas pero no destruidas, por lo que se dice que son tolerantes. Se define el
fenómeno de tolerancia como la necesidad de una concentración al menos 32 veces mayor
a la CIM para que un antimicrobiano destruya una cepa bacteriana.
La actividad bactericida de los betalactámicos disminuye cuanto mayor es el tamaño del
inóculo bacteriano; este hecho es especialmente relevante en el tratamiento de los
abscesos, donde además las poblaciones bacterianas pueden hallarse en fase estacionaria.
Resistencia bacteriana
La resistencia a los antibióticos carbapenémicos está mediada por cuatro mecanismos
distintos: 1) producción de una b-lactamasa que hidroliza los carbapenémicos (así´ como
otros b-lactámicos), 2) disminución de la permeabilidad, debido sobre todo a la ausencia de
OprD en las bacterias gramnegativas, por lo general asociada a la producción de una b-
lactamasa, 3) expulsión del fármaco a través de la membrana externa en las bacterias
gramnegativas y 4) producción de una PBP diana alterada o de baja afinidad.
Propiedades farmacológicas
Aztreonam, el único monobactámico disponible para uso clínico, posee una excelente
actividad sobre bacterias gramnegativas aerobias y facultativas. Por el contrario, carece de
actividad frente a grampositivos y bacterias anaerobias.
Son una clase única de betalactámicos que presentan el mayor espectro de actividad
conocido dentro de este grupo de antibióticos. Imipenem es el primer carbapenem
desarrollado para uso clínico. Es un derivado semisintético producido por Steptomyces spp.
Reacciones adversas y toxicidad
Los carbapenémicos suelen tolerarse bien y comparten unos perfiles de toxicidad similares.
Los efectos adversos más frecuentes consisten en exantema, urticaria, hipersensibilidad
inmediata, reacciones cruzadas con las penicilinas, diarrea y náuseas. Estos antibióticos no
parecen tener una propensión especial a causar efectos adversos graves, colitis
seudomembranosa, anomalías de la coagulación, nefrotoxicidad ni hepatotoxicidad.
Uso clínico
Debido a su amplio espectro antibacteriano, que cubre bacterias grampositivas,
gramnegativas y anaerobias, los carbapenémicos son útiles para tratar una gran variedad
de infecciones, como bacteriemias, infecciones óseas y de tejidos blandos, obstétrica y
ginecológica, infecciones urinarias complicadas, sepsis intraabdominal y neumonía. El
doripenem, imipenem o meropenem son apropiados sobre todo para el tratamiento de
infecciones causadas por Enterobacteriaceae resistentes a cefalosporinas, incluidas las
productoras de b-lactamasa de espectro extendido y las productoras de AmpC, como S.
marcescens, Providencia spp., C. freundii y Enterobacter spp.; para el tratamiento de
infecciones causadas por P. aeruginosa, como tratamiento empírico en casos graves en
pacientes tratados previamente con múltiples antibióticos; y para el tratamiento de
infecciones polimicrobianas en las que si no serían necesarias pautas de varios fármacos
con un mayor coste o unos efectos secundarios potencialmente más graves. Un
carbapenem (distinto al ertapenem) es un fármaco de elección para el tratamiento de las
infecciones causadas por cepas multirresistentes de Acinetobacter baumannii, que son
sensibles a los carbapenémicos, aunque la resistencia a estos antibióticos es un problema
creciente.
Aminoglucósidos
La actividad antimicrobiana de los aminoglucósidos puede ser aditiva o sinérgica con la de
las penicilinas o las cefalosporinas frente a las infecciones por bacilos aerobios
gramnegativos o cocos aerobios gramnegativos. La prevalencia de la resistencia a los
aminoglucósidos se ha mantenido baja, y la aparición de resistencia bacteriana durante el
tratamiento ha sido infrecuente.
Farmacocinética
Los aminoglucósidos no se absorben por el tracto gastrointestinal, de manera que hay que
administrarlos por vía parenteral. Por vía intramuscular se absorben totalmente,
obteniéndose la concentración máxima (Cmáx) sérica entre 30 y 90 min.
Se distribuyen libremente en el espacio vascular y de forma relativamente libre en el líquido
intersticial de la mayoría de los tejidos, debido a su escasa unión a proteínas y alto nivel de
solubilidad. La administración en aerosol consigue en la secreción bronquial mayor
concentración que la administración parenteral. Atraviesan mal la barrera
hematoencefálica, de manera que cuando se desea conseguir niveles adecuados en el
líquido cefalorraquídeo se recomienda la administración intraventricular o intratecal. En el
recién nacido la difusión a través de la barrera hematoencefálica es mejor. Difunden bien al
líquido sinovial, consiguiéndose niveles sólo algo menores que los plasmáticos. La inyección
subconjuntival proporciona niveles adecuados en el humor acuoso, pero ni la
administración parenteral ni la subconjuntival consigue niveles eficaces en el humor vítreo,
por lo que, en caso de endoftalmitis, hay que recurrir a la administración intravítrea.
Todos los aminoglucósidos son excretados por filtración glomerular sin alteración
metabólica previa. Más del 90% de la dosis administrada se recupera sin modificar en la
orina durante las primeras 24 h; el resto es lentamente reciclado en la luz tubular y puede
ser detectado en la orina durante un tiempo superior a 20 días.
Farmacodinamia
Los aminoglucósidos muestran un patrón de actividad bactericida que es dependiente de la
concentración (ABDC) del antimicrobiano, pero no del tiempo de exposición de las
bacterias. Por tanto, el objetivo del tratamiento con aminoglucósidos debe ser incrementar
al máximo la Cmáx administrando la dosis más alta posible que permita el límite de
toxicidad. Los estudios clínicos han comprobado que existe una relación directa entre la
Cmáx del aminoglucósido y la respuesta terapéutica en el tratamiento de la bacteriemia y
la neumonía por bacilos gramnegativos y que existe una graduación dosis-respuesta entre
el cociente entre concentración máxima y concentración inhibitoria mínima (Cmáx/CIM) y
la respuesta clínica. Asimismo, se ha constatado que un cociente Cmáx/CIM consigue el
máximo efecto bactericida y disminuye la selección de subpoblaciones resistentes.
Resistencia bacteriana
Como con otros antimicrobianos, la resistencia a los aminoglucósidos puede ser intrínseca
o adquirida. La resistencia intrínseca puede ser enzimática o no. Para que los
aminoglucósidos entren en una bacteria, debe existir una cadena de transporte activo de
electrones suficiente para generar una diferencia de potencial eléctrico a través de la
membrana. Por tanto, las bacterias anaerobias tienen una resistencia intrínseca a los
aminoglucósidos.
Clasificación

