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El mensaje más reciente lee: "Por favor dime lo que hice. Por favor,
Swan. Te amo. I love you".
Alix sabe lo que se siente que le mientan, pero ¿confesar todo con Liana
significará que también la perderá?
Indice
Sinopsis Capítulo 15
Capítulo 1 Capítulo 16
Capítulo 2 Capítulo 17
Capítulo 3 Capítulo 18
Capítulo 4 Capítulo 19
Capítulo 5 Capítulo 20
Capítulo 6 Capítulo 21
Capítulo 7 Capítulo 22
Capítulo 8 Capítulo 23
Capítulo 9 Capítulo 24
Capítulo 10 Capítulo 25
Capítulo 11 Epílogo
Capítulo 13 Staff
Capítulo 14 Créditos
Esto está dedicado a los que amo
Capitulo I
Corregido por Pily
—¿Alix? ¿Cariño?
—¿Alix? —repite.
Mi estómago cae.
—¿Es Ethan?
—No —replico.
Sacude la cabeza.
Tengo que ver a Swan. Llegar a su casa y hablar con ella. Necesito
abrazarla, sentir sus labios en los míos, su deseo pulsando a través de mí.
Hoy es el día que le diré que estoy lista. Ha sido tan paciente conmigo
mientras he estado trabajando con mi miedo. La frustraba. Lo sé. Pero
ahora estoy lista para llevar nuestra relación al siguiente nivel. “No más
espera”, le susurraré al oído tan pronto como la vea.
Me siento tan débil que apenas puedo sostener el cepillo de dientes, pero
de alguna forma logro lavarme los dientes y abrir la ducha. Estar de pie
bajo la relajante agua me hace sentir mejor. Más alerta.
1
RCP: Resucitación Cardio-Pulmonar.
Me visto con jeans y una camiseta de mangas largas y luego tomo mi
mochila y las llaves del auto de papá para ir a la casa de Swan. El cuerpo
de mamá crea una barricada en la puerta al garaje.
Entonces se me ocurre.
—No te creo.
Mamá se ve herida.
—Nunca te mentiría.
—¡Tengo que ir! —le grito. Mi voz baja una octava—. Tengo que.
¿Mi celular? ¿Por qué? ¿Va a quitármelo? El mes pasado gasté mis
minutos con mensajes, pero ¿qué esperaban mamá y papá? Ahora tengo
una novia. Necesitamos comunicarnos.
—¿Qué?
—Jewell quiere verte. Pero por favor, Alix, muestra respeto. Tiene
arreglos que hacer por Swanee.
—Swan está en su habitación. Adelante. —Ella está bien con que esté en
la habitación de Swan con la puerta cerrada. Swanee incluso dijo que
estaría bien si me quedara a dormir. Mi primer pensamiento fue: ¿Cuántas
chicas se han quedado? Pero no era de mi incumbencia. Sabía que no era
una virgen, como yo.
Mamá está de pie con la palma hacia arriba, esperando a que le dé las
llaves. Es inútil mantener mi terreno. Le doy las llaves y dice:
Mamá dice:
—Solo nos quedaremos para que des el pésame, y luego nos vamos.
Llamo al timbre.
—¿Quién es? —Jewell aparece entre Joss y la puerta. Sus ojos están
hinchados y rojos. Mira de mamá a mí, hipa y dice—: Oh, Alix. —Cubre su
boca y luego me toma en un abrazo.
Lloro en mi almohada toda la noche. Lloro tan fuerte como Ethan solía
llorar cuando estaba recién nacido. Un sollozo desamparado e inútil. Mi
teléfono ha estado sonando, por lo que finalmente compruebo el
identificador. Es un número desconocido. No puedo hablar con nadie
ahora.
¿Por qué? Me pregunto. ¿Para que puedan vivir hasta los diecisiete y
caer muertos?
Quiero decir, Dile que se vaya. Quiero decir, ¿Ella puede traer a Swanne
de regreso?
Siento una lágrima caer por la comisura de mi ojo. Son las 2:32. ¿A.M?
¿P.M? ¿Cuál día?
Una ola de resentimiento se eleva dentro de mí. Todos estos años Joss
tuvo a Swanee y yo solo tuve seis semanas. La conoce mejor de lo que yo
nunca la conoceré. ¿Qué tan justo es eso?
Está vestida de negro. Siempre usa negro. Joss es uno de esos topos
invisibles que nadie nunca nota. Tan diferente de Swanee, quien es
brillante y divertida y vivaz.
Joss pregunta:
—¿Por qué?
Swanee solo ha estado muerta por tres días y medio. Aún podría volver,
¿cierto? Las personas pueden ser resucitadas. Los corazones de las
personas se han detenido antes y los doctores han podido reanimarlos.
—¿Uh? Oh, no. Quiero decir, sí. —Mierda, pensé. ¿Podía sonar más
densa? Moví mi mochila del asiento vacío.
—Hola.
—Una amiga iba a venir conmigo hoy, pero se dobló el tobillo —dijo
Swanee—. ¿Nos conocimos en Rainbow Alley?
2
iPod nano: reproductor de música marca Apple de pequeño tamaño.
3 Transcripción de la pronunciación del alemán para saber si habla inglés (español en la
traducción modificada).
—No lo creo. No he ido en un tiempo.
—Yo tampoco. Oh, ya sé. —Dirigió un dedo índice hacia mí—. Estás en
la AGH5 de la escuela.
—¿Es todo lo que ella es? Porque todos asumen… —La oración quedó
colgando.
—¿Qué? ¿Quiénes?
Se encogió de hombros.
—Betheny no es gay.
—¿Segura de eso?
—Cien por ciento —dije—. Me habría dicho cuando le dije. —En sétimo
año. Ella estuvo bien con eso. De hecho, dijo que ya lo sospechaba.
Swanee sostuvo mi mirada. Sus ojos eran tan cristalinos que sentí que
estaba viendo hasta el fondo del mar.
4 LGBTQI: siglas para representar grupos diferenciados por su sexualidad, estas siglas
varían mucho, pero las primeras cuatro o seis casi siempre significan: Lesbianas, Gay,
Bisexual, Transexual/Transgénero, Queer e Intersexual.
5
AGH: Alianza Gay/Heterosexual, grupos que se forman en los centros educativos para
fomentar la convivencia y aceptación entre los estudiantes con diversas preferencias
sexuales.
un lado. Le había preguntado a mamá si podía teñir mi cabello, ya que es
de un sorprendente color rubio de agua sucia, algo como una mancha en
el parabrisas luego de que la nieve se derritiera, y ella dijo que
absolutamente no, que ya tenía hermosos mechones castaños. No sé
dónde estaba mirando, pero no era en mi espejo.
Tengo que rogarle a mamá, rogarle, para que me deje quedarme en casa
el resto de la semana. Renuentemente, ella acepta, pero me condiciona con
que tengo que cuidar a Ethan si papá tiene que ir a la oficina. Papá es un
consultor web, por lo que trabaja desde casa la mayor parte del tiempo. Le
digo a mamá:
Agrega:
Papá lleva a Ethan escaleras arriba para guardar los pañales y cosas, y
luego se van. Mi estómago gruñe, recordándome que no he comido mucho
desde… no puedo mantener nada. Tuesto un par de waffles congelados y
me sienta a la mesa de la cocina. Creo que llamaré a Swanee y…
Presiono mis dedos contra mis ojos y ahogo una oleada de lágrimas.
¿Cómo podría haberse ido y dejarme así? Sin una advertencia. Ni ninguna
última palabra. ¿Cuáles fueron las últimas palabras que intercambiamos?
El viernes en la noche luego de la escuela ella tuvo una reunión de
atletismo. Me besó en mi casillero y dijo que me vería en la mañana para
hacer snowboard.
Joss balbuceó:
Swanee suspiró.
Swan dijo:
—Como sea, los estoy guardando para una ocasión especial. —Pasó sus
manos por mi cabello y, con un guiño, murmuró—: Jugaremos a ser
vampiros luego.
Eran casi las diez. Quedaban tres bandas por tocar, y tenía que llegar a
casa a las once. Swanee dijo:
Y Joss dijo:
Sábado, lo sé, se levantó temprano para correr, igual que cada hace
cada mañana. Hacía.
El fin.
—En la guardería.
—El servicio por Swanee es el sábado a las diez. No hay entierro ya que
va a ser incinerada, pero después del servicio Jewell y Asher tendrán una
casa abierta.
Me dirijo a mi habitación.
—¿Alix?
La ignoro.
—¡Alix!
—Sé que esto es difícil para ti —empieza mamá—. Jewell quería que te
dijera que esta es una celebración por la vida de Swanee, por todo el
tiempo que la tuvieron.
Eso suena como que no sufrirán por ella. O la extrañaran. ¿Cómo puede
alguien celebrarlo?
****
El servicio no es como algún funeral al que he ido antes, pero solo he
asistido a uno, el de mi abuelo, cuando tenía seis. Recuerdo la música de
un órgano sonar triste. Las personas murmurando condolencias a papá y
decía qué tan linda chica era. No era linda porque había estado sollozando
toda la mañana. Abuelo era el padre de papá y mi abuelo favorito. Lloré
tan fuerte durante el servicio que mamá preguntó si necesitaba irme.
Negué con la cabeza, no quería dejar al abuelo. Papá presentó el elogio, ni
una vez su voz se quebró. Luego, en el entierro, nos dijo que quería
quedarse un momento, que llamaría a mamá cuando estuviera listo. Miré
sobre mi hombro en nuestro camino al coche y vi a papá con la cabeza
baja y sus hombros sacudiéndose. Quería correr a él y abrazarlo con
fuerza.
Casi me encerré en el baño y le dije que fuera sin mí. Pero sabía que
Swanee me querría allí.
6
RIP: Rest in peace. Descanse en Paz.
7 Livin’ la Vida Loca: sencillo del cantante puertorriqueño Ricky Martin incluido en su
álbum debut en inglés lanzado en 1999.
vacío, pero había hecho su trabajo quitando los árboles. Haciendo espacio
para apartamentos y oficinas. Construyendo el futuro.
Yo no tengo futuro.
