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GESTION DE NEGOCIOS

Concepto

Es un hecho jurídico estricto sensu, en virtud del cual una persona que recibe el
nombre de gestor, se encarga voluntaria y gratuitamente de un asunto de otra
persona que recibe el nombre de dueño, con aniño de obligarlo, y sin ser su
representante por disposición de la ley por convenio, o por acto unilateral de
“poder”.

El que sin mandato y sin estar obligado a ello se encarga de un asunto de otro,
debe obrar conforme a los intereses del dueño del negoció.

Deben pagarse al gestor los gastos necesarios que hubiere hecho en el ejercicio
de su cargo y los intereses legales correspondientes; pero no tiene derecho de
cobrar retribución por el desempeño de la gestión.

541.- Fundamento social de la gestión.

Se mantiene esta figura en el código como fuente especial creadora de


obligaciones, con base en una idea de función de solidaridad social, reposa sobre
una base de ayuda mutua y solidaria social el que una persona, sin tener deber
jurídico de especie alguna, se haga cargo, espontánea y gratuitamente, de un
asunto de otro, el cual por circunstancia especiales no puede defenderlo o
atenderlo.

Estos sentimientos, deben no sólo ser respetados, sino deben ser fomentados y
sancionados por el Derecho, en tal forma que si a una persona inicialmente le guía
ese espíritu de solidaridad social, no deba arrepentirse de su noble conducta y
buena intención y dar marcha atrás, si produce con ello consecuencias dañosas
para la persona a la cual le brindó su solidaridad.

Por ello la ley admite la gestión, y una vez que ésta se inicia, impone al gestor las
consecuencias de su buena conducta y lo obliga a seguir hasta el final del asunto,
o hasta que sea liberado por el según se lee en el concepto del apartado 540.

542. La gestión de negocios en los Códigos Civiles de Tlaxcala, Quintana Roo,


Puebla y Nayarit.

Bajo el nombre de mandato oficioso o de gestion de negocios, se comprenden


todos los actos que por oficiosidad y sin mandato expreso sino sólo presunto,
desempeña una persona a favor de otra que no está presente o que está impedida
de atender a sus propios asuntos.
543. Elementos de la gestión de negocios.

a) Existencia de un negocio que no sea del gestor. Esto es básico , pues si el


gestor atiende un negocio ajeno creyendo que es suyo, resulta que no habrá
gestión sino que se estará en presencia de un enriquecimiento ilegitimo por parte
del que recibe la atención.

En ningún trámite administrativo se admitirá la gestión de negocios. La


representación de las personas físicas o morales ante las autoridades fiscales, se
hará mediante escritura pública o en carta poder firmada ante dos testigos y
ratificadas las firmas del otorgante y testigos ante las autoridades fiscales o
notario.

b.) Que el gestor obre voluntaria y gratuitamente.- Esto quiere decir que el gestor
al actuar, lo debe hacer en forma espontánea y convencido de que va evitar un
daño a una persona que no puede defenderse o atender sus asuntos, y con aniño
de hacer una liberalidad, de no cobrar.

C).- Un elemento subjetivo en el gestor, de querer obligar al dueño:_ El gestor al


actuar, debe guiarse por la idea de que el dueño del negocio quede obligado por lo
que el haya hecho.

d).- Que el gestor no tenga representación de especie alguna.- Si el que atiende el


negocio lo hace en virtud de un mandato, de un “poder” o en vista de ciertos
deberes que la ley le impone de acuerdo con la representación de capaces o de
incapaces, ya no se está en presencia de una gestión, la intervención del gestor
debe ser espontánea y sin poder legal.

APENDICE NUMERO CATORCE

El por qué en algunos casos no hay gestión de negocios

130. Casos en que no hay gestión de negocios

a) Si la persona que ejecuta la conducta, tiene el deber jurídico stricto sensu, o


está obligada por un contrato, o recibe un “poder”. Tal es el caso del mandatario o
del que representa al incapaz, o a un capaz conforme se lo imponga la ley.

b) Si el que atiende el asunto, lo hace sobre la idea de que está administrando sus
propios asuntos, pues entonces de ese error deriva el cambio total de la fuente
obligacional. Ya no se estará en presencia de una gestión, sino de un
enriquecimiento ilegitimo.
c) Cuando no se desea que el dueño quede obligado. En este caso como ya anoto
al final del anterior párrafo, resultara que, o se quiere realizar una prestación de
servicios profesionales gratuita, o bien se tiene la idea de realizar una donación.

131. Deberes del gestor

Al gestor, se le imponen los siguientes deberes:

a). Debe actuar conforme a los intereses del dueño, lo cual es entendible, si se
piensa que se busca evitar a éste un daño. Este deber se consigna en el articulo
1896 ya transcrito.

b) Debe poner toda la diligencia y empeño que pone en sus propios negocios, y
realizar su gestión como si el asunto fuere propio; la primera parte del articulo
1897 en ambos Códigos dice “El gestor debe desempeñar su encargo con
toda la diligencia que emplea en sus negocios propios…” etc.

c) Está en la necesidad de dar, en la primera oportunidad que tenga, aviso de su


gestión al dueño y esperar la decisión de éste, a menos que haya peligro con la
demora.

“El gestor, tan pronto como sea posible, debe dar aviso de su gestión al dueño y
esperar su decisión a menos que haya peligro en la demora”.

“Si no fuere posible dar ese aviso, el gestor debe continuar su gestión hasta que
concluya el asunto”.

d) Está en la necesidad como ya se dijo desde el inicio de este capítulo, y en el


concepto mismo de gestión, de actuar gratuitamente.