 Estreptomicina: Estreptomicina
 Kanamicina: Kanamicina Amicacina Tobramicina Dibekacina
 Gentamicina: Gentamicina Netilmicina
 Neomicina

Propiedades farmacológicas
El efecto antibacteriano de los aminoglucósidos depende de la concentración alcanzada,
puesto que la capacidad bactericida está en relación con la concentración plasmática, o lo
que es lo mismo, a mayor concentración, mayor poder bactericida.
El efecto postantibiótico consiste en la capacidad que tienen ciertos antibióticos, como los
betalactámicos y los aminoglucósidos, de parar el crecimiento bacteriano después de caer
la concentración sérica del antibiótico por debajo de la CIM.
Reacciones adversas y toxicidad
Los aminoglucósidos pueden causar nefrotoxicidad, ototoxicidad y bloqueo neuromuscular,
y en menor medida exantemas cutáneos, fiebre por antibióticos, depresión medular,
anemia hemolítica y antagonismo del factor V de la coagulación. La toxicidad renal ocurre
en un 5% a 25% de los pacientes tratados con la pauta convencional. Todos los
aminoglucósidos inducen nefrotoxicidad; el que más la produce es la neomicina y el que
menos la estreptomicina. En algunos estudios la tobramicina y la netilmicina se comportan
con menos nefrotoxicidad respecto a la gentamicina, nunca con una diferencia clínicamente
significativa. La nefrotoxicidad se debe a la inhibición de las fosfolipasas de los lisosomas
del túbulo proximal, lo que ocasiona una fosfolipoidosis con posterior disfunción celular,
necrosis y pérdida de las enzimas epiteliales. La nefrotoxicidad aparece a los varios días de
tratamiento y consiste en una disminución del filtrado glomerular, cursando como fallo
renal no oligúrico leve a moderado y en ocasiones grave. Generalmente es reversible, si
bien es la primera causa de morbilidad de los aminoglucósidos, con una prolongación de la
estancia hospitalaria y un aumento del coste del tratamiento. Los factores que contribuyen
a la nefrotoxicidad son la hipotensión, la duración prolongada del tratamiento, una
enfermedad hepática asociada, concentraciones séricas elevadas y administración conjunta
de fármacos.
Espectro de actividad
Los aminoglucósidos generalmente son activos frente a los estafilococos, si bien
Staphylococcus aureus y los estafilococos coagulasa negativos resistentes a la meticilina
también lo suelen ser a los aminoglucósidos. Los enterococos son moderadamente
resistentes a la gentamicina y la estreptomicina. La combinación con penicilina, ampicilina
o un glicopéptido actúa de forma sinérgica, excepto cuando las cepas son altamente
resistentes a los aminoglucósidos.
Uso clínico
Los aminoglucósidos son efectivos en el tratamiento de infecciones donde se sospecha la
presencia de bacilos gramnegativos aerobios, incluyendo P. aeruginosa. En general este
grupo de antibióticos se utiliza en combinación con un betalactámico o un glicopéptido ya
que estas combinaciones son sinérgicas. Se ha demostrado en pacientes neutropénicos
febriles falla terapéutica con los aminoglucósidos en monoterapia, por lo cual se
recomienda su uso combinado con betalactámicos o glicopéptidos.

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