¿Por qué no solo sucumbí a mi deseo por ella? Cada vez que la hacía
detenerse me disculpaba. Una y otra vez. Una vez me preguntó:
Swanee era una atea jurada. Igual Joss. Dudo que Jewell y Asher vayan
a la iglesia. Recuerdo que nosotros lo hacíamos cuando era joven. Y se hizo
más y más difícil llevarme para mis padres. ¿Intuición temprana? Cuando
acepté quién era, noté cuán poco bienvenida era en cualquier institución
cristiana.
¿A dónde van las personas ateas al morir? Quiero que esté… en algún
lugar. Quiero encontrarme con ella ahí.
Eso era verdad. Cada día tenía que cumplir con su distancia.
Tampoco puedo verlo. Me levanto y tropiezo con los pies de las personas
todo el camino hasta el final de la fila y luego me dirijo a la salida. Joss
está afuera, apoyada contra la pared de ladrillos, encendiendo un puro.
Respirando con fuerza, inhala y me lo ofrece. Lo rechazo. Si mamá y papá
huelen la marihuana en mí, me castigarán de por vida.
Como si importara.
****
Pero no lo hice.
—Jewell, los Zarlengo están aquí —llama Asher desde la sala de estar y
Jewell se aleja.
Mientras busco por entre la gente a mamá y a papá para decirles que ya
nos podemos ir, siento movimiento detrás de mí. Mirando sobre mi
hombro, veo a Betheny siguiéndome. Me meto en un pasillo oscuro.
Maldición. Alguien está en el baño.
Está aquí, sin embargo. Su esencia. Conozco tan bien esta habitación: la
ropa y zapatos en el suelo; la cama, la cómoda, escritorio, armario; la
cacofonía de colores en las paredes. Manchas de azul y verde y púrpura
sobre una base rojo sangre. Íbamos a repintar su habitación y no podía
elegir de qué color, por lo que estábamos intentando diferentes muestras.
Nunca se decidió. Todos sus pósteres de películas siguen puestos. Era una
fanática de Johnny Depp. Tiene fotografías de él por todas partes, pósteres
de Edward Manos Tijeras, Piratas del Caribe, En Busca de Nunca Jamás,
Alicia en el País de las Maravillas. Incluso recibía noticias de su club de
fans en línea. Joss también es miembro.
Ver todas las películas de Johnny Depp en Netflix era algo que podíamos
hacer en mi casa. Estaba tan fascinada por él que era como si yo ni
estuviese ahí. Excepto esa vez en que mamá y papá tuvieron que salir por
un rato y me pidieron cuidar a Ethan.
—Claro —dijo Swanee antes de poder objetar. ¿Por qué eligió ese día
para olvidarse de su obsesión con Johnny Depp y concentrarse en mí?
El primero fue enviado el día que Swanee murió, a las 5:10 a.m.
Me doy la vuelta.
—Nada.
—No parece nada —dice Joss desde el umbral. Está viendo la bolsa en
la cama, contenido afuera. Escondo el teléfono en mi espalda.
Digo:
Jewell me dice:
—La vida es tan preciosa —dice Jewell en medio sollozo—. Tan corta.
—¿Cuándo la conoceremos?
—¿A quién?
¿En serio? Creí que íbamos a una fiesta. Patinar sonaba mucho más
divertido.
—Tú conduces.
Atrapé la manga de Swanee y le dije:
No, por supuesto que no, le contesté. Mi padre tenía reglas estrictas
sobre conducir bajo el efecto de sustancias tóxicas o ir con alguien que no
estuviera sobrio.
Al día siguiente mamá me dijo que ella y papá querían conocer a los
padres de Swanee.
—¡Oh, mi Dios! —chilló Joss cuando lo escuchó—. ¿Puedo ir? Tengo que
ver esto.
—¿Pasamos la inspección?
—Con excelencia.
Mamá y papá nunca hablaron sobre los Durbin, aunque tenía una
fuerte creencia de que no los aprobaban. Y Swanee tenía cuidado de no
volver drogada, lo cual aprecié. Si mamá y papá me prohibían verla, sería
toda una guerra.
****
—No habrá una próxima vez —pensé en voz alta. ¿Quién es esta?
8
MV: mensaje de voz.
9 N.T: Los fragmentos de los mensajes de LT en cursiva están en español en el original.
Hay mensajes del sábado, al domingo y toda la semana siguiente. Me
acuesto en la cama e intento leerlos todos. Muchos son mitad inglés, mitad
español.
Una exageración. Aun así, deseo poder escucharlos y ver quién es esta
persona.
3:22 p.m.: ¿Qué hice? ¿Estás enfadada? Por favor, Swan. Dime qué
hice.
Sería una gentileza llamar a esta persona LT y hacerle saber que Swan
no le regresara las llamadas o los mensajes.
Me siento mal por ella, pero no puedo con su dolor más el mío. Además,
no creo que mamá y papá estén encantados si ella aparece a esta hora.
Me lo merezco.
¿Dónde?
—¿Joss?
AD. ¿Asher?
GD. ¿Genjko?
JD. ¿Joss o Jewell? Debe ser Jewell porque a Joss le quitaron su
teléfono por enviarle fotos lascivas a un tipo.
RC. ¿Rachel?
Swan no tiene una lista muy larga. Cinco o seis contactos más.
Otro mensaje llega. ¿Por qué sigue llamando? De seguro sabe que
Swanee ya no puede contestar. Su muerte ha estado en los periódicos y la
televisión. ¿Cómo puede alguien estar tan desconectado?
Por favor. Por favor dime qué hice. Por favor, Swan, Te amo con
todo mi corazón.
Hola.
Contesto:
Ella continúa:
Replico:
Perdí mi teléfono.
¿Por una semana? ¿Por qué no lo rastreaste?
Ella envía:
Le respondo:
Hablamos mañana.
—Mierda —pienso en voz alta. Eso fue algo tonto. ¿Ahora qué?
Ella envía:
No estoy enfadada.
Ella envía:
La puerta se abre.
—Jewell está al teléfono. Quiere saber a qué hora irás por tus cosas.
Me toma un momento aclarar mi cabeza. Me tropiezo fuera de la cama y
noto que llevo la misma ropa que usé para el servicio de Swanee.
Mamá ha desaparecido.
****
Una bolsa de viaje casi me golpea al ser lanzada al pasillo, pero Asher
tira de mí fuera del camino.
—Toma lo que sea que es tuyo y donaré el resto a la caridad —me dice
Jewell.
—¿Ya casi terminaste? Necesito que pases a comprar unas cosas por mí.
♥ LIANA
****
Le contesto:
Ella responde:
Envío:
Vuelve a enviar:
Bueno o malo, no me importa. Te extraño. Encontrémonos en Twin
Peaks.
OK.
Contesta:
Bien, envío.
Te amo.
Nos vemos.
Para cuando llego a casa de SafeWay, la casa está en silencio. Papá está
en su oficina, Ethan debe estar tomando su siesta. Papá me dejó una nota
en la mesa de la cocina:
Si pudieras empezar a lavar la ropa, te compraré un Mercedes.
Escaleras abajo en la lavandería, hay una montaña de ropa que debe ser
categorizada y lavada. Si mamá y papá esperan que lo haga todo, estaré
aquí por una semana. Meto tanta ropa como sea posible en la lavadora y
hecho una medida de detergente.
RIP, Swan.
Serás extrañada.
Solo tiene cincuenta y dos amigos. Era selectiva con quien agregaba. En
el área de Búsqueda, escribo Lianta T. nadie aparece. Tal vez estoy
equivocada con el primer nombre. Escribo la letra L y tres personas
aparecen. Lyndi Tartakoff. No la conozco. Entro a su perfil y veo que es de
Michigan. Tengo curiosidad por saber cómo Swanee la conoció, pero no
puede ser la LT que estoy buscando si quiere encontrarse con Swanee en
su lugar de siempre. Libby Tyndal-Weir. Estaba en mi clase de
mecanografía en octavo año. Lili Thompson. Entro a su perfil y veo que es
la tía de Swanee. Creo que la vi en el servicio.
Dice automáticamente:
—¿A dónde?
¿Por qué tengo que justificar todo lo que hago? Swanee odiaba que mis
padres me trataran como a una niña. Pensaba que era “menosprecio”.
—Ya hice las compras y empecé con la colada. Prometo terminar cuando
vuelva.
Por un minuto creo que dirá que no y que tendré que escaparme con el
auto. Lo cual nunca he hecho.
—Ten cuidado.
Swanee sí llega. Llegaba. Siempre llegaba tarde, por lo que tal vez LT
aún no se ha ido.
Espera. Qué tonta. Tal vez haya una foto de ella en el teléfono de
Swanee. Lo busco y saco de mi bolso y paso páginas y páginas de
fotografías. Una en particular llama mi atención. Es de Joss mostrando su
pecho. ¡Asco! Probablemente debería eliminarla, pero Swanee debía haber
tenido una razón para tenerla.
Swanee dijo que yo era la persona más hermosa que conocía, pero tal
vez se refería al interior.
Doy dos pasos hacia ella, y luego me detengo. Una ola repentina de
nervios me paraliza, no puedo hacerlo.
****
¿Por qué no hice que Joss llamara y le diera las noticias antes de que se
fuera a Hawaii para “reagruparse”? Obviamente la habría conocido. ¿O
solo me está molestando? No puedo hacerlo. Me apresuro por el centro
comercial, por la zona de comidas y hasta la salida. Todo el camino a casa
escucho el teléfono de Swan sonar. En un McDonald’s me detengo para
usar el baño. Mientras sigo en el cubículo, leo sus mensajes.
Responde:
Bien. Está enfadada. Tal vez ahora deje de llamar y esta pesadilla se
acabe.
****
—¿Alix? —Mamá abre mi puerta—. La cena está lista. Y por cierto,
gracias por lavar la ropa.
—No fui tan lejos. —¿Lo fue? Pienso rápidamente—. A la iglesia. Pensé
que rezar podría ayudar.
—No te irás de aquí hasta que comas algo. —Mamá le da otra cucharada
de cereal de arroz a Ethan.
—Come —ordena.
Hago lo que dice porque siempre soy la hija obediente. Swanee nunca
entendió por qué no les decía que se jodieran. Nunca lo pude explicar.