132. Responsabilidades del gestor.

Si éste inicia su gestión y no cumple voluntariamente con los deberes que fija la
ley para un gestor, queda sujeto a las siguientes responsabilidades:

a) Si no pone la diligencia que acostumbra en sus negocios, debe indemnizar


por los daños y perjuicios que con su negligencia provoque, y así la
segunda parte del articulo 1897 continua diciendo “… e indemnizara los
daños y perjuicios que con su negligencia irroguen al dueño de los bienes o
negocios que gestione”.
b) Responde de la notoria y extrema negligencia, o de una conducta dolosa, si
la gestión tuvo por objeto evitar un daño inminente al dueño; el articulo
1898 preceptúa “ si la gestión tiene por objeto evitar un daño inminente al
dueño, el gestor no responde más que de su dolo o de su falta grave”.
c) Pero si el gestor, aun poniendo la diligencia que pone en sus negocios
propios, causa daño al dueño, debe repararlo si obró contra la voluntad real
o presunta de este; el articulo 1899 ordena “ Si la gestión se ejecuta contra
la voluntad real o presunta del dueño, el gestor debe reparar los daños y
perjuicios que resulten a aquel, aunque no haya incurrido en falta”.
d) Si el gestor actúa más en su interés, que en del dueño, o hace operaciones
arriesgadas que no hubiera hecho el dueño, entonces responde de los
daños que le irrogue a éste, aun cuando el daño se origine por un
acontecimiento fortuito; se determina por el articulo 1900 “El gestor
responde aun del caso fortuito si ha hecho operaciones arriesgadas,
aunque el dueño del negocio tuviere costumbre de hacerlas, o si hubiere
obrado mas en interés propio que en interés del dueño del negocio”.
e) Por último, queda responsable por los actos de aquel en que delegue el
ejercicio de las funciones que él asumió voluntariamente, y por ello el
articulo 1901.

Si el gestor delegare en otra persona todos o algunos de los deberes de su


cargo, responderá de los actos del delegado, sin perjuicio de la obligación
directa de este para con el propietario del negocio.

El gestor debe desempeñar su encargo con toda la diligencia que emplea en


sus negocios propios, e indemnizara los daños y perjuicios que POR SU
CULPA O NEGLIGENCIA se irroguen al dueño de los bienes o negocios que
gestione”.

Si hay culpa o negligencia en su conducta del gestor, ya no actúa como gestor,


sino que está cometiendo un hecho ilícito, y ahí entonces su responsabilidad
no surgirá del hecho de la gestión, sino del hecho ilícito de su culpa o
negligencia.

134.- Deberes del dueño.

El dueño de un asunto que hubiere sido útilmente gestionado, debe cumplir las
obligaciones que el gestor haya contraído a nombre de él y pagar los gastos de
acuerdo con lo prevenido en los artículos siguientes.

Para ver la utilidad, se debe atender al momento en que la gestión se realiza,


sin importar que por acontecimientos posteriores, los resultados de la misma,
puedan hacerle perder su utilidad

No se debe confundir la utilidad de un asunto en sentido jurídico, con la utilidad


económica que esa gestión jurídica reporte al dueño del propio asunto.
137.- Ratificación de la gestión.

La ratificación pura y simple del dueño del negocio, produce todos los efectos
de un mandato.- La ratificación tiene efecto retroactivo al día en que la gestión
principio.

139.-A.-Si el dueño se aprovecha de la gestión.

El gestor que se encargue de un asunto contra la expresa voluntad del dueño,


si este se aprovecha del beneficio de la gestión, tiene obligación de pagar a
aquel el importe de los gastos hasta donde alcancen los beneficios.

140.-B.- Si el dueño no se aprovecha de la gestión.

a).- Si se trata de una conducta general.

b).- Si se trata de un deber impuesto por el estado.

A no ser que la gestión hubiere tenido por objeto librar al dueño de un deber
impuesto en interés público, en cuyo caso debe pagar todos los gastos
necesarios hechos.

c).- Si se trata de pago de alimentos.

Cuando sin consentimiento del obligado a prestar alimentos, los diese un


extraño, este tendrá derecho a reclamar de aquel su importe, al no constar que
los dio con ánimo de hacer un acto de beneficencia.

Los gastos funerarios proporcionados a la condición de la persona y a los usos


de la localidad, deberán ser satisfechos al que los haga, aunque el difunto no
hubiese dejado, por aquellos que hubieren tenido la obligación de alimentarlo
en vida.

141.- Representación por la ley de capaces.

En estos casos de gestión realizada en contra de la voluntad expresa del


dueño, es en donde por razones de solidaridad social y protección a nobles
sentimientos, la ley establece que las consecuencias de un acto realizado a
nombre de una persona capaz, aun en contra de su voluntad, sin mandato y
sin deber legal para ello, surten en su persona y en su patrimonio, como si ella
los hubiere realizado.

Se crea de esta forma, una representación por la ley, forzosa, de personas


capaces, y ya no solo la representación por la ley para las personas incapaces.
142.- Gestión de negocios judiciales

La gestión judicial es admisible para promover el interés del actor o del


demandado.

El gestor debe sujetarse a las disposiciones de los artículos 1896 al 1909 del
código civil, y gozara de los derechos y facultades de un procurador.

La segunda norma procesal, el artículo 51 determina:

El gestor judicial, antes de ser admitido, debe dar fianza de que el interesado
pasara por lo que el haga y de pagar lo juzgado y sentenciado e indemnizar los
perjuicios y gastos que se causen. La fianza será calificada por el tribunal bajo
su responsabilidad.

El gestor judicial, antes de ser admitid, obtendrá un fiador, o exhibirá poliza de


fianza.

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