En 1337 se inició una guerra entre Francia e Inglaterra que
perduró más de 100 años. Desde siempre, el ser humano ha tratado de tener todo a su poder, y esta época no es la excepción pues la monarquía de Francia e Inglaterra se encontraban luchando por territorios, entre más territorios tuviesen más ricos fuesen, ya que se encontraban en la era del feudalismo. La monarquía, considero yo que, es un tema de interés y de profundo secretos, pues desde la creación del periódico es ella la que ha tenido protagonismo y han sido ellos que elijan cual es la verdad absoluta. La monarquía siempre se ha sabido mover, no dejan nada a la vista, mas lo que les conviene. En esa época la monarquía de Francia pasaba por decadencias; no poseía una economía estable y no se encontraba de manera centralizada. Se dice que durante la guerra reinaron cinco reyes de cada país. Cada uno con singulares características que pudieron aportar algo a su país, ya sea negativo o positivo. Mas, el último rey de Francia, Carlos VII, fue quien restauró la nacionalidad francesa. La guerra se dividió en dos etapas, la primera fue por la necesidad de dominar el mar por ambos lados y a las pocas horas la batalla llegó a su final. Muriendo así 40 arqueros ingleses, mientras que Francia se despedía de cuatro mil hombres. Como había mencionado antes, Francia se encontraba en una crisis, que se logró recuperar tras el reinado de Carlos V, pero volvió a descender con Carlos VI. Sin embargo, Inglaterra también se encontraba en apuros. A pesar de ello, los ingleses con su astucia se aprovecharon de la guerra civil entre borgoñeses y armañacs que se llevaba dentro de Francia, colocando a dicho país en una situación difícil. Y, quizás la parte más interesante y la más corta, es cuando Juana de Arco hace presencia. También se le conoce como Doncella de Orleans, fue conocida por ser una heroína y militar francesa. Fue ella, la que convenció al rey Carlos VII de expulsar a los ingleses del territorio francés. Carlos VII le confió su ejército y solo así pudo obtener paso a Orléans. Juana de Arco ganó varias batallas, pero en una de esas encontró su final. Fue capturada y entregada a los ingleses. Y fue tachada de bruja, de hacer brujería. Por lo que fue condenada a la hoguera y murió en Ruán en 1413. A pesar de una muerte tan fatal por falacias, Juana de Arco siempre será recordada por ser aquella militar que logró darle un poco de paz a Francia. Después de ello, ambos bandos decidieron darle la oportunidad a la charla, por lo que se reunieron y llegaron a un acuerdo. Fue la primera vez que se dio una tregua en un periodo de nueve años. Los ingleses no iban a dar su brazo a torcer y es por ello por lo que Francia les tuvo que ofrecer la parte de Guyena y Normandía. Sin embargo, hubo una disputa y los ingleses quedaron reducidos a la plaza de Calais, los ingleses no se dejaron y terminaron el “tratado” y fue así, como la civilización se dejó atrás para volver a las espadas y a las guerras. En el desenlace de la guerra de más de 100 años también llegó el fin para el feudalismo. En Francia, Carlos VII tuvo que buscar soporte en los burgueses para restablecer el orden. Y ese fue el inicio de una monarquía absoluta en Francia.