Ethan lloriquea, escupe su comida y luego suelta un chillido que daña
mis oídos tanto que me los tapo. Mamá presiona el dorso de su mano en la
frente de Ethan y dice:
—Se siente caliente. Con esa diarrea me pregunto si tiene algún parásito
intestinal o gripe. Tal vez no se ha curado de su tos. Necesito medir su
temperatura. —Lo levanta de su silla para llevarlo a la sala de estar. Me
levanto con ella, pero su mano presiona mi hombro—. Come.
—Estoy fuera.
—Tu hermano tiene una temperatura muy alta, por lo que tu padre y yo
lo llevaremos al hospital.
—Bien.
—Come —ordena.
Necesito irme, salir de aquí. Conducir. Llegar tan lejos como sea posible
del silencio, de la muerte y de los pensamientos sobre lo que podría haber
sido.
Capitulo VI
Corregido por Bibliotecaria70
—Oh, vamos —dijo Swan. Abrió la puerta, ¿y qué podía hacer más que
seguirla?
—No querrías que las personas muertas tengan flores muertas. —Su voz
produjo un eco raro.
—Bien —contesto. Supongo que solo se supone que honres a tus seres
amados a ciertas horas del día.
****
A la mañana siguiente, lunes, le pregunto a la bibliotecaria si puedo
comer mi almuerzo en el área de audiovisuales. Me mira con la lástima
que todos me han dirigido toda la mañana.
Hoy es todo lo que necesito. Son las doce y media aquí, ocho y media en
Hawaii.
Apenas escucho.
No dice nada.
Joss bosteza.
—Solo quiero.
—Es Torres.
Torres. LT tiene un nombre. Liana Torres. Eso la hace más real.
¿Qué significa eso? ¿No puede responder una pregunta sin andarse con
rodeos?
—¿Por qué?
Porque no tuvimos tanto tiempo juntas y hay tantas cosas que quedaron
sin ser dichas y sin ser hechas. Respondo suavemente:
—Porque sí.
El alivio me llena.
—También consígueme la iPad de Swan. Tiene un montón de fotos
nuestras. Solo pon todo bajo mi cama para que Jewell no lo vea.
—Pero terminaron.
—No. —Respiro hondo—. ¿Cómo puedes estar tan segura de que Liana
no sabe sobre mí? —le pregunto a Joss. Yo sé sobre ella.
Joss continúa:
—Joder.
—La conocí un par de veces. A los juegos a los que Swanee me llevó. Es
una perra.
¿Qué hay de las animadoras siendo perras altaneras? Tal vez eso solo se
aplicaba a Betheny.
—¿Cuánto estuvieron juntas?
—Solo pienso que alguien debería decirle sobre Swanee. Si, uhm, aún
no lo sabe.
Papá dice:
Papá carga a Ethan en su regazo con una botella mientras vierte jarabe
sobre sus panqueques.
—No es que no confíe en ti, Alix. Sé que eres una buena conductora.
—¿Puedo tomarlo?
Corta sus panqueques y dice:
Mastica y traga.
Él también lo haría. ¿Por qué tiene que ser tan irritantemente… papá?
No ríe.
De repente una chica sale del baño. Una porrista. La reconozco del cine.
Nuestros ojos se encuentran y dice:
—¿Quién es Swanee?
—¿Swanelle?
—Oh. Swan. Nunca mencionó a una amiga llamada Alex. —Una alarma
suena desde el gimnasio y Liana agrega—: Tengo que irme.
¿Cómo lo hago?
Le digo:
—Leí sobre esa chica que murió. Pero no había fotografías, y su nombre
era diferente. En ese momento pensé que era extraño que dos chicas
tuvieran nombres tan raros. El apellido también era diferente y ella iba a
una escuela diferente.
—Joss —sisea.
Oh, Dios. Me apoyo contra la pared, cerrando los ojos. Debería estar
orgullosa por encontrar el coraje de decirle, pero me siento enferma.
Tengo que conducir todo el camino a casa en primera marcha, usando
los frenos, para mantener la velocidad en cinco kilómetros por hora. Sin
duda la transmisión necesitará un arreglo total. Está casi oscuro cuando
me estaciono en el camino de entrada. Mamá y papá están en la cocina,
parecen enfadados.
Desde su habitación, como una pista, Ethan empieza a llorar. Papá sube
las escaleras.
Como si ese fuera el peor castigo del mundo, perderme una cena
familiar.
Pensar en el odio en los ojos de Liana cuando pensó que Joss le estaba
jugando una broma trae lágrimas a mis ojos. ¿Por qué no la contradije, por
qué la dejé creer que Swanee seguía viva? ¿Por qué no solo llamé luego del
primer mensaje para hacerle saber lo que le pasó a Swanee mientras
corría?
Era egoísta de mi parte querer saber quién era Liana. Con tiempo
Swanee me habría dicho, si hubiese preguntado. A ella no le gustaba
hablar sobre su pasado. Pero tampoco nos escondíamos secretos.
—¿Y tú?
Su casa es más vieja que la nuestra. En peor estado. Nos mudamos más
al Oeste, a una zona más nueva, cuando mamá consiguió su empleo en el
St. Anthony. Ella quería que me transfirieran a Arvada West, la cual
alcanza notas más altas que Arvada, o que fuera a una escuela charter 10.
Pero todos mis amigos están en Arvada. Betheny, la AGH, los matemáticos,
el club de esquí. Y luego conocí a Swanee.
Sé que mamá tiene altas expectativas, espera que siga sus pasos y me
convierta en doctora. Odio decirle que tratar con la muerte a diario
endurecería mi corazón como lava. O me comería viva desde adentro.
Mi atención cae sobre una repisa. La urna. La tomo y quito la tapa. Las
cenizas no están sueltas en el interior, están en una bolsa de plástico. No
son negras como imaginé. Son grises. Nunca vi a Swanee como una
persona gris. Era de cada color del arcoíris.
Es Liana.
Es la verdad.
LLÁMAME.
¿Por qué no puede meterse en su dura cabeza que Swanee se fue, que la
persona que murió fue su Swanee, no Swanelle Delaney o cualquier
nombre estúpido que le hubiera dicho?
Busco todas las cosas que Joss quiere. Su habitación está a la derecha
de la de Swanee. También es un desorden. Meto todo lo que saqué para
ella debajo de la cama, incluido el teléfono de Swanee. Pero cuando llego a
la puerta, me giro, regreso y tomo el celular. Es mío. Además de los pocos
recuerdos que siempre tendré, el teléfono de Swanee es mi única conexión
a ella y no estoy lista para cortar el hilo. Nunca estaré lista.
Mierda.
—No me sentía bien.
Un final. Casi rio. No hay un final. No hay tal cosa. Solo heridas
abiertas. Ni siquiera puedo imaginarlas sanando al punto de tener costras.
Capitulo VIII
Corregido por Pily
Entro a su perfil. Tiene 488 amigos. Eso no significa que sea popular.
Ella acepta todas las solicitudes, como yo. No que tenga personas
esperando. Busco el nombre de Swanee entre los amigos de Liana, pero no
está. “Swanelle Delaney” sí está. Liana está en una relación con una
persona que no existe.
Lo cual era ridículo. Era una delgada y fuerte máquina de correr. Joss
sabría cuánto tiempo estuvieron Swan y Liana juntas. De hecho, podía ser
quien tomó todas las fotos de Swanee y Liana.
—Busca de nuevo.
—Joss…
—Busca en el bolso rojo de Jewell por el celular y las llaves. Ella lo tenía
en el hospital.
—Aproximadamente.
La ignoro.
—¿Cómo lo sabes?
—¿No salía Swanee con Rachel el primer mes de clases o algo así?
—¿Qué?
Estoy… aturdida.
—¿Eso contesta todas tus preguntas? —dice Joss—. ¿No estás feliz de
haber preguntado?
Corta la llamada.
—¿Alix?
Su sonrisa se disipa.
—Bien. No iremos.
Culpa total.
No entiendo
Ella te mintió
Casi agrego: Ella nos mintió a ambas, pero tengo esta revelación, ¿Qué si
Swanee sí terminó con Liana y Liana no podía, no quería, aceptarlo? Ella
podría haber estado acosando a Swanee. Swan nunca la mencionó, pero
tal vez estaba intentando solucionar el problema. O se quedó sin tiempo.
No quiero llamarla. Ahora solo quiero que se aleje, que no haya existido
nunca. No hay nada ni nadie que pueda llenar el vacío que se expande en
mi interior día con día. Saber el pasado de Swanee solo hace que el
presente sea más real.
¿Por favor?
—Soy Alix.
—No puedo creer que esté muerta. —Liana apenas logra decir las
palabras antes de sollozar—. Encontré su obituario en línea, y la fecha
concuerda con lo que dijiste.
—No.
—¿Dónde trabajas?
—No lo sé.
—Sí —contesto.
—¿Cuándo lo supiste?
—¿Por qué me dijo que su nombre era Swanelle Delaney y que iba a la
Secundaria Cherry Creek?
—Joss siempre me odió. Swan dijo que era un prejuicio contra los
mejicanos. Pero es más que prejuicio para escribirme por dos semanas y
hacerme pensar que Swan estaba viva. Eso es cruel.
Abro mi boca para decirle a Liana que fui yo y que lo lamento y que no
sé por qué lo hice excepto que no estaba pensando con claridad en ese
momento.
—Ni siquiera pude rezar un rosario por ella. —Liana traga con fuerza—.
¿Tuvo un funeral?
Asiento.
¿Es en serio?
—¿Los conoces?
Solo me observa.
—No tengo nada de esto. Swan miente sobre su nombre y dónde vive y a
cuál escuela va. Me dice que sus padres no saben que es gay…
—En tu perfil de Facebook dice que estabas en una relación con ella.
—Lo estaba.
Swanee.
—¿Recibiste mi mensaje?
—Bien —contesto.
—¿Terminaron el proyecto?
Swanee amaba las Oreos. Teníamos esta forma sexy de comerlas cuando
ella las partía, le dábamos una larga lamida a la crema y luego se la
dábamos a la otra para que hiciera lo mismo. Repetíamos esto hasta que
ya no quedaba relleno. Luego cubría sus ojos con las galletas y decía:
11
Double Stufs: galletas de chocolate Oreo con crema extra.
En la escuela, cuando estoy a punto de entrar al área de audiovisuales
para almorzar, la bibliotecaria está cerrando.
—Oh, Alix —dice—. No puedes almorzar aquí cada día. Creí que
entendías eso.
—¿Alix?
Agrega:
—No tenemos que entrar ni nada. Solo quiero saber cuánto se extendían
sus mentiras.
—Si no quieres…
—Oh. Bien.
Casi rio, y luego noto que no es gracioso. Liana no puede ser agradable
y graciosa.
—Claro.
—¿Por qué Swan fingiría ser alguien más? Tuvo que evitar un montón
de agujeros para mantener su verdadera identidad en secreto. Porque
cuanto más lo pienso, más me pregunto si todo lo que me dijo sobre ella
fue una mentira.
¿Por qué soy la que tiene que terminar haciéndole daño una y otra vez?
Le digo la verdad:
—Sí. En octubre.
—Realmente lo siento.
—¿Por qué? No es tu culpa. —Aparta la mirada.
—¿Anillo de compromiso?
No la culpo.
Le lanzo una mirada asesina. ¿Por qué tendría motivo para dudar de
mí? No sabe que era yo quien le mandaba los mensajes, y nunca lo sabrá.
—¿Vienes? —pregunto.
—No está encantada —bromeo. Pero mis ojos caen sobre la urna con las
cenizas y dudo.
Liana finalmente entra para que pueda cerrar la puerta. Sus ojos se
mueven alrededor.
Eso tiene sentido. Si Swanee dijo que vivía en Greenwood Village, Liana
habría esperado una mansión.
—Dijo que sus padres eran adinerados… como del tipo de clubes de
campo. Esa era la razón por la que no podía decirles que era gay. Su
reputación, ¿sabes?
—Supongo. Sería bueno encontrar ese anillo para no tener que trabajar
el resto de mi vida.
—¿Dónde trabajas?
—Victoria’s Secret.
Nunca pensé que volvería aquí, y deseo no haberlo hecho. Pero supongo
que luego de tantas mentiras, Liana merece toda la verdad que la
habitación de Swanee le pueda dar.
Duda como yo lo hice, tal vez espera que esto sea un sueño y que Swan
aparezca. Liana toma el pomo y lo gira lentamente. Adentro está vacío.
Entra, yo me quedo sentada con las piernas dobladas en el umbral.
—Le escribí estos poemas —dice, más para ella misma que para mí—.
Puse mi corazón y alma en estas páginas. —Lo abre y pasa las páginas—.
Faltan páginas.
Mierda.
—¡El qué!
—Liana.
—No. Lo siento.
—Será mejor que lo hagas porque Jewell está amenazando con ponerle
un seguro a la puerta de Swan. —Termina la llamada.
Por cómo reaccionó creo que Joss no sabía sobre el compromiso. Ahora
tengo todas estas dudas flotando en mi cabeza de nuevo. Sé que Swanee le
mintió a Liana sobre su identidad, pero ahora me pregunto si Liana me
está mintiendo sobre el compromiso. ¿Para hacerme sentir peor? ¿O más
inadecuada de lo que ya soy? Intento ponerme en su lugar y no puedo. Sus
seis meses vencen mis seis semanas.
Tengo una conexión con Liana que desearía no tener. No solo Swan nos
mintió a ambas, en su camino dejó devastación emocional.
—Bien.
—¿En serio? —Mi espíritu se ilumina. No hemos hecho esto desde que
soy pequeña.
Me hundo. Ella se irá por horas, y para entonces será muy tarde para ir
a las montañas.
Ethan aprieta sus labios cada vez que llevo la cuchara hacia su boca. Es
como si temiera que le vaya a envenenar. Mientras tanto, mis huevos y
tocino se congelan. Me rindo con Ethan y como mi desayuno; Ethan deja
salir un chillido que me congela la sangre.
12
Tubing: actividad recreativa acuática que consiste en ser tirado por un bote mientras se
está en un flotador.
Joss me envía un mensaje como a las nueve de la mañana para decirme
que ¡¡¡FINALMENTE están casa!!! Me pregunta si puedo ir. Le respondo que
hoy vamos para Winter Park.
Ella envía:
¿Puedo ir?
Miento:
Claro.
Levanta la mirada.
—¿Cuánto es un minuto?
Bufo en broma.
—No es de tu incumbencia.
Joss sonríe.
Swan nunca mencionó eso, pero eso es algo que no saldría a relucir en
una conversación casual. Podría estar avergonzada. Sé que yo lo estaría.
—¿A dónde vamos? —pregunto porque esto es más largo que el viaje
rápido que esperaba.
En casa abro el garaje desde lejos y veo que mamá ha vuelto del
hospital. Son más de las once, muy tarde para ir a Winter Park.
Liana dice:
Mi pulso se acelera.
¿Por qué importa lo que Swanee podría pensar? Solo no quiero que
Liana piense… lo que sea que piense en este momento. Sin embargo no
contesta. ¿Por qué me eliminó de Facebook y luego me llamó? Le envío un
mensaje:
Escribo:
¿Quieres algo?
Duh. No habría llamado de no ser así. Elimino esa línea e intento pensar
en algo más. No se me ocurre nada, por lo que le doy Enviar.
—Está… castigada.
Piensa rápido.
—Ha estado tan ocupada con el porrismo y todos los clubes que sus
notas han bajado.
—Sus registros están mal. —De hecho, Swan llamó por mí, fingiendo ser
mi mamá. Había perfeccionado su voz “autoritaria” por el teléfono.
Recuerdo esta llamada en broma que ella hizo…
Mamá dice:
Porque hemos dicho todo lo que hay por decir. ¿No es así?
Ella dirá:
Yo diré…
Está dentro de la tienda, cerca del frente, haciendo nada. Solo mira
hacia el centro comercial. Me meto detrás de una máquina de goma de
mascar que está frente a la tienda, me siento como una idiota.
No me notó, creo. Está ahí con una expresión en blanco en su rostro,
sus ojos están opacos. Un golpe de angustia se dispara a través de mí: ha
aceptado la muerte de Swan.
—Mi supervisora.
Respondo:
Liana sonríe.
—Se llama viuda feliz. —Sus ojos pierden su lustre. Luego de un largo
segundo, dice—: Te reto a probártelo.
Señala.
Liana parpadea.
Luego de que se va, siento calor salir de cada poro, expuesto o no. Ella
es ardiente. Muy ardiente.
Me visto y llevo la lencería al frente y veo que Liana está ocupada con el
inventario o lo que sea. Su supervisora está en la caja registradora y le
digo:
—Me lo llevo. —Le doy mi Visa, la cual se supone que solo es para
necesidades.
—¿Lo llevas?
Liana puede no haber llegado aún a su casa del trabajo. Solo son las,
¿qué? ¿Siete y treinta? Tal vez está trabajando tiempo extra.
“Entre más oscuras sean las sombras, más fácil es la vida a los ojos”,
escribo. La señora Burke me dará una brillante F.
No puedo pensar en otra cosa que agregar al ensayo. Todo lo que puedo
hacer es esperar que muchas personas escriban ensayos horribles y que la
señora Burke califique con una curva. Eso me puede ganar una F+.
—¿Vas a salir?
Papá dice:
—Es muy tarde para molestarlos un domingo. ¿No puedes pasar por la
mañana?
Lo cual significa no. Vuelvo a subir las escaleras y casi tiro mi puerta.
Eso me costaría, lo sé, especialmente si despierto a Ethan. Por suerte me
detengo y controlo mi actitud antes de que mi límite con la tarjeta de
crédito baje a cero, o algo peor.
El primero lee:
Le envío un mensaje:
Te escucho. No literalmente.
Ella responde:
Envío:
LMAO14
Envío:
Sé que no debes hablar mal de los muertos, pero lo que Swan hizo
está mal y no tiene perdón. Excepto que soy católica, por lo que
tengo que perdonarla. No quiero odiarla. Lo hice al inicio. Cada
mentira que descubría era como una puñalada en la espalda. Pero
no quiero que el odio controle mi vida.
14LMAO: Laughing My Ass Off, literalmente traducido como «riéndome hasta que se me
caiga el trasero».
me amaba. Solo quería saber que estaba completamente comprometida
con ella antes de terminar con Liana.
Sí, duele descubrir que ella estaba saliendo con alguien más al mismo
tiempo que estaba conmigo. Pero dada la oportunidad, le habría probado a
Swanee que nadie podría amarla tanto como yo.
Liana envía:
Espera.
Una pausa.
¿Qué?
Le envío:
Nada. Olvídalo.
Capitulo XIII
Corregido por Celesmg
—Hola, Alix. Entra por un capuchino. Aunque tendrá que ser rápido.
Swan sí me contó eso. Ella pensaba que era histérico. Joss, no tanto.
Fue un reto a Joss. Incluso si ella no quería participar en las bromas de
Swanee, o temía las consecuencias, nunca le diría que no.
Jewell ríe.
—¿Solo una?
—Le dije a Swanee que era muy joven para ir en serio con alguien. A su
edad yo tenía a los chicos haciendo fila. También chicas. —Guiña un ojo.
Ella dice:
—¿Te importaría si entro una vez más al cuarto de Swanee? Ella… tomó
prestado este libro, y lo necesito llevar a la biblioteca.
Jewell se da la vuelta.
—Ese auto nunca habría sido de Joss. Si te dijo eso, estaba mintiendo.
—Un teléfono suena en el bolso de Jewell y dice—: Volveré a cerrar cuando
termines. —Contesta el teléfono—: Hola, bebé. —Mientras entra a su
habitación y cierra la puerta.
Solo observo la puerta por la que entró Jewell, pensando “¿Quién es esta
persona?” Ha cambiado. O tal vez nunca antes he visto a través de su capa
superficial.
Busco entre los cajones de Swanee de nuevo, busco una caja de anillo.
Podría estar en cualquier lugar en su suelo o escritorio, o detrás de los
libros. Si el anillo hubiera estado en su dedo mientras corría, estaría en la
bolsa del hospital. Busco en esta y termino con las manos vacías.
Joss tenía razón. No hay ningún anillo. Liana estaba mintiendo, y ahora
es posible que mintiera sobre muchas cosas. Todo. Que ella, Joss y
Swanee estuvieran trabajando juntas y la broma fuera para mí. Me siento
en la cama de Swan, me siento desorientada. Mareada. Automáticamente,
para detener el movimiento, mis dedos se deslizan bajo el colchón.
¿Qué es esto?
Me enfada porque era quien siempre tenía que pagar cuando salíamos.
Incluso cuando Joss estaba con nosotras, Swanee decía que no tenía
dinero y si me importaba cargarlo a mi Visa. Por supuesto que no. La
amaba.
—¿Encontraste el libro?
Contesto:
Liana envía:
Liana pregunta:
¿Estás bien?
Contesto:
Replica:
Envía:
Contesto:
Envía:
¿Quieres que nos encontremos luego del juego? Tal vez hablar nos
ayude.
Claro.
Envía:
Envío:
Envío:
Nos vemos.
Bufo en broma.
—Me gustaría salir mañana por la noche. Algo tarde. Luego de la final
de basquetbol de las chicas en el centro.
—Alguien —respondo.
No contestan. Van a decir que no. ¿Por qué elegí la ruta noble? Pude
haberme escapado y nunca lo habrían sabido.
—Lo sé.
¿Esto podría ser más patético? Abro mi boca para decirles que lo
olviden, pero Ethan deja salir un chillido. Golpea su bandeja, lanzando su
plato al aire, donde gira y cae sobre mi cabeza. Un latido pasa, y luego
mamá y papá empiezan a reír.
—Solo por eso —dice papá—. Creo que deberíamos dejarla ir.
Papá me dice:
—La campana suena a la medianoche. Luego de eso te convertirás en
una calabaza.
Me siento alegre. Viva. No puedo esperar a que sean las diez. Es loco,
realmente. Liana es, era, mi rival. Debería despreciarla. Pero todo lo que
siento es emoción al verla de nuevo, y ahora me pregunto si mamá tenía
razón con que necesitaba ayuda profesional.
Mi teléfono suena.
Mi espíritu se hunde.
—Claro.
—Es solo que todos los juegos empiezan tarde, y papá quiere que siga el
bus de regreso a casa.
—No tienes que explicarte —digo. Pero estoy feliz de que no sea porque
tiene planes con alguien más. Lo cual no es de mi incumbencia de todos
modos.
—Realmente lo siento.
Suena sincera.
—Está bien.
¿En serio?
Agrega:
—¿Esperas a alguien?
Frunce el ceño.
—Solo di hola.
Podría patearme. “Salir” suena mucho como a tener una cita. Liana le
sonríe a papá.
Siento que papá quiere decir algo más, pero apresuro a Liana.
—¿La qué?
—Lo único que escuché fue sobre el mensaje desnuda. Swan también la
retó a hacer eso.
Mi mandíbula se abre. La foto fue viral y arruinó totalmente la
reputación de Joss.
—Aunque no tenía que hacer ninguna de esas cosas —dice Liana—. Fue
su decisión. Igual que decidió hacerme creer que Swan seguía viva. Eso fue
realmente irrazonable.
Liana dice:
Liana suspira.
Me ahogo.
—¿Qué?
Ahora no es el momento para decirle a Liana que Swan firmó una carta
con el propósito de ir a Arizona State.
—¿Por qué?
Se encoge de hombros.
—Vaya.
—No es el primero.
—¿Qué pasó?
—Adivina.
Jesús.
En la puerta se gira.
—Entonces —continúa.
Estoy atrapada entre dos mundos. Uno me está llevando hacia atrás, el
otro hacia adelante. La fuerza regresiva es mayor, aunque el deseo de
avanzar es tan fuerte que tengo problemas al quedarme en mi lugar. Sé
que el pasado es Swanee, pero ¿puede el futuro ser Liana?
Sé que no debería importarme, pero lo hace. Tengo que dejar que Liana
siga, permitirle que avance para poder hacerlo yo.
Capitulo XV
Corregido por belisrose
—Hola —digo. Noto que Joss también era una víctima de las acciones de
Swanee como Liana y yo. Incluso si Liana tiene razón sobre nuestras
decisiones siendo propias, Joss sufrió las consecuencias de seguir los retos
y los locos planes de Swanee—. Lo siento por el auto —agrego—. Y el
candado en la puerta de Swan. Espero que hayas sacado todo lo que
querías.
Claro. ¿Con cuál dinero? Debería decirle sobre el dinero oculto bajo el
colchón de Swan. Asumo que no sabe sobre este o ya lo habría tomado.
Aunque unos cuantos dólares no son suficientes ni para las llantas de un
Ferrari.
Todos los aniversarios en los que puedo pensar pasan por mi cabeza.
Nada.
—¿De qué?
Oh, por Dios. ¿Fue así? El tiempo parece haberse convertido en un tipo
de molestia que tengo que enfrentar cada día. Ha sido más fácil
últimamente, y debería sentirme culpable por eso. Pero por alguna razón,
no lo hago.
Saco mis cuadernos para mis clases de la mañana, evito los ojos de
Joss. Intento bloquear la desesperación que emana. Es imposible.
No contesta. Creo que Joss necesita hablar con alguien que la ayude
con el dolor de haber perdido a su hermana.
—Es tan bueno como para chuparse los dedos. —Todos chillan. Incluso
yo tengo que reír. Había olvidado qué tan bueno es estar con este grupo.
Greeley West hace una anotación y las porristas gritan y hacen saltos
con splits en el aire. La audiencia canta con las porras. Realmente no estoy
prestando atención al juego, por lo que me sorprendo cuando las personas
se levantan y se van. ¿Quién ganó? No creo que fuera Greeley West porque
los hombros de los jugadores están caídos mientras se arrastran hacia el
bus y los jugadores de Fossil Ridge están chocando sus manos.
—¿Chipotle?
Encuentro mis llaves. Está más que bien. Tenemos un lugar de siempre.
Ordenamos hamburguesas con papas y sodas, y Liana ni me pide que
pague por su combo. Cuando nos dirigimos a la mesa en la que nos
sentamos antes, no estoy segura de qué decirle. Solo puedo pensar en una
razón para que me pidiera venir hoy.
Me mira en blanco.
—¿Cuál aniversario?
¿Está bromeando?
—No para mí. Todavía me queda una semana antes del aniversario del
día en que mi vida se destruyó.
—¡Sí! —suelta—. Porque cambió todo lo que sabía de ella. O creía saber.
Por no mencionar que me enteré sobre ti.
Bueno, igual para mí. Mi mirada cae y pierdo mi apetito. Pasa su mano
por su cabello y deja salir una respiración pesada.
Intento recordar.
—No. Finalmente les dije el año pasado. No fue fácil. El que dirán, sabes.
—Nota mi ignorancia ante la expresión y continúa—: Una ley implícita en
la cultura latina que dice que serás juzgado por tus amigos y tu familia por
lo que haces.
—Se necesitó un tiempo. Mamá todavía reza por mí. Creo que acepta
que no me puede cambiar, pero teme cómo será mi vida. Y, por supuesto,
quiere cien nietos de cada uno de nosotros.
Liana sigue:
Río.
Le respondo:
Enviándote mensajes
Inglés. Meh.
Envía:
Amo inglés.
Liana envía:
Envío:
—Solo voy a tomar esto. —La señora Burke está junto a mí con sus
manos extendidas. Atrapada. Le doy mi teléfono. Sin perder un segundo, la
señora Burke continúa con su clase desde el frente del salón, donde deja
caer mi teléfono en su maletín. Este vibra y un montón de personas ríen y
se giran para hacer sonidos de decepción hacia mí. Mi rostro arde.
Intento tomar notas, pero estoy muy distraída. Preocupada porque Liana
siga llamando o piense que la estoy ignorando. Los minutos pasan y me
encuentro garabateando su nombre: Liana. Liana. Lindo nombre. Se
ajusta a ella. Liana Torres. Suena poético.
—¿Señora Burke?
Eso fue lindo. Me siento mal por asumir que tenía algo contra mí. La
señora Burke le dice a Joss:
—Vas a llegar tarde a clase. —Joss se gira y veo el rímel cayendo por su
rostro.
Me encojo.
La llamo inmediatamente.
—En el baño.
—¿Antes o después de clase?
Sonrío.
Ríe.
—Berthoud.
Antes de poder decir lo que pienso, se me adelanta:
—Solo estaré dos minutos —dice—. Por cierto, ¿llevé el anillo para un
reembolso? Como le cambié el tamaño no me dieron la cantidad total, lo
cual apesta, pero descubrí algo interesante.
—¿Qué?
Ahora cada vez que la veo, me siento culpable de que Liana la culpe por
los mensajes. Parece querer, o necesitar, hablar.
Noto que ha pasado de gótica a zorrita. Usa la falda más corta que he
visto sobre mallas de red con una blusa de corte bajo que muestra todo.
Siempre pienso que las chicas que se visten así están gritando: ¡Mírenme!
17
Double Stufs: Galletas Oreo con doble relleno.
de que Joss necesita alguien con quien hablar de la muerte de Swanee. Sí,
claro.
—¡Bú!
—Estaba de camino.
—¿A dónde?
—Uhm, ¿Wyoming?
Nos quedamos allí por un minuto, sin decir nada. Mi corazón empezó a
estrellarse contra mis costillas.
—Tengo todo el derecho. Soy tu madre. Jewell dijo que creía que ya
habías tomado todo lo que querías de la habitación de Swanee. —Terminó
de cargar el lavavajillas e inició el ciclo de lavado.
Me siento a la mesa.
—Lo siento. Tengo todo. También noté que son la familia más
disfuncional del mundo.
Mamá no contesta. Creo que ella y papá notaron eso mucho tiempo
atrás.
—Bien. Gracias —digo—. Realmente siento haber llegado tan tarde sin
avisar. Si quieren quitarme las llaves…
—¿Sí, Alix?
—Sí.
—Creo que está teniendo sexo con un tipo que tiene como el doble de su
edad. Pero ese no es el problema.
—¿Ese no es el problema?
—¿Es Joss?
Oh mi Dios.
—¿Está alguno de tus padres en casa? Soy la doctora Van Pelt. ¿La
mamá de Alix? —Escucha por un minuto—. ¿Le dejarías un mensaje a
Jewell para que me llame…? —Mamá aparta el teléfono de su oreja.
Lentamente corta—. ¿Siempre le habla así a la gente?
—Más o menos.
—Mamá, no tengo pruebas de que está durmiendo con ese tipo. Estoy
más preocupada por cómo está enfrentado todo. O no lo está enfrentando.
Y mantenme fuera de eso cuando hables con Jewell. Lo cual sé que suena
egoísta…
Mamá asiente.
—¿Hacer qué?
—¿Alix?
Me detengo y me giro.
¿Entonces por qué siento que lo soy? Pude haber perdido a mi novia,
pero no puedo imaginar cómo se debe sentir perder tu hermana y mejor
amiga.
Capitulo XVII
Corregido por Michelita.
—Es broma.
—Lo sabía.
Más mentiras.
Oh, Dios. Eso tiene que doler. No puedo pensar en nada que decir más
que:
—Lo siento.
—¿Lo es?
—¿Qué?
—No. No hay problema. Es solo que mamá y papá solo piensan que
debemos cenar juntos.
—Allí estaré—afirmo.
Las posibilidades son que todo estará bien, pero aún puedo sentir el
terror de Ethan cuando casi se ahogó la última vez que lo cuidé. ¿Y por
qué el viernes?
—Estarás bien —dice mamá—. Y lo lamento por tus planes. Solo tendrás
que cambiarlos de día.
¿Ganado?
Mú.
Y BBQ.
Responde:
Rico
El viernes tomo la ruta larga a casa, pensando, que si llego tarde tal vez
papá y mamá cancelen su viaje. Sí, claro. La ruta larga significa pasar por
la entrada de Swanee, y veo que su auto no está. Sé que debo sentir algo,
como si el último vínculo se rompiese. Pero no siento nada. Excepto tal vez
tristeza por Joss.
Y el 911.
—No lo haré —digo. Estaré vigilando cada uno de sus movimientos. Nos
quedamos ahí como congelados hasta que mamá dice:
Tal vez una botella. Lo llevo conmigo a calentar una botella. Se siente
como si tuviera un agarre de hierro en él, con la suficiente fuerza como
para sacarle el aire de los pulmones. ¿Pero y si lo dejo caer? ¿Y si se
quiebra un hueso o muere por un trauma cerebral?
—Sí. Ethan.
—Me odia.
—¿Lo prometes?
Siento un escalofrío.
—Tiene calentura.
—Tiene algo de mocos. Y tuvo un resfrío hace poco. ¿Crees que está
enfermo? ¿Deberíamos llamar al doctor?
Siente su axila.
Liana me sonríe.
—Puede ser que solo esté molesto. ¿Podrías traerme un paño fresco?
Mis mejillas están quemando cuando le doy el paño. Ella es la que tiene
los ojos hermosos. Deja a Ethan en el sofá y se inclina, haciéndole
cosquillas en el estómago. Él sonríe. Sí tiene mi color de ojos. Siempre creí
que mis ojos eran de un color pistacho nada notable, pero en Ethan brillan
como el jade.
—Dios, estoy feliz de que vinieras. Pudo haber llorado por horas
conmigo. Entonces los vecinos habrían llamado a los Servicios de
Protección Infantil para llevárselo de esta situación abusiva.
—Sobre lo que te dije antes. ¿El qué dirán¹? No quiero que tengas la idea
equivocada. La familia siempre es primero y todos nos apoyamos y
cuidamos. —Liana se levanta y me da el paño—. Juega con él ahora.
La enciende mientras hago rebotar el paño. Con cada rebote dejo que
Ethan lo agarre. Pero tan pronto como lo lleva a su boca, lo aparto. Aun
así sigue sonriendo.
—¿Por qué?
Quiero decir que creo que ella está bien. Mejor que bien.
De hecho lo es.
Doy un salto.
Liana nos sigue a la cocina, bajando la velocidad para ver por la ventana
al patio.
—Eso suena fantástico. Siempre y cuando salga de aquí entre las ocho
treinta y las nueve.
—No tardaré tanto. —Le entrego a Ethan y saco los ingredientes para
una pizza de pepperoni, salchicha y tres quesos.
Saco la botella y dos vasos. Mientras dejo un vaso frente a ella, veo a
Ethan de pie en su regazo, jugando con sus aretes. Se me corta la
respiración.
—¿Qué?
—Los aretes. —Los botones negros que hice para Swanee—. No importa,
sé de dónde.
—Ella dijo que hasta que tuviera el dinero para el anillo, esperaba que
estos fuesen suficiente.
Liana no contesta.
—Yo los hice. Para ella. —Si veo a Liana, perderé el control.
—Genial.
—Alix.
—La pasamos bien. Realmente fue algo divertido. —La oigo decirle a
papá lo que dije y le sonrío a Liana.
—Sí. Comprobando cómo estoy, la cual es una buena idea ya que viste
lo excelente que soy como niñera.
—Pensaba hacerlo.
Monitor de bebé.
La conversión se pausa.
—¿Bueno? —dice.
—Lo prometiste.
Oh, mi Dios. ¿Se refiere a…? Mi garganta está seca y lamo mis labios.
Ella hace lo mismo, y luego se acerca un paso, se inclina y toca mis labios
con los suyos. La explosiva sensación que me recorre es como una
erupción volcánica. Cuánto tarda el beso queda a la adivinación.
Eventualmente una se aparta, y juro que no es ella. Liana abre la puerta y
sale antes de poder exhalar el aire en mis pulmones.
Papá ríe.
Papá ríe.
—Puede que solo tenga gases.
Tan pronto como cuelgo, el timbre suena. ¿Quién puede haber venido?
Veo por la mirilla, pero está en negro, como si hubiese una mano ahí.
No hay respuesta.
Hace un puchero.
—No. —Dios, no. Entra y el aire frío la sigue. Noto que sigue lloviznando.
—O a ti.
Reviso mi frente y veo que todo lo que uso es una camiseta para dormir
y que está pegada a mi cuerpo por el agua de baño. Todo es visible. Me
abrazo.
—¿Cuánto puedes quedarte? —pregunto. Por favor que sea todo el día y
noche.
Le sonrío.
Me regresa la sonrisa, sus ojos burlones. Incluso estar de pie tan cerca
de ella hace que mi corazón se acelere.
—¿Qué quieres hacer? Papá no quiere que lleve a Ethan a ninguna parte
por lo que estamos algo limitadas.
Una película. Por favor que no sea una con Johnny Depp.
—Sí.
—¿Puedo verla?
—¿Cuándo?
—Cuando quieras.
Levanto cinco dedos, dos veces, como “Que sean las diez en punto”.
Sonríe.
Caliento una botella, aliviada por poner algo de distancia entre Liana y
yo. Ella activa cada nervio en mi cuerpo. Me acomodo en el sofá con Ethan
y su botella, mientras Liana se sienta al otro lado, tan lejos como es
posible. Gracias a Dios.
—Claro —respondo.
Revisa las opciones y no hay nada que queramos ver. Es todo lo que
puedo hacer para mantener a Liana fuera de mi vista periférica. Ella ve el
DVD de papá de Little Miss Sunshine19 y dice:
Como diez minutos luego de que empieza la película, ella acomoda una
almohada debajo de su cabeza y se acuesta, se quita los zapatos y estira
sus piernas sobre mi regazo.
Me aparta un poco.
—No.
Lo mismo que solía decirle a Swanee cada vez que llegábamos tan lejos.
Dice con los ojos bajos:
—Está mojado.
Subo las escaleras con alas en mis pies. Nunca lo hicieron. No sé porque
hace una diferencia, excepto que es algo que Swanee quería y nunca
obtuvo. De ninguna de nosotras.
Papá dice:
20South Park: serie de dibujos animados caracterizada por su humor negro, burlas
explícitas y vocabulario soez.
Comprobar sería más apropiado. Y por supuesto que Liana no llamaría
a nuestra línea de casa. Le aseguro a papá que afilé los cuchillos sin
derramar sangre. Él dice:
¿Es en serio? Solo han pasado un día y medio. Pensarías que querrían
escaparse más a menudo. No puedo recordar las últimas vacaciones que
tuvieron.
De la nada, sigue:
¿Por finalmente ser la hermana que siempre debí haber sido? Un nudo
se forma en mi garganta.
—¿Alix?
—Ethan acaba de despertar. Será mejor que vea si necesita una botella
o algo. —Mascullo una despedida. Ethan está pegado al televisor y pienso
Genial, ahora he plantado la semilla para un sedentario. Como si leyera mi
mente empieza a llorar como si tuviera hambre. Caliento una botella y lo
mezo en mis brazos en el sofá, cantando suavemente mientras traga. La
primera canción que se me ocurre es Born This Way21 de Lady Gaga.
Parece gustarle porque sonríe y aplaude. Me pregunto qué hace ahora
Liana. Si le atraigo tanto como ella a mí. Qué pasará luego, si es que algo
sucederá.
21Born This Way: traducido como “Nací de esta manera”, es una canción de Lady Gaga
que pertenece al álbum homónimo y que promueve la aceptación personal.
mi hombro sin una toalla. Si escupe, toda esa mezcla lechosa caerá por mi
espalda.
Realmente no me importa.
Le respondo:
No. Yo lo siento.
Respondo inmediatamente:
¡Yo también!
Todos estos recuerdos salen. Ella odiaba mi ropa; me dijo que debía
perder peso, hacer más ejercicio. No le gustaba mi gusto en películas y
música. Resentía el hecho de que tenía que cenar con mi familia y pasar
los fines de semana haciendo deberes o la tarea. Cualquier momento que
no estuviera disponible era una ofensa personal.
Liana envía:
Envío:
Ella envía:
Siempre te ha amado.
Leo la línea una y otra vez y noto que siempre lo he amado. Y siempre lo
cuidaré.
Yo también.
LOL.
—Lo has hecho bien, pequeña —me corta papá—. Gracias por ayudar.
—Me aprieta ligeramente los hombros.
—Le dije que Ethan dijo da-da primero y ahora está jodidamente celosa.
Listo.
Me responde:
Llego antes que ella a McDonald’s. El olor es muy tentador, por lo que
empiezo a atacar mi hamburguesa con queso y papas fritas antes de que
llegue. Ordeno su combo favorito, y mientras se sienta, dice:
Hazlo, pienso.
—Suena asombroso.
—También es gratis.
—Hola, Alix. —Él extiende su mano—. Liana nos ha contado todo sobre
ti.
—Detente.
—Déjame ir por una chaqueta en caso de que haga frío —dice Liana,
dejándome sola con su padre.
—Arvada —contesto.
Liana vuelve.
—¿Qué?
Ella ríe.
—Salgamos de aquí.
Este artista usa basura reciclada para hacer piezas y candelabros. Son
originales y hermosas.
—Genial —respondo.
—Hola —me dice—. Si hay algo que quieras, todo está a la venta.
—No lo sé. ¿Ser una niñera? —En ese momento mi teléfono suena. El
sonido de mis padres me recuerda que no soy lo suficientemente vieja para
tomar decisiones para mi vida.
Es papá.
—En Boulder.
—¿Estás sola?
Ella ríe.
—No —respondo.
—No.
Tengo que hacerlo, ¿no? Compruebo mi reloj y son más de las tres. Ese
debería ser tiempo suficiente.
—Sí.
No creo que esté lista para meter a Liana a la fosa Van Pelt. Liana y yo
seguimos caminando hacia el carro y abro las puertas con el control en la
llave. Espero que ella entre, pero en su lugar envuelve mi cintura con sus
brazos, me acerca y me besa. Siento mi bolso caer y mis rodillas
debilitarse. Pudimos habernos quedado así por horas si alguien no se
hubiese acercado y sonado la bocina.
Contesto:
Liana envía:
Envío:
LOL. Igual.
¡Genial!
Liana pasa casi todos los días animando en juegos de béisbol o carreras
de atletismo. Aún hablamos durante el día o la noche, pero extraño estar
con ella. Físicamente. Las relaciones a larga distancia apestan. En la cena
del jueves, papá dice:
—Tierra a Alix.
—¿Qué? —pregunto.
—Bueno… sííííí…
—Tengo trabajo el sábado, así que nos iremos el domingo —dice mamá.
El teléfono suena y se levanta para contestar.
¿Por qué lo necesitas? Tienes recuerdos, quiero decir, pero eso solo
provocaría otro ataque.
—Claro.
No sé por qué eso me hace sentir tanto irritada como exonerada. Agrega:
—¿Pond?
Bufa.
—¿Podrás esquiar?
—Deseo poder vernos una última vez antes de que te vayas. ¿Recuerdas
que preguntaste si me gustaba ser porrista? A veces apesta.
Totalmente.
Rayos.
Dah.
—Te estás metiendo en mi piel, Alix Van Pelt. Puedo ver por qué quien
no debe ser nombrada se enamoró tanto y tan rápido de ti.
Las personas que no van a Méjico para divertirse en el sol durante las
vacaciones de primavera, llenan los hoteles de esquí en Colorado. Mientras
subo por el telesquí con dos chicos universitarios, (un chico con un brazo
alrededor de los hombros de una chica), deseo con fuerza que Liana esté
aquí.
—Agh. Voy tarde. Y mi teléfono está casi muerto. —El mío también está
sin batería por lo que entro a cargarlo.
Mamá entra por la puerta con los brazos llenos de compras y la libero de
algunas bolsas.
—¿Qué esperaban?
—No hablo de la muerte de Swanee. Por supuesto que estarías mal por
eso, pero cada día que estuviste con ella, te estabas… apartando.
Apartando. ¿A qué se refiere? Creo que lo sé. Cómo Swanee intentaba
convertirme en alguien que no era. Manipulándome. Haciéndome sentir
inadecuada, como dijo Liana. No solo eso, sino que me apartó de mis
padres.
Lo mismo que ruego sentir con Liana. Cuando ella no está conmigo, me
falta una parte.
—Mucho bueno.
—Bien.
Mierda.
—Mi mamá.
—Hola —dice Liana—. Solo quería decir que pienso que Ethan es el bebé
más lindo del mundo. Aparte de mi sobrino porque no puedo ser
prejuiciosa. —Sonríe.
—Será mejor que haga mi tarea —dice Liana—. Hablamos luego, Alix. —
Para cuando le doy vuelta a la computadora, Liana ha terminado la
llamada.
Espero que mamá me diga algo por dejar entrar extraños a la casa,
especialmente cuando ella y papá no están y solo somos Ethan y yo, pero
todo lo que dice es:
—¿Qué? —digo.
¿Puedes usar Skype? Solo tengo unos minutos hasta que papá
vuelva por mí.
Cuando esta llega, me maravillo por lo enormes que son. He visto renos,
pero nunca un alce.
—No sé si podré hablar por Skype todos los días —dice Liana—, pero
intentaré sacar algo de tiempo lejos del grupo en la mañana o por la noche
para llamarte. ¿Bien?
Nos quedamos como si quisiéramos decirnos algo más. Liana lleva dos
dedos a sus labios y me envía un beso virtual antes de terminar la
llamada.
—Para Joss —dice—. Por supuesto, también puedes leerlos. Espero que
sepas que tu papá y yo estamos aquí para hablar.
Miro los títulos: “Las Cinco Etapas del Dolor”, “Cómo Enfrentar la
Muerte de un Familiar”, “Enfrentar la Pérdida de un Ser Amado”. Creo que
lo he manejado bastante bien, gracias a Liana.
—La semana que vuelva tendré que animar o trabajar todos los días,
pero tengo un encuentro por invitación en Denver el sábado. Debe acabar
como a las cinco.
—Broma.
Ríe.
Joss está lanzándome dagas con sus ojos, por lo que digo:
Cortamos.
—Solo una amiga. Tus fotografías estarán para mañana. Pasaré luego de
la escuela y las recogeré. ¿Bien?
Debió haberlo notado por mi tono de voz cuando dije “una amiga”. O tal
vez toda la conversación nos delató.
—¿Acaso dicen “Reemplaza a una persona amada con alguien nuevo tan
pronto como sea posible”?
Ella sigue el Prius al garaje. Ni siquiera he salido del auto cuando dice:
—¿Las tienes?
Las fotografías.
—Sí.
¿Si digo que no sonará frío? Si digo que sí… cierro mis ojos y este
inesperado velo de dolor me cubre. ¿La llegaré a superar?
Joss no está usando un abrigo y lleva esa corta falda sin mallas.
—No lo alientes.
Él se sirve una taza de café mientras preparo dos tazas de chocolate con
malvaviscos.
Por favor no lo ataques. Por favor, por favor, por favor, pienso.
Joss pestañea. Eso parece calmarla. Lo que no sabe es que eliminé las
fotografías en cuanto las cargué al dispositivo USB. Para llenar el tiempo
entre fotos, pregunto:
Me mira.
Casi le digo que fue Liana, pero me detengo a tiempo. Swanee también le
mintió a Liana sobre eso, creando esta relación tóxica entre Liana y Joss.
¿Por qué? ¿Para qué propósito servía eso? Joss saca la siguiente foto y
jadea.
—¿Qué es? —Me inclino y Joss aparta la foto. Esta sale volando y cae
hacia arriba en el suelo. Antes de que pueda levantarla, la veo. Es en la
que se expuso. Joss mete la foto al sobre y avanza a la siguiente.
Dios mío.
—Lo siento tanto, Joss. Algunas de las cosas que Swanee hacía
realmente herían y humillaban a las personas. Incluida tú.
¿En serio? Me acerco para rodear los hombros de Joss, pero tiene esa
vibra que me mantiene lejos. Agrego:
—Joss…
Toma todas las fotos y las mete en el sobre. Se pone de pie y sale sin
decir otra palabra, cerrando la puerta detrás de ella.
—Me retracto de todo lo que dije contra Joss. Excepto la parte en la que
no tenía derecho a enviarme mensajes luego de la muerte de Swan. Esa
fue una cruel broma.
—Claro —respondo.
—Hola, chiquito —exclama Liana. Ella sacude sus dedos hacia él.
Mamá se inclina.
Eso habría sonado loco si no le hubiera dicho a Liana que mamá era
una obstetra.
—Tu papá debe llegar en una hora más o menos —me dice mamá—.
Tranquila.
Sonríe.
Ríe.
—Porque quiero que pienses que soy perfecta en todos los sentidos. ¡Ja!
Lo dudo.
Leyó mi mente.
—Vuelvo en un minuto.
—Completamente real.
Me abraza con fuerza de nuevo y el mundo se desvanece. Luego el
anunciador rompe nuestra felicidad y Liana toma mis manos.
—Mi papá está aquí, así que supongo que tengo que sentarme con
Arvada.
—Te veo luego. —Liana aprieta mi mano, enviando una ola eléctrica por
mi cuerpo.
—Greeley West.
—Dímelo a mí.
—¿Podemos?
¿De qué está…? Oh, Swanee. Mentiría si dijera que ella no cruza mi
mente. Pero lo que Liana y yo tenemos es real. No tiene nada que ver con
Swanee y todo con nosotras. Liana y yo nunca hablamos de una relación
por rebote, solo de una basada en la venganza. ¿Son lo mismo? No lo creo.
—No importa. Es tu vida. Tienes que aprender estas cosas sola. Solo no
quiero que salgas herida.
Debí haber seguido a papá ya que necesito usar el baño y este está al
otro lado. Quiero decirle a Liana que volveré, pero está discutiendo con el
equipo. Las personas se reúnen cerca de los baños, comiendo y fumando.
Joss está ahí.
—Jodidamente genial.
—¿Recibiste mi carta?
—La recibí.
—¿Qué? ¿Dónde?
Mi mandíbula se abre.
—¿Estabas aquí?
Espera un minuto.
—La historia que escuché es que estaba muerta antes de que nadie la
encontrara.
Joss continúa:
—Ese día hacía frío. Traje un termo con café para mí y una botella con
agua para Swan. Ella se estiró, luego empezó a correr. Estaba en la zona.
Sabes cómo se pone.
Ponía, pienso.
—¿Entonces qué?
—Joss —digo—. Estoy segura de que no hay nada que pudieras hacer.
Según mamá la mayoría de las personas que tienen un paro cardíaco
repentino mueren instantáneamente. Su corazón solo se detiene. El RCP
no la habría traído de regreso. —¿Mamá no dijo eso? Creo que Joss
necesita ser liberada de la culpa. Toco su hombro y digo—: No puedes
culparte.
Todo lo que tengo son veinte, los cuales iba a usar para cenar con Liana.
Le doy el billete a Joss y le digo:
Es Joss de regreso.
—Lo hago —responde—. Alix me explicó todo, pero tengo una pregunta.
¿Por qué me enviaste mensajes desde el teléfono de Swan por dos semanas
luego de su muerte?
Joss entrecierra sus ojos hacia nosotras. Sus ojos viajan a nuestras
manos y de regreso.
Eso me emociona.
Le cuento que Joss estaba en el estadio el día que Swan murió. Que le
dio RCP. Que escuchó a los paramédicos declarar a Swan muerta.
—Encenderé una candela para que Joss pase esto —dice Liana.
—Más o menos. Las chicas ganaron más eventos que los chicos.
—Esperaré aquí. —Pongo los ojos en blanco mientras paso junto a ella
de camino hacia abajo.
—Tengo tiempo.
—Será rápido.
Cuando bajo, Liana tiene a Ethan en sus brazos y ella y papá están
riendo. Es tan genial, cómoda con todos y segura de sí misma. Dos cosas
que no soy.
Papá me da la charla requerida: no hablen con extraños. No beban y
manejen. Por ninguna razón aparente, él pregunta:
—¿Necesitas dinero?
Oh-oh, pienso. No soy buena con las sorpresas. Cuando dudo, dice:
—¿Estás loca?
No puedo evitar ver sus senos. Tienen que ser falsos o mejorados. Sin
duda usa un sostén para elevar de Victoria’s Secret. Liana me mira de
costado mientras nos guía a una mesa, ambas reprimimos la risa.
—Ojos en el menú.
Estira su mano libre sobre la mesa y entrelaza sus dedos con los míos.
—Te quiero.
Sonríe tiernamente.
—Sé que le pasa a las personas porque tienen este espacio vacío en sus
corazones. Pero nunca sentí esta clase de amor por alguien como por ti. Es
como si finalmente supiera lo que es el amor verdadero.
Mira mis ojos y me comunico con los míos. Luego mete un gusano ácido
en su boca hasta la mitad y me tienta para que muerda la otra parte.
Liana ríe.
—Ve, yo lo recojo.
Pero en ese momento los ojos de Liana encuentran los míos a través de
la sala. No está sonriendo; de hecho, su expresión casi me asusta.
Entonces lo veo. El teléfono de Swan. En la mano de Liana.
—Puedo explicarlo.
En la puerta, se gira.
—Me mentiste. Todo este tiempo pudiste haberme dicho que eras tú
quien enviaba los mensajes, pero no lo hiciste.
—Oye —dice una voz a mi lado—. Olvidaste tus cosas. —Es la chica que
me hizo girar. Tomó mis cosas del suelo y el sofá, incluido el teléfono de
Swan.
—¿Estás bien?
¿Bien? ¿Bien? Ni siquiera sé el significado de esa palabra.
Capitulo XXIII
Corregido por Celesmg
Ethan mueve sus brazos y piernas, y sus globos oculares se mueven por
detrás de sus párpados. Debe estar soñando. Me pregunto en qué sueñan
los bebés, si tienen fantasías o pesadillas. Su experiencia en la vida es tan
limitada… ¿cómo pueden tener tanto en qué soñar? A menos que las
personas reencarnen, lo cual significa que podemos tener recuerdos de
cientos de vidas pasadas a las nuestras.
Dios, espero que mis vidas previas fueran más felices que esta.
Me salgo del domingo familiar al decirle a mamá que no me siento bien.
Al menos no es una mentira.
Porque no lo hará.
—Puede esperar —dice por primera vez desde que puedo recordar.
—Avisaré. —Asiente.
—No.
Maldición.
—Joss. —Salgo de detrás del arbusto—. Tengo algo para ti —le digo.
Saco el teléfono de Swanee de mi bolsillo—. Jewell probablemente cortó el
servicio y la cobertura ya no brilla, pero sé cuánto lo quieres.
—¿Cuándo?
—Lo robaste.
¿Cuántas vidas han sido afectadas por las cosas que debí haber hecho
diferente?
Joss no es tonta.
—No lo pretendíamos.
—¿Hablar contigo? ¿La persona que usó a Swanee para encontrar una
novia? Estoy segura. —Pasa a mi lado, casi tirándome en la acera.
—Tú lee los malditos panfletos. Necesitas más ayuda que yo —dice Joss
sobre su hombro.
—Bien —dice.
Mis ojos atrapan los bordes de los panfletos sobresaliendo del bolsillo
delantero. Saco el primero y leo el título: “Las Cinco Etapas del Dolor”. Lo
abro.
¿Dónde estoy con Liana? Deprimida. Enfadada conmigo misma por ser
tan estúpida. Acepto que tiene todo el derecho para no querer volverme a
ver.
Decido no hacerlo.
—¿A dónde?
Papá sale y suelta la silla de Ethan del asiento. Camina hacia la entrada
y luego se gira y ve que sigo sentada en el auto.
—¿Vienes?
¿Qué?
El vendedor me sonríe.
—¿Cuál es la ocasión?
Al infierno si lo sé.
¿Lo hice?
La puerta se abre y mamá entra. Otro vendedor la ataca, pero ella dice:
Papá la mira.
—No rojo.
—Bien. —Revisa sus papeles y deja todos los autos rojos al final.
—Supongo.
—Claro.
—Ups.
—La tengo —digo. No salgo sin llevarla, solo en caso de que mis papás
decidan llevarme a comprar un auto. ¿Cierto?
Bob entra al lado del pasajero y me siento esperando que mamá y papá
entren a la parte trasera. Cuando noto que no lo harán, me concentro en
las características y funciones que Bob está mencionando.
Papá ríe.
—¿Qué?
—Este entró ayer —nos informa Bob—. Tres años, pero tiene poco
menos de trece mil kilómetros.
—Vaya —dice papá. Hace toda clase de preguntas sobre las inspecciones
de seguridad y el valor, mientras paso mi mano por el capó y miro el
interior. Tiene un interior de cuero blanco. No muy práctico, diría mamá,
pero ya que es mi auto, lo práctico no es necesario para mi decisión.
—¿Lo puedo sacar? —digo antes de que Bob pregunte. Mira a papá y él
se encoge de hombros.
—Ella es la clienta.
Oh, Dios mío. Papá tenía razón sobre conducir más de uno. Este es
mucho mejor. Se siente tan sólido y estable en mis manos, como si
estuviera destinado. No quiero ni volver a la venta, solo quiero seguir
conduciendo sin ver hacia atrás.
—Positivo.
Al menos no huye.
La conversación se congela.
—Lindo.
—Eso no es lo por lo que vine. Quería decirte que lo siento. Lo siento por
todo lo que se derrumbó. Aprecio tu amistad y nunca haría nada para
herirte, y sé que lo hice y que si hay una forma de compensártelo, quiero
hacerlo porque te extraño y te necesito en mi vida. —Me estoy ahogando y
las lágrimas llenan mis ojos.
—Lo sé.
—¡Tienes un auto!
—Yo iré.
Mamá me ignora.
—Está bien —dice Liana—. No quiero ser una molestia. Solo quería
hablar con Alix.
¿Sobre qué?
—No es problema —replica mamá—. Siempre hago comida suficiente
para un ejército.
Excepto que dudo que Jewell supiera sobre el anillo si Joss no sabía.
Se concentra en mi rostro.
Bajo mi mirada.
—¡Alix! —Su tono hace que levante la cabeza de golpe—. ¿Cómo puedo
perdonarte si no te perdonas a ti misma?
La tomo.
—La habitación de huéspedes está por aquí. —Paso junto a ella, rodillas
débiles.
—Tengo miedo, Alix. Te quiero con tanta fuerza que no creo que pueda
decir que no. Por favor entiende.
Lo hago.
—¿Tienes un auto?
—Por ninguna razón, excepto que tal vez estaban cansados de que los
molestara unas cien veces al día.
—Recuerdo hace un par de años cuando cayó este granizo del tamaño
de bolas de softbol. No duró mucho, por suerte, y luego de eso salí y
encontré el trozo más grande que había. De hecho era un montón de
trozos unidos. Lo puse en el congelador para mantenerlo por siempre. Me
pregunto qué le pasó.
—Yo tampoco. —Con el brillo del reloj digital todo lo que puedo ver es su
silueta, pero esta me pone alerta—. ¿Quieres ver una película con mi iPad?
—Claro —acepta.
—Honor de exploradora.
—Diablos no.
—¿Crees que es peor perder un bebé que ha vivido por seis horas o a
una persona algo mayor? Digamos, diecisiete. Alguien que ha dejado una
huella.
—No creo que importe. O amas a tus hijos o no. Siempre serán parte de
ti.
—Mentí —dice.
—Yo también.
Cierro mis ojos y nos volvemos a besar. Luego, tan rápido como
empezamos, nos detenemos. Liana pone un brazo sobre mí y nos
abrazamos. Hablamos.
—Vivir.
—¿Cuál es tu pregunta?
Tan pronto como salen las palabras, deseo borrarlas. Tiene el derecho
de creer lo que quiera.
—Para mí, sin embargo, Dios es amor, puro y simple. Y Dios nunca me
pediría elegir entre mi verdad y mi fe.
Eso tiene sentido para mí. Podría construir una espiritualidad personal
basada en el amor.
—Sí, gracias.
—De nada. —Pasa sus dedos por mi rostro y me besa. No hacemos más
que besarnos. Tocarnos. Es suave y cálida y segura. Creo que la seguridad
es lo que ambas necesitamos ahora.
Ella murmura.
Liana debe escuchar las pisadas en las escaleras al mismo tiempo que
yo. Lucha por soltarse de la sábana. En ese momento suena un suave
golpe y mi puerta se abre. Mamá mete su cabeza.
Liana sugiere que cree una página en línea para vender mi joyería. Su
hermano estudia para ser diseñador web y aceptó ayudar.
Bufo.
—¿Lista? —pregunto.
—Cállate.
Amamos a la persona
que conocíamos
o al menos eso creíamos.
Eso nunca cambiará.
El amor puede darte vida
o quitártela
puedes pasarlo
o detenerlo.
Dudo.
—¿Es horrible?
—Eso es todo.
Asiento.
—A la cuenta de tres.
PrisAlvS
Pily
Pily
Bibliotecaria70
Celesmg
MICHELITA
belisrose
PrisAlvS
Traducido corregido
y disenado en